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Universidad Nacional
“San Luis Gonzaga” de Ica
MAESTRÍA EN
ODONTOLOGÍA
CURSO : ORTODONCIA
ALUMNAS :
CICLO : II
Ica – Perú
2018
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INTRODUCCION
Este mal hábito puede modificar la posición de los dientes y relación y forma de
las arcadas dentarias. Los hábitos de presión interfieren en el crecimiento
normal y en la función de la musculatura orofacial. Se ha observado en
estudios realizados por E.Mack que una presión continua de 50 mg durante un
periodo de 12 horas provoca un desplazamiento considerable de un diente.
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1. CONCEPTO DE DEGLUCIÓN
Denominamos deglución al tránsito del bolo alimenticio de la boca a la faringe,
en primer lugar, y, posteriormente, al esófago. Este proceso varía en función de
la edad de la persona: es diferente en bebés y en adultos. Dependiendo del
sujeto esas etapas pueden tener una duración absoluta diferente. Hay
personas que realizan una masticación lenta, triturando varias veces el
alimento y otras que realizan muy pocos movimientos masticatorios. Según
Queiroz (2002) la deglución puede durar entre 3 a 8 segundos. Se inicia
voluntariamente. Las primeras etapas están sujetas a la voluntad pero las
últimas son involuntaria. Somos conscientes de está diferencia: hay un
momento que ya no podemos arrepentirnos y el bolo es deglutido
irremediablemente. No hay un acuerdo entre autores para calcular el número
de veces que deglutimos al día: niños entre 600 y 1000 y adultos entre 2400 y
6000. En la vejez la frecuencia disminuye como lo hace la cantidad de saliva.
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b. Fase oral:Inicia las fases rápidas del proceso. El bolo está sobre la
lengua. La mandíbula se eleva y la lengua se acopla al paladar duro
quedando el ápice a la altura de los
alveolos y los rebordes laterales
sellando la zona frontal impidiendo
que el alimento pueda ser impulsado
fuera de la boca. La lengua queda
inclinada favoreciendo que el bolo
avance hacia la parte posterior de la
boca. La lengua inicia un movimiento
peristáltico hacia atrás que conduce al
bolo hasta la parte posterior de la
boca.
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d. Fase esofágica: El bolo llega al esófago y es
conducido hasta el estómago. La fuerza de
gravedad basta para impulsar a los líquidos
pero los movimientos de la pared esofágico
realizan el trabajo en el caso de los sólidos.
Esta acción suele ser suficientemente eficaz
para vaciar totalmente la boca dejándola
prácticamente libre de restos de comida. Solo
si los alimentos son muy densos y secos se
repite varias veces hasta que la boca queda
lista para una nueva ingesta.
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como la persistencia de la frontalización de la lengua, característica de la
deglución del bebé más allá de los cuatro años. Sus consecuencias son
oclusales -mordida abierta y clase II-, de habla -abundan las frontalizaciones de
[s] y otros sigmatismos-, y estéticas. Cuando la deglución atípica forma parte
del síndrome de respiración bucal las consecuencias son mucho mayores
Cerecedo 2002).
4. SIGNOS
Se ha determinado un perfil facial característico de la persona con deglución
atípica:
Labios hipotónicos-
Lengua descansando entre los dientes.
Tendencia a la respiración bucal.
Maxilar superior o inferior avanzado o retrasado.
No realiza una deglución adecuada porque mastica con los dientes y no
con los molares posteriores: quedan sobras de alimento en el vestíbulo y
la cavidad bucal.
Saca alimentos fuera de la boca y no degluten con tanta frecuencia.
Realiza movimientos excesivos como: elevar la cabeza, contraer los
labios excesivamente o hacer muecas o ruidos al tragar.
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5. CAUSAS
Falta de sellado labial, durante el acto de deglutir, dejando la boca
abierta.
Labios de tono muscular disminuido, es decir, la musculatura del
músculo orbicular de los labios está poco desarrollado.
Respiración bucal.
