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HACIA LA CONSTRUCCION DE UNA NUEVA NACION.

Construcción de nación o construcción nacional es una expresión utilizada


en ciencias sociales y en política para referirse al proceso de construir o
estructurar una nación forjando una identidad nacional por medio
del poder del Estado. Su objetivo es unificar a un pueblo o a varios dentro del
Estado de modo que éste pueda ser viable y políticamente estable a largo plazo.

La construcción de nación se apoya en la creación de símbolos nacionales, como


la bandera, himnos nacionales, días patrios; también en la creación de obras
de infraestructuraque tengan un carácter emblemático y provean razones para la
generación de un sentimiento de orgullo nacional, tales como estadios nacionales,
ferrocarriles nacionales, autopistas nacionales, aerolíneas nacionales, autopista
nacional de información, etc.

Los estados africanos cuyas fronteras abarcan territorios que pertenecen a


diferentes grupos étnicos y tribus, y otras antiguas colonias británicas con un
elevado número de inmigrantes de diferentes nacionalidades, llevan a cabo
esfuerzos para la creación de símbolos comunes a las diferentes etnias que
componen.

Guatemala, de acuerdo con los principales proponentes de los diversos sectores


nacionales, así como de la influyente comunidad internacional, se encuentra
inmersa en un esfuerzo de fortalecimiento del Estado y de reestructuración
institucional. Lo afirman los que apoyan desde la óptica de la persecusión de la
corrupción y la impunidad, así como los que se defienden del ataque y promueven
una mayor soberanía interna en el esfuerzo de fortalecimiento del Estado. Se
acusan entre sí, de ser los causantes de debilitar las instituciones y poner en
riesgo el sistema democrático.

Este no es tema nuevo. Un libro que lo aborda con seriedad, La construcción del
Estado, del autor Francis Fukuyama, publicado en 2004, expresa lo siguiente: “Se
puede afirmar, sin temor a equivocarse, que la política del siglo XX estuvo
determinada por las controversias acerca del tamaño y la fuerza del Estado”.
Continúa explicando el debate sobre el tema y esclarece que el Estado puede
definirse entre la fuerza de las instituciones estatales, en el eje vertical, y el
alcance de las instituciones estatales, en el eje horizontal. Esto define el tipo de
Estado en cada uno de los países. Los peores son los países que pretenden
grandes alcances sin fuerza alguna. Receta segura de desastre.

Estados débiles y legitimidad internacional. Con este nombre, el autor desarrolla


un capítulo que explica que además del problema que genera una gobernanza
débil e instituciones ausentes o inadecuadas, este se está convirtiendo en una
preocupación internacional. El autor explica que los estados fracasados se han
convertido en el problema más grave para el orden internacional. Ilustra, también,
que los Estados débiles incrementan las probabilidades de que alguien del
sistema internacional intente, contra la voluntad de estos, intervenir en sus
asuntos y solucionar el problema por la fuerza. Finalmente, explica que “la
comunidad internacional no se encuentra únicamente limitada en la cantidad de
capacidad que es capaz de construir, sino que, además, es cómplice de la
destrucción de la capacidad institucional en muchos países en desarrollo”.

Las fuerzas locales, que pretenden defender el statu quo, explican que hemos
avanzado y que es posible avanzar sin la intromisión internacional. Una postura de
defensa de la soberanía que carece de los ejemplos que validen su postura.
Guatemala, un país que se resiste al cambio y que no olvida a sus fantasmas del
ayer, necesita, sin lugar a dudas, de presión para avanzar en sus reformas.

Antes de finalizar, el autor se refiere a Estados pequeños pero fuertes. Explica que
“lo único que los Estados, y solo los Estados, son capaces de hacer es acumular
poder legítimo y desplegarlo con determinación. Este poder resulta necesario para
aplicar el Estado de Derecho en el ámbito nacional”. El mensaje es claro: no
podremos construir un sistema democrático sin un Estado fuerte, no en sus
alcances sino en su fuerza para poder implementar políticas y leyes. Este es el
desafío.
Hemos pasado muchos meses presenciando una inédita lucha contra la
corrupción política. Y mientras se toma conciencia de que dicha empresa solo
puede coronarse con éxito si se alcanza a cruciales núcleos de poder económico,
nos percatamos de que la transparencia es un ideal político limitado. La situación
se torna angustiante cuando, en medio de la desesperación que provoca una
administración gubernamental que desperdicia un valioso tiempo político, caemos
en la cuenta de que carecemos de los mapas de pensamiento para construir un
país en el que las nuevas generaciones sean capaces de alcanzar una vida digna.

Para comprender la situación guatemalteca, y en realidad la de muchas naciones


latinoamericanas, debemos comprender que extirpar el sistema público-privado
que atenaza al Estado no garantiza un orden social que asegure el bien común. La
verdad es que la estructura misma del sistema sociopolítico que se pretende
salvar, ya no puede responder a los desafíos que plantea un orden global que ha
perdido todo sentido de respeto por la vida humana. Las dificultades se
acrecientan en la medida en que las decisiones acerca de nuestro destino como
país se sitúan en centros de poder internacionales atrapados ellos mismos en una
globalización que naufraga.

Ahora bien, este hecho no debe conducirnos a pensar que nos tenemos que
quedar de brazos cruzados. La profunda crisis no debe llevarnos al miedo que
paraliza al pensamiento. Hoy más que nunca precisamos de ejercicios analíticos
profundos, que en la medida de lo posible aprovechen los cauces reflexivos que
se han ido abriendo en nuestro medio. Ejemplos de dichas instancias de reflexión
son los múltiples posgrados que ofrecen las universidades nacionales,
especialmente la Universidad de San Carlos, la cual tiene la misión constitucional
de contribuir a resolver los problemas del país.

Las consecuencias negativas de la falta histórica de reflexión en nuestro país son


inocultables. Una de estas repercusiones es la gestación de un inmenso abismo
entre lo que pensamos que somos y lo que somos en realidad. Solo la tarea de
pensarnos con honestidad –empresa bloqueada por una oligarquía miope– hace
patente que esa entidad que llamamos Estado nacional no ha sido capaz de
garantizar un sentido mínimo de vida y en algún sentido, se han convertido en una
maquinaria gestora de la muerte. Este es, en realidad, un hecho regional que
resalta el periodista británico Ioan Grillo cuando constata que ocho de los diez
países más violentos del mundo se encuentran en América Latina y que 43 de las
50 ciudades más violentas del mundo se encuentra en nuestros territorios.

Desde mi punto de vista, la reflexión ciudadana debe considerar el hecho que los
modelos políticos occidentales, en la medida en que no superan su estrecho
individualismo, no serán capaces de responder a los múltiples desafíos que
implica la interminable agonía del capitalismo depredador. Diga lo que se diga, el
impulso de la avaricia, constitutivo de la democracia capitalista, ya no puede evitar
el eventual colapso climático, la creciente amenaza del terrorismo, el imparable
desarrollo de la delincuencia, el agotamiento del agua y otros recursos naturales
así como la creciente desigualdad económica.

En ese sentido, parte del problema consiste en que no hemos reflexionado


suficientemente sobre las posibilidades políticas presentes en nuestra accidentada
historia. No estamos conscientes de que existen alternativas al desorden nacional
y regional. Decía el teórico de la esperanza Ernst Bloch que “pensar significa
traspasar”. Reflexionar, pues, implica superar lo vigente, esa realidad irracional
que nos atrapa. Para identificar los nuevos horizontes de la vida en común no se
precisa de una instancia conceptual alejada de la vida histórica. En ese sentido, el
mismo Bloch reconocía también que en “nosotros se esconde lo que se puede
llegar a ser”.

Soy del parecer que para identificar el futuro debemos acudir a esas visiones
comunitarias de vida que quedaron abandonadas en ese cruce de caminos en que
nuestros países se encarrilaron en ese proceso de creación de un Estado
excluyente. El propósito es humilde, pero fundamental: frente a la política de la
muerte de la globalización la tarea no es crear una riqueza mal distribuida, sino
crear ese Estado racional y comunitario, capaz de honrar lo que Epicuro llamaba
el grito de la carne: no tener sed, ni hambre ni frío.

Ese profundo comunitarismo se encuentra en corrientes profundas de nuestra


historia –no solo en las perspectivas indígenas sino también en las que posturas
desarrolladas por el pensamiento occidental de naturaleza crítica. Estas visiones
pueden fundamentar perspectivas institucionales, económicas y sociales que,
movilizadas en eventuales momentos constitucionales, puedan garantizar el
Estado humano que merecen los seres humanos en virtud de su dignidad.

Los grupos que ahora mantienen el poder político y económico tienen que
comprender que cerrar el futuro de esta nación terminará por ahogarlos a ellos
mismos y a sus propios descendientes que, a no dudarlo, merecen un mejor país.
Estos sectores deben entender, por muy difícil que esto sea, que sus privilegios
van en contra del Estado que todos necesitamos. Después de todo, un país
humano no permitirá que sus miembros sean esclavos de los intereses de ningún
grupo.

