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EROSIÓN Y DEGRADACIÓN DE SUELOS

EN AMBIENTES SEMIÁRIDOS.
REGIONES NORTE Y ALTIPLANO DE
TAMAULIPAS (MÉXICO)

Elizabeth Andrade Limas, Francisco Belmonte Serrato y Asunción Romero Díaz (Coord.)
Coordinación:
Elizabeth Andrade Limas
Francisco Belmonte Serrato
Asunción Romero Díaz

EROSIÓN Y DEGRADACIÓN DE SUELOS EN


AMBIENTES SEMIÁRIDOS DE TAMAULIPAS (MÉXICO):
REGIONES NORTE Y ALTIPLANO

Elizabeth Andrade Limas


(Universidad Autónoma de Tamaulipas)
Francisco Belmonte Serrato
(Universidad de Murcia)
Blanca Idalia Castro Meza
(Universidad Autónoma de Tamaulipas)
Gregorio García Fernández
(Universidad Politécnica de Cartagena)
Francisco De la Garza Requena
(Universidad Autónoma de Tamaulipas)
Patricio Rivera Ortiz
(Universidad Autónoma de Tamaulipas)
Asunción Romero Díaz
(Universidad de Murcia)
José Damián Ruíz Sinoga
(Universidad de Málaga)

EDITUM-MIRADAS
2012
Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de Tamaulipas
(México) : regiones norte y altiplano / Elizabeth Andrade Limas [et al.];
coordinación: Elizabeth Andrade Limas, Francisco Belmonte Serrato,
Asunción Romero Díaz.-- Murcia : Universidad de Murcia. Servicio de
Publicaciones, 2012.

   259 p.-- (Editum Miradas)

   ISBN 978-84-15463-29-0

Suelos-Erosión.
México-Clima.
México.
Belmonte Serrato, Francisco
Romero Díaz, María Asunción
Andrade Limas, Elizabeth del Carmen
Universidad de Murcia. Servicio de Publicaciones.

551(72) 

1ª Edición 2012

Reservados todos los derechos. De acuerdo con la legislación vigente, y bajo las sanciones en ella
previstas, queda totalmente prohibida la reproducción y/o transmisión parcial o total de este libro,
por procedimientos mecánicos o electrónicos, incluyendo fotocopia, grabación magnética, óptica o
cualesquiera otros procedimientos que la técnica permita o pueda permitir en el futuro, sin la expresa
autorización por escrito de los propietarios del copyright.

© Universidad de Murcia, Servicio de Publicaciones, 2.012

ISBN: 978-84-15463-29-0 

Depósito Legal: MU-892-2012

Impreso en España - Printed in Spain

Imprime: F.G. Graf S.L.


fggraf@gmail.com
ÍNDICE

1. EROSIÓN Y DEGRADACIÓN DE LOS SUELOS EN EL


MUNDO, MÉXICO Y ESPAÑA .......................................................... 9
Asunción Romero Díaz, José Damián Ruiz Sinoga, Martín
Espinosa Ramírez
2. PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES PARA EL CONTROL
Y MITIGACIÓN DE LA EROSIÓN. EFECTO DE LA CUBIERTA
VEGETAL................................................................................................. 37
José Damián Ruiz Sinoga, Asunción Romero Díaz, Francisco De
la Garza Requena
3. LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA EROSIÓN: LA SITUACIÓN
EN LA REGIÓN NORTE DE TAMAULIPAS.................................... 79
Francisco Belmonte Serrato, Asunción Romero Díaz, Elizabeth
Andrade Limas
4. DEGRADACIÓN DE LOS SUELOS AGRICOLAS Y FACTORES
DE LA EROSIÓN.................................................................................... 99
Blanca Idalia Castro Meza, José Damián Ruíz Sinoga, Gregorio
García Fernández
5. ACTIVIDADES AGROPECUARIAS Y MANEJO DEL SUELO.... 117
Francisco De la Garza Requena, Blanca Castro Meza, Gregorio
García Fernández
6. PROBLEMAS DE EROSIÓN EÓLICA EN TAMAULIPAS
(MÉXICO)................................................................................................. 129
Gregorio García Fernández, Francisco Belmonte Serrato, Patricio
Rivera Ortiz
7. ESTUDIO DE CAS0 1. COMUNIDAD SAN ANTONIO,
JAUMAVE. CUANTIFICACIÓN, DINÁMICA Y EVOLUCIÓN
DE LA EROSIÓN DEL SUELO............................................................ 159
Patricio Rivera Ortiz, Elizabeth Andrade Limas, Francisco de la
Garza Requena
8. ESTUDIO DE CAS0 2. COMUNIDAD EL GRULLO II,
REYNOSA. CUANTIFICACIÓN, DINÁMICA Y EVOLUCIÓN
DE LA EROSIÓN DEL SUELO............................................................ 203
Elizabeth Andrade Limas, Martin Espinosa Ramírez, Francisco
Belmonte Serrato.
9. ESTUDIO DE CASO 3. LA DEGRADACIÓN DEL SUELO
CAUSADA POR ACTIVIDADES ANTROPICAS EN EL
DISTRITO DE TEMPORAL TECNIFICADO 010, SAN
FERNANDO............................................................................................ 243
Martín Espinosa Ramírez, Patricio Rivera Ortiz, Blanca Castro Meza
1. EROSIÓN Y DEGRADACIÓN DE LOS SUELOS EN EL
MUNDO, MÉXICO Y ESPAÑA
Asunción Romero Díaz (1), José Damián Ruiz Sinoga (2), Martín
Espinosa Ramírez (3)
(1)
Departamento de Geografía, Facultad de Letras. Universidad de Murcia, España.
Email: arodi@um.es
(2)
Departamento de Geografía, Facultad de Letras. Universidad de Málaga, España.
Email: sinoga@uma.es
(3)
Campo Experimental Río Bravo. CIRNE - INIFAP. Tamaulipas (México).
E-mail: espinosa.martin@inifap.gob.mx

1. INTRODUCCIÓN

La erosión y la desertificación constituyen en la actualidad unos de los


mayores problemas con los que se enfrenta la humanidad y que afecta a
numerosos países en todas las regiones del planeta.
La erosión es uno de los riesgos más importantes de degradación de los
suelos y por tanto de desertificación. La erosión se clasifica como natural
o geológica y antrópica. La erosión natural ocurre naturalmente desde el
momento que la tierra emerge a la superficie. En condiciones naturales, los
suelos y sus procesos están en equilibrio con los otros componentes del me-
dio, se percibe un aparente equilibrio en el paisaje, sin cambios relevantes
en tiempo humano, a pesar de que se produce erosión en todas las partes
elevadas del paisaje y deposición en las partes bajas. La erosión antrópica,
tiene lugar cuando se acelera el ritmo de la erosión natural o geológica,
causada principalmente por actividades humanas.
La erosión existe desde siempre, pero constituye un problema desde
que la tierra empezó a cultivarse y, un riesgo, cuando se superan los lími-
tes de tolerancia del suelo. Por ello, conocer la tolerancia de un suelo a las
10 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

pérdidas resulta algo primordial, para definir los efectos que la erosión
está produciendo, o puede llegar a producir en un futuro más o menos
inmediato. Es preciso mantener un espesor adecuado del suelo que pueda
sustentar la producción agrícola y forestal durante largo tiempo. Por tanto,
es muy importante tener presente el efecto de la erosión sobre los rendi-
mientos de los cultivos, en los suelos de que se trate.
La tasa máxima de erosión permisible para que la fertilidad de un sue-
lo pueda mantenerse durante 20 o 25 años se suele establecer en 11 t ha-1
año-1 para suelos buenos y entre 1-2 t ha-1 año-1 para suelos ya degradados
(Hudson, 1981). No obstante, siempre es recomendable que el orden de
magnitud (en suelos de escasa profundidad), sea de un orden muy inferior,
por lo que en este último caso la tasa máxima de erosión permisible sería
de 0.1-0.2 t ha-1 año-1 (Morgan, 1997).
El riesgo de erosión depende de dos factores principales: (1) la erosionabi-
lidad de los suelos (litología, relieve, uso del suelo, cubierta protectora) y (2)
la erosividad de la lluvia (precipitaciones intensas). De ahí, que haya regiones
que, por sus características medioambientales, son mas proclives a su desa-
rrollo, o porque el hombre ha desprotegido los suelos favoreciendo la erosión.
En la figura 1 se representa un mapa en donde aparecen las áreas que son sus-
ceptibles a la erosión hídrica por el ámbito geográfico en donde se encuentran,
pero también se señala una porción importante de la superficie de la tierra
susceptible de presentar problemas de erosión hídrica si se elimina la cubierta
vegetal, cosa que está sucediendo en gran medida por la acción humana.

Figura 1: Áreas susceptibles a la erosión hídrica.


Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 11

La gestión del uso del suelo, por tanto, se convierte en un factor importan-
tísimo para su conservación o degradación. Entre las prácticas negativas que
inciden en el aumento de los procesos de erosión cabe citar las siguientes:

1. Prácticas agrícolas
- Labrado según líneas de máxima pendiente
- Laboreo demasiado profundo del suelo
- Quema de rastrojos
- Retirada de los restos de cosecha
- Sistemas de riego inapropiados (salinización o alcalinización de suelos)
- Mantenimiento deficiente de los sistemas de drenaje
- Destrucción de las barreras de contención de tierras (muros de pie-
dra)
- Periodos de barbecho excesivamente largos
- Sobreexplotación agrícola de suelos pobres
- Sobrepastoreo (sobre pastos pobres y frágiles)
2. Prácticas forestales
- Deforestación (especialmente en vertientes altas)
- Tala de árboles excesiva en tierras secas
- Mantenimiento deficiente de terrenos forestales frágiles
3. Incendios forestales recurrentes
4. Abandono de tierras agrícolas (Figura 2)
5. Ocupación de tierras marginales
6. Obra civil (Movimientos de tierras, Creación de barreras al drenaje na-
tural)
7. Actividades extractivas.

2. EFECTOS DE LOS RIESGOS DE EROSIÓN

Los procesos de erosión en los suelos pueden llegar a producir impor-


tantes efectos negativos, como son:

1. Pérdida física del suelo por distintos tipos de erosión (eólica, sal-
picadura, laminar, en surcos, cárcavas, subsuperficial, causada por
actividades ganaderas o el uso del suelo) (Figura 3, 4 y 5)

2. Degradación química. La pérdida de la materia orgánica y diferen-


tes nutrientes, hace disminuir la fertilidad de los suelos,
12 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 2: Terrazas de cultivo en abandono en margas (Región de Murcia,


España). Obsérvese la notable erosión que se ha producido.

3. Depreciación del valor de la tierra. Al disminuir la fertilidad del


suelo es necesario utilizar fertilizantes, con lo que se aumentan los
costos agrícolas.

4. Efectos off site o fuera de sitio:


- Disminución de la capacidad de retención de agua y aumento del
riesgo de inundaciones.
- Disminución de la vida útil de los embalses (Figura 6), necesidad
de trabajos de corrección hidrológica.
- Reducción de la capacidad de transporte de los ríos, canales y
acequias (elevado costo de mantenimiento).
- Contaminación de las aguas y suelos (turbidez, eutrofización,
agroquímicos, etc.).
Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 13

Figura 3: Pedestales de vegetación, formados por erosión eólica en el área de


Jaumave (Tamaulipas, México).

Figura 4: Erosión laminar, que desencadena erosión concentrada ante


precipitaciones de alta intensidad. Lluvias intensas caídas en septiembre de 2009
en la Cuenca del río Guadalentín (Murcia, España)
14 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 5: Erosión concentrada. Cuenca de Abanilla (Murcia, España).


Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 15

Figura 6: Efectos off site o fuera de sitio. Embalse de Valdeinfierno (Murcia,


España), completamente aterrado de sedimentos.

3. LA IMPORTANCIA DE LA EROSIÓN A NIVEL MUNDIAL

Se estima que cada año los continentes pierden 24.000 millones de to-
neladas de capa cultivable. El 75% de los suelos cultivados del mundo se
han visto degradados o afectados por este fenómeno. En la actualidad, los
mayores niveles de erosión se están observando en zonas agrícolas y fo-
restales. Desde 1950 se convirtieron más tierras de pastizales y bosques en
áreas agrícolas que durante los siglos XVIII y XIX juntos (Figura 7).
16 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 7: Tierras cultivadas en el mundo. Fuente: Millenium Ecosystem Assessment.

La evaluación mundial de la degradación antrópica de los suelos


(GLASOD), realizada en 1991, ha demostrado que el 15% de la superficie to-
tal de las tierras en todo el mundo ha sufrido daños (en un 13% de los casos
ligeros y moderados, y en un 2% graves y muy graves), debidos sobre todo
a la erosión, la disminución de los nutrientes, la salinización y la compacta-
ción física. Estos efectos suelen traducirse en una reducción del rendimiento.
Aunque existen suelos gravemente degradados en casi todas las regiones del
mundo, los efectos negativos de un suelo degradado sobre la economía son
más severos en los países que más dependen de la agricultura para obtener
ingresos (Oldeman et al., 1991).
Del área total mundial, afectado por degradación de suelo inducida por el
hombre, la erosión hídrica es el tipo más importante de degradación y ocu-
pa aproximadamente 1.093 millones de ha (56%). La erosión eólica es, a con-
tinuación, la que afecta mayor superficie y ocupa 548 millones de ha (28%)
del área afectada. La degradación química cubre cerca de 239 millones de ha
(12%), mientras que la física ocupa alrededor de 83 millones de ha (4%) (Sala-
zar, 1994).
Según puede observarse en la figura 8, las tasas más elevadas de erosión
(hídrica y eólica) se producen en gran parte de China, India, África central
y sur, América del sur, Centroamérica y el oeste de Norteamérica. México se
encuentra entre una de las zonas donde las tasas de erosión son más elevadas.
Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 17

Figura 8: Erosión hídrica y eólica a nivel mundial.

4. LA IMPORTANCIA DE LA DESERTIFICACIÓN A NIVEL MUNDIAL

Tras el término desertificación se esconde todo un conjunto de proce-


sos interrelacionados (físicos, biológicos, históricos, económicos, sociales,
culturales y políticos) que se manifiestan a diferentes niveles de resolución
tanto espaciales como temporales (García Ruiz et al., 1996; Ibáñez et al.,
1997, López Bermúdez, 2008).
La desertificación, en sentido estricto, es la degradación del recurso sue-
lo en ecosistemas productivos. Este proceso puede darse en sectores muy
alejados de los desiertos actuales. Por tanto, la desertificación no es la ex-
tensión de los desiertos, sino la degradación de la tierra hasta el punto que
es incapaz de dar un soporte adecuado a las comunidades vivientes. Por
ello, no es correcto hablar de “avance del desierto”, salvo en sectores muy
concretos donde se produce un desplazamiento de las dunas de arena.
Además la desertificación y degradación de las tierras reduce la diver-
sidad biológica, que contribuye a muchos de los servicios que los ecosiste-
mas de las tierras secas proporcionan al hombre. La flora y su diversidad
son elementos clave para la conservación del suelo y para la regulación
de las aguas superficiales y el clima local. La desertificación contribuye
además al cambio climático mundial al liberar al medio ambiente el car-
bono almacenado en la vegetación y en los suelos de las tierras secas.
18 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Según la UNCCD (Convención de Naciones Unidas de Lucha contra


la Desertificación de 1994), la “Desertificación” es “la degradación de las
tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos
factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas”.
Aunque se ha definido la desertificación como una degradación de
las tierras, hay que matizar la diferencia entre ambas. La degradación
del suelo no es forzosamente continua, ya que ocurre durante periodos
de tiempo relativamente cortos y puede ser invertida. Además la deser-
tificación, o el peligro de ella, se limitan a las áreas áridas, semiáridas y
subhúmedas secas, mientras que la degradación del suelo puede ocu-
rrir en todos los climas. Es la continua degradación de las propiedades
del suelo lo que llevará finalmente a la desertificación (FAO, PNUMA,
1984).
La desertificación afecta al medio de vida de millones de personas
en todo el mundo que dependen de los beneficios que los ecosistemas
de las tierras secas puedan proporcionarles y constituye, en la actua-
lidad, el mayor problema de degradación de la tierra. La comunidad
internacional ha reconocido, desde hace tiempo, que la desertificación
es uno de los problemas más importantes, desde un punto de vista eco-
nómico, social y medioambiental. Además, el impacto social y político
de la desertificación se hace notar también fuera de las tierras secas. Se
producen migraciones humanas de las tierras secas a otras ciudades y
países, lo cual afecta a la estabilidad política y económica de los países
receptores.
El 47% de la superficie de la Tierra está formado por tierras áridas o
semiáridas, habitadas por cerca de 2.000 millones de personas y que al-
bergan a una rica diversidad biológica. Se trata de ecosistemas frágiles,
con suelos generalmente pobres y escasos que, de forma natural, sufren
las consecuencias de condiciones climáticas extremas, con prolongados
periodos de sequía y escasas precipitaciones de carácter generalmente
torrencial. Estos ecosistemas ya han perdido más del 20% de su super-
ficie a causa de la desertificación provocada por las actividades huma-
nas. Cada año se pierden en el mundo 12 millones de has de superficie
de cultivo (la mitad de la superficie del Reino Unido).
Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 19

Figura 9: Superficie desertificada y no desertificada por continentes (has)

Por continentes, en valores absolutos (Figura 9) Asia y África son los


que poseen la mayor superficie desertificada, pero en valores relativos Eu-
ropa supera al resto de los continentes (Figura 10).

5. CAUSAS DE LA DESERTIFICACIÓN

La desertificación se produce por una combinación de factores sociales,


políticos, económicos y naturales que son diferentes en cada región.

Figura 10: Superficie desertificada y no desertificada por continentes (%)


20 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

A lo largo de la historia, el medio de vida de las tierras secas consistía en


una combinación de caza, recolección, agricultura y pastoreo. Esta composi-
ción variaba en función del tiempo, el lugar y la cultura, ya que la dureza de
las condiciones obligaba a las personas a ser flexibles en el uso de la tierra. El
crecimiento de la población ha motivado la expansión de las tierras de culti-
vo, provocando desertificación y otros problemas medioambientales.
Según la UNEP (1992), las causas de la desertificación a nivel mundial,
en orden de importancia, son: el sobrepastoreo (34,5%), la deforestación
(29,5%), la agricultura (28%), la sobreexplotaxión (6,8%) y las actividades
bioindustriales (1,1%). Por continentes (Figura 11), la causa más importan-
te en África es el sobrepastoreo, mientras que en Asia lo es la deforestación.
En Europa, las principales causas son la deforestación, seguida de la agri-
cultura y el sobrepastoreo, y es el único continente en donde las activida-
des bioindustriales son significativas.

Figura 11: Principales causas de la Desertificación por continentes.

Más recientemente, según datos de GEF-IFAD (2002) los tipos de ero-


sión/degradación que más afectan a nuestro planeta son la erosión hídrica,
la erosión eólica, la degradación química, y en último lugar la degradación
Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 21

física (Figura 12). En África, predomina la erosión hídrica, mientras que en


Asia es la erosión eólica. En Norteamérica la superficie en la que afecta la
erosión hídrica y eólica es prácticamente similar. En Sudamérica las causas
de la desertificación son la erosión eólica, hídrica y la degradación química.

Figura 12: Tipos de erosión/degradación por continentes.


Fuente: GEF-IFAD, 2002.

De los numerosos estudios realizados hasta el momento, se deduce que


las causas de la desertificación son muchas y complejas y se suelen agrupar
en causas de origen natural (físicas y biológicas) y causas de origen antró-
pico (Romero Díaz, 2010).

5. 1. Causas de origen natural

Las causas naturales se deben principalmente a determinadas características:


- Climáticas (clima árido, semiárido y sub-húmedo seco).
- Geomorfológicas (tipos de relieve y procesos de erosión hídrica y
eólica).
- Edáficas (bajo contenido en materia orgánica, alto contenido de car-
bonato cálcico, elevada salinidad, presencia de suelos sueltos, baja
permeabilidad, textura y estructura deficientes, vulnerabilidad a la
erosión hídrica y eólica.
22 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

- Litológicas (baja cohesión, rocas de origen evaporítico).


- Fitogeográficas (baja densidad de cobertura vegetal, desarrollo esta-
cional, escasa producción de biomasa, predominio de especies xe-
rófilas y suculentas).
- Hidrológicas (ausencia o baja densidad de caudal de ríos y arroyos,
preponderancia de sistemas endorreicos, recurrencia de inundacio-
nes y entarquinamiento).

5. 2. Causas de origen antrópico

Las causas de origen antrópico se producen generalmente debidas a sis-


temas de uso inadecuados y/o sobreexplotación de los recursos naturales.
Entre ellas pueden ser citadas las siguientes:
- Manejo no conservacionista de la vegetación (talas, quemas irraciona-
les de montes y bosques, sobrepastoreo, excesivo pisoteo, introduc-
ción inadecuada de ganado, quema de rastrojos, etc.) (Figura 13).
- Utilización de técnicas agrícolas de labranza inadecuadas (laboreo
excesivo, uso de maquinaria agrícola pesada, labrado en el sentido
de la pendiente)
- Roturación de terrenos marginales.
- Abandono de tierras de cultivo.
- Empleo excesivo o indebido de plaguicidas y fertilizantes inorgáni-
cos.
- Desarrollo de sistemas y métodos de riego inadecuados (que pue-
den originar salinización).
- Sobreexplotación de acuíferos.
- Monocultura agropecuaria (falta de diversidad productiva estabili-
zante).
- Tipo de tenencia de la tierra e insuficiente estructura organizativa de
los agricultores.
- Determinadas actividades mineras.
- Diversos condicionantes de ámbito político: ausencia de reglamen-
tación para la protección en el uso de los recursos y la planificación
del desarrollo regional, industrial o de actividades turísticas y re-
creativas.
Un problema fundamental, e importante de resolver a la hora de tratar
de intervenir para mejorar las superficies degradadas, es poder reconocer
en un área sometida a procesos de desertificación, las causas que tienen un
Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 23

origen natural (especialmente debidas a la aridificación del clima) y las que


corresponden a la acción humana. Las actuaciones a realizar serán diferen-
tes en uno u otro caso.

Figura 13: Efecto del sobrepastoreo en Botswana. A la izquierda se observa un


área con riesgo de erosión eólica, al haberse eliminado totalmente la vegetación.
Fuente: Proyecto DESIRE

Si bien es cierto que la importancia de la desertificación es mundial-


mente reconocida, socialmente la percepción de la desertificación no tiene
la consideración adecuada, desconociendo, en ocasiones, la gravedad del
problema y las consecuencias que esta puede acarrear, lo que dificulta las
acciones a desarrollar para hacer frente al problema.

6. DEGRADACIÓN DEL SUELO EN MÉXICO

En México, la desertificación forma parte de un problema de orden nacional


que es la degradación de suelos en usos agropecuarios y forestales en tierras
secas y montañosas principalmente. La desertificación es ante todo un proble-
ma de desarrollo sostenible. Es una cuestión de pobreza y bienestar humano,
así como de la preservación del medio ambiente. Los problemas sociales y eco-
24 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

nómicos, de seguridad alimenticia, migraciones y la estabilidad política, están


estrechamente relacionados con la degradación de suelos y con otras cuestiones
ambientales como son, el cambio climático, la diversidad biológica y el abaste-
cimiento de agua potable.
Las principales causas de degradación del suelo son, sin duda, las activi-
dades humanas, pues la satisfacción de las necesidades materiales del hombre
supone la transformación de los recursos naturales y con frecuencia la alteración
del medio ambiente. Esta visión de la naturaleza ha provocado que el 64% de
los suelos de México presenten actualmente problemas de degradación en dife-
rentes grados.
Del total de la superficie en México, el 59% se ha desertificado por degra-
dación del suelo. Al igual que sucede a nivel mundial, la erosión hídrica es el
proceso de desertificación más importante con un 28% de la superficie total (y
un 47.5% de la superficie degradada), seguida de la erosión eólica con el 23% de
la superficie total (y el 38.9% de la superficie degradada) (Figura 14); la degra-
dación química representa el 6% de la superficie total.

Figura 14: Degradación del suelo en México. Fuente Semarnat (2002).

Los efectos más dramáticos de la erosión hídrica se presentan con la forma-


ción de cárcavas, lo que deriva en zonas improductivas para cualquier actividad
económica. De la misma manera, la erosión también afecta a las capas superfi-
ciales de los suelos, donde si bien es posible seguir desarrollando actividades
agropecuarias y forestales, las producciones se ven reducidas considerablemen-
te por la pérdida de fertilidad de los mismos. Y es en estas áreas donde es po-
sible revertir el fenómeno mediante un uso sostenible del recurso. El segundo
Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 25

tipo de degradación en importancia es la erosión eólica, la cual afecta el 23.25%


de la superficie nacional. La degradación química (salinización y contaminación
por desechos urbanos e industriales, principalmente), es un tipo de degradación
que afecta principalmente a las zonas agrícolas y abarca 13.2 millones de hectá-
reas a nivel nacional, de las cuales 6.242.115 ha corresponden a salinidad.
La erosión es probablemente uno de los principales factores que contri-
buyen a la desertificación en México, por lo que es considerada uno de los
problemas ecológicos más severos de los recursos naturales renovables de este
país. De los casi 200 millones de hectáreas del territorio nacional 154 millones
están sujetas a diversos grados de erosión (leve y, moderada, entre 74 y 94 mi-
llones de hectáreas; severa y muy severa entre 60 y 80 millones de hectáreas),
lo que representa 78.30% de la superficie del país. Las entidades más afectadas
son: Oaxaca, Tamaulipas, Yucatán, Veracruz, Chiapas, Nuevo León, Estado de
México, Coahuila, San Luis Potosí y Michoacán. Actualmente, sólo el 14% de
la superficie cultivable se encuentra en óptimas condiciones para la siembra,
además existen poco más de 400 mil hectáreas de tierra de riego con proble-
mas de salinización.
Se ha identificado que la mayor degradación de los suelos del país se
debe a la deforestación asociada a cambios de uso del suelo (hacia activida-
des agropecuarias principalmente), lo que representa un 51.3%. Cabe desta-
car que durante los 16 años anteriores a 1995, en México se perdieron más de
11 millones de hectáreas de vegetación natural. Aproximadamente la mitad
de las zonas deforestadas o que cambiaron de uso, se dedican a la actividad
ganadera bajo condiciones de sobrepastoreo, lo cual alcanza un 25% de la
superficie del país.
Otras causas del deterioro de los suelos están estrechamente relacionadas
con las actividades agrícolas, como consecuencia de la utilización de prácticas
agrícolas inadecuadas tales como la aplicación excesiva de riego, la quema de
residuos de cosecha, el exceso de labranza y la falta de prácticas de conservación
de suelo y agua.
A pesar de que una extensa superficie de las tierras en México están siendo
afectadas por desertificación y degradación (muchas de las cuales (900 mil ha.)
son cultivables), sin embargo, la mayoría de la gente no percibe las dimensiones
catastróficas del problema, ya que en ocasiones los paisajes áridos pueden ser
agradables a la vista. Pero hay que tener en cuenta, que gran parte de estos terri-
torios antes eran superficies agrícolas y productivas, que permitían el desarrollo
económico de una región.
Respecto a la vulnerabilidad a la desertificación en México (resultado
de la integración de las variables como el clima, uso de suelo y pendiente
26 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

del terreno), los resultados obtenidos del Plan de Acción para Combatir la
Desertificación (PACD, 1994) muestran como prácticamente todo el país
sería vulnerable, aunque en diferente grado (Figura 15).
· Las áreas con valores de vulnerabilidad bajo serían equivalentes al
2.5% del territorio y se situarían principalmente en las planicies cos-
teras de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche. El 0.2% pre-
sentaría un valor muy alto en algunas pequeñas áreas situadas en
las zonas áridas y semiáridas. Mientras que el 96.9% de la superficie
del país sería susceptible en grado moderado y alto
· Las áreas que presentarían valores de alta vulnerabilidad se corres-
ponden con las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, así
como con las áreas donde se concentra la población y las activida-
des económicas, como es el centro del país.
· Hacia el sur del país los valores de alta vulnerabilidad estarían liga-
dos con la extracción de los recursos forestales y el manejo inade-
cuado de suelos destinados a la agricultura y la ganadería.
· A nivel estatal, Baja California, Coahuila, Jalisco, Colima, Nayarit,
Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Sonora e Hidalgo tendrían más
del 68% de su superficie con un alto grado de vulnerabilidad a la
desertificación.

