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Universidad de Chile

Facultad de Ciencias Sociales


Magíster en Antropología y Desarrollo

IMAGINARIO SOCIAL DE LA VEJEZ Y EL ENVEJECIMIENTO


Análisis de Contenido de Prensa Escrita:
El Mercurio, Las Últimas Noticias y La Cuarta

Tesis para optar al grado de Magíster en Antropología y Desarrollo

Profesor guía: Dra. Paulina Osorio

Alumna: María José Torrejón Carvacho

Abril de 2007
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN _________________________________________________3
II. VEJEZ Y ENVEJECIMIENTO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ______7
III. APROXIMACIÓN AL IMAGINARIO DE LA VEJEZ Y EL ENVEJECIMIENTO
DESDE LA PRENSA ESCRITA ______________________________________12
IV. IMAGINARIOS SOCIALES: UNA PROPUESTA DESDE LA TEORÍA DE
SISTEMAS_______________________________________________________16
4.1 Los Imaginarios Sociales: Definición ________________________________ 18
4.2 Meta-código Relevancia/ Opacidad _________________________________ 19
4.3 Imaginarios Sociales: Estereotipos y Medios de Comunicación de Masas _ 20
4.4 Procedimientos__________________________________________________ 21
4.5 Modelo Operativo ________________________________________________ 23
4.5.1 Marco de referencias espacio temporales ________________________________ 23
4.5.2 La construcción bifocal de la realidad social ______________________________ 24
4.5.3 Opacidades _________________________________________________________ 24
V. MARCO METODOLÓGICO _______________________________________26
5.1 Aplicación del modelo_____________________________________________ 26
VI. VEJEZ, ENVEJECIMIENTO Y EDAD: DE LO BIOLÓGICO A LO SOCIAL__29
6.1 Vejez y Envejecimiento ___________________________________________ 29
6.2 Conceptualizaciones en torno a la Edad _____________________________ 33
6.3 Estereotipos, Mitos y Percepciones en torno a la Edad _________________ 37
6.3.1 Salud y Calidad de Vida _______________________________________________ 38
6.3.2 Aprendizaje _________________________________________________________ 40
6.3.3 Productividad________________________________________________________ 41
6.3.4 Participación ________________________________________________________ 42
6.3.5 Aislamiento y Soledad ________________________________________________ 43
VII. ANÁLISIS DE PRENSA ESCRITA: EL MERCURIO, LA CUARTA Y LAS
ÚLTIMAS NOTICIAS_______________________________________________45
7.1. El Mercurio ___________________________________________________________ 46
7.2. La Cuarta ____________________________________________________________ 56
7.3. Las Últimas Noticias ___________________________________________________ 62
VIII. IMAGINARIO SOCIAL DE LA VEJEZ Y EL ENVEJECIMIENTO____________ 69
8.1 Resultados Generales ____________________________________________ 69
8.2 Modelo Operativo: Relevancias ____________________________________ 72
8.3 Tras las relevancias, las opacidades ________________________________ 76
IX. CONCLUSIONES ______________________________________________79
X. BIBLIOGRAFÍA ________________________________________________86
ANEXOS ________________________________________________________92

2
I. INTRODUCCIÓN

El envejecimiento de la población, observable en Latinoamérica y el Caribe desde


la segunda mitad del siglo XX (Villa y Rivadeneira, 1999), es parte del proceso de
cambio demográfico global, cuyas transformaciones derivadas implican cambios
cualitativos en las modalidades en que se organizan las sociedades, al mismo
tiempo que sirven de marco a los cambios culturales y económicos que han
acompañado a este proceso (CEPAL, 2004).

Los países de América Latina y el Caribe han experimentado dichas


transformaciones, las que se manifiestan distintivamente en la disminución del
crecimiento de la población y el creciente envejecimiento de las estructuras por
edad. Factores de este cambio son el descenso de la fecundidad y la sostenida
reducción de la mortalidad desde la segunda mitad del siglo pasado. Efectos de lo
anterior en América Latina son el aumento de la esperanza de vida al nacer,
actualmente 72 años, y una acelerada transición demográfica distinguible en el
envejecimiento de la población en varios países de la región. En el informe de la
Segunda Asamblea Mundial del Envejecimiento, celebrada en Madrid el 2002, se
plantea el reto que significan estos cambios para la sociedad en cuanto a
aumentar las oportunidades para las personas –y especialmente para las
personas de edad- con el fin de aprovechar al máximo sus capacidades de
participar en todos los aspectos de la vida. Lo anterior se presenta como un
desafío en el contexto de Latinoamérica, donde la proporción de personas
mayores de 60 años se triplicará entre los años 2000 y 2050, y uno de cada cuatro
latinoamericanos será adulto mayor (op. cit, 2004).

En este mismo escenario, la velocidad de cambio de la población de 60 años y


más crece más rápido y con mayor ímpetu (3,5%) que la población de edades más
jóvenes. La velocidad de cambio de esta población será entre tres y cinco veces
mayor que la de la población total en los períodos 2000-2025 y 2025-2050,
respectivamente (op. cit, 2004). Debido a este aumento de la longevidad, el peso
de las personas más viejas entre los mayores también se incrementará: la
población mayor de 75 años pasará de un 2% a un 8% entre el año 2000 y el
2050.

En nuestro país el panorama no es muy diferente, según el Centro


Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) que clasifica a los países
de la región según la etapa de la transición demográfica, Chile presenta un
envejecimiento demográfico moderado-avanzado (op. cit, 2004). Esto significa que
en la actualidad el porcentaje de personas mayores de 60 años representa entre
un 8% y 10% de la población total. Dicho porcentaje experimentará un rápido
aumento hasta alcanzar cifras entre 25% y 30% hacia el 2050.

Para el caso chileno según las cifras del último censo, en el año 2002 había un
total de 1.717.478 personas de 60 años y más, lo que equivale a un 11,4% de la

3
población total del país. Según estimaciones de un estudio elaborado por CEPAL
(2002) para el 2010 dicho porcentaje correspondería al 12,4% de la población
total. Las estimaciones para un futuro no tan lejano, esto es para el 2025,
muestran que un 18,1% de la población estará compuesta por personas de 60
años y más.

De esta forma, el cambio demográfico y el envejecimiento de la población se


convierte en una de las características del siglo XXI, durante el cual por primera
vez en la historia la proporción de población joven y la población correspondiente
a adultos de 60 años y más serán equivalentes (Naciones Unidas, 2000)

Surgen así nuevas generaciones de personas mayores que están formándose y


serán formadas por quienes llegan progresivamente a la vejez. Ante esta
extensión de la vida de las personas se plantea la redefinición de las fronteras
generacionales, así como la de los conceptos e implicaciones relacionados con las
mismas (Rey, 1999 citado en Parales y Dulcey-Ruiz, 2002), haciéndose necesario
abordar los nuevos escenarios y las nuevas conceptualizaciones que ahí se dan
para poder clarificar el panorama actual de la vejez y el envejecimiento, tanto a
nivel teórico como empírico.

Lo anterior hace que los temas relacionados con la vejez y el envejecimiento se


constituyan en una de las principales preocupaciones del sector público y privado,
siendo especialmente evidente este tema en los diferentes comunicados
realizados por el gobierno de la concertación desde la crisis del sistema de las
pensiones y la necesidad de su mejoramiento. Pero también comienzan a
aparecer cada vez más en la prensa otras referencias: la sexualidad durante esta
etapa, los efectos que producen los estereotipos en torno a la edad sobre los
adultos mayores, el descenso en la tasa de natalidad y el envejecimiento de la
población, etc. Así, pareciera que las comunicaciones relacionadas a la vejez y el
envejecimiento en los medios de comunicación masivos se hacen cada vez más
presentes, a esto hay que agregar los avisos publicitarios, reportajes y programas
que nos muestran, o no nos muestran, personajes que se pueden relacionar al
tema que hemos venido abordando. Lo anterior da cuenta de algo que está
ocurriendo en nuestra sociedad, no sólo se a nivel de los medios de comunicación,
sino que refleja las imágenes que nosotros manejamos sobre la vejez y
envejecimiento, los prejuicios y estereotipos que tenemos sobre dicho tema y las
acciones que realizamos de acuerdo a esto. De esta forma, con el fin de aclarar lo
que se está construyendo en nuestra sociedad en torno a ello, lo que buscamos
abordar en esta investigación es el imaginario social de la vejez y el
envejecimiento.

Si queremos abordar el imaginario social, la propuesta de Juan-Luis Pintos resulta


de mucha utilidad debido a que nos permite una perspectiva amplia a través de la
cual podemos observar diferentes agentes constructores de realidad. De acuerdo
a este autor, una forma de acceder a esta nueva situación puede darse a través
del análisis de los medios masivos de comunicación, los cuales cada vez más

4
influyen en la construcción y reconstrucción de las creencias sociales (ideologías,
imágenes, actitudes, opiniones y representaciones sociales). De este modo, los
medios masivos de comunicación actúan como transmisores de la cultura, ante lo
cual la perspectiva antropológica ligada a esta temática se interesa en cómo una
manera de ser (mujer, étnico, nacional y debiéramos agregar, joven, viejo, etc.) se
transmite a las personas por un proceso de comunicación masiva (Osorio, 2002).
Al relacionar esto con los temas de vejez y envejecimiento entendidos como
productos históricos y socioculturales, es decir, como construcciones sociales
(Parales y Dulcey-Ruiz, 2002) vemos que los medios de comunicación de masas
corresponden a uno de los factores básicos que ha permitido la formación de una
“Cultura de la Ancianidad” (Fericgla, 1982).

Los medios de comunicación de masas contribuyen en la elaboración de


autodescripciones y memorias sociales (Luhmann, 1996 citado en Pintos, 2001) y,
en conjunto con otras empresas de construcción de realidad (la escuela, el estado,
la iglesia), instituyen los diversos imaginarios sociales (Hurtado, 2004). Es
mediante la pugna de dichos dispositivos que la realidad es construida
socialmente, y se distribuye y generaliza –se podría decir que se naturaliza- como
realmente existente a través de los imaginarios sociales (Pintos, 1994).
Sintéticamente podemos definir los imaginarios sociales como “esas múltiples
cosmovisiones que el hombre engendra y desarrolla bajo diversas formas para dar
lugar así a la elaboración de sentidos” (Baeza, 2000, p.132).

Los materiales sobre los que se trabaja para acceder a los imaginarios sociales
son aquellos productos que aparecen en el tejido comunicativo múltiple, “abarcan
lo que publican los periódicos y las revistas, lo que emiten las radios y los canales
televisivos, las películas, las músicas; las diferentes formas del espacio que se
expresan en la escultura y la arquitectura y la forma de construirlo socialmente en
el urbanismo; las poesías y las novelas, los cómics, los sitios de Internet y la
omnipresente publicidad” (Pintos, 2000a). Así, una aproximación al imaginario
social de la vejez y el envejecimiento a través de los medios de comunicación
masivos, en conjunto con una revisión bibliográfica amplia, nos permite conocer
qué creencias y representaciones circulan en torno a esta temática. Dada la
amplitud de posibilidades de acceder desde los medios de comunicación de
masas, en esta investigación optaremos por hacerlo desde la prensa escrita,
específicamente a través del análisis de contenido de los diarios El Mercurio, Las
Últimas Noticias y La Cuarta.

La vejez se ordena según una política de edades, esto se refiere al modo en que
una sociedad ejerce controles sobre el desenvolvimiento de los individuos con
relación al concepto de edad (Iacub, 2001), a la cual se le asignará a su vez una
significación particular según el contexto en que se encuentre. Si entendemos la
vejez como una construcción que forma parte de una política de edades es posible
observar aquello que la está determinando, es decir aquello que le asigna o no
poder, prestigio o le infunde valoraciones negativas o positivas, en otras palabras,
podemos aproximarnos a aquello que la está llenando de sentido en su proceso

5
de construcción. Los imaginarios sociales, según la propuesta de Juan- Luis
Pintos (2004b) nos permite acceder a esto. El observar dicha construcción desde
la prensa escrita resulta de mucha utilidad dado que nos permite analizar la
información tanto a nivel de noticias, como de reportajes que abarcan desde
temas de política y salud hasta belleza, pudiendo diferenciarse claramente según
la sección del periódico utilizada.

A través de la información que se nos presenta y la forma como se le relaciona


con el tema que nos convoca en esta investigación, los medios de comunicación, y
en consecuencia la prensa escrita, cumple un rol relevante en el modelamiento de
estereotipos vinculados a grupos sociales, produciendo o proyectando las
imágenes circulantes, de modo que lo que el imaginario social de la vejez y el
envejecimiento presenta en los medios masivos de comunicación guarda estrecha
relación con la construcción social de la edad. En este contexto, la pregunta que
guía nuestra investigación es: ¿cuál es el imaginario social en torno a la vejez y el
envejecimiento presente en la prensa escrita?

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II. VEJEZ Y ENVEJECIMIENTO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Morales (2000) reconoce la importancia de los medios de comunicación en el


modo en que las personas perciben la vejez. Los medios de comunicación suelen
referirse al "problema de envejecer", como algo completamente ajeno a las
realidades individuales de todos los involucrados en el proceso comunicacional, a
la vez que los programas ilustran destructivamente el paso a la vejez.

El 2005 el Consejo Nacional de Televisión1chileno llevó a cabo la Quinta Encuesta


Nacional de Televisión, y en ella lo interesante es que es la primera vez que se
incorpora el segmento de Adultos Mayores (66 a 80 años). Según los resultados
entregados sobre el consumo diario de medios de comunicación, el segmento
correspondiente a los adultos mayores es el segundo más consumidor de diarios y
televisión después del segmento de adultos entre 46 y 65 años.

En este contexto, resulta pertinente poner atención sobre las imágenes de grupos
de edad en los medios, en nuestro caso, en las imágenes de los adultos mayores.
Según Anderson y Harwood (2002) los medios transmiten y perpetúan
estereotipos de los grupos sociales y estas imágenes afectan en mayor y menor
grado las percepciones de los miembros del grupo, de los grupos, y de las
relaciones intergrupales. Por este motivo se incluyó en la encuesta Imágenes de la
Vejez, realizada el año 2002 por el Comité Nacional para el Adulto Mayor, el papel
de los medios en la construcción de la imagen del adulto mayor en Chile (cuadro
nº 1). Un 42% de los encuestados considera que los adulos mayores no son
considerados por los medios de comunicación, un 39% piensa que los medios de
comunicación transmiten una imagen positiva del adulto mayor y un 13, 4% cree
que los medios de comunicación transmiten una imagen negativa de éstos. En
dicho documento se cita a Abraham Santibáñez quien señala, que las reiteradas
imágenes deformadas sobre el adulto mayor presentes en la prensa son
responsabilidad de los medios, pero también son un reflejo de lo que piensa
nuestra sociedad.

1
El Consejo Nacional de Televisión de Chile es un organismo autónomo y con personalidad jurídica propia,
encargado de velar por el correcto funcionamiento de los servicios de televisión.

7
Cuadro nº 1: Imagen de los adultos mayores en los Medios

Fuente: Encuesta Imágenes de la Vejez 2002

Sin embargo, no hay en Chile estudios empíricos publicados sobre cuáles son las
imágenes de la vejez que se presentan en los medios de comunicación. En un
documento publicado por CEC (2004) titulado “Comunicación y Envejecimiento,
una Apuesta Local” se hace una aproximación a este tema desde la construcción
de planes locales de envejecimiento que entreguen herramientas para que las
personas mayores puedan hacer uso de los medios locales de comunicación. Sin
embargo, a falta de experiencias concretas en Chile, en este texto se citan los
trabajos realizado en Colombia y presentados en el libro “Periodismo y
comunicación para todas la edades”, editado en noviembre del 2002 por el
Ministerio de Comunicaciones de la república de Colombia en conjunto con el
Centro de Psicología Gerontológico. Dicho libro parte de la noción de que la
comunicación es una herramienta capaz de orientar la atención pública hacia
temas fundamentales, de informar a la comunidad sobre los asuntos relacionados
con sus expectativas y necesidades, de contextualizar situaciones, y de contribuir
y promover a facilitar la participación de todos en la construcción de alternativas
de desarrollo.

Dado que el texto colombiano es el antecedente más completo con el que


contamos pasaremos a revisarlo a continuación.

En esta publicación nos encontramos con dos artículos dedicados a las imágenes
de las edades en los medios. El primero corresponde a Anderson y Harwood,
donde sintetizan investigaciones de análisis de contendido de programas de
televisión de Estados Unidos, con respecto a la presencia y a la imagen de
personajes de distintos grupos de edad utilizando como marco de referencia los
procesos de socialización y la teoría intergrupal resume. Los resultados de su
investigación muestran que las personas mayores y los niños están sub-
representados en la televisión, en cambio los adultos de edad mediana parecen
ser generalmente sobre-representados.

8
Los autores revisaron además una serie de estudios de análisis de contenido
televisivo sobre representaciones de los adultos mayores. Los resultados de
dichos estudios son diversos. Algunos concluyen que las personas mayores son
frecuentemente mostradas tomando en cuenta sus características periféricas,
fundamentadas principalmente en estereotipos (Robinson y Skill citados en
Harwood y Anderson, 2002). Mientras que otras investigaciones de diversos
autores (Harwood y Anderson; Dail; Peterson; Bell citados en Harwood y
Anderson, 2002) concluyen de forma menos negativa. En este sentido, no hallaron
diferencias con respecto a la edad cuando se presentaban personajes en roles
destacados y las imágenes de éstos eran relativamente positivas. Las diferencias
en los resultados, a juicio de los autores, se deberían en algunos casos a lo
limitado de las muestras.

En el análisis realizado por Harwood y Anderson en el 2001 sobre las diferencias


de edad en las interacciones familiares que aparecían en la televisión, se
apreciaba muy pocas interacciones que incluyesen relaciones con abuelos, y casi
no se mostraban personas adultas mayores interactuando con sus cónyuges.

En cuanto a la aparición de mujeres mayores en la televisión estadounidense,


Harwood y Anderson (2002) mencionan que diversos estudios muestran un patrón
en el cual a medida que las mujeres envejecían tendían a ser menos significativas
para el medio televisivo. Además se observaba que en el caso de los hombres,
éstos a medida que envejecían se les mostraba como seguros, activos y maduros,
en tanto que las mujeres se mostraban como dependientes.

Quizás el referente más cercano a la investigación que aquí se propone es el


artículo “El envejecimiento y la vejez en prensa escrita: análisis comparativo”,
escrito por Dulcey-Ruiz, Jaramillo y Villamizar (2002). En dicho artículo se analiza
comparativamente dos estudios acerca de la imagen del envejecimiento y la vejez
presentada en cuatro periódicos de Bogotá. Los análisis se hicieron en 1982 y en
el 2002, coincidiendo la celebración de la primera y la segunda Asamblea Mundial
sobre el Envejecimiento, respectivamente. Los autores identifican cambios
cuantitativos y cualitativos en los mensajes presentados, resaltando aquellos
relacionados con el género, el estrato socio-económico y la temática
predominante. En 1982 los mensajes se relacionaban en su mayoría con la muerte
de personas mayores, mientras que en el 2002 se referían a personas mayores
activas en diversos campos. Es notable, en general, el incremento de la presencia
en la prensa escrita analizada, de imágenes de personas mayores comprometidas
con muy diversos roles: políticos, artísticos, literarios, humanitarios, entre otros.

En el análisis realizado en 2002, son predominantes las referencias a la vejez


(personas mayores de 60 años) que aluden al envejecimiento. Además se aprecia
un aumento en el número de mensajes referente a dicho tema, en concordancia
con el panorama de envejecimiento demográfico. Sin embargo en los artículos de
los periódicos difícilmente se diferencia entre vejez como condición o época de la
vida y el envejecimiento como proceso durante todo el transcurso de la misma.

9
Los resultados anteriores se comparan con el estudio antes comentado de
Harwood y Anderson, ya que en primera instancia, los resultados de ambos
estudios parecen diferir sobre la subrepresentación de la vejez en lo medios. Pero
al realizar una visión global se observa que en los medios sigue existiendo dicha
subrepresentación, aunque es mucho más patente en la televisión, y con respecto
a algunos grupos sociales como las mujeres y las personas viejas más pobres
(Dulcey-Ruiz, Jaramillo y Gómez, 2002, p. 119).

En otro artículo publicado en el 2002 por Elisa Dulcey- Ruiz y Carlos Parales, se
presentan también resultados del estudio recién citado. Aquí se distinguen cuatro
marcos discursivos referentes al envejecimiento y la vejez, estos son: experiencias
y relaciones, seguridad social, problemas y desafíos socioeconómicos y salud y
enfermedad. El primero hace referencia al envejecimiento y la vejez en el contexto
relacional (familia, vida en pareja, roles de género), en general trata sobre las
experiencias personales asociadas al proceso de envejecimiento. En este
contexto, el envejecimiento se presenta como un proceso inevitable, mientras que
la vejez es una etapa de la vida a la que se dice temer, pero que debe ser
enfrentada inevitablemente (Parales y Dulcey- Ruiz, 2002). El “marco discursivo
seguridad social”, se asocia a momentos de debate acerca de la reforma
pensional en Colombia. Por su parte, el marco “problemas y desafíos
socioeconómicos”, alude a la preocupación por temas como el envejecimiento
poblacional y sus efectos en los sistemas de seguridad social en países y
ciudades, a diferencia del marco anterior, éste alude a los efectos del
envejecimiento poblacional en el campo macroeconómico principalmente, donde
se concibe el envejecimiento y la vejez como carga (Op. cit, 2002). Por último, el
marco “salud y enfermedad”, surgen temas que apuntan hacia una medicalización
del envejecimiento y de la vejez, a la ves que aparecen temas de prevención y
estilos de vida saludables.

Además de los artículos de Harwood y Anderson y de Dulcey-Ruiz, Jaramillo y


Gómez, se presentan en la publicación colombiana artículos y ensayos de
diversos autores que tocan este tema, basándose más en sus apreciaciones y
experiencias personales que en estudios sistemáticos y empíricos. En este
contexto, Restrepo (2002) realiza una reflexión sobre el rol bajo el cual son
representados los adultos mayores en los periódicos. Según el autor, los viejos
son presentados en los medios como víctimas, cuando son problemas o dejan de
serlo o cuando se anuncian avances científicos para solucionar sus problemas de
salud. Asimismo, ocuparían lugar en los medios cuando la sociedad siente el peso
de sus pensiones, cuando hay que resolver su soledad, sus ocios o su abandono,
en este sentido, habría coincidencia con los resultados presentados por Parales y
Dulcey- Ruiz. Sarmiento (2002) sigue esta línea de reflexión, agregando que los
viejos son noticia cuando son abandonados o asistidos. También aparecerían
cuando realizan alguna “gracia”, “los entrevistan y casi siempre constituye una
especie de hazme reír el hecho de que una persona vieja se atreva a subir a un
escenario a bailar” (Op. Cit, 2002, p. 49). Sostiene que son noticia cuando son

10
muy viejos, aunque hayan sido miembros importantes de la sociedad, sólo
reaparecen por haber llegado a los 100 años (Op. Cit, 2002.).

Sin embargo, la autora sostiene que este enfoque puede cambiar de la mano de la
relación entre los medios de comunicación y el mercado. Debido al cambio
demográfico los grupos objetivo están cambiando y van estar compuestos por
gente de más de 60 años. Por esta razón, los medios tendrán que hacer
periodismo para gente mayor de 60 años, porque necesitan mantener rating,
tienen que responder a la composición demográfica de la sociedad para la cual
están editando sus publicaciones o sus programas (Op. Cit, 2002).

Como ya se mencionó, no hay antecedentes de investigaciones realizada en Chile


sobre el imaginario, las imágenes o las representaciones de la vejez en los medios
de comunicación de masas, sin embargo vale la pena mencionar un artículo de
Patricio Ríos (2005) titulado “El canto de la tercera edad”, que se acerca a este
esfuerzo a partir del análisis de dos canciones de cantautores de habla hispana,
cuyas canciones pueden ser definidas como productos de consumo masivo. En
este sentido, el autor explora las relaciones existentes entre edad biológica y edad
social, buscando visibilizar y desnaturalizar la construcción cultural de la vejez, o
en palabras del autor, busca “desmontar las trampas ideológicas” que justifican la
injusticia y la discriminación de las personas mayores.

El interés del autor por su análisis radica en que sus letras significan la vejez sin
innovar, sino que se basan en percepciones comunes. Las canciones elegidas
fueron “Los viejos” de Fernando Ubiergo y “Llegar a viejo” de Joan Manuel Serrat,
las cuales abordan diferentes perspectivas de la vejez, la primera presenta una
vejez apocalíptica. En la canción de Ubiergo se pueden distinguir 5 ejes de
significación: a)"inactividad" con su complemento de "ocupaciones inútiles";
b)"cercanía de la muerte"; c) "exilio del presente y del futuro"; d) "fragilidad";
e)"marginalidad social" (transparencia) (op. cit, 2002.). Por su parte la canción de
Serrat señala el infierno de la vejez, aunque al mismo tiempo abre una esperanza
de una construcción diferente en tanto las personas sean capaces de reconocer
que todos llegarán a viejos.

11
III. APROXIMACIÓN AL IMAGINARIO DE LA VEJEZ Y EL ENVEJECIMIENTO
DESDE LA PRENSA ESCRITA

La importancia de preguntarse sobre la presencia y tratamiento de los temas


relacionados con la vejez y el envejecimiento en los medios de comunicación, en
este caso particular desde la prensa escrita, se presenta tanto a nivel teórico como
metodológico. A nivel teórico ya que cualquier propuesta de una teoría post-
gerontológica (Iacub, 2001) requiere clarificar las representaciones de la vejez que
rigen en nuestra sociedad y cuál es el sujeto que dichas representaciones
producen. Vejez y envejecimiento son términos que suscitan sentimientos
encontrados y opiniones contradictorias, además sus criterios e indicadores son
ambiguos, a esto se agregan las innovaciones aceleradas en todos los campos, lo
que hace más difícil ante la creciente heterogeneidad y complejidad del curso de
la vida humana tomar una edad como criterio (Neugarten, 1999). En este contexto,
la comunicación cumple un papel fundamental en el aprendizaje de lo que se
entiende por envejecimiento y por vejez, en el bienestar de los mayores y en el
desarrollo de relaciones intergeneracionales (Parales y Dulcey- Ruiz, 2002). Así, el
observar el imaginario tomando en cuenta los medios de comunicación masivos,
en nuestro caso particular la prensa escrita, resulta bastante aclaratorio. Diversos
autores reconocen que el significado de la vejez depende de su contexto
sociocultural, los medios de comunicación masivos, uno de los principales
constructores de realidad de nuestro tiempo2, nos dan un buen panorama sobre
las construcciones existentes en torno a la vejez y el proceso de envejecimiento.

Lo anterior cobra sentido si consideramos que existen diferentes formas de


percibir y conceptualizar la edad (Del Valle, 2001). El aproximarse de manera
empírica al tema de la vejez y el envejecimiento resulta no sólo un complemento
para la teoría gerontológica, sino una necesidad en tanto hay autores que
reconocen que muchas personas actúan de acuerdo a la edad cronológica y la
edad atribuida sin dejar que aflore el sentimiento que tengan respecto a su edad
(op. cit., 2001). Lo que se representa en los diarios, los temas que se abordan, las
fotografías, imágenes publicitarias, etc., así como los estereotipos que se manejan
a nivel social en torno a la edad forman parte de definiciones que repercuten en el
modo como las demás personas se perciben a si mismas y entre sí, y qué lugar y
atribuciones les asignan a otros y a sí mismos dentro de la sociedad.

