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Taller Nº1

Tema: Estructuración del discurso


Talleristas:​ Flor Ángela Torres Narváez y Jorge Alexander Barrera Castellanos

Objetivos:
Al final del taller, los estudiantes estarán en la condición de: ¿entonces, cómo le hacemos?
® Comprender el fundamento y la importancia de la oratoria

La oratoria es el arte de convencer; es el vehículo más eficaz de comunicación humana por la


íntima unión que establece entre el orador y el auditorio. No es un acto unilateral sino un
fenómeno de ínter influencia (Galindo Hoyos, 2010). Así las cosas, en los países de
organización política democrática se surge más fácilmente como orador pues éste es necesario
en las reuniones públicas y políticas; pero también es preciso hablar convincentemente en
cualquier reunión de empleados, de profesionales, de militares, de deportistas, de religiosos,
etc. Igualmente los profesionales, abogados, médicos, ingenieros, etc., necesitan convencer a
sus clientes.
El orador debe estar provisto de dotes especiales: unas naturales, que proceden de un
temperamento orgánico, de particulares propiedades físicas y síquicas, y otras adquiridas que
dependen de la imitación, del estudio, de los persistentes esfuerzos, de los hábitos contraídos;
como lo anotaría Quintiliano “el poeta nace y el orador se hace”.
Dentro de las aptitudes físicas está el instrumento bucal, el timbre de voz, el ritmo y la
velocidad al hablar, la acción, la indumentaria, la respiración y en general la salud. Dentro de
las aptitudes intelectuales se requiere una condición propia integrada por la memoria, la
atención y la fantasía. Con los talleres que ofrecerá la Clínica Experimental de Oralidad se
fortalecerán las dotes especiales y se aprenderán y adquirirán unos nuevos con el fin de Pulir y
afianzar la oratoria en cada uno de los asistentes a los talleres.
Este es el fin de todo acto o fragmento de elocuencia: el que habla quiere influir sobre aquellos
que le escuchan. Para lograr este objetivo hay cuatro elementos fundamentales: Instruir, que es
enseñar cosas nuevas a quien las ignora; Persuadir, o sea, convencer a otros que las
opiniones propias son buenas y conformes a la verdad y a la razón. Conmover, esto es,
suscitar en el ánimo de los asistentes nuevos sentimientos, despertar los que estén
adormecidos o latentes e inflamar los anteriormente despiertos; y divertir porque finalmente el
hablar se convierte en un espectáculo en el cuál se busca agradar a los espectadores.

FORTALECIMIENTO DEL VALOR Y LA CONFIANZA


“El inexperto piensa que el auditorio es un monstruo, con miles de ojos, dientes afilados y una
perpetua mirada de sorna. Teme que se burle de él. Teme ser el centro de una inamistosa
atención. Pero la verdad es que el público no es así”
Mark Hanna

Para persuadir y convencer se requiere valor y confianza. Durante el período de aprendizaje no


debe pensarse en las frustraciones o lo difícil que es hablar, sino en lo que se puede lograr y en
lo fácil que será hablar con elocuencia una vez que se posean los conocimientos técnicos
necesarios. Ningún orador fue elocuente desde el principio, además, el cambio de costumbres
al hablar conlleva inconformidad y torpeza transitorias.

La timidez
Si hay algo a lo que más temen las personas, -a excepción de la muerte-, es el miedo a
enfrentar un publico, en especial el miedo a hablarle a un público. Si, parece increíble pero
distintas encuestas científicas, realizadas por instituciones de prestigio, demuestran que un
elevado número de personas -de todo nivel socio-económico- experimentan un acusado miedo,
algunas veces patológico, ante la acción de desplegar sus argumentos y pensamientos a través
de un simple discurso en público. Mucha gente opta por declararse “enferma” o “indispuesta”
antes que enfrentarse a tan “difícil” situación (​http://apce.pe/apadilla/ppt/jovenes/oratoria.pdf​)

Dicho estudio es susceptible de ser confirmado cuando por ejemplo, los alumnos piden al
profesor no hacer exámenes orales, exposiciones o discursos, pues temen que algo salga mal,
no por su falta de conocimiento sino por su temor a expresarlo a través del habla en un
discurso o exposición, incluso, en estos talleres libres se acerca gente esperando nunca tener
que hablar, olvidando que un ejercicio que involucra el manejo del cuerpo y de la voz -como
cualquier otro ejercicio- implica práctica.

