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Infinito

El concepto de infinito (símbolo: ∞) aparece en varias ramas de la


matemática, la filosofía y la astronomía,1 en referencia a una cantidad sin
límite o sin final, contrapuesto al concepto de finitud.2

En matemáticas el infinito aparece de diversas formas: en geometría, el punto


al infinito en geometría proyectiva y el punto de fuga en geometría
descriptiva; en análisis matemático, los límites infinitos; y en teoría de
conjuntos como números transfinitos. Todos estos conceptos son diferentes y
no corresponden todos ellos a la misma noción de infinitud.

Teoría de conjuntos[editar]
Los conjuntos finitos tienen una propiedad "intuitiva" que los caracteriza: "dada una parte
propia de los mismos, ésta contiene un número de elementos menor que todo el conjunto".
Es decir, no puede establecerse una biyección entre una parte propia del conjunto finito y
todo el conjunto. Sin embargo, esa propiedad "intuitiva" de los conjuntos finitos no la
tienen los conjuntos infinitos, y formalmente se dice que:

Un conjunto es infinito si existe un subconjunto propio de

, es decir, un subconjunto tal que , tal que existe una

biyección entre y .

La idea de cardinalidad de un conjunto se basa en la noción anterior de biyección. De dos


conjuntos entre los que se puede establecer una biyección se dice que tienen la misma
cardinalidad. Para un conjunto finito su cardinalidad puede representarse por un número
natural. Por ejemplo, el conjunto {manzana, pera, durazno} tiene 3 elementos. Esto
significa de modo más formal que se puede establecer una biyección entre tal conjunto y el
número 3 que es el conjunto {0,1,2}:

Dicho de otra forma, es posible hacer parejas (0, manzana), (1, pera), (2, durazno) de modo
que cada elemento de los dos conjuntos se utilice exactamente una vez. Cuando es posible
establecer tal relación "uno a uno" entre dos conjuntos se dice que ambos conjuntos tienen
la misma cardinalidad, lo cual, para conjuntos finitos, equivale a que tengan el mismo
número de elementos. Otra forma de entender esta extraña medida sería repartir 2
caramelos a 0 amigos: y tendrías infinitos caramelos para dar entre tus 0 amigos, ya que al
no tener un numero de amigos por el cual los puedas dividir, podrías darle todos los que
quieras, que no existen.

Primera definición positiva de conjunto infinito[editar]

La primera definición positiva de conjunto infinito fue dada por Georg Cantor y se basa en
la siguiente observación: Si un conjunto S es finito y T es un subconjunto propio, no es
posible construir una biyección entre S y T. Por ejemplo, si S = {1,2,3,4,5,6,7,8} y T =
{2,4,6,8} no es posible construir una biyección entre S y T, porque de ser así tendrían la
misma cardinalidad (el mismo número de elementos).

Un conjunto es infinito si es posible encontrar un subconjunto propio del mismo que tenga
la misma cardinalidad que el conjunto original. Consideremos el conjunto de los números
naturales N={1,2,3,4,5,...}, el cual es un conjunto infinito. Para verificar tal afirmación es
necesario encontrar un subconjunto propio y construir una biyección entre ambos. Para este
caso, consideremos el conjunto de enteros positivos pares P={2,4,6,8,10,...}. El conjunto P

es un subconjunto propio de N, y la regla de asignación es una biyección:

ya que a todo elemento de N le corresponde un único elemento de P y viceversa.

