Sunteți pe pagina 1din 26

AEROLÍNEAS ARGENTINAS C/ PCIA DE BA LAPIDUZ

BOVRIL LOPEZ LOPEZ


BRESSANI MASOTTI DE BUSSO
CANDY MATALDI SIMÓN
CERÁMICA SAN LORENZO MELO DE CANÉ
CIC TRADING MONTARCÉ
COBO DE MACCHI MOOS ELÍAS
DELFINO MUNICIPALIDAD DE LAPRIDA C/UBA
DEVOTTO SOLARI MUNICIPALIDAD DE ROSARIO
DIARIO PERFIL NAVARRO VIOLA
DON UNANUE NOBLEZA PICCARDO
DUMIT NOGUÉS HNOS.
EL BAGUAL PARAFINA DEL PLATA
FERROCARRIL CENTRAL ARGENTINO PARKE DAVIS
FIBRACA PASA PETROQUÍMICA ARGENTINA
FLEISCHMAN PERALTA
GUERRERO DE LOUGE PEREYRA IRAOLA
HARENGUS RIVADEMAR
HERMITAGE RIZZOTTI
HILERET SELCRO

AEROLÍNEAS ARGENTINAS C/ PCIA DE BS. AS.


Hechos: la actora funda su pretensión, en síntesis, en los siguientes argumentos: a)
la inconstitucionalidad del impuesto a los ingresos brutos por resultar a su juicio
violatorio del art. 67, inc. 12, de la Carta Magna, y b) la ilegalidad del tributo por
contrariar el principio del régimen de coparticipación federal en cuanto éste veda la
doble imposición.
CSJN: si bien la traslación impositiva es un fenómeno regido por las leyes de la
economía, existen casos en los que es posible y además necesario, reconocer
trascendencia jurídica a los efectos económicos de los impuestos para arribar a una
solución que resulte armónica con los derechos y garantías que establece la
Constitución Nacional y con el ordenamiento jurídico vigente
La incidencia sobre la rentabilidad hace operar al impuesto como de naturaleza directa,
si se atiende a los da­tos que proporciona la realidad económica, la que no autoriza
sin más a presumir que los impuestos llamados directos en la doctrina de la tributación
se pueden trasladar a los precios.
Teniendo en cuenta las circunstancias de autos, cabe concluir que el impuesto
provincial a los ingresos brutos no es susceptible de traslación por no estar
contemplada su incidencia en el precio oficial del billete aéreo y cuya determinación
conduce a que sea inexorablemente soportado por la actora.
Por lo expuesto y por el hecho de encontrarse las rentas de la actora sujetas al
impuesto a las ganancias, la aplicación del tributo local importa que se configure la
hipótesis de doble imposición reñida con la regla antes señalada, lo cual autoriza a
hacer lugar a la demanda.

BOVRIL
Hechos: Bovril inicia demanda contra la Provincia de Entre Ríos por repetición de lo abonado
en concepto de impuesto a las actividades lucrativas por los años 1968 a 1972. La actora
considera que la provincia está gravando actos de comercio exterior. La Corte en fallos
anteriores había declarado el impuesto a las actividades lucrativas como inconstitucional por
violar el art. 67 inc. 12 CN.
Es indudable la potestad tributaria de las provincias sobre actividades y bienes dentro de su
jurisdicción, ya que es una de las facultades no delegadas. Y también la Nación tiene la facultad
de legislar en forma exclusiva sobre la exportación y el comercio con las naciones extranjeras y
de las provincias entre sí.
Cuestión a resolver: establecer si el impuesto a las actividades lucrativas cobrado por la Pcia.
de Entre Ríos a Bovril encuadra en la primera o en la segunda de las mencionadas facultades
impositivas.
CSJN: la provincia ha ejercito una atribución que le compete originariamente por virtud de los
principios constitucionales, al gravar actividades lucrativas nacidas, desarrolladas y terminadas
dentro de su ámbito. Que los bienes así producidos puedan exportarse o estén destinados a la
exportación no obsta al ejercicio de aquella legítima potestad, porque no se ha gravado la
exportación misma ni el impuesto ha sido establecido con motivo o a raíz de ella. El tributo no
recae sobre el hecho del tránsito de la mercadería fuera del territorio provincial, sino sobre
una actividad lucrativa.
No se lesiona la facultad del Gobierno Nacional de reglar el comercio con las naciones
extranjeras y la consiguiente potestad de establecer las condiciones y requisitos del comercio
exterior, incluida la faz impositiva. Esa comercialización es una etapa posterior a la producción
misma operada en la provincia, y la potestad que la Nación tiene sobre aquella no autoriza esa
producción de riqueza en su ámbito territorial. Ello es una consecuencia natural del sistema
federal de gobierno.

BRESSANI
Hechos: Bressani le reclama a la Provincia de Mendoza la devolución de sumas de dinero
abonadas en concepto de impuestos establecidos por leyes provinciales, violatorios de los art.
9, 10, 11, 14, 16, 28, 31, 67 inc. 1 y 12 y 108 CN.
El actor al referirse a uno de los impuestos que impugna no lo tacha de desigual sino
solamente lo objeta como violatorio de la garantía de la libre circulación territorial. Importa un
impuesto al tránsito
CSJN: la CN ha querido hacer un solo país para un solo pueblo. No habría Nación si cada
provincia se condujera económicamente como una potencia independiente. Pero no se ha
querido hacer una Nación centralizada.
Cualquiera que sea el rasgo distintivo de la economía de las provincias, no pueden estas
encontrar en la interpretación de la CN un veto para la acentuación de ese rasgo y el
fortalecimiento de su riqueza característica, que es el fortalecimiento de la Nación.

CANDY
Hechos: Candy presentó un amparo para pedir la declaración de inconstitucionalidad de una
serie de leyes y decretos que le impedían aplicar el ajuste por inflación impositivo, teniendo en
cuenta la situación de emergencia económica y social del país en ese período.
CSJN: el Congreso Nacional tiene la atribución de elegir los objetos imponibles, determinar las
finalidades de percepción y disponer los modos de valuación de los bienes o cosas sometidos a
gravamen, siempre que no se infrinjan preceptos constitucionales.
Para que la confiscatoriedad exista debe producirse una absorción por parte del Estado de una
porción sustancial de la renta o el capital.
Ningún Estado puede ser viable si no cuenta con los recursos necesarios para llevar adelante
sus cometidos. Dentro de ellos, los tributos establecidos por el PL adquieren primordial
relevancia y tienen como lógico correlato el deber de los individuos de contribuir al
sostenimiento estatal.
El poder estatal de crear impuestos no es ilimitado en cuanto a la elección de la materia
imponible o a la cuantía, pues tiene un natural valladar en los preceptos constitucionales que
requieren que las contribuciones sean razonables en cuanto no han de menoscabar con exceso
el derecho de propiedad del contribuyente que debe soportarlas.

CERÁMICA SAN LORENZO


“no obstante que la CSJN sólo decide en los procesos concretos que le son sometidos, y su fallo
no resulta obligatorio para casos análogos, los jueces inferiores tienen el deber de conformar
sus decisiones a aquellas. Carecen de fundamento las sentencias de los tribunales inferiores
que se apartan de los precedentes de la CSJN sin aportar nuevos argumentos que justifiquen
modificar la posición sentada por el Tribunal superior”

CIC TRADING
Hechos: Cic Trading demanda al Estado Nacional la repetición de las sumas abonadas en
concepto del impuesto sobre los activos financieros en relación a los Bonex, impuesto de
emergencia que se aplicaría por única vez sobre los activos financieros existentes al 9/9/89.
Establece que las normas del decreto 560/89 y de la ley 23757 operarían con efectos
retroactivos. El hecho imponible del tributo tuvo lugar con anterioridad a la sanción de la
norma.
CSJN: en el caso la percepción de la renta (hecho imponible) se produjo con posterioridad a la
publicación en el BO de la ley que establecía el impuesto de emergencia, por lo que no se trata
de un supuesto de aplicación retroactiva de sus normas.

COBO DE MACCHI
Hechos: La ley sobre contribución territorial de Córdoba establece una tasa progresiva a partir
de 5 ½ °/00 del valor de la propiedad para inmuebles rurales avaluados hasta 10 mil pesos,
terminando en 20 °/00 para los que valgan 3 millones o mas. Este porcentaje se calcula
adicionando en una sola cantidad global las valuaciones de todos los inmuebles rurales.
La Sra. Cobo tenía una deuda y la pagó bajo protesta, alegando que la Ley provincial viola la
Constitución Nacional por dos razones:
1­desigualdad del impuesto según afecte a propiedad rural o urbana. Es un impuesto que
persigue la acumulación de grandes fortunas, poniendo a contribuir a los que todo lo tienen
para ayudar a los que nada poseen (son exacciones contra determinada clase de personas
arbitraria e ilegalmente agrupadas).
2­resulta confiscatorio: es elevado el porcentaje de renta que consume la tasa progresiva, es
una sustracción de la propiedad.
CSJN:
La Ley provincial no viola el Principio de Igualdad: es facultad del Congreso y Legislaturas
provinciales establecer categorías de contribuyentes no arbitrarias, todos los propietarios de
inmuebles rurales pagan igual impuesto cuando el valor del mismo ascienda a determinada
suma (impuesto progresivo) sin violar la igualdad.
El impuesto debe responder fundamentalmente a la finalidad de proveer de recursos al Estado
para atender a los servicios de la administración, pero ello no excluye la función subsidiaria de
fomento y asistencia social, siempre que no sea arbitraria o sectaria.
2­ la tasa del 20 °/00 cobrada a la actora en el caso es confiscatoria, absorbe más del 50 % de
las utilidades.
POR LO TANTO: Se declara que el impuesto cobrado por la Ley provincial es violatorio del Art.
17 de la Constitución Nacional. Se condena a la provincia de Córdoba a devolver a la señora la
suma reclamada.

DELFINO
Hechos: Prefectura impuso al vapor Bayen una multa de $50 por violar el reglamento del
puerto de la Capital Federal.
CSJN: el Congreso no puede delegar en el PE o en otro departamento de la administración
ninguna de las atribuciones o poderes que le han sido expresa o implícitamente conferidos.
No existe propiamente delegación sino cuando una autoridad investida de un poder
determinado hacer pasar el ejercicio de ese poder a otra autoridad o persona descargándolo
sobre ella. Existe una distinción fundamental entre la delegación del poder para hacer la ley y
la de conferir cierta autoridad al PE o a un cuerpo administrativo a fin de reglar los pormenores
y detalles necesarios para la ejecución de aquella. No ha sido definitivamente trazada la línea
que separa los importantes asuntos que deben ser regulados por la Legislatura misma de
aquellos de menor interés acerca de los cuales una provisión general puede ser hecha, dando
facultad o poder a los que deben cumplirlos bajo tal general provisión para encontrar los
detalles.
La CN confiere el poder de reglamentación tanto al Congreso como al PE. Al primero se lo
atribuye de dos modos distintos: en relación a objetos ciertos y determinados, o se lo concede
de un modo general e indeterminado para hacer todos los reglamentos que sean convenientes
para poner en ejercicio sus poderes. Y autoriza al PE para expedir las instrucciones y
reglamentos que sean necesarios para la ejecución de las leyes de la Nación, cuidando de no
alterar su espíritu con excepciones reglamentarias.
Cuando el PE es llamado a ejercitar sus poderes reglamentarios, no lo hace en virtud de una
delegación de atribuciones legislativas, sino a título de una facultad propia consagrada por la
CN, y cuya mayor o menos extensión queda determinada por el uso que de la misma facultad
haya hecho el PL.

