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LA EDUCACIÓN
Prólogo de José Antonio Marina
Arie!
APRENDER A
¿Cómo cambia e
escribir? ¿Por qué a alg
leer? Estas son las cues
Las investigaciones cer
preguntas se hallan tod
cación es que las técnic
no se han adaptado bi
que estos se estén abso
ción. Movimientos siqu
de las imágenes. Así pu
t
¡ hasta ahora proceden
tanto para los lectores c
dislexia.
Todavía no existe
tuado un escáner al mis
der a leer. No obstante
de Londres, ha explor
pués de aprender a leer
Se ha escrito mús
Guido d' Arezzo inventó
la gente pudo interpre
De este modo, era po
tiempo, lo que permití
Stewart hizo escáneres a voluntarios adultos mediante téc-
nicas de RMf antes y después de enseñarles a tocar el piano y
a leer música. Dado que ella quería asegurarse de que hacer
simplemente la misma tarea dos veces no daría al traste con los
efectos de la enseñanza, incluyó también un grupo control a
cuyos integrantes no se les había enseñado música, y ambos
grupos fueron examinados en las mismas ocasiones. Al cabo
de tres meses, quince voluntarios habían logrado el equivalen-
te del Grado 1, tal como lo define el Consejo Asociado
Británico de las Escuelas Reales de Música.
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1 1
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128
rohmtarios adultos mediante téc- ejemplo, cuando la s
de enseñarles a tocar el piano y bajaban. En este cas
quería asegurarse de que hacer interferían aunque se
[)S veces no daría al traste con los por alto. Como en el
ryó también un grupo control a escribir, es imposible
aJ..oía enseñado música, y ambos por lo que la gente a
I bs mismas ocasiones. Al cabo menos que leer las n
íos habían logrado el equivalen- afectaba a su capacid
lo ddine el Consejo Asociado superpuesta.
iros de Música.
CAMBIOS EN EL CEREBR
128
FIGURA 6.2. La corteza parietal superior derecha estaba activada des-
pués de que los participantes aprendieran a leer y tocar música.
130
FIGURA 6.3. Dibujo
el estudio de RMf de Laure
ri ~ derecha estaba activada des- si una línea individual dest
-.- s ieer )" tocar música. los estímulos son notas mus
son aunque se parezcan mu
de estímulos no existía di
:Iesroés de las clases, actividad Tras su formación musical,
alto los estímulos musicale
ción satisfactoria de una tarea.
mendada. Su activación ce
omparar un intento a ciegas con pone de manifiesto un cam
. imrresa el área cerebral que se adaptado de figuras 1 y 4
srñanza de música, no debido al Copyright © 2003 de Else
Elsevier Science.
~ difícil problema, Stewart uti-
q¡r funcionaba furtivamente y
npo atrás por investigadores que ¿Registraría el cer
I« lectura del cerebro. Stewart mación musical no h
ación musical antes y después de entre los dos tipos de
5ÍÓO estuvo esto relacionado con preparación musical se
~mttarios no tuvieron dificul- la corteza parietal que
:onsistrnte en buscar una línea No hay por qué preocu
• meloso antes de iniciar su for- corteza parietal se debí
~ de la tarea era que, la de tarea.
nineote estaba superpuesta a un No obstante, este
rista se parecía a la notación mento crítico del lóbul
RCÍa de sentido. Vemos esto en las clases de música. S
cuando nos disponemo
consistía simplemente en encontrar líneas prominentes. Igual
que en el experimento de Stroop, las notas musicales habían
adquirido una importancia que no podía ocultarse. El signifi-
cado que tenían se manifestaba plenamente en la disposición a
tocarlas en el teclado.
132
lOtt3.rlíneas prominentes. Igual hallaban justo en el ce
JOII.'~
las notas musicales habían que analizamos en el ca
Ir DO podía ocultarse. El signifi- los lectores en ciernes
I pknamente en la disposición a enseñado con este fin,
letras. Como vimos en
ponsabilidad de las r
angular y al plano tem
.. .,
1; ) -
o o
o
6 Edad en años 24 6 Edad en años 24
Dislexia
134
! rrollo del lenguaje hab
6 Edad en años 24 dislexia el principal
escribir tenga que ver
disléxicos tienen tamb
.J ~~ izquierdo se incrementaba
y la memoria verbal.