Números ordinales infinitos[editar]


Artículo principal: Número ordinal (teoría de conjuntos)

Los números ordinales sirven para notar una posición en un conjunto ordenado (primer,
segundo, tercer elemento...). El ejemplo más elemental es el de los números naturales, que

se definen rigurosamente así: Se nota el conjunto vacío:

se nota el conjunto que sólo contiene :

luego se nota el conjunto que sólo contiene y :

Y así sucesivamente:
Por construcción, 0 está incluido en 1, quién a su vez está incluido en 2, ya que obviamente:

La inclusión permite convertir a los ordinales en un conjunto bien ordenado (dos elementos
distintos siempre se pueden comparar, y añadiendo la igualdad daría un orden total) entre
estos conjuntos que se prefiere, por costumbre, escribir "<", lo que da las relaciones 0 < 1 <
2 < 3. Decir que un ordinal es menor (estrictamente) que otro significa, cuando se les
considera a ambos como conjuntos, que está incluido en el otro.

Si a y b son ordinales, entonces aUb, la unión de los conjuntos, también es un ordinal. En


particular, si son ordinales finitos (conjuntos finitos) correspondientes a los naturales a y b,
entonces aUb corresponde al mayor de los dos, a o b. En general, si los conjuntos ai son
ordinales, donde i toma todos los valores de un conjunto I, entonces a = Uai también lo
será. Y si el conjunto I no es finito, tampoco lo será a. Así obtendremos ordinales (o sea
números) infinitos.

Con el fin de formalizar adecuadamente la discisión, es necesario definir rigurosamente la


noción de "infinito", para poderlo aplicar a los ordinales. Dos conjuntos bien ordenados A y
B son isomorfos (con relación al orden) si existe una biyección f entre ambos que respeta el
orden: si a < a' en A, entonces f(a) < f(a) en B. Resulta obvio constatar que si A es un
conjunto ordenado con n elementos (n entero natural) entonces A es isomorfo an = {0, 1, 2,
..., n-1}. Basta con renombrar cada elemento de A para obtener A = {a0, a1, a2, ..., an-1}. Un
isomorfismo es meramente un cambio de apelación. Diremos que un ordinal es finito si
cada una de sus partes no vacías tiene un elemento máximo. Por lo tanto todo natural es un
ordenal finito. La intuición nos dice que no hay otros ordenales finitos. Lógicamente,
diremos que un conjunto ordenado es finito si es isomorfo a un ordinal finito, o sea a un
natural.

Para introducir los ordinales infinitos, es preciso dar ahora la definición exacta de un
ordinal:

Un conjunto A totalmente ordenado (por la inclusión) es un ordinal si y sólo si cada


elemento de A es también un subconjunto de A

Ya vimos que es el caso para los naturales: Por ejemplo, el conjunto 2 = {0, 1} admite 1=
{0}, como elemento y por lo tanto también como subconjunto.

Todo conjunto bien ordenado es isomorfo a un ordinal.


Esto es obvio en el caso finito, y se muestra por inducción transfinita
que lo es en el caso infinito. O sea, renombrando los elementos de un
conjunto bien ordenado siempre obtenemos un ordinal.

Primer ordinal infinito[editar]

Ya hemos visto que una unión cualquiera de ordinales es un ordinal. Si tomamos una unión
finita de ordinales finitos, fabricamos un ordinal finito. Para obtener el primer ordinal
infinito tenemos que reunir un número no finito de ordinales finitos. Haciéndolo, siempre
caemos en el mismo conjunto, construido al reunir todos los ordinales finitos, es decir los
naturales. El conjunto de todos los naturales, ℕ, es pues el primer ordinal infinito, lo que no
debería sorprender, y lo notamos en este contexto ω (omega).

Para visualizar los ordinales, resulta muy práctico representar cada uno por un punto de una
sucesión creciente convergente, como por ejemplo un = 1 - 1/(n+1). Esto da algo semejante
a:

X__________X_________X_______X______X______X_____X____X___X__X_
X_XXX........