DEVOTTO SOLARI
Hechos: Devotto Solari reclama la repetición del impuesto a las ganancias espontáneamente
abonado sobre los réditos obtenidos por la participación accionaria de la actora en un fondo
de inversión ubicado en EEUU.
Reclama que la ley que establece el IG se limita a alcanzar las rentas originadas en el exterior
pero sin efectuar las precisiones necesarias para su liquidación, por lo cual no se ajusta a los
requisitos constitucionales.
CSJN: es el factor subjetivo de la residencia lo que determina la gravabilidad de todas las
ganancias del sujeto pasivo con independencia del lugar donde las haya obtenido.
Corresponde al Congreso definir el concepto de residencia para que los sujetos abarcados por
el paguen IG sobre todas sus rentas, mientras que los no residentes pagaran solo por las
obtenidas dentro del país.
La residencia devino en un elemento relevante para la nueva definición del aspecto subjetivo
del hecho imponible.
El concepto de residencia puede diferir de la mera permanencia física del sujeto en el territorio
nacional para abarcar también otros elementos de necesaria regulación legislativa que amplían
o reducen su alcance, permitiendo contemplar situaciones tales como la permanencia sin
residencia, la doble residencia y la pérdida de la condición de residente.
La reserva de ley se erige como de cumplimiento inexcusable e ineludible no sólo para la
creación de impuestos, tasas y contribuciones sino también para la definición de los elementos
esenciales que componen el tributo, es decir, su hecho imponible, los sujetos alcanzados, los
criterios de medición y las exenciones. En esta materia la competencia del PL es exclusiva y su
omisión no puede ser salvada mediante la remisión a otros preceptos (por ejemplo, usar el CC
para definir residencia).
El Estado debe prescribir claramente los gravámenes y exenciones para que los contribuyentes
puedan fácilmente ajustar sus conductas respectivas en materia tributaria y se preserva la
seguridad jurídica.
El principio de legalidad como base de la imposición y las garantías constitucionales son los
límites en los cuales ha de detenerse el proceso interpretativo. El silencio o la omisión en una
materia como la impositiva requiere ser restrictivamente aplicada, no debe ser suplido por vía
de la interpretación analógica.

DIARIO PERFIL
Hechos: la actora pretendía obtener la restitución de las sumas de dinero abinadas en
concepto de anticipos del impuesto a la ganancia mínima presunta del ejercicio fiscal 1999.
CSJN: en el caso "Hermitage", la Corte tuvo en cuenta, en síntesis, que el mencionado tributo
se estructuró sobre la presunción de la existencia de una renta mínima –inferida por la
existencia o mantenimiento de activos­ y destacó que "la iniquidad de esta clase de previsión,
se pondría en evidencia ante la comprobación fehaciente de que aquella renta presumida por
la ley, lisa y llanamente, no ha existido”, por lo cual, ante la demostración de que los
resultados de la sociedad actora habían arrojado pérdidas, concluyó que, en tales condiciones,
"el medio utilizado por el legislador para la realización del fin que procura, no respeta el
principio de razonabilidad de la ley, y por lo tanto, las normas impugnadas son
constitucionalmente inválidas en su aplicación al caso".
La doctrina que surge de ese precedente no exige, de manera alguna, que deba demostrarse la
imposibilidad de que los activos generen la renta presumida por la ley ­o que no tengan
capacidad para hacerlo­ sino, simplemente, que esa renta, en el período examinado, no
existió.

DON UNANUE
Hechos: se ha cobrado un impuesto sobre locales para studs de $ 100 por cada caballo de
carrera que alojen. Unanué dice que este impuesto es ilegal pues en realidad constituye un
impuesto sobre los caballos que no esta autorizado por la Ley Orgánica Municipal. Además
repugnante al Principio de igualdad porque no se aplica a todas las caballerizas sino
exclusivamente a los destinados a caballos de carrera.
CSJN: Una Ordenanza que crea un impuesto no establecido por la ley municipal, no puede ser
revisado esto por la Corte, no afectan cuestiones constitucionales o leyes de carácter federal.
Si bien esto se ha sostenido en que el impuesto viola el articulo 67 inc. 27 C.N., la validez de la
Ordenanza no puede depender de la inteligencia de esta cláusula, sino de la interpretación que
hay que darle a la Ley municipal. Ilegalidad—no puede ser tratada en la Corte.
El Principio de Igualdad establece que en condiciones análogas deberán imponerse
gravámenes idénticos a los contribuyentes. Estas clasificaciones de bienes o personas deben
hacerse sobre bases razonables. En este caso no se viola el Principio de igualdad ya que todas
las caballerizas comprendidas en la denominación studs son gravadas sobre base uniforme (N°
de caballos de carrera que alojen). Hay motivos razonables para distinguir entre
establecimientos para caballos de tráfico común y aquellos que cuidan y albergan caballos de
carrera (vinculación de unos y otros con el interés público, cuidados especiales de los de
carrera, monto de la pensión etc.)

DUMIT
Hechos: el Presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura resolvió imponer una multa de
$1400 a la firma propietaria de la bodega Dumit y clausurarla además por un año. La actora
impugnó como inconstitucional la norma 14878 por considerar que permite aplicar penas sin
los recaudos del art. 18 CN.
CSJN: la clausura de los establecimientos que se hallen en infracción a que se refiere la norma
constituye una medida de índole estrictamente penal.
No resulta discutible la posibilidad de que organismos de carácter administrativo ejerzan
funciones jurisdiccionales.
La validez de los procedimientos administrativos se encuentra supeditada a que las leyes dejen
abierta la posibilidad de una revisión judicial ulterior. Máxime tratándose de la aplicación de
sanciones penales.
No cabe hablar de “juicio” si el trámite ante el órgano administrativo no se integra con la
instancia judicial correspondiente, ni de “juicio previo”, si esta instancia no ha concluido y la
sanción, en consecuencia, no es un resultado de actuaciones producidos dentro de la misma.

EL BAGUAL
Hechos: El Bagual inicia demanda contra la Provincia de Entre Ríos por repetición de una suma
de dinero pagado bajo protesto por la tasa de expedición de guías de traslado y consignación
de hacienda, creado por un decreto del PE provincial. Dicho decreto grava el traslado de
ganado cuando se realiza hacia fuera del territorio provincial y exceptúa del pago a las guías
que se expiden para el ámbito local.
Cuestión a resolver: decidir sobre la constitucionalidad del gravamen cuestionado ya que la
actora le atribuye carácter violatorio de los arts. 9, 10, 11 y 108 CN.
CSJN: la aplicación del decreto provincial afecta la supremacía de las normas constitucionales
ya que el otorgamiento al gobierno nacional de la facultad de reglar el comercio marítimo y
terrestre con las naciones extranjeras y de las provincias entre sí ha limitado las atribuciones
provinciales, que no pueden afectar el comercio o la libre circulación de sus mercaderías.

FERROCARRIL CENTRAL ARGENTINO


Hechos: el FCA demanda a la Provincia de Santa Fe por repetición de una suma cobrada a la
empresa en calidad de contribución directa por las propiedades y dependencias de la misma.
Es una empresa ferroviaria interprovincial que introduce al país gran capital y contrató con el
PE las condiciones de recíproca ventaja de la obra, acordándosele una exención. Santa Fe dice
que la empresa sólo está exenta de los impuestos nacionales, pero no de los provinciales.
Cuestión a resolver: establecer si el Congreso de la Nación tiene o no la facultad de eximir del
pago de impuestos creados por las provincias a los ferrocarriles cuya construcción autorice.
CSJN: el Congreso tiene el deber de proveer lo conducente a la prosperidad del país, al
adelanto y al bienestar de todas las provincias promoviendo la construcción de ferrocarriles
por leyes protectoras de estos fines, y por concesiones temporales de privilegios y de
recompensas de estímulo. La CN no ha establecido más limitaciones que la de que ellas sean
temporales.
Si para los fines del gobierno, de política, de reglamentación del comercio interprovincial o
simplemente como medio de estímulo para promover la construcción de un ferrocarril el
Congreso cree conveniente acordar el privilegio de la exención del pago de impuestos locales,
esta disposición será perfectamente constitucional, porque ella no importará sino el ejercicio
de una facultad del Congreso. Resolver lo contrario sería reconocer en los gobiernos de
provincia la facultad de anular o entorpecer los efectos de la legislación del Congreso.
La CN encarga al gobierno general promover todo lo concerniente al adelanto y al bienestar de
todas las provincias.
El Congreso no prohíbe que la Provincia de Santa Fe cree y cobre los impuestos que con
arreglo a sus propias instituciones pueda crear y cobrar; lo único que ha hecho la ley nacional
ha sido excluir del pago todo impuesto al ferrocarril.

FIBRACA
Hechos: La Municipalidad de Avellaneda promovió un incidente de verificación en la quiebra
de FILCROSA S.A., insinuando un crédito que mantenía en contra de la fallida por tasas
municipales. La Sindicatura, al contestar el traslado respectivo, opuso la defensa de
prescripción con sustento en lo establecido en el art. 4027, inc. 3°, del Código Civil
(prescripción quinquenal ­5 años­). Tanto el juez de la quiebra como la Cámara Nacional en lo
Comercial rechazaron dicha defensa, por considerar que la prescripción de los tributos
municipales se rige por lo dispuesto en las normas locales, sin que resulten aplicables las
disposiciones pertinentes del Código Civil, pues la reglamentación de tales gravámenes
constituye una facultad privativa de las provincias no delegadas al gobierno federal. Tal
decisorio motivó la interposición del recurso extraordinario por parte de la Sindicatura, cuya
denegación originó la queja consecuente.­
La cuestión litigiosa, en síntesis, consistía en determinar si la indiscutible facultad local de
establecer los tributos cuya verificación se solicitó (tasas) incluye la de fijar la prescripción de
los mismos o, por el contrario, ésta corresponde a la Nación de acuerdo a lo dispuesto por el
art. 75, inc. 12 °, de la Constitución Nacional (cláusula de los códigos).­
CSJN: Para resolver como lo hizo (hacer lugar a la queja y dejar sin efecto la sentencia
apelada), la Corte dijo:
Que las legislaciones provinciales que reglamentaban la prescripción en forma contraria a lo
dispuesto en el Código Civil son inválidas, pues las provincias carecen de facultades para
establecer normas que importen apartarse de la aludida legislación de fondo, incluso cuando
se trata de regulaciones concernientes a materias de derecho público local.­
Que la mencionada doctrina debía ser ratificada en el caso en discusión, puesto que la
prescripción no es un instituto propio del derecho público local, sino un instituto general del
derecho, lo que ha justificado que, en ejercicio de la habilitación conferida al legislador
nacional por el art. 75, inc. 12°, CN, éste no sólo fijara los plazos correspondientes a las
diversas hipótesis en particular, sino que también estableciera un régimen destinado a
comprender la generalidad de las acciones susceptibles de extinguirse por esta vía.­
Que el principio según el cual el órgano habilitado para generar una obligación debe
entenderse facultado para regular lo atinente a sus efectos y eventuales defensas del deudor,
debe ser interpretado a la luz de las normas que distribuyen tales competencias en la
Constitución de las que resulta que, con el fin de asegurar una ley común para todo el pueblo
de la Nación, las provincias resignaron a favor de las autoridades nacionales su posibilidad de
legislar de modo diferente lo atinente al régimen general de las obligaciones, una de cuyas
facetas es la relacionada con el instituto de la prescripción.­
Que del texto expreso del art. 75, inc. 12°, CN, deriva la implícita pero inequívoca limitación
provincial de regular la prescripción y los demás aspectos que se vinculen con la extinción de
las acciones destinadas a hacer efectivos los derechos generados por las obligaciones de
cualquier naturaleza. Y ello así pues, aún cuando los poderes de las provincias son originarios e
indefinidos y los delegados a la Nación definidos y expresos, es claro que la facultad del
Congreso Nacional de dictar los códigos de fondo, comprende la de establecer las formalidades
que sean necesarias para concretar los derechos que reglamenta y, entre ellas, la de legislar de
manera uniforme sobre los aludidos modos de extinción.­
Obiter dictum: Me pareció relevante: Que esta Corte ha admitido la aplicación de la legislación
civil al ámbito del derecho administrativo, proceder que ha justificado, en lo específicamente
referente al derecho tributario, en la circunstancia de que esta disciplina no está al margen de
la unidad general del derecho, ni es incompatible con los principios del derecho civil. Ello
limitado a los supuestos en los que no existen normas específicas que regulen la cuestión de
derecho público de que se trate.

