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Grado en Turismo
3
Roberto Rendeiro Martín-Cejas
Beatriz Tovar de la Fé
Turismo y transporte
2011
Manuales Docentes Grado en Turismo
3 • Turismo y transporte
© del texto:
Roberto Rendeiro Martín-Cejas
Beatriz Tovar de la Fé
© de la edición:
Vicerrectorado de Ordenación Académica
y Espacio Europeo de Educación Superior
UnIVERSIDAD DE LAS PALMAS DE GRAn CAnARIA
ISBn:
978-84-92777-91-4
Depósito Legal:
GC 117-2011
Diseño y maquetación:
Servicio de Publicaciones y Difusión Científica
UnIVERSIDAD DE LAS PALMAS DE GRAn CAnARIA
Impresión:
Servicio de Reprografía, Encuadernación y Autoedición
UnIVERSIDAD DE LAS PALMAS DE GRAn CAnARIA
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones
establecidas por las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento,
comprendidos la reprografía y el tratamiento informático.
Índice
Presentación ..............................................................................................................................11
Hace mil años se fundaron las primeras universidades en Europa y algunas de ellas aún
perduran, demostrando su capacidad de pervivencia y adaptación a lo largo del tiempo. La
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, sin embargo, no es una institución de enseñanza
superior que hunda sus raíces en el Medievo. Desde su creación en 1989, la ULPGC se ha
convertido en una universidad pública consolidada, en cuyas aulas se pueden estudiar todas
las grandes áreas del saber, como muestra la amplia oferta académica de títulos de grado, pos-
grado y doctorado.
La relativa juventud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria le ha permitido
avanzar con paso decidido en la implantación de las Tecnologías de la Información y la Comu-
nicación (TIC). Mientras otras universidades españolas con mayor tradición aún no han hecho
más que tímidos avances en la incoporación de las TIC como apoyo a la enseñanza presencial,
nuestra Universidad, desde hace ya varios años, no sólo ha apostado por su utilización, sino
que incluso, ha sabido aprovechar estos progresos tecnológicos para ofertar algunas enseñanzas
en modo no presencial.
El resultado es ya bien conocido por los cientos de estudiantes, tanto nacionales como
extranjeros, que están cursando algunas de las titulaciones oficiales que la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria oferta a través de su Estructura de Teleformación. En la actualidad,
la ULPGC oferta titulaciones oficiales en la modalidad no presencial, que han permitido acercar
nuestra Universidad a aquellos estudiantes que, por razones geográficas o por falta de dispo-
nibilidad horaria, no pueden acercarse de forma presencial a nuestras aulas. Paralelamente, se
ha ido incrementando la oferta de estudios de posgrado y los títulos propios, también en la
modalidad de ense- ñanza no presencial.
A pesar de los avances tecnológicos en el acceso a la información por parte de los estu-
diantes, somos conscientes de que los manuales y las guías docentes constituyen una pieza
clave en el sistema de enseñanza universitaria no presencial. Nuestra Universidad ha sabido
apostar por la edición de estos materiales didácticos, realizados por los expertos universitarios
que imparten estas materias en el Campus Virtual de la ULPGC. No quiero dejar pasar la
oportunidad para agradecer a sus autores la profesionalidad y el empeño que han puesto en
la realización de estas obras.
Nadie puede asegurar cuántas de las universidades actuales pervivirán, no ya dentro de mil
años, sino siquiera dentro de unas decenas de años. Pero no me cabe la menor duda de que,
en el inmediato futuro que nos aguarda, aquellas instituciones universitarias que no sepan
P I
12 Presentación
PRESENTACIÓN
del sector del transporte aéreo. En el primero de ellos se estudia el comportamiento de los
dos agentes que forman parte del sector como son las infraestructuras aeroportuarias y las
compañías aéreas. La unidad de aprendizaje siguiente analiza la sostenibilidad del modelo ac-
tual de movilidad aérea. La unidad de aprendizaje 5 estudia el mercado emergente de los cru-
ceros turísticos haciendo énfasis tanto en su desarrollo como en las condiciones de
sostenibilidad del mismo. Por último, la unidad de aprendizaje 6 valora la contribución del
transporte terrestre por carretera y por raíles al sector turístico.
OBJETIVOS DE LA ASIGNATURA
Los contenidos teóricos y prácticos que se imparte en esta asignatura persiguen los si-
guientes objetivos formativos:
OBJETIVOS fUNDAmENTALES
OBJETIVOS cOmpLEmENTARIOS
mERCADO mODOS DE
TURÍSTICO TRANSPORTE
TURISmO Y TRANSPORTE
ENfOQUE SOSTENIBLE
mOVILIDAD
TRANSPORTE CAmBIO LA INDUSTRIA
SOSTENIBLE
AÉREO CLImÁTICO DE CRUCEROS
EN DESTINO
A I
16 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
Contribución del
Políticas de mitigación
transporte aéreo al Caso de estudio
de emisiones
cambio climático
1 Unidad
de Aprendizaje
PRESENTACIÓN
OBJETIVOS
Una red de transporte está formada por nodos y por trayectos que los unen. Los nodos
de una red son elementos que se caracterizan por unir a dos o más trayectos de una red. El
transporte es el vector que fluye a través de los trayectos de una red permitiendo el acceso a
diferentes puntos o nodos de la misma. Un destino turístico puede ser representado por un
nodo en una red de transporte. Por tanto, el análisis de las opciones de transporte disponible
para acceder a un destino turístico en una red de transporte determinada que une diferentes
pares orígenes-destinos (nodos), es un elemento clave en la planificación y gestión de un des-
tino turístico.
Los medios de transporte son los diferentes sistemas o maneras de desplazarse de un nodo
a otro de una red de transporte. Estos se clasifican en medios de transporte terrestres (ferro-
carril, automóvil), aéreos (avión) o marítimos (barco), cada uno de los cuales necesitará unas
infraestructuras diferentes para su funcionamiento y un medio por el cual desplazarse. Vías
férreas y estaciones para el tren, carreteras para los automóviles, aeropuertos y espacio aéreo
para los aviones, y puertos náuticos y mar para los barcos. Una red de transporte puede ser
visualizada mediante la teoría de los grafos y se representa de forma sencilla como en la figura 1.
I
Las redes y los flujos de transporte 25 1
La existencia de redes de transportes determina la capacidad de movilidad de las personas
y mercancías. En el contexto del transporte turístico, la movilidad potencial desde un origen
a un destino determinado depende de forma crucial del tiempo de viaje entre dicho par ori-
gen-destino y de la existencia de diferentes modos de transporte que faciliten realizar el viaje
a un coste razonable. Un destino inaccesible requiere un tiempo mayor de viaje y la combi-
nación adecuada de diferentes modos de transporte. Si para llegar desde un origen a un destino
debo pasar por uno o más destinos intermedios y utilizar varios modos de transporte el grado
de accesibilidad o conectividad de ese par origen-destino será menor. Por tanto, el grado de
accesibilidad o conexión entre un origen y un destino está determinado por las características
de la red de transporte.
b
a b
a c
a b
c d c d
e f
f d
e f
e
2. EL fENÓMENO DE LA CONECTIVIDAD
El ejemplo de una red simple nos servirá para determinar y definir los elementos que for-
man parte de una red. Así en la figura 2 los puntos representados por las letras A, B, C, D y
E son los nodos de la red y las flechas que unen el trayecto entre cada par de nodos son los
vínculos entre nodos. Esta red podría representar la red de carreteras (conexiones o links)
que conectan varias ciudades (nodos) de una región mediante el transporte terrestre. Podría
representar también una red de aeropuertos (nodos) conectados por los vuelos (conexiones)
de las compañías aéreas que operan en esos aeropuertos. Una forma de valorar de manera vi-
sual la conectividad de una red es mediante la teoría de grafos. Toda red puede ser representada
mediante un diagrama que expresa las vinculaciones entre los diferentes nodos de la red. Este
diagrama se llama grafo de una red. El grafo de una red permite así mismo construir la matriz
de conectividad de la red. Analicemos el grafo de la figura 2.
La matriz de conectividad asociada al grafo anterior se muestra a continuación en la tabla
1. Donde hay una conexión directa entre nodos aparece el número 1 y cuando no hay cone-
xión aparece el 0. Como se puede apreciar es una matriz simétrica respecto a su diagonal prin-
cipal. Esta matriz permitirá analizar la red mediante el cálculo de una serie de indicadores que
definiremos en epígrafes posteriores de este capítulo. Conviene llamar la atención por tanto
que una red puede estar definida o por su matriz de conectividad o por el grafo de la red.
b = l/n
b = 6/5 = 1.2
Nodos A B C D E Sdi/Snj
A 0 18 32 17 21 17.6
B 18 0 50 35 24 25.4
C 32 50 0 49 53 36.8
D 17 35 49 0 24 25
E 21 24 53 24 0 24.4
El nodo A por tanto tiene un carácter central en la red representada en la figura 3 y, por
tanto, desde el punto de vista de la planificación de los viajes turísticos convendría tener en
cuenta este hecho. No obstante lo anterior, conviene resaltar que cuando analizamos las redes
de transporte mediante las matrices de conectividad y accesibilidad no se tiene en cuenta otros
aspectos de especial relevancia para medir la conectividad o accesibilidad de la red. Las ma-
trices antes estudiadas no dan información acerca de lo accidentado (topografía del terreno)
que puede ser el terreno en una conexión determinada. Por ejemplo, si el terreno es monta-
ñoso se puede incrementar de forma sustancial el tiempo de viaje aunque la distancia entre
ambos nodos de la red sea corta. Por tanto, cuando se calcula la accesibilidad de un determi-
nado destino debemos tener en cuenta no sólo la distancia sino también el tiempo de viaje
que supone recoger esa distancia.
Otro aspecto que conviene resaltar es la propensión a utilizar una determinada conexión
o red. Por ejemplo, dos o tres vértices de una red pueden estar muy bien conectados mediante
diferentes modos de transporte (demanda latente) pero puede que no exista demanda real de
viaje para esas conexiones. Por ello, conviene, además de estudiar la conectividad y accesibi-
lidad de una red, analizar la propensión de los turistas a utilizar dicha red. Si la propensión a
utilizar una red de transporte determinada es baja, las autoridades deben aplicar políticas de
marketing e incentivos para inducir a los turistas a usarla. En pocas palabras, convertir la de-
manda latente en demanda real.
I
Las redes y los flujos de transporte 29 1
2.3. El modelo gravitacional
Iij representa la interacción entre las ciudades i y j, las variables Pi y Pj representan el nú-
mero de habitantes (población) en las ciudades i y j, la variable d significa la distancia entre
ambas ciudades y el factor e es el factor de decrecimiento aplicado a la distancia. Este término
geográfico significa que la interacción entre dos ciudades disminuye de forma exponencial a
medida que aumenta la distancia entre ambas. Para valores pequeños de la variable e menor
será el factor de decrecimiento aplicado a la distancia y mayor será por tanto la atracción entre
un par origen-destino o nodos de una red.
El modelo gravitacional presenta una limitación seria porque supone que la distancia geo-
gráfica entre un par origen-destino es, por tanto, un factor determinante en la interacción de
ese par origen-destino. Sin embargo, sabemos que si queremos aplicar este modelo a la movi-
lidad turística, además de la distancia, debemos considerar otros aspectos que ejercen de atrac-
ción para los turistas hacia el destino. El atractivo del destino en términos de atributos
culturales y naturales es muy poderoso a la hora de elegir un destino turístico determinado.
Aunque ese destino esté en la periferia respecto al origen, la existencia de medios de transporte
rápidos permiten el acceso al mismo en un tiempo razonable para el turista y, por tanto, la le-
janía (distancia) no sería el único factor determinante en la demanda de viajes a ese destino.
El hecho de que los turistas puedan acceder, en un tiempo razonable, a cualquier destino
turístico a lo largo y ancho de la geografía mundial representa una manifestación del fenómeno
de “convergencia del tiempo y el espacio”. Este fenómeno que viene a confirmar los avances
tecnológicos ocurridos en los últimos 50 años en el campo del transporte aéreo permite que
el viajero se traslade más lejos y más rápido. En los años 50 un turista sueco que quería venir
a Gran Canaria de vacaciones tenía que invertir 3 días de viaje. Los aviones de hélice utilizados
entonces sólo permitían una autonomía de vuelo de apenas 300 kms. Esto exigía la realización
de escalas técnicas en diferentes aeropuertos intermedios, por ejemplo, en Barcelona y Túnez
donde los turistas tenían que pasar la noche. La aparición del avión a reacción ha permitido
realizar este trayecto, hoy en día, en apenas 5 horas. El avance tecnológico en el campo de la
aeronáutica ha facilitado el acceso a destinos turísticos lejanos produciéndose la convergencia
1 I
30 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
entre el espacio y el tiempo en las redes de transportes que conectan dichos destinos. Por
tanto, para tomar en consideración el fenómeno de la convergencia tiempo-espacio, el modelo
gravitacional debería ser reformulado sustituyendo la variable distancia por la variable tiempo
de viaje entre un origen y un destino.
Uno de los objetivos del análisis de redes es identificar los nodos más “importantes” de la
red. Los nodos importantes generalmente ocupan un lugar estratégico en la red y, por ello,
son considerados como nodos a identificar desde el punto de vista de la implementación de
políticas que tratan de mejorar la accesibilidad de un determinado nodo en la red. Por ejemplo,
el grado de centralidad de un nodo nos indica que ese nodo está conectado a muchos o a
todos los demás nodos de la red. La situación central de un nodo implica, en términos de co-
nectividad, que dicho nodo es fundamental para garantizar la accesibilidad a los demás nodos.
Un ejemplo claro de nodos centrales en redes de tráfico aéreo son los aeropuertos tipo Hub
(aeropuerto de Madrid-Barajas por ejemplo), estos atraen y generan gran cantidad de tráfico
aéreo por situarse en una zona geográfica con un nivel de interconexión elevado. Por tanto,
un aeropuerto de estas características será con toda seguridad un nodo de interconexión “cen-
tral” entre un origen y un destino.
Para mejorar la accesibilidad de un determinado destino turístico conviene realizar un análisis
de la red de flujos de transporte en la que dicho destino está inmerso. Hay una serie de indicado-
res que permiten valorar las características de centralidad de un nodo determinado en una red.
Estos indicadores pueden ser calculados mediante formulas matemáticas más o menos comple-
jas que no serán detalladas en este manual. Para el cálculo de los indicadores de redes complejas
se puede utilizar un software específico (UCINET) que permite obtener los indicadores de
manera fácil y rápida. No obstante, nuestro interés se centrará en analizar redes sencillas y,
por tanto, no haremos uso de dicho software. Únicamente nos limitaremos a entender el signi-
ficado de los indicadores en el contexto de la red de transporte turístico que nos ocupa. En la
tabla 3 se definen los indicadores que son utilizados para el análisis de redes. A continuación, se
calculan los indicadores de la tabla 3 para la red de la figura 2 y su matriz asociada (tabla 1).
El indicador de densidad se puede evaluar por nodo y para la red completa y se calcula di-
rectamente mediante la fórmula:
Según los valores mostrados en la tabla 4, la red de la figura 2, tiene una densidad del 60%
lo que significa una conectividad general del tipo medio. Como ya habíamos visto anterior-
mente el nodo A es el mejor conectado de la red y el nodo C el peor conectado.
Indicador de centralidad
El grado de centralidad es el número de nodos a los cuales un nodo está directamente co-
nectado. Distinguimos entre el grado de salida que se define como la suma de las conexiones
que un nodo tiene con el resto y el grado de entrada que es la suma de conexiones que el
resto de los nodos tienen con un nodo. Como se aprecia en la matriz de conexión bidireccio-
nal, las filas representan las relaciones que cada nodo o vértice dice tener con los demás y las
columnas son todas las relaciones que otros nodos dicen tener con un nodo o vértice. El
grado de centralidad de entrada y salida coincide porque la matriz es bidireccional y se mues-
tran en la tabla 5.
Indicador de centralización
Es la condición en la que un nodo ejerce un papel claramente central en la red al estar co-
nectado con todos los nodos. Esto hace que cualquier nodo que quiera conectarse con otro
necesite pasar por él. Existe grado de centralización de entrada y de salida. La figura 4 muestra
dos tipos de redes con grado de centralización 0 y 100. Si una red está bien conectada deberá
tener un grado de centralización bajo. En cambio, si el grado de centralización es elevado sig-
nifica que la red está mal conectada. El grado de centralización de una red indica lo cerca que
está la red de comportarse como un red estrella, donde un nodo juega un papel central que
controla las conexiones de toda la red o lo lejos que está de ese comportamiento, indicando
que la red está bien conectada.
I
Las redes y los flujos de transporte 33 1
figura 4. Grado de centralización
Indicador de intermediación
La medida de intermediación de un nodo se obtiene al contar las veces que este aparece en
los caminos geodésicos que conectan a todos los pares de nodos de la red. El camino geo-
désico es la ruta más corta que un nodo debe seguir para llegar a otros nodos. Los caminos
geodésicos entre A y D son 3 y se representan en la figura 5.
En cambio si consideramos otro ejemplo de red donde no existe nodo central sino que
para conectar dos nodos cualesquiera no contiguos (no conectados directamente) necesito
pasar por al menos otro nodo no central, estaríamos ante una configuración de red como la
mostrada en la figura 7. Todos los nodos de la red tienen un grado de intermediación igual a
10. Por ejemplo, si el nodo A quiere conectarse con los nodos C D, E o F (con los cuales no
está conectado directamente) debería utilizar como nodo “puente” al nodo B forzosamente.
La tabla 6 muestra unos cuantos ejemplos de los nodos puentes para conectar los nodos de
la red mostrada en la figura 7.
Indicador de cercanía
El grado de cercanía es la capacidad de un nodo de llegar a todos los nodos de una red. Se
calcula la “lejanía” como la suma de los caminos geodésicos más cortos necesarios para llegar
de un nodo a los demás. El indicador de cercanía se calcula hallando el inverso de la “lejanía”
y multiplicándolo por 1000. Esta forma de cálculo sólo puede ser realizada cuando la matriz
de conectividad es simétrica. Un valor elevado del indicador de cercanía de un nodo implica
una mejor capacidad de ese nodo para conectarse con los demás nodos de la red. Existe grado
de cercanía de entrada y de salida. Se toma como referencia principal el grado de cercanía de
entrada. La tabla 8 muestra el cálculo del indicador de cercanía para la red representada en la
figura 2.
Este caso de estudio debe ser resuelto por el alumno y los valores que se obtengan deben
ser comprobados con los mostrados aquí. Dada una matriz de conectividad que puede re-
presentar una red de aeropuertos o de estaciones de autobuses que une 9 ciudades (tabla 9).
El grafo asociado a dicha red se representa en la figura 10. Calcular los indicadores de red y
analizar el significado de los resultados obtenidos.
I
Las redes y los flujos de transporte 37 1
Tabla 9. Matriz de conectividad
Nodos A B C D E f G H I
A 0 1 1 1 0 1 1 1 1
B 1 0 1 1 0 0 0 0 0
C 1 1 0 0 0 0 0 0 0
D 1 1 0 0 1 0 0 0 0
E 0 0 0 1 0 0 0 0 0
f 1 0 0 0 0 0 0 0 0
G 1 0 0 0 0 0 0 0 0
H 1 0 0 0 0 0 0 0 0
I 1 0 0 0 0 0 0 0 0
e
b
c d
h a
f
i
1) Indicador de densidad
La matriz mostrada en la tabla 10 indica que según los valores de los indicadores de den-
sidad la red presenta una baja conectividad.
1 I
38 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
Vemos como el nodo con una mayor conectividad es el A con un 87,5% de densidad, ya
que está conectado con todos los demás nodos y los demás con él, excepto con el nodo E.
Le siguen los nodos B y D con un 37,5% de densidad (6 conexiones de las 16 posibles). A
continuación tenemos el nodo C con un 25% de densidad (4 conexiones de las 16 posibles),
posteriormente se encuentran el resto de los nodos E, F, G, H e I, con un 12,5% de densidad
(2 conexiones de las 16 posibles).
2) Indicador de centralidad
3) Indicador de centralización
De acuerdo a los resultados del indicador de centralidad, podemos concluir que la red está
bastante cerca de comportarse como una red estrella, donde el nodo central es el A. Vemos
como no hay un índice del 100% debido a que existen relaciones donde A no participa,
B-C, C-B, B-D, D-B, D-E, E-D. Los grados de centralización de entrada y salida coinciden ya
que las relaciones del nodo central con el resto son bidireccionales.
1) Indicador de intermediación
Según la tabla 12, el nodo con mayor intermediación es A, por tanto tiene un mayor grado
de control de las conexiones de la red. Esto significa que todos los nodos tienen que pasar
por A para conectarse con los demás nodos de la red, excepto para las conexiones B-C, B-D,
D-B, F-C, H-D y H-G, en las que pueden existir conexiones independientemente del nodo
A, es decir, sin tener que pasar por dicho nodo. Le sigue el nodo D, con un grado de inter-
mediación de 7.
Nodos/Indicadores Intermediación
1A 23.000
4D 7.000
2B 1.000
3C 0.000
5E 0.000
6f 0.000
7G 0.000
8H 0.000
9I 0.000
1 I
40 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
2) Indicador de cercanía
Según los datos mostrados en la tabla 13, podemos afirmar que el nodo con un mayor
grado de cercanía es el A con un valor de 88,889. Esto indica una mejor capacidad de este
nodo para conectarse con los demás nodos de la red. Por el contrario el nodo E es el que
peor posicionado está en la red con un grado de cercanía de 40.
1. Dada la matriz de conectividad mostrada en la tabla adjunta calcular todos los indica-
dores de red.
Matriz de conectividad
Nodos A B C D E
A 0 0 1 1 1
B 0 0 0 0 1
C 1 0 0 0 0
D 1 0 0 0 1
E 1 1 0 1 0
2. Poner ejemplos reales de redes de transporte y describir de forma intuitiva las caracte-
rísticas de sus nodos de acuerdo a los indicadores propuestos en este capítulo. Señalar
todos los aspectos que pueden ser negativos o positivos para el desarrollo turístico de
la región donde se inserta la red.
Grafo de la red
1 I
42 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
BIBLIOGRAfÍA
Duval, D. T. (2007). Tourism and Transport: modes, networks and flows. Channel View Publications.
Page, S. (2005). Transport and Tourism: Global Perspective. Pearson, Prentice Hall.
I
Las redes y los flujos de transporte 43 1
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
3. La matriz de conectividad:
a) Representa las conexiones entre diferentes nodos de una red. Donde hay conexión
directa aparece un 1 y cuando no hay conexión aparece un 0.
b) Representa las conexiones entre diferentes nodos de una red. Donde hay conexión
directa aparece un 0 y cuando no hay conexión aparece un 1.
c) Es una matriz asimétrica siempre.
d) No representa el grafo de la red.
4. El índice b expresa:
a) La accesibilidad de la red.
b) La simetría de la matriz de conectividad.
c) La conectividad general de la red.
d) El número promedio de conexiones por nodo de la red.
5. La matriz de accesibilidad:
a) Se construye asignando valores a los nodos de la red.
b) Se calcula sumando las distancias entre cada nodo de la red.
c) Es simétrica como la matriz de conectividad.
d) Se construye tomando en consideración las distancias entre los nodos o vértices de
una red.
1 I
44 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
7. El modelo gravitacional:
a) Mide la demanda de viajes entre un par origen-destino en términos de las variables
población y distancia.
b) Utiliza el término geográfico e como factor de decrecimiento aplicado a la distancia.
c) Mide todos los atributos que determinan la conexión entre un par origen-destino.
d) Son ciertas la a y b.
8. El indicador de centralidad:
a) Mide la capacidad de un nodo para servir de intermedio entre los nodos restantes de
la red.
b) Mide el grado de conectividad de la red.
c) Mide la capacidad de un nodo para alcanzar el resto de los nodos.
d) Mide el número de nodos a los cuales un nodo está conectado.
9. El indicador de intermediación:
a) Mide la capacidad de un nodo para intermediar entre los nodos restantes de la red.
b) Mide el grado de conectividad de la red.
c) Mide la capacidad de un nodo para alcanzar el resto de los nodos.
d) Mide el número de nodos a los cuales un nodo está conectado.
1.d
2. b
3. a
4. c y d
5. d
6. d
7. d
8. d
9. a
10. c
1 I
46 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
GLOSARIO
Camino geodésico: es la ruta más corta que un nodo debe seguir para llegar a otros nodos.
Indicador de densidad: mide el grado de conectividad de la red.
Indicador de centralidad: mide el número de nodos a los cuales un nodo está directamente co-
nectado.
Indicador de centralización: mide la condición en la que un nodo ejerce un papel claramente
central al estar conectados con todos los nodos.
Indicador de intermediación: mide la capacidad de un nodo para intermediar en la conexión de
otros pares de nodos.
Indicador de cercanía: es la capacidad de un nodo de llegar a todos los nodos de una red.
Modos de transporte: son los diferentes sistemas o maneras de desplazarse de un nodo a otro de
una red de transporte.
Movilidad: la calidad de moverse entre un par origen-destino y, de forma más general, el grado
de ser móvil.
Matriz de conectividad: la matriz de conectividad se asocia al grafo de una red de transporte.
Donde hay una conexión directa entre nodos de la red aparece el número 1 en la celda de
la matriz y cuando no hay conexión aparece el 0.
Matriz de accesibilidad: la matriz de accesibilidad asociada se construye mediante la asignación
de la distancia a cada celda que conecta dos vértices o nodos de una red de transporte.
Nodo: los nodos de una red son elementos que se caracterizan por unir a dos o más trayectos
de una red.
Red: una red está formada por nodos y por trayectos que los unen.
Trayecto: es el camino que une dos nodos en una red.
El mercado del transporte turístico
2 Unidad
de Aprendizaje
PRESENTACIÓN
OBJETIVOS
Comprender la estructura del mercado de viajes de ocio desde las dos vertientes del análisis
económico. En primer lugar, el análisis de los determinantes de la demanda de viajes turísticos
y, en segundo, la forma de organización de las empresas que ofertan el transporte turístico.
El objetivo primordial es entender los factores que condicionan el mercado de viajes de ocio
y analizar las posibles soluciones a los fallos de mercado que se producen.
2 I
50 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
La palabra turismo deriva de la palabra tour que a su vez proviene de la alocución latina
“tornare” que significa movimiento alrededor de un punto o eje. En ese sentido, está claro
que el turismo es recreación en conexión con movimiento. Por tanto, la evolución del turismo
está íntimamente relacionada con el desarrollo de los sistemas de transportes. Sin el desarrollo
verificado en la industria del transporte aéreo en las últimas décadas sería impensable la apa-
rición del fenómeno del turismo de masas. Ello ha permitido que se evolucionara de un mo-
delo de turismo rural y de costa hacia destinos cada vez más remotos donde el input transporte
constituye un elemento esencial. Por tanto, una condición para el desarrollo turístico local es
la existencia de infraestructuras de transporte adecuadas a las necesidades derivadas de las ac-
tividades turísticas complementadas con una oferta satisfactoria de medios de transporte que
permita cubrir la demanda de movilidad que hacen los turistas en destino.
La relación entre el turismo y los transportes no sólo se limita a la posibilidad de alcanzar
el destino elegido sino que se mantiene y se amplía una vez que el turista se dispone a disfrutar
de su tiempo de ocio. El transporte es de importancia estratégica para el turismo debido a
que, en la consecución del servicio turístico, el input transporte es complementario a otros
inputs tanto ambientales como económicos, que son utilizados en el producto turístico. Por
ejemplo, no podríamos disfrutar de un bello paisaje si no existe medio de transporte para ac-
ceder a él y, al mismo tiempo, el uso masivo de los medios de transporte no sostenibles puede
I
El mercado del transporte turístico 51 2
hacer inviable ese disfrute. Se suele decir que sin los medios e infraestructuras de transporte no
existiría la actividad turística. Esta afirmación es una obviedad, y, además, es válida para cual-
quier tipo de actividad económica. Sin embargo, para el sector turístico adquiere connotaciones
dramáticas toda vez que la tendencia hacia la creciente demanda de servicios turísticos implica
disponer de medios de transporte e infraestructuras modernas que sean capaces de satisfacer
la demanda creciente de movilidad turística con un grado de eficiencia y calidad razonable.
