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Huellas

Tambora samaria
formas organizacionales y sentido cultural
Por Verónica Noguera Cantillo

La tambora antes se usaba para carnavales.


Después se volvió comercial
Los ritmos pueden ser entendidos más y comenzamos a tocar en matrimonio y todo eso.
allá de lo musical; están cargados de Ronaldo ‘Colón’ Vergara1
significados, historia y suponen una
profundización sociocultural en el proceso
Configuración de la tambora samaria
de su producción. Los instrumentos
Si bien el término “tambora” tiene varios significados
utilizados, las canciones interpretadas, en la Costa Caribe colombiana, aquí se le entiende
los músicos, espacios y momentos en que como un ritmo originario de la Depresión Momposina
que influenció el ritmo de tambora creado en Santa
surgen dan cuenta de una dotación de Marta, a su vez como la agrupación de percusión que
lo interpreta. La importancia de estudiar el ritmo de
sentido específica y de un tipo de relación tambora samaria, y no el género, recae en que lo so-
en torno a la tambora. Conocer la historia noramente particular de la ciudad es el aporte de un
ritmo musical al género de tambora y a la música fol-
de producción del ritmo implica analizar de clórica de la Costa Caribe colombiana.
qué forma se genera un significado sobre El ritmo de tambora inició aproximadamente en el
la tambora; así como el establecimiento de siglo XVII en la Depresión Momposina como un baile
cantado al que eventualmente se le añadió la percu-
sus límites espaciales y la determinación sión (Carbó, 1993), su formato consta de un tambor
hembra (alegre o currulao2), un tambor macho (lla-
de sus eventos y personas específicas. mador), una tambora o bombo, un guache, maracas,
un cantador o una cantadora solista y unas cantado-
ras que acompañan a la percusión con el batir de las
palmas y el coro (Carbó, 1993). Los instrumentos em-

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pleados son elaborados de manera artesanal por sus rrio, alrededor de la cual se tejió un sentido de identi-
mismos tocadores, con elementos encontrados a su dad. De esta manera, el ritmo de tambora samaria es-
alrededor como madera de los árboles y bejucos3 para tuvo referenciado a personas o familias específicas de
ensamblar los tambores. Las letras son inspiradas por culto pertenecientes a las escuelas-familias, alrededor
el paisaje y mundo ribereño y tratan temas del mundo de las cuales se configuró el ritmo en el imaginario co-
cotidiano (Rojano, 2013; Henríquez y Camargo, 2008). lectivo de Pescaíto que por su perduración se tornaron
La música de tambora es celebrada en conjunto y está en instituciones dentro de su comunidad y moldearon
íntimamente ligada con su entorno. parte del mundo de la tambora samaria. En sus ini-
cios, para finales del siglo XIX y principios del siglo
De esta forma, el ritmo de tambora ribereña influen- XX, el ritmo fue utilizado para festejos de carácter re-
ció la configuración y los significados culturales del ligioso de manera ritual, especialmente para las fies-
ritmo de tambora samaria creado en el barrio Pescaí- tas de la Virgen del Carmen en julio y de san Agatón
to. Vemos así que la elaboración artesanal de los ins- en vísperas carnestoléndicas, en cuanto los tambores
trumentos de la tambora samaria resultaba similar a convocaban a la comunidad a su alrededor, fomentan-
la manera de elaborarlos en la Depresión Momposina, do el vínculo de unión existente a través de la fiesta y
donde cada grupo −usualmente hermanos o vecinos− la danza de manera colectiva, como una alegría gene-
hacía con sus propias manos los tambores que toca- ralizada.
ban, mientras se creaba una relación estrecha entre
el músico y su instrumento. Si bien la tambora sama- En este sentido, vemos cómo la música crea asociacio-
ria guarda algunas similitudes con el ritmo ribereño, nes en los imaginarios locales demarcando territorios
cabe destacar que es un ritmo relativamente nuevo, y redes de sociabilidad (Wade, 2009). Este proceso de
pues lo que se comprende por ‘tambora tradicional’ se configuración de la tambora samaria surgió a la par
consolidó entre 1920 y 1940, con agrupaciones espe- de un crecimiento exponencial de la ciudad de Santa
cíficas y de culto entre las escuelas-familias como la Marta, debido al comercio internacional de banano,
de los Hernández, De John y Matei. Entendemos por acompañado de la construcción del ferrocarril y del
escuelas-familias al núcleo de la red de cooperación puerto marítimo de la ciudad, en especial con rutas
inicial del mundo de la tambora; a la tradición de comerciales con el Caribe insular, el cual generó una
tamboreros en la cual se es aprendiz de la generación fuerte demanda de mano de obra proveniente de los
anterior y maestro de la próxima; y como una repre- pueblos ribereños de la costa colombiana. Dicha po-
sentación material de la cultura, más específicamente blación se asentó en el barrio Pescaíto y causó su ex-
de la tradición oral y la manera en que esta es trans- pansión. A su vez, muchos jamaiquinos y antillanos
mitida. Comprendemos la noción de cultura desde la vinieron a trabajar en la zona bananera y se asenta-
semiótica como: ron también en la ciudad samaria.

