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CONDUCTA.
Es la unión entre dos disciplinas encargadas de entender el comportamiento humano: la
Psicología y la Biología A pesar de que una parte importante de nuestro comportamiento
está determinado por nuestro entorno social, nuestra biología tiene un gran peso sobre
quiénes somos y cómo actuamos.
A principios del siglo XIX el estudio del ser humano comenzó con la investigación de
procesos bioquímicos e indagaciones hechas por científicos en áreas relacionadas a la
anatomía y fisiología humana. La pregunta sobre cómo funciona el ser humano derivó en
distintas investigaciones que aportaron una visión particular. A partir de estas
investigaciones, el ser humano fue el centro de atención para científicos que buscaban
procesos básicos de funcionamiento del cuerpo; el paradigma mecanicista influenciaba
las investigaciones con su enfoque en la anatomía humana. La percepción que se tenía en
ese entonces, sobre los aparatos y sistemas que componían a los humanos se
fundamentaba en el estudio e investigación de procesos individuales y aislados. Fue hasta
principios del siglo XX que la percepción del ser humano como una máquina requirió de
otras explicaciones. A diferencia del paradigma anterior, que aislaba partes individuales
para su estudio, la psicología logró comprender que el ser humano dista de ser una
máquina que obedece a los estímulos ambientales para funcionar.
Es probable, que desde los primeros trabajos de los anatomistas o fisiólogos clásicos se
planteó la necesidad de abrir un nuevo campo que pudiera dar respuestas más complejas
que trascendieran a las relaciones causa-efecto de los trabajos con lesiones cerebrales, así
se estudian procesos, se entienden las regiones cerebrales y estructuras como parte de
sistemas, de un todo más complejo que no se puede resumir en una sola de sus partes.
La Neurona.
LAS CELULAS DEL SISTEMA NERVIOSO.
NEUROTRANSMISORES
Acetilcolina: (ACh).Permite la acción muscular, el aprendizaje y la memoria.
Cantidad insuficiente: enfermedad de Alzheimer.
Dopamina: Se relaciona con el movimiento, el aprendizaje, la atención y la
emoción. Exceso: esquizofrenia; Insuficiente: temblores y movilidad disminuida
en Parkinson.
Serotonina: Afecta al humor, el enojo, el sueño y la excitación. Insuficiente:
Depresión. Fármacos como el Prozac aumentan los niveles de serotonina.
Noradrenalina: Ayuda al control de los estados de alerta y excitación. Insuficiente:
puede deprimir el estado de ánimo.
GABA (Ácido gamma-aminobutírico): Neurotransmisor inhibidor principal que en
cantidad insuficiente se asocia con temblores, Convulsiones e insomnio.
Glutamato. Neurotransmisor excitatorio principal que está involucrado en la
memoria. Exceso: sobreestimulación del cerebro, produciendo migrañas o
convulsiones.
LÓBULOS CEREBRALES
Hemisferios Cerebrales
Investigación Cerebral
La idea de que el envejecimiento lleva a un deterioro mental no es algo que sólo la
investigación cognitiva haya demostrado recientemente. William Shakespeare ya escribió
en su 'Much Ado About Nothing' ('Mucho ruido y pocas nueces'), "Cuando la edad llega,
el ingenio se va. " Pero la buena noticia es que ciencia ha demostrado que esta idea no es
del todo cierta. La evidencia actual sugiere que el cerebro es un órgano flexible y
renovable, y que a pesar de la edad, el cerebro es capaz de mantener e incluso mejorar su
nivel de rendimiento, especialmente si se lleva un estilo de vida activo y mentalmente
estimulante.
Las primeras investigaciones científicas registradas para subrayar las diferencias entre los
sexos fueron llevadas a cabo por Francis Galton en el Museo de Londres en el año 1882.
El investigador concluyó que los hombres mostraban mayor sensibilidad para los sonidos
«llamativos» (como las tonalidades agudas y estridentes), tenían mayor habilidad con las
manos y se mostraban menos sensibles al dolor que las mujeres. Por la misma fecha en
Estados Unidos, un estudio de similares características resolvió que los hombres preferían
el color rojo al azul, su vocabulario era más formal y se inclinaban por resolver pro-
blemas técnicos antes que los domésticos. El estudio afirmó que las mujeres podían oír
mejor, utilizaban más palabras que los hombres y preferían trabajar en problemas y tareas
de forma individual.
Las primeras investigaciones sobre las áreas del cerebro relacionadas con funciones
concretas se realizaron con pacientes que manifestaban daños cerebrales. Se descubrió
que los hombres que tenían dañado el hemisferio cerebral izquierdo mostraban una gran
pérdida, que en algunos casos era total, en la capacidad para hablar y en el vocabulario
que utilizaban, mientras que las mujeres que tenían dañada la misma zona cerebral no
mostraban una reducción similar de estas capacidades, lo que indicaba quelas mujeres
contaban con más de un centro cerebral dedicado al habla.
Los conductistas tienden a concebir a los seres vivos como “tabulas rasas” cuya conducta
está determinada por los refuerzos y castigos que reciban más que por predisposiciones
internas. El comportamiento, por tanto, no depende principalmente de fenómenos
internos, como los instintos o los pensamientos (que no dejan de ser, por otra parte,
conductas encubiertas) sino más bien del entorno, y no podemos separar ni la conducta ni
el aprendizaje del contexto en que tienen lugar.
