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¿Qué es liderazgo? Todos los que aspiran a promocionar en una empresa y dirigir un equipo de trabajo se preguntan por el concepto de liderazgo
en más de una ocasión: ¿En qué consiste ser un gran líder y cómo puedo llegar a serlo?
La respuesta aún no está totalmente consensuada a pesar de décadas de desarrollo de teorías e investigaciones sobre management. Así, aunque
la mayoría de los autores inciden en la capacidad del líder de guiar de forma natural a los trabajadores, de conseguir los objetivos de la empresa
o de mejorar el rendimiento de los equipos, cada teoría incide en unas competencias para llegar a ser un buen líder y cumplir con el
significado de líder.
Eso sí, el conjunto de las propuestas enriquecen la perspectiva del líder y el desarrollo de sus habilidades de liderazgo.
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Definición de liderazgo
Si nos atenemos a la definición de liderazgo que ofrece la Real Academia de la Lengua, encontramos tres acepciones:
Conceptos de liderazgo
Según el autor Ralph M. Stogdill, existen tantas definiciones del liderazgo como figuras que han tratado de aclarar el concepto.
Por tanto, tal vez una definición de liderazgo más adecuada a la imagen actual se englobaría en el intento de influencia interpersonal a través
de un proceso de comunicación enfocado al logro de un objetivo. No obstante, esta afirmación puede ser complementada por cualquier autor.
Por ejemplo, los investigadores Zenger y Folkman, que a través de múltiples estudios han concluido con una serie de 5 categorías que deben
verse siempre claras en un líder:
El liderazgo debe verse orientado a los resultados a través de su promoción, establecimiento de metas exigentes y la toma de iniciativas.
El liderazgo debe ser motor del cambio a través del desarrollo de perspectivas estratégicas, la promoción y el fomento de las relaciones
con el exterior.
El líder debe tener un carácter íntegro y honesto.
El liderazgo debe mostrar una serie de habilidades interpersonales que reúnan una capacidad comunicativa eficiente, habilidad para
inspirar y atraer altos rendimientos, establecimiento de relaciones y desarrollo de los colaboradores y la aplicación del trabajo en equipo.
La quinta categoría de la definición de liderazgo extraordinario establecida por Zenger y Folkman se refiere a la capacidad personal,
mostrando competencia técnica, innovación, desarrollo personal y habilidad para analizar y resolver problemas.
Otros autores como Warren Bennis establecen 5 conceptos que deben verse involucrados en el liderazgo:
El líder extraordinario
Zonger-Folkman es una empresa de investigación sobre el desarrollo del liderazgo. De sus muchos trabajos a lo largo de los años surgió la figura
del líder extraordinario que hoy ocupa nuestro artículo.
John Zenger y Joe Folkman demostraron en 2002, tras un exhaustivo estudio en más de 1300 empresas, con 25000 directivos de diferentes
niveles y unos 200000 empleados, que existe una correlación entre el rendimiento empresarial y el nivel de liderazgo.
Zenger y Folkma fueron capaces de demostrar que el compromiso de los empleados, la rotación del personal, el crecimiento en ventas, el
rendimiento de los beneficios y todos los indicadores de gestiónestán íntimamente relacionados con la clase o nivel de liderazgo. Es decir, el
gran valor de los líderes extraordinarios es que, por sus habilidades y competencias, sus organizaciones obtienen mejores resultados probados.
Clases de liderazgo
No hay que olvidar que la personalidad del individuo es clave en el desempeño de sus tareas. Por eso encontramos diferentes clases de
liderazgo que se identificarán con su talento, formación y entorno.
El líder autocrático
Por desgracia, una de las clases de liderazgo más habituales de la empresa actual es el líder autocrático. Este perfil se identifica por su
necesidad constante de tener todo bajo control y por la toma de decisiones no consensuadas ni consultadas con sus equipos de trabajo.
El líder autocrático puede ser muy perjudicial para la motivación de los colaboradores, que se sienten menos integrados en la dinámica
empresarial. Además, no suele demostrar gran capacidad para la gestión de personas más allá de la mera administración de individuos como
recursos de la empresa.
El líder natural
Otra de las clases de liderazgo muy habitual en la empresa moderna es el líder natural. En este caso se muestra un perfil con una habilidad
comunicativa enorme. Es un gran motivador de colaboradores y sabe cómo cubrir las necesidades del equipo. Permite la participación de los
actores implicados en los procesos y consigue que la toma de decisiones se realice en el seno del grupo.
El líder carismático
Entre las clases de liderazgo más habituales encontramos al líder carismático. Este perfil se define como una persona con gran capacidad para
comunicar tareas y responsabilidades al equipo. Es un individuo enérgico que muestra una habilidad sobresaliente para motivar y transmitir
entusiasmo e implicación en el grupo.
El líder extraordinario
Por fortuna, una de las clases de liderazgo que cada día se ve más en el mundo empresarial es el líder extraordinario. En este caso, el perfil se
define por un individuo que enfoca tu actividad a la obtención de resultados estableciendo metas exigentes, mostrando una gran capacidad para
tomar la iniciativa, desarrollando perspectivas estratégicas, promoviendo los cambios positivos y fomentando las relaciones exteriores a través
de una personalidad íntegra, honesta, comunicativa, eficiente, motivadora e inspiradora.
El líder transformacional
Por último, destacamos la última de las 5 clases de liderazgo que son más habituales en la empresa actual. La figura del líder
transformacional muestra un perfil muy eficaz para transmitir un enorme entusiasmo y motivación en los equipos de trabajo. Además,
demuestra gran capacidad inspiradora, se preocupa por el bienestar del grupo y realiza una toma de decisiones consensuada con los
colaboradores. Se podría definir como un agente del cambio.
Pese a que las 5 clases de liderazgo aquí expuestas muestran una figura de autoridad que tiene la última palabra en las decisiones y orientación
del trabajo, eligen diferentes estrategias para lograr los objetivos planteados. En muchos casos, usar un tipo de líder u otro depende de las metas,
el sector en el que se mueve la empresa o la situación contractual de la compañía
Significado de liderazgo
Es complejo establecer un significado de liderazgo concreto. Según los autores a quienes acudamos, podemos encontrar acepciones que, si
bien tienen un buen número de puntos en común, pueden diferir entre sí:
Se puede considerar el liderazgo como un proceso de persuasión o ejemplo para inducir a un grupo a alcanzar los objetivos planteados,
según John Gardner.
Otros autores consideran el liderazgo como el proceso por el que un individuo se convierte en un modelo a seguir gracias a su
capacidad para la toma de decisiones de todo tipo.
También encontramos el significado de liderazgo que incide en la capacidad de influir sobre los demás gracias al principio jerárquico
del poder, mediante una figura que ejerce el rol de líder y muestra seguridad y superioridad sobre los demás.
Podemos encontrar incluso acepciones que consideran el liderazgo como un arte capaz de conducir, motivar y comandar a personas.
Otro significado de liderazgo introduce la idea de la influencia que se ejerce sobre las personas para incentivarlas.
Incluso los célebres autores Zenger y Folkman hablan de un líder extraordinario que sobresale por su integridad, honestidad,
competencia, enfoque y capacidad comunicativa y motivadora. Un verdadero líder para el cambio.
Todo líder debe ser un buen comunicador. Transmitir ideas de forma clara y ser escuchado y entendido es una misión imprescindible.
La capacidad para resolver problemas es otro valor inherente al buen líder. Cualquier reto que se presente será asumido y superado.
Ser un líder para el cambio, siempre con ánimo para mejorar y encontrar nuevos horizontes.
Los valores y creencias del líder han de ser firmes. Solo así obtendrá el mejor rendimiento de cada colaborador y equipo de trabajo.
Un gran valor del liderazgo es la confianza. Debe ser consciente de su propio potencial y capaz de explotarlo y transmitirlo al grupo.
Un buen líder tendrá don de gentes. De su buena relación con el entorno dependerá el desarrollo para lograr superar los objetivos
planteados.
El liderazgo debe ser entusiasta. Esta es una forma de transmitir motivación e ilusión al grupo.
Todo buen liderazgo ha de posee pasión por el conocimiento. Una formación continua y afán por ser siempre mejor y más completo es
indispensable.
El liderazgo ha de ser eficiente. Trabajar duro, compartir responsabilidades, organizar recursos de forma eficaz o encontrar el enfoque
adecuado es misión obligatoria.
Un líder debe manejar las situaciones complejas y saber encontrar la mejor solución.
El significado de liderazgo es tan completo como la propia personalidad de cada líder. Sin embargo, sus valores deben estar siempre claros
y bien definidos para ser la figura sobre la que se asiente el éxito de un proyecto común.
Sin embargo, aunque pueda parecer sencillo a priori, el arte de delegar es “una de las transiciones más difíciles para los líderes“, según
apunta Jesse Sostrin, director en el Centro de Coaching para la Excelencia de PwC, en un artículo publicado en la revista Harvard Business
Review.
Y es que gran parte de los nuevos ejecutivos, al ser promocionados, quieren convertirse en un ‘hombre-orquesta’, asumiendo todas las
funciones por sí mismos, en lugar de aprender a dirigir a un elenco de músicos para que la sinfonía sea perfecta. En cambio, como asegura
Tracy, el arte de delegar “no tiene que ver solo con maximizar tu propia productividad y valor; también tiene que ver con potencializar la
productividad y eficiencia del personal para lograr el máximo rendimiento de la inversión que la empresa hizo en personal”.
¿Te sientes abrumado, sobrepasado y agotado por la ingente cantidad de reuniones, correos, llamadas y decisiones que debes tomar
a lo largo del día?
¿La capacidad para desconectar del trabajo se reduce a unos minutos u horas a lo largo del día, sintiéndote incapaz de no pensar en
la empresa ni siquiera durante un día?
¿Argumentas tu negativa a delegar en la complejidad de la tarea o del proceso?
¿Evitas encargar misiones a terceras personas porque tuviste una mala experiencia en el pasado?
¿Debes afrontar tantas decisiones por esta falta de delegación que, al final, terminas bloqueado o inactivo, sin que consigas avanzar en
la resolución de temas?
¿Te sientes insatisfecho con tu trabajo?
¿Aseguras que prefieres hacerte cargo directamente de cualquier tarea porque no dispones de tiempo para enseñar a otros a hacerla?
Si contestas afirmativamente a estas preguntas, tu capacidad de delegación no llega al nivel óptimoy, tarde o temprano, terminará
afectando a tu eficacia como líder, pues “delegar tareas a los miembros de su equipo es una forma subutilizada para maximizar su tiempo y
eficiencia, así como para empoderar a las personas con las que trabaja”, según asegura Charles C. Malone en su libro The Art of Delegation:
Maximize Your Time, Leverage Others, and Instantly Increase Profits.
. Define los procesos de toma de decisiones, es decir, concreta hasta dónde llega la autonomía del equipo de trabajo y a partir de qué
límite debes intervenir como líder.
. Explica cuáles son los objetivos de cada tarea y las razones por las que se la has encomendado a un empleado o grupo de
profesionales.
. Solicita el feedback sobre cómo se sienten los trabajadores respecto a ese nuevo desafío, indagando en sus temores, preocupaciones
y necesidades.
. Detalla exactamente en qué consiste el proyecto, indicando las metas, recursos, plazos…
. Asegúrate de que los profesionales han comprendido el resultado que de ellos se espera y cómo va a afectar su logro a la empresa.
. Establece con el equipo un timming de trabajo, en el que acordéis las fechas para reportar informes de progreso y monitoreo del
desarrollo.
. Confirma que todos los puntos han quedado claros y, en caso contrario, responde a cualquier pregunta que realicen los empleados.
Cuando no haya más dudas, solicita al trabajador que te explique resumidamente su misión, para corroborar que el mensaje no se ha
distorsionado.
¿Quieres saber más sobre el arte de delegar? Matricúlate en el Curso Online Executive en Liderazgo y Gestión de Personas de la Escuela
Europea de Management, en el que aprenderás –entre otras competencias- a delegar eficazmente como parte un liderazgo efectivo.
Estrategias de productividad: la matriz de Eisenhower
25 Dic 2018 | Desarrollo Personal
Dentro de las estrategias de productividad, la gestión del tiempo es crucial. ¿De qué te sirve aprender otras técnicas para mejorar tu
desempeño si al final no sabes cómo organizarte adecuadamente?
Con el ritmo de vida actual, tan vertiginoso, es fácil dejarnos absorber por las responsabilidades del día a día, haciéndonos olvidar lo que
realmente importa. Quizá el viral anuncio de Ruavieja de estas Navidades es un claro ejemplo aplicado a la esfera personal de esta ‘pandemia’:
el trabajo y los quehaceres cotidianos nos llevan, en gran medida, a dejar de pasar tiempo con nuestros seres queridos cuando, en el fondo, todos
sabemos que si planificamos bien nuestra agenda no es tan difícil encontrar unas horas para compartir con la familia y los amigos. Como dijo
Brian Tracy, “nunca hay suficiente para hacerlo todo, pero siempre hay suficiente tiempo para hacer lo más importante”.
Pues bien, esta situación no es exclusiva del ámbito privado, sino que se extiende a cualquier campo, también el profesional. ¿Pasas gran
parte del tiempo apagando ‘fuegos’, sin dedicarte a lo que realmente es importante? ¿Te centras en los encargos de última hora sin planificar a
medio o largo plazo o, ni siquiera, pararte a pensar si ese es el futuro que deseas? ¿Optas por llevar a cabo tareas que no son cruciales por tu
tendencia a procrastinar?
Si es tu caso, la matriz de Eisenhower, una de las estrategias de productividad centradas en la gestión del tiempo, te ayudará a
priorizar en el trabajo y fuera de la oficina.
Esta idea fue recogida posteriormente por Stephen R. Covey en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, donde apunta a que la
clave para el éxito no radica en saber gestionar el tiempo, sino también en saber a qué aspectos debemos dedicar nuestros minutos en
cada momento.
Cuadrante 1: importante y urgente. En este grupo se encuentran aquellas tareas ineludibles, como crisis, proyectos que vencen o
problemas apremiantes, por lo que atender estas misiones suele ir acompañado de un alto estrés y agotamiento. Sería el caso, por ejemplo, de un
informe que hay que presentar para mañana o del fallo de una máquina que hay que reparar cuanto antes para que continúe la producción.
Cuadrante 2: importante pero no urgente. Aquí entrarían las labores de planificación, diseño de estrategias, estudios de nuevas
oportunidades, desarrollo de proyectos, construcción de relaciones…, es decir, aquellos aspectos que nos permiten allanar el terreno para el
futuro, de modo que requieren altos niveles de visión, disciplina, reflexión y control.
Cuadrante 3: no importantes, pero sí urgentes. Se trata de todas aquellas tareas que demandan nuestra atención inmediata, pero que
no afectan de forma seria al resultado final, como interrupciones de compañeros, llamadas entrantes, correos que debemos responder o
reuniones sin ningún objetivo claro. Esto nos lleva a estar concentrados en el corto plazo.
Cuadrante 4: ni importantes, ni urgentes. Está conformado por aquellas actividades triviales a las que dedicamos parte de
nuestro tiempo, desde una conversación ajena al trabajo con un colega hasta consultar internet o atender llamadas personales en el
horario de trabajo.
La gestión del tiempo es una de las cuestiones que más preocupan a los directivos de las empresas. De hecho, un buen líder debería plantearse
estrategias que permitan alcanzar mayores cuotas de productividad sin aumentar el tiempo que se pasa en la oficina. No es una cuestión de estar
más horas, sino de hacer que las horas que se está se aprovechen mejor. En la teoría suena realmente fácil, pero lo complejo es ponerlo en
práctica. En ese sentido queremos ayudarte con algunas propuestas que mejorarán la gestión del tiempo en tu espacio de trabajo. ¿Quieres
descubrirlas? ¡Vamos con ellas!
Mejorar la gestión del tiempo no es algo sumamente difícil. Sin embargo, requiere de disciplina y de ser capaz de seguir los consejos que
vienen a continuación, a rajatabla. El principio está en proponérselo y poco a poco ir alcanzando los objetivos pautados. Te aseguro que no solo
tú te sentirás mejor, sino que ese sentimiento contagiará a toda la plantilla de la empresa, erigiéndote como uno de esos líderes a los que seguir:
Como recoge en este best-seller, ser proactivo consiste en la capacidad de “poder escoger nuestra respuesta a los estímulos del medio
ambiente y responder (responsabilidad) de acuerdo con nuestros principios y valores”. “No significa sólo tomar la iniciativa; significa que,
como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas”, añade Covey. En el mismo sentido, J.Michael Crant y Thomas S. Bateman
sostienen que la proactividad no se limita a anticipar el cambio, sino también contribuir a generarlo, es decir, para ser proactivo no basta con
ser flexible y adaptarse a las nuevas circunstancias, sino que también hay que tomar la iniciativa para mejorar la propia realidad y
salir de la zona de confort.
Por el contrario, la reactividad conlleva el conformismo ante las situaciones, una reacción que lleva a las personas a seguir las pautas que
otros, el contexto o la sociedad le imponen, sin anticiparse a los problemas.
El comportamiento proactivo y reactivo
Así, mientras una persona reactiva hará depender su comportamiento de las circunstancias externas, el espíritu proactivo permite al individuo
aprovechar cualquier dificultad y convertirla en una oportunidad. Al trabajador proactivo no le hace falta que el viento sople a favor, sino
que adaptará las velas para sacar partido de la corriente.
Esta actitud queda patente en el día a día. En este sentido, Covey recoge una serie de situaciones en las que es fácil distinguir un
afrontamiento proactivo y reactivo:
Estudiar las alternativas de las que disponemos / Asumir que no podemos hacer nada por cambiar las circunstancias.
Buscar un enfoque distinto a nuestra respuesta / Refugiarnos en que somos así y no podemos cambiar nuestra personalidad.
Mantener la calma en todo momento, controlando las emociones / Perder el control ante situaciones adversas o estresantes.
Aportar argumentos convincentes para tratar de cambiar los puntos de vista de los demás / Creer que el resto de personas tienen ideas
inamovibles.
Decidir actuar tras valorar las opciones y efectos de los actos / Realizar las tareas por obligación.
Ser perseverante / Rendirse.
Ver los cambios como oportunidades / Considerar los cambios como problemas.
La importancia de la proactividad
¿De qué sirve ser proactivo? Según Covey, “la diferencia entre las personas que toman la iniciativa y las que no lo hacen equivale
literalmente a la diferencia entre el día y la noche; no estoy hablando de un 25 o 50% de efectividad; hablo de un 5.000% de diferencia, en
particular si esas personas son inteligentes, sensibles ante las necesidades de los demás y están siempre alerta”.
Otras muchas investigaciones avalan esta influencia del proactivo y el reactivo en el éxito personal y profesional. En concreto, según el
estudio Charismatic leadership viewed from above: the impact of proactive personality, de Crant y Bateman, los líderes proactivos son un
39% más carismáticos según los propios empleados.
Otro trabajo de Scott E. Seibert pone de manifiesto el vínculo entre proactividad y promoción laboral, satisfacción y mejores sueldos de los
profesionales. De hecho, por un solo punto más obtenido en la valoración de la proactividad, los trabajadores acceden a un salario anual 8.000
dólares por encima que los empleados de menor puntuación, según el informe Proactive Personality and Career Success.
En el área de ventas, por ejemplo, las personas proactiva y reactiva difieren en un 8% de efectividad en las operaciones culminadas, según el
estudio The proactive personality scale and objejtive job performance among real estate agents, realizado por Crant, mientras que en el
departamento de atención al cliente, la proactividad reduce las llamadas entre un 20 y un 30% y mejora la fidelización y reputación
empresarial, según Enkata.
Más innovación, capacidad resolutiva, iniciativa, relaciones interpersonales saludables, habilidades de negociación, dotes de liderazgo,
satisfacción, productividad y eficacia son algunas de las consecuencias positivas de una conducta proactiva.
¿Y tú? ¿Eres proactivo? Como comentamos, no vale escudarse en la personalidad para seguir con una actitud reactiva. Empieza a ser quien
dirija tu vida: potencia tu proactividad con el Curso Online Desarrolla tus habilidades personales de la Escuela Europea de Management.
Además, no debemos olvidar que el hecho de abandonar la zona de confort y adentrarnos en áreas inexploradas es que el viaje se transforma en
una conquista, incorporando a la zona de confort esos nuevos conocimientos y ampliando el espacio en el que nos sentimos seguros.
. Mejor adaptación a los cambios. Salir de la zona de confort nos ayuda a mejorar nuestras competencias emocionales y nos entrena
para lo inesperado, por lo que podremos afrontar con solvencia los problemas y obstáculos que se presenten en nuestro camino.
. Mayor eficacia y productividad. Amotinarse en la zona de control acaba haciéndonos caer en una actitud donde intentamos hacer lo
mínimo posible para no tener que afrontar nuevos retos. Por ello se convierte en la morada de los mediocres; los grandes profesionales se
caracterizan por sumar constantemente nuevas habilidades y buscar desafíos en los que aplicarlas con entusiasmo, entrega y productividad.
. Amplitud de miras. Cruzar la zona segura nos adentra en nuevos mundos y perspectivas, permitiéndonos tener una visión más
completa de la realidad y ser más flexibles y empáticos. Cuando te instalas en un solo punto de vista, sin darte cuenta, dejas de percibir muchos
ángulos de la realidad, tal vez más provechosos o interesantes. Salir de la zona de confort te permite aproximarte a nuevas formas de mirarte y de
mirar tu vida y ser más flexible y empático.
. Aumento de la autoestima. Conforme avanzamos hacia las zonas de aprendizaje, descubrimos que somos capaces de mucho más de
lo que inicialmente pensábamos, lo que catapulta nuestra confianza en nosotros mismos y, por tanto, la satisfacción personal.
. Favorecimiento de las relaciones sociales. La mayor empatía, unida a una mayor satisfacción personal, nos permite mantener
vínculos más sólidos y positivos con el resto de personas.
. Erradicación de los miedos. El miedo a lo desconocido es el principal causante de permanecer en la zona de confort, pero cuando
rompemos el círculo vicioso y superamos la indecisión y la inseguridad los temores empiezan a desvanecerse, sintiéndonos más cómodos ante
situaciones de incertidumbre.
. Mayor independencia. La seguridad que ganamos conforme nuestra zona de confort aumenta de tamaño nos hace ser más autonómos,
comprendiendo que los demás son un apoyo con el que complementarnos, no un muro tras el que resguardarnos.
. Crecimiento de la creatividad. La monotonía llena la zona de control, donde las acciones y comportamientos se repiten una y otra vez.
Sin embargo, la inteligencia –y dentro de ella, la creatividad- es un músculo que necesita ser ejercitado. Solo si buscamos nuevas situaciones
podremos generar nuevas ideas.
. Más vitalidad. Romper dicha monotonía convierte nuestra vida en algo más interesante y digno de ser vivido. Abandonar la zona de
confort nos ayuda a saborear más intensamente nuestra existencia.
0. Mejor envejecimiento. Sí, salir del área de seguridad también contribuye a conservar mejor las capacidades cognitivas con el paso del
tiempo, según un estudio de la Universidad de Texas, pues nos obliga a mantener la mente activa.
Si te has convencido de la importancia de salir de la zona de confort, te proponemos que comiences esta aventura ampliando tus
conocimientos y capacidades con el Curso Online de Habilidades Personales de la Escuela Europea de Management, con el que satisfarás
tus ganas de mejorar a nivel profesional y personal.
“No es personal” o “Son solo negocios”. ¿Cuántas veces hemos escuchado estas frases en el ámbito profesional? Las empresas llevan décadas
luchando por eliminar cualquier atisbo emocional en su seno, cuando el secreto para que una compañía triunfe reside, precisamente, en
saber cómo se desarrolla la empatía dentro de la misma.
¿Por qué la marca Zune fracasó mientras que su sucesora, Xbox, resultó exitosa con una idea de negocio muy similar? Así lo explica uno de los
miembros del equipo: “La gran diferencia entre Xbox y Zune era el público objetivo. Con Zune no sabíamos para quién estábamos construyendo.
Con Xbox, conocíamos a esas personas. Demonios, éramos esos chicos”.
La importancia de la empatía en las empresas
Cuando Darwin formuló su Teoría de la especies, a mediados del siglo XIX, llegó a la conclusión de que solo los más aptos subsistirían. Sin
embargo, muchos años después de la aparición de este reconocido paradigma evolutivo, los investigadores han reinterpretado esta idea: la
selección natural no se basa exclusivamente en la fuerza -como inicialmente se estableció- sino, también, en la empatía.
Así lo recoge la periodista Gail Sheehy en su artículo The secret to longer life may surprise you, publicado en el USA Today, en el que recopila
diferentes estudios científicos que ponen en evidencia cómo esta habilidad para comprender a los demás es clave en el éxito de personas y
organizaciones. De hecho, el propio Darwin alegaba que es la capacidad para mantener relaciones interpersonales, formar comunidades y
desarrollar la civilización, lo que nos diferencia de los animales.
En este sentido, Dev Patnaik, en su libro Wired of Care: How Companies Prosper When They Create Widespread Empathy, cuestiona que la
innovación sea la ‘cura’ del sector empresarial, como se ha insistido en los últimos años. Para el autor, si bien la innovación es muy importante
en el éxito de las organizaciones, la característica que actúa como factor crítico es saber cómo se desarrolla la empatía pues, cuando las
compañías consiguen entender qué está pasando a su alrededor, son capaces de vislumbrar nuevas oportunidades mucho antes que sus
competidores, ofrecer mejores productos, contar con trabajadores más felices y obtener más ganancias.
De acuerdo con Lodro Rinzler, autor de Budismo para estar en la oficina: Guía de subsistencia para una nueva generación, “cuanta mayor
empatía tengamos con nuestros colaboradores, clientes e incluso con nuestro superiores, más capaces seremos de entenderlos. Al
comprenderlos y verlos tal como son, desarrollamos la capacidad de actuar compasivamente y generar un cambio con base en lo que se necesita
que ocurra, y no en nuestras ideas sobre lo que debería pasar”.
. Comenzar el proceso en la cúpula directiva. El comportamiento de los líderes de la empresa será lo que marque, en gran medida, la
cultura organizacional de la compañía de modo que cuando los líderes se comportan de cierta manera, establece la norma y dan permiso a otros
para hacer lo mismo. De ahí que la respuesta a cómo se desarrolla la empatía deba comenzar por los superiores.
. Utilizar a los propios consumidores como guías. Está muy bien contar con especialistas en marketing y análisis del público objetivo,
pero el problema se produce cuando estos departamentos son excesivamente herméticos, sin que nadie más pueda participar. Según Patnaik, Las
empresas empáticas utilizan a los propios clientes como facilitadores con los que poder aprender.
. Contratar a los clientes. Para conocer qué busca el consumidor, qué mejor manera que tenerlo sentado en la empresa. Reclutar a
algunas de estas personas con las que la compañía quiere empatizar es un buen modo para lograr este fin.
. Salir fuera. Otra de las pautas sobre cómo se desarrolla la empatía compele a las empresas a intensificar las visitas físicas a los clientes
en sus propios ambientes como forma más eficaz para obtener la información sobre lo que necesitan y desean los consumidores.