Un concepto que abarca el conjunto de los procesos La producción del significado en la tambora samaria
sociales de significación, o, de un modo más comple- estuvo fuertemente influenciada por su entorno urba-
jo, la cultura abarca el conjunto de procesos sociales no y portuario, denotado tanto en su sonoridad con
de producción, circulación y consumo de la signifi- ritmos foráneos, caribes y ribereños como en los re-
cación en la vida social. (García Canclini, 1997, p. 35) pertorios utilizados por los tamboreros. El vínculo con
el Caribe era claro y fuerte: caribeños insulares vivien-
La tambora samaria hacía parte de la cultura de sus do en la ciudad, pescaiteros empleados del puerto que
tocadores. El ritmo no sólo estaba presente en la vida hacían viajes a las islas y traían música, adicionando
de los músicos de tambora samaria sino que era un el hecho de que, según la memoria popular, las únicas
elemento fundamental en cada evento importante ondas radiales emitidas en la radio samaria antes de
de sus vidas que definía su forma de ser, maneras de llegar la radio a Colombia eran las emisoras cubanas
sentir y experimentar el mundo. Era un elemento que y dominicanas. Debido a este estrecho lazo, tanto co-
definía la identidad del tamborero y hacía parte funda- mercial como cultural, entre la ciudad portuaria sa-
mental de sus ritos de paso4, festividades patronales, maria y el Caribe insular durante la configuración de
carnavalescas y comunitarias en Pescaíto, donde evo- Pescaíto, se encuentran en el repertorio tradicional
caba un sentimiento colectivo. El ritmo se trasmitía de la tambora samaria canciones del folclor puerto-
por tradición oral a través de familias específicas que rriqueño, venezolano y cubano. Sumado esto a la pre-
formaron dinastías de tamboreros consolidadas en el sencia de marinos ingleses, franceses, alemanes, entre
tiempo, como personajes de culto en el ritmo y el ba- otros, se produjo una amalgama cultural musical úni-

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se transforman, modifican y se crean otros nuevos a
“Lo sonoramente particular de la medida que el ritmo se complejiza. La manera como se
produce el mundo de la tambora, la actividad coope-
ciudad es el aporte de un ritmo rativa por la que se crea y las convenciones, entendi-
das como los parámetros establecidos entre sus redes,
musical al género de tambora cambian constantemente, ya que las prácticas y los
y a la música folclórica” productos no se pueden hacer dos veces exactamente
igual, puesto que el entorno y los materiales propor-
cionados nunca son los mismos y porque los indivi-
duos de la red cooperativa6 hacen las cosas de manera
distinta. Percibir cuándo, dónde y cómo los actores
ca en Santa Marta, donde los ritmos del Caribe y de determinan las líneas que distinguen las característi-
los pueblos ribereños nutrieron la música de tambo- cas que buscan que entiendan los otros (Becker, 1982;
res existente en la ciudad, proveniente de su historia 2008) por tambora samaria, permite comprender la
de esclavitud durante la Colonia. producción de significado en unos espacios y momen-
tos. Las líneas divisorias que generan los tamboreros
A todos estos conjuntos de procesos sociales en los y su comunidad sobre lo que es y no es tambora sa-
que se produce el significado social de la tambora los maria define el mundo de la tambora en sus inicios.
denominamos como mundos de la tambora, en tan- Al complejizarse su desarrollo organizacional surge
to estos tipos de mundos indican el modo en que se una red de cooperación que posibilita nuevos mundos
entendía lo festivo y la tambora en cada momento de tambora, donde unos espacios y actores concretos
para sus actores. Este mundo de la tambora hacía −y contribuyen a nuevas y diferentes maneras de rela-
aún hace− parte del jolgorio y ethos del pescaitero5, cionarse con la tambora, construyendo otras redes de
sus escenarios característicos fueron la esquina, la ca- significados.
lle, las casas de los tamboreros, las campañas políticas
y uno muy significativo se encontraba alrededor del
futbol en el estadio samario Eduardo Santos cuando Comercialización musical: bonanza
el equipo local Unión Magdalena jugaba. Cada vez que
había un partido, los hinchas y las tamboras iban a
marimbera y violencia
apoyar al equipo; tal era su rol de importancia, pro- En este sentido, los narcotraficantes fueron uno de es-
tagonismo y legitimidad durante los partidos que las tos actores. Cabe resaltar que entre 1976 y 1985 se vivió
entradas les eran regaladas. Según la memoria popu- en la Costa Caribe, especialmente en Santa Marta, un
lar, se cuenta que el fútbol entró a Colombia por Pes- fenómeno conocido como la “bonanza marimbera”,
caíto, debido al contacto que los locales tuvieron con el cual consistió en un auge de la producción y ven-
los marinos ingleses a principios del siglo XX, cuando ta ilícita de marihuana cosechada en la Sierra Neva-
arribaban al puerto de la ciudad durante la embarca- da de Santa Marta. Los cultivos de yerba desplazaron
ción del banano que, en aquel entonces, debido a la el cultivo del café en la Sierra y fueron sembrados en
tecnología, duraba aproximadamente cuatro o cinco muchas hectáreas debido a su alta fertilidad. Desde
días (Bermúdez, 1993; Lacera, comunicación personal, la Sierra bajaba la carga a través de los ríos y llega-
18 de febrero de 2016). Además, para 1951 nace el equi- ban a las playas del mar Caribe y del Parque Tayrona
po de fútbol local, que en 1953 se convirtió en el Unión (Ardila Beltrán et al., 2012) como Neguanje, Calabazo,
Magdalena, el cual se consolidó a la par del desarrollo Guachaca y Buritaca para ser embarcada, exportada
de la tambora samaria dentro de la comunidad pes- y comercializada. A lo largo del camino donde se des-
caitera, razón por la cual hubo una estrecha relación cargaba, como Arimaka y otras partes de la Sierra,
entre estadio y tambora. los mafiosos samarios y guajiros construyeron sus
fincas que sirvieron como punto de desembarque y
lugar de encuentros sociales. Estas fincas precisaron
Inicios de la complejización del de animación para sus parrandas7, por lo que contra-
mundo de la tambora samaria taban y traían tamboras de Santa Marta a las cuales
les pagaban por ‘tanda’ (hora tocada). Fue la primera
Ya explorados los inicios, consolidación y conforma- vez en la historia de la tambora samaria que se valoró
ción del mundo de la tambora samaria, pasamos a económicamente tocar tambora (Mulford, 2015; Rey,
comprender cómo los significados dotados al ritmo 2016; Gómez y Vergara, 2016; Gómez, 2016).

