Se dice que es un problema cultural acentuado ya que se le considera
brevemente; los graduados no tienen ni conocimientos ni interés en la cultura general. Las universidades se han dedicado a complacer al mercado “industrias”, se acoplan a sus necesidades dándoles una formación técnica a los jóvenes.
Aunque las directrices de las universidades sean conscientes y deseen
ver a los egresados con un amplio conocimiento no solo de una preparación técnica si no también preparados con conocimientos en cultura general, el plan académico no hace esto último posible; ni los mismos estudiantes ya que ven esto como innecesario y por así llamarlo una pérdida de tiempo. Y las universidades donde predomina la ingeniería y los departamentos socio-humanísticos son solo apéndices, es muy posible que el profesorado no sea el más adecuado para brindarles la mejor preparación en estas áreas y así se llega a un error más para llevar a cabo esta clase de preparación global tanto en lo técnico como en lo humanístico.
Este problema es generalizado en las universidades y actualmente en
nuestra facultad, se ha notado una mejora para tratar de mejorar esta falencia ya que se ha observado que los programas tratan de profundizar en la educación global aunque solo se está iniciando aún no se ha llegado a los resultados que todos esperan ya que hay una disociación entre los cursos de los primeros semestres y los cursos profesionales.
Las ciencias humanísticas son un grado diferente de conocimiento ya
que no es como los logaritmos o las ecuaciones que nos enseñan, las cuales nos servirán o que son aplicables a un caso particular; en cambio las ciencias humanísticas no te dan una ecuación o una línea por la cual debes seguir o caminar. Los estudiantes le dan más importancia al resto de cursos ya que las mismas universidades se han tomado ese papel, el papel de inculcarle a los estudiantes que estos cursos no tienen importancia o por lo menos no tanta como los cursos profesionales que son los que le llevaran al graduado a obtener un buen trabajo que al buscar empleo le evaluarán son sus conocimientos de dicha ingeniería, lo que se les enseña en los últimos cursos; los cursos profesionales. Esto lleva a los estudiantes a prestarles más atención y tiempo a estos cursos dejando de lado o tomando a los cursos fundamentales como cursos de relleno y solo hay que preocuparnos por ganarlos o superarlos y hasta ahí llega el interés, y luego que se supere dicho curso simplemente es olvidado; el estudiante no aprende por la falta de interés y de motivación. Una posible solución a esta problemática ha sido planteada como un currículo donde la fundamentación básica no sea solamente en los primeros semestres sino que se extienda durante toda la carrera y que así mismo la formación técnica se inicie desde los primeros semestres. Con esto se hacen acercamientos entre los docentes de ingeniería, ciencias y socio-humanísticas buscando un lenguaje común que lleve a la posibilidad de que haya una mejor formación y educación de los estudiantes.
El poeta Carlos Castro Saavedra escribió lo siguiente:
Ninguna profesión tan terrestre y tan ligada al adelanto de los
pueblos como la ingeniería: es como la mano con que los pueblos construyen su propia existencia navegable y transitable, su destino fluyente, una unidad y sus posteriores desbordamientos universales... Más los ingenieros no son hombres extraños e inalcanzables. Son hombres, simplemente, antes que ingenieros y en ello radica su mayor riqueza. Son sus obras proyecciones de su condición humana y de sus sentimientos de solidaridad.
Esta frase de este poeta nos da un breve avistamiento de lo que es,
lo que debe ser, como debe mostrarse y como ven a un ingeniero. Pero no solo eso sino también la gran importancia que tienen las ciencias humanísticas en la formación total y general de un buen ingeniero y de como como debe preparar la universidad a un buen egresado; esto nos da una idea y/o interrogante fuerte. ¿Está la universidad haciendo bien?, ¿Cómo salen los egresados a cerca de este tema?; la preparación humanística es de gran importancia ya que la ingeniería es la profesión que se fundamenta en los conocimientos de las ciencias naturales, matemáticas y humanísticas, buscando la optimización de los materiales y recursos, para el crecimiento, desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad; de aquí la idea de darle la misma importancia y que se vallan dando en conjunto tanto los casos de fundamentación que se dan en los primeros semestres como los profesionales que suelen ser informativos en los semestres más avanzados.
Las universidades deben hacerse de verdaderos y/o auténticos
profesionales, que son buenos conocedores de las técnicas, que tienen sentido de la historia, los valores, las metas, ciudadanos en la marcha de la sociedad, preocupados por comprender lo que nos pasa y de diseñar el futuro; para que todo este conocimiento que han obtenido por sus estudios, sus especializaciones, sus doctorados y su experiencia sean transmitidos a sus estudiantes de una forma autentica que no sea solo de una forma de patente.
La clara solución al problema que tenemos de la disociación entre los
estudios de fundamentación y profesionales es hacer que estas dos clases de cursos que se ha dado en la universidad; esta separación que se ha dado es simplemente que las universidades cambien su plan académico y sus educando para que no haya esta separación; estos cursos se deben ir dictando a la par o conjuntamente para darles así la misma importancia. Así a los estudiantes se le mueve el interés y le dan la importancia que se le debe dar y que tienen las ciencias humanísticas no solo en el campo de la ingeniería sino también en el resto de las profesiones y de las carreras profesionales que se ofrecen actualmente en las diferentes universidades del mundo.
La diversa variedad de las aplicaciones de la ingeniería y de las
ciencias humanísticas hacen de esta mezcla que se puede obtener al poner a trabajar a estas dos potencias; hablando en el campo educativo unas de las mezclas más poderosas que se puede llegar a formar en el campo educativo y profesional ya que al entrelazar estas dos grandes apropiaciones del conocimiento lograremos obtener un profesional con conocimientos globales y generales. El profesional dotado y estudiado en esta forma de entrelazar la fundamentación con lo profesional tendrá un campo de empleo más amplio y ante la sociedad se tendrá una mejor imagen del profesional como del personal, sería un buen ejemplo a seguir y esto a las universidades le traería beneficios múltiples ya que llamaría la atención de nuevos estudiantes y las empresas estarían más interesadas en los profesionales egresados de dichas universidades pensando en la calidad de profesionales y de personas que sales egresados y que harán parte de sus empleados, de sus instalaciones y de su personal que ayudara a mejorar el desarrollo de la sociedad.