. Decorar las instalaciones. Las empresas destinan grandes esfuerzos para recordar a su público objetivo sus cualidades y productos,
pero ¿y al revés? Para conseguir conectar con el cliente también es necesario tener presente constantemente quién es, por lo que utilizar las
paredes para exponer sus intereses, gustos, actividades, etc. ayudará a los trabajadores a estar enfocados en el consumidor.
. Copiar la apariencia. La empatía consiste en ponerse en los zapatos ajenos, en sentido figurado y, según Patnaik, también literal. Usar
un código de vestimenta similar al de los clientes ayuda a los profesionales a identificarse y sentirse más unidos al público objetivo.
. Hablar el mismo idioma. En un intento por parecer más sofisticadas o innovadoras, muchas compañías optan por desarrollar un
complejo lenguaje en torno a su actividad y productos o servicios, provocando que el cliente deje de entenderlas. Hablar el mismo idioma forma
parte de los consejos sobre cómo se desarrolla la empatía.
. Utilizar los mismos productos. ¿Por qué una persona elige nuestro artículo y por qué otra se decanta por el de la competencia? Para
mantenerse a la vanguardia respecto a lo que los clientes demandan, es conveniente conocer de primera mano los productos propios y ajenos.
. Abandonar el PowerPoint. Se trata de sustituir las descripciones planas por otras metodologías más cercanas y reales a la hora de
comunicar con el consumidor, como story-telling, vídeos o actividades de inmersión del cliente en la empresa, que potencian que la compañía
tenga una visión humanizada y empática del cliente.
0. Potenciar el talento. Incluso en las empresas con baja empatía, hay algunos profesionales con habilidades excelentes para conectar
con los clientes. Identificarlos e impulsarlos es clave para contagiar sus capacidades en toda la organización.
La gestión del talento se ha convertido en una ventaja competitiva verdaderamente importante en las organizaciones actuales. Se ha
transformado en uno de los ejes centrales del management para crear valor en el contexto global actual.
Hay que diferenciar las prácticas de selección de personal, aunque deben estar alineadas con la estrategia empresarial.
Se deben tejer alianzas con instituciones de educación especializada y universidades de prestigio para captar talento.
Hay que especializar los procesos de integración al puesto en la empresa acompañando a los nuevos colaboradores mientras dura la
inducción.
Es necesario establecer mecanismos de vanguardia que faciliten la identificación del talento a nivel interno y externo. Algunos de los
más productivos son las entrevistas profundas, el assessement de competencias, las evaluaciones de 360º, el análisis de psicometría o las
evaluaciones objetivas del desempeño.
Es importante instrumentalizar planes de desarrollo individuales y generales que permitan fortalecer las competencias de cada
colaborador para formarlos en sus responsabilidades dentro de la organización.
Cobran especial importancia los criterios de promoción consensuados frente a la subjetividad o el “favoritismo”, todavía muy
implantados en algunas empresas.
Renovar los esquemas de compensación para hacerlos competitivos, flexibles y favorecedores de la retención del talento..
Implantar programas cuyo enfoque se dirija al bienestar integral desarrolla la afiliación y ambientes de trabajo satisfactorios ideales
para la gestión del talento.
Otro componente importante es la generación de programas de marketing a nivel interno y externo para promocionar la empresa como
un lugar propicio para el desarrollo del talento.
Según las últimas tendencias en la gestión del talento, es importante la identificación temprana de colaboradores con alto potencial, adecuando
a las capacidades de cada uno de ellos un plan de desarrollo que promueva su crecimiento, que a la postre aportará un gran beneficio a la empresa
y al propio individuo.
Del compromiso del colaborador y su implicación con la empresa dependerá la capacidad de ambos para desarrollar procesos de forma
impecable, logrando un alto valor y unos resultados óptimos.
Dicho esto, cabe concluir que en el contexto actual toda empresa debe implementar la gestión del talento óptima en su organización a fin
de garantizar su productividad y valor. No es extraño, por tanto, que se haya convertido en uno de los ejes centrales del Management.
Para evitarlos, te dejamos los fallos más comunes que cometen los nuevos líderes, recopilados por la periodista de la BBC Angela Henshall,
en base a las preguntas y respuestas de los usuarios de un portal web:
Incapacidad de comunicar los fallos al equipo. Quizá por el miedo a ser rechazado por los trabajadores o el miedo a generar disputas
en el ámbito laboral, muchos de los recién nombrados directivos caen en el error de no hacer saber a los empleados a su cargo los fallos que
comenten en su desempeño profesional. Sin embargo, con esta actitud, el líder novato lo único que consigue es prolongar el problema y
agravarlo conforme pase el tiempo. A nadie le gusta tener que corregir a los demás, pero esta es una de las funciones del management y la clave
para que funcione no radica en evitar estas interacciones, sino en realizarlas en cuanto sean detectadas y de forma asertiva.
Adopción de una actitud excesivamente autoritaria. Es el caso contrario al anterior error. Se trata de aquellos casos en los que al
líder novato, como se suele decir coloquialmente, se le sube el cargo a la cabeza, y quiere demostrar su poder y autoridad de forma equivocada,
ya sea ignorando a los empleados o despreocupándose de quiénes son y cuáles son sus necesidades, imponiendo decisiones sin tener en cuenta al
equipo o despidiendo a colaboradores por el mero hecho de dejar claro que pueden hacerlo. Olvida que un buen líder es aquel que sabe guiar e
inspirar a los empleados, y no obligarlos a seguir sus instrucciones por el miedo a represalias.
Falta de delegación. Otro de los traspiés más frecuentes del líder novato es querer hacer todo el trabajo por sí mismo. Ha estado
acostumbrado, como empleado, a desarrollar sus funciones, y una vez que promociona, encuentra serias dificultades a la hora de ceder
responsabilidades, sin darse cuenta de que su misión en la empresa se centra, ahora, en coordinar y dirigir. Un jefe que no delega causará en el
equipo la sensación de que el líder no confía en los colaboradores, por no hablar de que una sola persona no puede realizar el trabajo de todo el
equipo, afectando a la calidad y al rendimiento conjunto.
Por ello, si acabas de ser ascendido, lo más conveniente es que profundices en el liderazgo empresarial y amplíes tus conocimientos sobre en
qué consiste ser un buen líder, dejando de lado los estereotipos sobre management. De este modo, afrontarás el nuevo cargo con las
herramientas necesarias para triunfar en tu nueva faceta y conseguir un equipo implicado con el que puedas marcar la diferencia.
Las experiencias de voluntariado deben ser incluidas en el currículum vitae. Esta conclusión se extrae de los resultados de los
estudios que muestran que un 12% más de aspirantes con esta condición encuentran empleo frente a los que no han incluido este apartado.
Es bueno hacer referencia a la realización de voluntariado en una entrevista de trabajo. Esto es un hecho realmente positivo,
puesto que el 21% más de los que usaron esta estrategia lograron el empleo.
Hay menos voluntarios en paro. Es un hecho que entre el colectivo de voluntarios el paro es un 9% inferior al resto.
El peor líder es aquel a quien la gente desprecia. El buen líder es aquel a quien la gente reverencia. El gran líder es aquel que hace decir a la
gente: «lo hicimos nosotros mismosLao Tse
El tiempo que una persona permanece en una compañía, y su rendimiento, están determinados por su relación con su superior inmediato (de los
que tienen buenos jefes, solo se marcha el 11 %; de los que tienen mala relación con su jefe, se marchan el 40 %)Zipkin, Gallup Organization,
encuesta sobre 2.000 empleados de 700 empresas, 2000
Planificar, Organizar, Dirigir y Controlar son las funciones que, hace años, aprendimos como básicas y necesarias para liderar equipos. Hoy, es
obvio, las circunstancias son otras y requieren otro perfil de líder, otras funciones clave además de las anteriores. Nos abocamos a la figura del
líder total, más competente y de funciones cada vez más amplias, lo que, a su vez, es un atractivo reto para los líderes.
¿Y cuáles son esas funcione del líder total? Las agrupamos en 7, que catalogamos de ineludibles por el líder total:
Es interesante dividirlas en dos categorías:
Unas son actividades hard, que se enfocan a los resultados inmediatos; son las que permiten “facturar a final de mes”. Las funciones
clásicas se engloban en este bloque
Otras son actividades soft, orientadas a las personas, que permiten crear y mantener el equipo como un equipo de alto rendimiento, el
compromiso de la gente, los resultados sostenibles en el tiempo
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Pasamos a detallarlas:
Mandar
Dar instrucciones para que se cumplan (para que el trabajo se haga), dicho sin despotismo y sin creerse superior, y controlar el
trabajo realizado. Se precisa para ello tener una lógica adecuada, carácter pare decir lo que haya que decir, habilidad comunicativa.
Incluye hacer que se conozcan las consecuenciasde no cumplir las instrucciones, pero también valorar el trabajo bien hecho y a las personas
que lo han hecho.
A veces cuesta “mandar” pero es necesario hacerlo. Evitar los conflictos, querer contentar a todo el mundo aún a riesgo de no conseguir
resultados no acarrea mas que consecuencias nefastas. Como dijo una vez un cómico: “No conozco el secreto del éxito, pero el secreto del
fracaso es querer contentar a todos”.
En el día a día, cuando no hay tiempo par los debates, el líder ha de ejercer la actividad Mandar. Es propia de tareas sencillas, inmediatas o
imperativas, y también para empleados que no tienen motivación. Pero se trata de mandar de forma “situacional”
¡¡¡OJO!!!: A MUCHOS JEFES –malos- LES ENCANTA EL ROL DE SOLO MANDAR/SUPERVISAR(se siembra desconfianza);
ELLO ORIGINA “ABSENTISMO EMOCIONAL” (ausencia mental) Y MENOR PRODUCTIVIDAD
Gestionar
Planificar lo que debe hacerse, organizar las etapas y los medios necesarios, asignar los recursosnecesarios, dar pautas de actuación (dando
ejemplo de comportamiento), conseguir “que la gente haga cosas”. Incluye delegar adecuadamente.
Es una actividad propia cuando se dirige a empleados competentes, integrados, involucrados. Pero se trata de gestionar de forma
“situacional”.
Cohesionar
Definir Misión, Visión, Valores, Políticas, conocer las inquietudes de la gente, crear equipo, dar reconocimiento. Incluye no dejarse llevar
por el posible “chantaje emocional” de algún colaborador
Aceptar
Ejercer de responsable, fomentar la comunicación activa, pedir ideas, escuchar a otros, aceptar sugerencias, generar compromiso a
través de la participación activa de todos, lo que incluye: que cada cual se trace sus objetivos y planes, que cada cual mida y comprenda los
resultados de sus acciones, celebrar reuniones periódicas con el equipo
En definitiva: hacer que los colaboradores sean protagonistas. Es una actividad propia cuando se dirige a empleados competentes, integrados,
involucrados; no apropiada en tiempos de crisis. Pero se trata de actuar de forma “situacional”.
Orientar
Trazar Visión, Metas, Estrategias y Objetivos, y comunicarlos. Mostrar los retos y el camino para alcanzarlos, y hacer que se compartan
para, a partir de ahí, buscar que se responsabilicen en la dirección que lleva a ellos. De alguna forma es “evangelizar” y dar la “buena nueva” de
un futuro mejor. Con ello se hace efectiva la frase “No hay equipo sin líder ni líder sin equipo”.
Entrenar
Favorecer el desarrollo el desarrollo de las personas, formar, captar talento, hacer que crezcanpersonal y profesionalmente, hacer que se
marquen objetivos y que reconozcan sus fortalezas y sus debilidades. Es importante para ello que haya coherencia entre los Valores de la
organización y los de las personas. Esta actividad está enfocada a la gente positiva, a la que se exige a sí misma, a la que es consciente del
desfase entre la percepción que tiene de sí misma y la que los demás tienen de ella
Representar
Crear clima, dar la cara por la organización, defender a la gente. También es transmitir opiniones y decisiones superiores, divulgar los
resultados obtenidos y las iniciativas aportadas, defender las decisiones del equipo, celebrar los éxitos, agradecer las aportaciones y trazar
nuevos retos.
Como recoge en este best-seller, ser proactivo consiste en la capacidad de “poder escoger nuestra respuesta a los estímulos del medio
ambiente y responder (responsabilidad) de acuerdo con nuestros principios y valores”. “No significa sólo tomar la iniciativa; significa que,
como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas”, añade Covey. En el mismo sentido, J.Michael Crant y Thomas S. Bateman
sostienen que la proactividad no se limita a anticipar el cambio, sino también contribuir a generarlo, es decir, para ser proactivo no basta con
ser flexible y adaptarse a las nuevas circunstancias, sino que también hay que tomar la iniciativa para mejorar la propia realidad y
salir de la zona de confort.
Por el contrario, la reactividad conlleva el conformismo ante las situaciones, una reacción que lleva a las personas a seguir las pautas que
otros, el contexto o la sociedad le imponen, sin anticiparse a los problemas.
El comportamiento proactivo y reactivo
Así, mientras una persona reactiva hará depender su comportamiento de las circunstancias externas, el espíritu proactivo permite al individuo
aprovechar cualquier dificultad y convertirla en una oportunidad. Al trabajador proactivo no le hace falta que el viento sople a favor, sino
que adaptará las velas para sacar partido de la corriente.
Esta actitud queda patente en el día a día. En este sentido, Covey recoge una serie de situaciones en las que es fácil distinguir un
afrontamiento proactivo y reactivo:
Estudiar las alternativas de las que disponemos / Asumir que no podemos hacer nada por cambiar las circunstancias.
Buscar un enfoque distinto a nuestra respuesta / Refugiarnos en que somos así y no podemos cambiar nuestra personalidad.
Mantener la calma en todo momento, controlando las emociones / Perder el control ante situaciones adversas o estresantes.
Aportar argumentos convincentes para tratar de cambiar los puntos de vista de los demás / Creer que el resto de personas tienen ideas
inamovibles.
Decidir actuar tras valorar las opciones y efectos de los actos / Realizar las tareas por obligación.
Ser perseverante / Rendirse.
Ver los cambios como oportunidades / Considerar los cambios como problemas.
La importancia de la proactividad
¿De qué sirve ser proactivo? Según Covey, “la diferencia entre las personas que toman la iniciativa y las que no lo hacen equivale
literalmente a la diferencia entre el día y la noche; no estoy hablando de un 25 o 50% de efectividad; hablo de un 5.000% de diferencia, en
particular si esas personas son inteligentes, sensibles ante las necesidades de los demás y están siempre alerta”.
Otras muchas investigaciones avalan esta influencia del proactivo y el reactivo en el éxito personal y profesional. En concreto, según el
estudio Charismatic leadership viewed from above: the impact of proactive personality, de Crant y Bateman, los líderes proactivos son un
39% más carismáticos según los propios empleados.
Otro trabajo de Scott E. Seibert pone de manifiesto el vínculo entre proactividad y promoción laboral, satisfacción y mejores sueldos de los
profesionales. De hecho, por un solo punto más obtenido en la valoración de la proactividad, los trabajadores acceden a un salario anual 8.000
dólares por encima que los empleados de menor puntuación, según el informe Proactive Personality and Career Success.
En el área de ventas, por ejemplo, las personas proactiva y reactiva difieren en un 8% de efectividad en las operaciones culminadas, según el
estudio The proactive personality scale and objejtive job performance among real estate agents, realizado por Crant, mientras que en el
departamento de atención al cliente, la proactividad reduce las llamadas entre un 20 y un 30% y mejora la fidelización y reputación
empresarial, según Enkata.
Más innovación, capacidad resolutiva, iniciativa, relaciones interpersonales saludables, habilidades de negociación, dotes de liderazgo,
satisfacción, productividad y eficacia son algunas de las consecuencias positivas de una conducta proactiva.
¿Y tú? ¿Eres proactivo? Como comentamos, no vale escudarse en la personalidad para seguir con una actitud reactiva. Empieza a ser quien
dirija tu vida: potencia tu proactividad con el Curso Online Desarrolla tus habilidades personales de la Escuela Europea de Management.
Nunca haces nada bien. Si quieres hundir a un colaborador y evitar que supere su miedo al fracaso, esta frase es perfecta. Por otro lado,
ya te puedes olvidar de motivarle, explotar su talento o que se comprometa con su responsabilidad.
Deberías dar las gracias por trabajar aquí. Otra frase que jamás debes decir a un trabajador motivado. Ya sea porque crees que le
tratas excesivamente bien o porque le estás ninguneando, aludiendo a que nadie le contrataría, es un error mayúsculo que va contra todo
clima laboral adecuado.
Es problema tuyo. Un error de proporciones bíblicas. En un equipo de trabajo, los problemas son de todos y entre todos deben
solucionarse. Un líder nunca debe dar la espalda a las preocupaciones o necesidades de sus colaboradores. La empatía y la comunicación
fluida son dos herramientas básicas en este aspecto.
Para eso te pago. Otro de los grandes fallos que comenten muchos líderes poco talentosos. La tendencia actual del management exige
organizaciones más horizontales, con responsabilidad repartida, por lo que estas muestras de superioridad van en contra de toda búsqueda
de un trabajador motivado.
Así se ha hecho siempre. Esta aseveración es muy obsoleta y perniciosa. Demuestra que el líder se ha acomodado y no tiene el más
mínimo interés en mejorar el clima de la organización, el valor de la empresa y la productividad de los colaboradores.
No te pago para pensar. Error mayúsculo. Un trabajador autómata, que no piensa, no aporta valor, innovación y creatividad a la
empresa. Más allá de ser desmotivador, es un fallo imperdonable.
No traigas tus problemas al trabajo. ¿Cómo puede un individuo desdoblarse? Los sentimientos y emociones son parte de todo ser
humano, por lo que no es posible dejarlos de lado. De hecho, la empresa moderna busca un desarrollo integral del colaborador, tanto a nivel
personal como profesional. No hay que olvidar que una persona feliz y plena es más productiva. Hay que respaldar y mostrar empatía.
Aquí mando yo. Si tu intención es buscar un trabajador motivado y productivo, capaz de asumir responsabilidades y sentirse parte de
una empresa y su filosofía, jamás uses esta frase. Es perfecta para que el colaborador se vea como un mero invitado.
Recuerda estas frases de la vieja escuela, pues son muy perjudiciales para un ambiente laboral productivo y adecuado. Si quieres un
trabajador motivado, jamás las uses en tu empresa.
Si estás interesado en seguir informándote sobre cómo ser un buen líder y gestionar personas de forma eficiente, mediante el programa de
Liderazgo y Gestión de Personas podrás desarrollar tus capacidades de liderazgo personal y gestión de personas. ¿Quieres saber
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La Reflexión Ajena
Una de las frases que escuchamos habitualmente es “No tengo tiempo”, o “Me falta tiempo”. En la vorágine cotidiana que vivimos parece que el
“tiempo” se ha vuelto un recurso bastante escaso en estos días.
¿Qué nos está pasando con el tiempo?. Decimos que “el tiempo es oro” (“time is money”) como una forma de valorarlo. Pero… ¿es ésta una
forma de valorarlo realmente?, ¿acaso el dinero puede comprar tiempo?. ¿No sería más acertado decir “el tiempo es vida”?.
Medita unos instantes sobre estas preguntas: ¿En qué estás gastando tu tiempo?, ¿en qué estás invirtiendo tu tiempo?, ¿a qué/quién/quiénes estás
dedicando tu tiempo?.
Por favor, piensa unos segundos en estas cuestiones antes de continuar con la lectura…
Ahora, volvamos a las mismas preguntas, pero cambiando la palabra “tiempo” por la palabra “vida” y pregúntate: ¿En qué estás gastando tu
vida?, ¿en qué estás invirtiendo tu vida?, ¿a qué/quién/quiénes estás dedicando tu vida?.
Tal vez puedas aprovechar este momento y regalarte un tiempo para reflexionar… elegir… planificar… y comenzar… a vivir un nuevo tiempo.
Pablo Buol
. Al teléfono:
. Tener una Lista de tareas a hacer, ordenadas por prioridad, y actuar en consecuencia
. Hacer solo una tarea a la vez (concentrase en ella para no errar y tener que repetir; practicar mindfulness ayuda a potenciar esta
. En reuniones:
– puntualidad
. Tener los medios (ordenador, teléfono, móvil, impresora, escaner, coche, etc… en condiciones optimas (se evitan pérdidas de tiempo
0. Ser “Rateros del tiempo”: aprovechar todos los huecos y momentos disponibles para hacer cosas productivas (leer, llamadas, mails,
4. Aprovechar los momentos más productivos que todos tenemos (a primera hora, luego de un café, cuando no es frecuente que nos
llamen o nos interrumpan, etc… para abordar las tareas más complejas o que requieran mayor concentración.
5. Cuidar la forma física (se tendrá más energía para la acción productiva)
– respetar el descanso
– relajación
– reflexión
6. Demostrar a l@s demás que nos preocupa nuestro tiempo (con asertividad)
7. Control emocional (para no hacer cosas inconvenientes, lo que obligaría a repetir cosas)
8. Buscar lugares adecuados para cada actividad (despacho, pero también bibliotecas, cafeterías, salas de reuniones, etc…)
Puedes empezar a practicar estos pequeños cambios de hábitos y verás cómo dan resultados rápidamente. Si se te ocurre alguno más, o empleáis
algún truco propio para sacarle más provecho al tiempo ¡cuéntanoslo!
Encuentra tu camino
El primer y más valioso consejo que alguien te pueda dar sobre la gestión del tiempo para lograr la eficiencia es, sin duda, el que se aplica a ti.
Cada persona tiene una forma de ser que le describe como tal. Es decir, que tú eres tú, y un compañero de trabajo es él. Así pues, no todas las
recetas que sirvan para ti valdrán también para él.
Piensa que, a la hora de gestionar tu tiempo, lo mejor que puedes hacer es ver cuáles son tus fortalezas y debilidades, estudiar tu desarrollo
personal y profesional, establecer cuáles son tus objetivos y con qué herramientas los quieres lograr, así como visualizar tus rutinas, capacidades
y necesidades.
De esta manera, la primera persona que puede decidir cómo gestionar y emplear el tiempo para obtener la máxima eficiencia es uno mismo, por
lo que es importante que hagas un ejercicio de reflexión y autodescubrimiento, para poder aprovechar al máximo cada minuto del día.
Capacítate
Es necesario que te capacites para conseguir una gestión del tiempo adecuada en pro de una eficiencia excelente. De este modo, necesitas
aprender a priorizar. Pero no es lo único. Además de conocer y ordenar según temas de importancia, es necesario delegar, saber planificar con
sentido común y crear programas realizables y exhaustivos, conocer tus carencias, y también saber decir no.
Cuida tu mente
Piensa que en una mente ordenada, la gestión del tiempo es mucho más eficaz, eficiente y productiva. Por contra, un cerebro que no se
centra y no es capaz de discernir y separar el polvo de la paja, tendrá muchos más problemas para encontrar el éxito en sus proyectos.
Sé flexible
Una gestión del tiempo adecuada requiere cierta flexibilidad. Es decir, que aquello que planificaste en un primer momento, llevado a la
práctica, puede no ser funcional. En este caso, hay que tener suficiente cintura para ser capaz de corregir errores y adaptarlos mejor a la realidad,
logrando en el proceso una mayor efectividad.
La disciplina del coaching es ideal para lograr un desarrollo personal adecuado, el cual te permitirá vivir una vida más plena. Como es
evidente, una parte importante en tu devenir diario será el terreno profesional, en el que necesitarás establecer una motivación e identificación
alta para sentirte realizado. Y es en este aspecto en el que nos vamos a centrar a continuación.
El coaching
Gracias al coaching, una persona puede descubrir formas mediante las que desarrollarse de forma personal o profesional, o ambas.
Ahora bien, ¿cuáles son los caminos que llevan al individuo a ser más productivo en su trabajo gracias a una vida plena?
El coaching saca a relucir emociones y conductas del individuo de manera que adquiere mayor consciencia de sí mismo, cuestión que le ayuda
a tener mayor claridad en su punto de partida hacia sus objetivos.
Como es lógico, una persona con un mayor grado de desarrollo personal, sabe mejor qué es lo que quiere de la vida. Además, gracias al
coaching, también puede aprender los mecanismos para conseguirlo. Es obvio que el aspecto profesional desempeña un gran papel.
Ejercicio y nutrición: Aunque parezca que nada tiene que ver, el coaching diseñado para el desarrollo personal puede profundizar en
una dieta adecuada y la realización de ejercicio para que el individuo sea más pleno. Sin embargo, esto incide en el aspecto profesional, ya que
permite un mayor nivel de energía para afrontar el trabajo diario, mejor capacidad de concentración, e incluso relajación, algo imprescindible
para pensar con más claridad.
Crecimiento personal: El coaching también incide en el crecimiento personal a través del aprendizaje, tanto de uno mismo como del
entorno que rodea a la persona. De esta forma, el individuo se puede enfocar mejor en lo importante, así como buscar más conocimientos, lo que
incide positivamente en el aspecto profesional.
Generosidad: Otro aspecto que cubre el coaching diseñado para el desarrollo personal es la generosidad. Una persona más solidaria
con su entorno y su gente, también lo será en el terreno profesional, potenciando la productividad y ambiente en un equipo de trabajo.
Es obvio que el coaching es una herramienta realmente poderosa para tener un desarrollo personal más completo y, por ende, una
capacidad profesional mucho mayor, puesto que el autoconocimiento permite enfocar con mayor claridad hacia los objetivos y metas realmente
importantes de la vida.
Metas a corto plazo: En este sentido, y para evitar frustración si las metas son excesivamente ambiciosas, estableceremos una serie de
objetivos a conseguir en nuestro plan de desarrollo personal y liderazgo en el corto plazo. Podemos centrarnos en las partes más sencillas de
nuestra personalidad, en las que ya tenemos cierto desempeño apropiado. Una buena predisposición a la comunicación, capacidad motivadora…
Tendrás que saber qué metas puedes cumplir antes.
Metas a medio plazo: En nuestro plan de desarrollo personal y liderazgo hemos de puntualizar cuáles serán las metas a lograr en el
medio plazo. Para ello, hemos de ser algo más ambiciosos que en el apartado anterior. Piensa en qué aspectos eres más débil o prefieres
perfeccionar tus habilidades e introdúcelos en este apartado. Piensa en la predisposición para el trabajo en equipo, aceptación de críticas, etc.
Metas a largo plazo: Por último, hemos de establecer las metas a largo plazo dentro de nuestro plan de desarrollo personal y liderazgo.
En este sentido, nos tenemos que centrar en los objetivos finales de nuestra personalidad y profesionalidad. Así pues, tienes que pensar en un
líder completo, comunicativo, eficaz, capaz de encabezar equipos y ser fuente de motivación e inspiración para los colaboradores.
Define el éxito
Una vez hemos implementado las diferentes metas que deseamos obtener, y el tiempo que nos hemos dado para ello, toca definir cuál será el
éxito al acabar con el plan de desarrollo personal y liderazgo. En este sentido, encontramos un apartado asociado a los objetivos a largo
plazo, pero hay que incluir aspectos más humanos como la felicidad, el sentirse realizado, el llegar a ser una persona plena en la vida, etc.
