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FEMINISMO LIBERAL

Se incluye dentro del feminismo de la igualdad, que se identifican por su


esfuerzo por ampliar el marco público de los derechos a las mujeres,
convencidos de que puede entenderse que existe un sexo indiferenciado y
universal. El feminismo liberal, que está en el origen mismo de la teoría
feminista ilustrada, se caracteriza, en palabras de Ana de Miguel, por:

“definir la situación de las mujeres como una de desigualdad (y no


de opresión o explotación) y por postular la reforma del sistema
hasta lograr la igualdad entre los sexos”.1

El feminismo liberal, con peso en especial en EE.UU., considera al capitalismo


como el sistema que ofrece mayores posibilidades de lograr la igualdad entre
los sexos. Cree que la causa principal de la opresión está dada por la cultura
tradicional, que implica atraso y no favorece la emancipación de la mujer. El
enemigo principal sería la falta de educación y el propio temor de las mujeres al
éxito.

La máxima representante del feminismo liberal es la Organización Nacional


para Mujeres (NOW), creada, entre otras, por Betty Friedan en 1966.

Discriminación sexual vs. Igualdad de oportunidades

La teoría liberal feminista plantea a grandes rasgos, que la mujer es sujeto de


opresión y discriminación dentro de la sociedad. Tomando esto en cuenta, los
liberales feministas buscan la igualdad de oportunidades, lo cual es
fundamental para la liberación de la mujer. La idea detrás de la igualdad de la
mujer se basa en el valor que la sociedad le otorga a ésta, que visiblemente es
menor al valor que se le otorga al hombre. El reconocimiento de la mujer
implica la eliminación de la discriminación por género al igual que la ampliación
de los derechos de la mujer (es decir, la igualdad de los derechos entre

1
Ana de Miguel. Los feminismos a través de la historia. En Capitulo III, Neofeminismo: los años sesenta
y setenta. Modemmujer.
hombres y mujeres). Por otra parte, el hecho de que no exista igualdad de
oportunidades se debe al hecho de que existen diferencias en torno a la
cuestión de género.

Las feministas liberales consideran que el tratamiento de las mujeres en las


sociedades contemporáneas viola, de una u otra forma, los principios del
liberalismo político de libertad e igualdad. La discriminación sexual es injusta
puesto que niega a las mujeres la igualdad de derechos que les permitiría
perseguir sus propios intereses. La justicia requiere la igualdad de
oportunidades y la misma consideración para todos los individuos
independientemente del sexo. Bajo esta concepción el sexo es meramente un
accidente, una característica no esencial de la naturaleza humana.

Una de las manifestaciones de esta discriminación es el acceso desigual de


hombres y mujeres a determinadas posiciones del mercado laboral. La falta de
igualdad en la vida pública es el centro de atención principal del feminismo
liberal. Su objetivo sería la eliminación de la discriminación sexual
(especialmente en las áreas de la vida pública y el mercado laboral).

Propuestas

Entre otras, las notas que caracterizan a este movimiento político−liberal son:
la autonomía racional, el individualismo, la distinción entre los ámbitos público y
privado, el universalismo y la imparcialidad. El feminismo liberal surge en la
época de la Ilustración con el movimiento sufragista en EE.UU., por el cual las
mujeres demandaban el derecho al voto y que las leyes les reconocieran, es
decir, demandaban una igualdad de derechos tanto para hombres como para
mujeres ya que hasta el momento la mujer había sido discriminada en todos los
sentidos.
.
Protestas en el Perú: a favor del aborto

En el marco de esta teoría, el aborto es una elección privada y debe ser


respetada. Ahora en el Perú y el resto del mundo, pocos temas son tan
controversiales como el aborto. Nuestro país tiene un código penal que prohíbe
el aborto salvo cuando la vida de la madre corre peligro. Europa, Rusia, China,
Norteamérica y países latinoamericanos como Brasil, Argentina y Uruguay
tienen una posición más liberal.

A pesar de la oposición radical de la Iglesia Católica, el Perú podría dar un


pequeño paso hacia la liberalización del aborto. En el Congreso, la Comisión
Revisora del Código Penal ha recomendado permitir el aborto en casos de
violación y cuando el feto sufre serias malformaciones.

El debate ha dividido no solamente al gobierno. Una reciente encuesta de la


Universidad de Lima arroja un empate técnico cuando la pregunta es si se debe
permitir el aborto por violación. Sin embargo, hay una marcada diferencia de
opinión entre los estratos sociales.

La mujer y el mercado laboral

Cabe resaltar que a partir de la incorporación en el reducido mercado de


trabajo, condujo a estas mujeres a iniciar los primeros movimientos de lucha
para la reivindicación de los derechos de la población femenina: educación en
centros escolares, ingreso a centros educativos superiores (considerados
exclusivos para el hombre) ingreso laboral sin discriminaciones y otros.