FLEISCHMAN
Hechos: a la empresa Fleischman se le cobra un impuesto interno por el expendio del producto
Royalina por el período diciembre 1978 a diciembre 1979. Pide la devolución de las sumas
abonadas. La Corte debe dilucidar si el polvo Royalina está alcanzado por el impuesto interno
(que grava las bebidas gasificadas, los refrescos, los jarabes, extractos y concentrados no
derivados de la fruta, destinados a la preparación de bebidas sin alcohol).
CSJN: “no cabe aceptar la analogía en la interpretación de las normas tributarias materiales,
para extender el derecho más allá de lo previsto por el legislador (…) ni para imponer una
obligación, habida cuenta de la reiterada doctrina en el sentido de que atendiendo a la
naturaleza de las obligaciones discales, rige el principio de reserva o legalidad”.
El Estado debe prescribir claramente los gravámenes y exenciones para que los contribuyentes
puedan fácilmente ajustar sus conductas en materia tributaria.
El polvo Royalina no encuadra en sentido estricto dentro de la ley.

GUERRERO DE LOUGE
Hechos: la CABA envía una factura a la Sra. mediante la cual fija plazo de 3 días para pagar la
suma de 3.535 por un error de hecho en el cálculo de la tasa de ABL que ya había abonado en
el período 1987­1992.
CSJN: si bien el art. 165 de la ordenanza fiscal autoriza a la demandada (fisco) a revisar el valor
de los inmuebles, cuando existe un error u omisión de su parte no puede alegar error de hecho
advertido con posterioridad.
El pago que la actora efectuó ha tenido efecto cancelatorio de la obligación y está al amparo
de la garantía del art. 17 CN. La conducta de la demandada implica la violación de los más
elementales principios de buena fe.
La Corte desestima la queja planteada ya que en las condiciones relatadas es insuficiente para
habilitar la vía extraordinaria la mera invocación que hace la demandada de garantías
constitucionales, además de no estar sustentadas en un mínimo desarrollo que confiera
seriedad al agravio.

HARENGUS
Hechos: Harengus S.A. inicia demanda contra la Provincia de Santa Cruz a fin de que se declare
la inconstitucionalidad de la ley 2144. Señala como su principal objeto la captura de langostino,
merluza, calamar y otras especies aptas para el consumo humano, en especial para su
exportación, actividad que realiza dentro de los Golfos Nuevo y San Jorge (de jurisdicción
provincial y donde se pagan los correspondientes permisos y tributos) y en mar abierto, de
jurisdicción nacional. Dicha actividad se encuentra regulada por un conjunto normativo. De
estas normas puede deducirse el siguiente régimen: el dominio exclusivo de las provincias
dentro de las tres millas adyacentes a sus costas o de 12 millas entre cabos, y el dominio
exclusivo de la Nación entre las tres millas hasta la 200; en cuanto a la jurisdicción, es exclusiva
para la Nación dentro de estos últimos límites, y concurrente entre Nación y provincias en las
tres millas adyacentes a la costa. No obstante ello, la Provincia de Santa Cruz desplegó una
actividad legislativa exorbitante al dictar la ley en cuestión.
Cuestión a resolver: corresponde estudiar si la ley 2144 y la actividad fiscal de la demandada
avanzan sobre cuestiones reservadas a la autoridad nacional, como lo son las contenidas en los
artículos 9°, 13, 25, 67 inc. 12, 14 y 16 de la Constitución Nacional.
CSJN: son evidentes en la actualidad sus proyecciones sobre la economía del país y sobre el
consumo popular, de manera que al igual que lo recordó el Tribunal respecto de la ganadería,
la pesca se encuentra relacionada de forma directa y vital con fines federales de máxima
jerarquía. Parece evidente, entonces, que encuadra sin esfuerzo en la regulación del comercio
contenida en el artículo 67, inc. 12 y que su ejercicio, cuando ostenta características como las
que desarrolla en su actividad Harengus S.A., compromete para su acabado desenvolvimiento
otras facultades del Congreso de la Nación como es ­por ejemplo­ la regulación de la
navegación marítima. Por lo demás, el reconocido poder de reglar el comercio exterior
concebido como medio de promover el bienestar general (art. 67 inc. 16) se vería
sensiblemente afectado de reconocer validez a la legislación local contra la cual se opone otra
cláusula constitucional.
Parece impropio, entonces, segmentar la jurisdicción toda vez que la actividad pesquera de la
actora, por su naturaleza y por el ámbito en que se ejerce, no tolera un limitado continente
geográfico como podrían ser los límites provinciales.
Resulta claro que aunque no esté expresamente previsto en la Constitución, el poder de
regulación de la pesca integra el comercio en su concepción abierta y creciente y que su
legislación en situaciones semejantes excede el marco local y justifica la competencia nacional
porque se trata de uno de "los asuntos que los estados individuales, con sus limitadas
jurisdicciones territoriales, no están en condiciones plenas de regir".

HERMITAGE
Hechos: Hermitage inicia acciones contra el Estado Nacional por la inconstitucionalidad del
impuesto a la ganancia mínima presunta. Dicho impuesto se aplica sobre los activos valuados,
entre otros sujetos, por las sociedades domiciliadas en el país, por lo cual alcanza a la actora.
Cuestión a resolver: determinar si ese modo de imposición, en la medida en que no tiene en
cuenta el pasivo de los sujetos comprendidos en la norma y se desentiende de la existencia de
utilidades efectivas, resulta inconstitucional en tanto la actora ha demostrado que su
explotación comercial arrojó pérdidas.
CSJN: es necesario que el Estado prescriba claramente los gravámenes para que los
contribuyentes puedan fácilmente ajustar sus respectivas conductas en materia tributaria. La
ley cuestionada no contiene una redacción clara y precisa, circunstancia que demuestra una
deficiente técnica legislativa.
La denominación dada al gravamen por el legislador no es decisiva para definir el carácter de
éste, ya que debe estarse a la realidad de las cosas y a la manera cómo incide el tributo, de
modo que, ante la ausencia de correlación entre el nombre y la realidad, corresponde
desestimar el primero y privilegiar la segunda.
Escapa a la competencia de los jueces pronunciarse sobre la conveniencia o equidad de los
impuestos o contribuciones creados por el Congreso Nacional o las legislaturas provinciales.
Las facultades de los PL son amplias y discrecionales de modo que el criterio de oportunidad o
acierto con que las ejerzan es irrevisable por cualquier otro poder; tienen la atribución de
elegir los objetos imponibles, determinar las finalidades de percepción y disponer los modos
de evaluación de los bienes o cosas sometidos a gravamen siempre que, no se infrinjan
preceptos constitucionales.
No es objetable que el legislador al establecer un tributo utilice la técnica de las presunciones,
pero su uso debe ser limitado a aquellos casos en que existan circunstancias especialísimas
que lo justifiquen. Con esto se consigue seguridad jurídica indudable

HILERET
Hechos: los actores denuncian la inconstitucionalidad de la ley de impuesto a los azúcares de
la Provincia de Tucumán y piden la devolución del impuesto pagado en tal concepto.
Dicho impuesto adicional se aplicó sobre la totalidad de la cosecha correspondiente al año
1902, haciéndose un prorrateo y se calculó el consumo de toda la República sobre
determinadas fábricas, las que debían pagar por cada kilo de azúcar elaborada en tales
condiciones medio centavo, y 40 centavos por cada kilo que expendiesen sobre la cantidad
que respectivamente se les señaló.
Alegan su planteo en que la ley grava la libre circulación en todo el territorio de las República
de los productos nacionales, limita o prohíbe de hecho el ejercicio de una industria lícita y
quebranta el principio de igualdad en el impuesto pues el medio centavo por kilo no recae
uniformemente sobre igual número de toneladas por cada uno de los fabricantes
comprendidos sino que establece diferencias arbitrarias entre ellos.
CSJN: Si el art. 14 de la Constitución acuerda estos derechos, es conforme a las leyes que
reglamentan su ejercicio, de cuya cláusula se pretende derivar para la provincia de Tucumán,
la facultad de limitar y de prohibir, según lo tenga a bien, en ocasiones dadas, el ejercicio de
esos derechos; pero esto seguramente no es exacto, ni conciliable con la prescripción del art.
28 de la Constitución, que declara: que "los principios, garantías y derechos reconocidos en los
arts. anteriores (entran en esta designación los arts. 14 y 16) no podrán ser alterados por leyes
que reglamenten su ejercicio".
Que en presencia de esta terminante disposición de la Constitución ¿como puede ser de modo
alguno correcto, que si no es posible tanto a los poderes nacionales, como a los de las
provincias, que tienen que dictar sus Constituciones de acuerdo con los principios,
declaraciones y garantías de la Constitución Nacional (art. 5° de ella) alterar estos principios,
garantías y derechos, con leyes que reglamenten su ejercicio, ha de serles permitido prohibir y
extinguir parcialmente que sea con leyes reglamentarias, el ejercicio de esos mismos
derechos?
Porque es evidente que si una ley de carácter reglamentario no puede ni debe
constitucionalmente alterar el derecho que está llamada a reglamentar, es porque debe
conservar incólume y en su integridad ese derecho, lo que vale decir, que no debe ni puede
degradarlo y mucho menos extinguirlo en todo o en parte; ningún otro que éste puede ser el
alcance que los constituyentes han querido dar al art. constitucional de que se trata.
La ley está viciada con la tacha de inconstitucionalidad, desde que es imposible armonizar ni
encuadrar su disposición en las declaraciones que contiene el art. 16 de la Constitución,
cuando prescribe que: "todos los habitantes de la Nación son iguales ante la ley", y muy
especialmente que "la igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas", porque en
verdad no hay la posibilidad de convencer a nadie de que la manifiesta desigualdad del
número de toneladas que fija la ley y sirve de base para el cobro del impuesto de medio
centavo por kilo a cada industrial de Tucumán, sea "la igualdad, base del impuesto y de las
cargas públicas", de que habla y prescribe el art. constitucional citado.

HORVATH
Hechos: el gobierno nacional, a través del congreso de la nación impone a sus habitantes un
empréstito forzoso, denominado “ahorro forzoso”. Se establecía el pago de una determinada
suma de dinero al estado que posteriormente seria devuelta más un interés, todo ello
dependiendo del éxito del plan económico elaborado para frenar la inflación (Plan Austral, año
1985).
El monto a abonar por los contribuyentes sería fijado teniendo presente las declaraciones
juradas del año anterior, pero otorgándosele a los contribuyentes la oportunidad de probar
que su situación económica, es decir, su capacidad contributiva, había cambiado o
desaparecido. Por ello el actor solicita se declare inconstitucional por atacar un periodo fiscal
ya finalizado , además de entender que , en caso de que se considere un empréstito y no un
impuesto , este deviene inconstitucional toda vez que estos deben ser voluntarios ya que nada
autoriza al gobierno a una confiscación temporal de bienes .
CSJN:
­ La determinación de tales importes a entregar al estado se efectuaría sobre la "capacidad de
ahorro" de los obligados al pago, que la ley presumió sobre la base de la ganancia neta del
ejercicio fiscal ultimo y que al cabo de sesenta meses de realizados los depósitos las sumas
"ahorradas" se reintegrarían con más un interés.
­ La ley presumió que la aptitud económica de los contribuyentes verificada en el período
anterior subsistía en los ejercicios en los que eran aplicables sus disposiciones. Pero ello no
significa gravar el periodo anterior, sino simplemente utilizar como supuesta base válida, real y
utilizable al día de la sanción de la ley. Además tal presunción no obstaba a la posibilidad de
demostrar modificaciones en la "capacidad de ahorro". Ello fue reglamentado por el decreto
2073/85. Ello resulta razonable, toda vez que toma en consideración una inferencia lógica a
partir de las propias declaraciones juradas
­ El " empréstito forzoso" que se analiza no admite una consideración escindida respecto de las
instituciones tributarias. Aquél participa de la naturaleza de éstas, pues se halla en relación de
especie a género con respecto al tributo. La obligación que el Estado impone al contribuyente
al establecer un régimen de "empréstito forzoso" es válida en la medida en que lo sea como
obligación tributaria.
­ Los impuestos no son obligaciones que emerjan de los contratos sino que su imposición y su
fuerza compulsiva para el cobro son actos de gobierno y de potestad pública.
­ La posterior restitución de importes no desvirtúa la indicada naturaleza tributaria de la
obligación de dar sumas de dinero al Estado.