Plan de acción
Como es lógico, una vez hemos establecido las metas y objetivos de nuestro plan de desarrollo personal y liderazgo, tenemos que estipular el
plan de acción. Es decir, qué acciones y herramientas usaremos para llevar a la práctica todo lo antes estipulado y cómo obtener sus beneficios.
En este sentido, tenemos que ser conscientes de cómo somos, qué queremos, y hacia dónde nos dirigimos. Así pues, habrá que establecer
actividades a realizar para evolucionar como líderes. Tendremos que enfrentarnos a pruebas de comunicación, trabajo en equipo, resolución de
problemas, liderazgo de grupos, etc. Es decir, todo cuanto se refiere a desarrollar personal y profesionalmente nuestras capacidades y
competencias.
Ahora te toca a ti realizar tu propio plan de desarrollo personal y liderazgo y convertirte en la persona que siempre has soñado ser pero nunca te
atreviste a creer.
Coaching, objetivos
Vamos ahora a profundizar en los objetivos que se suelen perseguir con este método de desarrollo personal y profesional:
Un objetivo muy habitual en el coaching actual es el profundizar y desarrollar las capacidades de liderazgo de equipos, mejorando
habilidades como la comunicación, la empatía o la facilidad negociadora.
Otro de los objetivos muy habituales del coaching es la potenciación de las fortalezas de una persona o grupo. En el mismo proceso se
suelen incluir el descubrimiento y minimización de debilidades.
Siempre que hay cambios en un entorno, ya sea formativo, organizacional o corporativo, se suele hacer uso del coaching para lograr
una mejor adaptación a las nuevas situaciones.
También es útil el coaching en situaciones complejas, de resolución difícil. En momentos conflictivos en que se requieren
actuaciones fuera de lo normal, este método puede ser enormemente efectivo y productivo.
El coaching también goza de mucha eficiencia en situaciones de negociación. Ya sea frente a un proceso importante como fusiones,
atracción de nueva clientela, etc.
De cara al emprendimiento, el coaching tiene un significado excepcional, pues nadie como un mentor puede aconsejar mejor a una
persona que se enfrenta por primera vez a un campo profesional complejo.
El mercado laboral actual está inmerso en constantes cambios. Estar preparado para ellos y saber navegar en el mar de
incertidumbres actuales es una labor importante del coaching.
La pérdida no siempre es fácil de gestionar y digerir. Por ello muchos individuos utilizan el coaching. De esta forma consiguen
superarla e incluso transformarla en oportunidades para formarse, crecer profesionalmente, e incluso mejorar su empleabilidad.
Es evidente que el coaching implicará siempre unas condiciones positivas y de mejora del desarrollo personal, profesional y humano de toda
persona que recibe este entrenamiento o que desee ayuda para encontrar su camino en un complejo mundo lleno de incertidumbre.
Así pues, vamos a explicar a continuación cómo aprovechar y maximizar las habilidades de comunicación para que que te conviertas en un
buen líder y seas capaz de lograr el éxito en todos los proyectos en los que te embarques junto a tu equipo.
Establecer expectativas
Un buen líder con las habilidades de comunicación bien desarrolladas es capaz de establecer y generar expectativas, hecho que le permite ser
mucho más efectivo en los mensajes. Como es evidente, si tu público tiene interés y necesita la información que le vas a transmitir, aceptará e
interiorizará los conceptos de manera mucho más efectiva.
Una persona con inteligencia intrapersonal demuestra una autoestima muy alta, pero no se debe confundir con complacencia o
chulería, sino con una buena imagen propia.
Las personas que han desarrollado la inteligencia intrapersonal muestran un elevado grado de disciplina, autocontrol y autodisciplina.
Otra de las cualidades que definen a este tipo de individuos es la correcta y adecuada ponderación de sus acciones y la importancia
de las mismas.
Además, son muy conscientes de sus conocimientos y rara vez tratan de abarcar más de cuanto saben.
También son plenamente conscientes de sus limitaciones y no irán más allá de lo que sus capacidades les permite.
Se reconoce a una persona con altos niveles de inteligencia intrapersonal porque no vive en el pasado ni en el futuro. Es muy
consciente de que su realidad es el presente y actúa en consecuencia.
Además, se conocen bien a si mismos y son capaces de sacar rendimiento de su propia introspección.
El realismo es otra de las características que definen a las personas con alto nivel de inteligencia intrapersonal. Son capaces de saber
qué es lo que desean y pueden implementar las herramientas para lograrlo.
Estas personas, como todo el mundo, tienen anhelos, pero saben la importancia de sus prioridades. Además, hacen gala de paciencia
y capacidad para esperar, trabajar en el presente y lograr sus metas poco a poco hasta lograr el bien final.
También son capaces de analizar sus sentimientos y necesidades y actúan en consecuencia. No tratan de cambiar a sí mismas a no ser
que sea estrictamente necesario. Pero sí que se conocen bien, para ser coherentes con su forma de ser, de pensar y de sentir.
Es evidente que una persona con una inteligencia intrapersonal bien desarrollada es capaz de tomar mejores decisiones que los demás.
Por lo tanto, sus actuaciones suelen estar mejor enfocadas y acaban siendo más acertadas. Así pues, usarla como herramienta para un
crecimiento y desarrollo profesional y personal adecuado es muy poderosa y trae consigo excelentes ventajas en cuanto a empleabilidad,
felicidad y competitividad.
Es evidente que, en un mundo cada vez más globalizado y en el que la empleabilidad y la excelencia a la hora de dirigir equipos definen la
competitividad de una compañía, el coaching educativo es una herramienta necesaria para la mejora productiva.
Un docente que use la herramienta del coaching educativo debe prestar atención a todo cuanto pasa a su alrededor.
Además, la escucha activa es básica para lograr los frutos deseados.
También se debe implementar adecuadamente la empatía.
La paciencia es otra cualidad exigible a un docente que practica el coaching educativo.
Es evidente que el interés por la materia a impartir y por todo cuanto le rodea es necesario en el profesional de la educación.
También la imparcialidad es en este sentido necesaria.
Un docente ha de dar apoyo en su estrategia basada en el coaching educativo.
El coaching educativo representa una toma de conciencia trascendental. Un docente que lo lleve a cabo de forma adecuada logrará
extraer de cada alumno todas y cada una de las potencialidades que tenga. En este proceso se consigue mejorar la autoestima del individuo, la
responsabilidad, la implicación, la observación, la reflexión y la correcta interpretación.
El potencial de cada persona es también otro punto fuerte que se obtiene con una buena estrategia basada en el coaching educativo.
Sacar las fortalezas del individuo a la vez que se minimizan las debilidades es una de sus virtudes.
Por último, cabe destacar la comunicación. Como es obvio, el feedback con un individuo cualificado y seguro de sí mismo es mucho
más sencillo y eficaz. Este hecho se ha logrado gracias a la influencia del correcto coaching educativo.
Es fácilmente constatable que el coaching educativo es una herramienta de gran poder en manos del docente adecuado. La empleabilidad
y conciencia de si mismos en los alumnos mejorará de forma exponencial, logrando en el proceso altas cotas de productividad y competitividad.
El coaching
Gracias al coaching, una persona puede descubrir formas mediante las que desarrollarse de forma personal o profesional, o ambas.
Ahora bien, ¿cuáles son los caminos que llevan al individuo a ser más productivo en su trabajo gracias a una vida plena?
El coaching saca a relucir emociones y conductas del individuo de manera que adquiere mayor consciencia de sí mismo, cuestión que le ayuda
a tener mayor claridad en su punto de partida hacia sus objetivos.
Como es lógico, una persona con un mayor grado de desarrollo personal, sabe mejor qué es lo que quiere de la vida. Además, gracias al
coaching, también puede aprender los mecanismos para conseguirlo. Es obvio que el aspecto profesional desempeña un gran papel.
Ejercicio y nutrición: Aunque parezca que nada tiene que ver, el coaching diseñado para el desarrollo personal puede profundizar en
una dieta adecuada y la realización de ejercicio para que el individuo sea más pleno. Sin embargo, esto incide en el aspecto profesional, ya que
permite un mayor nivel de energía para afrontar el trabajo diario, mejor capacidad de concentración, e incluso relajación, algo imprescindible
para pensar con más claridad.
Crecimiento personal: El coaching también incide en el crecimiento personal a través del aprendizaje, tanto de uno mismo como del
entorno que rodea a la persona. De esta forma, el individuo se puede enfocar mejor en lo importante, así como buscar más conocimientos, lo que
incide positivamente en el aspecto profesional.
Generosidad: Otro aspecto que cubre el coaching diseñado para el desarrollo personal es la generosidad. Una persona más solidaria
con su entorno y su gente, también lo será en el terreno profesional, potenciando la productividad y ambiente en un equipo de trabajo.
Es obvio que el coaching es una herramienta realmente poderosa para tener un desarrollo personal más completo y, por ende, una
capacidad profesional mucho mayor, puesto que el autoconocimiento permite enfocar con mayor claridad hacia los objetivos y metas realmente
importantes de la vida.
Motivación diaria: El recurso más importante para mantener una actitud positiva y activa ante tus responsabilidades es la motivación
diaria. De un estado emocional consistente, depende un desarrollo personal y profesional adecuado.
Objetivos claros: Otro aspecto básico de motivación diaria es el mantener los objetivos siempre claros. Jamás pierdas de vista tus
metas y, asegúrate de que las puedes lograr. Si son excesivamente ambiciosas, pueden degenerar en frustración.
Referencias: Las referencias son muy importantes para lograr una motivación personal adecuada. Piensa en estándares que te sirvan de
ejemplo, como una persona ejemplar o un líder inspirador, por ejemplo.
Imágenes motivadoras: Otro buen recurso que puedes usar para mantener tu actitud al máximo son las imágenes motivadoras.
Fotografías de triunfo, parajes bellos y evocadores, o cualquier cosa que te sirva para ser positivo y proactivo será excelente.
Vídeos motivadores: Un recurso que usan millones de personas en todo el mundo es el vídeo motivador. Charlas de líderes
y personalidades inspiradoras, por ejemplo, discursos históricos para levantar el ánimo son de gran utilidad.
Libros y guías: Como no, un recurso de motivación diaria excelente es el uso de libros y guías. Hay grandes expertos y gurús que
podrán ayudarte en la búsqueda de la actitud correcta para afrontar tu día a día logrando un desarrollo personal y profesional magnífico.
Presentaciones: Un recurso muy usado por líderes para motivar a su equipo son las presentaciones. Bien utilizadas, en el entorno
correcto, y con la actitud adecuada, puede ser un elemento verdaderamente poderoso.
Música para motivar: Es un recurso fantástico para una motivación personal adecuada. La música es un elemento excelente para
mejorar tu estado de ánimo. Encuentra aquellas canciones capaces de hacerte sentir que puedes superar todos y cada uno de los obstáculos que
se te presenten.
Frases motivacionales: Acabamos con un último recurso, que son las frases motivacionales, excelentes para levantar el ánimo. ¿O no
te dan ganas de comerte el mundo cuando lees a Seth Godin decir “La única cosa peor que empezar algo y fracasar… es no empezar algo”?
Generar confianza: Un líder o coach que no sea capaz de generar confianza entre sus colaboradores fracasará estrepitosamente en su
cometido. La crítica constructiva ayuda mucho a lograr un buen clima en el ambiente de trabajo.
Visión de futuro: Es necesario que un líder tenga visión de futuro. Con los objetivos que se pretenden alcanzar perfectamente claros, el
coach podrá mejora el desarrollo profesional del equipo.
Empático: Lo hemos comentado muchas veces en nuestros artículos. En la empresa actual, si se busca un correcto desarrollo
profesional y personal del empleado, es necesario entender su situación y sus necesidades. Para ello, la empatía es el instrumento más poderoso.
Gracias a la implantación del mentoring en el entorno laboral de una empresa se pueden reducir los tiempos de adaptación de los
empleados a sus nuevos puestos.
Se da soporte a los colaboradores cuando el entorno es cambiante o hay algún tipo de innovación tecnológica.
Se promueve el cambio de cultura empresarial.
Se facilitan las comunicaciones entre los diferentes departamentos y estamentos directivos.
Definir qué resultados queremos conseguir en el futuro próximo. Son el resto de personas, y no nosotros, los que determinan el
éxito o fracaso de nuestro liderazgo personal. Por tanto, a la hora de concretarlo, debemos preguntarnos cuáles son los objetivos que queremos
lograr respecto a los diferentes grupos de interés y cómo cubrir sus diferentes expectativas respecto a nuestro liderazgo personal, es decir, el
impacto que deseamos causar en clientes, inversores, empleados u organización. Por ejemplo, no podemos construir el mismo liderazgo
personal si somos responsables del área de Atención al Cliente (donde tendrá más peso la relación con los consumidores), que si ocupamos el
cargo de director financiero o CEO de la compañía (más vinculado a la organización o los inversores).
Cuestionar por lo que queremos ser conocidos. ¿Cuáles son las características o competencias principales que requiere el puesto?
En función del cargo que desempeñemos vamos a necesitar diferentes habilidades y competencias, por lo que el segundo paso para diseñar
nuestra marca de liderazgo personal es identificar esas cualidades y trabajar para su desarrollo.
Construir nuestra identidad. Se trata, según los autores del libro, de jugar con las características antes mencionadas, para realizar
frases más complejas que nos permitan profundizar en el ADN de nuestro liderazgo personal. Así, si hemos seleccionado entre nuestras
cualidades principales ser comunicativo, honesto, colaborativo y orientado a resultados podemos ahondar en nuestro estilo como líderes a partir
de una colaboración honesta y una comunicación orientada a resultados, lo que difiere de si optamos por, por ejemplo, un trabajo colaborativo
orientado a resultados y una comunicación honesta. Se trata de ver las distintas opciones disponibles y examinar cuál de las combinaciones se
adapta mejor a nuestra posición.
Probar la marca de liderazgo personal. Una vez que hemos definido por qué queremos ser conocidos y qué resultados vamos a
conseguir con nuestro liderazgo personal, debemos preguntarnos tres cuestiones para afinar la marca:
¿Es el estilo que mejor representa lo que soy y lo que puedo hacer?
¿Consigo a través de mi definición personal de liderazgo crear valor para los grupos de interés?
¿Qué riesgos y oportunidades genero con esta marca?
Aplicar el liderazgo personal. Los ejercicios anteriores para definir el liderazgo personal no pueden quedarse solo en eso, sino que
debemos plasmarlos en el trabajo diario y pedir a los compañeros que valoren nuestro desempeño para comprobar que la teoría y la práctica
coinciden. Por ejemplo, si hemos llegado a la conclusión de que queremos actuar bajo una comunicación honesta, tendremos que comportarnos
como tal en nuestra relación con el resto de colaboradores.
Desde la Escuela Europea de Management, te ayudamos a construir tu propia identidad a través del Curso Online de Executive en
Liderazgo y Gestión de Personas, una completa formación con la que conseguirás mejorar tu eficacia profesional y tus habilidades
interpersonales.
El conflicto en la organización
Según Paulo César Mesa, autor de Conflicto laboral, el conflicto organizacional consiste en “aquella situación en la que dos o más partes
están en desacuerdo entre sí”. Un desacuerdo en el que los implicados “actúan movidos por la incompatibilidad de metas o por divergencia
en los intereses”, añade Russed Yesid Barrera Santos en Negociación y Transformación de Conflictos: Reto entre Escasez y Bienestar.
Como consecuencia, en el ámbito laboral, donde las personas pasan una media de 38,5 horas a la semana en el trabajo, según los datos del
Instituto Nacional de Estadística, y deben relacionarse entre sí para llevar a cabo sus respectivas funciones, el conflicto se convierte en algo
habitual. ¿Quién no ha discutido con un compañero por tener diferentes puntos de vista sobre un proyecto?
En concreto, según un estudio del portal de empleo Trabajando.com, siete de cada diez empleados considera frecuentes los conflictos
laborales en su compañía. Por su parte, Daniel Dana, autor de Conflict Resolution, estima que más del 65% de los problemas generados en el
entorno laboral se deben a relaciones tensas entre empleados, no a deficiencias en la habilidad o motivación de los empleados individuales.
Ahora bien, aunque el conflicto suele llevar aparejadas connotaciones negativas, no tiene por qué ser así. Bien lo saben los japoneses, para
quienes las crisis son concebidas como una oportunidad para la mejora. De hecho, en el arte del kintsukuroi –donde se reparan objetos con oro-
se destacan las grietas porque representan la fragilidad, pero también la resiliencia, la capacidad de salir reforzado de un
problema. “Eso ocurre porque, a las cualidades que ya tenía el equipo en su forma inicial, una crisis añade otra que era indemostrable antes de
la manifestación del conflicto: la capacidad de sus miembros para sobreponerse a los inconvenientes y hacer funcionar esa relación”, apunta
Isabel Garzo en La filosofía kintsukuroi o por qué los conflictos crean mejores equipos.
Además, ¿qué pasaría si todo fuera de color de rosa, si no hubiera confrontación de opiniones? Seguramente, no avanzaríamos o, al menos, no al
mismo ritmo. “El conflicto permite que empresas y organizaciones progresistas crezcan y demuestren que el “sí, señor” no es funcional, que no
se paga a la gente para que escuche y obedezca a sus jefes, que la competitividad hace necesario tener colaboradores de arranque
automático y no mecánico, como ha sido lo tradicional”, comenta Barrera Santos.
Centrarnos en los hechos. Cuando surge un roce con algún compañero, tendemos a personalizar el problema y culpabilizarnos
mutuamente . Sin embargo, esto solo genera un clima de animadversión creciente, que impide a los involucrados dar su brazo a torcer y lograr
una solución. En cambio, si en lugar de señalar a alguien, dirigimos nuestra atención hacia el hecho que no nos ha gustado, será mucho más
sencillo llegar a un acuerdo.
Ampliar nuestra perspectiva. Gran parte de las controversias entre compañeros se enfocan en los detalles, haciéndonos olvidar el
objetivo final y más importante. Nos pasamos horas debatiendo sobre quién es el culpable de la insatisfacción de un cliente;aprovechemos el
tiempo para buscar una solución que satisfaga al ciente. Céntrate en la misión general y muchos conflictos, a menudo, se resolverán y
permitirán que el equipo se realinee”, según dicen los expertos
Practicar la empatía. Ponernos en la piel del resto de compañeros nos ayudará a convertir conflictos en oportunidades, pues nos
permitirá comprender mejor cuáles sus motivaciones y puntos de vista, enriqueciendo la solución final. Por ello, cuando un colega plantee
críticas o reticencias a una idea nuestra, en lugar de poner los ojos en blanco o iniciar una discusión de ‘Y tú más’, ¿y si lo escuchamos
activamente? Probablemente, haya advertido detalles que se nos hayan pasado y que mejoren el proyecto. Es importante tener claro que nuestra
‘verdad’ no es la única válida.
Afrontar el conflicto. Nuestro miedo al conflicto nos lleva a tratar de eludir los pequeños encontronazos hasta que se convierten en
graves problemas, cuya solución es más complicada. Grave error: para convertir conflictos en oportunidades,debemos afrontar las controversias
desde el primer momento en el que se producen, por pequeñas que sean. Una comunicación fluida en estas situaciones es esencial para
encontrar ” la cura” adecuada para cada crisis.
Involucrar al equipo. En las empresas, los conflictos no se circunscriben a dos personas. Aunque A y B sean los principales
implicados, seguramente C y D –amigos de A- se muestran distantes con B, igual que E y F –amigos de B- critican la actitud de A, mientras que
Z, que quiere mantenerse al margen, sufre las consecuencias de las escaramuzas. En este sentido, los autores recomiendan que cuando llegue el
momento de hacer un cambio para mejor, debemos involucrar a todo el equipo. “Cuando todos se suman en la resolución de problemas, éstos se
solucionan con mayor efectividad”, según los expertos.
Para mejorar nuestra capacidad de gestión de controversias y aprender a convertir conflictos en oportunidades, la Escuela Europea de
Management cuenta con el Curso Online Executive en Desarrollo Personal, dirigido a incrementar las habilidades de los participantes, potenciar
su eficacia, mejorar la capacidad de relación y comunicación y descubrir cómo convencer y vender las ideas.
¿Qué es y cómo potenciar la resiliencia organizacional?
4 Oct 2018 | Dirección general
Ford, Microsoft o Toyota son empresas de éxito que aparentan ser invulnerables, pero su fuerza no procede de haber permanecido ajenas a
las crisis, sino de haber sabido potenciar la resiliencia organizacional, aprendiendo a superar las adversidades.
Igual que las personas, las compañías también puede aprender a gestionar las crisis y salir de estas situaciones en mejores condiciones,
una capacidad de resiliencia que se hace más necesaria que nunca en un entorno en constante cambio y con una alta competitividad.
Aunque no son ajenas a las tensiones externas y/o internas, saben sobreponerse en situaciones de crisis, buscando en sus propios
trabajadores los recursos y potencialidades que le permitan seguir adelante.
Permanecen alerta ante los cambios ambientales y, por ello, consiguen reaccionar positivamente ante las exigencias del entorno, lo
que les permite renovarse y ajustarse a los nuevos escenarios.
De igual forma, son innovadoras, creativas y democráticas, valorando el trabajo colectivo, la transparencia comunicativa, la
implicación del personal en la toma de decisiones y demostrando confianza en sus trabajadores.
Propician ambientes laborales en los que convergen los proyectos personales de cada empleado con el proyecto global de la
compañía, construyendo objetivos comunes.
. Enriquecer los vínculos personales, fortaleciendo las conexiones y puntos de acuerdo existentes y estableciendo mecanismos que
motiven las relaciones interpersonales.
. Fijar límites claros y firmes para el funcionamiento laboral.
. Enseñar habilidades para la convivencia, tales como la cooperación, la resolución positiva de conflictos, la asertividad en el
planteamiento de problemas, la toma de decisiones, el manejo del estrés y la capacidad de promocionar ambientes saludables.
. Ofrecer apoyo y afecto a las personas, lo que implica respaldar a los otros, motivar, reconocer los aciertos de los demás, mirar los
errores o faltas como transitorios y fortalecer la comunicación a nivel personal.
. Desarrollar expectativas elevadas pero realistas, de manera que se reconozca el potencial de los trabajadores, pero a la vez no se
genere frustración al establecer tareas imposibles de cumplir.
. Promover la participación de los trabajadores en la toma de decisiones, en la generación de nuevas ideas, en la búsqueda colectiva
de soluciones, en el afrontamiento colectivo de las dificultades y en la distribución de las responsabilidades.
Esta labor es responsabilidad, en primer término, de los directivos de las compañías. Por ello, en el Curso Online Executive en Dirección
General de la Escuela Europea de Management abordamos los nuevos enfoques y herramientas que permitan a los responsables empresariales
aprender y actualizar sus conocimientos de gestión empresarial y liderazgo.
Aunque sus orígenes se remontan a la década de los 80 y al campo de la programación informática, este modelo se ha implantado también en
el ámbito empresarial durante los últimos años, debido a que la flexibilidad, adaptación a la incertidumbre y agilidad que lo caracterizan,
facilita el logro de mejores resultados a las organizaciones.
Así, frente a los sistemas tradicionales, basados en una estricta planificación, documentación y ejecución de un objetivo desde un enfoque
lineal, las metodologías “Agile” usan una perspectiva iterativa e incremental que permite la constante revisión del proyecto y, en su
caso, la adaptación a la nueva situación, mejorando el rendimiento empresarial, especialmente en aquellos casos en los que se necesitan
resultados rápidos, cuando existe una competencia fuerte, hay una alta incertidumbre o se requiere un control exhaustivo durante todo el
proceso.
La metodología Scrum
Dentro de esta nueva forma de plantear la gestión de proyectos se encuentra la metodología Scrum, el modelo Agile por excelencia. Se trata de
“un marco de trabajo a través del cual las personas pueden abordar problemas complejos adaptativos, a la vez que se entregan productos
productivamente y creativamente con el máximo valor”, según la definen Ken Schwaber y Jeff Sutherland en La guía Scrum.
De este modo, como explica el experto en gestión de proyectos y equipos Javier Garzas, en la metodología Scrum “se va liberando el producto
por partes, periódicamente, iterativamente, poco a poco y, además, cada entrega es un incremento de funcionalidad respecto a la
anterior”, mientras que en el modelo en cascada, “las fases del ciclo de vida (requisitos, análisis, diseño, etc.) se realizan (en teoría) una única
vez, y el inicio de una fase no comienza hasta que termina la fase que le precede”.
Estamos, por tanto, ante la herramienta de gestión de proyectos de moda, tanto por la expansión de su uso, como por el impacto positivo
que genera. En concreto, “las compañías que consiguen implementarlo obtienen mejoras de 4 a 10 veces en productividad, time-to-market y
competitividad”, según sostiene el coach agile Jerónimo palacios.
Transparencia. Cualquier punto relevante del proceso debe ser accesible para los implicados en su desarrollo y ejecución, por lo que
es necesario contar con unos estándares y protocolos comunes que faciliten el entendimiento entre los participantes.
Inspección. La clave para que la metodología Scrum produzca esa flexibilidad y adaptabilidad a los cambios reside en la aplicación de
una revisión constante del proceso.
Adaptación. Como consecuencia, si algún responsable detecta que se ha producido una desviación indeseada, el proceso o el material
debe ser ajustado cuanto antes para solventar esta situación.
Los roles
Ahora bien, el éxito de la metodología Scrum depende, no tanto del proceso en sí, como de la correcta aplicación por parte de los profesionales
adheridos al proyecto. Como señala uno de los principios básicos recogidos en el Manifiesto Agile, publicado en 2001, los individuos e
interacciones deben situarse por encima de los procesos y herramientas.
En este sentido, en la gestión de proyectos bajo la metodología Scrum intervienen los siguientes roles:
Product Owner. Es el encargado de optimizar el valor del producto, por lo que asume la toma de decisiones y todo lo relacionado con
este aspecto (diseño inicial del proyecto, elaboración de informes y presupuestos o relación con los stakeholders. Solo hay un único product
owner en cada proyecto.
Scrum Master. Este profesional velará por que la metodología está funcionando adecuadamente, facilitando para ello la ejecución del
proceso, coordinando al equipo y eliminando cualquier incidencia u obstáculo que surja.
Equipo de desarrollo. Conformado por entre 3 y 9 profesionales, el equipo de desarrollo es el responsable del desarrollo del producto,
tieniendo la capacidad de organizarse y decidir cómo llevar a cabo sus objetivos.
El funcionamiento
En la metodología Scrum, cada iteración recibe el nombre de sprint, es decir, un periodo de corta duración (inferior a 4 semanas) en el que se
lleva a cabo un avance en el proyecto final que permita presentar en este plazo, al menos, un prototipo del producto.
Estos ciclos están compuestos, a su vez, en las siguientes fases:
Conceptualización: establecimiento de las características básicas del producto o servicio y del equipo que se va a encargar del
proyecto.
Especulación: concreción de las pautas de trabajo, los objetivos y los plazos y presupuestos asignados al proyecto.
Exploración: ejecución de lo planificado.
Revisión: constatación de que el resultado obtenido es acorde con el inicialmente previsto.
