¿Qué elementos de la ficción contenida en el cine alusivo al narcotráfico favorecen
la formación de construcciones sociales de realidad que legitiman esta práctica en
Colombia?
El abordaje de la temática sobre la función del cine alusivo al narcotráfico en la
formación de construcciones sociales de realidad que legitiman esta práctica en Colombia es de una dimensión compleja porque no solamente alude al fenómeno cinematográfico en sí mismo y a la realidad imaginaria que este recrea para el público, sino que trasciende en la vida cotidiana de la sociedad definiendo patrones de conducta que fortalecen esta práctica como una condición normal en el país. Para alcanzar una aproximación a las características ficcionales cinematográficas que cumplen la función señalada se puede realizar una limitación espacio temporal con el análisis, la interpretación y la reflexión de la película el cartel de los sapos realizada en 2011 sin que ello implique que no se recurre a otro material de cine y de televisión. Este proceso implica que se tengan en cuenta unos presupuestos teóricos fundamentales, que en este caso son proporcionados por la misma experiencia y los trabajos elaborados por diferentes directores, como es el caso de Tarkovsky quien resulta importante para esta investigación por su forma de pensar distanciada de los paradigmas tradicionales que solo permitían ver la escritura cinematográfica desde los conceptos de la semiología y el estructuralismo, en todo caso de todas aquellas posiciones que solo consideran el cine simplemente una agrupación de signos. En ese sentido resulta valioso aproximarse desde la teoría de Tarkovsky esbozada en su libro esculpir en el tiempo a una percepción de lo cinematográfico desde la dimensión emocional que este contiene, como forma de aproximarse a la profundidad de la condición humana. Desde la perspectiva de este director resulta muy importante tener en cuenta su concepción sobre la estrecha relación entre el tiempo real y el tiempo cinematográfico, este último correspondiente a la captura del tiempo real de manera concreta, lo cual resulta prometedor para la interpretación de cada plano y para considerar un montaje de la visión del tiempo y no de la visión del espacio como era la concepción de Einsestein que aunque fue de gran valor para la historia del cine se constituyó en el paradigma para la construcción intencionada de los efectos visuales en el montaje cinematográfico. También resulta conveniente tener en cuenta en estos presupuestos teóricos el trabajo del chileno Rafael Cristobal Sanchez El montaje Cinematográfico, Arte del Movimiento en el cual le da primacía a la importancia de las imágenes de la fantasía como material fundamental para la construcción cinematográfica con lo cual reconoce el aspecto imaginario del cine desarrollado por Morin. Sin embargo, aquí se ve un distanciamiento del planteamiento de Kracauer que solo le da reconocimiento a lo real en el cine y al rechazo de todo aquello que aparezca en la pantalla que no sea respuesta a la información de la realidad, lo cual prácticamente implica una negación de la ficción en el cine. Por el contrario, Sanchez plantea que el montaje le da un tratamiento irreal al espacio tiempo y realiza un proceso selectivo de la narración, es decir no se ajusta a la realidad de la cual por el contrario hace una deformación que a su juicio se constituye en estilización-artística. De otra parte, es necesario tener en cuenta presupuestos teóricos desde los autores de campos como la filosofía, la sociología, la sicología y teóricos propios del cine, para poder definir una postura de inicio desde la cual se pueda formular y desarrollar la presente investigación. El planteamiento de la reproductividad técnica, serializada, masiva, ilimitada y en gran escala que destruye el aura del cine como obra sacra para favorecer su exhibición se da hoy en día en un nivel astronómico que Walter Benjamín no podría haber imaginado cuando lo formuló, con las implicaciones que tienen actualmente los recursos de internet que no solamente no tienen límite espacial y temporal de acceso sino que alcanzan a toda la población, sin discriminar el daño que puede causar por ejemplo un capítulo televisivo de narcotráfico subido a las redes, en la mente de los niños. Otro presupuesto teórico importante lo constituye el análisis de la narración en el cine de ficción que hace David Bordwel, quien muestra la manera como la representación cinematográfica está condicionada por el entorno al que hace alusión, por la descripción que lleva a cabo de la realidad y por los significados amplios que el conjunto del trabajo puede tener. Nos va a resultar útil profundizar en su concepto de narración en el cine que él considera como una estructura donde se combinan las partes con el todo. Diferente al planteamiento de Tarkovsky, Borwel reconoce la intención de producir un efecto en el cine mediante procesos de selección, de organización y de la forma como se presenta una historia. De otra parte, resulta interesante el concepto de intersticial que Jaques Ranciere le atribuye al cine, en la medida en que abre otras opciones para su desarrollo, que implicaría el decir lo no dicho, el dar cuenta de lo que no está copado por la institución oficial. Él enfatiza, asumiendo el planteamiento de Brecht del distanciamiento en el escenario, en el cine concebido como “un territorio trazado por la acción de distancias diversas, un terreno atravesado por conflictos refractarios a toda estabilización concensual”. Un referente muy importante en estos presupuestos téoricos es el concepto de la imagen movimiento y de la imagen tiempo de Gillez Deleuze. Para el “la imagen- movimiento es la imagen organizada según la lógica del esquema sensoriomotor, una imagen concebida como elemento de un encadenamiento natural con otras imágenes en una lógica de conjunto análoga a la del encadenamiento intencional de percepciones y acciones” de tal manera que podemos identificar aquí la manera como se presenta el elemento central para el desarrollo de la ficción en el cine: La acción. Por otra parte, considera la imagen-tiempo como “una ruptura de esa lógica, por la aparición de situaciones ópticas y sonoras puras que ya no se transforman en acciones”. Aquí Deleuze habla de capas de pasado que corresponden a la presencia de los recuerdos en la imagen y a puntas de presente que corresponden a la actualización en acciones de estos recuerdos. Luego de que se realice el desarrollo de los presupuestos teóricos es necesario establecer los fundamentos conceptuales más reconocidos desde los campos de conocimiento relaciones con la pregunta formulada en el presente estudio sobre los cuales apenas se esbozan dos obras que contienen elementos categoriales de los señalados en la pregunta problema, el relacionado con el cine y el relacionado con la construcción social de la realidad, quedando pendiente el relacionado propiamente don la ficción en el cine, del cual se ha detectado una obra titulada: Fiktion, Fiktivität, Fiktionalität de Krank Zopfel. En la definición del cine como medio es importante considerar el trabajo de Marshal Macluhan. Understanding Media: the Extensions of Man, obra en la cual acuño la expresión El Medio es el Mensaje para mostrar como el medio en sí mismo se constituye en un mensaje, absorbe cualquier otro mensaje, lo cual termina siendo determinante en el manejo del poder y el control político en una sociedad, pues como él señala “Todos los medios nos afectan completamente. Son tan omnipresentes en nuestra vida personal, política, económica, estética, psicológica, moral, ética y social que no dejan ni una parte sin tocar… Sin afectar… Sin alterar.’’ En cuanto a la construcción social de la realidad es un referente inicial el trabajo de Berger y Luckmann La Construcción Social de la Realidad, en el cual se señala como la realidad no está dada, sino que se construye por diferentes procesos de la vida cotidiana, aspecto en el cual el cine cumple un importante papel como entorno cultural cotidiano.