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Biografía de Vincent Lombardi

Nacido en 1913 en Nueva York, hijo de inmigrantes italianos, Vincent Thomas Lombardi
fue un destacado entrenador de fútbol americano en la NFL, ganador de los dos primeros
Super Bowl de la historia.

Lombardi fue criado con fuertes creencias religiosas, por lo que a los 15 años, decidió
estudiar un seminario para ser sacerdote. Sin embargo, cuatro años después dejó la
Cathedral College of the Immaculate Conception cuando descubrió que no era su vocación.
Entró entonces a la St. Francis Preparatory School, donde comenzó a practicar fútbol
americano.

En 1933 aceptó una beca de fútbol para estudiar Negocios en la Universidad Fordham.
Durante su estancia, Lombardi demostró en el campo ser un agresivo y muy motivado
jugador de fútbol. En 1937 se graduó, sin embargo, la mala economía de entonces a causa
de la Gran Depresión no ofrecía buenas oportunidades laborales y durante los siguientes
dos años, se encontraba perdido sin saber qué rumbo tomar. Con el apoyo de su padre,
ingresó en Fordham Law School, pero dejó los estudios cuando terminó el primer semestre
porque consideró que su desempeño era muy pobre.

Poco después, Lombardi consiguió empleo como entrenador asistente en el colegio St.
Cecilia High School, en New Jersey. Además de dicho puesto, también impartía clases de
Química, Latín y Física. En 1942, el entrenador en jefe se fue a otra escuela, tomando
Lombardi el puesto durante 8 temporadas. Al año de estar a cargo, St. Cecilia ya era
reconocido como el mejor equipo colegial en el país. Lombardi los llevó a ganar 6
campeonatos, para luego emigrar a otro puesto como coach en Fordham, su alma máter, en
1947, donde estuvo poco tiempo.

En 1949 fue contratado como coach de la línea ofensiva en la academia militar West Point
por el icónico Red Blaik, después de una minuciosa entrevista. En ese sitio, Lombardi
aprendió a manejarse bajo reglas estrictas y a mejorar su liderazgo. Se quedó durante 5
temporadas, para finalmente ingresar a las filas de la NFL, con los New York Giants.
Con entusiasmo y determinación en las grandes ligas

Como coordinador de la ofensiva para los Gigantes de Nueva York, él fue el responsable
de que el legendario Frank Gifford dejara de jugar en el equipo defensivo para ser corredor,
posición en la que se convirtió en estrella de la NFL durante varios años.

Su trabajo en la ofensiva, y el del coach Tom Landry en la defensiva, llevaron al equipo a


ganar el campeonato en 1956.

En esa etapa de su carrera, que duró 5 temporadas y obtuvo un campeonato, elevó su


estatus y su valor como entrenador.

En 1959 consiguió un contrato de 5 años para entrenar a los Empacadores de Green Bay,
como entrenador en jefe, por fin, y donde haría historia.

Bajo el fuerte liderazgo de Lombardi, los Empacadores se transformaron en ganadores.


Cuando él tomó el equipo, se encontraban desmoralizados, en una terrible racha perdedora,
la peor de su historia, hasta el punto que la franquicia estaba en riesgo.

Durante su carrera al frente del equipo, los llevó a ganar 5 campeonatos, incluyendo 3
títulos consecutivos, de 1965 a 1967. El equipo no enfrentó ninguna temporada perdedora
bajo el mando de Lombardi.

Lombardi dejó Green Bay en 1969 y retornó al campo como entrenador principal con los
Pieles Rojas de Washington. El coach demostró una vez más su inigualable talento, pues
llevó al equipo a obtener a su primer récord ganador en 14 años.

Sin embargo, ya no pudo liderarlos hacia otra victoria el siguiente año porque fue
diagnosticado con una agresiva forma de cáncer de colon. Murió un poco después, en
septiembre de 1970.
Retos y liderazgo, el entusiasmo lo es todo.

Durante el tiempo que pasó como entrenador asistente, en vez de jefe, a pesar de haber
demostrado su capacidad, Lombardi empezó a cuestionarse si alguna vez le permitirían
ascender debido a su origen, pues era de ascendencia italiana y estaba consciente de la
fuerte discriminación que existía entonces, ya que había crecido con ella.

Este rechazo era aún más marcado en los estados del sur, como pudo constatar en
numerosas ocasiones, cuando solicitó el puesto de entrenador en jefe en varias
universidades y con frecuencia, ni siquiera recibía respuesta.

A pesar de los rechazos, Lombardi no se dio por vencido, y con la fortuna de que los
estados del norte del país eran menos propensos a esa clase de prejuicios, fue el equipo de
los Empacadores de Green Bay quien le dio la oportunidad de brillar y desplegar todo su
talento y potencial.

El momento cumbre fue de 1966 a 1967. La NFL se fusionó con la AFL, estableciendo un
solo campeonato, que después sería conocido como Super Bowl, y el cual ganó en sus
primeras dos ediciones al frente de Green Bay.

Durante toda su carrera, Lombardi tuvo un impresionante récord de 105 juegos ganados,
35 perdidos y 6 empatados. Fue incluido en el Salón de la Fama en 1971.

Una semana antes de su fallecimiento, la NFL nombró al trofeo del Super Bowl “Trofeo
Vincent Lombardi”.

Lombardi, figura emblemática del ámbito deportivo en Estados Unidos, destacó como uno
de los mejores entrenadores de fútbol americano de la historia, ya que no sólo era capaz de
motivar al equipo infundiéndoles sed de triunfo y mentalidad de ganadores, también fue un
hábil estratega y líder que podía distinguir las fortalezas y debilidades de cada miembro en
su equipo y llevarlos así a explotar sus puntos fuertes, dar lo mejor de sí y brillar en la
cancha.

Enseñaba a sus jugadores a no rendirse, a dominar su mente y su cuerpo y seguir peleando


por la meta. A creer en su poder y en su fortaleza.

Decía que el precio del éxito era la dedicación, el trabajo duro y la determinación para
siempre dar el máximo esfuerzo, sin permitir que los fracasos previos afecten el desempeño
y las metas futuras. Aconsejaba respetar y nunca subestimar al oponente, pues en el
momento en que lo hagas, perderás.
Sus enseñanzas fueron una guía para mucha gente, incluso más allá del fútbol americano.
Empresas e instituciones de todo el mundo se inspiraban en sus logros, su disciplina, su
estilo de liderazgo, por lo que fue ampliamente solicitado como consultor.

Su filosofía de vida y trabajo dejaron una huella y una enseñanza que siempre servirá de
guía para cualquiera, en la persecución de sus metas.

“La perfección no es alcanzable,


pero si perseguimos la perfección
podemos alcanzar la excelencia”
Vincent Lombardi

© Valentín López, todos los derechos reservados.


Página Oficial: Facebook.com/ValentinLopezOficial

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