Conviene distinguir entre el “transporte para turismo” del “transporte como turismo”. El
transporte para turismo es cuando el modo de transporte es utilizado como un medio para
alcanzar un fin. En otras palabras, el modo de transporte sirve para ir de un origen a un
destino sin que el transporte en si mismo tenga ningún valor intrínseco para el turista que lo
usa. La valoración que realiza el turista sólo tiene en cuenta la velocidad de acceso que le pro-
porciona el medio de transporte elegido y su precio. Un ejemplo claro de transporte para tu-
rismo es el avión. En cambio, el transporte como turismo adquiere connotaciones totalmente
diferentes toda vez que es una experiencia que forma parte del producto turístico que está
consumiendo el turista. Lo que importa es el viaje en si mismo y no alcanzar un determinado
destino. Por ejemplo, un crucero turístico entra dentro de la experiencia de transporte como
turismo. Por tanto, en la elección del medio de transporte por parte del turista juega un papel
crucial los atributos de calidad del modo de transporte, puesto que el transporte para turismo
tiene un valor intrínseco elevado para el turista.
Viajar por motivo de ocio implica una serie de experiencias de consumo donde el turista usa
múltiples servicios: alojamiento, transporte, restauración, agencias de viajes, tour operadores,
actividades de recreación y entretenimiento. Para ello dispone de varios modos de transporte
tales como el transporte por superficie, tierra y mar y el transporte aéreo. Los diferentes medios
de transporte que el turista usa y los múltiples destinos intermedios que el turista tiene que pasar
para llegar a su destino final hacen que la palabra “intermodalidad” adquiera una relevancia
crucial en el transporte turístico. La figura 1 ilustra la intermodalidad y los destinos múltiples.
Esta representación simplificada pone de manifiesto que aunque los usuarios principales
de este sistema de transporte turístico son los turistas, los diferentes modos de transporte
son utilizados por no turistas que usan las conexiones entre los nodos de esta red con fines
comerciales o privados. Los flujos entre los nodos son alcanzables mediante el uso de dife-
rentes modos de transporte tal como transporte aéreo, ferroviario u otra forma de transporte
terrestre. Efectivamente, el turista usa en sus vacaciones varios modos de transporte en la si-
guiente secuencia, el transporte aéreo para ir del origen al destino, una vez en el destino, podrá
utilizar el automóvil privado, el tren y el barco. La elección de los diferentes modos depende
del propósito del viaje, de la motivación y de características psicológicas y sociológicas (estilo
de vida). La densidad del flujo entre los nodos de la red depende de la disponibilidad de di-
ferentes modos de transporte, del coste de utilizar conjuntamente esos modos y del tiempo
disponible para invertir en el viaje.
Da =f(Pa,P1,P2,…..Pn, R, t)
Esta expresión clásica relaciona la demanda de viajes de ocio con el precio del viaje, el pre-
cio de los bienes relacionados y con la renta de los usuarios del modo de transporte y el tiempo
de viaje. La inclusión de la variable tiempo de viaje constituye un elemento clave toda vez que
el factor tiempo de acceso al destino es un elemento crucial en las decisiones de los turistas.
El tiempo constituye el primer elemento a valorar cuando se trata de emprender un trabajo,
un proyecto o un viaje. Hacer turismo exige disponer de un tiempo libre que, casi siempre, es
escaso y, por tanto, entraña la necesidad de elección entre diferentes alternativas de desplaza-
miento donde la rapidez del modo de transporte utilizado constituye un elemento esencial.
Por tanto, en la elección del modo de transporte, el turista debe considerar su decisión en-
frentando dos factores: precio del viaje versus coste del tiempo de viaje. Por ejemplo, cuando
2 I
54 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
un turista decide coger un tren para ir de un origen a un destino, en su elección pudo consi-
derar que ir en automóvil privado supondría un coste elevado en términos de tiempo para
encontrar aparcamiento, tiempo para descansar de conducir, tiempo adicional debido a la
congestión del tráfico, etc. El tren, en cambio, le proporciona un viaje placentero de centro a
centro de las ciudades. Es posible que ir en tren sea más caro que ir en automóvil privado
pero probablemente tardará más en llegar utilizando este último modo de transporte. La elec-
ción entre tiempo de viaje versus precio del transporte se analiza de la siguiente manera.
Suponga que Cf y Ca son los costes de los modos de transporte ferrocarril y avión respec-
tivamente, tf y ta son los tiempos de viajes, pf y pa son los precios de viajar en los dos modos
de transporte. Si h es el valor del tiempo para el usuario de los modos de transporte, el efecto
del “Precio del viaje” versus “Coste del tiempo” en utilizar un modo determinado de trans-
porte queda reflejado en las siguientes relaciones:
Cf = pf + htf
Ca = pa + hta
h<(pa-pf)/(tf-ta)
Esto quiere decir que, según el valor de “h” obtenido, el usuario elige un modo de trans-
porte determinado basando su elección en la cantidad de tiempo necesario para el viaje en
un modo de transporte respecto al otro, siempre y cuando, el valor que el viajero le asigna al
tiempo, justifica la diferencia de precios entre modos de transporte. No obstante lo anterior,
conviene destacar que existen muchos aspectos o variables, además del valor del tiempo y el
precio del viaje de ocio, que pueden condicionar la demanda de un modo determinado de
transporte. Por ejemplo, normalmente para ir de un origen a un destino el transporte aéreo
es el más rápido y también el más caro (no siempre es cierto esto puesto que depende de la
distancia del viaje y del tipo de operador aéreo) de todos los modos de transporte. Si el turista
valora mucho su tiempo, no le importará pagar un precio mayor e ir en avión a su destino tu-
rístico. Supongamos, sin embargo, que ese turista debe acceder a un aeropuerto lejano para
poder volar a su destino. El viaje al aeropuerto puede ser un factor disuasorio en la elección
del modo si supone un coste elevado en términos de tiempo de acceso al aeropuerto, de
espera en el mismo y de conducción accidental por vías congestionadas. Eso podría hacer
que el turista cambiara su elección de modo de transporte al ferrocarril cuyo acceso a la esta-
ción es más fácil aunque el viaje dure mucho más tiempo.
Otro aspecto, que se deriva del sistema de turismo y transporte, es la intermodalidad que
supone un viaje turístico. Cuando una persona decide viajar, algunas veces, debe elegir entre
los diferentes modos de transporte disponibles para realizar dicho viaje, en cambio, en muchas
ocasiones no existe tal posibilidad de elección debido a la propia naturaleza del viaje. Por
ejemplo, si pretendemos viajar desde Madrid a Barcelona podemos elegir entre tres modos
I
El mercado del transporte turístico 55 2
alternativos: el avión, el tren y el transporte por carretera. En cambio, si queremos viajar a un
destino que está en un continente distinto al nuestro y el tiempo es un elemento escaso, pro-
bablemente no nos quedará otra opción que coger un avión. Si el objetivo del viaje es realizar
un trabajo seguramente la elección del medio de transporte será aquel que me proporcione el
mayor tiempo disponible en destino. Por tanto, los diferentes modos de transporte pueden
competir entre sí o no dependiendo de una serie de características del viaje entre las que des-
tacamos el tiempo disponible, la distancia a recorrer, el objetivo del viaje y el precio del billete.
Existen otros aspectos que pueden incidir en la decisión de elegir entre un modo u otro, no
obstante, nos centraremos en analizar únicamente el factor tiempo de viaje o distancia a reco-
rrer. La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha establecido una clasificación de los trans-
portes donde señala su idoneidad en función de la distancia a recorrer. Por ejemplo, el automóvil
y autocar son modos de transportes para viajes de media distancia (menos de 1000 km), el
avión, en cambio, es un modo de transporte tradicionalmente utilizado para distancias largas.
En la elección del modo de transporte es el tiempo total de duración del viaje, es decir, el
tiempo efectivo de viaje más los tiempos de espera (tiempos muertos) lo que debe ser consi-
derado en la elección. De acuerdo a ello, el automóvil es el modo de transporte que tiene
menos tiempos muertos si no existe congestión. Sólo exige paradas para descanso del con-
ductor y repostar combustible. Una de las grandes ventajas de ese modo de transporte es el
viaje puerta a puerta y, además, que permite la movilidad del turista en el destino. Sin embargo,
no es un modo adecuado para viajes muy largos.
El ferrocarril, con la incorporación de la “Alta Velocidad” constituye un serio competidor
para el resto de los modos en distancias medias. La ventaja que tiene, por ejemplo con respecto
al modo aéreo, es que los tiempos muertos son menores ya que normalmente las estaciones
están situadas en el centro de la ciudad y el tiempo de acceso a las mismas suele ser inferior
al verificado para los aeropuertos que se encuentran alejados de los centros urbanos. Una va-
riedad de ese modo que puede ser muy competitiva es la del tren hotel. Éstos permiten viajar
de noche y llegar descansado al destino con la ventaja añadida que no sufren atascos ni can-
celaciones.
Para destinos lejanos y, considerando el tiempo de viaje un componente determinante en
la elección del modo de transporte, el aéreo no tiene competidor posible puesto que la posi-
bilidad de utilizar el medio marítimo estaría descartada tanto por la duración del viaje como
por la limitación geográfica del mismo. Aunque se utilice alta velocidad en trayectos cortos,
los barcos dependerán de la meteorología y, en consecuencia, estarán en inferioridad de con-
diciones. El transporte aéreo es, en la actualidad, con diferencia el medio de transporte más
usado en los desplazamientos turísticos. La rapidez del modo aéreo constituye su principal
ventaja frente a los restantes.
El coste total de un determinado viaje turístico puede ser representado de acuerdo al si-
guiente modelo:
Conviene señalar que, aunque los costes de alojamiento y demás costes representados en
la figura 2 se consideran fijos, estos no lo son en realidad. Podríamos argumentar que el turista
podría tratar de variar dichos costes buscando una combinación óptima, es decir, de acuerdo
a su presupuesto, que le permitiera utilizar el modo de transporte deseado. En otras palabras,
el turista podría elegir un hotel más barato con la finalidad de utilizar ese remanente en viajar
por un modo de transporte más rápido. Conviene resaltar que la relación distancia y coste de
viaje no verifica siempre que a mayor distancia mayor coste. Por ejemplo, se puede volar desde
Gran Canaria a Madrid a un precio menor que a la Isla del Hierro. Esto es debido a las fuerzas
I
El mercado del transporte turístico 57 2
de la demanda y la oferta del mercado. Entre Gran Canaria y Madrid hay mayor frecuencia
de vuelos realizados por operadores aéreos que compiten entre sí, en cambio, para volar a la
Isla del Hierro desde Gran Canaria sólo hay un operador aéreo disponible. Vemos por tanto,
que la competencia en los mercados abaratan los precios de los viajes de ocio.
Como señalamos anteriormente, hay una relación inversa entre el precio del viaje de ocio
y su demanda. Generalmente, a mayor grado de competencia entre los operadores de viajes
turísticos, mayor será la elasticidad dado que los viajeros buscarían al alternativa más barata.
Estaríamos en presencia del efectos de sustituibilidad y la elasticidad sería mayor que 1 (hp>1,
demanda elástica). Esto significaría que un aumento en el precio produciría una disminución
de la cantidad demandada en mayor proporción haciendo que el ingreso total disminuyera.
En cambio, si la elasticidad-precio es menor que uno (hp<1, demanda inelástica) esto significa
que un aumento del precio del viaje supondrá una disminución de la cantidad demandada en
menor proporción haciendo que el ingreso total aumente.
Por tanto, la estrategia adoptada para la estructura de precios dependerá de la elasticidad-
precio de la demanda del mercado de viajes de ocio. Si existe la posibilidad de segmentación
del mercado y discriminar precios, podemos afirmar que para los viajes por motivo de trabajo
(poco sensibles al precio del viaje: hp < 1 dado que el viaje debe realizarse al destino elegido
porque no hay sustitutivo) la estrategia de incrementar los precios redundaría en un aumento
de los ingresos. En cambio, los viajes por motivo de ocio presentan una elasticidad mayor
que uno (hp > 1) debido a la existencia de destinos sustitutivos. Por tanto, una estrategia de
incrementar los precios de los viajes produciría una reducción de los ingresos dado que los
turistas cambiarían su elección a un destino más barato. Una forma de hacer efectiva la dis-
criminación de precios según el motivo de viaje sería por ejemplo cuando los viajeros van en
el mismo vuelo, se podría establecer la obligación de permanencia la noche del sábado en
destino para los billetes aéreos más baratos. Por otro lado, existe evidencia empírica que señala
una elasticidad-precio de la demanda inferior a uno para viajes de larga distancia y mayor que
uno para viajes de corta distancia. Ello se justifica porque para viajes cortos existen otros
modos de transporte disponible y sustitutivo, en cambio, para los viajes largos posiblemente
no exista esa posibilidad. Por ejemplo, se puede hacer turismo dentro del continente europeo
utilizando diferentes modos alternativos de transporte que compiten entre sí por el mercado.
En ese caso, dada la sustituibilidad existente entre los diferentes modos de transporte, estaría-
mos ante un mercado elástico de viajes de ocio. En cambio, viajar fuera del continente europeo
(si el tiempo de ocio disponible es limitado) implicaría realizar el viaje en avión sin posibilidad
de usar otros modos alternativos de transporte.
Elasticidad renta
El efecto de la renta en la demanda de viajes por motivos de ocio depende del motivo del
viaje. La demanda de viajes para visitar amigos (y/o relativos) o para turismo de Congresos
I
El mercado del transporte turístico 59 2
muestra una elasticidad respecto a la renta más inelástica que la demanda de viaje de placer.
Normalmente el aumento de la renta que acompaña a todo crecimiento económico en países
de origen hace aumentar la demanda de viajes de ocio. Eso significa que la elasticidad renta
de la demanda de viajes de ocio es mayor que uno.
Esta elasticidad detecta dos tipos de efectos: el efecto sustitución y el efecto complemen-
tario. Si la elasticidad cruzada es positiva significa que A y B son sustitutivos, en cambio, si la
elasticidad es negativa, son complementarios. Si existe un efecto de sustituibilidad entre dos
destinos turísticos, la elasticidad cruzada será positiva y los planificadores turísticos tendrán
que vigilar los niveles de precios de los componentes del paquete turístico. Por ejemplo, un
incremento en el precio de viaje hacia el destino A ocasionaría un incremento en la demanda
de viajes hacia el destino B y viceversa. Ambos destinos estarían compitiendo. En cambio, si
la elasticidad cruzada es negativa, estaríamos ante el efecto de complementariedad. En ese
sentido, ambos destinos se complementan y, por tanto, deberían realizar programas de mar-
keting promocionales de forma conjunta.
Factores no económicos
Además de las variables económicas, hay una serie de factores que producen impacto sobre
la demanda de viajes aéreos. En primer lugar destacamos los cambios en el tamaño y en la es-
tructura demográfica y sociológica. Una mayor esperanza de vida ha incentivado el crecimiento
del turismo de la tercera edad. El aplazamiento de la edad de contraer matrimonio ha dado
lugar a la aparición de un segmento de mercado importante de turismo para jóvenes y solteros
con menos restricciones de tiempo. La consolidación de las mujeres en el mercado de trabajo
ha propiciado un aumento en la renta familiar favoreciendo un incremento en la demanda de
turismo familiar. La necesidad de huir de la rutina diaria y anodina de la sociedad actual ha
incrementado las ansias de aventura de la población aumentando así la demanda a destinos
exóticos que son más accesibles mediante los operadores de transporte de bajo coste. La apa-
rición de Internet favoreciendo el diseño de un producto turístico flexible unido a las dispo-
nibilidades de viajes de bajo coste ha incentivado a los jóvenes a realizar viajes para una gran
variedad de motivos tales como visitar amigos y relativos, ir a eventos culturales, “short break”
de fin de semana. Finalmente, las medidas desregulatorias (open sky) aplicadas en el mercado
2 I
60 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
A oferta de transporte para turismo es un fenómeno complejo toda vez que resulta, a
veces, difícil separar la demanda de viajes de ocio de la demanda de viajes por otros motivos.
Este aspecto dificulta que las compañías oferentes puedan realizar una asignación correcta
de los recursos de acuerdo a la disponibilidad a pagar de los demandantes. Ello unido al hecho
de que el viaje turístico no puede ser almacenado, sino que tiene que se consumido en el mo-
mento en el que se produce, y que la calidad del servicio sólo puede ser contrastada una vez
se consuma, complica sobremanera la planificación estratégica de las empresas oferentes de
servicios de transporte. Como consecuencia, dichas empresas suelen operar bajo diferentes
I
El mercado del transporte turístico 61 2
condiciones de mercado dependiendo de las características de cada modo de transporte. Existen
4 tipos de estructura de mercados que son representativas de las situaciones que se verifican
en la oferta de transporte para turismo.
Competencia perfecta
Es una situación ideal donde las condiciones de operatividad de las empresas deben veri-
ficar dos hipótesis principales. La primera es que exista un número elevado de demandantes
y oferentes sin que ninguno tenga poder para alterar el precio de un servicio no diferenciado
(homogéneo) y la segunda, que no exista barrera a la entrada ni a la salida de empresas en el
mercado. En esta estructura de mercado, los precios se determinan por las leyes de la oferta
y la demanda y las empresas, cuando maximizan beneficio, fijan la cantidad de servicio ofre-
cido de acuerdo al coste marginal de producirlo. Estas hipótesis constituyen la situación “ideal”
bajo la cual deberían operar los mercados. No obstante, la realidad es mucho más compleja y
resulta muy difícil encuadrar un modo de transporte en esta clase de mercado de manera com-
pleta sino que la utilidad de esta estructura de mercado radica en establecer un entramado teó -
rico que sirva de punto de referencia a partir del cual analizar las demás formas de mercado.
Las condiciones en las que se ofertan los servicios de transporte suponen casi siempre una
situación de mayor poder de las empresas respecto a los consumidores aunque cada vez más
se observa un incremento de la competencia en los mercados de transporte en general y del
transporte para turismo en concreto. Un ejemplo claro es la evolución del mercado del trans-
porte aéreo que, en la actualidad, dista mucho de ser un mercado monopolista como antigua-
mente y se acerca cada vez más a las condiciones de los mercados de competencia perfecta.
Vemos, por tanto, que la gran utilidad de esta estructura de mercado es proporcionarnos una
situación ideal que sirva de referencia para analizar el resto de las situaciones que se verifican
en los mercados de servicios de transporte.
Mercados contestables
Se dice que un mercado es contestable cuando los costos de entrada y salida son insignifi-
cantes. En otras palabras, el coste irrecuperable que una empresa contrae para producir el
bien o servicio y que no son recuperables si la empresa abandona el mercado, no son signifi-
cativos. Esto quiere decir que, a igualdad de oportunidades de acceder a la tecnología, a la in-
formación y a las condiciones de oferta y demanda del mercado, cualquier empresa puede
entrar a ofrecer sus servicios en este mercado dado que no existen barreras a la entrada. Todas
las empresas disponen de la misma información y tecnología y, como consecuencia, deben
competir en precios. No obstante, como las empresas operan en igualdad de condiciones,
ninguna puede elevar el precio del producto o servicio porque podrían entrar nuevas empresas
en el mercado aumentando la competencia.
2 I
62 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
Monopolio
Oligopolio
Las empresas que operan el transporte turístico poseen problemas derivados de los costes
elevados de capital, capacidad fija, demanda fluctuante caracterizada por dotación de una ca-
pacidad elevada para atender la demanda de las horas picos y necesidades de rutas de alimen-
tación para sostener las rutas rentables. El apoyo gubernamental y la regulación caracterizan
estos mercados de transporte. Es obvio que cuando existe un número elevado de empresas
sirviendo un determinado mercado de transporte turístico, la estructura de competencia per-
fecta sea la adecuada para realizar su estudio. En cambio, cuando existe un número reducido
de operadores de transporte, la estructura de mercado se asemeja a la oligopolísta o incluso
al monopolio. En esos casos, las condiciones de prestación de los servicios a los turistas son
más desfavorables. Lo deseable es que exista un grado de competencia elevado entre las em-
presas que prestan el servicio de transporte para que los precios cobrados sean cercanos a
los costes de producir el servicio. En definitiva, para cualquier análisis que se pretenda realizar
sobre la oferta de transporte turístico conviene tener en cuenta los siguientes criterios:
1. Número y tamaño de las empresas sirviendo el mercado
2. El grado de concentración del mercado
3. Las barreras a la entrada y a la salida
4. Dimensión y coste del capital fijo, costes de operación
5. Diferenciación de producto (discriminar precios)
6. Regulación
7. Aspectos técnicos: economías o deseconomías de escala y rango.
2 I
64 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
El caso del transporte aéreo es digno de mención pues ha sido uno de los mercados donde
recientemente se han producido grandes cambios. El mercado de operadores de transporte
aéreo ha evolucionado mucho en los últimos veinte años. Originariamente, las compañías aéreas
de red operaban en régimen de monopolio y eran consideradas como “embajadoras” de sus
países de origen promoviendo el turismo a lo largo y ancho de la geografía mundial. Esta si-
tuación, sin embargo, ha sufrido un gran cambio y, en la actualidad, la mayoría de estas com-
pañías han sido privatizadas y, en consecuencia, han tenido que desarrollar un modelo de
gestión más acorde con las exigencias del mercado.
Estos cambios han sido propiciados por la desregulación del mercado aéreo. Las compañías
aéreas han pasado de operar en un mercado con restricciones de entrada, capacidad y precio
a operar en un mercado con casi total libertad. Esto propició la aparición de compañías aéreas
nuevas con unas estrategias de negocio muy distinta a las tradicionalmente existentes. Las
compañías de “bajo coste” (Low cost carrier) como suelen llamarlas son modelos de negocio
que ofrecen asientos en los aviones a un precio muy bajo a cambio de suprimir todos los ser-
vicios a bordo (No Frills carrier), convirtiéndolos en servicios de pago. Esta oferta nueva ha
sido recibida por los pasajeros del mercado de ocio con entusiasmo lo que dio lugar a la apa-
rición de segmentos nuevos de mercado aéreo de ocio tales como los viajes cortos (weekend
short breaks) a ciudades europeas para realizar las visitas a amigos y relacionados o disfrutar
de visitas culturales y eventos sociales y disfrutar de estancias cortas en segundas residencias
entre otros.
El resultado final es que se ha producido una revolución en el mercado de viajes aéreos de
ocio obligando a que las compañías que tradicionalmente habían servido el mercado de ocio, las
compañías charter, cambiaran su estrategia de negocio para poder competir con las compañías
de bajo coste. El modelo de viaje (paquete turístico) vendido y promocionado usualmente
por los grandes Tour operadores (propietarios de las compañías charter) que comprendían es-
tancias de al menos dos semanas en los destinos elegidos ha sido sustituido por los paquetes
flexibles de fines de semana largos. Como consecuencia, las compañías charter han tenido que
rediseñar su negocio o simplemente convertirse en compañías de bajo coste al no soportar la
competencia. Un buen ejemplo es la compañía alemana Air Berlin que ha adoptado el modelo
de negocio de las compañías de bajo costes lanzando una web donde comercializar sus pro-
ductos y cambiando su flota hacia los tipos de aviones que requiere el modelo de bajo coste.
I
El mercado del transporte turístico 65 2
Por último, decir que las compañías tradicionales de red también se han visto afectadas en
sus negocios toda vez que han tenido que modificar sus estructuras de costes al ser estas inade-
cuadas para las condiciones actuales del mercado aéreo que ahora verifica una mayor sensi-
bilidad al precio. Al igual que sucedía con las compañías charter, las compañías de red también
han tenido que adoptar un diseño de productos similar al de las bajo coste en los trayectos de
corta distancia. La estrategia seguida por estas compañías, como ya se comentó en otro epígrafe
de este libro, ha sido concentrar sus fuerzas en los trayectos largos donde el modelo de bajo
coste todavía no ha sido probado y tratar de acercarse al producto de las compañías de bajo
coste en los trayectos cortos. Estos cambios han favorecido al usuario del transporte aéreo
en dos vertientes, la primera mediante la disponibilidad de una mayor diversidad de destinos
y, la segunda, a través de un sistema de precios reducidos y más flexibles que se adaptan a los
diferentes perfiles de los usuarios.
Entre los factores que afectan el valor de la elasticidad precio de los viajes aéreos se des-
tacan, el grado de competencia del mercado, el número de operadores de transporte aéreo
(efecto sustitución), la proporción de ingresos gastados en la compra de los billetes aéreos y
la transparencia del sistema de tarifas. Estimar de manera adecuada el valor de la elasticidad-
precio de la demanda de viajes aéreos es un factor clave en la planificación de los mercados
turísticos. A continuación analizaremos una serie de acontecimientos que han influenciado el
sistema de precios del mercado de viajes aéreos y su influencia en el valor de la elasticidad-
precio de la demanda.
El mercado del transporte aéreo ha sufrido cambios muy importantes a lo largo de las úl-
timas décadas. Hace mucho tiempo que viajar en avión ha dejado de ser un lujo de unos
pocos. El proceso de liberalización del mercado aéreo ha posibilitado una mayor competencia
entre las diferentes compañías aéreas lo que ha permitido una disminución considerable de
los precios de los billetes. Los dos ejes principales de la liberalización en Europa fueron la li-
bertad de tarifas y rutas y la desaparición de los monopolios ejercidos por las compañías de
bandera de cada país (Iberia en el caso de España) mediante su privatización. Ello ha posibi-
litado la aparición de compañías aéreas privadas que compiten entre sí favoreciendo al usuario
del mercado por la vía de la disminución de las tarifas y de la mejora de la calidad.
Un fenómeno que se ha derivado del proceso de liberalización del mercado del transporte
aéreo es el de la aparición de las compañías de bajo coste. Estas compañías han irrumpido en
el mercado con unas tarifas muy competitivas debido a una reducción drástica de los costes
operativos mediante la supresión de una serie de servicios a bordo. Otro aspecto importante
en la reducción de los costes es el de la comercialización y venta de sus billetes por Internet.
La venta directa mediante Internet permite la supresión de los costes de intermediación de
las agencias de viajes. Alrededor del 90% de las ventas de esas compañías se realiza on line. In-
2 I
66 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
cluso han eliminado el soporte físico del billete, los pasajeros retiran su tarjeta de embarque
presentando en el mostrador de facturación del aeropuerto el número de referencia de su re-
serva y su DNI. El “input” transporte supone, en la mayoría de los casos, más de un 50% de
los costes de esos servicios, por tanto, la disminución del precio de los billetes aéreos estimula
la demanda de los servicios turísticos.
En resumen, podemos señalar que la competencia que las compañías de bajo coste han
ejercido sobre las compañías regulares y charter ha permitido que los turistas dispongan de una
mayor oferta de plazas aéreas (aumento de la oferta) a precios económicos abaratando así la
componente del transporte en el paquete turístico. De acuerdo a los acontecimientos anterior -
mente descritos, en la actualidad, el valor de la elasticidad-precio de la demanda de viajes aéreos
ha aumentado, como se puede apreciar en la figura 3, mediante el movimiento de la función
de demanda (D) hacia una posición más horizontal (D’). La elasticidad-precio de la demanda
de viajes aéreos se puede asegurar que es mayor que uno. Este valor se explica, en primer
lugar, por la presencia de una mayor competencia en el mercado. Los turistas tienen, actual-
mente, una mayor capacidad de elección (efecto sustitución) a la hora de comprar sus billetes
aéreos que hace apenas 15 años. Este aspecto se ve reforzado por un número mayor de ope-
radores aéreos presentes en el mercado. En segundo lugar, la venta de billetes por Internet
ha supuesto una mayor transparencia del sistema de precios, ofreciendo información adecuada
para una mejor elección de los operadores y los destinos, favoreciendo así que la demanda de
viajes aéreos sea más sensible al precio. Gráficamente, esto se traduce en que la función de
demanda se hace más horizontal lo que unido al aumento de la oferta (desplazamiento hacia
la derecha de la función de oferta) hace que el precio del billete disminuya. Conviene señalar,
que el grado de disminución del precio del viaje aéreo depende de la potencia de los dos efec-
tos combinados. Así, si el grado de competencia y transparencia en el sistema de precios pro-
duce un giro de la demanda mayor que el desplazamiento de la oferta (número de oferentes
en el mercado), los precios no van a variar de forma sustancial. En cambio, será al revés si
ocurre lo contrario.
I
El mercado del transporte turístico 67 2
ACTIVIDADES
1. Razone en términos gráficos y teóricos precisos que ocurriría con la demanda de viajes
de ocio si:
a) Aumenta el precio del petróleo.
b) Disminuye el precio del alojamiento.
c) Aumenta el salario de los individuos.
d) El valor del euro en términos del dólar aumenta.