IMPRESIT SIDECO
Hechos: la actora persigue la repetición de una suma de dinero pagada a la Provincia de
Buenos Aires en concepto de impuesto a las actividades lucrativas por las obras realizadas en
la ruta nacional nº 9. Sostiene la improcedencia del gravamen en razón de que las obras se
efectuaron en una zona de utilidad nacional vinculada al comercio interprovincial.
CSJN: la CN contiene distribución de la potestad tributaria entre el Gobierno Federal y las
Provincias que no puede confundirse con el reparto de las atribuciones que hace en otras
materias.
La Provincia ha ejercido en el caso la atribución que le compete en razón de principios
constitucionales y legales al gravar una actividad lucrativa cumplida dentro de su jurisdicción.
La circunstancia de que la obra así construida esté destinada a servir para las comunicaciones
interjurisdiccionales no impide el ejercicio de aquella potestad tributaria, porque como ya se
ha dicho no se ha gravado el transporte mismo ni el tributo ha sido creado por motivo o a raíz
del fin vial. En otros términos, el gravamen no se aplica al hecho del tránsito sino simplemente
sobre una actividad lucrativa, en tanto y en cuanto se ha desarrollado en la Provincia y con
prescindencia de su ulterior destino.

INDUNOR
Hechos: Indunor inicia demanda contra la Provincia de Chaco pidiendo la devolución del
impuesto local a las actividades lucrativas que ha incidido sobre los ingresos de aquella
sociedad, provenientes de la venta de extracto de quebracho en el mercado internacional.
Cuestión a resolver: se debe juzgar si la provincia tiene atribuciones para percibir la gabela
tomando como materia imponible la totalidad de la actividad lucrativa con prescindencia del
destino final de la mercadería; o sí, por el contrario, debe prescindir de la parte de dicha
actividad desarrollada dentro de sus límites cuyos productos fueron vendidos fuera del país.
CSJN: las provincias conservan todas las facultades no delegadas a la Nación y pueden
establecer libremente impuestos sobre todas las materias no reservadas expresamente a la
Nación por la Constitución. Sus facultades son amplias y discrecionales y el criterio con que las
ejerzan es irrevisable por cualquier otro poder, salvo su constitucionalidad o
inconstitucionalidad.
Las atribuciones impositivas locales sólo pueden considerarse restringidas por la voluntad
expresa de los constituyentes y encuentran sus límites en los principios básicos de la CN. En el
caso particular, el que se vincula a la libre circulación de la riqueza en las transacciones
interprovinciales e internacionales que no pueden verse afectadas o perturbadas por las
regulaciones locales.
Es facultad de las provincias elegir el método adecuado para la determinación del impuesto,
pudiendo hacerlo por medio de éste o cualquier otro que le permita establecer el quántum de
la actividad desarrollada dentro de su territorio. La gabela asó percibida será válida y legítima
en tanto no grave específicamente actividades extraterritoriales y no se imponga con motivo o
como requisito para permitir la salida de los productos del ámbito territorial.

INSUA
Hechos: Juan P. Insua formulo ante la Dirección General Impositiva reclamo de repetición de
los importes que abonara en concepto de impuesto de emergencia a los activos financieros.
Ello con fundamento en que el gravamen (cuyo ley de creación se publico en el Boletín Oficial
el 09 junio 1982), al volver retroactivamente sobre un ejercicio fiscal vencido (31 diciembre
1981), generaba un menoscabo de derechos adquiridos por el contribuyente, en razón de
haber este satisfecho sus obligaciones tributarias por tal periodo (impuestos a las ganancias
Ley 20628 e impuesto al patrimonio neto ley 21282), en un todo de acuerdo con la legislación
vigente a la fecha a que pretendía retrotraerse el nuevo impuesto.
CSJN: 1) La exención del impuesto al patrimonio neto al 31 diciembre de 1981, con referencia a
los bienes que el organismo recaudador pretende gravar con el impuesto de emergencia a los
activos financieros se torna inoperante ya que incide el tributo sobre una situación jurídica
consumada y extinguida bajo el imperio de la ley 21282.
2) No entra en discusión la discrecionalidad legislativa en virtud de la cual se deja sin efecto en
materia de impuestos una exención para el futuro, lo que se afirma, de acuerdo a la doctrina
de la Corte, es que quien realizo un acto licito al amparo de un beneficio legal y teniéndolo
probablemente en cuenta en el calculo de sus legitimas ganancias, no puede ser privado del
mismo por una ley posterior sin afectar el derecho de propiedad (art. 14 CN).
3) Al momento de verificarse el hecho imponible, la determinación debía realizarse teniendo
en consideración el régimen especial vigente (art. 17 CN) ya que, toda vez que bajo la vigencia
de un sistema de excepción como el examinado, el particular cumplió con todos los requisitos
aptos y obligaciones sustanciales y requisitos formales en el previstos para ser titular de un
derecho, debe tenérselo por adquirido e inadmisible su supresión por una norma posterior sin
agraviar el derecho constitucional de propiedad.
4) El principio de legalidad posee en materia tributaria un sentido más amplio ya que el
requisito de reserva de ley en la materia, propio del régimen republicano y del estado de
derecho, no se agota en que una norma jurídica con la naturaleza de ley formal tipifique el
hecho que se considerará imponible, si no que requiere además que esa ley sea anterior al
momento de la consumación de la incidencia tributaria, entendida la garantía constitucional
como una limitación, tanto para la creación de nuevos tributos, cuanto para el agravamiento
de los existentes.
5) Que al no mediar observaciones al mencionado pago de dicho impuesto el contribuyente
adquirió un derecho inalterable con respecto a la obligación tributaria que goza del amparo
constitucional y ante lo cual deviene inaplicable el gravamen de emergencia a los activos
financieros en tanto alcanza en este caso a los bienes exentos del tributo creado por la 21282.

IRIZAR
Hechos: se presenta José Manuel Irizar e inicia demanda contra la Provincia de Misiones a fin
de que se declare la inconstitucionalidad de la ley 2256 que contraría, a su juicio, los arts. 9,
10, 11, 14, 17, 18 y 28 de la Constitución Nacional por cuanto supedita el trámite de las
solicitudes de guías forestales a que el peticionario acredite que ha satisfecho las tasas
municipales e impuestos provinciales que afectan las tierras en la que se realiza la explotación.
Dice que es propietario de un inmueble, ubicado en el departamento de El Dorado, donde
lleva a cabo una producción agrícola forestal en el marco de una serie de planes aprobados por
el gobierno de esa provincia. Dice que en pleno desarrollo de los trabajos de forestación, las
autoridades pertinentes, basándose en la norma legal citada, se negaron a extenderle las guías
forestales necesarias para la extracción y comercialización de la madera de su propiedad, con
el consiguiente perjuicio para la explotación.
Cuestión a resolver: decidir si la ley 2256, con el objeto de asegurar el cumplimiento de
obligaciones tributarias, condiciona el transporte de los productos forestales que en el
ejercicio de su actividad específica explota la parte actora. Para ello es necesario considerar si
esa disposición fue dictada en el marco de las atribuciones propias de la Provincia de Misiones.
PROCURADOR: la Corte ha reconocido a los estados provinciales poderes atribuidos para el
cumplimiento de sus fines, en virtud de los cuales puede intervenir, por vía reglamentaria, en
el desenvolvimiento de ciertas industrias y actividades a efectos de restringirlo o encauzarlo en
la medida en que lo exijan la defensa y el afianzamiento de la salud, el orden público o aún los
intereses económicos de la colectividad. También, es reconocida la facultad de los estados
provinciales para establecer impuestos locales y, en general, todas las contribuciones que
juzguen conducentes a su bienestar y prosperidad, sin más limitaciones que las enumeradas en
el artículo 108 de la Constitución y con exclusión de aquellas que han sido reservadas para el
Gobierno de la Nación.
Al respecto, de acuerdo con los artículos 104 y 105 de la Constitución Nacional, las provincias
se hallan facultadas para crear impuestos sobre todas las cosas que forman parte de su riqueza
general, la elección de objetos imponibles, la determinación de los medios para distribuirlos en
la forma y alcance que les parezca más conveniente e incluso las formalidades de percepción y
las acciones judiciales para hacerlo efectivo. Sobre su conveniencia o inconveniencia, así como
sobre su monto, el Poder Judicial de la Nación es incompetente para pronunciarse y lo atinente
a ello queda librado a la sabiduría y prudencia de la Legislatura local. Ello no obsta a que sean
susceptibles de ser cuestionadas en cuanto a su constitucionalidad.
Debe radicar su examen y pronunciamiento en la conformidad que de acuerdo con los
artículos 28 y 31 de la Constitución Nacional deben guardar con ella las leyes, de modo tal que
el ejercicio de esas amplias facultades discrecionales, sea dentro de la esfera del poder de
policía o de la del poder impositivo, se compatibilicen con el respeto a las garantías
individuales que consagra la Constitución Nacional. Aun cuando estas últimas, también es
sabido, no son absolutas.
Habrá de distinguirse entre el poder de policía y el poder impositivo, ya que mientras este
último es ejercido con el propósito de obtener rentas, sujeto a las limitaciones
constitucionales, aquél se ejerce únicamente con el fin de promover el bienestar público, y,
aunque este fin puede ser alcanzado mediante la imposición de gravámenes o la exigencia de
permisos para el ejercicio de una actividad industrial o comercial, el objeto debe ser siempre la
regulación y no la obtención de renta; por consiguiente, las restricciones del poder impositivo
no le son aplicables.
Y si bien V.E. ha destacado que, conjuntamente con su esencial propósito de allegar fondos al
tesoro público, los tributos constituyen un valioso instrumento de regulación de la economía,
complemento necesario del principio, con raigambre constitucional, que prevé atender al bien
general (art. 67, inc. 2° de la Constitución Nacional) al que conduce la finalidad de impulsar el
desarrollo pleno y justo de las fuerzas económicas, tal finalidad no puede reconocer, en mi
parecer, un alcance de tal entidad que desnaturalice los principios que informan a una y otra
potestad y en virtud de los cuales el poder de policía se ejerce para obtener el bienestar
público en forma directa.
De esto resulta que ambos poderes coexisten pero de ninguna manera el poder de policía
depende del impositivo aún cuando lo recaudado en virtud de este último pueda ser
destinado a regulaciones de aquella índole.
CSJN: esta Corte ha reconocido a los estados provinciales poderes para el cumplimiento de sus
fines por los que les es dable intervenir por vía reglamentaria en el desenvolvimiento de
ciertas industrias y actividades en la medida en que lo exijan la defensa y el afianzamiento de
la salud, el orden público o los intereses económicos de la comunidad.
Se han admitido desde antiguo sus facultades impositivas para establecer tributos locales y
todas las contribuciones que conduzcan al logro de su bienestar y desarrollo provenientes de
lo dispuesto en los arts. 121 y 122 de la Constitución Nacional, los que pueden recaer sobre
todas las cosas que forman parte de su riqueza general. Esas facultades conllevan la elección
de los objetos imponibles, la determinación de los medios para distribuirlos en la forma y
alcance que les parezca más conveniente y, en tanto no contraríen principios consagrados en
la Ley Fundamental, pueden ser ejercidas en forma amplia y discrecional.
El poder de policía ha sido definido como la potestad reguladora del ejercicio de los derechos y
del cumplimiento de los deberes constitucionales del individuo, la que para asumir validez
constitucional debe reconocer un principio de razonabilidad que disipe toda iniquidad y que
relacione los medios elegidos con los propósitos perseguidos
Constituye un exceso de las facultades reglamentarias del ejercicio del poder de policía de
seguridad del tráfico de bienes (arts. 104, 108 y 67, inc. 11, de la Constitución Nacional y texto
anterior) que el procedimiento establecido a dichos fines opere en sí mismo como "una causa
de ingresos fiscales, o modo de controlar el pago de otros gravámenes". Ello "no es razón
suficiente para allanar el contenido de cláusulas constitucionales de cumplimiento ineludible".