Desertificación en México

Figura 15: Mapa de desertificación en México. Fuente: PACD (1994)


Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 27

7. DEGRADACIÓN DEL SUELO EN ESPAÑA

Según numerosos estudios realizados (Dregne (1983; UNEP, 1992b; DIS-


4ME, 2005), se puede afirmar que España es el país europeo con mayores
y más graves procesos de desertificación, y especialmente son intensos en
algunas provincias del sureste como Almería, Murcia y Granada, en donde
uno de los procesos de desertificación de mayor significación, la erosión hí-
drica de los suelos, alcanza un importante desarrollo (García Ruiz y López
Bermúdez, 2009; Romero Díaz, 2002). Según datos oficiales (MOPU, 1990),
el 22% del territorio español está afectado por procesos erosivos graves y el
27% por procesos moderados. El riesgo de erosión es más destacado en las
Comunidades Autónomas de Murcia y Andalucía.
En valores relativos, según el PAND (2008), la tercera parte del territorio
español estaría afectado por desertificación en diferentes grados, el 18%
en grado alto y muy alto, el 19% en grado medio y el 37% en grado bajo
(Figura 16).
En España, la desertificación la ha evaluado el Plan de Acción Nacional
de Lucha contra la Desertificación (PAND, 2008), teniendo en cuenta algu-
nos factores causantes como: (1) el grado de aridez, (2) el grado de erosión
del suelo, (3) la incidencia de los incendios forestales y (4) la sobreexplo-
tación de acuíferos. Según este informe las áreas más afectadas por deser-
tificación se extienden principalmente por el sur y sureste de la Península
Ibérica, y las Islas Canarias de mayor superficie (Figura 17). Por el contra-
rio, en el mapa de de estados erosivos (Figura 18) la superficie peninsular
afectada por este tipo de degradación ocupa una extensión mayor. A la
vista de estos dos mapas (Figuras 17 y 18) es importante mencionar como
la erosión es uno de los principales procesos de desertificación, pero no el
único. En ocasiones pueden existir espacios desertificados con un alto es-
tado de degradación y esta degradación no se debe a procesos de erosión.
28 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 16: Grado de Desertificación en España. Fuente PAND (2008).

Los escenarios futuros, en relación con el cambio climático, estiman cam-


bios significativos en la precipitación, temperatura y evapotranspiración
(Rind et al., 1990; Imeson y Emmer, 1992; Goodess y Palutikof, 2002), siendo
el área del sureste de España, en donde se prevé los mayores cambios. Se
estima que la precipitación se reducirá entre un 10-20%, las temperaturas
máximas y la evapotranspiración potencial aumentará, por lo que, sin duda,
el riesgo de desertificación de todos estos territorios también será mayor.

Figura 17: Mapa de riesgo de desertificación en España. Fuente PAND, 2008.


Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 29

Figura 18: Mapa de estados erosivos (1987-1994). Fuente: PAND (2008)

8. ACCIONES DE LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN.

El punto de partida de las acciones de lucha contra la desertificación, a


nivel internacional, lo marcó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Desertificación (UNCOD), celebrada en noviembre de 1977 en Nairobi (Ke-
nia). Para dicha conferencia se elaboró una cartografía de áreas desérticas y
áreas con riesgos de desertificación.
En 1992 en Río de Janeiro, en la Conferencia de Naciones Unidas sobre
Medio Ambiente y Desarrollo, la desertificación fue considerada como ma-
teria fundamental y se acordó la elaboración de un Convenio de lucha con-
tra la Desertificación (CCD), siendo reconocido por la comunidad interna-
cional que el fenómeno de la desertificación constituía el mayor problema
de carácter ambiental y socioeconómico que concierne a numerosos países
en todas las regiones del mundo (CCD, 1994).
En junio de 1994 la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra
la Desertificación (UNCCD) fue aprobada en París con el consenso de un
30 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

centenar de países, y entró en vigor en diciembre de 1996. Actualmente la


Convención ha sido ratificada ya por 193 países, entre ellos México y Es-
paña. Las acciones de la UNCCD apuntan a mejorar la productividad de
la tierra, restaurar y conservar los suelos, establecer una mejor utilización
de los recursos hídricos e introducir la noción de desarrollo sostenible en
las zonas afectadas por la sequía y la desertificación. En la propia conven-
ción se establecía la necesidad de que todos los países firmantes afectados
elaboraran y ejecutaran un Programa de Acción Nacional contra la Deserti-
ficación, constituyendo dicho Plan el principal compromiso contraído con
este acuerdo.

8.1. Acciones contra la degradación de tierras y la desertificación en


México.

México formuló un documento guía de Plan de Acción de Combate a


la Desertificación en 1994, antes del establecimiento de la Convención de
Lucha Contra la Desertificación y la Sequía.
Los criterios globales del PND 1989–1994 se precisan en el Programa
Nacional para la Protección al Medio Ambiente 1990–1994, que entre sus
objetivos más relacionados con las actividades agropecuarias y forestales
contempla el de “asegurar la recuperación, protección y conservación de
los recursos naturales y el equilibrio de los ecosistemas”. El documento
sólo establece orientaciones globales que deben concentrarse en programas
específicos en los estados y municipios, con la participación de todos los
niveles de gobierno.
En 1997 surge la Red Mexicana de Esfuerzos contra la Desertificación
y la Degradación de los Recursos Naturales (RIOD-Méx) que agrupa a 46
organizaciones no gubernamentales, organizaciones de productores y re-
presentantes del sector académico, quienes en un esquema de corresponsa-
bilidad entre el gobierno y la sociedad están realizando diferentes acciones
tendientes a la elevación de la conciencia sobre la gravedad del problema
de la degradación de tierras, así como hacia el fortalecimiento de las capa-
cidades locales y regionales para enfrentar esta problemática y sus efectos.
México participó en la Convención de Lucha contra la Desertificación
y la mitigación de los efectos de la sequía (CCD) desde la fase de negocia-
ciones tendientes a su establecimiento, firmando y ratificando su adhesión
a la CCD el 1 de junio de 1995. Cuando México asumió la responsabilidad
de aplicar los mandatos de la CCD, contaba ya con un diagnóstico glo-
Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 31

bal sobre la desertificación en el país, además, había elaborado su Plan de


Acción de Combate a la Desertificación (PACD-México) que involucró a
diferentes actores de la sociedad, lo que refleja la alta prioridad que para el
país tiene este tema.
Los planteamientos y objetivos del PACD, retomados en el Plan Nacio-
nal de Desarrollo 1995-2000 (PND), fueron puestos en práctica a través de
una amplia gama de programas y proyectos que abordan los campos de la
conservación de recursos naturales, el mejoramiento de los sistemas pro-
ductivos rurales y el combate a la pobreza.
Asimismo, el Inventario Nacional de Suelos ha implementando la Eva-
luación de la Degradación del Suelo causada por el hombre en la República
Mexicana (DESUMEX), escala 1:250 000, la cuál servirá de base para una
planificación estratégica de conservación y restauración de recursos fores-
tales y de suelos, por regiones, ecosistemas y cuencas, en apoyo a la Lucha
contra la Desertificación y Sequía en México.
Es necesario mencionar toda una serie de medidas que desde finales
del siglo XX se vienen realizando en México, para luchar contra la ero-
sión y la degradación de los suelos, entre las que cabe citar el Programa de
Restauración Ecológica de la CONABIO (Andrade, 2008), y los trabajos de
corrección hidrológica (Espinosa y Tewolde, 2007). De igual modo se han
llevado a cabo un número elevado de proyectos de investigación naciona-
les, entre los que destacan el Programa de Manejo de Agua y Preservación
de Suelos de la Comisión Nacional del Agua (CNA) en zonas semiáridas
de Tamaulipas, México.
Aunque México ha realizado numerosos esfuerzos para prevenir y con-
trolar la degradación de suelos y la desertificación, también es cierto que
hay todavía mucho por hacer. En necesario definir políticas y mecanismos
que permitan frenar el proceso de degradación de los suelos.

8.2. Acciones contra la degradación de tierras y la desertificación en


España

En España, el Programa de Acción Nacional (PAND) es un documento


que establece principios y diseña acciones y su programación en el tiempo,
respondiendo a las preguntas cómo, cuándo, y dónde actuar respecto al pro-
blema de la desertificación (PAND, 2008). El PAND trata de diagnosticar
la situación en España y en el se analizan los factores naturales y humanos
causantes de la desertificación y de los procesos que la desencadenan. Así
32 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

se trata de la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales, el uso no


sostenible de los recursos hídricos, y los factores socioeconómicos, comple-
tándose dicho análisis con una descripción de los principales escenarios en
que se desarrolla la desertificación en España (cultivos leñosos de secano,
cultivos herbáceos de secano, cultivos marginales abandonados, terrenos
sobrepastoreados, regadíos con problemas de salinización de suelos, for-
maciones de erial y matorrales degradados, etc). En el diagnostico de la
situación se incluye una definición preliminar y teórica del grado de de-
sertificación, según aspectos cualitativos y según un modelo basado en la
caracterización de cuencas hidrográficas, de acuerdo con la intensidad en
que se presentan los factores y procesos que determinan la desertificación.
En el PAND se citan toda una serie de medidas e instrumentos que con-
figuran una estrategia integrada de lucha contra la desertificación, rela-
cionados con las modalidades de: (1) uso de la tierra, (2) ordenación de
los recursos hídricos, (3) conservación del suelo, (4) silvicultura, (5) acti-
vidades agrícolas, (6) ordenación de pastizales y praderas, (7) protección
contra incendios forestales y (8) medidas relacionadas con la investigación,
la capacitación y la sensibilización del público.
Para poder llevar a cabo el PAND es necesario la coordinación de dife-
rentes políticas o planes sectoriales de ámbito nacional que inciden en la
desertificación, así como la incorporación de los sectores sociales afectados
al desarrollo del PAND. Pero también es necesaria la voluntad política de
todas las administraciones y el dinero para gestionar algunas de las medi-
das a implantar.
Junto al PAND, es necesario mencionar toda una serie de medidas que,
desde finales del siglo XIX se vienen realizando en España, para luchar
contra la erosión y la degradación de los suelos, entre las que cabe citar
las numerosas repoblaciones forestales (Romero Díaz y Belmonte Serrato,
2008) y los trabajos de corrección hidrológica (Romero Díaz et al., 2007). De
igual modo se han llevado a cabo un número elevado de proyectos de in-
vestigación nacionales y europeos, entre los que destacan el proyecto LU-
CDEME (Lucha Contra la Desertificación en el Mediterráneo), MEDALUS
(Mediterranean Desertification and Land Use), DESERTLINKS (Comba-
ting Desertification in Mediterranean Europe Linking Science with Stake-
holders) o DESIRE (Desertification, mitigation and remediation of land. A
global approach for local solution). Los resultados de estas investigaciones
son muy valiosos pues no sólo han estudiado los procesos y causas de la
Desertificación, si no también algunos de ellos (como DESIRE), han imple-
Erosión y degradación de los suelos en el mundo, México y España 33

mentado medidas con el objetivo de minimizar sus efectos. Y al igual que


México en España aún queda mucho por hacer en relación con la desertifi-
cación y la degradación de los suelos.

9. REFERENCIAS

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2. PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES PARA EL CON-
TROL Y MITIGACIÓN DE LA EROSIÓN. EFECTO DE LA
CUBIERTA VEGETAL
José Damián Ruiz Sinoga (1), Asunción Romero Díaz (2), Francisco De la
Garza Requena (3)
(1)
Departamento de Geografía, Facultad de Letras. Universidad de Málaga, España.
Email: sinoga@uma.es
(2)
Departamento de Geografía, Facultad de Letras. Universidad de Murcia, España.
Email: arodi@um.es
(3)
Facultad de Ingeniería y Ciencia, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
Email: fdelagarza@uat.edu.mx

1. INTRODUCCIÓN

Los métodos utilizados para paliar los procesos de erosión son diversos y
especialmente, en aquellos países en donde estos constituyen uno de los prin-
cipales procesos de degradación del suelo, se han iniciado diferentes estrate-
gias tendentes a facilitar, tanto a los técnicos como al usuario final, herramientas
apropiadas para diferentes situaciones. En el caso de España, es el Plan de Ac-
ción Nacional contra la Desertificación el que está continuamente facilitándolas.
En el presente capitulo, se realiza una tipificación de las mismas bajo el cri-
terio de la intensidad de los procesos de erosión, lo que deriva en actuaciones
preventivas, curativas o paliativas, dependiendo del grado de afectación. De
ahí que en una visión rápida se analicen desde los sistemas de conservación de
suelos mediante distintas prácticas agroforestales, a los vinculados con el in-
cremento de la biomasa en áreas degradadas. Tanto en uno como en otro caso,
se trata de técnicas cuyo resultado final se obtiene a medio plazo. Sin embargo,
cuando los procesos de erosión alcanzan un alto grado e intensidad, es necesa-
38 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

rio activar medidas curativas para acelerar la protección del suelo me-
diante el uso de técnicas correctivas o enmiendas, en unos casos, o para
protegerlo directamente a través de diferentes tecnologías, en otros.
Toda la información del presente capitulo esta obtenida del Inven-
tario de Tecnologías de Lucha Contra la Desertificación, del Ministerio
de Agricultura, Alimentación y Medioambiente (España). Asimismo, el
material fotográfico, salvo el específicamente citado, esta obtenido de
dicha fuente.

2. SISTEMAS DE CONSERVACIÓN

Son prácticas agroforestales que tienen como objetivo la conserva-


ción del suelo, evitando el desarrollo de procesos de erosión. Cabe des-
tacar el desarrollo de prácticas agrícolas de conservación incluyendo la
rotación de cultivos, o la ordenación del pastoreo.

2. 1. Técnicas agronómicas de conservación

La agricultura de conservación es una alternativa para la agricultura


convencional que utiliza máquinas que realizan labores agresivas para
el suelo, al eliminar la cubierta vegetal que le protegía frente a la ero-
sión.
Consiste en diversas prácticas agronómicas que permiten un manejo
del suelo agrícola con el fin de alterar, lo menos posible, su composi-

Figura 1. Cubiertas vegetales en agricultura de conservación.


Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 39

ción, su estructura y biodiversidad, con lo cual se reduce su erosión y


degradación.
Comprenden diversas modalidades tales como la siembra directa (no
laboreo), el laboreo de conservación (reducido, sin labores de volteo,
donde no se incorporan o sólo en parte, los restos de la cosecha pre-
cedente), y el establecimiento de cubiertas vegetales localizadas entre
hileras de árboles en plantaciones de cultivos leñosos (Figura 1).
El cultivo o siembra directa comenzó hace unos 25 años expandiéndo-
se especialmente en los años 90, cuando se consiguió un buen ajuste en
sus diversos aspectos: control de malas hierbas, maquinaria, rotaciones de
cultivos, etc, y se está mostrando como una técnica viable por el ahorro de
costes.
La superficie en siembra directa a nivel mundial se estima (2002) en
72 millones de hectáreas y la de agricultura de conservación en unos
150 millones. Esta expansión se ha producido fundamentalmente en 3
grandes zonas: América del Norte (Estados Unidos, Canadá y México),
América de Sur (Brasil, Argentina y Paraguay) y Australia. La introduc-
ción de estas técnicas en los países de la UE ha sido más lenta.
Así pues se trata de conservar, mejorar y hacer un uso más eficiente
de los recursos naturales, mediante un manejo integrado del suelo, el
agua, los agentes biológicos y los “inputs” externos, mediante la siem-
bra directa (no laboreo), el laboreo reducido y el establecimiento de cu-
biertas vegetales.

2.1.1. Utilización de cubiertas vegetales vivas en agricultura de conservación


Se iniciaron a primeros del siglo pasado en EEUU, su principal obje-
tivo es la conservación del suelo, con el fin de mejorar su estabilidad y
protegiéndolo de la erosión, especialmente en diversos cultivos leñosos
como el olivar, el almendro o el viñedo, con resultados excelentes.
Con la utilización de cubiertas vegetales, se disipa gran parte de la
energía cinética de las gotas de lluvia, eliminando los efectos del “splash”
y protegiendo al suelo de la escorrentía superficial y de la erosión hídri-
ca. Al producir mayor infiltración del agua de lluvia, así como reducir
la escorrentía y la evaporación, da lugar a una distribución de agua más
favorable en el perfil del suelo. Además, la presencia de restos vegetales
secos limita la evaporación.
El establecimiento de una cubierta vegetal en el suelo, junto con la re-
ducción de la erosión del mismo, supone una disminución de la pérdida
40 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

de nutrientes, lo que debe permitir una mejora de la calidad del agua al


reducir sus contaminantes (Figura 2).

Figura 2. Cubierta vegetal en olivar.

Las cubiertas vegetales pueden ser vivas o inertes, pudiendo clasificarse


por su origen y manejo (no sembrada/sembrada), por su duración, o por
el método de control ejercido sobre la cubierta. Las más utilizadas son las
espontáneas de malas hierbas no seleccionadas y las sembradas de gramí-
neas.
La utilización de este tipo de cubiertas supone una i) reducción de los
costes de producción, ya que se consume menos combustible y se requiere
menos mano de obra que en el manejo convencional del cultivo, ii) mejora
de la estructura del suelo, y iii) conservación del suelo, pudiendo reducirse
la erosión hasta en un 90-95%, con los siguientes beneficios medioambien-
tales.

2. 1. 2. Conservación de suelos: rotación de cultivos


Es una práctica muy utilizada desde tiempos antiguos, consistente en
alternar plantas de diferentes familias y con necesidades nutritivas dife-
rentes en un mismo lugar durante distintos ciclos, evitando que el suelo se
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 41

agote y que las enfermedades que afectan a un tipo de plantas se extiendan


con el tiempo. Así se aprovecha mejor el abonado (al utilizar plantas con
necesidades nutritivas distintas y con sistemas radiculares diferentes), se
controlan mejor las malas hierbas, se disminuyen los problemas con las
plagas y las enfermedades, y se mantiene o incluso se mejora la fertilidad
del suelo (Figura 3).

Figura 3. Rotación de cultivos para la conservación de suelos.

Los criterios que se deben de tomar en cuenta en la implementación de


un plan de rotación de cultivos residen en que los cultivos deben beneficiarse
mutuamente, aprovechando al máximo el fertilizante aplicado. La preferencia
es que se usen las mismas maquinarias y debe evitarse que coincidan en los
picos de trabajo, manteniendo el suelo cubierto, que ayuden a recuperar el
contenido de materia orgánica, conserven la bioestructura del suelo, reduzcan
la presencia de plagas, enfermedades y plantas invasoras, mantengan una ele-
vada producción y sean cultivos de la región que tengan mercado atractivo.
Para su ejecución se requiere hacer una buena programación en función
de las condiciones climáticas, las características del suelo y los objetivos
económicos, considerando que el tiempo mínimo para el diseño de un plan
de rotación es de 3 años.
42 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Los cultivos empleados en la rotación deben estar adaptados a la


región, por lo que en su selección se debe considerar, la cantidad de
agua disponible, la profundidad del enraizamiento y las necesidades de
temperatura, agua y luz.

2. 1. 3. Ordenación del pastoreo


Consiste en gestionar adecuadamente su uso, programando en el
tiempo y en el espacio su manejo, con base fundamentalmente económi-
ca y respetando siempre los limitantes al uso que impone la condición
de persistencia, o condición de mantenimiento indefinido y estable de
la capacidad productiva de la estación. Es decir, gestionar los recursos
pascícolas para obtener la máxima producción, garantizar la sostenibi-
lidad de los pastos y, si es posible, la mejora de los mismos (Figura 4).

Figura 4. Ordenación del pastoreo.

Para ello, es necesario i) obtener una adecuada producción de espe-


cies útiles, sobre la base de un rendimiento constante en la medida en
que las condiciones del lugar lo permitan, ii) conservar o recuperar los
suelos, para llegar a una situación estable y productiva, y iii) generar
un alto rendimiento de productos pecuarios basado en el manejo de los
pastos y regulación de la carga ganadera.
La ordenación del pastoreo estimula la producción, mejora la bio-
diversidad con un pastoreo moderado (el abandono puede provocar
que las plantas más competitivas desplacen al resto, con pérdida de
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 43

diversidad y calidad), contribuye a la prevención de incendios foresta-


les mediante el aclarado y control de la maleza bajo el arbolado, man-
tiene la cubierta vegetal, al diseminar las semillas y fertiliza (aumenta
la materia orgánica en el suelo), favorece la conservación de hábitats
despejados, refugio de fauna silvestre, y constituye una renta dado
que supone una revalorización de los montes y el aprovechamiento
ganadero.
La clave para obtener del ganado todos estos beneficios sin compro-
meter la conservación de los montes, es ajustar el cálculo de carga con el
de capacidad sustentadora, con el fin de evitar el consumo excesivo de
las especies más apetecibles, la compactación del suelo por pisoteo, y el
aporte excesivo de nutrientes a través de las deyecciones.

3. INCREMENTO DE BIOMASA

Se han realizado diversos estudios que muestran como un incremen-


to de la biomasa no sólo protege el suelo, sino que afecta a la cantidad
y calidad del carbono del suelo y a la estabilidad de los agregados. La
biomasa absorbe el dióxido de carbono de la atmósfera y lo convierte,
a través de la fotosíntesis, en carbono que almacenan en forma de ma-
dera, vegetación y materia orgánica edáfica. Este proceso se denomina
“secuestro o fijación del carbono”.
Las opciones de manejo y uso de la tierra que previenen la degrada-
ción del suelo también disminuyen la emisión de gases de invernadero,
promueven el secuestro de carbono y mejoran la seguridad alimentaria.
De ahí que las actuaciones orientadas a conservar o aumentar el carbo-
no del suelo tienen como principal objetivo prevenir la degradación del
suelo.
En las zonas donde hay importantes limitaciones para el crecimiento
de las plantas, como son las tierras degradadas o las zonas semiáridas,
el potencial para el secuestro de carbono también será bajo. Bajo estas
condiciones, el incremento de la biomasa (repoblaciones forestales, las
reforestaciones y la utilización de cubiertas vegetales) no sólo protege
de la erosión, sino también favorece la capacidad de secuestro de car-
bono del suelo.
La biomasa incide además en la mejora de las condiciones hidrológi-
cas del suelo, favoreciendo la recarga de acuíferos. La dinámica hidro-
lógica obedece a un patrón sistémico cuasicerrado regido por un único
aporte de energía externa que es la radiación solar.
44 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Desde un punto de vista matemático el balance que se produce es:


Precipitación = Intercepción + Escorrentía + Infiltración + Evapotrans-
piración
Si las precipitaciones sobrepasan una cierta intensidad y se atiende al
modelo hortoniano, el terreno se satura, no puede seguir reteniendo el
agua de lluvia, moviéndose superficialmente hacia los cauces y ríos.
El incremento de biomasa hace que buena parte del agua se infiltre en
mayor cantidad, aumentando las reservas de los acuíferos, disminuyendo
el riesgo de avenidas e inundaciones y reduciendo los procesos erosivos.
La infiltración puede ser aún mayor si las actuaciones que tienden a in-
crementar la biomasa, se realizan con ciertos criterios específicos que per-
mitan alcanzar este fin. Estos criterios son:
- Crear masas pluriespecíficas y con numerosos estratos, que permi-
tan un importante recubrimiento del terreno y una abundante den-
sidad de raíces en el suelo.
- Favorecer la utilización de especies de alto valor edificador que se
caracterizan por tener un sistema radical profundo pero a la vez
ramificado para mejorar la infiltración y la estructura del suelo
Como ejemplos de especies que pueden utilizarse se encuentran los
robles, algunos pinos como Pinus sylvestris, Pinus uncinata, Pinus ca-
nariensis, y en algunos casos Pinus nigra o Pinus pinaster, los olmos,
el aliso, el avellano, etc., eliminando en cualquier caso las hidrófilas.
- Potenciar las especies con sistemas radicales adaptados a las condi-
ciones edáficas del acuífero correspondiente y que faciliten la recarga.
Todo ello permite una mayor eficacia en el aprovechamiento del agua,
aumentando la infiltración y mejorando la recarga del acuífero existente.

3. 1. Técnicas de repoblación mediante el uso de especies forestales


arbóreas.

Cuando el terreno está desnudo hay que recurrir a su repoblación fores-


tal como medida para evitar la erosión y mejorar el balance hídrico de las
cuencas.
Bajo este epígrafe se concreta al conjunto de acciones que conducen a la
formación de una masa vegetal, normalmente arbórea, con carácter perma-
nente, con uno o varios fines, en terrenos desprovistos total o parcialmente
de ella y mediante la acción del hombre. Un aspecto básico de la repobla-
ción forestal es la preparación del terreno previa a la plantación o siembra.
Las condiciones del sistema ecogeomorfológico, y los fines de la repo-
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 45

blación (protección, lucha contra la erosión, regulación del régimen hidro-


lógico, producción, etc.) incidirán tanto sobre la especie elegida, como so-
bre el método de preparación del terreno que se vaya a emplear.
La preparación del terreno tiene como objetivo fundamental crear en el
suelo la situación idónea para que la semilla o la planta que en él se instale
tenga una mayor facilidad en el arraigo y un mejor desarrollo posterior.
Además, tiene otra justificación genérica basada en la debilidad y poca
edad de las plantas de la nueva masa a las que hay que facilitar el arraigo
y el primer desarrollo (Figura 5).

Figura 5. Tratamiento silvícola en masas forestales quemadas.

La preparación física del suelo previa a la reforestación aumenta la profun-


didad útil del perfil, mejora la capacidad de campo del suelo y la cantidad de
agua retenida, facilita la penetración mecánica de las raíces de las plantas, au-
menta la velocidad de infiltración de agua, reduce los procesos erosivos, orde-
na el drenaje natural y desaguar las escorrentías, aumenta la cantidad de agua
de la que puede disponer la repoblación, facilita las labores de plantación, y
reduce las posibilidades de invasión del matorral después de la plantación.
Los diferentes métodos de preparación del terreno se pueden clasificar por
su ejecución (manual y mecanizada), por su actuación sobre el suelo (con o sin
mezcla de horizontes) y por su superficie de actuación (puntual, lineal o areal).
Dentro de los principales métodos de preparación del suelo, se destaca el
46 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

laboreo ligero (preparación del suelo mediante técnicas agrícolas), el subsola-


do lineal (consiste en romper los horizontes del suelo sin mezclarlos, de forma
que se aumenta la profundidad del perfil y proporciona a las raíces un medio
fácil para su desarrollo), el acaballonado (proceso lineal de disgregación del
suelo), las fajas subsoladas (que comprende una roza al aire y un subsolado li-
neal en dos pasadas consecutivas de bulldozer, trabajando según las curvas de
nivel), el ahoyado (que consiste en la extracción de una porción de tierra, para
instalar en ellos las plantas), las banquetas (o formación de pequeños bancales
con ligera contrapendiente), las casillas (cava de profundidad baja o media
realizada con pico o azada, sin extraer la tierra del agujero), las microcuencas
(estructuras puntuales diseñadas para el manejo de la escorrentía de la ladera
y su aprovechamiento por las plantas repobladas) y las cuencas de contorno
(son sistemas de recolección de escorrentía para ponerla a disposición de la
planta repoblada) (Figura 6).
Estas técnicas tienen como fundamento la utilización de las escorrentías en
beneficio de la repoblación y la reconstrucción de la estructura de la vegeta-
ción repoblada en función del movimiento del agua en las unidades hidrológi-
cas de la cuenca vertiente, es decir, en la restauración forestal con fundamentos
hidrológicos. Las que unos mejores efectos hidrológicos poseen, son el subso-
lado, el acaballonado, las microcuencas y las cuencas de contorno.

Figura 6. Tratamientos silvícolas en masas forestales quemadas.


Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 47

3. 2. Técnicas de repoblación mediante el uso de especies forestales de


menor porte.