W1 -'ras disminuía en las áreas del dar palabras nuevas p
~ fumte: adaptado de figura 6 de comprender su signifi
ll.:L' !1'--H: 61 7 ): 767-773. Copyright © Numerosos maest
Calll aurorización de los autores y de
de que reducir los prob
simplificar demasiado
menudo déficits de ate
IYORS.. pongamos de entre siete les y confunden forma
riUrles reglas de deletreo explí- nes auditivas. Mucho
épocas en que esta enseñanza y motora y realmente le
taban mal vistos, pues normal- debido y trazar líneas
I bien DO son conscientes de las conectados y son, de
5 niños que tienen un acceso diferencias en el apren
dd habla y a sus corresponden- En estudios recien
• mmos adaptados a las regula- Uta Frith y sus colega
ro.. sacan provecho de la ense- investigado esta cuesti
11 estos casos se han observado te clara: «No.» Estos e
~Jcneo y la lectura, aunque no proporción (que oscila
:B la experiencia del estrés erno- la muestra analizada)
....-upación de que, incluso cuan- cultades de movimien
! pueden recitadas si así se les pasaba lo mismo con
iÍIL-nca_ que muchos disléxic
Además, si las destrez
problemas sensoriales
con las destrezas de le
se apreciaba diferencia
t3. difícil leer incluso después de todos los problemas
'DCCióo. Los niños disléxicos pre- mentos añadidos a la d
2 aprender a leer, pese a que en de lectura.
[304
dar grandes pasos para superar las dificultades de lectura y
deletreo asociadas a su dislexia si muestran deseos claros de
aprender y cuentan con un buen maestro. De todos modos, lo
de la dislexia no se quita con la edad. Por lo general, la lectu-
ra sigue siendo lenta y penosa; y en el deletreo casi siempre hay
una propensión al error. La memoria verbal y la capacidad
para repetir y aprender palabras nuevas se mantienen en un
nivel relativamente mediocre. Esto es lo que cabría esperar de
un trastorno del desarrollo radicado en el cerebro: puede pro-
ducirse aprendizaje compensatorio, pero el problema subya-
cente no desaparece.
Cada persona disléxica tiene unas dificultades propias
que provocan una alteración leve o grave del proceso de
aprendizaje. Cada individuo tiene su propio patrón de pun-
tos fuertes y débiles. Si las destrezas verbales no son nuestro
fuerte, acaso seamos más competentes en el pensamiento
lateral y tengamos un buen rendimiento en esferas como las
artes, la creatividad, el diseño o la informática. El sentido
común sugiere que hay que identificar y ahondar en los pun-
tos fuertes individuales para permitir a los disléxicos aprove-
char sus aptitudes.
136
l'2C las dificultades de lectura y antes de que surgiera
(U si muestran deseos claros de guaje escrito. Es por e
1m maestro. De todos modos, lo ver qué pasa» no siem
la edad, Por lo general, la lectu- precoz resulta muy ac
:y n i el deletreo casi siempre hay La dislexia es una
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Esro es lo que cabría esperar de oscila entre el 25 yel
dicado en el cerebro: puede pro- terios de diagnóstico q
1lOrÍO. pero el problema subya- dislexia se basa a men
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1:ÍrDe so propio patrón de pun- El hecho de que
5lR7.a.S verbales no son nuestro motivo suficiente par
omperentes en el pensamiento de test biológicos, dep
ntdi~nto en esferas como las tuales muy visibles, lo
io o la informática. El sentido autismo --como vere
Imtificar y ahondar en los pun- variados.