5. Explique la importancia del concepto de elasticidad precio cruzada entre dos destinos
turístico y razone en términos gráficos y teóricos precisos que ocurriría con la demanda
de viajes de ocio a dos destinos A y B si la elasticidad precio cruzada entre ambos es
negativa.
2 I
68 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
BIBLIOGRAFíA
Duval, D. T. (2007). Tourism and Transport: modes, networks and flows. Channel View Publications.
Graham, A; Papatheodorou, A y Forsyth, P. (2008). Aviation and Tourism, implications for leisure
travel. Ashgate.
Page, S. (2005). Transport and Tourism: Global Perspective. Pearson, Prentice Hall.
I
El mercado del transporte turístico 69 2
EJERCICIOS DE AuTOEVALuACIÓN
5. Si el precio del billete de avión de un turista, que compra por separado el vuelo y el alo-
jamiento de sus vacaciones a un destino turístico, aumenta:
a) Aumenta la demanda de hoteles en ese destino turístico.
b) Disminuye la demanda de hoteles en ese destino turístico.
c) Aumenta la demanda de viajes a ese destino turístico.
d) No varía el precio del paquete turístico completo.
2 I
70 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
8. ¿El transporte aéreo es el modo de transporte más idóneo cuando el tiempo de ocio es
escaso para viajes en el continente europeo?
a) El modo aéreo es el modo que siempre minimiza el tiempo total de viaje.
b) Depende del tiempo de acceso al aeropuerto y de la distancia a la que se encuentra
el turista del mismo.
c) Sólo en el caso de que el turista viva lejos del aeropuerto de salida de su vuelo y le
suponga un tiempo elevado de acceso al mismo.
d) El modo aéreo es el más idóneo para cualquier viaje de menos de 500 km de dis-
tancia.
1. a y c
2. b
3. d
4. d
5. b
6. d
7. d
8. b
9. c
10. d
2 I
72 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
GLOSARIO
Alta Velocidad: ferrocarriles que alcanzan velocidades superiores a los 300 kms/hora.
Barreras a la entrada y a la salida: aspectos institucionales o derivados de la naturaleza del proceso
productivo que frena la entrada y salida de empresas en el mercado.
Ceteris Paribus: cláusula que significa mientras todas las demás variables independientes que
afectan a la variable dependiente se mantienen constantes.
Convenios Bilaterales: son convenios firmados entre los países para que las compañías aéreas de
ambos puedan volar en las rutas que los conectan.
Coste del tiempo: valor del tiempo medido en unidades monetarias.
Desregulación: abolir gran parte de la normativa que regula el mercado.
Diferenciación de producto (discriminar precios): la posibilidad de cobrar por un mismo producto o
servicio precios diferente a consumidores diferentes.
Efecto renta: el aumento del salario podría inducir al individuo a comprar más ocio, por tener
un poder adquisitivo mayor y por tanto querer trabajar menos.
Efecto sustitución: si el salario de un individuo aumenta el coste de dejar de trabajar para invertir
ese tiempo en ocio es mayor lo que podría inducir al individuo a trabajar más y tener menos
ocio.
Grado de concentración del mercado: mide si las empresas que ofertan en el mercado están integra-
das en un único ente empresarial.
Intermodalidad: los diferentes medios de transporte que el turista usa para llegar a su destino
final.
Mercados contestables: un mercado es contestable cuando los costos de entrada y salida son in-
significantes.
Open sky: cielo abierto y desregulado (con poca o ninguna normativa)
Short break: vacaciones cortas (fin de semana).
Tipos de cambio: es el valor de una moneda en términos de otra.
Tour: proviene de la alocución latina “tornare” que significa movimiento alrededor de un
punto o eje.
Transporte para turismo: es cuando el modo de transporte es utilizado como un medio para alcan-
zar un fin. En otras palabras, el modo de transporte sirve para ir de un origen a un destino
sin que el transporte en si mismo tenga ningún valor intrínseco para el turista que lo usa.
Transporte como turismo: es una experiencia que forma parte del producto turístico que está con-
sumiendo el turista. Lo que importa es el viaje en si mismo y no alcanzar un determinado
destino.
El transporte aéreo
3 Unidad
de Aprendizaje
PRESENTACIÓN
Hay varias clases de operadores en el mercado del transporte aéreo. Por un lado, están las
compañías aéreas que ofrecen viajes en una extensa red de orígenes y destinos a lo largo y
ancho de la geografía mundial. Entre las compañías aéreas se distingue varios tipos, las com-
pañías de red, las compañías Charter y las compañías de ámbito regional. Cada una de esas
compañías opera en una diversidad de mercados del transporte aéreo con diferentes motivos
de viajes. Hace unos años surgió un modelo nuevo de negocio aéreo, las compañías de bajo
coste. Este modelo de negocio trata de operar combinando los aspectos positivos de los di-
ferentes operadores aéreos existentes haciendo énfasis en la reducción de los costes de ex-
plotación del negocio aéreo. Finalmente, las infraestructuras aeroportuarias, en su calidad de
“nodos” de la red de transporte aéreo, constituyen el segundo tipo de operador a considerar.
OBJETIVOS
Entender cómo funciona el mercado del transporte aéreo, estudiando la interacción de los
diferentes operadores que actúan en él. En primer lugar estudiaremos los diferentes tipos de
aeropuertos así como su modelo de gestión. Seguidamente, analizaremos como operan las
diferentes clases de compañías aéreas en el mercado aéreo señalando la importancia que cada
una de ellas tiene para el desarrollo turístico.
3 I
76 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
El mercado del transporte aéreo está formado por una diversidad de agentes que interac-
túan en un contexto globalizado mediante una serie de normativas de carácter internacional
que emanan de Organismos supranacionales (IATA y OACI) y de acuerdos entre diferentes
países. Estas normativas tuvieron su origen en la Convención de Chicago en 1944, sobre
transporte aéreo. Entonces, se establecieron los llamados “acuerdos bilaterales” que estipu-
laban que las compañías aéreas que operaban rutas internacionales tendrían que firmar un
acuerdo de servicio entre los dos países donde se detallaba las condiciones en las que se pres-
taría el servicio. Estos acuerdos garantizaban los derechos de explotación de esa ruta para las
compañías aéreas de los dos países firmantes, propiciando así una auténtica barrera a la entrada
para otras compañías aéreas. Estos acuerdos, que al principio pretendían favorecer el desa-
rrollo del transporte aéreo entre los dos países, han actuado sin embargo, como auténticas
“camisas de fuerza” que han impedido la competencia en el mercado del transporte aéreo.
Al principio de los años 70 se produce un cambio en esta situación con la desregulación
del mercado aéreo en EE.UU. Este cambio se basó en la idea de que los mercados del trans-
porte aéreo son mercados atacables (contestables) y, por tanto, los costes de entrada y salida
del mercado eran bajos. Esto es, cualquier compañía aérea que dispusiera de una flota de avio-
nes y personal suficiente podría prestar servicios en una determinada ruta del mercado aéreo.
Como consecuencia, dada la posibilidad cierta de competencia potencial, era de esperar que
I
El transporte aéreo 77 3
se incrementara la competencia en el mercado aéreo de EE.UU. Siguiendo el ejemplo de Nor-
teamérica los demás mercados aéreos del mundo, también liberalizaron su espacio aéreo. En
Europa se establecen las libertades aéreas como un proceso paulatino de liberalización del
sector aéreo que culminaría con la aplicación del principio de cielos abiertos (Open Sky). Esta
política ha supuesto una auténtica revolución en el sector toda vez que ha propiciado una
mayor competencia en el mercado debido a la aparición de nuevos operadores aéreos (com-
pañías de bajo coste) y ha posicionado a las infraestructuras aeroportuarias en el eje central
del funcionamiento del mercado aéreo.
En la actualidad, se pueden distinguir varias clases de operadores en el mercado del trans-
porte aéreo. Por un lado, están las compañías aéreas que pueden clasificarse en tradicionales,
conocidas también como “compañías de red”, porque sirven una extensa red de orígenes y
destinos a lo largo y ancho de la geografía mundial. Por otro, las compañías Charter que na-
cieron para dar servicio a un mercado estacional (turístico) y que opera entre determinados
orígenes y destinos. Luego, están las compañías de ámbito regional que operan en un mercado
doméstico reducido y, por último, las compañías de bajo coste que surgen con el objeto de
posicionarse en aquellos mercados donde existe posibilidad de crecimiento de la demanda o
donde la demanda está desatendida. Las compañías aéreas llamadas de bajo coste es un mo-
delo de negocio que trata de operar combinando los aspectos positivos de los diferentes ope-
radores aéreos existentes haciendo énfasis en la reducción de los costes de explotación del
negocio aéreo. Finalmente, el operador aeroportuario es el otro tipo de agente a considerar.
2. LOS AEROPUERTOS
En términos generales, los aeropuertos pueden ser clasificados en aeropuertos (mega) hub
o no hub. Estos se caracterizan por estar situados en las principales zonas económicas de cada
continente y tener importantes conexiones aéreas con el resto del mundo. Compañías aéreas
de gran tamaño suelen tener su base en ese tipo de aeropuertos que, además, disfrutan de
una red de conexiones terrestres privilegiadas. Los mega-hub y los hub están orientados básica-
mente al tráfico de pasajeros, lo que significa que, en caso de problemas de capacidad, van a
favorecer a éstos en detrimento de la carga. Sin embargo, al estar situados en zonas de gran
potencial económico también serán muy activos en la promoción de la carga. Existen aero-
puertos especializados en el tráfico de mercancía pero dada su relevancia escasa para el mer-
cado turístico no son considerados en este estudio.
La configuración hub se da en los aeropuertos que verifiquen una concentración elevada
de tráfico respecto de los demás y actúan como centro de atracción a partir del cual se distri-
buyen las conexiones, en forma radial, a los destinos finales periféricos. Esta configuración
es denominada Hub-and-Spoke (figura 1), el cual puede ser traducido como centro-radial y per-
mite algunas ventajas en términos de costes para las compañías aéreas dado que reduce el nú-
mero de itinerarios de ida y vuelta necesarios para transportar pasajeros a determinados
destinos, aunque aumenta el número de pasajeros-km. Si hay suficientes economías de escala
respecto al tamaño de las aeronaves, entonces las ventajas del sistema centro-radial son supe-
3 I
78 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
riores a las desventajas ocasionadas por el incremento del número de pasajeros-Km, obte-
niéndose como resultado unos costes inferiores para las compañías aéreas. Sin embargo, este
sistema tiende a evitar la competencia en el mercado de las compañías aéreas debido a las
ventajas que disfruta la compañía dominante en ese aeropuerto como consecuencia del control
burocrático que ejerce en las operaciones realizadas en el mismo.
Los aeropuertos considerados secundarios son aquellos que se encuentran en la periferia
de la red de aeropuertos y que por su posición geográfica no son capaces de atraer suficiente
volumen de tráfico que permita alcanzar el umbral de la rentabilidad económica. Esta clase
de infraestructura a menudo dispone de exceso de capacidad y, por ello, ofrece oportunidades
para las compañías aéreas que quieran posicionarse en el mercado aéreo al que sirven. En
Europa, debido a la escasez de capacidad de la mayoría de los aeropuertos principales (hub), los
aeropuertos secundarios constituyen una alternativa viable para determinado tipo de tráfico.
Así, el modelo de negocio de las compañías de bajo coste, ha encontrado en los aeropuer-
tos secundarios europeos la posibilidad de ofertar servicios en aquellos mercados cuya capa-
cidad aeroportuaria casi en su totalidad pertenece, en virtud de los derechos históricos, a las
compañías de bandera de los países. Así mismo, estos aeropuertos están albergando tráfico
de tipo charter derivados desde los aeropuertos hub más congestionados. Por tanto, la impor-
tancia de esta clase de aeropuertos en Europa es crucial toda vez que permite el desarrollo
del mercado del transporte aéreo y, por tanto, facilita la accesibilidad del turista a regiones pe-
riféricas con gran potencial de desarrollo turístico.
I
El transporte aéreo 79 3
2.2. La gestión aeroportuaria
de facilitar el movimiento de pasajeros y carga a través del edificio terminal, se deben realizar
esfuerzos dirigidos a maximizar las oportunidades de generar ingresos adicionales de fuentes
comerciales. Ello tiene como objetivo principal equilibrar la relación entre ingresos aeronáu-
ticos y no-aeronáuticos. La idea central es convertir los aeropuertos en centros de negocios,
gestionados con criterios comerciales con el objeto de que lleguen a ser financieramente au-
tosuficientes.
Los ingresos generados en un aeropuerto se dividen en dos categorías: aeronáuticos y no
aeronáuticos. Los ingresos aeronáuticos incluyen las tasas de aterrizaje, tarifas por estaciona-
miento de aeronaves, suministro de combustible, tarifa de salida de pasajeros, tarifas de utili-
zación de pasarelas telescópicas y manipulación de mercancía. Los ingresos no aeronáuticos
están categorizados como comerciales dado que engloban las actividades comerciales desa-
rrolladas en el recinto aeroportuario. Comprenden los ingresos por arrendamiento, exposicio-
nes comerciales, handling, tiendas libres de impuestos, catering, bares y restaurantes, publicidad,
coches de alquiler, aparcamiento y otros. Existe una correlación positiva entre el tamaño del
aeropuerto y su capacidad para generar ingresos. Los aeropuertos pequeños dependen en
gran medida de sus ingresos aeronáuticos, mientras que los aeropuertos de grandes dimen-
siones, dado el elevado volumen de tráfico que circula por sus terminales, sobre todo de pro-
cedencia internacional, desarrollan un potencial comercial extraordinario. Los pasajeros
internacionales son los que pasan más tiempo en el aeropuerto y, por tanto, tienden a gastar
más en los servicios de hostelería y en las tiendas. Adicionalmente, atraen más gente a la hora
de recibirlos o despedirlos. Ello tiene cierto impacto sobre los ingresos por hostelería y ventas
de artículos.
Otro aspecto de la gestión aeroportuaria que merece una atención especial es la gestión
de la capacidad del aeropuerto. El crecimiento del mercado del transporte aéreo evidencia la
escasez de capacidad instalada en la mayoría de los aeropuertos alrededor del mundo. Ello,
unido a que en muchos aeropuertos no existe la posibilidad de invertir en capacidad adicional,
debido a barreras físicas que se oponen a la misma, hace que la asignación de la capacidad
constituya un elemento clave en la gestión del aeropuerto. La forma comúnmente utilizada
de gestionar la escasez de capacidad es reducir el exceso de demanda mediante el estableci-
miento de una tarifa diferenciada para los periodos puntas de mayor demanda. La figura 2
ilustra la racionalidad del mecanismo de mercado cuando hay exceso de demanda de capacidad
aeroportuaria.
Una vez asignados los slots entre las compañías, éstas pueden intercambiarlos de acuerdo
a sus conveniencias. Este proceso puede estar intervenido por el gobierno o por un agente
regulador si existen prioridades o restricciones a ser aplicadas. Por ejemplo, puede interesar
dar prioridades a los vuelos comerciales frente a otros si los objetivos económicos son prio-
ritarios. También puede ser necesario asociar la asignación de los slots a criterios de calidad
del servicio. Por ejemplo, dar preferencia a aquellas compañías que vuelen un número mayor
de destinos.
2.3. Benchmarking
sitar explorar si los recursos están siendo utilizados de la forma más eficiente posible, o lo
que es lo mismo si nuestro output es máximo dados unos inputs. Para ello podemos evaluar
los indicadores de costes por unidades de output. La generación de ingresos aeroportuarios
es otro de los aspectos que conviene dedicar especial atención. Además de indicadores globales
de ingresos podría ser necesario disponer de indicadores desagregados con la finalidad de co-
nocer con mayor detalle el funcionamiento de las áreas comerciales. Por ejemplo, ingresos
provenientes de las concesiones por pasajeros.
Un área que resulta crucial investigar en la gestión aeroportuaria es la percepción que
tienen los usuarios acerca de la calidad de los servicios ofrecidos por el aeropuerto. Por ejem-
plo, la evaluación de la calidad de los servicios aeroportuarios en el edificio terminal de un
aeropuerto, puede ser estimada por la variable “tiempo de servicio” como una aproximación
a la valoración de la calidad de los servicios ofrecidos. Conviene señalar que existe, sin embar-
go, una solución de compromiso entre el nivel de servicio ofrecido y los costes del mismo. Cuan-
to mayor es el nivel de servicio ofrecido, mayores son los recursos necesarios para conseguirlo.
Por un lado, si podemos identificar todos o algunos de los costes asociados con el tiempo
perdido por los pasajeros en cola y, por otro, los recursos económicos que quedan inútiles
como consecuencia de esta espera, sería posible evaluar las pérdidas debido al nivel de servicio
ofrecido. Un ejemplo ilustrativo sería el del servicio de facturación. Cuánto más tiempo invier -
ten los pasajeros delante de los mostradores de facturación menos tiempo tienen para efectuar
sus compras de última hora en el área comercial del aeropuerto.
Otra área de interés especial en la valoración del Benchmarking de la gestión aeroportuaria
es la de los impactos ambientales. Las externalidades negativas relacionadas con la actividad
aeroportuaria son principalmente las emisiones de gases contaminantes, partículas derivadas
de la combustión y ruido debido al motor de las aeronaves y de los vehículos accediendo al
aeropuerto. Las emisiones de gases resultan ser de difícil evaluación debido a la inexistencia
de un umbral (límite) internacionalmente aceptado. ¿A partir de qué nivel de contaminación
podemos decir que afecta al medio ambiente? y ¿en qué medida lo hace?. Estos interrogantes
hacen que la evaluación del impacto causada por las emisiones sea difícil de evaluar en un
benchmarking ambiental. En cambio, el ruido es, quizás, el efecto más pernicioso generado
por un aeropuerto. Esta externalidad afecta sobre todo a los residentes en áreas cercanas al
mismo. Entre los efectos negativos del ruido se destaca también la pérdida de valor de las
propiedades alrededor del aeropuerto.
Para aplicar con éxito esta técnica es necesario disponer de una serie de indicadores que
permitan medir el resultado de la gestión de determinadas áreas de la empresa o industria.
En la Tabla 1 mostramos unos ejemplos de indicadores para la industria aeroportuaria. Estos
se clasifican en varias áreas diferenciadas: estructura de costes, generación de ingresos, acti-
vidades comerciales y medidas de resultados económicos, calidad del servicio e impacto am-
biental.
I
El transporte aéreo 83 3
Tabla 1. Ejemplos de indicadores
Finalmente, cabe resaltar que la comparabilidad entre aeropuertos de diferentes países re-
sulta compleja debido a una serie de aspectos diferenciados. Por ejemplo, la diferencia en los
servicios prestados por los distintos aeropuertos, el grado de intervención estatal en el mismo,
los diferentes sistemas contables, las diferentes fuentes de financiación, la existencia o no de
subvenciones y el establecimiento de diferentes niveles estándares de servicio dificultan so-
bremanera el análisis comparativo entre aeropuertos de diferentes países. Estos aspectos uni-
dos a las especificidades geográficas, económicas, sociales y políticas de la región donde se
ubican los aeropuertos, dificultan aún más, si cabe la evaluación de la gestión aeroportuaria.
Podemos distinguir varios tipos de agentes o compañías aéreas. Las que operan en red,
con una gran oferta de vuelos regulares y con una elevada capacidad de influencia en la gestión
del aeropuerto. Por ejemplo, Iberia en el caso español. Las compañías de carácter regional
(por ejemplo, Binter – Canarias) a las que no dedicaremos ningún análisis específico por su
escaso ámbito de actuación, las compañías charter y las de bajo coste. Dada la importancia que
ha tenido para el mercado de transporte aéreo la aparición de las compañías de bajo coste le
dedicaremos un análisis extenso. Este tipo de negocio aéreo además de incrementar la com-
petencia en el mercado aéreo ha supuesto un cambio importante en el modelo de gestión aero-
portuario de aquellos aeropuertos llamados secundarios.
3 I
84 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
BritishAirways, Iberia, Lan Lufthansa, Air Canada, Air France, KLM, Alitalia,
Chile, American Airlines, Thai Airlines, Air NewZe- Korean Airlines, Aeroflot,
Cathay Pacific, Malev, land, SAS, United, ANA, Aeroméxico, Continental
Finnair, Japan Airlines, Singapore Airlines, US Airlines, Czech Airlines,
Quantas y Royal Jordanian Airways, Asian Airways, Delta y Northwest Airlines
SouthAfrican Airlines,
Austrian Airlines, Spanair,
BMI, Swiss, LOT, TAP,
Adria, Blue 1 y Croatia
Airlines
Las compañías de red disponen de una red de rutas del tipo hub and Spoke con un número
elevado de operaciones en aquellos aeropuertos donde dispone de rutas consolidadas y tenga
una base de operaciones (personal propio de apoyo a la compañía en los servicios de tierra).
Prestan servicio a una red extensa de rutas que para hacerla operativa necesita establecer alian-
zas con compañías de otros países. Las alianzas permiten a las compañías poder extender sus
servicios a destinos a los que antes era imposible llegar por falta de conexiones entre los ae-
ropuertos principales y los secundarios. Estas compañías coordinan su horario de vuelo para
que encaje con los vuelos intercontinentales de las compañías de la misma alianza.
La liberalización del espacio aéreo, unidos a una situación de bonanza económica en el
mundo en la primera década del siglo XXI, tuvieron gran influencia en el mercado de viajes
aéreos de ocio permitiendo la aparición de compañías aéreas con marcadas diferencias en su
modelo de gestión respecto a lo que era usual en el sector, las compañías de red y charter.
Estas compañías (llamadas de bajo coste) se instalaron en el escenario del mercado aéreo eu-
ropeo suponiendo el establecimiento de rutas y destinos turísticos nuevos dando lugar a opor-
tunidades de negocio que antes no existían. El turismo de fin de semana, el de visita a amigos
y relacionados, las visitas culturales a ciudades europeas son algunos de los mercados nuevos
3 I
86 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
que han desarrollado este nuevo modelo de negocio aéreo. Como consecuencia, las compañías
aéreas tradicionales y las compañías charters se vieron obligadas a rediseñar su estrategia de
negocio para afrontar esta competencia ejercida por las compañías de bajo coste. Las com-
pañías tradicionales o de red han concentrado su negocio en los vuelos de larga distancia
donde no existe competencia respecto a las compañías de bajo coste, mientras que las com-
pañías charter (subsidiarias de los grandes touroperadores) han tenido que adoptar modelos
de gestión nuevos e incluso convertirse en compañías de bajo coste modificando la forma de
ofertar el producto turístico.
Las compañías charters surgieron para dar servicio a una demanda de transporte aéreo con-
secuencia de la actividad turística. Se trata de vuelos asociados a determinados destinos turís-
ticos o a eventos con fuertes puntas de demanda. Son compañías integradas en grandes
holding turísticos u operadores turísticos (Touroperadores) y están para dar servicio en una
ruta concreta en un periodo de temporada alta. Los servicios de transporte aéreo que pro-
porcionan estas compañías están integrados en lo que se llama el “paquete turístico” y el vuelo
es un componente más de una serie de servicios que incluye servicios de hotel, desplazamiento
en tierra, excusiones, comidas, etc. Este tipo de compañías ofrecen un servicio a bordo están-
dar (no hay diferenciación de clases), con aviones de tamaño medio y vuelan a destinos turís-
ticos consolidados.
Las compañías charters, subsidiarias de los grandes tour operadores, están sufriendo una
competencia feroz por parte de las compañías de bajo coste toda vez que estas últimas han
aprovechado las nuevas tecnologías (Internet) para mejorar y hacer flexible el diseño del pro-
ducto turístico que antes estaba monopolizado por los grandes Tour Operadores propietarios
de las compañías Charter. Para tratar de competir con el modelo de bajo coste algunos Tour
operadores han seguido la estrategia de establecer modelos similares a las compañías de bajo
coste y otros, en cambio, han optado por expandir su negocio en el segmento de media dis-
tancia donde la competencia de las compañías de bajo coste está ausente. Se prevé que en
Europa en la próxima década los servicios Charter de corta distancia serán sustituidos por
compañías de bajo coste disminuyendo su importancia a la mitad de su tamaño actual. Este
aspecto se acentúa en los segmentos de mercados de turismo joven donde suelen verificar
una mayor tendencia a diseñar online sus propias vacaciones y a no usar los paquetes turísticos
ofertados por los Tour operadores. Por tanto, la tendencia es que las compañías charter pierdan
fuerza en los mercados europeos de demanda de vuelos turísticos para destinos cercanos a
los países de emisión. Las compañías charters europeas concentran su actividad en el sector de
los vuelos de media distancia (2000-3000 kms) en contraste con la distancia media de 1000 kms
de los vuelos de las compañías de bajo coste.
I
El transporte aéreo 87 3
3.3. Compañías de bajo coste
Aunque existan en EE.UU. desde los años setenta, las compañías de bajo coste (CBC) no
aparecieron en Europa hasta principios de los años noventa. Estas compañías operan bajo
un modelo de gestión del negocio aéreo diferenciado. Operan preferentemente en aeropuertos
de tipo secundarios (no hub, aunque también operan en los hub si la situación lo requiere) para
evitar la escasez de capacidad de los aeropuertos grandes y las consecuencias que se derivan
de la misma como son tarifas de aterrizaje elevadas, escasez de slots, esperas en los servicios
auxiliares como son suministro de combustible, handling pasajeros y equipajes etc. La aparición
de estas compañías supuso una gran revolución del mercado aéreo en Europa debido a la
competencia que han generado en el mercado. Su aparición se debe al desarrollo del cielo
único europeo que al principio de los años noventa y en virtud del establecimiento de la octava
libertad (Derecho de cabotaje) aérea empieza a permitir que las operaciones domésticas (den-
tro de un mismo país) o entre dos países puedan ser efectuadas a cargo de una compañía
aérea perteneciente a un tercer país diferente a los dos anteriores.
El modelo de negocio de las compañías de bajo coste es sencillo y claro: maximizar la ocu-
pación de los aviones (conociendo la demanda) y optimizar la eficiencia operativa para reducir
los costes al máximo. El éxito de estas compañías puede ser visualizado por el índice de ocu-
pación de los vuelos de bajo coste que son como promedio un 85% frente al 60% que veri-
fican las compañías tradicionales. Los costes se logran minimizar manteniendo los aviones
volando el máximo tiempo posible. Por término medio, la distancia de las rutas operadas por
las bajo coste están comprendidas entre 1500 y 2000 kms y, como consecuencia, cada avión
realiza 8 vuelos diarios (8 rotaciones) reduciéndose las operaciones aeroportuarias a un mínimo
de 20 a 25 minutos. Ofrecen vuelo punto a punto sin que se permitan conexiones. Aunque
tienen que pagar por un número mayor de aterrizajes estos vuelos se realizan a aeropuertos
secundarios donde las tasas de aterrizaje son mucho menores que las de los aeropuertos hubs.
La base salarial de los trabajadores es baja y no disponen de convenio colectivo, la venta de
billetes se hace por Internet, la homogeneización de la flota de aeronaves reduce los costes
de mantenimiento y el entrenamiento de la tripulación, la ausencia de clases y los servicios de
a bordo de pago, etc. son algunos de los mecanismos utilizados para la reducción de los costes.