En su epístola a Timoteo, Pablo aconsejaba, más o menos, así “medita bien sobre
las cosas, ocúpate con atención de tu situación y de tu vida, para que tu progreso
sea manifiesto para todos.” (Timoteo 4:16). Es un buen consejo para la
construcción de un proyecto de desarrollo para Guatemala. Nos acercamos a
celebrar el segundo centenario de la independencia. El 15 de septiembre del 2021
todos le vamos a cantar las mañanitas a Guatemala y apagaremos las dos velitas,
cada una de cien años. Todo será alegría y corazones unidos en todo el territorio
nacional. Para que la fiesta sea verdadera y no un ensueño sin fundamento hay
que reconocer nuestras tareas nacionales.

En su más reciente Panorama social, la CEPAL, nos informa de la clasificación de


los países de América latina de acuerdo a importantes indicadores sociales.
Siempre es odioso comparar a los países. A todos nos cae mal que nos digan que
nuestro país no es el mejor del mundo. Que fue lo más bonito que nació en la
creación. Pero, hay que ser objetivos. Sí queremos progresar tenemos que
conocer en qué indicadores económicos, sociales, ambientales y políticos nos
superan otros países, para proponernos como meta nacional alcanzarlos y que en
algún momento antes del juicio final podamos con orgullo decir que nosotros
volamos más alto que el cóndor y el águila real.

En cuanto a la distribución del ingreso Guatemala y Brasil lucen como los más
desiguales, en una región altamente inequitativa. Guatemala concentra el ingreso
en el quintil V en un 51%, Brasil un 50%, esto genera enormes desigualdades para
generar empleo, consumo y comercio. La economía se hace ineficiente y
atrasada. Sería engorroso mencionar otros datos. El asunto está planteado de
esta manera: Guatemala tiene que rediseñar su estrategia nacional de desarrollo.
Los gobiernos de los últimos 40 años han naufragado. Para el cercano proceso de
cambio de autoridades urge tener una solución prevista, que ponga a caminar a
Guatemala hacia el futuro y no hacia el pasado.

El consejo de Pablo es urgente: Ten cuidado de ti mismo y de tus proyectos, de


tus metas. Traza un buen camino y persiste en ello, pues sabiendo hacia dónde
vas, basado en principios de equidad, competitividad, innovación y solidaridad te
salvarás a ti mismo. Como se dice en el proyecto de un grupo nuevo de
guatemaltecos: Guatemala merece construir un proyecto de gobierno que permita
reunificar a la familia guatemalteca, aún en medio de su gran diversidad. La
riqueza cultural, natural, histórica, económica y social es enorme y compleja.
Guatemala tiene condiciones para convertirse en uno de los países más
desarrollados de América latina. Tenemos que iniciar el camino de la
reconstrucción nacional recogiendo lo mejor de todos los sectores sociales,
políticos, ambientales y económicos de la nación.

Guatemala necesita levantar un nuevo proyecto nacional, que responda a las


mejores tradicionales culturales, históricas, multiétnicas y solidarias del pueblo
chapín. El eje central tiene que ser un proyecto de educación universal, de calidad
y con objetivos claros que permita que el 90% de la población sea alfabetizada,
que se dedique el 10% del PIB a gasto en educación primaria y secundaria y que
en plazos definidos alcancemos los objetivos del desarrollo planteados por la
ONU. Como dice un gran poeta centroamericano: nunca es más oscuro que
cuando pronto amanecerá.
DOCTRINA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Los derechos humanos son aquellas «condiciones instrumentales que le


permiten a la persona su realización». En consecuencia subsume aquellas
libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios
o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición
humana, para la garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición».
Para autores naturalistas los derechos humanos son independientes o no
dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente, por lo que son
considerados fuente del derecho; sin embargo desde el positivismo jurídico la
realidad es que solamente los países que suscriben los Pactos Internacionales de
Derechos Humanos o Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)
y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)
y sus Protocolos –Carta Internacional de Derechos Humanos– están obligados
jurídicamente a su cumplimiento. Así, por ejemplo, en relación con la pena de
muerte, contraria a la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, destinado a abolir la pena de muerte no ha sido firmado por países
como China, Irán, Estados Unidos, Vietnam, Japón, India o América Latina.
Desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido
como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y
la sociedad, que permita a los individuos ser personas jurídicas, identificándose
consigo mismos y con los demás.

El derecho natural es una doctrina ética y jurídica que postula la existencia


de derechos humanos fundados o determinados en la naturaleza humana.
Propugna la existencia de un conjunto de derechos universales, anteriores,
superiores e independientes al derecho escrito, al derecho positivo y al derecho
consuetudinario.
También se denomina derecho natural a una de las fuentes del derecho o de
la justicia junto a la costumbre y el derecho positivo o escrito. No debe confundirse
con el iusnaturalismo, un conjunto de pensadores o de escuelas de pensamiento
que se inspiran en el derecho natural; el derecho natural se refiere a un conjunto
de normas o preceptos que nacen de la misma naturaleza o conciencia humana.

CORRIENTE IUSNATURALISTA DE LOS DERECHOS HUMANOS

INTRODUCCION

En el siguiente trabajo monográfico he desarrollado el tema de los


FUNDAMENTOS DE LOS DERECHOS HUMANOS VISTO DESDE LA
CORRIENTE IUSNATURALISTA, antes de comenzar a desarrollar propiamente el
tema es importante hacer referencia acerca de los DERECHOS HUMANOS como
concepto, su Evolución Histórica, sus Características y como se Clasifican, tal
como lo plasmo en el Primer Capítulo de dicha monografía , una vez abordado
estos punto como parte introductoria, se abordara el Segundo Capitulo sobre los
Fundamentos de los Derechos Humanos en términos generales, así mismo se
explicara brevemente algunas corrientes que fundamentan a los derechos
humanos y por ultimo señale Criterios sobre la Corriente IUSNATURALISTA punto
central de la siguiente monografía.

DERECHOS HUMANOS

1. CONCEPTOS

Habitualmente, se define a los Derechos Humanos, como aquellos que son


inherentes, irrevocables, inalienables y pertenecientes a todos los seres humanos;
necesarios para asegurar la libertad y el mantenimiento de una calidad de vida
digna, y están garantizados a todas las personas en todo momento y lugar.

En un sentido amplio los Derechos Humanos, son aquellas exigencias que brotan
de la propia condición natural del hombre. Son llamados humanos porque son del
hombre, de la persona humana, de cada uno de nosotros.
Según otros, los Derechos Humanos, consisten en un conjunto de derechos
orientados al propósito trascendental del hombre de realizarse como ser espiritual
a través de una serie de valores de la filosofía, el arte, la moral y el derecho.

De acuerdo con HILARIO PULIDO y MIGUEL BRICEÑO (2.006), los Derechos


Humanos son garantías legales universales que protegen a los individuos y los
grupos contra aquellos actos de los gobiernos que interfieren con los derechos
fundamentales y la dignidad humana.

Se puede Afirmar que los Derechos Humanos son aquellos pertenecientes a todos
los Seres Humanos. Jurídicamente, según qué tipo de concepción se tenga sobre
el derecho bien sea (Iusnaturalista, Iusracionalista, Iuspositivista, Realismo
Jurídico o Dualismo Jurídico, entre otras), la categoría conceptual “derechos
humanos” puede ser definida como, revelación divina, como observable en la
naturaleza, como aceptación universal o como una serie de facultades
institucionalizadas que concretan exigencias de la dignidad, la libertad y la
igualdad humana, las cuales deben ser reconocidas positivamente.

2. EVOLUCION HISTORICA

La expresión de “Derechos Humanos”, es de origen reciente. Su fórmula de


inspiración francesa “derechos del hombre”, se remonta a las ultimas décadas del
siglo XVIII. Pero se tiene que tener en cuenta que el hombre los reconoce desde
muy antigua data.

En este trabajo se hará una aproximación histórica al origen de los derechos


humanos, refiriéndonos a una serie de hechos importantes que han contribuido al
desarrollo de estos derechos. En este sentido como lo señala JOSE THOMPSON
(1988), en su libro Educación y Derechos Humanos.

Una primera etapa estaría constituida por el Humanismo Greco-Romano en


Occidente, y en sus orígenes orientales, por el denominado Código Hammurabi,
que es el primero en regular la conocida Ley del Talien , estableciendo el principio
de proporcionalidad en la venganza, es decir, la relación entre la agresión y la
respuesta.

En la obra de SOFOCLES, encontramos un precedente al concepto de los


derechos humanos en la tragedia Antígona, en la obra se estaba aludiendo a la
existencia de derechos no establecidos por el hombre, porque son inherentes a su
condición de ser humano.

Los Diez Mandamientos del Antiguo Testamento constituyen otro antecedente en


la historia de los derechos humanos; mediante el establecimiento de prohibiciones,
se estaban reconociendo valores fundamentales de los seres humanos.