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Conformación del barrio Pescaíto en Santa Marta, Colombia (Simón Hosie, Arquitectos-Findeter).

era que la tambora significaba una fuente de ingreso


y un empleo, por lo cual se buscó que su música fuera
“Las líneas divisorias que generan comercialmente más viable. El trabajo del tamborero
se dignificó de manera distinta y entraron dos nuevas
los tamboreros y su comunidad figuras en el mundo de la tambora: el público y el ar-
sobre lo que es y no es tambora tista, que facilitaron su comunicación a través de con-
venciones. Se interpretaban canciones conocidas por
samaria define el mundo de desconocidos, se demandaban canciones de moda y
la tambora en sus inicios” ya no las que tenían un significado común para las es-
cuelas-familias y sus allegados. El nuevo poder adqui-
sitivo de los narcotraficantes en la ciudad transformó
las lógicas mercantiles de la tambora, pues anterior
Y ellos ‘tírenlo, tírenlo, tírenlo’ y nos íbamos pa› Ro-
dadero y le dábamos vuelta al Rodadero como más
a esto no tenía precio sino que se tocaba únicamente
de cinco camionetas. Y empolvado todo el mundo, las por ron y comida en compañía de amistades en casa,
mujeres, hombres, ¡ombe, eso era una recocha! Los para carnavales, campañas políticas y, a partir del ter-
viernes y sábado, ¡joda, esa vaina no vuelve más, eso cer reinado de las fiestas del mar8, para principios de
no vuelve más! (R. Vergara, comunicación personal, los sesentas, como animadores en las carrozas de las
1° de abril de 2016) reinas durante los desfiles.

La “bonanza marimbera” alteró los espacios de la El mundo de la tambora cambió por procesos inter-
tambora llevándola de ciertos lugares en la ciudad nos, como las convenciones9, y por procesos externos,
vinculados a las escuelas-familias, a las afueras de como el desarrollo histórico-social de Santa Marta; los
Santa Marta en casas de particulares desconocidos. cuales tuvieron gran influencia en cómo evolucionó
El nuevo ingreso generado por interpretar tambora el ritmo. Las parrandas en las fincas de los narcotra-
causó una ruptura profunda en la forma de entender ficantes fuera de la ciudad fueron un fuerte y nuevo
y relacionarse con la misma, demarcó la comerciali- escenario de desarrollo y auge de la tambora samaria.
zación de la tradición, alteró sus repertorios musica- Una vez que la tambora no necesitó a las escuelas-fa-
les, significados culturales y amplió su red de coope- milias para ser interpretada, el mundo de la tambora
ración y sus espacios. El nuevo mensaje al tamborero se expandió al tener nuevos individuos que cumplie-