En determinados ambientes, por las características propias de su siste-


ma ecogeomorfológico, es difícil llevar a cabo un incremento de la biomasa
mediante la reforestación con especies arbóreas, pudiéndose utilizar otras
de menor porte, con resultados similares en lo que a control de procesos
de erosión se refiere. Es el caso del matorral, de arbustos forrajeros o de la
bituminaria bituminosa como planta forrajera (Figura 7).

Figura 7. Repoblaciones mediante el uso de especies forestales de menor porte.

3. 2. 1. Utilización de matorral como planta nodriza en reforestaciones


Las repoblaciones forestales en determinados ambientes sufren pérdi-
das cuantiosas (marras) sobre todo por las peculiaridades climáticas (irre-
gularidad de las precipitaciones) y ecológicas (daños provocados por her-
bívoros) de estos ecosistemas.
Un buen sistema de restauración forestal puede basarse en la utilización del
48 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

matorral como planta nodriza, de manera que los plantones se coloquen junto
a matorrales que incrementen su probabilidad de supervivencia.
Este fenómeno se conoce con el nombre de facilitación y consiste en el he-
cho mediante el cual algunas plantas se pueden beneficiar del efecto que el
matorral produce en ellas cuando crecen en proximidad. Esta técnica, además,
reduce el impacto de las repoblaciones forestales sobre el suelo y el paisaje.
El efecto de los matorrales sobre los estadios juveniles de las especies arbó-
reas puede ser positivo o negativo según las condiciones ambientales. Donde
los factores abióticos (disponibilidad de agua, temperatura) y bióticos (daño
por herbívoros) causan estrés bajo, la proximidad espacial entre dos especies
vegetales, normalmente, se salda con balances netos negativos, debido a la
competencia por los recursos. Por el contrario, en ambientes donde el estrés
es mayor, la interacción con los matorrales suele ser positiva para los árboles.
Los mecanismos de facilitación han sido reconocidos tradicionalmente
como moduladores de la sucesión ecológica que marca una dirección en la
dinámica de la vegetación y hace que las especies arbustivas sean sustituidas
por las especies arbóreas.
La selección de las mejores especies nodrizas es una decisión importante en
los proyectos de restauración, hasta el punto de que determinará el éxito del
proyecto.
En general, en ambientes extremos, la mejor elección son las especies autóc-
tonas. En los lugares afectados por sobrepastoreo se recomiendan las especies
espinosas y no palatables. Se deben evitar las especies que generan alelopatías.
La estructura de la cubierta de plantas nodrizas también puede influir en el
éxito del establecimiento, en particular, en lo que se refiere a la intensidad de
sombra que proporcionan a la planta y la interceptación de la precipitaciones.
Además, se han de tener en cuenta factores como la habilidad competitiva
de la planta, la utilización de recursos de las plantas nodrizas, y el potencial de
solapamiento entre las raíces de las plantas nodrizas y las de la reforestación.
El uso de matorrales tiene efectos beneficiosos dado que pueden dispen-
sar protección desde la dispersión de semillas hasta el establecimiento de una
planta adulta, y a su amparo, el árbol recién plantado aprovecha el reciclado
de nutrientes del mantillo y el mutualismo con micorrizas, así como la movili-
zación de agua y nutrientes profundos. Además, queda protegido de los her-
bívoros (pisoteo y ramoneo) y de los efectos nocivos de la luz y la temperatura
excesiva.
En definitiva, donde la pérdida de suelo ha sido muy fuerte, una actuación
previa que facilite la regeneración del matorral de crecimiento rápido, favore-
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 49

cería la reconstitución de las propiedades físicoquímicas y biológicas del suelo,


preparando el terreno para una posterior repoblación con especies leñosas de
crecimiento lento. De este modo, el éxito de la reforestación podría ser mayor
que actuando sobre un terreno inicialmente yermo.
La principal ventaja de esta técnica es que trabaja a favor de la sucesión eco-
lógica, favoreciendo y acelerando el proceso natural, al colocar los plantones
o las semillas en aquellos lugares donde las probabilidades de supervivencia
son mayores. A ello, hemos de añadir una reducción en la reposición de ma-
rras, asegurando una mayor rentabilidad económica de la inversión.

3. 2. 2. Utilización de arbustos forrajeros (Atriplex halimus) para el control de ero-


sión.
Los arbustos forrajeros son especies bien adaptadas a las condiciones ári-
das, por su tolerancia a la sequía, son muy eficaces en la utilización del agua, se
mantienen verdes todo el año, poseen una parte leñosa que las protege frente
al sobrepastoreo.
Dichas especies se han utilizado en terrenos agrícolas marginales con voca-
ción ganadera y que presentan problemas de erosión del suelo, con el objetivo
de desarrollar ecosistemas agroforestales más diversificados y más estables
frente a los periodos secos (Figura 8).

Figura 8. Arbustos forrajeros para el control de la erosión.


50 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Los resultados muestran principalmente una recuperación de terrenos


agrícolas marginales para su transformación en pastizales, con el fin de
disminuir la erosión de los suelos, y un desarrollo de ecosistemas agrofo-
restales más diversificados y más estables frente a los periodos secos.

3. 2. 3. Aplicación de Bituminaria bituminosa como planta forrajera y de me-


jora del Suelo
La Bituminaria bituminosa es una planta que, además de contribuir a la
mejora del suelo, tiene buenas calidades como forraje para el ganado en
épocas donde el alimento natural escasea y además tiene propiedades me-
dicinales (Figura 9).
Se trata de una leguminosa arbustiva con gran plasticidad ecológica, por
lo que se la encuentra en un amplio rango de suelos (básicos y ácidos) y cli-
mas mediterráneos (semiárido a subhúmedo, es decir, con pluviometría en-
tre 150 y 600 mm). Está presente en los pisos desde termo a supramediterrá-
neo, alcanzando altitudes de 1.500 m en la Península y 2.200 m en Tenerife.

Figura 9. Detalle de Bituminaria bituminosa.

Entre las ventajas de Bituminaria bituminosa se pueden citar su amplia dis-


tribución, gran plasticidad ecológica y gran diversidad intraespecífica, que
posibilita la selección de material adaptado a distintos ambientes. Además
actúa como fijadora de nitrógeno atmosférico, mejorando su fertilidad.
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 51

3. 2. 4. Técnicas que facilitan el incremento de biomasa.


Se trata de técnicas que ayudan a acelerar los procesos de incremento de
biomasa, entre las que destacan el microrriego y la utilización de micorrizas.
El microrriego como técnica de restauración de la cubierta vegetal en ambientes
semiáridos
Las altas temperaturas, suelos pobres, elevada radiación y evaporación
y, en especial, la escasez de precipitaciones, pueden dar lugar a que los pro-
yectos de restauración llevados a cabo, tengan una elevada proporción de
marras que, además limiten el éxito de la restauración, ocasionando cuantio-
sos gastos a las empresas que los realizan, de ahí que se lleven a cabo actua-
ciones con el fin de proveer a la raíz de la planta, la humedad necesaria para
sobrevivir al primer verano.
El microrriego consiste en suministrar agua a 25 cm de profundidad, em-
pleando pequeños tubos de polietileno de 5 mm de diámetro. Los microtu-
bos localizan el agua exclusivamente en la raíz de la planta, aumentando la
humedad en el perfil subsuperficial. Una red de tuberías y ramales superfi-
ciales de polietileno conectados a un depósito móvil remolcado distribuye el
agua, consiguiendo regar una gran superficie en poco tiempo.
El hecho más destacable del microrriego es su mínimo aporte, entre 1,5
y 3 l de agua por planta, con lo que satisface dos premisas iniciales que es
imprescindible tener en cuenta en medios áridos, como son la eficacia y la
mínima evaporación, máxime cuando sólo se realiza a finales de primavera
y en verano, dependiendo de las precipitaciones del año.
La efectividad y el ahorro de agua son los dos puntos clave de un sistema
que, usado conjuntamente con otras técnicas, puede disminuir significati-
vamente el alto porcentaje de marras que se producen en los proyectos de
restauración en ambientes mediterráneos.
Micorrizas y microorganismos promotores del crecimiento en la recuperación y
restauración de áreas degradadas
La aplicación de hongos micorrícicos arbusculares y microorganismos
promotores del crecimiento vegetal para la reproducción, reforestación y
conservación de especies vegetales autóctonas que permitan la restauración
de ecosistemas degradados y el restablecimiento del potencial micorrícico de
ese ecosistema haciendo posible, de esta manera, mejorar la calidad del suelo
y favorecer la viabilidad de las plantas en zonas semiáridas.
Los resultados más relevantes destacan la utilización de microorganis-
mos promotores del crecimiento y hongos micorrícicos para la recupera-
ción de la fertilidad de suelos degradados, el uso de enmiendas y microor-
ganismos promotores del crecimiento para la implantación de especies ar-
52 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

bustivas en zonas áridas y regeneración de campos abandonados, así como


de plantas y microorganismos seleccionados para la regeneración integral
de suelos contaminados y degradados.

4. MODIFICACIONES EN LA MORFOGRAFIA DE LA LADERA

4. 1. Preparación del terreno mediante cuencas de contorno discontinuo

Uno de los factores más limitantes para las repoblaciones es el agua, de


forma que la supervivencia y desarrollo de éstas siempre aparece ligado a
la disponibilidad de recursos hídricos.
Las cuencas de contorno discontinuo son unas estructuras puntuales espe-
cialmente diseñadas para el manejo de la escorrentía de la ladera y su apro-
vechamiento por las plantas repobladas. Se trata de sistemas de recolección
de escorrentía para ponerla a disposición de la planta repoblada o terrazas de
absorción paralelas construidas siguiendo curvas de nivel sobre terrenos con
cierta pendiente, con el objetivo de aumentar los recursos hídricos disponibles.
En la ladera se conforman como un conjunto de pequeñas cuencas que
yuxtapuestas forman un mosaico que cubre toda la cuenca.
Este sistema exige un cuidadoso diseño, con el fin de aumentar la pro-
fundidad útil del perfil, la capacidad de retención de agua del perfil, y la
velocidad de infiltración de agua, facilitando la penetración mecánica de
las raíces de las planta.

4. 2. Conservación de suelos: Bancales

Se trata de una práctica de conservación del suelo muy arraigada en


muchas comarcas españolas para obtener de una determinada superficie
de terreno la máxima producción sostenible, al mismo tiempo que se dis-
minuyen las pérdidas por erosión del suelo. Suelen realizarse en laderas de
pendientes elevadas, suelo profundo y cultivos de gran rendimiento. Para
su correcta conservación se ha de entender el área abancalada como un
sistema complejo en el que intervienen numerosos factores como son las
características constructivas de los muros, la capacidad de infiltración del
suelo o el uso de las diferentes técnicas para drenar los bancales.
Se pueden distinguir varios tipos de bancales según las características
topográficas, edafológicas, de cultivo y los materiales disponibles:
* Bancal con talud. Se trata de un bancal con talud natural que se pro-
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 53

tege para aumentar su resistencia al arrastre por medio de la vegetación


natural o siembra de especies pratenses seleccionadas. Se suele emplear en
pendientes relativamente bajas con vistas a la puesta en riego.

Figura 10. Bancal con muro.

* Bancal con muro. En este caso el talud queda protegido por un muro
de contención, en general construido con mampostería en seco. El coste
que supone su construcción hace que sólo se empleé en pendientes ele-
vadas, para cultivos de gran rentabilidad y en zonas con abundancia de
piedra. Para proporcionar un buen mantenimiento de la obra es importan-
te proporcionar al plano del bancal una ligera contrapendiente (1%) hacia
el muro superior a lo largo del cual se construye el correspondiente canal
para el desagüe del agua sobrante procedente de la lluvia o del riego. Hay
que tener en cuenta que los muros, además de retener el suelo ante la ero-
sión, acogen muchos elementos de la fauna y de la flora silvestre en sus
abrigados intersticios, relativamente fresca y húmeda (Figura 10).
* Bancal semicircular. Es el tipo empleado para proteger de la escorren-
54 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

tía y el arrastre a los árboles frutales (olivos, almendros, etc.). Se trata de


una protección aislada de cada árbol, generalmente mediante mampostería
en seco. A falta de piedra, a veces se emplean vallas a base de mimbre, ra-
maje o telas metálicas. Se trata de una medida costosa y de eficacia relativa.

4. 3. Conservación de suelos agrarios: Terrazas

Una de las prácticas de conservación de suelos más utilizadas desde la


antigüedad es la construcción de terrazas o aterrazado, práctica que tiene
como finalidad minimizar la erosión y controlar la escorrentía en las lade-
ras de cultivo.
Los objetivos fundamentales del aterrazado son evitar el arrastre del
suelo (admitiendo sólo la pérdida admisible) y reducir la escorrentía gra-
cias a la absorción o evacuación del exceso de agua de lluvia, con lo que
se reducen de manera significativa los procesos erosivos, especialmente en
laderas con fuerte pendiente (Figura 11).
Dada la facilidad de su construcción y su economía de establecimiento
y conservación, la técnica más empleada es la formación de lomos de terra-
zas a base de movimientos de tierra “in situ”.
Los tipos de aterrazado se pueden clasificar según el trazado, función y
perfil, diferenciándose cada cual por su denominación específica. La elec-
ción de un tipo u otro depende de la pluviometría, la pendiente, el tipo de
suelo, el cultivo y los medios disponibles para su construcción.

Figura 11. Formación de terrazas en pendientes.


Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 55

El mantenimiento de la capacidad de la terraza exige la conservación


adecuada del canal y del lomo de la terraza, para lo cual es aconsejable el
laboreo cuidadoso que evite el desplazamiento del suelo hacia el canal, la
limpieza periódica del canal para evitar la formación de capas impermea-
bles como consecuencia del aumento de humedad y de la concentración
de materiales finos en el mismo, la reparación de posibles roturas del lomo
producidas por tormentas, descuidos en el laboreo o paso de ganado o
maquinaria, y el encespedado del talud exterior del lomo para su mejor
consolidación y conservación mediante pratenses.

5. USO DE ENMIENDAS Y ESTABILIZANTES DEL SUELO

La estabilización de suelos es un concepto general que considera la me-


jora de las propiedades físicas y/o mecánicas de un suelo a través de pro-
cedimientos mecánicos y/o físico-químicos. Un estabilizante es un produc-
to químico, natural o sintético, que por su acción y/o combinación con el
suelo, mejora una o más de sus propiedades de comportamiento.
Son estabilizantes sustancias que, incorporadas al suelo, modifican sus
propiedades, proporcionando al suelo consistencia y permeabilidad, con el
objetivo de estabilizar el suelo y controlar los procesos de erosión.
Al utilizarse en hidrosiembras, proyectados al suelo con los demás com-
ponentes de las siembras, reducen las pérdidas de agua en el suelo por
evaporación, al descomponerse incorporan elementos nutritivos utiliza-
bles por las plantas, disminuyen la erosión hídrica y protegen y cubren las
semillas para favorecer su germinación.
Los estabilizadores son sustancias que, en solución acuosa con otros
materiales, aplicados sobre el suelo, penetran en él y al desecarse adhieren
la mezcla entre las partículas terrosas dándole consistencia y permeabili-
dad; pueden ser naturales de origen vegetal y/o sintéticos.
Los estabilizantes orgánicos se producen a partir de sustancias natu-
rales (harina de semillas), y permiten mantener la siembra, y envolver el
suelo manteniéndolo en su sitio mientras que germinan y crecen las plan-
tas. Reducen el impacto de la lluvia y del viento y evitan que se desplace
el material sembrado. Incrementan la infiltración del agua y reducen las
pérdidas. Fijan las semillas y el mulch al suelo, y actúan como suspensión
lubrificante para muchas partes que están en movimiento en la hidrosem-
bradora, reduciendo así la posibilidad de obstrucciones.
Los estabilizantes sintéticos están basados en polímeros líquidos que
56 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

se combinan con otras sustancias auxiliares, como agentes de humidifica-


ción y secadores (toma acelerada de oxígeno). Una vez que las semillas han
enraizado se descomponen por oxidación con el oxígeno de la atmósfera,
el calor y la radiación UV y se convierte en C, CO2, H2O y sustancias no
dañinas para el medio ambiente.
Los estabilizantes sintéticos pueden estar compuestos de polímeros so-
lubles y tienen aplicación para el control de la erosión.

5. 1. Revitec para la revitalización de suelos degradados

La tecnología REVITEC surge con el objetivo de combatir la degrada-


ción del suelo y la desertificación, y consiste en bolsas degradables que
contienen material bio-activado que sirve de sustrato a árboles y arbustos
inoculados con micorrizas.
Es una tecnología para iniciar y acelerar la sucesión, centrándose en la
restauración y mantenimiento de la biodiversidad, teniendo por objetivos
el control de la erosión y restablecimiento del ecosistema mediante medi-
das de protección contra la erosión y reforestación.
La iniciación y aceleración de la sucesión vegetal se consigue con la dis-
tribución a modo de mosaico de unos preparados con mezcla de suelo y
compost (sustrato básico) con enmiendas para la retención de agua y sus-
tratos bio-activados. El sustrato puede contener plántulas, semillas, mico-
rrizas y fauna edáfica.
Esta mezcla se introduce en sacos de material degradable y se distribuye
por las zonas más degradadas o más propensas a sufrir erosión. Estos sacos
protegen contra la erosión antes de degradarse, hasta que la vegetación sea
capaz de frenar la erosión. Por tanto, aumenta la biodiversidad, promueve
el desarrollo sostenible, utiliza tecnologías recicladas y logística moderna,
y exige pocos esfuerzos de mantenimiento.

5. 2. Acondicionador de suelos TERRACOTTEM

El acondicionador de suelos TerraCottem es una eficaz tecnología am-


biental para combatir la degradación del suelo mediante la mejora de la
textura y estructura, el incremento de la capacidad de estos suelos para
retener agua y nutrientes y la mejora del arraigo, supervivencia y equili-
brado desarrollo de las plantas aun en situaciones de sequia.
Consiste en una mezcla de más de veinte sustancias hidroabsorbentes y
nutritivas que actúan sinérgicamente, logrando mucha mayor eficacia que
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 57

cualquier polímero aislado o cualquier fertilizante, para conseguir que las


plantas puedan sobrevivir y desarrollarse en suelos áridos, degradados y
con déficit hídrico.
Esta tecnología está siendo utilizada para mejorar la calidad y los resul-
tados de sus trabajos de forestación, agricultura, restauración paisajística,
áreas verdes, campos de golf y deportivos, etc., al tiempo que optimizan
los recursos hídricos y reducen el consumo de agua en sus plantaciones.
Entre sus principales características mejora la textura y estructura de
los suelos y sustratos de plantación, incrementa el arraigo y supervivencia
de las plantas, optimiza los recursos hídricos, mejora la gestión del agua
de lluvia y riego a pie de plantación, y facilita a las plantas su equilibrado
desarrollo aun en periodos de sequia.
Se trata de un eficaz acondicionador físico del suelo compuesto por
una mezcla científicamente equilibrada de 23 sustancias diferentes a
base polímeros hidroabsorbentes, abonos minerales solubles, abonos
minerales de liberación controlada, oligoelementos, abonos orgánicos,
estimuladores de crecimiento y lava volcánica. El TerraCottem, mezcla-
do en dosis muy pequeñas con la tierra, mejora su estructura, transfor-
mando un suelo estéril y degradado en un suelo fértil. Además incre-
menta la capacidad del suelo para retener agua y nutrientes y reduce
las necesidades de riego. Favorece significativamente el crecimiento y
desarrollo de las plantas.
La aplicación de TerraCottem es muy fácil, basta mezclar la dosis reco-
mendada con la tierra o el suelo de plantación y disponer esta mezcla, bajo
superficie y a la profundidad adecuada, en la zona de desarrollo de las
raíces. Se debe realizar en el momento de la plantación, asegurándose que
el producto queda bien mezclado con la tierra.
Esta tecnología incrementa la capacidad de retención de agua y nutrien-
tes en los suelos y sustratos de plantación, acondiciona el suelo, mejorando
la textura y la estructura, y proporcionando el nitrógeno y el carbono ne-
cesarios para mejorar la actividad de los microorganismos. El nitrógeno de
amoniaco se libera gradualmente en el suelo de forma adecuada para las
plantas. El aumento de la porosidad del suelo implica un aumento de su
capacidad de retención de agua y nutrientes, una mejor aireación, así como
una mejora en el drenaje, evitando la compactación.
En la vegetación supone un mejor desarrollo de las raíces debido a la
mayor porosidad y aeración del terreno, autorregulando su consumo hí-
drico, lo que aumenta la tasa de supervivencia y mayor resistencia a enfer-
medades, con el consiguiente ahorro de agua.
58 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

5. 3. Utilización de abono verde para el secuestro de carbono y la re-


ducción de la erosión

El abono verde es la utilización de plantas en rotación, sucesión y aso-


ciación con cultivos comerciales, incorporándose al suelo o dejándose en la
superficie, ofreciendo protección, ya sea como un mantenimiento y/o recu-
peración de las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Además
de las leguminosas que son las plantas más utilizadas para este fin, también
se usan gramíneas, crucíferas y cariofiláceas, entre otras (Figura 12).
Junto a la protección del suelo respecto a los procesos de erosión, favore-
ce la permanencia del carbono en el suelo para mejorar su calidad y aporta
N, actuando como una fertilización natural y, por tanto, evitar problemas
de contaminación de los suelos.
Es una medida agronómica o biológica recomendada como estrategia
en la conservación del suelo, porque incrementa la materia orgánica en el
suelo, mejora sus propiedades físicas y detiene los procesos de erosión.

Figura 12. Uso de abono verde para el secuestro de carbono y la reducción de la


erosión.
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 59

5. 4. Uso de Hidrosiembras para conservación de suelos

Las técnicas de revegetación se pueden agrupar en: siembra, plantación


y técnicas mixtas. De las técnicas de siembra, la más utilizada en restaura-
ción es la hidrosiembra, que consiste en la proyección sobre el suelo de una
mezcla homogénea de semillas, mulches, estabilizadores de suelos, fertili-
zantes u otros elementos.
Su principal objetivo es el control y prevención de la erosión y la restau-
ración del paisaje, dado que estabiliza el terreno, sobretodo en superficies
de elevada pendiente o terrenos pobres con muy bajas concentraciones de
materia orgánica y elementos nutritivos, poco consolidados o inaccesibles
a la maquinaria de siembra habitual (Figura 13).
Los componentes clave de las hidrosiembras son: semillas, fertilizantes,
estabilizantes, mulches, correctores del ph y aditivos especiales, siendo los
más habituales los mulches de fibra corta, los estabilizantes orgánicos, los
estabilizantes sintéticos, los acumuladores de agua, los mejorantes de sue-
los (alginatos), y los soportes de hidrosiembra.

Figura 13. Uso de hidrosiembras para conservación de suelos.

Con esta práctica, la vegetación se establece más rápido que con las
60 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

siembras manuales, ahorrándose costes de mano de obra (en un día


una o dos personas pueden hidrosembrar dos hectáreas con un equi-
po de 6.000 litros de capacidad), aunque el cubrimiento de la super-
ficie del talud es parcial (60-70%, máximo), y su éxito dependerá de
la inexistencia de lluvias torrenciales tras su aplicación o periodos de
excesiva sequía.

5. 5. El alperujo como enmienda para la recuperación de los suelos

El alperujo, es un subproducto de las almazaras que se genera durante la


extracción de aceite de oliva por el sistema de dos fases. Se define como todo
aquello que resta de la aceituna molturada si se elimina el aceite de oliva,
por lo que está formado en su mayor parte por materia orgánica (Figura 14).
Los resultados muestran una mejora en la estructura de los agregados del
suelo, protegiéndolo de la escorrentía y de la erosión hídrica con el fin de reducir
las pérdidas de suelo, junto a un incremento de su fertilidad, lo que conlleva un
aumento en la productividad y una disminución en los costes de producción.

Figura 14. Aplicación del alperujo en olivar.

La aplicación de enmiendas orgánicas además de favorecer la fijación de


carbono en el suelo, incrementa las emisiones de CO2 a la atmósfera como
consecuencia de la mineralización de sus componentes orgánicos.
En definitiva, es un subproducto de bajo coste que puede beneficiar las
propiedades físico-químicas del suelo y en su descomposición presenta un
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 61

cierto efecto herbicida que puede provocar la reducción de la dosis a apli-


car de este tipo de productos para el control de las hierbas adventicias.

5. 6. Utilización de lodos de depuradora como enmiendas orgánicas


para la mejora de la estructura del suelo

La gestión de los lodos generados en las estaciones depuradoras de


aguas residuales urbanas (E.D.A.R), ricos en materia orgánica, está adqui-
riendo gran importancia en los últimos años.
Los lodos se aplican al suelo con fines de fertilización, enmienda orgá-
nica y reciclaje de los nutrientes, puesto que mejoran la estructura de los
agregados del suelo, protegiéndolo de la escorrentía y de la erosión hídrica
con el fin de reducir las pérdidas. A su vez, incrementan la fertilidad del
suelo, lo que conlleva un aumento en la productividad y una disminución
en los costes de producción (Figura 15).
La materia orgánica contenida por los lodos de depuradora compostados o
frescos, que puede variar entre el 25-70% sobre materia seca, es la responsable
directa de las mejoras de las propiedades físicoquímicas de los suelos sobre los
que se aplican, además de producir una mejora de su fertilidad y productividad.

Figura 15. Aplicación de lodos de depuradora en olivar.


62 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

El uso de este tipo de enmiendas incide tanto en las propiedades físi-


cas como químicas del suelo. La aportación de materia orgánica al suelo
reduce su densidad aparente, incrementando porosidad, y permeabilidad.
La capacidad de retención de agua se incrementa de forma directamente
proporcional a la dosis aplicada.
Los nutrientes más importantes para el uso agrícola de los lodos de de-
puradora son el nitrógeno y el fósforo, por encontrarse en grandes cantida-
des en estos residuos. Las dosis que se aplicarán a cada cultivo dependerán
de la cantidad de nitrógeno que contenga el residuo y de la facilidad del
mismo para mineralizarse y convertir el nitrógeno orgánico del lodo en
nitrógeno amoniacal o nítrico, asimilable por la planta, además del tipo de
cultivo y de la época del año en que se apliquen, aunque debe considerarse
que los excesos de abonado pueden ocasionar riesgos de contaminación de
acuíferos por lixiviación de nitratos.

5. 7. Adición de residuos sólidos urbanos para la restauración suelos


degradados

Los residuos sólidos urbanos (RSU) son los generados en los domicilios
particulares, comercios, oficinas y servicios, así como todos aquellos que no
tienen la calificación de peligrosos y que por su naturaleza o composición
puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades.
La adición de RSU aumenta el contenido de materia orgánica en el suelo
y revitaliza el ciclo biogeoquímico del carbono y de esta manera incrementa
la biomasa y la restauración vegetal, reduciendo la vulnerabilidad del sue-
lo. Consiste en una enmienda de RSU frescos (tras 15 días de maduración
natural), sin tratamientos de compostaje o molienda. Los componentes no
orgánicos (bolsas, vidrios, etc.) son tamizados y eliminados previamente a
la incorporación en el suelo Figura 16).
Con una única adición se han obtenido a largo plazo (15 años) buenos
resultados de revegetación así como un efecto evidente de acumulación en
el suelo de carbono.
Este tipo de residuos contiene poca cantidad de metales pesados con lo
que se evitan problemas de contaminación del suelo y reduce las emisio-
nes de metano y CO2 al no conllevar ningún tipo de tratamiento. Además,
incrementan la productividad, el crecimiento de las plantas y el potencial
del suelo para el secuestro de CO2 de la atmosfera, mejorando la estructura
del suelo y reduciendo la erosión hídrica.
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 63

Figura 16. Planta de tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Murcia, para la


restauración suelos degradados. Foto: A. Romero Díaz.