Así, en 1914 el grupo feminista intelectual Evolución Femenina comenzó a


gestar la emancipación social de la mujer de igualdad civil y política,
considerado por diferentes autores sobre todo feministas de mucha
transcendencia. Sin embargo, los reclamos y peticiones hechos por este
movimiento fueron generalmente percibidos como académicos y cuando se
lograban algunos resultados favorables eran sólo para las clases sociales
dominantes. La mujer del pueblo continuaba (aún continua) condenada al
trabajo servil de doble o triple jornada, debido a que la situación de pobreza
exigió a la mujer la ampliación de sus “obligaciones” al tener que incursionar
como obrera en las industrias de las grandes ciudades, con grandes
desventajas, por la gran explotación.
Las cifras son positivas. Cada vez más mujeres acceden al mercado laboral en
el Perú. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) detalla que las
mujeres trabajadoras aumentaron de 4 millones 996 mil en el 2001 a 6 millones
896 mil en el 2014. Es decir, que hay avances en cuanto a oportunidades. Sin
embargo, la mujer aún sigue rezagada, pues solo el 22.3% tiene un empleo
formal. Melissa Bustamante Gutiérrez, especialista en Género y Derechos
Humanos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), sostiene
que:

“La situación de la mujer en el ámbito laboral aún es precaria. Hay


una masiva presencia femenina en el sector informal, una limitada o
nula protección provisional y salarios que no son los mismos que los
varones, aun cuando realicen un trabajo similar” 2

EL FEMINISMO MARXISTA

El movimiento feminista se basa principalmente en la igualdad de derechos y


de oportunidades entre hombres y mujeres, es algo totalmente incorrecto
pensar que el feminismo es radical. El feminismo significa la recuperación de la
palabra de la mujer, de su propia historia, individual y colectiva, sin tabúes, sin
leyes restrictivas, sin miedos. El feminismo impulsa a que se desarrolle la
conciencia activa de la mujer, de todas las mujeres que se proponen saber,
pues siempre han sido consideradas seres inferiores, o dicho de otro modo “el
sexo débil”. En épocas anteriores la mujer era vista como inferior, no tenía voz,
ni derecho a expresarse, solo se tomaba como un objeto o una tentación. Es un
poco diferente ahora pero no debemos cerrar los ojos, el machismo aun no
muere, un ejemplo de esto es en oriente donde a la mujer al nacer se le hace la
ablación o mutilación genital para que nunca sienta placer, tal vez pensemos
que todo eso está muy lejos de nosotros, tal vez a no nos hagan eso pero
quien no se ha sentido humillada cuando se le grita en la calle o una
impotencia muy grande de no poder hacer nada. Otro ejemplo es la publicidad
que representa con demasiada frecuencia de manera degradante a las mujeres

2
Diario Peru21. Declaraciones de Melissa Bustamante Gutiérrez el 25 de abril del 2015. En Actualidad.
haciéndolas ver como un instrumento o un juego, así como las relaciones entre
los dos sexos.

La forma como se liberaran las mujeres de las descripciones anteriores es una


situación de debate. En última instancia, la forma cómo planteamos la solución
a tal problemática engloba a nuestro pensamiento y posición política frente a
este problema. Consideramos que la mejor propuesta de liberar a la mujer del
sistema de opresión es la planteada desde el marxismo. Antes de ellos hay que
dar una breve mirada al desarrollo del socialismo.

Los socialistas utópicos fueron los primeros en abordar el tema de la mujer. El


nervio de su pensamiento, como el de todo socialismo, arranca de la miserable
situación económica y social en que vivía la clase trabajadora. En general,
proponen la vuelta a pequeñas comunidades en que pueda existir cierta
autogestión -los falansterios de Fourier- y se desarrolle la cooperación humana
en un régimen de igualdad que afecte también a los sexos. Sin embargo, y a
pesar de reconocer la necesidad de independencia económica de las mujeres,
a veces no fueron lo suficientemente críticos con la división sexual del trabajo.
Aun así, su rechazo a la sujeción de las mujeres tuvo gran impacto social, y la
tesis de Fourier de que la situación de las mujeres era el indicador clave del
nivel de progreso y civilización de una sociedad fue literalmente asumida por el
socialismo posterior.

Flora Tristán dedica un capítulo a exponer la situación de las mujeres, mantiene


que:
"todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio
que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e
imprescriptibles del ser mujer"3.