En este sentido, según Anderson y Harwood (2002) en su artículo “Imágenes de


grupos de edad en los medios”, la importancia de realizar un estudio sobre esto
radica en el rol de los medios de comunicación masivos en el proceso de
socialización de los grupos sociales. En este sentido, los medios influencian las
orientaciones de los televidentes o de los lectores tanto hacia sus propios grupos
como a otros grupos sociales. Por otra parte, según estudios desde la psicología
social, los medios juegan un papel en el modelamiento del estatus relativo de los

2
Sobre este tema ver: Luhmann, 2000; Pintos, Juan Luis, 2004b.

12
grupos dentro del sistema sociocultural, de modo que concretan relaciones entre
grupos sociales, estereotipos, identidad de grupo, entre otros aspectos.

De esta forma, el imaginario social construye, descontruye y reconstruye los


modos de ser, las expectativas, las obligaciones, los deberes y los derechos
(Lolas, 1996), ante lo cual no podemos obviar una aproximación empírica de ellos.
La importancia de considerar el imaginario desde la construcción que se realiza en
los medios de comunicación se explica al considerar que “los medios no sólo
transmiten imágenes, sino que también las reflejan” (Comité Nacional para el
Adulto Mayor, 2002, P. 7). Este proceso de retroalimentación con lo que ocurre a
nuestro alrededor le da un papel de vital importancia para entender la vejez y el
envejecimiento en nuestra sociedad.

Por esto, si queremos conocer el modo en que se están construyendo las edades
en nuestra sociedad debemos adentrarnos desde algún punto en el imaginario
social que existe en torno a la vejez y el envejecimiento. El punto de partida que
proponemos es a través de la prensa escrita donde se construyen y reproducen la
“realidad” del envejecimiento y la vejez. Los estereotipos que se derivan de esta
construcción pueden ser muy poderosos si consideramos otros efectos asociados.
En un artículo aparecido en la revista The Journal of Gerontology, Becca R. Levy
nos dice que hoy podríamos advertir algo similar a los peligros que significó actuar
de acuerdo a los estereotipos de raza, ya que los individuos mayores muchas
veces deben navegar a través de una sociedad centrada en las juventudes donde
los estereotipos negativos en torno a la edad pueden incluso perjudicar “el
funcionamiento físico y cognitivo de los individuos de más edad” (Levy, 2003, p.
203).

La mayoría de nosotros podemos imaginar lo que se está construyendo en los


imaginarios, sin embargo es necesario para poder construir una teoría sólida,
contar con datos provenientes de nuestra sociedad y ver si se corresponden con lo
que solemos utilizar como ejemplo, además de poder ver qué otras
comunicaciones nos entregan y no hemos percibidos. Además, aunque nos
resulte obvio, hay que recordar que los imaginarios sociales se refieren a aquellos
que nos resulta evidente (relevancias), sin embargo también se componen por
otros contenidos que permanecen ocultos (opacidades), pero no por ello no están
operando sino que se relacionan íntimamente con lo que consideramos como real.

En el año 2002 el Comité Nacional para el Adulto Mayor realizó la Encuesta


“Imagen de la Vejez”, encargada por el Gobierno de Chile a propósito de las
recomendaciones derivadas del Plan Internacional de Madrid. Con el fin de
responder a dichas recomendaciones se reconoce que “gran parte de dichos
cambios proviene de la necesidad de reconstruir una imagen de la vejez donde el
Adulto Mayor sea presentado bajo un perfil adecuado a su realidad; un perfil que
no responda a prejuicios ni estereotipos, sino que corresponda, en grandes
cuentas, a la imagen de un grupo social que se enfrenta a una determinada etapa
de la vida –tan semejante y distinta como a cualquier otra etapa vital” (Comité

13
Nacional para el Adulto Mayor, 2002). Así podemos observa que se están
redefiniendo las formas de envejecer y se están encontrando nuevas formas de
vivir, de ser y de actuar en la vejez. Ya no se puede equiparar la vejez con la idea
de abuelo o abuela, el cada vez mayor número de personas de edad avanzada ya
no se puede definir como una población de pacientes con enfermedades crónicas,
o de pensionados desocupados (Borrero, 2002).

En este sentido, el aporte empírico inmediato de la investigación que aquí se


presenta radica no sólo en mostrar las imágenes de la vejez que circulan en
nuestro país, sino que también nos permite entenderlas en un tiempo y un espacio
determinado, por lo que es posible observar los cambios que se puedan estar
produciendo en los modos de representar y entender la vejez y el proceso de
envejecimiento, asimismo podemos dar cuenta de las autoobservaciones de
nuestra sociedad sobre el modo en que está visualizando y enfrentando el
envejecimiento de la población.

Conociendo el imaginario social de la vejez y el envejecimiento resulta mucho más


probable pensar en estrategias de educación que busquen cambiar los
estereotipos negativos existentes en torno a la vejez, así como aprovechar
aquellos que son positivos, especialmente los que involucran la participación
activa de los adultos mayores en todos los ámbitos de nuestra sociedad, no sólo
como espectadores sino como los ciudadanos que les corresponde ser. En este
sentido Borrero (op. cit, 2002) argumenta que según las ideas y el conocimiento
que se tengan del envejecimiento y de la vejez, las decisiones y acciones que se
tomen al respecto servirán para avanzar o para retroceder.

Así, se busca desarrollar una investigación empírica que no sólo tenga que ver
con aspectos prácticos aplicados, que han venido siendo la tónica hasta ahora en
estos temas, a través de estudios que buscan “resolver el problema del
envejecimiento” (Aranibar: 2001, p. 9). Resulta necesaria una aproximación al
imaginario social en torno a la vejez y el envejecimiento, si partimos de la base
que “la vejez no será sino lo que quiera que sea la sociedad que la crea” (Op. cit.,
2001 p. 10), en el caso chileno ¿qué está queriendo nuestra sociedad que sea la
vejez?

Desde esta perspectiva, la presente investigación pretende como objetivo general


describir y caracteriza el imaginario social en torno a la vejez y el envejecimiento
presentado en los diarios El Mercurio, Las Últimas Noticias y La Cuarta. Para lo
cual resulta necesario:

1. Identificar los principales conceptos y temáticas asociadas a la


vejez y el envejecimiento en la bibliografía especializada.

2. Determinar, a partir del objetivo anterior, los ámbitos y conceptos


más relevantes para dar cuenta de los temas relacionados con la
vejez y el envejecimiento.

14
3. Caracterizar los principales conceptos y temáticas asociadas a la
vejez y el envejecimiento en la prensa escrita seleccionada.

4. Comparar las imágenes de la vejez presentadas en los diarios


seleccionados.

5. Descubrir y evidenciar en los campos de significados presentes en


la prensa escrita seleccionada lo que se entienden como “realidad”
de la vejez y el envejecimiento.

15
IV. IMAGINARIOS SOCIALES: UNA PROPUESTA DESDE LA TEORÍA DE
SISTEMAS

La propuesta de Juan Luis Pintos para entender y abordar los imaginarios sociales
se enmarca dentro de la Teoría de Sistemas Constructuvista, desarrollada por
Niklas Luhmann. Esta perspectiva teórica permite observar sociedades
policontextuales, esto quiere decir, sociedades donde existen muchas posiciones,
de las cuales, según la teoría, ninguna es más verdadera que la otra.

La teoría define a la sociedad como un sistema autopoiético compuesto sólo por


comunicaciones, lo que significa que sus elementos no son ni los individuos ni
colecciones de acontecimientos biológicos o psicológicos (Luhmann, 1996). El
objetivo de esta propuesta es desarrollar un programa de observación integrado al
sistema social de la ciencia, que sea capaz de proporcionar los medios para
observar autoobservaciones, autodescripciones y autorreflexiones de la sociedad,
observando la policontextualidad de la sociedad contemporánea a través de la
observación de segundo orden (Arnold, 1998).

De esta manera, la perspectiva propuesta por la Teoría de Sistemas permite


observar las diferentes racionalidades constituyentes de la realidad
contemporánea, sin negar sus diferencias, reconociendo la creciente
diferenciación de la sociedad y estimulando la observación de fenómenos que
carecen de referencias unívocas (Op. cit., 1998). En el marco de la investigación
que hemos desarrollado se presenta como un programa apropiado para abordar
las diversas posiciones desde donde se observan las temáticas relacionadas con
la vejez y el envejecimiento, donde cada sistema operará de acuerdo a su propia
lógica produciendo diferentes comunicaciones.

Entonces, entre las principales consecuencias de esta perspectiva teórica, nos


encontramos con que la acción de explicar es la única posibilidad que dispone un
observador que no puede acceder a “la realidad”. Frente a la imposibilidad de
hablar de objetividad, en el sentido ontológico, debemos admitir las distinciones
realizadas por diferentes sistemas observadores, donde múltiples universos de
significación pueden coexistir simultáneamente.

Es importante destacar que en estas operaciones de observación de las


distinciones que se utilizan no son observables por el que realiza la distinción, ese
es su punto ciego (o al menos, no son observables mientras está observando). De
esta forma, lo que la perspectiva teórica descrita hace, es proporcionar
procedimientos para observar esas distinciones. Dicho procedimiento es la
observación de segundo orden, la que podemos definir como la observación de
observadores y sus respectivas observaciones (Op. cit, 1998). Desde esta
posición de observador externo es posible distinguir los esquemas de diferencias
con que los observadores marcan sus distinciones, es decir, cómo observan.

16
Es dentro de esta perspectiva teórica que cobra sentido la propuesta de Juan Luis
Pintos acerca de los imaginarios sociales. Como punto de partida podemos definir
lo que el autor entiende por imaginarios sociales, sin embargo volveremos sobre
esta definición más adelante. Así, una primera aproximación a qué es lo que
entendemos por imaginarios sociales puede hacerse desde la siguiente definición:
“aquellos esquemas, construidos socialmente, que nos permiten percibir algo
como real, explicarlo e intervenir operativamente en lo que en cada sistema social
se considere como realidad” (Pintos, 2000a).

La tarea del cientista social sería, a través de su estudio, hacer visible la


invisibilidad social, para lo cual se requiere generar descripciones que permitan
hacer patente los mecanismos y procedimientos que producen y reproducen lo
que entendemos por realidad social, es decir, aquellos que llamamos sociedad.
Los imaginarios sociales serían precisamente “aquellas representaciones
colectivas que rigen los sistemas de identificación y de integración social, y que
hacen visible la invisibilidad social” (Op. cit, 2002a). El autor nos guía con un
ejemplo práctico para comprender mejor la función de los imaginarios sociales,
entendiéndolos como una analogía con los anteojos ópticos, ya que nos permiten
ver cuando los utilizamos, pero no los percibimos en este acto.

Según este autor, los imaginarios sociales constituyen un campo que se


caracterizarían por no haberse constituido aún como objeto social, ya que carecen
de entidad objetiva, tienen una presencia dispersa y multiforme, que tiende a
enmascararse con la ideología y lo simbólico, por lo que no han sido percibidos.
En este contexto los imaginarios sociales se caracterizarían por:

a) “ser lugares o ámbitos de creación de imágenes con sentido que nos


permiten acceder a la interpretación de lo social;
b) representar lugares de lectura y codificación/ decondificación de los
mensajes socialmente relevantes;
c) ser esquemas que permiten configurar/deformar la plausibilidad de los
fenómenos sociales;
d) ser no-representaciones concretas (signos, símbolos, etc.), pero si
esquemas (abstractos) de representación hacia los que se orienta la
referencialidad social (el “poder”, el “amor”, la “salud”, etc.)” (Pintos, 1995
citado en Baeza, 2000, p. 136).

La función de los imaginarios sociales en las sociedades funcionalmente


diferenciadas (Pintos, 2000a) con las características descritas al comienzo de
este capítulo, consiste principalmente en elaborar y distribuir
generalizadamente instrumentos de “percepción de la realidad social
construida como realmente existente” (Pintos, 1995 citado en Baeza, 2000, p-
132). Esto hace sentido si pensamos en ellos como una respuesta al papel que
antes cumplían las ideologías, las cuales entregaban pautas y parámetros. En
la sociedad actual, es difícil establecer valoraciones precisas de las diferentes
perspectivas que construyen realidades muchas veces contrarias o

17
contradictorias entre sí. En este contexto, los imaginarios sociales
proporcionan una imagen de estabilidad en un mundo donde los cambios son
la norma.

Así, el campo de los imaginarios sociales se relaciona directamente con las


visiones del mundo, pero no se configura como arquetipo fundante sino como
“forma transitoria de expresión, como mecanismo indirecto de reproducción social,
como sustancia cultural histórica” (Pintos, 2000a).

4.1 Los Imaginarios Sociales: Definición

Ya hicimos una primera aproximación a la definición de imaginarios sociales,


sin embargo este es un tema complejo sobre el que vale la pena profundizar
con el fin de enriquecer nuestra comprensión sobre el imaginario social en
torno al envejecimiento y la vejez. Para evitar una noción escencialista de este
concepto, el autor (op. cit, 2000a) nos dice que los imaginarios sociales están
siendo:

a) “Esquemas socialmente construidos”. Esto significa que su entidad posee


un elevado grado de abstracción semejante a las referencias temporales
que implican una determinada constancia en la secuencialidad, priorización
y jerarquización de nuestras percepciones a través del código relevancia /
opacidad socialmente diferenciado.
b) “Que nos permiten percibir, explicar e intervenir”. Esto sería posible porque
disponemos de un “mundo a nuestro alcance” y una “distribución
diferenciada del conocimiento” (Schütz citado en Pintos, 2004a) que
posibilita unas referencias semejantes de percepción (espaciales,
temporales, geográficas, históricas, culturales, religiosas, etc.), de
explicación (marcos lógicos, emocionales, sentimentales, biográficos, etc.)
y de intervención (estrategias, programas, políticas, tácticas, aprendizajes,
etc.). En este sentido, las operaciones de los diferentes sistemas que
conforman lo social: sistemas interaccionales, sistemas organizacionales y
sistemas parciales llevarían a cabo sus operaciones vinculadas a ciertas
temáticas utilizando los imaginarios como “guía”.
c) “Lo que en cada sistema social diferenciado se tenga por realidad” (Pintos,
2004a). Con esto hace referencia a lo que ya se mencionaba en la propuesta
sociopoiética, donde no hay UNA realidad, que se corresponda con LA verdad.
La sociedad contemporánea está sometida a procesos evolutivos de
progresivas diferenciaciones sistémicas, ante las cuales aparecen
históricamente modos de comunicación diferenciada por códigos y programas
por los que el sistema se vuelve funcional a las exigencias del entorno
produciendo ámbitos específicos de operación (política, ciencia, derecho,
economía, etc.). Cada uno de estos sistemas trata de definir como únicas
realidades las que se corresponden a los intereses contrapuestos de las
organizaciones que operan en su interior (Op. cit., 2004a).

18
4.2 Meta-código Relevancia/ Opacidad

Los imaginarios sociales, en el contexto de los sistemas sociales, operan como


un meta-código, lo que significa que su operación no remite a un solo sistema,
sino al campo de la comunicación intersistémica. De este modo, los
imaginarios pueden entenderse como una especie de traductor que probabiliza
la comprensión de los programas de un sistema, ya sea por el sistema del que
es entorno o en la interpenetración de dos sistemas (Pintos, 2004b). Los
imaginarios sociales operan en el campo de la construcción de realidad y
responden a intereses generales de las organizaciones particulares o de los
individuos (Op. cit., 2004b). La forma de la comunicación en cada medio
concreto consiste en señalar las relevancias. Sin embargo, siempre que se
indica algo una parte queda invisible, lo que se denomina opacidades, las
cuales quedan fuera de la percepción comunicativa debido a que podrían
dañar los intereses que representa (Op. cit., 2004b).

El meta-código a través del cual los imaginaros sociales operan es relevancia/


opacidad. Si recordamos la definición de la observación de segundo orden
presentada con anterioridad, vemos que el meta-código propuesto por el autor
busca realizar este tipo de observación, en tanto nos permite señalar lo que
para el observador de primer orden permanece invisible, pues solamente
distingue lo que observa y no cómo lo observa. De este modo el emplear el
código relevancia/ opacidad para observar los imaginarios sociales busca
convertir lo que se presenta como evidente en algo observable (Pintos, 2000a),

La realidad que se construye y se está construyendo desde diferentes


perspectivas es producida por una distinción que nos muestra un lado, y no
otro, de una observación. En este sentido, la relevancia corresponde al polo
positivo del código, aquellos que se ve. La opacidad por su parte, se refiere al
polo negativo, es decir, aquellos que queda fuera de la observación, lo que no
aparece, lo ocultado u obviado (Op. cit., 2000a); es el lado no marcado de la
distinción al que se puede acceder desde la relevancia con el tiempo y las
técnicas apropiadas. Sin embargo, no es posible observar “el conjunto de la
realidad tal como es” (Op. cit, 2000a).

Los resultados de la operación del código relevancia/ opacidad es una


perspectiva que permite criticar las evidencias que se presentan como realidad
y hacer visibles sus mecanismos constitutivos, su vinculación a referencias
temporales contingentes y su valor como generador de convicciones y
acciones a ellas vinculadas (Pintos, 2004a).

Nuestras sociedades pueden ser observadas desde diferentes niveles de


abstracción donde aparecen los imaginarios sociales. Éstos se construyen y
deconstruyen en tres ámbitos diferenciados: a) en el del sistema específico
diferenciado (política, derecho, religión, ciencia, etc.), b) en el de las
organizaciones que concretan la Institucionalización del sistema (gobiernos,

19
bancos, Iglesias, Academias, etc.) y c) en el de las interacciones que se
producen entre los individuos en el entorno del sistema (Op. cit., 2004a).
Aunque nuestra observación se realiza desde los medios de comunicación de
masas a través de la prensa escrita, la investigación se sitúa en el segundo
nivel, ya que nuestra pregunta se realiza sobre las comunicaciones que
involucran una etapa y/o un proceso vinculado a los sistemas de interacciones.

4.3 Imaginarios Sociales: Estereotipos y Medios de Comunicación de Masas

Los medios proveen estructuras organizadoras que permiten la comunicación y la


actualización de los discursos (Parales y Dulcey- Ruiz, 2002). No presentan una
realidad3 consensuada, sino un consenso sobre el tema. Para Luhmann (2000),
los temas organizan la memoria de la comunicación y permiten distinguir las
comunicaciones que deben seleccionarse y las que no, aquellas que deben
permanecer, proseguir o cambiar. Nuestro objeto de investigación puede ser
clarificador como ejemplo para lo expresado anteriormente: un tema como el
envejecimiento y la vejez no es producto de los medios de masas, aunque sí se
trata y ajusta para que pueda aparecer allí.

Los temas, a su vez, sirven para realizar el acoplamiento estructural de los medios
de masas con otros campos de la sociedad. Los medios de masas estandarizan la
comunicación, sin que ello signifique ajustarla a cada individuo o sistema
particular, más bien, cada participante de la comunicación toma lo que está dentro
de sus posibilidades, lo que le conviene o lo que necesita saber en su medio (Op.
cit., 2000). Según Pintos (2000b), la función de los medios es elaborar
autodescripciones de la sociedad, y estas autodescripciones constituirían la forma
en que hoy se construye algo como realidad. En otras palabras, los medios de
comunicación de masas podrían entenderse como “una ventana hacia el mundo”,
siendo las imágenes que desde allí se observan la realidad.

Al abordar el imaginario de la vejez y el envejecimiento en cuanto temas de


comunicación presentes en la prensa escrita, nos interesa también observar la
construcción de estereotipos (Pintos, 1993 y Baeza, 2000), y la relación que se
produce entre lo que Del Valle (2001) denomina edad atribuida y edad sentida, y
cómo las distinciones que allí se presentan -que operan para distinguir, por
ejemplo, si alguien puede realizar cierta actividad producto de su edad– pueden
estar influyendo en la construcción de la realidad de la vejez y el envejecimiento
en nuestra sociedad.

El estereotipo tiene un origen generalmente social (Victoroff en Baeza: 2000, p.


122) y puede ser positivo o negativo, completa un conocimiento de algo que nos
es extraño o parcialmente desconocido, permitiendo formular una opinión y
3
Desde la perspectiva sociopoiética no se puede hablar de LA realidad en un sentido ontológico,
cada observador desde perspectivas diferenciadas la define de diferentes modos produciéndose
así diferentes realidades (Pintos, 2000b).

20
establecer un comportamiento determinado que se consideraría adecuado. Baeza
(2000) plantea que en la vida social el estereotipo se dirige a cualidades y
atributos supuestos de grupos e individuos frente a los cuales otros grupos e
individuos creen necesario establecer una opinión o comportamiento. Pero
además, el estereotipo se aplica a ciertas prácticas sociales, la moda al vestir y el
lenguaje, tomando el carácter de identificación cultural al considerárseles para
identificar a ciertos estratos sociales, a roles de género, grupos de edad, etc., los
que a su vez pueden asumir la estereotipificación que de ellos se hace,
dependiendo de la fuerza de los imaginarios en los estereotipos.

Luhmann habla de “esquematismos”, los que define como un mecanismo de


acoplamiento entre sistemas “que está construido de manera inestable y que en
cierto modo es capaz de aprender” (Luhmann, 1998). La utilización de esquemas
permite a la comunicación presuponer que toda conciencia participante entiende lo
que quiere decirse. Sin embargo, cabe destacar que la función y los mecanismos
de este acoplamiento pueden actuar de manera silenciosa y no tiene por que
haber una concordancia entre las operaciones de un sistema y otro. Llevando esto
a nuestro tema de investigación, el sistema económico indicaría a un pensionado,
atribuyéndole ciertas características (edad social o atribuida), que no
necesariamente deben ser compartidas por la persona indicada como pensionado
(edad sentida).

Los estereotipos construidos y difundidos en los medios de comunicación de


masas pueden actuar en el acoplamiento de los diferentes sistemas sociales
(funcionales, organizacionales e interaccionales) los cuales operarán, según lo
que les haga sentido, de acuerdo a esta información. Del Valle (2001) nos
presenta una ejemplo de lo anterior y su influencia en la cotidianeidad, al
mencionar que el marco jurídico da a las creencias arraigadas en el imaginario
naturalidad y racionalidad, otorgándoles validez, definiendo la vejez al fijar la edad
de retiro laboral, apareciendo así normativas para regular las vidas y el cuidado de
las personas mayores.

4.4 Procedimientos

Juan-Luis Pintos (1993, 1994, 2004a, 2004b) propone una serie de procedimientos
de observación que da lugar a un modelo operativo que nos permite acceder a los
Imaginarios Sociales.

a. Crítica de las evidencias. La evidencia se refiere a aquello que consideramos


como la verdad, lo que no se discute, “aquello en lo que todos estamos de
acuerdo” (Pintos, 2004b). De esta forma, la evidencia excluye la reflexión sobre los
procesos en los que se construye como tal, así como también excluye las
diferencias (otras perspectivas, otras explicaciones válidas, etc.) que son
suprimidas durante el proceso de construcción. Así vemos que la cualidad de
evidente es siempre algo construido. Por esta razón el primer paso del

21
procedimiento de investigación de los imaginarios sociales es la crítica de las
evidencias presentes acerca del tema que buscamos abordar (Op. cit, 2004b).

b. Construcción de “observables”. Realizada la operación ya señalada, lo que se


intenta ahora es diseñar un procedimiento que tome en cuenta las diferencias que
resulten pertinentes para nuestra investigación. “Lo que es necesario es tratar de
definir las diferentes perspectivas implicadas en la búsqueda de los resultados
“(Op. cit, 2004b). En los imaginarios sociales es necesario distinguir además entre
los “fabricantes” de realidad y los procesos diferenciados de “recepción”. Como no
todo es observable, es necesario fijar límites que son establecidos en cada
investigación en particular (Op. cit, 2004b.).

c. Mecanismos que se activan en un doble nivel. El autor propone utilizar la


distinción entre observación de primer orden y observación de segundo orden para
establecer buenas descripciones de lo que se quiere investigar.

La observación es un tipo de operación específica que implica una distinción e


indicación al mismo tiempo, ya que indicar es al mismo tiempo distinguir, y
distinguir es al mismo tiempo indicar (Luhmann, 1996). Los componentes
fundamentales de esta operación son: distinción de la diferencia, construcción de
la marca (de un lado de la diferencia) como posición y establecimiento de la
unidad inseparable de marca y diferencia.

Observar se convierte en la elaboración de una distinción. Tal distinción tiene


siempre dos partes. Entonces, la distinción que se utiliza para observar es el punto
ciego del observador, donde la distinción es la frontera que permite diferenciar
ambas partes y pasar de una a otra (Pintos, 2004b). El separar ambas partes y
marcar su frontera por medio de la distinción obliga al observador a salir de una
parte de lo distinguido.

La observación sería una operación que utiliza una distinción para marcar una
parte y no la otra, por lo tanto, tiene dos componentes: la distinción y la indicación
de la marca, que no pueden ser fusionadas ni separadas (Op. cit, 2004b.). Lo
anterior nos lleva a preguntarnos por la distinción misma que se constituye como
el “punto ciego”, ya que no pertenece ni a uno ni al otro lado.

De lo anterior se desprende la necesidad de una observación de segundo orden.


Esta consiste en una observación de un observador en cuanto observador, esto
hace referencia al modo y manera como observa, es decir, la distinción que utiliza
para marcar un lado y no otro (Op. cit, 2004b).

Así, podemos decir que, en la observación de primer orden los objetos son
construidos a partir de la experiencia directa de quien los observa, es decir,
cuando experimentamos algo nos formamos algún tipo de opinión sobre aquello
que experimentamos. La perspectiva desde la cual hacemos esta construcción
está fundada en fenómenos que hemos vivido con anterioridad. Toda observación

22
ya sea cotidiana o científica representa, para quien observa, la aplicación de
esquemas de distinciones que le permiten identificar y describir la realidad. La
información obtenida por medio de estas distinciones permite nuevas acciones y
experiencias. En la observación de segundo orden esta perspectiva se hace
visible. La observación de segundo orden es una forma especializada que no sólo
observa a un objeto distinguible sino que también busca captar los esquemas de
distinción que realizan los observadores de primer orden en su mundo cotidiano
(Mejía, 2002).

d. Mecanismos que se activan en un doble nivel, mediante la aplicación del código


relevancia/ opacidad. Ya se explicó en el marco teórico el meta-código
relevancia/opacidad, sólo haremos unas cuantas aclaraciones en lo que respecta
a su función dentro del procedimiento que se ha venido explicando.

El código «relevancia / opacidad» operará en un doble nivel en cada caso


particular de aplicación del modelo. “Mientras que a través de los programas que
desencadena opera «construyendo relevancias en los productos mediáticos que
se toman como corpus a analizar» y expresándose en los diferentes «campos
semánticos» que suponen «horizontes hermenéuticos diferenciados», en esas
mismas operaciones desarrolla programas que mantienen la opacidad como
«campo no marcado», manteniéndose así el código como «punto ciego», como
focos o ejes de construcción de la realidad del imaginario expresado por la elipse “
(Pintos, 2004a).

Este código sin embargo, vendrá formulado con contenidos diferentes según la
perspectiva que se asuma en la definición del imaginario social. Por ello es que los
imaginarios sociales y su código no se vinculan a una función ni a un sistema
específico. Dicho de otro modo, no es lo mismo observar la vejez desde los
jóvenes que desde los adultos mayores, o desde la perspectiva del sistema
económico que desde el sistema político, o desde las noticias que desde un
programa de entretenimiento.

A partir de los antecedentes ya revisados, se establece un modelo operativo para


ser aplicado en el estudio de los imaginarios sociales.

4.5 Modelo Operativo

4.5.1 Marco de referencias espacio temporales

a) Duración. La representación propuesta por Pintos se aparta de la


representación del tiempo bajo una forma lineal. Se conserva la representación de
una trayectoria de derecha a izquierda, pero la concepción de temporalidad es
diferente, ya que los fenómenos sociales no se conciben como ubicados en
momentos temporales discontinuos donde se determinan como objetos cuya
existencia como “cosa” aparece o desaparece puntualmente, sino que lo que

23
convierte determinados fenómenos de la experiencia en sociales es precisamente
su permanencia o duración (Op. cit, 2004a).