Por otra parte, el Estoicismo, una corriente filosófica de gran influencia en el


derecho romano, hace otra mención importante “con la precisión del concepto de
derecho natural y el desarrollo del iusnaturalismo fundamentado en la racionalidad
y rematado en un cosmopolitismo, que acercaría a los hombres”.

El Cristianismo dio origen a una nueva etapa en el desarrollo histórico de los


derechos humanos, al proclamar la igualdad entre las personas y al rechazar la
violencia.

Pero sin embargo no fue sino hasta 1.215 cuando se dio la primera consagración
expresa que estableció limites al poder del Estado frente a sus súbditos en la
Carta Magna, que conjuntamente con el habeas corpus de 1.679 y el Hill Of.
Rights de 1.689, constituyen los antecedentes de las declaraciones modernas de
derechos.

Durante los siglos XVIII y XIX, se suscitaron una serie de acontecimientos


históricos en los que se hacia presente las ideas de libertad e igualdad de los
seres humanos. Todos ellos contribuyeron a la conceptualizacion de los derechos
humanos.

Entre ellos se pueden destacar las ideas de CHARLES MONTESQUIEU (1689-


1755) y JUAN JACOBO ROUSSEAU (1712-1778) en Francia, que son
fundamentales. Motentequieu critico severamente los abusos de la Iglesia y el
Estado. Al estudiar las instituciones y costumbres francesas de la época, dio
formas precisas a la teoría del gobierno democrático parlamentario, con la
separación de los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, como mecanismo de
control reciproco entre los mismos, acabando teóricamente con la concentración
del poder en una misma persona y los consecuentes abusos y atropellos que
históricamente había producido el irrestricto poder del monarca en contra de los
seres humanos.

Por su parte JEAN JACQUES ROUSSEAU, denuncio vigorosamente las injusticias


y miserias resultantes de la desigualdad social de su época, propugno la idea de
una sociedad basada en la igualdad absoluta, en la que cada miembro, a la par
que se somete a las decisiones del colectivo, es al mismo tiempo parte del pueblo
soberano, cuya voluntad general constituye la Ley.

Cabe señalar que las ideas de Rousseau favorecieron a la elaboración del


concepto de los derechos humanos al plasmar la necesidad de la existencia de
una igualdad entre los hombre, quienes deben someter su voluntad individual a la
voluntad del colectivo, con el objeto de alcanzar el bienestar para todos.

Pero uno de los antecedentes más significativos los constituye el desarrollo


conceptual de los derechos humanos individuales, alcanza su mayor riqueza en
las ideas liberales de la Revolución Francesa en 1789, con la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, en donde se expresa el carácter universal
de los derechos humanos y su pertenencia al hombre por ser humano.

Más tarde, luego del reconocimiento de los derechos individuales, comienza una
nueva lucha. Los movimientos obreros emprenden la defensa de los derechos
humanos, desde una perspectiva colectiva, de manera más amplia, es el momento
en el que los trabajadores exigen sus reinvidicaciones. Las Revoluciones
Mexicana y Rusa de 1917, constituyen hechos históricos determinantes para la
consagración jurídica de estos derechos colectivos, que han sido denominados
económicos y sociales en las legislaciones internas.
Otro acontecimiento importante en la historia de los derechos humanos, lo
configura la segunda guerra mundial, pues sus secuelas contribuyeron a que la
comunidad internacional dirigiera su interés hacia el establecimiento de estos
derechos en declaraciones y pactos internacionales, lo que permitió el
reconocimiento y supervisión de los mismos, más allá del ámbito interno de cada
Estado.

Podemos decir que todos estos antecedentes, dieron sus aportes para la
consagración de los derechos humanos, tanto en las constituciones internas de las
diferentes naciones, como en los instrumentos jurídicos internacionales.

3. CARACTERISTICAS

Los Derechos Humanos tienen una serie de características que son propias, entre
ellas podemos mencionar:

· Son Inviolables

· Son Irrenunciables

· Son Integrales

· Son de Interpretación Extensiva

· Son Progresivas y Perfectibles

· Son Reconocidos

· Son Tutelados

De acuerdo con HILARIO PULIDO Y MIQUEL BRICEÑO (2.006) ya antes citados,


entre las características de los Derechos Humanos, podemos citar:

Son Universales: porque pertenecen a todas las personas, sin ninguna distinción.

Son Inalienables o Intransferibles: porque no pueden perderse ni transferirse por


propia voluntad.
Son Inherentes: a la idea de dignidad del hombre, son inherentes o innatos al ser
humano, todos los seres los poseen pues se generan a partir de la misma
naturaleza.

No se pueden quitar: ni enajenar pues son parte consustancial de la propia


naturaleza humana.

Son Imprescriptibles: es decir no caducan ni se pierden con el pasar del tiempo.

4. CLASIFICACION

Podemos clasificar a los derechos humanos en:

Fundamentales, inseparables de la vida.

No Fundamentales, aquellos adquiridos.

Individuales, derechos individuales civiles y políticos.

Colectivos, propios de los grupos humanos; derechos económicos, sociales y


culturales.

También podemos hacer una Clasificación Generacional de los derechos


humanos. La división de los derechos humanos en tres generaciones fue
concebida por primera vez por KAREL VASAK en 1979, cada una se asocia a uno
de los grandes valores proclamados en la Revolución Francesa: libertad, igualdad
y fraternidad.

PRIMERA GENERACION:

Son las libertades individuales y los derechos de participación política


reivindicados en los siglos XVII y XVIII frente a las monarquías absolutas. Como
resultado de esas luchas, esas exigencias fueron consagradas como auténticos
derechos y difundidos internacionalmente, entre los cuales figuran: el derecho ala
vida y a la integridad física, la libertad de pensamiento y de conciencia, derecho a
la nacionalidad, derecho a la intimidad, derecho a la propiedad privada, entre
otros.
SEGUNDA GENERACION:

Son los derechos económicos, sociales y culturales, de ahí el surgimiento del


constitucionalismo social que enfrenta la exigencia de que los derechos sociales y
económicos, descritos en las normas constitucionales, sean realmente accesibles
y disfrutables. Se demanda un Estado de Bienestar que implemente acciones,
programas y estrategias, a fin de lograr que las personas los gocen de manera
más efectiva; entre los cuales tenemos: derecho a la seguridad social y obtener la
sastifaccion de los derechos económicos, sociales y culturales, derecho al trabajo,
libertad sindical, derecho a la salud, educación, vivienda y recreación, entre otros.

TERCERA GENERACION:

Son los más recientes, este grupo fue promovido a partir de los setenta para
incentivar el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos; entre
ellos tenemos: derecho de vivir en una sociedad en paz y a disfrutar de un medio
ambiente sano, así como el derecho al desarrollo de los pueblos que padecen una
situación de atraso económico y social. Si no se cumplen los derechos de la
tercera generación no parece posible que se pueden ejercer los anteriores.

FUNDAMENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS

Lo primero que hay que considerar es que significa Fundamento, en un lenguaje


corriente es aquello en lo que se apoya algo, es la realidad que sirve para
cimentar o soportar otra u otras. En palabras de HEIDEGGER, la palabra
fundamento tiene diversos significados, entre ellos: aquello que ya de antemano
yace para todo ente, como soporte, esto es, el ser.

Se entiende por Fundamento de lo Derechos Humanos la realidad o realidades de


carácter social o íntersubjetivo, que proporcionan a los Derechos Humanos la
consistencia necesaria para que puedan ser reconocidos, respetados y
promovidos en su conjunto, de forma indivisible e interdependiente, y puedan
proyectarse hacia un desarrollo siempre abierto y perfectible. Esa realidad no es
otra que el valor social fundamental de la dignidad de la persona humana.
Existen juristas como NORBERTO BOBBIO que afirma que es imposible encontrar
un fundamento absoluto a los derechos humanos. En el Coloquio del Instituto
Internacional de Filosofía celebrado en L’Aquilia en 1964, BOBBIO propuso
sustituir la búsqueda de un fundamento absoluto de los derechos humanos por el
estudio de las diversas fundamentaciones posibles que las ciencias sociales
avalan, para este jurista italiano, el problema básico relativo a los derechos
humanos no es su fundamentacion, sino su puesta en práctica y protección.
(Citado por: Enciclopedia libre de Wikipendia, 2006, Pág. 10.) Pero son muchos
los juristas y filósofos que no comporten esta opinión sino que, por el contrario,
señalan que la fundamentacion de los derechos humanos ha sido y es objeto de
gran interés a lo largo del tiempo, y la mayoría considera que es una labor teórica
con gran incidencia en la práctica.

En referencia a este planteamiento considerando que este es el tema de dicha


monografía, los Fundamentos de los Derechos Humanos, deben ser objeto de
estudio bajo una teoría en específico, puesto que esta fundamentación será
abordada o concebida teóricamente según el tipo de concepción que se tenga
sobre el Derecho bien sea Iuspositivista, Iusnaturalista, Iusracionanista u otros y
no concebirla bajo una diversidad de opiniones o ha conveniencia, se debe
mantener una posición firme en cuanto a criterios y posturas. Cabe preguntarse si
no fundamentamos los derechos humanos ¿Quién podrá exigir que se respeten
con autoridad? A mi entender la Fundamentación propia que se le debe dar al los
Derechos Humanos es bajo la Corriente Iusnaturalista.

