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SESIÓN 1

UNIVERSIDAD DIGITAL DEL ESTADO


DE MÉXICO

Maestría en Docencia

Sesión No 1

ASPECTOS GENERALES DEL QUEHACER


DOCENTE.

ALUMNA: Ana Montserrat Flores Moedano


ASESORA: Mtra. Lilián Arias Romero
MATERIA: Profesionalización Docente.
ACTIVIDAD: Tarea 1
FECHA DE ENTREGA: 20 de enero de 2019

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INVESTIGACIÓN. PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE

Con lo que has revisado en esta unidad, realiza una investigación en fuentes
confiables donde identifiques las labores que se han hecho a lo largo de la historia
en relación con en el tema de la profesionalización de docentes en nuestro país.
Dicha investigación deberás entregarla a través de un reporte en un archivo en
Word que deberá contar con:

• Portada

• Introducción

• Desarrollo

• Conclusiones (palabras propias)

• Referencias (estilo APA)

Finalmente envíalo a tu tutor para que te califique y retroalimente.

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INTRODUCCIÓN

Durante los últimos años, la política educativa nacional ha emprendido


acciones con directrices encaminadas a fortalecer las bases de la
profesionalización de los docentes en busca de reforzar su capacidad para ofrecer
una educación básica eficiente y eficaz, que satisfaga los estándares que la
dinámica económica, política y social que cada región del país y del mundo
demandan.

De este modo, las políticas se han distinguido por implementar estrategias que
buscan generar impactos en la labor de los profesores, quienes a pesar de la
variedad de actores (directores, sindicatos, padres de familia, docentes, etcétera)
y de los múltiples factores escolares (contexto sociocultural, nutrición, salud, entre
otros) son centrales para garantizar la calidad educativa. Así, los maestros se
convierten en los actores estelares de la administración educativa por el
permanente desempeño frente a grupo. Por ende, es fundamental sentar un
proceso exitoso que permita fortalecer sus resultados.

A las y los docentes de este país, no sólo se les reconoce como la pieza
clave de toda reforma educativa, son también la columna vertebral que
sostiene el sistema educativo, también se les reconoce (desde el sistema) por
un desempeño pobre y deficiente el cual deberá ser evaluado para luego
profesionalizarlos.

Los maestros y maestras de México han sido objeto de los caprichos políticos de
los malos y los peores funcionarios. Si bien, cada 15 de mayo son objeto de
discursos tan trascendentes que se olvidan días después. No, me refiero aquí a un
reconocimiento permanente, sostenido y consecuente.

La profesionalización docente se ha reconfigurado como tantas otras cosas


ligadas con el ser y el formarse para ser maestro, dicha reconfiguración tiene
algunos rasgos tendientes a confiar más en el desempleo de los docentes, es
decir, en el escenario de la práctica, las intenciones de la misma y lo que se
produce con lo que se hace. En dicho proceso (por llamarle de esta manera), hay
factores intrínsecos que tienen que ver con el sujeto y otros que están más bien en
el plano del sistema y las instituciones.

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DESARROLLO

LA PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE

Los programas emprendidos en la profesionalización del docente, están enfocados


en generar técnicas y prácticas que motivan e incentivan a los maestros a
seguirse preparando, estudiando y profesionalizándose mientras están en servicio.
El objetivo es que los docentes desempeñen mejor su profesión, en el sentido que
afirman Rivkin, Hanushek y Kevin (2005): “Tener un docente de calidad mientras
dure la escolaridad primaria puede contrabalancear sustancialmente y hasta
eliminar la desventaja de un origen socioeconómico desfavorecido”.

Sobre el mismo tenor, una de las acciones más importantes en las últimas dos
décadas de la educación mexicana en torno al profesionalismo magisterial, ha sido
el Programa de Carrera Magisterial (CM) que busca incentivar al profesorado, a
los directivos escolares y a los asesores técnico-pedagógicos a que continúen con
su capacitación y habilidades; ello, a través de la incorporación voluntaria al
programa a cambio de la oportunidad de incrementar sus ingresos salariales. Con
este mecanismo se busca que a partir de mejores condiciones de vida, más años
de formación por parte de los maestros acompañado de buenos resultados en
pruebas docentes y estudiantiles, se logre una eficiente transferencia de
conocimiento hacia los estudiantes y mejorar con ello la formación de capital
humano.

Sin embargo, los estudios sobre la profesionalización docente evidencian que las
prácticas utilizadas actualmente no son exitosas, como lo demuestra el estudio de
Santibañez, et al. (2007). Una vez que los docentes reciben una promoción
salarial se olvidan de su profesionalización. Esto tiene repercusiones negativas en
el logro académico estudiantil, pues el estímulo profesional está garantizado.
Además, no hay un mecanismo condicionado que permita retirar la promoción
salarial adquirida, ni modelos de monitoreo que vigilen las acciones del docente.
En consecuencia, este programa se convierte en un trampolín para el ascenso
salarial, no en una herramienta que impacte positivamente en la calidad educativa.