LAPIDUZ
Hechos: la Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de Rosario ­al confirmar la
sentencia de la anterior instancia­ admitió la demanda de amparo y, en consecuencia, ordenó
que el ente fiscal se abstuviese de clausurar el local comercial de la actora hasta tanto fuese
debatida y resuelta, con sentencia judicial firme, la procedencia de dicha sanción que fue
aplicada por la Dirección General Impositiva con sustento en el art. 44 de la ley 11.683.
CSJN: si bien la jurisprudencia de esta Corte ha admitido la actuación de cuerpos
administrativos con facultades jurisdiccionales, lo hizo tras establecer con particular énfasis
que la validez de los procedimientos se encontraba supeditada al requisito de que las leyes
pertinentes dejaran expedita la instancia judicial posterior. Señaló que este requisito adquiere
particular relevancia cuando, como en el sub lite, la resolución administrativa contiene la
aplicación de sanciones penales.

LOPEZ LOPEZ
Hechos: el actor, solicita la inconstitucionalidad de la ley 5442 y su decr. regl., por
considerarlos violatorios del Código Civil ­en cuanto regula el derecho de propiedad­ y de los
arts. 14, 17, y 67 inc 11 ­hoy 75 inc. 12­.
El actor ­propietario de un campo inexplotado­, afirma que se ve obligado por dicha normativa,
a invertir un equivalente al 60 % del avalúo fiscal en el plazo de tres años, lo que vulnera su
derecho de propiedad. Sostiene que dicha obligación de invertir, impuesta compulsivamente,
puede causar la pérdida de dominio sin tomar en cuenta la aptitud productiva de las tierras.
Afirma que la no inversión, acarrea como sanción un recargo que, absorbe el 45 % del avaluó
fiscal.
Sostiene que la ley 5442 no constituye legislación impositiva, toda vez que no tiene en cuenta
la capacidad económica de los propietarios, ni la naturaleza de las tierras (dado que omite
considerar la capacidad contributiva y la generación de riqueza).
CSJN: la garantía de la igualdad de las cargas públicas no impide que la legislación considere de
manera diferente situaciones que estime diversas de modo tal que, de no mediar
discriminaciones arbitrarias, se creen categorías de contribuyentes sujetos a tasas diferentes.
Si bien todo impuesto tiene que responder a una capacidad contributiva, la determinación de
las diversas categorías de contribuyentes puede hacerse por motivos distintos de la sola
medida de su capacidad económica. Puede considerarse no solo la mayor o menor capacidad
contributiva de cada uno, sino también un mayor o menor deber de contribuir, que no sólo
tiene como razón de ser la capacidad económica de quien contribuye. Por las características de
los bienes, por el modo de poseerlos o exportarlos, por la mayor o menor vinculación del
dueño con el país en que la riqueza gravada tiene su asiento o su fuente, por la clase de
actividad que con ella se realiza, etc., ese deber puede ser mayor habiendo de por medio
valores económicos iguales a los de otros contribuyentes a quienes se cobra menos y
viceversa.
El Congreso Nacional o las legislaturas provinciales tienen la atribución de elegir los objetos
imponibles, determinar las finalidades de percepción y disponer los modos de valuación de los
bienes o cosas sometidos a gravamen siempre que no se infrinjan preceptos constitucionales.
Para que la confiscatoriedad exista debe producirse una absorción por parte del Estado de una
porción sustancial de la renta o el capital, y que a los efectos de su apreciación cuantitativa
debe estarse al valor real del inmueble y no a su valuación fiscal y considerar la productividad
posible del bien.

MASOTTI DE BUSSO
Hechos: La Provincia de Buenos Aires graba con un impuesto adicional del tres por mil a los
inmuebles cuya valuación este comprendida entre 1.000.00 y 2.000.000 pesos, los actores
poseen un campo en condominio cuya valuación es de 1.158.500 pesos pero sostienen que fue
violatorio al principio de igualdad, al exigirles el impuestos sobre el valor en conjunto que
excede el valor correspondiente a las partes.
CSJN: la contribución territorial se mide por el valor de la propiedad inmobiliaria en razón de la
cual se lo establece, pero el objeto del gravamen no es el inmueble considerado en sí mismo
sino la capacidad tributaria que comporta el ser alguien ­persona de existencia visible o
persona jurídica­ propietario de él, esto es titular de la riqueza que dicho inmueble constituye.
De la igualdad, que es la base del impuesto (art. 16 de la Constitución) no se puede juzgar
adecuadamente si ante todo no se considera la condición de las personas que lo soportan en
orden al carácter y magnitud de la riqueza tenida en vista por el gravamen. La relación del
impuesto territorial con el inmueble que constituye su materia debe subordinarse, en
consecuencia, a los principios que rigen su relación con el contribuyente.
Que uno de esos principios es el de que a igual capacidad tributaria, con respecto a la misma
especie de riqueza el impuesto debe ser, en las mismas circunstancias, igual para todos los
contribuyentes.
El art. 1 inc. 5, de la ley 4204, tal como ha sido aplicado en el caso de autos es violatorio a los
principios enunciados puesto que se ha cobrado el impuesto sin tener en cuanta la capacidad
contributiva de cada condómino no puede medirse por el valor total del condominio del cual
participa, si no únicamente por la porción que a el le corresponde.

MATALDI SIMÓN
Hechos: Una ley de la Provincia de Bs. As. establecía un gravamen, el cual recaía sobre el
precio de venta de los productos en ella alcanzados, en donde, aparte, se estaba incluido un
impuesto Nacional de $1 por litro de alcohol. Asimismo la citada Ley establecía un gravamen
al valor de venta de la mercadería por toda transacción que se realice fuera de la provincia,
cuando los productos hubieren sido elaborados en ella.
CSJN: los tributos indirectos al consumo interno pueden ser constitucionalmente establecidos
por la Nación y por las provincias, en ejercicio de facultades concurrentes y sin óbice alguno
determinado por incompatibilidades de orden institucional. El poder impositivo del gobierno
central a este respecto, así como la potestad concurrente de los estados para establecer los
mismos gravámenes sobre la misma materia imponible se ha derivado de la inteligencia
atribuida a la cláusula del art. 4 CN. que dice: "De las demás contribuciones que equitativa y
proporcionalmente a la población imponga el Congreso General", interpretándose por
consideraciones de orden jurídico y fundamentos de carácter económico, que si bien dicha
cláusula no encierra una delegación de poder expreso a favor de la Nación contiene la facultad
implícita de crear y percibir los referidos impuestos federales al consuno.
La facultad constitucional de la Nación relativa a estos impuestos, sea cual fuere la amplitud
que se le asigne, no tiene sin embargo, los caracteres de exclusividad con que se le han
acordado otros, tales como los referentes a la organización tributaria aduanera, derechos de
importación y de exportación, renta de Correos, etc., con relación a los cuales existe la
delegación expresa de poderes que no comprende el gravamen de los consumos internos,
debiendo deducirse, en consecuencia, que las provincias conservan al respecto virtuales
facultades impositivas y pueden ejercitarlas en concurrencia con las de la Nación, dentro del
alcance y con las limitaciones determinadas por la ley fundamental.
No obstante el armónico equilibrio que doctrinariamente presupone el funcionamiento regular
de las dos soberanías, nacional y provincial, en sus actuaciones respectivas dentro del sistema
rentístico de la Constitución, no puede desconocerse que su régimen efectivo determina una
doble imposición de gravámenes con la que se afectan en determinadas circunstancias
importantes intereses económicos y se originan conflictos de jurisdicciones fiscales que no
siempre es dado dirimir con la eficacia debida.
Al legislar la provincia, gravando operaciones realizadas fuera de su territorio, actúa mas allá
de su potestad jurisdiccional, invade otras jurisdicciones, afecta la circulación territorial de sus
productos, dicta reglas a su comercio Interprovincial, y en fin, extiende su poder impositivo
hasta superpones un gravamen local sobre un impuesto incorporado a las rentas fiscal de la
Nación. Ni a esta ni a los estados puede serle permitido computar un impuesto como parte de
precio de un producto para incidir sobre él un nuevo gravamen. Asimismo, la jurisprudencia de
la corte ha dicho en numerosos fallos que los impuestos establecidos por una provincia sobre
productos que son objeto de venta u otros negocios fuera de la jurisdicción de la misma, es
violatorio de la Constitución Nacional.

MELO DE CANÉ
Hechos: la Señora Melo ha instituido legado a favor de las iglesias del Pilar y San Antonio de
Areco.
La Dirección General de Educación de la Prov. Solicito el pago del impuesto correspondiente al
50 % sobre el importe de dichos legados (ley de educación Art. 62 inc. 3° establece el 50 % de
impuesto de toda institución a favor del alma o establecimiento religioso).
CSJN: la igualdad de los impuestos requerida por el art. 16 de la ley fundamental, no se opone
a la clasificación en categorías de contribuyentes.
Es insostenible que cualquier impuesto por moderado que fuere, a instituciones nacionales o
federales, aún de carácter administrativo o creados por las leyes del congreso y sometidos en
todo al imperio de ellas, importe un entorpecimiento a la marcha de esas instituciones y se
encuentre, por tal motivo, fuera de los poderes impositivos de las provincias.
El poder de crear impuestos está sujeto a ciertos principios que se encuentran en su base
misma, y entre otros al de que ellos se distribuyan con justicia; habiéndose observado con
fundamento que las imposiciones que prescindan de aquellos, no serían impuestos sino
despojo.

MONTARCÉ
Cuestión a resolver: consiste en determinar si los tributos objeto de repetición, abonados por
el contribuyente con motivo de la importación de discos clásicos, etc., para uso propio, afectan
los art. 4, 17 y 67 inc. 16 CN, por exceder las alícuotas aplicables, en su conjunto, el 33% del
valor de los mismos.
CSJN: la Corte tiene declarado que determinado impuestos, en la medida que exceden el 33%
de su base imponible, afectan la garantía de la propiedad, por confiscatorios. Pero esto no es
aplicable cuando se trata de tributos que gravan la importación de mercaderías.
El poder fiscal tiende ante todo a proveer de recursos al tesoro público, pero constituye,
además, un valioso instrumento de regulación económica que a veces linda con el poder de
policía y sirve a la política económica del Estado, en la medida que corresponde a las
exigencias del bien general. Las manifestaciones de ese poder convergen hacia la finalidad
primaria de impulsar un desarrollo pleno y justo de las fuerzas económicas.
El uso que haga el Congreso del poder de proveer lo conducente al progreso de la ilustración
que la CN le atribuye, es exclusivamente suyo en tanto y en cuanto las medidas con ese objeto
adoptadas encuentren apoyo en valoraciones razonables del legislador, dirigidas a consolidar
el bien general de los habitantes de la República sin injusta restricción de sus derechos.