FUNDAMENTACION DE LOS DERECHOS HUMANOS VISTA DESDE LA


CORRIENTE IUSNATURALISTA

El IUSNATURALISMO, es producto de una larga evolución histórica que sufre


distintos procesos y que pasa de la idea de un derecho derivado de la divinidad, a
la de un derecho deducido de la naturaleza humana.
Las corrientes IUSNATURALISTAS son las que afirman la existencia del Derecho
natural, todas coinciden en afirmar la existencia de una juricidad previa y
fundamentadora del derecho.

Los partidarios de la Corriente IUSNATURALISTA sostienen que las leyes


positivas han de ajustarse al derecho natural, de modo que si una ley no es
conforme al derecho natural, carece de legitimidad. ( http://www.ecojoven.com).
Como mencionamos con anterioridad existen corrientes que niegan ese
planteamiento y afirman que solo existen leyes humanas. Pero ¿Qué sucedería si
no existiesen leyes naturales? Acaso antes de promulgar las leyes humanas, no
serian injustos el asesinato ni el robo. Además, si la ley humana fuera justa solo
por ser ley, los regimenes políticos que violasen legalmente los derechos humanos
no serían injustos, nadie podría protestar contra ellos.

Para esta corriente de pensamiento el fundamento del derecho positivo y -


consiguientemente de los derechos fundamentales- se encuentra en los Derechos
Humanos en cuanto que derechos que corresponden, “per se”, a la naturaleza
humana. De ahí que ese fundamento se encuentre en lo peculiar de la naturaleza
humana respecto de los demás seres: su especial dignidad.

Además esta corriente señala que el fundamento de los derechos humanos se


encuentra en la esencia del hombre, es decir, de su naturaleza, de su forma propia
de ser. Al derecho positivo le toca reconocer y garantizar, aquellos Derechos que
nacen naturalmente de la forma de ser del hombre y ha plasmarlos en ley. El
derecho natural es el límite de la labor legislativa que se podrá ajustar al contexto
histórico, pero nunca podrá ir en contra de los derechos humanos fundamentales.

La corriente IUSNATURALISTA encierra en su seno un conjunto de doctrinas muy


variadas, al igual que una serie de juristas, que si se analizan exhaustivamente
tomaría cierto tiempo como objeto de investigación, pero hay que dejar claro que
todas tienen el mismo denominador común la creencia de que el derecho
“positivo” debe ser objeto de una valoración con arreglo a un sistema superior a la
normas o principios que no es mas que el Derecho Natural.
En mi opinión el intento que mejor explica el fundamento de los Derechos es el
asumido desde la Corriente del Derecho Natural, es decir IUSNATURALISTA,
porque este rescata para el discurso de los derechos humanos el concepto de la
dignidad de la persona. “En efecto, en el fondo se trata de tener conciencia de la
dignidad objetiva de la persona humana, de que el hombre no puede ser tratado al
arbitro del poder y de la sociedad, porque es objetivamente un ser digno y
exigente, portador de unos derechos en virtud de su dignidad, reconocidos, pero
no otorgados por la sociedad.

La mejor manera de fundamentar los derechos humanos es por un orden moral


objetivo de característica Iusnaturalista. Los derechos humanos, tal vez naturales,
resultan de una concreción histórica de la ley natural, que determina que la
comunidad humana busque hacer posible a los individuos condiciones materiales
y espirituales para que puedan desarrollarse de la mejor manera posible.

VIGENCIA DE LA CORRIENTE IUSNATURALISTA

Las primeras formulaciones históricas de los derechos humanos se realizaron en


el siglo XVI las cuales invocan expresamente el derecho natural. Los derechos
humanos son concebidos como derechos otorgados por el derecho natural y su
existencia no depende del derecho positivo. Lo único que queda al legislador es su
reconocimiento.

En el transcurso del siglo XIX esta fundamentacion de los derechos humanos


perdió gran parte de fuerza de convicción cuando otras corrientes como el
Positivismo Jurídico se convirtió en la concepción iusfilosofica dominante. Los
derechos Humanos fueron decepcionados bajo la forma de derechos y garantías
constitucionales por la mayoría de los órdenes jurídicos positivos.

Es en el siglo actual, y sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial,


nuevamente esta corriente experimenta un renacimiento espectacular, sobre todo
en Alemania; con la aparición de los regímenes totalitarios, surgió la necesidad de
buscar un fundamento iusfilosofico para evitar que las atrocidades cometidas,
contra los derechos fundamentales, durante la segunda guerra mundial no
quedaran impunes. Entones, “se sintió la necesidad de proporcionar a los
derechos humanos una fundamentacion mas sólida que el mero derecho positivo
para poder proteger esos derechos contra regímenes totalitarios lo que condujo a
una especie de renacimiento del derecho natural, es decir, del
IUSNATURALISMO.

CONCLUSIONES

De todo lo anteriormente planteado podemos concluir que los Derechos Humanos


tienen valides universal, absolutos e inalienables, estén o no reconocidos
jurídicamente por un Estado. Si no lo están, se conciben como exigencias morales
que los individuos pueden plantear ante los poderes públicos. Son inherentes a
cualquier ser humano.

Que su Fundamento más solidó o inmediato de los derechos se encuentra en la


ley natural, la norma -de derecho natural- que es fuente equilibrada de derechos y
deberes de cada uno, es decir a través de la concepción Iusnaturalista. Que esta
aun cuando ha perdurado en el tiempo y son muchas las aseveraciones que se
han hecho de esta corriente, la misma no ha perdido su vigencia.

CORRIENTE IUPOSITIVISTA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Las tesis positivistas se oponen frontalmente a las iusnaturalistas, ya que


consideran que el único conjunto de normas que tiene carácter jurídico es el
Derecho positivo.Afirman, por tanto, que la positivización tiene carácter
constitutivo, al negar la juridicidad del Derecho natural o incluso su existencia.
John Austin consideró que los derechos humanos forman parte de las normas
sociales que influyen en el Derecho, pero no son Derecho: para muchos
positivistas, los derechos humanos son ideas morales, pero sin valor jurídico por sí
mismas. Para que tengan dicho valor, deben incorporarse al ordenamiento
jurídico: las leyes son la formulación jurídica de la voluntad soberana del pueblo y
obligan a su cumplimiento. No es necesario ni procedente acudir a otro sustento
que el legal. La creciente aceptación del iuspositivismo a lo largo del siglo XIX
produjo un arrinconamiento del Derecho natural y motivó la plasmación de los
derechos humanos, comoderechos fundamentales, en las Constituciones de los
países occidentales. El proceso se apoyó en la categoría de los derechos públicos
subjetivos, que surgió como alternativa a la de derechos naturales, que los
iuspositivistas consideraban de carácter ideológica. La teoría de los derechos
públicos objetivos reconocía la personalidad jurídica del Estado, que adquiría así
la titularidad de derechos y deberes. Tras el ascenso de regímenes totalitarios en
los años 1920 y 1930 y la Segunda Guerra Mundial se produjo un resurgimiento
del iusnaturalismo que hizo que autores como Hans Kelsen, Alf Ross, Herbert Hart
y Norberto Bobbio reaccionaran clarificando los conceptos fundamentales de las
teorías positivistas. Ello provocó una diversificación del iuspositivismo que produjo
tesis a veces incompatibles entre sí. Algunas de estas tesis recientes dan cabida a
la defensa de los derechos humanos. Una de ellas es la teoría dualista de los
derechos, formulada por Gregorio Peces-Barba y muy similar a la articulada por
Eusebio Fernández, que incorpora algunos elementos propios del iusnaturalismo,
en tanto que sólo los derechos con un fundamento moral son fundamentales; pero
al mismo tiempo considera que la positivación es requisito necesario para que un
derecho humano lo sea. Por lo tanto, concibe los derechos como la encrucijada
entre lo jurídico y lo ético; y como traducción normativa de los valores de dignidad,
libertad e igualdad, al tiempo que legitimadores de los poderes públicos. La teoría
del garantismo jurídico, defendida por Luigi Ferrajoli, afirma que el Estado de
Derecho posee una legitimación formal y otra material. La legitimación formal hace
referencia alimperio de la ley; la material, a la vinculación de todos los poderes del
Estado a la satisfacción de los derechos fundamentales, de los cuales, según el
jurista italiano, los derechos humanos son una subclase. Ambas teorías superan
un iuspositivismo puramente formal y, ciñéndose a los mecanismos internos del
ordenamiento jurídico, aportan criterios materiales para garantizar la estabilización
del orden jurídico y la garantía de los derechos fundamentales. Maria de Lourdes
Souza considera que es importante considerar su contexto: el garantismo, que se
basa en el Estado de Derecho, surge en un contexto socio-jurídico democrático
que, aunque presenta tendencias regresivas, es más o menos igualitario y justo.
De la misma manera, el dualismo jurídico se inserta dentro de un marco jurídico-
político determinado, el del Estado social y democrático de Derecho.

