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Introducción
El presente trabajo busca mostrar de forma sucinta el esquema teórico desarrollado por
Freud en “El yo y el ello”. Ya que se considera dicho texto como integrador de la teoría
psicoanalítica, resulta de importancia la revisión del progreso de sus ideas.
Esta visión tópica resultó inconveniente para la explicación de estados como las
neurosis traumáticas y, en general, la tendencia a la destructividad presente en el
hombre; ambas experiencias facilitadas a la observación por el atravesamiento de la
guerra en la historia de la creación del psicoanálisis. La cualidad sexual-pulsional de los
contenidos inconscientes y su regulación por el principio placer–realidad, había sido
establecida ya entones pero no parecían poder responder a las observaciones.
disposiciones del yo con arreglo al principio de realidad, sino que además existe en el
organismo una tendencia hacia la reducción de la tensión a 0, esto es, una pulsión de
muerte.
Consciente e inconsciente
consciencia (inconsciente). De esta forma, al igual que en las sugestiones pos hipnóticas
existe un hueco en la explicación de la motivación.
Sobre la caracterización del ello en la teoría, Freud abona poco en el texto. Parece
encontrarse mucho más centrado en la inclusión del súper yo que en realizar una
recapitulación de la constitución del ello.
Se dirá aquí, que el ello corresponde al reservorio energético del aparato psíquico
y es integrado por pulsiones directas y derivadas propias del desarrollo psicosexual, así
como de representaciones desalojadas de la consciencia. El ello conserva su carácter de
inconsciente, pero no todo lo inconsciente es el ello; como ya se dijo, el yo mantiene una
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parte inconsciente en su funcionamiento y, aún más, una tercera instancia, el súper yo,
tiene también una fuerte determinación inconsciente.
Lo anterior es posible ya que Freud hace derivar todo el aparato psíquico del ello.
Indica que debido al contacto con la realidad una porción de ello se diferencia dando
paso a la formación del yo. La formación del yo sería una maniobra de garantía de
satisfacción ya que permite la operación de acuerdo a la realidad y no mediante la
descarga – satisfacción inmediata imperante en el funcionamiento primario propio del
ello.
Antes se dijo que la propuesta del narcisismo fue de influencia para la formulación
de la segunda tópica, ahora se aclara este inciso. El advenimiento del narcisismo, es
decir la propuesta del propio ser como objeto, permite la satisfacción sustitutiva ante la
ausencia de los objetos satisfactores y además la auto conservación que lleva al
funcionamiento con arreglo al principio de realidad.
El super yo, como ya se dijo, guarda una relación estrecha con las identificaciones
tempranas del yo y a partir de ellas funciona como un regulador moral. La participación
del súper yo en los conflictos psíquicos puede ser observada por la presencia de culpa,
que además también puede ser inconsciente.
La culpa puede ser entendida como una agresión dentro del yo hacia él mismo,
entendiendo el súper yo como un derivado del yo. Es en este punto donde la teorización
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sobre la pulsión de muerte resulta de gran relevancia puesto que indica que la energía
utilizada por el súper yo es la propia de dicha pulsión. La culpa es entonces una de las
formas de la pulsión de muerte. La otra correspondería a la agresión y destructividad
dirigida hacia el exterior del sistema por medio de la participación del yo.
Conclusiones
Bibliografía