MOOS ELÍAS
Hechos: Moos inicia demanda contra la Provincia de Buenos Aires por repetición. Es
propietaria de una barranca de cueros donde deposita y clasifica el material que adquiere para
su posterior venta y entrega que, en una importante proporción, se vente al exterior. Inicia la
acción porque la Dirección General de Rentas de la Provincia le quiere aplicar el impuesto a las
actividades lucrativas sobre operaciones de venta de cueros con destino al extranjero.
CSJN: admite la facultad de las provincias de gravar las actividades generadoras de riqueza que
se originan en su jurisdicción, recordando que conjuntamente su esencial propósito de allegar
fondos al tesoro público, el impuesto constituye un valioso instrumento de regulación de la
economía.
Ese derecho no puede llegar a afectar el comercio internacional o interprovincial. En el caso no
acontece tal situación porque no se limita la actividad exportadora de Moos ya que el
impuesto recae sobre las mercaderías cuyas ventas se realizan acá y en el extranjero. La gabela
resulta válida porque no grava específicamente actividades extraterritoriales y no se impone
como motivo o requisito para permitir la salida de los productos del ámbito provincial.
No se compromete la facultad del gobierno nacional de reglar el comercio con las naciones
extranjeras pero ello no importa desconocer las facultades que las provincias tienen sobre la
producción de riqueza en su territorio, sino que es una consecuencia natural del sistema
federal de gobierno.

MUNICIPALIDAD DE LAPRIDA C/UBA


Cuestión a resolver: precisar si el establecimiento rural, perteneciente a la Facultad de
Ingeniería de la UBA puede quedar comprendido en el concepto de establecimiento de utilidad
nacional.
CSJN: Las exenciones no han de entenderse indiscriminadas y absolutas, sino revistiendo
carácter excepcional, por lo que es menester que se las juzgue atendiendo a las circunstancias
de la especie, a la naturaleza de la actividad desarrollada por la institución que las invoca, a la
índole del tributo exigido y a los distintos hechos jurídicos tributarios a que responden las
diversas clases de imposiciones, so pena de coartar las facultades impositivas de las provincias
que éstas deben ejercer en su ámbito propio en tanto no hayan sido delegadas en el Gobierno
federal. Tales principios rigen también respecto del poder impositivo de las municipalidades en
tanto éstas no son más que delegaciones de los poderes provinciales circunscriptas a fines y
límites administrativos que la Constitución ha previsto, como entidades del régimen provincial
y sujetas a su propia legislación (art.5°), para lo cual ejercen facultades impositivas y
coextensivas en la parte de poder que para este objeto le acuerdan las constituciones y leyes
provinciales, en uso de un derecho primordial de autonomía.
El criterio para aceptar o excluir el ejercicio de poderes provinciales en lugares sometidos a
jurisdicción federal por interés nacional, es precisamente el de la compatibilidad con dicho
interés. Como el ejercicio de una facultad por la provincia en los enclaves de la jurisdicción
federal incide siempre en éstos, la pauta no es su incidencia sino la “compatibilidad” con lo
afectado inherente a esa utilidad nacional o con las actividades normales que la actividad
nacional implique, conforme a los arts. 2° y 3° de la ley 18.310. Debe concluirse que si esa
facultad provincial no condiciona, menoscaba o impide el interés nacional, es compatible con
él. Los tres efectos censurados, en cuanto disputan en diverso grado su primacía al interés
nacional, indican que el ejercicio del poder provincial es incorrecto.

MUNICIPALIDAD DE ROSARIO
Hechos: la Municipalidad solicita la declaración de inconstitucionalidad de una serie de
decretos y leyes provinciales que creaba el “Fondo de Asistencia Educativa” que tenía la
finalidad de “asegurar el mantenimiento, ampliación y construcción de todos los edificios
escolares de propiedad provincial, municipal o comunal cuya ejecución no tomara el Poder
Ejecutivo por intermedio de los organismos correspondientes y contribuir al equipamiento de
las escuelas ubicadas en su jurisdicción. El Fondo se integraba con el 10 % de las rentas anuales
de los municipios las cuales eran retenidas por la Provincia de los montos que les
correspondieran a los municipios en concepto de coparticipación de impuestos.
104, 105 y 106.
CSJN: no corresponde a la Nación decidir acerca de la correlación, interdependencia y
conformidad entre sí de las leyes provinciales respecto de la Constitución Provincial siempre y
cuando no se violen los principios y garantías establecidos de la Constitución Nacional de
conformidad con su art. 31. Si bien su art. 5 (CN) ordena el establecimiento del régimen
municipal en las provincias como requisito de su autonomía, no les prefija un sistema
económico financiero al que deban ajustar la organización comunal, cuestión que queda en la
órbita de sus facultades por los arts. 104, 105 y 106 de la CN.
La actora sólo invocó el peligro de su subsistencia como comuna pero no probó el gravamen
en el caso concreto, cuestión que era insuficiente para fundar la declaración de
inconstitucionalidad de una norma. Por último señaló que la normativa impugnada no
contrariaba la Constitución provincial y está no había sido cuestionada por la actora.

NAVARRO VIOLA
Hechos: la ley 22.604 estableció un impuesto de emergencia que debía aplicarse en todo el
territorio de la Nación, por única vez, sobre los activos financieros existentes al 31/12/1981.
La actora poseía, a dicha fecha, acciones, que fueron donadas el 5/4/1982. Sancionada la ley,
la actora pagó el tributo correspondiente, e interpuso luego el reclamo de repetición.
En este caso, los bienes cuya titularidad configura el hecho imponible no integran el
patrimonio del sujeto pasivo al momento de entrar en vigor la citada ley.
El Fisco Nacional sostiene que dicha ley no excluye del ámbito del gravamen a aquellos bienes
que no integraban el patrimonio del contribuyente en el momento de sancionarse la ley.
La actora señala que la citada ley resulta contraria a los principios constitucionales de equidad
y proporcionalidad en materia impositiva (arts. 4 y 67 inc. 2) y es, además, violatorio de las
garantías de propiedad y razonabilidad (arts. 14, 17 y 28).
CSJN: 1. Una constante jurisprudencia de este Tribunal ha señalado que para que la tacha de
confiscatoriedad pueda prosperar, es necesaria la demostración de que el gravamen
cuestionado excede la capacidad económica o financiera del contribuyente. La premisa de tal
conclusión está constituida por la existencia de una manifestación de riqueza como
indispensable requisito de validez de todo gravamen.
2. La afectación del derecho de propiedad resulta palmaria cuando la ley toma como hecho
imponible una exteriorización de riqueza agotada antes de su sanción, sin que se invoque,
siquiera, la presunción de que los efectos económicos de aquella manifestación permanecen, a
tal fecha, en la esfera patrimonial del sujeto obligado.
3. Ni del texto de la ley, ni de su exposición de motivos, surge que fuera necesario que los
bienes permanecieran en el patrimonio del contribuyente al sancionarse la ley. Al ser ello así y
no resultar posible, sin forzar la letra ni el espíritu de la ley, efectuar una interpretación de ella
que la haga compatible con el art. 17, corresponde declarar su invalidez.

NOBLEZA PICCARDO
Hechos: la actora promovió demanda de repetición contra el Estado Nacional (Dirección
General Impositiva) con el objeto de obtener la restitución de las sumas que consideró
indebidamente abonadas en concepto del tributo destinado al "Fondo Transitorio para
Financiar Desequilibrios Fiscales Provinciales", que fue creado por la ley 23.562 y prorrogado
por las leyes 23.665 y 23.763 hasta el 31 de diciembre de 1990.
Limitó su pretensión a los pagos efectuados a raíz de las ventas de cigarrillos realizadas entre el
19 de febrero y el 31 de mayo de 1991 y entre el 1° de julio y el 31 de diciembre de ese mismo
año. La demandante sustentó su reclamación, básicamente, en que el art. 27 de la ley 23.905
es inconstitucional pues, según sostiene, esta norma que restableció la vigencia del tributo
antes mencionado hasta el 31 de diciembre de 1991C vulnera los artículos de la Constitución
Nacional relativos a la formación y sanción de las leyes.
CSJN: VOTO DE ZAFFARONI: la interpretación judicial debe establecer la visión técnicamente
elaborada de la norma aplicable al caso por medio de una hermenéutica sistemática, razonable
y discreta que responda a su espíritu para logar soluciones justas y adecuadas al
reconocimiento de los derechos, debiendo prevalecer la razón del derecho por sobre el
ritualismo jurídico formal, sustitutiva de la sustancia que define la justicia, sea esta favorable al
Fisco o al contribuyente, siendo misión del Tribunal hacer aplicación del derecho objetivo con
independencia de los planteos de las partes.
Resulta indudable que la acción de repetición de impuestos institución propia del derecho
tributario tiene su fundamento y origen en el principio de que "nadie debe enriquecerse sin
causa a costa de otro", regla ética de proyección patrimonial que no sólo alcanza a los
particulares sino también al Estado. Tal principio, que fuera asimismo receptado por el
derecho civil art. 784 del Código Civil reafirma la relación que guarda el orden jurídico respecto
del orden moral.
Resulta determinante la consideración de que si el pago del tributo no ha causado un
menoscabo patrimonial a quien lo realizó, por haber trasladado su carga a terceros, aquél
carece de interés legítimo para accionar en justicia reclamando la devolución de las sumas que
haya ingresado en tal concepto.

NOGUÉS HNOS.
Hechos: la empresa demanda a la Provincia de Tucumán por la devolución de una suma
pagada en concepto de tributo creado por una ley provincial que limita en 71.500 toneladas
la producción de azúcar, distribuidas entre distintas fábricas, y si la producción excede ese
límite se les cobrará un impuesto superior. La actora considera violatoria del derecho de
trabajar y ejercer toda industria lícita y la igualdad en los impuestos y cargas públicas (art. 14 y
16 CN).
CSJN: los medios de fomentar las industrias están substancialmente determinados en la CN.
No hay reserva posible de poderes para las provincias que pueda extenderse hasta habilitarlas
para hacer ineficaces las garantías que constituyen el derecho público argentino.
Aún cuando sean incuestionablemente amplias las facultades de imposición de las Provincias,
no son ilimitadas, pues este poder está sujeto al control de ciertos principios que se
encuentran en su base misma; debe ejercerse de buena fe, para objetos públicos, y los
impuestos deben establecerse con arreglo a un sistema de imparcialidad y uniformidad a fin
de distribuir con justicia la carga. Toda posición que se apoye en otras razones o responda a
otros propósitos no sería impuesto, sino despojo.

PARAFINA DEL PLATA


Hechos: el art. 45, 2º parte de la ley 11683 (LPT) reprime a los agentes de retención que
mantengan en su poder impuestos retenidos, después de haber vencido los plazos en que
debieron hacerlos ingresar.
CSJN: tanto la primera parte del art. 45 como el art. 44 se refieren al elemento subjetivo: el
primero, cuando se refiere a la realización de cualquier hecho, aserción, omisión, simulación,
ocultación o maniobra que tenga por objeto producir o facilitar la evasión total o parcial de los
tributos; y el segundo, en cuanto no obstante prever infracciones de menor gravedad, admite
la impunidad cuando la omisión sea atribuible a error excusable en la aplicación al caso de las
normas impositivas en que incurra quien debe pagar el impuesto por cuenta propia o ajena.
El art. 46 de la ley se refiere a la intención de defraudar al fisco, con lo que se consagra el
criterio de la personalidad de la pena que responde al principio fundamental de que sólo
puede ser reprimido quien sea culpable, es decir, aquel a quien la acción punible le pueda ser
atribuida tanto objetiva como subjetivamente.
Los agentes de retención que menciona el art. 45 pueden ser sancionados con una pena de
hasta 6 años de prisión, lo que corrobora la exigencia del elemento subjetivo para que se
configure la respectiva infracción, pues no se concibe que semejante penalidad pueda
aplicarse en forma puramente objetiva sin considerar para nada la culpabilidad del agente.