Así, la duración implica una tensión entre dos situaciones de duración y no-
duración, entre algo que “todavía no…” ha entrado en el campo de la experiencia y
aquella en la “ya si…” aparece en la existencia.

b) Institucionalización. Esto se refiere a la ubicación espacial de los fenómenos


sociales, pero no en cuanto a espacios de representación de lo simbólico ni como
una delimitación. Esta se expresa en valores continuos referidos a un arco de
tensión entre el comienzo de la función institucionalizadora (“Ya si…”), que lo
diferencia de fenómenos aún no institucionalizados, y el final o la desaparición del
modo institucionalizado de existencia social que linda con las nuevas posibilidades
de institucionalización (“Todavía no…”) (Op. cit, 2004a).

4.5.2 La construcción bifocal de la realidad social

Partiendo de que la base de esta propuesta establece que la realidad se construye


a través de las diferencias, se propone una metáfora geométrica: la elipse (cuadro
nº 2). Ésta representa siempre una dualidad (ejes, focos, plano y cono, etc) que a
partir de esa diferencia establece una regularidad, una simetría, una constancia
(Op. cit, 2004a).

Cuadro nº 2. Construcción del modelo de observación de los imaginarios sociales:


Relevancias.

Fuente: Presentación: Los Imaginarios Sociales. Instrumento de análisis de los procesos


de construcción social. Juan Luis Pintos

4.5.3 Opacidades

Para completar el modelo que se está proponiendo no se puede dejar fuera el otro
lado del código. Sin embargo no se está proponiendo un estudio de la opacidad tal
cual como se hace como las relevancias, ya que las opacidades no son cosas
diferentes a las relevancias, sino que se construyen en la operación de hacer algo

24
relevante. Las opacidades sólo pueden observarse a través de las relevancias y
por tanto, a través de la construcción de éstas (cuadro nº 3).

De esta forma, la propuesta metódica consiste en empezar definiendo, según el


problema que se quiera investigar, cuál es la construcción de las diferentes
relevancias que varían según las perspectivas. Éstas ocuparían el lugar de los
focos de la elipse y generaría las diferencias semánticas con respecto al eje
menor (vertical). Así también, es posible diferenciar los campos situados por
encima del eje mayor (diámetro de la elipse), según el nivel de visibilidad social.
Esto coincide en el esquema con el de una mayor institucionalización, en cambio,
los campos que están por debajo de este eje tienden a ocultarse a la observación,
situándose en una invisibilidad social.

Cuadro n º 3. Construcción del modelo de observación de los imaginarios sociales:


Opacidades.

Campos semánticos
2 1

RELEVANCIAS
3 4

Opacidades

Fuente: Presentación: Los Imaginarios Sociales. Instrumento de análisis de los procesos


de construcción social. Juan Luis Pintos

25
V. MARCO METODOLÓGICO

La investigación realizada será de tipo exploratorio (Hernández, 1991), debido a


que no se han realizado estudios sistemáticos en nuestro país acerca del
imaginario social de la vejez y el envejecimiento a partir del análisis de los medios
de comunicación masivos. Este tipo de estudios permite ver cómo abordar un
tema, a la vez que nos sugiere preguntas en torno a él. De esta forma, nos
familiariza con fenómenos relativamente desconocidos. Debido a que los estudios
exploratorios se mueven en un terreno de relativa ignorancia respecto a los
problemas que intentan abordar, requiere de una metodología flexible que permita
ir conociendo y ahondando paulatinamente en el tema de interés, para permitir al
investigador aumentar su familiaridad con éste, dando pie a nuevos estudios más
consecuentes y mejor estructurados, dado que permiten determinar tendencias,
identificar potenciales relaciones entre variables y establecer el “tono” de
investigaciones posteriores.

5.1 Aplicación del modelo

De este modo, la elaboración de una investigación desde la perspectiva ya


descrita puede seguir los siguientes pasos fundamentales (Pintos, 2003), similares
a cualquier investigación empírica.

1. La decisión inicial sobre el ámbito de aplicación parte del problema que se


quiera abordar. Para cada situación hay diferentes enfoques, los que pueden
sugerir diferentes ámbitos generales.

En el caso de nuestra investigación nos interesa observar el imaginario social de


la vejez y el envejecimiento en nuestro país, a partir del análisis de los medios
masivos de comunicación.

2. Selección de los materiales empíricos. “La investigación en imaginarios


sociales permite la utilización de cualquier tipo de fuente o soporte: prensa,
radio, televisión, otras publicaciones incluidas las electrónicas, obras literarias y
otras obras artísticas, o cualquier otro tipo de mensaje” (Op. cit, 2003). Esta
selección debe respetar la representatividad sociológica derivada de la
complejidad en los procesos de construcción de la realidad. Por esto, es
necesario contar con materiales contrastados que permitan diferenciar los
mecanismos constructores de las evidencias (Op. cit, 2003).

Para abordar el imaginario social de la vejez y el envejecimiento nos


aproximaremos en una primera instancia desde una revisión bibliográfica de
autores especializados que aborden estos temas desde sus diferentes disciplinas,
especialmente desde la gerontología. La revisión bibliográfica nos dará un
panorama general de las diferentes aproximaciones teóricas y prácticas que se le
ha dado a los temas relacionados con la vejez y el envejecimiento.

26
Dado que es imposible abarcar toda la información disponible en los medios de
comunicación masivos, se ha optado por analizar la prensa escrita, siendo este un
medio que ocupa un lugar relevante en la construcción de realidades, ya que va
dirigido a diversos públicos a través de una amplitud de temas y secciones que
pueden relacionarse con la vejez y el envejecimiento: política, salud, belleza,
economía, etc.

Se analizarán los diarios El Mercurio, las Últimas Noticias y La Cuarta. Los dos
primeros, según información entregada por la consultora privada KPMG durante el
2004 son los diarios con más lectores en nuestro país. Mientras que La Cuarta
corresponde a un diario de otra empresa, Copesa, y cuya línea editorial apunta a
un público mucho más popular.

A través del análisis de ambos periódicos es posible acceder al imaginario social


de la vejez y el envejecimiento según la perspectiva propuesta por Juan- Luis
Pintos, ya que cada uno nos permite dos puntos de observación bien definidos y
diferenciados, representando El Mercurio una visión más conservadora centrada
en la información a través de reportajes y noticias, mientras que las Últimas
Noticias va más dirigido al entretenimiento, apuntando ambos además a públicos
diferentes. Se podría decir que a nivel de credibilidad El Mercurio pertenece a una
línea más tradicional, donde el tema que nos convoca aparece en relación a lo
político, legal y económico. Sin embargo, Las Últimas Noticias es el diario con
mayor lectores, cuyas noticias se centran en el espectáculo donde la vejez y el
envejecimiento es tratado en temáticas mas ligadas a la imagen y el cuerpo. Por
su parte La Cuarta corresponde, como ellos mismos se denominan, al ”diario
popular”, con lo que dan otro tratamiento a los temas aplicando otro lenguaje, pero
además agregan noticias y reportajes que no aparecen en los otros dos diarios.

El corpus de análisis estará compuesto por las ediciones de El Mercurio, Las


Últimas Noticias y La Cuarta aparecidas durante un mes, abril del 2006. En este
sentido, la muestra es intencional, ya que la elección de esta fecha se basa en que
durante este plazo se comienzan a presentar noticias relacionadas con la reforma
del sistema de pensiones, lo que hace no sólo que el tema de la vejez y el
envejecimiento esté presente de modo más visible y permanente en lo que se
relaciona con el tema de la jubilación, sino que genera otras comunicaciones que
se le relacionan. Sin embargo, abril no es el mes donde esta discusión se
desarrolló de modo más fuerte y permanente, por lo que nos da mayor visibilidad
del tema de la vejez y el envejecimiento, sin que necesariamente sea el tema de la
reforma previsional el eje desde donde se trata.

3. Cada material requiere de técnicas específicas. Para esto generalmente se


debe crear una base de datos donde se encuentren los elementos que se van
a tener en cuenta para el análisis.

La aproximación al imaginario social de la vejez y el envejecimiento se realizará


por medio del análisis de contenido de prensa escrita, aplicado a los diarios El

27
Mercurio, Las Últimas Noticias y La Cuarta. Los criterios para seleccionar los
textos fueron: vejez, envejecimiento, envejecer, tercera edad, abuelo(s)/abuela(a),
anciano(s)/anciana(s) y adulto(s) mayor(es). Con esos criterios se buscó evitar la
subjetividad a la hora de elegir los artículos, pero su amplitud y variedad al
incorporar criterios que no sólo hicieran referencia a sujetos de una determinada
edad, sino también al proceso de envejecimiento, permite observar la construcción
social de la edades, a través de las relaciones que se establecen entre estas
palabras y las diferentes temáticas que se abordan en los diarios.

Dado el criterio recién mencionado, los artículos seleccionados fueron analizados


con la ayuda del software para el análisis de datos cualitativos ATLAS- ti 5.0 ®.
Este software ayuda en el proceso de interpretación de los datos mediante la
segmentación del texto en citas, codificación, escritura de comentarios, etc.
Acciones que de otra forma deberían ser realizadas a mano, requiriendo mayor
tiempo. Al facilitar el proceso de análisis, ATLAS- ti ® permite mayor
sistematización de la información y mayor exhaustividad en el análisis. De esta
manera el software puede ser utilizado para realizar análisis cualitativos como el
análisis de contenido categorial y análisis estructural, sin embargo dadas las
características en la forma como se realiza este análisis, no es tan simple
establecer una diferencia entre ambos tipos de análisis, siendo el resultado una
forma combinada de éstos, cuya exahustividad dependerá del tipo de
investigación, así como de sus objetivos.

Junto con el texto en sí, se considerara para el análisis la sección del diario donde
aparece la información (editorial, cuerpo, crónica, cartas, por ej.) y número de
palabras de la noticia o reportaje correspondiente, lo que permite dar una idea
sobre el espacio que ocupa la noticia en una página (ver anexo 2). Además se
tomó en cuenta la presencia del tema de la vejez y el envejecimiento en los
titulares. Los códigos utilizados para el análisis se derivan de la revisión
bibliográfica que pueden o no corresponder con lo que aparezca en los diarios, sin
embargo se considera que el proceso de análisis de los documentos arroje nuevos
códigos.

4. El estudio de estos materiales que serán objeto de la investigación se realiza a


partir del establecimiento y crítica de la evidencia mediante la utilización del
modelo de análisis operativo de imaginarios sociales (Op. cit., 2003). Para esto
los pasos fundamentales que debe desarrollarse son: Eje de coordenadas:
duración/institucionalización; diferenciación de perspectivas y puntos de vista;
construcción de campos semánticos; descripción de horizontes hermenéuticos
y construcción de diferencias: Relevancias/Opacidades (Op. cit., 2003).

28
VI. VEJEZ, ENVEJECIMIENTO Y EDAD: DE LO BIOLÓGICO A LO SOCIAL

6.1 Vejez y Envejecimiento

Hablar sobre la vejez y el envejecimiento nos conduce a un campo donde no


existen definiciones absolutas, los conceptos que se le asocian guardan estrecha
relación con nuestras posibilidades biológicas, pero también con las
determinaciones culturales y sociales que llenan dichas posibilidades de
contenidos. Quizás el mayor consenso haga referencia a entender la vejez en
términos generales, como parte del ciclo de vida, y el envejecimiento como
proceso. Pero esto sólo nos da un inicio ante una discusión que está lejos de
acabar y ante la cual aquí no se pretende establecer un punto final, sino más bien
un panorama, ya que es justamente esta variabilidad de entendimiento frente al
envejecimiento y la vejez lo que impulsa este estudio.

El envejecimiento ha sido definido mucho más ligado a la biología,


específicamente en lo que se refiere a envejecimiento de las funciones corporales,
siendo una de sus características principales el ser un proceso natural y
programado en la vida de todas las personas (Peñaloza y Rojas, 2005). También
del Valle (2001) menciona al envejecimiento biológico como un proceso inevitable.
Dentro de esta misma línea, en términos clínicos el envejecimiento puede
describirse como una fase de la vida donde la función de órganos y células se
reduce, produciendo el deterioro de los sistemas integradores (Martínez- Lage
citado en Peñaloza y Rojas, 2005; Osorio, 2005).

De esta forma, el proceso de envejecimiento se destaca por ser dinámico y


continuo, donde las estructuras y funciones del organismo humano van
declinando. Para algunos autores el proceso de envejecimiento comienza en el
momento de la concepción y termina con la muerte del individuo, mientras que
para otros, constituye un proceso involutivo posterior al alcance de un rendimiento
óptimo del organismo, ubicado ya hacia los 40- 45 años, ya después de la
juventud, alrededor de los 25 años, en donde los signos de envejecimiento
comenzarían a manifestarse (Peñaloza y Rojas, 2005).

A estos cambios a nivel físicos se les asocia una mayor inactividad en la vejez, a
lo que también se le agrega un aumento en el deterioro de las funciones cognitivas
y de la capacidad física del organismo (Op. cit, 2005), lo que se presentaría como
una limitante en la vida social de las personas mayores.

Investigaciones desarrolladas en EEUU en la primera mitad del siglo pasado,


avalaban la idea de que a mayor envejecimiento de la persona, había una mayor y
progresiva decadencia de sus facultades físicas y mentales. Se estimaba que
dicho déficit partía a mediados de la cuarta década de existencia (Op. cit, 2005).
Conclusiones como estas se enmarcaban en un modelo deficitario del
envejecimiento, éstas buscaban explicar la vejez en tanto edad caracterizada por

29
la pérdida y deterioro irrevocables de las funciones y reservas del organismo
humano, como producto del paso de los años (Op. cit, 2005).

Sin embargo, otros autores (Aver citado en Peñaloza y Rojas, 2005; Peñaloza y
Rojas, 2005 y Edwardh, 1987; Osorio, 2006a) relativizan esta postura tan tajante.
La mayoría de nosotros no pasará la mayor parte de sus últimos años en senilidad
o físicamente decrépito, en vez de esto experimentaremos variados grados de
pérdidas físicas, preceptúales o cognitivas, que requerirán un cierto grado de
adaptación, el cual sería influido por una variedad de factores ambientales
pasados y presentes en la sociedad, tales como el estilo anterior de vida,
estructura de la personalidad y estilo de adaptación; apoyo a otras personas
importantes; status socioeconómico, raza, género y estado civil (Edwardh, 1987).
Este proceso de adaptación también estará influenciado por los acontecimientos
históricos y los cambios sociales (guerras, depresiones) como también por
acontecimientos personales o transiciones (divorcio, jubilación involuntaria o
viudez) ocurridos durante el período de vida de determinado individuo o cohorte.
(Op. cit, 2005)

Podemos ver así, que el proceso de envejecimiento desde un enfoque biológico-


clínico, es dinámico y continuo, donde las estructuras y funciones del organismo
humano van declinando. Es decir, se plantea en base a conceptos de alteraciones
y deterioro del organismo humano (Agostini y Miguel citado en Peñaloza y Rojas,
2005), pero estas características no hay que verlas como propias de una etapa o
edad determinada, sino en relación a todo el proceso de envejecimiento y las
condiciones presentes durante toda la vida del individuo.

A la dimensión biológica del envejecimiento también se puede unir aquellas que


está estrechamente relacionada con el cuerpo, tanto en sus características
motrices como estéticas. En este sentido, el intentar detener el envejecimiento se
ha convertido en una obsesión, pero también en una nueva y prolífica fuente de
ingresos al crear un hábito de consumo diferente (Morales, 2000). Lo anterior es
visible en el auge de las cirugías, los cosméticos, aparatos de ejercitación física,
etc., una enorme gama de productos y servicios que prometen la recuperación de
la juventud o al menos, la detención del proceso de envejecimiento (Op. cit, 2000).

En concordancia con lo mencionado anteriormente, en nuestra sociedad


occidental la vitalidad de las personas es considerada un valor. En este contexto,
el sentir de vejez podría manifestarse mediante el declive del cuerpo, entendido
como aquel significado que las personas le otorgan a su vejez a partir de los
sentidos socialmente atribuidos al grupo etáreo de las personas de edad, donde
es posible distinguir diferentes dimensiones: salud, estética y capacidades
kinésicas (Ampuero, 2005).

Sin embargo, el concepto es mucho más complejo ya que el envejecimiento del


organismo es también un proceso individualizado tanto por la dotación genética
del individuo como por las experiencias de vida y las condiciones psicológicas y

30
sociales que contextualicen su vivir (Peñaloza y Rojas, 2005). Referirse a
envejecimiento significa abordar el tráfico desde la juventud a la senectud
(Morales, 2000), siendo este tráfico particular para cada persona. Al respecto
Lolas (1996) nos dice que el proceso de envejecimiento no es una mera
determinación biológica, sino que es parte de la vida humana y por ello es más
biografía (Osorio, 2006b) que biología o, como menciona Carles Feixa (1996), la
edad como condición natural no siempre coincide con la edad como condición
social.

Por lo mismo el envejecimiento se relaciona tanto con la cultura, el lenguaje y las


creencias de la sociedad o grupo al que se pertenezca, siendo así una
construcción social. Lolas (1996) distingue entre sentido social y significado. El
sentido se refiere a la percepción interior, producto de las tradiciones, los
conceptos, las creencias e ideas personales, en el caso de nuestra sociedad el
sentido social está asociado a la ética del trabajo, mientras que el significado
personal corresponde a una construcción individual de identidad (Morales, 2000).
Entre ambos, sentido y significado, existen además diferencias de percepción, es
decir, la imagen interna difiere al ser construida por el sujeto o por el grupo al cual
pertenece (Op. cit, 2000). Del Valle (2001) se refiere a esta diferencia de
percepción en los términos de edad sentida (significado) y edad atribuída
(sentido). En las vivencias correspondientes a cada una de ellas influyen las
percepciones sociales de la vejez que tienen relación con las conceptualizaciones
del cuerpo, las que repercuten directamente en las mujeres.

Así, podemos ver que hablar sobre envejecimiento equivale a poner atención
sobre múltiples características tan dinámicas como el proceso que pretenden
explicar (Osorio, 2006b). Se debe considerar además que existe gran diferencia
entre el grupo rotulado como adulto mayor. La presencia de diferentes factores
gatillantes del envejecimiento determinan que haya tantos tipos de
envejecimientos posibles como tantos tipos de personas que envejecen existan
(Peñaloza y Rojas, 2005). Según Litvak (citado en Peñaloza y Rojas, 2005), el
envejecimiento tiene una connotación biográfica y dinámica, siendo la
acumulación continua de una serie de procesos sociales, conductuales y
biológicos.

Respecto a lo anterior, Aragó (en Peñaloza y Rojas, 2005) plantea que el


envejecimiento constituye un proceso donde intervienen diversos factores
diferenciadores, siendo de ahí donde derivan características diferenciales entre los
individuos. Según el autor, dichos factores son:

a) El efecto de “cohorte” o generacional, es decir, el conjunto de circunstancias


sociales e histórico- culturales que contextualizar la vida y el proceso de
envejecimiento del individuo.
b) La manera personal de cada individuo de experienciar los distintos
acontecimientos de la vida.

31
c) Factores sociales como estilos educativos, condiciones económicas,
posibilidades de participación e inserción social, etc.
d) Sexo al cual pertenece el individuo.

La vejez, entendida como etapa del ciclo vital, constituye una edad reciente,
históricamente hablando, siendo casi una exclusividad de la época
contemporánea, ya que antes, la mayoría de la población alcanzaba sólo la edad
adulta debido, principalmente, a una calidad de vida desmejorada (Peñaloza y
Rojas, 2005).

La vejez al igual que el envejecimiento y quizás de una manera mucho más fuerte,
está asociada a construcciones sociales y culturales, ya que es la sociedad y la
cultura las que regulan y determinan los cauces por los que se vive la vida (Op. cit,
2005). Según lo planteado anteriormente, se habla de la vejez como un “destino
social”, ya que las características de la sociedad determinan la cantidad y la
calidad de la vida de los individuos durante la vejez (Barros en Peñaloza y Rojas,
2005)

En este sentido, la vejez es ante todo un fenómeno cultural, donde la separación


entre lo biológico y lo cultural es difícil por el fuerte interrelacionamiento existente
entre ambos (Restrepo, 1996). Según Lolas (1996) existen una serie de modelos
de significado y sentido, pero ninguno es capaz de captar la totalidad de lo que
hoy significa envejecer. En esta línea, la vejez puede ser entendida de diversas
formas: como una etapa de un proceso, como etapa, tal vez terminal, de un ciclo
que va recorriendo el espectro de tareas, deberes, realidades y desafíos, ritos de
pasaje y crisis. También puede relacionarse a la pérdida de firmeza y a al
advenimiento de enfermedad. En un sentido más negativo, llegar a viejo puede ser
un decaer inexorable y abrumador, que debe ignorarse y ojalá pudiese evitarse
(Op. cit, 1996). O puede relacionarse con una desvinculación progresiva, gradual y
esperable. En un sentido, con aires más modernizadores, la vejez, puede ser
“nueva vida para viejos años, juventud de segunda mano” (Op. cit, 1996).

Si la vejez es comprendida como una etapa de un proceso, ésta puede entenderse


también como una edad social (Domínguez, 1982), un estadio dentro del
desarrollo humano ubicado hacia el término del ciclo vital, pero no por ello
reducible a una conceptualización fatalista y pesimista del mismo. (Peñaloza y
Rojas, 2005). En el caso de nuestra sociedad se le suele relacionar con cierto
rango etáreo que abarca desde los 60 años en adelante, pudiendo extenderse por
dos décadas o más luego de iniciada. (Op. cit, 2005). El hecho que los 60 años
marquen la pauta guarda estrecha relación con la jubilación.

Sin embargo, pese a que suele asociarse a cierta edad, vejez no es lo mismo que
edad avanzada. La “condición” de vejez varía en el tiempo, variando su significado
a lo largo de la historia, varía de en cada cultura, región y país (Aranibar, 2001).

32
Según algunos autores existen ciertos estereotipos generalizados dentro de la
sociedad (Peñaloza y Rojas, 2005) y sus miembros que llevan a definir la vejez en
términos de una edad con características particulares, en el centro de estos
estereotipos estaría el cese de las actividades laborales productivas en la persona,
lo que llevaría a asociar directamente la jubilación con el inicio de la vejez. Esto se
asocia a su vez con la percepción del aumento en el deterioro de las funciones
cognitivas y de la capacidad física del organismo, lo que limitaría la vida social de
las personas mayores (Op. cit, 2005).

Una serie de elementos comunes entre quienes pertenecen a la etapa del ciclo
vital denominada vejez, han llevado a autores como Fericgla (1992) a hablar de la
existencia de una Cultura de la Ancianidad, constituida por un colectivo de
individuos que cuentan con valores definidos y propios, entre otras características
compartidas, y que recientemente se ha ganado un espacio como parte de las
múltiples culturas que conforman nuestra sociedad.

Según este autor, dos factores básicos han gatillado la irrupción de esta nueva
formación, uno endógeno y otro exógeno:
“a) el colectivo de gente mayor se había convertido en el único módulo social
anómico. Los ancianos eran espectadores pasivos del abandono del que eran y
son objeto por parte de los restantes miembros de la sociedad organizados en
forma de grupos de edad.
b) los medios de comunicación de masas (desde la televisión hasta la publicidad
callejera), han ofrecido y ofrecen un modelo de vejez feliz y despreocupada
adecuado a las expectativas internas de una sociedad basada en la producción y
consumo de bienes materiales y placeres psicológicos” (Fericgla, 1992, P.7).

Debemos agregar también la variable del género, ya que como lo menciona


Restrepo (1996), el hecho de que las mujeres cuenten con una mayor esperanza
de vida hace que la vejez sea un fenómeno en que los enfoques de género son
esenciales.

Vemos de esta forma que la unión entre lo biológico y lo sociocultural llena de


sentido lo que entendemos por vejez y envejecimiento, las percepciones y
estereotipos construidos en torno a dichos conceptos son variados y variables, sin
embargo repercuten directamente en la construcción social en torno a la edad,
determinando los comportamientos sociales que deben tener los individuos que
caen en la categoría de persona mayor, así como el comportamiento del resto de
la sociedad frente a ellos y el envejecimiento.

6.2 Conceptualizaciones en torno a la Edad

La edad, junto con el sexo, ha sido considerada durante mucho tiempo por la
antropología como un principio universal de organización social. Se le considera

33
uno de los aspectos más básicos y cruciales de la vida humana (Spencer citado
en Feixa, 1996).

La edad puede entenderse como un referente para marcar ciertos estadios a lo


largo de la vida. Durante su ciclo vital, las personas van experimentando
desarrollos fisiológicos y mentales que se encuentran determinados por su
naturaleza, además en todas las culturas se divide la biografía de los individuos en
diferentes períodos a los que se les asignan propiedades. Lo anterior se traduce
en que es posible categorizar a los individuos, a la vez que se puede pautar su
comportamiento según la etapa biográfica en la que se encuentre.

Sin embargo, las fases en que se divide el ciclo vital no son universales, como
tampoco lo son los contenidos culturales que se atribuyen a cada una de estas
fases (Feixa, 1996). Por eso, el entender la edad como un marcador de los
estadios del ciclo vital no debe confundirse con un concepto inmovilista donde los
roles son fijos y la edad queda marcada por la cronología (Del Valle, 2001), ya que
los contenidos la edad dependen de cada cultura y de cada observador, por lo que
no sólo son múltiples los significados que pueda tener, sino que además cuenta
con un dinamismo que hace que los contenidos atribuidos a cada estadio varíen
en el tiempo.

Al respecto Carles Feixa (1996) precisa en torno a la definición de edad antes


entregada algunas conceptualizaciones. La edad como ciclo vital es aquella que
define los grados de edad por los cuales han de pasar los miembros individuales
de una cultura. La edad como condición social, asigna una serie de estatus y de
roles desiguales a los sujetos. Pero también diferencia la edad como imagen
cultural, que atribuye un conjunto de valores, estereotipos y significados a los
individuos (Op. Cit, 1996).

La forma de definir los contenidos atribuidos a cada etapa del ciclo vital no nos
entrega una definición de edad en sí, como veremos, ésta puede ser entendida de
diversas formas, siendo estas conceptualizaciones complementarias pese a que
en muchas ocasiones algunas prevalecen por sobre otras.

a) Edad cronológica y edad fisiológica

La edad cronológica se refiere a la edad en años. Es esencialmente biológica,


manifestándose en niveles de trastorno funcional, relacionándose con la definición
del envejecimiento desde una perspectiva clínica. La edad tratada desde este
punto de vista recibe también el nombre de edad fisiológica.

La edad fisiológica se refiere al proceso de envejecimiento fisiológico que se


encuentra relacionado con la edad cronológica, pero va más allá de la edad
expresada en años. Se relaciona con las capacidades funcionales y con la gradual
densidad ósea, el tono muscular y de la fuerza que se produce con el paso de los
años (Arber y Jay citado en Huenchuán, 2005).

34
En esta línea, el envejecimiento biológico es acompañado con cambios en la
posición social de los individuos, debido a las responsabilidades y privilegios que
dependen de la edad cronológica (Op. cit, 2005).

La edad real o cronológica resulta así la edad más fácil de demostrar, pero
además es la que social e institucionalmente se le asigna más importancia. La
cronología afecta por ejemplo, los marcadores diseñados en torno a la
escolarización, así como lo que se refiere a la mayoría de edad y los derechos y
obligaciones relacionados a ella. Quizás el caso más recurrente y más significativo
en nuestra cultura sea el de la jubilación, donde una serie de cambios se producen
tras haber cumplido cierta cantidad de años, en el caso de Chile 65 años para los
hombres y 60 años para las mujeres. Los cambios económicos, así como las
políticas de instituciones y empresas, hacen que la edad de jubilación varíe (en
general desde 50 a 70 años) y junto con ello los sentimientos respecto a la edad
de las personas que se sienten afectadas por éstas (Del Valle, 2001).