La forma de operar de estas compañías tiene importantes implicaciones para los aeropuer-
tos. Los aeropuertos escogidos para posicionar su negocio son los llamados aeropuertos se-
cundarios. Estos aeropuertos normalmente están situados en regiones no muy alejadas de las
grandes ciudades o con un potencial de desarrollo económico y turístico importantes. Hay
muchos ejemplos de aeropuertos que han visto como el establecimiento de compañías de
bajo coste, ha supuesto un incremento sustancial de sus actividades. El aeropuerto John Lennon
(Liverpool), el de Charleroi (Bruselas), el de Girona (Cataluña) y el aeropuerto de Hahn (Frank-
furt) han visto como su volumen de tráfico se ha duplicado en pocos años y cómo han pasado
de ser aeropuertos deficitarios a ser infraestructuras rentables y con éxito comercial. El im-
pacto económico que supone tanto para el aeropuerto como para la región donde se ubica es
extraordinario. La localidad belga de Charleroi, una población a 50 kms de Bruselas ha visto
como se ha desarrollado una industria turística hasta entonces incipiente. Conscientes del
gran negocio que hay en torno a las compañías de bajo coste, el sector privado, en varios
3 I
88 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
Hasta mediados de la década de los noventa el canal de distribución de los servicios aéreos
era las agencias de viajes. Estos agentes eran los responsables de más del 90% de las ventas
de billetes aéreos los cuales eran añadidos al alojamiento y al transporte por superficie para
conformar el “paquete turístico”. Las reservas y compras de billetes aéreos eran realizadas
mediante los sistemas globales de distribución (GDSs - Amadeus, Galileo, Sabra, etc.) lo que
permitió una ganancia en eficiencia debido a la contratación directa de los servicios aéreos a
3 I
90 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
las compañías aéreas sin tener que realizar largas llamadas telefónicas. Los costes de la ope-
ración a través de los GDSs eran imputados a las compañías aéreas que tenían que pagar co-
misiones a las agencias de viajes (entre un 10% y 15%) cada vez que se efectuaba una compra
de billete. Estos pagos constituían uno de los mayores componentes de los costes de las ae-
rolíneas. En la actualidad, con la aparición de Internet como canal de distribución la situación
es bien distinta.
A mediados de los años 80 las compañías aéreas y las empresas proveedoras de los CRSs
comprendieron que el transporte aéreo era una parte mínima de un producto más complejo,
la experiencia de viaje y, por tanto, existía la necesidad de desarrollar un sistema que abarcara
todos sus segmentos. Surgen los Global Distribution Systems (DGSs) que ofrecen un rango amplio
de productos turísticos tales como alojamientos (Hoteles), alquiler de coches y reservas de
billetes aéreos entre otros. Estos sistemas forman el soporte principal sobre el que se articula
la comunicación entre las agencias distribuidoras del producto turístico y los proveedores de
los mismos y permite a las agencias distribuidoras (agencias de viajes) disponer de toda la in-
formación esencial en sus pantallas de ordenadores para desarrollar y vender los diferentes
productos turísticos (ej: itinerarios de viajes). Los principales sistemas de distribución global
(GDSs) son Amadeus, Galileo, Sabre y Worldspan. Estos sistemas, además de favorecer la
distribución del producto turístico, también son utilizados por las compañías aéreas para gestio-
nar la base de datos de acumulación de millas en los programas de fidelización de las Alianzas
de compañías aéreas.
La utilización masiva de las TICs en el sector del transporte aéreo nació con la desregulación
del mercado aéreo en EE.UU. (años 70). Este hecho permitió a las compañías aéreas una
mayor libertad de gestión favoreciendo la necesidad de cambiar sus tarifas y rutas cada vez
que lo estimase oportuno de acuerdo a las exigencias de la demanda. Ello tuvo como resultado
una mayor demanda de información por parte de los usuarios. En este contexto nuevo, las
empresas vieron la necesidad de desarrollar, como parte de su estrategia de negocio, un sistema
que permitiese mejorar su organización interna y la gestión de su oferta de vuelos. Como
consecuencia de lo anterior, nacieron los sistemas de reservas por ordenador (computer reserva-
tion system – CRSs). Estos sistemas permitían a las compañías aéreas competir eficazmente
mediante la adaptación continuada de su oferta y tarifas a la demanda cambiante.
Las TIC’s han dado lugar a una generación nueva de mediadores virtuales a través de Inter-
net donde se destaca el papel de las agencias virtuales (ejemplos: edream.com; ebookers.com;
rumbo.com, lastminute.com) como distribuidores nuevos y más eficientes del producto tu-
rístico y del transporte en especial. El sistema de distribución utilizado antes de la aparición
de Internet, los GDSs, se volverán obsoletos y caros de usar en menos de 10 años en opinión de
los expertos. Como estrategia de mercado frente a la gran penetración de Internet los prove-
edores de los GDSs han desarrollado interfaces para situarse más cercanos a los consumidores
finales del mercado turístico mediante la creación de agencias de viajes on-line tales como
Travelocity.com (Sabre), Trip.com (Galileo) y Expedia.com (Worldspan). Los expertos auguran
que los GDSs servirán en el futuro como soporte (interface) para los futuros e-intermediarios.
I
El transporte aéreo 91 3
4.3. El futuro inmediato
El canal de venta a través de Internet ha permitido a las compañías aéreas reducir los costes
de los intermediarios (agencia de viajes y GDSs) y favorecer la distribución de los distintos
segmentos del producto turístico a una audiencia amplia mejorando la penetración en el mercado
con la consiguiente mejora en la competencia entre los proveedores del mismo. Adicional-
mente a Internet irán surgiendo otras e-plataforma de distribución: el teléfono móvil (e-móvil)
y la televisión digital interactiva (TV-interactiva). En un futuro no lejano se distinguirán nuevos
e-intermediarios basados en las tres plataformas (Internet, e-móvil y TV-interactiva). La con-
vergencia de las e-plataformas promoverá ventajas competitivas para los e-intermediarios que
adopten una estrategia basada en el enfoque de multiplataforma para atender y servir a sus
clientes.
Los beneficiarios últimos de esta tendencia serán, por un lado, los consumidores que podrán
disponer de un mayor y mejor acceso (diversidad de tarifas) a los productos turísticos y, por
otro, las empresas que forman parte de la oferta de los diferentes segmentos del producto tu-
rístico que verán cómo sus costes de intermediación se reducen aumentando sus posibilidades
de vender su capacidad ociosa mediante tarifas promocionales de última hora. Las compañías
aéreas son organizaciones interdependientes que necesitan utilizar las TICs de forma estraté-
gica para integrar sus operaciones, controlar y coordinar la gestión su negocio. Gestionar toda
la cadena del negocio aéreo electrónicamente proporciona reducción de costes, exactitud en
las transacciones y optimización de la eficiencia.
En resumen, el desarrollo de Internet ha tenido una gran influencia en el mercado de viajes
aéreos de ocio. Hoy en día, los pasajeros han descubierto que es económicamente más ven-
tajoso para ellos diseñar su propio “paquete turístico” mediante el acceso a las diferentes webs
site de las compañías aéreas y de las empresas que ofertan los diferentes servicios turísticos
tales como alojamiento, alquiler de coches, actividades y un largo etcétera. Por ejemplo, todos
estos servicios pueden ser contratados directamente en las webs de las compañías de bajo
coste donde las empresas de servicios turísticos ofertan sus productos mediante el pago de
una comisión a las compañías aéreas. Para aquellas personas que quieren realizar una búsqueda
comparativa de los diferentes productos aéreos ofrecidos por diferentes operadores aéreos
debe consultar las llamadas agencias on-line. Éstas son buscadores de vuelos que permiten en-
contrar la opción más ventajosa para acceder a un determinado destino. Ejemplos de estas
agencias son Travelocity, Expedia, e-Dream, Rumbo, etc. En principio esta modalidad de agencia
on-line parece favorecer el desarrollo del mercado aéreo facilitando a los usuarios el acceso a
los diferentes productos de los operadores existentes en el mercado. No obstante, una preo-
cupación emerge de este modelo dado que existe la posibilidad de que estas agencias adquieran
poder de mercado suficiente y mediante la manipulación de precios pueda actuar como árbitro
en la competencia de los operadores presentes en el mercado aéreo toda vez que pueden en-
frentar las diferentes ofertas de las compañías aéreas. Al igual que sucedía con las agencias de
viajes tradicionales y, siempre y cuando el usuario no disponga de información suficiente y
tiempo para contrastarla, este nuevo modelo puede favorecer a un operador aéreo frente a
otro.
3 I
92 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
ACTIVIDADES
4. Analizar la importancia que las compañías de bajo coste tiene para el turismo.
Buhalis, D. (2004). eAirlines: strategic and tactical use of ICTs in the airline industry. Informa-
tion& Management, 41, 805-825.
Duval, D. T. (2007). Tourism and Transport: modes, networks and flows. Channel View Publications.
Graham, A.; Papatheodorou, A. y Forsyth, P. (2008). Aviation and Tourism, implications for leisure
travel. Ashgate.
Page, S. (2005).Transport and Tourism: Global Perspective. Pearson, Prentice Hall.
3 I
94 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
1. d
2. d
3. c
4. d
5. a
6. d
7. a
8. a
9. d
10. d
I
El transporte aéreo 97 3
gLOSARIO
Aeropuertos (mega) hub: se caracterizan por estar situados en las principales zonas económicas
de cada continente y tener importantes conexiones aéreas con el resto del mundo. Actúan
como centro de atracción a partir del cual se distribuyen las conexiones, en forma radial,
a los destinos finales periféricos.
Agencias on-line: son buscadores de producto turísticos (vuelos, hoteles, etc..) que permiten en-
contrar la opción más ventajosa para disfrutarlos en un determinado destino turístico.
Benchmarking: es el término que se utiliza para el proceso de establecer criterios de buenas
prácticas en una empresa mediante comparaciones con otras empresas de igual índole o
naturaleza. El principal objetivo del benchmarking es observar como lo hacen otros y tomán-
dolos como referencia indentificar áreas suscetibles de ser mejoradas.
Compañías de bajo coste: es un modelo de negocio que trata de operar combinando los aspectos
positivos de los diferentes operadores aéreos existentes haciendo énfasis en la reducción
de los costes de explotación del negocio aéreo.
Compañías charter: son compañías aéreas que dan servicio a un mercado estacional (turístico)
y que opera entre determinados orígenes y destinos.
Compañías de red: sirven una extensa red de orígenes y destinos a lo largo y ancho de la geografía
mundial.
Handling: término que incluye una gran variedad de actividades tales como la limpieza de las
aeronaves, la carga y descarga de equipajes y mercancía, el procesamiento de pasajeros,
equipajes y mercancía a través del edificio terminal.
Hub-and-Spoke: es una configuración que puede ser traducida como centro-radial. El aero-
puerto (hub) ejerce como centro de atracción a partir del cual se distribuyen las conexiones,
en forma radial, a los destinos finales periféricos (spoke).
Interfaces: dispositivo que permite interconectar a dos o más agentes de un mercado.
Libertades aéreas: es una política que pretende liberalizar el mercado del transporte aéreo me-
diante el establecimiento de una serie de libertades aéreas cuyo objeto es estimular la com-
petencia en el mercado.
Outsourcing: la contratación de determinados servicios llamados periféricos a empresas privadas
externas al aeropuerto.
Política de cielos abiertos (open sky): En Europa se establecen las libertades aéreas como un proceso
paulatino de liberalización de sector aéreo que culminaría con la aplicación del principio
de cielos abiertos.
Sistemas globales de distribución: son sistemas de reserva de servicios aéreos por ordenador. Entre
otros se destacan DGS, Amadeus, Galileo, Sabra, etc.
Slots: se refiere a una franja horaria, por ejemplo de 8:00 a.m a 9:00 a.m. en un día determinado
del año, en el cual las compañías aéreas tienen el derecho a utilizar los servicios aeropor-
tuarios tales como aterrizajes, despegue y estacionamiento de aeronaves.
TICs: tecnología de la información y comunicación.
Transporte aéreo y cambio climático
4 Unidad
de Aprendizaje
PRESENTACIÓN
OBJETIVOS
Comprender los conceptos relacionados con la medición del impacto ambiental de los
gases de efecto invernadero. Entender y calcular el indicador de la huella del carbono como
una medida física del impacto de la actividad del sector aéreo relacionado con el turismo.
Analizar la aplicación de las políticas de mitigación del impacto de las emisiones en el contexto
del mercado de viajes de ocio. El objetivo principal es entender que si no se realizan correc-
ciones de la demanda y la oferta de servicios de transporte aéreo asociado al turismo, esta acti-
vidad constituirá, en un futuro no muy lejano, su principal factor de no sostenibilidad.
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Contribución del
Políticas de mitigación
transporte aéreo al Caso de estudio
de emisiones
cambio climático
EXPOSICIÓN DE CONTENIDOS
Muchas actividades que forman parte del sector turístico usan tecnologías intensivas en
energías de origen fósil. Los destinos turísticos necesitan dotarse de infraestructuras comple-
mentarias tales como puertos, aeropuertos, carreteras, hoteles y otras actividades que verifican
un uso intensivo de la energía. Se destaca la importación de bienes de consumo y alimentos,
la generación de agua potable, el tratamiento de los residuos generados y un largo etcétera.
La movilidad del turista en destino es otro de los aspectos conflictivos debido al consumo
elevado de espacio del territorio que exige la construcción de una red de carreteras o ferro-
carril. El incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero debido al abuso en el
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uso del automóvil privado (coche de alquiler o propio), para los desplazamientos a los puntos
de interés turísticos en destino o para acceder al destino, es otro de los aspectos que exige
una planificación acorde con los principios de desarrollo sostenible.
No obstante lo anterior, el sector del transporte aéreo es el más visible en su relación con
el turismo y, debido a su espectacular crecimiento en los últimos años, su influencia sobre el
cambio climático ha dejado de ser testimonial. El transporte aéreo en el mundo está creciendo
a una tasa (6% anual) por encima del PIB promedio mundial. Uno de los principales motores
de ese crecimiento es el turismo. Las previsiones para el año 2020 es que exista 1600 millones
de turistas anuales con tendencia a viajar a destinos más lejanos. Debido a esas previsiones se
estima que en 2020 se habrán duplicado las emisiones de gases de efecto invernadero causados
por la aviación lo que dará lugar a un problema ambiental de dimensiones colosales. Si no se
toman medidas que mitiguen estos efectos externos, el mercado del transporte aéreo y, por
tanto, el turismo serán, en un futuro no muy lejano, unos de los mercados que contribuirán
de forma relevante al cambio climático.
La búsqueda de soluciones técnicas que permitan aumentar la eficiencia de los aviones y
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera es una posible solución al
problema de los incrementos de las emisiones contaminantes. Se han realizado test iniciales
exitosos con combustible procedente de biomasa compuesto por alcoholes de origen vegetal
y se han conseguido reducciones en emisiones de alrededor del 20% comparado al combus-
tible normal. Estos avances en las investigaciones sobre combustibles verdes alternativos to-
davía están lejos de poder ser aplicados en la aviación comercial. Aunque así fuera, dentro de
unos pocos años, estos avances no serán suficientes para contrarrestar el crecimiento de la
demanda de transporte aéreo. Está demostrado que el crecimiento del transporte aéreo so-
brepasa las ganancias en las reducciones de las emisiones conseguidas con esta clase de com-
bustibles.
Un fenómeno a considerar en la contribución del transporte aéreo al cambio climático es
la aparición de las compañías de bajo coste. Este modelo de negocio aéreo ha generado un
incremento sustancial en la demanda de viajes aéreos. El sistema de tarifas que ha surgido de
este modelo de gestión nuevo ha incentivado la demanda de transporte aéreo estimulando el
negocio turístico alrededor del mundo. La disponibilidad de servicios de transporte aéreo bara-
to ha abierto mercados turísticos nuevos los cuáles, a su vez, generan expansiones adicionales
del mercado del transporte aéreo. En los últimos años, en Europa más de la mitad del incre-
mento en la oferta de asientos en el mercado aéreo, se deben a las compañías de bajo coste.
Conviene señalar que las compañías de bajo coste operan en rutas de corta distancia ha-
ciendo competencia modal al tren como modo de transporte más sostenible que el avión en
esas rutas. Para que se tenga una idea, basta comparar las emisiones de dióxido de carbono
del tren, veintidós veces menor (0.052 kg de CO2/km) respecto del avión (1.17 kg de
CO2/km). Estas compañías venden movilidad a bajo precio lo que cambia la conducta de los
viajeros tanto en el mercado de viajes de ocio como de negocio, incluso ha generado motivos
de viajes nuevos. Como consecuencia de la aparición de estas compañías, el mercado del trans-
porte aéreo ha estado sometido a una competencia feroz que ha desembocado en la dismi-
nución de precios de forma generalizada. Estos precios están referenciados a unos costes que
no incluyen los costes externos (emisiones) generados por la aviación. Por tanto, este modelo
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de negocio aéreo no cumple con los principios de sostenibilidad generalmente aceptados. La
aviación internacional como fuente de emisión de gases de efecto invernadero se situará por
encima del 15% de las emisiones totales en el año 2050. Ello supone que el sector turístico,
que usa el transporte aéreo como uno de sus principales inputs, se está convirtiendo en una
actividad con una contribución creciente al fenómeno del cambio climático.
En resumen, los avances tecnológicos en la aviación comercial no son suficientes para
contrarrestar el incremento en la demanda de viajes aéreos que ha motivado la aparición de
las compañías aéreas de bajo coste. En consecuencia, si se quiere que este crecimiento en la
demanda de viajes aéreos cumpla con los principios del desarrollo sostenible es necesario
considerar todos los costes que este modo de transporte impone sobre la sociedad. Debido
a la creciente sensibilización a cerca del cambio climático, las actividades generadoras de gases
de efecto invernadero, se verán sometidas a un mayor escrutinio por parte de la sociedad y,
como consecuencia, deberán aplicarse medidas de mitigación de estos efectos externos ne-
gativos.
El primer paso para la aplicación de medidas correctoras a las emisiones de gases de efecto
invernadero es la elaboración de un indicador que permita tener una valoración del impacto
que causan dichas emisiones. No obstante, la contaminación emitida por los motores de las
aeronaves es de difícil evaluación dado el carácter intangible de la misma. Por un lado, la eva-
luación y el control de las emisiones de monóxido y dióxido de carbono (CO, CO2), de los
hidrocarburos y de los óxidos de nitrógeno (NOx) requiere la utilización de tecnología muy
sofisticada y por otro, el efecto retardado sobre la calidad del aire atmosférico dificultan la
valoración de su impacto sobre los usuarios y la población en general. Sin embargo, existen
metodologías que permiten la estimación de indicadores físicos que proporcionan una idea
aproximada del impacto de las emisiones sobre el cambio climático. El indicador de la “huella
del carbono” es una metodología muy utilizada en la actualidad para valorar el efecto del cam-
bio climático.
En términos generales, el indicador de la huella del carbono proporciona el área de
tierra/mar (biosfera) necesaria para absorber los recursos utilizados en una actividad y se cal-
cula para un periodo determinado. Más específicamente, este indicador se traduce en el cálculo
del área equivalente de tierra/mar necesaria para “secuestrar” los gases de efecto invernadero
emitidos por una actividad determinada, por ejemplo, las emisiones de los aviones en la zona
de tránsito entre un origen y un destino. Dada la dificultad para medir las emisiones de todos
los gases contaminantes, las emisiones de los diferentes gases de efecto invernadero son con-
tabilizados en términos de emisiones de dióxido de carbono equivalentes. Por ejemplo, el
efecto combinado del CO2, los óxidos de nitrógeno y el vapor de agua da lugar a la “fuerza
radiante” que contribuye al calentamiento de la atmósfera. Esta “fuerza radiante” es un con-
cepto que se utiliza para multiplicar las emisiones de CO2, con el objeto de incluir el efecto
de otros gases de efecto invernadero no medibles. Para el caso de la aviación, se considera
ese factor multiplicativo está comprendido entre los valores 2 y 4, siendo el valor utilizado
normalmente de 2.7. De tal forma que, una vez que se midan las emisiones de CO2, estas
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deberán ser multiplicadas por ese factor para incluir el impacto de otros gases contaminantes
en términos de CO2-equivalente.
El procedimiento de cálculo de la huella del carbono se resume en aplicar una serie de fac-
tores de conversión a las emisiones para estimar el área equivalente de la biosfera necesaria
para absorber dichas emisiones. Para computar la huella del carbono se considera que un bos-
que absorbe mediante la fotosíntesis 1.8 toneladas de CO2 por año, una cantidad que es ge-
nerada al consumir 100 gigajulios de combustible fósil. En términos promedios, un litro de
combustible produce alrededor de 0.035 gigajulios/litro. La huella de carbono debido a la
quema de un litro de combustible puede ser estimada, para el periodo de un año, por la si-
guiente expresión:
En términos promedios, 0.00035 hectáreas de floresta durante un año son necesarias para
absorber el dióxido de carbono resultante de quemar un litro de combustible. Esto quiere
decir que para estimar la huella del carbono de una actividad determinada, basta multiplicar
los litros de combustible que consume dicha actividad por el factor de conversión 0.00035
ha/litro. Lo que resulta es el área equivalente de tierra/mar en hectáreas necesaria para, durante
un año, absorber las emisiones de los gases de efecto invernadero generados en la actividad
en cuestión. Por ejemplo, si queremos estimar la huella del carbono en la zona de tránsito
entre un par origen/destino de un viaje aéreo se aplicaría la siguiente secuencia de cálculos.
Para un vuelo efectuado entre Londres y Gran Canaria, con una distancia de ida y vuelta
de 6564 kilómetros realizado con un avión Boeing 737-600 con 110/132 asientos, un rango
de alcance de 6230 kilómetros, con una capacidad máxima de combustible de 26020 litros de
queroseno y una eficiencia de consumo de combustible de 4.17 litros por kilómetro. La huella
del carbono equivalente a las emisiones de CO2 del vuelo de ida y vuelta desde Londres a
Gran Canaria y viceversa sería estimada calculando, en primer lugar, los litros de combustibles
totales consumidos en el vuelo. Esto se hace multiplicando la distancia total del vuelo por el
consumo de combustible por kilómetro viajado:
La huella del carbono se estimaría multiplicando los litros de combustible totales gastados
en el vuelo por el factor de conversión 0.00035 hectáreas/litros:
La huella del carbono por turistas se obtiene dividiendo las hectáreas totales del vuelo
entre el número de pasajeros del vuelo. Para el Boeing 737-600, con un factor de ocupación
del 100% y una configuración de 110 asientos, la huella del carbono por pasajero es aproxi-
madamente igual a 0.1 hectáreas. Una hectárea corresponde a 10000 m2, o lo que es lo mismo,
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el área de una superficie cuadrada de 100 metros de lado (100 m x 100 m = 10000 m2), por
tanto, 0.1 hectáreas corresponde a 1000 m2 (el área aproximada de una piscina olímpica). Esto
significa que por cada turista se necesitará 1000 m2 de bosque para absorber, durante un año,
las emisiones de dióxido de carbono que genera la elección del turista de venir de vacaciones
desde Londres a Gran Canaria. Conviene señalar que en los cálculos anteriores no se ha in-
cluido las emisiones generadas en el despegue y aterrizaje. No obstante, si se quiere obtener
la huella del carbono completa del vuelo habría que estimar e incluir dichas emisiones que,
en el caso del despegue, son elevadas. Hay estudios que han establecido valores estándares
promedios para las emisiones de CO2. Los valores establecidos son 6.5 kg de CO2 por pasa-
jero para el ciclo completo de despegues y aterrizajes de la aeronave. También se ha estimado
un valor estándar para la distancia de viaje. Este valor es de 0.18 kg de CO2 por pasajero-ki-
lómetros viajados para vuelos de corta distancia y 0.11 kg de CO2 por pasajero-kilómetros
viajados para vuelos de larga distancia. Se puede estimar de forma aproximada las emisiones
de dióxido de carbono, independientemente de las características de los aviones, multiplicando
esos valores estándares por el número de pasajeros, aterrizajes y despegues y por los kilóme-
tros viajados.
Las emisiones de CO2 dependen de la distancia del vuelo y de la tecnología utilizada (tipo
de avión). Esto quiere decir que esas dos variables son determinantes en la huella del carbono.
Los vuelos de larga distancia generarán mayores emisiones que los de corta o media distancia.
En resumen, los turistas que eligen destinos lejanos generarán, con su elección, una huella
del carbono mayor y, por tanto, generan un impacto mayor en el cambo climático. Una política
encaminada a aplicar principios de sostenibilidad en las elecciones de viaje de los turistas de-
bería inducir a los turistas a viajar a destinos más cercanos donde exista modos de transportes
alternativos más limpios o deberían pagar por el daño causado al medioambiente en propor-
ción a la distancia del destino elegido. Por otro lado, respecto al tipo de avión utilizado por
las compañías aéreas, las políticas de mitigación de las emisiones deberían penalizar aquellas
compañías que no invirtieran en la renovación de su flota de aviones.
Las oportunidades para reducir la contribución del turismo al cambio climático son signi-
ficativas cuando se comparan las diferencias en la huella del carbono de los diferentes pro-
ductos turísticos. Por ejemplo, un viaje de ocio en tren o en bicicleta produce muchas menos
emisiones de carbono que un crucero combinado con un viaje aéreo. Para que tengamos una
idea la tabla 1 muestra las toneladas de carbono de diferentes tipos de viajes turísticos. Como
se comprueba, existe una diferencia muy significativa entre los viajes internacionales respecto
a los domésticos. Un viaje desde Europa a Tailandia supone unas emisiones de 2.4 toneladas
de CO2 y un crucero combinado con un viaje aéreo desde Europa a la Antártida puede im-
plicar unas 9 toneladas de CO2. Esto significa que alguno de los viajes turísticos pueden su-
perar las emisiones per cápita de un año para un ciudadano promedio que es de 4.3 toneladas
de CO2. Los viajes domésticos, en cambio, como se puede apreciar en la tabla 1, implican el
uso de transportes más eficientes en términos de emisiones de carbono tales como el tren,
autobús e incluso el coche privado si es compartido por varios turistas.
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Las toneladas de dióxido de carbono pueden ser estimadas tomando como base de cálculo
un día de viaje. Resulta más reveladora la comparación sobre la base de emisiones diarias para
los diferentes tipos de viajes o productos turísticos. Por ejemplo, las emisiones por día para
un viaje combinado vuelo y crucero a la Antártida de 15 días de duración es de más de 600
kgs de CO2. En cambio, las emisiones diarias de un viaje de 15 días de duración en coche,
desde Holanda al Sur de Francia es de menos de 50 kgs de CO2. Otro ejemplo clarificador
sería las emisiones diarias de alrededor de 200 kgs de CO2 que produce un viaje de 14 días
desde Holanda a Australia. Como se puede apreciar, las emisiones diarias dependen del modo
de transporte elegido para el viaje y se comprueba así mismo que el transporte aéreo turístico
(las emisiones en la zona de tránsito) es el mayor emisor de dióxido de carbono. Otro factor
que determina las emisiones es la distancia viajada, el promedio de días de estancia en destino,
el tipo de alojamiento elegido (los hoteles de lujo son más intensivos en emisiones que otro
tipo de alojamiento) y los tipos de actividades realizadas en destino. No obstante, la distancia,
el medio de transporte y los días de estancia son los principales factores determinantes de las
emisiones diarias por cada tipo de viaje.
Los valores promedios diarios para diferentes tipos de viajes citados anteriormente dejan
constancia de que son los viajes de larga distancia los mayores determinantes de la contribu-
ción del turismo al cambio climático. El vuelo desde Europa a la Seychelles puede suponer el
90% de las emisiones del producto turístico a ese destino. Esto significa que los esfuerzos
destinados a reducir la contribución del turismo al cambio climático deberían centralizarse
en esos tipos de viajes. La lógica predice que las empresas que ofertan los productos turísticos
(Tour operadores) deberían crear demanda para productos turísticos más cercanos facilitando
así la elección de destinos y modos de transportes menos intensivos en carbono. La evidencia
empírica señala que las diferencias en las emisiones de varios tipos de viajes no están relacio-
nadas a la rentabilidad del producto turístico (puede ser más rentable un viaje turístico a un
destino cercano que uno transoceánico), por tanto, existe un margen para optimizar el pro-
ducto turístico, manteniendo o aumentando su rentabilidad mientras se reduce su impacto
ambiental. Hay, en definitiva, posibilidad de reestructurar el producto turístico y ajustar las
estrategias de marketing para promover productos rentables con una huella de carbono rela-
tivamente menor. Lo único que quedaría por ver es si los turistas estarían dispuestos a pagar
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Transporte aéreo y cambio climático 109 4
por un producto de esta categoría.
Si se quiere acercar el turismo a un industria menos intensiva en emisiones de carbono,
además de estimular las empresas del sector (principalmente los Tour operadores y las em-
presas de transporte), es necesario que los gobiernos, a través de las Administraciones Públi-
cas, propongan medidas que favorezcan ese acercamiento. Los gobiernos pueden usar las
herramientas de marketing institucional para modificar las elecciones del turista en cuanto al
modo de transporte y las actividades realizadas en destinos, hacia una elección más acorde
con los principios de sostenibilidad. De forma complementaria, por ejemplo, puede evitar la
construcción de infraestructuras que podrían generar niveles altos de emisiones, establecer
cuotas de utilización de las áreas protegidas, incentivar la habilitación y el uso de transportes
más limpios como el tren (rehabilitar o construir trenes históricos) y puede tasar o prohibir
ciertas actividades en destino. Los epígrafes siguientes tratan de forma más detallada algunas
medidas que pueden ser tomadas para incentivar el movimiento del sector turístico hacia un
uso menos intensivo del carbono (Low Carbon Tourism).