PARKE DAVIS
Hechos: la DGI determinó de oficio diferencias de gravámenes a favor del fisco
correspondientes a la empresa Parke Davis en concepto de impuesto a los réditos, por
impuesto de emergencia y por impuesto sustitutivo del gravamen a la transmisión gratuita de
bienes.
La cuestión a resolver debe ponderar si los importes que pretenden deducirse para el pago de
los impuestos reclamados pueden descontarse como gastos de experimentación y acreditarse
a favor de la empresa extranjera, titular de las fórmulas, no obstante sea dueña del 99,95% de
las acciones que constituyen el capital de la sociedad local.
CSJN: a pesar de su aparente autonomía jurídica, la sociedad local se encuentra sin lugar a
dudas en relación orgánica de dependencia con la sociedad foránea por su incorporación
financiera a la sociedad dominante. Esa relación de subordinación no suprime la personalidad
jurídica de la sociedad dependiente, pero tampoco anula su capacidad jurídica tributaria.
Basándose el tratamiento impositivo especial en el principio de la reciprocidad, va de suyo que
no resulta afectada la garantía de la igualdad alegada, toda vez que, según antigua y reiterada
jurisprudencia de esta Corte (Fallos, t. 16, p. 118 y t. 155, p. 96), el principio de igualdad
consiste en que no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que se
conceda a otros en iguales circunstancias.
Es del caso decir que un fallo de un tribunal argentino, únicamente puede enderezarse a
establecer la igualdad ante una ley que es la del país, entre empresas sometidas a su propia
jurisdicción. Va de suyo, por lo tanto, que la igualdad reconocida por el art. 16 de la
Constitución no se halla afectada por las disposiciones convencionales invocadas, que regulan
exclusivamente a la empresa externa receptora.

PASA PETROQUÍMICA ARGENTINA


Repetición de las sumas abonadas por la actora en concepto de arancel consular por la
importación de bienes para ser incorporados al país como inversiones de capital.
“no puede dejarse de reconocer que el derecho tributario cuenta en la actualidad con
conceptos, principios, institutos y métodos que se distinguen de los del derecho privado, todo
lo cual ha hecho perder a este la preeminencia que otrora tenía sobre aquél (…) Ello no quiere
decir que el derecho tributario, como disciplina jurídica cuyo objeto concierne a las
instituciones que integran el régimen de los recursos derivados con que cuenta la economía
del Estado, permanezca al margen de la unidad general del derecho, ni que, no obstante
formar parte del derecho público, no admita compatibilidad con principios comunes del
derecho privado, en especial del derecho civil, generalmente con vigencia en todo el sistema
jurídico”
Art. 74 y 76 de la LPF para la repetición de impuestos, se refieren al pago indebido por no
haberse verificado el hecho generador de la obligación y requieren que sea abonado antes de
impugnarse (solve el repete).
El contribuyente es protegido frente a posibles desvíos de la ley o en su aplicación mediante el
derecho a la repetición y el principio de que nadie debe enriquecerse a costa de otro.
La obligación tributaria sustantiva que encierra el deber principal de pagar los tributos no
puede quedar librada en cuanto a la exigencia de su cumplimiento a ninguna discrecionalidad
por parte del Fisco.
El poder tributario del Estado tiene limitaciones, no sólo para crear las fuentes de rento sino
también para aplicar la ley fiscal.
Luego el fallo describe la teoría del enriquecimiento sin causa y dice que el derecho tributario
contiene normas legales expresas (LPF art. 74 y 76) que reglan todo lo relacionado con el pago
indebido, por lo que la introducción de los requisitos propios del instituto del derecho civil
haría perder a las normas del derecho tributario su individualidad y crearía una nueva
condición no requerida para la procedencia de la acción. La sola circunstancia de tener la
acción de repetición de impuestos y la de enriquecimiento sin causa un fundamento último
común no son razones que justifiquen su aplicación a la materia tributaria.
Tampoco podría haberse recurrido a la analogía. En materia de interpretación de las leyes
tributarias la exégesis debe realizarse a través de una razonable y discreta interpretación de
los preceptos propios del régimen impositivo y de los principios que los informan con miras a
determinar la voluntad legislativa. Si tales fuentes no son decisivas, cabe recurrir a los
principios del derecho común, con carácter supletorio posterior.
La regla metodológica de interpretación se encuentra en el art. 11 LPF.

PERALTA
Hechos: el PE dicto un decreto de necesidad y urgencia para enfrentar una crisis económica, el
cual ordenaba que la devolución de depósitos de mas de $1000 se haría en bonos. Peralta vio
afectado su derecho de propiedad con la sanción del decreto. Interpone acción de amparo
contra el Estado Nacional y el banco central, pidiendo la inconstitucionalidad del decreto y el
pago de su plazo fijo.
CSJN: Cuando una situación de crisis o de necesidad pública exige la adopción de medidas
tendientes a salvaguardar los intereses generales, se puede sin violar ni suprimir las garantías
que protegen los derechos patrimoniales, postergar, dentro de límites razonables, el
cumplimiento de obligaciones emanadas de derechos adquiridos. No se trata de reconocer
grados de omnipotencia al legislador ni de excluirlo del control de constitucionalidad, sino de
no privar al Estado de las medidas de gobierno que conceptualice útiles para llevar un alivio a
la comunidad. En esencia se trata de hacer posible el ejercicio de facultades indispensables
para armonizar los derechos y garantías individuales con las conveniencias generales, de
manera de impedir que los derechos amparados por esas garantías, además de correr el riesgo
de convertirse en ilusorios por un proceso de desarticulación de la economía estatal, puedan
alcanzar un grado de perturbación social acumulada, con capacidad suficiente para dañar a la
comunidad nacional.
Cuando por razones de necesidad se sanciona una norma que no priva a los particulares de los
beneficios patrimoniales legítimamente reconocidos, ni les niega su propiedad y sólo limita
temporalmente la percepción de tales beneficios o restringe el uso que puede hacerse de esa
propiedad, no hay violación del art. 17 de la Constitución Nacional, sino una limitación
impuesta por la necesidad de atenuar o superar una situación de crisis. En el sistema
constitucional argentino, no hay derechos absolutos y todos están subordinados a las leyes
que reglamenten su ejercicio.
El fundamento de las leyes de emergencia es la necesidad de poner fin o remediar situaciones
de gravedad que obligan a intervenir en el orden patrimonial, fijando plazos, concediendo
esperas, como una forma de hacer posible el cumplimiento de las obligaciones, a la vez que
atenuar su gravitación negativa sobre el orden económico e institucional y la sociedad en su
conjunto.
En situaciones de emergencia o con motivo de ponerles fin, se ha reconocido la
constitucionalidad de las leyes que suspenden temporalmente los efectos de los contratos
libremente convenidos por las partes, siempre que no se altere su sustancia, a fin de proteger
el interés público en presencia de desastres o graves perturbaciones de carácter físico,
económico o de otra índole.
Corresponde reconocer la constitucionalidad de las leyes que suspenden temporalmente tanto
los efectos de los contratos como los efectos de las sentencias firmes, siempre que no se altere
la sustancia de unos y otras, a fin de proteger el interés público en presencia de desastres o
graves perturbaciones de carácter físico, económico o de otra índole.
La "temporariedad" que caracteriza a la emergencia, como que resulta de las circunstancias
mismas, no puede ser fijada de antemano en un número preciso de años o de meses. Todo lo
que cabe afirmar razonablemente es que la emergencia dura todo el tiempo que duran las
causas que la han originado.
Con el dictado del decreto 36/90 no resulta menoscabo de la propiedad protegida por el art.
17 de la Constitución Nacional, porque no hay violación cuando por razones de necesidad se
sanciona una norma que no prive a los particulares de los beneficios patrimoniales
legítimamente reconocidos, ni les niega su propiedad y sólo limita temporalmente la
percepción de tales beneficios o restringe el uso que pueda hacerse de esa propiedad. Antes
bien, hay una limitación impuesta por la necesidad de atenuar o superar una situación de crisis
que, paradojalmente, también está destinada a proteger los derechos presuntamente
afectados que corrían el riesgo de convertirse en ilusorios por un proceso de desarticulación
del sistema económico y financiero.
La garantía de la igualdad ante la ley radica en consagrar un trato legal igualitario a quienes se
hallan en una razonable igualdad de circunstancias, por lo que tal garantía no impide que el
legislador contemple en forma distinta situaciones que considere diferentes, en tanto dichas
distinciones no se formulen con criterios arbitrarios, de indebido favor o disfavor, privilegio o
inferioridad personal o de clase, o de ilegítima persecución.

PEREYRA IRAOLA
Hechos: un contribuyente reclama la devolución de una suma de dinero pagada bajo protesta
al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y exigida por éste a título de contribución especial
de mejoras creada por la ley de dicho estado de 30 de Diciembre de 1907, con el propósito de
obtener los recursos necesarios para el servicio de un empréstito destinado a la apertura y
pavimentación de un camino entre las ciudades de La Plata y Avellaneda hasta el límite de la
Capital Federal. Como fundamento de la acción promovida se sostiene que el mencionado
impuesto es incompatible con los principios consignados en la Constitución Nacional en
protección de la propiedad privada, pues, absorbería íntegramente el valor de las propiedades
afectadas, sin tener en cuenta el valor de dichos bienes. La Corte Suprema de Justicia de la
Nación declaró inconstitucional la contribución impugnada.
CSJN: El sistema adoptado para atender los gastos emergentes de la construcción de esta obra
es el de contribución o tasa de mejoras
Consiste, como es bien sabido, en hacer recaer el todo o parte del costo de una obra pública
de beneficio local sobre los inmuebles particularmente beneficiados o que se presumen
beneficiados por la obra, constituyéndose con dichas propiedades un distrito impositivo
ocasional.
Se ha pretendido fundamentar de muy diversas maneras este poder de las legislaturas para
establecer contribuciones de mejoras o sea para hacer pesar el costo de una obra de utilidad
pública sobre determinadas propiedades.
Dichas contribuciones deben su origen a la misma fuente o poder que el impuesto en general,
aún cuando se gobiernan por principios especiales y sólo se justifican, doctrinariamente a lo
menos, por razón del beneficio especial que los contribuyentes deben obtener de la obra que
se construye total o parcialmente a su costa. En efecto, los bienes especialmente gravados son
los que por razón de la mejora de carácter público aumentan de valor o de utilidad, recibiendo
así un beneficio que no alcanza a las demás propiedades del estado o del municipio y, por
consiguiente, los propietarios contribuyentes no resultan en definitiva perjudicados en
relación a los demás propietarios desde que sólo se les toma el equivalente del beneficio
excepcional que recogen de la obra.
Dada la índole excepcional de este impuesto, que no se justifica sino por razón del beneficio
recibido por el contribuyente, lógicamente se deduce que para su validez deben concurrir los
elementos esenciales de que la obra pública sea de beneficio local y de que ese beneficio no
sea substancialmente excedido por la contribución.
Faltando esos elementos, el impuesto especial no puede sostenerse ni como una contribución
de mejoras, ni tampoco como un impuesto común, que supone condiciones de igualdad y de
uniformidad de que aquél carece.