Cierre: entrega del producto generado en el sprint.
Para llevar a cabo la metodología Scrum, el modelo facilita tres instrumentos principales:
Product Backlog. Se trata de un inventario realizado por el product owner con las tareas, funciones, dependencias y requerimientos
genéricos del proyecto, es decir, toda la información necesaria para implementar el producto, presentada de forma priorizada.
Sprint Backlog. Se refiere a la especificación de una o varias tareas asignadas a un sprint concreto y permite al equipo de desarrollo
conocer qué trabajo tiene que realizar durante esa fase, qué misiones ya se han llevado a cabo, qué metas están aún pendientes y quién está al
cargo de cada una de ellas.
Consiste en la suma de todo el trabajo llevado a cabo en un sprint, es decir, en el resultado final generado y que se traduce en el
prototipo o producto entregable.
¿Quieres profundizar más en la metodología Scrum? En el Curso Executive Online de Dirección de Empresas de la Escuela Europea de
Management abordamos las diferentes estrategias en la gestión de proyectos como uno de los siete bloques principales del programa.
Los individuos y su interacción están por encima de los procesos y las herramientas.
La supremacía de un software funcional sobre cualquier otro método de documentación exhaustiva.
La colaboración con el cliente prima respecto a cualquier otra relación contractual.
La respuesta al cambio es más importante que seguir el plan marcado.
Sus buenos resultados en el desarrollo de software provocó que la metodología Agile fuera adaptada a otros ámbitos empresariales donde la
gestión de proyectos es una de las piezas principales.
Adaptabilidad. Los proyectos desarrollados bajo esta perspectiva permiten implementar respuestas actualizadas y adaptadas a las
circunstancias del momento, puesto que, al no contar con unos objetivos cerrados, los colaboradores pueden realizar reajustes durante todo el
periodo de diseño y ejecución.
Eficacia. El hecho de ofrecer una respuesta adaptada a las necesidades reales en menor plazorepercute en unos mejores resultados del
proyecto.
Minimización de errores. La revisión constante de la iniciativa también permite detectar y solucionar posibles fallos en el diseño de
forma rápida.
Coordinación. La metodología Agile promueve una comunicación constante y directa entre los implicados en el proyecto, lo que
optimiza la coordinación y el trabajo en equipo.
Satisfacción laboral. Al situar a las personas como centro del proyecto, la metodología Agile aporta un sentimiento de pertenencia a la
empresa, en los empleados, que los hace estar más motivados y satisfechos, mejorando la retención del talento y la productividad.
Con equipos altamente implicados y existiendo la necesidad de amoldar el proyecto de forma continua, la creatividad de la plantilla
aumenta.
Scrum: Es concebido como un conjunto simple pero útil de principios y prácticas que ayudan a los equipos a entregar productos en
ciclos cortos, permitiendo retroalimentación rápida, mejora continua y rápida adaptación al cambio.
Programación Extrema (XP): Dentro, también, de las metodologías Agile, este sistema concentra sus esfuerzos en potenciar las
relaciones interpersonales y el trabajo en equipo y promoviendo un feedback constante entre clientes y empresa.
Kanban: Este framework, ideado por David J. Anderson, centra la atención en las entregas en plazo, sin saturar a los equipos de trabajo,
controlando todo el avance del proyecto mediante un sistema de tareas limitadas.
No obstante, existen otros muchos instrumentos basados en la metodología Agile, como el Adaptive Software Development (ASD), el Agile
Unified Process, el Crystal Clear, el Feature Driven Development (FDD), el Lean Software Development (LSD), el Open Unified Process
(OpenUP) o el Método de desarrollo de sistemas dinámicos (DSDM).
En cualquier caso, la Escuela Europea de Management, en su apuesta por una formación de vanguardia, te permitirá dominar la gestión de
proyectos y conocer las nuevas metodologías empleadas en esta materia como parte de su Curso Online Executive en Dirección General.
Sin embargo, Henry Mitzberg va un paso más allá en su concepción de la estrategia de negocios y describe este instrumento desde cinco
perspectivas diferentes, lo que “puede ayudar a maniobrar en este difícil campo”, según sostiene el autor en Las cinco Ps de la Estrategia.
¿Cuáles son estas cinco variantes?
Ante tal diversidad, los ejecutivos deben ser conscientes de las posibilidades que tienen ante sí a la hora de dirigir una compañía y conocer
algunos de los modelos de gestión existentes.
El modelo de Mitzberg
Uno de los modelos de gestión más cercanos al piramidal o clásico es el sistema gerencial propuesto por el profesor Henry Mitzberg, en el
que aboga por la organización de la empresa con base en cinco componentes o elemento naturales:
Núcleo de operaciones: compuesto por los empleados que desarrollan las tareas básicas de producción o prestación de servicios.
Ápice estratégico: formado por los directivos y responsables de la compañía.
Línea intermedia: en la que se traducen los objetivos en acciones.
Tecnoestructura: en la que se ubican los encargados de la estandarización o normalización de los procesos, por ejemplo los
responsables de Recursos Humanos o de la formación de la plantilla.
Personal de apoyo: son aquellas personas que prestan servicios complementarios a la organización, como la seguridad, el soporte
informático…
El modelo Zeitgeist
En este caso, el sistema de management se presenta como una solución intermedia entre la rigidez de la estructura piramidal y la
inoperancia de las organizaciones planas.
El modelo Zeitgeist, que significa espíritu de la época, apuesta por un esquema circular de las compañías en el que conviven cinco áreas o
sectores dotados del mismo peso y poder: Administración, Mercado, Producción, Ventas y Finanzas. Así, la dirección gerencial, antes
ubicada en la cima de la pirámide, pasa a ocupar un lugar más dentro de este círculo, donde ningún área se sitúa por encima de otra.
Holocracia
Como una vertiente de los modelos de gestión circulares, a principios del silgo XXI ha tomado fuerza las llamadas empresas holocráticas, a
raíz de su implantación por algunas grandes compañías, como Zappos o W.L. Gore.
Para este sistema, la organización empresarial está compuesta por roles dotados de autonomía y en constante revisión, haciendo un
reparto más equitativo del poder de decisión.
Modelo Kaizen
Originario de Japón, el modelo Kaizen tiene como objetivo la mejora continua, progresiva y constante, invitando a los trabajadores de la
compañía a participar en la búsqueda de propuestas y proyectos tendentes a dicho fin.
Partiendo del modelo PDCA de Deming, el Kaizen va más allá y considera que todos los días deben aplicarse cambios que afecten
positivamente al funcionamiento de la empresa, ya sea a nivel social, laboral o familiar.
La Teoría Z
Con la vista puesta en el impulso del valor humano de las empresas, y gracias a la mayor interacción y comunicación que ofrecen las nuevas
tecnologías, la Teoría Z propugna un modelo en los esfuerzos se concentran en la generación de un sentimiento de pertenencia y un vínculo
entre la empresa y las personas.
Este sistema de gestión empresarial cuida con esmero las relaciones humanas con los trabajadores o los consumidores, dando lugar a
una relación de confianza y fidelidad que mejora los resultados de la organización.
Bases de la Teoría Z
Como alternativa a los modelos de gestión americanos, la Teoría Z parte de una concepción totalmente diferente en cuanto al origen de la
motivación de las personas. Para Ouchi, es el trabajo en sí mismo lo que debe generar la satisfacción del empleado, en concordancia con la
famosa frase de Confucio “Escoge un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar el resto de tu vida”.
Si los colaboradores aprenden a valorar sus puestos de trabajo y aman la compañía de la que forman parte, se sentirán vinculados
positivamente a sus empleos, consiguiendo un desempeño profesional óptimo y una mejora de la productividad.
Para que esto ocurra, el llamado modelo japonés debe estar fundamentado en los siguientes principios:
Relación de confianza entre empleado y empleador. Para que el trabajador llegue a identificarse con la organización es fundamental
que se sienta parte de la misma y, para ello, debe contar con el respeto y la confianza de los directivos, quienes han de percibir a los empleados
como personas responsables y preocupadas por dar lo mejor de sí mismos.
Trato íntimo entre superiores y subordinados. Los gerentes o managers de las compañías tienen que conocer en profundidad a los
empleados; saber cuáles son sus miedos, expectativas, objetivos y debilidades. La relación entre ambas partes debe ser muy cercana,
sobrepasando el ámbito estrictamente profesional.
Personalización de las interacciones. Otro de los requisitos para que la Teoría Z funcione correctamente es que los directivos sean
conscientes de la diversidad de caracteres de la plantilla y ofrezcan un trato personal adaptado a las circunstancias de cada colaborador.
Liderazgo participativo. En las empresas que operan bajo este paradigma, los altos ejecutivos y mandos intermedios desarrollan un
estilo de liderazgo participativo, donde los trabajadores forman parte de la toma de decisiones. De hecho, esta es la principal diferencia con la
denominada Teoría Y de Douglas McGregor, donde se comparte la positividad como punto de partida, pero en la que son los directivos los que
controlan y deciden sobre el futuro de la compañía.
Habilidades técnicas. Se refieren a los conocimientos concretos sobre un área empresarialdeterminada, provenientes de la
formación y experiencia previa, y la aplicación de dichas ideas en las funciones de management del directivo. Por ejemplo, el responsable
financiero de la compañía tendrá que saber cómo elaborar un plan de contención de gasto o calcular el riesgo de una operación.
Habilidades humanas. Son las capacidades relacionadas con la interacción personal del managercon el resto de personas con las
que interactúa con base a su puesto laboral. Para que el gerente alcance la excelencia, además del ‘know how’, también debe saber
relacionarse con los empleados a su cargo, sus superiores y resto de miembros de los grupos de interés. Volviendo al caso del director financiero
de la empresa, este tendrá que saber coordinar y motivar a su equipo o establecer lazos con las entidades bancarias para mejorar las relaciones.
Habilidades conceptuales. El tercer pilar del management está compuesto por las destrezas para entender la organización desde
un punto de vista holístico, permitiendo al directivo analizar la situación, anticiparse a los problemas, buscar soluciones y aprovechar las
oportunidades de negocio.
Cabeza visible. En este caso, el manager actúa en representación de la compañía y, por tanto, serán lashabilidades humanas y
conceptuales las que imperen. Por ejemplo, si el gerente está dando una charla sobre estrategia empresarial en una universidad, necesitará
conectar emocionalmente con la audiencia, pero si se trata de una reunión con posibles inversores, el directivo tendrá que hacer gala de su visión
de futuro y capacidad analítica.
Líder. Otra posibilidad es que el gerente actúe como responsable de otros profesionales, a los que tiene que orientar y motivar,
necesitando en mayor medida sus habilidades humanas.
Enlace. ¿Y qué ocurre con las relaciones del manager con otros profesionales del mismo nivel jerárquico? Al ser interacciones,
las destrezas emocionales deben estar presentes, pero también las conceptuales y técnicas en función del tema que se esté abordando.
Por tanto, se trata de desarrollar un liderazgo situacional, en el que unas habilidades adquieran mayor relevancia respecto a otras en
función de lo que demande la situación. Así, un profesional con excelentes conocimientos técnicos no podrá promocionar dentro de la
empresa si es incapaz de prever los problemas o carece de capacidad resolutiva ante las crisis y, por mucha visión estratégica que tenga, nunca
será un gran líder si no consigue mantener satisfecha y cohesionada a la plantilla.
Un poco de background
El desarrollo del liderazgo situacional se lo debemos a Paul Hersey y Ken Blanchard quienes, a finales de la década de los 60, crearon una
nueva perspectiva de la gestión empresarial partiendo de la base de que el mayor o menor desempeño de los trabajadores está estrechamente
vinculado a la relación del líder con el equipo.
Según su teoría, el directivo posee la capacidad de influir en los empleados y, según las habilidades y disposición del personal, deberá
aplicar un determinado estilo de liderazgo para obtener la respuesta más adecuada de cada uno de ellos.
Hoy en día el liderazgo situacional está plenamente asentado en el sector empresarial, gracias a los beneficios que aporta a las compañías:
Mejora la gestión del cambio. Al modificar la conducta en función de los nuevos desafíos, el liderazgo situacional posibilita que los
responsables de las organizaciones estén preparados ante los nuevos escenarios y solventen eficazmente los problemas que se presenten.
Crea relaciones interpersonales más positivas. El líder situacional tiene en cuenta la madurez y motivación de los empleados en
cada momento, lo que mejora la organización y facilita la creación de un clima laboral óptimo.
Optimiza el funcionamiento de la empresa. Debido a que este modelo de liderazgo se adapta a la situación en cada momento,
consigue subsanar los problemas y potenciar las fortalezas de los empleados y los grupos, impactando positivamente en el rendimiento de los
equipos.
Estilo directivo. Es aquel que se debe poner en práctica cuando contamos con equipos que muestran un bajo interés por su trabajo y
carecen de altas competencias o experiencia. En este caso, el líder debe ordenar las misiones de cada empleado, se encargará de tomar las
decisiones y controlará y fiscalizará en todo momento el desempeño del equipo.
Estilo persuasivo. Cuando el trabajador cuenta con experiencia y aptitud en su puesto profesional, pero aún presenta bajos niveles de
implicación, la misión del directivo pasará por definir las tareas y roles de cada individuo y fijar los objetivos, pero ya sí comenzará a recibir el
feedback de los empleados, escuchando sus aportaciones, y reforzará las conductas para reconocer el trabajo y motivar a los colaboradores.
Estilo participativo. Si nos encontramos con un equipo inexperimentado o con un nivel competencial bajo pero altamente motivado,
el liderazgo situacional apuesta por desarrollar un estilo de dirección en el que el líder fomenta la participación del grupo y las decisiones se
adoptan de forma conjunta, al tiempo que va cediendo gradualmente responsabilidades, conforme los trabajadores se adapten a sus puestos.
Estilo delegador. Con equipos altamente motivados y capacitados, el líder debe potenciar el empoderamiento y autonomía de los
empleados y reconocer los logros conseguidos, centrándose en la detección e impulso del talento y la coordinación del grupo.
El objetivo principal de un taller de liderazgo es reforzar las habilidades de management y gestión de personas de los participantes y
difícilmente vamos a conseguir esta meta si la actividad se limita a una metodología teórica.
De hecho, según el cono de aprendizaje de Dale, los seres humanos aprendemos en menor medida a partir de lo que leemos y de lo que
escuchamos, mientras que cuando llevamos a cabo una simulación o una puesta en práctica alcanzamos el máximo aprendizaje.
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Por ello, los responsables de Recursos Humanos y docentes de estas acciones formativas son conscientes de la importancia de introducir
dinámicas y juegos en el taller de liderazgo, con los que los alumnos pueden poner en práctica las técnicas aprendidas y desarrollar sus dotes
de líder en un escenario lo más real posible.
Simon dice…
Una buena forma de romper el hielo en un taller de liderazgo es el clásico juego de “Simon dice…”, donde los participantes van dando
órdenes uno a uno al resto de compañeros.
La finalidad es doble: por un lado, contribuir a mejorar la capacidad de expresión de los alumnos y, por otro, perder el miedo al ridículo.
Juegos de rol
La interacción con el resto de compañeros, a partir de unos roles previamente asignados, contribuye a que los alumnos se enfrenten a posibles
situaciones que pueden surgir en el trabajo.
La dinámica de esta actividad es sencilla: se trata de distribuir diferentes papeles entre los participantes (el pesimista, el experto, el
proactivo…) y dejar que interactúen representando a cada personaje. Gracias a este juego, durante el taller de liderazgo se pueden
abordar infinidad de escenarios. ¿Sabrías resolver un problema de desmotivación por parte de los empleados? ¿Cómo presentarías unos
resultados negativos ante la junta de accionistas? ¿Cuál sería tu comportamiento en una reunión con potenciales clientes o partners?
Tras la representación en sí, es importante que, como alumnos, analicemos los fallos y aciertos que se han cometido durante el juego de rol y
volvamos a repetir la simulación aplicando estas sugerencias.
El líder de ciegos
En esta actividad, el objetivo es comprobar cómo el liderazgo funciona mejor cuando recae sobre una sola persona en lugar de muchas y
percibir la importancia de la comunicación en la relación entre jefes y colaboradores.
Para llevarla a cabo, dividimos la clase en dos grupos. En el primer grupo se designa un líder y al resto se le vendan los ojos, mientras que
en el segundo equipo, solo uno de los integrantes llevará los ojos tapados. El objetivo del juego es realizar una tarea: recorrer un laberinto,
llenar vasos de agua, traer y llevar objetivos de un sitio a otro, etc.
Tras finalizar la prueba, llega el momento de análisis, en el que los alumnos comprenderán por qué les ha resultado más fácil alcanzar el
objetivo cuando era una única persona la que estaba dando instrucciones, mientras que el que recibía órdenes del resto de su equipo
cometía más fallos.
Se busca líder
En el taller de liderazgo también podemos identificar las personas que disponen de mayores capacidades directivas a través de este juego.
El coordinador distribuye a los participantes en dos grupos y organiza tantos ejercicios como número de individuos haya en cada formación. El
liderazgo en cada actividad va rotando, posibilitando que todos los miembros del equipo dirijan a los compañeros. Al finalizar esta tanda de
actividades, serán los propios integrantes los que elijan entre ellos al líder para un sexto juego.
De este modo, se potencian las habilidades de liderazgo de forma positiva.
Liderazgo
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¿Quién es el miembro de tu equipo que trabaja mejor bajo presión?
¿Cuál es el que empatiza mejor con los clientes y compañeros? ¿A quién suelen seguir el resto de trabajadores? Conocer las fortalezas
de nuestro grupo de trabajadores nos va a posibilitar, como responsables del equipo, sacar lo mejor de cada uno y destinar estas
capacidades hacia los fines y objetivos empresariales. ¿Por qué enviar a un trabajador con escasas habilidades sociales a una convención
internacional pudiendo destinar a otro con altas dotes comerciales? Para descubrir los puntos fuertes de cada uno de una forma dinámica
y participativa puedes apostar por desarrollar en la empresa un taller de liderazgo. Este tipo de acciones, no sólo nos permiten identificar
al líder del grupo, sino también nos ayudarán a discernir las fortalezas de cada trabajador a través de actividades y juegos, sin generar las
habituales tensiones de evaluaciones directas. Ahora bien, es conveniente que esta iniciativa sea avisada con antelación a los empleados
y, a ser posible, que se desarrolle dentro del horario laboral, para garantizar la asistencia de todos los miembros del equipo, pero fuera del
lugar de trabajo habitual, con el fin de generar un ambiente más relajado.
Juegos de rol
Mediante simulaciones de situaciones, el equipo tiene la posibilidad de enfrentarse a conflictos habituales del trabajo. La dinámica de
esta modalidad de taller de liderazgo es muy sencilla: planteamos un problema común del día a día de la organización y designamos los
roles que cada empleado tiene que desarrollar. Por ejemplo, uno de los trabajadores puede desempeñar la función de atención al cliente y
el resto, actuar como usuarios insatisfechos en distintos grados y actitudes. Comprobarás cómo se comportan los empleados ante
situaciones de crisis y descubrirás quién maneja mejor estos conflictos. Tras una primera ronda, es conveniente que aportemos entre
todos los puntos fuertes y débiles de la actuación del compañero y volvamos a repetirla una segunda vez siguiendo las pautas dadas. Este
juego de rol puede rotar hasta que todos los miembros del equipo hayan participado y, según el tipo de conflictos que planteemos,
conoceremos en qué destaca cada persona.
Tormenta de ideas
Reparto de fortalezas
Otra sencilla, pero efectiva, actividad de un taller de liderazgo consiste en dejar que sean los propios trabajadores los que asignen un rol
al resto del equipo. Define¡iremos los diferentes papeles que debería tener nuestro equipo ideal e invitaremos, en una reunión informal, a
que los empleados asignen a cada compañero el rol que consideran que es su fortaleza: el cohesionador, el investigador, el creativo, el
impulsor, el finalizador, el especialista… Hay multitud de perfiles, así que debemos establecer de forma anticipada cuáles son los
apropiados según el campo de actividad y objetivos que tengamos. Conseguiremos que la reunión sea aún más distendida, empleando
símiles a los roles, como animales, personajes históricos, películas… ¿Quién es el león del grupo? ¿Y la hormiga? Además, al tratarse de
un planteamiento en positivo, atribuyendo fortalezas–no debilidades-, evitaremos conflictos internos tras el juego y reforzaremos la
cualidad asignada a cada uno.
Juegos de equipo
Estas dinámicas son una buena vía para descubrir las fortalezas de cada trabajador tanto a nivel individual como colectivo. Para obtener
un mapa de habilidades de nuestro grupo más completo, podemos decantarnos por realizar dos equipos diferentes. El contenido de este
taller de liderazgo en sí es lo de menos: puede ir desde actividades triviales, como realizar un puzle en un tiempo concreto, hasta
desarrollar diferentes trabajos de oficina lo antes posible. Se trata, en definitiva, de ver cómo trabajan los empleados bajo presión,
comprobar cómo interactúan entre ellos y hallar las fortalezas de cada uno. Podemos ir un paso más allá si establecemos una tarea extra
que deberá realizar el compañero que elijan los miembros de cada grupo después de haber terminado la primera fase, a modo de final.
Con ello, definiremos claramente el líder del equipo, que será aquél en el que su equipo ha depositado la confianza.
Una de las claves del éxito en el mercado actual es la motivación empresarial. No obstante, es necesario saber aplicarla en una organización,
pues implica la instauración de un factor de productividad básico que se debe potenciar con un buen plan de desarrollo.
Un trabajador satisfecho y motivado será mucho más productivo. Par ello es necesario fomentar la relación entre individuos, la
comunicación vertical y horizontal y las mejoras básicas en el entorno laboral.
En una primera fase el individuo afronta su desmotivación y falta de satisfacción de necesidades y expectativas.
El individuo debe realizar un análisis de sí mismo para encontrar cómo puede motivarse.
Dicho individuo encuentra aspectos vitales en relación a su sistema de creencias, necesidades y prioridades vitales para encontrar
motivación.
Se ha de buscar el estímulo que sirva como punto de inflexión para que el individuo mejore su desempeño.
En este punto la persona debe sentir el deseo de llevar a cabo su labor gracias al estímulo.
El ciclo finaliza con un individuo motivado que realiza su trabajo porque le sirve como desarrollo profesional y personal.
Conclusiones
Caben destacar una serie de aspectos importantes relacionados con la motivación empresarial:
El tipo de motivación empresarial que se aplique sobre un individuo o equipo de trabajo concreto dependerá de su personalidad como
sujeto o grupo y del sistema de creencias del mismo.
La personalidad del individuo incidirá directamente en el tipo de motivación que se le pueda aplicar y cómo esta le afectará en su
desempeño.
Una de las herramientas más poderosas con la que cuenta una corporación es la motivación empresarial, por lo que se debe usar con
coherecia y corrección para aumentar la productividad y la cuenta de resultados.
Es obvio que la motivación empresarial es una de las claves del éxito de cualquier compañía. De su acertada implantación dependerá en
gran medida la consecución de los objetivos planteados.
. Cumplir con los compromisos adquiridos y mantener las promesas que se realicen a los demás.
. Tratar a las personas de manera justa y equitativa en cualquier situación.
. Poner el foco de atención en lograr los objetivos más importantes sin caer en distracciones.
. Mantener una actitud entusiasta y enérgica respecto a sus funciones y metas.
. Tratar de que los colaboradores comprendan el porqué de las decisiones, sin limitarse exclusivamente a dar directrices a los
subalternos.
. Preocuparse de forma sincera y auténtica por las personas con las que trabaja.
. Mostrar un sólido código ético y valores que imperan en cualquier escenario.
. Contagiar el entusiasmo al resto de la empresa durante la puesta en marcha de nuevas iniciativas.
. Comunicarse con todos los empleados de forma clara, lo que implica tanto ofrecer la información precisa como saber practicar
la escucha activa.
0. Tener en cuenta las necesidades y requerimientos de toda la organización, no solo de su equipo de trabajo.
1. Impulsar la creatividad e innovación entre los profesionales que con él colaboran.
2. Evitar la multitarea, centrando la atención en la actividad que está desarrollando en cada momento.
3. Buscar que los empleados desarrollen todo su potencial, facilitándoles los recursos e instrumentos para que puedan capacitarse y
crecer profesionalmente.
4. Basar las relaciones interpersonales en el respeto total hacia las personas.
5. Alinear los objetivos individuales y grupales con las metas estratégicas de la compañía.
6. Promover la cooperación entre los distintos miembros del equipo, solventando los conflictos que puedan surgir en su seno.
7. Reconocer los aciertos y logros de los trabajadores, incentivando su motivación intrínseca.
8. Gozar de una alta energía y actitud positiva a pesar de los problemas, priorizando la búsqueda de soluciones por encima de la
identificación de culpables o lamentaciones.
9. Comprender las necesidades y demandas de los clientes, dirigiendo la actividad empresarial hacia su satisfacción.
0. Empoderar a los colaboradores, invitándoles a que realicen aportaciones y sugerencias sobre los proyectos de la empresa.
1. Propiciar que todo el mundo intervenga con sus ideas para enriquecer la toma de decisiones.
2. Contagiar a los equipos con la visión de la compañía.
3. Trabajar la confianza de los profesionales para que estos le sigan como guía.
4. Ser proactivo, apostando por la mejora continua.
5. Actuar con sinceridad, tanto cuando debe trasladar información positiva como negativa.
¿Quieres adquirir todas estas habilidades inherentes al líder inspirador? En la Escuela Europea de Management contamos con el Curso
Online Executive en Liderazgo y Gestión de Personas, mediante el cual el alumnado puede desarrollar sus capacidades en este ámbito
empresarial, adquiriendo los conocimientos para tomar decisiones, gestionar equipos, asumir la dirección y mejorar sus habilidades
interpersonales.
En la vida de cualquier personal, el éxito en el ámbito profesional y personal es vital para disfrutar de una existencia plácida y feliz. Para ello,
tener la motivación adecuada es muy necesario en todo momento. En este sentido, un buen líder es la persona indicada para lograr que otros
individuos prosperen y encuentren su camino óptimo. Por ello, ambos términos ligados son realmente importantes para el éxito.
Persistencia: Un líder puede ofrecer la energía constante que hace falta para mantener el esfuerzo y el desarrollo de la tarea.
Activación: Es el empuje necesario para comenzar a realizar las tareas pendientes.
Motivación extrínseca: Es la motivación que proviene del exterior, en este caso, gracias al liderazgo que permite que un individuo
ponga todos los medios necesarios para obtener el objetivo.
Motivación intrínseca: Esta proviene del interior de una persona que, estando convenientemente motivada, siempre encuentra la
fuerza necesaria para empezar, desarrollar y finalizar sus tareas.
Autorrealización: Parte importante del liderazgo es motivar a los colaboradores para que pongan todo su empeño en la realización de
las tareas, dar el máximo y obtener los rendimientos óptimos.
Logros: Gracias a un buen ejercicio del liderazgo se puede inculcar en el colaborador la motivación necesaria para crecer y mejorar de
forma constante.
Influencia: Todo líder debe alcanzar la capacidad de influir en sus colaboradores, hecho que genera confianza y motivación.