En sus proyectos de reforma, la educación de las mujeres resulta crucial para


el progreso de las clases trabajadoras, aunque, eso sí, debido a la influencia
que como madres, hijas, esposas, etc., tienen sobre los varones. Para Tristán,

3
Unión obrera (1843)
las mujeres "lo son todo en la vida del obrero" 4, lo que no deja de suponer una
acrítica asunción de la división sexual del trabajo. Desde otro punto de vista,
entre los seguidores de Saint-Simon y Owen cundió la idea de que el poder
espiritual de los varones se había agotado y la salvación de la sociedad sólo
podía proceder de lo "femenino". En algunos grupos, incluso, se inició la
búsqueda de un nuevo mesías femenino. Tal vez la aportación más específica
del socialismo utópico resida en la gran importancia que concedían a la
transformación de la institución familiar. Condenaban la doble moral y
consideraban el celibato y el matrimonio indisoluble como instituciones
represoras y causa de injusticia e infelicidad. De hecho, como señalara en su
día John Stuart Mill, a ellos cabe el honor de haber abordado sin prejuicios
temas con los que no se atrevían otros reformadores sociales de la época.

Conforme la sociedad avanza, también se desarrolla el pensamiento, y con él


se desarrolla también el socialismo. A mediados del siglo XIX comenzó a
imponerse en el movimiento obrero el socialismo de inspiración marxista o
"científico". El marxismo articuló la llamada "cuestión femenina" en su teoría
general de la historia y ofreció una nueva explicación del origen de la opresión
de las mujeres y una nueva estrategia para su emancipación. Engels analiza el
surgimiento de la opresión de las mujeres como el producto de la aparición de
la sociedad de clases y de la familia nuclear. Entonces el origen de la sujeción
de las mujeres no estaría en causas biológicas -la capacidad reproductora o la
constitución física- sino sociales. En concreto, en la aparición de la propiedad
privada y la exclusión de las mujeres de la esfera de la producción social. En
consecuencia, de este análisis se sigue que la emancipación de las mujeres irá
ligada a su retorno a la producción y a la independencia económica.

Puesto que “El hombre tomó el mando también en el hogar; la mujer fue
degradada y reducida a la servidumbre; se convirtió en la esclava de su lujuria
y en un mero instrumento para la producción de hijos…Para asegurar la
fidelidad de su mujer y por tanto, la paternidad de sus hijos, es entregada sin
condiciones al poder del marido; si él la mata, solo está ejerciendo sus

4
Ob Cit.
derechos”.5 El mismo autor junto con Carlos Marx analizan la situación de la
mujer en la sociedad capitalista, donde concluye que:

“el burgués ve en su mujer un mero instrumento de producción…,


no sospecha siquiera que el verdadero objetivo que perseguimos
[los comunistas] es el de acabar con esa situación de las mujeres
como mero instrumento de producción”.6

Como vemos el socialismo como corriente de pensamiento siempre ha tenido


en cuenta la situación de las mujeres a la hora de analizar lo sociedad y
proyectar el futuro. Esto no significa que el socialismo sea necesariamente
feminista, sino que en el siglo XIX comenzaba a resultar difícil abanderar
proyectos igualitarios radicales sin tener en cuenta a la mitad de la
humanidad. Inessa Armand, la primera dirigente del Departamento de la Mujer
en la Revolución Rusa de 1917, hizo la siguiente observación: “Si la liberación
de la mujer es impensable sin el comunismo, el comunismo es también
impensable sin la liberación de la mujer”. Esta afirmación es un perfecto
resumen de la relación entre la lucha por el socialismo y la lucha por la
liberación de la mujer: no es posible una sin la otra.

Este análisis, por el que se apoyaba la incorporación de las mujeres a la


producción, no dejó de tener numerosos detractores en el propio ámbito
socialista. Se utilizaban diferentes argumentos para oponerse al trabajo
asalariado de las mujeres: la necesidad de proteger a las obreras de la
sobreexplotación de que eran objeto, el elevado índice de abortos y mortalidad
infantil, el aumento del desempleo masculino, el descenso de los salarios. Pero
como señaló Auguste Bebel en su célebre obra La mujer y el socialismo,
también se debía a que, a pesar de la teoría, no todos los socialistas apoyaban
la igualdad de los sexos:

5
El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado”
6
Manifiesto del Partido comunista.
“No se crea que todos los socialistas sean emancipadores de la
mujer; los hay para quienes la mujer emancipada es tan antipática
como el socialismo para los capitalistas”.