Escojamos un punto de la sucesión, y miremos cuantos puntos están más a la izquierda. En


el ejemplo, hay cuatro, y por lo tanto se trata de u4, lo que corresponde al ordinal 4. Para
representar el ordinal w, resulta natural añadir a la sucesión previa un punto 'O' situado
exactamente en el límite de la sucesión:

X__________X_________X_______X______X______X_____X____X___X__X_
X_XXX...O

A la izquierda de uw hay una infinidad de puntos, por lo tanto w es infinito. Pero si


elegimos a cualquier otro punto de la sucesión a su izquierda, ya no es el caso, lo cual
prueba que w es el primer ordinal infinito. Después de w llega w+1, w+2 ... que se
representan añadiendo a la derecha uno dos o más puntos, inicialmente distantes, y luego
más cercanos entre sí:

X________X________X_______X______X______X_____X____X___X__X_X_
XXX...O_______X_____X

El último punto dibujado corresponde a w+2.

Más generalmente, para sumar dos ordinales A y B se cambian los nombres de los
elementos para que sean todos distintos, luego se juntan los conjuntos A y B, poniendo B a
la derecha de A es decir imponiendo que cada elemento de B sea mayor que todos los de A.
Así hemos construido w+1, ... y así podemos construir 1+w: Notemos Y el elemento de 1, y
X los de w:
X__________X__________X_________X_______X______X______X_____X___
_X___X__X_X_XXX...

Salta a la vista que w y 1+w son muy parecidos. De hecho la función x →x - 1 realiza un
isomorfismo entre ellos (1+w tiene dos elementos llamados 0: 0A y 0B. El primero hace el
papel de -1 en la función). Por lo tanto corresponden al mismo ordinal: 1+w = w. Mas no es
el caso de w+1, que es distinto de w porque su el conjunto w+1 tiene un elemento máximo
(el O del dibujo) mientras que el conjunto w no lo tiene (el límite de los naturales no es un
natural).

El punto w (el O del dibujo) no tiene antecesor, es decir que no existe un n tal que n+1=w:
se dice que w es un ordinal límite. Cero tiene también esta propiedad pero no merece esta
apelación. Como w+1 ≠ 1+w, la adición no es conmutativa en los ordinales.

Se construye del mismo modo w + w que se nota lógicamente 2w. La multiplicación se


define a partir de la adición como para los naturales.

Una vez que se ha representado nw, con n natural, no resulta demasiado difícil imaginar lo
que será w.w, escrito w2. Luego se puede definir wn, con n natural, y, tomando el límite,
ww, tiene tantos elementos como la recta real.

La sucesión tiene como límite .

Números cardinales infinitos[editar]


Artículo principal: Número cardinal (teoría de conjuntos)

El cardinal de un conjunto es el número de elementos que contiene. Esta noción es por lo


tanto distinta del ordinal, que caracteriza el lugar de un elemento en una sucesión. "Cinco"
difiere de "quinto" aunque obviamente existe una relación entre ambos. Se dice que dos
conjuntos tienen el mismo cardinal si existe una biyección entre ellos. Contrariamente a los
ordinales, esta biyección no tiene que respetar el orden (además los conjuntos no tienen que
ser ordenados).

Como ya tenemos un surtido de conjuntos —los ordinales— veamos sus tamaños (o sea sus
cardinales) respectivos. No es ninguna sorpresa que los ordinales finitos también son
cardinales: entre dos conjuntos con n y m elementos, m y n distintos, no puede haber
biyección, por lo tanto tienen cardinales distintos. Pero no es el caso con los ordinales

infinitos: Por ejemplo, y están en biyección por la función:

y , tal biyección no respeta el orden, por eso dos ordinales distintos


pueden corresponder a un mismo cardinal.
Se suele notar |A| el cardinal de A. Se llama (alef0) el cardinal de w, o sea del conjunto
de los naturales (donde alef es la primera letra del alfabeto hebreo).

Si A y B son conjuntos, entonces , donde x designa el producto cartesiano de los


conjuntos, y "·" es el producto de los cardinales definidos por esta fórmula. El conjunto de
las partes de un conjunto A, P(A) está en biyección con el conjunto de las funciones de A
hacia {0,1}, conjunto que de escribe como 2A, como caso particular de YX que denota el
conjunto de las aplicaciones de X hacia Y.