6. TECNOLOGÍAS DE PROTECCIÓN DEL SUELO

6.1. Biotecnologías

6.1.1. Utilización de biorrollos para el control de la erosión


La bioingeniería estudia las propiedades técnicas y biológicas de las
plantas vivas y su utilización como elementos de construcción en las obras
de recuperación del entorno ambiental, de manera aislada o en combina-
ción con materiales inertes como la piedra, la madera y el acero.
Los biorrollos son estructuras cilíndricas fabricadas con fibra de coco,
paja u otras fibras, envueltas en red de yute, coco o polipropileno multifila-
mentado de gran resistencia a la acción del agua, de 15 a 60 centímetros de
diámetro y de longitud variable (Figura 17).
Su uso está especialmente indicado en laderas con pendientes medias y al-
tas desprovistas de vegetación con riesgo real o potencial de erosión superficial,
con la finalidad de proteger el terreno frente a la erosión superficial, disminuir
64 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

la escorrentía superficial sobre la ladera o talud, reducir los efectos de la longi-


tud e inclinación de la pendiente y la velocidad de flujo y energía erosiva del
agua evitando la formación de cárcavas y barrancos. Actúa como filtros vegeta-
les impulsando el crecimiento de vegetación dentro del rollo de fibra, creando
un microclima favorable para la colonización y desarrollo de la vegetación.

Figura 17. Utilización de biorrollos para la revegetación de riberas.

Pueden instalarse con una manta orgánica de coco asociada y rellenarse


de cualquier base de cultivo (tierra vegetal, sustrato, turba, coco,…).
Son de fácil instalación, especialmente en suelos poco profundos y
rocosos, adaptables a las aplicaciones en pendientes e instalaciones en
el contorno. Se integran bien en el paisaje, por lo que el impacto visual
y paisajístico es bajo, siendo biodegradables.
Reducen los efectos de la longitud e inclinación de la pendiente,
impulsando la estabilización y revegetación de las riberas de los ríos,
estabilizando el suelo tras deforestaciones e incendios forestales, y ac-
tuando como filtros verdes, por lo que regulan las aguas de escorrentía.

6.1.2. Utilización de paquetes de matorral y material vivo para la reparación de


depresiones y cárcavas
Las cárcavas son profundas incisiones en el terreno que se forman
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 65

en lugares donde se concentra el agua de escorrentía que fluye por una


ladera de gran pendiente, y se van agrandando de forma remontante.
La corrección de pequeñas depresiones generadas por pequeños desli-
zamientos puede abordarse con la utilización de paquetes de matorral.
Estas estructuras permiten estabilizar el terreno frente a movimientos
en masa.
En términos globales la pérdida total de suelo por cárcavas es menor
que por otro tipo de erosión como los regueros o surcos, pero las cárca-
vas son las más peligrosas para la sociedad, y son las que más pérdidas
económicas y de vidas causan anualmente. Para poder minimizar los
daños que causan las cárcavas se debe intentar controlarlas, y una for-
ma de hacerlo es la reparación de cárcavas con material vivo.
La finalidad de los paquetes de matorral es reforzar y estabilizar de-
presiones originadas por movimientos en masa en laderas o taludes de
pequeño tamaño. Se trata de una solución puntual que permite restau-
rar y mejorar la estabilidad de la depresión originada por el mismo.
Consiste en rellenar el reguero o cárcava con capas alternas de ramas
y tierra compactada. Las ramas proporcionan un efecto inmediato de re-
fuerzo del suelo tras su instalación, disminuyen la escorrentía y actúan
como barrera-filtro que retiene el material arrastrado.

6.1.3. Utilización de fajinadas para el control de la erosión en laderas y


taludes
La erosión del suelo tiende a ser más importante en terrenos con pen-
dientes fuertes, grandes longitudes y estructura frágil, donde la cubier-
ta vegetal es insuficiente para disminuir el impacto de las lluvias de alta
intensidad, que incrementan el escurrimiento en laderas.
Este desplazamiento de suelo en laderas es un proceso difícil de rever-
tir, ya que el deterioro de la capa fértil reduce la capacidad de implanta-
ción de la vegetación, cuya ausencia, a su vez, acelera los procesos ero-
sivos, generando un suelo desnudo, improductivo e incapaz de retener
el agua de lluvia, que llega, por tanto, con rapidez y fuerza a los cauces,
pudiendo ocasionar riadas e inundaciones. Se inicia así un ciclo de retroa-
limentación positivo, cuyo resultado final es la degradación de la ladera.
Por tanto, la disminución de la escorrentía en laderas o taludes es
una técnica habitual para el control de la erosión. Se logra mediante la
reducción de la longitud efectiva de la pendiente gracias, por ejemplo,
a la construcción de fajinadas (Figura 18).
66 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 18. Uso de fajinadas para el control de la erosión en laderas.

Estas estructuras complementariamente crean un microclima más favora-


ble para la colonización y desarrollo de la vegetación, y está indicada para
laderas con pendientes medias y altas, dado que protegen el terreno frente a
la erosión superficial, disminuyen la escorrentía superficial sobre la ladera o
talud, reducen la velocidad de flujo y la energía erosiva del agua, estabilizan
las laderas y taludes frente a los movimientos en masa, evitan la formación de
cárcavas y barrancos, crean un microclima favorable para la colonización y
desarrollo de la vegetación y favorecen la acumulación de materiales.
Se trata de construcciones mixtas o inertes de diseño variable:
a) En las construcciones mixtas se utilizan elementos vivos e inertes de
forma combinada (manojos de ramas y tallos atados que se colocan
en el fondo de zanjas poco profundas, excavadas transversalmente si-
guiendo el contorno del talud).
b) En las construcciones inertes la fajinada está formada enteramente con
materiales no vivos que impiden que la erosión superficial avance. En
muchos casos, esta estructura inerte constituye una labor previa a una
plantación que crea un microclima favorable para la planta y que pro-
picia la acumulación de los materiales arrastrados, con lo que propor-
ciona un primer asiento para el establecimiento de la vegetación.
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 67

Las dimensiones y disposición de las fajinadas debe ser la adecuada en fun-


ción de las características del terreno y de la pendiente de la superficie a tratar.
6. 1. 4. Utilización de escalones de matorral para el control de la erosión en laderas
y Taludes
Esta técnica resulta útil para el control de la erosión en laderas o taludes, al
tiempo que favorece la instalación y posterior desarrollo de vegetación.
Está especialmente indicada en laderas con pendientes medias y altas des-
provistas de vegetación con riesgo real o potencial de erosión superficial y de
deslizamientos, con la finalidad de y su finalidad de reforzar la ladera o talud,
antes incluso del desarrollo de las raíces, e incrementar de forma significativa
su resistencia al deslizamiento y a los movimientos rotacionales, proteger el
terreno frente a la erosión superficial, disminuir la escorrentía superficial sobre
la ladera o talud, favoreciendo la retención de sedimentos y mejorando las
condiciones de infiltración en los suelos secos.
Esta técnica consiste en situar ramas de especies leñosas con capacidad
para enraizar en pequeñas zanjas o entre capas sucesivas de tierra a lo largo
de la pendiente de laderas y taludes, de manera que formen una especie de
terrazas o escalones (Figura 19).

Figura 19. Utilización de escalones de matorral para el control de la erosión en


laderas y taludes.
68 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Esta técnica difiere de las fajinadas en la orientación de las ramas y la pro-


fundidad a la que éstas se sitúan. En los escalones de matorral las ramas se
orientan más o menos perpendiculares al perfil de la ladera o talud y se intro-
ducen en profundidad dentro de la ladera o talud, mientras que las fajinadas se
sitúan paralelas al perfil de la ladera o talud y se entierran muy someramente.
Los escalones de matorral constituyen una técnica de estabilización muy
efectiva que protege laderas y taludes frente a erosiones y deslizamientos.

6. 1. 5. Empleo de Posidonia en la construcción de mallas naturales

La Posidonia oceanica (L.) Delile es una fanerógama marina, endémica del


Mediterráneo. En el litoral forma extensas praderas, siendo uno de los ecosis-
temas marinos más productivos en la ecología y economía del litoral medite-
rráneo. Además, mantiene el equilibrio sedimentario del litoral, estabilizando
el fondo marino y protegiendo la costa de la erosión, ya que las largas hojas
reducen el hidrodinamismo, los rizomas retienen el sedimento y los arribazo-
nes de hojas muertas sobre las playas atenúan el impacto del oleaje.
Parte de las hojas se reciclan en la propia comunidad y otras se exportan, de
forma que una cantidad importante llega hasta la costa, donde se acumulan y
reciben el nombre de arribazones. Estas acumulaciones tienen un importante
papel frente a la acción erosiva del mar, ya que son defensas naturales de la
costa en zonas de rompiente, amortiguando los procesos hidrodinámicos aso-
ciados a las mismas, favoreciendo la formación y conservación de las playas.
Las mallas de posidonia se pueden utilizar en la lucha contra la pérdi-
da de suelo en tierras cultivadas y como protector de taludes en obras de
carreteras.
Su utilización en laderas permite absorber la energía cinética producida
por la partícula erosiva de la gota de agua, viento o nieve, aumentar la
capacidad de campo o de retención de agua de suelo, al evitar la pérdida
de agua por evaporación, regular la temperatura del suelo al amortiguar
su exposición al frío y al calor, y construir un elemento que se incorpora al
suelo formando con este un horizonte orgánico.
En definitiva, favorecen el establecimiento de la cubierta vegetal, con-
trolando al máximo la erosión del suelo y potencian la retención de hume-
dad del suelo.

6. 1. 6. Mallas y redes para el control de la erosión


La utilización de los geosintéticos en combinación con elementos natura-
les del suelo permite construir sistemas donde el resultado final es mayor a
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 69

la suma de las características individuales de cada componente. Se utilizan


generalmente para proteger la superficie de un talud o ladera frente a la ero-
sión y sujetar las capas superficiales del terreno, aunque también favorecen
y aceleran los procesos de arraigo y desarrollo de la vegetación (Figura 20).
El efecto que proporcionan las mallas y redes contra la erosión es muy
similar al de la vegetación en cuanto a: modificación del régimen de esco-
rrentía superficial, protección frente a la erosión por golpeteo, refuerzo y
sujeción mecánica de las capas superficiales del suelo, modificación de las
propiedades del suelo, etc.

Figura 20. Mallas y redes para el control de la erosión.

Por efecto de la erosión, las partículas de suelo quedan retenidas entre


intersticios de las mallas, con lo que aumenta la rugosidad del flujo, se fre-
na la escorrentía y se facilita la infiltración de agua en el terreno. A ello hay
que añadir que ejercen de acolchado vegetal que se fija e incorpora al suelo
amortiguando su temperatura, disminuyendo la evaporación del agua re-
tenida, aumentando su actividad microbiana y de intercambio catiónico,
favoreciendo la implantación de la vegetación. En definitiva, mejoran la
conservación del suelo y de las plantas, disminuyendo los daños por se-
quías o por lluvias torrenciales.
70 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Actualmente existen diferentes tipos de mallas o redes que se distin-


guen por el tipo de material y el diseño: mallas o redes geosintéticas, ma-
llas o redes orgánicas y mallas volumétricas.

7. TECNOLOGIAS DE PROTECCIÓN MECANICA DEL SUELO

7. 1. Geoceldas para el control de la erosión y otras aplicaciones

Las geoceldas son estructuras tridimensionales semirrígidas en forma


de panal de abeja que se rellenan con tierra vegetal, grava, arena, suelo-
cemento u hormigón. Constituyen un sistema de confinamiento celular y
flexible, fabricadas con paneles de geomembrana de polietileno o polipro-
pileno (Figura 21).

Figura 21. Instalación de geoceldas para el control de la erosión.

Su finalidad es múltiple, aunque están especialmente diseñadas para


minimizar y/o eliminar los efectos de las fuerzas erosivas del agua y el
viento, siendo altamente efectivas en terraplenes y taludes.
Cada celda actúa como una pequeña represa que permite el paso del
agua o el viento encima de la superficie, así de ese modo se disipan las
fuerzas erosivas. Las paredes de las celdas inhiben la formación de cauces
previniendo el desarrollo de procesos erosivos de taludes y cimas.
Propuestas y recomendaciones para el control y mitigación de la erosión. 71

En determinados ambientes secos, el sistema de geoceldas puede me-


jorar el desarrollo de la vegetación nativa, al retener cerca de la superficie
del suelo una proporción mayor de la humedad disponible. Los rellenos
con tierra y vegetación se recomiendan en los casos en que las escorrentías
superficiales son intermitentes, de intensidad moderada y de duración re-
lativamente corta (menor de 24 horas).

7. 2. Mantas orgánicas para el control de la erosión

Las mantas orgánicas consisten en un acolchado de paja, heno, fibra de coco


o esparto, de mayor o menor densidad dependiendo de la zona en la que se va
a instalar, cosido a una malla de yute o PP (polipropileno) fotodegradable, o
no, que se presenta en rollos que se extienden sobre la superficie a tratar. Son
productos relacionados con los geotextiles, siendo tejidos agujados, permeables,
formados por la unión de mallas y fibras generalmente biodegradables de ori-
gen vegetal. Estos geotextiles biodegradables o no, facilitan la colonización de la
vegetación en terrenos áridos degradados, erosionados e inclinados, siendo una
técnica temporal que ha de emplearse junto con las hidrosiembras y las planta-
ciones, pudiendo ir acompañadas de una mezcla de semillas, en cuyo caso lle-
van en la parte posterior un papel especial que evita la pérdida de las semillas.
Tienen diversas aplicaciones para el control de la erosión tanto laminar y en
regueros, como eólica. Se utilizan para tratamiento de cárcavas, taludes, márge-
nes, cunetas, en el revestimiento de muros verdes, soportes de hidrosiembras,
acolchado de plantas, soporte para trepadoras y como cortavientos.
El objetivo principal de esta técnica es el control de la erosión en cárcavas y
barranqueras, la estabilización del terreno en fuertes pendientes en taludes y
laderas, en zonas puntuales.
Las mantas orgánicas, debido a su estructura tridimensional, ayudan a la
estabilización de los terrenos al disminuir los impactos de las gotas de lluvia y
reducir la escorrentía superficial, facilitando la infiltración del agua en el suelo.
En correcciones hidrológico-forestales, las mantas orgánicas son de aplica-
ción en el control de la erosión en cárcavas y barranqueras al aumentar la efica-
cia y estabilidad de los tratamientos antierosión.

7. 3. Mulches para el control de la erosión

Se define como “mulch” toda cubierta superficial de origen natural o


artificial que, utilizado con los demás componentes de las siembras, reduce
las pérdidas de agua en el suelo por evaporación, al descomponerse incor-
72 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

pora elementos nutritivos utilizables por las plantas, disminuye la erosión


hídrica y protege y cubre las semillas para favorecer su germinación.
Los mulches son, por lo tanto, uno de los componentes que forman par-
te de la mezcla empleada en las hidrosiembras.
Se trata de materiales generalmente orgánicos que extendidos sobre el
suelo aumentan su capacidad de campo, ejercen un efecto tampón sobre
su temperatura, mejoran su microbiología y disminuyen la erosión (efecto
mulch sobre el suelo). Pueden ser de fibra corta, de fibra larga o mixta (Fi-
gura 22).
Los mulches tienen menor capacidad de retención de agua que otros
sistemas. Del mismo modo, ejercen un poder regulador de la temperatura
inferior a otros sistemas prefabricados, por lo que su poder aislante es li-
mitado.

Figura 22. Mulches para el control de la erosión.

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3. LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA EROSIÓN: LA SITUA-
CIÓN EN LA REGIÓN NORTE DE TAMAULIPAS

Francisco Belmonte Serrato (1), Asunción Romero Díaz (1), Elizabeth


Andrade Limas (2)
(1)
Departamento de Geografía, Universidad de Murcia, España.
Email: arodi@um.es; franbel@um.es.
(2)
Facultad de Ingeniería y Ciencias. Universidad Autónoma de Tamaulipas (México).
E-mail: eandrade@uat.edu.mx

1. INTRODUCCIÓN: EROSIÓN, AGRICULTURA Y MARGINALIDAD

La erosión natural del suelo, entendida como el desgaste de la superficie te-


rrestre por agentes externos, como el agua y el viento, se ve enormemente po-
tenciada por las actividades humanas, llegando a representar una seria ame-
naza para los ecosistemas terrestres y la diversidad biológica que albergan. La
deforestación, la ganadería y las prácticas agrícolas, que han llegado a adquirir
niveles de sobreexplotación, son las principales actividades que actúan como
“acelerante” de los procesos de erosión y degradación del suelo, llevando a los
territorios que los padecen directamente a la desertificación.
El 47% de la superficie de la Tierra está formado por tierras áridas o se-
miáridas, habitadas por cerca de 2.000 millones de personas y que albergan
a una rica diversidad biológica. Se trata de ecosistemas frágiles, con sue-
los generalmente pobres y escasos que, de forma natural, sufren las conse-
cuencias de condiciones climáticas extremas, con prolongados periodos de
sequía y escasas precipitaciones de carácter por lo general torrencial. Estos
ecosistemas ya han perdido más del 20% de su superficie a causa de la de-
sertificación provocada por las actividades humanas.
En México, el 13.86% del territorio nacional son zonas áridas y el 11.61%
zonas semiáridas, ubicadas en el centro y norte del país. Estas áreas se ca-
80 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

racterizan por presentar una vegetación formada por matorrales xerófi-


los, pastizales y bosques espinosos, así como cactáceas, y algunos grupos
de vertebrados como anfibios y reptiles. Como sucede en otras partes del
mundo, este tipo de hábitat está sujeto al impacto de la ganadería y la agri-
cultura hasta el extremo de provocar su degradación, con los consiguientes
procesos de erosión y desertificación.
En México la degradación afecta al 45% del territorio, mientras que los
terrenos estables o sin degradación aparente, suponen el 28.6% y los terre-
nos sin uso el 26% restante. La degradación de los suelos está producida
por degradación química (18.3%), erosión hídrica (11.4%), erosión eólica
(9.4%) y degradación física (5.9%). La agricultura y el sobrepastoreo son
los factores de esta degradación (77% de la superficie afectada), mientras
que la deforestación es responsable del 16% y los usos urbanos, industrial
y el consumo de leña, están en el origen del otro 7% de tierras afectadas
(SEMARNAT, 2002).
La agricultura sustenta en México a casi 6 millones de personas de
modo directo y al 23,5 % de la población (unos 28 millones de habitantes)
de modo indirecto (CONAPO, 2011). Esta situación, no obstante, puede
acentuarse, ya que, por un lado, la población mantiene un importante rit-
mo de crecimiento (entre 2005 y 2010 a un ritmo anual del 1.8%, alcanzan-
do en 2010 los 112,3 millones) y por otro, la proporción de población rural
respecto a la urbana, perece estabilizarse en los últimos años (INEGI, 2011).
Este elevado número de personas dedicadas, directa o indirectamente, a la
agricultura, no logra, sin embargo, mejorar las condiciones de la población
rural, que mantiene un elevado índice de pobreza (Vélez et al., 2007) y es
que las consecuencias de los suelos sobre las actividades agropecuarias son
notorias en México (Cotler et al., 2011), durante el ciclo primavera-verano
de 2007 más de un cuarto de las unidades de producción con superficie
agrícola del país (31%) no fueron sembradas, aduciendo que el suelo estaba
erosionado, con baja fertilidad o bien que se dejó descansar, como estrate-
gia para recuperar parte de la fertilidad (INEGI, 2007). Esto significa que
en 300.890 unidades de producción no se obtuvo ninguna cosecha durante
ese año, impactando en la seguridad alimentaria de México (Cotler et al.,
2011).
Para Ceja Mena (2005), a pesar de contar con una gran diversidad de
recursos naturales, los estados de la República Mexicana presentan índices
de marginación y de desarrollo humano muy dispares. Amén de que el
fenómeno de la degradación de los suelos se presenta en mayor medida en
el medio rural, las causas de este fenómeno son principalmente inducidas,
La dimensión social de la erosión 81

siendo la concienziación, la educación y la capacitación componentes fun-


damentales en el combate a la desertificación.
Según la citada autora, el círculo vicioso de la pobreza y el deterioro del
suelo se acrecienta por la falta de capital y de oportunidades para realizar
una explotación adecuada, manteniendo frecuentemente prácticas poco
eficientes. También resaltan en este proceso las políticas públicas poco afor-
tunadas que se han instrumentado, dando prioridad a apoyos en materia
de fertilizantes, semilla mejorada y fomento ganadero, que no siempre res-
ponden a las necesidades propias de las regiones en las que se otorgan.
Esto acentúa el deterioro ambiental acelerando procesos de erosión, deser-
tificación y contaminación de los mantos freáticos y, por consecuencia, un
deterioro de las condiciones de vida de los pobladores más depauperado.
En términos económicos Cotler et al., (2011), concluyen que en México
se pierden por lo menos el equivalente a entre 38.3 y 54,5 USD $/ha, que
supone entre el 4.2 y 7.2% del valor de producción del maíz. Estos mismo
autores señalan que a pesar del alto coste que esto supone en capital natu-
ral, los escenarios utilizados siguen subvalorando el problema.

2. EL ESTADO DE TAMAULIPAS, CLIMA, SUELOS Y VEGETACIÓN

2. 1. El clima

La latitud comprendida entre los 22º y los 27º Norte, le sitúan en pleno
Trópico de Cáncer y, por tanto, dentro de la Zona de climas tropicales, cáli-
dos y relativamente húmedos al sur del Trópico y algo menos cálidos pero
bastantes más secos al norte del mismo. Estos tipos de climas zonales, se
ven condicionados por factores geográficos, como la proximidad o lejanía
al Golfo de México o la altitud y el efecto orográfico de la Sierra Madre
Oriental, que atraviesa el estado de Norte a Sur, haciendo que puedan di-
ferenciarse tres tipos de climas generales: Climas Semisecos y Semicálidos
del Centro y Norte del Estado, Climas Cálidos Subhúmedos del Sur y Su-
reste del Estado y Climas de la Sierra Madre, que se subdividen a su vez en
once subtipos de climas específicos (Figura 1).
Climas Semisecos y Semicálidos del Centro y Norte del Estado
Ligeramente al norte del Trópico de Cáncer se da una transición cli-
mática que varía desde climas subhúmedos con lluvias veraniegas del
sur de la entidad, hasta climas más secos entre los que predominan los
semisecos cálidos, así como los semicálidos con lluvias escasas distribui-
das en el año.
82 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Climas Cálidos Subhúmedos del Sur y Sureste del Estado


Estos climas se encuentran al sur del Trópico de Cáncer. Los menos hú-
medos se registran colindantes a los semicálidos, y conforme se avanza
hacia el sur, en los límites con el estado de Veracruz, la humedad aumenta.
Climas de la Sierra Madre
Los climas de la sierra varían desde cálidos hasta templados, en función
de la altitud, y de húmedos a secos de oriente a poniente, debido a que la
sierra actúa como barrera orográfica (INEGI, 2011).

Figura 1. Tipos de climas de Tamaulipas. Fuente: (INEGI, 2011)


La dimensión social de la erosión 83

La temperatura media anual está en torno a los 23.5°C, aunque en vera-


no las máximas sobrepasan frecuentemente los 40ºC, sobre todo en la mi-
tad Norte del estado. La precipitación media anual se sitúa en los 890 mm,
con picos máximos en los meses de de junio a septiembre, relacionados con
la presencia de ciclones tropicales, que favorecen episodios de elevada in-
tensidad. El resto del año, las precipitaciones, sobre todo en la mitad Norte
del estado, son de tipo frontal, generalmente débiles.
En cuanto a los vientos, dominan los del este y sureste la mayor parte
del año, llegando a ser muy intensos en los meses estivales. En invierno
aparecen de forma esporádica “los nortes”, en ocasiones de cierta intensi-
dad. “Los Nortes” ocurren de noviembre a enero con intensidades de 15 a
50 km/h., con dirección norte-sur, causando sequedad en el suelo cuando
no vienen acompañados por lluvias ligeras (Andrade Limas et al., 2010).
Los vientos dominantes de dirección este-oeste y con intensidades me-
dias de 18 km/h, con rachas de hasta 37 km/h durante el periodo de enero
a mayo, son los responsables de las formaciones dunares en áreas despro-
vistas o con poca vegetación (Figura 2).

Figura 2. Acumulación de arena por la erosión eólica.


84 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Los vientos del norte ocurren de noviembre a enero con intensidad del orden
de 15 km/h y dirección norte-sur causando sequedad en el suelo cuando no
vienen acompañados por lluvias ligeras. Además, ocasionalmente se presentan
vientos huracanados con rachas de más de 120 km/h en época de ciclones. Es-
tas variaciones climáticas ocasionan daños en el suelo, que se van acumulando
con impacto, principalmente en la agricultura productiva, obligando a estable-
cer métodos y sistemas de labranza y control de erosión para contrarrestarlos y
mejorar las actividades productivas (Andrade Limas et a.l, 2010).
A la influencia “desecante” de los vientos, se suma la de la evapotrans-
piración media, que en esta zona alcanza casi los 1.400 mm, teniendo los
valores mayores en el sector oeste y en los meses de julio y agosto, con va-
lores de 208 y 209 mm, respectivamente (SMN, 2005). Esta cantidad excede
con mucho a la precipitación que no supera los 500 mm. Esto mantiene seca
la parte superficial del suelo, favoreciendo la acción erosiva del viento.

2. 2. Los suelos

En los suelos de Tamaulipas predominan las rocas sedimentarias como las ca-
lizas, los conglomerados, las areniscas y las lutitas, que dan origen a una gran di-
versidad de suelos, entre los que destacan Leptosoles (33.2%), Vertisoles (25.8%),
Calcisoles (25.4%), Kastañozem (12.3%), Solonchak (2.1%) y otros (1.2 %).
Los suelos del centro y norte de Tamaulipas corresponden a la clasificación
de Rendzinas y Rendzinas degradadas. Por su origen, se consideran como sue-
los secundarios formados por aluviones de reciente deposición, cuyo material
madre ha sido de tres clases: (1) Pizarra, que ha dado origen a la formación de
suelos con alto contenido de arcilla (el 77% de los suelos en la región son de
textura arcillosa); (2) arena, arena media y fina depositada por el mar, la cual
ha dado lugar a suelos ligeros; y (3) materiales calcáreos (Morales et al., 1980).
En la región norte de Tamaulipas se presentan dos subprovincias fisio-
gráficas: La Llanura de Coahuila y Nuevo León y La Llanura Costera Ta-
maulipeca. En la subprovincia Llanura de Coahuila y Nuevo León, sobre
lomas suaves y algunas llanuras, se presentan suelos profundos, con textu-
ra arcillosa, y de colores amarillentos o rojizos. Todos ellos son derivados
de rocas arcillosas y calcáreas o bien, en el caso de las llanuras y algunas
laderas suaves, de aluviones originados a partir de estas mismas rocas.
Son suelos desarrollados, con estructura en forma de bloques en los que
no se encuentra una diferencia notable en el color del horizonte superficial,
contra los del resto del suelo. Se clasifican dentro de las unidades de los
Xerosoles en el sistema FAO-UNESCO.
La dimensión social de la erosión 85

La Llanura Costera Tamaulipeca está conformada por extensos terrenos


llanos en los que predominan suelos profundos de origen aluvial, y en la
franja costera los de influencia litoral (Andrade Limas et al., 2010).

2. 3. Vegetación
La vegetación primaria está formada por matorral alto y bajo espinoso
así como xerófilo en su gran mayoría. Sólo en una pequeña área, ubicada
en las estribaciones de la Sierra de San Carlos, se encuentran coníferas y
latifoliadas propias del clima templado.
En la zona norte de Tamaulipas sobresale la presencia del Matorral Espinoso
Tamaulipeco principalmente en las unidades de suelos Xerosol y Castañozem,
aunque su proporción es variable, estando substituido en gran medida por
áreas abiertas a la agricultura y ganadería bajo condiciones de temporal, es-
pecialmente en la unidad de suelos Vertisol. Este tipo de vegetación mantiene
cerca de 60 especies de plantas y varias especies de vertebrados con diferente
status de riesgo para su conservación (amenazadas, en peligro o vulnerables).
La vegetación primaria se ha perturbado fuertemente con los progra-
mas de desmontes para aprovechar los suelos con fines agrícolas y ganade-
ros. Actualmente ocupa sólo el 7% de la superficie total. De la vegetación
que queda existen los siguientes tres tipos (Andrade Limas et al., 2010):
Matorral Espinoso Tamaulipeco. Comunidad vegetal arbustiva caracteriza-
da por la dominancia de elementos espinosos, caducifolios una gran parte
del año o afilos (sin hojas) algunos de ellos. Se desarrolla en una amplia zona
de transición entre el matorral desértico micrófilo, el matorral submontano,
el mezquital y la selva baja espinosa del noreste de la república (Figura 3).