Lengua hipotónica en posición avanzada o interdental, es decir, la
lengua se interpone entre los incisivos en la parte frontal o lateral
("interposición lingual") o presiona contra su cara posterior durante la
fase de deglución.
Presencia de maloclusiónes: dentales y maxilares, incorrecta posición de
las piezas dentarias no permiten el sellado correcto de la boca durante el
acto de la deglución.
6. FACTORES DE RIESGO
El factor más relevante se refiere al uso del biberón, considerado una de
las causas de la deglución atípica.
Uso de alimentos triturados más allá de la edad adecuada. La
alimentación blanda exige poca actividad de la musculatura perioral,
"situándonos en la etapa de deglución infantil y potenciando en
consecuencia la aparición de un aparato estomatológico inmaduro.
Hábitos orales nocivos: La persistencia de hábitos orales nocivos puede
afectar tanto al patrón de crecimiento y desarrollo normal como a las
funciones del sistema estomatognático.
Estos hábitos son:
Utilización de chupete o biberón hasta edades impropias (más allá de los
3 años).
Succión digital.
Succión labial, lingual y de mejillas.
Succión de objetos.
Acción de morder-prensar.
Queilofagia (morderse los labios).
Onicofagia (morderse las uñas).
Respiración bucal.
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7. PREVENCIÓN
Ofrecer lactancia materna exclusiva siempre que sea posible. La
lactancia materna se considera como un factor de protección en relación
con las maloclusiones y contribuye a la prevención de las caries
dentales.
No permitir el uso de chupete ni la succión digital más allá de los 3 años
de edad. Hasta esta edad, los efectos que puedan haberse producido
son mínimos y se corrigen naturalmente.
Enseñar al niño a respirar bien, y asegurarse de que no sufre
obstrucciones nasales recurrentes.
Ofrecer al niño la alimentación adecuada a su edad, con oportunidades
para ejercitar la musculatura masticatoria.
Acudir a los controles pediátricos estipulados para controlar el correcto
desarrollo muscular, postural, etc.
Realizar revisiones odontológicas periódicas.
Acudir al profesional en cuanto se detecte la existencia de algún factor
considerado de riesgo para el desarrollo de disfunciones orofaciales. Si
se detecta y trata a tiempo, las consecuencias y los trastornos asociados
son menores y la resolución más fácil y rápida.
Revisiones periódicas para detectar las alteraciones en momentos
iniciales, de manera que podamos intervenir precozmente y eliminarlas
antes de que representen un problema importante.
8. DIAGNÓSTICO
La deglución atípica suele detectarse en la etapa escolar y ante los
primeros síntomas observados es importante acudir al logopeda con el fin
de confirmar las sospechas de una posible deglución atípica, ya que es el
profesional capacitado para realizar la valoración y rehabilitación de los
diferentes tipos clínicos. No obstante, el diagnóstico de un posible trastorno
deberá ser fruto del trabajo coordinado entre los diferentes profesionales
implicados tales como un odonto-estomatólogo, otorrinolaringólogo,
psicólogo y logopeda.
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Entrevista con los padres, examen de pronunciación, examen de desarrollo
intelectual y examen de psicomotricidad, que incluye conducta respiratoria,
discriminación de los sonidos, fonemas y palabras.
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I. DEGLUCION ATIPICA CON PRESIÓN ATÍPICA DEL LABIO
(INTERPOSICIÓN LABIAL)
Ocurre en pacientes que se encuentran normalmente en reposo y los
labios no están en contacto. En el momento de la deglución, la selladura
de la parte anterior de la cavidad bucal no se realiza por el contacto
simple del labio superior con el inferior, sino mediante una fuerte
contracción del labio inferior, que se interpone entre los incisivos
superiores e inferiores. Los incisivos inferiores de esta manera se inclina
en sentido lingual, apiñándose mientras los incisivos superiores se
vestibularizan.