El marketing social está compuesto por un rango de técnicas que, en los últimos 40 años,
está siendo utilizado para cambiar la conducta de los consumidores hacia patrones de con-
sumo más aceptables desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto. La filosofía detrás
del marketing social es que en vez de beneficiar a una empresa en concreto tratando de ma-
ximizar sus ventas, como lo hace el marketing comercial, trata de beneficiar a la sociedad en
su conjunto, al medioambiente natural y cultural así como a los individuos. A continuación
revisaremos tres técnicas de marketing social que son susceptibles de ser aplicadas al desarrollo
del turismo sostenible.
La etiqueta del carbono provee información a cerca de la intensidad del uso del carbono
(energía de origen fósil) en el consumo de un bien o servicio determinado. Esta técnica podría
ser útil para la consecución de un producto turístico más sostenible al menos de dos formas
diferentes. Dado que la intensidad en el uso del carbono para diferentes compañías aéreas
volando en el mismo trayecto varía de forma significativa, existe la posibilidad de informar
que puede haber diferencias importantes en la intensidad del carbono para un mismo producto
turístico tal como volar desde el origen A al destino B. Así, por ejemplo, si el turista elige
volar con una compañía “A”, más preocupada con el medio ambiente, podría significar un
uso de la energía inferior a que si volara con la compañía “B” que invierte poco en tecnología
limpia. Por tanto, los pasajeros tienen la opción de elegir aquella compañía menos intensiva
en carbono para la ruta (vuelo) que quiere realizar. Esto, sin embargo, requiere la disponibi-
lidad de información técnica (eficiencia en el consumo energético o intensidad del carbono)
sobre el tipo de avión que las compañías aéreas utilizan para la ruta del vuelo, así como el
precio del billete. Información que debe estar disponible en las campañas de marketing de
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Normalmente los Tour operadores ofrecen sus productos siguiendo la fórmula siguiente:
“Destino X, desde el precio de X€ por persona”. Como el precio del paquete turístico está
calculado como la suma del coste del transporte más el producto de los días de estancia por
el coste del alojamiento y el coste del transporte es la componente más cara, el precio de los
viajes de estancia corta son más atractivos que los viajes de estancia más larga. Si en cambio,
los Tour operadores anunciaran sus productos siguiendo la formula siguiente: “Destino X,
desde el precio de X€ por persona y día”, se proporcionaría una información más adecuada
para el turista valorar su elección. Esto podría incentivar un cambio hacia viajes de estancia
larga dado que aparecerían como más baratos respecto a los viajes de estancia corta, porque
el coste total del paquete se dividiría entre un número mayor de días y como el coste del vuelo
(la componente más costosa) no cambia, este se diluiría entre más días de estancia.
La principal ventaja de este enfoque sería reducir la demanda de viajes aéreos con la con-
siguiente disminución de la intensidad de carbono en el paquete turístico. Otra de las ventajas
sería que el ingreso por turista para los Tour operadores aumentaría dado que un paquete tu-
rístico de estancia larga produce un mayor margen de beneficio por producto vendido. Como
el precio diario del alojamiento incluye el margen del beneficio, a mayor estancia, mayor be-
neficio. Al mismo tiempo habrían economías (disminución de costes) provenientes de la uti-
lización más intensa de los recursos en destino tales como la limpieza de las habitaciones y
de los accesorios en general, así como del check-in y check-out. Adicionalmente, como la deman -
da de transporte disminuiría podría surgir una mayor competencia entre las compañías aéreas
para servir el mercado y ello podría conducir a una disminución del precio y a una mejora en
la calidad del servicio de transporte.
El diseño del producto tiene un impacto directo sobre la intensidad del carbono del produc-
to. La intensidad del carbono del producto turístico está determinada principalmente por el
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modo de transporte, la distancia al destino, y en menor proporción, por el tipo de alojamiento
y las actividades ofrecidas. Con cambios menores en el diseño del producto se podrían con-
seguir niveles menores de emisión de CO2. En los paquetes con destinos a menos de 2000
kilómetros de distancia se podría cambiar de modo de transporte desde el aéreo al tren o au-
tobús que son más eficientes en el consumo energético por pasajero transportado. Por ejem-
plo, en un paquete desde Alemania a Andalucía podría ser más interesante cambiar el avión
por un viaje en tren con parada en Barcelona, combinado con visitas a la ciudad y a los res-
taurantes de la zona. Esto haría el diseño del producto más atractivo dado que introduciría el
viaje desde el origen al destino en la propia experiencia que el turista disfruta con la elección
del paquete turístico Alemania-Andalucía. Es decir, el modo de transporte no sería sólo el
medio de acceder al destino, sino que sería transporte como turismo o lo que es lo mismo, el
transporte sería una experiencia más del viaje elegido.
sumidores y productores). La inclusión del coste de la contaminación hace que el precio del
bien o servicio aumente y se reduzca la producción o actividad que causa la externalidad ne-
gativa. Dicha reducción dependerá de la elasticidad de la demanda del bien o servicio. Si el
“output” de la actividad es determinado mediante un mercado competitivo, entonces la im-
posición de una tasa “t” por unidad de producto ayudaría a internalizar la contaminación me-
diante un movimiento de la curva de oferta hacia arriba reflejando el verdadero coste que
dicha actividad tiene para la sociedad. Esta tasa se aplica a la producción o output de la em-
presa, en el contexto del turismo y transporte, esto significa que se aplica a la contaminación
emitida por los aviones tasando el precio de los vuelos entre un origen y un destino o a la uti-
lización del coche privado (coches de alquiler) tasando el combustible utilizado por el coche
cuando se usa para fines turísticos.
La figura 1 muestra como la tasa cambia la situación inicial del mercado. La situación inicial
del mercado sin tasa es “Q0” y precio “P0”. Se aplica un impuesto o tasa “t” por unidad de
producción que refleja el valor de la contaminación. La curva de oferta (costes marginal pri-
vados, CMP) se desplaza hacia arriba en la cuantía de la tasa, siendo esta nueva curva de oferta
la curva de oferta social (CMS=CMP + t). Dicha curva refleja la totalidad de los costes de
producir ese bien o servicio. Después de la aplicación de la tasa el precio aumenta a P* y el
output se reduce a Q*. La ganancia de bienestar es equivalente al área sombreada (área ACE)
que es la diferencia entre el coste social total de producir Q0 en vez de Q* (área AC Q0 Q*)
y la suma de las áreas AEB (pérdida de excedente del mercado) y BE Q0 Q* (coste privado
de producir Q0 en vez de Q*). El resultado final, por tanto, es reducir el nivel de producción
(contaminación) como consecuencia del aumento del precio del bien o servicio.
Una tasa sobre las emisiones se aplica a la cantidad de emisiones causada por una actividad.
Por ejemplo, un hotel debería pagar una tasa por las aguas residuales que emite al río o al mar
o una compañía aérea debería pagar una tasa por las emisiones de CO2 que realiza en un
vuelo entre un origen y destino. Siguiendo con este último ejemplo, una aerolínea que emite
anualmente una cantidad de contaminación igual a E1, se le impone una tasa igual a T por
unidad de emisión. Esta tasa debe ser igual al coste marginal del daño causado por las emi-
siones (CME). Si el coste marginal de reducir las emisiones (CMA) para la aerolínea es menor
que la tasa aplicada, la aerolínea reducirá las emisiones para evitar pagar la tasa. En la figura
2 vemos que la compañía aérea reducirá la cantidad de emisiones desde E1 a E* (óptimo
social de emisiones). Esto significa que la aerolínea evita pagar una cantidad de dinero equi-
valente al área FGE1E*. Las emisiones no se reducirán por debajo del nivel E* dado que le
costaría más reducir las emisiones que pagar la tasa.
Establecer una tasa con el objeto de reducir las emisiones a un nivel óptimo (E*), como
se muestra en la figura 2, exige conocer las funciones de coste marginal de reducción de las
emisiones (CMA) y la de coste marginal del daño que la emisiones causan a la sociedad (CME).
Para ello, es necesario conocer el valor monetario del daño que causan las emisiones y del
coste que supone para la empresa reducirlas. Esto debe ser así para garantizar que la tasa es-
tablecida refleje el verdadero valor del daño causado por las emisiones, caso contrario el nivel
de polución E* no correspondería al óptimo social.
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Hay varias razones por las cuales los economistas defienden el uso de este tipo de tasas.
Entre otros destacamos que produce incentivos descentralizados respecto a qué cantidad de
emisiones debe reducir una determinada empresa y cómo debe hacerlo. Es decir, cada empresa
reducirá las emisiones de acuerdo a su curva de coste marginal privado de reducción de emi-
siones y esta reducción no será igual para todas las empresas. La figura 3 ilustra la situación
donde diferentes empresas reducen las emisiones en cantidades diferentes de acuerdo a sus
curvas de costes marginales de reducción de emisiones.
Una tasa sobre las emisiones crea incentivos directos para la reducción de la contaminación
mediante el empleo de tecnologías limpias produciéndose así incentivos para que la empresa
invierta en dichas tecnologías. Un ejemplo claro de esto es la industria de la aviación, cuya
única forma de reducir su huella de carbono, sin reducir su volumen de negocio, es mediante
la inversión en investigación y desarrollo en el uso de energías más limpias. Por tanto, es un
sistema que incentiva claramente la sustitución de tecnologías obsoletas y contaminantes por
otras más limpias. Otro aspecto a tener en cuenta es que si la industria alcanza el nivel óptimo
de polución E*, los ingresos fiscales de la administración pública se incrementarán en el área
OTFE* (ver Figura 2). Dichos ingresos podrán ser utilizados para compensar, mediante ma-
yores presupuestos en el ámbito sanitario, el efecto externo negativo que la contaminación
causa en la salud de la población.
No obstante lo anterior, una tasa sobre las emisiones puede aumentar de forma despropor-
cionada el precio de los pasajes de los vuelos de corta distancia debido a que, esos vuelos tienen
que aterrizar y despegar más veces que uno de larga o media distancia y el ciclo de aterrizaje
y despegue (ciclo LTO) exige un gasto de combustible (emisiones) elevado. Por tanto, esto
podría inducir a un cambio modal desde los vuelos de corta distancia hacia modos de trans-
porte alternativos. Sin embargo, este efecto no se puede generalizar puesto que depende del
tipo de mercado (elasticidad) o ruta de que se trate. Si la elasticidad precio del billete de avión
es menor que uno el efecto sustitución no será significativo. Por tanto, si se quiere conseguir
un cambio modal hacia medios de transportes más limpios y reducir las emisiones habría que
tasar aquellas rutas o mercados con un grado elevado de (elasticidad) sustituibilidad modal.
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Transporte aéreo y cambio climático 115 4
Figura 3. Tasa sobre emisiones y costes marginales diferentes
de los pasajes aéreos afectando en mayor medida a los pasajeros que viajan por motivo de
ocio.
El mercado de emisiones se constituiría cuando las autoridades decidan el nivel de polución
(emisiones) permitida durante un determinado periodo de tiempo para una economía con-
creta. Con el objeto de mantener un nivel estándar de calidad ambiental, las autoridades ven-
derían unas licencias o permisos de emisión a las empresas permitiendo que el precio de esos
derechos de emisiones varíe de acuerdo a los niveles de su demanda. Las empresas que no
gasten todos los permisos de emisión adquiridos podrán venderlos a otras compañías (per-
misos de contaminación transferible) de tal forma que se vean incentivadas a invertir en tec-
nología limpia. La figura 4 muestra el mecanismo descrito. Si se establece un nivel de emisiones
S*, o lo que es lo mismo, una cantidad dada de derechos de emisiones y siendo D la curva de
demanda de emisiones, el precio de los derechos de emisiones sería establecido al nivel P0.
Veamos con un ejemplo, cómo funcionaría el mercado de emisiones. Suponga dos em-
presas A y B, cada una de ellas emite 100 toneladas de CO2 cada año. El gobierno desea re-
ducir las emisiones en un 5% y, por tanto, da a cada empresa permisos por valor de 95
toneladas de CO2 el año siguiente. Cada empresa tiene la opción de reducir sus emisiones en
5 toneladas o comprar permisos de emisiones por el valor de esas 5 toneladas de CO2. Su-
pongamos que el precio de mercado de los permisos de emisiones es igual a 10€ por tonelada
de CO2 y que la empresa A puede reducir sus emisiones a un coste justo igual a la mitad
(5€/tCO2) de este precio. Sería razonable para la empresa A reducir sus emisiones en 10 to-
neladas de CO2 y vender su derecho a las emisiones de 5 toneladas. De ser así la empresa A
ingresaría por la venta de esas 5 toneladas el valor igual a 50€ (5 toneladas de CO2 x 10€). Si
la empresa B sólo podría reducir sus emisiones a un coste de 15€/tCO2 (coste mayor que el
precio de la tonelada de CO2 establecida en 10€) entonces reducir sus emisiones en 5 toneladas le
costaría 75€ (15€ x 5 toneladas de CO2). Por tanto, lo razonable es pensar que la empresa B
decide no reducir sus emisiones sino comprar permisos de emisiones por el valor de 5 toneladas
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Transporte aéreo y cambio climático 117 4
de CO2 que le costaría únicamente 50€ (10€ x 5 toneladas de C02). Si la empresa B compra
los nuevos permisos de emisiones que le sobra a la empresa A entonces la empresa A podría
aumentar sus ganancias de forma extra en 50€. El resultado final es que ambas empresas es-
tarán mejor si esa transacción entre empresas es permitida y, además, induciría a las empresas
a invertir en tecnologías limpias con el objeto de obtener ingresos extras de la venta de dere-
chos de emisiones que no utilizarán.
Como vimos en el ejemplo anterior, una de las ventajas sería que el mercado de emisiones
forzaría a las empresas a internalizar los costes de contaminación y les induciría a invertir en
tecnologías menos contaminantes (aviones más modernos y más eficientes en el consumo de
combustible si se trata del mercado aéreo). Otro aspecto a destacar es que como el mercado
de emisiones es abierto, los grupos de presión pro ambientalistas podría reducir el número
de derechos de emisiones comprando derechos de emisiones en el mercado y reduciendo así
los derechos a contaminar para las empresas. Otro de los aspectos, que es común al resto de
las políticas estudiadas aquí, es que los ingresos por las ventas de los derechos de emisiones
serían utilizados por el gobierno en políticas de mejoras del medioambiente. Entre los incon-
venientes cabe señalar que el nivel de contaminación estándar S* es muy difícil de establecer
debido a la dificultad de establecer umbrales de referencia adecuados. ¿Cuál sería el nivel de
contaminación óptimo en un mercado determinado?, ¿Se debería establecer un mercado de
emisiones para una región concreta o a nivel global? Responder a esa pregunta exigiría un co-
nocimiento profundo de la situación actual y futura del mercado en el que se aplica este me-
canismo de mitigación y disponer de las tecnologías y conocimientos adecuados para medir
y controlar el nivel de contaminación de forma correcta.
Como conclusión a este epígrafe, conviene señalar que la inclusión de los costes ambien-
tales generados por la aviación en los objetivos de gestión de las compañías aéreas y aero-
puertos implicaría, en primer lugar, la necesidad de valorarlos monetariamente y, en segundo,
incluirlos en el sistema de precios de los servicios prestados. Esta situación generaría unos
niveles de precios para los servicios aéreos superiores a los actuales, lo que afectaría a la de-
manda potencial de transporte aéreo para todos los motivos, incluido el de ocio. No obstante,
la inclusión de los efectos externos en la estructura de precios de las compañías aéreas no es
una tarea exenta de dificultades. Actualmente, la cuantificación del impacto de los efectos ex-
ternos es posible mediante técnicas bien conocidas, sin embargo, poner valor monetario a
estos costes externos es un asunto bien diferente. El principal problema radica en que las ex-
ternalidades pertenecen a un ámbito de la experiencia humana que no es, o lo es de forma in-
adecuada, comprendido por el mercado. Por ello, se hace necesaria la utilización de técnicas
indirectas que proporcionen un valor aproximado de los costes externos pero, el estudio de
estas técnicas escapa al objetivo de este libro. No obstante lo anterior, existe un indicador que
se utiliza cada vez con más asiduidad en la medición del impacto de las emisiones de CO2.
Este indicador conocido como la huella del carbono permite obtener una cuantificación física
del impacto de las emisiones en términos de superficie equivalente de bosque capaz de se-
cuestrar dichas emisiones. El caso de estudio que analizamos a continuación permite profun-
dizar en la aplicación de este indicador que fue introducido en el epígrafe 2.1. de esta unidad
de aprendizaje.
4 I
118 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
Con los factores de conversión presentados en el epígrafe 2.1. de esta unidad de aprendizaje
se estimó la huella del carbono asociada a la zona de tránsito de los turistas viajando desde
Gran Bretaña hacia la Isla de Gran Canaria en el año 2005. La huella total asociada a la zona
de tránsito del tráfico aéreo fue de 1903756 ha. Dividiendo ese valor por el número de turistas
llegados a la isla de Gran Canaria obtenemos la huella del carbono por turista: 0.15 ha. Esta
huella debe ser corregida por un factor de 2.7 para considerar las fuerzas radioactivas de las
emisiones de los aviones a gran altitud diferentes al CO2 tal como NOx, SOx, vapor de agua,
etc. De forma adicional, se aplicó otro factor de 1.38 para corregir que el bosque es más pro-
ductivo que el espacio aéreo en la absorción de las emisiones de CO2. El valor obtenido cons-
tituye la estimación final de la huella ecológica en la zona de tránsito en hectáreas globales
(gha). Finalmente, para estimar la huella del carbono neta se resta al valor anterior la huella
del carbono en destino considerando una estancia promedio de 14 días. La tabla 2 muestra
estas estimaciones para un turista viajando desde Gran Bretaña a Gran Canaria en el año
2005.
Zona de Tránsito
Distancia vuelo 6564 Km
Área florestal requerida 0.15 ha
Huella ecológica transporte aéreo sobre floresta 0.40 ha
HE en el promedio del espacio aéreo 0.552 gha
área de destino
HE per cápita para una estancia promedio de 14 días 0.18 gha
[(14/365) x 4.8 gha = 0.18 gha]
HE per cápita total 0.732 gha
HE neta
Deducir HE per cápita para un estancia promedio de 14 día 0.522 gha
[(14/365) x 5.4 gha = 0.21 gha]
La tabla 2 muestra que la huella del carbono en la zona de tránsito constituye el 75% de la
huella total del turista. Podemos concluir que los turistas deben ser persuadidos de realizar
vuelos de larga distancia o deben pagar el precio real de su elección, es decir, deben asumir el
I
Transporte aéreo y cambio climático 119 4
coste del efecto externo de su viaje en el precio del billete. No obstante lo anterior, lo lógico
es que este coste sea asumido de forma conjunta por el usuario y el operador aéreo para que
el criterio de corresponsabilidad sea considerado de forma equitativa.
Por todo ello, el transporte aéreo es considerado como uno de los modos de transporte
cuya contribución al calentamiento global ha pasado de ser testimonial a ser considerado
como preocupante. La expansión de la industria del turismo junto a la desregulación del es-
pacio aéreo han sido las principales causas del auge del transporte aéreo. Dado el panorama
actual y la posibilidad de que se mantenga dicha tendencia se hace necesaria la aplicación de
mecanismos correctivos que puedan paliar los efectos ambientales adversos que causan este
crecimiento del transporte aéreo. Una posibilidad es aplicar una tasa por emisión de dióxido
de Carbono (CO2). Esa tasa puede ser estimada y aplicada a cada turista o incluirla en el precio
pagado por las compañías aéreas por el derecho al aterrizaje en el aeropuerto. A continuación
presentamos una simulación de una tasa por emisiones de CO2.
Para el cálculo de la tasa por emisiones de CO2 se toma como referencia dos tipos de avio-
nes, un Boeing 737-800 (189 asientos) y un Airbus 320 (150 asientos). Estos tipos de aviones
son comúnmente usados en los vuelos charter turísticos. El cálculo de las emisiones de CO2
para estos aparatos es mostrado en la tabla 3. Con las toneladas de CO2 estimadas se calculan
los costes debido a esas emisiones considerando un valor de 25.7 € por tonelada de CO2 emi-
tido y la tarifa a aplicar por turista, así como la simulación de una reducción en las emisiones
si una tasa como la estimada es aplicada. Las reducciones de emisiones fueron estimadas con-
siderando una elasticidad-precio de la demanda para vuelos con motivo de ocio igual a -1.17,
un precio medio del billete del vuelo de Londres a Gran Canaria de 450 € y un flujo de turistas
desde Londres a Gran Canaria de 3.631.582 en el año 2005. La tabla 4 muestra estos cálculos.
Tipo de avión Coste emisiones (€) Tasa por turista (€) Reducción en
(25.7 €/tonelada CO2) (100% ocupación) emisiones (tn)
A320 2105 € 14 € 71990
B737-800 1945 € 10.3 € 33459
Análisis de sensibilidad (100 €/tonelada de CO2) Tasa por turista Reducción en
emisiones
A320 8190 € 54.6 € 281490
B737-800 7570 € 40 € 206510
Según los resultados anteriores, una tasa de 14 € por turista calculada tomando como base
el precio de 25.7 €/tonelada de CO2, produce una reducción mínima de las emisiones. Si apli-
camos un análisis de sensibilidad y consideramos precios más elevados para las toneladas de
CO2 obtenemos reducciones más cuantiosas. No obstante, estos valores implican un aumento
de los precios de los billetes considerable y posiblemente no asumible por el mercado de vue-
los aéreos desde Londres a Gran Canaria. Otra posibilidad es aplicar otro mecanismo de in-
ternalización de los costes de emisiones que incentive a una mayor reducción de dicho coste.
Como hemos visto en esta unidad de aprendizaje existe una gran variedad de instrumentos
para internalizar las emisiones del transporte aéreo. No obstante, todos estos instrumentos
presentan limitaciones y dificultades en su aplicación. La evidencia empírica muestra que la
solución más acertada es la aplicación de soluciones combinadas donde, de forma comple-
mentaria, se aplican diversos mecanismos que hagan que la internalización de las emisiones
se distribuya de forma homogénea entre los diferentes agentes implicados del mercado. Por
ejemplo, tasar las emisiones por la vía de un impuesto a la empresa contaminante, en nuestro
caso las compañías aéreas, es una solución que produce un acercamiento razonable al nivel
de emisiones óptimo. Sin embargo, si la empresa está en disposición de trasladar todo el sobre
coste del impuesto a los usuarios, porque la elasticidad de la demanda lo permite, estaríamos
ante una solución no óptima dada la perversión que se produce en el mercado. Es decir, los
únicos agentes afectados serían los usuarios dado que los productores (las compañías aéreas)
ejercerían de meros recaudadores del impuesto. Por tanto, cuando se utiliza un determinado
mecanismo para internalizar una externalidad ambiental como las emisiones es necesario ana-
lizar la estructura del mercado al que se va aplicar dicho mecanismo para ver como este afecta
a los diferentes agentes del mercado. En caso de que se produzcan situaciones perversas como
la descrita anteriormente se hace necesaria la aplicación de medidas combinadas que traten
de salvaguardar los intereses de los usuarios del servicio. Por tanto, señalar que la mayoría de
las veces las externalidades se internalizan mediante la aplicación de mecanismos combinados
que permitan un acercamiento al óptimo social sin que ello suponga la ganancia de unos agen-
tes a costa del perjuicio de otros.
I
Transporte aéreo y cambio climático 121 4
ACTIVIDADES
3. Analizar los diferentes mecanismos para mitigar el impacto ambiental del transporte aéreo.
BIBlIOGRAFíA
Duval, D. T. (2007). Tourism and Transport: modes, networks and flows. Channel View Publications.
Dwyer, L., Forsyth, P. y Dwyer, W. (2010). Tourism Economics and Policy. Channel View Publi-
cations.
Graham, A; Papatheodorou, A y Forsyth, P. (2008). Aviation and Tourism, implications for leisure
travel. Ashgate.
Page, S. (2005). Transport and Tourism: Global Perspective. Pearson, Prentice Hall.
I
Transporte aéreo y cambio climático 123 4
EJERCICIOS DE AuTOEVAluACIÓN
8. Una tasa “t” aplicada sobre la producción de un bien o servicio es una política:
a) Que reduce la producción del bien o servicio que causa la externalidad negativa
según la elasticidad de su función de demanda.
b) Que no afecta a los demandantes del producto sino únicamente a las empresas.
c) Que no refleja el verdadero coste que la externalidad negativa impone a la sociedad.
d) Que no es efectiva en la internalización del impacto ambiental causado por las emi-
siones de CO2 porque sólo afecta a un parte del mercado de viajes de ocio.
1. d
2. d
3. d
4. d
5. b
6. d
7. c
8. a
9. d
10. b
4 I
126 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
GlOSARIO
Biomasa: toda masa formada por elementos vegetales y/o animales que contengan energía en
su interior.
Cambio climático: es el cambio en el clima que se está produciendo a causa del incremento en
las emisiones de gases de efecto invernadero (debido a la quema de combustible de origen
fósil) a la atmósfera.
Ciclo LTO: ciclo que comprende el aterrizaje y el despegue de una aeronaves en un aeropuerto.
Combustibles de origen fósil: combustible derivado del petróleo.
Dióxido de carbono (CO2): gas contaminante que se emite debido a la quema de combustible de
origen fósil y que es el principal gas de efecto invernadero.
Etiqueta del carbono: provee información a cerca de la intensidad del uso del carbono (energía
de origen fósil) en el consumo de un bien o servicio determinado.
Factor de ocupación: es el porcentaje de asientos ocupados en un vuelo determinado respecto al
total de asientos disponibles en una aeronave.
Fuerza radiante: es un concepto que se utiliza para multiplicar las emisiones de CO2 con el ob-
jeto de incluir el efecto de otros gases de efecto invernadero no medibles.
Hectáreas: unidad de medida de una superficie. Una hectáreas corresponde a 10000 m2.
Hectáreas globales (gha): son las hectáreas de bosque que se obtiene de multiplicar la huella del
carbono por un factor de 2.7 para considerar las fuerzas radioactivas de las emisiones de
los aviones a gran altitud diferentes al CO2 tal como NOx, SOx, vapor de agua y, de forma
adicional, por el factor de 1.38 para corregir que el bosque es más productivo que el espacio
aéreo en la absorción de las emisiones de CO2.
Huella del carbono: nos proporciona el área de tierra/mar (biosfera) necesaria para absorber los
recursos utilizados en una actividad en un periodo determinado.
IPCC (International Panel for Climatic Change): grupo de expertos internacionales para el estudio
del cambio climático en el mundo.
Low Carbon Tourism: producto turístico poco intensivo en uso de energías derivadas del petró-
leo. Poco intensivo en emisiones de carbono.
Marketing social: un rango de técnicas que está siendo utilizado para cambiar la conducta de
los consumidores hacia patrones de consumo más aceptables desde el punto de vista de
la sociedad en su conjunto.
Óxidos de nitrógeno (NOx): gas contaminante que se emite debido a la quema de combustible
de origen fósil y que es otro de los gases de efecto invernadero.
PIB promedio mundial: producto interior bruto promedio de todos los países del mundo.
Queroseno: combustible de la aviación de origen fósil (derivado del petróleo).
SOx: óxido de azufre. Otro gas de efecto invernadero emitido por la quema de combustible de
origen fósil.
Zona de tránsito: zona correspondiente al espacio aéreo entre el origen y el destino. Espacio aéreo
entre el despegue y el aterrizaje de la aeronave.
La industria de los cruceros turísticos
5 Unidad
de Aprendizaje
PRESENTACIÓN
OBJETIVOS
El objetivo de esta unidad didáctica es que el alumno se familiarice con la industria del
crucero y sus elementos fundamentales. Con ese propósito y después de una breve reseña de
su evolución histórica, se caracteriza la demanda a través del estudio de los mercados emisores,
de los destinos y del perfil de crucerista; la oferta identificando los principales grupos
empresariales, los segmentos de mercado y las características y evolución de la capacidad de
la flota y puertos. Hecho esto el siguiente objetivo es familiarizar al alumno con los aspectos
de sostenibilidad relativos a la industria. Ello exige un análisis de la regulación aplicable a la
industria y una identificación de los principales impactos medioambientales. Se concluye con
un caso práctico con el objetivo de que el alumno internalice la integración de todos los ele-
mentos presentados.