permitir a los disléxicos aprove- Una de las leccion
investigaciones cerebra
mera vista puede tene
explicaciones de las di
aparte de alguna anom
casos precisan enfoqu
I marcador biológico para la dis- ver problemas sociales
Irst sanguíneo, ni genético. No no sea fácil. Otras vec
~ cerebrales específicas que sub- es una experiencia des
kJs investigadores idear mejores dificultades visuales. P
ios pequeños. Entonces, en los de manifiesto problem
odrian intervenir en etapas tern- desgracia, los estudios
aprnKIer a leer. Es lógico que las dar la naturaleza del p
lIrS de que el niño se preocupe
136
lógicos en niños disléxicos. A los niños y los adultos que pade-
cen dislexia les cuesta mucho procesar y clasificar sonidos del
lenguaje. Se cree que el deterioro fonológico se debe a una leve
anomalía en el desarrollo cerebral y que está directamente rela-
cionado con el bajo nivel del aprendizaje del lenguaje tanto
hablado como escrito.
Snowling observó que incluso en los años de preescolar,
antes de que los niños lean y escriban, es posible distinguir a
los disléxicos por su retraso en el desarrollo del habla. Reveló
asimismo que los niños disléxicos adquieren los nombres de
palabras más despacio que los otros niños y, ya a los tres o cua-
tro años, su capacidad para recordar palabras es escasa. Muy
a menudo, la gente tiene tendencia a echarle la culpa de algún
retraso en el habla o la lectura a la falta de estimulación, pero
esto aquí no está justificado. Los niños estudiados procedían
de hogares llenos de libros donde se les animaba encarecida-
mente a aprender a leer.
138
los niños Y los adultos que pade- miento. El sucesor de
procesar y clasificar sonidos del Galaburda, advirtió q
ro íonológico se debe a una leve del cerebro disléxico n
~ y que está directamente rela- el desarrollo tempran
I ~zaje del lenguaje tanto deambulado hasta la
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escriban, es posible distinguir a de lectura, que tambié
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1 a b falta de estimulación, pero los resultados más si
Los niños estudiados procedían blanca, que se encuent
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vios, es más delgada e
disléxicos. Quizás hay
diferentes regiones de
lO DO U DlSLEXIA específicas en las regio
IJ8
la más posterior de las tres regiones principales del sistema de
lectura del hemisferio izquierdo. En otros estudios se han
obtenido los mismos resultados. Recientemente, Eamon
McCrory, Cathy Price y sus colegas, de la Universidad de
Londres, advirtieron que esta región estaba menos activa en
los disléxicos incluso cuando sólo tenían que nombrar imáge-
nes. Esta área de la forma de las palabras está vinculada al
procesamiento de la forma y el sonido de la palabra comple-
ta. Es ésta el área que se identificó como especialmente impor-
tante en los idiomas inglés y francés, tal como vimos en el
capítulo anterior. No es de extrañar, por tanto, que, cuando
aprenden a leer, los disléxicos ingleses y franceses sufran más
que los disléxicos italianos. Estos últimos pueden aprender a
leer y escribir correctamente sin que quizá nunca nadie sospe-
che que son disléxicos. De todos modos, sus dificultades son
reales, aunque permanezcan ocultas: en comparación con sus
iguales, leen más despacio, su memoria verbal es peor, y les
resulta difícil realizar tareas que ponen a prueba su capacidad
para procesar sonidos del habla.
140
;iones principales del sistema de
rdo, En otros estudios se han
l2dos.. Recientemente, Eamon
colegas., de la Universidad de
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5iÓIo tenían que nombrar imáge-
~ LIs palabras está vinculada al
~ sonido de la palabra cornple-
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francés, tal como vimos en el
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, ingleses y franceses sufran más
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In que quizá nunca nadie sospe-
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lCUItas: en comparación con sus del Reino Unido, Francia
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I mrmoria verbal es peor, y les
izquierdo, lo que se aprec
~ ponen a prueba su capacidad imagen central, en los disl
lila. pal diferencia entre los do
tema de lectura, en la cort
Los disléxicos de los tres i
vidad en esta región, la cu
:05 prensión de palabras enter
l.w
aprenderlos y recordarlos de memoria. Este es un proceso
lento para los disléxicos, para quienes precisamente este tipo
de aprendizaje resulta difícil.