Diferencias entre Iusnaturalismo y positivismo

A lo largo de la historia ha habido un debate sobre la construcción y


fundamentación de los derechos humanos entre dos corrientes de pensamiento: el
iusnaturalismo y el positivismo.

El positivismo afirma que sólo es derecho aquello que está escrito en un


ordenamiento jurídico. Por lo tanto, la única fuente del derecho, el único origen de
la norma, se fundamenta en el hecho de que está por escrito y vigente en un país,
en un determinado momento histórico. Es lo que se conoce como la ley positiva.

"Los derechos no son algo que exista ya dado en la naturaleza y que nosotros nos
limitemos a descubrir, como los cromosomas o los continentes. Los derechos los
creamos nosotros mediante nuestras convenciones. Así que la pregunta relevante
no es '¿qué derechos tiene tal criatura?', sino '¿qué derechos queremos que
tenga?'

En cambio, el iusnaturalismo sostiene que el origen de los derechos humanos no


reside en la ley positiva, sino que parte de la naturaleza propia del ser humano,
una naturaleza que es superior y precedente a cualquier ley positiva. Una
definición clásica de iusnaturalismo es la siguiente: el derecho natural es aquel
que la naturaleza da a los seres humanos por el simple hecho de serlo. En el caso
de las tradiciones religiosas, los derechos naturales son una de las características
con las que Dios dota a los seres humanos.

"Sólo si están arraigados en bases objetivas de la naturaleza que el Creador ha


dado al hombre, los derechos que se le han atribuido pueden ser afirmados sin
temor de ser desmentidos (...) Por tanto, es importante que los organismos
internacionales no pierdan de vista el fundamento natural de los derechos del
hombre. Eso los pondría a salvo del riesgo, por desgracia siempre al acecho, de ir
cayendo hacia una interpretación meramente positivista de los mismos. Benedicto
XVI. Mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, 1-1-2007

Hay que añadir, no obstante, que no existe un único tipo de iusnaturalismo ni de


positivismo: hablar de positivismo y iusnaturalismo sin mencionar las distintas
corrientes dentro de cada una de las dos tendencias, el desarrollo o evolución de
estas posturas a lo largo de la historia, así como de los intentos de síntesis de
algunas propuestas, implica una simplificación excesiva, pero que aquí es
inevitable por razones de espacio.

Durante la elaboración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de


1948 se produjeron debates acerca de estas cuestiones, optándose finalmente por
no mencionar el tema: en lo que se estaba de acuerdo era en la necesidad de
proteger los derechos de las personas, y entonces no era imprescindible justificar
la fundamentación de esta protección, sino sencillamente proclamarla.
ACUERDOS DE PAZ OPERATIVOS Y SUSTATIVOS

En total se arribaron a 13 acuerdos, 9 sustantivos o de “agenda larga” 5


operativos o de “agenda corta” y uno de naturaleza ad-hoc o resumen.

En conjunto ellos son: [Colegio de Abogados, 1996]

Acuerdo Naturaleza

Acuerdo de Procedimiento para la búsqueda de la paz Operativo. Establece el formato de


por medios políticos. 26 abril 1991. negociación.

Acuerdos del Temario General. 26 abril 1991. Operativo. Agenda.

Acuerdo Marco sobre la Democratización por Medios Sustantivo. Define el proyecto democrático y
Políticos. A.k.a. Acuerdo de Querétaro. 25 de julio de acepta la solución política negociada.
1991.

Acuerdo Marco para la Reanudación del Proceso de Operativo. Se establece un nuevo formato y
Negociación entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad agenda. Se crea la Asamblea de la Sociedad
Revolucionaria Nacional Guatemalteca. 10 enero 1994. Civil y se convoca la tercería de Naciones
Unidas.

Acuerdo Global sobre Derechos Humanos. 29 de marzo Sustantivo. Compromisos por los Derechos
1994. Humanos y verificación por Naciones Unidas.

Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones Sustantivo. Estrategia y garantías para la


desarraigadas por el enfrentamiento armado. 17 de junio reintegración y reasentamiento de los
1994. desarraigados por la guerra.

Acuerdo para la Establecimiento de la Comisión para el Sustantivo. Crea la Comisión de la Verdad.


Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a los
derechos humanos y los hechos de violencia que han
causado sufrimientos a la población guatemalteca.
A.k.a. Comisión de esclarecimiento Histórico. 23 de
junio 1994.

Acuerdo sobre identidad y Derechos de los Pueblos Sustantivo. Reconoce derechos de los
pueblos indígenas, combate la discriminación
indígenas. 13 de marzo de 1995. y establece las comisiones paritarias pueblos
indígenas-Estado para dar seguimiento.

Acuerdo sobre Aspectos Socio Económicos y Situación Sustantivo. Compromisos para la


Agraria. 6 de mayo 1996. democratización y el desarrollo participativo y
social, la modernización de la gestión
pública, reforma fiscal y reformas en el agro.
Crea Comisiones Paritarias de seguimiento.

Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Sustantivo. Reforma del Estado, participación
Función del Ejercito en una Sociedad Democrática. 19 de la mujer, reconversión del ejército, Policía
de septiembre de 1996. Nacional Civil, disolución de las milicias
“Patrullas de Autodefensa Civil” y otros
cuerpos paramilitares.

Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Sustantivo-Operativo. Consigna reformas


Electoral. 7 de diciembre 1996. concretas a la Constitución de la República y
a la Ley Electoral, necesarias para hacer
posibles varios de los compromisos
adoptados en otros acuerdos.

Acuerdo sobre bases para incorporación de la URNG a Operativo. Marco para el desarme y
la legalidad. 12 de diciembre. reincorporación de la URNG.

Acuerdo sobre Cronograma para la Implementación, Operativo. Calendario de 4 años para el


Cumplimiento y Verificación de los Acuerdos de Paz. 29 cumplimiento de los compromisos.
de diciembre.

Acuerdo de Paz Firme y Duradera. 29 de diciembre. Sustantivo. Resumen de todos los Acuerdos.

El análisis sobre los Acuerdos debe distinguir dos dimensiones: su


contenido y su realización.

En cuanto a lo primero, destaca como ha sido generalmente admitido, que


el conjunto de entendidos de la paz en Guatemala sobrepasan en cuanto a
extensión y profundidad de contenido, a las otras experiencias que se han
dado en el continente e inclusive a muchas de otras regiones. Aparte de dar
un tratamiento puntual a lo necesario para poner fin a la guerra, incluyen
un conjunto de propuestas de reformas totales que abarcan todos los
aspectos de las relaciones políticas, económicas, sociales y culturales del
país, intentando inclusive resolver problemas que, como las relaciones
Interétnicas, provienen del origen histórico de la nación.

El imaginario subyacente era el de diseñar un país diferente, en el


que se alcanzara una elevada calidad de vida para sus habitantes. El
concepto base es el de una democracia participativa asentada en el Estado
de derecho, con énfasis en lo social. Supone un Estado fuerte,
desmilitarizado, con capacidad fiscal, que impulsa el desarrollo y el
crecimiento. La visión no está lejana de los modelos social demócratas de
la experiencia europea. Es un modelo maximalista total.

En relación a la cuestión de género, cabe destacar que en el seno de la


Asamblea de la Sociedad Civil se organizó un “sector de mujeres” que
fue presentando sugerencias a cada uno de los documentos de Acuerdos
conforme se iban elaborando. Una buena parte de esas sugerencias
quedaron incorporadas a los textos definitivos, incluyendo el conocido
compromiso 29 del Acuerdo sobre Cronograma, que establece la creación
del Foro Nacional de la Mujer. Sin embargo las propuestas de acciones
afirmativas, tales como el establecimiento de cuotas electorales, no
pasaron a los documentos acordados por las partes.

ompromisos sobre género en los Acuerdos

Acuerdo Compromiso

Socioeconómico y Garantizar o implementar igualdad de oportunidades y condiciones de estudio y


situación agraria capacitación, vivienda propia, eliminando trabas e impedimentos que afecten a
las mujeres con relación al alquiler, al crédito y a la construcción, programas
nacionales de salud integral para la mujer, el derecho de las mujeres al trabajo, el
derecho de organización de las mujeres y su participación.

Reasentamiento de Eliminar cualquier forma de discriminación de hecho o legal contra la mujer en


las poblaciones cuanto a facilitar el acceso a la tierra, vivienda, créditos y a participar en
desarraigadas proyectos de desarrollo. El enfoque de género se incorporará a las políticas,
programas y actividades.