5 I
130 Beatriz Tovar de la Fé
El transporte marítimo de pasajeros tiene una larga historia a lo largo de la cual se ha ido
transformado de forma notoria. Al igual que en la actualidad, al principio del siglo pasado fue
el negocio central de muchas compañías marítimas que explotaban lujosos barcos de cruceros
pero esta actividad fue disminuyendo de modo que hacia la mitad del siglo era, con contadas
excepciones, sólo una forma de transporte por mar.
En sus orígenes, mediados del siglo XIX, este tipo de viajes era propio de una élite de muy
alto poder adquisitivo y, en general, se trataba de plazas que ofrecían las navieras en sus buques
de línea intercontinentales, es decir, el principal objetivo del viaje era el transporte de pasajeros.
Estos buques de línea ofertaban pasajes de diferentes clases en función tanto del alojamiento,
los servicios y las instalaciones a las que se tenía acceso durante el viaje como de la calidad de
los mismos. Además, gran parte de la demanda era cubierta por emigrantes.
Dos acontecimientos van a suponer la desaparición del servicio trasatlántico de buques
de línea, que se produce finalmente en 1976. El primero, y que señala el inicio de su decadencia
se encuentra en la aparición, entre 1910 y 1920, de límites a la recepción masiva de emigrantes
por parte de los principales países receptores (Estados Unidos, Canadá, Argentina, Australia,
etc.). De hecho, finalizada la segunda guerra mundial, la emigración queda limitada a pequeños
cupos anuales incapaces de cubrir la oferta de viajes marítimos.
I
La industria de los cruceros turísticos 131 5
El segundo tiene que ver con el desarrollo de la aviación moderna. En 1950 en los viajes
aéreos trasatlánticos se utilizaban aviones lentos y poco confortables por lo que el transporte
trasatlántico de pasajeros por mar aún triplicaba al realizado por vía aérea. Esta situación cam-
bia sustancialmente durante los años 1960 cuando se popularizan y extienden las líneas aéreas
gracias a la llegada de los primeros aviones a reacción. Con la introducción de los Boeing 747
que pueden transportar a precios asequibles, condiciones confortables y velocidades de cru-
cero a más de cuatrocientos pasajeros, comienza la lenta desaparición del servicio de buques
de línea como transporte de pasajeros.
La clara ventaja comparativa del avión en las medias y largas distancias respecto al transporte
marítimo supuso un cambio radical en la industria que se tradujo en la desaparición de algunas
compañías y la diversificación de otras hacia el sector de los cruceros. Sin embargo, para los
recorridos cortos el transporte marítimo ha permanecido competitivo. Por tanto, al hablar de
tráfico de pasajeros por mar es preciso distinguir claramente entre los servicios de transporte
de pasajeros de carácter transoceánico que solo se mantienen en el segmento de recreo (cruceros)
y los de transbordo a islas o de estrechos, que normalmente se efectúan en buques tipo ferry.
La diferencia fundamental entre los cruceros y los ferries es que los primeros son diseñados
exclusivamente para el recreo y entretenimiento del pasajero por lo que el transporte no juega
ningún rol, mientras que los segundos son buques de transporte que ofrecen diferentes niveles
de servicios y ocio a los pasajeros durante el trayecto. Además, los cruceristas no son pasajeros
en sentido estricto, toda vez que no pasan policía de frontera.
El movimiento de pasajeros en buque ferry constituye un tráfico muy importante en de-
terminadas zonas, como por ejemplo, el Canal de la Mancha, los estrechos del Báltico, el Mar
Adriático y Mar Egeo, el Estrecho de Gibraltar, las islas Canarias y las Baleares, etc. Se trata
de trayectos de distancias cortas servidos por buques transbordadores de pasajeros y vehículos
(ferries), así como embarcaciones de alta velocidad (fast ferries), con o sin capacidad para vehí-
culos. En función de las instalaciones con que cuente el barco para el acomodo de los pasa-
jeros y de los vehículos se puede distinguir una gran tipología de ferries. Además, dependiendo
de la duración del transbordo, los buques pueden estar dotados o no de camarotes, lo que in-
fluye decisivamente en su tamaño. En cualquier caso, los vehículos (turismos y camiones o
plataformas) acceden y abandonan el buque en su caso, por rampas, lo que contribuye a agi-
lizar las operaciones portuarias. Se trata en general de buques dedicados en un gran porcentaje
a servicios de cabotaje nacional o a la conexión de estrechos.
En síntesis, el transporte de pasajeros por mar subsiste en la actualidad de forma signifi-
cativa solamente en dos ámbitos: las travesías cortas (pequeñas distancias entre islas o dos
orillas de un río) y los cruceros turísticos. Esta unidad de aprendizaje se centra en este último
segmento: la industria del crucero.
El tráfico de cruceros
Si se compara la moderna industria del crucero con sus orígenes, se observan cambios pro-
fundos, tanto en la estructura como en el concepto. En los cruceros modernos todos los pa-
sajeros tienen instalaciones comunes y de libre acceso y las diferencias entre ellos se circunscriben
5 I
132 Beatriz Tovar de la Fé
a los camarotes (tamaño, equipamiento y situación). Por lo tanto, las diferencias en el precio
del pasaje están determinadas por el tipo de camarote y no por el servicio.
Como se acaba de comentar, los acontecimientos (reducción de los flujos migratorios y la
mejora del transporte aéreo de pasajeros) forzaron a las navieras a buscar nuevos mercados.
Muchas transformaron sus buques de línea para dotarlos de las condiciones y características
necesarias para atender cruceros, es decir, de espacios amplios y confortables donde ofrecer
al crucerista diferentes actividades lúdicas para el disfrute de sus vacaciones: piscinas, salas
de fiesta, bares, restaurantes, etc.
A partir del año 1960 el mercado experimenta un tremendo auge debido a que las compa-
ñías operan buques de mayor capacidad lo que les permite ofrecer precios más asequibles.
Los cruceros dejaron de ser vacaciones exclusivas a las que sólo podían acceder las clases pri-
vilegiadas.
Desde el año 1960 hasta la actualidad tanto la oferta como la demanda se han multiplicado
varias veces. Este crecimiento se ha visto impulsado por el abaratamiento del paquete de
cruceros, posibilitado por la consecución de economías de escala, los avances tecnológicos y
la optimización de los itinerarios del crucero y/o su menor duración. Actualmente las em-
barcaciones tienen aún mayor capacidad y tamaño, ofrecen un número más amplio de servi-
cios y éstos son más sofisticados. Se registra una creciente diferenciación de los nichos de
mercado y de los destinos, además de una aguda competencia entre éstos por formar parte
de los circuitos de cruceros.
Por otra parte, la tendencia al gigantismo de los buques continua como revela el proceso
de renovación de flota que se efectúa con cargo a buques que continúan creciendo en tamaño
y que incorporan más servicios a bordo. Se registra un alejamiento de la fórmula todo incluido
de modo que se ofertan servicios dentro del buque por los que el pasajero, si hace uso de
ellos, debe pagar.
Además, y especialmente en el caso de los cruceros comercializados en masa donde los
precios son muy reducidos, es imperativo que las líneas de crucero llenen sus barcos con el
fin de aprovechar el gasto a bordo en los casinos, bares, tiendas de regalos, viajes a tierra, etc.
Conseguir tasas de utilización por encima del 100% (lo que es posible porque, como ya se
verá más adelante, la capacidad se calcula teniendo en cuenta dos personas por cabina, cuando
es frecuente que una cabina sea utilizada por tres y hasta cuatro pasajeros) asegura un flujo
constante de dinero que puede suponer hasta un 25% de los ingresos totales. Los cruceros
de alta gama o de lujo pueden tener menores tasas de utilización debido a que sus tarifas son
más altas por lo que son menos dependientes del gasto a bordo.
En cualquier caso, y a pesar de la recesión económica internacional, la industria ha continuado
su expansión. Además, el momento presente se distingue por la incorporación de barcos inno-
vadores de múltiples funciones. Se trata de buques que ofrecen una nueva generación de car-
acterísticas a bordo: piscinas de surf, planetarios, simuladores de golf, parques acuáticos, mesas
de billar autonivelantes, villas con piscina privada y jacuzzi, pistas de patinaje sobre hielo, es-
calada en roca, etc.; lo que unido a que el número de personas que ha realizado un crucero
está muy por debajo del enorme potencial existente en todo el mundo augura un buen futuro
para el sector.
I
La industria de los cruceros turísticos 133 5
En síntesis, y como se verá a lo largo de esta unidad de aprendizaje, se trata de un mercado
global y crecientemente globalizado, tanto por el lado de la demanda como por el lado de la
oferta. Los nuevos sistemas de transporte, de información y comercialización permiten que
turistas de los más diversos lugares del mundo consuman los servicios de cruceros en los dis-
tintos circuitos que se ofrecen. Por su parte, a la vez que aparecen nuevos destinos y circuitos,
se constata la formación de circuitos más amplios; en tanto que las mismas navieras y las mis-
mas embarcaciones tienden a operar en las distintas rutas. La localización y las condiciones
climáticas son determinantes en la elección de los destinos turísticos.
2. LA INDUSTRIA DE CRUCEROS
Mercados emisores
Principales destinos
Las principales regiones en las que se desarrolla la industria de cruceros son el Caribe, el
Mediterráneo, Asia/Pacífico, Alaska, la Costa Oeste de México, el Norte de Europa y Hawai
que juntas responden del 91,2% de la actividad.
El principal destino de cruceros es el Caribe. Varias son las razones que la señalan como
una de las zonas de crucero más atractivas. Por una parte cuenta con un clima semitropical y
uniforme que permite que la temporada se extienda todo el año. Por otra parte, el mercado
5 I
134 Beatriz Tovar de la Fé
España y Canarias
Desde que comenzaron a popularizarse los cruceros en los años 70 el perfil del crucerista
ha evolucionado hacia una mayor diversidad y heterogeneidad. Recientes estudios de la Aso-
ciación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA en sus siglas inglesas) afirman que los
cruceros constituyen uno de los productos más diversificados del sector turístico, hasta el
punto de que casi se puede encontrar una travesía a la medida de cada viajero.
En 2008, CLIA publica un perfil bastante detallado del turista medio de cruceros en el
mercado de los Estados Unidos, que permite tipificar al pasajero de cruceros norteamericano
promedio como una persona: predominantemente blanca/caucásica (91%); de alrededor de
50 años; bien educado, con un 68% de graduados medios, y un 24% de postgraduados; 62%
con trabajo a jornada completa y un ingreso medio familiar de alrededor de 109.000 dólares.
Estos pasajeros usualmente viajan en pareja, generalmente: con sus cónyuges o novios (80%),
con un 29% (en 2008) de personas viajando con niños por debajo de los 18 años (desde el
13% en 2002), y un 25% disfrutando de este tipo de oferta en compañía de amistades.
El mismo estudio señala que la proximidad de los puertos de embarque es valorada posi-
tivamente para alrededor de un 70% de los potenciales usuarios, como resultado del ahorro
de dinero y molestias derivadas de no tener que tomar un vuelo hacia los puntos de embarque.
Probablemente, y como ya se ha comentado, a este resultado haya contribuido el atentado
del 11 S. Además, indica que hay un alto nivel de pasajeros de crucero reincidentes, con alre-
dedor de un 50% que viaja en crucero anualmente, y alrededor de un 25% interesados en re-
petir la experiencia en el futuro. Probablemente este hecho esté relacionado con los altos
índices de satisfacción que muestran los pasajeros, lo que unido a que alrededor de un 85%
I
La industria de los cruceros turísticos 137 5
de los ciudadanos estadounidenses nunca han viajado en crucero, pone de relieve el conside-
rable potencial del sector.
Desafortunadamente, los detalles sobre el turista medio de crucero en otros países son es-
casos, aunque si hay datos respecto a la edad media del crucerista europeo que indican que la
edad promedio en Europa es más alta que en el mercado norteamericano, aunque se dan al-
gunas diferencias entre países.
De nuevo de acuerdo a CLIA, en el mercado de crucero, se pueden identificar seis seg-
mentos o grupos de turistas:
• Baby Boomers inquietos: Se trata de pasajeros deseosos de conocer y experimentar
nuevas formas de viajes. Es el segmento que se ha incorporado al mercado más recien-
temente
• Baby Boomers entusiastas: Son pasajeros que repiten, a los que les atrae el viaje en cru-
cero y la variedad de actividades a bordo o en tierra que se realizan durante el itinerario.
La mayoría de este tipo de viajeros acostumbra a viajar en familia.
• Amantes del lujo: Se denomina así al turista dispuesto a gastar dinero en productos de muy
alta calidad, para el que se ofrecen particularmente itinerarios especializados en embar-
caciones de menor capacidad.
• Compradores exigentes: Comprende a turistas que buscan la mejor relación precio-ca-
lidad. Tienen como característica ser el segmento más fiel a las vacaciones en crucero
y, por consiguiente, son muy sensibles a las promociones con ofertas especiales y des-
cuentos.
• Exploradores: Son turistas con gran experiencia en viajes y que manifiestan un gran in-
terés por los destinos y áreas en los que se desarrolla la travesía.
• Aficionados a los barcos: Corresponde al segmento de mayor edad, con mayor expe-
riencia y gusto por la estancia a bordo.
Por último, la duración del crucero guarda una estrecha relación con la disponibilidad de
tiempo libre y la tendencia a fraccionar las vacaciones. Se observan diferencias entre la dura-
ción en Estados Unidos y Europa, que suele ser de 6 a 9 días frente a la de otras zonas, como
por ejemplo Japón que es de 3 a 6.
Las empresas
restaurantes abiertos veinticuatro horas. Hay muchas instalaciones para familias con
niños, personas mayores y discapacitados. Los precios del pasaje son bastantes econó-
micos y están al alcance de un segmento de pasajeros de nivel económico medio pero
como contrapartida el servicio comienza a detriorarse y las instalaciones y espacios pú-
blicos están generalmente abarrotados y no pueden absorber la demanda, ocasionán-
dose largas esperas.
• Buques supergrandes o mega cruceros1. Son barcos que de más de 2000 pasajeros. Por
la concepción y diseño de sus instalaciones y servicios, dan la impresión de ser, no ya
un hotel, sino un complejo turístico flotante. La sensación de estar en un barco no
existe salvo que se mire al mar. Empiezan a navegar a partir de 1996 y desde entonces
su tamaño ha seguido creciendo. La tendencia al gigantismo se refleja en las dimensiones
del mayor barco actualmente en operación. Se trata de un buque de 220.000 GT, 360
metros de eslora, una manga de 65 metros y una capacidad de 5.400 camas. Con un
coste de novecientos millones de euros mide 360 metros de largo y 47 de ancho, pesa
220.000 toneladas. Entre las atracciones se destacan anfiteatros, árboles reales, pista de
patinaje sobre hielo y un muro para escalar, salas de cine y un casino, entre otras.
Por lo que se refiere a la evaluación del confort de un buque de cruceros no existen criterios
ni reglas determinadas. En teoría, cada compañía puede reclamar sus propias estrellas, pero
la mayoría siguen la clasificación de Douglas Ward, que publica una Guía (Guia Berlitz) que
es considerada como la guía Michelin de los cruceros. En ella se plantea un sistema de eva-
luación del buque de crucero basado en estrellas y similar al utilizado en la industria hotelera,
de modo que la mínima calificación es una estrella y la máxima cinco.
La asignación de estrellas se realiza con base en la valoración de cinco áreas diferentes y a
las que se les concede diferente importancia. Estas son por orden de incidencia en la valora-
ción final:
• Barco (25%). Se analiza la condición del barco como tal teniendo en cuenta su edad,
mantenimiento, condición del casco, pintura, cubiertas, botes salvavidas, embarcaciones
de servicio, sistema de seguridad, estado y sistema de propulsión. También se tiene en
cuenta el estado del interior en cuanto se refiere a los espacios públicos, ascensores,
salas de espectáculos, estado de las cocinas, etc.
• Experiencia en Cruceros (25%). Las posibilidades de entretenimiento a bordo juegan
un importante papel en el desarrollo del crucero y en la evaluación final del conjunto
del crucero. Es necesario que se ofrezca al pasajero espectáculos, teatro, programas de
entretenimiento, etc.
• Servicio (20%). Se valora la profesionalidad de las personas que componen el servicio
de bares, restaurantes, tiendas de regalos y recuerdos, casinos, salas de fiesta, y cualquier
otro espacio que sea servido por lo que se puede denominar el personal de hotel.
1 Con la aparición de los VLVC, que desbordaron los límites de manga del Canal de Panama se alteró una si-
tuación habitual hasta entonces y que consistía en que las líneas del Caribe se detuvieran durante la épocas
de los huracanes, enviando los barcos hacia rutas del Pacífico a través del Canal. Al no poder utilizarlo, estos
grandes barcos han sido enviados a las costas mediterráneas.
I
La industria de los cruceros turísticos 141 5
• Acomodaciones (15%). Se incluyen los camarotes y espacios públicos. A pesar de que
a los modernos buques se les supone dotados de una clase única, existen diferencias en
cuanto a la clase de los camarotes. Por lo general se dividen en tres tipos: Suites de lujo,
camarotes de lujo y standard. Para determinar su valoración, se tienen en cuenta la si-
tuación en el barco, estado de conservación, diseño, espacio disponible por pasajero,
existencia de aire acondicionado, televisión, bar privado y, en general, todo aquello que
contribuya al confort dentro del camarote.
• Cocina (15%). Se valora, no solamente el nivel de calidad en la alimentación, sino tam-
bién el estado de los comedores, número, situación en el buque, estado del mobiliario,
equipamiento, calidad y número de bufetes, bares, cafeterías, etc.
La puntuación máxima que puede obtenerse es 2000 y se divide entre las distintas áreas
en función de las ponderaciones otorgadas a cada una. Sobre la base de la puntuación obtenida
se le asigna al buque cierto número de estrellas. En concreto se contemplan cinco categorías.
Además y dentro de cada categoría un signo (+) después de las estrellas correspondientes in-
dica que, si bien la calificación corresponde a ese número de estrellas dentro de esta es algo
superior a la media. Así, la clasificación de cinco estrellas plus (la mayor posible), corresponde
a un buque de máximo confort y lujo, donde se ofrece al pasajero una oferta inmejorable en
todo el conjunto del crucero. A medida que disminuye el número de estrellas, lo hace también
la calidad, hasta llegar a una estrella, clasificación otorgada a los buques con muy escasos ser-
vicios e incluso en muchos casos, totalmente faltos de ellos.
Segmentos de mercado
el segmento comienzan a partir de cuatro estrellas plus, cinco estrellas y cinco estrellas
plus.
La distinción entre los segmentos se ha hecho más difusa. De los varios criterios que pue-
den ayudar a distinguirlas destacan dos: espacio por pasajero medido como el ratio GT/pa-
sajero2 y Tripulantes/pasajeros3.
La diferencia fundamental entre los segmentos Premium, Contemporary y de Lujo es que
los dos primeros venden paquetes de vacaciones en el mar, mientras que el último se centra
en un servicio más esmerado y personalizado. Recientemente se ha producido un estanca-
miento del segmento de lujo, probablemente debido, entre otras cosas, a la mejora de los
otros segmentos y a un cambio de concepto sobre qué se entiende por lujo: un número re-
ducido de cruceristas y tener lo que se quiere cuando se quiere frente a la variedad de servicio
que era su principal característica en el pasado.
También se observa una mayor especialización de las navieras y los segmentos que operan
surgiendo los buques temáticos como, por ejemplo, los buques Disney. En otros casos se
basan en actividades que pueden realizarse en el crucero, tales como el arte, el baile o el golf;
o destinos que pueden visitarse durante el mismo. Así pueden distinguirse los siguientes seg-
mentos de mercado o tipos de cruceros:
• Familiar. Se caracteriza por atender a familias que desean viajes familiares a bajo coste
y con la mayor cantidad de diversiones a bordo. Actualmente, los buques ofrecen ins-
talaciones para dar cabida a todos los miembros de la familia de modo que viajan juntas
varias generaciones de la misma familia. Uno de los principales objetivos de los cruceros
en este segmento, es fomentar la experiencia de cruceros entre la gente joven, que for-
marán parte del mercado crucerista del futuro. En este nicho se integran los denomi-
nados “baby boomers”.
• Tercera Edad: Se orienta a personas mayores de 60 años que, en su mayoría, son jubi-
lados con alto poder adquisitivo. Para el sector se ofrecen cruceros de lujo, que nor-
malmente utilizan buques de menor tamaño que los cruceros para el mercado de masas.
Los itinerarios pueden recorrer desde grandes ríos, cruceros por el Mediterráneo, hasta
cruceros internacionales con mayor duración4.
• Eventos especiales. Como por ejemplo la celebración de bodas.
• Cruceros de empresa. Se trata de un crucero organizado por una empresa con la fina-
lidad de incentivar a sus empleados.
• Congresos convenciones y cursos a bordo. Es un segmento en aumento. Se considera
el crucero como una alternativa adecuada, novedosa y económicamente atractiva por
El crucero es un producto que combina el buque propiamente dicho con el itinerario a seguir.
A lo largo de ese itinerario la naviera atracará en varios puertos. Los puertos que contemplen
entre sus actividades la recepción de cruceros deben disponer de determinadas instalaciones
5 El buque Voyager of the Seas de la RCI dispone de una sala con capacidad para 1.350 personas (la mayor a
bordo de un buque).
6 Las consignatarias generalmente actúan como agentes generales de ventas de pasajes, haciendo las funciones
de agencia de viajes.
5 I
144 Beatriz Tovar de la Fé
para responder satisfactoriamente a las demandas de este tipo de barcos y de sus pasajeros. Tales
instalaciones se concretan en las siguientes: Construcciones de Protección y Atraque, Estación
Marítima o Edificios Centrales7, Servicios Portuarios de Abastecimiento, Almacenes, Silos y
Frigoríficos, Astilleros e Infraestructura general de Transportes de accesibilidad del puerto.
Además otros elementos esenciales para el adecuado funcionamiento del tráfico de pasaje-
ros son la disponibilidad de calado suficiente para el atraque de los barcos, con objeto de
evitar el anclaje lejos de tierra, y la ubicación de la terminal marítima en lugares de fácil acceso
y bien comunicados con las zonas de interés turístico de la ciudad.
Dentro del diseño de un crucero el puerto juega un doble papel. Por un lado es una infraes-
tructura portuaria con sus servicios, pero también da acceso a la ciudad y el entorno donde
está situado, es decir, el destino turístico como tal. La gran mayoría de los itinerarios están
programados para que el buque permanezca en puerto durante el día y zarpe a última hora
de la tarde, dando así ocasión a los pasajeros para que puedan realizar excursiones y visitas a
la ciudad.
Una primera distinción importante es la que diferencia entre los puertos base y los de escala.
Los puertos de escala o secundarios son incluidos en el itinerario básicamente por su atractivo
turístico mientras que los puertos base son aquellos que además reúnen las condiciones técni-
cas u operativas que facilitan el embarque y desembarque de pasajeros así como la prestación
de servicios técnicos y de aprovisionamientos básicos e imprescindibles. La elección del puerto
base tiene en cuenta factores comerciales, logísticos y del mercado objetivo8.
La adecuación de instalaciones portuarias al tráfico de cruceros requiere, además de dis-
poner de la longitud y las características suficientes para permitir el amarre del buque, de una
ordenación portuaria adecuada que supone la reserva de áreas suficientes para la explotación
de las terminales para pasaje9. Si estas terminales son mixtas, con uso en ocasiones simultáneo
para tráfico regular, exigirá de una explotación cuidadosamente establecida. Además, las áreas
portuarias con tráficos especiales deberán estar suficientemente alejadas para que no se produz-
can interferencias. Pero quizás lo más importante es establecer la debida accesibilidad al entor-
no turístico.
7 Las terminales de cruceros permiten acomodar un gran número de pasajeros y posibilitan que el personal
del buque pueda proceder al embarque/desembarque de los pasajeros al tiempo que les ofrece instalaciones
en tierra, como tiendas, oficina de cambio, oficina de información turística, etc.
8 En concreto un recuento de las condiciones que idealmente deben poseer los puertos base, y que por tanto
influyen en la elección de los mismos por parte de las navieras incluiría: buena oferta de servicios portuarios,
facilidades de atraque, muelles acondicionados y seguros, disponibilidad y cercanía de aeropuertos, comuni-
caciones por carretera de primera calidad, facilidades y cooperación de las autoridades locales de Aduana e
Inmigración de cara a agilizar el embarque y desembarque del pasaje, provisiones y pertrechos, hoteles con
nivel adecuado al segmento del crucero, reparaciones, etc.
9 La construcción de terminales de pasajeros con todos los servicios necesarios representa una gran inversión
económica, que lo es aún más dada la obligatoriedad de implantar sofisticados sistemas de seguridad im-
puestos por las normas internacionales. Además y a partir de los acontecimientos del once de septiembre,
las normas internacionales obligan a la separación entre el flujo de pasajeros y el tráfico portuario de mer-
cancías.
I
La industria de los cruceros turísticos 145 5
Para definir las condiciones que van a afectar a la explotación portuaria se contempla: el
número de escalas, la duración de la escala, los servicios demandados, las previsiones de opera-
ciones futuras, la temporada de operación, etc. Otro factor que no debe olvidarse son las co-
municaciones con los aeropuertos, las terminales de transporte terrestre y otras. Los pasajeros
tienen que desplazarse desde sus hogares al puerto de salida del crucero y realizar el mismo
viaje de regreso una vez que este haya terminado. La mayoría de los pasajeros utilizaran a tal
fin el transporte aéreo. En general el viaje hacia y desde el barco es organizado por la misma
compañía de cruceros. Además la mayoría de los puertos del mundo ofrecen buena accesibili-
dad a diferentes medios de transporte: autobuses, taxis, trenes, etc., lo que permite a los
pasajeros que no hayan contratado excursiones en tierra, desplazarse por su cuenta a la ciudad
o lugares de interés que quisieran visitar.
Entre las ventajas que obtiene el puerto base de una ruta de cruceros se encuentran: la esta-
bilidad en el tráfico10, el tráfico regular11, la promoción del puerto y sus servicios, la optimi-
zación de las infraestructuras existentes y las necesarias construidas al efecto y, por último, los
ingresos regulares para la Autoridad Portuaria. Por el contrario, entre los inconvenientes se
cuentan la necesidad de grandes inversiones si la infraestructura es inadecuada, la concen-
tración de tráficos en determinados días de la semana, la infrautilización de las instalaciones
en temporada baja y los gastos de mantenimiento durante todo el año.
En relación con los puertos de escala, los beneficios obtenidos son su prestigio, la demanda
de los servicios portuarios de prácticos, amarre y remolque, ingresos tarifarios de los tránsitos
y el hecho de ser un buen complemento cuando el puerto tenga instalaciones para pasajeros
infrautilizadas. Sin embargo, también existen posibles desventajas, pues si los puertos son pe-
queños y con poco tráfico o con dedicación preferente a otros tráficos, en ocasiones con
cierta incompatibilidad, los esfuerzos de la Autoridad Portuaria para su captación pueden no
compensar los ingresos que pudieran lograrse. Además, la cesión de la preferencia a los buques
de crucero por razón de prestigio e imagen, puede afectar negativamente a los clientes habitua-
les de tráfico de cabotaje.
En un importante número de países existen políticas activas para impulsar el desarrollo
de la industria de cruceros a través de distintos mecanismos: apoyo a la construcción de in-
fraestructura, privatización de terminales portuarias, asignación de terminales para cruceros
a las líneas navieras, promoción, tarifas portuarias preferenciales, pagos a las líneas de cruceros,
entre otras12. Las nuevas embarcaciones, más sofisticadas y de mayor tamaño, demandan
muelles y terminales portuarias con mayores especificaciones y servicios más amplios y sofisti-
cados, tanto para las embarcaciones como para los pasajeros. Se observa un creciente número
de nuevos destinos y, consecuentemente, de terminales portuarias en todo el mundo.
Una vez que la naviera ha diseñado el itinerario negociará con las Autoridades Portuarias
de los puertos incluidos en el mismo. En general las negociaciones se centran en dos áreas:
atraques y tarifas. Con respecto a los primeros la naviera querrá no sólo la seguridad en la
concesión de los atraques, sino también que se le adjudiquen aquellos que cuenten con las me-
jores condiciones de operación13, dado que ello afecta a la imagen que obtendrán los pasajeros
del producto ofrecido.