Existen muchos programas compensatorios excelentes, de
algunos de los cuales se ha demostrado experimentalmente su
eficacia. Charles Hulme, Maggie Snowling y Peter Hatcher, de
la Universidad de York, han puesto de manifiesto que la inter-
vención estructurada, en la que se vinculan los sonidos a las
letras y se practica la lectura de textos, da muy buenos resul-
tados. Numerosos programas compensatorios hacen hincapié
en la correspondencia gradual entre letras y sonidos, método
parecido al que resulta efectivo en la ortografía italiana regu-
lar. No obstante, las palabras inglesas que sea imposible leer
con este método han de ser introducidas con las suficientes
advertencias sanitarias para no confundir al niño. Se han crea-
do programas informáticos para funcionar como profesores
especialmente pacientes y presentar con cuidado las palabras
de las que se puedan establecer correctamente las correspon-
dencias mediante el método gradual.
Con una enseñanza satisfactoria, es posible disimular las
dificultades de los disléxicos. Por lo general, no comprobamos
cuánto tiempo tarda alguien en leer un texto cuando lo hace
en silencio. No es fácil medir el esfuerzo que han de realizar
los disléxicos muy competentes mientras leen. En ciertos
informes sobre el éxito de los programas de enseñanza casi
nunca se menciona este aspecto. Vemos puntuaciones que
indican mejora en la precisión de la lectura -aunque no nece-
sariamente en la velocidad-o Por lo que sabemos, ningún
programa didáctico ha logrado incrementar la velocidad y
reducir a la vez el esfuerzo en la lectura. Naturalmente, cabe
esperar pequeñas mejoras como consecuencia de la mera prác-
tica a lo largo de los años. Esto no equivale al acceso increí-
blemente rápido y automático al léxico del que dispone el lec-
142
~ memoria. Este es un proceso EN EL CEREBRO DISLÉXI
1 quienes precisamente este tipo
Algunos investig
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Por lo general, no comprobamos de lectores normales,
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• la lectura. Naturalmente, cabe lectura, lo que da a en
DO consecuencia de la mera prác- eficiente para reconoc
RO no equivale al acceso increí- de los lectores mejorad
, al iéxico del que dispone el lec- tura propiamente dich
1-41
trezas de lectura de los disléxicos. Todos los que participaron
en el programa mejoraron sus destrezas de lectura, no así los
individuos del subgrupo que no había recibido formación. Al
final de las ocho semanas, el subgrupo del programa incluso
formó un círculo de lectura.
Además, la actividad cerebral de este grupo reflejaba la
mejora en sus destrezas lectoras. Curiosamente, escáneres cere-
brales efectuados después del programa de formación revela-
ban que el lóbulo parietal derecho de los individuos del grupo
se volvía activo durante la lectura. Parece que el grupo entre-
nado compensaba el escaso rendimiento de su lóbulo parietal
izquierdo utilizando el lóbulo parietal derecho, área de la que
se sabe que integra imágenes y sonidos. Emparejar y aprender
sonidos de palabras y deletreo conlleva integración auditivo-
visual. En los lectores normales, esta integración se realiza
automáticamente mediante las áreas especializadas del sistema
de lectura del hemisferio izquierdo, en especial el área de la
forma de las palabras que, como ya hemos visto, en los diléxi-
cos está menos activa. El estudio de Eden sugiere que los dis-
léxicos pueden incrementar la integración de la imagen y el
sonido de las palabras recurriendo a otra región del cerebro.
Estos resultados subrayan el hecho de que el cerebro
adulto es capaz de cambiar, y que vale la pena intentar ense-
ñar a individuos disléxicos incluso en la edad adulta. El
hecho de que este cambio no suponga la curación de la dis-
lexia no le resta valor a su éxito. La lectura y el deletreo pare-
cen seguir siendo tareas arduas para los disléxicos, lo cual no
debe ser subestimado. De todos modos, la compensación
tiene un precio. Sería un error pensar que es sólo cuestión de
tiempo que la práctica permita llegar al rendimiento normal.
¿Rendimiento normal? No. ¿Buen rendimiento? ¡Sí!
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