De hecho, aquellos procesos que ocurren en el sistema nervioso y que para muchos otros
psicólogos son la causa de cómo actuamos, para los conductistas no son más que otro tipo
de reacciones generadas a través de nuestra interacción con el entorno.
El experimento de Pávlov:
Iván Pavlov, nacido en 1849, consiguió grandes aportes a la hora de entender cómo
funcionan nuestros comportamientos no conscientes antes los estímulos y, su gran logro,
fue el demostración de la existencia y funcionamiento de los reflejos condicionados.
En 1904, el biólogo ruso Iván Pavlov obtuvo el premio Nobel por sus investigaciones
sobre la fisiología de la digestión, estudiada principalmente en perros. Estas
investigaciones lo llevaron al descubrimiento de los reflejos condicionados, que es en
realidad por lo que hoy se lo recuerda.
Pavlov, experimentó con perros. En un principio, hacía sonar una campana antes de
alimentarlos, así, los condicionó a relacionar dicho sonido con la acción de comer. Una
vez establecido ese patrón, Pavlov se concentró en la segunda parte de experimento.
Al hacer sonar la campana, detectó la secreción de saliva y jugos gástricos y, aquí vino la
crueldad de su experimento, ya que abrió dos pequeños orificios en la zona abdominal de
los canes, para hacer una observación y recolección inmediata de la muestra.
Así, pudo demostrar que el sólo sonido de la campana activaba el sistema digestivo de
los perros, sin necesidad de presentarles el alimento, sólo bastaba con ese estímulo
auditivo con el que entrenó a los perros, aunque faltara el estímulo del alimento.
Finalmente y en la última parte del experimento, cortó las conexiones entre el sistema
nervioso y gástrico. Al hacer sonar la campana, no se secretaron jugos estomacales,
demostrando que dicha acción estaba ligada a lo psicológico controlando lo biológico.
Condicionamiento Operante:
¿Recompensar o Castigar?
En 1898 Edward Thorndike realizó varios experimentos con gatos que mostraban que si
una conducta era seguida de una consecuencia positiva para el organismo que la realizó,
la probabilidad de que el organismo volviese a ejecutar dicha conducta aumentaba.
Watson y el Conductismo
Hace 100 años, en 1913, J.B. Watson publicó un artículo titulado “Psychology as the
behaviorist views it” que tuvo gran influencia en la comunidad psicológica de comienzos
del siglo XX. El sistema psicológico propuesto por Watson buscaba ser el fundamento de
una psicología basada en las ciencias naturales, la experimentación y el estudio objetivo
del comportamiento. Se indican sus orígenes, el contexto en el cual se desarrolló, su autor,
y la forma como el conductismo evolucionó y se diversificó. Se señala el legado de
Watson, las críticas recibidas y su evaluación histórica.
John B. Watson, junto a Iván Pávlov, fue uno de los personajes importantes del
condicionamiento clásico y fue clave para el desarrollo posterior del Condicionamiento
Operante que se hizo famoso gracias a B.F. Skinner. Tanto el condicionamiento clásico
como el condicionamiento operante o Instrumental forman parte del conductismo, una de
las corrientes más destacadas de la psicología.
Pese a que el condicionamiento clásico nace gracias los experimentos del fisiólogo ruso
Iván Pávlov, que se interesó por los reflejos de salivación en perros, Watson lo introdujo
en Estados Unidos donde tuvo un gran impacto en el sistema educativo americano.
En 1920 dejó su empleo en la Universidad por culpa de unos rumores acerca de una
relación sentimental con su asistente Rosalie Reyner, con quien realizó su famoso
experimento con “el pequeño Albert". Entonces pasó a trabajar como psicólogo en la
empresa Thompson, y se interesó por el campo de la publicidad.
Fue un conductista radical, un antimentalista, y, como tal, criticó a Sigmund Freud y el
psicoanálisis, ya que afirmaba que el estudio de la conciencia y la introspección no tenían
cabida en la psicología como ciencia. La psicología según Watson, solo tenía sentido a
través de la conducta observable y medible, y por eso, sus experimentos se realizaban en
el laboratorio, donde podía manipular el entorno y controlar el comportamiento de sus
sujetos.
El objetivo del conductismo es hacer de la psicología una ciencia natural, y por tanto,
debe tener unos métodos que permitan observar, medir y predecir variables. John B.
Watson siempre será recordado como la persona que acuñó y popularizó el conductismo
gracias a sus publicaciones y sus investigaciones.
Albert fue llevado al laboratorio donde se le presentaba una rata blanca. Cuando el
pequeño se acercaba para tocarla, Watson golpeaba una barra metálica con un martillo.
Como consecuencia del fuerte golpe, el bebé se alteraba y fruto del miedo se ponía a
llorar. Watson repitió este proceso media docena de veces, y observó que, tras distintos
ensayos, el pequeño Albert se asustaba simplemente por el hecho de ver la rata blanca.
Albert había aprendido que cada vez que la rata aparecía, el martillo golpearía la tabla
metálica. Es decir, que anticipaba el fuerte golpe. Todo esto con la finalidad de probar
que las fobias podían ser aprendidas o condicionadas.