Eficacia: Un líder debe ser capaz de sacar el máximo de cada uno de los colaboradores de su equipo.
Orientación: Un líder debe planear y orientar a su equipo para lograr las metas con el nivel de motivación adecuado, de manera que se
evite desconcierto y desorganización.
Proceso: La labor del liderazgo es mantener al equipo siempre motivado, en un largo proceso que se debe convertir en un trabajo
diario.
Conexión: Un líder debe conectar con los integrantes de su equipo para conocer sus necesidades y fortalezas y poder sacar el máximo
de cada uno de ellos.
Comunicación: El líder es capaz de comunicar de forma eficiente, logrando que su audiencia escuche e interiorice los mensajes.
Delegar: El buen líder es capaz de delegar en su equipo. De esta forma se facilita que los colaboradores asuman sus compromisos y se
conciencien con su tarea y labor.
Sacrificio: El líder eficiente es capaz de sacrificarse por sus colaboradores y demostrar que es uno más en el equipo, pero con la
habilidad de trabajar como el que más.
Beneficio: Un equipo motivado y bien liderado conoce el valor del beneficio y puede optimizarlo mediante la convivencia y el esfuerzo
común.
Es evidente que liderazgo y motivación unidos y llevados a la práctica son una combinación ganadora que garantiza el éxito en todo tipo
de entornos.
Un liderazgo directivo centrado en aportar firmes directrices a los trabajadores bajo una supervisión constante del directivo ante
equipos con escasa motivación y bajas competencias y experiencia.
Un estilo persuasivo, donde también se aportan las pautas de trabajo a los empleados pero también se fomenta la participación de los
mismos, en los casos en los que el grupo presenta capacidades altas, pero mantiene una implicación baja.
Un modelo de management participativo, si se dispone de un equipo de colaboradores que, aunque adolece de las suficientes
habilidades y experiencia, se encuentra motivado, impulsando la participación y el feedback del grupo y cediendo de forma gradual
responsabilidades en los trabajadores.
Un liderazgo delegador en el que los empleados dispongan de plena autonomía y la misión del directivo se concentre en detectar e
impulsar el talento de los empleados, para aquellas situaciones en las que los profesionales están preparados a nivel competencial y
motivacional.
Es un modelo multidireccional que puede ser aprovechado para influir de forma vertical y horizontal a través la organización.
Es aplicable bajo cualquier circunstancia, tanto si se trata de nuevos trabajadores, como experimentados, y dispongan de mayor o
menor implicación.
Permite que los líderes puedan influenciar en el comportamiento de otros de forma efectiva.
Acelera el ritmo y la calidad de desarrollo del empleado.
Maximiza los resultados de los trabajadores.
Crea equipos de trabajo más productivos.
. Flexibilidad. Dado que el estilo de management va a depender de los profesionales con los que colabore, como hemos visto, el líder
situacional modifica su forma de actuar, adaptándola al nivel de madurez y motivación del equipo de trabajo.
. Adaptabilidad. Además de las características propias del grupo de profesionales, este directivo también tiene en cuenta las
circunstancias que rodean a su desempeño conjunto. Por ejemplo, en una situación de crisis, el líder puede optar por aplicar un estilo autoritario
que permita tomar decisiones rápidas.
. Dotes de mando. En los casos en los que los equipos no están preparados, el ejecutivo debe disponer de habilidades directivas
suficientes para transmitir las instrucciones y supervisar el proceso.
. Coaching. Otra de sus capacidades es la de saber orientar y motivar a los equipos de trabajo, para poder reforzar su implicación con el
proyecto.
. Participación. Si la coyuntura lo permite, el liderazgo situacional también requiere del fomento por el directivo del feedback de los
trabajadores, involucrándolos en la toma de decisiones.
. Delegación. Otra de las características del liderazgo situacional es la capacidad para empoderar a los profesionales y dotarles de
autonomía para que puedan desarrollar sus funciones a partir de unos objetivos preestablecidos.
. Integridad. El cambio de estilo de management no puede depender de los intereses particulares del mando, sino que el directivo debe
adoptar uno u otro modelo de forma honesta y coherente con sus valores.
. Coraje. Pasar de un tipo de liderazgo a otro no es fácil, por lo que el liderazgo situacional está rodeado de una alta dosis de valentía que
le permita salir de su zona de confort y elegir el estilo más apropiado en cada momento.
. Visión. Obviamente, para discernir cuál es el modelo de liderazgo más adecuado, el directivo debe poseer una visión clara que le ayude
a identificar el grado de madurez e implicación de la plantilla y las exigencias del momento.
0. Humildad. Tanto si cuenta con un equipo altamente capacitado y motivado, como si no, el líder situacional es consciente de que no
posee la verdad absoluta, por lo que asume sus propias limitaciones, aceptando las perspectivas de los trabajadores, en el primer caso, y
fomentando el desarrollo de los empleados, en el segundo, para que en un futuro estén plenamente capacitados.
¿Te gustaría ser el tipo de líder ideal en cada ocasión? En la Escuela Europea de Management disponemos de diferentes programas
formativos especializados en liderazgo, como el Curso Online de Liderazgo de equipos y desarrollo de colaboradores, perteneciente al
Executive en Liderazgo y Gestión de Personas, impartido por CrossKnowledge y Grupo P&A.
Así pues, vamos a explicar a continuación cómo aprovechar y maximizar las habilidades de comunicación para que que te conviertas en un
buen líder y seas capaz de lograr el éxito en todos los proyectos en los que te embarques junto a tu equipo.
Establecer expectativas
Un buen líder con las habilidades de comunicación bien desarrolladas es capaz de establecer y generar expectativas, hecho que le permite ser
mucho más efectivo en los mensajes. Como es evidente, si tu público tiene interés y necesita la información que le vas a transmitir, aceptará e
interiorizará los conceptos de manera mucho más efectiva.
¿Qué es la creatividad?
Desde la invención de la rueda hasta el último lanzamiento al espacio, la creatividad forma parte de la humanidad como respuesta a la
curiosidad innata de las personas o, en palabras de Sydney Parnes, autor de Creatividad: liberar potencial humano, como “esa capacidad para
encontrar relaciones entre ideas antes no relacionadas, y que se manifiestan en forma de nuevos esquemas, experiencias o productos nuevos”.
Se trata de “cualquier acto, idea o producto que cambia un campo ya existente o que transforma un campo ya existente en uno nuevo”,
según la define Mihalyi Csikszenmihalyi en Creatividad. El fluir y la psicología del descubrimiento y la invención. Ahora bien, como apostilla
Fromm, no es una cualidad de la que estén dotados algunos profesionales específicos, como artistas o creadores, sino que descansa en cualquier
persona, a la espera de ser encendida.
No obstante, el hecho de que la creatividad sea inherente al ser humano no excluye la dificultad que conlleva el proceso creativo, pues como
pone de manifiesto María Teresa Esquivias Serrano en Creatividad: definiciones, antecedentes y aportaciones “implica la capacidad de integrar
los procesos cognitivos menos complicados, hasta los conocidos como superiores para el logro de una idea o pensamiento nuevo”.
Los participantes ponen sobre la mesa posibles opciones, independientemente de su viabilidad, adecuación o trascendencia y sin que
se puedan aducir críticas por los compañeros.
El grupo se divide en diferentes equipos que organizan las diferentes propuestas.
Sobre estas aportaciones, los equipos realizan sugerencias de mejora.
Reunidos de nuevo, los profesionales deciden cuáles son las ideas más acertadas y sus posibilidades de ejecución.
Los seis sombreros para pensar
Otra forma sobre cómo mejorar la creatividad es esta dinámica, plasmada por Edward De Bono y Ofelia Castillo en su libro El pensamiento
creativo. La metodología es sencilla, pero altamente eficaz por su capacidad para reunir diferentes roles y puntos de vista dentro del
equipo, fomentando la libertad para exponer ideas sin juicios de valor. ¿Cómo se lleva a cabo? Los participantes de dividen metafóricamente
bajo diferentes sombreros de colores, ofreciendo una perspectiva concreta del proyecto según cada caso:
El problema radica en que, ante el temor a equivocarnos o salir dañados de una situación, preferimos no hacer nada. Sin embargo, es necesario
errar para encontrar oportunidades de mejora. Como comenta Beatriz Piñas en Miedo al fracaso. Factores psicológicos, cometer errores
no debe despertar nuestras reticencias, pues no es más que un proceso de “ensayo-error” que propicia el aprendizaje. ¿Conoces a alguien que
antes de aprender a hablar no balbuceara?
“Si no fracasas, ¿cómo vas a aprender de tus errores?”, cuestiona el profesor de la Universidad de Harvard Ral Ben-Shahar en su libro La
búsqueda de la felicidad: Por qué no serás feliz hasta que dejes de perseguir la perfección, donde concibe el fracaso como “parte ineludible de
la existencia y una parte muy importante en cualquier vida de éxito”.
Inseguridad: el miedo al fracaso viene vinculado con una baja autoestima y falta de confianza que nos hace pronosticar el devenir de
nuestros actos de forma negativa, al no creer en nuestras capacidades.
Pesimismo: de forma paralela, tendemos a culpabilizarnos de todo, centrándonos en los errores y fallos, en lugar de en los aciertos y
logros.
Indecisión: no conseguimos decidirnos ante varias alternativas y dudamos constantemente sobre cuál es el mejor camino.
Procrastinación: al no saber qué opción elegir, tendemos a posponer la acción de forma continua, esperando a que sean otros o las
mismas circunstancias las que decidan por nosotros.
Perfeccionismo: para justificar esta falta de iniciativa, mostramos una excesiva preocupación por los detalles, revisando que todo es
correcto sin que nunca esté perfecto.
Indiferencia: tratamos de restar valor a esos nuevos retos, para sentirnos menos culpables por no asumirlos.
Preocupación: ante tanta incertidumbre, nos mostramos ansiosos, intranquilos e, incluso, irascibles, denotando una mala tolerancia a
la frustración.
Reconocimiento: necesitamos el apoyo y reconocimiento de los demás, por lo que otorgamos una importancia exagerada a lo que el
resto de nuestro entorno pueda pensar, evitando exponernos a situaciones en las que podamos recibir un feedback negativo.
. Plazos incumplidos. Cuando no consigues realizar a tiempo los encargos, porque nunca consideras que están concluidos, es un claro
indicio de una conducta negativa que denota más inseguridad que excelencia. Por ello, en lugar de buscar esa perfección, que es subjetiva, los
profesionales deben atenerse a unos parámetros objetivos sobre un trabajo bien hecho.
. Menosprecio de los demás. Es habitual que los perfeccionistas argumenten su conducta diciendo que su nivel de exigencia es muy alto,
lo cual da a entender al resto de personas que los suyos no lo son, lo que puede herir a los demás y perjudicar las relaciones.
. Faltas de respeto. Satisfacer a una persona perfeccionista es una ardua tarea, pero si además lleva aparejadas correcciones o
reprimendas en público por parte de esta, la dinámica de grupo se verá afectada.
. Pérdida de innovación. Acercarse a la perfección se consigue mediante repetición y dominio de una materia, por lo que este tipo de
profesionales prefieren mantenerse en su zona de confort y evitar asumir proyectos innovadores que no dominen.
. Bloqueo de nuevas ideas. En este mismo sentido, cuando rechazas buenas ideas solo por el mero hecho de que son nuevas y, como
tales, suponen un riesgo, estás aplicando un perfeccionismo negativo.
. Toma de decisiones lenta. Ser perfeccionista tiene mucho de inseguridad, por lo que si notas que siempre pospones la toma de
decisiones porque la solución no te satisface completamente, debes plantearte un cambio de conducta. Recuerda que, en el ámbito empresarial,
la gestión necesita agilidad para adaptarse a los nuevos escenarios.
. Actitud reactiva. Lo mismo ocurre respecto al comportamiento, donde ser perfeccionista puede llevarte a desarrollar una actitud
reactiva, en lugar de aplicar una respuesta proactiva.
. Aumento de la ansiedad. El hecho de que nada sea lo suficientemente bueno genera mucha frustración, tanto para la propia persona,
como para el resto de colaboradores, lo que incrementará los niveles de ansiedad del equipo.
. Falta de confianza. La autoconfianza se consigue probando cosas nuevas, fracasando y superando los errores, así que si ser
perfeccionista te impide llevar a cabo este proceso nunca conseguirás evolucionar como profesional.
0. Productividad baja. La Ley de Pareto dice que el 20% del esfuerzo genera el 80% de las consecuencias, pero los perfeccionistas
utilizan otro 80% de su tiempo para aumentar ese porcentaje hasta el 100% (su ansiada perfección, según ellos), lo que hace que su trabajo sea
mucho menos eficiente y que la productividad descienda.
No obstante, un punto de perfeccionismo siempre es positivo. ¿Quieres mejorar personalmente? Descubre el Curso Online Desarrolla tus
Habilidades Personales de la Escuela Europea de Management, con el que aprenderás a tomar decisiones alternativas, gestionar el estrés,
desarrollar el pensamiento creativo y potenciar la inteligencia emocional.
Elige profesión: Debes tener clara cuál deseas que sea tu profesión, y orientar tu carrera formativa en esa dirección. No obstante,
piensa que hay empleos cuyo itinerario es relativamente sencillo de vislumbrar, como médico, profesor o abogado. Sin embargo, otros cargos
más novedosos están todavía menos definidos, por lo que la dirección a seguir es mucho menos clara.
Elige estatus: También te tienes que preguntar qué estatus querrás tener dentro de un organigrama empresarial. ¿Te vale con un nivel
medio, que te permita unos ingresos aceptables? ¿Aspiras a ganar mucho dinero y tienes intención de ser un futuro líder? ¿Quieres ser autónomo
y montar tu propia empresa?
Elige tus preferencias: En el mundo laboral al que te enfrentarás, existen todo tipo de empresas. De ti depende decidir en cuál quieres
trabajar. Si te vale con una que pague bien, o prefieres aspirar a un empleo en el que se te estima, cuyos valores concuerden con los tuyos, y que
tu desarrollo personal y profesional sea óptimo, aunque tal vez el sueldo no sea tan alto.
Estas son preguntas a las que debes dar respuesta antes de decantarte por un itinerario profesional concreto. Recuerda que hay un gran número
de profesiones disponibles. Tú tienes que saber cuáles son tus objetivos de desarrollo personal para aplicar tu talento y formación a la
consecución de tus objetivos vitales.
Currículum y formación: Como es lógico, tu currículum es vital a la hora de diseñar tu perfil profesional. Tus estudios, formación,
cursos, carrera, etc., será de gran importancia a la hora de acceder a un puesto de trabajo.
Perfil laboral: También es importante a la hora de crear y analizar un itinerario profesional que conozcas bien tu perfil laboral. Es decir,
¿cómo te gustaría que fuera tu puesto? ¿Con qué tipo de empleo te sientes cómodo? ¿Qué necesitas mejorar y potenciar en tu currículum para
aspirar a un empleo en concreto?
Descubre tus habilidades: Una vez te has hecho las preguntas indicadas relacionadas con tu desarrollo personal y profesional, es hora
de que pongas en práctica tus habilidades para saber cuáles potenciar y aquellas que necesitas mejorar. En este orden de cosas tienes que saber si
eres bueno trabajando en equipo, tomando decisiones, solucionando problemas, manejando herramientas, haciendo labores como autónomo,
motivando a un equipo de trabajo, y otras muchas que has de conocer para crear un itinerario profesional adecuado a tu persona. Y además,
aquellas cosas que haces muy bien desde siempre y en lo que has destacado.
Es muy importante que, llegado a este punto, seas muy sincero contigo mismo. Obsérvate bien y descubre tus fortalezas y debilidades para saber
dónde encajarás mejor. Es un proceso necesario para desarrollar todo tu potencial y encontrar el lugar en el que serás más feliz desarrollando tus
habilidades.
En este sentido, es importante que hagas un análisis e investigación profundo del mercado laboral. Descubre cuál es el puesto que
deseas ocupar, y estudia bien todos los pormenores, como el desempeño de roles, habilidades y competencias necesarias. Debes conocer el
panorama perfectamente.
Y así llega el momento en que has de convertirte en el candidato perfecto para ese puesto de trabajo con el que sueñas. Para ello,
descubre todas las competencias que necesitas desarrollar y ponte manos a la obra. Ya sea en el terreno profesional, bien en el formativo, o en
ambos paralelamente, debes transformarte en el perfil ideal para el desarrollo del trabajo.
Camino formativo: Como es evidente, la formación es vital en todo itinerario profesional. Sentar las bases del conocimiento para el
desarrollo de nuevas capacidades y habilidades, además de obtener el prestigio de un título, es un elemento vital que ayuda en el desarrollo del
individuo.
Camino de la experiencia: Por supuesto, la experiencia es un punto a favor de todo profesional que aspire a un cargo o puesto de
trabajo en concreto. Además, es una forma excelente de desarrollar habilidades y competencias que ayudarán en el desempeño futuro.
En definitiva, tuyo es el camino que decidas para analizar tu itinerario profesional y llevar tus objetivos a buen puerto. Para dilucidar tu rumbo
concreto, has de pensar en ciertos detalles finales:
¿Estás satisfecho con tu empleo? ¿Te sientes motivado por lo que realizas? ¿Te levantas cada mañana con ganas de afrontar un nuevo día en el
trabajo? El bienestar laboral, sentirse comprometido con la empresa y creer en la misión que se realiza es clave para el éxito de la
carrera profesional. Si no es tu caso, es momento de reinventarse.
¿Por qué es necesario reinventarse?
Según la VI Encuesta Europea sobre las Condiciones de Trabajo 2015 de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de
Trabajo, uno de cada tres trabajadores españoles no se siente comprometido con su actual trabajo, lo que influye tanto en los resultados de
la compañía como en su propia satisfacción personal.
Es más, más de la mitad de los profesionales, tanto empleados como directivos, consideran que sus empleos no les motiva, según el
Barómetro anual de Cegos Clima estrés y calidad de vida en el trabajo de 2015, y solo el 25% considera que goza de un alto bienestar en su
trabajo, según el último informe Cigna 360 Wellbeing Score. Spain Report.
Sin embargo, son numerosas las investigaciones que ponen de relieve el alto impacto de la satisfacción laboral y la productividad. Por
ejemplo, un informe de la Universidad de Warwick encontró que los trabajadores felices son un 12% más productivos, mientras que otro estudio
de Gallup reveló que los empleados desmotivados se ausentan un 37% más y comenten un 60% más de errores que los que sí están
comprometidos.
¿Cuándo reinventarse?
¿Cómo podemos saber si ha llegado el momento de afrontar nuevos retos? Según un artículo de Peter Lane Taylor para la revista Forbes,
hay cinco señales que nos advierten de que ha llegado la hora de pasar página y reinventarse:
Pasar demasiado tiempo laboral en internet. Navegar por la red o consultar las redes sociales con frecuencia durante la jornada de
trabajo es un claro indicio –salvo que sea por cuestiones profesionales- de que las funciones del empleo no son suficientemente atractivas como
para captar tu atención. La misma pauta puede aplicarse a cualquier otro modo de perder el tiempo en el trabajo.
Pensar en el trabajo ideal. Si te descubres imaginando cómo sería tu carrera profesional soñada, en lugar de pensar en cómo puedes
mejorar y prosperar tu actual puesto, quizá debas darle un giro a tu vida laboral.
Retomas viejos y malos hábitos. La falta de motivación en el trabajo se refleja también en la vida personal. Así, es muy habitual que
si no estás satisfecho con tu actual situación caigas en malos hábitos generados por la desidia acumulada durante la jornada, como dejar de ir al
gimnasio o retrasar quehaceres diarios, por ejemplo.
Sentir desapego profesional. Cuando el trabajo no te llena es más fácil estar distraído y olvidar obligaciones. Faltar a una cita con un
proveedor, no responder los emails o hacerlo con desgana, sentir un mayor malestar respecto a los compañeros o los superiores… son una
expresión de la necesidad de reinventarse.
Perder el rumbo. ¿Qué quieres hacer con tu vida profesional? Si hace unos años soñabas con ser directivo de una empresa tecnológica
o director financiero de una entidad bursátil pero ahora has perdido de vista tu objetivo final, replantéate darte un periodo para ordenar las ideas
y volver a empezar.
¿Cómo reinventarse?
¿Te has sentido identificado con los cinco puntos anteriores? Entonces, sigue el siguiente decálogo para redirigir tu carrera
profesional hacia tus objetivos reales:
. Determina tu verdadera vocación. Siéntate, reflexiona y analiza qué te gustaría hacer con tu tiempo. No hay por qué hacer un
cambio espectacular para reinventarse. Por ejemplo, quizá cambiando tu situación laboral de empleado a freelance conseguirás sentirte
realizado.
. Evalúa tus fortalezas y debilidades. Se trata de realizar un autoanálisis para conocer los puntos y fuertes de cara a la puesta en marcha
del plan ideado.
. Capacítate. No importa si aún te faltan actitudes o aptitudes para conseguir tu trabajo soñado; fórmate, amplía tus capacidades y cubre
tus áreas de mejora para poder alcanzar tu vocación.
. Busca las oportunidades. El empleo soñado no va a ir a tocar a tu puerta. Analiza el mercado, profundiza en las nuevas tendencias y
nichos y ve a ocupar tu espacio.
. Profundiza en el sector. Si estás interesado en un área de negocio, conviértete en todo un experto sobre la misma.
. Comienza con pequeñas tomas de contacto. Reinventarse no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Realiza inmersiones
puntuales para conocer el sector y, después, intensifica esta actividad.
. Deshazte del lastre. Si tu actual trabajo o tu lugar de residencia, por ejemplo, te impide iniciar el proceso de reciclaje deshazte de ellos.
Aunque el cambio no tiene que ser drástico, en algún momento tendrás que despedirte de ciertas partes de tu vida anterior.
. Amplía tu red profesional. Si quieres empezar una nueva carrera profesional vas a necesitar todos los apoyos y alianzas posibles para
que sirvan como trampolín.
. Pide ayuda. No estás solo: busca apoyo de tus familiares y amigos, asesoramiento de otros profesionales o inspiración en grandes
directivos que consiguieron reinventarse.
0. Vence al miedo. Avanzar por un camino inexplorado genera dudas a todo el mundo. Mantente fiel a tu propósito y, al final, lo lograrás.
Recuerda que, como dijo Albert Einstein, “solo los que intentan lo absurdo puede lograr lo imposible”.
Para el psiquiatra y neurólogo austriaco Viktor E. Frankl, creador del término proactividad –desarrollado en su libro El hombre que busca
sentido–, este concepto se traduce como “la libertad para elegir nuestra actitud frente a las circunstancias que nos ofrece nuestra propia
vida; siempre podemos elegir cómo actuar”.
Por su parte, Stephen Covey, para quien esta cualidad es una de las características de las personas altamente efectivas, la iniciativa en el
trabajo representa la capacidad de liderar la propia vida, pues otorga la capacidad de decidir cómo reaccionar ante los estímulos y centrar los
esfuerzos en aquellos aspectos relevantes.
No solo eso; según Thomas Bateman y J. Michael Crant, en The proactive component of organizational behavior, la proactividad supone
anticiparse al cambio, no solo gestionarlo, gracias a altas dosis de flexibilidad y adaptabilidad a los nuevos escenarios. En el mismo sentido,
Ralf Schwarzer considera que el comportamiento proactivo permite anticipar o detectar estresores potenciales y actuar para prevenirlos.
¿Para qué sirve ser proactivo?
Son múltiples las investigaciones que desvelan la relación entre proactividad y éxito profesional. Como apunta la coach María Pallés en su
artículo Proactividad y éxito profesional, “el comportamiento proactivo es un factor determinante para competir y sobrevivir en un entorno
tan cambiante y competitivocomo el actual”. Por eso no es de extrañar que esta cualidad sea una de las competencias más demandadas por las
empresas en los procesos de selección.
En concreto, la iniciativa en el trabajo lleva aparejados los siguientes beneficios para la organización y el profesional:
Innovación. Los estudios llevados a cabo por Scott E. Seibert y J. Michael Crant, como Proactive Personality and Career
Success, ponen de manifiesto que la iniciativa en el trabajo impulsa capacidad innovadora.
Liderazgo. Por su parte, en el trabajo Charismatic leadership viewed from above: the impact of proactive personality, Crant y
Bateman evidencian que los líderes proactivos son valorados por los trabajadores como un 39% más carismáticos, lo que desemboca en un clima
laboral más positivo, sólido y cohesionado.
Efectividad. Otra consecuencia de tener iniciativa es la mayor efectividad. Concretamente, según el estudio The proactive personality
scale and objetive job performance among real estate agents, realizado por Crant, los profesionales del sector inmobiliario con proactividad
resultaron ser un 8% más efectivos que sus compañeros.
Productividad. Bradley L. Kirkman y Benson Rosen ponen de manifiesto cómo la proactividad en los equipos de trabajo eleva los
índice de compromiso, productividad, mejor experiencia cliente y obtención de resultados en su investigación Beyond Self-Management:
Antecedents and Consequences of Team Empowerment.
Satisfacción laboral. A nivel personal, ser proactivo también reporta mayor satisfacción laboral, según el citado informe Proactive
Personality and Career Success.
Éxito profesional. Del mismo modo, la iniciativa en el trabajo genera la retribución con un salario de 8.000 dólares por encima del de
otros profesionales, según este último estudio.
Definir qué resultados queremos conseguir en el futuro próximo. Son el resto de personas, y no nosotros, los que determinan el
éxito o fracaso de nuestro liderazgo personal. Por tanto, a la hora de concretarlo, debemos preguntarnos cuáles son los objetivos que queremos
lograr respecto a los diferentes grupos de interés y cómo cubrir sus diferentes expectativas respecto a nuestro liderazgo personal, es decir, el
impacto que deseamos causar en clientes, inversores, empleados u organización. Por ejemplo, no podemos construir el mismo liderazgo
personal si somos responsables del área de Atención al Cliente (donde tendrá más peso la relación con los consumidores), que si ocupamos el
cargo de director financiero o CEO de la compañía (más vinculado a la organización o los inversores).
Cuestionar por lo que queremos ser conocidos. ¿Cuáles son las características o competencias principales que requiere el puesto?
En función del cargo que desempeñemos vamos a necesitar diferentes habilidades y competencias, por lo que el segundo paso para diseñar
nuestra marca de liderazgo personal es identificar esas cualidades y trabajar para su desarrollo.
Construir nuestra identidad. Se trata, según los autores del libro, de jugar con las características antes mencionadas, para realizar
frases más complejas que nos permitan profundizar en el ADN de nuestro liderazgo personal. Así, si hemos seleccionado entre nuestras
cualidades principales ser comunicativo, honesto, colaborativo y orientado a resultados podemos ahondar en nuestro estilo como líderes a partir
de una colaboración honesta y una comunicación orientada a resultados, lo que difiere de si optamos por, por ejemplo, un trabajo colaborativo
orientado a resultados y una comunicación honesta. Se trata de ver las distintas opciones disponibles y examinar cuál de las combinaciones se
adapta mejor a nuestra posición.