Figura 3. Tipo de plantas que forman el Matorral Espinoso Tamaulipeco.


86 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Estrato Arbóreo (Especies Maderables). En este tipo de vegetación se identifi-


caron especies maderables que presentan características para determinar un
volumen.
Estrato Arbustivo. En este estrato se identificaron varias especies las cuales
se caracterizan por no tener un tallo definido, como se muestra en la figura 3.

3. LOS PROBLEMAS DE EROSIÓN EN EL ALTIPLANO Y NORTE TA-


MAULIPECO

3. 1. La colonización, el reparto de tierras y la expansión agrícola

La acelerada ocupación del Seno Mexicano entre 1748 y 1750 dio origen al
proceso histórico que hoy se nombra como la Colonización del Nuevo Santander.
El proyecto colonizador ideado por José de Escandón representó la plataforma
de un ambicioso proyecto económico, donde la inversión empresarial habría
de funcionar como el motor principal del desarrollo del Nuevo Santander.
Con el apoyo del “Real Gobierno” y de un selecto grupo de hombres promi-
nentes, Escandón pudo impulsar y sostener el proyecto colonizador y organi-
zar además la estructura política, económica y social que habría de imperar en
la nueva provincia (Andrade Limas et al., 2010).
La promesa de tierra y de agua en la propiedad ofrecida por José de Escan-
dón para cada uno de los vecinos y soldados que fueran a poblar el Nuevo
Santander, fue el señuelo que atrajo a un gran número de familias de pobla-
dores que pretendían convertirse en pequeños propietarios. La oferta de dos
sitios de ganado menor y seis de caballerías de tierras, es decir, un poco más
de 1.812 hectáreas, “con agua donde la hubiere, partida según alcance para to-
dos”. Para los capitanes de la villa la cantidad de tierra propuesta de dos sitios
de ganado mayor y doce caballerías de tierra, con una extensión superior a las
2.514 hectáreas, dedicadas a la cría de ganado, usufructuaban ya los agostade-
ros de la Colonia del Nuevo Santander (Orozco, 1895).
José de Escandón benefició con grandes extensiones de tierras a poderosos
inmigrantes, por lo general capitanes, a quienes les otorgaba sitios de ganado
menor y mayor, así como varias leguas a orillas del Río Bravo, los grandes
hacendados lograban el fuero para el personal de las haciendas. El resto de los
capitanes de las villas no tuvieron la fortuna de usufructuar los mejores sitios
de la jurisdicción bajo su mando, y no recibieron tierras mercedadas durante el
periodo escandoniano. Por otra parte, se aprovechó el uso comunal del territo-
rio, atrayendo a más familias de pobladores para consolidar el establecimiento
de la provincia y asegurar la mano de obra para los hombres prominentes. Sin
La dimensión social de la erosión 87

duda, la tardanza de la posesión legal de la tierra, le sirvió como instrumento


coercitivo para que las autoridades de los asentamientos se ausentaran o de-
sertaran del Nuevo Santander (Osante, 1997).
La política de Escandón se reflejó en la decisión de no otorgar terrenos a
título individual, esto como un mecanismo de arraigo. De tal forma se impuso
este modelo, que durante su gobierno el uso de tierras por parte de los colonos
fue de tipo comunal, a pesar de una cédula real que existía sobre el reparto
particular (Zorrilla, 1986). En 1767 se manifestaron en el Nuevo Santander los
signos de las reformas borbónicas, otorgándoseles las tierras a los colonos. Por
medio de este reparto se estableció el patrón primordial de la tenencia de la
tierra en el Nuevo Santander; sin embargo, quedaron grandes extensiones de
terreno realengo, como las franjas situadas al norte y sur del río Bravo (Herre-
ra, 1993).
Herrera (1993) señala que esta medida, basada en el agricultor propietario,
censuraba el monopolio de tierras y recomendaba la distribución de tierras
comunales de los pueblos y villas a título individual, con lo cual debía garan-
tizarse el libre mercado de la tierra y eliminarse la reglamentación excesiva
sobre la comercialización de los productos del campo, pues así se dejaría el
camino abierto para la alta productividad y la prosperidad.
Esta política dejó a un gran número de campesinos sin tierras, situación se
se prolongó hasta la revolución de 1910. Ese año, de acuerdo con los principios
de la revolución, se anunció que la gente utilizaría las armas para hacer que
los habitantes de Tamaulipas, necesitados de tierras fueran dotados de ellas,
surgiendo un movimiento para el reparto de tierras, a modo de reivindicación
social sobre las tierras del Norte de Tamaulipas. Sin embargo, la inconclusión
de los trabajos de irrigación impidió la colonización, los trabajos de irrigación
se prolongarían todavía durante una década, a los que siguieron las posterio-
res concesiones de aguas.
De este modo, hacia 1930 empieza una lucha titánica del hombre contra la na-
turaleza, quien armado de machete, hacha y talache desmontó hectáreas y más
hectáreas cubiertas de maleza y árboles espinosos, mezquites, ébanos y huiza-
ches. La oferta del Gobierno Mexicano consistía en una dotación de 12.5 hectá-
reas (10 para cultivos y 2.5 para casa habitación, caminos, canales y drenes). Al
iniciar las actividades de desmonte, a los agricultores se les proveyó de herra-
mientas para emprender una lucha contra el matorral (Figura 4). Una vez que se
desmontaron de 8 a 10 mil hectáreas, el Banco Agrícola se hizo responsable de
la roturación, siembra y demás labores del terreno, desde febrero de 1941 hasta
1945. Así las poblaciones se reducían a pequeñas comunidades aisladas entre sí,
de las cuales algunas eran ejidos, dado que a partir de 1930, ya se había realizado
88 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

el reparto agrario. Algodón, maíz, frijol, garbanzo, sandía y melón eran los culti-
vos que se sembraban, pero sólo para el sustento familiar, y no para incrementar
en forma sistemática el cultivo de la tierra (Terán, 1985). Pero además del ganado
vacuno, caprino, gallinas y cerdos, se consumía la fauna silvestre como venado,
jabalí, conejo, liebre, pato, paloma, huilota, codorniz y zarapico, entre otros.
El desarrollo del cultivo del algodón, tanto de secano como de riego (Figura
5), hizo surgir la región y agricultores, comerciantes, prestamistas, usureros y
acaparadores, ofrecieron recursos económicos para impulsar la producción al-
godonera; los asentamientos humanos se incrementaron y se crearon nuevos po-
blados y surgieron las ciudades.

Figura 4. Desmontes realizados en 1930 para la obtención de tierras.


Fuente: Terán (1985).

Esto transformó física y económicamente el suelo y pasaron de una agricul-


tura campesina, operada con arado de reja tirado por yuntas de bueyes, caballos
o mulas, a la agricultura mecanizada operada con tractores. De tal forma, que la
región tenía más tractores agrícolas trabajando que los que operaban en ese tiem-
po en Europa Occidental. Cada año llegaba gente de los poblados más pobres del
país, miles de jornaleros, solos o con sus familias, para dedicarse al desmonte de
predios boscosos y a las labores de cultivo del algodón.
La dimensión social de la erosión 89

No todos los productores eran agricultores y al acercarse la época de siembras


preparaban un pedazo de tierra abierta, la sembraban con el equipo agrícola de
tracción animal y después trabajaban como jornaleros; muchos no conocían el
cultivo del algodón, otros sabían cultivar trigo, cebada, maíz y frijol. Muchos de
los productores fracasaron por este motivo después de cada cosecha (Andrade
Limas et al., 2010).

Figura 5. Siembra del cultivo del algodón, tanto de secano como de riego (1940).
Fuente: Terán (1985).

3. 2. Consecuencias ambientales del desarrollo agrícola.

A principios de 1900 la vegetación natural en el Norte de Tamaulipas y Sur


de Texas, fue eliminada por los agricultores para establecer los cultivos, pastos y
los centros de población. El gran impacto agrícola afectó tanto al matorral como
a las poblaciones de fauna silvestre, debido a la remoción mecánica y al trabajo a
mano de los desmontes (Editor, 1986).
Como ya se ha comentado, más del 95 % del matorral original de la región,
había sido roturado para la agricultura, ganadería y suelo urbano (USFWS,
1980). A lo largo de Río Bravo, debajo de la Presa Falcón, el 99 % de la tierra
ha sido desmontada para la agricultura y el desarrollo industrial. Es signifi-
cativo encontrar matorral nativo y áreas de bosques, en este momento, en la
90 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

parte sur de Texas, a lo largo de Río Bravo el corredor ecológico, y pasto nati-
vo en el Condado Starr (Collins, 1984). Un gran porcentaje de hábitat similar
ha sido eliminado en México (Collins, 1984). La mayor parte de la vegetación
natural de la Costa Chica del golfo en México, se eliminó para usar el suelo
con actividades agropecuarias.
La eliminación del matorral tiene un impacto negativo en especies ame-
nazadas de plantas, por ejemplo, el árbol de la Baretta (Collins, 1984). De
los bosques mexicanos del Palmetto, que abarcaban cerca de 129 km hacia
el interior de la desembocadura del Río Bravo y al sur, a lo largo de la costa
mexicana, solamente dos pequeñas áreas arboledas permanecen en Texas.
Varias especies anteriormente abundantes como Leucaena pulverulenta,
ébano de Texas, anacahuita, anacua, cenizo de Berlandier, gordolobo (So-
lanum verbascifolium), y ciprés calvo de Montezuma, el árbol más alto de la
región, sobreviven solamente en pequeñas áreas (Crosswhite, 1980). Aun
cuando varios de estos árboles tienen poblaciones viables, la supervivencia
continuada de las poblaciones en el valle puede depender de la preserva-
ción y de la restauración del matorral remanente.
Existe poca documentación disponible sobre las perturbaciones a largo
plazo sobre la flora y la fauna asociadas al matorral en el Norte de Tamau-
lipas y Sur de Texas. Los datos sugieren que las concentraciones de ganado
en el matorral a lo largo de la Río Bravo, tuvieron efectos perjudiciales.
Además de los efectos del pasto, el ganado daña la vegetación, especial-
mente a las plantas con semillas. El pastoreo intensivo causa pérdidas que
van del 9% hasta el 15% de la flora natural (Andrade Limas et al., 2010).

3. 3. Efectos sobre la erosión y degradación de los suelos

Durante la segunda década del siglo XX, la roturación eliminó casi la


totalidad del matorral natural de la región a lo largo del Río Bravo. Sola-
mente en la parte sur de Texas, en el denominado corredor ecológico del río
Bravo, pueden encontrarse todavía áreas de matorral natural y bosques,
así como pastos naturales en el Condado de Starr. El resto del territorio
está completamente dedicado a la actividad agrícola y ganadera, o áreas
industriales y urbanas.
En el norte de Tamaulipas el problema se origina con los desmontes que
se realizaron en la década de los setenta del siglo pasado, que dejaron sin
protección una gran superficie. El impacto ecológico de estos desmontes ha
sido muy grave. El cambio de uso de las tierras, de forestal a agrícola, sin
tomarse medidas protectoras del suelo, contra las precipitaciones torren-
La dimensión social de la erosión 91

ciales, el viento o las prolongadas sequías, ha ocasionado un deterioro del


suelo y de la producción.
Los problemas generados por la erosión eólica rebasan los efectos in
situ, extendiéndose a la agricultura productiva, las comunicaciones y las
poblaciones de la región. Los desmontes realizados en el contexto de la lla-
mada “Revolución Verde” provocaron que la arena que se extiende a lo lar-
go de la Laguna Madre comenzara a avanzar hacia el interior del territorio
estatal afectando a numerosos municipios de la zona norte de Tamaulipas.
Como ya se ha comentado, en esta zona pueden producirse episodios de
fuertes vientos que, al encontrarse con la superficie desprovista de vegeta-
ción, después de haber cosechado y con el suelo seco, facilitan la remoción
y transporte de importantes cantidades de suelo.
Por otro lado, es importante destacar que en la mayor de la zona agríco-
la del norte de Tamaulipas, las prácticas de labranza son inadecuadas para
la protección de los suelos. Por ejemplo, la orientación de los surcos en la
preparación de los suelos está en función de la línea de máxima pendiente,
lo que en muchos casos favorece la escorrentía cortical, la formación de
surcos e incluso cárcavas, con lo que se provocan grandes pérdidas de agua
y suelo que se traducen en una pérdida de productividad.
Como consecuencia de todo ello, en la zona agrícola del Norte de Ta-
maulipas y otras áreas del centro del estado, se ha producido un fuerte
incremento de los procesos de erosión, tanto hídrica como eólica, causa-
da por la roturación y eliminación de la cubierta vegetal natural para la
puesta en cultivo de los suelos (Figura 6). Además las prácticas agrícolas
inadecuadas, han producido otros tipos de degradación de los suelos, que
aunque nos se traduzcan en una pérdida de volumen de suelo, no por ello
son menos importantes, como contaminación química, salinización y pér-
dida de fertilidad.
Así las cosas, se encuentran con riesgo de erosión hídrica ligera (2-10 t/
ha/año) casi 13.000 Km2 (16%) de la superficie del estado, moderada (10-50
t/ha/año) en torno a 37.000 km2 (46%), con erosión fuerte (50-200 t/ha/
año) unos 17.000 km2 (21.5%) y casi 12,600 km2 (16%) presentan un rango
muy fuerte(>200t/ha/año). Los rangos moderados comprenden en su to-
talidad a las áreas agrícolas (riego y temporal), ubicadas en la zona norte,
centro y sur del estado, siendo la cubierta vegetal y el tipo de suelo los que
influyen en el mayor grado de erosión (Figura 7). Cómo es lógico, el rango
de erosión muy fuerte, se da en terrenos con pendientes elevadas en las
zonas de sierra, que aunque, no supone una amenaza para la agricultura
productiva, si lo es para la biodiversidad.
92 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 6. Erosión acelerada como consecuencia de la eliminación de la cubierta


vegetal natural para el uso agrícola.

Figura 7. El 46% de la superficie del Tamaulipas sufre pérdidas de suelo por


erosión hídrica y eólica en rangos de 10 a 50 t/ha/año.
La dimensión social de la erosión 93

3. 4. Consecuencias socioeconómicas de la erosión y degradación de


los suelos

Los problemas de desertificación, sumados a los efectos del calenta-


miento global, han provocado que unas 200.000 hectáreas agrícolas, hayan
disminuido sus niveles de producción (Figura 8) y, en muchos casos, las
tierras se han vuelto totalmente improductivas por los efectos de la erosión
eólica, como sucede en municipios como San Fernando, Méndez, Cruillas y
Burgos, provocado una reducción media de hasta un 60% en la producción
de las zonas agrícolas.

Figura 8. Las cosechas disminuyen su producción a consecuencia de la disminu-


ción del espesor de suelo y su empobrecimiento en nutrientes.

Andrade Limas et al., (2011), señalan que en algunas zonas del norte de
Tamaulipas, las pérdidas por erosión eólica llegan a alcanzar las 30 t/ha/
año. Si se considera que en la zona actualmente, los suelos tienen entre 50 y
110 cm de profundidad útil, con ese nivel de pérdida, en menos de 10 años
se habría perdido, en gran medida, el componente físico que aporta los
nutrientes a las plantas (Figura 9).
94 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Ante esta situación, hace varios años, en algunas comunidades ejidales,


se inició la reforestación en las vías de acceso y en los linderos de algunas
parcelas, creando cortinas que atenúan el problema. Sin embargo, esto no
es suficiente debido a las condiciones de la región, por lo que es urgente
que se utilicen medidas de protección y restauración que permitan con-
servar el recurso suelo, generando alternativas del uso de la tierra para
reducir la erosión y la contaminación del aire, disminuir la evaporación del
agua, mejorar la productividad agrícola y difundir las estrategias tecnoló-
gicas y organizativas para lograrlo.

Figura 9. Turbonada con arrastre de suelo en un campo de cultivo del norte de


Tamaulipas. Fuente: http://www.gaceta.mx/noticia, 17/6/2012

4. CONCLUSIONES

Desde los años veinte, más del 95% del matorral original de la región, ha
sido roturado para la agricultura, ganadería y suelo urbano.
La eliminación del matorral ha tenido un impacto negativo en especies
amenazadas de plantas, por ejemplo, el árbol de la Baretta (Collins, 1984).
La dimensión social de la erosión 95

Los bosques mexicanos del Palmetto, que abarcan cerca de 129 km hacia el
interior de la desembocadura del Río Bravo y al sur, a lo largo de la costa
mexicana.
Existe poca documentación disponible de las perturbaciones a largo
plazo sobre la flora y la fauna asociadas al matorral en el Norte de Tamau-
lipas y Sur de Texas. Los datos sugieren que las concentraciones de ganado
en el matorral a lo largo de la Río Bravo, tuvieron efectos perjudiciales.
La destrucción del matorral y el uso agrícola de los suelos, ha favorecido
la aceleración de los procesos erosivos. Los cálculos de erosión potencial
arrojan valores de 0.19, 0.22 y 7.96 Mg ha-1 para pastizal, vegetación natu-
ral, y agrícola, respectivamente.
Es decir, en los suelos agrícolas desprovistos de vegetación, la erosión
hídrica se ha incrementado considerablemente respecto a los suelos cubier-
tos de matorral y pastizal.
En la zona norte, la erosión eólica actual asciende a 26.4 t/ha/año; en
la zona centro se da la menor erosión eólica con 18.0 t/ha/año. Con es-
tos datos y considerando que la profundidad de los suelos está entre los
50 y 110 cm de profundidad útil, respectivamente, a esa velocidad del
proceso, en menos de 10 años perdería en gran medida el componente
físico que aporta nutrientes a las plantas, disminuyendo la productivi-
dad de las parcelas.
Las prácticas de conservación de suelos fueron utilizadas en las culturas
prehispánicas, debido a que con los implementos que manejaban atendían
pequeñas áreas y no hacían fuertes remociones de suelo. Al disponer de
maquinaria agrícola pesada, se tiene una gran capacidad de remover el
suelo y esto no siempre se hace en el tiempo o la práctica conveniente; es
frecuente hacer rastreos innecesarios o de plano perjudiciales al suelo y al
rendimiento de los cultivos. En la región existen actualmente alrededor de
8.600 tractores, por lo que tan sólo una labor inadecuada de preparación
de suelos puede provocar una gran afectación de erosión, o bien causar
baja en el rendimiento de los cultivos, así como el aumento en los costos de
producción para el agricultor.
Realizar un programa de conservación de recursos es urgente y de suma
importancia. Programa que debe de estar orientado técnicamente y en forma
constante, recalcando que no se trata sólo de obtener buenos rendimientos en
la producción agropecuaria, sino también preservar los recursos naturales.
Se requiere seguir incrementando la diversificación de cultivos que es
muy efectiva como práctica de conservación de suelos y para la producti-
vidad de los agricultores de la región.
96 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

El otro aspecto a considerar o, igual de importante, es la conservación


de la humedad en el suelo, la cual si no se aprovecha de manera óptima,
lleva al fracaso los sistemas de producción bajo condiciones de temporal,
como lo es gran parte de la zona norte de Tamaulipas.
El uso de prácticas agrícolas inadecuadas provoca en la región graves
problemas que repercuten, a su vez, sobre la productividad agraria, como
son: erosión del suelo fértil, reducción en la retención de humedad, aumen-
to de la salinidad, drenaje deficiente, compactación del suelo y prolifera-
ción de malas hierbas.
Ante este cúmulo de problemas, es necesario establecer un Plan de Ma-
nejo de los Recursos, con base en eficientes prácticas de conservación y
mitigación en la pérdida del recurso suelo y de la biodiversidad.

5. REFERENCIAS

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SERRATO, F. 2010. La Región Agrícola del Norte de Tamaulipas
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4. DEGRADACIÓN DE LOS SUELOS AGRÍCOLAS Y
FACTORES DE LA EROSIÓN
Blanca Idalia Castro Meza (1), José Damián Ruíz Sinoga (2), Gregorio
García Fernández (3)
(1)
Facultad de Ingeniería y Ciencias. Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Email: bcastro@uat.edu.mx
(2)
Departamento de Geografía, Facultad de Letras. Universidad de Málaga, España.
Email: sinoga@uma.es
(3)
Área de Edafología y Química Agrícola, Departamento de Ciencia y Tecnología,
Universidad Politécnica de Cartagena, Paseo de Alfonso XIII, 48. 30203 Cartagena,
España. Email: Gregorio.garcia@uptc.es

1. INTRODUCCIÓN

Los recursos naturales representan una parte fundamental en el desa-


rrollo de México; sin embargo, y aunque la sociedad cada vez es más cons-
ciente de ello, aún no han sido valorados lo suficiente para conservarlos.
El suelo es un recurso natural considerado como no renovable por lo
difícil y costoso que resulta recuperarlo o mejorar sus propiedades después
de haber sido erosionado o deteriorado física o químicamente.
Como recurso natural es básico y es el medio primario para la produc-
ción de alimentos. Además, de fuente de materia prima industrial y base
para estructuras civiles, es también un registro de la historia del planeta y
depósito de germoplasma o banco de semillas (Lal et al., 2004).
El suelo es un cuerpo tridimensional que forma la capa superficial de la
corteza terrestre. Esta capa soporta la vida, filtra y purifica el agua, biode-
grada contaminantes y regula el intercambio gaseoso entre los ecosistemas
acuáticos-terrestres y la atmósfera. Constituye la base de los ecosistemas
100 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

terrestres, por ello todas las actividades productivas que se realizan en él


requieren que el mismo mantenga en buen estado sus propiedades y con
ello sus funciones (Cotler et al., 2007).
El suelo tiene diversas funciones benéficas para los ecosistemas y el ser
humano, es un soporte biológico; interviene en el ciclo del carbono forman-
do un reservorio de carbono orgánico en forma de humus absorbido por
la vegetación, es importante en el equilibrio de los ecosistemas terrestres,
funciona como filtro y amortiguador, captando agua de lluvia y protegien-
do las aguas subterráneas y superficiales contra la penetración de agentes
nocivos, por lo que éstas y otras funciones más, en conjunto contribuyen a
mitigar los efectos del cambio climático.
Estudios recientes muestran que el 64% de los suelos de México pre-
sentan problemas de degradación en diferentes niveles –que van de ligera
a extrema-, 13% son terrenos desérticos o rocosos y zonas abandonadas o
improductivas y tan sólo 23% del territorio nacional cuenta con suelos que
mantienen actividades productivas sustentables o sin degradación aparen-
te (CONAFOR-SEMARNAT, 2007).
De la superficie degradada, el tipo de erosión más importante es, sin
duda, la hídrica, que afecta al 37% de la superficie (73 millones de hectá-
reas). Su efecto más evidente es la formación de cárcavas, cuya superficie
afectada comprende una extensión de 12% (24 millones de hectáreas).
Asimismo, la erosión también afecta las capas superficiales de las tierras
(erosión laminar) en una superficie de aproximadamente 25%, en las que
todavía es posible desarrollar actividades agropecuarias y forestales – a
pesar de una reducción considerable en la producción- y puede revertirse
este fenómeno mediante el uso y manejo sustentable del recurso.
Otros tipos de degradación importantes son: la erosión eólica, que afec-
ta 15% del territorio nacional, sobre todo en las zonas áridas, semiáridas y
subhúmedas secas, y la degradación química (salinización y contaminación
por desechos urbanos e industriales), que se encuentra principalmente en las
zonas agrícolas y abarca 13 millones de hectáreas a nivel nacional, de las cua-
les, además, 6 millones 600 mil hectáreas presentan problemas de salinidad.
También se ha identificado que la causa principal de la degradación del
suelo se debe a la deforestación asociada a los cambios del uso del suelo y
las actividades pecuarias que representan 51.3% del área degradada. Otras
causas de deterioro están exclusivamente ligadas con las actividades agrí-
colas, en específico con prácticas inadecuadas de producción, como: riego,
quema de residuos de cosechas, exceso de labranza y falta de prácticas de
conservación de suelo y agua (CONAFOR-SEMARNAT, 2007).
Degradación de los suelos agrícolas y factores de la erosión 101

2. DEGRADACIÓN DEL SUELO

La degradación del suelo es la pérdida de la productividad y utilidad


(Lal et al, 1998), como resultado de factores naturales o antrópicos (Lal,
1997), los cuales afectan sus propiedades físicas, químicas y biológicas (Co-
lomer y Sánchez, 2001).
Lal et al, (1998), afirmaron que la degradación del suelo ocurre cuando el
mismo no puede desarrollar una o varias de sus funciones y se traduce en
la disminución de la capacidad inherente de producir bienes económicos y
desarrollar funciones reguladoras del medio ambiente.
La degradación del suelo es un problema que ha aumentado con el paso
del tiempo y genera problemas ambientales de tipo global, regional y local;
como por ejemplo, el cambio climático global, el azolve de lagos y la com-
pactación del suelo (Bautista, 2005).
Dentro de los tipos de degradación de suelos, son dos las principales:
natural, debido a factores de formación del suelo; y antrópicas, debido a
actividades humanas (Lal et al., 1998).
Las principales fuentes de degradación debido a perturbaciones antró-
picas tienen su origen básicamente en las actividades industriales, urbanas
y agropecuarias (López, 2002).
A su vez, puede tratarse de una degradación química, que se puede
deber a varias causas: agotamiento de nutrimentos, acidificación, alcalini-
zación, desbalance, etc. A veces es consecuencia de una degradación física,
por ruptura de su estructura, aumento de la densidad aparente, imper-
meabilización de la superficie, disminución de la capacidad de retención
de agua. En otras ocasiones se habla de degradación biológica, cuando se
produce una disminución de la materia orgánica incorporada (Dorronsoro
y García, 2004; Lal et al., 2004).
Los procesos degradativos físicos, químicos y biológicos del suelo interac-
túan entre sí, y exacerban los impactos adversos en la producción de biomasa
y el medio ambiente. Además de la disminución de la productividad de culti-
vos, pasturas y silvicultura; la degradación del suelo puede aumentar la con-
taminación de cuerpos de agua y disminuir la calidad del aire (Lal et al., 2004).

2. 1. Degradación física del suelo

Según Do Prado (2000), la degradación física del suelo puede ser defini-
da como la pérdida de la calidad de la estructura del suelo. Los agregados
del suelo son deformados por fuerzas aplicadas. Dichas fuerzas pueden ser
102 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

externas como el impacto de la lluvia, o internas como la expulsión del aire


atrapado cuando los agregados están inundados. En una etapa posterior,
el suelo será compactado como resultado de una combinación de fuerzas
de presión y deslizamiento. Éstas son ocasionadas por una amplia gama de
fuentes: tráfico de maquinaria pesada, bordes de discos, arados, cuchillas
rotatorias y paso de ganado (Gabriels et al., 1998).
Los procesos de degradación física del suelo incluyen todos aquellos
cambios adversos que puedan afectar las condiciones y propiedades físicas
de los suelos (López, 2002). Afectan las relaciones de masa/volumen del
suelo, las relaciones agua y aire, los intercambios gaseosos entre el suelo
y la atmósfera, y la resistencia contra fuerzas desestabilizantes de aire y
agua. Estos procesos alteran las propiedades físicas, mecánicas, reológicas
(flujo) e hidrológicas del suelo (Lal et al., 2004).
Los principales procesos físicos que degradan el suelo son:
· Ruptura de la estructura del suelo. Reducción en la proporción y en
la relación resistencia/estabilidad de los agregados (Lal et al., 2004).
· Encostramiento e impermeabilización de la superficie. Formación de
una costra superficial y compactación subsuperficial, que impide la
infiltración del agua y la penetración de las raíces. De esta forma, la
erosión se acentúa y los cultivos responden menos eficientemente a
la aplicación de correctivos y fertilizantes (Do Prado, 2000). El en-
costramiento es causado por las fuerzas de elementos climáticos y
por perturbaciones causadas por prácticas agrícolas (por ejemplo,
labranza y tráfico) (Lal, 1997).
· Densificación. Caracterizada por elevación de la densidad del suelo,
una mayor resistencia a la penetración de las raíces y una consi-
guiente disminución en la porosidad (Do Prado, 2000).
· Anaerobiosis. Se produce cuando un suelo es afectado por exceso de hu-
medad, lo que deriva en una exclusión del aire en la zona de desarrollo
de raíces. Esto provoca carencia de oxígeno, y las actividades biológicas
dentro del suelo quedan reducidas a aquellas que pueden obtener ener-
gía por respiración, sin la presencia de oxígeno libre (López, 2002).
· Erosión. Desprendimiento, ruptura, transporte y redistribución de
partículas del suelo por fuerzas de agua (lluvia, flujos concentrados,
corrientes, glaciares, viento o gravedad) (Lal et al., 2004).
· Desertificación. En 1977, el Programa Ambiental de las Naciones
Unidas (UNEP, por sus siglas en inglés) definió la desertificación
como la disminución o destrucción del potencial biológico de la
tierra que puede conducir finalmente a condiciones desérticas. Los
Degradación de los suelos agrícolas y factores de la erosión 103

procesos importantes incluyen sequía, erosión por agua y viento y


denudación de cubierta vegetal (Lal et al., 2004).