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ron las nuevas convenciones de brindar al público un para animar y publicitar eventos o su marca (Gómez,
buen espectáculo de tambora (Becker, 1982; 2008). comunicación personal, 1° de abril de 2016), algunas
para celebrar el fin de año, así como varios almacenes
Debido a la violencia generalizada que desencadenó la de la Avenida Quinta, sede comercial de Santa Marta,
guerra de la bonanza, surgió una época del miedo que para estar en la puerta y atraer clientes (Del Valle, co-
tornó la calle, el hogar y espacio predilecto de la tam- municación electrónica, 16 de mayo 2016) y la Policía
bora samaria, un lugar peligroso, finiquitando con dos para la inauguración de comandos (Mulford, comuni-
eventos importantes dentro de su mundo: las ruedas cación personal, 27 de septiembre de 2015).
de cumbiamba y las fiestas del carnaval. Debido a esto
decayó el uso de tambora en los espacios públicos y Al ser el Club Santa Marta un espacio socializador
se alteraron sus lógicas festivas. La ola de violencia li- donde los socios pertenecientes a la aristocracia sa-
mitó la existencia y algunos espacios de socialización maria se reunían a celebrar festividades, fue un lugar
del ritmo, así, su presencia como parte del mundo coti- que promovió la tambora y contribuyó a que fuese
diano. Las balaceras frecuentes entre las familias Cár- desmarginalizada como música de sectores populares
denas y Valdeblánquez (El Heraldo 10 de diciembre de y revalorizada como la identidad sonora samaria, a
2014) afectaron directamente el entendimiento sobre través de la apropiación por parte de la élite de la ciu-
la calle; el temor a ser asesinado en un tiroteo acabó dad y su posterior difusión. Además de llegar a un sitio
con el jolgorio, las fiestas, las ruedas de tambora y la vetado anteriormente para la tambora samaria, como
gente bailando alrededor de los tambores en la acera. lo fue el Club Santa Marta, también entró a los hoteles
cinco estrellas Irotama y Santamar, aproximadamen-
El sentimiento de colectividad y vínculo de comuni- te para 1982-1983, a formar parte de su repertorio de
dad reforzados durante las fiestas de tambora en el entretenimiento (Del Valle, 2016; Gómez, 2016).
territorio de lo público, como la calle, de todos para
todos, pasaron a limitarse a espacios cerrados perte- La inclusión de la tambora en hoteles alteró la ma-
necientes a individuos desligados de las escuelas-fa- nera en que era entendida, nuevos actores en su red
milias y la tradición oral que consumieron su música. cooperativa, como los contratistas del sector hotelero,
Comenzó a crecer la red de personas relacionadas con expusieron un tipo de identidad extraritualizada don-
el mundo de la tambora, cuya actividad cooperativa de la tambora pasó a ser vendida como ‹lo autóctono›,
generó la complejización de sus formas organizacio- diversificando su público hasta internacionalizarlo.
nales y la creación de nuevos eventos. A partir del Las hosterías tienden a exaltar los ritos de una tradi-
cambio en las lógicas mercantiles de la tambora, se la ción a la cual no pertenecen, pero sí hacen parte del
empezó a consumir fuertemente y surgieron varios es- territorio donde están localizadas, siendo esto una de
pacios de comercialización de la tambora en la ciudad; las razones por la cual se conoce el lugar fuera de su
pues las empresas privadas, instituciones estatales y ubicación geográfica. Este tipo de alojamientos utili-
particulares la contrataban para la animación de sus zan los símbolos más conocidos de una cultura deter-
eventos festivos. Las instituciones estatales, como el minada para vender un concepto de autenticidad a un
Puerto Marítimo de Santa Marta, la DIAN (Dirección ‹otro› que le haga sentir que está en un sitio diferente,
de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia), único y especial. En estos contextos hay un uso desli-
entre otros, contrataban tambora para tres periodos gado del significado de la tambora atribuido por las
específicos: las fiestas decembrinas, carnavales y ani- escuelas-familias, en el que los hoteles se apropian de
versarios. sus representaciones culturales para vender, como
sus vestimentas, canciones y formas de interpretar la
música. Estas representaciones buscan mostrar una
Tambora como bien mercantil: identidad moldeada en función de un negocio, por lo
hoteles y paquetes turísticos que se tornan símbolos vacíos al no tener una relación
correspondiente entre signo y significado10.
En estos nuevos eventos, los espacios y las funciones
de la tambora adquirieron otros significados. Algunos
colegios privados y públicos de la ciudad contrata- Evolución del ritmo: modificación
ron tambora para las comparsas escolares y algunas del formato y convenciones
veces para las semanas culturales. Por otro lado, las
empresas privadas, como Cerveza Águila, Aguardiente Si bien el proceso de comercialización de la tambora
Antioqueño, Ron Medellín, etc., contrataban tambora generó nuevas maneras de comprender, consumir y

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hacer tambora, la modificación de sus convenciones
y formato también lo hizo. En un principio, las carac-
terísticas de la tambora samaria se entendían desde “Dado que la tambora samaria
su instrumentación, que únicamente era percusión,
y consistía en maracas, llamador, alegre o repicador, era un ritmo de calle y de
bombo, la voz del cantante y un golpe particular de
onomatopeya ‘pitá-pitá’, que representaba el ritmo.
fiesta, se buscaba siempre un
Este gozaba de gran velocidad, fuerza y sonoridad, na- mayor alcance del sonido”
ció en la calle con la fiesta, el ron y los desfiles carna-
valescos, donde a mayor sonido, mayor emoción.