Si el tema de la profesionalización de los docentes en funciones no se atiende con


acciones de fondo, los resultados seguirán siendo muy deficientes, tal como lo
muestran los resultados de las evaluaciones —tanto nacionales como
internacionales— que posicionan a México dentro de las últimas posiciones de
aprendizaje estudiantil. Así, por ejemplo, el reporte del Programa Internacional de

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Evaluación de los Alumnos de 2003 (PISA, por sus siglas en inglés), de la


Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), reflejaba
que 65% de los estudiantes mexicanos obtenían el puntaje más bajo de la
escala.3 La misma organización internacional en 2008, y la Subsecretaría de
Educación Básica y Normal en 2003, dieron a conocer estudios en los que se
informaba que alrededor de 70% de los docentes de educación secundaria no
contaba con la suficiente capacidad y habilidades para impartir eficientemente una
clase, con problemas igualmente preocupantes para el caso de los docentes de
nivel primaria.

Con profesores poco capacitados, con sueldos deficientes y preocupados por la


parte impositiva de la educación y dejando de lado el aspecto formativo, seguirá
existiendo el riesgo del bajo rendimiento académico del alumnado que únicamente
será adoctrinado para memorizar la currícula estandarizada y pasar las pruebas
sin mayor razonamiento.

Esto genera la tendencia de repetir patrones nocivos para la siguiente generación.


Existe la necesidad de replantear la labor docente a partir de su revalorización en
la sociedad, buscando generar mejores maestros para que la sociedad forme una
nación más prospera económica, social y políticamente.

Corresponde al análisis sobre política educativa sentar las bases para diseñar e
implementar mecanismos eficientes que logren impactar en la formación continua
de los docentes en un corto plazo, que se reflejen en el buen desempeño
estudiantil para el mediano plazo. México no puede esperar.

La actual reforma educativa impulsada por la administración de Enrique Peña


Nieto (2012-2018) continúa con las políticas de modernización que se vienen
desarrollando desde la década de los noventa. Como hemos referido, el eje vector
de las mismas se centra en la profesionalización de los docentes de educación
básica. Un componente normativo importante derivado de esta reforma, el cual se
viene a sumar a una amplia lista de ordenamientos, que históricamente han
regulado el trabajo de los maestros, es la Ley General del Servicio Profesional
Docente, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de septiembre de
2013. En dicha ley se condensan algunos principios de reordenamiento del
quehacer magisterial, ya mencionados con anterioridad.

Un aspecto clave de este lineamiento radica en la obligatoriedad constitucional de


la evaluación de la enseñanza con efectos vinculantes en el ingreso, promoción,
reconocimiento y permanencia de los profesores dentro del sistema educativo. En
lo relativo al ingreso, se instituyen los concursos de oposición con periodos de
prueba para quienes logren acceder a la educación básica; para la promoción y el
reconocimiento se incorporan programas de incentivos y mecanismos de acceso
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al desarrollo profesional, de acuerdo con la obtención de resultados; y para la


permanencia se establecen evaluaciones periódicas sobre el desempeño
académico con la posibilidad de que el docente sea separado de la función si
mantiene un nivel insuficiente después de tres oportunidades.

Mediante este mecanismo, se oficializa un esquema de rendición de cuentas para


establecer el alcance real de las actividades docentes con base en determinados
perfiles y parámetros de desempeño profesional, cuyo diseño corre a cargo de las
autoridades educativas, ya sea federales, locales o municipales, y avalado por el
Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (inee), que paralelamente le
corresponde elaborar las acciones conducentes para lograr la adquisición de
conocimientos, aptitudes, capacidades y habilidades complementarias para el
desempeño del servicio educativo. Las facultades brindadas a dicho instituto
hacen que los criterios de capacitación y certificación de la labor magisterial ya no
sean acordados entre las autoridades educativas y la representación sindical del
SNTE, tal y como había sucedido anteriormente a través de las denominadas
“comisiones mixtas”. Pero más importante aún, las funciones de defensa laboral –
que en teoría le dan su razón de ser al sindicato– se ven notoriamente
subordinadas a los criterios de evaluación de la actividad docente, a tal grado que
la ley prioriza las responsabilidades pero escasamente da cuenta de los derechos.