Identidad y derechos Reconoce la particular vulnerabilidad e indefensión de la mujer indígena frente a


de los pueblos la doble discriminación como mujer y como indígena. Crear legislación que
indígenas tipifique el acoso sexual como delito y como agravante que la víctima sea
indígena. Crear la Defensoría de la mujer indígena.

Fortalecimiento del Fortalecer las oportunidades de participación de las mujeres en el ejercicio del
poder civil poder civil. Para ello:Impulsar campañas de difusión y programas educativos para
concienciar sobre los derechos de las mujeres a participar en el proceso de
fortalecimiento del poder civil sin ninguna discriminación y plena igualdad.Que las
organizaciones políticas y sociales adopten políticas para alentar y favorecer la
participación de la mujer.Respetar, impulsar e institucionalizar las organizaciones
de mujeres del campo y la ciudadQue en todas las formas de ejercicio del poder
se establezcan y garanticen oportunidades de participación a las mujeres
organizadas o no.

Fuente: MINUGUA: Situación de la Mujer. Tareas pendientes en la construcción de la paz, febrero 2004 y
Acuerdos de paz, op. cit.

La arquitectura de los arreglos incluyó un mecanismo de seguimiento que


incluía una misión de verificación de Naciones Unidas, la MINUGUA, dotada
de un amplio mandato y un ente igualmente con funciones de seguimiento,
la Comisión de Acompañamiento de los Acuerdos de Paz, formada por
representaciones del gobierno, de la URNG, la sociedad civil y MINUGUA.
Asimismo se estableció una red de comisiones paritarias y no paritarias,
para promover el cumplimiento de compromisos específicos.

El gobierno estableció una autoridad especial, la Secretaria de la


Paz, cuya obligación era velar porque el conjunto del aparato
gubernamental observara los Acuerdos. La sociedad civil se organizó
asimismo en numerosas instancias de apoyo y verificación, incluyéndose en
ella las llamadas “Mesas Departamentales” o comisiones de provincia.

Para una justa apreciación de los alcances de la negociación, debe


recordarse que la misma se fue consolidando paulatinamente y fue
confrontando la oposición de spoilers representantes de factores de poder
civiles y militares, opuestos a la paz, ya sea porque estimaban que se
estaban haciendo concesiones innecesarias a unos insurgentes ya en
inferioridad militar, o bien porque no estaban de acuerdo con las reformas
que se iban acordando.
Así, el equipo de negociadores civiles bajo el gobierno del presidente Jorge
Serrano recibió el siguiente mensaje (1) :

{“Señores, esto no es para que hagan una reflexión de sus actos traidores
en su negocio de la paz, esa reflexión ya la hemos hecho por ustedes. Este
mensaje es para que sepan que ya están condenados por su traición a la
patria y por comprometer la dignidad, el honor y la integridad del glorioso
Ejército de Guatemala. Los hemos enjuiciado y condenado, porque ustedes
torpemente con hecho pensado y sin brújula, más que la propia, han
permitido que sus compañeros, los delincuentes de la URNG saquen
ventajas y beneficio de todo lo que con la sangre y el dolor de verdaderos
guatemaltecos se ha ganado. Ustedes están entregando en el diálogo los
intereses nacionales y al victorioso Ejército nacional: inconcebible.

La condena y el precio que tienen que pagar no es absurdo ni subjetivo,


porque hemos seguido sus actuaciones traidoras, sus intenciones
personales, sus veleidades políticas y la posición ideológica asumida en
cada reunión, hemos comprobado los privilegios que han obtenido, sus
conciliábulos con los subversivos y los comentarios negativos contra el
Ejército. Por eso mismo la condena es inapelable y abarca también su
circulo más querido.”

Igualmente, un ente empresarial, la Coordinadora Nacional


Agropecuaria,intentó iniciar un proceso en contra del jefe negociador del
gobierno del presidente Ramiro De León Carpio, Dr. Héctor Rosada, por
conducir las conversaciones con la URNG (2).

En relación al cumplimiento de lo que se dispuso, los Acuerdos, de


naturaleza general, no son fácilmente evaluables. El examen del
cumplimiento es complejo y requeriría sistematizar previamente los
objetivos, alcances, componentes y rango de resultados de los centenares
de obligaciones derivadas. El cronograma intentó una solución reduciendo
las declaraciones políticas a cerca de 300 compromisos ubicados en
cumplimiento de cuatro años. En retrospectiva asombra que se haya
estimado la posibilidad de cumplimentar un proceso transformador de esas
dimensiones en una escala de tiempo tan reducida.
En todo caso, el seguimiento se ha basado en el seguimiento de los
contenidos del cronograma. La redacción de los mismos, sin embargo, varía
y si bien en algunos casos es muy específica, inclusive expresada en
variables matemáticas, en otros tiene una redacción que avala diversas
interpretaciones.

La MINUGUA, en descargo de su mandato, emitía regularmente informes


sobre el estado de situación del conjunto de acuerdos, sobre la situación de
los derechos humanos específicamente y sobre otros temas puntuales. La
Comisión de Acompañamiento también lo hacía, cuando sus integrantes
lograban consenso.

Numerosos entes de la sociedad civil, a su vez, daban a conocer sus


apreciaciones sobre el cumplimiento. Debe agregarse el interés que
mantuvo la comunidad internacional en el proceso y sus niveles de
incidencia.

El papel de la Comunidad internacional

{Este puede calificarse de decisivo, tanto en la negociación como en el


decurso de cumplimiento de los compromisos. Aparte del ambiente
favorable a la paz originado por las iniciativas de Contadora y Esquipulas,
ya mencionadas, la participación de Naciones Unidas, en calidad de “tercera
parte” de la negociación y de verificadora del cumplimiento fue esencial en
la creación de confianza y la promoción de soluciones a momentos de
empantanamiento. Debe agregarse el rol de los Países Amigos (Colombia,
España, Estados Unidos, México, Noruega, Suecia) los cuales facilitaron el
ambiente internacional favorable Así como la incidencia de actores de
sociedad civil internacionales, tales como la Comunidad de San Egidio y la
Iglesia Noruega. Posteriormente un conjunto grande de organismos
internacionales, incluyendo el BID y de países donantes de varios
continentes, actuaron por medio de los grupos consultivos para convenir
paquetes de cooperación técnica y financiera, reembolsable y no
reembolsable, destinada a la cartera de proyectos de la paz y para
establecer parámetros de cumplimiento. También debe destacarse
actividades como el Programa para el Desarrollo de Personas Desplazadas,
Refugiadas y Retornadas en Centroamérica (PRODERE) de Naciones Unidas,
que en Guatemala actuó reconstruyendo el tejido social e impulsando la
organización local en Quiché, Huehuetenango y Alta Verapaz. La OEA
organizó un paquete de apoyo por medio de la Unidad para la Promoción de
la Democracia UPD. Posteriormente, y como consecuencia de los Grupos
Consultivos, apoyó a las Mesas Intersectoriales de Diálogo. Finalmente,
muchos actores de la sociedad civil de varios países, incluyendo
fundaciones e instituciones religiosas, apoyaron iniciativas pro paz de la
sociedad civil guatemalteca.}

Para un análisis global de la ejecución, diríamos que cuatro variables


pueden ser las más importantes:

 La voluntad política de los gobiernos ;

 El apoderamiento por la población ;

 El acompañamiento de la comunidad internacional ;

 La disponibilidad de recursos económicos.

Asimismo hay que distinguir entre los compromisos operativos y los


sustantivos.

En relación a los operativos, los dos referidos a procedimiento y agenda se


cumplimentaron con pocos tropiezos. El operativo sobre la desmovilización
y reinserción es probablemente el mejor ejecutado; la URNG hizo dejación
de armas y se desmobilizó, en un proceso supervisado por 188
observadores de Naciones Unidas con calidad de boinas azules, los que
incluían a 145 militares y 43 policías provenientes de 18 países. Los
insurgentes se reintegraron a la vida civil, establecieron fundaciones y think
tanks y el partido político que fundaron ha obtenido porcentajes electorales
significativos en las dos elecciones posteriores.

Es de destacar que las garantías de seguridad se observaron bien y que no


se han dado hechos de violencia, más que en forma aislada, contra los
desmobilizados. Como deficiencias de ese proceso hay que destacar el no
pleno cumplimiento de proyectos de atención para la sostenibilidad de los
programas.
De allí que el balance general sobre la tríada DDR demobilization,
disarmament and reintegration es en general positivo, si bien en cuanto al
último componente es incompleto.

El Acuerdo de Cronograma merece otro criterio. El balance del mismo


efectuado por la MINUGUA y la comisión de Acompañamiento al finalizar el
plazo de cuatro años, constató un cumplimiento parcial. Un porcentaje de
los compromisos se habían ejecutado totalmente, otro estaba en proceso
de realización sin haber concluido y un tercer bloque no se había observado
en absoluto. Los diversos actores de la paz discuten sin ponerse de
acuerdo, sobre la medición de los respectivos porcentajes.