A medida que la ciudad fue creciendo, cambiando y


urbanizándose se fueron creando nuevos ruidos y rea-
lidades que afectaron la complejización de la red coo- tambora a vincular clarinetes y saxofones para no ser
perativa y evolución del ritmo. Los cambios en el ritmo relegados comercialmente por las papayeras y orques-
obedecen a factores internos y externos. En cuanto a tas (Vergara y Gómez, comunicación personal, 2 de
factores externos, podemos apreciarlos en la pérdida febrero de 2016), las cuales tenían el monopolio de los
del güiro; tanto a factores internos como externos, el contratos. Al ser acogidos exitosamente, los contra-
caso de la inclusión de la melodía11. En este sentido, tos proliferaron y las demás tamboras con el formato
dado que la tambora samaria era un ritmo de calle y convencional notaron que la modificación tuvo buena
de fiesta, se buscaba siempre un mayor alcance del so- acogida económicamente. Tal cambio en el formato
nido, debido a que el sonido del güiro y las maracas se del rimo perduró debido a que generó un cambio en
perdía a poca distancia, resultaba necesario reunirse las actividades cooperativas habituales del mundo de
alrededor de los músicos para escucharlos. Cuando se la tambora (Becker, 1982; 2008). La apropiación del
consolidaron esos instrumentos como convenciones, viento en el formato de tambora causó el desplaza-
el ruido urbano no existía y los sonidos del entorno miento comercial de las papayeras.
eran distintos a los de hoy. Las maracas sucumbieron
antes que el güiro y la vida útil de este duró hasta los Al ser aceptada la melodía como nuevo repertorio del
setenta, cuando fue reemplazado por el guache, ya que ritmo por público y tamboreros, e imitado por otras
este sonaba más fuerte (Mulford, 2016; Gómez, 2016; agrupaciones, se tornó en convención y transformó
Gómez y Vergara, 2016; Rey, 2016; Hernández, 2016). la manera de entender la tambora. El proceso de la
consolidación de una nueva convención se produjo
Cuenta Germán Hernández, miembro de la última por dos razones: 1) debido a que los músicos acepta-
tambora en utilizar el güiro, que el bronce, material ron sus limitaciones, causadas por su dependencia de
del cual estaba hecho, era un metal muy cotizado para la cooperación de los miembros en la red cooperativa
la época, así que después de cada toque volvían a casa existente, es decir, su dependencia de la red comercial
pero sin el instrumento, para luego encontrarlo en y los contratos que posibilitaban que estos pudiesen
una ‘chivera’ o casa de empeño12 debido a que lo roba- vivir de la tambora; 2) ya que la modificación del for-
ban mucho; razón por la cual decidieron no volverlo mato obtuvo mayores recursos necesarios sin exigir-
a comprar. Paradójicamente, para 1966 los grandes les a los otros tamboreros lo que no se pudiese con-
terratenientes colombianos ganaron protagonismo y seguir (Becker, 1982; 2008). Al apartarse de la práctica
poder en la zona bananera causando el desplazamien- habitual, el grupo pionero en la inclusión de la melo-
to de la Compañía Frutera de Sevilla al golfo de Urabá día aumentó su red de cooperación en relación con el
(Brundgar, 1995). Dicha compañía era la encargada del éxito comercial y expandió el mundo de la tambora
mantenimiento del ferrocarril, y era precisamente en al comprender que había una preferencia del público
los talleres del ferrocarril donde se elaboraba el güiro. por la melodía.

Por otro lado, la inclusión de la melodía para los seten- La inclusión de los vientos no solo obedeció a un pro-
tas sembró nuevas maneras de entender la tambora ceso interno, sino que también respondió a un factor
y alteró la noción existente sobre el ritmo. La adición externo a su mundo: al proceso de urbanización de
de instrumentos de viento se produjo porque la com- Santa Marta. Si bien los ruidos a principios de siglo
petencia de la ciudad impulsó a las agrupaciones de eran mínimos, como los pajaritos y el mar, y no exis-

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tía la luz eléctrica ni los carros, posteriormente, con el
crecimiento de la ciudad y la contaminación auditiva
que implicó, resultó necesario un mayor alcance de la
longitud de onda de los instrumentos para poder ser
escuchados. Así, la melodía modificó las lógicas de la
tambora en cuanto expandió su sonido a la lejanía, y
con esto dejó de lado la creación de un lugar común a
convocar personas a su alrededor a través de los tam-
bores.