2. 2. Degradación química del suelo

Los procesos de degradación química del suelo se refieren a los cambios


adversos en las reacciones o pH del suelo, reducción en las reservas y dis-
ponibilidad de nutrimentos de plantas. También afectan la capacidad para
fijar componentes tóxicos y reducir la acumulación excesiva de sales en la
zona de las raíces (Lal et al., 2004).
Los suelos pueden sufrir degradación química como consecuencia de pro-
cesos naturales. Sin embargo, los impactos antrópicos son mayores y se han
agudizado con el desarrollo industrial de los últimos tiempos (López, 2002).
Los principales procesos químicos son los siguientes:
· Acidificación. Disminución del pH del suelo por movilidad o au-
mento de compuestos ácidos en el suelo (Scherr, 1999).
· Agotamiento de nutrimentos. La remoción de los nutrimentos del
suelo, esenciales para las plantas (por ejemplo: N, P, K, Ca, Mg, Zn)
por sucesivas cosechas o excesivo percolado sin reposición de mejo-
radores orgánicos e inorgánicos (Lal et al., 2004).
· Toxificación. Se produce una liberación de sustancias nocivas al mo-
dificarse las propiedades del suelo (Dorronsoro y García, 2004).
· Salinización. Un incremento neto del contenido de sales solubles en
la zona de raíces en concentraciones tóxicas para las plantas que
conducen a la disminución de la productividad (Scherr, 1999).
· Sodicidad o alcalinización. Se desarrolla cuando en la solución del
suelo existe una concentración elevada de sales sódicas capaces de
sufrir hidrólisis alcalina, de tipo carbonato y bicarbonato de sodio.
Junto a estas sales de base fuerte NaOH y ácido débil (H2CO3), exis-
ten importantes cantidades de sales sódicas neutras carentes de pro-
piedades alcalinizantes (principalmente cloruros y sulfatos) y sales
de calcio y magnesio (Dorronsoro y García, 2004).
· Polución y contaminación. Producidas por la aplicación de contaminan-
tes industriales, desechos de minería y urbanos al suelo (Lal et al., 2004).

2. 3. Degradación biológica del suelo

La degradación biológica se trata de una disminución en la biomasa del


carbono, reducción en el contenido de la materia orgánica, y la disminu-
104 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

ción de poblaciones de la flora y de la fauna o de los organismos del suelo


(gusanos, termitas, y microorganismos) causada por cultivos intensivos,
disturbios mecánicos, erosión acelerada del suelo, el uso excesivo de pesti-
cidas, o por la contaminación industrial y residual (Scherr, 1999).
Tales cambios son:
· Agotamiento de carbono orgánico del suelo. Reducción en la biomasa de
carbono total y microbial, cambios en el índice de producción del depósi-
to de carbono orgánico (SOC, por sus siglas en inglés) combinado.
· Disminución en la biodiversidad del suelo. Reducción en la actividad y
diversidad específica de organismos favorables (por ejemplo, lombrices)
(Lal et al., 2004).
De los tres procesos de degradación de la calidad del suelo, el componen-
te biológico es el más difícil de cuantificar a pesar de que es posiblemente
el que más influye en cuestiones tan importantes como la fertilidad y la
productividad de los suelos.

2. 4. Factores de degradación del suelo

Los factores que intervienen para la degradación del suelo son ambien-
tes biofísicos que determinan el tipo de proceso de degradación, sea físico,
químico o biológico. Para ello, Lal et al. (2004) propusieron una fórmula
que cuantifica estos factores y que se describe a continuación:

Sd= f (S,C,T,V,M)t

Donde: Sd es la degradación del suelo, S son las propiedades del suelo,


C son los parámetros climáticos, T es terreno, V es vegetación, M es manejo
y t es tiempo (Lal et al., 2004).
Dichos factores se describen a continuación:
· Propiedades del suelo: Características inherentes al suelo tales como
profundidad, textura del suelo, consistencia, estructura y porosi-
dad, densidad del suelo, contenido de nutrimentos, materia orgáni-
ca y los organismos del suelo (Do Prado, 2000).
· Clima. La velocidad y dirección del viento afectan el índice y seve-
ridad de la erosión eólica; asimismo, la intensidad y cantidad de
precipitación determian la magnitud de la erosión hídrica. El perco-
lado y la acidificación dependen de la cantidad y distribución de la
precipitación (Lal et al., 2004).
· Terreno. El grado de la pendiente determina la temperatura del suelo,
Degradación de los suelos agrícolas y factores de la erosión 105

cubierta vegetal, aclimatamiento, y régimen de agua y suelo. La forma


afecta el índice de erosión y deposición. El terreno también influye en
la densidad de drenaje y características hidrológicas (Lal et al., 2004).
· Vegetación. La cobertura vegetal protege al suelo de la erosión me-
diante la interceptación de la lluvia y la reducción de la velocidad
del escurrimiento y del viento (Figueroa et al, 1991).

2. 5. Causas de la degradación del suelo

La degradación del suelo es un proceso biofísico, que es determinado


por causas políticas y socioeconómicas (Lal, 1997).
Mientras que el tipo de degradación del suelo está influenciado por los
factores de degradación del suelo; el índice y la severidad de los procesos
de degradación están determinados por sus causas (Lal et al., 2004).
Lal (2001) las clasificó en tres grupos: las causas biofísicas, políticas y so-
cioeconómicas. Las causas biofísicas involucran el manejo y uso de la tierra.
Importante entre éstas, es la tala de árboles, quema de biomasa, drenaje e irri-
gación, sistemas de cosecha y cultivo, uso de fertilizantes, métodos de labran-
za, intensidad de pastoreo, métodos de tala, uso de tierra urbana y minería.
Estas causas acentúan la compactación, erosión, escurrimiento de agua, anae-
robiosis, agotamiento de nutrimentos, reducción del SOC combinado, etc.
En cuanto a las causas socioeconómicas y políticas, Lal (2001) incluyó
los parámetros demográficos, tales como densidad de población, educa-
ción, equidad de género y etnia; arrendamiento de la tierra, acceso al mer-
cado y la inestabilidad política. También mencionó que, en contraste, las
políticas de incentivación que realizan inversiones, reducirían el índice y el
grado de la degradación del suelo.

3. PROCESOS ANTRÓPICOS Y SUS EFECTOS EN LOS SUELOS

Todos aquellos procesos desencadenados por las actividades humanas,


como son el aumento de la población en sí, su migración hacia áreas urbanas y
suburbanas, generan una serie de fenómenos que ejercen una presión constan-
te hacia los suelos. Dicha presión provoca una reducción de su capacidad para
sostener ecosistemas naturales o modificados, para mantener o mejorar la cali-
dad del aire y el agua, y para preservar la salud humana (SEMARNAT, 2003).
Actividades agrícolas
López (2002), indicó que la producción agrícola en cualquier sitio re-
presenta la interacción del suelo y factores meteorológicos; sistemas de
106 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

cultivo; operaciones de siembra y labranza; uso de productos químicos


(formulaciones, dosis, localización, tiempo y método de aplicación); irri-
gación (métodos de aplicación, calidad del agua, cantidades, frecuencia de
aplicación) y métodos de cosecha y disposición de residuos.
Los tipos de degradación comúnmente asociados con esta actividad
son: erosión (hídrica y eólica), compactación, pérdida de nutrimentos, sa-
linización y contaminación (por pesticidas y fertilizantes) (Van Lynden y
Oldeman, 1997).
Deforestación y remoción de la vegetación
Se define como la remoción de la vegetación natural (usualmente bos-
que primario y secundario), en grandes extensiones territoriales, para cam-
biar el uso de la tierra a agrícola y urbano, principalmente; para explotar
comercialmente bosques a gran escala o por incendios inducidos. La de-
forestación frecuentemente causa erosión y pérdida de nutrimentos (Van
Lynden y Oldeman, 1997).
Sobreexplotación de la vegetación para uso doméstico
Contrario a la “deforestación y remoción de la vegetación natural”, este
factor causativo no involucra, necesariamente, la remoción (casi) completa
de la vegetación “natural”, sino más bien, la degeneración de la vegetación
remanente, lo cual provoca una protección insuficiente contra la erosión. Se
incluyen en este grupo a la recolección excesiva de leña, la producción de
carbón y al uso de la madera como cercos, postes o polines (Van Lynden y
Oldeman, 1997).
Sobrepastoreo
Además del común sobrepastoreo de la vegetación por el ganado, se
consideran dentro de este grupo a otros factores relacionados con un nú-
mero excesivo de cabezas de ganado, tal como el pisoteo. El efecto del so-
brepastoreo usualmente es la compactación del suelo y la disminución de
la cubierta vegetal, que provoca mayor erosión del suelo tanto por el agua
como por el viento (Van Lynden y Oldeman, 1997).
Actividades Industriales
Incluye todas las actividades humanas de naturaleza (bio) industrial;
minas abandonadas, desfogue de industrias, aguas residuales, derrames
de hidrocarburos y basureros, que están relacionadas con diferentes tipos
de contaminación (ya sea como fuentes o de forma secundaria) y con la
pérdida de la función productiva. Se incluye además, el relativo al creci-
miento urbano o urbanización, en donde se considera a todas las activida-
des efectuadas por la industria de la construcción, provocando la pérdida
de la función productiva del suelo (Van Lynden y Oldeman, 1997).
Degradación de los suelos agrícolas y factores de la erosión 107

4. SITUACIÓN DE LA DEGRADACIÓN DE SUELOS EN MÉXICO

En México, como a nivel mundial, el suelo sufre una degradación ace-


lerada como consecuencia, principalmente, de diversas actividades hu-
manas. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), coloca a México entre los primeros lugares en este aspecto (con
cerca de 50% de suelos severa y muy severamente degradados), compara-
do con el resto de sus países miembros (OCDE, 2003).
En América Latina, México se encuentra en un punto intermedio entre
los países de Centro y Sudamérica. En gran medida, este deterioro se en-
cuentra asociado a la falta de conocimiento sobre el papel ambiental que
juega el suelo, así como de los límites para su aprovechamiento en función
de sus aptitudes y acerca de las técnicas apropiadas para que pueda ser
sustentable. Este desconocimiento se traduce, entre otros aspectos, en la
falta de políticas de usos del suelo y en prácticas que lejos de contribuir a
su protección, aceleran su degradación, sin tomar en cuenta que su pérdida
puede ser irreversible (SEMARNAT-PNUMA, 2004).
Sin embargo, en el ámbito internacional, México se convierte en uno de
los pocos países que cuentan con información confiable sobre la degrada-
ción de sus suelos causada por el hombre (SEMARNAT, 2003). Durante los
años 2001-2002, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de
México (SEMARNAT) realizó una evaluación de la degradación del suelo,
causada por el hombre. Los principales resultados mostraron que un 45%
del territorio estaba en proceso de degradación (89 millones de hectáreas),
entre los que se observaban los procesos de degradación química en 18%
(36 millones de hectáreas), erosión hídrica en 12% (24 millones de hectá-
reas), la erosión eólica en 9% (18 millones de hectáreas) y la degradación
física en 6% (12 millones de hectáreas) (SEMARNAT-COLPOS, 2002).
La SEMARNAT, también concluyó (SEMARNAT-COLPOS, 2002) que,
en promedio:
· Los estados presentan una extensión territorial de suelos degrada-
dos del 48% (18 están por encima de la media).
· Las regiones hidrológicas tienen en el 52% de su superficie suelos
degradados (7 regiones de las 37 existentes, sobrepasan el valor me-
dio).
· Las regiones ecológicas básicas muestran suelos degradados en 38%
de su área de influencia (27 regiones de un total de 47, superan el
promedio).
108 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Ese mismo informe (SEMARNAT-COLPOS, 2002), demostró que los ni-


veles de degradación extrema se relacionan con el crecimiento urbano; y
que las principales causas de la degradación de los suelos en México se
deben a actividades agrícolas poco sustentables y al sobrepastoreo en los
diferentes ecosistemas. El tercer lugar lo ocupaba la deforestación.

5. LA DEGRADACIÓN DE SUELOS EN TÉRMINOS ECONÓMICOS

El impacto de la degradación de suelos no sólo afecta los intereses pri-


vados de los agricultores, en términos de la disminución de su producti-
vidad y el aumento de los costos de producción (al aumentar los insumos
externos para reducir la pérdida del suelo), sino que afecta también los
intereses públicos. Éstos últimos son los más costosos, varían desde los
azolves de presas, inundaciones, deterioro de hábitats acuáticos, conta-
minación de ríos y lagos, a emisiones de gases invernaderos y causa de
la desertificación. Paradójicamente estos efectos son rara vez asociados al
proceso de degradación de suelos. El deterioro ambiental que ocasiona la
degradación del suelo puede alcanzar cifras elevadas (Cotler et al., 2007).
Según Lal et al., (1998), se perdían anualmente 75 mil millones de tone-
ladas de suelo, que representaban un costo de US$ 400 mil millones, o sea
aproximadamente US$ 70 por persona cada año y sólo en los EEUU, el cos-
to total de la erosión en tierras agrícolas representaba US$ 44 mil millones
por año, lo que significaba US$ 250 por hectárea.
En México estas cifras también son alarmantes. En el año 2000, la SE-
MARNAT calculó que anualmente se perdían cerca de 535 millones de
toneladas de suelo por causa de la erosión y el Instituto Nacional de Esta-
dística, Geografía e Informática (INEGI) estimó en 188 millones de pesos
anuales las pérdidas económicas, sin considerar los efectos de la reducción
de la capacidad productiva de las tierras, lo cual incrementaría considera-
blemente dicha pérdida. En zonas áridas y semiáridas, se dejaban de perci-
bir al año aproximadamente US$ 1.5 mil millones como consecuencia de la
degradación del suelo (SEMARNAT-INE, 2000).

6. EROSIÓN DEL SUELO

6. 1. Degradación por erosión

La erosión es la pérdida selectiva de materiales del suelo. Por la acción


del agua o del viento los materiales de las capas superficiales van siendo
Degradación de los suelos agrícolas y factores de la erosión 109

arrastrados. Si el agente es el agua se habla de erosión hídrica y para el caso


del viento se denomina erosión eólica.
El concepto de erosión del suelo también puede referirse a la erosión
antrópica, que es de desarrollo rápido. Frente a ella está la erosión natural o
geológica, de evolución muy lenta (Dorronsoro y García, 2004).
La erosión geológica se ha desarrollado desde siempre en la Tierra, es la
responsable del modelado de los continentes y sus efectos se compensan
en el suelo, ya que actúan con la suficiente lentitud como para que sus con-
secuencias sean contrarrestadas por la velocidad de formación del suelo.
Así en los suelos de las superficies estables se reproduce el suelo, como
mínimo, a la misma velocidad con que se erosiona.
Es muy importante destacar que la erosión natural es un fenómeno muy
beneficioso para la fertilidad de los suelos.
La erosión geológica o natural es una parte integral de los sistemas na-
turales, ocurre en la superficie de la tierra bajo condiciones naturales, aún
cuando el suelo se encuentra cubierto por una vegetación densa. Es una
más de las formas normales del desarrollo del relieve y sólo en algunos
casos es el proceso dominante de degradación (Figueroa et al., 1991).
La erosión antrópica o acelerada es la erosión inducida por la actividad
del hombre que interfiere y rompe el equilibrio existente entre los suelos,
la vegetación, el agua y el viento, lo cual da lugar a formaciones terrestres
erosivas y otras condiciones anormales, como son las cárcavas o zanjas, los
subsuelos descubiertos por la erosión laminar, los derrumbes, las carrete-
ras socavadas, los lagos y reservorios colmatados y los cauces de los ríos
obstruidos por sedimentos. Considerándolo como proceso de degradación
el término erosión hace referencia a la erosión acelerada (López, 2002).
Efectivamente, como es sabido, todas las propiedades del suelo, y por
tanto su profundidad, son consecuencia de una determinada combinación
de los factores formadores. En una determinada región aparecerá un suelo
cuya profundidad será el resultado de un clima concreto (temperatura y
precipitaciones), sometido a la actividad de unos determinados organis-
mos, en un tipo de relieve, que actúan sobre una clase de roca durante un
tiempo. Si no actuase la erosión natural esa profundidad de material eda-
fizado se iría alterando progresivamente cada vez más conforme el suelo
se fuese volviendo más antiguo y llegaría un momento que todos los mi-
nerales originales se habrían transformado totalmente, ya no aportarían
ningún nutriente nuevo al suelo y este quedaría constituido por un residuo
totalmente infértil. Prácticamente toda la Tierra estaría recubierta de una
capa inerte, sin posibilidad de soportar vida alguna.
110 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Afortunadamente este panorama aterrador no se presenta precisamen-


te debido a la erosión geológica. Esta lenta erosión va decapitando lenta-
mente las capas superiores de los suelos con lo que va disminuyendo el
espesor del suelo y este se va progresivamente profundizando hacia capas
más internas donde se encuentra el material original sin transformar (para
mantener su profundidad de equilibrio con las condiciones ambientales).
Así, de esta manera se van incorporando continuamente nuevos materiales
al suelo (materiales frescos, no alterados, con abundantes minerales que al
alterarse aportan nutrientes a los suelos).
Hudson (1982), describió la erosión como una de las formas más frecuen-
tes de degradación del suelo. Las consecuencias de la erosión del suelo se
manifiestan tanto en el lugar donde se produce como fuera de él. Los efectos
in situ son particularmente importantes en las tierras de uso agrícola, donde
la redistribución y pérdida de suelo, la degradación de su estructura y el
arrastre de materia orgánica y nutrientes, llevan a la pérdida del perfil cultu-
ral y al descenso de la fertilidad. También señaló los problemas causados por
el azolve en embalses naturales y obras de almacenamiento de agua.

6. 2. Los procesos de la erosión del suelo

La erosión del suelo es un proceso con dos fases, consistentes en el des-


prendimiento de partículas individuales de la masa del suelo y su trans-
porte por los agentes erosivos, como las corrientes de agua y el viento.
Cuando la energía de estos agentes no es suficiente para transportar las
partículas, se produce una tercera fase, llamada deposición (Morgan, 1997).
Figueroa et al., (1991), mencionaron que los factores que influyen en la
tasa de erosión son la lluvia, el escurrimiento, el viento, el tipo de suelo,
la pendiente, la cobertura vegetal y la presencia o ausencia de medidas de
conservación.
El viento y el agua son los principales agentes generadores de la ero-
sión, y de acuerdo al agente erosivo que actúe, se distinguen dos formas
generales de erosión: erosión eólica y erosión hídrica (López, 2002). Tanto
el agua como el viento son inestables (varían en el tiempo) y no uniformes
(varían en espacio). La erosión es inestable porque la intensidad de las pre-
cipitaciones y la velocidad del viento que causan erosión cambian durante
casi todas las tormentas de lluvia y viento. Asimismo, las tormentas varían
de un evento a otro, y las condiciones superficiales que afectan la erosión
cambia entre tormentas, de modo que, la misma tormenta que ocurre en
diversas horas produce diferentes cantidades de erosión (Toy et al., 2002).
Degradación de los suelos agrícolas y factores de la erosión 111

6. 3. Erosión eólica

La erosión eólica ocurre cuando las fuerzas aplicadas al suelo por el


viento son mayores que la resistencia del suelo. Dichas fuerzas están direc-
tamente en función de las condiciones medioambientales de un lugar en
particular donde la erosión está ocurriendo (Toy et al., 2002).
Según Fryrear et al., (1998), la erosión eólica del suelo puede ocurrir
siempre que la velocidad del viento esté sobre el umbral requerido para
erosionar el suelo, especialmente si la superficie del suelo no se protege
con las cosechas, con sus residuos, mediante rugosidades del suelo o con
barreras de viento. La erosión del viento puede convertirse en un proble-
ma importante, cuando se dejan al descubierto extensas áreas en regiones
áridas o semiáridas debido a los fuegos, sequías o mal manejo. El viento
es un agente eficaz en la separación, el movimiento y la deposición de
cantidades enormes de material fino del suelo, según lo evidenciado por
los suelos profundos de los loess y las dunas de arena en cada continente.
La erosión del viento provoca cambios en la textura del suelo debido a
la remoción de las partículas finas, a su vez esto ocasiona una disminución
de la profundidad, fertilidad y productividad del suelo. También causa la
abrasión de plantas, automóviles, y de las casas, reduce visibilidad a lo lar-
go de los caminos, y disminuye la calidad del agua (Toy et al., 2002).
Los principales factores que determinan la magnitud de la erosión que
una corriente de aire puede causar son, principalmente: la resistencia del
suelo a la erosión, la rugosidad de la superficie del terreno, la precipitación,
la forma del relieve, la longitud del área expuesta, la cobertura vegetal y
por supuesto, la erosividad del viento (López, 2002).
La erosión del viento es función de la cantidad de sedimento producida
por procesos de separación y por la capacidad del transporte del viento
(Toy et al., 2002).

6. 4. Erosión hídrica

López (2002) definió la erosión hídrica como un proceso continuo que


consiste en la separación de las partículas y agregados de la masa del suelo,
su transporte y sedimentación, siendo el agente activo el agua.
El agente más importante para el desprendimiento en el caso de erosión
hídrica son las gotas de lluvia, como resultado del golpeteo de éstas so-
bre una superficie desnuda, las partículas de suelo son proyectadas al aire
por distancias variables (Figueroa et al., 1991). Las fuerzas principales que
112 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

conducen estos procesos son tensiones de esfuerzo cortante generadas por


impacto de la gota de agua y la superficie de escorrentía relacionada con la
resistencia del suelo a la separación (Toy et al., 2002).
Figueroa et al., (1991) señalaron, que la lluvia también compacta la su-
perficie del suelo y baja la tasa de infiltración, como consecuencia se pre-
senta el escurrimiento, el cual conforme incrementa su velocidad de flujo
y se canaliza en pequeños canalillos, produce a su vez, desprendimiento y
transporte de partículas. La etapa final de este proceso de canalización es
la formación de cárcavas.
Los cuatro factores ambientales que determinan la erosión por agua y la sedi-
mentación son clima, suelo, topografía y utilización del suelo. Cada factor fun-
ciona de manera independiente y recíproca. La erosividad de la precipitación,
que es determinada por el clima, proporciona las estimaciones de las fuerzas
aplicadas al suelo a causa de la erosión hídrica del suelo (Toy et al., 2002).
La magnitud de la erosión hídrica depende de la combinación del poder de
la lluvia para causar erosión y de la habilidad del suelo para contrarrestar la
acción ésta. En términos matemáticos se plantea entonces que la erosión hídri-
ca es una función de la erosividad de la lluvia y de la erosionabilidad del suelo:

Erosión = f (Erosividad, Erosionabilidad)

La erosividad puede ser definida como la habilidad potencial de la llu-


via para causar erosión; la erosionabilidad es el término con el cual se de-
nomina la vulnerabilidad del suelo a la erosión (López, 2002).
El suelo tiene propiedades que determinan su inherente erosionabilidad
(susceptibilidad) a la erosión. La topografía, la vegetación y la configura-
ción superficial del suelo modifican las fuerzas aplicadas al suelo y la pre-
sencia de materiales biológicos y el uso del suelo afectan la erosionabilidad
(Toy et al., 2002).

6. 5. Compactación

Porta et al., (2004), definen la compactación del suelo como un incre-


mento de la densidad aparente del suelo, un empaquetamiento de partí-
culas más denso y una disminución de la porosidad, especialmente en lo
referente a macroporos.
La compactación inducida por actividades antrópicas se ha incrementa-
do dramáticamente durante las últimas décadas, siendo el tráfico de ma-
quinaria en la agricultura mecanizada la más importante causa de compac-
Degradación de los suelos agrícolas y factores de la erosión 113

tación, sin menospreciar el sobrepastoreo de las tierras dedicadas a la cría


de ganado (López, 2002; Porta et al., 2004).
Desde el punto de vista agrícola, la compactación tiende a disminuir
las cantidades de agua y nutrientes disponibles para las raíces (Porta et
al., 2004). Estas propiedades tienen una importante influencia en el creci-
miento de las raíces de las plantas y en el almacenamiento y movimiento
del agua, aire y calor en el suelo. Además, incrementa el riesgo de escurri-
miento y erosión debido a la reducción de las tasas de infiltración (López,
2002).
Gabriels et al., (1998) señalaron que la variedad de posibles métodos
para rehabilitar suelos o capas de suelo compactadas depende del sitio
y de su uso. El aflojamiento del suelo provoca una intensiva disminu-
ción en la resistencia interna del mismo, lo cual conlleva a que se mani-
fieste una alta susceptibilidad del suelo a la compactación, la cual puede
entonces afectarlo con mayor intensidad. Si después de tal proceso de
descompactación o aflojamiento, el tratamiento del suelo no es mejora-
do con relación al estado natural, las propiedades ecológicas viables del
suelo se perderán.
El estado de compactación del suelo depende de varios factores entre
los que se destacan las características originales de cada suelo y las prácti-
cas de manejo empleadas (Goedert, 2002).
Uno de los métodos utilizados para calcular esta característica del suelo
es el descrito por Canarache citado por Espinosa (1997). Las fórmulas em-
pleadas para calcular el grado de compactación son:

Donde:
Pr = porosidad total requerida (%,v/v)
P = Porosidad actual (%, v/v)
Da = densidad aparente (g cm-3)
Dr = densidad real (g cm-3)
C= contenido de arcilla (%, p/p)
Los parámetros A y B son constantes estimadas mediante una regresión
lineal simple del porcentaje (%) de arcilla con la relación densidad aparente
y porosidad total. Para condiciones ideales de relación arcilla y porosidad
total mínima requerida A= 44.9 y B=0.167.
114 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

A partir de las fórmulas anteriores se obtiene un valor que indica el gra-


do de compactación propuesto por Canarache (1987) (Tabla 1).