En el curso de ese ejercicio se comprobó que algunos compromisos, al


realizarse, habían generado otros nuevos, de seguimiento, que constituyen
compromisos de segunda generación. En el año 2002 la Comisión de
Acompañamiento dispuso una nueva calendarización de todo lo que no
estaba realizado y le asignó otro plazo de 4 años. [Comisión de
Acompañamiento, 2000]

El Acuerdo de Cronograma

Incluyó 179 compromisos, de los cuales 170 eran responsabilidad del


Organismo Ejecutivo. De ellos la MINUGUA estimó a finales de 1999 que se
habían cumplimentado totalmente 63, quedando pendientes 103. A finales
del año 2000 la Comisión de Acompañamiento opinó que estaban
pendientes 63 compromisos y que se habían sumado 56 de segunda
generación. En el segundo cronograma se incluyeron finalmente 119
obligaciones para completarse hasta finales del 2005.

Finalmente, el Acuerdo sobre reformas constitucionales que tiene un


carácter mixto - ya que siendo operativo se relaciona con lo sustantivo - no
se cumplió, pero no por responsabilidad de las partes, sino porque la
Consulta Popular (plebiscito) necesaria para implementarlo, fue rechazada
por los electores.

En cuanto a los contenidos sustantivos, se pueden aplicar las variables


mencionadas en la forma siguiente:
 La voluntad política de los gobiernos no es la única, pero sí la
decisiva, ya que la mayoría de obligaciones correspondían en
ejecución a decisiones del Organismo Ejecutivo, y en menor medida a
otros organismos de Estado o a la URNG.

 Los tres regímenes del periodo, de los Presidentes Alvaro Arzú


(1996-1999), Alfonso Portillo (2000-2003) y el actual de Oscar
Berger (2004-2008) se comprometieron públicamente con las
disposiciones de la paz y tomaron diversas medidas para
incorporarlas como parte de las políticas públicas; sin embargo, la
voluntad política debe interpretarse más allá de esos ámbitos,
en cuanto a la real disposición y práctica de tomar decisiones
que generan costos políticos y eventualmente de confrontaciones
con actores de poder, ya sean institucionales o fácticos.

En el caso que estudiamos, una parte de los compromisos operativos


iban en contra de los intereses de sectores de poder económico que
tradicionalmente han mantenido cautivo al Estado, de ideologías
conservadoras y racistas, de los remanentes del autoritarismo,
reconvertidos en los llamados “poderes paralelos”.

Esa combinación de spoilers, poseedores de influencia mediática,


económica y de medios de violencia no eran fácilmente superados y si bien
no hay medios para medir apropiadamente la voluntad de los gobiernos en
cuanto a confrontarlos, puede opinarse que esa voluntad si existió, pero
dentro de límites.

 La variable relativa al apoderamiento de la población de los


contenidos de la paz, se consideraba esencial para la realización del
Imaginario. Sin embargo, la misma parece haberse dado solamente
en forma parcial. Nuevamente es difícil contar con indicadores
precisos, pero diversas encuestas han demostrado un nivel
insatisfactorio de conocimiento de los Acuerdos, aunque se registre
una tendencia generalizada de apoyo a la idea de la
paz.[Molketin.2001]
Tampoco parece haberse logrado una difusión del Imaginario hacia todo el
país, pese a que las Mesas Departamentales cabalmente buscaban pensar
los compromisos desde lo local.

Ciertamente los compromisos han sido tomados con persistencia y


profundidad por un conjunto de actores de la sociedad civil; siguen siendo
aceptados formalmente como importantes por los partidos políticos y no
están ausentes de los grandes debates nacionales. Lo que no parece
haberse logrado en todo caso, es colocar el tema de la paz como primera
prioridad en la agendas cotidianas de la ciudadanía, en la difusión de los
medios de comunicación o en la pensa de los sistemas educativos.

Destaca, por otra parte, un sector difícil de cuantificar de spoiler, activos en


cuanto a oponer las disposiciones de la paz por medios jurídicos, políticos,
de opinión pública y empleo de la violencia. A esos sectores se debe
principalmente la derrota del referéndum del 16 de mayo de 1999. [Jonas,
2000]

 La comunidad internacional, cuya configuración ya fue explicada,


mantuvo un interés permanente en el proceso. Aparte de los
consultivos, la mayoría de actores en la relación bilateral introducían
el tema del cumplimiento. Sin embargo, el nivel de apoyo empezó a
disminuir con el paso del tiempo; aunque dependiendo del espacio
que les permitía el gobierno anfitrión, representantes diplomáticos y
de organismos internacionales solían asumir papeles muy activos de
incidencia. El mandato de la MINUGUA, que originalmente corría
hasta el año 2000, fue prolongado por cuatro años más y finalmente
se extinguió en diciembre de 2004.

A partir de 2003 se abrió un intenso debate entre los partidarios y


adversarios de la paz, sobre la figura de continuación de la presencia de
Naciones Unidas. Se propuso la creación de un ente sin precedentes, la
CICIACS, que con representación del Secretario General tendría un
mandato cuasi judicial, a fin de investigar y promover pesquisas judiciales
en relación a los llamados “poderes paralelos”. La iniciativa fue producto de
un consenso entre la Procuraduría de los Derechos Humanos, la sociedad
civil y el Gobierno de la República representado por el Canciller Edgar
Gutierrez. Pero para mediados del 2004 no se había podido llegar a su
instalación. [Coalición, 2004]

La Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos


Clandestinos de Seguridad en Guatemala (CICIACS).

La CICIACS fue establecida por medio de un Acuerdo entre el Gobierno de


Guatemala y las Naciones Unidas, firmado el 7 de enero de 2004. Por
medio de ese instrumento se solicitó la intervención del organismo mundial
para establecer una Misión Internacional, para ayudar al Estado de
Guatemala a investigar la estructura y actividades de cuerpos ilegales y
aparatos clandestinos de seguridad y su vinculación al Estado; así como
para procesar a las personas responsables. La Misión estaría dotada de
amplias facultades, inclusive para provocar la persecución penal, así como
recomendar reformas jurídicas e institucionales. Esta insólita decisión para
un Estado soberano, es el reconocimiento de su impotencia en desmantelar
a estructuras sobrevivientes del autoritarismo y convertidas en mafias
criminales. Sin embargo, el nuevo Congreso establecido después del
cambio de gobierno no ratificó el instrumento.

En relación a la disponibilidad de recursos económicos, ello tiene que


ver con la estimación del costo financiero de poner en práctica los
compromisos, y la disponibilidad o no de los mismos.

En este sentido los Acuerdos contienen una clara lógica económica. Para
alcanzar el desarrollo social y permitir al Estado las inversiones en la
agenda social y en general cumplir con las metas del gasto público
requerido por los compromisos, se estableció la meta de lograr un
crecimiento económico que debería llegar al 6% en el año 1999 y
sostenerse, así como un incremento de la carga tributaria hasta llegar al 12
% del PIB en el año 2000.

Ello debería redundar en alcanzar un crecimiento de los presupuestos de


salud, educación, seguridad ciudadana y administración de justicia
equivalente al 50 % sobre el año base (1995) para el 2000, a la vez que
una sostenida disminución del presupuesto asignado al Ministerio de la
Defensa, lo conduciría al equivalente del 0.66 % del PIB para el mismo año
(3).

El argumento de esta lógica parece ser el de que la implementación de las


reformas económicas y sociales, que incluían las fiscales, iban a dar como
resultado el crecimiento económico y el desarrollo social.

En los hechos ello no fue así. Los factores que influyen en los procesos
económicos son múltiples, tanto internos como externos, tal como señala el
apotegma de la complejidad creciente de Dows: “Mientras más tiempo pasa
desde la conclusión de una misión de paz, es más probable que cualquier
número de factores externos (por ejemplo, ciclos económicos, hambrunas,
climas inusualmente buenos o malos, las políticas de Estados vecinos, la
conducta de los primero líderes electos) se hacen responsables de lo que
sucede en lugar de la tecnología de la misión de paz en sí
misma” [Dows,2002] un objetivo tan complejo como el crecimiento
económico era difícil de ubicar en una meta de tan corto plazo. Lo
cierto es que el objetivo no se alcanzó. En particular, en los últimos años
del cronograma de cumplimiento se hizo evidente el retraso.

Crecimiento de la economía (medido en relación al PIB)

 1996 : 3.0

 1997 : 4.4

 1998 : 5.1

 1999 : 3.9

 2000 : 3.4

 2001 : 2.6

 2002 : 2.2

 2003 : 2.0

 2004 : 3.0*

*estimado
Fuente: CEPAL, Anuario estadístico de América Latina y el Caribe 2004.
Capítulo 1/11. Crecimiento económico. Cuadro 52.

Esa tasa de crecimiento económico contrasta con el aumento de la


población que se mantiene en cerca de un 4 %.

Un problema similar se dio con la meta de recaudación tributaria.


Asumiendo que una parte del presupuesto de la paz tendría que originarse
en fuentes nacionales, se entiende la importancia de la reforma fiscal
contenida en el Acuerdo Socio Económico. Se fijaba la meta de elevar la
carga tributaria al 12 % del PIB, objetivo muy modesto en comparación con
la media tributaria del continente.