Por lo general el miedo se posa en razones infundadas verbigracia una supuesta mofa de los
asistentes al público, un temor por el olvido o desconocimiento por el tema a exponer o una
sensación de apabullamiento a la hora de subir al escenario, si bien es posible que el orador
enfrente alguna de estas situaciones debe siempre ser consciente que un discurso -tanto para
el público como para el orador- debe estar basado en el respeto y la tolerancia.

La serenidad y el hábito de la laxitud


Resulta complejo intentar dar un discurso cuando se encuentra tensionado, si bien existen
factores externos al individuo -como el público, las condiciones climáticas, el auditorio- que
hacen que el orador se inquiete -y que al transcurrir de los talleres iremos explicando cómo
sortear estas situaciones- es necesario conservar siempre la calma a la hora de brindar un
discurso. Generalmente, cuando se está alterado, se respira mal, se olvidan las palabras, se
vocaliza erróneamente o incluso se puede olvidar por un instante como leer un discurso escrito.
De esta manera, será difícil que un orador logre llegar a su público -por muy persuasivos que
resulten sus argumentos- si se encuentra perturbado, pues el público lo notará y su discurso
perderá fuerza.

ESTRUCTURA DEL DISCURSO


"El arte de expresar consiste en decir tres veces la misma cosa: Se la enuncia; se
la desarrolla; y, finalmente, se la resume en un solo rasgo". (Jean Guiton). en
(http://www.ulpgc.es/hege/almacen/download/48/48279/manual_del_curso.pdf)

A la hora de brindar un discurso, ya sea de corte académico, político religioso, etc, este debe
tener un orden determinado, para que pueda ser aprehensible al público y que éste a su vez no
disipe su atención en otras cosas -como smartphones, laptops, los demás asistentes al evento
etc.- por la imposibilidad de entender el discurso o por lo aburrido o repetitivo que éste pueda
llegar a tornarse.
cualquier idea que llegue a la cabeza y se quiera exponer en público, debe primero ordenarse,
pues, por más buena que ésta sea, si no se dice de forma ordenada, puede resultar
incoherente, incomprensible o repetitiva; para tales efectos resulta entonces práctico elaborar
una estructura para darle forma al discurso, tal como se colocan bases, vigas, columnas y
contrafuertes para darle forma a un edificio en construcción.

Para orientar el hilo conductor de un discurso el orador debe hacerse las preguntas de
Quintiliano, quien fuere un retórico romano del siglo I AC:

¿Quién habla?
De tal forma que pueda dar cuenta de qué capacidades tiene como orador para potenciarlas y
mejorar así la exposición en discurso
- ¿Qué dice?
tener conciencia cual es el tema a tratar, estudiarlo y tenerlo claro, para así evitar redundar,
divagar o entrar en ideas que no corresponden con el grueso del discurso
- ¿A quién se lo dice?
es importante saber a quien se dirige el discurso, no resulta lo mismo hablarle a un publíco
común que a un público especializado en el tema a tratar, o hablarle a un publico infantil que
hablarle a un publico adulto, hay que saber escoger con cuidado las palabras para llegar al
público que pretende dirigirse.
- ¿Cuándo se lo dice?
es necesario tener conciencia del momento oportuno para decir las cosas o lanzar una idea ya
que es posible caer en decirle algo muy importante al público cuando este aún no se halla
preparado -por ejemplo por falta de una buena introducción- restando así importancia a lo que
se está diciendo.
- ¿Dónde se lo dice?
no resulta igual dirigirse a un público en medio de un velorio que dirigirse a un público en medio
de una fiesta, es importante tener conciencia del lugar en el que se va a dar el discurso, pues
en ocasiones de ésto depende el público al que el orador se dirige y de sto dependerá de qué
forma se dirija.
- ¿Por qué se lo dice?
es importante tener conciencia de las razones por las cuales resulta necesario decir dicho
discurso y el objetivo a alcanzar con el mismo.
- ¿Cómo se lo dice?
el orador debe tener conciencia del uso del lenguaje tanto verbal como no verbal al decir un
discurso, por supuesto esto dependerá del lugar y el público al que el orador se dirige.
- ¿Qué medios auxiliares utiliza?
el orador debe tener claro que medios auxiliares utiliza para su discurso y si estos resultan
apropiados para hacer más entendible su discurso, las citas, cifras estudios, elementos
audiovisuales y objetos si se usan con habilidad pueden ayudar a captar mejor la atención del
auditorio