El cardinal de R, conjunto de los reales, es por lo tanto 2alef0, porque R está en biyección
con las partes de N, por medio de la escritura decimal de los reales.

No se puede decidir, con los axiomas clásicos (los de la teoría de los conjuntos,
fundamentos de la matemática), si existe un cardinal mayor que alef0 y menor que 2alef0, es
decir si existe un conjunto con más elementos que N pero con menos elementos que R. La
hipótesis del continuo, que es un axioma adicional, afirma que no.

Análisis matemático[editar]
Análisis estándar u ordinario[editar]

Un conjunto de números reales S es acotado superiormente si existe un número c (la cota)

tal que c es mayor que todo elemento de S (Por ejemplo, si S={π ; 7 ; } entonces S es

un conjunto acotado, ya que el número c=10 cumple que π<10, 7<10, <10). Cuando un

conjunto no es acotado, para cualquier número c es posible encontrar de modo que c <
x. El concepto de infinito se introduce como una cota especial para este tipo de conjuntos.

Este concepto de infinito se representa con el símbolo .

También es utilizado en el Análisis matemático cuando se quiere expresar que los términos
de una sucesión ordenada, o los valores que toma una función al tomar la variable
dependiente valores cercanos a uno fijado previamente "diverge" ("tiende a infinito", o su

límite es infinito). En este contexto, se considera para representar al límite que tiende a

infinito y al límite cuando tiende a 0; y no al número 0).

Para recordar las reglas de límite se suele entonces acudir a las siguientes reglas
nemotecnias: (aquí "x" representa un n° real cualquiera)


 ,

 Si y

Si y

Las identidades anteriores son perfectamente formalizables en el análisis no estándar


asociado a los números hiperreales.

Límites indeterminados (no es posible determinar a priori su valor como en el resto de los
ejemplos, no hay un valor asignado):

Análisis no estándar[editar]
Artículo principal: Análisis no estándar

El análisis no estándar amplia la teoría de los números reales. Desde el punto de vista
lógico los números reales pueden ser entendidos como un lenguaje formal en el que se da
por supuesto la existencia de ciertos objetos y en el cual se puede deducir la existencia de
otros objetos. En términos de lenguajes formales el análisis no estándar es una extensión
lógica de la teoría ordinaria de los números reales que además es conservadora (en el
sentido que sus teoremas deducibles coinciden con los deducibles en la teoría ordinaria de
los números reales). Si bien esta extensión parece antieconómica desde el punto de vista de
la navaja de Ockham, ya que la complicación introducida no altera la clase de teoremas
básicos sobre los números reales ordinarios, realmente permite hacer demostraciones más
breves, derivar resultados más fácilmente que en la teoría ordinaria y frecuentemente más
intuitiva en términos lógicos.

En el seno del análisis no estándar se introduce un predicado nuevo st(·) y tres nuevos
axiomas que describen el uso de dicho predicado. Gracias a ese predicado el conjunto de
números descritos por el lenguaje forman se puede dividir en "elementos estándar" para los
cuales (r es estándar si st(r) es cierto) y "elementos no estándar" (r es no estándar si ¬st(r)
es cierto). Los elementos estándar tienen esencialmente las mismas propiedades que los
números reales ordinarios, mientras que los elementos no estándar incluyen números
especiales algunos de los cuales como infinitesimales o como números ilimitados
(infinitos). La ventaja de la estructura lógica del análisis no estándar es que se pueden usar
dichos números y ser empleados en deducciones sin inconsistencia alguna (a diferencia de
las reglas heurísticas del cálculo infinitesimal tradicional antes de la formalización del siglo
XIX).