Las actuaciones que llevan a cabo las Autoridades Portuarias se inscriben tanto en el área
del desarrollo comercial como en el desarrollo de infraestructuras portuarias. En el aspecto
comercial, las acciones más comunes tienen que ver con alianzas con otros puertos para la
promoción conjunta de líneas (como Costa Verde, Suncruise o Cruise in the Atlantic Islands)
o la participación en asociaciones de puertos cuyo objeto sea el incremento de la eficiencia,
el intercambio de información, la planificación y mejora de la seguridad, o la colaboración
con armadores para el diseño de rutas. En relación con el desarrollo de la infraestructura por-
tuaria, la actuación se orienta a adecuar la oferta de infraestructura básica y equipamiento dis-
ponible en el puerto a los requisitos de calidad que imponen los operadores.
En Europa la coordinación portuaria se ha logrado a través de asociaciones tales como la
Asociación de Puertos de Cruceros del Mediterráneo (Medcruise), a la cual están afiliados ac-
tualmente 55 miembros en representación de 78 puertos de todo el Mediterráneo, incluido el
Mar Negro, el Mar Rojo y el Cercano Atlántico; más 20 miembros asociados, en representa-
ción de otras asociaciones, patronatos de turismo, agentes de buques y agentes portuarios. Entre
sus objetivos destacan el aumento de la eficiencia de los puertos de cruceros miembros y alcan-
zar posiciones, planes y políticas comunes, que puedan ser presentadas a los responsables
políticos en los foros regionales e internacionales, sobre las cuestiones de interés común sobre
las políticas de cruceros. Otro ejemplo es la asociación de los puertos del norte y oeste eu-
ropeos, Cruise Europe constituida en 1993 con el objetivo de impulsar el mercado de cruceros
atlántico, promoviendo los intereses comunes de los puertos asociados. Su ámbito de actua-
ción se extiende a cuatro áreas geográficas del norte y oeste de Europa: el Báltico; Gran Bretaña
e Irlanda; Noruega, Islandia y las Islas Feroe y la costa Oeste Europea.
Por otra parte, aunque el impacto medioambiental de la industria de cruceros será tratado
más adelante, conviene señalar que los puertos no han permanecido ajenos a la tendencia ge-
neral de puesta en marcha de políticas y estrategias tendentes a reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero (GEI). De hecho, en abril de 2008 la Asociación Internacional de Puer-
tos (IAPH) pidió a su Comisión de Medio Ambiente, en consulta con las Organizaciones Re-
gionales de Puertos, un mecanismo para ayudar a los puertos a combatir el cambio climático.
En julio de 2008, cincuenta y cinco puertos de todo el mundo se reunieron en la Conferencia
Mundial sobre el Clima en Rotterdam para comprometerse a reducir conjuntamente la ame-
naza del cambio climático global. Además, los principales puertos del mundo firmaron la De-
claración de los Puertos del Mundo por un clima mejor, por la cual se pretende, entre otros,
que todos los puertos implementen métodos para calcular su Huella de Carbono, así como
para su posterior reducción en todos los ámbitos portuarios: Buques, puerto, operaciones
portuarias e industrias portuarias. Por último, los puertos también ejercen una labor de control
sobre las navieras. Este aspecto será tratado en el próximo epígrafe.
13 Cercanía de las estaciones marítimas, accesibilidad, parking y explanadas para vehículos de acompañantes y
autocares, etc.
I
La industria de los cruceros turísticos 147 5
3. LOS CRUCEROS VERSUS SOSTENIBILIDAD
3.1. La regulación
El objetivo de la regulación marítima es garantizar que las compañías navieras operen den-
tro de los mismos estándares de seguridad y responsabilidad medio ambiental que se aplican
en tierra. El problema estriba en la mayor dificultad de regular las actividades que se desem-
peñan en el mar. Al tratarse de un negocio mundial y deslocalizado dada la movilidad de los
barcos, la normativa que se aplica procede de dos fuentes: El estado en el que esta abanderado
el buque, y las regulaciones de los distintos organismos internacionales, el derecho marítimo
internacional y los tratados bilaterales.
Actualmente la regulación marítima está organizada, pragmáticamente, siguiendo un es-
quema en el que participan diversos organismos internacionales y los diferentes países marí-
timos (entendiendo como tales aquellos que tienen salida al mar) distinguiéndose:
ya sea por causas operacionales o accidentales. Contiene seis anexos14, cada uno de los cuales
entra en vigor sólo después de haber sido ratificado por los países miembros cuyo tonelaje
bruto acumulado represente al menos el 50% del tonelaje bruto mundial.
El MARPOL establece criterios sobre el vertido de residuos. Estos criterios se endurecen
en determinadas zonas consideradas áreas especiales por sus características ecológicas, entre las
que se encuentran las aguas europeas noroccidentales, Antártida, Golfo Pérsico, Golfo de
Aden, Mar Báltico, Mar Caribe, Mar del Norte, Mar Mediterráneo, Mar Negro y Mar Rojo.
También son más estrictos los criterios para las áreas marinas particularmente sensibles entre las
que se incluyen la Gran Barrera de Arrecifes de Australia; el archipiélago de Sabana-Camagüey
(Cuba), la isla de Malpelo (Colombia), los alrededores de los cayos de Florida, el mar de Wadden
entre Dinamarca, Alemania y Holanda, la Reserva Nacional de Paracas (Perú), las Islas Canarias,
el archipiélago de Las Galápagos (Ecuador) y el mar Báltico (excepto aguas de Rusia).
Por otra parte, la preocupación de la OMI por el impacto medioambiental de las emisiones
de los barcos, incluyendo las emisiones al aire y el agua de lastre es relativamente reciente,
como se desprende de la tardía fecha de entrada en vigor (2005) de las reglas para su preven-
ción contenidas en el Anexo VI. Estas reglas establecen límites a las emisiones de óxido de
azufre y óxido de nitrógeno de los buques y prohíben las emisiones deliberadas de sustancias
agotadoras del ozono. Posteriormente, y desde 2007, un grupo de trabajo en polución del
aire está estudiando varios aspectos relacionados con las emisiones de los barcos con el pro-
pósito de proponer enmiendas a las regulaciones existentes. Entre los aspectos considerados
están: incluir límites a las emisiones de nitrógeno (NOx), calidad del combustible (azufre), el
comercio de emisiones, etc.
Las condiciones de trabajo en el mar se han tratado en el seno de este organismo desde
1920. Durante el siglo XX ha desarrollado treinta y dos convenciones y veinticinco recomen-
daciones sobre el trabajo marítimo, que tratan sobre las condiciones de vida y trabajo en el
mar, los remuneraciones, las horas de trabajo, pensiones, vacaciones, pagas por enfermedad
y salarios mínimos. Una nueva Convención del Trabajo Marítimo fue adoptada en 2006. Para
entrar en vigor debe ser ratificada por treinta estados miembros de la ILO que, conjuntamente,
representen al menos un 3% del tonelaje bruto mundial. En 2008 había sido ratificada por
Liberia, Bermuda y las Islas Marshall. Su entrada en vigor se espera para agosto de 2011.
Las principales innovaciones tienen que ver con el cumplimiento y ejecución de la regula-
ción: el estado de bandera (véase más adelante) es el responsable por la revisión de los planes
14 Anexo I: Reglas para prevenir la contaminación por Hidrocarburos (entró en vigor en 1983); Anexo II:
Reglas para prevenir la contaminación por Sustancias Nocivas Líquidas Transportadas a Granel (entró en
vigor en 1987); Anexo III: Reglas para prevenir la contaminación por Sustancias Perjudiciales Transportadas
por Mar en Bultos. (entró en vigor en 1992); Anexo IV: Reglas para prevenir la contaminación por las Aguas
Sucias de los Buques (entró en vigor en 2003); Anexo V: Reglas para prevenir la contaminación por las Ba-
suras de los Buques (entró en vigor en 1988); Anexo VI: Reglas para prevenir la contaminación Atmosférica
ocasionada por los Buques (entró en vigor en 2005).
I
La industria de los cruceros turísticos 149 5
y su implementación. Con el propósito de alentar el cumplimiento por parte de los armadores,
la Convención establece mecanismos referentes a los procedimientos de denuncia, tanto a
bordo como en tierra, la inspección del Estado del puerto, y la jurisdicción y control del Es-
tado de abanderamiento sobre los buques inscritos en su registro.
El Convenio internacional sobre alta mar de Ginebra de 1958 establece que el Registro del
buque determina su nacionalidad y, por tanto la legislación aplicable a todo tipo de materias.
Así, la elección del país de registro determina los impuestos, las leyes (laborales, comerciales
y mercantiles) y las Convenciones internacionales que son de obligado cumplimiento para el
buque.
Existen ciertos países (Liberia, Panamá, Honduras, Costa Rica, etc.) que amparan buques
cuyos propietarios reales no tienen esa nacionalidad El atractivo de estos países incluye unos
impuestos reducidos, facilidad para el registro y cambio de titulares, pocas exigencias de segu-
ridad y mínimas condiciones laborales. Por tanto, se trata de ofrecer un sistema de registro cuyos
controles son mínimos y que, generalmente, representa importantes ventajas económicas con
respecto al país de origen por lo que las empresas armadoras los usan para reducir los costes
operativos y evitar regulaciones estrictas en cuanto a seguridad o tasas fiscales, que de otra
manera se verían obligadas a cumplir con el desembolso adicional. A estos registros se les de-
nomina registros abiertos o pabellón de conveniencia.
De hecho la figura del pabellón de conveniencia es muy utilizada y la industria de cruceros
no es una excepción. Aunque las oficinas centrales de las principales empresas de cruceros
están situadas en los Estados Unidos y Europa, y su clientela provenga principalmente de
estás mismas áreas, estas organizaciones están constituidas legalmente y tienen la mayoría de
sus flotas registradas en Panamá, Liberia, Bermuda y las Bahamas para la obtención de bene-
ficios y ventajas que permiten mejores balances económicos y competitividad derivados de
estándares más favorables en lo concerniente a impuestos, normativa laboral y de seguridad
y regulación medioambiental.
5) El estado marítimo
Es el responsable del cumplimiento de la regulación por parte de los buques que navegan
en sus aguas territoriales15 y recalan en sus puertos. Los derechos de estados costeros vienen
determinados por la zona dónde este navegando el buque. En síntesis, la convención
(CNUDM, 1982) concede al estado costero el derecho de legislar en determinadas áreas como
son la preservación del medio ambiente y la prevención, reducción y control de la polución.
También le concede el derecho a exigir el cumplimiento de la regulación internacional en sus
aguas territoriales, lo que da lugar al movimiento del control de los puertos estatales.
Este movimiento, que empezó en 1978, tiene su origen en la profusión de barcos bajo pa-
bellón de conveniencia y el hecho de que algunas de estas banderas no estaban haciendo
cumplir la regulación internacional a sus barcos. El movimiento culminó con la aprobación
del Memorandum de entendimiento de Paris (MEP) en el que catorce países europeos acor-
daron trabajar juntos para asegurar que los barcos que visitaban sus puertos cumplieran la
regulación internacional respecto a la seguridad y la contaminación. En la actualidad los fir-
mantes del MEP son veintisiete. Durante este periodo se han establecido Memorandum de
entendimiento similares en las siguientes áreas: Mediterráneo, Tokio, Caribe, Latinoamérica,
Océano Índico, con diez, dieciocho, once, doce y once países participantes respectivamente.
Estados Unidos controla un programa propio.
16 Por ejemplo, el aumento de la prostitución coincidente con el desarrollo del turismo de cruceros en los puer-
tos de Limón y Puntarenas (Costa Rica).
17 En conjunto, casi el 70% de la flota mundial de cruceros está inscrita en Registros Libres y solo un 20% en
países de OCDE. Noruega y Reino Unido suman un 15,3%. El resto se reparte entre diversos pabellones.
Sin embargo, atendiendo a la nacionalidad del armador, casi el 90% de los buques están controlados por
empresas de países de la OCDE, encabezando la lista USA, Noruega y el Reino Unido. Baste terminar di-
ciendo que Carnival, la mayor compañía de cruceros del mundo está registrada en Panama.
5 I
152 Beatriz Tovar de la Fé
Como se comentó en el epígrafe 3.1, la eliminación de estos residuos está regulada, aunque
esta regulación no es uniforme debido a la complejidad que cualquier reglamentación de la
industria marítima tiene debido a su carácter global y desterritorializado. En cualquier caso,
el Anexo V del MARPOL 73/78 exige a los buques una adecuada segregación previa especi-
ficada por tipos de residuos sólidos y, en lo que respecta a las basuras, exige que se clasifiquen
de acuerdo con su naturaleza, para su posterior almacenamiento temporal, en recipientes in-
dependientes hasta su destino final. La clasificación se realiza en contenedores marcados de
forma que puedan ser diferenciados fácilmente.
18 Por lo que respecta a la emisión total de compuestos de nitrógeno y azufre, un barco de crucero produce
aproximadamente el equivalente en emisiones de escape a 12.000 automóviles o una central eléctrica de ta-
maño medio a través de motores diesel, sistemas auxiliares e incineradores de a bordo. Estas emisiones son
particularmente preocupantes cuando el crucero están en puerto, y especialmente significativas para las co-
munidades costeras y áreas circundantes, si se tiene en cuenta que un tercio de las mismas ocurren cuando
el barco está amarrado. Se estima que un gran barco de crucero en visita a un puerto puede emitir tantos
contaminantes atmosféricos como 2000 coches y camiones conduciendo en un año (http://www.windrose-
network.com/La-Industria-del-Crucero-Cuestiones-Medioambientales-Contaminantes.html).
19 El agua de lastre se utiliza para mejorar la estabilidad, por ejemplo para compensar el peso del combustible
consumido durante el viaje. El agua de lastre se recoge en puerto en una región y se vierte en otra. En el
proceso se pueden descargar hasta 1000 toneladas métricas de agua que contiene especies invasoras que son
una amenaza para la diversidad biológica, los bancos de pesca y la acuacultura. (http://www.windrosenet-
work.com/La-Industria-del-Crucero-Cuestiones-Medioambientales-Contaminantes.html).
20 Por ejemplo, el consumo de agua, el uso de productos químicos y detergentes, el impacto de las actividades
recreacionales sobre la vida salvaje, como la perturbación y la basura, y presiones sobre las especies en peligro
de extinción a través de su explotación como regalos o curiosidades.
21 Casi un 75% del total de aguas residuales generadas por los barcos proceden de los cruceros.
I
La industria de los cruceros turísticos 153 5
La forma en que se cumplen las prescripciones obligatorias debe estar perfectamente in-
dicada en la elaboración del Plan de Gestión de Basuras del buque, dónde se incluye una lista
del equipo y de los medios utilizados para la manipulación de basuras, y que puede incluir re-
súmenes de las instrucciones a seguir o hacer referencia a ellas. Además, se debe indicar, dónde
se descargará la basura en Puerto, y quien es el responsable en cada caso de emitir los recibos
o certificados correspondientes que se deben guardar a bordo durante 2 años.
El considerable impacto medio ambiental que suponen todos los impactos identificados,
unido al crecimiento intenso de la industria en las últimas décadas y las previsiones de que
esta expansión va a continuar ha incrementado el interés y la preocupación por analizar las
estrategias que pueden utilizarse con el propósito de mejorar los impactos medioambientales
negativos y hacer la industria cada vez más sostenible. A este respecto Jonson (2002) propone
estrategias medioambientalmente sostenibles (físicas, reglamentarias, económicas y educativas)
tanto a los operadores de cruceros turísticos como a los destinos. Entre las sugeridas a los
primeros pueden citarse, a modo de ejemplo: variar el itinerario, limitar el número de pasajeros,
invertir en tecnologías limpias y llevar a cabo proyectos de conservación y rehabilitación en
los destinos, entre otras. Por lo que se refiere a las estrategias sugeridas a los destinos pueden
citarse, también a modo de ejemplo, limitar el número de visitantes, localización y diseño de
las instalaciones, promoción de los productos locales, etc.
El turismo de la Antártida, entendido como tal, empezó en 1969 con el primer barco de
crucero especialmente diseñado al contar con un casco reforzado contra el hielo, El Lindblad
Explorer. Con el paso de los años se ha ido incrementando el número de barcos al tiempo
que ha ido creciendo el número de pasajeros, aunque el modelo de Lindblad de expedición
de crucero es seguido en la actualidad por la mayoría de las empresas que operan en la An-
tártida.
La Antártida reúne una serie de características que la hacen un caso de estudio interesante.
Por una parte, es el espacio protegido más grande del planeta, pero no está sometida a la sobe-
ranía de Estado alguno pues no pertenece a ningún país. Aunque algunos Estados mantienen
reivindicaciones soberanas sobre algunos territorios, estos no han sido reconocidos por la
comunidad internacional. Por esta razón, la regulación de las actividades que se desempeñan
en el continente es compleja (véase sección 4.1) ya que los instrumentos y reglas conven-
cionales no pueden aplicarse con facilidad, y aunque la autoregulación de la industria ha fun-
cionado hasta ahora, el importante crecimiento de las actividades turísticas está planteando
dudas acerca de la capacidad del sistema de autoregulación para continuar regulando con éxito
esta actividad.
Otra característica interesante es que se trata de un territorio que no posee población por
lo que el impacto económico y social de las actividades de cruceros no tiene aquí la trascen-
dencia que en otros destinos al no haber población local que pueda beneficiarse de ellos. Este
hecho dificulta además la introducción de prácticas de gestión turística al no disponerse de
una corriente de ingresos que pudiese dedicarse a ese y otros fines como, por ejemplo, el control
5 I
154 Beatriz Tovar de la Fé
Aunque las dificultades de acceso, condiciones medio ambientales, coste y tiempo del viaje
y restricciones jurisdiccionales que caracterizan a estas zonas del planeta han limitado el creci-
miento del turismo polar, ambos continentes, el Ártico y el Antártico, están siendo cada día
más accesibles debido varios factores entre los que se encuentran: un mayor conocimiento
geográfico e hidrográfico, mejores tecnologías de transporte y navegación, importantes re-
ducciones en la suma, extensión y duración del hielo en el mar, un clima relativamente más
tolerable, etc.
La Antártida no ha sido ajena al boon de la industria de cruceros. Desde la aparición, a
inicio de los 1990-93 del primer gran barco de crucero, el Ocean Princess, que transportaba
entre 250 y 400 pasajeros han ido aumentando tanto el número de barcos que visitan el con-
tinente como su capacidad. Por tamaños destaca claramente el crecimiento de dos grupos. El
primero es el de los buques con capacidad para 51-110 pasajeros, que se explica por la reubi-
cación en este mercado de la flota soviética de buques de investigación que queda disponible
con la caída de la Unión Soviética. El segundo es el de los buques con capacidad para más de
500 pasajeros, que probablemente se ha visto favorecido por las mejoras en las infraestructuras
portuarias del principal puerto de acceso a la Antártida, el puerto de Ushuaia (Argentina). El
barco de más capacidad que operó desde este puerto en la temporada 2008-2009 transportó
2600 pasajeros y 1000 tripulantes22.
Es interesante destacar que los barcos de mayor tamaño, imponen además riesgos poten-
ciales mayores en caso de que se produzca un accidente, no sólo por lo que se refiere a la ope-
ración de rescate de los pasajeros del barco, sino también respecto del devastador impacto
medioambiental que causarían las posibles fugas de petróleo, combustibles y otras sustancias
tóxicas. Los incidentes en que se han visto implicados barcos de cruceros en aguas de la An-
tártida no son tan infrecuentes como se refleja, por ejemplo, en el hecho de que entre enero
de 2007 y Febrero de 2009 se registraron cinco incidentes en que estaban implicados buques
de cruceros: tres varadas, una colisión con iceberg y otra con hielo hundido.
Como resultado del incremento de buques operando en la Antártida y sus posibles con-
secuencias en el medio ambiente los miembros del Tratado Antártico adoptaron una resolu-
ción en mayo de 2007 recomendando a las Partes del Tratado: Desalentar o desautorizar los
descensos o paradas en tierra a los operadores que utilicen buques con capacidad para más
de 500 pasajeros y alentar o requerir a los operadores a: coordinarse de modo que no haya
más de un buque en un lugar de descenso al mismo tiempo, restringir el número de pasajeros
en tierra a 100 o menos y mantener un ratio mínimo de un guía por cada 20 pasajeros.
El buen funcionamiento del esquema de autoregulación depende de que la industria sepa
instruir a los turistas acerca del buen comportamiento que deben observar durante su estadía,
y de la coordinación voluntaria entre los cruceros y directores de tour para gestionar adecua-
damente los lugares de visita. Hasta ahora este esquema ha funcionado bien, pero el creciente
22 Además, muchos de los buques de mayor tamaño no tienen cascos reforzados y no se consideran apropiados
para navegar en aguas polares y al portar muchos de ellos pabellón de conveniencia no está claro hasta qué
punto esta circunstancia limita el control del STA sobre ellos.
5 I
156 Beatriz Tovar de la Fé
número de turistas ha empezado a sembrar dudas acerca de que pueda seguir haciéndolo en
el futuro. De hecho, varios autores que han analizado las debilidades y fortalezas de este sis-
tema de auto regulación coinciden en señalar que no tiene la solidez suficiente para enfrentar
los retos del sector, y proponen tanto un refuerzo de la relación entre el régimen auto regu-
latorio y el STA como la implementación de sistemas de seguimiento y control de los impactos
generados y del cumplimiento de las medidas acordadas.
Entre las medidas concretas destacan: la formación y acreditación de guías, la realización
de inspecciones independientes y la implantación de un sistema de control directo a través
de la introducción de barcos de vigilancia turística. Para financiar este sistema proponen la
introducción de una tasa por visitante de 10$. El cobro de una tasa por visitante para financiar
la implantación del sistema de vigilancia y/o inspección, al estilo de lo que se ocurre hace ya
varios años en Alaska.
Dos clases de cambios medio ambientales tienen impacto en las regiones polares, y por
ende, en la Antártida. El primero agrupa a aquellos que son inequívocamente inducidos por
los seres humanos, como por ejemplo, el despojo de comunidades de plantas y animales de-
bido a la explotación comercial. El segundo se refiere a los cambios climáticos causados por
el incremento de las concentraciones antropogénicas de gases de efecto invernadero (GEI).
Por lo que se refiere al primer grupo no parece que haya alcanzado importancia en el caso de
la Antártida. No ocurre, sin embargo lo mismo con el segundo.
La mayor parte de los turistas que visitan la Antártida lo hacen en barcos que parten de
los puertos de Ushauia en Argentina y Punta Arenas en Chile. Por lo que se refiere al origen
de los turistas, la mayor parte proceden del Hemisferio Norte (76,17% en la campaña 2009-
2010) lo que significa que dependen de los viajes por avión para llegar a los puertos de salida,
de modo que a las emisiones del buque habría que añadirles las del trayecto aéreo.
Utilizando datos de la campaña 2004-2005 se realizo una medición de las emisiones de
CO2 debidas al turismo en la Antártida que muestran que los cruceros junto con el transporte
aéreo desde los mercados emisores a los puertos base y viceversa, suponen el 90% del total.
Los cruceros son la primera fuente individual de emisiones, dando origen a dos tercios de las
mismas. El estudio señala que, si bien en términos absolutos las emisiones de GEI son in-
significantes debido al reducido número de visitantes, no lo son tanto si las cifras se expresan
por turista: las emisiones promedio más que triplican la de un turista de las Seychelles y son
43 veces más altas que las de un turista visitando las montañas rocosas, por citar algunos ejem-
plos. Estas diferencias tan abultadas obedecen a tres razones: la falta de un mercado doméstico
de turistas, la dependencia del transporte de larga distancia debido a la procedencia de la
mayor parte de los turistas y los importantes niveles de emisiones de los barcos de expedición
y los cruceros de línea.
Otros autores abordan el análisis de los impactos del sector de cruceros en lo relativo a su
metabolismo ambiental y energético considerando para ello los flujos energéticos consumidos
durante las etapas de transporte hasta Ushuaia (subsistema avión) y desde el puerto hasta el
I
La industria de los cruceros turísticos 157 5
continente antártico para desarrollar la visita (subsistema crucero). La metodología aplicada
se basa en el Análisis del Ciclo de Vida. De su análisis concluyen que el mayor impacto del
sector parece ser el derivado de las emisiones directas e indirectas de CO2 y no tanto el de-
rivado de la degradación física y/o ecológica de los lugares visitados por los turistas. Estos
autores indican que cada turista antártico genera, aproximadamente 4,4 toneladas de CO2,
gastando energéticamente el equivalente a cinco veces el consumo eléctrico medio anual de
un hogar europeo con tres inquilinos. El transporte marítimo (cruceros) responde por el 56%
mientras que el aéreo (transporte aéreo hasta Ushuaia) concentra el 44% restante.
5 I
158 Beatriz Tovar de la Fé
ACTIVIDADES
5. Analizar los diferentes mecanismos para mitigar el impacto ambiental del transporte
marítimo.
I
La industria de los cruceros turísticos 159 5
BIBLIOGRAFÍA
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York.
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an Antarctic Specially Protected Area: tools to assess levels of human impact. Antarctic
Science, 21-3, 229-236.
5 I
160 Beatriz Tovar de la Fé
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
9. La regulación marítima.
a) Al tratarse de un negocio mundial y deslocalizado, presenta menos dificultad de re-
gulación que las actividades que se desempeñan en tierra.
b) Busca garantizar que las compañías navieras operen dentro de los mismos estándares
de seguridad y responsabilidad medio ambiental que se aplican en tierra.
c) Todos los barcos navegando en aguas internacionales tienen que respetar obligato-
riamente la legislación internacional en temas medio ambientales con independencia
del Estado en el que este abanderado el buque.
d) Ninguna de las anteriores.
5 I
162 Beatriz Tovar de la Fé
10.Utilizando el análisis de ciclo de vida se pueden distinguir los siguientes impactos del
turismo de cruceros:
a) Impactos de la infraestructura e Impactos operacionales.
b) Impactos en la distribución asociados con los viajes de los turistas y la logística de
suministro al buque.
c) Impacto de uso e Impacto de los desechos.
d) Todas los anteriores.
I
La industria de los cruceros turísticos 163 5
SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
1. c
2. d
3. d
4. b
5. a
6. d
7. a
8. d
9. b
10. d
5 I
164 Beatriz Tovar de la Fé
GLOSARIO
Calado: se llama calado a la distancia vertical desde la quilla, hasta la línea de flotación.
Escala: se refiere al atraque o fondeo del crucero en el puerto base o secundario.
Eslora: es la longitud del buque.
Ferry: buque que transporta pasaje y vehículos de un lugar a otro.
Fondear: es la maniobra de fijar el barco mediante el ancla.
GT: unidad de medida del volumen del buque, correspondiendo a las siglas en ingles de Groos
tonnage. Mide el volumen total de los espacios cerrados del buque.
Lastre: peso transportado por el buque que tiene solo la finalidad de mejorar su estabilidad,
normalmente se trata de agua salada o de mar.
Manga: es el ancho del barco.
Megacrucero o VLVC: se refiere a los cruceros de más de 100.000GT.
Nudo: unidad de velocidad que equivale a una milla por hora.
Panamax: buques que pueden atravesar el Canal de Panamax.
Popa: es la parte posterior del buque. Por extensión, se denomina así al tercio posterior del
buque.
Postpanamax: buques que por sus dimensiones no pueden atravesar el Canal de Panamá. Se
trata de aquellos con una manga máxima superior a 32,25 metros.
Proa: es la parte delantera del buque, la que rompe el agua en el sentido de avance. Por exten-
sión, se denomina así al tercio anterior del buque.
Puerto Base: también conocido como puerto de cabecera o pirncipal, es el ouerto en el que se
produce el embarque y/o desembarque del pasaje como principio y/o fin del crucero.
Puerto secundario: es un puerto utilizado para hacer escala, es decir, en el que el pasaje desem-
barca, para embarcar posteriormente y seguir el viaje.
Sentina: es la parte más baja del casco de la embarcación en el interior del mismo, donde van
a parar todas las aguas que entran a bordo. Lleva instalada una bomba de achique para expul-
sar el agua al exterior.