El siguiente sistema resulta eficaz para orientar el pensamiento del orador en la preparación del
discurso:
a) Defínase con precisión la idea que desea desarrollar.
b) Reúnanse los datos, hechos, evidencias y argumentos que entraña esa idea.
c) Estúdiese el valor y el significado del material reunido
d) Elíjase de todo lo acumulado lo más apropiado y deséchese lo que debilita o perjudica
la exposición
e) Realce las ideas, razones y evidencias que convenzan sobre lo propuesto.
f) Detállense las conclusiones claras y sintéticamente, de tal modo que concreten el
pensamiento central de la exposición.
g) Finalmente reflexione,
Pensar en investigar, analizar, comprobar, razonar y llegar a conclusiones lógicas sin la
reflexión, no es constructivo ni eficaz.

Coherencia del discurso

El discurso debe comprender un conjunto de ideas relacionadas entre sí, de modo que
partiendo de un pensamiento central que sirve de base y orientación, se desarrolle con unidad,
continuidad, progresión y conclusión.
• Por Unidad, se entiende que cuanto se propone o se diga, tenga relación directa con el
tema que se desarrolla.
• Por Continuidad que el discurso se desenvuelva con la evolución que le corresponde,
sin disgregaciones o dilataciones innecesarias.
• Por Progresión, que vaya acercándose al desenlace lógico.
• Por Conclusión, que culmine un resumen que sintetice todo lo expuesto.
Así como la línea recta de la distancia más corta entre dos puntos, la exposición más
comprensible y fácil de aceptar es la que obliga a escuchar con interés por el Valor de las ideas
expuestas.
Piense el orador en el problema del oyente de escuchar; él también tiene sus dificultades en
apreciar y comprender lo que se le propone. Cuando se habla con precisión, la decisión de
escuchar se simplifica y ello se traduce en mayor valoración de lo enunciado.

División del discurso

El discurso, en la actualidad debe caracterizrse por su claridad y capacidad de concreción,


pues un discurso fastuoso o exageradamente técnico puede acabar minando la atención del
público, generando molestias aún más entratandose de un público no especializado. Por otra
parte, por más atento que se encuentre el auditorio el común de la gente no es capaz de
retener en su totalidad un discurso -por más entretenido que este resulte- máxime cuando la
extensión de éste no permite dilucidar las ideas principales. De otro lado, el uso exagerado de
citas, números y estudios al contrario de brindarle un soporte al publico puede llegar a
molestarlo, pues el exceso de datos -aún más si no se explican- se puede tornar confuso e
inninteligible.

Según la extensión del texto conviene dividirlo, por supuesto sin anunciar explícitamente cada
parte del discurso, dependiendo de: La complejidad del tema a tratar, el auditorio en el cual se
va a presentar y la experticia del público. Éste puede dividirse de distintas maneras, sin
embargo, la mayoria de discursos poseen generalmente tres secciones: una introducción, un
cuerpo y unas conclusiones. Esta forma de dividir el texto es la más simple.

(De aquí en adelante la información que sacamos es del link. Obvio, hicimos algunas
modificaciones mi principito precioso y yo.
http://www.fudepa.org/fudepaweb/Actividades/FMedia/TecHablar.pdf​)

Introducción

La apertura de la introducción es de gran importancia, ya que en los primeros momentos se


determina si logramos captar la atención del auditorio . Una apertura debe planificarse con
mucho cuidado ya que crea una unión entre nosotros y el auditorio que se traduce en “quiero
escucharlo”. Es el espacio en el cual el público se pone en el mismo plano que el discursante.
De preferencia, debe ser corta ya que una introducción muy larga podria disipar la atención del
público.