Probar la marca de liderazgo personal. Una vez que hemos definido por qué queremos ser conocidos y qué resultados vamos a
conseguir con nuestro liderazgo personal, debemos preguntarnos tres cuestiones para afinar la marca:
¿Es el estilo que mejor representa lo que soy y lo que puedo hacer?
¿Consigo a través de mi definición personal de liderazgo crear valor para los grupos de interés?
¿Qué riesgos y oportunidades genero con esta marca?
Aplicar el liderazgo personal. Los ejercicios anteriores para definir el liderazgo personal no pueden quedarse solo en eso, sino que
debemos plasmarlos en el trabajo diario y pedir a los compañeros que valoren nuestro desempeño para comprobar que la teoría y la práctica
coinciden. Por ejemplo, si hemos llegado a la conclusión de que queremos actuar bajo una comunicación honesta, tendremos que comportarnos
como tal en nuestra relación con el resto de colaboradores.
Desde la Escuela Europea de Management, te ayudamos a construir tu propia identidad a través del Curso Online de Executive en
Liderazgo y Gestión de Personas, una completa formación con la que conseguirás mejorar tu eficacia profesional y tus habilidades
interpersonales.
Tipos de procrastinadores
No son pocos los individuos que necesitan combatir la procrastinación. Según el estudio de Ferrari, esta ineficiente gestión del tiempo afecta al
60% de la población de manera leve a moderada y a un 25% de manera discapacitante. Además, la procrastinación es aún más palpable
en el colectivo universitario, donde está presente de forma moderada en el 95% de los estudiantes y se convierte en sistemática en uno de cada
dos jóvenes. De ahí que esta conducta evasiva también sea conocida como el síndrome del estudiante.
Ahora bien, según la doctora Sapadyn, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, existen diferentes tipos de procrastinadores, según la
causa que les lleve a demorar sus objetivos:
Perfeccionistas:Al buscar que el resultado final sea perfecto, el miedo a no ser capaces de alcanzar este nivel de calidad les lleva a
‘congelar’ el proyecto.
Soñadores:Estos procrastinadores confían excesivamente en que las cosas van a ir bien por sí mismas y se solucionarán al final, sin
hacer nada para acercarse a este objetivo. Sufren del llamado “pensamiento mágico”.
Generadores de crisis:Son aquellos que se autoconvencen de que les gusta trabajar bajo presión, dejando siempre sus tareas
principales hasta el último momento, no sin sufrir serios problemas en las entregas.
Atormentados:Son presas de sus miedos e inseguridades, que les impiden realizar cualquier tarea atemorizados por un hipotético
desenlace catastrófico.
Desafiantes:La necesidad de combatir la procrastinación de este grupo proviene de su actitud provocadora, que implica una intensa
crítica y rechazo de las tareas que les asignan, en un intento por hacerse con el control de la situación.
Sobrecargados:También vemos la procrastinación en aquellos sujetos incapaces de decir que no a nada, personas que acaban
asumiendo más responsabilidades de las que pueden gestionar de forma eficiente, quedando bloqueados por la carga de trabajo.
. Identifica el comportamiento evasivo. El primer paso es autoanalizar tu actitud preguntándote cuáles son las excusas que te están
llevando a demorar la actividad. Aprende a detectarlo. Descubre que te dices a ti mismo para mantener esta conducta.
. Cambia tu mentalidad. En cuanto te descubras pensando en qué hacer para no afrontar un determinado proyecto, modifica tu lenguaje
interno del “después lo hago” al “no, primero me pongo con la tarea prioritaria y ya miraré luego el correo”.
. Establece un plan de acción que sea viable. Fija metas realistas y convéncete de que son inaplazables. Recuerda, eso de que trabajas
mejor bajo presión no es más que una trampa mental para procrastinar. Para ayudarte a cumplir los plazos debes ser organizado y disciplinado y
sirve de ayuda establecer premios: por ejemplo, si consigues estudiar el temario previsto antes del sábado, podrás dedicar el fin de semana a salir
con los amigos, sin remordimientos.
. Gestiona tu energía para aprovechar tu tiempo de forma realista. Localiza los momentos del día en los que eres más productivo y
asigna las tareas prioritarias a ese momento. Si le dedicas 5 minutos diarios para planificar el trabajo, comprobarás como al final te concentras en
él y avanzas mucho más de lo esperado.
. Más vale terminado que perfecto. La Ley de Parkinson establece que todo el trabajo se dilata indefinidamente hasta consumir todo el
tiempo disponible para su realización, podemos dedicar una eternidad a un proyecto y nunca estará perfecto. Por ello, céntrate primer en
finalizar tus tareas y perfecciónalas solo si sobra tiempo. Es mejor tener tres trabajos casi finalizados, que uno perfecto y dos sin empezar.
. Segmenta el proyecto. Está demostrado que somos más eficaces cuando deshacemos un trabajo en distintas partes o fases. Acometer
las tareas de una a una y en pequeñas partes, nos permite combatir la procrastinación y evitar sentirnos abrumados y bloqueados.
. Bloquea los distractores. Móviles, ordenador, llamadas, reuniones… Procura conseguir que un periodo de tiempo del día esté libre de
interrupciones que te desconcentren sobre la misión. En el caso de los distractores tecnológicos, puedes usar aplicaciones que bloquean las
alertas y avisos.
¿Tienes próximamente una entrevista de trabajo? Seguro que has estado repasando la información sobre la empresa a la que deseas incorporarte,
recordando los datos más importantes de tu currículo y practicando las posibles preguntas que puede formularte el entrevistador. Pero, ¿has
trabajado también tu lenguaje corporal para afrontar este proceso de selección?
Según la investigación Decoding of Inconsistent Communications. In: Journal of Personality and Social Psychology, desarrollada por Albert
Mehrabian y Morton Wiener, el lenguaje corporal representa el 55% de la información que transmites. Es decir, más de la mitad de la
percepción que va a crearse el reclutador sobre ti emana de tus gestos, movimientos y postura.
De ahí que, aunque dispongas de una extraordinaria trayectoria profesional y unos argumentos sólidos para ser el candidato perfecto,
puedas ser rechazado en el proceso de selección por lo que dices a través de la comunicación kinésica. “¿Sabes cuánto podemos llegar a
saber de una persona simplemente observando la manera en que se sienta?”, enfatiza la consultora de Recursos Humanos Hays en el
artículo Lenguaje corporal para una entrevista de trabajo de éxito.
¿Qué puedes hacer para que tu cuerpo sea tu aliado en el proceso de selección? Estos son algunos consejos prácticos:
. Muéstrate calmado. El análisis de los aspirantes comienza desde el mismo momento en el que el profesional accede a las instalaciones
de la compañía. No olvides que es posible que los responsables de Recursos Humanos o, incluso el personal de recepción, estén evaluando cómo
te comportas desde que cruzas la puerta, aunque no seas consciente de ello. Por este motivo, mientras aguardas tu turno para entrar, procura
reflejar tranquilidad y confianza. Una ligera sonrisa y una posición erguida ayudan a ofrecer esta imagen. Trata también de no mirar el móvil, ya
que la espalda se encorva y ofrece una sensación de debilidad o desinterés. Si quieres distraerte durante la espera, puedes leer el periódico; el
cuerpo se expande en una postura de empoderamiento.
. Ofrece un firme apretón de manos. En el lenguaje corporal, el saludo inicial es como una carta de presentación con la que transmites
al reclutador mucha información y puede determinar cómo va a continuar la entrevista. ¿Cómo se da la mano correctamente? Este acto se basa
en tres claves: apretón firme, sin alargarlo excesivamente; mirada directa a la otra persona, sin resultar amenazante; y sonrisa de empatía. Un
truco: acompaña el gesto con un saludo verbal en el que incluyas el nombre de tu interlocutor, del tipo “Un placer conocerle, Fulanito” o
“Encantado/a de saludarle, Menganito”. Al decir su nombre, aportas un estímulo positivo a ese primer contacto, favoreciendo una entrevista
exitosa.
. Adopta una postura adecuada. ¿Cómo sentarse durante la entrevista? El objetivo es proyectar una mezcla de seguridad, interés y
afabilidad. Para ello, siéntate recto y relajado y sitúa los brazos en los reposabrazos de la silla, sobre tus piernas o sobre el borde de la mesa,
empleando las manos para enfatizar tus palabras, sin caer en la exageración. Eso sí, no los cruces, porque puedes parecer enfadado o inseguro.
También puedes inclinarte un poco sobre la mesa para denotar interés por el interlocutor.
. Vigila tu mirada. Dice la sabiduría popular que los ojos son el reflejo del alma. ¿Qué evidencia entonces una mirada esquiva, que se
dirige al suelo o que es demasiado persistente? Generará desconfianza, sensación de inseguridad o exceso de soberbia, respectivamente. La
forma adecuada de mirar al entrevistador es manteniendo el contacto visual, pero sin llegar a intimidarlo.
. Muestra tu mejor sonrisa. Sí, solo la mejor, porque la sonrisa no solo muestra alegría y positivismo, sino que puede contener hasta 18
emociones distintas, según recoge Paul Ekman en su obra Emotion in the human Faces. Reírse demasiado puede asociarse con falta de seriedad,
mientras que una sonrisa de medio lado puede dar la impresión de arrogancia o ironía. De hecho, según este autor existen 7 emociones
principales que puedes manifestar con tu cara. La más correcta es la de felicidad, donde tus pómulos y labios aparecen ligeramente elevados y se
pueden apreciar pequeñas arrugas en los laterales exteriores de los ojos.
. Controla tus tics nerviosos. Lógicamente, enfrentarse a un proceso de selección genera cierto grado de estrés, pero es conveniente que
trates de gestionar tus emociones en la entrevista laboral, evitando tics como tocarte el pelo o la cara continuamente, jugar con los anillos o el
bolígrafo, mover las piernas…
. Imita al reclutador. No se trata de que ‘juegues’ a los mimos con él, pero adoptar posturas similares a las del interlocutor te ayudará a
empatizar con él. Por ejemplo, si el entrevistador gira su cabeza, pone las manos sobre la mesa o cambia su posición en la silla, imítalo al cabo
de unos segundos de forma sutil. “De manera inconsciente, esto le envía el mensaje de que sois personas un poco más cercanas”, explica la
doctora Carol Goman, autora de The Silent Language of Leaders.
Si quieres mejorar el lenguaje corporal, así como el resto de habilidades de comunicación, en el Curso Online Executive en Desarrollo
Personal de la Escuela Europea de Management, te facilitamos los conocimientos y herramientas para potenciar tu eficacia personal y
profesional.
Eres lo que piensas: rompe las barreras mentales que te
limitan
27 Jul 2017 | Desarrollo Personal
“La actitud lo es todo”, sostiene David Stoop en su libro You Are What You Think (Eres lo que piensas). “Vemos personas que tienen las
mejores intenciones y su motivación es espiritual y moralmente correcta pero no tiene éxito porque su actitud es negativa y autodestructiva”,
señala el autor.
Seguro que se te viene a la cabeza algún caso que ejemplifique esta situación, como un compañero que, a pesar de su trabajo duro y sus
capacidades, no consigue prosperar dentro de la empresa o ese amigo que tiene una gran idea de negocio pero se niega a abandonar su puesto fijo
para llevarla a cabo.
Ante el miedo, actúa. Todo el mundo sufre temores ante nuevos retos o desafíos: un ascenso, un nuevo trabajo, abandonar una
empresa, reinventarse profesionalmente… La diferencia entre los profesionales exitosos y lo que no lo son es que los primeros trabajan su
autoconfianza y actúan a pesar del mismo. Citando a Nelson Mandela, “El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que
conquista ese miedo”. Por tanto, eres lo que piensas cuando, a pesar de los temores, continúas tu camino.
Ante el ‘status quo’, disrupción. La sociedad actual nos encadena al conformismo, a aceptar nuestra situación como buena a pesar de
que no nos satisfaga completamente. Esto se puede ver en cualquier ámbito de la vida, desde parejas infelices que mantienen su relación porque
no creen poder encontrar algo mejor –donde estar solo también es una opción.- o trabajadores insatisfechos que se consuelan con que tienen un
sueldo con el que vivir. Pero, ¿realmente tiene que ser así? En este sentido, la terapeuta aboga por no autoimponernos un techo de cristal a
nuestras propias metas y adoptar decisiones que realmente se correspondan con nuestros deseos y aspiraciones.
Ante las decisiones, reflexiones. Otra de las lacras que nos limita en la sociedad actual es la idea de que, una vez que adoptamos una
decisión, debemos mantenernos fieles a la misma en cualquier situación. Como dijo Jean de la Fontaine, “la vergüenza de confesar el primer
error, hace cometer muchos otros”. Eres lo que piensas, pero esto no quiere decir que no puedas modificar tu forma de ver las cosas: quizá
aceptaste un trabajo porque inicialmente te resultó atractivo y ahora ya no te hace sentir realizado. ¿Realmente no puedes redirigir tu vida? El
hecho de no cometer errores está sobrevalorado y lo que verdaderamente denota valentía y poder mental es tener el coraje de hacer cambios.
Como apunta Christophe André en The Psychology of the Fear, se trata de un miedo social ante una inminente actuación frente a un grupo
de personas, que va acompañado por una serie de síntomas.
Fisiológicas:
Respiración acelerada.
Exceso de sudoración.
Urgencia urinaria.
Problemas estomacales.
Cefaleas.
Sequedad en la boca.
Rubor facial.
Dilatación de las pupilas.
Cerramiento de la laringe.
Escalofríos y temblores.
Náuseas.
Cognitivas:
Congestión y confusión mental.
Fallos memoriales.
Falta de concentración.
Derrotismo.
Temor al fracaso, al rechazo o al ridículo.
Hiperatención.
Exageración de los fallos personales.
Exceso de autoexigencia.
Conductuales:
Torpeza en los movimientos.
Disminución del volumen de la voz.
Excesiva rapidez en el habla.
Tartamudeo.
Quedarse en blanco.
Intenso deseo de evitación de la acción.
Técnicas cognitivas. En este grupo de metodologías, basadas en la psicoeducación, el objetivo es que la persona que sufre miedo
escénico cambie su mentalidad y sea consciente de que esa ansiedad es generada por él mismo a partir de la reiteración y magnificación de los
pensamientos negativos sobre el reto de hablar en público. Mediante esta técnica, puedes conseguir una reestructuración cognitiva que te haga
ver la situación con perspectiva y te facilite las herramientas para que, en caso de cometer algún error, seas capaz de subsanarlo rápidamente,
como preparar bien el tema, someterse a imprevistos simulados, ensayar ante personas con las que tengas más confianza o apoyarte en soportes
informáticos.
Técnicas conductuales. En este caso, se trata de entrenar las habilidades sociales y comunicativas a través de simulaciones y
exposiciones en vivo, que te ayuden a mejorar tu capacidad para hablar en público, aumentando paulatinamente tu autoconfianza y erradicando
el miedo escénico al ganar seguridad y comprobar que los catastróficos escenarios que te has imaginado no son tales.
Técnicas de meditación. Mediante una metodología basada en el mindfulness y la meditación, también puedes conseguir controlar el
miedo escénico, gracias a un mayor control de la respiración y gestión emocional, aminorando los síntomas físicos que produce la tensión
generada por la idea de hablar en público, lo que a su vez calma los temores cognitivos y genera una espiral positiva de superación.
Si deseas acabar con el miedo escénico, en la Escuela Europea de Management ponemos a tu disposición del Curso Online Executive en
Desarrollo Personal, un amplio programa formativo para desarrollar tus soft skills que centra parte del temario en el control del estrés y la
capacidad para hablar bien en público.
Así, del mismo modo que nos formamos para adquirir nuevas competencias laborales o vamos al gimnasio para mantener un físico
saludable, nuestra memoria también se puede potenciar. ¿Quieres saber cómo?
Símbolos orales.
Símbolos visuales.
Imágenes fijas, radio o grabaciones.
Películas.
Televisión educativa.
Exposiciones.
Visitas y excursiones.
Demostraciones.
Dramatizaciones.
Experiencia simulada.
Experiencia directa.
. Practica. La mejor forma de asimilar cualquier nuevo conocimiento es ponerla en práctica. Por ejemplo, en lugar de solo leer el nuevo
manual de usuario de un programa informático, ve probando las funcionalidades en el ordenador, o busca una persona con la que hablar en ese
idioma que estás aprendiendo.
. Conviértete en el maestro. Si tienes la posibilidad, trata de explicar la materia a una tercera persona (un familiar, un amigo, un
compañero…) o, incluso, a ti mismo, como si estuvieras dando una clase. Además, esta metodología también te ayudará a mejorar tu capacidad
de hablar en público.
. Visualiza la información. Otra de las técnicas nemotécnicas más útiles es asociar los datos con recreaciones mentales, palabras
similares o experiencias propias. Por ejemplo, si tienes que aprenderte el nuevo protocolo de actuación, imagínate realizando los diferentes
pasos.
. Crea acrónimos y acrósticos. ¿Tienes que memorizar una lista de elementos o nombres? Utilizando acrónimos (formando una palabra
con las iniciales de otras, como análisis DAFO: debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) o acrósticos (crear frases de forma que
leyendo la primera letra de cada renglón o cada palabra se obtenga una palabra (como “HeNegado A Cristo, Sere Refundido”, para los gases
nobles Helio, Neón, Argón, Criptón, Xenón y Radón).
. Grábate. Igual que esa canción del verano que no soportabas las primeras veces que la emitían en la radio y que ahora puedes tararear
de principio a fin, recoger lo que quieras memorizar en un audio y reproducirlo constantemente es otra forma sobre cómo memorizar rápido y,
además, mientras realizas otras actividades.
. Escribe a mano. Plasmar en un folio los datos que deseas almacenar es mucho más efectivo que hacerlo en un ordenador. Ahora bien,
no es una técnica recomendable para grandes cantidades de información, sino pequeños datos (un teléfono, una fórmula…), ya que reescribir un
contenido muy extenso te hará perder mucho tiempo.
. Apóyate en esquemas e infografías. Los símbolos e imágenes permiten memorizar más rápido que un texto escrito. Así, si haces
esquemas visuales sobre el contenido que necesitas retener, te resultará más sencillo recordarlo.
. Repite en voz alta. Seguro que para aprenderte el temario del próximo examen lo lees mentalmente una y otra vez, pero si además lo
haces en voz alta, será más fácil que lo memorices ya que la información te llegará por dos canales: el visual y el auditivo. De hecho, para no
olvidar el nombre de una persona que te acaban de presentar, es aconsejable repetirlo varias veces nada más conocerlo: “Hola, X, encantado”.
“¿De qué conoces a mi compañero, X?”, “Bueno, ha sido un placer hablar contigo, X”.
. Expón el contenido sin soporte visual. Una cosa es leer en voz alta lo que tienes escrito y otra tratar de reproducirlo fielmente sin el
apoyo visual. Repitiendo el contenido sin ayuda del papel contribuirá a que fijes con mayor solidez la información en el cerebro.
0. Date un respiro. El cerebro se fatiga y, de hecho, la concentración desciende a partir de los 20 minutos, por lo que es importante que
realices pequeños descansos cada 20 o 25 minutos y reserves tiempo para desconectar de tus obligaciones.
Si quieres potenciar la memoria, así como otras capacidades, en la Escuela Europea de Management hemos puesto en marcha el curso
online Desarrolla tus habilidades personales, en colaboración con CrossKnowledge y Grupo P&A, donde los mejores expertos
internacionales en gestión, liderazgo, Recursos Humanos y management te ayudarán a mejorar en el plano profesional y personal.
A partir de esta herramienta, Tony Buzan, autor de Use Your Head, desarrolla los mapas mentales, entendidos como “diagramas que se
construyen de manera personal empleando colores, lógica, ritmo visual, imágenes, números y palabras clave para unir ideas entre sí y
relacionar conceptos, estableciendo ritmos dinámicos de lectura no lineal”, según el concepto recogido en El ABC de los mapas mentales para
niños. Una manera muy divertida de aprender, de Víctor Luis Cervantes. “Es una poderosa técnica gráfica que aprovecha toda la gama de
capacidades corticales y pone en marcha el auténtico potencial del cerebro”, asegura Buzan.
Se trata, como explica Luz Mª Ibarra en Mapeando con Luz, de organizar la información de manera creativa a través de palabras, dibujos
y símbolos, asociando y generando ideas, lo que posibilita un “aprendizaje acelerante” gracias a la asociación de conceptos.
A diferencia de los mapas conceptuales, que se centran en representar las relaciones existentes entre conceptos para formar proposiciones
agrupadas en unidades semánticas con protagonismo del contenido verbal, en los mapas mentales se incluyen elementos gráficos de todo
tipo y se focalizan en un concepto central del que salen ideas secundarias vinculadas.
Organización: la estructura de los diagramas se asemeja al movimiento de un reloj; en el centro de la esfera estaría el tema central,
mientras que el resto de conceptos secundarios se van incorporando alrededor de este, empezando por las 12 en punto hasta dar la vuelta
completa.
Jerarquía: además de esta secuencia, el contenido de mapas mentales también está jerarquizado, apareciendo ideas principales,
secundarias y subramas que vayas desglosando el concepto.
Asociación: todos los elementos que aparecen en la representación gráfica deben estar relacionados entre sí de alguna manera.
Evocación: a diferencia de los conceptuales, en los mapas mentales se emplea gran cantidad de color y recursos gráficos para resaltar
los puntos clave de la temática y ayudar a la evocación de la información no representada.
Consistencia: para darle coherencia al contenido, es recomendable que todas las subcategorías de una rama principal muestren una
misma estética (un mismo color, por ejemplo).
Escritura: generalmente se utiliza una palabra por línea, empleando las mayúsculas para que sea más legible.
Memorización de información. Al comprimir de forma organizada y en una sola imagen contenidos que, desarrollados, ocuparían
muchas páginas, facilitan la retención de ideas.
Facilitación de la comprensión sobre un tema complejo. Gracias a los mapas mentales, se puede comprender mejor un concepto
difícil. Por ejemplo, en lugar de un completo manual con cientos de páginas sobre un proceso empresarial, los trabajadores pueden comprender
mejor los pasos a través de estos diagramas.
Como resúmenes que son, también sirven para presentar proyectos laborales en una reunión de trabajo, por ejemplo.
Comparación de conceptos. Otro de los usos de los mapas mentales consiste en la relación de ideas y conceptos, en busca de
semejanzas y diferencias.
Gracias a su representación gráfica, aumentan las probabilidades de asociación e integración creativasy permiten al cerebro seguirle la
pista a ideas que, por lo general, permanecen en la oscuridad.
Planificación estratégica. Como señala Buzan en su libro Mapas mentales para la empresa, la naturaleza flexible y envolvente de los
mapas mentales fortalece y añade valor en la planificación por escenarios, análisis PEST y análisis DAFO.
GoConqr. Entre sus muchas funcionalidades centradas en el aprendizaje, esta plataforma permite generar, tanto en el móvil como en el
ordenador, mapas mentales con diferentes plantillas temáticas sobre las que se pueden añadir recursos gráficos (enlaces, notas, imágenes…). Es
una herramienta gratuita, aunque cuenta también con versión de pago.
Mindomo. Se trata de un software –tanto para móvil como escritorio- especialmente diseñado para crear mapas mentales a través de
plantillas. Además, los diagramas se pueden ir construyendo de forma colaborativa entre varios usuarios, son convertibles en presentaciones de
vídeo y compatibles con plataformas como Moodle, Canvas, Google Drive y Office365.
Mindmanager. Dirigido al sector empresarial, esta aplicación integra un completo gestor y creador de mapas mentales, que se pueden
sincronizar en la nube. Tiene opción de idioma español y, aunque es de pago, cuenta con una versión de prueba gratuita.
Ejercicio físico. Según el estudio Healthy Lifestyles Reduce the Incidence of Chronic Diseases and Dementia: Evidence from the Caerphilly Cohort,
el ejercicio regular reduce el riesgo de demencia en un 60%. El deporte favorece la generación de nuevas neuronas al tiempo que permite reducir el estrés y
‘limpiar’ las células existentes, lo que desemboca en una mayor velocidad mental.
Buena alimentación. Como señala Braidot, los hábitos alimenticios que aumentan el riesgo cardiovascular están relacionados con la pérdida de
volumen cerebral. Por tanto, seguir una dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados potencia la creación de nuevas neuronas.
Ejercicio mental. El cerebro actúa como un músculo más, por lo que ejercitarlo a través de actividades como la lectura, la música, el aprendizaje de
idiomas o, simplemente, las relaciones sociales, contribuye a que consigamos un máximo rendimiento.
Meditación. La práctica de meditación tiene un impacto positivo en la densidad cerebral, según la investigación Mindfulness practice leads to
increases in regional brain gray matter density. Como decíamos antes, reducir el estrés facilita la interconexión neuronal, por lo que dedicar unos minutos al día
Descanso. Si estuviéramos horas corriendo sin interrupción, nuestro cuerpo finalmente desfallecería; lo mismo le ocurre al cerebro: necesita descanso
Actitud. El estado emocional también es clave para mejorar la agilidad mental. Como señala el autor, “la actitud y el estilo de vida son factores
Entrenamiento. Si a estos hábitos le sumamos un entrenamiento neurocognitivo enfocado hacia la mejora de la velocidad de respuesta mental los
resultados no tardarán en llegar. Se trata de realizar ejercicios especialmente ideados para desarrollar la concentración, la memoria y la capacidad de respuesta,
como memoramas, enigmas, matrices numéricas y otros juegos para entrenar la agilidad de nuestra mente.
Si buscas una formación completa y con profesores de gran prestigio que te permitan mejorar, no solo la agilidad mental, sino todas las habilidades
personales y competencias interpersonales que contribuyen en una gran medida a la eficacia profesional y al crecimiento de las oportunidades en el mercado
laboral, en la Escuela Europea de Management ponemos a tu disposición el Curso Online Executive de Desarrollo Personal. ¡Descúbrelo!
Desata tu éxito: Descubre los hábitos y la mentalidad que te permitirán conseguir todo lo que te propongas, de Víctor Martín Pérez
Con esta declaración de intenciones en su título, es fácil intuir el objetivo de esta obra: lograr nuestras metas. De hecho, según el prólogo, escrito
por Mago More, este libro está pensado para “personas normales con sueños extraordinarios”.
Para ello, el autor ofrece teorías, herramientas y ejercicios prácticos que nos ayudarán a crear hábitos saludables, reconfigurar nuestra
mente y potenciar el desarrollo personal y profesional. En concreto, Martín Pérez nos aporta las claves para eliminar la fatiga mental y
física, gestionar mejor el tiempo, tomar decisiones correctas, delegar, planificar, priorizar, evitar la procrastinación o combatir la multitarea,
entre otros consejos.
La agenda de un alto ejecutivo es un sinfín de reuniones, fechas límite y toma de decisiones. No obstante, este vertiginoso ritmo de trabajo no
puede servir de excusa para seguir evolucionando como profesionales, pues no debemos olvidar que es justamente su responsabilidad y
excelencia lo que les convierte en piezas clave del éxito de la organización y en ejemplos para el resto de la plantilla. Para esto sirve el coaching
directivo, para que la cúpula empresarial pueda explotar también su talento a través de una metodología enfocada a sus necesidades
específicas.
“Quien no sabe lo que busca, no ve lo que encuentra”, Claude Bernard.
