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MOCIÓN PARA PROMOVER ALGUNAS PEQUEÑAS ACTUACIONES FAVORECEDORAS DE LA

INTERMODALIDAD ENTRE EL SISTEMA PÚBLICO DE GUAGUAS Y LA MOVILIDAD CICLISTA


(Para ser debatida en la Comisión Plenaria de Presidencia del Cabildo Insular
de Tenerife a celebrar el viernes 22 de febrero de 2018)

Introducción justificativa de la necesidad de esta Moción


En política de movilidad, como en cualquier otra, se pueden (y se deben) implementar tanto
actuaciones de gran calado, alcance estratégico e importante inversión material, como otras de
escala mucho más pequeña, bajo coste y sentido táctico. Unas y otras resultan necesarias y se
complementan entre sí. Entre las primeras se podría citar como ejemplo un Plan Integral de
Movilidad (del que aún carecemos en Tenerife, y que debería contemplar las conexiones básicas
con la ordenación del territorio, proyectar los distintos modos de movilidad –empezando por el
desplazamiento peatonal y llegando al transporte guiado, pasando por todos los demás–,
programar sus implicaciones transversales con el sistema educativo, etc.); o el Carril Guagua-
VAO de una autopista, de ejecución tan costosa como necesaria para hacer sostenible el
transporte terrestre de personas. Pero son las segundas, las propuestas menudas pero bien
adaptadas a la realidad concreta, las que a menudo hacen posible que las cosas funcionen (El
dios de las pequeñas cosas, como rezaba el título de la novela de la conocida escritora india
Arundhati Roy). La presente Moción tiene que ver con estas últimas (aunque este grupo insular
de Podemos ha presentado ya otras iniciativas más gruesas).

En este caso promovemos algunas medidas para favorecer la intermodalidad de la ciudadanía


usuaria de la bicicleta con el transporte público en guagua. El Reglamento de Viajeros que se
acaba de aprobar muy recientemente y que regula, entre otros aspectos, los derechos y deberes
de las personas que utilizan los servicios de la compañía insular TITSA, incorpora algunas mejoras
y avances en este sentido. Así, por ejemplo, ya se permite la entrada a los vehículos de
bicicletas plegables que sus propietarios pueden portar en el espacio disponible entre los
asientos (y se sigue, como antes, pudiendo transportar bicicletas convencionales –o sea, no-
plegables– en los maleteros). Sin embargo, como han manifestado algunos colectivos pro-bici, se
echa de menos la posibilidad de poder llevar también en algunas guaguas —aquellas que
disponen de espacio libre en su tramo central, junto a la puerta de salida—, al menos un par de
bicicletas enterizas que puedan inmovilizarse mediante los cinturones de seguridad que ya se
utilizan para sujetar sillas de ruedas o carritos portabebés. La dificultad radica en que la
tipología del actual sistema de anclajes no se adapta bien para las bicicletas, y puede resultar
molesto y hasta peligroso para otras personas usuarias. Pero en otros lugares, compañías de
transporte público sí han logrado implantar sistemas compatibles, que vienen funcionando en los
autobuses de muchas ciudades españolas y europeas. Cerca de nosotros tenemos el ejemplo de
Guaguas Municipales, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; o, más próximo aún, el
modelo que funciona en los vagones del Tranvía de Tenerife, aptos para los tres usos, con este
orden lógico de preferencia: sillas de ruedas, carros portabebés, bicicletas.

1
Los propios colectivos pro-bici han identificado ya algunas de las líneas de uso ciclista más
frecuente, en las que sería muy conveniente ensayar la implantación de este tipo de sistemas de
anclaje compatibles. Se trata, entre otras, de las líneas: 015 (Directa La Laguna – Santa Cruz),
050 (La Laguna – Punta Hidalgo) y 105 (Santa Cruz – Punta Hidalgo).