Como recomendaciones para abrir un discurso o presentación podemos:


(Consejos tomados y modificados del libro
http://manualessud.files.wordpress.com/2013/01/manual-de-oratoria-y-redaccion.pdf)

1. Iniciar con una frase que cause impacto, generalmente conocida como exordio.
2. Hacer un comentario breve sobre los acontecimientos actuales.
3. Cuestionar al auditorio, esto es, realizar una pregunta impactante. Si el orador escoge está
opción, la pregunta que realice al público debe ser contestada por el mismo, so pena de incurrir
en una pregunta retórica, que son aquellas cuestiones que son lanzadas en el discurso pero
que nunca son resueltas por el orador. Éste tipo de preguntas son muy peligrosas porque si no
las contesta el orador, una persona del público si la podría contestar y desencadenar un
argumento que posiblemente afecte el hilo conductor del discurso.

El Cuerpo

El centro de la presentación no debe ser muy extenso ya que son pocos los puntos que puede
retener el auditorio a menos que podamos convencerlo de lo que decimos a través del uso de
argumentos o evidencias.
Para fortalecer el cuerpo del discurso es posible acudir a:

a) Ejemplos.
b) Comparaciones. Si la comparación es conocida por el oyente podremos influir más.
c) Estadísticas, investigaciones, datos que procedan de una fuente fiable para aportar valor. En
el caso de las estadísticas y los datos es necesario no solamente enunciarlos sino que
debemos explicar el por qué la pertinencia de los mismos para reforzar nuestros argumentos.
La estadísticas y los datos por si solos no constituyen un argumento; las cifras no se explican
solas.
d) Teorías. En este caso buscaremos teorías de investigadores reconocidos en la materia. Si
contamos con la asistencia de un público especializado, no habrá mayor problema en enunciar
teorías complejas. Sin embargo, si contamos con un público no especializado en la materia, es
indispensable que expliquemos de la forma más sencilla posible la teoría para que quede
totalmente esclarecida y el público no se desconecte de nuestra argumentación y el orador
pueda cumplir con el objetivo, que la mayoría de veces consistirá en dejar totalmente claras las
ideas utilizando como apoyo los postulados de grandes teóricos.
e) Estudios científicos o técnicos: Deben ser aprobadas por equipos competentes en
instituciones acreditadas en la materia a tratar. No resulta convincente, un estudio científico
realizado por una empresa dedicada a vender shampoos para el pelo si lo que tratamos es
exponer las enfermedades del cuero cabelludo porque la empresa, aún cuando tenga un
laboratorio para realizar estudios capilares estos pueden llegar a no ser objetivos, pues la
empresa, lejos de ser una autoridad en materia capilar tiene intereses económicos por la venta
de sus productos. Al citar este tipo de estudios científicos, de personas no competentes en la
materia podríamos incurrir en una falacia de autoridad, que consiste en apelar a una persona
que no es una autoridad en la materia para afirmar algo.

En esta parte conviene utilizar algunos apuntes, convendrá decir lo que se ha preparado de
una manera sencilla como si se estuviera conversando y con sinceridad, convicción y
entusiasmo.

La conclusión
La conclusión tiene como finalidad resumir el discurso y dejar en claro las ideas más
importantes y las que deben perdurar en la mente del interlocutor. Es ideal dejar un mensaje
tan claro, que el público se interese por fuera del auditorio del tema que acabamos de exponer.
Es necesario dejar unos minutos del tiempo asignado para hablar. Resulta inadecuado y
descortés hablar más del tiempo asignado.

Como recomendaciones para concluir un discurso podemos: (Tomadas pero modificadas de


http://www.fudepa.org/fudepaweb/Actividades/FMedia/TecHablar.pdf)