El transporte terretre
6 Unidad
de Aprendizaje
PRESENTACIÓN
OBJETIVOS
Hay dos grandes tipos de transporte terrestre que afectan al turismo. En primer lugar, el
transporte personal, que incluye los vehículos privados a motor que se usan para muchas acti-
vidades cotidianas además de para acceder a las actividades turísticas. La bicicleta es otro tipo
de transporte terrestre que se asocia a las actividades recreativas y que puede formar parte de
la experiencia turística. Este caso sería clasificado como transporte como turismo. El segundo
tipo es el transporte como servicio “prestado”. Por ejemplo, el transporte que forma parte
del paquete turístico. En este caso se destacan el uso de los autocares y autobuses, los coches
de alquiler y el transporte por ferrocarril.
El transporte terrestre desempeña también una importante función de acogida a los visi-
tantes: además de ser la forma de transporte más habitual para llegar hasta el destino, es el
modo más utilizado para desplazarse dentro de él. Así, por ejemplo, de todos los turistas del
Reino Unido que viajan a Escocia, más de dos tercios llegan en automóvil. No cabe duda de
que la proximidad espacial de los destinos desde la residencia habitual es fundamental a la
hora de decidir si se va a usar el transporte terrestre. Por ejemplo, la mayor parte de la pobla-
ción canadiense vive a lo largo de la frontera con Estados Unidos, esto explica que el 97% de
los canadienses que viajan a Estados Unidos usen el automóvil privado como medio de trans-
porte turístico.
A diferencia de otros medios de transporte (como el aéreo y el marítimo), el transporte por
carretera presenta un gran número de variantes. Como consecuencia, surge una cuestión de
difícil respuesta: ¿qué se puede calificar realmente como prestación de transporte terrestre
turístico?. Para contestar a esta pregunta es necesario entender la dificultad que entraña dis-
tinguir entre los distintos modos de transporte terrestre y su relación con el turismo. Resulta
complicado separar el uso turístico del no turístico en lo que al transporte terrestre se refiere.
El principal motivo de esta situación difusa es que el transporte terrestre que se utiliza para
acceder a muchas actividades recreativas es el mismo que se usa para acceder a las actividades
cotidianas. Así tenemos que el automóvil familiar se puede usar como un medio de transporte
por motivos económicos (para ir y volver al trabajo), pero también se puede usar los fines de
semana para las escapadas familiares o para ir por las tardes a atracciones locales como la
playa o el parque de atracciones. Los trenes y los autobuses, por ejemplo, no se usan única-
mente para ir al trabajo sino que también los usan los turistas y los amantes locales del ocio
al aire libre. En cierto sentido, el carácter multiuso de diversos tipos de transporte terrestre
es una clara muestra de lo complicado que resulta atribuir a un tipo concreto de transporte
terrestre el uso casi en exclusiva a fines turísticos.
6 I
170 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
El empleo de automóviles para uso turístico refleja sin duda alguna la proliferación del
uso de este medio de transporte en los países desarrollados. En la Unión Europea el uso del
automóvil privado supera a la mayoría de las demás formas de transporte en la actualidad.
Por ejemplo, en el Reino Unido se observa el surgimiento de un patrón en el que predomina
el uso de los automóviles frente a otros tipos de locomoción. Este modo de transporte, en
términos promedios, se usa en Estados Unidos para más del 80% de los viajes nacionales de
larga distancia y para más del 90% de los viajes de ida y vuelta al trabajo.
Los automóviles privados se utilizan en muchos países para ir a la segunda vivienda en el
campo. Por ejemplo, se suele ir en automóvil a las casas de vacaciones o cabañas de Estados
Unidos y Canadá, por lo general situadas en plena naturaleza y próximas a pequeñas comu-
nidades que ofrecen servicios básicos como alimentación y combustible. También es el tipo
de transporte predominante para acceder a las segundas viviendas en Holanda y en Alemania.
En definitiva, el uso del automóvil privado para viajes de ocio tiende a aumentar en detrimento
de otros modos de transporte más sostenibles.
Además del automóvil privado, el transporte en autocar es uno de los transportes terrestres
en el que se verifica una relación muy cercana al turismo. Este modo de transporte se asocia
a menudo con viajes de placer a diferentes tipos de destino que, generalmente, son lugares de
paso y próximos entre sí. El transporte en autocar verifica una serie de características dife-
renciadas. Normalmente conecta múltiples nodos o destinos con flujos y redes predetermi-
nadas e itinerarios estructurados de manera que cubra la visita a las atracciones turísticas de
una región. Una de las imágenes más comunes del viaje en autocar son los autobuses de gran-
des dimensiones llevando a turistas a través de una amplia región geográfica con paradas en
atracciones y destinos populares. La duración de estas paradas puede ser de tan sólo unas horas
o prolongarse hasta a varios días.
Hay destinos turísticos donde el beneficio económico del transporte turístico en autocar
es muy bajo. Estos destinos tienen visitas regulares de autocares llenos de turistas, pero no
hace más que una breve parada en un itinerario de largo recorrido. No obstante, en aquellos
destinos cuyas atracciones e infraestructuras globales son reducidas, el transporte en autocar
puede suponer una de las formas más importantes de manifestación turística. Éste sería es-
pecialmente el caso de los destinos rurales con pequeñas poblaciones o atracciones que se
encuentran a lo largo de una ruta obligada entre dos destinos más importantes. Las rutas en
autocar turístico la mayoría de las veces hacen paradas regulares en pequeñas poblaciones
donde los pasajeros tienen la oportunidad de utilizar los aseos y comprar tentempiés. Sin em-
bargo, la repercusión económica global de estas paradas es bastante reducida, sobre todo si
tenemos en cuenta que la mayoría de las paradas duran menos de 30 minutos. Por tanto, en
los lugares en los que las rutas de autocar turístico hacen frecuentes paradas de descanso o
pausas para tomar café no es habitual que las administraciones públicas estudien diferentes
alternativas para animar a los visitantes a quedarse más tiempo. Sin embargo, si se quiere apro-
vechar esas paradas para generar mayores beneficios económicos conviene persuadir a los tu-
ristas para que prolonguen su visita mediante programas de desarrollo y planificación turística
que propongan actividades que sean atractivas. Para ello es crucial conocer la forma en la que
las empresas turísticas planifican sus itinerarios.
I
El transporte terrestre 171 6
2.2. El transporte por ferrocarril
Hay dos modelos de utilización del tren en el ámbito del turismo. En primer lugar, está el
transporte por ferrocarril entre un origen y un destino. Este tipo de transporte conecta re-
giones, ciudades, destinos turísticos e incluso atracciones turísticas. Esta conexión puede ser
tanto internacional como transfronteriza. Este primer modelo es utilizado no sólo por turistas
sino por la población en general y por tanto, su importancia para el turismo es difícil de valorar
salvo en aquellos casos que se identifique el tren como una atracción turística en sí mismo.
Por ejemplo, el tren “Transiberiano”, el Oriente Express entre otros. En segundo lugar, el trans-
porte por ferrocarril dentro de un mismo destino. El transporte diseñado para trasladar pa-
sajeros dentro de un destino o atracción. Este segundo modelo, en cambio, prevé un uso más
turístico del tren aunque también su uso es compartido por los habitantes del lugar.
Los factores más importantes en la valoración del tren como transporte turístico es la co-
modidad del acceso dado que conecta los centros de las ciudades, la frecuencia del servicio
elevada, la diversidad de horarios ofrecidos y la posibilidad de combinarlo con otros servicios
o modos de transporte. Factores tales como la seguridad, la duración del recorrido, la pun-
tualidad, la flexibilidad y el confort son también importantes en la valoración de los usuarios
de este modo de transporte. La mayoría de los usuarios destacan que las principales ventajas
del transporte ferroviario son principalmente su menor coste respecto a otros modos de trans-
porte, su frecuencia y su puntualidad. Sin embargo, la creciente competencia de las líneas aé-
reas en Europa o en Estados Unidos, por ejemplo, puede estar socavando las ventajas del
tren en términos de coste y frecuencia. Así que el problema de usar este modo de transporte
para trayectos turísticos radica definitivamente en la viabilidad económica del servicio debido
a la competencia del modo aéreo.
En los últimos años se ha despertado el interés por el viaje histórico en tren, en el que el
medio de transporte también hace las veces de atracción turística. El aumento de los viajes
en trenes históricos se ha asociado en buena parte a la constatación de la importancia de las
experiencias de turismo de patrimonio. Un ejemplo internacional que ilustra el creciente in-
terés que despiertan los viajes en trenes históricos es la línea ferroviaria que recorre las gar-
gantas del río Taieri (www.taieri.co.nz), propiedad del Ayuntamiento de Dunedin en Nueva
Zelanda. La empresa de capital público y privado Otago Excursion Train Trust, hace un recorrido
de un día en el tren The Taieri Gorge Limited a través de 60km en los que hasta finales del siglo
XIX operó la empresa New Zealand Railways. El ferrocarril es tan popular entre los turistas
que visitan Nueva Zelanda como entre los turistas nacionales, porque aporta elementos his-
tóricos del propio tren y del uso histórico que se hizo de él en el descubrimiento y desarrollo
de tierras para la Corona Inglesa. Esto es un buen ejemplo de la integración del transporte en
el desarrollo del turismo de patrimonio. La tabla 1 muestra ejemplos de viajes en tren espe-
ciales que son ofrecidos por las agencias de viajes y que verifican un grado elevado de inte-
gración del tren con la experiencia turística.
Los ejemplos mostrados en la tabla 1, ponen de manifiesto como un modo de transporte
se integra perfectamente en la experiencia turística, sobre todo en un contexto histórico. Ello
indica que el producto turístico puede evolucionar hacia propuestas innovadoras que ofrezcan
a los turistas otras formas de turismo que el producto habitual de turismo de sol y playa. La
importancia de esta afirmación radica en que apunta a un cambio en la motivación de las
6 I
172 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
actividades de ocio y recreación, ilustrando como los modos de transporte históricos entran
a formar parte de las fluctuantes preferencias de los turistas. No obstante lo anterior, a menudo
resulta difícil ofrecer viajes en trenes históricos. En primer lugar hay que decidir cómo se va
a capitalizar el proyecto. En la mayor parte de los casos se requiere una importante financia-
ción para recuperar locomotoras históricas y rehabilitar vagones de pasajeros. Además, los
protocolos de seguridad son muy exigentes y resulta muy complicado cumplir con las nor-
mativas actuales de seguridad. En vista de la magnitud de las inversiones, la otra cuestión que
hay que tener en cuenta es si va a existir una demanda suficiente para este tipo de experiencia.
Tabla 2. Finalidad del viaje por la ruta ciclista del mar del norte
De los resultados de este estudio se desprenden el hecho de que el ciclismo a menudo lleve
a individuos o grupos de individuos hasta zonas que no resultan tan atractivas para un medio
de transporte motorizado. Esto hace pensar en la repercusión que una ruta ciclista como ésta
puede tener en las áreas semi rurales (áreas en las proximidades de grandes áreas urbanas, por
ejemplo). Existe la posibilidad de que las rutas ciclistas en áreas urbanas y regionales pueden
aportar gastos adicionales de los turistas en áreas más pequeñas y marginales que normalmente
no se tocan en los itinerarios de un día en transporte motorizado.
Cuando se habla sobre ciclo turismo conviene analizar sus vinculaciones con determinadas
formas de turismo. Así, por ejemplo, las actividades recreativas al aire libre y el turismo de
aventura son actividades que se complementan muy bien con el ciclo turismo. Algunos des-
tinos incluso utilizan el ciclo turismo y las actividades al aire libre para incentivar el turismo
durante la temporada baja. Por ejemplo, un destino cuyo principal atractivo sea la temporada
de esquí en las montañas nevadas en invierno podría promocionar el ciclismo de todo terreno
(o bicicleta de montaña) durante el verano como una actividad recreativa. Los turistas no ten-
drían que llevar su bicicleta, dado que muchas de las tiendas que alquilan esquíes durante la
temporada alta de invierno también alquilan bicicletas en verano.
6 I
174 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
Está claro que el turismo es recreación en conexión con movimiento. Por tanto, la evolu-
ción del turismo está íntimamente relacionada con el desarrollo de los sistemas de transporte
en general y, en particular, con los transportes terrestres en destino. La utilización, cada vez
más intensa, del automóvil privado para la realización de actividades de turismo está origi-
nando problemas que van más allá de los graves problemas medioambientales existentes y
están afectando incluso al modelo de vida de la población. En la Unión Europea, por ejemplo,
el número de automóviles se ha triplicado en los últimos 30 años. Cada día se cubren 10 hec-
táreas de tierra con nuevas calles o carreteras. Más de la mitad del petróleo que se consume
se destina a los viajes en automóviles y se sabe, además, que el 84% de las emisiones de CO2
son provocadas por el transporte por carretera.
Una condición para el desarrollo turístico local es la existencia de infraestructuras de trans-
porte adecuadas a las necesidades derivadas de las actividades turísticas complementadas con
una oferta satisfactoria de medios de transporte que permita cubrir la demanda de movilidad.
En ese sentido, si no existe una oferta amplia de transporte público que permita cubrir las
necesidades derivadas del turismo, la utilización del automóvil privado constituye un factor
determinante para garantizar tal movilidad. Hay, a primera vista, dos problemas importantes
a tener en cuenta en este modelo de movilidad: la dotación de territorio que exige y el impacto
I
El transporte terrestre 175 6
ambiental que genera la utilización del automóvil privado. Se estima que las infraestructuras
de transporte requieren alrededor del 10% de suelo urbano y en algunos casos supone más
del 40% de la ocupación del territorio.
Por otro lado, el transporte es una de las principales fuentes contaminantes de nuestra at-
mósfera. Según varios estudios, de los costes medioambientales del transporte en la Unión
Europea, más del 90%, son generados por el automóvil privado. La situación se agrava cuando,
por un lado, los usuarios en la percepción del coste de utilización del automóvil privado, ex-
cluyen los costes externos que este genera y concluyen que es el medio de transporte más fle-
xible (servicio puerta a puerta) y conveniente y, por otro, los gobiernos tratan de proveer
suficiente capacidad viaria para asegurar el máximo de movilidad en la economía.
En definitiva, podemos afirmar que no podríamos disfrutar de un bello paisaje si no existe
medio de transporte para acceder a él y, al mismo tiempo, el uso masivo de los medios de
transporte no sostenibles puede hacer inviable ese disfrute. Esta afirmación es una obviedad,
sin embargo, para el sector turístico adquiere connotaciones dramáticas toda vez que la ten-
dencia hacia la creciente utilización del automóvil privado como medio de transporte hacia
los diferentes destinos turísticos es uno de los principales factores de insostenibilidad de la
actividad turística. En ese sentido, urge establecer de forma clara los principios de movilidad
turística sostenible con el objeto de poder formular políticas encaminadas a paliar los proble-
mas relacionados con el uso masivo del automóvil privado en los viajes turísticos.
No cabe la menor duda que la necesidad de movilidad de la sociedad moderna debe ser
satisfecha, no obstante, al mismo tiempo, es necesario reconocer que el actual modelo de mo-
vilidad consume una ingente cantidad de recursos naturales, así como provoca graves efectos
externos negativos que deben ser internalizados en el cómputo total de los costes y beneficios
económicos de las actividades o sectores que utilizan el actual sistema de movilidad. Movilidad
sostenible es una movilidad que debe estar en consonancia con la demanda de desarrollo sos-
tenible. Este concepto incluye la sostenibilidad en varios campos de la actividad humana tales
como la ecológica, la social y humana, la justa distribución de los beneficios, la actuación res-
ponsable con las generaciones futuras dentro de un contexto de conciencia global entre otros.
La utilización generalizada del automóvil privado es inconsistente con el principio de sos-
tenibilidad, independientemente de que los coches sean fabricados con material reciclado o
sean movidos por hidrógeno o energía solar. La base de la movilidad sostenible descansa en
la utilización de otros modos de transporte alternativos más limpios tales como la bicicleta,
el tren y caminar. El tren puede ser una opción más sostenible en términos de emisiones de
gases de efecto invernadero por pasajero transportado, pero comparte con el transporte ro-
dado muchos de sus impactos en el medio físico tales como el uso de combustible no reno-
vable y la necesidad de una infraestructura y una red que no difiere mucho de las redes viarias
existentes. No obstante lo anterior, el tren puede ser hasta cuatro veces más eficiente por via-
jero y kilómetro que otros tipos de transporte terrestre, dado que puede trasladar más personas
de una sola vez, en lugar de trasladar un único individuo por turismo en una carretera. Por otro
lado, el aumento del uso del tren puede llevar a una disminución del tráfico rodado (disminución
6 I
176 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
de la congestión), lo que significa que es un medio mejor integrado para el transporte entre
áreas urbanas. Por último, el tren es indiscutiblemente más seguro que los automóviles.
En ese contexto, la utilización de la bicicleta como medio de transporte integrado en la
experiencia vacacional del turista es un instrumento de sostenibilidad del sistema de transporte
cada vez más usado en Europa. A pesar de que, en términos de satisfacer los niveles actuales
de movilidad, esta alternativa puede no ser viable, sin embargo, puede constituir un elemento
de complementariedad en el sentido de minimizar el uso del automóvil privado. Por ello, re-
sulta de vital importancia la potenciación de los medios de transporte limpios que permitan
una gran versatilidad en cuanto a su configuración (frecuencia y ruta) y a su naturaleza (energía
de locomoción limpia) y, al mismo tiempo, satisfacer una parte de las demandas de movilidad
actuales.
Ante este panorama se hace necesaria la utilización de instrumentos que restrinjan el uso
del automóvil privado. Hay un enfoque basado en tres tipos de políticas que deben ser apli-
cadas de forma conjunta y perfectamente coordinadas: políticas de protección al medio am-
biente, políticas de movilidad y políticas socioeconómicas. Este enfoque está basado en las
recomendaciones del Libro Blanco para la política europea de transporte que sugiere la opti-
mización del sistema de transporte en orden a hacerlo sostenible desde el punto de vista eco-
nómico, social y medioambiental. Las sugerencias pueden resumirse en cuatro objetivos
primordiales: 1) Reequilibrar la utilización de los diferentes modos de transporte; 2) Eliminar
las congestiones del sistema; 3) Situar a los usuarios en el núcleo central de las políticas de
transportes y; 4) Gestionar de forma sostenible los efectos de la globalización del sistema.
El objetivo principal de la política de protección al medio ambiente es estimular el uso de
modos de transporte limpios provocando el cambio del modelo actual, centrado en el uso
del automóvil privado, hacia medios de transporte más sostenibles. En términos generales, el
gobierno puede influenciar la consecución de la sostenibilidad mediante la introducción de
regulaciones como por ejemplo la imposición de tasas de utilización a los medios de transporte
contaminantes y subsidio a los no contaminantes. Ello tendría un importante impacto sobre
la asignación entre los diferentes modos de transporte. Respecto al transporte de pasajeros
ello significaría estimular el transporte público y restringir el uso del automóvil privado. Me-
didas que obliguen la internalización de los costes externos mediante el establecimiento de
precios de utilización de las infraestructuras que permitan la asunción por parte del usuario
de los automóviles privados de los costes relacionados con el ruido, los accidentes y la con-
taminación tendrían un efecto claro sobre los costes de uso incentivando así el cambio de
modo de transporte.
Cualquier individuo debe disponer de un sistema de transporte que le proporcione la po-
sibilidad de acceder a cualquier oportunidad o servicio que demande. La política de movilidad
trata, por tanto, de situar al individuo como el núcleo central del sistema de transporte. Una
opción válida sería mejorar la movilidad de los individuos mediante el desarrollo de las in-
fraestructuras del transporte en general, pero imponiendo al mismo tiempo y de forma con-
junta, una mayor y más precisa regulación de su uso mediante precios. En esta clase de política
I
El transporte terrestre 177 6
la planificación urbana adquiere una relevancia especial. La decisión de la gente donde vivir
y los lugares donde se sitúan los trabajos y los centros de actividades económicas tiene un
impacto directo sobre el flujo de transporte y la accesibilidad. Sería importante crear incentivos
que reduzcan la necesidad de desplazamiento y minimice la distancia a recoger para acceder
a los servicios.
De forma complementaria a estas dos políticas, la medioambiental y la de movilidad, de-
bería aplicarse políticas socio-económicas que traten de influenciar el estilo de vida hacia po-
siciones más acordes con los principios de sostenibilidad. En este contexto, un aspecto clave
es el desarrollo de la telemática. El uso de las nuevas tecnologías en la realización de las com-
pras podría reducir considerablemente el esfuerzo para acceder a ciertos servicios tales como
zonas comerciales o incluso constituir una seria alternativa al trabajo tradicional mediante el
trabajo desde casa. Todo ello redundaría en una disminución de la necesidad de movilidad
que tendría efectos beneficiosos para el sistema de transporte.
En el caso de la Isla de Lanzarote donde, por un lado, se verifica una utilización excesiva de
vehículos privados y, por otro, existe una escasez de oferta de transporte público urge la aplica -
ción de mecanismos que estimulen un mayor equilibrio entre la utilización de estos dos modos
de transporte. Una forma de restringir el uso del automóvil privado sería mediante la interna-
lización de los costes externos generados. La consideración de los efectos tales como el ruido,
la contaminación y los accidentes en la estructura de precios permitiría reflejar los verdaderos
6 I
178 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
costes marginales que el sistema de transporte impone sobre la sociedad. Por ejemplo, una
tasa por kilómetro recorrido y/o la limitación de plazas de estacionamiento ayudarían a con-
trolar la congestión en aquellos lugares que así lo requieran imponiendo un uso más racional
de los recursos disponibles. Sería deseable, por otro lado, la regulación de los estándares de
emisión y de la calidad del combustible. Estas políticas que son de aplicación corriente en el
ámbito europeo estimularían el desarrollo tecnológico hacia modos de transportes más limpios.
Para favorecer el equilibrio entre los diferentes modos de transporte, al mismo tiempo y,
de forma complementaria a las políticas medioambientales, convendría estimular el uso del
transporte público. En primer lugar, mejorar la calidad del servicio por la vía de un aumento
de la oferta (frecuencia de servicio) y/o la aplicación de un sistema de facturación (ticket
único) que permita la utilización de varios modos de transportes en un solo trayecto. En se-
gundo lugar, mantener los precios bajos por la vía de la competencia y no por el de la sub-
vención. Es decir, establecer una competencia por el mercado (subasta) que permitiera la
prestación de un servicio de calidad a un precio razonable. Ello, podría cambiar los precios
relativos de los modos de transporte a favor del transporte público.
Otro aspecto a tener en cuenta, sería disponer de líneas con pocas paradas entre los núcleos
poblacionales de manera que se pueda aumentar la frecuencia y reducir el tiempo de viaje.
Un aspecto fundamental sería la implantación de líneas “distribuidoras” en el interior de los
núcleos poblacionales, de manera que con un mismo billete se puedan realizar todos los trans-
bordos necesarios. Este sistema reduciría los tiempos muertos del sistema de transporte pú-
blico mejorando así la percepción que tiene el usuario del mismo. Aquí conviene señalar, que
la viabilidad económica de este sistema es un aspecto a tener en cuenta pero no debe ser de-
terminante puesto que consideramos un error que el transporte público, precisamente por
ser de utilidad pública, esté supeditado a sus resultados económicos. Conviene señalar que
generalmente cuando se efectúa el balance contable de los resultados del servicio público no se
tienen en consideración los costes externos que la ausencia del transporte público provocaría.
Una política de desarrollo urbano y territorial puede jugar un papel determinante en la re-
ducción de la intensidad de la demanda de transporte. La planificación urbana juega un papel
importante en la consecución de la accesibilidad y de la movilidad. La decisión de dónde vivir
y de dónde se ubican los servicios y actividades económicas tiene un impacto directo sobre
el flujo de transporte. Sería importante crear incentivos para reducir la necesidad de despla-
zamiento y minimizar las distancias y los viajes necesarios para acceder a los servicios y opor-
tunidades. La creación de áreas de acceso restringidas tales como zonas peatonales y/o la
construcción de zonas verdes como sustitutivas a las áreas destinadas a aparcamientos son
instrumentos que ayudarían a rebajar los niveles de congestión.
Una política cada vez más utilizada a nivel europeo por su aceptación por parte de la pobla -
ción y por su evidente efecto positivo tanto a nivel ambiental como para la salud de los indi-
viduos es la habilitación de carriles para bicicletas. En este sentido, la Isla de Lanzarote tiene
una orografía ideal dado que es una de las más planas de las sietes islas. Su altitud máxima es
de 671 m. Los núcleos urbanos turísticos pueden ser diseñados dando prioridad a los carriles
I
El transporte terrestre 179 6
para bicicletas haciendo que este medio de transporte sea percibido por parte de los turistas
como un ingrediente fundamental integrado en su experiencia vacacional. Análogamente, en
la visita a los parques naturales protegidos debería restringirse el acceso mediante automóvil
privado y, en cambio, habilitarse un circuito de carriles para bicicletas que podría combinarse
con rutas a pie o en camello. En la actualidad, en la Isla de Lanzarote hay muy pocos kilóme-
tros de carriles habilitados para las bicicletas. En Europa se estima que hay alrededor de 200
millones de bicicletas pero sólo el 10% son usadas en contadas ocasiones. Hay una demanda
latente para la utilización de la bicicleta en la experiencia turística. Numerosos estudios apuntan
que la demanda de paquetes turísticos, más acordes con las exigencias medioambientales, está
creciendo lo que supone un gran potencial de explotación de este sistema de movilidad.
En el contexto de la planificación urbana el desarrollo del sector turístico juega un papel
determinante. En los últimos años, Lanzarote ha verificado un incremento sustancial de las
plazas hoteleras y extra hoteleras. Este crecimiento trae consigo un aumento de la demanda
de movilidad y consecuentemente implica un incremento en la inversión en infraestructura
de toda clase. Este crecimiento rápido e incontrolado se tornará cada vez más difícil de con-
trolar si no se aplica una política de desarrollo turístico sostenible. Evidentemente esta política
debería ser complementada con una política de suelo protegido y de cumplimiento de la nor-
mativa europea en materia de protección del paisaje y los recursos naturales. La diversificación
del producto turístico hacia modelos más ecológicos tal como el turismo rural podría ser una
opción complementaria. La isla de Lanzarote presenta la menor oferta de turismo rural del
archipiélago, por tanto, existe un margen amplio para su desarrollo.
ACTIVIDADES
1. Analizar de forma comparativa la importancia que tiene para el turismo las diferentes
clases de transporte terrestre. Ponga un ejemplo de algún tren que integre el viaje en la
experiencia turística y analice sus características resaltando las ventajas e inconvenientes.
5. Analice, para un destino turístico que usted conozca, los problemas de movilidad turís-
tica que presenta y señale las políticas de movilidad sostenible que aplicaría. Explique el
porqué de su respuesta.
I
El transporte terrestre 181 6
BIBLIOGRAFíA
Duval, D. T. (2007), Tourism and Transport: modes, networks and flows. Channel View Pub-
lications.
Page, S. (2005), Transport and Tourism: Global Perspective. Pearson, Prentice Hall.
6 I
182 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
EJERCICIOS DE AuTOEVALuACIÓN
3. ¿Qué característica hace difícil distinguir entre un uso turístico y no turístico del trans-
porte terrestre?
a) La existencia de una gran variedad de modos de transporte terrestre turístico.
b) La posibilidad de usar el transporte terrestre tanto para acceder a las actividades co-
tidianas como para los viajes de ocio de fin de semana.
c) La proximidad espacial del destino turístico.
d) Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.
9. Los objetivos recomendados por el Libro Blanco para las políticas europeas de trans-
porte son:
a) Reequilibrar el uso de los modos de transporte, eliminar las congestiones del sistema,
situar al usuario en un plano secundario en las políticas de transporte y gestionar de
forma sostenible la globalización del sistema de transporte.
b) Reequilibrar el uso de los modos de transporte, eliminar las congestiones del sistema,
situar al usuario en un plano secundario en las políticas de transporte y gestionar de
forma aislada el sistema de transporte.
c) Reequilibrar el uso de los modos de transporte, eliminar las congestiones del sistema,
situar al usuario en el núcleo central de las políticas de transporte y gestionar de
forma sostenible la globalización del sistema de transporte.
d) Ninguna de las respuestas anteriores es correcta.
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184 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
1. a
2. d
3. b
4. d
5. d
6. d
7. d
8. a
9. c
10. d
6 I
186 Roberto Rendeiro Martín-Cejas
GLOSARIO