Revolución en el mundo de la
tambora: tambopapayeras
Bajo esta misma línea observamos que los límites del
mundo del arte están definidos por las redes coopera-
tivas y las convenciones sobre la realización de las ta- Instrumentos de la tambora Te Veo: bombo,
reas (Becker, 1982; 2008). Los precedentes que marca- guache, alegre y llamador. Archivo personal de
ron la revolución en el mundo de la tambora samaria Pedro ‘Kocho’ del Valle, hijo de Te Veo.
comenzaron a consolidarse para los noventas con el
cambio de sus convenciones fundamentales, como los yeras y de la tambora. Usualmente, el formato está
instrumentos que conforman su repertorio. Anterior- compuesto por redoblante, platillos, trombón, trom-
mente eran elaborados por los mismos tamboreros peta (pertenecientes a las papayeras); y saxo, repicador
y se incluyeron otros nuevos de carácter industrial y y bombo opcional (pertenecientes a la tamboras).
eléctricos, ajenos al mundo de la tambora tradicional,
como el bajo, la batería, el piano, entre otros, que re- Establecemos que las tambopapayeras son una revo-
formularon las convenciones tradicionales y exigie- lución en el mundo de la tambora y no el surgimiento
ron una nueva forma organizacional del mundo de la de un mundo aparte completamente nuevo, en cuan-
tambora. Debido a que los músicos de generaciones to siguen algunos patrones del mundo de la tambora,
anteriores y fundacionales del ritmo no poseían los como tocar por tanda, interpretar las mismas cancio-
conocimientos sobre estos instrumentos modernos nes y en los mismos espacios, tener el mismo público,
ni los recursos necesarios para adoptar este cambio, utilizar algunos instrumentos de la tambora y debido
se amenazó su relación estética. Los pertenecientes a a que el aprendizaje también es informal, inclusive,
las escuelas-familias fueron excluidos de este nuevo algunos miembros guardan vínculos con las escuelas-
mundo de la tambora por medio del ataque a la con- familias. A su vez, porque no hay una agrupación con
vención, dado que ellos experimentaban sus creencias integrantes fijos en las tambopapayeras, sino más
estéticas como naturales y adecuadas (Becker, 1982; bien un sistema independiente que está basado en la
2008; Frith, 1996). funcionalidad del músico, donde se apela a su desem-
peño y disponibilidad y no a su creatividad artística.
Comprendemos una revolución como el surgimiento Por lo tanto, los músicos se tornan intercambiables y
de una ruptura profunda en el mundo de la tambora, se carece de una banda consolidada por los mismos
que lo transforma y desplaza a sus miembros funda- miembros. Debido a esta intercambiabilidad, las pre-
cionales (escuelas-familias) de su rol, y no como un sentaciones de las tambopapayeras se llevan a cabo de
avance. El nuevo mundo de las tambopapayeras des- manera rutinaria.
plazó a las tamboras de sus trabajos convencionales
como animadores de instancias en carnavales, bailes, Es decir que la relación de los músicos con el género es
san Agatón y demás fiestas; obtuvo el monopolio casi meramente mercantil y ya no data de un sentido co-
exclusivo de los trabajos, consolidó un público y una lectivo o de una tradición oral. El reconocimiento no
nueva red de instancias interpretativas como ‘la hora gira en torno a familias, sino alrededor de la persona
loca’ en las fiestas matrimoniales. Estas agrupaciones que tenga una sólida red de confianza que al necesitar
tocan un género musical llamado tambopapayera, ya de una tambopapayera sea recomendado y, a su vez,
que han fusionado instrumentos de las bandas papa- conozca músicos que interpreten los instrumentos

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Conclusión
La modificación del formato de tambora samaria im-
plicó una evolución y particularidades del ritmo, en
la medida que se establecieron nuevos pisos de sig-
nificados compartidos entre los agentes de las redes
cooperativas, como convenciones que complejizaron
el mundo de la tambora a la vez que posibilitaron nue-
vos espacios. El juicio ético cambió acorde con las mo-
dificaciones de las formas organizacionales del mun-
do de la tambora de cada periodo, demostrándose a
través de la cambiante estética de los instrumentos y
repertorios utilizados.