a) Provocar una reflexión: Mediante una pregunta: ¿No creen ustedes que esta nueva técnica
supone una mejora para la calidad de vida de los colombianos?. Como se dijo anteriormente, el
orador debe responder la pregunta y dejar en claro al auditorio cuál es su posición al respecto
del tema que deberá corresponderse por lo expuesto durante el discurso. Debe resultar tan
convincente esta pregunta que genere en el auditorio un sentimiento de adopción a la idea
expuesta.
b) Utilizando una cita: Citar una frase de un/a autor/a célebre refuerza las afirmaciones hechas
durante el discurso y aporta credibilidad.
c) Llamar a la acción: Por ejemplo: “Y con la situación descrita… ahora, no nos queda sino
contribuir con nuestras donaciones”.
d) Provocar el entusiasmo. Mediante una aseveración con una carga de implicación personal
“Como ya le pasó a los franceses en la guerra de la independencia, a veces un gran ejército
puede ser derrotado por un ejército inferior en armamento pero ganador en
entusiasmo y trabajo en equipo”.
e) Elogiar al auditorio. Nos referimos a una cualidad del auditorio destacable. “Ha sido un placer
compartir estos momentos con un auditorio tan entusiasta, tan animado etc…”.
f) Contar un hecho histórico. Esta referencia permanece en la memoria y nos evoca un ejemplo
que podemos recordar.
g) Utilizar un hecho concreto que surge del momento para cerrar.
.
Recomendaciones generales
Es necesario evitar leer el discurso de corrido o intentar aprenderlo de memoria para recitarlo,
esto causa desconcentración en el orador y en el público además de denotar falta de
preparación.

Durante la preparación evite escribir todo el discurso para memorizarlo, basta con que escriba
el esquema con el que va a dirigir sus ideas, de esta manera logra que el discurso se note
natural y fluído.

Deben quedar fijas en la memoria sólo las ideas principales del discurso, que sirven como base
del mismo, estudiando cada una de éstas y organizándolas mentalmente, de ser posible con
anticipación, de esta forma, como orador puede jugar con las ideas, tener más confianza al
recitar el discurso y de ser necesario cambiar una idea de lugar a conveniencia del tema de
exposición. Además al fijar los elementos principales en la memoria, los elementos secundarios
llegan por asociación y de esta manera se evita el desgaste de aprender un discurso de
memoria y se otorga libertad para añadir o quitar partes en su alocución según sea necesario.

Un método excelente para hacer gimnasia mental es emplear los minutos libres ya sea en la
casa, en camino hacia el trabajo, cuando se espera por algo o por alguien dedicándolos a
explorar alguna idea y tratando de definirla o explicándosela uno mismo. Con este ejercicio se
adquirirá el hábito de descubrir significados e interpretaciones que le darán a la mente una
habilidad más ágil para preparar un discurso.

¿CÓMO RECORDAR UN DISCURSO?

La memoria es una función del cerebro que permite al organismo aprehender, codificar,
clasificar y almacenar la información que en el pasado ha recibido a través de los distintos
órganos sensoriales, para poder ser decodificada y abstraída en el futuro, siendo entonces el
proceso mental más importante de todos los procesos psíquicos, en tal sentido lo que se
pretende con un discurso previamente elaborado es que la mente, luego de trabajarlo, lo
almacene, clasifique y guarde para poder ser nuevamente abordado por el orador.

Factores básicos de la memoria

Los factores que sirven decisivamente para organizar la memoria y dotarla de mayor poder y
eficacia son concentración, repetición, recuerdo y asociación.

- ​La Concentración: Es un proceso psicológico en el que el individuo centra toda la atención


de su mente en un objeto determinado a través de un proceso racional, aislando así
cualquier elemento ajeno al objeto de estudio, permitiendo a futuro evocar con más
facilidad lo que se está estudiando.
- ​La Repetición: Es indispensable tener siempre presente que la información nueva no se

adhiere de forma sencilla a nuestra memoria, de un solo golpe y para siempre. La memoria
recoge generalmente todo aquello que le llega de forma repetitiva, pues la cabeza tiende a
protegerse de ​acumulaciones innecesarias eliminando todo aquello que considere no es
relevante olvidando de forma rápida lo someramente estudiado.
- El Recuerdo: Consiste en la evocación -para este caso voluntaria- de información
almacenada en el pasado, entre más se evoque la información ésta permanece presente
de una forma más efectiva almacenandose en el sistema de memoria a largo plazo siendo
dificil de olvidar y evitando problemas, al recordarla, tales como gradientes de
transposición, errores de repetición y errores de confusión de ítems.
- ​La asociación: Consiste en conectar lógicamente dos o más ideas de forma ordenada, el

objeto de esto -como se indicó más arriba- es aprender sólo lo necesario, para que la
mente por un trabajo de paridad encuentre el sentido lógico a las ideas y pueda desglosar
de las ideas principales las ideas secundarias y las conclusiones.
Recomendación

No recargue la memoria con citas, definiciones, frases y expresiones textuales, en lo posible


tenga presente las ideas e intente decirlas con sus propias palabras.