Dada esta relación entre edad cronológica e identidad social, es común en las
culturas occidentales que se quite importancia a otras categorías de edad como
son la edad atribuida y la edad sentida (Op. cit, 2001).

b) Edad sentida

La edad sentida parte de la propia realidad subjetiva de los sujetos. Se configura a


partir de cualidades personales y de carácter que manifiestan grados de
autoestima, salud, capacidad para adaptarse a los cambios, habilidades sociales
así como aspectos relacionados con las características del entorno social y
afectivo (Op. cit, 2001). Un punto de partida para establecer la edad sentida es la
autopercepción de las personas, de las cosas que ha hecho y quiere hacer, así
como sus aspiraciones. También es importante para los sujetos la identificación de
los grados de autonomía en lo concerniente a su cuidado físico y desarrollo social
(Op. cit, 2001), de ahí que la consideración del estado de salud es relevante.

Así, vemos que la edad sentida se relaciona con la construcción individual de


identidad (Edwardh, 1087). Según Lolas (citado en Morales, 2000), existe una
dualidad cuando se considera el envejecimiento, según si es el propio
envejecimiento o se refiriere al de “los otros". Nos dice, que es común encontrar
que el Yo carece de edad, mientras las otras personas a su alrededor perciben
una serie de cambios. A partir de esto es que realiza la distinción explicada sobre
el "sentido" y el "significado" que las personas dan a la edad.

Un dato interesante y que hace importante la consideración de la edad sentida, es


que la imagen que el propio sujeto percibe de sí muchas veces discrepa con la
imagen que le atribuye el grupo al cual pertenece, es decir, la edad sentida no
siempre se relaciona con la edad social.

35
c) Edad Social

La edad social se refiere a las actitudes y conductas sociales que se consideran


adecuadas para una determinada edad cronológica (Arber y Jay citado en
Huenchuán, 2005). Del Valle (2001) se refiere a ella como edad atribuida y la
definen como la edad que la sociedad nos asigna. Su punto de referencia es la
edad cronológica y las características definitorias de las distintas edades: 10, 20,
30, 50, 70, 80 años, así como categorías de niñez, adolescencia, juventud,
madurez, vejez .

Según este enfoque, la edad cronológica de los individuos se relaciona con las
funciones que se asignan a los miembros de una comunidad dada, resultante de
un sistema de racionalización del tiempo biológico, adaptado a los distintos roles
que los individuos deberían ir cumpliendo en sus etapas de la vida como parte de
ese conjunto social (Morales, 2000).

Así, la actividad de la persona dentro de la sociedad se relaciona directamente con


la evolución de las diferentes etapas del ciclo vital, declinando la actividad de la
persona según se pasa de las etapas más tempanas a las más tardías. Es
frecuente que las personas suspendan sus obligaciones laborales y comiencen a
depender cada vez más de sus familias, de su comunidad y de la sociedad en
general (Op. cit, 2000).

El distinguir entre edad cronológica, edad sentida y edad social cobra sentido al
observar que muchas personas actúan de acuerdo a la edad cronológica y la edad
sentida o atribuida (Del Valle, 2001), dejando de lado el propio sentimiento acerca
de la edad individual, es decir, su propia construcción de identidad.

Se puede ver que la atribución de determinados cambios o comportamientos a


una edad determinada es muy relativa. La edad como variable biológica,
psicológica y social, no es en sí misma determinante de ningún cambio específico.
Permite cifrar expectativas en torno a lo que “suele” ocurrir en un período
cronológico particular dentro del ciclo vital de un individuo (Peñaloza y Rojas,
2005), en otras palabras, la función de la edad es básicamente referencial.

Vemos así que la edad tiene mucho de biológico, pero en la misma medida el rol
que cumplan las personas que presenten ciertas características psicobiológicas
dependerá de cada sociedad. Así, vemos también que bajo esta misma
perspectiva es difícil establecer qué entendemos por vejez y envejecimiento. Las
fronteras de edad que indican la aparición social de la vejez son determinadas por
convenciones sociales diversas que adquieren significado en precisos parámetros
sociales, espaciales y temporales (Aranibar, 2001).

36
6.3 Estereotipos, Mitos y Percepciones en torno a la Edad

Algunos autores concuerdan en que los problemas que afectan la vida de los
ancianos son comunes a otros segmentos de la población (Edwardh, 1987). De
una forma más específica Aranibar (2001) toca esta temática, al referirse a la
vulnerabilidad, definida según las desventajas sociales, las adversidades
específicas para controlar o contrarrestas aquellos factores que afectan nuestra
vida y su bienestar, por último, según la incapacidad para aprovechar las
oportunidades disponibles en distintos ámbitos socioeconómicos para mejorar su
situación de bienestar o impedir su deterioro (Katzman citado en Aranibar, 2000,).
El sentido común señala que las personas mayores experimentan vulnerabilidad al
estar más expuestas que otros grupos de edad a enfermedades (declive
fisiológico), a la pobreza (reducción de los ingresos, jubilación o discriminación
laboral) y a la marginación social (disminución del flujo de relaciones sociales)
(Aranibar, 2001) Sin embargo, según la autora, se puede ver que estos factores no
son propios de la vejez, no dependen de un simple dato cronológico.

Con esto no se niega el hecho de que haya personas mayores en situaciones de


vulnerabilidad, sino que más bien que la problemática de la ancianidad, es la
problemática de la justicia social y los derechos humanos (Edwardh, 1987),
aunque no se puede negar que la vulnerabilidad que experimentan los jóvenes y
niños es diferente a la que experimentan los ancianos, ya que tienen diferentes
componentes, en cuanto se trata de etapas del ciclo de vida cronológica, social y
fisiológicamente diferenciadas (Aranibar, 2001).

Pese a esto, la vejez y el envejecimiento se encuentra cargada de estereotipos y


mitos (como le denominan autores como Edwardh), que no sólo afectan a las
personas mayores en su construcción de identidad personal y social, sino que
también afectan los estudios relacionados con estas temáticas. Estos mitos y
estereotipos suelen sentar las bases de creencias psicológicas, sociales y
biológicas sobre los ancianos, ya que son aceptadas como hechos. Esto es lo que
Feixa (1996) denomina entender la edad como imagen cultural, donde se le
atribuye un conjunto de valores, estereotipos y significados a los sujetos de
determinada edad. Los estereotipos sobre los ancianos que nos ayudan a
legitimar nuestra práctica social hacia ellos están a menudo basados en
observaciones limitadas o investigaciones gerontológicas de poblaciones cautivas
segregadas, tales como los ancianos institucionalizados (Edwardh, 1987).

De este modo, las imágenes con que se caracteriza a las personas mayores son
relacionadas con enfermedades crónicas, la pobreza, la soledad, ser asexuales,
pasivos, dependientes, etc.

37
6.3.1 Salud y Calidad de Vida

Según algunos estudios se asocia la vejez con condiciones orgánicas y físicas:


canas, arrugas, disminución de la fuerza muscular, la visión y la audición (Parales
y Dulcey- Ruiz, 2002). Esto tiene su asidero en el hecho de que el avance de la
edad produce cambios a nivel morfológico y funcional en todos los órganos y
tejidos. Estos cambios fisiológicos suelen complicarse debido a otras patologías
crónicas (hipertensión, diabetes, osteoporosis, cataratas, trastornos emocionales,
etc.). Sumadas estas alteraciones con los cambios normales esperables, puede
comprenderse que exista la visión de los adultos mayores como un problema
médico (Morales, 2000). El efecto social de esto se vislumbra en la idea, manejada
hasta los ’90 en Chile, de la “medicalización” del adulto mayor. La atención se
centraba en los aspectos terapéuticos, dejando de lado una perspectiva más
integral (Op. cit, 2000).

Este enfoque es parte del denominado modelo deficitario de explicación del


envejecimiento. Y pese a que se ha ido dejando de lado dadas las nuevas
evidencias arrojadas en el transcurso del S XX y el S XXI que han dado pie a
nuevos modelos explicativos, su eficacia a la hora de tratar temas prácticos
especialmente ligados a las políticas sociales los transforman en una sombra
siempre presente. Un ejemplo de esto es el término senil, el cual se utiliza para
designar a sujetos con niveles de deterioro físico y/o mental que les impide
desarrollar de forma normal su vida social e íntima (Fericgla, 1992). El estar en
dicha categoría les permite a los individuos, contrario a lo que se podría pensar a
la luz de las nuevas líneas explicativas, un marco sociocultural para exigir
determinadas ayudas y subvenciones, otorgándoles un seudoprotagonismo social
protector (Op. cit, 1992). Para quienes tratan con adultos mayores, la importancia
de considerar la salud tiene que ver con que permite identificar los grados de
autonomía de la persona, tanto en lo relativo a su cuidado físico, como a su
desarrollo social.

En el 2000 se publicó un estudio realizado por Monchietti, Roel y Sánchez (citado


en Parales y Dulcey- Ruiz, 2002) en Mar del Plata, Argentina sobre
representaciones de la vejez propia y ajena, en mujeres y hombres jóvenes y
viejos. En dicha investigación se encontró que la vejez se relacionaba con un
estado displacentero del ánimo (“ser viejo es sentirse viejo”), independientemente
de la edad cronológica. Otros criterios predominantes se referían a cambios
corporales limitantes y enfermedades. Se señala además la influencia del
paradigma biomédico sobre las creencias y concepciones populares que
relacionan vejez con enfermedad (Parales y Dulcey- Ruiz, 2002).

En esta línea, es interesante observar los resultados del estudio "Encuesta de


Necesidades de los Ancianos en Chile", auspiciado por la Organización
Panamericana de la Salud (citado en Morales, 2000) donde se entrega la
percepción de los adultos mayores frente a su propia salud y funcionalidad para
las actividades cotidianas, como indicadores de bienestar físico, mental y social.

38
Según lo consideran los propios encuestados sus problemas principales se
refieren a las exigencias económicas, principalmente en aquellos menores de 75
años, y de salud, tema prioritario para los grupos de mayor edad y en especial las
mujeres. El estudio revela que los mismos afectados declararon sentirse sanos en
más del 65% de los casos (Morales, 2000). Frente a este resultado, es interesante
observar que pese a la percepción cultural general frente a los adultos mayores en
la sociedad chilena, éstos cuentan con la capacidad para cuidar de sí mismo.
Según las cifras de la encuesta el 66,7% de la población mayor cubierta en este
estudio puede definirse como funcionalmente sana, capaz de llevar una vida
independiente, 30% son funcionalmente frágiles, es decir requieren auxilio para
ciertas actividades, y el 3,3% es funcionalmente dependiente y padece invalidez
severa (Op. cit, 2000).

Pese a que los cambios fisiológicos que se producen en el transcurso de la vida


son innegables, debemos recordar también que estos cambios dependen tanto de
la vida que haya llevado el individuo, como de su contexto social y cultural, y no
están relacionados per se con una edad determinada. En el envejecimiento
biológico tienen participación factores tales como la herencia, el sexo, los estilos
de vida, el ambiente, estado nutricional, los niveles de ingreso y educacionales, la
actividad laboral desarrollada en la época activa, sus condiciones de vivienda en
términos arquitectónicos y familiares, etc. (Op. cit, 2000). Dadas las múltiples
variables que se conjugan y por tanto la imposibilidad de relacionar el
envejecimiento y la vejez con una categoría pretederminada es que se elaboró el
concepto calidad de vida.

Siguiendo la elaboración realizada por Lolas (citado en Morales), el concepto de


calidad de vida considera justamente la subjetividad como elemento esencial.
Externamente, podrá afirmarse que una calidad de vida es mejor o peor, pero
finalmente es el propio individuo el que valida dicha afirmación (Morales, 2000).

Por tanto, el término calidad de vida es multidimensional y dinámico, no puede ser


evaluada tomando como base solamente los bienes materiales o el estado de
salud. Debe comprender una serie de dimensiones como el estado físico, la
espiritualidad, la capacidad de desplazarse, la independencia, la satisfacción,
entre otras. Pero también debe dar cabida a la comprensión de las
heterogeneidades dentro de grupos de senescentes pertenecientes a un mismo
rango de edad. No todos los sistemas orgánicos y los atributos psicológicos
envejecen al mismo ritmo, lo que induce a más diferencias individuales (Op. cit,
2000).

Por su parte, el dinamismo del concepto calidad de vida radica en el cambio en las
apreciaciones con respecto a la propia vida: las preferencias cambian en el
tránsito del individuo por las diferentes etapas del ciclo vital, las satisfacciones
cambian con el advenimiento de ciertas limitaciones fisiológicas, pero también el
propio criterio para evaluar las cosas cambia (Op. cit, 2000).

39
6.3.2 Aprendizaje

Según algunos autores la rigidez mental, el deterioro de la salud y la necesidad de


descansar serían características de la vejez (Peñaloza y Rojas, 2005). Así,
existiría a nivel social la creencia de que la ancianidad trae consigo cambios
cuantitativos en la habilidad física y mental del individuo, por lo que su
participación en el desarrollo histórico de la sociedad se da por terminado
(Edwardh, 1987), pasando a ser el individuo un ser dependiente de su familia y el
resto de la sociedad. Esta creencia se sostiene en considerar a los adultos
mayores incapaces de adaptarse a los cambios. Dicha afirmación guarda relación
con el “modelo deficitario” del envejecimiento. Este modelo avalaba la idea de que
a mayor envejecimiento de la persona, se suscitaba una mayor y progresiva
decadencia de sus facultades físicas y mentales (Peñaloza y Rojas, 2005). La
pérdida y deterioro de las funciones producto del paso de los años reconsideraba
irrevocable. El comienzo de esto se estimaba, que comenzaba a mediados de la
cuarta década de existencia.

Contrario a este modelo, Aver (citado en Peñaloza y Rojas, 2005) explica que si
bien en la vejez se modificaría la rapidez en la capacidad de reorientación y
combinación de información por parte del individuo, esto no guarda relación con
una disminución de la inteligencia durante esta etapa. Los fenómenos
denominados de decadencia durante la vejez tienen que ver con la ausencia de un
adecuado ejercicio de funciones y capacidades físicas y mentales, tanto en
edades previas como durante la vejez misma (Peñaloza y Rojas,). Del mismo
modo, la capacidad de aprendizaje puede continua durante esta etapa.

Sin embargo, producto de las creencias basadas en el modelo deficitario, surge el


mito de que los viejos no son trabajadores eficientes (Edwardh, 1987). La
repercusión de esto se traduce en que la gente encargada de dar empleo o
ascensos evita contratar trabajadores de más de cuarenta años (Op. cit, 1987), ya
que basan sus creencias en estereotipos negativos sin fundamentos
comprobables. Los estudios sobre empleo indican justamente lo contrario: los
trabajadores de edad faltan menos a su trabajo y aún, más importante, su
rendimiento es igual al de los trabajadores jóvenes (Op. cit, 1987).

Otro estereotipo muy común relacionado con la asociación entre envejecimiento y


rigidez mental, es que la gente anciana es conservadora en sus creencias políticas
y en su comportamiento. Incluso se piensa van tornándose más conservadores
con la edad (Op. cit, 1987).

Este mito confunde lo que puede representar las creencias de un individuo o de un


grupo de individuos inculcadas en diferentes momentos históricos (Op. cit, 1987).
De este modo, las actitudes de un grupo pueden ser diferentes a las de otra
generación producto de diferentes experiencias y oportunidades educacionales
(Op. cit, 1987). Pero, como en el resto de las personas, las actitudes y recelos
pueden variar según se adquiera conocimiento y se concientice a la gente.

40
6.3.3 Productividad

El proceso de producción, el consumo de determinada tendencia y también los


ritmos vitales impuestos por la sociedad, configuran lo que entendemos por vejez,
en una relación entre lo cultural y lo biológico difícilmente diferenciable
(Huenchuán, 2005).

Existirían ciertas creencias o estereotipos generalizados en los individuos, que


definen la vejez como una edad caracterizada, principalmente por el cese de las
actividades laborales productivas, asociándose directamente la jubilación con el
inicio de la vejez (Peñaloza y Rojas, 2005, P. 39). Así, en el mundo occidental, el
hablar de tercera edad sólo cobraría sentido cuando se le asocia con la edad
cronológica o con el cese de la actividad laboral (Del Valle: 2001, P. 2).

La modernización y la industrialización (Huenchuán, 2005; Peñaloza y Rojas,


2005) afectarían considerablemente el status de las personas cuando se les
relacionaba con el cese de sus actividades laborales. La jubilación se constituiría
en el principal referente simbólico, caracterizado por ser un ritual de carácter
desestructurante con respecto a los sujetos, ya que sólo sirve para marcar el final
de una etapa, sin indicar el paso a una nueva categoría social que implique una
integración distintiva y positiva a la sociedad (Fericgla, 1992).

Varios autores (Del Valle, 2001; Edwardh, 1987; Fericgla, 1992; Peñaloza y Rojas,
2005; Osorio, 2004) coinciden en la importancia que tiene la jubilación a la hora de
marcar la edad social y por tanto para influir sobre la recepción que tienen los
propios sujetos sobre su propia edad, es decir lo fuerte que funciona como una
marca para crear identidad. La jubilación es un claro ejemplo de la importancia
que se le da a la edad cronológica en nuestra sociedad y las repercusiones que
esto trae, al marcar un antes y un después. Se podría decir que en muchos
autores se considera la jubilación como la puerta de entrada a la vejez. La
percepción social en torno a la vejez muchas veces está dominada por la relación
entre vejez y jubilación, así como con la clasificación estética de verla como un
período de decadencia (Del Valle, 2001).

Esta percepción en torno a la vejez guardaría relación con el hecho de que las
personas suspenden sus obligaciones laborales, lo que los lleva a depender cada
vez más de sus familias, de su comunidad y, por cierto, de la sociedad (Morales,
2000).

Lo que ocurre luego de cumplidos los 60 años -dependiendo de los cambios


económicos, las políticas de instituciones y empresas que pueden hacer que esto
sea antes o después- hace que los sentimientos sobre la edad de los propios
“afectados” varíen. Según del Valle (2001), la vejez repentina es un mito, ya que la
vejez (como la infancia o la juventud) tiene sus características generales y
específicas, particulares a cada experiencia.

41
Fericgla (1992) se refiere a la jubilación como parte de la Cultura de la Ancianidad.
La valoración que los sujetos pertenecientes a ella le dan a la jubilación adquieren
dos posiciones. Por una parte se le ve positivamente en tanto se opone al antiguo
período de la vida, el laboral, el cual se considera en esta etapa como negativo y
por tanto se deben resarcir. Una segunda posición se da especialmente en los
hombres, quienes sienten nostalgia del período laboral, al representar su inclusión
en el mundo de la producción y junto con esto, inclusión en relaciones sociales,
prestigio, un puesto activo en la sociedad, mayores ingresos económicos, etc. (Op.
cit, 1992). Según esta última visión, los jubilados constituyen los componentes del
segmento viejo de la población que se mantienen con plenas facultades físicas,
pero pese a eso se encuentran desvinculados del mundo de la actividad
productiva y, como ya se enumeró, de todo lo que de ella se deriva (Op. cit, 1992).

Dada la importancia que cobra la jubilación y junto con ella el derecho al trabajo,
no sólo en términos económicos, sino especialmente por la desestructuración que
acarrea a la vida de quienes llegan a esta etapa, han surgido nuevas discusiones
en torno a ella, específicamente en lo referente a si la jubilación debe ser
voluntaria o involuntaria. En este sentido, Edwardh (1987) menciona que esta
discusión es un problema de clases. Quienes consideran su trabajo estimulante e
interesante, quieren seguir en él. Pero aquellos que lo encuentran denigrante y
aburrido, desean en la medida de lo posible abandonarlo.

En último término la discusión sobre la jubilación se centra en el derecho al trabajo


y la posibilidad de los propios ancianos de decidir sobre esto, según las
capacidades que tengan. En esta línea resulta interesante observar sus propias
opiniones, en tanto son los afectados directos de decisiones provenientes de otros
segmentos de la sociedad: “creemos que la edad cronológica no debe ser un
factor que afecta el derecho al trabajo. El trabajo es fundamental para la condición
humana y no puede ser limitado por la edad. Los ancianos deben tener la
oportunidad de trabajar de acuerdo a sus capacidades” (Hablan los Ancianos de
Chile, 1984 en Edwadh, 1987, P. 25).

6.3.4 Participación

A partir del punto anterior, vemos que en una sociedad cuyo foco se centra en la
producción, la jubilación marca la frontera entre estar dentro del mundo laboral y
junto con eso poder participar en el resto de los sistemas, y estar fuera donde,
según la posición social del individuo, progresivamente se va siendo excluido de
los sistemas sociales. De esta forma, la imagen del jubilado refleja la
burocratización de la última etapa de la vida en la sociedad industrial, así como el
proceso de exclusión social que dicha etapa conlleva (Huenchuán, 2005).

Derivado de esto, se tiende a considerar la adultez mayor como una carga social,
asociándola con el retiro y la victimización. Al adulto mayor se le ve como una
persona fuera de la fuerza de trabajo, fuera de los sistemas y de los

42
procedimientos formales de las decisiones del grupo familiar, etc. (Corporación
AÑOS, 2005).

Esta visión junto con aquellas relacionadas a la salud y el aprendizaje, construyen


una imagen dominante donde el adulto mayor es considerado como objeto-de-
cuidado-respeto-reconocimiento-rehabilitación-cariño-atención (Op. cit, 2005).
Esto se evidencia, por ejemplo, en los programas municipales para la tercera
edad, pero también está presente el modo de las políticas que se hacen en torno a
ellos, pero no con ellos. Aunque pueden ser iniciativas basadas en buenas
intenciones, no apoyan la dignidad y la fuerza de los adultos mayores,
desdibujando el proyecto propio del sujeto (Op. cit, 2005). Así, los programas y
políticas apuntan a un envejecimiento activo, donde se busca mejorar la calidad de
vida, generar áreas donde los adultos mayores se mantengan justamente
realizando ciertas actividades, generalmente recreativas.

Con respecto a lo anterior, Fericgla (1992) menciona como una características


representativas de la Cultura de la Ancianidad el ser íntegramente orientada a
perseguir satisfacciones psicológicas, pero con pocas posibilidades de que los
propios sujetos elaboren sus principios rectores. Esto crea dependencia del
colectivo respecto de otros segmentos de la sociedad, ya que dependen de los
beneficios sociales del Estado o también de sus familiares que les entregan parte
de sus ingresos.

Así, los adultos mayores no participarían en el desarrollo de las comunidades a las


que pertenecen, por el contrario, son vistos por la cultura oficial en relación a los
efectos e impactos que sobre ellos tiene el desarrollo, consolidando una visión de
la vejez y el envejecimiento en el espacio de “carga social” (Corporación AÑOS,
2005).

Contrario a esta visión se propone el paradigma del envejecer productivo. Éste


implica un conjunto de opciones en relación a la persona mayor, su estatuto e
inclusión social (Op. cit, 2005). Según este paradigma, la persona mayor, en
cuanto sujeto social posee derecho a formar parte y a ejercer la ciudadanía activa
de la comunidad a la cual pertenece. Así mismo promueve, más que la “actividad”,
la productividad, la cual apunta y fundamenta el hacer con sentido. Dicha
productividad no se refiere sólo a lo económico, también enmarca el más amplio
espectro de funcionamiento en sociedad, como la producción de ideas, la
producción de redes sociales, organizaciones de base, mecanismos de
solidaridad, etc. (Op. cit, 2005).

6.3.5 Aislamiento y Soledad

A los estereotipos sobre la vejez que la asocian con el deterioro de la salud y las
funciones cognitivas, el cese de las actividades productivas, la incapacidad para
incorporar nuevos conocimientos y, por tanto, a una mayor inactividad durante

43
esta etapa, se le agrega la percepción de que -producto justamente de estas
características limitantes- la vida social de las personas mayores se ve restringida
(Peñaloza y Rojas, 2005). Así, se tiende a identificar fácilmente la vejez como una
“patología” social, asociada a aislamiento, carencia de redes sociales, violencia y/o
maltrato (Op. cit, 2005).

El aislamiento no sólo se refiere a la exclusión progresiva de la sociedad que


sufren las personas mayores. El asilamiento también se relaciona con el grupo
más inmediato del cual forma parte el adulto mayor, el grupo familiar. Si bien la
familia es el entorno al que el adulto mayor pertenece, e idealmente no debiera
salir de él, la soledad por pérdida del compañero (a) los llevaría a cuestionarse el
sentido de sus vidas (Morales, 2000). Las mujeres serían las más afectadas, dado
que tienen mayores índices de dependencia al ser más desvalidas
económicamente, son más en términos numéricos que los hombres, además que
tienen una esperanza de vida mayor.

Producto de este desarraigo social y familiar, surgiría en los ancianos el


sentimiento de soledad (Fericgla, 1994), pero también producto de todas las
asociaciones ya mencionadas, esta visión de ancianos solitarios se encuentran
presentes en los estereotipos manejados a nivel social y no necesariamente
serían generalizables a todo este segmento poblacional.

Con respecto a lo anterior, es interesante observar que en un estudio realizado por


Lehr (citado en Parales y Dulcey- Ruiz, 2002) sobre la imagen de las personas
ancianas en estudios europeos y estadounidenses, realizados entre 1950 y 1968,
éste concluyó que predominaba una imagen negativa de las personas mayores, a
las cuales se asociaba con soledad y aislamiento, dependencia y necesidad de
ayuda.

Sin embargo, más allá de las creencias y conceptualizaciones, los conceptos de


patología social en la vejez pueden carecer de sentido en un grupo heterogéneo,
como lo es el de los adultos mayores, y en una sociedad en permanente cambio,
industrializada y tecnologizada (Peñaloza y Rojas, 2005).

44
VII. ANÁLISIS DE PRENSA ESCRITA: EL MERCURIO, LA CUARTA Y LAS
ÚLTIMAS NOTICIAS

A continuación se presentan los resultados del análisis de los artículos presentes


en los tres diarios seleccionados. Los códigos de análisis se crearon a partir de la
revisión bibliográfica, donde se identificaron las temáticas que más comúnmente
podrían encontrarse en los textos, sin embargo en la medida que se fue realizando
el análisis se fueron agregando nuevos códigos que emergían desde los artículos
(ver anexo 1). Se utilizaron los mismos códigos para el análisis de los tres diarios,
aunque existen algunas variaciones dadas las diferentes temáticas relacionadas a
la vejez y el envejecimiento que fueron tratadas en ellos. En un segundo momento
se crearon 4 supercódigos que agruparon por temas a los códigos utilizados en el
análisis, estos supercódigos constituyen campos semánticos que nos dan cuenta
de las temáticas principales a las cuales se alude en los tres diarios revisados, y
son estos campos los que se utilizarán para dar cuenta del imaginario social de la
vejez y el envejecimiento.

Los resultados que se presentan son de tipo descriptivo, es decir, sólo pretenden
dar cuenta sobre qué se habla cuando se habla sobre vejez y envejecimiento en la
prensa seleccionada.

Es importante recordar que para realizar la búsqueda de artículos vinculados con


la temática de la vejez y el envejecimiento se escogieron ocho criterios de
búsqueda, con la finalidad de disminuir la subjetividad en la elección de ellos.
Estos criterios son: abuelo/abuelos, abuela/abuelas, anciano/ancianos,
anciana/ancianas, vejez, envejecer/envejecimiento, adulto mayor/adultos mayores
y tercera edad. Otros criterios que pudiesen asociarse tales como: tata, tatitas,
teclos, etc (que se presentan especialmente en La Cuarta) no se incluyeron como
criterios ya que son utilizados en el contexto de los ya mencionados.