Por otro lado, el socialismo insistía en las diferencias que separaban a las
mujeres de las distintas clases sociales. Así, aunque las socialistas apoyaban
tácticamente las demandas sufragistas, también las consideraban enemigas de
clase y las acusaban de olvidar la situación de las proletarias, lo que provocaba
la desunión de los movimientos. Además, la relativamente poderosa
infraestructura con que contaban las feministas burguesas y la fuerza de su
mensaje calaba en las obreras llevándolas a su lado. Lógicamente, una de las
tareas de las socialistas fue la de romper esa alianza. Alejandra Kollontai,
bolchevique y feminista, relata en sus Memorias algunas de sus estrategias
desde la clandestinidad. En diciembre de 1908 tuvo lugar en San Petersburgo,
y convocado por las feministas "burguesas", el Primer Congreso Femenino de
todas las Rusias. Kollontai no pudo asistir, porque pesaba una orden de
detención sobre ella, pero pudo preparar la intervención de un grupo de
obreras. Estas tomaron la palabra para señalar la especificidad de la
problemática de las mujeres trabajadoras, y cuando se propuso la creación de
un centro femenino interclasista, abandonaron ostentosamente el congreso.

Sin embargo, y a pesar de sus lógicos enfrentamientos con las sufragistas,


existen numerosos testimonios del dilema que les presentaba a las mujeres
socialistas. Aunque suscribían la tesis de que la emancipación de las mujeres
era imposible en el capitalismo -explotación laboral, desempleo crónico, doble
jornada, etc.- eran conscientes de que para sus camaradas y para la dirección
del partido la "cuestión femenina" no era precisamente prioritaria. Más bien se
la consideraba una mera cuestión de superestructura, que se solucionaría
automáticamente con la socialización de los medios de producción, y, en el
peor de los casos, "una desviación peligrosa hacia el feminismo". Esto no
impidió que las mujeres socialistas se organizaran dentro de sus propios
partidos; se reunían para discutir sus problemas específicos y crearon, a pesar
de que la ley les prohibía afiliarse a partidos, organizaciones femeninas. Los
cimientos de un movimiento socialista femenino realmente fueron puestos por
la alemana Clara Zetkin (1854-1933), quien dirigió la revista femenina Die
Gliechhteit (Igualdad) y llegó a organizar una Conferencia Internacional de
Mujeres en 1907.

El socialismo marxista también prestó atención a la crítica de la familia y la


doble moral, y relacionó la explotación económica y sexual de la mujer. En este
sentido, es imprescindible remitirse a la obra que Kollontai escribe ya a
principios del siglo XX. Kollontai puso en un primer plano teórico la igualdad
sexual y mostró su interrelación con el triunfo de la revolución socialista. Pero
también fue ella misma, ministra durante sólo seis meses el primer gobierno de
Lenin, quien dio la voz de alarma sobre el rumbo preocupante que iba tomando
la revolución feminista en la Unión Soviética. La igualdad de los sexos se había
establecido por decreto, pero no se tomaban medidas específicas, tal y como
ella postulaba, contra lo que hoy llamaríamos la ideología patriarcal.

Ahora el Perú tampoco fue excepto de la influencia del marismo dentro del
movimiento feminista. Seguramente algunos dirán que otra vez se está
recurriendo a una ideología y forma de actuar y sentir extranjeros. Es entonces
necesarias las palabras de José Carlos Mariátegui:

“Tranquilicemos un poco a esta gente aprensiva. No hay que ver en


el feminismo una idea exótica, una idea extranjera. Hay que ver,
simplemente, una idea humana. Una idea característica de una
civilización, peculiar a una época. Y, por ende, una idea con derecho
de ciudadanía en el Perú, como en cualquier otro segmento del
mundo civilizado”7.

En conclusión, el feminismo marxista sostiene que la lucha por la emancipación


de la mujer es cuestión de lucha de clases, más no cuestión de lucha de
géneros. Y en esto tiene razón, por ejemplo hoy en día hay familias en el Perú
y en el Mundo que a la mujer no las maltratan ni con los pétalos de una rosa,
pero en el fondo siguen siendo sojuzgadas al servicio de los varones y
sometidas a las tareas domésticas. Por más que no se las maltrate físicamente
7
Temas de educación
las mujeres trabajadoras siguen siendo explotadas, al igual que los varones
trabajadores. Y así cómo hay varones explotadores, también hay mujeres
explotadoras. Aquí cabe perfectamente la posición de de Mariátegui que
sostiene: Nadie debe sorprenderse de que todas las mujeres no se reúnan en
un movimiento feminista único. El feminismo tiene, necesariamente, varios
colores, diversas tendencias. Se puede distinguir en el feminismo tres
tendencias fundamentales, tres colores sustantivos: feminismo burgués,
feminismo pequeño-burgués y feminismo proletario. Cada uno de estos
feminismos formula sus reivindicaciones de una manera distinta. La mujer
burguesa solidariza su feminismo con el interés de la clase conservadora. La
mujer proletaria consustancia su feminismo con la fe de las multitudes
revolucionarias en la sociedad futura. La lucha de clases –hecho histórico y no
aserción teórica- se refleja en el plano feminista. Las mujeres, como los
hombres, son reaccionarias, centristas o revolucionarias. No pueden, por
consiguiente, combatir juntas la misma batalla. En el actual panorama humano,
la clase diferencia a los individuos más que el sexo.