Sin embargo, el tema se refería a uno de los ejes de mayor conflictividad


entre el Estado y los intereses económicos, ya que varios intentos
anteriores en esa dirección habían fracasado, por la oposición de los
sectores empresariales.

En el Acuerdo se estipulaba la convocatoria a un Pacto Fiscal, el cual


después de muchas demoras fue convocado a principios de 2000.

El pacto originó un conjunto de consensos para elevar la captación de


recursos por el gobierno; sin embargo dificultades políticas que volvieron a
reflejar la debilidad en la voluntad del Estado y de los empresarios en
cuanto a esos arreglos, impidieron que el Pacto alcanzara plenamente sus
finalidades. [Valdez, Palencia, 1998]

Después de que la búsqueda del consenso no se logró, el Estado


implementó una política fiscal que, pagando el costo de una fuerte
confrontación con el sector empresarial, logró la aprobación de reformas
legales en el 2001. Como resultado, en el 2002 se llegó al mayor nivel
histórico de recaudación en el 2002, un 10.6 %.

Pero las mencionadas confrontaciones y sus derivados legales, incidieron en


que para el 2003 la tasa bajara el 10.3 % y que para el 2004 se estimara
que podría caer al 9 %.
Ahora bien, ¿cuál es el costo de llevar a la realización los
compromisos de la paz? También el cálculo del costo financiero de
la “Cartera de la Paz” es complejo. Pero el gobierno, sobre la base del
primer Cronograma, lo estimó en 2,312 millones de dólares. Durante la
reunión del primer Grupo Consultivo, efectuado en Bruselas en 1997, el
monto de la cooperación internacional, sumando los ofrecimientos de
países y de entidades multilaterales, cubría esas estimaciones. [Gobierno,
1997] A esa cantidad se sumaron aportes adicionales después del Grupo
Consultivo especial, para la reconstrucción de Centroamérica del año 1998,
con posterioridad al azote de la tormenta tropical Mitch en la región Para
finales del 2001, el monto total de los convenios firmados así como los en
ejecución llegaban a 3,214 millones de dólares. [IDB,2002]

Un tercer grupo Consultivo, reunido en Washington en 2002, revisó el


estado del proceso de paz y comprometió nuevos apoyos por un monto de
1296 millones de dólares. [Gobierno, 2003]

Aunque la colaboración, a nivel de ofrecimiento, sobrepasó las estimaciones


de necesidades originales, en los hechos se concretaron cantidades
menores en cuanto a suscripción de obligaciones; disminuyeron aún más
en materia de desembolsos, por un conjunto de razones entre las cuales
figuran dificultades técnicas del Estado en cuanto a la formulación de
proyectos y la no disponibilidad de fondos de contrapartida.

Debido a ese conjunto de causas, el Estado no logró reunir los recursos que
precisaba la Cartera de la Paz, a lo que se añade un irrespeto a otro
compromiso, el de encauzar el gasto presupuestario preferentemente hacia
los renglones sociales, así como el hecho de que el gasto militar, limitado
por los Acuerdos a una suma no mayor del 0.66 del PIB, no fue observado.
Estas dificultades apuntan otra vez a los límites de la voluntad política.

Otra área de importancia es la de la llamada “agenda legislativa de la


paz” o sea la aprobación de la legislación requerida, para poner en práctica
los compromisos. La misma ha tenido el siguiente movimiento:
1966-2002 2000-2004

Ley del Fondo de Tierras Nuevo Código Municipal

Ley de la Policía Nacional Civil Reformas a la ley de Consejos de desarrollo urbano y rural

Aprobación del Convenio 169 de la OIT Ley general de Descentralización

Ley de Dignificación y Promoción Integral Reformas al Código de Trabajo


de la Mujer

Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar Sanciones penales a la evasión y defraudación fiscal
la Violencia Intrafamiliar

- Reformas a la ley orgánica de la Contraloría de Cuentas

- Ley de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de


Seguridad de la Presidencia de la República

- Ley de Servicio Cívico

- Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia

Fuente: Catalina Soberanis: La participación de los partidos políticos en el proceso de paz en Guatemala y
su papel en el fortalecimiento del Organismo Legislativo. Ponencia presentada al congreso internacional de
MINUGUA, Guatemala, 27-29 de octubre de 2004.

Para finales del 2004, se estimaba que la legislación pendiente debería


abarcar por lo menos las siguientes leyes:

 Reformas de segunda generación a la Ley Electoral y de Partidos


Políticos ;

 Ley de Presupuesto General de Ingresos del Estado ;


 Ley Marco de la Institucionalidad de la Paz ;

 Ley para la creación de la CICIACS ;

 Ley de Libre Acceso a la Información y Habeas Data ;

 Ley de Armas y Municiones ;

 Ley de Empresas Especializadas en Servicios de Seguridad e


investigaciones Privadas ;

 Ley de creación de la Dirección General de Inteligencia Civil ;

 Ley Orgánica y de Régimen Interior del Organismo Legislativo ;

 Penalización del acoso y hostigamiento sexual con agravante en caso


de que la víctima sea mujer indígena ;

 Ley del Programa Nacional de Resarcimiento ;

 Ley del Centro Nacional de Información Territorial y de la Propiedad


Inmueble de Guatemala ;

 Reformas a la Ley General de Telecomunicaciones ;

 Ley de Clasificación y Desclasificación de información estatal


reservada.

El lento movimiento de la agenda legislativa de la paz ha afectado el ritmo


de cumplimiento de los compromisos, dado que a los 8 años de la firma de
los Acuerdos, está pendiente cerca del 50 % de la legislación necesaria
para implementarlos, sin tomar en cuenta la reforma constitucional.

Título: Los acuerdos sustantivos haciendo de la paz un patrimonio de


todos. Contenido: Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para el
Esclarecimiento Histórico de las violaciones a los derechos humanos y los
hechos de violencia que han causado sufrimiento a la población
guatemalteca.

El mito de los Acuerdos Sustantivos de Paz


Lo valioso y fundamental de los Acuerdos fue el fin del enfrentamiento. Un
columnista, exguerrillero, hace pocos días se refería a una reunión de la
Red Nacional de Víctimas, el Comité Nacional de Víctimas y el Movimiento
Nacional de Víctimas Q’anil Tinamit, quejándose de la ausencia de los
Presidente de los Poderes del Estado y señalando que el objeto del evento
era recordar que los Acuerdos de Paz no tenían como fin poner fin al
enfrentamiento armado, sino transformar profundamente las causas que le
dieron origen y reparar a las víctimas, haciendo una relación de los
problemas y duras realidades del país que resultan en la desigualdad,
pobreza, carencias y discriminación que padece gran parte de la población.
Esta visión falaz y romántica que repetidamente nos afirman los
exguerrilleros y la izquierda y que pretende vender como la verdad
histórica. La realidad es otra, la guerrilla no se originó por esa agenda de
país, que existía antes del conflicto y continúa pendiente como agenda de
Estado, fue un movimiento marxista que buscaba tomar el poder por las
armas, no para abordar dicha agenda, sino para establecer una dictadura
comunista como las de Stalin, Mao, Pol Pot y muchas más en Europa del
Este, África y Asia, todas sanguinarias, déspotas y que fracasaron
económica y socialmente.

El objeto fundamental de los Acuerdos de Paz fue poner fin al


enfrentamiento armado. Los Acuerdos sustantivos simplemente reafirman
una Agenda pendiente de Estado para que una guerrilla derrotada
militarmente y cuya ideología había fracasado alrededor del mundo pudiera
justificar su capitulación y fracaso.

Los Acuerdos operativos, son los verdaderamente importantes, con los que
se logró la desmovilización, desarme e incorporación a la legalidad de la
guerrilla y el desmantelamiento del aparato contrainsurgente y reducción
del Ejército. Esto fue y sigue siendo lo más importante de las negociaciones
de Paz.

Las verdaderas víctimas fueron los civiles y militares que padecieron


secuestros, los asesinatos y terrorismo guerrillero, a ellos olvida el ex
subversivo columnista y las organizaciones que menciona, entre las que se
disfrazan de víctimas exguerrilleros que quieren lucrar con el
“resarcimiento”.

El Ejército y las Patrullas de Autodefensa Civil evitaron, al igual que la


liberación en 1954, que nos hundiésemos en una dictadura comunista que
nos tendría, no con una Agenda Sustantiva pendiente, sino en la absoluta
miseria y desolación. Hubo errores y horrores, sí, como en toda guerra.

Está bien perdonar a los exguerrilleros en aras de la reconciliación nacional,


pero ya es hora de privilegiar la reconciliación y la consolidación de un
Estado democrático de derecho y no seguir tolerando que fundaciones y
ONG’s de exguerrilleros pretendan que honremos a criminales y tontos
útiles que sirvieron a su mal llamada revolución y que financiemos sus
intereses políticos y codicia.

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