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o Mordida abierta anterior: la presión se realiza en la región anterior
y la deglución se efectúa con los dientes desocluidos y la lengua
se queda en una posición que parece que va a ser mordida. En
consecuencia, hay una mordida abierta anterior.
o Mordida abierta y vestíbuloversión: la lengua además de
interponerse entre los dientes en la región anterior, ejerce
también una presión anterior, y hace que los incisivos anteriores
y/o inferiores exhiban una severa inclinación vestibular
(vestibuloversión).
o Mordida abierta anterior, vestibuloversión y mordida cruzada
posterior. El mismo cuadro anterior, asociado a una mordida
cruzada posterior uni o bilateral a la altura de los molares, debido
a la ruptura del equilibrio muscular entre la lengua y los músculos
del carrillo.
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9. TRATAMIENTO
Consiste en la terapia miofuncional que se debe llevar a cabo entre el
odontólogo y el terapeuta del lenguaje.
La Terapia Miofuncional consiste en un método de reeducación de la
deglución atípica.
EJERCICIOS
1. Elástica en la punta de la lengua.
2. Uso de dos elástica en el labio y otro en la punta de la lengua.
3. Utilización de aparatología fija o removible.
SISTEMA TRAINER
La compañía MyofunctionalResearch Co. ha demostrado la importancia de la
función correcta de la lengua. Todos los aparatos incluyen la filosofía que
resalta la necesidad de entrenar activamente la lengua ante la presencia de
cualquier maloclusion. El papel activo de la lengüeta en el sistema TRAINER
ha demostrado eficacia en proporcionar una buena expansión del arco dental.
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INSTRUCCIONES DE USO
Muestre el INFANT TRAINER al niño y permítale sostenerlo en sus manos.
Invítelo a ponérselo en la boca. Los niños de 2 a 5 años normalmente
masticaran el sistema ya antes mencionado, permítale que lo asocien con un
juego y motívelos para que se lo dejen dentro de la boca. Úselo diariamente 2
veces al día de 10 a 20 minutos, esto es suficiente para que proporcione un
efecto positivo en los músculos masticatorios del niño, durante la deglución y la
respiración.
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Cuando está en su lugar, el escudo lingual evita que se succione el dedo
y también que empuje la lengua hacia delante, al mismo tiempo enseña
al niño a respirar a través de la nariz.
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ello deberá coordinarse con el terapeuta del lenguaje o logopeda que
trata al niño, con el fin de encontrar la manera de que su colocación no
interfiera en la terapia miofuncional.
PEDIATRA: Derivará los casos que estime precisen prevención, o
intervención miofuncional por parte del terapeuta del lenguaje o
logopeda.
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CASO CLÍNICO N°1
Paciente femenino de 7 años de edad, aparentemente sana sin
antecedentes heredo-familiares de relevancia. La cual presenta Clase I
molar con incisivos parcialmente erupcionados y biprotrusión dental es
clasificada como clase I esqueletal, biotipo facial braquifacial.
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F
i
g
. 1. A y B Fotografías extraorales donde se observa retrusion del
mentón, biprotrusión y perfil convexo. C. Imagen intraoral que muestra la
mordida abierta anterior y cruzada posterior del lado izquierdo.
Fig. 2
Radiografía lateral del cráneo donde se observa la hiperdivergencia y la
mordida abierta anterior, obteniéndose mediante el trazo cefalométrico
una base anterior corta y maxilar aumentado, cuerpo mandibular
disminuido, protrusión maxilar y ligera retrusión mandibular, con rotación
de bases craneal.
Se diagnosticó mordida abierta anterior por deglución atípica y se
propusó como plan de tratamiento el uso de aparatología removible
superior e inferior para control de hábito y corrección de apiñamiento
moderado. Este aparato permite la remodelación y redirección del
crecimiento, control vertical, expansión trasversal independiente,
retrusión de premaxila, además de equilibrio y estabilidad
neuromuscular.
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Fig. 3Características del aparato inferior son: caras oclusales cubiertas
con acrílico para intrusión molar para cierre de mordida y tornillo de
expansión estándar. El aparato superior presenta un arco vestibular que
permite la retrusión y descenso premaxilar, tornillo estándar y
aditamentos elaborados con barra de metal redondeados a la altura de
caninos en palatino para control de deglución atípica.