En los resultados se indica el número de artículos asociados a las diferentes


secciones que conforman el diario, así como su vinculación con los titulares.
Además se realizó una clasificación general de los artículos por tamaño según el
número de palabras:

Pequeño (S): Menos de 300


Mediano (M): 3001 a 500
Grande (L): 501 a 850
Muy Grande (XL): 851 y más

En términos visuales esto correspondería a: menos de un cuarto de página, un


cuarto de página, media página y una plana o más, respectivamente.

45
7.1. El Mercurio

7.1.1 Titulares, Secciones y Tamaño de Artículos

De un total de 79 artículos, 17 hacían referencia a los criterios de búsqueda o


referencia explícita a temas asociados a la vejez y el envejecimiento en sus títulos.
La distribución de éstos se puede apreciar en la tabla nº 1 “Cuerpos asociados a
artículos sobre vejez y envejecimiento”.

Podemos ver una gran cantidad de artículos y titulares corresponden al cuerpo A.


De ellos, 16 corresponden a la sección Vida y Salud, 2 a Actividad Cultural, 2 a
Opinión, 2 a Internet, 1 a Ciencia y Tecnología, 1 a Editorial y 3 a Primera Página,
sin embargo, de estos último, ninguno tenía en sus titulares los criterios de
búsqueda ni la temática de la vejez y el envejecimiento.

El número de artículos y títulos pertenecientes a la sección Vida y Salud (Cuerpo


A), guarda relación con una opción del diario, ya que una vez a la semana dedica
este espacio para temas relacionados con los adultos mayores.

Tabla nº 1. ” Cuerpos asociados a artículos sobre vejez y envejecimiento”


Total Títulos referentes
Cuerpo o Sección
Artículos al tema
Cuerpo A 28 10
Cuerpo B 15 2
Cuerpo C 13 1
Cuerpo D 4 0
Revista Ya 9 2
Revista El Sábado 6 1
Domingo en viaje 1 1
Vivienda y Decoración 1 0
Deportes 2 0
TOTAL 79 17

El tamaño de los artículos publicados en El Mercurio corresponde a: 17 artículos


de tamaño pequeño (S) con 5 títulos correspondientes al tema según como ya se
ha definido, 18 de tamaño mediano (M) con 4 títulos, 22 de tamaño grande (L) con
6 títulos y 20 artículo correspondiente a tamaño muy grande (XL) con 2 títulos. Por
otra parte, del total de artículos, 7 correspondían a artículos internacionales, 3 de
los cuales tenían la temática de la vejez o el envejecimiento en sus titulares.

46
7.1.2 Criterios de Búsqueda:

En la tabla nº 2 “Frecuencia de criterios de búsqueda” puede apreciarse la


frecuencia de los criterios de búsqueda en los artículos revisado. De un total de 78
artículos, el concepto con mayor frecuencia fue adulto mayor/adultos mayores con
una aparición de 61 veces.

Tabla nº 2. “Frecuencia de criterios de búsqueda”



Diario Criterios de Búsqueda Frecuencia
Artículos
abuelo/abuelos 18
abuela/abuelas 7
anciano/ancianos 11
anciana/ancianas 2
El Mercurio 78 vejez 14
envejecer/envejecimiento 25
adulto mayor/adultos
61
mayores
tercera edad 19

Abuela/abuelas

Abuela o abuelas se utiliza para hablar en un contexto de familia. De las siete citas
relacionadas a estos conceptos cinco corresponden a la relación abuela/ nieto en
un sentido positivo, como una abuela preocupada de estar informada sobre sus
nietos, tratando de ser parte de sus vidas para apoyarlos. En cuanto a las otras
dos citas relacionadas, una corresponde a recuerdos y objetos familiares que
remiten a la historia de esa familia y la abuela aparece como parte de ese relato,
mientras que el otro texto se refiere a la abuela en un contexto de plaza, como un
personaje que yace ahí junto a otros sujetos sin ocupación: mendigos y jubilados
con muletas.

Abuelo/abuelos

Al igual que en el caso de los términos abuela/abuelas, abuelo/abuelos se utiliza


principalmente para referirse a las relaciones familiares. Específicamente,
abuelo/abuelos se vincula con los nietos, en un sentido positivos, como relación
basada en el afecto y que es importante mantener ya que es necesaria durante el
crecimiento de los niños.

Tres de estas citas se refieren a otros temas. Una continúa en la línea de las
relaciones familiares, pero se refiere centralmente a la influencia que tiene la
relación abuelo/nieto en la imagen que éste último establezca del envejecimiento,
es decir, guarda relación con la importancia de las relaciones intergeneracionales,

47
siendo justamente la diferencia en las etapas de vida que uno y otro atraviesa lo
que enriquece la vida y desarrollo de ambos. Otra cita también hace referencia a
las relaciones entre generaciones, pero esta vez lo hace desde los cambios
refiriéndose a aquello con lo que ahora tiene a su disposición el nieto y que es
diferente a lo que tenía su abuelo en la infancia. La tercera cita por su parte, se
relaciona con la historia de la familia basándose en la recuperación de un hito
dentro de ella.

Adulto Mayor/ adultos mayores

El concepto adulto mayor es el que cuenta con más citas asociadas, a su vez se
vincula con la mayoría de los códigos, en este sentido se vincula con temáticas
como: la participación, la pobreza, la recreación, el sistema de pensiones, la salud,
el poder, la sexualidad, belleza, búsqueda de oportunidades de inclusión, etc. Por
lo tanto, su definición va desde ser un término ligado a la labor de instituciones
gubernamentales, sujeto de interés para los mercados de la recreación hasta ser
parte de una familia, los cambios estéticos y en la sexualidad con el transcurso de
los años. Sin embargo, en términos generales, el adulto mayor aparece como un
sujeto social en busca de oportunidades y espacios de inclusión y participación,
para esto su relación con el Estado es esencial y muy visible en los textos
revisados. Las iniciativas de éste se mueven entre lo que se entiende como
envejecimiento activo y envejecimiento productivo. Las referencias al sistema de
pensiones y la reforma al sistema previsional son muy comunes, así como los
temas relacionados con la salud.

De esta forma, los adultos mayores aparecen como sujetos que requieren mucho
apoyo del Estado y la comunidad, incluso algunas veces aparecen como sujetos
de cuidado que pueden llegar a ser una carga social, aunque esto último no es la
tónica de los textos.

Anciana/ancianas

En El Mercurio sólo aparecen dos citas asociadas a este código y se lo utiliza para
denominar a mujeres de mucha edad (junto a "abuela") o para referirse a personas
que no trabajan. En este último sentido, la palabra "ancianas" aparece junto
"jubilados" y "mendigos", en un párrafo que hace referencia a estereotipos de
personas que se encuentran en una plaza.

Anciano/ancianos

Lo primero que llama la atención a la hora de definir el código anciano/ancianos a


partir de las citas provenientes de El Mercurio, es que esta palabra se encuentra
relacionada con una serie de códigos. De acuerdo a esto, en términos generales,
anciano/ancianos tiene dos acepciones diferentes entre sí. En su connotación más
negativa, se relaciona principalmente con un sujeto vulnerable en cuanto a su
salud y su capacidad económica y que por tanto requiere del cuidado de su familia

48
o del Estado. Otras citas son más neutrales, una utiliza el término "ancianos" para
referirse a una pareja de edad, mientras que otra los relaciona con los avances
tecnológicos para solucionar problemas de movilidad de éstos.

En un segundo sentido, los ancianos se relacionan con el poder, el conocimiento y


la participación por igual en actividades junto con miembros de todas las edades y
capacidades. Sin embargo, algunas de estas citas hay que comprenderlas dentro
de un contexto particular. Al caracterizar a los ancianos en relación al poder, esto
se hace en un contexto cultural específico: El Concejo de Ancianos de Rapa-Nui.
En cuanto a ser sujetos participativos, esta noticia se refiere a la Guardia
Territorial de Venezuela donde los alistamientos deben cumplir con una política de
no discriminación.

Envejecer/envejecimiento

El envejecimiento aparece como un proceso y una etapa. En El Mercurio aparece


estrechamente relacionado con los temas de salud y estética. La salud se vincula
a los cambios biológicos que se producen y la propensión a ciertas enfermedades.
Pero también se hace referencia a las consecuencias del cambio demográfico
sobre el sistema salud, mostrándose el envejecimiento de la población como un
problema, ya que en términos económicos implica una carga para la sociedad. En
este mismo sentido, se habla sobre la importancia de generar políticas públicas en
diversos ámbitos que permitan hacer frente a las nuevas condiciones.

Los temas relacionados con la estética son los más comunes al momento de
referirse al envejecimiento, a través de mecanismos y productos cosméticos que
previenen los signos del envejecimiento.

Por último, el proceso de envejecimiento se vincula a la necesidad de mantenerse


vigente, lo que dependería de las personas que deben mantenerse en constante
aprendizaje y con capacidad innovadora, principalmente en lo que se refiere a las
tecnologías.

Tercera edad

Al igual que en el caso del criterio "adulto mayor/adultos mayores", "tercera edad"
se encuentra relacionado con una amplia gama de temas: participación,
aprendizaje, recreación, sistema de pensiones, sexualidad, salud, belleza,
pobreza, carga, oportunidades para incluirse en el sistema económico, tecnología.

El término "tercera edad" se utiliza de modo similar al de adulto mayor, de hecho,


en muchos artículos van mencionados indistintamente como sinónimos. Ambos
conceptos hacen referencia a un grupo social abordado en temas que incumben a
diferentes instituciones y organizaciones públicas y privadas. Se agrega con
respecto al uso que se le da a "adulto mayor", el hecho de que el grupo "tercera

49
edad" aparece tanto en lo institucional como en la vida cotidiana con un lugar
especial, en el sentido de una discriminación positiva.

Vejez

El concepto vejez se ocupa principalmente en tres ámbitos: pensiones, familia y


los efectos del envejecimiento biológico. La vejez aparece así, como una etapa de
la vida en que se ha perdido la fuerza y el vigor, por lo que hay mayor propensión
a enfermedades. Debido a lo anterior, quienes se encuentran en esta etapa
requieren más cuidados y protección. Esto mismo se deja ver en que se hace
referencia a iniciativas públicas que permitan darles beneficios y apoyo basándose
en esta premisa.

En cuanto a su relación con los temas de pensiones, aparecen aquí las diferencias
de géneros, ya que se muestra a las mujeres como más desprotegidas debido a
ciertas trabas legales. Pero el género aparece en otros contextos: cuidado de los
padres. Éste se les atribuye tanto a hombres como mujeres. Éstas últimas ligadas
a la permanencia en el hogar (o regreso al hogar) para atenderlos. En el caso de
los hombres, se les vincula con la creencia tradicional de los "hombres
proveedores", por lo que las familias preferirían tener hombres antes que mujeres.
Pero se alude a esta creencia en base a los cambios que se están produciendo
con el ingreso masivo de las mujeres al mercado de trabajo y a la vida pública
general, cuestionando la creencia antes mencionada.

La vejez se menciona en el contexto de la familia, específicamente con la relación


de los abuelos(as) con sus nietos, siendo una etapa donde esto se debe potenciar.

7.1.3 Códigos y Análisis

Basándose en las lecturas de la bibliografía y lo aparecido en la prensa se


establecieron 25 códigos (tabla nº 3) además de los 8 correspondientes a los
criterios de búsqueda y uno cuya finalidad era identificar el número de titulares
donde aparecían temas asociados a la vejez y el envejecimiento. Para
sistematizar el análisis y de acuerdo a las temáticas tratadas en las citas
asociadas, se establecieron cuatro criterios que abarcaron lo aparecido en El
Mercurio.

50
Tabla nº 3. Artículos de El Mercurio asociados a Códigos
Presencia en Total
Códigos Agrupación
artículos Artículos
Familia 9
Relaciones
2
Generacionales
Pobreza 4
Espacios de
Recreación/ocio 7
42 consideración
Instituciones 6
y participación
Participación 4
Televisión 2
Sabiduría 3
Poder 5
Género 3
Política pública 2 Legislación y
22
Sistema de pensiones 13 políticas públicas
Reforma previsional 4
Aprendizaje/innovación 4
Productividad 3
Autopercepción 1
Productividad e
Asosiatividad 1 17
innovación
Inclusión Sist.
3
Económico
Tecnología 5
Dependencia/cuidado 5
Salud 17
Belleza 6 33 Salud y Envejecimiento
Vigor/fuerza/agilidad 4
Sexualidad 1

a) Espacios de consideración y participación de los Adultos Mayores

Códigos: [Familia] [Institución] [Participación] [Pobreza] [Poder] [Recreación/Ocio]


[Relaciones Generacionales] [Sabiduría/Conocimiento] [Televisión]

Los espacios para el adulto mayor, donde éstos participan o son asistidos, están
estrechamente relacionados con iniciativas públicas. Éste cuenta con instituciones
creadas especialmente para dar apoyo a los Adultos Mayores, entre las que se
encuentran también las iniciativas municipales. De las instituciones públicas la que
tiene más presencia es SENAMA, la cual se presenta (en una entrevista realizada
a un miembro) como un espacio de diálogo con los adultos mayores para recoger
sus inquietudes y necesidades, para actuar como interlocutor frente al gobierno. El
SENAMA también aparece en la figura del Fondo Nacional para el Adulto Mayor,
al cual los adultos mayores pueden acceder con proyectos concursables. De esta
forma, el SENAMA aparece también como generador de espacios para que los
adultos mayores construyan e implementen sus propuestas en los más diversos
ámbitos de interés, tanto en lo referente a fuentes laborales (creación de

51
microempresas) como a instancias de entretención (grupos de teatro, talleres
literarios).

En este sentido, tanto el sector público como el privado ha generado espacios


donde el adulto mayor puede participar en actividades recreativas, las más
comunes son las relacionadas con programas vacacionales creados
específicamente, y con precios especiales, para ellos. Así, se mencionan en El
Mercurio el programa "Vacaciones para la Tercera Edad" junto con los fondos ya
mencionados impulsado por el gobierno de la concertación, y estadías y pasajes
más baratos, así como promociones especiales en actividades relacionadas al
deporte.

En El Mercurio se encontraron dos artículos referidos a la encuesta de CNTV4.


Llama la atención que si bien suele asociarse a los adultos mayores como un
segmento relacionado a actividades de recreación (según la bibliografía revisada),
el año 2005 por primera vez se encuestó a las personas entre los 65 y 80 años. La
encuesta trata sobre temas diversos y compara las preferencias de medios de
comunicación y programación de diferentes grupos etáreos, así como las
opiniones sobre la televisión en general.

La vigencia y los alcances de la participación de los adultos mayores tienen


estrecha relación con ocupar un puesto de poder en la sociedad a la que
pertenece. Éstos espacios en la sociedad chilena occidentalizada se vinculan con
ocupar altos puestos donde la edad no es una limitante por asociarse a
estereotipos de poca productividad e innovación, sino que se valora a la persona
por sus habilidades y experiencias, en este sentido, se mencionan los altos
puestos gerenciales y los jueces de la corte suprema. Por otra parte, aparece la
valoración de los adultos mayores en otras culturas a través de referencias al de
Rapa-Nui.

Pese a que en lo ligado con la productividad en nuestra sociedad aún permanecen


estereotipos que limitan la participación de los adultos mayores, si se les valora
como portadores de sabiduría, en cuanto cuentan con conocimientos de las
tradiciones del país. Esto se valora ya que pueden entregar dichos conocimientos
a los más jóvenes.

Es justamente en estas relaciones con generaciones jóvenes, niños(as) y


nietos(as), donde el adulto mayor cuenta con mayores espacios participativos,
según un texto de El Mercurio con opiniones expertas.

4
Consejo Nacional de Televisión de Chile

52
b) Legislación y políticas públicas

Códigos: [Género] [Políticas Públicas] [Reforma Previsional] [Sistema de


Pensiones]

Antes que todo hay que hacer un alcance sobre este punto. A partir de marzo de
este año se comenzó a trabajar en el gobierno de la Concertación para la reforma
del sistema de pensiones. Dado que los diarios revisados corresponden a abril de
este año, el tema aún se mantenía muy presente en los medios, lo que influye en
la cobertura en reportajes y noticias.

El tema de las pensiones se trató de dos maneras, una desde lo político-legislativo


y a través de un diagnóstico sobre ciertos temas inquietantes del sistema actual y
su relación con el cambio demográfico. En el primer caso, se hace referencia al
impulso de la reforma previsional desde el gobierno, poniendo énfasis en las
reformas más urgentes que se están llevando a cabo como es el caso del reajuste
de las pensiones más bajas y de las pensiones asistenciales. También se
mencionan las decisiones y los procesos relacionados con la reforma previsional,
en el marco de lo que ocurre en la Comisión Marcel5. En este mismo ámbito
surgen las propuestas de los distintos sectores, privados y políticos, para la
reforma.

Sobre los textos que tratan los problemas del actual sistema de previsión, se
recalca la insuficiencia en el monto actual de las pensiones. Pero además, se
problematiza la situación futura del sistema, previendo el colapso de éste en
directa relación con el envejecimiento de la población del país. En este contexto,
se encuentra presente el tema de la pobreza de los adultos mayores, la cual es
producto en gran medida a la insuficiencia de las pensiones que reciben y la falta
de subsidios para aquellos que requieran mayor apoyo por encontrarse ya en la
línea de la pobreza o por discapacidad.

Es interesante como surge el tema del género en dos textos referentes al sistema
de pensiones. Se recalcan las diferencias entre hombres y mujeres en las
cotizaciones y los sistemas de previsión, encontrándose las mujeres mucho más
desprotegidas debido a trabas principalmente legales. Pero el tratar temas del
adulto mayor no queda sólo remitido a la reforma previsional y el sistema de
pensiones en general. Se hace además referencia a las política públicas que
deben impulsarse relacionadas con beneficios sociales para este segmento de la
población.

5
Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional, se conformó por 15 expertos para
responder a las preocupaciones e interrogantes de los chilenos respecto de sus condiciones de
vida en la vejez, esto incluye indagar sobre la situación del sistema previsional chileno y proponer
un conjunto integrado de reformas destinadas a mejorar su capacidad para cumplir de manera
eficaz, oportuna y eficiente a sus objetivos.

53
c) Productividad e innovación

Códigos: [Aprendizaje/innovación] [Asociatividad] [Autopercepción] [Inclusión


Sistema Económico] [Productividad] [Reforma Previsional] [Sistema de Pensiones]
[Tecnología]

El gobierno aparece como el principal impulsor de iniciativas que permitan a los


adultos mayores permanecer productivos o que les permita (re) incluirse en el
sistema económico. Para esto el Estado cuenta con una serie de fondos
concursables (Fosis, Sercotec), de los cuales uno va dirigido específicamente a
adultos mayores (Fondo Nacional del Adulto Mayor). Sin embargo, también se han
abierto posibilidades para la inversión desde los bancos, los cuales realizan
préstamos sin discriminar los proyectos por edad.

Con esto como apoyo y empuje, los adultos mayores realizan proyectos que
apuntan a la creación de microempresas principalmente. Para el desarrollo de
proyectos resulta central la asociatividad, pero se muestra que a este grupo le falta
aprender a confiar en sus pares, así como aprender a trabajar en equipo. En este
contexto, la capacidad de autogestión de los adultos mayores es esencial, pero los
apoyos que el Estado les ha proporcionado desde un rol más bien asistencial han
debilitado esta capacidad.

A lo anterior hay que agregar otro artículo donde se mencionan las dificultades
que deben enfrentar las personas pasado los 45 años para poder conseguir
trabajo. En el contexto laboral, el aprendizaje (capacidad de continuar aprendiendo
después de determinada edad) y la productividad son importantes para determinar
la vigencia de las personas, ambos se encuentran estrechamente relacionados ya
que tienen que ver con las percepciones estereotipadas de quienes contratan. Sin
embargo, estas restricciones de edad no se aplicarían a personas que ocupan
puestos de alta gerencia en las empresas, por lo que vemos una estrecha relación
entre el mantenerse productivo y el poder y prestigio que detente esa persona, el
cual en este tipo de cargos radica en las habilidades y conocimientos que ha
adquirido durante su experiencia. Pese a esto, es generalizado el hecho de que
las personas deben mantener su vigencia a través del aprendizaje de todo aquello
que les permita adaptarse a los cambios.

La tecnología se presenta como la gran herramienta que abre puertas a los


adultos mayores, tanto desde la perspectiva de la alfabetización digital, como
desde los avances que facilitan a los adultos mayores ciertas labores en el trabajo
y su vida diaria. El uso de computadores e Internet se presenta como la barrera a
derribar para dar más oportunidades de trabajo a los adultos mayores, tanto
dentro de sus empleos, como en la generación de nuevas fuentes de ingreso.
Pero, pese a la importancia que se le da a la tecnología en lo relacionado con el
trabajo, lo que aparece en el diario muestra que sería motivaciones más
sentimentales las que acercan a los adultos mayores a los computadora, viéndolos

54
como medios de comunicación principalmente (uso de Internet) que les permite
mantenerse en contacto con sus familiares.

d) Salud y Envejecimiento

Códigos: [Belleza] [Dependencia/Cuidado] [Salud] [Sexualidad]


[Vigor/Fuerza/Agilidad]

La recurrencia del tema de la salud a la hora de referirse a los adultos mayores


queda evidenciada en la cantidad de citas asociadas. Se pueden distinguir 3
formas de referirse a los adultos mayores en ellas:

i. Enfermedades. Como consecuencia del envejecimiento biológico, los adultos


mayores comienzan a presentar una serie de enfermedades crónicas como el
alzahimer, la artrosis, la hipertensión, problemas en caderas, etc., así mismo
presentan cambios en la forma como reacciona su organismo frente a los
médicamente.

Relacionado con lo anterior aparece el tema de la sexualidad únicamente en un


artículo, donde se hace referencia a los cambios físicos y psicológicos producto
del envejecimiento. Dicho artículo es de carácter informativo, presentando la forma
de enfrentar estos cambios.

También aparecen como propensos a sufrir enfermedades respiratorias y virales.


En este sentido aparecen junto a otros grupos de la población como embarazadas
y niños(as) en noticias generalmente relacionadas con la mala calidad del aire y
las campañas de vacunación. Sin embargo, también se hace referencia a la
prevención de estas enfermedades, tanto desde la medicina como desde otras
disciplinas, a través de la alimentación y el ejercicio. Se mencionan al respecto
programas especiales para que los adultos mayores realicen actividad física.

ii. Cuidado del adulto mayor. Debido a las enfermedades crónicas y otras
afecciones, los adultos mayores aparecen como sujetos de cuidado e incluso
dependencia. En este sentido, quienes realizarían esta labor serían los hogares de
ancianos, personas especializadas en su cuidado y familiares (hijos/as, esposas).

iii. Organizaciones vinculadas a la Salud. En dos noticias se hace referencia a la


prevención de las enfermedades. Una de ellas se refiere a las Isapres y el hecho
de que los adultos mayores ahora pueden participar en lo planes preventivos de
éstas. La otra noticia menciona la necesidad de prevención desde la juventud
como una forma de responder a las exigencias que implica el envejecimiento de la
población. En este sentido, presenta a la salud de los adultos mayores como un
problema dado el costo que implicaría para el país mantenerlos si continúa
aumentando este segmento de la población, así como también el costo que
implicaría realizar los cambios necesarios en materia sanitaria para enfrentarlo. La

55
idea es que el aumento en la longevidad se vea aparejado con la calidad de vida
que puedan llevar quienes lleguen a altas edades.

Otros artículos comunes son los referidos a la belleza, específicamente, sobre


tratamientos y productos para retardar o evitar los signos estéticos del
envejecimiento, el público al que dichos artículos van dirigidos es femenino. En
uno de estos artículos aparecen productos especiales para los adultos mayores y
las necesidades específicas que presenta su piel.

Los cambios biológicos aparecen también reflejados en la disminución de la


agilidad y el vigor de los adultos mayores, lo que afecta sus oportunidades de
trabajo, ya que la selección de personal tiene muy arraigado estereotipos que
asocian la edad con el envejecimiento biológico sin considerar las diferencias
entre las personas.

7.2. La Cuarta

7.2.1 Titulares, Secciones y Tamaño de Artículos

De un total de 29 artículos, 3 hacían referencia a los criterios de búsqueda o


referencia explícita a temas asociados a la vejez y el envejecimiento en sus títulos.
La distribución de éstos se puede apreciar en la tabla nº 4 “Secciones asociadas a
artículos sobre vejez y envejecimiento”.

Tabla nº 4. “Secciones asociadas a artículos sobre vejez y envejecimiento”


Total Títulos referentes
Cuerpo o Sección
Artículos al tema
Crónica 25 2
La Cuarta Espectacular 1 0
Parabólica 1 1
Magazine 2 0
Total 29 3

Como se puede apreciar, la sección “Crónica” tiene la mayor cantidad de artículos.


Esta sección trata temas diversos que van desde columnas permanentes
dedicadas a denunciar ciertas problemáticas, consultas sentimentales y de salud,
hasta noticias. Si bien aparecen noticias referentes al ámbito nacional e
internacional, las noticias relacionadas con el tema que nos interesa son en su
gran mayoría nacionales, pudiendo distinguirse solamente una noticia
internacional.

El tamaño de los artículos publicados en La Cuarta corresponde a: 15 artículos de


tamaño pequeño (S) con 2 títulos correspondientes al tema, 10 de tamaño
mediano (M) con 1 título, 3 de tamaño grande (L) sin títulos que se asocien al
tema y cero de tamaño muy grande (XL). Aquí cabe destacar que los títulos

56
encontrados no hacen referencia a los criterios de búsqueda, sin embargo hablan
con “sinónimos” que se relacionan con la línea del diario La Cuarta, tales como:
tatitas, tatas y teclos.

7.2.2 Criterios de Búsqueda

La frecuencia de aparición en artículos de los criterios de búsqueda puede


apreciarse en la tabla nº 5 “Frecuencia de criterios de búsqueda”. Se puede ver
que tienen una frecuencia similar, siendo abuelo/abuelos el que se distingue de los
demás con una frecuencia de 8. Lo sigue adulto mayor/adultos mayores con 7.
Vale la pena poner énfasis en el hecho que abuela/abuelas y anciana/ancianas
tienen la menor frecuencia, con 1 y 2 respectivamente.

Tabla nº 5. “Frecuencia de criterios de búsqueda”


Diario Nº Artículos Criterios de Búsqueda Frecuencia
abuelo/abuelos 8
abuela/abuelas 1
anciano/ancianos 5
La Cuarta 29 anciana/ancianas 2
vejez 5
envejecer/envejecimiento 6
adulto mayor/adultos mayores 7
tercera edad 5

Abuela/abuelas

Sólo existe una referencia a este criterio de búsqueda, la cual se vincula con la
relación de parentesco abuelo(a)/nieto(a), pero no se evidencia si esta relación se
basa en afecto, apoyo, educación, etc.

Abuelo/abuelos

Se les menciona para dar cuenta de la relación de parentesco y, sobre todo, para
dar cuenta de la relación abuelo/nieto. En la mayoría de los artículos esta relación
aparece como positiva. Sin embargo, en un artículo se hace referencia a actos de
violencia ejercidos por los abuelos hacia sus nietos. En otro artículo se menciona
algo similar, pero se hace en el contexto de comparar la educación dentro de la
familia de antes (se usaban golpes) y la educación actual. En estas
comparaciones entre situaciones pasadas y presentes, se hace referencia también
al nivel educacional de los abuelos con respectos a sus nietos. En una noticia, la
referencia a "abuelos" se utiliza como sinónimo de ancianos, viejos o adultos
mayores, y se vincula con el abandono y la pobreza de éstos.

57
Adulto Mayor/ Adultos Mayores

Se habla de adulto mayor o adultos mayores cuando los temas están más
relacionados con instituciones o responsabilidades de organizaciones frente a
éstos (en este sentido es similar a El Mercurio), así, se hace referencia, por
ejemplo, a un Proyecto de Ley que apoye a los adultos mayores abandonados por
sus familias. En cuanto a los contenidos, la referencia a adultos mayores se
vinculan con el abandono y pobreza, la incomodidad de algunos servicios de la
ciudad para ellos y en cuanto segmento crítico de los contenidos de la televisión.