En tal perspectiva, al favorecer un sistema de resultados individualizados se


erosiona un sentido de lo gremial o lo colectivo debido a que el desarrollo
profesional, junto con sus posibles recompensas asociadas, se asume como una
responsabilidad estrictamente individual. En consecuencia, las capacidades
docentes se particularizan al incursionar a mecanismos de competencia y a un
esquema de trabajo por resultados en línea directa con los principios de corte
neoliberal. Esto entraña una contradicción ya que, por un lado, está la pretensión
oficial de mejorar la práctica docente, que por definición supone un ejercicio
compartido dentro de un entorno escolar y, por el otro, se instituyen
reconocimientos diferenciados a partir del establecimiento de programas de
estímulos, lo cual acrecienta la segregación laboral de los maestros.

Por otra parte, se desprende de la ley una recurrencia por entender la formación
continua del profesorado como una necesidad abstracta y generalizable, cubierta
esencialmente a través de la impartición de programas y cursos de capacitación
para el logro de determinados niveles de desempeño de orden general, pero sin
reconocer de manera suficiente los requerimientos formativos contextualmente
situados; es decir, con base en ciertas variables como las trayectorias biográfico-
formativas de los docentes, las condiciones laborales, la cultura comunitaria, los
perfiles socioeconómicos de los alumnos atendidos, la existencia y pertinencia de
los materiales didácticos, el grado de equipamiento escolar, la idoneidad de la

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currícula en función del contexto, las especificidades del trabajo áulico, etc. No
reparar en ello, vuelve el proceso de actualización en mera programación
administrativa y de control del quehacer docente sin un impacto real en la práctica
pedagógica cotidiana13. Del mismo modo, no se establecen de manera puntual
los mecanismos de formación de los propios capacitadores, situación que deja
abierta la posibilidad de ofrecer este servicio –tal y como ha sido una constante en
los últimos años– a través del jefe de sector, quien recibe un curso intensivo que
después lo lleva a los supervisores para que estos últimos, a su vez, lo impartan a
los maestros en unos cuantos días.

Junto con la aplicación de esta ley, se ha presenciado una reestructuración


institucional con fines de racionalización en el desempeño laboral de los maestros.
En este sentido, a mediados de 2013, la SEP decide despedir a 143 jefes de
enseñanza adscritos a la Administración Federal de los Servicios Educativos del
Distrito Federal como una medida de austeridad en el gasto público. Del mismo
modo, la desaparición de la Dirección General de Educación Física hace que los
docentes de esta especialidad dependan directamente de los directores de cada
plantel escolar, con lo cual se busca tener un mayor control y vigilancia sobre las
adscripciones del personal docente con categoría de maestro, así como de los
trabajadores de apoyo y asistencia a la educación; situación que se extiende a los
Asesores Técnicos Pedagógicos (atp), que de labores de asesoría y
acompañamiento pedagógico, una buena parte de ellos pasa ahora a trabajar
frente a grupo, de acuerdo con las necesidades de cada plantel educativo,
especialmente por el retiro de varios docentes por motivos de jubilación o salida
anticipada del servicio.

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CONCLUSIONES.

Nuestro país actualmente sufre una serie de sucesos que le impide el pleno
desarrollo en diferentes ámbitos, pero más aun hablando del intelectual, debido
que no lo considera como debe de ser: un aspecto de suma relevancia para
superación de futuras generaciones.

Hablando propiamente de la profesionalización docente, he notado que son


escasos los cursos o capacitaciones que hay y algunos son de altos costos,
motivo por el cual es complejo cursar alguno; sin embargo, los que tenemos la
iniciativa de brindar una educación actualizada y de calidad tomamos algunos vía
online o a través de videoconferencias.

Por otra parte, en las circunstancias actuales, estamos presenciado una


reorganización así mismo, las implicaciones laborales de esta reorientación hacen
que el maestro se vea como un “recurso” del cual se puede prescindir, y no como
lo que debería ser la base de su reconocimiento; esto es, un profesional de la
educación con la capacidad para definir en sus propios términos el sentido de su
actividad académica.

BIBLIOGRAFÍA

Impulso Informativo (2018). [en línea]. La profesionalización de los docentes en


México: ¿hay algo nuevo? Disponible en:
http://impulsoinformativo.net/2018/02/18/la-profesionalizacion-de-los-docentes-en-
mexico-hay-algo-nuevo/ (Consultado el día 20 de enero de 2019).

Abel Pérez Ruiz; El Cotidiano (2014) [en línea]. La profesionalización docente en


el marco de la reforma educativa en México: sus implicaciones laborales.
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32530724012 (Consultado el
día 20 de enero de 2019).

La profesionalización docente (2019). [en línea]. Disponible en:


http://www.educacionyculturaaz.com/articulos-az/la-profesionalizacion-docente
(Consultado el día 20 de enero de 2019).

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