De habilidad: el objetivo que persigue el coachee consiste en ampliar sus competencias y mejorar su rendimiento como directivo.
De rendimiento: se enfoca a optimizar su papel en el desarrollo de sus funciones.
De desarrollo: el entrenador contribuye a que el directivo sea consciente de sus valores y propósitos y los de la compañía para alinear
ambos y, así, facilitar el desarrollo de su carrera profesional dentro de la organización.
De agenda: se centra en la conciliación de la vida laboral y personal de los altos cargos.
¿A quién va dirigido?
Aunque el coaching en general, y el ejecutivo en particular, siempre son recomendables, por los beneficios que aportan a los coachees,
existen determinadas situaciones en las que esta técnica puede ser de gran ayuda para los miembros de las cúpulas empresariales.
En concreto, según el doctor y coach profesional Jorge García Trapero, buscar un coach experimentado y capacitado es especialmente
importante cuando el directivo presenta alguno de los siguientes síntomas:
¿Te has parado a pensar alguna vez cómo actúa el coaching profesional en tu desarrollo personal? A lo largo de este artículo, descubrirás
el enorme mundo de ventajas y aportaciones que esta excelente herramienta tiene en tu vida, en tu forma de ser y ver el mundo, y en tu manera
de obtener beneficios y cumplir tus metas.
Un liderazgo directivo centrado en aportar firmes directrices a los trabajadores bajo una supervisión constante del directivo ante
equipos con escasa motivación y bajas competencias y experiencia.
Un estilo persuasivo, donde también se aportan las pautas de trabajo a los empleados pero también se fomenta la participación de los
mismos, en los casos en los que el grupo presenta capacidades altas, pero mantiene una implicación baja.
Un modelo de management participativo, si se dispone de un equipo de colaboradores que, aunque adolece de las suficientes
habilidades y experiencia, se encuentra motivado, impulsando la participación y el feedback del grupo y cediendo de forma gradual
responsabilidades en los trabajadores.
Un liderazgo delegador en el que los empleados dispongan de plena autonomía y la misión del directivo se concentre en detectar e
impulsar el talento de los empleados, para aquellas situaciones en las que los profesionales están preparados a nivel competencial y
motivacional.
Es un modelo multidireccional que puede ser aprovechado para influir de forma vertical y horizontal a través la organización.
Es aplicable bajo cualquier circunstancia, tanto si se trata de nuevos trabajadores, como experimentados, y dispongan de mayor o
menor implicación.
Permite que los líderes puedan influenciar en el comportamiento de otros de forma efectiva.
Acelera el ritmo y la calidad de desarrollo del empleado.
Maximiza los resultados de los trabajadores.
Crea equipos de trabajo más productivos.
. Flexibilidad. Dado que el estilo de management va a depender de los profesionales con los que colabore, como hemos visto, el líder
situacional modifica su forma de actuar, adaptándola al nivel de madurez y motivación del equipo de trabajo.
. Adaptabilidad. Además de las características propias del grupo de profesionales, este directivo también tiene en cuenta las
circunstancias que rodean a su desempeño conjunto. Por ejemplo, en una situación de crisis, el líder puede optar por aplicar un estilo autoritario
que permita tomar decisiones rápidas.
. Dotes de mando. En los casos en los que los equipos no están preparados, el ejecutivo debe disponer de habilidades directivas
suficientes para transmitir las instrucciones y supervisar el proceso.
. Coaching. Otra de sus capacidades es la de saber orientar y motivar a los equipos de trabajo, para poder reforzar su implicación con el
proyecto.
. Participación. Si la coyuntura lo permite, el liderazgo situacional también requiere del fomento por el directivo del feedback de los
trabajadores, involucrándolos en la toma de decisiones.
. Delegación. Otra de las características del liderazgo situacional es la capacidad para empoderar a los profesionales y dotarles de
autonomía para que puedan desarrollar sus funciones a partir de unos objetivos preestablecidos.
. Integridad. El cambio de estilo de management no puede depender de los intereses particulares del mando, sino que el directivo debe
adoptar uno u otro modelo de forma honesta y coherente con sus valores.
. Coraje. Pasar de un tipo de liderazgo a otro no es fácil, por lo que el liderazgo situacional está rodeado de una alta dosis de valentía que
le permita salir de su zona de confort y elegir el estilo más apropiado en cada momento.
. Visión. Obviamente, para discernir cuál es el modelo de liderazgo más adecuado, el directivo debe poseer una visión clara que le ayude
a identificar el grado de madurez e implicación de la plantilla y las exigencias del momento.
0. Humildad. Tanto si cuenta con un equipo altamente capacitado y motivado, como si no, el líder situacional es consciente de que no
posee la verdad absoluta, por lo que asume sus propias limitaciones, aceptando las perspectivas de los trabajadores, en el primer caso, y
fomentando el desarrollo de los empleados, en el segundo, para que en un futuro estén plenamente capacitados.
¿Te gustaría ser el tipo de líder ideal en cada ocasión? En la Escuela Europea de Management disponemos de diferentes programas
formativos especializados en liderazgo, como el Curso Online de Liderazgo de equipos y desarrollo de colaboradores, perteneciente al
Executive en Liderazgo y Gestión de Personas, impartido por CrossKnowledge y Grupo P&A.
Bases de la Teoría Z
Como alternativa a los modelos de gestión americanos, la Teoría Z parte de una concepción totalmente diferente en cuanto al origen de la
motivación de las personas. Para Ouchi, es el trabajo en sí mismo lo que debe generar la satisfacción del empleado, en concordancia con la
famosa frase de Confucio “Escoge un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar el resto de tu vida”.
Si los colaboradores aprenden a valorar sus puestos de trabajo y aman la compañía de la que forman parte, se sentirán vinculados
positivamente a sus empleos, consiguiendo un desempeño profesional óptimo y una mejora de la productividad.
Para que esto ocurra, el llamado modelo japonés debe estar fundamentado en los siguientes principios:
Relación de confianza entre empleado y empleador. Para que el trabajador llegue a identificarse con la organización es fundamental
que se sienta parte de la misma y, para ello, debe contar con el respeto y la confianza de los directivos, quienes han de percibir a los empleados
como personas responsables y preocupadas por dar lo mejor de sí mismos.
Trato íntimo entre superiores y subordinados. Los gerentes o managers de las compañías tienen que conocer en profundidad a los
empleados; saber cuáles son sus miedos, expectativas, objetivos y debilidades. La relación entre ambas partes debe ser muy cercana,
sobrepasando el ámbito estrictamente profesional.
Personalización de las interacciones. Otro de los requisitos para que la Teoría Z funcione correctamente es que los directivos sean
conscientes de la diversidad de caracteres de la plantilla y ofrezcan un trato personal adaptado a las circunstancias de cada colaborador.
Liderazgo participativo. En las empresas que operan bajo este paradigma, los altos ejecutivos y mandos intermedios desarrollan un
estilo de liderazgo participativo, donde los trabajadores forman parte de la toma de decisiones. De hecho, esta es la principal diferencia con la
denominada Teoría Y de Douglas McGregor, donde se comparte la positividad como punto de partida, pero en la que son los directivos los que
controlan y deciden sobre el futuro de la compañía.
Enriquece el abanico de competencias de la compañía al incorporar las habilidades que aporta el colectivo femenino,
aumentando la productividad y la cuenta de resultados.
La empresa se beneficia del alto nivel formativo de las féminas, pues seis de cada diez licenciados en España son mujeres.
Mejora el compromiso de la plantilla, al percibir que la compañía se preocupa por todos los trabajadores por igual.
Desarrolla una mejor imagen de marca de cara a la sociedad y stakeholders, convirtiéndose en una ventaja competitiva frente a la
competencia.
Optimiza el clima laboral, reduciendo la rotación y absentismo laboral.
Posibilita el acceso a ayudas, bonificaciones y beneficios derivados de la aplicación de los programas de empleo.
Integral: debe beneficiar, no solo a las mujeres, sino a todo el capital humano.
Transversal: requiere de la implicación de todos los departamentos de la compañía.
Dinámico: debe estar sometido a una constante revisión, en función de las nuevas circunstancias.
Sistemático: supone la incorporación de medidas y acciones concretas tendentes a lograr el objetivo final de la igualdad de
oportunidades.
Temporal: dejará de estar vigente cuando se logre la igualdad real entre ambos sexos.
En cuanto a los contenidos del Plan de Igualdad de Oportunidades, ¿qué aspectos debe incluir el proyecto? La propia Ley Orgánica
3/2007 establece que debe recoger “los concretos objetivos de igualdad a alcanzar, las estrategias y prácticas a adoptar para su
consecución, así como el establecimiento de sistemas eficaces de seguimiento y evaluación de los objetivos fijados”, haciendo mención
especial a los siguientes aspectos:
Acceso al empleo.
Clasificación profesional.
Promoción y formación.
Retribuciones.
Ordenación del tiempo de trabajo para favorecer la conciliación laboral, personal y familiar.
Prevención del acoso sexual y del acoso por razón de sexo.
Para elaborarlo, el Ministerio de Trabajo propone seguir la siguiente metodología:
Fase de compromiso de la organización. El primer paso para iniciar el proyecto de igualdad de oportunidades pasar por conseguir el
máximo consenso por parte de la Dirección y comunicar esta intención a toda la plantilla.
Fase de creación del comité de igualdad. Se trata de formar un órgano específico que se encargue de la redacción del plan en el que
participen de forma paritaria representantes de la plantilla y la Dirección.
Fase de diagnóstico. Para poder definir los objetivos de la compañía a nivel de igualdad de oportunidades laborales, es esencial
realizar un análisis de la actual situación en esta materia, elaborar unas conclusiones y diseñar las líneas estratégicas de mejora.
Fase de programación. El plan cogerá forma a partir del desarrollo de los objetivos genéricos y específicos en cada área de
intervención y la determinación de las acciones concretas, definiendo los destinatarios, los plazos y sistemas de evaluación.
Fase de implantación. En la que la organización llevará a cabo la batería de medidas acordadas.
Fase de evaluación. Tras la ejecución de las acciones, la empresa volverá a analizar la igualdad, examinando los logros conseguidos,
así como las áreas de mejora, tanto a nivel de resultado como de procesos.
Conforme las empresas aumentan su volumen surge la dicotomía sobre cómo llevar a cabo la gestión de recursos: ¿compras centralizadas o
descentralizadas? ¿Es mejor que cada departamento realice las operaciones de adquisición o contratación de servicios de forma independiente
o será más eficiente realizar pedidos conjuntos por el global de la organización?
Es cierto que una gestión de recursos centralizada conlleva una serie de ventajas para la compañía, aunque también produce algunos
inconvenientes. La clave, por tanto, estará en analizar cada caso en particular y estudiar cuál es estas dos opciones se adecúa más a la
organización, o bien aplicar un modelo híbrido en el que se gestione de forma uniforme determinadas compras y de forma diferenciada el
resto de operaciones.
Así, por ejemplo, si cada área tiene unas necesidades específicas que no tienen apenas relación entre sí, la compra descentralizada será más
adecuada, mientras que si gran parte de los actividades llevadas a cabo por cada departamento son similares o se solapan entre sí, será
más indicado optar por la gestión de recursos centralizada.
Ajuste de los precios de los proveedores. En relación con la economía de escala, la compañía conseguirá mejores presupuestos
cuanto mayor sea el volumen del pedido. Por ejemplo, si una empresa tiene que realizar diversas campañas de publicidad en medios, el precio
que obtendrá será más competitivo que si cada una de las áreas contrata las acciones de forma individual.
Reducción de los costes de los procesos. Del mismo modo, al unificarse el pedido también se disminuye el gasto vinculado a este
trabajo, tanto en recursos materiales como humanos. Así, mientras en la gestión de recursos descentralizada habrá una persona por área
solicitando tarifas de publicidad a los diferentes medios, en la centralizada será un único trabajador el que se encargue de la tarea, empleando
prácticamente el mismo tiempo que uno de los otros.
Apertura a nuevos proveedores. Hay empresas que, por su alta demanda, no trabajan con proyectos de pequeña envergadura, por lo
que una compra centralizada permite acceder a estas compañías.
Uniformidad de los productos o servicios. La calidad de los bienes adquiridos, al llevarse a cabo de forma unificada, será la misma
en todos los departamentos. Por ejemplo, si se contrata una empresa de seguridad para toda la compañía, este servicio será igual en todas las
sedes y oficinas.
Mejora de la planificación. El mayor control de los pedidos por un departamento concreto posibilita que la previsión de adquisiciones
y de gasto y la gestión del stock sea más óptima que en la central de compras descentralizada.
Reducción de la flexibilidad. La agilidad que tiene el que cada departamento gestione sus propias compras queda disminuida en la
estructura centralizada, pues prima el beneficio común por encima de las necesidades de cada área. Así, un equipo tendrá que esperar al
siguiente pedido para recibir material.
Menor personalización. No siempre se podrá atender completamente los requerimientos de cada sección de la empresa, debiendo
adaptarse a los servicios o productos genéricos. Por ejemplo, un departamento que usaba folios con un membrete específico puede que tenga que
pasar a emplear papel con un logo general de la empresa para reducir el gasto que supondría la personalización de cada sección.
Falta de una rápida respuesta. Cuando se emplea un sistema descentralizado, los departamentos interesados desarrollan una relación
más cercana con los proveedores con los que trabajan y pueden realizar peticiones de urgencia. Sin embargo, el gran volumen que supone la
compra centralizada no permite tanto margen de maniobra.
Concepto de neuroventas
Las neuroventas consisten en “un modelo de interpretación de la función de ventas, basado en los últimos avances de la neurociencia”,
según la definición recogida en el trabajo Neuroventas: Los conocimientos más recientes sobre el funcionamiento del cerebro y la gestión de las
emociones aplicados a la venta aplicados a la venta.
Son la consecuencia de los estudios que durante la década de los 50 proliferaron sobre cómo actúa el cerebro de las personas durante la toma
de decisiones. Frente a la creencia tradicional sobre la preponderancia del pensamiento racional, estas investigaciones han demostrado que es el
cerebro reptiliano, es decir, el inconsciente, el que controla las acciones de las personas en la mayoría de ocasiones.
De hecho, muchos autores hablan de un 85% de peso de esta parte inconsciente sobre el 15% de la consciente, aunque algunos autores,
aumentan el poder del cerebro reptiliano. Por ejemplo, en Neuroventas: 8 claves científicas para influenciar, vender y fidelizar con efectividad,
Miguel Ángel Gago Martínez sostiene que el 95% de las decisiones de compra se producen en un plano inconsciente y en el espacio de tiempo
de 360 milisegundos y 7 segundos antes de que seamos conscientes de ello.
Técnicas de neuroventas
En este sentido, Jürgen Klaric, considerado uno de los 10 mercadólogos más influyentes en el mundo, sostiene que “el cerebro posee botones
simbólicos y, si se presionan, pueden disparar la voluntad de compra”.
En su obra Vende a la mente, no a la gente, el experto en neurociencias aplicadas a las ventas recoge técnicas de neuroventas que permiten a
las empresas ‘pulsar’ esos botones. Estos son 10 de estos principios:
. Necesidad. Dado que el cerebro reptil es el que domina la decisión de compra, el objetivo de las ventas debe ir hacia la eliminación de
algún miedo –o necesidad- del cliente. Se trata de localizar ese vacío en la persona y enfocar el producto como solución a sus problemas.
. Diferenciación. Es mucho más fácil recordar a una persona con una apariencia estrafalaria que a alguien más común. Con las marcas
ocurre igual. Hoy día, gran parte de los productos tienen características y precios muy similares, perdiendo valor para el consumidor, por lo que
las compañías deben diferenciarse para que los consumidores los recuerden.
. Storytelling. La tradicional técnica de ventas de explicar, una a una, las propiedades de un determinado artículo está obsoleta. Esa
búsqueda de la diferenciación debe plasmarse también en el discurso, desarrollándolo mediante historias y metáforas, consiguiendo una
conexión emocional con el cliente y despertando su interés.
. Tú+acción. Otra pauta de neuroventas es emplear la fórmula Tú/Usted más un verbo, contribuyendo a inducir al cliente a la acción.
. Simbolismo. Como explica el experto, las cosas valen más por lo que significan que por lo que son. De ahí esa tendencia a guardar
objetos inservibles, solo por su carga emocional. En las neuroventas, hay que determinar qué representa el producto o servicio para la cultura y
explotar este punto.
. Racionalidad. Aunque el proceso de compra es más instintivo que racional, no hay que obviar la importancia de argumentos lógicos
que avalen el producto o servicio, pues ayudan a que el cliente pueda calmar y convencer a esa parte racional, especialmente cuando choca con
sus deseos inconscientes.
. Experimentación. El hecho de que el consumidor pueda tocar, manipular y experimentar el producto o servicio es muy importante
para activar sus cinco sentidos y despertar su deseo de compra.
. Miradas. Las investigaciones han demostrado que, cuando el vendedor mira a los ojos del cliente y, después, dirige su mirada hacia el
artículo, el consumidor también mirará hacia el producto.
. Paciencia. ¿Qué ocurre con esos comerciales insistentes que llaman todos los días para ver si el cliente se ha decidido? Que este acaba
harto y termina por no comprar. El cerebro necesita tiempo para digerir la información, así que los profesionales de ventas deben darles su
espacio para no estresarlo ni presionar a los consumidores.
0. Pesonalización. Muchos vendedores cometen el error de emplear el mismo discurso para todo el público objetivo, pero no es lo mismo
venderle a una mujer que a un hombre, a un joven que a un anciano, a una persona soltera que a alguien casado y con dos hijos. Es necesario
estudiar a quién se dirige y personalizar la venta a sus circunstancias.
Conscientes de la importancia de las neuroventas en el mercado actual, en la Escuela Europea de Management dedicamos uno de los tres
bloques del Curso Online de Comunicación y Negociación Eficaces a aprender a vender las ideas, tanto a colaboradores y jefes, como a
clientes, mediante una formación práctica basada en ejercicios de las técnicas de ventas.
El objetivo de esta rama del conocimiento es recopilar información sobre los hábitos de consumo de las personas, de modo que los
responsables de Marketing de las empresas puedan diseñar campañas publicitarias con mayores garantías de éxito.
Su radio de acción es bastante amplio, pues la Psicología de la publicidad abarca el estudio de sonidos, imágenes, sensaciones, emociones,
olores…, es decir, todos aquellos elementos que sean susceptibles de afectar a la conducta del público objetivo.
Aunque sus orígenes se remontan a la década de los 80 y al campo de la programación informática, este modelo se ha implantado también en
el ámbito empresarial durante los últimos años, debido a que la flexibilidad, adaptación a la incertidumbre y agilidad que lo caracterizan,
facilita el logro de mejores resultados a las organizaciones.
Así, frente a los sistemas tradicionales, basados en una estricta planificación, documentación y ejecución de un objetivo desde un enfoque
lineal, las metodologías “Agile” usan una perspectiva iterativa e incremental que permite la constante revisión del proyecto y, en su
caso, la adaptación a la nueva situación, mejorando el rendimiento empresarial, especialmente en aquellos casos en los que se necesitan
resultados rápidos, cuando existe una competencia fuerte, hay una alta incertidumbre o se requiere un control exhaustivo durante todo el
proceso.
La metodología Scrum
Dentro de esta nueva forma de plantear la gestión de proyectos se encuentra la metodología Scrum, el modelo Agile por excelencia. Se trata de
“un marco de trabajo a través del cual las personas pueden abordar problemas complejos adaptativos, a la vez que se entregan productos
productivamente y creativamente con el máximo valor”, según la definen Ken Schwaber y Jeff Sutherland en La guía Scrum.
De este modo, como explica el experto en gestión de proyectos y equipos Javier Garzas, en la metodología Scrum “se va liberando el producto
por partes, periódicamente, iterativamente, poco a poco y, además, cada entrega es un incremento de funcionalidad respecto a la
anterior”, mientras que en el modelo en cascada, “las fases del ciclo de vida (requisitos, análisis, diseño, etc.) se realizan (en teoría) una única
vez, y el inicio de una fase no comienza hasta que termina la fase que le precede”.
Estamos, por tanto, ante la herramienta de gestión de proyectos de moda, tanto por la expansión de su uso, como por el impacto positivo
que genera. En concreto, “las compañías que consiguen implementarlo obtienen mejoras de 4 a 10 veces en productividad, time-to-market y
competitividad”, según sostiene el coach agile Jerónimo palacios.
Transparencia. Cualquier punto relevante del proceso debe ser accesible para los implicados en su desarrollo y ejecución, por lo que
es necesario contar con unos estándares y protocolos comunes que faciliten el entendimiento entre los participantes.
Inspección. La clave para que la metodología Scrum produzca esa flexibilidad y adaptabilidad a los cambios reside en la aplicación de
una revisión constante del proceso.
Adaptación. Como consecuencia, si algún responsable detecta que se ha producido una desviación indeseada, el proceso o el material
debe ser ajustado cuanto antes para solventar esta situación.
Los roles
Ahora bien, el éxito de la metodología Scrum depende, no tanto del proceso en sí, como de la correcta aplicación por parte de los profesionales
adheridos al proyecto. Como señala uno de los principios básicos recogidos en el Manifiesto Agile, publicado en 2001, los individuos e
interacciones deben situarse por encima de los procesos y herramientas.
En este sentido, en la gestión de proyectos bajo la metodología Scrum intervienen los siguientes roles:
Product Owner. Es el encargado de optimizar el valor del producto, por lo que asume la toma de decisiones y todo lo relacionado con
este aspecto (diseño inicial del proyecto, elaboración de informes y presupuestos o relación con los stakeholders. Solo hay un único product
owner en cada proyecto.
Scrum Master. Este profesional velará por que la metodología está funcionando adecuadamente, facilitando para ello la ejecución del
proceso, coordinando al equipo y eliminando cualquier incidencia u obstáculo que surja.
Equipo de desarrollo. Conformado por entre 3 y 9 profesionales, el equipo de desarrollo es el responsable del desarrollo del producto,
tieniendo la capacidad de organizarse y decidir cómo llevar a cabo sus objetivos.
El funcionamiento
En la metodología Scrum, cada iteración recibe el nombre de sprint, es decir, un periodo de corta duración (inferior a 4 semanas) en el que se
lleva a cabo un avance en el proyecto final que permita presentar en este plazo, al menos, un prototipo del producto.
Estos ciclos están compuestos, a su vez, en las siguientes fases:
Conceptualización: establecimiento de las características básicas del producto o servicio y del equipo que se va a encargar del
proyecto.
Especulación: concreción de las pautas de trabajo, los objetivos y los plazos y presupuestos asignados al proyecto.
Exploración: ejecución de lo planificado.
Revisión: constatación de que el resultado obtenido es acorde con el inicialmente previsto.
Cierre: entrega del producto generado en el sprint.
Para llevar a cabo la metodología Scrum, el modelo facilita tres instrumentos principales:
Product Backlog. Se trata de un inventario realizado por el product owner con las tareas, funciones, dependencias y requerimientos
genéricos del proyecto, es decir, toda la información necesaria para implementar el producto, presentada de forma priorizada.
Sprint Backlog. Se refiere a la especificación de una o varias tareas asignadas a un sprint concreto y permite al equipo de desarrollo
conocer qué trabajo tiene que realizar durante esa fase, qué misiones ya se han llevado a cabo, qué metas están aún pendientes y quién está al
cargo de cada una de ellas.
Consiste en la suma de todo el trabajo llevado a cabo en un sprint, es decir, en el resultado final generado y que se traduce en el
prototipo o producto entregable.
¿Quieres profundizar más en la metodología Scrum? En el Curso Executive Online de Dirección de Empresas de la Escuela Europea de
Management abordamos las diferentes estrategias en la gestión de proyectos como uno de los siete bloques principales del programa.
Para romper las barreras autoimpuestas por los diferentes equipos, la Dirección de la empresa debe potenciar el trabajo en común,
mediante el establecimiento de una meta global, única para todos los departamentos, que les obligue a trabajar codo con codo.
Organizar reuniones periódicas de los jefes de área en las que compartan sus experiencias, necesidades y proyectos.
Implementar la rotación de personal por los diferentes departamentos, para que todos los colaboradores conozcan al resto de la
empresa y se aumente la sensación de unidad.
Crear equipos de trabajo multifuncionales, con integrantes procedentes de diferentes áreas, para conseguir una mayor comunicación
y cooperación.
Fomentar las actividades extralaborales, en las que los diferentes miembros de la organización se relacionen, y se fortalezcan las
relaciones entre la plantilla.
Capacitar al personal para reducir el miedo al fracaso que les hace encerrarse dentro de sus equipos.
. Conecta con todos. No, el hecho de que hayas conseguido ascender en la empresa no quiere decir que pierdas la conexión con los que,
hasta hace unos días, eran tus compañeros. Al contrario; los líderes extraordinarios son capaces de mantener relaciones con todos los miembros
del equipo, no solo con la cúpula directiva, y tienen la puerta abierta para cualquier empleado, propiciando una comunicación clara y personal.
. Sé honesto. Transmitir a los trabajadores tu opinión sobre su desempeño se convierte en una situación delicada, especialmente cuando
es para corregir alguna actitud negativa. En unos minutos puedes granjearte una imagen de líder extraordinario o caer en la etiqueta de directivo
frío y autoritario, causando desmotivación en el equipo. Por ello, el experto recomienda ofrecer este feedback con sensibilidad, incidiendo en las
soluciones y posibilidades para superar el conflicto.
. Usa tu buen juicio. Analiza todos los detalles, recopila toda la información disponible, examina las tendencias y, sobre todo, involucra
a todo el equipo en el proceso de toma de decisiones para obtener un grado de éxito mayor.
. Pregona con el ejemplo. Has pasado de ser una pieza más del engranaje a convertirte en el guía del grupo. Por tanto, si viras hacia la
derecha, los demás te seguirán, y viceversa. De ahí que sea muy importante ser coherente con el comportamiento para contagiar esta actitud al
resto.
. Crea relaciones sólidas. Otra de las cualidades de los líderes vinculada a la asertividad es la capacidad, no solo para relacionarse con
todos los empleados, sino de crear vínculos sólidos y basados en la confianza. Cuando consigues el respeto de los demás, conseguirás que te
sigan de forma natural.
. Implícate. No te centres en tu reconocimiento individual y busca oportunidades para colaborar. Quizá puedas solo con todo, pero
cuantos más profesionales participen en un mismo proyecto, más se enriquecerá la solución.
Y si quieres mejorar la asertividad, así como el resto de habilidades de liderazgo en esta nueva etapa profesional, amplía tus conocimientos
con el Curso Online Executive en Liderazgo y Gestión de Personas,un programa integral impartido por profesores de las mejores Escuelas de
Negocio del mundo.
Procesos estratégicos. Son aquellos procesos determinados por la Dirección –generalmente a largo plazo- respecto a cómo opera el
negocio y cómo se crea valor para el cliente y la empresa, estableciendo las pautas generales, directrices y límites de actuación del resto de la
actividad. Hablamos de planificación estratégica, comunicación interna y externa, plan de marketing, sistemas de evaluación…
Procesos operativos o clave. En concordancia con los procesos estratégicos, el mapa de procesos también incluirá los procesos
operativos, que son aquellos que están directamente vinculados directamente con la prestación del servicio al cliente, como puede ser la
fabricación del producto, la gestión de compras, el sistema de pedidos, la atención postventa, etc.