Anciano/ancianos

Las noticias vinculadas a los ancianos se refieren a éstos en la mayoría de los


casos, como víctimas de estafas, y en una ocasión como un grupo de riesgo en
cuanto a su salud. Los criterios de búsqueda anciana/ ancianas, no se encuentra
presente en La Cuarta, sin embargo el término ancianos se utiliza como genérico.
Si a esto se suma la casi nula presencia de abuela/abuelas, vemos que las
distinciones de género entre adultos mayores casi no se utilizan, hablando de ellos
de modo genérico y en plural.

Envejecimiento/Envejecer

Al igual que en Las Últimas Noticias y El Mercurio, la mayoría de las veces se


hace referencia al envejecimiento en artículos sobre belleza, sobre productos para
prevenir las marcas del envejecimiento biológico. En este sentido, como efecto de
este proceso, el envejecimiento también es presentado como un proceso que
acarrea enfermedades.

En un artículo, dedicado al tema de la educación en la Tercera Edad, se menciona


el envejecimiento activo, vinculado con la posibilidad de los adultos mayores para
seguir estudiando, específicamente, en temas que tienen que ver con el proceso
de envejecimiento biológico.

Tercera Edad

Es similar al uso del término Adulto Mayor, también se relaciona a temas


institucionales. Se vincula con el sistema de pensiones y los cambios que el actual
gobierno ha hecho sobre esto, también se menciona su visión crítica sobre la
televisión, presente en la encuesta de CNTV. Otra referencia en una noticia
vincula a la tercera edad con problemas de salud, desde los “achaques” de un
sujeto perteneciente a este grupo etáreo.

Vejez

Aparece ligado tanto a su dimensión biológica como social. En el primer caso, se


menciona como un proceso fisiológico normal de todo ser vivo. En su sentido

58
social, se le ve como un factor de amenaza junto con otros factores asociados a la
pobreza.

7.2.3 Códigos y Análisis

Sobre la base de las lecturas de la bibliografía y lo aparecido en la prensa se


establecieron para La Cuarta 19 códigos (tabla nº 6) además de los 8
correspondientes a los criterios de búsqueda y uno cuyo fin era identificar el
número de titulares donde aparecían temas asociados a la vejez y el
envejecimiento. Para sistematizar el análisis y de acuerdo a las temáticas tratadas
en las citas asociadas, se establecieron cuatro criterios o supercódigos que
abarcaron los códigos.

Tabla Nº 6. “Artículos de La Cuarta asociados a Códigos”


Presencia
Total
Códigos en Agrupación
Artículos
artículos
Educación 2 Productividad e
3
Aprendizaje/innovación 1 innovación
Infraestructura 2
Espacios de
Familia 7
12 consideración y
Crítico 1
participación
Recreación/ocio 2
Dependencia/cuidado 1
Sistema de pensiones 1
Legislación y políticas
Pobreza 2 7
públicas
Víctimas 2
Proyecto de ley abandono 1
Salud 7
Belleza 2
11 Salud y Envejecimiento
Sexualidad 1
Envejecimiento biológico 1

a) Espacios de consideración y participación de los Adultos Mayores


Códigos: [Crítico] [Familia] [Infraestructura para Adultos Mayores]
[Recreación/ocio]

Al igual que en El Mercurio el código "Familia" es el que cuenta con más citas y
artículos asociados (7 y 6 respectivamente). Se hace referencia a los adultos
mayores en cuanto a las relaciones de parentesco y su relación con otros
miembros de la familia, especialmente con sus nietos. En la relación
abuelo(a)/nieto(a) que se presenta, los abuelos suelen mostrarse como apoyo en
su cuidado. En este sentido, si bien predominan los vínculos de afecto, en uno de
los artículos se hace mención a la violencia ejercida por los abuelos hacia su nieto.

59
La tecnología (videojuegos e Internet) se muestra en el papel que juega
actualmente en los niños, reemplazando el rol de padres y abuelos en darles
entretención a través de historias y cuentos.

Por otra parte, los adultos mayores se muestran participando a través de


actividades recreativas. En dichos textos se pone especial énfasis en el buen
ánimo y humor de su participación. Los artículos se relacionan con una fiesta de
mechoneo tras el ingreso a la Universidad para el Adulto Mayor y con la
participación en un programa de T.V.

La relación con la televisión no es sólo a través de la entretención. Al igual que en


El Mercurio se menciona la encuesta de CNTV en la cual se incluyó por primera
vez el segmento de adultos mayores, presentándolos no como consumidores de
medios pasivos, sino con opiniones sobre los programas y las informaciones que
son transmitidos. En este marco, se hace hincapié en las opiniones negativas
frente a los contenidos televisivos, los cuales pueden interpretarse como
provenientes de un público más bien crítico de la oferta televisiva. Sus principales
reproches se centran en el exceso de violencia presente en programas de todo
tipo (incluyendo noticias) que generan inseguridad a la población, los contenidos
asociados al sexo y el uso de lenguaje vulgar.

Por último, se llama la atención en una sección sobre la poca consideración hacia
los adultos mayores en la infraestructura urbana, específicamente en las micros6
nuevas. Ya que si bien son menos dificultosas para subir, los desniveles en su
interior provocarían problemas a las personas de edad.

b) Legislación y políticas públicas


Códigos: [Aprendizaje/Innovación] [Pobreza] [Política Públicas] [Proyecto de Ley
Abandono] [Sistema de Pensiones] [Víctimas]

A diferencia de El Mercurio, en La Cuarta los artículos referentes al sistema de


pensiones prácticamente no aparecen, sólo hay un artículo vinculado a dicho
tema, el cual menciona el reajuste del 10% en las pensiones mínimas y
asistenciales, las cuales irían en directo beneficio de los adultos mayores y de los
más desamparados. Dicha medida se asegura con la mantención del 19% del IVA,
con lo que la tercera edad se muestra indirectamente como un problema, debido a
que para poder financiar los cambios se deben aplazar u omitir reformas que
aliviarían al resto de los chilenos (bajar el IVA).

Una perspectiva similar se encuentra en una noticia referente a la nueva ficha


CAS, donde la vejez es presentada junto con los factores de amenaza para los
individuos hoy en día. Sin embargo, esta no es la única lectura que se le puede
dar a esto, ya que el incluir la vejez dentro de las ponderaciones por familia,

6
Buses del transporte público.

60
permite visibilizar y enfrentar una situación del país, el creciente números de
viejos, ante la cual no cuenta aún con las medidas para hacerle frente y que
pueden ser vitales al interior de familias pobres.

En este sentido, las noticias en La Cuarta tienden a mostrar la vejez como un


problema y hace visible aspectos negativos de esta etapa. Sin embargo, se
presentan como parte de estrategias que se generan para hacer frente a
situaciones complejas que requieren ser tomadas en cuenta. Este es el caso de un
artículo que menciona el proyecto de ley contra el abandono de los adultos
mayores por parte de sus familiares.

Pese a lo anterior, se presentan noticias que muestran despreocupación de las


autoridades, la que se revela específicamente desde los problemas de pobreza y
la indigencia de adultos mayores.

Por otra parte, los adultos mayores se presentan en el caso de un artículo como
víctimas. Sin embargo, aquí no se muestran como víctimas de un sistema que no
los favorece o no les presta atención, por el contrario, se muestra la conmoción
que causa un caso particular (estafa a una pareja de adultos mayores) y el
proceso judicial que enfrenta quien cometió el delito.

c) Productividad e innovación
Códigos: [Aprendizaje/Innovación] [Educación]

Llama la atención la escasez de artículos en este ámbito, encontrándose


solamente tres. Éstos hacen directamente referencia a la educación de los adultos
mayores mostrándose dos situaciones bien distintas. En uno de los artículos se
menciona brevemente, en el contexto de otro tema, el analfabetismo de los
adultos mayores. Así también se menciona en otro de los artículos el cambio en
los métodos de enseñanza y aprendizaje durante la infancia, refiriéndose al uso de
violencia que aplicaban los actuales abuelos para enseñar. Por otra parte, la
última noticia hace referencia a la Universidad para la Tercera Edad, donde
participan alrededor de 40 adultos mayores en un diplomado de gerontología cuyo
fin es entregarles conocimientos y herramientas para el autocuidado.

d) Salud y Envejecimiento
Códigos: [Belleza] [Envejecimiento biológico] [Salud] [Sexualidad]

Al igual que en El Mercurio, se destaca la cantidad de artículos relacionados con la


temática de salud, siendo 7 artículos en total. En este contexto, se menciona a los
adultos mayores en cuanto grupo de riesgo para ciertas afecciones,
específicamente en noticias referidas a las campañas de vacunación por el
invierno. Así también se menciona este grupo en su relación con enfermedades
producto del envejecimiento biológico. Sin embargo, junto con esto, aparecen

61
artículos que tratan sobre las formas de prevenir y contrarrestar los efectos del
envejecimiento, por ejemplo: poner atención en las condiciones de vida para evitar
un envejecimiento prematuro y realizar actividad física para ayudar a mantener
una buena salud. Aparece un artículo con referencia a la sexualidad, asociando a
los adultos mayores con el uso de viagra, sin embargo esto se da en el contexto
de una noticia que no guarda estrecha relación ni con el tema salud ni con una
tematización directa de la sexualidad en la adultez mayor.

Por otra parte, aparecen artículos vinculados a la belleza, específicamente,


referidos a productos para evitar los cambios derivados del envejecimiento
biológico.

Por último, se hace referencia al proceso de envejecimiento biológico como un


proceso normal, pero el contexto es llamativo, en tanto se presenta en una sección
donde se da respuesta a un lector que consulta sobre la vejez en animales.

7.3. Las Últimas Noticias

7.3.1 Titulares, Secciones y Tamaño de Artículos

De un total de 21 artículos, 6 hacían referencia a los criterios de búsqueda o


referencia explícita a temas asociados a la vejez y el envejecimiento en sus títulos.
La distribución de éstos puede apreciarse en la tabla nº 7 “Secciones asociadas a
artículos sobre vejez y envejecimiento”.

Tabla nº 7. “Secciones asociadas a artículos sobre vejez y envejecimiento”


Total Títulos referentes
Cuerpo o Sección
Artículos al tema
Tiempo Libre 4 2
Reportajes 1 0
Temas de Sociedad 4 1
Cultura 2 0
El día 5 0
Internacional 3 2
Economía 2 1
Total 21 6

Como se puede ver, la cantidad de artículos por sección están bien repartidos,
siendo “El Día” el que cuenta con más frecuencia. Lo siguen “Tiempo Libre” y
“Temas de Sociedad”. Del total de noticias, solamente 3 hacen referencia a
hechos ocurridos en el ámbito internacional, sin embargo 2 de éstas son
presentadas en titulares y corresponden a artículos de tamaño mediano.

62
El tamaño de los artículos publicados en Las Últimas Noticias corresponde a: 7
artículos de tamaño pequeño (S), con 2 títulos correspondientes al tema; 7 de
tamaño mediano (M), con 3 títulos; 5 de tamaño grande (L) con 1 título que se
asocien al tema, y 2 de tamaño muy grande (XL).

7.3.2 Criterios de Búsqueda

De un total de 21 artículos, podemos ver que (tabla nº 8) es el criterio


anciano/ancianos el que tiene mayor frecuencia, siendo seguido por
abuelo/abuelos con 9. Por su parte, vemos que hay dos citerior de búsqueda,
vejez y anciana/ancianas, que no aparecen en ningún artículo de Las Últimas
Noticias del mes de abril.

Tabla nº 8. “Frecuencia de criterios de búsqueda”


Nº de
Diario artículos Código Frecuencia
abuelo/abuelos 9
abuela/abuelas 2
anciano/ancianos 18
Las
anciana/ancianas 0
Últimas 21
Noticias vejez 0
envejecer/envejecimiento 2
adulto mayor/adultos mayores 3
tercera edad 5

Abuela/ abuelas

En Las Últimas Noticias, de modo similar a lo que ocurre en La Cuarta, no se hace


referencia a las ancianas y sólo en dos artículos se menciona la palabra abuela o
abuelas. Es decir, los adultos mayores en su acepción femenina no aparecen. Sin
embargo, esto se debe a que se utiliza el plural abuelos y ancianos para referirse
a los adultos mayores en general.

Las abuelas se mencionan para hacer referencia a una relación de familia


(abuela/nieto). En uno de estos artículos, donde aparece como aprensiva y
conservadora con respecto al comportamiento de su nieto. En el otro artículo la
referencia a las abuelas se hace por su rol de portadora de tradiciones.

Abuelo/abuelos

A diferencia de El Mercurio, en Las Últimas Noticias la referencia a


abuelo/abuelos, se utiliza como sinónimo de anciano, viejo o adulto mayor. En
algunos casos se le asocia a relaciones de parentesco, sin que se determine la

63
existencia de un lazo afectivo, sólo en un artículo se hace referencia a una
relación de cuidado, donde los abuelos se hacen cargo de su nieto. También se
menciona, al igual que en El Mercurio, a los abuelos representando un nexo con la
historia familiar.

Por último, en un artículo se presenta a los abuelos, en su acepción de sinónimo


de adulto mayor, como emprendedores.

Anciano/ ancianos

Es el código que cuenta con mayor frecuencia de palabras asociadas. Los


ancianos aparecen como la acepción más pasiva de aquellas que hacen
referencia a los adultos mayores. Aparecen como víctimas de estafas, como
público de actividades recreativas y culturales. Así también es común la referencia
al cuidado de los ancianos.

Es interesante que existen referencias a los ancianos en sociedades diferentes a


la chilena, al menos continental y de tintes occidentalizados, ya que se menciona
cuatro veces al Consejo de Ancianos de Rapa-Nui, donde la imagen es muy
diferente a la presentada anteriormente, ya que los ancianos están mucho más
relacionados con puestos participativos y de decisión, que velan por el bienestar
de su cultura. En otra noticia, referida a los ancianos en Japón, este segmento se
vincula a la violencia no como víctima, sino como quienes la ejercen.

Adulto mayor/ adultos mayores

Los adultos mayores aparecen cercanos a lo que son los ancianos en uno de los
dos artículos relacionados con ellos, en el sentido de ser presentados como
sujetos que requieren ser cuidados. En el otro artículo la palabra es empleada en
dos ocasiones y se refiere a los adultos mayores como sujetos críticos, o lo que
también podría ser entendido comúnmente como conservadores, con la televisión,
lo que ahí se dice y se muestra.

Envejecer/ envejecimiento

Existen dos noticias asociadas y una de ellas, al igual como ocurre en El Mercurio,
se refiere a productos estéticos para evitar el envejecimiento de la piel. Otra
noticia muestra una cara negativa del envejecimiento, ya que se presenta al adulto
mayor como una carga en el momento que ya esta cercano a su muerte.

Tercera Edad

Al compararlo con los otros conceptos que hacen referencia a los adultos
mayores, nos damos cuenta que entre ellos no existe mayor diferencia: anciano,
abuelo, adulto mayor, tercera edad, son utilizados indistintamente, para hacer

64
referencia a un segmento de la población perteneciente a la misma edad, no hay
usos más específicos de estos conceptos.

En este sentido, tercera edad se vincula al igual que el término abuelos, con el
emprendimiento para generar microempresas y la oportunidad necesaria para que
esto se logre.

También hace referencia, a la crítica que hacen los adultos mayores con los
contenidos de la televisión.

Por último, tercera edad también aparecía en la noticia sobre la violencia de los
adultos mayores de Japón, asociándolo con delincuencia.

7.3.4 Códigos y Análisis

Basándose en las lecturas de la bibliografía y lo aparecido en la prensa se


establecieron para Las Últimas Noticias 19 códigos (tabla nº 9) además de los 8
correspondientes a los criterios de búsqueda, de los cuales sólo 6 tenían citas
asociadas, y uno cuyo fin era identificar el número de titulares donde aparecían
temas asociados a la vejez y el envejecimiento. Estos 19 códigos se agruparon en
4 criterios o supercódigos.

Tabla nº 9. “Artículos de Las Últimas Noticias asociados a Códigos”


Presencia
Total
Códigos en Agrupación
Artículos
artículos
Familia 6
Recreación/ocio 1
Espacios de
Instituciones 3
15 consideración y
Participación 1
participación
Crítico 1
Poder 3
Delincuencia/violencia 1
Dependencia/cuidado 3
Sistema de pensiones 1 Legislación y
9
Envejecimiento de la población 1 políticas públicas
Carga 1
Víctimas 2
Productividad 2
Productividad e
Discapacidad 1 4
innovación
Inclusión Sist. Económico 1
Dependencia/cuidad 3
Salud 2 Salud y
7
Belleza 1 Envejecimiento
Sexualidad 1

65
a) Espacios de consideración y participación
Códigos: [Conservador] [Familia] [Institución] [Participación] [Poder] [Recreación/
Ocio]

Aunque la mayoría de los códigos corresponden a una cantidad de noticias


similares, el código "familia" vuelve a ser, al igual que en los otros dos diarios, el
con más artículos asociados. Al hablar sobre los adultos mayores en relación a su
familia se hace referencia al vínculo entre abuelos y nietos, especialmente a lo que
se refiere al cuidado de los nietos cuando son pequeños. Cuando es el caso de
nietos más grandes (solamente una noticia), se presenta una resistencia a la
moda de los nietos, probablemente por estereotipos que se le asocian a ciertas
apariencias (usar piercing= maligno). Otro tema recurrente en el contexto de la
familia, es hablar de los abuelos en relación a la historia familiar.

Los resultados de la encuesta de CNTV también se encuentran presente en Las


Últimas Noticias, presentando la reacción de los adultos mayores frente al
contenido televisivo, demostrando molestia ante el vocabulario y el abuso del sexo
en la pantalla.

También se menciona a los adultos mayores en relación a actividades recreativas,


como invitados especiales a éstas. Sin embargo, sólo una noticia menciona esto,
siendo los adultos mayores invitados por el Ministerio de Cultura para el estreno-
ensayo de una pieza musical.

En Las Últimas Noticias solamente se menciona una institución ligada con los
criterios de búsqueda: el Consejo de Ancianos de Rapa-Nui. Es en las noticias
referentes a dicha institución (3 en total) donde los adultos mayores aparecen
ligados a instancias donde pueden ejercer una influencia más manifiesta sobre las
decisiones de su comunidad. En este sentido, el diario recurre al Consejo de
Ancianos para hacer consulta sobre temas que causan cierta polémica al interior
de la isla, siendo esta institución la que vela por el respeto de las costumbres de
su cultura.

Por último, en una noticia internacional (Japón), se menciona de manera general


la lucha por la defensa de ancianos, discapacitados y otras minorías, para que
tengan mayores instancias de participación en la sociedad.

b) Legislación y Políticas Públicas


Códigos: [Carga] [Delincuencia/ Violencia] [Dependencia/ Cuidado] [Pobreza]
[Sistema de Pensiones] [Víctimas]

Lo primero que llama la atención de este campo es que la mayoría de los códigos
y las citas asociadas provienen de dos noticias internacionales, una proveniente
de Japón y otra de Alemania.

66
A la noticia de Japón se asocian los códigos delincuencia/violencia y sistema de
pensiones. Siendo llamativo que no haya ninguna noticia nacional ligada a las
pensiones. Por su parte, los códigos relacionados con la noticia alemana son:
víctimas, dependencia/cuidado y carga.

Solamente una cita del código dependencia/cuidado y el código víctimas


corresponden a noticias nacionales. Dos noticias nacionales hacen referencia a un
mismo hecho, donde una pareja de ancianos son víctimas de una estafa. Esta
noticia aparece también en La Cuarta y en El Mercurio.

Es interesante el contenido del código dependencia/cuidado, ya que trata -tanto la


noticia nacional como la internacional- sobre nuevas fuente de trabajo que se
generan en torno al cuidado de los adultos mayores. La imagen que se proyecta
en estas noticias de quienes se encuentran en este periodo de su vida es de una
salud precaria que los hace altamente dependientes, por lo mismo también se los
presenta como carga, por las destrezas especiales que requiere su cuidado -
además de voluntad- por lo que no muchas personas están dispuestas a
dedicarse al cuidado de los ancianos. Pero, por otra parte, se deja entrever que el
aumento de personas mayores abre estas nuevas posibilidades de empleo que
requieren personas calificadas. En el caso alemán, se estaría capacitando a
prostitutas para que se encarguen de estas tareas, dadas su experiencia en
cuidado de personas.

La noticia japonesa muestra algo absolutamente inusual para lo que aparece en


las noticias que se han revisado, al hablar del aumento de delincuentes mayores
de 65 años. En este sentido, esta noticia da cuenta de una realidad que podría
ocurrir en nuestro país en un futuro no tan lejano, dado los cambios demográficos
en que la población envejece y la sociedad aún no cuenta con medidas y
mecanismos para hacer frente a esto. Ya que en el caso de Japón el aumento de
delitos y de la violencia de las personas de la tercera edad se deberían
principalmente a las bajas pensiones que hacen que un importante grupo de este
segmento viva en condiciones precarias. A lo anterior se agrega la soledad la cual
sería la desencadenante de actos violentos, lo que da pie a la necesidad de contar
con infraestructura adecuada para recibir a los ancianos que comenten estos
actos delictuales.

c) Productividad e Innovación
Códigos: [Discapacidad] [Inclusión Sistema Económico] [Productividad]

Aunque son sólo tres los códigos asociados a la productividad de los adultos
mayores y su capacidad de innovar, éstos dan cuenta de dos imágenes
principalmente: la de la innovación mediante la creación de microempresas y la del
estereotipo.

67
Al hablar de estereotipo, se hace referencia a una noticia particular donde un actor
puede seguir trabajando pero en un papel de anciano anclado a una imagen de
discapacidad (anciano en silla de ruedas).

Por otra parte, se presentan dos noticias que exhiben a los adultos mayores como
sujetos capaces de innovar y mantenerse productivos, a través de la creación de
microempresas. Para esto aprovechan las oportunidades que se les da a través de
financiamiento por medio de las cajas de compensación, así como cursos de
capacitación.

d) Salud y Envejecimiento
Códigos: [Belleza] [Dependencia/Cuidado] [Salud] [Sexualidad]

A diferencia de los otros dos diarios revisados, Las Últimas Noticias no tiene la
mayor cantidad de noticias asociadas en el campo de la salud y el envejecimiento.
Es interesante que la mayoría de los códigos, al igual que ocurre con el campo
"Legislación y políticas públicas", se vinculan a una noticia internacional. En este
sentido, las citas de los códigos sexualidad y dependencia/cuidado corresponden
en su totalidad a la noticia alemana, mientras que en el código "salud", una de sus
dos citas corresponde a dicha noticia. La cita sobre "sexualidad" se realiza en un
contexto de broma por ser prostitutas las que están siendo capacitadas para
cuidar adultos mayores.

Las noticias sobre salud se encuentran estrechamente relacionadas con la


condición de dependencia de los adultos mayores, por requerir asistencia
profesional para mantenerlos.

Por último, llama la atención que sólo hay un artículo que vincula la belleza
(artículos de belleza) con el envejecimiento (para prevenir o borrar los efectos del
envejecimiento), mientras que en los otros diarios aparece un número significativo
que hace mención de ello.

68
VIII. IMAGINARIO SOCIAL DE LA VEJEZ Y EL ENVEJECIMIENTO

8.1 Resultados Generales

Tras el análisis general de los textos de la prensa revisada, podemos observar que
la mayoría de los artículos vinculados a la vejez y/o el envejecimiento pertenece a
noticias nacionales. Del total de 128 artículos que contienen los criterios de
búsqueda 118 de ellos son nacionales.

Aunque los artículo de tamaño pequeño (S) son los más frecuentes, la cantidad de
artículos medianos (M) y grandes (L) son similares, habiendo entre los dos un total
de 67 artículos, por lo que se podría pensar que la visibilidad de temas
relacionados con la vejez y el envejecimiento es importante si se toma en cuenta
el espacio que ocuparían los artículos en los diarios. Aunque son la cantidad de
titulares que contienen los criterios de búsqueda o enunciados que aluden
directamente a la vejez y/o el envejecimiento los que nos dan mayor claridad
sobre si estos son el tema central de los artículos. Vemos (tabla nº 10) que, del
total de artículos (128), 26 contienen los criterios de búsqueda (o referencias
directa a la temática de la vejez y el envejecimiento) en sus titulares, lo que
representa un promedio de 0,8 artículos sobre vejez y/o envejecimiento al día.

Tabla nº 10. “Presencia en titulares y tamaño de artículos”


S M L XL Total
Nº Artículos por
39 36 31 22 128
tamaño
Presencia en titulares 9 8 7 2 26

Otro dato interesante es cuál de los criterios de búsqueda es el más comúnmente


utilizado. Vemos (tabla nº 11) que el criterio adulto mayor/ adultos mayores es por
mucho el más frecuente, casi duplicando los criterios abuelo/ abuelos, anciano/
ancianos y envejecer/ envejecimiento que son los que le siguen más de cerca.
Estos datos se vuelven más interesantes y más decidores si consideramos los
contenidos que se le asocian a estos conceptos. Tanto al hablar de los abuelos
como de las abuelas hace referencia principalmente a una relación de parentesco.
Sin embargo, vemos que abuelos es utilizado con mayor frecuencia al emplearse
como el genérico para hacer referencia a los adultos mayores en situaciones que
no necesariamente tienen que ver con las relaciones de parentesco. Abuelo o
abuela es utilizado también para referirse a sujetos particulares, dentro de lo que
se lo podría llamar un artículo o noticia con nombre y apellido (por ejemplo para
dar un testimonio), haciendo referencia al abuelo o la abuela o a alguno de sus
parientes en una situación específica.

69
Tabla nº 11. “Frecuencia de criterios de búsqueda”
Nº de
Código Frecuencia
artículos
anciana/ancianas 4
abuela/abuelas 10
vejez 19
tercera edad 29
128 envejecer/envejecimiento 33
anciano/ancianos 34
abuelo/abuelos 35
adulto mayor/adultos
71
mayores
TOTAL 235

Por su parte, ancianos/ancianas -al igual que el caso anterior- se utiliza como
plural, haciendo referencia de forma general tanto a sujetos de género masculino
como femenino, por lo que el concepto ancianos es ampliamente más utilizado
que el de ancianas, un dato no menor es que el criterio anciana/ancianas
prácticamente no se utiliza. En este contexto, se habla de ancianos como un
sinónimo de adulto mayor, en vinculación a temas donde son tratados como
víctimas, sujetos vulnerables y/o de cuidado, aunque también aparecen
acepciones más neutrales aunque siempre en el sentido de un trato diferencial, en
lo que se refiere a actividades recreativas. Por su parte, se hace referencia a los
ancianos en un sentido más positivo, vinculado al poder, al aparecer con relativa
frecuencia artículos vinculados al Consejo de Ancianos de Rapa-Nui.

El término adulto mayor o adultos mayores se utiliza para abordar temáticas


diversas. Pero, en general, hace referencia a un segmento de la sociedad al cual
se le deben dar y generar oportunidades y espacios de inclusión y participación en
diversos ámbitos de la sociedad. Se destaca su relación con el Estado, pues éste
emerge como la vía principal para lograr estos propósitos. El mercado también
aparece jugando un papel importante, en cuanto genera ofertas específicas para
este segmento. De este modo, los adultos mayores son objetivados por el Estado
y el mercado, quienes arman “paquetes” (de políticas públicas, de iniciativas para
mantenerlos activos, de viajes, etc.) que dejan a su disposición para que sean
aprovechados.

Una imagen común es que los adultos mayores sean presentados como sujetos
que requieren cuidados o como víctimas de abusos, abandono y pobreza, siendo
especialmente el Estado quien atiende estos problemas. Por su parte para el
mercado los adultos mayores aparecen como poseedores de tiempo libre, por lo
que sus ofertas se dirigen a atender necesidades relacionadas con la recreación.