RIVADEMAR
Hechos: en el año 78 la actora fue incorporada a la planta permanente de empleados de la
Municipalidad de Rosario, por un decreto del intendente dictado conforme lo dispuesto en el
133 del anexo 1 de la ley provincial de facto 9286. En el año 84, el entonces intendente por un
nuevo decreto dejó sin efecto el nombramiento de la actora, entre otros. La actora impugnó
dicha desafectación. La Corte Suprema de la Provincia de Sta. Fe anuló la decisión municipal
sosteniendo que la ley 9286 era constitucional, toda vez que la provincia podía regular el
empleo público municipal. La Municipalidad interpuso recurso extraordinario alegando que
dicha ley priva a la comuna de organizar su escalafón de personal violando el art. 5° CN,
desnaturalizando el régimen municipal, toda vez que la provincia asumió funciones que hacen
a la administración directa de los intereses municipales. La CSJN revocó la sentencia.
CSJN:
1.­ Esta corte ha considerado a las municipalidades entes autárquicos (por oposición a
autónomos) territoriales de las provincias al definirlas como delegaciones de los mismos
poderes provinciales, circunscriptas a fines y límites administrativos, que la Constitución ha
previsto como entidades del régimen provincial y sujetas a su propia legislación.
2.­ Un nuevo y más detenido examen aconseja revisar esa doctrina.
3.­ Mal se avienen al concepto de autarquía varios caracteres de los municipios, a saber: su
origen constitucional (por oposición a legal) y consecuente imposibilidad de supresión, su base
sociológica (su población), la posibilidad de legislar localmente, el carácter de persona jurídica
de derecho público (33 CódCiv), la posibilidad de que los municipios creen entidades
autárquicas, y la elección popular de sus autoridades. Todas estas características, dice la CSJN,
no están presenten en las entidades autárquicas.
4.­ Aun no reconociendo la autonomía de los municipios, el artículo 5 CN prohíbe tanto su
supresión por parte de las provincias, como privarlos de sus atribuciones mínimas necesarias,
entre las cuales resulta esencial la de fijar la planta de su personal, designarlo y removerlo.
5.­ Las municipalidades son organismos de gobierno de carácter esencial. Por lo tanto resulta
inconcebible que ese gobierno esté desprovisto del poder de designar y remover a sus
empleados.
6.­ La norma impugnada, en tanto impone admitir con carácter permanente al personal
contratado con más de 3 meses de antigüedad, viola el art. 5 CN.

RIZZOTTI
Hechos: Rizzotti demanda a la Pcia. San Juan por devolución de la suma de $ 5.000 pagados
bajo protesta y reserva expresa, en concepto de “patente de médico” cumpliendo exigencias
de la Ley de dicha pcia. (30/12/26).
La Ley de Patentes disponía que los médicos pagarán $ 5.000, a excepción de los que presten
servicios gratuitos en la administración sanitaria y asistencia pública, no pudiendo los
contribuyentes por patentes iniciar su profesión o industria sin abonar ese impuesto
previamente, facultándose a la DGR para ordenar la detención de los que infringen la ley, a
quienes se considera defraudadores, imponiéndoseles una multa del duplo de la patente, o de
20 veces el valor de la misma según los casos.
La Pcia. San Juan ampara su defensa en el ejercicio de facultades propias, encaminadas en el
caso, a un propósito de bien común y de salud pública, al combatir mediante el impuesto
aludido, la organización de un sindicato médico que impide la asistencia gratuita a los
enfermos pobres.
Cuestión a resolver: validez constitucional del impuesto de que se trata.
CSJN: no es objetable la facultad de las provincias para darse leyes y ordenanzas de impuestos
locales, y en general, todas las que juzguen conducentes a su bienestar y prosperidad, sin mas
limitaciones que las enumeradas en el art. 108 de la Constitución, siendo la creación de
impuestos, elección de objetos imponibles y formalidades de percepción, del resorte propio de
las provincias, sin que los tribunales puedan declararlos ineficaces a título de ser opresivos,
injustos o inconvenientes, si no son contrarios a la Constitución, porque entre los derechos
que constituyen la autonomía de las provincias, es primordial el de imponer contribuciones y
percibirlas sin intervención alguna de autoridad extraña. Esto no implica, sin embargo, atribuir
a las facultades impositivas de las provincias una extensión indefinida o sin límites. El poder de
crear impuestos está sujeto a ciertos principios que se encuentran en su base misma; que
dicha atribución debe ejercerse de buena fe, para objetos públicos y no privados, y
establecidos con arreglo a un sistema de imparcialidad y uniformidad a fin de distribuir con
justicia la carga; que toda imposición que se apoye en otras razones o responda a otros
propósitos, no sería impuesto sino despojo; en fin, que el gravamen se establezca en
condiciones razonables, esto es, que no llegue al extremo de constituir una prohibición,
destrucción o confiscación.
La garantía consagrada por el art. 16 de la Constitución en lo que a impuestos se refiere, no
importa otra cosa que impedir distinciones arbitrarias, inspiradas en el propósito manifiesto de
hostilidad contra determinadas personas o clases; y en fin, que los gravámenes pueden ser
más o menos elevados a discreción del Poder Legislativo, con tal de que no importen el
desconocimiento de ese derecho sobre el que descansa la organización de las sociedades
civilizadas, pues no sería admisible que a la sombra de la facultad impositiva del poder
nacional, provincial o municipal, quédase suprimida la garantía de la inviolabilidad de la
propiedad por imposiciones que constituyan una exacción sobre el referido derecho, por
restricciones excesivas o prohibiciones injustas impuestas al ejercicio del mismo.
Los altos fines de saneamiento social no autorizan el quebrantamiento de principios orgánicos
y leyes fundamentales del país, y menos si la transgresión emana de los poderes del estado y
cuando se arbitran en nombre del bien público panaceas elaboradas al margen de las
instituciones, obteniéndose resultados opuestos a los previstos.

SELCRO
Hechos: la sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal confirmó la sentencia de la anterior instancia que hizo lugar a la acción de amparo y,
en consecuencia, declaró la inconstitucionalidad del segundo párrafo del art. 59 de la ley
25.237, en cuanto delega la facultad de fijar los valores o, en su caso, las escalas aplicables
para determinar el importe de las tasas a percibir por la Inspección General de Justicia (IGJ), y
la nulidad del art. 4 de la decisión administrativa Nº 55/00, dictada por la Jefatura de Gabinete
de Ministros, en cuanto modifica las escalas previstas en el art. 4º del dec. 67/96.
CSJN: ni un decreto del Poder Ejecutivo, ni una decisión del Jefe de Gabinete de Ministros
pueden crear válidamente una carga tributaria ni definir o modificar, sin sustento legal, los
elementos esenciales de un tributo.
Al tratarse de una facultad exclusiva y excluyente del Congreso, resulta inválida la delegación
legislativa efectuada por el segundo párrafo del art. 59 de la ley 25.237, en tanto autoriza a la
Jefatura de Gabinete de Ministros a fijar valores o escalas para determinar el importe de las
tasas sin fijar al respecto límite o pauta alguna ni una clara política legislativa para el ejercicio
de tal atribución.
Este fallo se comentó en clase con relación al principio de reserva de ley. Específicamente
relacionado con la delegación legislativa, planteada ésta como uno de los problemas con los
que se enfrenta aquél principio. Se destacó que la delegación impropia se admite en materia
tributaria, a la que se calificó como aquél supuesto en el que el Congreso crea el hecho
imponible (todos sus aspectos sustanciales) y delega otros aspectos menores para su
complementación por el poder ejecutivo. Pero, en todos los casos, deben darse las bases para
el ejercicio de la delegación.

TRANSPORTES VIDAL
Hechos: la empresa promueve demanda de repetición por $a 2.569,00 aduciendo haber
pagado dicho monto en concepto del impuesto provincial a los ingresos brutos, originados por
la actividad de transportador interjurisdiccional durante junio 1979 y marzo de 1980.
Funda el pedido de inconstitucionalidad de las leyes locales que rigen el tributo, así como el
convenio multilateral que rige las provincias con la ciudad de Buenos Aires por considerarlos
violatorios del art. 67 inc, 12 de la CN, objeción de la que también considera pasible a la ley
22.006.
CSJN: la inequívoca intención constitucional de eliminar los gravámenes discriminatorios
infiérese a la de preservar a las actividades que alcancen a dos o mas jurisdicciones del riesgo a
que puedan verse sometidas a una múltiple imposición que las obstruya o encarezca como
resultado de aplicar tributos semejantes sobre la misma porción de la base imponible. Que
esto ciertamente no significa que se hubiese invalidado la facultad de las provincias de gravar
sus actividades.
La corte en base a una nueva conformación realiza un cambio radical en su posición anterior
en la que las normas constitucionales sustraían la posibilidad que las provincias dispongan del
poder de imposición en el comercio interestadual.
La actora sustenta su pretensión en la descripción del Art. 67 inc, 12 de la CN con arreglo a la
actividad que desarrolla, no habiendo probado que el tributo que pago importa un trato
discriminatorio respecto de otras empresas que realicen transporte en la provincia, ni que la
exigencia del citado gravamen sea causa de múltiple imposición provincial. Tampoco pudo
demostrar que el tributo encarezca la actividad al punto de tornar oneroso o inconveniente al
transito en la provincia.

VIDEO CLUB DREAMS


Hechos: el “Video Club Dreams” entabla una acción de amparo alegando que los decretos N°
2736/91 y 949/92 del Poder Ejecutivo son inconstitucionales por cuanto crean impuestos,
determinan los sujetos obligados al pago, fijan la base imponible y la alícuota correspondiente,
erigiendo al Instituto Nacional de Cinematografía en juez administrativo con facultades de
control y fiscalización.
Los decretos cuestionados ampliaban a la “venta o locación de todo videograma” un impuesto
que ya estaba establecido por ley 17741 para las entradas de los cines. Su destino era el
“Fondo de fomento cinematográfico”. La ley (que se ve ampliada por los decretos
cuestionados) también disponía que: La aplicación, percepción y fiscalización del impuesto esta
a cargo del Instituto Nacional de Cinematografía, el que establecerá la forma y el plazo en que
los responsables deberán ingresarlo, así como las normas de liquidación y multas por omisión
o defraudación.
Cuestión a resolver: corresponde a la Corte el estudio de las circunstancias de hecho que
justifican la adopción de decretos de necesidad y urgencia, lo que no implica un juicio de valor
acerca del mérito, oportunidad o conveniencia de la medida, sino que deviene imprescindible
para admitir o rechazar el ejercicio de la función legislativa por parte del Poder Ejecutivo.
CSJN: el decreto 2736/91, con las modificaciones introducidas por decreto 949/92, en cuanto
crea un hecho imponible distinto del previsto por la ley 17.741 no es compatible con nuestro
régimen constitucional, sin que la circunstancia de su recíproca vinculación o parecido permita
obviar los alcances del principio de legalidad.
"No obsta a la conclusión precedente el hecho de que el decreto sea de los llamados de
necesidad y urgencia, ya que, aún cuando la Corte reconoció en el caso "Peralta" la validez de
una norma de ese tipo, en esa oportunidad se señaló que "en materia económica, las
inquietudes de los constituyentes se asentaron en temas como la obligada participación del
Poder Legislativo en la imposición de contribuciones (art. 67, inciso 2), consustanciada con la
forma republicana de gobierno".
Del principio de legalidad en materia impositiva resulta la invalidez de los decretos de
necesidad y urgencia que establecen impuestos, pues son inidóneos para crear los mismos.
Así, el poder administrador no puede recaudar ninguna contribución que no haya sido creada
por acto legislativo formal.
Antes de la reforma se admitía la validez de los decretos de necesidad y urgencia ante temas
de política económica, teniendo en cuenta la situación de riesgo social inminente. Pero dada la
reforma constitucional la letra de la misma es clara: no se admiten tales decretos en materia
tributaria.

YPR C/ MUNICIPALIDAD DE BANDA DEL RÍO SALÍ


Hechos: demanda de repetición promovida por Yacimientos Petrolíferos Fiscales contra la
Municipalidad de Banda del Río Salí, a fin de obtener el reintegro de pagos efectuados ­por
períodos y montos que precisó­ en concepto de gravámenes sobre la actividad comercial,
industrial y de servicios, en aplicación del art. 118 de la ley local 4655.
CSJN: la recurrente reclama la apertura del remedio federal pues entiende que el gravamen
que la municipalidad ha cobrado con fundamento en una ley local, violenta el estatuto jurídico
que corresponde a la planta de almacenaje que posee en jurisdicción territorial de la
demandada, que constituye un establecimiento de utilidad nacional (en los términos del
artículo 75, inciso 30, de la Constitución Nacional) y que, como tal, se encuentra sometido a la
potestad legislativa exclusiva del Congreso de la Nación. Ello determina, a su juicio, la invalidez
constitucional del art. 3° de la ley 22.016, que reconoce potestad tributaria a los municipios
sobre empresas de utilidad nacional y entra en abierta colisión con los principios antes
mencionados, que gozan de respaldo constitucional.

S-ar putea să vă placă și