Confíe en su memoria, la confianza del orador en sus capacidades mentales constituye el


elemento fundamental para el éxito de un discurso, dudar de las capacidades propias puede
generar problemas de respiración o dicción o incluso llegar al olvido del discurso o tema a
tratar

Existen diferentes factores de distracción como por ejemplo ruidos en el auditorio o


pensamientos aislados lo ideal sería centrar la concentración en el discurso, evitando al
máximo prestar atención a estos elementos que disipan la atención ya que éstos podrían hacer
que el orador olvide su discurso o pierda el hilo conductor del mismo.

LA IMPROVISACIÓN
(Tomado de
http://manualessud.files.wordpress.com/2013/01/manual-de-oratoria-y-redaccion.pdf)

Aunque a uno se le den sólo unos minutos para prepararse para hablar, se debe empezar
inmediatamente a organizar ideas. Lo importante es no paralizarse de miedo. Así se tengan
cinco minutos para preparar un discurso o cinco semanas, lo primero que se hace es decidir
sobre qué se va a hablar, cuál será el objetivo, cuál será la introducción, el cuerpo y la
conclusión.

Muchas veces se le asigna a uno un tema específico, pero otras se le deja en libertad para
escoger. En cualquiera de los dos casos, se deben seguir los pasos siguientes:

1. Escribir el objetivo del discurso.


2. Si es posible, elegir un tema que sea familiar.
3. Asegurarse de que el tema sea apropiado para la ocasión y de interés para los que
escuchan.
4. Escribir la mayor cantidad posible de ideas relacionadas con el tema. Esto se puede hacer
por espacio de varios días.
5. Si fuera posible y necesario, estudiar todas las fuentes disponibles en libros, periódicos,
recortes propios o de las bibliotecas escolares o públicas.
6. Hacer un esquema limitándose a dos o tres conceptos principales apoyados con ideas
breves pero pertinentes.
7. Uno o dos días más tarde, releerlo y mejorarlo basándose en una secuencia lógica de las
ideas.
8. Continuar buscando información y mantenerse alerta a relatos, comparaciones, ilustraciones,
aplicaciones, datos, etc., los que darán vida al discurso.
9. Asegurarse de que se cuenta con una buena introducción, un buen cuerpo y una buena
conclusión.
10. Tener en cuenta que debe ser más corto que el tiempo asignado para participar.
11. Hacer que la introducción acapare la atención y que la conclusión esté bien determinada
desde el principio.
Un buen comienzo y una mejor conclusión garantizan un discurso sobresaliente. Cuando uno
se pone de pie para hablar, el públicoinmediatamente se hace cuatro preguntas básicas, y el
discursante debe tenerlas presentes:
1. ¿Por qué va a hablar de este tema?
2. ¿Por qué nos va a hablar a nosotros de este tema?
3. ¿Por qué nos va a hablar de este tema en este
momento?
4. ¿Por que nos va a hablar de este tema en este
momento este discursante?

EJERCICIO

Cada cual tendrá su propia manera de hacer el esquema de un discurso, pero a continuación
sugerimos un método rápido de hacerlo.

1. Consiga unas cuantas hojitas de papel de más o menos el mismo tamaño. Escriba en cada
una de ellas una palabra, una frase corta o una larga que contenga un dato importante, una
comparación, una estadística, un ejemplo, una conclusión, el nombre de un cuento, etc. sobre
el tema que ha escogido y estudiado.
2. Continúe hasta que no le quede por escribir ninguna palabra o frase clave acerca de lo que
haya encontrado.
3. Coloque todos los papeles sobre una mesa y léalos.
4. Empiece a recogerlos por orden:
5.Primero, el que le sirva de introducción, luego la explicación de lo que va a decir. Después
recoja el tema principal y los ejemplos, las ilustraciones, los relatos, las estadísticas, etc. que lo
ayuden a desarrollarlo.

Bibliografía
Galindo Hoyos, Julio Roberto. 2010. ​El arte de la oratoria . ​Bogotá D.C : Universidad Libre,
2010. ISBN 978-958-8534-32-9.

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