El término tercera edad aparece como el equivalente de adultos mayores. Ambos


indican un mismo segmento social marcado por el criterio edad, y, en este sentido,

70
a ambos conceptos se le vinculan múltiples temáticas. Así mismo, ambos grupos
se visibilizan en relación a iniciativas más bien externas a ellos, iniciativas de
instituciones diversas, organizaciones públicas y privadas. Es decir, no hacen
noticia por gestiones propias en su origen, sino que siempre van de la mano de la
ayuda estatal, por ejemplo. El hablar de tercera edad se relaciona de manera
mucho más frecuente que los adultos mayores con la idea de discriminación
positiva, con lugares y eventos especiales para ellos, como receptores de políticas
públicas y leyes que buscan protegerlos la mayoría de las veces, o en otros caso,
darles el “empujón inicial” para sus proyectos.

Al hacer referencia al envejecimiento se mencionan principalmente temas


relacionados con la estética, específicamente a productos, terapias y actividades
que permitan retrasas o evitar los efectos del envejecimiento. En este sentido, se
deja entrever un tratamiento del tema del envejecimiento como un proceso, el cual
se relaciona también con los problemas que surgen en la salud en general, pero
también con la necesidad de mantenerse vigente frente a los cambios constantes
a través del continuo aprendizaje.

El envejecimiento se refiere tanto a los sujetos, como al cambio demográfico


marcado por el envejecimiento de la población y sus consecuencias. En este
sentido, este proceso es visto como un problema, especialmente cuando se hace
referencia a las acciones que el Estado debiera tomar, ya que Chile no estaría
preparado para enfrentar este cambio. Así, se vincula el envejecimiento de la
población como una carga, especialmente económica, tanto para el Estado, como
para los demás habitantes del país.

El concepto vejez es el tercero con menos frecuencia, y solamente aparece en dos


de los diarios analizados. Se habla de vejez en su sentido biológico, en tanto
consecuencia del envejecimiento fisiológico que se refleja en pérdidas de las
capacidades del cuerpo debido a la edad, a la pérdida de fuerza y la propensión a
enfermedades.

Esta visión más vinculada a los efectos negativos del envejecimiento biológico da
pie a otros artículos donde la vejez se identifica con una etapa del ciclo vital,
evidenciándose una dimensión más social que enfrenta dicha etapa de modo
asistencialista, ya que se vincula directamente con la necesidad de cuidados y de
protección.

Por último, la vejez también se menciona en el contexto de la familia, en cuanto a


la relación de los abuelos con sus nietos en esta etapa de la vida, así como el
cuidado de los hijos a sus padres cuando llegan a la vejez.

71
8.2 Modelo Operativo: Relevancias

Podemos observar en la tabla nº 12 “Artículos asociados a Campos Semánticos”


que el campo semántico con mayor cantidad de artículos asociados es el que
corresponde a “Espacios de Consideración y Participación” (asociado a 69
artículos), seguido por “Salud y Envejecimiento” (asociado a 51 artículos).
“Productividad e Innovación” se encuentra muy por debajo de ambos campos con
24 artículos asociados. Sin embargo, este dato cuantitativo no es un indicador
definitivo del grado de institucionalización ni de la presencia que tienen estas
temáticas en el imaginario social de la vejez y el envejecimiento presente en la
prensa seleccionada. Ante esto, debemos recordar que en términos cuantitativos
las citas extraídas de El Mercurio pueden sobrerepresentar una dimensión
prácticamente inexistente en los otros diarios.

Tabla nº 12: Artículos asociados a Campos Semánticos


Total
Campos Semánticos
Artículos
Espacios de consideración y participación 69

Salud y Envejecimiento 51

Legislación y políticas públicas 38

Productividad e innovación 24

El cuadro nº 3 “Modelo Operativo para el Imaginario Social de la Vejez y el


Envejecimiento”, representa el modelo operativo para observar los imaginarios
sociales. Para comprender lo que los artículos y noticias presentan como realidad
de la vejez y el envejecimiento, podemos agrupar el conjunto de situaciones que
allí se muestran en torno a un núcleo de significado que va de mayor a menor
relevancia. Éstos corresponde a los campos semánticos, los cuales se organizan
desde la máxima relevancia (Salud y envejecimiento) hasta la mínima
(Productividad e innovación), reconociéndose también las intermedias (Espacios
de consideración y participación, y Legislación y políticas públicas). Por su parte,
los focos de la elipse están ocupados por la distinción desde la que se genera la
curva, la cual permanece oculta y constituye la opacidad desde la que se puede
encontrar sentido a las relevancias (campos semánticos). El código
activo/productivo emerge de las concordancias en el modo de indicar (y no indicar)
la vejez y el envejecimiento en los campos semánticos. De modo que activo indica
el modo en que se construye el imaginario en la actualidad, y productivo la
posibilidad de su construcción.

72
Cuadro nº 3 “Modelo Operativo para el Imaginario Social de la Vejez y el
Envejecimiento”
Cuidado de los nietos Institucionalización Empresario
Actividades recreativas (Todavía No…) Proyectos del Estado
Senama Préstamos de bancos
Municipalidades Internet/ tecnologías
CNTV Poder

Espacios de Productividad e
consideración y innovación
participación

Duración (Todavía No…)


(Ya si…) Activo Productivo

Salud y Legislación y
Envejecimiento políticas públicas

Enfermedad/ cuidado Sistema previsional


Grupo de riesgo Víctimas
Prevención Pobreza
Productos estéticos (Ya si…) Diferencias de Género

Según podemos observar en el cuadro nº 3, la vejez y el envejecimiento pasarían


de ser definida según la capacidad de las personas de mantenerse “activas” a la
posibilidad de ser “productivas”. En el primer caso aparecen como principales
indicadores de y dadores de posibilidades de actividad el sector privado y el
Estado, mientras que las posibilidades para ser y mantenerse productivo están
dadas desde el Estado principalmente, aunque el sector privado en la forma de
créditos bancarios para microempresas también se encuentra relacionado.

En este contexto, se da un proceso de construcción que podemos observarlo


desde los medios de comunicación de masas (prensa), pero que involucra a otros
sistemas, de modo que distintos medios (sistema político, sistema de derecho,
sistema económico, sistema familiar, sistema de salud) operan bajo el código
relevancia/opacidad indicándonos que la “realidad de la vejez y el envejecimiento”
en nuestro país refiere principalmente a:

73
a) Espacios de consideración y participación

Los adultos mayores tienen amplia presencia en comunicaciones relacionadas con


el ámbito familiar. Sin embargo, estas noticias no suelen ser sobre adultos
mayores, sino que se mencionan dentro del contexto de otro tema noticioso.

Otros artículos referidos a instancias de participación de los adultos mayores


consideran su presencia en actividades recreativas. En este sentido, se destaca
su participación por tener un carácter de “especial”, destacándose por el hecho
que los adultos mayores presentan en esta actividad una característica que
normalmente no se les asociaría, como el vigor, visible a través de cánticos, gritos,
bailes, etc.

Es común en la prensa revisada la presencia de noticias sobre la encuesta de


CNTV, lo interesante de esto es que visibiliza al segmento “adultos mayores”, en
tanto se le considera por primera vez para la encuesta ante la necesidad de
conocer sus especificidades como consumidores de televisión. Esta visibilización
en calidad de público objetivos trasluce la visibilidad que está ganando este
segmento de la población.

También está presente el incentivo para la autogestión de proyectos por parte de


los adultos mayores como una forma de ir vinculándose a diferentes espacios de
la sociedad. Estos incentivos son dados principalmente por el Estado, pero
también el sector privado a través de los bancos y sus créditos, aunque no ya en
forma de incentivos, sino más bien como una no exclusión por edad.

Por último, se observa que la participación en instancias de decisión importantes


está estrechamente relacionada con el poder que detenten los adultos mayores.
Los artículos donde éstos aparecen como figuras centrales se relacionan con el
Consejo de Ancianos de Rapa-Nui, los empresarios de la alta gerencia y los
jueces. Aquí la edad, en cuanto experiencia y/o condición para ocupar un puesto,
se constituye en la condición que les permite detentar ese poder, pero a la vez es
el mismo poder el que los libera de los estereotipos que conlleva la edad.

b) Salud y Envejecimiento

Las temáticas relacionadas con la salud se pueden dividir entre aquellas que se
refieren al proceso de envejecimiento y aquellas que lo hacen con la etapa de la
vejez. En el primer caso es sobre todo desde la prevención que se indica este
proceso, prevención de los signos físicos estéticos, pero también en términos de
calidad de vida. Desde esta perspectiva, es el individuo quien tiene “el control de
la situación”, es decir, es capaz de tomar decisiones sobre su forma de envejecer,
las que le permitan tener una buena o mala vejez. En este sentido, el
envejecimiento deja de indicar específicamente a sujetos de una edad
determinada, para ser una situación continua que compete a cualquier edad. La

74
prevención se ve impulsada por el Estado, como una forma de evitar los costos
que implica tratar a un segmento cada vez mayor de la población. También desde
el ámbito privado, específicamente desde las Isapres se promociona la prevención
a lo largo del ciclo de vida, más que el tratamiento de las enfermedades en una
etapa determinada donde se ven las consecuencias de malas decisiones en torno
a la calidad de vida. La noción de prevención de los signos del envejecimiento
(evitar la falta de agilidad, así como los cambios estéticos) aparece por lo general
desde artículos vinculados a la belleza, en secciones que van dirigidas a un
público eminentemente femenino.

En el segundo caso, la vejez aparece como una etapa caracterizada por la


presencia de enfermedades y un deterioro visible en la capacidad de las personas
para ser autónomos, por lo que el adulto mayor se vincula a la dependencia y la
necesidad de cuidado, el cual debería ser realizado por instituciones y personal
especializado o por la familia (hijos y esposas), dependiendo de las posibilidades.

La etapa vejez es indicada principalmente desde el Estado, en tanto la gran


mayoría de las noticias que ponen de manifiesto a la tercera edad como “grupo de
riesgo” provienen de campañas de vacunación gratis impulsadas por esta
institución.

c) Legislación y políticas públicas

Entre las políticas dirigidas a las personas de la tercera edad se puede distinguir la
presencia de tres iniciativas, y hablar de iniciativas no es azaroso ya que
justamente se están tratando de construir políticas públicas y leyes para un tema
nuevo al que se enfrenta el sistema político y el sistema de derecho en nuestro
país. Dicho esto, lo que encontramos en la prensa puede resumirse en:

i. Necesidades en el corto plazo. Se están tomando medidas para mejorar el


sistema previsional, pues se está ante una crisis del sistema de pensiones
lo que queda visibilizado en los sectores de la tercera edad más
desprotegidos. En este sentido, las mejoras más urgentes son a nivel
cuantitativo, directamente relacionado con el reajuste de las pensiones más
bajas, así como las pensiones asistenciales.

ii. Desafíos urgentes para el mediado y largo plazo. Lo anterior es solamente


una primera parte de los desafíos que se presentan ante el aumento del
número de personas de la tercera edad. El tema central continúan siendo
las pensiones, pero más allá de las soluciones inmediatas provenientes
directamente del Gobierno, lo que se busca es mejorar radicalmente el
sistema previsional, lo que involucra al Gobierno, los diversos partidos
políticos y el sector privado. Ya en la necesidad de mejoras urgentes se
vislumbran ciertas brechas de género en cuanto a los beneficios que se

75
obtienen de las pensiones, quedando las mujeres más desprotegidas que
los hombres, debido principalmente a trabas en la ley.

iii. Derechos del Adulto Mayor. El desafío que presenta el cambio demográfico
va más allá de las cotizaciones, aunque es esto lo que le da una visibilidad
importante que irrita más fuertemente a los diferentes sistemas sociales. La
emergencia de un “nuevo” segmento social requiere poner atención a una
amplia gama de beneficios sociales, los cuales deben posibilitarse
principalmente a través del aseguramiento de sus derechos.

d) Productividad e innovación

El Gobierno es el que aparece incentivando la productividad de los adultos


mayores, muchas veces homologada con actividad, apuntando a la inclusión de
este segmento al sistema económico. Aunque se están dando más posibilidades
para que las personas mayores permanezcan productivos y ganen autonomía a
partir de la creación y gestión de sus propios proyectos, quedan las consecuencias
de las políticas asistencialistas con las cuales se abordaron generalmente los
problemas asociados a la tercera edad. En este sentido, falta fortalecer las redes
sociales de los adultos mayores y su capacidad de autogestión, debido a que
muchos se acostumbraron a delegar la solución de sus problemas y necesidades
en el Estado.

Por su parte, el sector privado apunta a este segmento a través de los bancos, los
cuales ya no discriminan por la edad, ofreciendo préstamos para financiar las
iniciativas y proyectos de los adultos mayores. Sin embargo, aunque lo anterior
representaría un rompimiento con los estereotipos negativos en torno a los adultos
mayores, en las empresas son justamente estos estereotipos los que marcan la
pauta a la hora de tomar una decisión sobre contratar a una persona. Solamente
aquellos individuos que pertenezcan a la alta gerencia de una empresa serán
valorados positivamente, ya que la edad es valorada como experiencia y no como
un indicador de obsolescencia. En este sentido, aparecen las nuevas tecnologías
como una herramienta crucial para permanecer actualizados, así como para poder
realizar tareas (desde una perspectiva más relativa al envejecimiento físico) que
de otro modo serían muy dificultosas. Aunque se destaca la importancia de la
tecnología como un elemento que permite a los adultos mayores tener más
posibilidades de trabajo, las motivaciones que los acercan a ellas tienen más que
ver con las relaciones familiares, viendo a las tecnologías más como un medio de
comunicación que como una herramienta relacionada con el ámbito laboral.

8.3 Tras las relevancias, las opacidades

Los resultados arrojados tras la aplicación del modelo de Imaginarios Sociales nos
permiten evidenciar los mecanismos constructores de relevancias o, dicho de otro

76
modo, la realidad de la vejez y el envejecimiento en nuestro país. Esta realidad
consiste en una vejez marcada por la presencia del Estado, quien la indica en la
forma de sujeto social adulto mayor, a través de políticas, legislaciones,
promociones para su recreación y campañas vinculadas a su salud.

La vejez estaría representada por las condiciones de salud, las cuales suelen
aparecer como deterioradas por lo que requieren un cuidado especial. Por su
parte, el envejecimiento aparece estrechamente vinculado a las repercusiones
estéticas. Por otra parte, los adultos mayores se visibilizan en torno a actividades
recreativas, organizadas por el Estado u ofrecidas por el mercado; como
receptores de políticas públicas y proyectos de ley que recién comienzan a
perfilarse y que tienen más bien un carácter reactivo ante una situación que quizás
se hizo evidente demasiado tarde para los sistemas político y legislativo, pero no
para un sistema económico que atentamente comienza a captar las oportunidades
de un grupo objetivo emergente a quien ofrecer nuevos productos y servicios. Sin
embargo, este mismo sistema los veta como actores internos, los excluye ante
una imagen del viejo cansado, improductivo, resistente al cambio y a los nuevos
saberes.

A partir de estas relevancias, estamos en condiciones de pasar al otro lado del


código u opacidades:

a) Autonomía. La participación de los adultos mayores solamente se da


autónomamente en el espacio de la familia, en relación al cuidado de sus nietos,
como un apoyo a la crianza de los padres. Al decir autónomo se hace referencia
no sólo a que hagan esta actividad sin ayuda, sino que además la iniciativa
proviene en primera instancia desde ellos.

Lo anterior también se aplica a las posibilidades de generar proyectos propios,


donde las decisiones y actividades, provienen desde organismos externos. Dicho
organismo es el Estado el cual pareciera ser decisivo para el logro de los
proyectos. En otras palabras, se busca la autonomía y la autogestión de los
adultos mayores, pero la iniciativa siempre proviene de instituciones externas
vinculadas a las temáticas relacionadas con la adultez mayor: Senama y
municipalidades principalmente. Por lo que las comunicaciones de los diarios sólo
presentan iniciativas exitosas a las cuales los adultos mayores responden, pero,
por ejemplo, no están presentes organizaciones de adultos mayores proponiendo
iniciativas que los favorezcan.

b) Cambio Demográfico. La vejez aparece como un segmento de la sociedad


(adulto mayor) y como una etapa (tercera edad). Por su parte el envejecimiento se
menciona como un proceso ligado a signos estéticos. Sin embargo, en general, el
cambio demográfico -el envejecimiento de la población- no aparece
explícitamente. Incluso la referencia al envejecimiento como un proceso presente
a lo largo de la vida casi no está presente y pareciera iniciarse a partir de cierta

77
edad, vinculándolo directamente con la vejez, es decir, el proceso de envejeciendo
comenzaría aproximadamente a los 60 años. Con este enfoque queda fuera la
posibilidad de visualizar las implicancias del envejecimiento de la población, así
como la presencia de este proceso a lo largo de toda nuestra biografía y, por lo
tanto, afrontarlo en forma preventiva más que reactiva en sus consecuencias.

c) Heterogeneidad. Aunque los artículos presentes en El Mercurio abordan


temáticas más amplias relacionadas con la vejez y el envejecimiento, los diarios
revisados no hacen distinción entre las personas de la tercera edad. Como se
puede ver en la frecuencia de los criterios de búsqueda, ancianos, abuelos, adulto
mayor, tercera edad, son los que tienen más alta frecuencia, siendo todas ellas
palabras genéricas que no distinguen entre femenino y masculino. De este modo,
no es posible generalizar sobre la presencia de artículos que traten sobre vejez
masculina y vejez femenina, realizando algún tipo de distinción.

Si nos guiamos por los criterios de búsqueda, vemos que las mujeres viejas tienen
escasa presencia en las noticias y artículos revisados. La frecuencia de las
palabras abuela/abuelas y anciana/ancianas dan un total de 14, mientras que
abuelo/abuelos y anciano/ancianos aparece 69 veces en los textos revisados.

Del mismo modo, no se hacen otros tipos de distinciones (edades, estratos


socioeconómicos, rurales, urbanos, diferencias generacionales, etc.). A partir del
análisis de prensa realizado vemos que queda en completa opacidad la
heterogeneidad al interior del grupo denominado tercera edad, por lo mismo queda
opacada la complejidad de las diferentes situaciones y realidades, corriendo el
riesgo de atribuir estereotipos rígidos a la hora de hacer referencia a las personas
mayores de 60 años y más.

d) Responsabilidad Familiar. La utilización del concepto de adulto mayor no es


solamente un cambio de nombre para los ancianos y viejos, aunque cuenta con la
carga semántica de estos conceptos. Adulto mayor es una denominación más
ligada a instituciones y organizaciones, lo que nos da cuenta de una
autonomización progresiva de la persona mayor como tema. En la figura del adulto
mayor el viejo ya no aparece como sujeto que requiere ser cuidado por la familia,
sino por el Estado: la vejez es un problema social y aparece en cierto modo como
una carga social (principalmente económica).

78
IX. CONCLUSIONES

La investigación que se ha presentado ha tenido como eje mostrar el imaginario


social de la vejez en la sociedad chilena a partir del análisis de El Mercurio, Las
Últimas Noticias y La Cuarta. En el proceso de análisis se han identificado también
imágenes y estereotipos anclados en dicho imaginario que constituyen la cara más
evidente de lo que se asume por realidad de la vejez y el envejecimiento en
nuestro país.

Anterior a este análisis se realizó una completa revisión bibliográfica para dar
algunas directrices y referencias para enfrentarnos a este tema emergente que
tras cada aparente afirmación va dejando preguntas abiertas y sentencias
esperando a ser modificadas. Por este motivo me parece pertinente incluir en las
conclusiones un breve resumen de lo que se encontró en los textos
especializados, las definiciones de vejez y envejecimiento que de ahí se derivaron
y los estereotipos que a juicio de diversos autores son los que estarían dando
forma al imaginario y representaciones de la vejez y el envejecimiento.
Recordemos que parte de las motivaciones de esta investigación se amparan en
la inexistencia de estudios sistemáticos sobre imágenes, representaciones o
imaginarios de la vejez en Chile que puedan asociarse o contraponerse a las
afirmaciones teóricas de los especialistas en gerontología social.

1. Resumiendo los textos revisados podemos decir que el envejecimiento hace


referencia a un proceso, y que ha sido conceptualizado generalmente desde un
enfoque biológico-clínico. No hay consenso sobre el comienzo de este proceso,
pero se caracteriza por ser continuo (ya sea desde que nacemos o desde un
momento establecido en que se sitúe su inicio, una vez que comienza no se
detiene), donde las capacidades del organismo humano (incluyendo las
capacidades mentales) se ven alteradas y se deterioran.

Por su parte, la vejez podemos definirla como una etapa del ciclo vital que, en el
contexto de nuestra sociedad, comenzaría a partir de los 60- 65 años. Las
características y valoraciones que definen esta etapa corresponden a criterios
socioculturales.

Tanto al proceso como a la etapa, se les asocian imágenes, mitos y estereotipos


que definen como entendemos la vejez y el envejecimiento en la sociedad
contemporánea. Los estereotipos principales se relacionan con: la salud, el
aprendizaje, la productividad, la participación y la soledad. Es interesante describir
brevemente dichos estereotipos y ver si guardan relación con lo que hemos
observado en el análisis de prensa.

La salud durante la vejez, hace referencia a su deterioro. Producto de los cambios


fisiológicos se presentarían en esta etapa complicaciones, sobre todo si

79
anteriormente había evidencia de patologías crónicas. Por esta razón primaría la
visión de la vejez como un problema médico, como una etapa marcada por el
deterioro del cuerpo y sus funciones. Vemos así que el indicador central es la
presencia de enfermedad, siendo principalmente el paradigma biomédico el que
marcaría las características de la vejez. Así, se dejaría de lado el diagnóstico de
los mismos individuos, más ligado a un estado de ánimo, al sentimiento de lo que
aún pueden hacer, generalizando las características negativas que acarrea el
proceso de envejecimiento a un segmento de la población marcado por la edad
cronológica, ante lo cual no se consideran variables individuales tale como la
herencia, el sexo, el estilo de vida, los niveles de ingreso y educacionales, la
actividad laboral, etc. Dada la insuficiencia del paradigma biomédico tradicional,
fue que se comenzó a emplear el concepto de calidad de vida, más dinámico y
multidimensional.

Otro estereotipo se refiere a la capacidad de aprendizaje de las personas


mayores. Derivado de las características negativas que acarrearía el
envejecimiento, la vejez estaría marcada por la rigidez mental que haría que las
personas mayores sean incapaces de adaptarse a los cambios y, por tanto,
incapaces de mantenerse actualizados incorporando nuevos conocimientos, lo
dificultaría sus posibilidades de trabajo. Sin embargo, nada indica que la
capacidad de aprendizaje e inteligencia disminuyan durante esta etapa.
Estrechamente ligado a este estereotipo, surgen las consecuencias sobre la
capacidad, o más bien la posibilidad, de las personas para mantenerse
productivas. De este modo, la vejez se suele identificar con el cese de las
actividades laborales productivas, siendo la jubilación el punto de partida de esta
etapa.

Por último, las personas mayores serían vistas como una carga social y como
víctimas, lo cual se deriva justamente de su retiro del mercado de trabajo. Una vez
que la persona se ha jubilado comenzaría a desvincularse progresivamente de los
diferentes sistemas sociales y de las instancias de toma de decisiones incluso
dentro de su grupo familiar. Así, la vejez representaría una etapa donde también
cesa la participación de las personas en ámbitos decisionales diversos,
adoptando una vida social cada vez más restringida y aislada, por lo que la vejez
se asociaría con soledad.

2. En los contenidos de los campos semánticos por cada diario, podemos ver
semejanzas en los temas que aparecen, pero a la vez diferencias en el modo en
que dichas temáticas son tratadas.

De los tres diarios revisados El Mercurio es el que tiene una línea más distintiva.
Si bien los temas tratados son similares (pensiones, salud, belleza, apoyo estatal),
El Mercurio no solo presenta un acontecimiento, sino que además problematiza en
torno a él, generando artículos que van más allá de la noticia informativa. En este
contexto, hay que distinguir entre las noticias que involucran más directamente la

80
temática de la vejez y el envejecimiento (principalmente el sistema de pensiones)
de aquellos artículos sobre la vejez y el envejecimiento, siendo las primeras
comunes a los tres diarios y las segundas las que establecen la diferencia. Por
esta razón, si comparamos los códigos procedentes del análisis de El Mercurio
con aquellos de las Últimas Noticias y La Cuarta, vemos que existe una mayor
variedad de temas en el primero.

Si esta información la relacionamos con la presencia en titulares de la vejez y/o el


envejecimiento vemos que, en general, dicha temática se encuentra
subrepresentada, encontrando sólo 0,8 titulares por día durante el mes de abril de
2006, siendo más de la mitad de ellos pertenecientes a El Mercurio.

Lo anterior da cuenta de que la vejez no constituye un tema para la prensa. Las


noticias muestran personas mayores solamente cuando son o han sido
personalidades reconocidas en la sociedad o cuando hacen “cosas curiosas” que
llaman la atención por ser contrarias a los estereotipos aún vigentes derivados del
imaginario actual. Sin embargo, el envejecimiento, de la mano de la salud y
principalmente de la estética, sí tiene mayor recurrencia en las comunicaciones,
pero, como ya se mencionó en las opacidades, el envejecimiento de la población
prácticamente no aparece.

3. En los textos revisados podemos reconocer los estereotipos de personas


mayores que se presentan. Llama la atención el hecho de que se encuentran
conviviendo estereotipos (positivos y negativos) que son contrarios entre sí. Este
fenómeno puede explicarse al analizar el imaginario social de la vejez y el
envejecimiento según el modelo operativo que hemos utilizado.

Son las personas mayores las que se encuentran más representadas en los
diarios, en comparación con el proceso de envejecimiento. Quienes pertenecen a
este grupo son indicados principalmente como dependientes de las instituciones
públicas, las cuales generan los espacios para que éstos participen y se
mantengan activos; son sujetos que se dedican principalmente a actividades
recreativas, impulsadas tanto por el gobierno como por el sector privado. También
son tipificados como personas que, a no ser que hayan detentado puestos de
poder durante las etapas anteriores de su vida, no cuentan con posibilidades de
participar en decisiones relevantes, tanto en el espacio público como al interior de
sus familias. Pese a lo anterior se presentan como cariñosos y excelentes
cuidadores de sus nietos. Las mujeres mayores aparecen como las más
vulnerables frente a la ley y las políticas públicas. Tanto hombres como mujeres
mayores aparecen como personas enfermas, pertenecientes a grupos de riesgo
en lo que a salud se refiere, por lo que necesitan cuidado y se identifican con la
falta de agilidad. Para ciertos sectores las personas mayores aparecen como un
nuevo público objetivo consumidor principalmente de productos y servicios ligados
al tiempo de ocio.

81
En el ámbito más macro, donde ya no se habla de abuelos o ancianos (personas
mayores indicadas de un modo más individual), los adultos mayores son
representados como una carga para el país, debido a los costos de las reformas
que se requieren para sustentar sus necesidades. En lo que respecta al mercado
de trabajo, para el gobierno aparecen como personas potencialmente productivas,
indicándolos como microempresarios, pero el sector privado los trata con recelo
cuando no pertenecen a puestos de influencia y poder en las empresas, pues se
les asocia con personas incapaces de adaptarse a los cambios. Por su parte, el
envejecimiento, es representado como un proceso evitable, especialmente lo que
se refiere a las repercusiones sobre la estética corporal.

De este modo, podemos apreciar semejanzas entre lo presentado en los diarios


con los estereotipos y mitos identificados en la literatura especializada. Pero del
mismo modo como los autores desmentían o aclaraban dichas imágenes, lo que
emerge de los diarios nos muestra que no existen referencias unívocas para
representar a las personas mayores. Pueden ser al mismo tiempo una carga y
emprendedores microempresarios, enfermos y entusiastas amantes del tiempo
libre. No tienen mayor ingerencia en decisiones importantes a nivel social y
familiar, pero se están constituyendo en un segmento interesante de opinión y
consumo y parecen ser uno de los pilares fundamentales para el cuidado y crianza
de sus nietos, apoyo indispensable para que los adultos puedan ejercer sus
actividades.