En el análisis no estándar pueden definirse números que intuitivamente se comportan como


números infinitos gracias al predicado st(·) "· es estándar". Por ejemplo un número
ilimitado r satisface que "para cualquier número e del conjunto y cualquier número natural
estándar resulta que ne < r", formalmente:

Obviamente el número r no puede ser estándar, ya que para números estándar se tiene que
"para cualquier número e y cualquier r existe un natural tal que ne > r, formalmente:

Nótese que en esta expresión no aparece el predicado "estándar" st(·), y por tanto es
formalizable en la teoría ordinaria, mientras que la noción de número ilimitado no es
formalizable en la teoría ordinaria por carecer esta teoría del predicado st(·).

Análogamente en el análisis no estándar pueden definirse números infinitesimales, más


pequeños en valor absoluto que cualquier número estándar positivo. De hecho el inverso de
un número ilimitado es siempre un número infinitesimal.

Infinito en informática[editar]
De manera relacionada con el infinito para números reales, algunos lenguajes de
programación admiten un valor especial que recibe el nombre de infinito: valor que se
puede obtener como resultado de ciertas operaciones matemáticas no realizables, tales
como las descritas en el punto anterior u operaciones teóricamente posibles, pero
demasiado complejas para su trabajo en el ordenador/lenguaje en cuestión. En otros
lenguajes simplemente se produciría un error.
Infinito en metafísica[editar]
Lo infinito no puede admitir ninguna restricción, lo que supone que es absolutamente
incondicionado e indeterminado, ya que toda determinación, cualquiera que sea, es
forzosamente una limitación, porque deja algo fuera de ella. Por otra parte, la limitación
presenta el carácter de una verdadera negación: poner un límite, es negar, para lo que está
encerrado en él, todo lo que este límite excluye; por consiguiente, la negación de un límite
es propiamente la negación de una negación, es decir, lógica e incluso matemáticamente
una afirmación, de tal suerte que la negación de todo límite equivale en realidad a la
afirmación total y absoluta. Lo que no tiene límites, es aquello de lo cual no se puede negar
nada, y por consiguiente, aquello que contiene todo, aquello fuera de lo cual no hay nada; y
esta idea del Infinito, que es así la más afirmativa de todas, puesto que comprende o
envuelve todas las afirmaciones particulares, cualesquiera que puedan ser, no se expresa
por un término de forma negativa (in-finito) sino en razón misma de su indeterminación
absoluta.3

Infinito según la física aristotélica[editar]

El concepto finito según la física aristotélica niega que existe el infinito en acto.4 Cuando
habla de infinito se refiere sobre todo a un cuerpo infinito y los argumentos que aduce
contra la existencia de un cuerpo finito.5 Lo infinito existe sólo como potencia o en
potencia.5 Infinito en potencia es, por ejemplo, el número, porque siempre es posible añadir
a cualquier número otro, sin llegar jamás a un límite extremo tras el cual no se pueda
avanzar más; o infinito en potencia es también el espacio, porque es divisible hasta el
infinito, en cuanto el resultado de la división es siempre una magnitud que, como tal, es
divisible ulteriormente; finalmente, infinito potencial es también el tiempo, que no puede
existir en su totalidad a la vez, sino que se desarrolla y crece sin fin.5

Aristóteles no llegó a entrever la idea de que lo inmaterial pudiera ser infinito, debido a que
asoció el concepto de infinito a la categoría de cantidad, que sólo puede aplicarse a lo
sensible.5 Y se explica también que el filósofo concluyera por sellar definitivamente la idea
pitagórica, y, en general, propia de casi toda la cultura griega, según la cual lo finito es
perfecto y lo infinito es imperfecto.6

Esta es la razón por la que Aristóteles tenía que negar necesariamente de Dios el atributo de
la infinitud.5 Después de esta concepción del infinito como potencialidad e imperfección,
había que eliminar la antigua intuición de los milesios, de Meliso y de Anaxágoras, que
consideraban al Absoluto como infinito: tal intuición resultaba excéntrica respecto al
pensamiento de toda la cultura griega y, para poder renacer, tendría que esperar al
descubrimiento de ulteriores horizontes metafísicos

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