La producción de significado de la tambora samaria


cambió con relación a sus redes cooperativas, las cua-
les a partir de sus interrelaciones crearon nuevas for-
mas de comprender el ritmo. Así, la significación del
mundo de la tambora samaria se alteró con el tiempo
Tambopapayera encabezada por Fernando Mulford en y quedó limitada a unas personas y familias específi-
los platillos, en la fiesta de carnavales de la Secretaría cas que conservaron ese saber especializado. Al mis-
de Educación Departamental. Archivo del autor. mo tiempo surgió en el interior de su mundo la divi-
sión del trabajo y la profesionalización de su oficio.
Debido a esto, el significado de la tambora samaria
utilizados en el género (como saxofonistas, trompe- cambió a través del tiempo. De esta manera, y a partir
tistas, tamboreros, trombonistas, etc.), con los cuales de la comercialización de la tradición, se alteraron los
pueda contar para las presentaciones solicitadas. No significados del mundo de la tambora y pasaron de ser
hay círculo de tamboreros y solo tocan para eventos un sentimiento colectivo en el que las mismas escue-
específicos en los que se les paga por persona; el rit- las-familias posibilitaban su mundo, a verse referida
mo no tiene otra función fuera de lo comercial. Como dentro de una red de cooperación comercial que la
consecuencia, el patrón rítmico de las tambopapaye- contrataba y posibilitaba. En este sentido, el mundo
ras dista de las convenciones del mundo de la tambo- de la tambora samaria no fue una estructura fija sino
ra samaria. Antes la estructura musical de la tambora redes de personas que cooperaron en su realización,
era por patrones referidos al simbolismo del instru- formando con su actuar nuevas maneras de compren-
mento; había un orden y una relación distinta tanto der el ritmo.
con los instrumentos como con el entorno; ahora los
instrumentos perdieron esos significados culturales y La mercantilización de la tambora e inclusión de la
adquirieron otros al entrar en cualquier momento y melodía demarcaron la complejización de su mundo
establecer un nuevo patrón rítmico. El tambor macho organizacional y la división del trabajo entre el tambo-
llamaba al tambor hembra, la hembra llamaba al gua- rero y las redes de personas que posibilitaron su arte.
che, el guache llamaba al güiro y luego comenzaba el Durante sus inicios la tambora samaria tuvo un fuerte
cantante y la tambora para complementar la percu- carácter religioso que con el tiempo se fue desligando
sión. y abriendo camino a nuevos significados, espacios, ac-
tores y usos que fueron comercializando e institucio-
El macho tenía que comenzar llamando a la hembra, nalizando el ritmo. Las agrupaciones de tamboras se
y la hembra de por sí, tenía que llamar al resto de los convirtieron en animadores y los nuevos espacios im-
músicos, porque ella era florida, mejor dicho, ella lle- plicaron y generaron una red de personas más amplia
vaba todas las flores para que entraran a deambular
que posibilitaron el nuevo mundo de la tambora fuera
con ella. Y se formaba el bailarín. (Hernández, comu-
de las escuelas-familias. Al mismo tiempo, la tambora
nicación personal, 7 de marzo de 2016)
pasó a ser entendida como un espectáculo en el que
ser tamborero no solo era asimilado como un elemen-
to identitario dentro de su comunidad, sino que tam-
bién fue comprendido como artista por otros fuera de

30
www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/stm/
stm1.htm].
“La evolución musical está
Brundgar, M. P. (1995). La United Fruit company en Colom-
relacionada estrechamente bia. Revista de Ciencias Administrativas y Sociales, 5,
107-118.
con su proceso de producción,
con sus actores, ubicación Carbó, G. (1993). Al Ritmo de Tambora-tambora. Huellas, 39,
27-58. Recuperado de https://guayacan.uninorte.edu.
geográfica y contexto social” co/publicaciones/huellas/ebook /huellasno39/files/
huellas%20no.%2039.pdf

Frith, S. (1996). Music and identity. En S. Hall & P. Guy (Eds.),


esta, como la persona que realiza la actividad central Questions of cultural identity (pp. 108-127). London:
sin la cual el trabajo no sería arte. Sage.

A manera de conclusión, establecemos que el proceso García Canclini, N. (1997). Capítulo 1: Cultura y comunica-
de evolución musical está relacionado estrechamente ción: revisiones teóricas. En N. García Canclini, Cul-
con su proceso de producción, con sus actores, ubica- tura y comunicación: entre lo global y lo local (pp. 29-
ción geográfica y contexto social. Por eso, la manera 46). La Plata: Universidad de la Plata.
como se produce un ritmo da cuenta de un vasto uni-
verso social que resulta pertinente investigar. En este Henríquez, F. y Camargo, M. (2008). Canto y juego a ritmo de
caso, las formas organizacionales de la tambora sama- tambora. Bogotá: Libros & Libros.
ria cambiaron junto al desarrollo histórico-social de
Santa Marta, el cual, como factor externo, tuvo una Rojano, Á. (2013). La tambora viva. Música de la Depresión
gran influencia en la configuración de los significados Momposina. Barranquilla (Colombia): La iguana cie-
sociales de la tambora samaria. Asimismo, la especifi- ga.
cidad de los oficios, la comercialización del ritmo, la
exclusión de las escuelas-familias del nuevo mundo El Heraldo (10 de diciembre de 2014). Los Cárdenas y los Val-
de la tambora, la modificación del formato y la crea- deblánquez, una vendetta que dejó alrededor de 200
ción y pérdida de espacios acarrearon una nueva sig- muertes. (Recuperado de http://www.elheraldo.co/
nificación en el mundo de la tambora. A lo largo de la judicial/los-cardenas-y-los-valdeblanquez-una-ven-
historia del ritmo, la tambora samaria se resignificó detta-que-dejo-alrededor-de-200-muertes-176976
varias veces dependiendo de los actores implicados en
su creación y de los espacios en los que se interpretó, Wade, P. (2009). Translaciones, legitimaciones e identifica-
pues en cada de uno de esos momentos se la dotó de ciones. Música y sociedad en Colombia. En M. Pardo
unos significados y usos particulares. Rojas (Ed.), Música y sociedad en Colombia: Traslacio-
nes, legitimaciones e identificaciones (pp. 9-25). Bogotá,
D.C.: Editorial Universidad del Rosario.
Referencias
Entrevistas
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L. (2012). Memorias de violencia: bonanza marimbera
César Gómez Vizcaíno, director de FUNCARPES, 22 de febre-
en la ciudad de Santa Marta durante las décadas del
ro de 2016. Santa Marta, Colombia.
setenta al ochenta. Santa Marta (Colombia): Universi-
dad del Magdalena.
Edgar Rey, sociólogo que investiga temas culturales del Ca-
ribe y del carnaval de Santa Marta, 12 de febrero de
Becker, H. (1982; 2008). Los mundos del arte. Buenos Aires:
2016; 18 de abril de 2016. Santa Marta, Colombia.
Universidad Nacional de Quilmes.
Pedro ‘Kocho’ Del Valle, hijo del líder de la tambora de Te
Bermúdez, A. (1993). La historia de la ciudad de Santa Marta.
Veo, 16 de mayo de 2016; 12 de abril de 2016.
En La historia de Santa Marta a través de la fotografía.
Bogotá: Banco de la República [versión online: http://

