HERMANDAD BLANCA MISIONARIA DE LUZ

Universidad de los Siete Rayos

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COCO, UNA PELÍCULA DE SANACIÓN POR ANCESTROS

“Es fundamental conocer la historia familiar y

observar qué pasó en el árbol, ver qué es lo que necesito
reparar según quién sea mi doble La historia familiar,
entonces, ilumina la personal. "Comprenderlos estos
programas y sanarlos nos libera”
.
Carolina Wilches, ancestróloga

Hace algunos días tuve la

oportunidad de ver el filme de animación
Coco de Disney Pixar, ganador del Óscar
a la Mejor Película de Animación 2017,
todos quienes la han visto coinciden en el
juicio de que se trata de una bella y
emotiva historia que, como sabemos,
tiene sus bases en la celebración de Día de
Muertos, importante fiesta popular en
México.

Siempre he pensado que esta celebración mexicana es muy

interesante pues manifiesta una cosmovisión relativa a la muerte, a los
ancestros, a las genealogías familiares y sobre todo al recuerdo de los
parientes que ya tomaron el camino de partida de regreso al Padre.

Las ofrendas los reconocimientos, el recuerdo, en definitiva, que

se hace de los parientes que aún perviven en la memoria y cuya imagen
se realza y se pone de relevancia en esa noche especial, configuran una
festividad de hondo contenido místico esotérico y de una poderosa
evocación simbólica.

Al ver la película es imposible soslayar el mensaje relativo a la

Ancestrología, Constelaciones familiares y la sanación por los ancestros
que aparece nítido desde el inicio en el filme. Incluso el hecho de que el
trabajo de sanación por ancestros y la relación que cada uno de
nosotros establece con ellos es única y los mensajes que ellos nos dejan
son particulares y distintos para cada individuo, para cada alma,
también eso aparece con absoluta claridad en el filme. .
 En Coco, conocemos el viaje de Miguel (con toda la carga
simbólica y esotérica del tema del viaje), un niño cuyo mayor anhelo es
ser músico, pero dentro de su familia esa profesión está prohibida. Es en
este plano donde su tatarabuelo adquiere relevancia en la historia, ya
que se pone de manifiesto la importancia que adquirió la música en su
vida y cómo ello impactó negativamente en la familia, lo que a la postre
terminó convirtiéndolo en un excluido del que nadie hablaba, y del que,
por supuesto, no existía foto alguna en la ofrenda. Algo que dentro de la
cultura mexicana tiene un sentido muy importante, en todo equivalente
a borrar el nombre en la antigua cultura egipcia.

Así, por al menos dos generaciones, se mantuvo esta situación de

olvido a un miembro de la familia y ello fue acrecentando una historia
sabida, pero callada, porque no se podía hablar de ella y donde la
música, un arte tan bello y extraordinario, queda prohibida.

Hasta que Miguel quiere ser músico, porque el gen de su

tatarabuelo surge con fuerza en él. Y sin saberlo inicia un viaje curativo
que simbólicamente refleja el viaje espiritual de la sanación por
ancestros.

Es que el trabajo de sanación con ancestros visto desde una

mirada transpersonal y holística, permite reconocer que muchos de los
conflictos que se reflejan en el sistema familiar se construyeron a través
de secretos, de situaciones innombrables, de figuras excluidas, de
silencios, de muertes calladas, es todo aquello que se barre bajo de la
alfombra y, por lo tanto, no ha desaparecido, solo está oculto a la vista.
En algún momento alguien levanta la alfombra y toda esa suciedad
escondida aparece y hay que limpiarla. Es la única manera de alcanzar
curación y darle sentido, memoria y lugar en nuestras biografías
personales.

En la película, el pequeño Miguel quiere ser músico, pero él no

sabe de dónde le viene ese deseo tan íntimo en una familia que
aborrece la música. Sin quererlo, ni sospecharlo siquiera, él completará
el recorrido de ida y regreso que su tatarabuelo no pudo hacer, producto
de la traición, y con ello sanará a tres generaciones entre vivos y
muertos.

Por supuesto que este viaje será riesgoso y el triunfo de Miguel,

como todo viaje heroico, no se alcanzará sin luchar, con irrestricto
respeto a la tradición y a la relación que debe establecerse entre el
mundo invisible y el nuestro. Particularmente bella es la imagen de la
bendición que requiere Miguel para volver al mundo de los vivos, porque
dicha bendición equivale exactamente a la sanación. Y que la bendición
sana, es algo que en nuestra escuela enseñamos desde hace décadas.

Es por eso que decimos que para cualquier espectador ingenuo

esta historia es solo eso, nada más que un cuento infantil (como habría
dicho Ami), pero la verdad es que el trabajo de sanación por ancestros
es una liberación de lastres adheridos, es la reconstrucción del equilibrio
perdido y eso solo es posible a partir del reconocimiento sincero y
auténtico de nuestras propias raíces, de nuestra carga genética que es
mucho más que sólo información biológica, es un vehículo de
transmisión emocional, aunque la Ciencia aún no lo descubra. La
bendición es, por tanto, el hermoso símbolo de la sanación.

No debemos olvidar que en todas nuestras familias hay situaciones

calladas, recuerdos ocultos, silencios conscientes e inconscientes.
Acuerdos, restricciones, tabúes, dramas, vergüenzas, frustraciones de
todo tipo vinculados al pasado de nuestros parientes. Todo ello, nos
afecta, aunque no seamos conscientes de ello y será la manera en que
enfrentemos estas situaciones la que permitirá primero explicar y luego
sanar nuestras penas, miedos, dolores y nostalgias de aquello que a
veces ni siquiera conocemos,

Esa y no otra es la clave para entender el porqué de las trabas

emocionales, de errores repetidos, de tristezas, de angustias,
discapacidades, problemas matrimoniales, abortos, infertilidades,
carencias, etc.

Las heridas más profundas encuentran su correcto diagnóstico es

esta terapia y Coco es una bella alegoría de ello.

Una vez alcanzado el reconocimiento del problema, viene

enfrentarlo, perdonarse los unos a los otros e iniciar la liberación,
recordemos al Maestro Jesús que dijo: “Solo la verdad os hará libres”
(Juan 8.32). Solo tras la liberación, la curación es posible.

Desde un punto de vista gramatical/temporal es Pasado, presente,

futuro. Osea: Mirada al pasado, liberación del presente y nueva actitud
en el futuro.

Por todo lo señalado anteriormente, el trabajo de sanación con

ancestros, busca siempre que las personas podamos soltar y dejar ir
aquello que no nos pertenece. Entendiendo que esto no es algo que
hagamos solos en casa, pues al encontrarnos en la rutina, no podemos
salir de ese lugar que muchas veces nos resulta incómodo.
 Para enfrentar esta terapia en forma adecuada, es necesario
sumergirse en ese pasado difícil y lo mejor es hacerlo acompañado por
un terapeuta calificado que guíe ese viaje interno, que ayude a colocar
y dar sentido a las cosas para afrontar la historia, favoreciendo siempre
la correcta comprensión de esos recuerdos antiguos y dispersos que se
encuentran en desorden y de los que muchas veces no se tiene todas
las piezas; una mirada desde afuera permitirá reconstruirlo y llevarlo a
sanar con una mirada comprensiva y amorosa, desprovista de rencores
y trabas.

Es el momento de hacer nuestro propio viaje, como Miguel lo hizo

en Coco, para alcanzar nuestra propia sanación.