La otra cuestión en la que se podría incorporar a bajo coste un atractivo adicional para el uso de
la bicicleta tiene que ver con el modelo, y también con la ubicación, de los sistemas aparcabicis.
En la actualidad, en cada uno de los dos intercambiadores del Área Capitalina existen diez o
doce plazas para bicicletas, ubicadas en el interior de alguna de las plantas de aparcamientos
para coches. Que se pueda dejar la bicicleta en lugar seguro dentro de una estación de guaguas
constituye un elemento fundamental para estimular la intermodalidad. Pero el problema que
identifican algunas personas usuarias es que los sistemas aparcabicis actuales son tipo ‘horquilla
baja’, en los que el anclaje a baja altura facilita que se produzca la caída del vehículo
estacionado y su consiguiente deterioro1.

Sistema aparcabicis, con anclaje ‘de horquilla baja’, en el Intercambiador de Santa Cruz de Tenerife.

Para evitar este problema, los dispositivos adecuados, considerados como modelo universal de
referencia, son aquellos con forma de ‘U invertida’, que garantizan la correcta sujeción del
vehículo de dos ruedas, evitando su vuelco.

1 En la actualidad, y de manera creciente, muchos y muchas ciclistas urbanas utilizan bicicletas eléctricas,
que resultan muy funcionales, precisamente, para facilitar los remontes y desniveles habituales en nuestra
topografía. El alto coste de estas bicis –comparado con las convencionales– disuade de aparcarlas en
lugares donde peligra su integridad.

2
Sistema aparcabicis, con modelo de ‘U invertida’.
Así lo señala el propio Manual de aparcamientos de bicicletas, editado por el Instituto para la
Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE)2 .

El propio manual del IDEA señala cómo existen en el mercado muchos diseños que cumplen los
requisitos de la ‘U invertida’, mostrando distintos ejemplos gráficos.

2Se encuentra disponible en línea en el sitio: http://www.idae.es/uploads/documentos/


documentos_Manual_de_aparcamientos_de_bicicletas_edf1ed0e.pdf

3
Ilustración extraída del Manual de aparcamientos de bicicletas, del IDAE (al igual que la imagen
anterior).

Por último, otra propuesta que se plantea desde las personas y los colectivos organizados a favor
del uso de la bicicleta, tiene que ver con la normalización de su presencia y convivencia con
todos los demás estilos de movilidad, empezando por el peatonal. Como ya se dijo, en los
Intercambiadores de Santa Cruz y La Laguna el espacio para el aparcamiento de bicicletas está
situado junto al de los coches, en alguna de las plantas concebidas para tal fin. Pero resulta
evidente que la flexibilidad y comodidad de circulación de las bicicletas, comparada con la de
los vehículos automóviles, haría posible ubicar los aparcabicis en lugares mucho más centrales,
como sería el caso de los propios vestíbulos de las estaciones; o, al menos, en puntos mucho más
próximos a sus entradas. Dotar de más visibilidad a las bicicletas contribuye, como ya se apuntó,
a normalizar su presencia, animando a un número mayor de personas a utilizarlas para
desplazamientos cotidianos, lo que contribuye a reducir en alguna medida los niveles de
insostenibilidad de nuestro actual modelo de movilidad.

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Ubicación subterránea y poco visible del actual aparcamiento de bicicletas en el Intercambiador de
Santa Cruz.

Por todas las razones anteriores, la Comisión Plenaria de Presidencia del Cabildo de Tenerife
adopta los siguientes ACUERDOS:

1. Encomendar a la empresa pública insular de transporte TITSA que acometa la implantación,


de forma experimental en algunas líneas de uso ciclista más frecuente, de sistemas de
anclaje que permitan transportar en su interior bicicletas, en el mismo espacio donde ya lo
hacen sillas de ruedas y carros portabebés (con preferencia siempre para estos dos últimos).
2. Reemplazar el modelo de soporte aparcabicis que existe actualmente en los
Intercambiadores de Santa Cruz y La Laguna, sustituyéndolo por modelos del tipo de ‘U
invertida’ (siguiendo las recomendaciones del Manual del IDEA). Extendiendo también esta
modalidad a todos los intercambiadores y estaciones de guagua de la Isla.

3. Estudiar la posibilidad de ubicar los espacios de aparcamiento para bicicletas en los


vestíbulos de las estaciones, o en sus inmediaciones.

En Tenerife, a 15 de febrero de 2019.

Fernando Sabaté Bel


Portavoz del grupo Podemos en el Cabildo de Tenerife

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