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Discusión
Los hábitos bucales deformantes se definen como la costumbre que se
adquieren de un acto por su repetición frecuente; no son funcionales ni
necesarios y hacen que actúen fuerzas no naturales sobre los dientes
que pueden causar alteraciones dentomaxilofaciales; aparecen entre el
56% y 75% de los niños; producen alteraciones del balance
neuromuscular, discrepancia hueso diente, mordida cruzada posterior,
anterior, mordida abierta anterior y pueden provocar desviaciones de la
mandíbula. (3) Muy pocas anomalías dentofaciales son prevenibles,
pero al interceptarlas a temprana edad se pueden eliminar factores
etiológicos y mejorar en el 25% de los pacientes.
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de lengua esperar por lo menos dos años antes de retirar la terapia
utilizada para obtener una buena función. (5,8-11)
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CASO CLÍNICO II ORTOPEDIA: DEGLUCION ATIPICA O
INFANTIL EN NIÑA DE 7 AÑOS
Presentamos el caso de una niña de 8 años con deglución infantil
Diagnóstico:
Paciente acude a revisión donde se le informa que como consecuencia de no
haber hecho el transito natural de la deglución de bebé a la adulta, tiene un
estímulo constante al tragar y comer que condiciona el desarrollo de su boca
desfavorablemente.
Sellado del espacio libre que realiza la lengua para poder tragar
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Evolución:
La separación creada entre los incisivos por la deglución, es mantenida por un
circulo vicioso ya que necesita seguir interponiendo la lengua para poder sellar
el espacio libre y poder comer y tragar. La evolución de esta boca será
una mala función masticatoria, no podrá ser bilateral por lo que la boca tendrá
un desgate o envejecimiento desigual y no acorde a la edad}.
Tratamiento:
Haremos un tratamiento de ortopedia y rehabilitación neuroclusal para
ensanchar el paladar durante cuatro meses y modificar el plano oclusal.
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Aparato que evita meter la lengua entre los dientes para reeducar la función
lingual
Comentario al tratamiento:
Si los niños empiezan a venir a la consulta dental con 3-4 años es muy fácil
elegir el momento adecuado para corregir la función en base a las condiciones
particulares de cada boca y la madurez del niño para tener una colaboración
favorable al tratamiento.
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CASO CLINICO N°3
Niña de 9 años de edad que acude a consulta porque “no se le cierran los
dientes”, según manifiesta la madre. Entre los antecedentes familiares destaca
cierto prognatismo mandibular en el padre con tendencia a clase III ósea.
EXPLORACIÓN FACIAL
Revela un aspecto dolicofacial con tercios proporcionados y labios
competentes de tonicidad normal. La línea 1/2 dentaria superior está desviada
1,5 mm a la izquierda con respecto a la facial. El perfil es recto y los ángulos de
la convexidad (170º), naso-labial (110º), mento-labial (125º) y mento-cervical
(100º) se hallan dentro de la norma. Normoquelia inferior
(Figuras 1 y 2).
En el análisis funcional apreciamos una coincidencia entre relación céntrica y
máxima intercuspidación, y al pedirle que trague saliva proyecta la lengua sin
contraer los músculos maseteros ni la porción anterior de los temporales, signo
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que interpretamos como “deglución atípica”. También presenta respiración
bucal con cierta dificultad cuando se le pide que respire por la nariz. La
fonación no presenta anomalías apreciables.
La exploración intraoral revela unos índices de placa y gingivitis del 32% y 25%
respectivamente con buena coloración de mucosas, no traumatismos dentarios
ni recesiones gingivales y se halla en la segunda fase de dentición mixta. Las
arcadas son parabólicas. Se aprecian diastemas en el sector anterosuperior y
apiñamiento en el anteroinferior.