FEMINISMO RADICAL

Antes de presentar las teorías sociales que dan origen a este tipo de
feminismo, es pertinente establecer algunas diferencias principales que definan
esta tipificación. Por ende se ha citado parte del trabajo Mujer, Género y
Teoría Feminista en las Relaciones Internacionales de Irene Rodríguez, el cual
expresa que dicho feminismo es una corriente que:

“Centra sus reflexiones en la percepción del mundo como un


espacio bifurcado jerárquicamente, en el que el hombre ejerce el
control y sus valores predominan, mientras la mujer y sus
cualidades siempre ocupan posiciones subordinadas… busca
desafiar ese control y predominio, presentando las cualidades y los
valores femeninos como superiores a los masculinos” 8

Teorías sociales y origen del Feminismo Radical

El feminismo radical lo podemos encuadrar en los años 60 del siglo XX, junto a
la emergencia de nuevos movimientos sociales. Se diferencia del feminismo
liberal anterior en que se reivindicaba cuestiones más allá del derecho al
trabajo asalariado, como el derecho al aborto o las relaciones de poder
masculino existentes y no visibles o tenidas en cuenta en las agendas de las
izquierdas. Así, desarrollan el concepto de patriarcado, sistema sobre el que se
levantan el resto de opresiones; una noción de poder y política ampliada, así
como cuestiones acerca de la sexualidad y de la violencia de los hombres
hacia las mujeres. Al desarrollar un concepto de patriarcado dándole autonomía
frente al resto de sistemas de dominación y explotación, las feministas
radicales volverían a criticar esa consideración de la lucha feminista como algo
secundario y que tendría sus frutos tras la revolución o la desaparición del
capitalismo.

Las feministas radicales comenzaron a desarrollar el concepto de género para


diferenciar los aspectos culturales y aprendidos de aquellos considerados como
biológicos. Y lo entienden como un elemento que contribuye a la dominación y
al sustento de relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres.
Feministas radicales como Shulamith Firestone explicarán la sexualidad como
una construcción política, lo que en adelante dará origen al feminismo lesbiano
que sostendrá el lesbianismo como una opción política y de liberación, aunque
planteará diversos problemas al presentar esa opción como legitima frente la
heterosexualidad. 9

Entre las feministas radicales y sus aportaciones, sin duda, una de las más

8
Rodríguez Manzano, Irene. Mujer, género y teoría feminista en las relaciones internacionales. Pág. 239-
292.
9
Osborne, R.(2005). “Debates en torno al feminismo cultural”. En Amorós, C. y De Miguel, A (2005).
“Teoría feminista de la Ilustración a la globalización: del feminismo liberal a la postmodernidad”.
Madrid: Minerva.
destacadas es Kate Millett, autora de uno de los clásicos del feminismo del
siglo XX, Política Sexual, publicado en 1969. Se trata de un libro donde
desarrolla la noción de dominación y una crítica al sistema sexo-género
instaurado gracias a relaciones de poder que ella denunciará. Consta de tres
partes, en donde la primer se expone la teoría de una política sexual cruzada
por muchísimos elementos; otra donde habla de unas raíces históricas del
feminismo hasta el momento, así como sus concepciones acerca del sistema
de dominación patriarcal; y una última donde crítica a autores de la época y sus
concepciones misóginas acerca de la mujer, como el mito de la mujer fatal.

Kate Millet va a rechazar las nociones freudianas acerca de la “envidia del


pene” y “los complejos de castración”, por lo que será acusada de no
comprender necesariamente bien las teorías freudianas, y de perder la
oportunidad de vincular feminismo y psicoanálisis. En cuanto a la concepción
del patriarcado, Millett va a considerarlo como “política sexual”, esto es, como
un conjunto de elementos que constituyen un determinado sistema bajo el cual
un determinado grupo de personas queda bajo el control de otro grupo, en este
caso, de los hombres sobre las mujeres.

“La política es el conjunto de relaciones y compromisos


estructurados de acuerdo con el poder en virtud de los cuales un
grupo de personas queda bajo el control de otro grupo” 10

Por tanto, para ella existen unas relaciones políticas de poder entre los sexos
que explica con discursos derivados del entorno de colectividades
emancipadoras, como la lucha de los afroamericanos. Kate Millet era militante
del New York Radical Women, que se definía como anticapitalista, antiracista y
antipatriarcal. Así, observa que las condiciones materiales favorables de los
hombres les van a permitir tener mayores posibilidades de opción frente a la
situación en la que se encuentran las mujeres, lo que les da un poder que les
da acceso a controlar la ideología del sistema. El patriarcado para ella se
apoya en una socialización ideológica del género. Es decir, con ello descarta
todo determinismo biológico, y establece una problematización política entre
10
Millet, K. (1995). “Política sexual”. Madrid: Cátedra.
“status, temperamento y rol”.11 El “status” se considera el determinante del
temperamento y del rol, así que emplea una noción propia de la sociología de
Weber.

