Sunteți pe pagina 1din 2

ASIGNATURA:

CULTURA Y ARTE DE LAS SOCIEDADES


TRANSTERRADAS
DOCENTE:
MARÍA ELIZABETH RÍOS RODRÍGUEZ

ALUMNA:
NORA KARINA SÁNCHEZ MEDINA
CÓDIGO:
216423556

ENTREGA:
TEORÍAS SOBRE MIGRACIÓN
FUENTE:
MICOLTA, A. TRABAJO SOCIAL NO. 7, (2005) PÁGINAS
59-76 © REVISTA DEL DEPARTAMENTO DE TRABAJO
SOCIAL, FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS,
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA.
La teoría neoclásica es las más acercadas a mi realidad y, por consecuencia, con
la que estoy de acuerdo. Ésta tiene en claro que el hombre es sedentario por
naturaleza, porque su necesidad económica así lo requiere –pues para mantener
una buena calidad de vida es necesario pagar por ella, y para tener con qué pagarla
es imperativo ganar un sueldo mediante un trabajo, al que se debe asistir casi
diariamente: el hombre moderno debe tener un domicilio fijo para transportarse a un
trabajo definido donde genere ingresos económicos que le permitan a él (y, según
el caso, a sus dependientes) sustentarse- y, para maximizar las ventajas de este
proceso, emigra; se va de su terruño porque tiene la vista puesta y los sueños
dirigidos a aquel lugar que le de un mejor sueldo, donde la renta sea más barata y
los precios de los insumos diarios no sean tan elevados.
Pongo como ejemplo mi caso, emigrante estacional1: cada verano viajo a
Conesville –un pueblito en el estado de Iowa, Estados Unidos- para trabajar en un
empleo facilísimo: una lavandería donde se ganan catorce dólares por hora
solamente por recibir ropa sucia, lavarla –con lavadora y secadora, claro-, doblarla
y entregarla. ¡Facilísimo! Y juro que se gana más en ese empleo durante un mes y
medio que en cualquier otro trabajo que una estudiante de medio turno como yo
pueda realizar en México. Como evidencia pongo otro ejemplo mío: por un tiempo
trabajé como mesera en una pizzería donde ganaba catorce pesos la hora –¡pesos!-
más propinas que variaban entre muy buenas o tremendamente malas. Y a esto es
a lo que se enfrentan muchísimos paisanos diariamente: a un salario absurdo y
gastos descomunales que sencillamente son imposibles de solventar. Es por esto
que se van, ¡y con razón!
Mi caso es uno sencillo, el de una muchachita que, a final de cuentas, aún es
mantenida por la pensión de sus padres. Pero imaginemos al padre de familia
desempleado, con hijos y esposa. Si el país no le ofrece trabajos dignos con sueldos
buenos, claramente buscará la solución en otro.
Me gustaría decir que la migración se hace por el amor a las otras culturas,
por el querer descubrir qué hay más allá de la zona de confort, pero la realidad es
que la gran mayoría de los casos se mueve por cuestiones económicas. Y es por
esto que estoy de acuerdo con la teoría neoclásica.

Son las de aquellos individuos, generalmente trabajadores, que se trasladan para recolecciones u
otros trabajos y que sólo se realizan en determinadas temporadas del año. (Milcota, 2005: 64)

S-ar putea să vă placă și