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CHARTIER, Roger, Prólogo a la edición española de El mundo como

representación. Historia cultural: entre práctica y representación.


Gedisa: Barcelona, 2002 (prólogo fechado en 1991); pp. I–XII.
Diversidad de enfoques y temas:
– Los cuatro textos de “Tendencias e interpretaciones” examinan el utillaje conceptual y los modelos de
comprehensión manejados corrientemente por la historia cultural francesa (en la tradición de Annales).
– Los tres textos de “Historia del libro e Historia de la lectura” se refieren a la historia de las prácticas de lectura.
– Los dos textos de “Representación del mundo social” esbozan el proyecto de una historia de las representaciones
colectivas del mundo social (d.h., las diferentes formas a traves de las cuales las comunidades perciben y
comprenden su mundo y su historia).

Coherencia del libro: construye un espacio de reflexión y de trabajo: una historia cultural que asocia tres objetos
de estudio:
– Los textos (sus estructuras, sus motivos, su objetivo)
– Los objetos impresos (su distribución, su fabricación, sus formas)
– Las prácticas que, al tomar contacto con lo escrito, le conceden una significación particular a los textos ya las
imágenes que estos llevan (“sociología retrospectiva de las prácicas de lectura”)

Esta historia cultural plantea una cuestión central: relaciones entre las modalidades de apropiación de los textos y
los procedimientos de interpretación que sufren; se consagra a los procedimientos que regulan la producción de la
significación.
– ¿Cómo los textos, convertidos en objetos impresios, son utilizados, descifrados, apropiados por aquellos que los
leen o los escuchan?
– ¿Cómo, gracias a la mediación de esta lectura o escucha, construyen los individuos su “visión del mundo”? Ojo,

La lectura y el manejo de los libros no es sino una de las muchas prácticas que modelan las diversas
representaciones y experiencias –de ellas se ocupan la antropología histórica, la historia de lo cotidiano, la
microhistoria social... Chartier justifica su perspectiva de la historia cultural, según el cual el libro y la lectura
modelan las diferentes representaciones:
Importancia creciente de lo escrito en las sociedades del A.R., vinculada a las tres grandes evoluciones que se producen
entre los siglos XVI y XVIII y que modifican profundamente el mundo occidental.
– Conexión con el proceso de civilización: Norbert Elias relaciona el surgimiento del estado moderno, la
emergencia de nuevas formas sociales (p.e. sociedad cortesana) y mutación de las normas que constriñen las
conducatas individuales (aquí, el papel del libro como transmisor de reglas y prescripciones...)
– Conexión con el trazado de la frontera móvil, inestable, entre lo público y lo privado. Aparición de una esfera
privada de la existencia, sustraída tanto a los controles de la comunidad como al dominio del Estado.
– Conexión con la emergencia, en el siglo XVIII, de un espacio crítico, de una “esfera pública política” frente a la
autoridad del Estado. Nueva cultura política del siglo XVIII = libre discusión en el interior de una comunidad de
lectores.

= En este libro, como en Les origines culturelles de la Révolution française (1990), se presenta una definición renovada
de la historia cultural, centrada en la historia de la circulación de lo impreso y de las prácticas de lectura.

La historia de las mentalidades clásica... ... y la nueva historia cultural propuesta por Chartier
Establece una adecuación entre divisiones Esta adecuación es demasiado simplista. Utilidad de la noción de
sociales y diferencias culturales. representaciones colectivas (Mauss y Durkheim). Los esquemas que
generan estas representaciones son producto y, al tiempo, productores
de lo social, de las divisones de la sociedad.
Considera el lenguaje como un útil, como En realidad, la significación se construye, y la “realidad” se produce, en
la expresión transparente de una realidad el funcionamiento mismo del lenguaje.
exterior o de un sentido dado previamente.
Considera que las ideas o las mentalidades Hay que estudiar las formas textuales (o imágenes) que vehiculan la
son huéspedes de los textos, que son expresión de la mentalidad colectiva. Las formas implican efectos de
recipientes neutros. sentido → Estudios de caso de este libro: historia del libro (p.e.
prhibición de los romances en el siglo XVI español), historia de la
lectura (p.e. lectura oral en la Europa de los siglos XVI–XVIII, que
guía tanto las prácticas de escritura como las decisiones editoriales).
Partiendo de una representación previa de la lectura, las estrategias de
control o de seducción del lector utilizan la materialidad del libro,