Una de las instituciones que contribuye a la reproducción de estos roles que


sostienen el sistema es la familia patriarcal, como ya habían denunciado
anteriormente feministas socialistas, pero sin profundizar tanto como sí que lo
hizo el feminismo radical. Para sustentar sus teorías acerca de la socialización
del género acude a los estudios que desmontan los prejuicios y rasgos
negativos que recaen sobre los colectivos oprimidos, como el caso de los
negros en EEUU. De ahí que defienda que existe una ideología patriarcal que
interiorizan las mujeres y que no se puede considerar como un asunto no
político, en tanto que la ideología contribuye a la legitimación del sistema y
orden social. Esta política también se basa en mitos y religiones, y de esta
manera, Millett critica la situación de “alteridad” destinada las mujeres bajo el
patriarcado, y aquellas concepciones que controlan la sexualidad y la
autonomía de las mujeres mediante ideales de pureza. No se trataba sólo de
acabar con las subordinaciones en el espacio público, sino que también se
trataba de transformar el espacio privado.

El feminismo radical entre 1967 y 1975 puso patas arriba tanto la teoría como
la práctica como la teoría feminista. Y además de Kate Millett y la obra que
hemos comentado, es fundamental nombrar la obra de Sulamith Firestone y la
Dialéctica del sexo, pues es quién formuló el feminismo como un proyecto
radical, en el sentido de ir a la raíz de la opresión, y para ello toma las
herramientas del freudo-marxismo, de las Teorías Críticas de la Sociedad.
Firestone va a plantear un proyecto de feminismo científico en torno a la
opresión de las mujeres, en tanto que para ella son las relaciones entre las
clases sexuales, biológicamente definidas, las que constituyen el substrato de
todas las demás opresiones o dialécticas, como la de clases. Esto se ve
reflejado en como consideraba a una institución tradicional como la familia:

11
Puleo, A. (2005). “Lo personal es político: el surgimiento del feminismo radical”. En Amorós, C. y De
Miguel, A (2005). “Teoría feminista de la Ilustración a la globalización: del feminismo liberal a la
postmodernidad”. Madrid: Minerva.
“La familia y los papeles que implica son un calco de la sociedad
patriarcal, a la vez que su principal instrumento y uno de sus pilares
fundamentales”12

Está claro que los avances en la teoría son incuestionables, pero también lo
son sus aportaciones prácticas. Las radicales lucharon por muchos temas a la
vez, tales como desarrollar una teoría donde se nombra la “raíz del problema”
así como sacar ese asunto a la luz público, considerándolo político; unas
nuevas formas de organización basadas en el asamblearismo, etc. Pero
también es importante comentar que, a partir de aquí, comienzan a
desarrollarse nuevas teorizaciones acerca de la relación entre patriarcado y
capitalismo de la mano de feministas como Heidi Hartman 13, y las posteriores
teorías de los sistemas duales.

En conclusión, podríamos decir que el feminismo radical supuso una apertura


al que el feminismo dejase de ser uno y se multiplicase. Desde 1975 en
adelante, surgieron diversas corrientes feministas, como puede ser el
feminismo cultural, pero ninguna de ellas olvida que lo personal sigue siendo
político, pues la consigna fue un punto de partida para cuestionar todas
aquellas relaciones que se daban en la esfera privada por un sentido común
social que consideraba que era un ámbito ajeno a las decisiones políticas
públicas y colectivas. La economía feminista y su análisis acerca del trabajo de
cuidados indudablemente es un ejemplo claro de cómo la consigna de Kate
Millett ha revolucionado las teorías feministas desde los 70 hasta hoy.

Feminismo Radical en la sociedad actual

FEMEN es una organización de mujeres que luchan para poder obtener ciertos
derechos de los que la mujer aun no tiene. Dicha organización tuvo su origen
en Ucrania por Ana Hustol, una mujer que luchó por la igualdad de derechos en
cuanto a hombres y mujeres respecta puesto que Ucrania es un país con una
12
Firestone, Sulamith (1985) “La dialéctica del sexo” en Teoría feminista: de la Ilustración a la
Globalización, Madrid, Minerva.
13
Heidi Hartmann (1987). "El infeliz matrimonio entre marxismo y feminismo: hacia una unión más
progresista". En Cuadernos del Sur nº 6. Buenos Aires, Argentina.
clara desigualdad de género. Su símbolo representa la letra ф (la inicial de
Femen en el alfabeto cirílico) con los colores de la bandera de Ucrania. A si
mismo simboliza dos pechos desnudos.