Tabla 1. Índice de compactación


Índice de compactación Clase
<0 No compactado
0 -10 Ligeramente compactado
10 - 18 Moderadamente compactado
> 18 Altamente compactado
Fuente: Canarache (1987)

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5. ACTIVIDADES AGROPECUARIAS Y MANEJO DEL
SUELO

Francisco De la Garza Requena (1), Blanca Castro Meza (1), Gregorio


García Fernández (2)
Facultad de Ingeniería y Ciencia, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
(1)

Email: fdelagarza@uat.edu.mx; bcastro@uat.edu.mx


(2
Área de Edafología y Química Agrícola, Departamento de Ciencia y Tecnología,
Universidad Politécnica de Cartagena, Paseo de Alfonso XIII, 48. 30203 Cartagena,
España. Email: Gregorio.garcia@uptc.es

1. INTRODUCCIÓN

Las actividades agropecuarias en el estado de Tamaulipas tienen, y han


tenido históricamente, un papel destacado, no solamente en el contexto
estatal, sino también a nivel nacional. Se han observado, en los últimos
años, importantes incrementos en la productividad del campo, resultado
de mejoras aplicando, por ejemplo, el mejoramiento genético de las espe-
cies cultivadas, así como también el desarrollo de nuevas técnicas para un
mejor manejo ganadero.
Sin embargo, la utilización de estas nuevas y más eficientes técnicas in-
volucran un uso intensivo de maquinaria y de agroquímicos. Esto ha traído
como consecuencia una serie de problemáticas inherentes al uso de estas
tecnologías y cuyo impacto más importante es sobre el medio ambiente.
En cuanto a la agricultura, aporta a nivel estatal el 7.1% del PIB de Ta-
maulipas, y a escala nacional aporta el 3% del valor de la producción agrí-
cola de la Federación. Se dedican alrededor de 555,906 ha a la agricultura
bajo régimen de riego y 1.108,648 ha se utilizan en la agricultura de secano
o temporal.
118 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tamaulipas es el principal productor de sorgo del país, con una produc-


ción de casi dos millones de toneladas anuales. El estado destaca, también,
en la producción de caña de azúcar, soja (soya), naranja y hortalizas.
Sin embargo, la producción agrícola enfrenta problemas climáticos, ero-
sión de los suelos, falta de recursos económicos, caída de los precios de los
productos, etc., lo que ha propiciado una reducción de la rentabilidad de
esta actividad en Tamaulipas. Problemática que ha generado, entre otras
cosas, una evolución hacia la reconversión del uso del suelo, lo que lleva a
la aplicación de otros productos más competitivos para cultivar, o, como ha
sucedido en muchos casos, al cambio de la actividad agrícola a la actividad
pecuaria.
Por otro lado, la ganadería tiene una aportación en el Producto Interno
Bruto Estatal del 1.3%; y a nivel nacional aporta el 2.02% del Producto In-
terno Bruto Nacional ganadero. Se dedican 4.809,434 Ha a la ganadería. El
hato ganadero está constituido por 1.093,696 cabezas de bovinos; 219,673
porcinos; 249,955 caprinos; 133,414 ovinos y 198,406 aves (INEGI, 2001).
Las actividades de explotación forestal en el estado de Tamaulipas, se
desarrollan en una superficie de 767,789, que incluye parte de los munici-
pios de Güemez, Gómez Farías, Llera y Ocampo. La producción anual de
madera se ubica en los 134,954 m3, de los cuales 20,403 m3 son de especies
de coníferas (INEGI, 2001).

2. EL ESTADO DE TAMAULIPAS, SUELO Y CLIMA

El estado de Tamaulipas es uno de los treinta y dos estados que con-


forman los Estados Unidos Mexicanos (De la Cruz, 2001). Está situado
entre los paralelos 14° 33’ N y 32° 43’ N y los meridianos 86° 46’ W y
118° 20’ W.
El territorio tamaulipeco limita al norte con el estado de Texas, de los Es-
tados Unidos de Norteamérica. Al sur colinda con los estados de Veracruz
y San Luis Potosí. Hacia el este, el territorio del estado está demarcado por
el Golfo de México. Al oeste colinda con el estado de Nuevo León.
La entidad tiene una superficie de 79.819,04 Km2 (7.981,904 Ha), se di-
vide políticamente en 43 municipios, su capital es Ciudad Victoria. Cuenta
con un litoral de 420 Km y comparte 370 kilómetros de frontera con los
Estados Unidos de Norteamérica.
El estado de Tamaulipas comprende terrenos que pertenecen a tres de
las grandes regiones naturales, o provincias fisiográficas, que conforman el
territorio mexicano:
Actividades agropecuarias y manejo del suelo 119

a) La zona montañosa del suroeste de la entidad, que forma parte de


la Sierra Madre Oriental
b) Áreas de llanuras costeras, lomeríos y valles, así como las sierras
de San Carlos y Tamaulipas que abarcan la mayoría de los terrenos
tamaulipecos, y que corresponden a la Llanura costera del Golfo
Norte
c) La zona noroeste, en la que predominan lomeríos suaves, alterna-
dos con llanuras, y que es la región más meridional de la provincia
de las Grandes llanuras de Norteamérica, cuya mayor parte se en-
cuentra en Estados Unidos.
La mayoría de los terrenos del estado de Tamaulipas están constituidos
por rocas sedimentarias, cuyas edades cubren un rango geocronológico
desde el Paleozoico hasta el Cuaternario; son de origen marino continental
con predominancia de las primeras. Sin embargo, también se encuentran,
aunque en áreas mucho menores, rocas ígneas cenozoicas, rocas metamór-
ficas, precámbricas y paleozoicas, así como depósitos no consolidados del
Cuaternario. Una parte de las rocas sedimentarias está constituida por ma-
teriales marinos recientes o no consolidados y por otra por materiales an-
tiguos o consolidados.
En el estado se presenta una diversidad de climas, los cuales van desde
el clima subhúmedo y húmedo con lluvias en verano en la zona sur su-
reste, hasta climas templados en el altiplano tamaulipeco y serranías, que
varían de húmedo a seco según la altitud.
En el norte del estado la temperatura media anual oscila entre 22 y
23.6°C; la máxima se presenta en julio con 28.6°C y la mínima en enero con
15.2°C. La precipitación anual fluctúa entre 609 y 882 mm.
La zona centro de Tamaulipas presenta una temperatura anual que osci-
la entre 21.8 y 24.7°C; el mes más cálido es agosto con temperaturas mayo-
res a 30°C, mientras que el mes más frío es enero con temperatura prome-
dio de 17°C. En esta zona la precipitación es veraniega, aunque la mayoría
de las lluvias se presentan en el mes de septiembre el cual está incluido en
la temporada de ciclones de la región. La precipitación anual se ubica ente
los 617 y 763.5 mm.
Con respecto a la zona sur del estado, se tiene que la temperatura anual me-
dia varía de los 18°C de las partes altas de la sierra a 24°C de las zonas cercanas
a la costa. La precipitación anual varía de 717.3 a 1.058,8 mm (SSP-INEGI).
Según la clasificación FAO/UNESCO de 1974 los suelos de Tamaulipas
presentan las siguientes características: Vertisoles, Cambisoles Cálcicos,
Feosem, Xerosoles, Fluvisoles, Solonchak, Rendzinas y Regosoles Cálcicos.
120 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

3. ACTIVIDADES AGROPECUARIAS EN EL ESTADO DE TAMAULI-


PAS

3.1. Actividad Agrícola

Dentro de las estrategias y líneas de acción del Plan Estatal de Desarro-


llo (Gobierno del Estado de Tamaulipas, 2011) destacan el fortalecimiento de
la infraestructura y equipamiento agrícola para la aplicación de tecnología
avanzada en las actividades de la producción primaria, así como impulsar la
tecnificación de las actividades agrícolas con incorporación de maquinaria y
equipo de generación avanzada para incrementar la productividad y calidad.
El desarrollo agrícola en Tamaulipas se considera reciente ya que prác-
ticamente se inicia hace poco más de 60 años, con el inicio de las obras de
riego. Esto ha traído como consecuencia un incremento en el uso de equipo
para la labranza, el cual por su intensidad y frecuencia ha afectado gra-
dualmente el suelo, es decir, ha ocasionado una erosión (eólica e hídrica).
La erosión del suelo es el arrastre de partículas de tierra que Io forma y
elementos nutritivos que contienen, causado por el agua o el viento. Este
fenómeno se ha incrementado enormemente en México y específicamente
en el estado de Tamaulipas por la tala inmoderada de los bosques y por
el descuido e ignorancia de algunos agricultores, que realizan prácticas y
labores agrícolas que aceleran la erosión; visto de otra manera, el cambio
de uso del suelo puede resultar muy negativo.
En un principio, la erosión es un proceso poco visible, ya que empieza
por remover capas delgadas del suelo; cuando se hace visible es por la
formación de zanjas o cárcavas en el campo de cultivo. En este Estado, las
practicas de conservación de suelos son muy costosas y los cultivos tienden
muy poco (en ocasiones se pierde la cosecha), de manera que el agricultor
se enfrenta a un problema muy serio. Para evitar esto, es conveniente no
dejar que el terreno sea dañado por la erosión, y para ello, se deben tomar
medidas preventivas, sobre todo en los Distritos de Riego, haciendo prác-
ticas sencillas y económicas de conservación de suelo.
En las zonas de temporal son muy económicas y altamente redituables.
Un programa de conservación de suelos es ver hacia los años venideros,
con orientación técnica constante y recalcar que no se trata sólo de obtener
buenos rendimientos, si no también preservar el suelo, que de otra forma
se deteriora definitivamente. Se requiere igualmente seguir incrementando
la diversificación de cultivos que es muy efectiva como practica de conser-
vación de suelos.
Actividades agropecuarias y manejo del suelo 121

Como norma general, se deben evitar las quemas dentro de la parcela


y el pastoreo excesivo del terreno para que este no sea dañado por la ero-
sión. Los terrenos más expuestos a la erosión son las tierras cultivadas que
tienen pendientes mayores del 3%. Los principales daños que ocasiona la
erosión son: perdida del suelo, reducción de los rendimientos, disminu-
ye la capacidad del suelo para almacenar agua, inundaciones y sequía de
manantiales y ríos. Es claro entonces que, el uso del suelo debe hacerse de
manera que este mantenga su integridad física y su capacidad productiva.
3.1.1. La agricultura la atmósfera y el clima
En los diversos foros científicos internacionales se debate el origen del
calentamiento global anómalo. Algunos especialistas piensan que la de-
forestación (cambios de uso del suelo) y la inyección de CO2 en la atmós-
fera por la quema de combustibles fósiles son las principales causas, y en
menor medida la degradación de la biota. Otros opinan que el cambio de
temperaturas es una oscilación natural de nuestro planeta.
El hombre ha modificado la composición de la atmósfera a escala global;
sobre todo aumentando su contenido de CO2. Antes había un equilibrio,
entre el CO2 natural terrestre y el del plancton marino. El hombre comenzó
a quemar carbón para producir vapor y energía, empezó a deforestar bos-
ques, selvas, a urbanizar grandes territorios y a contaminar áreas forestales
y el mar.
La actividad agrícola es muy importante y tiene repercusiones en la
atmósfera; se ha estimado que el 27% de la producción mundial de CO2
proviene de ella. Esto considerando que las prácticas roza-tumba y quema
como actividades de deforestación aportan el 18% del total. Durarte los
últimos años se ha reconocido la importancia mundial de los bosques; sin
embargo, muchos bosques al igual que la gente que depende de ellos con-
tinúan amenazados.
A Io largo de las regiones tropicales, templadas y boreales, la pérdida
y degradación forestal conlleva enormes costos humanos y ambientales,
perdida del hábitat de la fauna, disminución de la biodiversidad y una
reducción en los bienes y servicios producidos por los bosques. Análisis re-
cientes indican que si se usan políticas correctas, para el año 2050, tanto la
integridad ecológica global como el bienestar humano del mundo podrían
fundamentarse en bosques estables y de alta calidad, capaces de satisfa-
cer las demandas de productos forestales. La deforestación ha creado la
necesidad de una mejor planificación y gestión de restauración de los bos-
ques degradados. Esto es esencial para proteger la biodiversidad, revertir
la simplificación de ecosistemas diversos, conservar suelos y agua, amor-
122 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

tiguar los desastres ambientales y proveer ingresos y beneficios culturales.


Además de la tala ilegal y conversión de tierras forestales a la agricultura,
actividades como la minería, explotación petrolera, desarrollo de infraes-
tructuras y contrabando pueden amenazar los bosques.
Un aspecto importante a considerar dentro del quehacer agrícola es la
eliminación de esquilmos vía quema; Io anterior supone un volumen de
material muy considerable. Sólo el quemar el rastrojo significa eliminar
millones de toneladas de CO2 al año. Si se quiere reducir la liberación de
bióxido y monóxido de carbono, tan mencionados como factores causales
del fenómeno de invernadero, se entenderá la importancia de buscar otras
formas de eliminar los esquilmos agrícolas.
3. 1. 2. Impacto de la irrigación y la fertilización
Es innegable que después de implementadas las áreas de riego en Ta-
maulipas, junto con la aplicación de fertilizantes, se observaron incremen-
tos sustantivos en la producción. En la Tabla 1 se observan los municipios
que cuentan con el mayor número de hectáreas sembradas bajo condicio-
nes de riego.

Tabla 1.Principales Municipios donde se practica la agricultura bajo condiciones


de riego. (INEGI, 2009).
Municipio Superficie (Hectáreas)
Río Bravo 111,979
Matamoros 73,466
Valle Hermoso 45,995
Mante 38,426
González 36,807
Reynosa 21,621

Sin embargo, cuando se manejan grandes volúmenes de agua se corre


el riesgo de ocasionar problemas como la lixiviación. Además, un aspecto
muy importante que se presenta en los suelos agrícolas bajo riego, es la
salinización, debido al manejo inadecuado de los suelos y cultivos, origi-
nando mermas considerables en la producción.
La salinidad en suelos y aguas es un proceso de acumulación de sales
en concentraciones apreciables que afectan la fisiología de las plantas y la
estructura de los suelos. Las sales solubles que se encuentran en las aguas
de riego y en la solución del suelo que originan estos problemas son car-
bonatos, bicarbonatos, cloruros y sulfatos de calcio, magnesio, sodio y po-
tasio. Existen otros tipos de sales como los que componen los fertilizantes
Actividades agropecuarias y manejo del suelo 123

químicos; sin embargo, su efecto en la fisiología del vegetal es benéfico.


La salinización en los suelos es el producto de dos tipos de procesos, uno
natural y otro provocado por el hombre, que es el más grave. Los proce-
sos provocados van estrechamente ligados al mal manejo de aguas (mala
calidad del agua, riegos excesivos, riegos ligeros) y de suelos (mal diseño
del sistema de drenaje y mala nivelación). Este fenómeno es muy similar
en las áreas de temporal. El problema es de suma gravedad, prácticamente
irreversible, ya que una vez “ensalitrados” los suelos, el área queda impro-
ductiva por muchos años.
De las 1.407,772 hectáreas dedicadas a las actividades agrícolas, en el
estado de Tamaulipas, el 64.5%, alrededor de 908,514 ha, son usadas para la
siembra bajo condiciones de temporal, sembrándose principalmente gra-
míneas como el sorgo y pastos. En la Tabla 2 se presentan los municipios
con la mayor superficie dedicada al cultivo bajo condiciones de temporal.
En el caso del sorgo se tiene el primer lugar en producción de grano en el
país con una producción anual de 2.592,680 toneladas (INEGI, 2009).

Tabla 2. Principales Municipios donde se siembra bajo condiciones de temporal.


(INEGI, 2009).
Municipio Superficie (Hectáreas)
San Fernando 197,360
González 103,385
Matamoros 75,142
Reynosa 63,471
Altamira 47,333
Río Bravo 47,099
Villa de Casas 27,436

3. 2. Actividad Pecuaria

Con respecto a la producción pecuaria, a través de las estrategias y líneas


de acción del Plan Estatal de Desarrollo (Gobierno del Estado de Tamauli-
pas, 2011), se pretende consolidar los atributos de calidad de los productos
ganaderos con acciones de modernización de infraestructura, de mejora-
miento genético, de certificación sanitaria, de proceso y de empaque. Pro-
mover acciones de coordinación con los productores para la ampliación y
modernización de la infraestructura y la adquisición de equipamiento para
las unidades de producción pecuaria. Consolidar un programa de mejora-
miento genético con sementales certificados para estandarizar la calidad
del hato ganadero.
124 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

En el estado de Tamaulipas, se ha observado una variación de la super-


ficie dedicada a esta actividad, pasó de 938.119,76 Ha en 1970 a 1.643.720,8
Ha en 2009, es decir, tuvo un aumento del 8.86%.
Alrededor del 77% de la superficie dedicada a la ganadería es de la de-
nominada de “agostadero”, lo que significa que son aquellas tierras donde
se deja pastar libremente a los animales durante todo el año, alimentándose
el ganado con la vegetación existente en los montes, sin la introducción de
alguna especie vegetal. En la superficie restante, la ganadería se desarrolla
en praderas, las cuales están compuestas por gramíneas inducidas, entre
las que se pueden mencionar al zacate Buffel, estrella, guinea, Pangola,
entre otras; estos zacates son explotados principalmente bajo condiciones
de temporal.
El principal hato ganadero en Tamaulipas está representado por el ga-
nado bovino, que es el de mayor importancia desde el punto de vista de
económico, así como en número de animales. Las razas más importantes
son la Beefmaster, Cebú, Charolais, y Suizo, estás razas han funcionado
perfectamente en cruzas con ganado criollo.
Es importante mencionar que la explotación de ganado ovino de pelo en
el estado, ha cobrado fuerza en los últimos años. Las razas de ovinos que
han mostrado mejor adaptación a las condiciones prevalecientes en la enti-
dad, son: la Pelibuey, la Blackbelly, la St. Croix, la Katadhin y la Dorper. El
principal mercado de este ganado lo constituyen los estados del altiplano
mexicano, hacia donde se dirige la mayoría de la producción generada en
el estado.
La ganadería diversificada en el estado se ha visto oficializada a tra-
vés de la Asociación de Ganaderos Diversificados (ANGADI), cuyos
miembros se dedican a la cría y explotación racional de la fauna silves-
tre. Esto ha fortalecido las actividades cinegéticas en la entidad, repre-
sentado una fuerte entrada de divisas; esta caza deportiva se lleva a
cabo en las Unidades de Manejo (UMAS), que atraen cazadores de los
Estados Unidos, principalmente, así como de estados vecinos. La espe-
cies que se explotan son el venado cola blanca (Odocoileus virginianus),
jabalí (Sus scrofa), guajolote (Meleagris gallopavo) y paloma ala blanca
(Zenaida asiatica).

3. 3. Actividad Forestal

Esta actividad es importante para el estado, de tal manera que en el


Plan Estatal de Desarrollo (Gobierno del Estado de Tamaulipas, 2011) se
Actividades agropecuarias y manejo del suelo 125

contempla ampliar las alternativas de aprovechamiento sustentable de


las regiones forestales maderables y no maderables, así como, fomentar
el establecimiento de plantaciones forestales comerciales a través de la
reconversión de tierras de baja rentabilidad agrícola y ganadera.
El estado de Tamaulipas cuenta con una superficie boscosa de
524,307 hectáreas y una superficie cubierta por selva de aproximada-
mente 1’060,029 hectáreas. Estos bosques constituyen el 1.7% del total
nacional, las selvas el 4.0%, las zonas áridas el 5.0%, vegetación halófila
el 5.4% y el 1.7 de áreas perturbadas (SEMARNAT, 1999).
Tamaulipas no tiene una tradición fuerte en actividades forestales,
su producción maderable ocupa el lugar 25 a nivel nacional. La super-
ficie del estado, dedicada a la actividad forestal, se ubica en el 9° lugar
a nivel nacional. En período de 1990 a 1998 se obtuvo una producción
maderera de 40,303 a 43,402 m3.
Las especies forestales que muestran una tendencia positiva en su
explotación son: Cedrela odorata, Enterolobium coclocarpum, Phoebe tam-
piceis, Lysiloma sp, Guazuma ulmifolia, Brusera simaruba, entre otras. Estos
vegetales son especies comunes tropicales, ocupando el estado de Ta-
maulipas el primer lugar, entre los 17 estados que presentan este tipo de
vegetación tropical (SEMARNAT, 2000).
Por otro lado, se producen 4,207 toneladas de especies forestales no
maderables, tales como, Chamaedorea spp, Pinus nelsoni. Pinus cembroides,
Agave lechuguilla, Helieta parvifolia, Larrea tridentata, que son sometidas
a una producción sustentable y de bajo impacto para el ambiente (SE-
MARNAP, 2000).
La producción total de madera en rollo en el estado de Tamaulipas es
de 58.561.096 m3 de los cuales 21.578.078 m3 son obtenidos de las selvas
como de los bosques tropicales de la entidad. Esta cantidad representa
el 2.2 % de la producción nacional (SARH, 1994). Mientras que de los
bosques templados se obtienen 36’983,018 m3 de madera en rollo, sien-
do la mayoría latifoliados, tales como Quercus sp, Liquidambar styracifu-
la, etc.
Los productos de la actividad forestal del estado son distribuidos en
el mercado regional, incluyendo el mercado local y los estados vecinos
de San Luis Potosí y Nuevo León. Un producto importante lo represen-
ta el carbón (Tabla 3), que genera importantes ingresos para los pobla-
dores de diferentes zonas del estado, pero con un gran impacto en el
medio ambiente con daños irreversibles.
126 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tabla 3. Productos forestales del estado de Tamaulipas (SEMARNAT, 1998).


Productos Volumen (m3) Mercado Tipo de Madera
Coníferas, maderas
Escuadria 17,309 Regional
preciosas y comunes
Postes, pilotes 37,819 Regional Coniferas, latifoliadas
Leña 1,588 Regional Bosque fragmentados
Carbón 99,356 Regional Bosque fragmentados
Durmientes 900 Regional Coníferas

La extracción de la madera se lleva a cabo utilizando, principalmente,


sierra disco, motosierra y sierra cinta. Se tiene información de que los pro-
ductores reforestan y controlan plagas, además de seleccionar las especies
vegetales que van a extraer y/o cultivar.
La actividad forestal en el estado genera empleos que pueden ser per-
manentes o temporales. Existen comunidades ejidales dedicadas casi ex-
clusivamente a la explotación forestal, en las cuales sus pobladores se de-
dican solamente a esa actividad, dedicándole poco tiempo a la agricultura
o ganadería. Pero en otros centros de población la actividad forestal es oca-
sional y muchas veces dedicadas a la producción de carbón.
La estrategia de conservación ecológica en Tamaulipas es muy impor-
tante, se cuenta con diez Áreas Naturales Protegidas (ANP) decretadas,
las cuales están ubicadas en 13 municipios. En estas ANP los recursos fo-
restales son de gran magnitud y tienen una gran representatividad en la
diversidad de especies, ecosistemas y biomasa.
El desarrollo sustentable de la actividad forestal en México, y por con-
secuencia en Tamaulipas, se enfrenta, entre otras problemáticas, a la defo-
restación debida a los desmontes ilegales con fines de producción agrícola
o pecuaria, sin dejar de mencionar a los incendios, la tala clandestina y las
plagas forestales. Se considera que esta entidad está ubicada entre los esta-
dos que presentan mayor tasa de deforestación (Aguilar et al., 2000).

4. CONCLUSIONES

Las actividades productivas en el estado de Tamaulipas van desde la


obtención de satisfactores primarios, la transformación hasta la manufac-
turación. La producción primaria en esta entidad ocupa un lugar prepon-
derante, teniendo una vocación eminentemente agropecuaria.
Por las características propias del estado, tales como el suelo, clima y la
vegetación, se propicia el desarrollo de una gran diversidad de acciones que
Actividades agropecuarias y manejo del suelo 127

se llevan a cabo en el campo. La agricultura y la ganadería son pilares impor-


tantes del quehacer económico de esta entidad, mientras que la forestería está
tomando importancia y se espera que despunte en un tiempo no muy lejano.
El uso de maquinaría agrícola moderna, insumos cada vez mas especí-
ficos y la aplicación de tecnologías de conservación de suelos y en general
del ambiente, están conduciendo a las actividades productivas del campo
a obtener mejores rendimientos con menor inversión y sobre todo, a bajo
costo ecológico.

5. REFERENCIAS

AGENCIA AMBIENTAL DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE TAMAULI-


PAS. 2010. Diagnóstico Ecológico de Tamaulipas.
AGUILAR, C., MARTÍNEZ, E., ARRIAGA, L. 2000. Deforestación y fragmen-
tación de ecosistemas: ¿Qué tan grave es el problema en México?
http:www.conabio.gob.mx/biodiversidad/deforestación.htm
DE LA CRUZ, P. J. M. 2001. Sabanas y manejo de la Cuenca del río Soto la Mari-
na: Impactos y Dinámica de pastizales naturales tropicales. Parte I.
GOBIERNO DEL ESTADO DE TAMAULIPAS. 2011. Plan Estatal de Desa-
rrollo Tamaulipas 2011-2016. http://tamaulipas.gob.mx/wp-content/
uploads/2011/04/Plan-Estatal_Baja.pdf
INSTITUTO NACIONAL DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA. 2009. México
en cifras.
http://www.inegi.org.mx/sistemas/mexicocifras/default.aspx
INSTITUTO NACIONAL DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA. 2011. México
en cifras. http://www.inegi.gob.mx/sistemas/mexicocifras/default.
aspx
SARH.1994. Inventario Nacional Forestal Periódico. Memoria Nacional. Subse-
cretaria Forestal y de Fauna Silvestre. México, D.F.
SEDESOL. 2000. Gobierno del Estado de Tamaulipas. Departamento de Re-
cursos Naturales.
SEMARNAT. 1998. Cifras sobre deforestación en México. Subsecretaría de Re-
cursos Naturales. Dir. Gral. Forestal. México, D.F.
SEMARNAT. 1999.
http://www.semarnat.gob.mx/estadisticas_ambientales/compendio/in-
dex.shtml
SEMARNAT. 2000. Programa Forestal y del Suelo 1995 – 2000. Subsecretaría
de Recursos Naturales. Dirección General Forestal. México, D.F.
6. PROBLEMAS DE EROSIÓN EÓLICA EN TAMAULIPAS
(MÉXICO)

Gregorio García Fernández (1), Francisco Belmonte Serrato (2), Patricio


Rivera Ortiz (3)
(1)
Área de Edafología y Química Agrícola, Departamento de Ciencia y Tecnología,
Universidad Politécnica de Cartagena, Paseo de Alfonso XIII, 48. 30203 Cartagena,
España. Email: gregorio.garcia@uptc.es
(2)
Departamento de Geografía, Facultad de Letras. Universidad de Murcia, España.
Email: franbel@um.es
(3)
Facultad de Ingeniería y Ciencia, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
Email: privera@uat.edu.mx

1. INTRODUCCIÓN

La erosión y el transporte eólico de partículas constituyen parte de


los procesos fundamentales en el modelado de la superficie terrestre.
La erosión eólica es el desgaste de las rocas o la remoción del suelo
debido a la acción del viento. A este respecto, hay que tener en cuenta
que el viento es un agente de modelado del relieve que puede acarrear
ingentes cantidades de polvo a través de largas distancias, si bien las
partículas más gruesas sólo pueden ser transportadas a distancias rela-
tivamente cortas.
El estudio de estos procesos resulta aplicable, por ejemplo, a las investi-
gaciones sobre el avance de dunas (Nishimori y Tanaka, 2003), desertifica-
ción y deflación de suelos agrícolas (Gomes et al., 2003b; Rajot et al., 2003;
Lahmar et a.l, 2012; Zhang et al., 2012), dispersión de contaminantes (Ade-
tunji et al., 2001), y reconstrucciones paleoclimáticas y paleooceanográficas
(Thompson et al, 2000; Poore et al., 2005; Vargas et al., 2004), entre otros.
130 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Estudios de dinámica sedimentaria han sido desarrollados en las regiones


áridas y semiáridas del planeta, como en el nordeste de España (Gomes et
al., 2003a), el desierto de Arizona (Nickling y Gillies, 1989), el desierto de
Sahara (Marticorena y Bergametti, 1996; Rajot et al., 2003; Breuning-Mad-
sen y Awadzi, 2005), el desierto de Gobi (Wang et al., 2006), la Pampa de
la Joya en Perú (Bailey, 1906), Nuevo México (Holliday, 1990) y Australia
(Hesse y McTainsh, 2003), entre otros. Estas regiones constituyen, además,
las principales áreas de emisión de aerosoles terrígenos a la atmósfera. Sin
embargo, hasta la fecha no se han llevado a cabo estudios cuantitativos de
los procesos vinculados a la producción y transporte eólico de partículas
en zonas áridas del Estado de Tamaulipas.
El viento es un eficaz agente de erosión capaz de arrancar, levantar y
transportar partículas, sin embargo, su capacidad para erosionar rocas
compactas y duras es limitada. Si la superficie está constituida por roca
dura, el viento es incapaz de provocar cambios apreciables debido a que
la fuerza cohesiva del material excede a la fuerza ejercida por el viento.
Únicamente en aquellos lugares en donde la superficie expuesta contiene
partículas minerales sueltas o poco cohesivas, el viento puede manifestar
todo su potencial de erosión y transporte. La velocidad determina la capa-
cidad del viento para erosionar y arrastrar partículas, pero también influye
el carácter de los materiales, la topografía del terreno, la eficacia protectora
de la vegetación, etc.
En las zonas áridas y semiáridas de México, la precipitación es escasa
e irregular y es normal que se tengan más de 6 meses secos. La ganadería
extensiva representa el principal uso del suelo y la producción de forraje
en agostaderos o praderas inducidas, es muy limitada. La sobreutilización
de la cubierta vegetal es generalizada y la extracción de productos fores-
tales se realiza en forma desordenada, lo cual ha originado disminución
y pérdida de la vegetación más deseable, incremento en la vegetación no
aprovechable, reducción de la capacidad de infiltración y en la capacidad
de almacenamiento de agua en el suelo, degradación de la cubierta vegetal,
compactación y erosión del suelo.
A lo largo de la costa del noreste de México, se encuentra una alta aridez
inducida por procesos y fenómenos diversos. La alta frecuencia estival de
cielos despejados, sumado a la mayor influencia del anticiclón especial-
mente en primavera, intensifican los vientos que determinan un alto grado
de erosión eólica, favoreciendo la erosión y el transporte eólico de partícu-
las dentro de esta zona.
La optimización de las investigaciones para el uso de los recursos na-
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 131

turales requiere una evaluación de tierras, identificando las áreas más vul-
nerables a la erosión y las tierras más marginales por precipitación escasa,
en las cuales la productividad puede ser mejorada realizando esfuerzos
para la conservación del suelo y agua. Se requiere de extensa información
y colección de datos específicos para cada sitio.
Los estudios de caracterizaciones de suelo y clima han servido para es-
tablecer marcos de referencia del medio ambiente físico; Así mismo se han
utilizado las técnicas de análisis multivariado para definir áreas de res-
puesta homogénea; y complementando el trabajo con metodología de FAO
para definir zonas agroecológicas y provincias agronómicas.