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Germán Hernández, miembro de la tambora de los Hernán- el mundo de la tambora samaria, la cual denomi-
dez (perteneciente al ritmo tradicional), 7 de marzo namos actividad cooperativa. Concepto que permite
de 2016; 15 de abril de 2016. Santa Marta (Colombia). comprender cómo funcionan los modos organiza-
cionales de la tambora samaria y, por consiguiente,
Fernando Mulford, músico y precursor de la tambora mo- sus usos y construcción de significado.
derna en Santa Marta, 27 de septiembre de 2015.
Santa Marta, Colombia. 7 Fiestas de un día con amanecida acompañada por el
ron de principio a fin; muy usuales entre hombres de
Gabriel ‘Carrucha’ Gómez y Ronaldo ‘Colón’ Vergara, tambo- la Costa Caribe.
reros de la Tromba Samaria, agrupación que modi-
ficó el formato, 2 de febrero de 2016; 1° de abril de 8 Competiciones náuticas, en la bahía de Santa Marta
2016. Santa Marta, Colombia. donde diferentes reinas del país e internacionales
concursaban por la corona anual con base en su des-
Ronaldo Vergara, 1° de febrero de 2016. Santa Marta (Colom- empeño en diferentes actividades náuticas, creadas
bia). por José ‘Pepe’ Alzamora en 1959.

Entrevista realizada a Armando Lacera, pescaítero y miem- 9 Las convenciones son todo lo que hace referencia a
bro de la Academia de Historia del Magdalena que las ideas que los individuos tienen en común, a tra-
investiga la historia de Santa Marta, 18 de febrero de vés de las cuales realizan la actividad cooperativa
2016. Santa Marta, Colombia. del mundo de la tambora, la forma convencional de
hacer las cosas (Becker, 1982; 2008), el piso de signi-
Notas ficados compartidos en los que se define lo que es
tambora, que proporcionan la estética aceptada que
1 Integrante de la Tromba Samaria (Hernández, Gar- da la regla para la apreciación de una tanda bien o
cía y Gómez, comunicación personal, 3 de marzo de mal tocada.
2016).
10 El signo, en este caso el ritmo de guacherna samaria,
2 No utilizaremos este nombre para el tambor alegre, es un elemento que remite a una relación entre dos,
ya que no tiene relación con la música del Pacífico y es una representación física que conduce a otra idea
no lo consideramos un término apropiado; por ende, en el pensamiento y esta consta de: 1) significante
nos referiremos a este instrumento como el tambor (la sustancia material), como los instrumentos y los
alegre o simplemente el alegre a lo largo de la inves- lugares; 2) el significado (el contenido simbólico, la
tigación. representación psíquica de la cosa), como el sentido
depositado en el ritmo por la comunidad y los even-
3 Planta de origen caribe; se utiliza para ajustar el aro tos donde hay tambora. Este significante es el media-
del tambor que sostiene el parche de cuero. dor entre la representación psíquica y la cosa; por lo
tanto, el proceso que une significante y significado,
4 Actividades que simbolizan y marcan la transición produciendo un signo (ritmo de tambora samaria),
en la vida cotidiana de un individuo de un estado so- se llama significación. Para más información revisar
cial a otro. Para más información ver Turner (1988). Barthes (1993). La aventura semiológica. Barcelona:
El proceso ritual estructura y antiestructura. Madrid: Paidós.
Taurus.
11 Otro cambio relevante en el mundo de la tambora es
5 Gentilicio de la persona nacida en el barrio Pescaíto la igualación del tamaño del llamador al alegre, pero
en Santa Marta. por extensión no se toca en este texto.

6 Entendida como la red de actores involucrados en 12 Entrevista realizada a Germán Hernández (7 de mar-
el mundo de la tambora samaria que posibilitan la zo de 2016), miembro de la tambora de los Hernán-
existencia de dicho mundo. Los actores son diferen- dez, último miembro vivo de la guacherna samaria
ciados a través de las actividades llevadas a cabo en tradicional.

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