Anna Hustol como líder de esta organización ha tenido muchos problemas


durante su vida de lucha por la igualdad de derechos, de echo es una de las
personas que tiene prohibida la entrada a Rusia y realizando un viaje de Paris,
Francia a Rusia fue detenida y deportada por la Seguridad de Servicios
Federales de la Federación Rusa

FEMEN es mundialmente conocida por la exhibición de pechos ahí donde


aparezcan y esto tiene una explicación. Aparte de FEMEN hay muchas más
organizaciones que luchan para conseguir dicha igualdad de género, como la
propia ONU que tiene un apartado para las mujeres y sus derechos, pero esta
organización busca que las personas las escuchen y la única manera que
consiguen hacer esto es exhibiéndose en las protestas la que van con el fin de
recibir dicha meta, y ciertamente gracias a este echo han salido más que una
vez en portadas de revistas, periódicos e inclusive en las noticias.

Lo que pretende FEMEN es conseguir una igualdad de derechos pero no


solamente eso sino que también pretenden desmantelar todos los casos de la
violencia de género, luchar contra la pornografía, etc. Con respecto a ello, se
ha discutido sobre si Femen es un movimiento social o una acción política
contenciosa. Sobre esto Tarrow dice lo siguiente:

“La acción colectiva adopta muchas formas: puede ser breve o


mantenida, institucionalizada o disruptiva, monótona o dramática. En
su mayor parte se produce en el marco de las instituciones por parte
de grupos constituidos que actúan en nombre de objetivos que
difícilmente harían levantar una ceja a nadie. Se convierte en
contenciosa cuando es utilizada por gente que carece acceso
regular a las instituciones, que actúa en nombre de reivindicaciones
nuevas o no aceptadas y que se conduce de un modo que
constituye una amenaza fundamental para otros.” 14

De lo expuesto cabe recalcar que la acción colectiva de Femen es mantenida


ya que sus causas apuntan a la liberación de la mujer, tema frecuente en sus
apariciones. Es disruptiva ya que busca una ruptura en los valores morales y
culturales de grupos religiosos como los cristianos ortodoxos y el islam. No
actúa bajo objetivos comunes, ya que no existe participación de otras etnias
que no sean blancas u occidentales. Es contenciosa ya que en la acción
colectiva participan personas que no tienen acceso a las instituciones y sobre
todo actúan en nombre de reivindicaciones no aceptadas como es la
legalización del aborto, la liberación de las mujeres del islam y del cristianismo
ortodoxo.

Aunque la organización FEMEN tiene sus orígenes en Ucrania, también ha sido


escuchada en todo el mundo y hoy en día se pueden encontrar personas de
dicha organización por todo el mundo: España, Italia, Francia y muchos países
más, pero un ejemplo de esta organización actuando en el mundo es México
con el reciente caso de la desaparición de los alumnos de una escuela de dicho
país en el cual algunas activistas de la organización han tomado la iniciativa de
quemar la bandera oficial de la dictatorial PRI en un cementerio por la ya
mencionada antes desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa y las
numerosas muertes de civiles por el régimen de México.

FEMEN, además, cuenta con una página online en la Web desde la que se
puede ver todas las novedades que se van produciendo en la organización.
Una buena manera de llevar al día a todas sus activistas. En dicha página Web
15
también se pueden realizar donaciones para colaborar con la organización.

En mi opinión, esta organización hace algo bastante bueno, el conseguir la


igualdad de derechos. Pero es muy triste que tengan que exhibirse desnudas
en las manifestaciones para ser escuchadas.
14
Tarrow, S. (1994/1997) El poder en movimiento, los movimientos sociales, la acción colectiva y la
política. Madrid Ed. Cast: Alianza Editorial S. A.
15
En: femen.org
Datos empíricos sobre el Feminismo Radical

A través de encuestas se ha querido averiguar cuantas personas conocen del


tema, si es un tema común o es algo que solo paso en la antigüedad, y
veremos como surgió a lo largo de la historia y como en la actualidad sigue
presente. También si realmente fue un problema o algo bueno que paso en la
sociedad y cómo influyo en los ámbitos de la vida. Con lo que se planea
identificar cuáles han sido los factores que detonaron este movimiento. De igual
manera poder establecer si este movimiento fue algo que solo surgió por
problemas sociales o de verdad tuvo un valor muy fuerte en la sociedad.

Se ha realizado una pequeña pero muy interesante encuesta donde nos


basaremos en las respuestas ya que este tema no sabemos si es muy
conocido o no. Para poder aplicar mejor estas encuestas las realizaremos con
los estudiantes de la Academia Aduni de la Avenida Bolivia en Breña, quienes
puedan tener algún conocimiento sobre el tema.