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La teleradiografía lateral de cráneo, a simple vista objetiva una clase III ósea,
un patrón dolicofacial, estrechamiento de vías aéreas superiores y perfil recto.
La radiografía de muñeca revela la aparición incipiente del “sesamoideo”
indicando que se encuentra en el estadio 4 de la curva de velocidad de
crecimiento de Grabe y Brown.
TRATAMIENTO REALIZADO
Nuestra preocupación inicial se centró en eliminar el hábito de “deglución
atípica” y “respiración bucal” para evitar el empeoramiento de la mordida
abierta, así como conservar el espacio de deriva en la arcada inferior para no
empeorar la clase III molar y la DOD negativa. A tal fin se aconsejó a la
paciente que realizara una serie de ejercicios mioterápicos supervisados por un
logopeda, antes, durante y después del tratamiento. Las primeras medidas que
se tomaron en la consulta de ortodoncia fueron la colocación de un arco lingual
con rejilla en la arcada inferior y una BTP baja con botón de Nance y
mentonera de tiro alto para control del crecimiento vertical (recordemos que la
niña se encontraba en el inicio de la etapa puberal y por tanto del crecimiento).
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Esta última medida ayudaba además a mantener la boca cerrada durante la
noche y forzar una respiración nasal (Figuras 5- 8).
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b) Sujetar una gomilla o elástico de ortodoncia con la puntade la lengua
apoyada sobre el paladar, y pedirle a la niña quetrague saliva sin que se mueva
la gomilla.
c) Sujetar una pastillita plana de caramelo sin azúcar con la punta de la lengua
sobre los rugués palatinos hasta que se disuelva.
d) El mismo ejercicio anterior pero alternando las pastillitas afrutadas de
distintos sabores y pidiendo a la niña que las identifique.
Estos ejercicios los realizó al menos dos veces al día durante 15 o 20 minutos
cada vez, asistiendo a la consulta del logopeda un día a la semana.
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de los elásticos se realizó sobre las asas de un arco “bull” de acero de 0,016 x
0,016” (Figuras 9-12).
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La etapa de la corrección de la clase molar y canina iniciada con la colocación
de la máscara se culminó con arcos cuadrados de acero 0,016 x 0,016” y
elásticos de clase III con componente de cierre de mordida y posteriormente
con elásticos de corrección de línea media como se aprecia en las Figuras 13 a
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El caso acabado tras 30 meses de iniciar el tratamiento se expone en las
Figuras 17 a la 24.
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Los cambios óseos y dentarios acontecidos desde el inicio hasta la terminación
del tratamiento los observamos en el análisis cefalométrico final y en el trazado
de las superposiciones (Figuras 25 y 26). Se aprecia un crecimiento mandibular
de 11 mm sin apertura del eje facial. El punto A del maxilar avanza 1,5 mm y
desciende 6 mm. El molar superior desciende 3 mm y prácticamente el inferior
se mantienen en la misma posición, los incisivos superiores se lingualizan 7º y
extruyen 4,5 mm y los inferiores sufren una vestibuloversión coronal de 2º.
DISCUSIÓN
Nos hallamos ante una niña en el inicio de la etapa puberal donde comienza a
incrementarse de manera importante la velocidad del crecimiento, teniendo en
cuenta además el patrón dolicofacial desfavorable y los hábitos de respiración
bucal y deglución atípica persistentes hasta este momento. Otro componente
de especial relevancia es la tendencia familiar a la clase III ósea, y que en la
niña también está presente aunque enmascarada por la posterorrotación
mandibular. Ante este panorama de difícil resolución la decisión de actuar en
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diferentes frentes a la vez (dentario, óseo y miofuncional) fuela más acertada
para solucionar el problema.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Canut, Jose A. (2004). Ortodoncia clínica y terapéutica. Editorial Masson.
Barcelona España.
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Rutz Varela, Mª Antonia y Cerecedo Pastor, Ana (2002). Síndrome del
respirador bucal.Aproximación teórica y observación experimental. Cuadernos
de Audición y Lenguaje,nº3, Pp.
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