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inscribiendo en él los dispositivos textuales y formales que tratan de
controlar la interpretación del texto.
El texto es “producido” no sólo por el propio autor –que inventa sin
embargo bajo coacción, sea consciente o inconsciente– o las prensas
del librero–editor, sino también por la interpretación del lector, que
construye un sentido particular. Los creadores, las autoridades o los
“clérigos” aspiran siempre a fijar el sentido de lo que otros van a leer o
a mirar, pero siempre, también, la recepción (basada en los esquemas
mentales y afectivos que consituyen la “cultura” –en sentido
antropológico) inventa, desplaza, distorsiona.

Ejemplo de la Biblioteca Azul francesa (librería de divulgacíon o buhonería): aquí se muestra que
– No puede consdierarse que la “literatura popular” expresa la “mentalidad” o la “visión del mundo” de los lectores
“populares”.
– Más bien, los libros de buhonería serían instrumentos de inculcación de gestos y de pensamientos nuevos;
– Importa la historia social de las interpretaciones;
– Importa contrastar las intenciones que guían la propuesta de un texto a un extenso público con las recepciones de
dicho texto (frecuentemente, las primeras con concuerdan con las segundas).

Debates en torno a la historia cultural. Posición de Chartier.

El “linguistic turn” propuesto en EE.UU. El Para Chartier, la experiencia no puede reducirse al discurso: las prácticas
“semiological challenge” implica que el constitutivas del mundo social (dominadas por la “lógica práctica”) no
lenguaje es un sistema cerrado de signos que pueden reducirse a la lógica que gobierna la producción de los discursos
producen sentido por el único funcionamiento (lógica heremenéutica, letrada, logocéntrica, escritutaria).
de sus relaciones. De ello se deduce un doble Si la historia cultural e intelectual = historia de la construcción de la
corolario: 1) la producción de la significación significación, entonces su objetivo es la tensión que articula la capacidad
es impersonal y automática (sin intención y inventiva de los individuos singulares o de las “comunidades de
sin control subjetivo); 2) la realidad social es interpretación” con los costreñimientos de lo que les es posible pensar y
un ente constituido por el lenguaje (sin enunciar.
referencia objetiva).
El “retorno a lo político” y a la filosofía del La historia cultural de Chartier, sin embargo:
individuo, agitado en Francia contra la – Considera al individuo no en la libertad supuesta de su yo propio y
antropología histórica y la historia cultural. separado, sino en tanto está inscrito en el seno de la sociedad.
Su perspectiva es inversa de la que marca el – Coloca en el centro la cuestión de la articulación de las obras,
“linguistic turn” en EE.UU. Lejos de postular representaciones y prácticas con las divisiones sociales, que a la vez
la automaticidad de la producción de sentido, son incorporadas y producidas por los pensamientos y las conductas.
pone el acento en la libertad del individuo, la – Apunta no a autonomizar lo político, sino a comprender cóo toda
parte reflexionada de la acción, la autonomía transformación en el poder supone un equilibrio de tensiones
de las decisiones. Fuera determinaciones específricas entre los grupos sociales al mismo tiempo que modela
habituales en las ciencias sociales. unos lazos de interdependencia particulares, una estructura d ela
personalidad original → La historia cultural de Norbert Elias rechaza
el retorno a la filosofía del individuo y a la primacía de lo político, sin
por ello reproducir los antiguos determinismos.

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