Mediante la realización de esta investigación se ha podido dar cuenta de qué


tanto conocen las personas acerca del feminismo radical. Las preguntas
incluidas en la encuesta realizada abarcaron conocimientos acerca de este tipo
de feminismo. Dicha encuesta fue aplicada a la cantidad de 10 personas (5
hombres y 5 mujeres) y estos fueron los resultados obtenidos:

La primera pregunta fue muy importante para determinar si las personas en


verdad sabían a lo que se refiere en sí el feminismo radical. El cuestionamiento
fue el siguiente: ¿A qué crees que se refiere el feminismo radical? A la cual, 6
personas respondieron que se refiere al fanatismo o excesiva repulsión contra
los hombres, de los cuales 5 fueron hombres y 1 fue mujer; y 4 respondieron
que se refiere a mujeres que luchan por la igualdad de género, donde todas
fueron mujeres. Estas respuestas sin duda, resultaron malas porque nadie dijo
la correcta: el feminismo radical a lo que verdaderamente se refiere es a que su
misión es eliminar el patriarcado.
En el segundo cuestionamiento preguntamos a las personas acerca de ¿dónde
tuvo su origen el feminismo radical? Los resultados arrojados fueron que 4
hombres y 2 mujeres creyeron que su origen lo tuvo en la revolución feminista,
1 hombre y 1 mujer que en la primera ola del feminismo y 2 mujeres que en la
segunda ola del feminismo. Realmente el feminismo radical se dio en la 2da ola
del feminismo.

La tercera pregunta fue ¿Cuál crees que es una de las causas del feminismo
radical?, a la cual 3 hombres y 1 mujer respondieron que una de las causas es
la opresión del gobierno, y 4 mujeres y 2 hombres opinan que la causa es el
patriarcado. Aquí se refleja que las mujeres tienen mas presente que una razón
del feminismo radical es el patriarcado, cosa que coincide con tal corriente.

En la cuarta pregunta se cuestiono ¿qué es lo que no ayuda verdaderamente al


patriarcado? Las 10 personas respondieron que los hombres, pero en realidad
la respuesta deseada era la heterosexualidad. Esto demuestra que cuando se
habla de patriarcado se le hecha la culpa al mismo hombre, y no a la relación
que hay entre hombre y mujer.
.
En quinta la pregunta fue: ¿Aun crees que sigue dándose el feminismo radical
en la sociedad?, 2 hombres respondieron que sí, 4 mujeres y un hombre
dijeron que No, y 2 hombres y 1 mujer que Tal vez. Aquí las mujeres creen aun
se da el feminismo radical, cosa que puede decirnos que las mujeres están
mas enteradas de las actividades de este tipo de feminismo, en cambio los
hombres lo pasan por desapercibido.

La última pregunta fue: ¿Crees que tuvo algún beneficio el feminismo radical en
el siglo XXI? Las respuestas fueron claras: 3 hombres y 1 mujer opinan que no,
4 mujeres que sí, y 2 hombres que tal vez. De esto se desprende que las
mujeres creen que el feminismo radical ha aportado en el bien de la sociedad
actual, mientras que los hombres se mantienen en una mayoría que no u que
no saben si ha tenido dicho beneficio.
Con esta encuesta comprobamos que en realidad muchas personas no
conocen el verdadero significado y cuando tuvo su origen el feminismo radical,
ni lo que no ayuda a la eliminación del patriarcado. Pero sí saben las causas y
lo que busca el feminismo. La mayoría de las personas piensa que ya no se da
el feminismo radical en nuestros tiempos.

Bibliografía:

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 Rodríguez Manzano, Irene (2000). Mujer, género y teoría feminista en


las relaciones internacionales. En Cursos de Derecho Internacional y
Relaciones Internacionales de Vitoria-Gasteiz.

Anexos:
Encuesta sobre el Feminismo Radical

¿A qué crees que se refiera el feminismo “radical”?


__ Mujeres que luchan por ser iguales que los hombres
__ Fanatismo o excesiva repulsión contra los hombres
__ Eliminar el patriarcado de la sociedad

¿Dónde tuvo su origen el feminismo radical?


__La primera ola del feminismo
__La segunda ola del feminismo
__La revolución feminista

¿Cuál crees que es una de las causas del feminismo radical?


__ Patriarcado (dominación del varón sobre la mujer)
__ Situación económica de la época en la que se originó
__ Opresiones del gobierno

Según el feminismo radical, éste no ayuda a combatir el patriarcado:


__Los hombres
__La heterosexualidad
__La homosexualidad

¿Aun crees que sigue dándose el feminismo radical en la sociedad?


__Si
__No
__Tal Vez

¿Crees que tuvo algún beneficio el feminismo radical en el siglo XXI?


__Si
__No
__Tal Vez

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