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1.5. ¿De qué manera se realiza la Evangelización?

LA EVANGELIZACIÓN SE REALIZA DE MANERA ORGANIZADA A TRAVÉS DE UN PLAN GLOBAL DE


PASTORAL EJECUTADO PROCESUALMENTE POR ETAPAS, CUIDANDO EL TRABAJO EN CONJUNTO
CON OTRAS REALIDADES ECLESIALES (DIÓCESIS, PARROQUIAS, COMUNIDADES RELIGIOSAS,
MOVIMIENTOS) Y SOCIALES.

Fundamentación.

“Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina,
a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error, antes bien,
siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo, de quien todo
el Cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrición
según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo para
su edificación en el amor”. (Efesios 4, 14, 16)

“Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los planes
pastorales de diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier institución
de la Iglesia. Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas,
en los procesos constantes de renovación misionera, y de abandonar las estructuras caducas que
ya no favorezcan la transmisión de la fe”. (Documento de Aparecida 365)

“Con miras al servicio de Cristo en los pobres, la Comunidad Local elabora su Proyecto
Comunitario. Cada Hija de la Caridad trata de estar abierta y receptiva al pensamiento de sus
hermanas; sabe que es responsable de contribuir con todos los recursos de su personalidad y la
riqueza de su cultura a la misión común” (C. 35 a)

Conversiones que exige.

 Pasar de una pastoral hecha de manera fraccionada a otra que logra la cohesión entre los
diferentes frentes pastorales

 De una acción pastoral con planes a corto plazo que responden al momento a una pastoral de
largo plazo que responde a los momentos coyunturales, pero con visión de futuro.

 De una pastoral desarticulada entre sí a otra que camina con objetivos comunes.

 De una pastoral individualista a una pastoral con participación comunitaria favoreciendo la


continuidad de los procesos.

1.6. ¿Qué organización exige esta Evangelización?

LA ACCIÓN EVANGELIZADORA NECESITA Y EXIGE ESTRUCTURAS DINÁMICAS, FUNCIONALES QUE


FACILITEN A TODOS Y TODAS VIVIR EXPERIENCIAS DE COMUNIÓN Y PARTICIPACIÓN

Fundamentación.

“Antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo,
de quien todo el Cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que
llevan la nutrición según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento
del cuerpo para su edificación en el amor.” (Efesios 4, 15-16)

“La Nueva Evangelización exige la conversión pastoral de la Iglesia. Tal conversión debe ser
coherente con el Concilio. Lo toca todo y a todos en la conciencia y en la praxis personal y
comunitaria, en las relaciones de igualdad y de autoridad; con estructuras y dinamismos que
hagan presente cada vez con más claridad, a la Iglesia, en cuanto signo eficaz, sacramento de
salvación universal”. (Santo Domingo 30)

“Compartamos más nuestros recursos y favorezcamos los intercambios entre las provincias para
reforzar la comunión entre nosotras y la calidad de servicio a los pobres”. (Asamblea General
2009, Respuesta 4, 4)

Conversiones que exige.

 De la coordinación pastoral concentrada en pocos a la distribución del mayor número de


responsabilidades al mayor número de personas formadas convenientemente.

 De estructuras centradas en la actividad pastoral a otras que sean verdaderos canales de


comunión y de participación.

 Pasar de un lenguaje implícito del Plan Global de Pastoral dentro del proyecto provincial y
local, a una de forma explícita de integración dentro del quehacer Pastoral.

188. Los Obispos, como pastores y guías espirituales de las comunidades a nosotros
encomendadas, estamos llamados a “hacer de la Iglesia una casa y escuela de comunión”96. Como
animadores de la comunión, tenemos la misión de acoger, discernir y animar carismas, ministerios
y servicios en la Iglesia. Como padres y centro de unidad, nos esforzamos por presentar al mundo
un rostro de la Iglesia en la cual todos se sientan acogidos como en su propia casa. Para todo el
Pueblo de Dios, en especial para los presbíteros, buscamos ser padres, amigos y hermanos,
siempre abiertos al diálogo.

189. Para crecer en estas actitudes, los obispos hemos de procurar la unión constante con el
Señor, cultivar la espiritualidad de la comunión con todos los que creen en Cristo y promover los
vínculos de colegialidad que los unen al Colegio Episcopal, particularmente con su cabeza, el
Obispo de Roma. No podemos olvidar que el obispo es principio y constructor de la unidad de su
Iglesia particular y santificador de su pueblo, testigo de esperanza y padre de los fieles,
especialmente de los pobres, y que su principal tarea es ser maestros de la fe, anunciador de la
Palabra de Dios y la administración de los sacramentos, como servidores de la grey.

209. Los fieles laicos son los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que
forman el pueblo de Dios y participan de las funciones de Cristo: sacerdote, profeta y rey. Ellos
realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo108.
Son “hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombres del mundo en el corazón de la
Iglesia”109.
210. Su misión propia y específica se realiza en el mundo, de tal modo que, con su testimonio y su
actividad, contribuyan a la transformación de las realidades y la creación de estructuras justas
según los criterios del Evangelio. El ámbito propio de su actividad evangelizadora es el mismo
mundo vasto y complejo de la política, de realidad social y de la economía, como también el de la
cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los ‘mass media’, y otras
realidades abiertas a la evangelización, como son el amor, la familia, la educación de los niños y
adolescentes, el trabajo profesional y el sufrimiento110.

226. Hemos de reforzar en nuestra Iglesia cuatro ejes: a) La experiencia religiosa. En nuestra Iglesia
debemos ofrecer a todos nuestros fieles un “encuentro personal con Jesucristo”, una experiencia
religiosa profunda e intensa, un anuncio kerigmático y el testimonio personal de los
evangelizadores, que lleve a una conversión personal y a un cambio de vida integral. b) La vivencia
comunitaria. Nuestros fieles buscan comunidades cristianas, en donde sean acogidos
fraternalmente y se sientan valorados, visibles y eclesialmente incluidos. Es necesario que
nuestros fieles se sientan realmente miembros de una comunidad eclesial y corresponsables en su
desarrollo. Eso permitirá un mayor compromiso y entrega en y por la Iglesia. c) La formación
bíblico-doctrinal. Junto con una fuerte experiencia religiosa y una destacada convivencia
comunitaria, nuestros fieles necesitan profundizar el conocimiento de la Palabra de Dios y los
contenidos de la fe, ya que es la única manera de madurar su experiencia religiosa. En este
camino, acentuadamente vivencial y comunitario, la formación doctrinal no se experimenta como
un conocimiento teórico y frío, sino como una herramienta fundamental y necesaria en el
crecimiento espiritual, personal y comunitario. d) El compromiso misionero de toda la comunidad.
Ella sale al encuentro de los alejados, se interesa por su situación, a fin de reencantarlos con la
Iglesia e invitarlos a volver a ella.

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