Procesos de apoyo o soporte. Son todos aquellos procesos que, si bien no están estrechamente ligados a satisfacer las necesidades del
consumidor, complementan los procesos operativos y sin los cuales sería inviable una consecución de los objetivos. Se trata, por ejemplo, de la
asistencia informática a todos los departamentos, la formación de los profesionales o el mantenimiento de las instalaciones.
Cómo desarrollar habilidades gerenciales: fórmate en
Dirección General
31 Oct 2017 | Dirección general
¿Tu meta profesional es la dirección de empresas? ¿Quieres convertirte en el CEO de una gran
compañía?¿Buscas cómo desarrollar habilidades gerenciales? El primer paso para lograr tu objetivo
es formarte en la materia, para contar con las herramientas teóricas y prácticas necesarias en la gestión
de una organización de forma integral.
En este sentido, el Curso Online Executive de Dirección General de la Escuela Europea de Management se
configura como una excelente alternativa para conseguir sólidos conocimientos sobre los elementos
que forman la parte esencial del pensamiento y las habilidades gerenciales.
¿Por qué optar por esta formación para aprender cómo desarrollar
habilidades gerenciales?
Elegir la Escuela Europea de Management para la capacitación en habilidades gerenciales supone apostar
por la calidad y la experiencia. ¿Qué diferencia al Curso Online Executive de Dirección General de
otros programas?
Experiencia: la Escuela Europea de Management lleva más de dos décadas desarrollando e
impartiendo formación en multinacionales y Administraciones Públicas.
Tecnología: el programa formativo se imparte a través de la plataforma de Crossknowledge, un
potente software tecnológico, constantemente actualizado, con más de 17.000 unidades en materias de
liderazgo, gestión de personas, habilidades directivas…
Variedad: el programa reúne diferentes técnicas para asimilar con éxito los contenidos, desde
vídeos, resúmenes y clases, hasta foros o webinars.
Profesorado de primer nivel: los encargados de aportar los conocimientos sobre cómo desarrollar
habilidades gerenciales son profesores de las universidades y escuelas de negocios más importantes de
todo el mundo, respaldados por tutores expertos que ayudan a los participantes ante cualquier duda o
problema que se les presente.
Flexibilidad: este curso no solo permite a los estudiantes realizar la formación en cualquier lugar y
momento del día, sino que, además, la Escuela Europea de Management ofrece 12 meses de acceso a la
plataforma, para que los alumnos dispongan del margen suficiente para completar el programa.
Financiación: para facilitar el acceso de cualquier persona interesada en cómo desarrollar
habilidades gerenciales, el Curso Online Executive de Dirección General puede ser financiado en 12 o 24
meses.
. Gracias a la información obtenida por la evaluación del desempeño se pueden trazar planes de mejora personal, capacitación,
desarrollo, promoción, etc.
. Debido a la implementación de la evaluación del desempeño, el líder y sus propios colaboradores pueden revisar el comportamiento
derivado de la labor de cada individuo.
. La evaluación del desempeño permite desarrollar planes y estrategias de mejora que palíen las deficiencias y debilidades colectivas.
. También permite elaborar planes de carrera enfocados a los líderes y otros empleados con potencial de desarrollo.
. Se pueden orientar acciones para la obtención de resultados en aquellas áreas menos desarrolladas.
. Gracias a esta herramienta es posible aportar mayor transparencia al sistema de promoción y estímulos aplicado en el seno de la
organización.
. Debido a este útil instrumento se puede obtener un grado mayor de motivación en el colaborador, hecho que redunda directamente en
su productividad y su mejora del rendimiento.
. Dado que el clima laboral positivo es hoy en día de vital importancia en toda organización, es importante aplicar la evaluación del
desempeño, pues permite promover la equidad, igualdad y transparencia.
. Es un instrumento primordial para evitar la retroalimentación de errores y los desvíos del plan estratégico para lograr las metas
establecidas. Gracias a esta herramienta se puede reorientar cualquier posible error.
Mejora las habilidades de resolución de problemas de los equipos, en lugar de confiar en el criterio de un único individuo.
Refuerza el conocimiento de la herramienta, al constituirse como una estructura invariable a la que acudir en casos de problemas.
Impulsa la habilidad de los profesionales para identificar cambios sistémicos y desarrollar estrategias para adaptarse al nuevo
escenario.
Focaliza el procedimiento en la erradicación de la causa inicial del conflicto, con soluciones permanentes, en vez de dirigirse a
solventar paulatinamente los pequeños obstáculos que produce el verdadero problema.
Permite crear una base de datos con los fallos y aprendizajes de experiencias pasadas que contribuyen a prevenir errores futuros.
Ayuda al conocimiento y aprovechamiento del uso de las estadísticas y datos de cara a la resolución de problemas.
Consolida la comunicación dentro del equipo de trabajo.
Es aplicable tanto para el desarrollo de procesos, como productos o servicios.
Aumenta la eficacia y la eficiencia en la resolución de problemas.
. Formar un equipo capacitado y multidisciplinar. No se trata de juntar a varios empleados al azar, sino de que conformar un grupo
de trabajo compuesto por expertos en las diferentes áreas de actividad que estén implicadas en el problema, que estén liderados por una persona
encargada de la comunicación y supervisión del cumplimiento de los objetivos.
. Describir el problema. Compuesto el equipo, la siguiente fase es la descripción del problema que se pretende solucionar de forma
concisa, clara y desde varias perspectivas. Para ello, se deben llevar a cabo entrevistas con todos los afectados por el conflicto y es recomendable
utilizar la regla de las 6 Ws (qué, cuándo, dónde, quién, cómo y por qué).
. Ejecutar una acción de contención temporal. Mientras se desarrollan las estrategias para solucionar problemas, la crisis sigue
evolucionando, por lo que es importante aplicar una solución provisional y previamente testada que paralice o ralentice el obstáculo mientras se
acuerda una propuesta integral y permanente.
. Evaluación del origen del problema. Una vez contenida la crisis, el equipo de trabajo se debe enfocar al análisis de la causa raíz del
obstáculo, es decir, la razón última que ha generado todos los síntomas negativos. En esta labor será necesario obtener testimonios directos de
las personas afectadas y datos e información fehaciente a partir de la observación directa que permitan discernir entre los síntomas y la causa raíz.
Es muy probable que, durante esta fase, surjan diferentes orígenes posibles, por lo que habrá que aplicar la regla de las 6Ws a cada una de ellas,
hasta que se identifique el auténtico detonador del problema.
. Desarrollar soluciones permanentes. Tras detectar el origen de la situación adversa, la quinta disciplina de las estrategias para
solucionar problemas basadas en el modelo de las 8D consiste en planificar la hoja de ruta con las medidas acordadas para solventar el incidente
de forma permanente.
. Aplicar las soluciones permanentes. Siguiendo la lógica, el siguiente paso será ejecutar esta hoja de ruta. El trabajo no terminará
hasta que el equipo haya corroborado que las propuestas son eficientes en la resolución del conflicto.
. Prevenir la repetición. Ahora bien, estas estrategias para solucionar problemas no acaban con la erradicación del conflicto, sino que la
metodología incluye una séptima etapa en la que el grupo de trabajo deberá extrapolar la solución a otros procesos, servicios o productos que
presenten errores similares. De este modo, la empresa evitará fallos recurrentes.
. Cerrar el tratamiento. Finalmente, el modelo 8D concluye con la culminación de los trámites administrativos oportunos y el
reconocimiento al equipo por el esfuerzo realizado para la eliminación del problema, redundando en la motivación e implicación de los
profesionales.
¿Te gustaría saber cómo gestionar proyectos y aumentar tu capacidad de resolución de problemas?Fórmate en management con el Curso
Online en Dirección General de la Escuela Europea de Management, con el que podrás mejorar tu capacidad analítica, tu visión global de la
empresa y tu espíritu innovador,, al tiempo que refuerzas tu liderazgo.
Un menor gasto energético, el empleo de menos materia prima sin afectar a la calidad, la reestructuración de la plantilla para un desempeño más
eficaz, el estudio de las opciones de financiación más adecuadas… Para que un negocio sea exitoso, los directivos deben conocer cómo
optimizar los recursos en una empresa respondiendo a la idea de conseguir más por menos. Pero, ¿cómo se consigue esto?
¿Qué es la optimización de recursos empresarial?
Según la Real Academia de la Lengua Española, optimizar significa “buscar la mejor manera de realizar una actividad”. Este concepto,
aplicado al ámbito empresarial, supone la necesidad de planificar y reorganizar los recursos disponibles en la compañía de modo que se
puedan conseguir los objetivos marcados de la forma más eficiente posible, reduciendo los costos y aumentando los beneficios.
Así, la optimización debe desarrollarse en todos los tipos de recursos empresariales, que se clasifican en:
Humanos: hace referencia al personal que trabaja en la compañía, ya sea por cuenta ajena o como colaboradores.
Materiales: incluye todos aquellos bienes tangibles de la empresa, desde las instalaciones y maquinaria hasta el mobiliario, materias
primas o productos en stock.
Financieros: se trata de los recursos monetarios de los que dispone la organización, tanto propios (aportaciones de los socios, dinero en
efectivo, activo circulante…) como externos (préstamos, pólizas, créditos…).
Tecnológicos: abarca aquellas herramientas o instrumentos de índole técnica, como patentes, procesos y sistemas de producción,
capacitación del personal…
Incrementará su productividad.
Aumentará la calidad de sus productos y servicios.
Mejorará su imagen de marca y reputación en la sociedad.
Facilitará la consecución de objetivos.
Reducirá los fallos en los procesos y accidentes laborales.
Reducirá los costes.
Potenciará una mejor posición frente a los competidores.
Elevará la rentabilidad de la compañía.
Definir los objetivos. Para descubrir cómo conseguir algo de forma más eficaz, primero hay que tener muy claro qué es lo que se
quiere lograr. Por ello, la primera misión de los directivos será concretar las metas de la empresa.
Evaluar los recursos y procesos. Recopilar toda la información disponible sobre el funcionamiento de la compañía es clave. Para ello,
la compañía debe realizar un exhaustivo análisis a partir de indicadores de gestión, de calidad y de procesos.
Identificar las debilidades. ¿Qué está fallando? La clave para la mejora continua de la organización es localizar las áreas de mejora
críticas. Por ejemplo, la empresa puede estar centrando sus esfuerzos en mejorar la calidad de su artículo estrella, cuando el problema de la
bajada de ventas proviene por un mal servicio postventa, no del bien en sí mismo.
Planificar las acciones. Tras determinar el estado de la empresa y los objetivos, el siguiente paso consiste en concretar las medidas que
se van a poner en marcha para ello. Por ejemplo, si hemos detectado una baja productividad en un departamento y las evaluaciones del personal
apuntan a una falta de conocimiento sobre un software, podremos solventar este punto con formación especializada.
Revisar los resultados. El trabajo no termina con la ejecución de las estrategias, sino que saber cómo optimizar los recursos de una
empresa es un proceso constante y cíclico, por lo que es indispensable evaluar el impacto de las medidas, para poder detectar los fallos y aciertos
de las mismas y aplicar esa experiencia en la mejora continua.
En un entorno donde existe una alta competencia empresarial y en el que los consumidores tienen a su disposición una inmensa oferta de
productos y servicios, los sistemas de gestión de calidad se convierten en una herramienta imprescindible para optimizar los procesos de
producción de las compañías y conseguir la satisfacción y fidelidad del cliente.
Se trata de planificar el funcionamiento y desarrollo de la empresa a través de unas normas estandarizadas que evitan o reducen al máximo
la improvisación y permiten el establecimiento de criterios dirigidos a corregir las posibles desviaciones o imprevistos que puedan surgir
durante la producción. ¿El objetivo? Como su propio nombre indica, mejorar la calidad de los productos y servicios.
Ahora bien, la implantación de un sistema de gestión de calidad en la organización conlleva, sea cual sea la norma o modelo que empleemos, una
serie de beneficios para la compañía. Estos son los más relevantes:
. Mejora de la satisfacción del cliente. Los sistemas de gestión de calidad posibilitan que el proceso productivo esté enfocado tanto en
las necesidades de los consumidores como en los parámetros de la empresa, permitiendo integrar las demandas del cliente en el producto o
servicio final, lo que permitirá que tenga acceso a una mejor oferta y esté más satisfecho.
. Homogeneización de los productos o servicios. Gracias al sistema de gestión de calidad, la organización no solo conseguirá
resultados de mayor calidad, sino que también obtendrá una producción uniforme y estable, al aplicar durante el proceso unas pautas
estandarizadas.
. Aumento de la eficiencia y reducción de costes. Debido a que el sistema de gestión de calidad establece cuál es el procedimiento
óptimo para crear un producto o servicio, la organización podrá eliminar los pasos innecesarios, desarrollar una gestión del tiempo más eficiente,
detectar las áreas de mejora y reducir los fallos o errores en la fabricación del producto o prestación del servicio, consiguiendo una mayor
eficiencia y el ahorro en costes innecesarios.
. Incremento de la rentabilidad económica. Si la empresa logra la satisfacción del cliente con el menor coste posible, la consecuencia
es que aumentará las ventas y reducirá gastos, repercutiendo directamente en el balance financiero de la compañía.
. Potenciación de la imagen positiva de la empresa. El hecho de contar con un sistema de gestión de calidad va a favorecer que mejore
la reputación de la marca en el mercado, tanto entre los consumidores actuales –que podrán acceder a productos y servicios de alto valor- como
en los potenciales clientes –quienes oirán hablar del buen trabajo que desarrolla la empresa-.
. Impulso de la motivación de los trabajadores. Integrar a los empleados en el análisis de los procesos, para estudiar los aspectos
mejorables, hará que se sientan más implicados con los objetivos de la empresa. Además, al conocer en todo momento cómo deben llevar a cabo
el trabajo y qué se espera de ellos, les permitirá conseguir los resultados esperados, incrementando su satisfacción.
. Crecimiento de la coordinación interdepartamental. Dado que cada área o equipo de trabajo es consciente de su papel dentro del
proceso, la interacción entre los diferentes departamentos se agiliza y simplifica, mejorando la producción final de la organización.
Concepto de outsourcing
Según Dorban Chacón, en su libro Outsourcing, esta práctica empresarial se refiere a “la acción de recurrir a una agencia externa para
realizar una función que anteriormente se efectuaba dentro de la compañía”. En este sentido, William B. Werther y Keith Davis, en su
trabajo Administración de personal y Recursos Humanos también definen el outsourcing como “las actividades o procesos de una
organización cuya realización y administración están a cargo de una empresa externa”.
No obstante, R. Wayne Mondy, autor de Administración de Recursos Humanos, fue más allá en su definición, pues incluyó el objetivo dentro
del concepto de dicha estrategia empresarial, hablando de la externacionalización de servicios como la acción de “transferir la
responsabilidad de un área de servicio y sus objetivos a un proveedor externo, impulsado por la necesidad de reducir costosocasionados
por ingresos escasos o presupuestos más limitados, fusiones y adquisiciones que han creado muchos sistemas redundantes”.
Por tanto, como señalan P. Alemán y M. Deliana en su ensayo Outsourcing de servicio como estrategia de negocios, “la externacionalización
surge como una herramienta que facilita la gestión gerencial; se convierte en un medio para que la empresa se concentre en sus verdaderas
áreas de trabajo, pudiendo acceder de una manera eficaz a otras especialidades, desconocidas para ella, a través de personal externo experto en
dichos temas”.
Características de la estrategia
Ahora bien, según José Ramón Fórneas Carro, en Outsourcing: saque el máximo partido de sus proveedores, para que estemos ante una
auténtica” tercerización”, la externalización debe reunir los siguientes requisitos:
Cuando se necesita un producto o servicio del que no se dispone en la empresa. Por ejemplo, una fábrica de neumáticos
quiere impartir capacitación sobre riesgos laborales, pero no dispone de personal cualificado para dar este curso, contratará una compañía
externa de formación.
Cuando el costo de poner en marcha el servicio de forma interna es superior al que tiene si se contrata a través del
outsourcing. Así, para una empresa puede resultar económicamente más rentable acudir a una compañía externa de servicios de limpieza que
contratar en plantilla a profesionales del sector.
Cuando el tiempo dedicado a esa tarea supone restarle atención a otros aspectos estratégicos. Por ejemplo, la compañía puede
disponer de personal cualificado en informática para llevar a cabo el mantenimiento de los equipos tecnológicos, pero de hacerlo no podrían
dedicar su tiempo y conocimientos a su misión estratégica de desarrollar nuevas aplicaciones y software. Por ello, la organización puede optar
por externalizar el mantenimiento a otra empresa.
La diferencia entre una buena decisión sobre el outsourcing, en muchos casos, puede ser muy sutil, por lo que las empresas necesitan
directivos competentes que sean capaces de ver todos los matices que conlleva la externalización. Este tipo de profesionales son los que se
forman en el Curso Executive Online de Dirección General de la Escuela Europea de Management, donde el alumnado profundizará en las
habilidades esenciales de los altos ejecutivos, desde estrategia y finanzas, hasta gestión de personas y habilidades de negociación.
Asignación de roles
Existen muchos estilos de liderazgo y con este ejercicio podremos descubrir la autovaloración de los empleados y la opinión del resto,
comparándolas entre sí.
Para ello, se crearán diferentes estilos de líderes en la sala: el orientador, el moderador, el experto, el crítico, el pesimista… Se puede colocar
un folio con la tipología de cada uno de ellos en distintos puntos del lugar.
Después, se solicita a todos los participantes a que se sitúen en aquel grupo con el que se sientan más identificados en cuanto a su liderazgo.
Esta será su percepción personal sobre su modo de gestionar.
A continuación, se pedirá al resto del grupo a que, uno por uno, reubiquen a cada participante en el rol en el que consideran que mejor
encaja hasta que todos hayan sido valorados por todos. El juego será más enriquecedor si cada persona aporta una justificación o razón sobre su
decisión.
Con esta dinámica de liderazgo, los integrantes comprobarán cómo, en ocasiones, su percepción es diferente a la que tienen los demás de sí,
pudiendo conocer cuáles son sus fortalezas y debilidades como líderes.
Nudo de personas
En este ejercicio, el instructor pedirá a uno de los miembros del equipo se se sitúe en el centro mientras el resto de participantes se colocan a su
alrededor. A continuación, se solicitará a las personas en círculo que le den la mano a otra persona, a quien deseen, y tras esto, se les pedirá
que den la otra mano a otro de los integrantes, sin soltar la primera.
Cuando todos estén cogidos, el trabajador que está en el centro deberá conformar distintos círculos con sus compañeros sin que se suelten de
las manos. Para ello, deberá analizar quiénes están unidos a quién y dar las instrucciones necesarias para desenredar el grupo.
Así, potenciaremos tanto la capacidad analítica del líder, como su capacidad para dar directrices al resto de miembros del equipo.
Contando a ciegas
Esta dinámica de liderazgo tampoco requiere de grandes ubicaciones o recursos.
El juego consiste en situar a los trabajadores de forma aleatoria por la sala y pedirles que cierren los ojos, o que se los venden. La
actividad trata de que los integrantes deben contar hasta un número determinado de forma ordenada, pero dos personas no pueden repetir
la misma cifra a la vez. Si esto ocurre, deberán empezar de nuevo.
Conforme avance la dinámica, comprobaremos cómo el grupo comienza a estar más sincronizado mentalmente, terminando la secuencia sin
necesidad de ver. De este modo, el líder y el equipo comprenderán la importancia de la organización.
Encuentra tu camino
El primer y más valioso consejo que alguien te pueda dar sobre la gestión del tiempo para lograr la eficiencia es, sin duda, el que se aplica a ti.
Cada persona tiene una forma de ser que le describe como tal. Es decir, que tú eres tú, y un compañero de trabajo es él. Así pues, no todas las
recetas que sirvan para ti valdrán también para él.
Piensa que, a la hora de gestionar tu tiempo, lo mejor que puedes hacer es ver cuáles son tus fortalezas y debilidades, estudiar tu desarrollo
personal y profesional, establecer cuáles son tus objetivos y con qué herramientas los quieres lograr, así como visualizar tus rutinas, capacidades
y necesidades.
De esta manera, la primera persona que puede decidir cómo gestionar y emplear el tiempo para obtener la máxima eficiencia es uno mismo, por
lo que es importante que hagas un ejercicio de reflexión y autodescubrimiento, para poder aprovechar al máximo cada minuto del día.
Capacítate
Es necesario que te capacites para conseguir una gestión del tiempo adecuada en pro de una eficiencia excelente. De este modo, necesitas
aprender a priorizar. Pero no es lo único. Además de conocer y ordenar según temas de importancia, es necesario delegar, saber planificar con
sentido común y crear programas realizables y exhaustivos, conocer tus carencias, y también saber decir no.
Cuida tu mente
Piensa que en una mente ordenada, la gestión del tiempo es mucho más eficaz, eficiente y productiva. Por contra, un cerebro que no se
centra y no es capaz de discernir y separar el polvo de la paja, tendrá muchos más problemas para encontrar el éxito en sus proyectos.
Sé flexible
Una gestión del tiempo adecuada requiere cierta flexibilidad. Es decir, que aquello que planificaste en un primer momento, llevado a la
práctica, puede no ser funcional. En este caso, hay que tener suficiente cintura para ser capaz de corregir errores y adaptarlos mejor a la realidad,
logrando en el proceso una mayor efectividad.
Ninguna organización puede sobrevivir sin el liderazgo adecuado. La responsabilidad suele recaer sobre un director general, la figura o
figuras encargadas de tomar las decisiones finales cuando así lo precise la situación.
La dirección general es la encargada de elaborar, aprobar e impulsar las estrategias de la compañía, ya sea en cuestión de ventas,
marketing o atención al cliente.
Es responsabilidad de un director general la regulación de la conducta de todos los componentes de la empresa.
Una adecuada motivación y una elevada moral de los equipos de trabajo y colaboradores son importantes cometidos de la dirección
general, hecho que aumentará la productividad final.
La responsabilidad última de que se cumplan los objetivos marcados por la empresa recae en los hombros del director general.
La comunicación vertical y horizontal es básica para mejorar la productividad y valor de la empresa. Y es el director general el
encargado de implementarla de forma adecuada así como velar por que se produzca en condiciones óptimas.
También es responsabilidad de la dirección general la supervisión de todas las tareas y funciones administrativas en la compañía.
La responsabilidad de ejercer un liderazgo adecuado y adaptado a las necesidades de una empresa recae sobre el director general.
El reparto de responsabilidades entre los miembros y colaboradores de la corporación también es labor importante de la dirección
general.
Organizada, con capacidad para obtener una visión global y estratégica de la empresa.
Con talento para el liderazgo de los equipos de trabajo.
Comunicativa, con habilidad para transmitir ideas de forma clara y concisa.
Motivadora, logrando obtener lo mejor de cada uno de los colaboradores en un ambiente laboral adecuado que potencie el talento.
Capaz de planificarse, pues es importante evitar el caos y la desorganización.
Analítica, con capacidad para observar nuevos nichos de mercado, oportunidades, fortalezas y debilidades.
Estratega, ya que el diseño de nuevos planes de marketing, ventas, atención al cliente y planificación son indispensables para el éxito
empresarial.
Y enfocada a la consecución de objetivos planteados, que son el fin último de toda compañía.
Es obvio que la responsabilidad de un director general en una empresa es enorme, dado que el éxito de la compañía recae en gran medida
sobre su gestión, su capacidad y su habilidad y competencia.
Estas ‘reglas del juego’ no tienen que ser demasiado extensas, sino que se configuran como líneas generales en torno a la filosofía de la
compañía, como, por ejemplo, el compromiso de cumplir con la legislación, que los trabajadores deban llevar uniforme en sus puestos o que se
promoverá la capacitación del personal para la mejora continua.
Así, dentro de las políticas de empresa podemos distinguir entre:
La empresa moderna debe hacer frente a una serie de retos relacionados con la logística que medirán su capacidad de supervivencia en el
mercado global actual.
En una economía global como la que vivimos hoy, la supervivencia de las empresas depende, en gran medida, de su capacidad para satisfacer las
necesidades íntegras del cliente. En este sentido, la logística juega un importante papel que permitirá a las corporaciones ser más o menos
competitivas.
La calidad es un atributo vital. La empresa debe dar respuesta a las necesidades y deseos del cliente con productos que colmen sus
expectativas.
El precio es otro factor determinante al que debe dar cumplida respuesta la logística. Para ser competitivo hay que ofrecer un precio
acorde a la calidad del producto.
El consumidor actual no destaca precisamente por su paciencia. Quiere algo y lo quiere ya. Es decir, que el tiempo será otro atributo
determinante al que debe responder la logística, que ha de ofrecer un producto de calidad, a buen precio y según la demanda del cliente en cada
momento.
El servicio que ofrece una empresa también determinará el éxito de su negocio. Hay que satisfacer, con el producto, las necesidades
integrales del cliente. No solo es básico qué se le ofrece sino cómo se le ofrece.
Como hemos dicho anteriormente, cada día hay que llegar a un cliente más lejano dada la globalización del mercado actual. Este hecho
redunda con fuerza en la efectividad de la logística, que ha de procurar que cada consumidor reciba su producto allá donde se genere la demanda.
De la capacidad de la empresa para dar respuesta a este factor dependerá su éxito.
Dado que el cliente actual está bien informado de cuánto desea y tiene fuentes a las que recurrir para conocer a la competencia y saber
qué necesita, es importante ofrecer una variedad de productos que den respuesta adecuada, aportando una amplia gama que cumpla con sus
deseos.
La cantidad también es un factor determinante en el éxito de la logística actual. El producto de calidad debe ser ofrecido en número
suficiente para cumplir las expectativas de la mayor parte de los consumidores objetivo, para evitar que produzca frustración o se vayan con la
competencia.
Objetivos de la logística
Puesto que la logística tiene un impacto muy significativo en los costes, el tiempo, la calidad y cantidad de los servicios y la felicidad del
cliente, hay que tener en cuenta los enfoques, objetivos y técnicas que se deben usar para garantizar el crecimiento de la empresa y su
mejora en el valor. Para ello, es importante tener en cuenta ciertos detalles:
Los clientes disponen de menor capacidad económica pero mayor información, por lo que son mucho más exigentes.
La competencia, dado que el mercado disminuye por la menor capacidad del cliente potencial, se vuelve mucho más agresiva, así que
hay que renovar estrategias constantemente.
La cuota de mercado en un contexto global como el actual es realmente difícil de mantener, ya que las empresas actuales son capaces de
transcender fronteras y llegar a cada rincón del planeta en tiempos récord y con productos de calidad.
Con un panorama como el actual, es necesario mantener una política de empresa innovadora, creativa, capaz de alcanzar los máximos
niveles de excelencia y calidad posibles y buscando nuevas estrategias que sobresalgan ante la competencia. Cómo es lógico, la logística juega
un papel vital actualmente y es un departamento básico en el éxito de la compañía moderna.
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