Por ello, no ha de extrañarnos que el código resultante de la aplicación del modelo


operativo de imaginarios sociales sea activo/ productivo, palabras que no
constituyen antónimos, cuyas diferencias al momento de indicar el envejecimiento
y la vejez son muy sutiles. La decisión sobre este código emerge de los datos
analizados, pero también constituye una decisión en el marco de los estudios
gerontológicos, en tanto coincide con la existencia del paradigma del
envejecimiento activo-productivo. La idea es aclarar cómo, en el contexto de
nuestra sociedad, puede comprenderse este paradigma, donde las palabras son
semejantes, pero no sinónimos.

4. El código activo/productivo no marca dos lados necesariamente opuestos


(aparentemente), la distinción entre uno y otro lado de dicho código es importante
si lo vislumbramos desde las posibilidades de inclusión de las personas mayores
en la sociedad chilena contemporánea.

Desde una perspectiva cercana a la gerontología crítica (Corporación AÑOS,


2005), el envejecimiento productivo permite a las personas mayores mantenerse
como un sujeto social poseedor de derechos. El punto central de esta concepción
de envejecimiento reside en la idea de hacer con sentido. Por su parte, el
envejecimiento activo, considera esencialmente la capacidad de las personas de
mantenerse realizando alguna actividad, generalmente se le asocia con
actividades recreativas para ocupar su tiempo de ocio, pero esto no

82
necesariamente le brinda la oportunidad real de ser un ciudadano activo al interior
de la comunidad.

El imaginario social de la vejez y el envejecimiento nos permite observar que en la


actualidad predomina una visión de envejecimiento activo, vinculado a la
capacidad de las personas de permanecer realizando actividades diversas, la
mayoría de ellas ligadas a la entretención personal. A partir de los datos revisados
en los diarios, vemos que predomina en las políticas públicas, legislaciones,
selección de personal e inclusión en las comunicaciones cotidianas, una visión de
envejecimiento activo, con lo cual se promueve y admira a aquellas personas que
se mantienen “haciendo algo” (talleres, vacaciones para la tercera edad). El
realizar estas actividades por una parte niega el “ser viejo”, ya que muestran lo
contrario a los estereotipos de vejez marcados por el paradigma medicalizante,
donde las personas mayores pierden fuerza y vigor y pasan a ser altamente
dependientes. Sin embargo, al mismo tiempo realizar este tipo de actividades
pueden indicar la vejez, aunque no tan directamente pues pueden asociarse a
otros grupos sociales que cargan con el estigma de miembros pasivos y
desocupados de la sociedad (como por ej. las dueñas de casa).

La actividad ha servido, pese a su acepción más estigmatizante, para poner en el


tapete actitudes positivas que apuntan esencialmente a una preocupación
individual para asegurarse un buen proceso de envejecimiento y, en
consecuencia, una buena vejez, a través de la promoción de la salud para mejorar
la calidad de vida, prevenir enfermedades, posibilidades para emprender nuevos
negocios, etc.

Podemos observar además que se está realizando una transición al


envejecimiento productivo. Esto puede visualizarse en las iniciativas del gobierno
en torno a los adultos mayores. Sin embargo, esta productividad se refiere
esencialmente a la posibilidad de que este segmento de la sociedad sea capaz de
generar sus propios ingresos, es decir, la productividad estaría marcada
fundamentalmente por el trabajo. Es justamente en este punto donde los datos
empíricos se alejan del paradigma del envejecimiento productivo, ya que en él la
productividad no se vincula solamente a lo económico, sino que hace referencia a
la capacidad de las personas para incidir en el funcionamiento de la sociedad, a la
producción de ideas y su capacidad de generar redes sociales.

En una sociedad como la nuestra, donde el trabajo y la productividad es altamente


valorada y donde la jubilación ha sido descrita generalmente como EL hito
desestructurante en la vida de las personas, aparece como respuesta para la
inclusión de las personas mayores el mantenerse en el mercado de trabajo,
aunque éste aún no tiene un lugar claro para ellos. Si bien el sector privado ve en
las personas mayores un grupo potencial de consumidores, aún mantiene sus
puerta cerradas para permitirles mantenerse productivos en cualquier tipo de
trabajo. Por ello el gobierno aparece como el principal apoyo y gestor de esta vía
de integración social.

83
La realidad del envejecimiento se genera, por tanto, a través del código
activo/productivo, indicando activo el imaginario presente en la actualidad y
productivo el imaginario que se está gestando en respuesta a una edad que
generalmente ha sido indicada desde el cese en las actividades laborales y todas
las consecuencias que ello acarrearía: desvinculación de los sistemas sociales,
pérdida de redes sociales, soledad, dependencia, etc. El esquema del imaginario
social presentado da el marco para la construcción de estereotipos, los cuales
actuarían como referencia para dirigirse y actuar sobre el envejecimiento y la
vejez, tanto a nivel de sistemas (político, salud, derecho, económico) como en las
interacciones más cotidianas. Cada sistema social construye su realidad sobre
ello, observando el proceso y sobre todo la etapa, según el código identificado.

El código activo/productivo estaría actualmente produciendo la vejez y el


envejecimiento desde perspectivas ligadas a la salud y la participación parcial de
las personas mayores, especialmente en el ámbito privado en el rol de
abuelos(as). Pero, el tener un rol dentro de este ámbito ha ido perdiendo estatus
en la actualidad (Osorio, 2006), ante lo cual la participación de las personas
mayores en su forma de abuelos y abuelas no cuenta con un reconocimiento
social.

En resumen, vemos que el envejecimiento productivo se está dando de un modo


particular a través de la inclusión al sistema económico y que el principal
visibilizador de las temáticas concernientes a la vejez y el envejecimiento es el
Estado, el cual también está operando en base a iniciativas que buscan producir la
integración de losa adultos mayores como miembros activos en base a su
capacidad de ser productivos. Está por verse si efectivamente las personas
mayores serán miembros plenos de derechos con igualdad de oportunidades más
allá del papel y las intenciones, lo cual sería visible cuando los adultos mayores
dejen de ser visibles por hacer cosas “extrañas” desde la perspectiva de los
estereotipos más negativos que indican a este segmento de la población. La
apuesta, a partir de las conclusiones de esta investigación, es que las personas
mayores pasen a ser plenos ciudadanos, que no solamente se hagan políticas
dirigidas a ellos, sino que también sean hechas por ellos, para ellos y por ellos
para otros, teniendo la posibilidad de ser activos-productivos (Osorio, 2006a) por
sus propias capacidades y decisiones, contribuyendo al progreso social y cultural
de la comunidad a la que pertenecen, sin que al hacerlo se vitoreen sus acciones
por considerarlas en el mejor de los casos “interesantes” para alguien de “su
edad”.

5. Al finalizar esta investigación surge una última reflexión a partir del código
identificado que da pie a una hipótesis que queda disponible para quien quiera
proseguir investigaciones en esta línea. El código activo/productivo podría marcar
no solamente el imaginario social de la vejez y el envejecimiento, si no el modo en
que se significan los grupos de edad en la sociedad chilena, donde el trabajo y la
capacidad de ser productivo parecen centrales para integrarnos y constituirnos

84
como sujetos con plena participación en nuestro entorno. La forma niño(a), joven,
viejo(a), tendría otro lado que permite indicarlos y darles contenido: el adulto. Lo
que observáramos como el paso del envejecimiento activo al envejecimiento
productivo, podría reflejar algo mucho más general, donde la productividad es el
mecanismo mediante el cual se intenta ser o permanecer siendo adulto, sujeto -
aparentemente- miembro pleno de la sociedad, con todas las posibilidades para
realizarse material y espiritualmente, quien no tiene mayores condicionantes para
poder participar, ni convenciones ni disposiciones especiales para visibilizar sus
derechos.

Reconocemos las limitaciones que tiene esta investigación exploratoria del


envejecimiento y la vejez en nuestro país, en tanto solo se le ha analizado desde
una selección acotada de diarios. Sin embargo, deja abiertas posibles
investigaciones que profundicen sobre esto y nos ayuden a completar nuestros
conocimientos sobre la producción de la edad en Chile. Pues si se quiere avanzar
en la inclusión de las personas mayores, los cambios también se circunscriben en
un nivel más cotidiano, el cual contiene las imágenes, los estereotipos y, en
definitiva, el imaginario social de la vejez y el envejecimiento y las acciones y
actitudes que genera. En esta línea resulta interesante dejar planteadas posibles
temáticas a abordar en futuras investigaciones tales como el imaginario de
diferentes grupos de edad sobre la vejez y el envejecimiento, incluyendo el de
personas mayores y su autopercepción; el imaginario de la vejez y el
envejecimiento presente en diferentes sistemas sociales, comparando si lo que ha
arrojado esta investigación se corresponde con el modo en que se están, por
ejemplo, haciendo políticas públicas; incorporar el estudio de otros medio de
comunicación masivos como la televisión, el cine, literatura, otros diarios
incluyendo aquellos regionales; y estudios sobre publicidad, imágenes y
fotografías divulgadas en dichos medios.

85
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91
ANEXOS

1. CONSTRUCCIÓN DE CÓDIGOS PARA ANÁLISIS EN ATLAS TI®

Códigos Definición
Por afirmación u oposición hace
referencia a la capacidad de innovar y
Aprendizaje/innovación
actualizarse por parte de los adultos
mayores
Por afirmación u oposición, capacidad
de los adultos mayores para asociarse
Asosiatividad
entre ellos o con otros individuos.
Generación de redes sociales.
Cómo se perciben los adultos mayores
Autopercepción o como dicen otros que ellos se
perciben
Tratamientos estéticos, productos y
Belleza actividades que retardan o evitan el
envejecimiento.
Requiere cuidado constante de un
Carga familiar o del Estado, con un costo en
dinero o esfuerzo importante para ellos.
Opiniones frente a ciertas temáticas,
criticándolas en un sentido que para
Crítico
algunos pueden ser entendidas como
producto de su conservadurismo.
Actos violentos o delictuales realizados
Delincuencia/violencia
por adultos mayores.
Referencia a la necesidad de atención
Dependencia/cuidad
de los adultos mayores.
Problemas físicos, motrices o
Discapacidad
psicológicos de adultos mayores.
Iniciativas de educación para Adultos
Educación
Mayores.
Referencia al envejecimiento como
Envejecimiento biológico
proceso normal de los seres vivos
Referencia al cambio demográfico,
Envejecimiento de la población específicamente al aumento de la
población de 60 años y más.
Relaciones de parentesco. Lugar
Familia dentro de la familia. Tipo de relación
con sus familiares.
Diferencias en las condiciones y
Género actividades según género de los adultos
mayores
Esfuerzos por parte de los adultos
Inclusión Sist. Económico
mayores unidos a iniciativas públicas y

92
privadas para que se incluyan al
sistema económico.
Infraestructura específica para adultos
mayores. Problemas con la
Infraestructura infraestructura de un lugar que lo hace
difícil de ser transitado o utilizado por
adultos mayores
Instituciones relacionadas a los adultos
Instituciones mayores. Criterios de búsqueda
presente en sus nombres.
Instancias que permiten la participación
de los adultos mayores, no
Participación necesariamente participación política.
Iniciativas para la participación de
adultos mayores.
Situaciones de pobreza que viven los
Pobreza adultos mayores o a las que se les
vincula.
Participación de puestos de poder por
Poder
parte de los adultos mayores.
Políticas públicas e iniciativas cuyos
Política pública beneficios se vinculan a los adultos
mayores (directa o indirectamente)
Búsqueda por parte de los adultos
mayores de espacios para mantenerse
Productividad activos y productivos, iniciativas
públicas y privadas relacionadas con
esto.
Ley específica para el tema del
Proyecto de ley abandono
abandono de los ancianos.
Iniciativas públicas o privadas, o de los
propios adultos mayores, que tienen
Recreación/ocio que ver con la realización de
actividades de recreación y/ o de
ociopor parte de los adultos mayores.
Referencia directa a la reforma
Reforma previsional
previsional
Relación de los adultos mayores con
Relaciones Generacionales sus nietos o personas que pertenecen a
edades diferentes.
Adultos mayores como fuente de
Sabiduría
conocimientos y tadiciones.
Temas relacionados con la salud de los
adultos mayores, enfermedades,
Salud iniciativas para mejorar la atención de
los adultos mayores en el sistema de
salud.
Sexualidad Sexualidad de los adultos mayores.

93
Referencia al sistema de pensiones, a
Sistema de pensiones
la reforma del sistema de pensiones.
Relación de los adultos mayores con la
tecnología. Tecnología creada
Tecnología
especialmente para los adultos
mayores.
Televisión Encuesta de CNTV
Adultos mayores mencionados como
Víctimas
víctimas en noticias: asaltos, estafas.
Capacidades físicas de los adultos
Vigor/fuerza/agilidad mayores. Se refiere a su fuerza o a la
falta de ella.

94
2. PLANILLA DE ARTÍCULOS DIARIOS ABRIL DE 2006
2.1 Planilla de Artículos La Cuarta
Nº Tamaño
Diario Título del Artículo o primeras palabras fecha Sección
Palabras S M L XL
LA CUARTA Grito de guerra en mechoneo 01-Abr Cronica 234
LA CUARTA #Codelco no pasa a manoplas privadas 01-Abr Cronica, Para Picar 313
LA CUARTA Porteño Juan M. sufre 02-Abr Cronica 648
¿Qué pasa con la vejez en los
LA CUARTA animalitos? 02-Abr Cronica, Cómo mueve la colita 289
Cronica, Para Servirle Medicina a la
LA CUARTA ¿Es necesario vacunarse contra 02-Abr carta 231
LA CUARTA Maratónica vista de la causa 04-Abr Cronica 326
LA CUARTA El último refuerzo del programa "REC" 05-Abr La cuarta espectacular 396
LA CUARTA Paco Rabán es pobre 06-Abr Cronica 285
LA CUARTA Lanzan instrumento de medición 06-Abr Cronica 289
LA CUARTA Duerma a patita suelta... 08-Abr Cronica, Tu salud al día 101
LA CUARTA SE LE CAYÓ LA BABA: 10-Abr Cronica, la Ficha Pop 169
Cronica, Para Servirle Medicina a la
LA CUARTA ¿Hay solución para las hemorroides? 10-Abr carta 183
LA CUARTA Soy un joven de 23 años, 12-Abr Magazine, La ventanita sentimental 352
LA CUARTA Veía a cabro de Lo Abarca 12-Abr Cronica 466
LA CUARTA Malditos se guachipearon ollas, 12-Abr Cronica 450
LA CUARTA #APLAUSOS PA'L CRS DE MAIPÚ 12-Abr Cronica, El dedo en la llaga 544
LA CUARTA Corre aumento del 10% para pensiones 12-Abr Cronica 186
LA CUARTA #VUELVE A CASA, MELANIE ALSE 13-Abr Cronica, El dedo en la llaga 607
Cronica, Para Servirle Medicina a la
LA CUARTA Todas las respuestas han sido 17-Abr carta 218
LA CUARTA Le cuento. Tengo unos tíos 19-Abr Magazine, La ventanita sentimental 422
LA CUARTA Tatitas descueraron a 19-Abr Cronica 352
Andar Babeando: en Chile y otros
LA CUARTA países 20-Abr Crónica, La Ficha Pop 156
LA CUARTA #Funarán a giles que botan 21-Abr La Vuelta al Mundo, Parabólica 157
LA CUARTA Póngale orégano a su piel 22-Abr Cronica, Sexy woman 93
LA CUARTA #VINACHO Y BAILOTEO A DESTAJO 22-Abr Cronica, El dedo en la llaga 428
LA CUARTA Pulentos consejos para fortalecer 24-Abr Cronica 286
LA CUARTA #Reponen letrero 27-Abr Cronica, El dedo en la llaga 484
LA CUARTA Profe de Yoga entrega consejos 28-Abr Cronica 231
LA CUARTA Las de Quico y Caco pasó mujer 29-Abr Cronica 339
Total por tamaño 15 10 3 0
Titulares 2 1 0 0

Titulares
Internacional

S: menos de 300 palabras


M: 301 a 500
L: 501a 850
XL: 851 y más

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2.2 Planilla Artículos Las Últimas Noticias

Nº Tamaño
Diario Título del Artículo o primeras palabras fecha Sección
Palabras S M L XL

LUN El actor tiene 80 años y ahora filma "Fiestapa.." 09-Abr Tiempo Libre 524

LUN La animadora terminó con un año y medio 09-Abr Reportajes 1879

LUN Laboratorista dental, Francisco Soto 10-Abr Temas de Sociedad 516

LUN Exposición de fotografías de Lincoyán Parada 15-Abr Cultura 422

LUN Con casi 80 años, Horacio y Fernando 22-Abr Temas de Sociedad 374

LUN El sacerdote presidió su matrimonio en la iglesia 23-Abr Tiempo Libre 695

LUN Pablo Cáceres, camarógrafo chileno 27-Abr El dia 1111

LUN Ahora, la señorita Kamikawa es considerada 04-Abr Internacional 580

LUN Condenan a ejecutiva 06-Abr El dia 170

LUN En Alemania las van a capacitar 12-Abr Internacional 316

LUN El “Réquiem” se despide hoy 13-Abr Tiempo Libre 393

LUN Estafa por $ 8 mil millones 14-Abr El dia 184

LUN Más del 10% de los presos en ese país 15-Abr Internacional 477

LUN Alcalde Pedro Edmunds lo 20-Abr El dia 353

LUN Después de estar perdida por décadas 22-Abr El dia 222

LUN Agua del Carmen es consumida 24-Abr Economia 294

LUN Moais con viagra... El moai pícaro 24-Abr Cultura 632

LUN “No queremos trabajadores 28-Abr Economia 258

97
Según reciente estudio de CNTV Adultos mayores piden
LUN menos sexo 19-Abr Tiempo Libre 207

LUN Ingrediente nuevo en la cosmética 01-Abr Temas de Sociedad 237

LUN Director de la revista “Mensaje” 08-Abr Temas de Sociedad 372

Total por
tamaño 7 8 5 2

Titulares 2 3 1

Internacional

Titular

S: menos de 300 palabras

M: 301 a 500

L: 501a 850

XL: 851 y más

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2.3 Planilla Artículos El Mercurio

Nº Tamaño
Diario Título del Artículo o primeras palabras fecha Sección Cuerpo
Palabras S M L XL
EL Revista El
MERCURIO La revolución de los viejos 01-Abr La vida por delante sábado 748
Solo para mayores: El comienzo del otoño es una
EL excelente ocasión para que los adultos mayores se Domingo en
MERCURIO tomen unas merecidas vacaciones 02-Abr Tiempo Libre Viaje 755
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO PENSIONES. La discusión por el aumento de años 02-Abr Negocios, Enfoques negocios 836
EL
MERCURIO Abuelos que rompen las distancias 03-Abr Vida y Salud A 946
EL
MERCURIO Senama debe ser la voz de los mayores 03-Abr Vida y Salud A 373
EL
MERCURIO Pilates y tercera edad 04-Abr Vida Revista Ya 60
EL
MERCURIO Don Elías en la ONU 04-Abr Deportes Deportes 392
EL
MERCURIO Democracia acogedora 04-Abr Editorial A 607
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO Suben requisitos para lograr una jubilación 04-Abr Negocios, Enfoques negocios 666
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO Gobierno cuadra a sus parlamentarios 05-Abr Negocios, Enfoques negocios 646
De líneas aéreas: Agencias de viaje se preparan para fin
EL de pago de comisiones. La implementación de un cobro
MERCURIO adicional y el enfoque en la tercera edad son algunas de Cuerpo B, Economía y B, Economia y
las nuevas estrategias 06-Abr Negocios, Enfoques negocios 418
EL
MERCURIO GOBIERNO DE BACHELET / Comisiones 07-Abr Claves C, Nacional 1264
EL
MERCURIO Madre de joven asesina 07-Abr Nacional C, Nacional 353
EL
MERCURIO El sistema privado de salud pone el foco 08-Abr Vida y Salud A 488
EL Revista El
MERCURIO Leí con mucha emoción el artículo 08-Abr cartas sábado 73

99
EL Reportajes, La
MERCURIO Fue difícil almorzar tranquilo 09-Abr Columna de Joe Black D, Reportajes 525
EL
MERCURIO Un hobby para controlar al mundo 09-Abr Actividad cultural A 1219
EL
MERCURIO Sobran niños en casas y plazas 09-Abr Crónica D, Reportajes 926
EL
MERCURIO Materiales, compañeros desde el comienzo 10-Abr Internet A 926
EL
MERCURIO Microempresarios seniors: 10-Abr Vida y Salud A 802
EL
MERCURIO Las Condes rehabilita a los mayores 10-Abr Vida y Salud A 220
EL
MERCURIO Errores de identificación 10-Abr Nacional C, Nacional 791
EL
MERCURIO Regreso de valiosa escultura: 11-Abr Nacional C, Nacional 246
EL
MERCURIO Labios hidratados y sin líneas 11-Abr Belleza Revista Ya 1404
EL
MERCURIO Propuestas para una nueva Ficha CAS 11-Abr Opinion cartas A 655
EL B, Economia y
MERCURIO Gasto fiscal en bonos tendrá "peak" en 2009 12-Abr Economia y Negocios negocios 306
EL
MERCURIO IVA marcó primer test Gobierno-oposición 13-Abr Nacional C, Nacional 887
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO Comercio entrega agenda a la ministra 13-Abr Negocios, Enfoques negocios 166
EL
MERCURIO Polémica con la oposición 13-Abr Nacional C, Nacional 411
EL Investigación alemana: frutas y verduras previenen
MERCURIO envejecimiento 13-Abr Vida y Salud A 350
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO Fuerza laboral Mujeres 13-Abr Negocios, Enfoques negocios 171
EL Reportaje Trabajo de B, Economia y
MERCURIO Labores pesadas a los 50 años: 14-Abr mujer negocios 813
EL
MERCURIO Cerca de 50 mil niños no fueron a vacunarse 15-Abr Primera pagina A 405

100
EL El sabado de el Revista El
MERCURIO Nunca he puesto la discapacidad por delante 15-Abr mercurio sábado 3674
EL
MERCURIO Monitos: La nueva moda de la TV local 16-Abr Espectaculos C, Nacional 1067
EL
MERCURIO Proyecto para el Fútbol Profesional 16-Abr Deportes Deportes 1115
EL B, Economia y
MERCURIO ALEJANDRO JODOROWSKY. El multifacético 16-Abr Enfoques negocios 826
EL B, Economia y
MERCURIO CARLOS OMINAMI. Las definiciones 16-Abr Enfoques negocios 1681
EL
MERCURIO Psiquiatra revela el estado mental 16-Abr Vida y Salud A 1326
EL Organización Mundial de la Salud: Chilenos entre los
MERCURIO más longevos de la región 16-Abr Nacional C, Nacional 455
EL
MERCURIO ISABEL II, RUMBO A LOS 80 AÑOS 16-Abr Reportajes D, Reportajes 2913
EL
MERCURIO La nueva sexualidad que viene con la madurez 17-Abr Vida y Salud A 797
EL
MERCURIO El autochequeo antes del manejo es clave 17-Abr Vida y Salud A 367
EL
MERCURIO Calzado a la medida 17-Abr Vida y Salud A 266
EL B, Economia y
MERCURIO Trámites al fin del mundo 17-Abr Reportaje del lunes negocios 1211
EL
MERCURIO El rol de Leontina González en el caso Spiniak 18-Abr Nacional C, Nacional 1231
EL
MERCURIO El hacerse persona pasa por los vínculos 18-Abr Escuela para padres Revista Ya 402
EL
MERCURIO Impulsan ideas de la tercera edad 18-Abr Vida y Salud A 278
EL
MERCURIO La contaminación causa cáncer e infertilidad 18-Abr Vida y Salud A 792
EL
MERCURIO Los hackers en La Moneda 18-Abr Polinotas C, Nacional 221
EL Fondo Nacional del Adulto Mayor: Impulsan ideas de la
MERCURIO tercera edad 18-Abr Vida y Salud A 278

101
EL
MERCURIO Originales activos antiedad 18-Abr Belleza Revista Ya 1348
EL
MERCURIO Hoy no voy a morirme 18-Abr Dalud Mental Revista Ya 553
EL
MERCURIO Bikram Yoga 18-Abr Vida Revista Ya 91
EL
MERCURIO Bajar rango de alerta no prosperó hace 7 años 19-Abr Nacional C, Nacional 575
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO Construcción plantea hipoteca revertida a la 19-Abr Negocios, Enfoques negocios 282
EL
MERCURIO Mayores de 65 son los que más ven TV en el país 19-Abr Vida y Salud A 241
EL
MERCURIO Esta semana, todo Chile celebra el Día del Libro 20-Abr Actividad cultural A 849
EL
MERCURIO Barcaza "Pincoya": 20-Abr Nacional C, Nacional 339
EL Vivienda y
MERCURIO El sello de los inmigrantes 22-Abr Especial Decoracion 2321
EL El sabado de el Revista El
MERCURIO Los soldados de la guerra asimétrica 22-Abr mercurio sábado 1831
EL
MERCURIO Fatiga crónica tiene raíz biológica 22-Abr Vida y Salud A 263
EL Revista El
MERCURIO Dicho sea de paso 22-Abr Leer sábado 418
EL FRANCISCO VIDAL, NUEVO PRESIDENTE DEL
MERCURIO DIRECTORIO DE TVN 23-Abr Primera pagina A 1420
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO El decálogo del éxito, según pablo Turner 23-Abr Negocios, Enfoques negocios 463
EL
MERCURIO El fin de la política 23-Abr Reportajes D, Reportajes 826
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO Iniciativas contempladas en las 36 medidas 24-Abr Negocios, Enfoques negocios 221
EL Cuerpo B, Economía y B, Economia y
MERCURIO Casi un tercio de prioridades económicas 24-Abr Negocios, Enfoques negocios 349
EL
MERCURIO Envejecimiento altera la eficacia de los fármacos 24-Abr Vida y Salud A 699

102
EL
MERCURIO BiblioRedes invitó a lucir la ciudad 24-Abr Internet A 905
EL
MERCURIO Durante la adolescencia, 25-Abr Revista Ya Revista Ya 2294
EL
MERCURIO Y para mí ¿no alcanza? 25-Abr Treinta y uno Revista Ya 533
EL
MERCURIO Pensión Mínima Escalonada? 25-Abr Opinion cartas A 695
EL
MERCURIO ROBÓTICA: Ayuda para los Mayores 27-Abr Ciencia y Tecnologia A 63
EL
MERCURIO Es posible sumar 11 años a la vida 27-Abr Vida y Salud A 455
EL Revista El
MERCURIO Jamás pensé volver a tener que decir 28-Abr Cartas sábado 385
EL
MERCURIO Planes de empleo de apoyo fiscal: 28-Abr Nacional C, Nacional 723
EL
MERCURIO El Gobierno reformula los planes de empleo 28-Abr Primera pagina A 197
Total de artículos: 78 17 18 22 20
Total de Titulares: 17 5 4 6 2
S: menos de 300 palabras
M: 301 a 500
Vivienda
Cuerpo A:y 28
Decoración: 1 en títulos
artículos, 10 L: 501a 850
XL: 851 y más
Deportes:
Cuerpo B: 215 artículos, 2 en títulos

Cuerpo C: 13 artículos, 1 en títulos

Cuerpo D: 4 artículos

Revista Ya: 9 artículos, 2 en títulos

Revista El Sábado: 6 artículos, 1 en títulos Internacional

Domingo en viaje: 1 artículo, 1 en titulos Titular

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