2. CONSIDERACIONES SOBRE LOS PROCESOS DE EROSIÓN EÓLI-


CA Y LOS SUELOS

La movilización de las partículas del suelo por el viento se produce


cuando la fuerza del viento supera la capacidad de los factores estabiliza-
dores para mantener la superficie del suelo en su lugar. Entre los factores
que estabilizan la superficie del suelo se incluyen a la plantas vasculares
(tanto vivas como sus restos orgánicos), las rocas, las características del
suelo (por ejemplo, altas concentraciones de sal o el contenido de carbona-
to de calcio, alto contenido de arcilla / limo, la presencia de agregados en el
suelo), costras físicas, y costras biológicas formadas por líquenes, musgos
o cianobacterias. En los desiertos, los espacios desnudos existentes entre
zonas cubiertas por plantas vasculares son grandes, la aportación de ma-
teria orgánica es baja, y la mayoría de las raíces de las plantas evitan las
condiciones secas que se encuentran en la superficie del suelo. Por lo tan-
to, la materia vegetal juega un papel menor en la protección del suelo en
los desiertos en relación con otros ecosistemas. Las rocas también actúan
como factores protectores de los suelos subyacentes, pero en las zonas ári-
das donde la cobertura de roca es baja, la protección de los suelos depende
de factores físicos así como de la presencia de costras biológicas que actúan
protegiendo y dando estabilidad (Gillette et al., 1980;. Musick et al., 1998).
Las costras físicas, formadas en su mayoría en suelos con alto contenido
de sal y los materiales finos, pueden proteger los suelos de la erosión eóli-
ca. Por su parte, las costras biológicas del suelo se producen en casi todos
los tipos de suelo y puede cubrir hasta el 70 por ciento de la superficie del
suelo en las regiones desérticas, sucediendo en muchos casos que éstas se
producen en la parte superior de las costras físicas (Belnap et al., 2003).
Los polisacáridos secretadas por los organismos que forman estas costras
132 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

actúan uniendo las partículas del suelo, formando así una costra bastan-
te cohesionada en la superficie del suelo que acaba por resistir la erosión
del viento y el agua (Belnap, 2003; Belnap et al., 2003). Estos polisacáridos
también contribuyen a la estructura de los agregados del suelo, otro com-
ponente fundamental para reducir la erosión del suelo. Los suelos arenosos
son inherentemente más erosionables que los suelos de textura fina, ya que
tienen menos sal, arcilla y limo que faciliten la formación de costras físicas
y la agregación del suelo. Por lo tanto, los suelos arenosos en los desiertos
son más dependientes de las rocas y de las costras biológicas del suelo
para la protección de su superficie, en comparación con otros tipos de suelo
(Leys y Eldridge, 1998).
Todas estas estructuras protectoras de la superficie del suelo son muy
vulnerables a las fuerzas de compresión y cizallamiento generadas por ve-
hículos todo terreno y el pisoteo del ganado y los seres humanos (Belnap
y Eldridge, 2003). En estos casos, las costras físicas y biológicas del suelo
son aplastadas, las rocas son empujadas debajo de la superficie, y la estruc-
tura de los agregados del suelo se pierde. Una vez que se desestabilizan
los suelos, la pérdida de los materiales finos del suelo puede reducir la
productividad del sitio, en tanto y en cuanto la mayor parte de los nutrien-
tes esenciales de las plantas están ligados a las partículas finas, y reducir
además la ya de por sí ya baja capacidad de retener agua de estas tierras.
A nivel mundial, la cantidad de sedimentos transportados por el viento
está aumentando rápidamente, de manera simultánea al incremento de la
utilización humana de las tierras áridas y semiáridas (Kovda, 1980; Tsoar
y Pye, 1987).
La tasa de restitución de los materiales finos perdidos a través materia-
les de nueva meteorización es lenta en los desiertos, debido a la escasez de
precipitaciones y a los infrecuentes eventos de congelación-descongelación.
La tasa de deposición de polvo atmosférico, una de las fuentes principales
de materiales finos para el suelo en los desiertos, es también bastante baja
en la mayoría de las regiones no inmediatamente adyacentes a áreas fuente
de polvo (Reynolds et al., 2001). Cuando los suelos resultan alterados, las
tasas de pérdida pueden a menudo ser muy superiores a las de deposición
(Gillette et al., 1980; Belnap y Gillette, 1997, 1998). Por lo tanto, los gesto-
res de tierras en las regiones áridas y semiáridas han estado interesados
durante mucho tiempo en estudiar las formas de reducir las pérdidas de
suelo. En este sentido, algunos estudios realizados con este fin utilizaron
un túnel de viento y el pisoteo humano experimental para examinar los
factores que influyen en la erosión del viento.
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 133

2. 1. Factores que afectan a los procesos de erosión eólica


Los factores que afectan a los procesos erosión hídrica de los materiales
son coincidentes con los de erosión eólica, originando un incremento sinér-
gico la acumulación de ambos.
Se sabe que la erosión hídrica es función de factores físicos y humanos
que pueden expresarse de la siguiente manera:

Donde:
· E: erosión
· C: agresividad climática
· S: susceptibilidad del suelo
· R: relieve
· V: cobertura vegetal
· H: acción antrópica
Erosión Potencial: con este término se hace referencia a la susceptibilidad
que tiene una zona o región a erosionarse, ya sea por agua o por viento, por
sus características físicas de clima, suelo y relieve. Cuando quiere conside-
rarse la erosión potencial de una zona, deben excluirse de la expresión los
términos que hacen referencia a la acción directa o indirecta del hombre (V
y H). Entonces queda:
· Ep = f (C,S,R)
· Ep: erosión potencial
Esta expresión se refiere a la erosión que existe en un determinado lu-
gar, sin acción del hombre y sin la cubierta vegetal protectora. En relación
con la erosión hídrica potencial, se pueden evaluar las diferentes zonas o
unidades cartográficas para evaluar mapas, considerando para ello el valor
de los factores físicos de erosión enunciados en la “Ecuación Universal de
Predicción de Pérdidas de Suelo “ (Wischmeier y Smith, 1978) expresada
como sigue:
A=RxKxLxS
Donde:
· A: Pérdidas de suelo en t ha-1 año-1
· R: Erosividad de las lluvias, agresividad climática, o capacidad de las
precipitaciones para producir erosión hídrica.
· K: Erosionabilidad del suelo o susceptibilidad a la erosión hídrica.
· L: Efecto de la longitud en las pérdidas de suelo.
· S: Efecto de la pendiente en las pérdidas de suelo.
134 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Los factores de erosión a evaluar (R, K, L, S) son los que permiten esti-
mar la erosión máxima potencial teórica para cada zona (R×K×L×S). Este
valor representa la pérdida de suelo en t ha-1 año-1 que se produciría en ese
lugar si el suelo se mantuviese arado a favor de la pendiente y sin ningún
tipo de cobertura durante un año, expuesto a la acción erosiva de las llu-
vias. Este valor pone de manifiesto la susceptibilidad erosiva de cada zona
o unidad.
De este modo, se pueden definir diferentes clases de erosión potencial:
· CLASE A - EROSION NULA A LIGERA (0-30 t ha-1 año-1)
· CLASE B - EROSION BAJA (31 - 60 t ha-1 año-1)
· CLASE C - EROSION MODERADA (61-120 t ha-1 año-1)
· CLASE D - EROSION ALTA (121-360 t ha-1 año-1)
· CLASE E - EROSION MUY ALTA (mayor de 360 t ha-1 año-1)
Con respecto a la erosión eólica potencial, los estudios existentes
se refieren a áreas donde la disponibilidad de datos es muy limitada
y están orientados a comprobar metodologías paramétricas de eva-
luación. Se han llevado a cabo trabajos para evaluar la susceptibili-
dad de las tierras a la erosión eólica (Michelena e Irania, 1991) apli-
cando una metodología basada en la Ecuación de la Erosión Eólica
de Woodruff y Siddoway (1965) y en conceptos de degradación de la
FAO (1975).
La ecuación general de la erosión eólica es la siguiente:
E=IxCxKxV
Donde
· E: tasa de erosión eólica (t ha-1 año-1).
· I: erosionabilidad del suelo (t ha-1 año-1).
· C: factor de agresividad climática.
· K: factor de rugosidad.
· V: factor de cobertura vegetal.
Para evaluar la erosión eólica potencial se consideran los factores físicos
I, C y K. El valor numérico de cada uno de ellos se calcula según se comenta
a continuación.
Para estimar la erosionabilidad del suelo (I) se tiene en cuenta el
porcentaje de agregados tamizados en seco mayores que 1 mm de diá-
metro y la tabla de valores de erosionabilidad de suelos de Woodruff y
Siddoway (1965). Los valores de erosionabilidad (I) obtenidos se ajus-
tan de acuerdo al grado de pendiente predominante en el relieve, el
cual aumenta dichos valores (Woodruff y Siddoway, 1965).
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 135

El porcentaje de agregados mayores de 1 mm de diámetro y la suscep-


tibilidad de los suelos a la erosión eólica se indican en el siguiente cuadro:
Susceptibilidad de los suelos a la erosión eólica según el porcentaje de
agregados mayores de 1 mm
Porcentaje de Agregados > 1 mm Clase
> 60 Poco erosionable
50- 60 Medianamente erosionable
50 Muy erosionable
Factor de agresividad climática (C): Se utiliza la ecuación de Chepil mo-
dificada por FAO (1975):

Donde:
· V: velocidad media mensual del viento a 2 m de altura (m s-1)
· P: precipitación media mensual (mm).
· ETP: evapotranspiración potencial mensual según Thornthwaite (mm).
· η: número de días del mes.
El factor C se evalúa según lo indicado en el siguiente cuadro, y para
utilizarlo en la Ecuación de la Erosión Eólica se divide por 100.
Cuadro de valoración de la agresividad climática
Valoración Factor C
Ninguna a ligera 0 - 20
Moderada 20- 50
Alta 50 - 1 50
Muy alta más de 150
Factor de rugosidad (K): de acuerdo con la escala de trabajo, se considera el factor
de rugosidad igual a 1 para todos los casos.

Los valores del producto C×I×K entre 30 y 120 t ha-1 año-1 corresponde a la
clase moderada, los inferiores a ese rango a la clase ligera y los mayores a la alta.

3. TRANSPORTE EÓLICO DE PARTÍCULAS

3.1. Teoría del transporte eólico de partículas

La capacidad del viento de remover sedimento depende fundamen-


talmente del tamaño, forma y/o densidad de las partículas. Según esto,
136 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

los mecanismos posibles de transporte son tres: tracción, suspensión y


saltación. La saltación realiza entre el 55-72% del transporte eólico en
los desiertos, movilizando partículas de tamaño entre 70-500 µm (Pye,
1987), siendo las inferiores a 100 µm las más susceptibles de ser trans-
portadas (Bagnold, 1941; Alfaro, 1997).
La teoría del perfil vertical logarítmico de velocidades del viento en
la capa atmosférica superficial, definida como las primeras decenas de
metros directamente influenciados por la fricción superficial, permite
establecer una relación entre la variación de la velocidad del viento (a)
con la altura (z), la velocidad de fricción (u*) y el parámetro de rugosi-
dad superficial (z0), válida para condiciones adiabáticas o de estabilidad
atmosférica neutra (Figura 1) (Stull, 1988). En condiciones no muy ale-
jadas de la neutralidad, como aquellas derivadas de un calentamiento
solar en el día y de un enfriamiento radiativo nocturno moderadas por
el viento, se utiliza el perfil log-lineal del viento cerca de la superficie
para el cálculo de w*(Stull, 1988).

Figura 1. Ecuación que representa el perfil vertical de velocidades de viento


en condiciones de atmósfera neutra cerca de la superficie (Stull, 1988). Notar
la escala lineal en el eje vertical.

La erosión y transporte se inician cuando la velocidad de fricción


excede la velocidad de fricción umbral (u*t) definida como la velocidad
mínima para movilizar una partícula de tamaño, forma y densidad da-
das. Diversos autores (e.g., Bagnold, 1941; Iversen y White, 1982; Mar-
ticorena y Bergametti, 1995; Alfaro, 1997; Le Roux, 1997) han propuesto
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 137

una relación entre u*t y el diámetro de la partícula transportada Dp (Fi-


gura 2), indicando que los factores de importancia en el transporte de
partículas son la velocidad, la energía turbulenta del viento, y la granu-
lometría del sedimento.

Figura 2. Relación entre la velocidad de fricción umbral del viento (u*t) y ta-
maño (Dp) de las partículas (consideradas esféricas). Se observa que el Dpópt
que requiere de la menor velocidad para ser transportado se ubica entre 20 y
80 μm (tomado de Flores-Aqueveque et al., 2009)

La acción del viento genera dos componentes del flujo de partículas,


una horizontal (G) que transporta los granos por saltación y una ver-
tical (F) que los moviliza por suspensión (Marticorena y Bergametti,
1995). Experimentalmente se ha observado que para valores altos de
u*, G es directamente proporcional a u*3 (Bagnold, 1941; Marticorena y
Bergametti, 1995). Ambas componentes, G y F, están relacionadas de
modo tal que la producción de partículas en suspensión, requiere del
bombardeo de partículas de mayor tamaño (60-2.000 µm), que destru-
yen los agregados de partículas finas (<20 µm) mantenidas en contacto
por cohesión, inyectándolas verticalmente a la atmósfera (sandblasting)
(Alfaro et al., 2004).
138 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

3. 1. 2. Transporte de partículas por el viento

Las partículas finas del suelo pueden ser levantadas por la acción
del viento, transportándose en periodos de altas velocidades cantida-
des apreciables de PM10 y PM2,5 lejos de la fuente (Chandler y Sax-
ton, 1999; Park et al., 2011). El proceso erosivo se produce cuando la
velocidad supera cierto valor umbral que depende de las condiciones
de la superficie del terreno y del flujo de aire en la zona inmediata-
mente por encima de ésta. Las características de la superficie del suelo
que determinan su erosionabilidad son la distribución de tamaño de los
agregados, su densidad y estabilidad; la extensión, espesor y resistencia
de la corteza superficial (si ésta existe); la cantidad y distribución de
tamaño de partículas no agregadas; y la humedad; a éstas se añaden la
rugosidad del terreno, el grado de cobertura vegetal y de material no
erodible y la longitud del terreno erosionable en la dirección del vien-
to. Los parámetros micro-meteorológicos relevantes son los perfiles en
altura del viento, la temperatura y humedad relativa, la precipitación y
la radiación solar. Con estos parámetros se pueden calcular la velocidad
de fricción y la rugosidad aerodinámica de la superficie bajo diferentes
condiciones de estabilidad atmosférica (Frangi y Richard, 2000; Shao,
2000; Zobeck et al., 2003; Ravi et al., 2004).
La incorporación de partículas al aire desde el suelo está fuertemente
asociada a la saltación de agregados o partículas minerales, es decir depen-
de de que estos sean levantados y vuelvan a caer rompiendo agregados
del suelo y provocando el levantamiento de partículas más finas, meno-
res que 20-30µm, que serán transportadas a mayores distancias. En suelos
distorsionados por la acción del hombre (remoción de tierras, actividades
agrícolas o de la industria de áridos, el tráfico rodado en caminos sin pa-
vimentar), o donde se ha producido la acumulación de sedimentos que
posteriormente quedan expuestos a la acción del viento, se puede además
producir la entrada directa al aire por turbulencia de los vientos en super-
ficie (Lahmar et al., 2012; Zhang et al., 2012). En suelos no alterados es ne-
cesario que los vientos tengan velocidades mucho mayores para que sean
una fuente de polvo mineral apreciable.
Sin embargo, únicamente una fracción de las partículas en suspensión
(que corresponde aproximadamente a PM20) es transportable a nivel re-
gional o a mayores distancias, ya que se produce la posterior deposición
gravitacional de las partículas, más cerca de su foco cuanto mayor es el
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 139

peso de las partículas (Alfaro et al., 2004; Park et al., 2011). La energía ver-
tical inicial asociada al levantamiento de estas partículas no se mantiene
salvo que haya rachas de vientos intensos con gran componente vertical o
que el calentamiento solar del suelo sea suficiente para causar la dispersión
hacia arriba debido a movimientos de convección; sólo así las emisiones
pueden ser elevadas a grandes alturas sobre el nivel del suelo por la ener-
gía mantenida por la componente vertical del viento y ser transportadas a
grandes distancias de la fuente.
En esas condiciones, gran cantidad de partículas en el rango PM10 pue-
den ser emitidas al aire y transportadas como una fracción del suelo ero-
sionado (Park et al., 2011). Determinar esta fracción es un paso crítico para
incorporar la erosión eólica a los modelos de calidad del aire.
En el NE de México, la baja cubierta vegetal, el régimen de lluvias con
muy bajas precipitaciones y los elevados niveles de insolación, disminuyen
la estabilidad de los agregados y favorecen la erosión eólica y la resuspen-
sión de polvo. De hecho, los niveles de PM de origen natural son muy altos
en el sur de Estados Unidos y norte de México (Kavouras et al., 2005).

4. LA EROSIÓN EÓLICA EN MÉXICO

4.1. Degradación de los suelos de México

Durante el año 2002 se realizó en México un estudio para evaluar la


degradación de los suelos causada por el hombre (Figura 3). Según este
trabajo, el 45.2% de la superficie del país presentaba degradación indu-
cida por el hombre. El nivel de degradación predominante era de ligero
a moderado, mientras que los procesos más importantes de degradación
fueron la química (principalmente por la pérdida de fertilidad), la ero-
sión hídrica y la erosión eólica. La suma de estos tres procesos fue res-
ponsable del 87% de la degradación de los suelos mexicanos. Entrando
un poco más en detalle de estos resultados, se pudo comprobar que las
principales causas de degradación estaban asociadas al cambio de uso
del suelo para fines agrícolas y el sobrepastoreo (17.5% en ambos casos).
Como tercer factor en importancia se encontraron los procesos de defo-
restación (7.4%), seguidos a distancia por las acciones urbanísticas (1.5%).
Consideradas en su conjunto, todas estas causas han mostrado tener una
importante relación con la afectación de la cubierta vegetal, responsable
de la conservación del suelo.
140 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 3. Principales procesos de degradación de suelos en México, 2002. Fuente:


SEMARNAT y Universidad Autónoma Chapingo.

Para el caso de Tamaulipas, se observa que los riesgos de degradación


por procesos eólicos resultan de gran importancia.

4. 2. Evaluación de la erosión eólica potencial en México

Los estudios de erosión eólica se vienen realizando desde hace muchos


años en diversos países. Se tienen numerosas experiencias, tanto en dis-
tintos lugares, como en tecnología diseñada para su estudio y evaluación.
Merecen citarse los trabajos de Shao et al, (1993), Goossens y Offer (2000) y
Zobeck et al., (2003), referidos a instrumental de medida en campo. Aunque
la mayoría de las investigaciones en erosión eólica se centran en campos
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 141

de cultivo, algunos investigadores también han tratado la contaminación


atmosférica por metales pesados en áreas industriales (Höke y Burghardt,
1999, 2000, 2003).
En muchas ocasiones, los estudios sobre los procesos erosivos abordan,
de forma conjunta, los procesos erosivos hídricos y eólicos. Así, en el año
2002 la Semarnat encargó la realización de una Evaluación de la Pérdida
de Suelo por Erosión Hídrica y Eólica en la República Mexicana (escala
1:1.000.000), con objeto de identificar los riesgos de erosión, y su magnitud,
en el país. Para estimar la erosión potencial se utilizaron dos ecuaciones
propuestas por la FAO: la ecuación universal de pérdida de suelo RUSLE
(Revised Universal Soil Loss Equation) para la erosión hídrica y la ecua-
ción de erosión eólica WEE (Wind Erosion Equation) para el otro caso.
Con la finalidad de contextualizar y dar una visión comparativa para
los procesos de erosión eólica considerados en este capítulo, se van a mos-
trar también algunos datos relevantes de los procesos de erosión hídrica
que suceden en el contexto mexicano. Así, de acuerdo con la evaluación
anteriormente citada, a nivel nacional la superficie con riesgos de pérdida
de suelo por erosión potencial hídrica es del 42%. Por su parte, a nivel
estatal, 15 estados de la República presentan más del 50% de su superficie
sin riesgo aparente de erosión hídrica, siendo los menos afectados Yuca-
tán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Baja California Sur (Tabla 1). Los
restantes 17 Estados presentan riesgos de erosión potencial hídrica en más
del 50% de su superficie, destacan entre ellos: Guerrero, Puebla, Morelos,
Oaxaca y el Estado de México.
Como Estados en los que se presentan una mayor superficie donde la
erosión potencial hídrica sería potencialmente muy severa (superior a 200
ton/ha/año) aparecen los Estados de Puebla (13.3%), Hidalgo y Chiapas
(ambos con 10.6%), Distrito Federal (10.3%) y Estado de México (9.9%).
A su vez, la erosión hídrica potencialmente severa (entre 50 y 200 ton/
ha/año) se detectan en grandes áreas de los Estados de Guerrero (22.1%),
Oaxaca (20.7%), México (18.5%) y Chiapas (17.3%). Por su parte, los riesgos
de erosión hídrica moderada (entre 10 y 50 ton/ha/año) se presentan en
los estados de Tlaxcala (40.1%), Guerrero (37.4%), Aguascalientes (37.1%),
Nayarit y Morelos (ambos con 35.5%). Finalmente, riesgos de erosión lige-
ra (entre 5 y 10 ton/ha/año) se presentan en Aguascalientes (20.2%), Zaca-
tecas (18%), Guanajuato (17.4%), Tlaxcala (17%) y San Luis Potosí (16.7%).
Para el caso de Tamaulipas, tan sólo el 21.93% de su superficie está ex-
puesto a procesos de erosión hídrica, siendo además la mayor parte de esta
correspondiente a procesos de erosión de ligeros a moderados.
142 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tabla 1: Erosión hídrica potencial de los suelos de México, 2002.


Erosión en t/ha/año; Sin erosión aparente (0-5 t/ha/año); Ligera (5-10 t/ha/año);
Moderada (10-50 t/ha/año), Alta (50-200 t/ha/año); Muy alta (> 200 t/ha/año)
Con erosión hídrica potencial
Sin erosión
Muy
Estado aparente Ligera Moderada Alta Total
alta
Ha (miles) (%) (%) (%) (%) Ha (miles), (%)
(%)
Aguascalientes 173 (32.9) 20.2 37.1 8.7 1.1 354 (67.1)
Baja California 5.605 (78.4) 9.7 10.3 1.5 0.1 1.546 (21.6)
B. California S. 5.891 (79.7) 7.3 10.3 2.6 0.2 1.504 (20.3)
Campeche 5.587 (98.0) 1.0 0.9 0.1 0.0 116 (2)
Coahuila 10.274 (68.2) 10.0 15.4 5.5 1.0 4.787 (31.8)
Colima 196 (35.9) 13.7 31.5 12.8 6.1 350 (64.1)
Chiapas 2.701 (36.7) 9.7 25.8 17.3 10.6 4.662 (63.3)
Chihuahua 16.009 (65.1) 11.7 18.3 4.3 0.7 8.588 (34.9)
Distrito Federal 82 (53.9) 9.5 12.5 13.8 10.3 70 (46.11)
Durango 5.734 (46.7) 14.2 29.1 8.9 1.1 6.545 (53.3)
Guanajuato 1.404 (45.2) 17.4 28.2 8.0 1.2 1.699 (54.8)
Guerrero 1.341 (20.7) 10.9 37.4 22.1 9.0 5.138 (79.3)
Hidalgo 543 (26.3) 13.4 33.8 15.9 10.6 1.523(73.7)
Jalisco 2.558 (32.3) 15.6 33.1 13.5 3.5 5.351 (67.7)
México 562 (26.3) 12.7 32.6 18.5 9.9 1.579 (73.7)
Michoacán 1.796 (60.7) 14.6 34.1 15.2 5.4 4.062 (69.3)
Morelos 123 (24.8) 13.3 35.5 17.2 9.3 373 (75.2)
Nayarit 889 (32.8) 13.8 35.5 14.0 3.9 1.822 (67.2)
Nuevo León 4.337 (67.0) 10.4 16.4 5.0 1.2 2.137 (33)
Oaxaca 2.365 (25.4) 11.5 33.4 20.7 9.0 6.949 (74.6)
Puebla 800 (23.4) 12.5 32.6 18.1 13.3 2.616 (76.6)
Querétaro 431 (35.5) 16.1 34.0 11.0 3.4 781 (64.5)
Quintana Roo 3.875 (98.8) 0.5 0.6 0.1 0.0 46 (1.2)
San Luís Potosí 3.401 (53.3) 16.7 23.3 5.3 1.4 2.977 (46.7)
Sinaloa 3.292 (56.4) 11.4 23.0 7.4 1.8 2.544 (43.6)
Sonora 13.082 (72.4) 10.3 13.7 3.2 0.4 4.979 (27.6)
Tabasco 2.254 (91.6) 3.5 3.3 1.1 0.4 207 (8.4)
Tamaulipas 6.221 (78.1) 8.58 10.3 2.5 0.5 1.748 (21.9)
Tlaxcala 108 (26.7) 17.0 40.1 13.3 2.9 297 (73.3)
Veracruz 3.894 (54.1) 9.1 19.5 10.1 7.2 3.306 (45.9)
Yucatán 4.344 (99.7) 0.2 0.1 0.0 0.0 13 (0.3)
Zacatecas 3.692 (50.0) 18.0 24.5 6.3 1.1 3.691 (50)
Nacional 113.567 (58) 10.9 20.5 7.8 2.8 82.358 (42)
Fuente: SEMARNAT-COLPOS (20029
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 143

En otro orden de cosas, los riesgos de pérdida de suelo por erosión po-
tencial eólica se presentan en el 89% del territorio nacional, particularmen-
te en en la franja norte del país desde Zacatecas hasta el Norte de Chihu-
ahua. Estos territorios incluyen, igualmente, la franja costera y el Desierto
Sonorense, la costa del Golfo de California y la costa del Pacífico en Baja
California Sur. Con excepción de los Estados de Chiapas y el Distrito Fe-
deral, en el resto se presenta algún riesgo de erosión eólica en más del 60%
de sus correspondientes territorios. Los Estados de Aguascalientes, Baja
California, Baja California Sur, Coahuila y Sonora presentan afectaciones
de prácticamente 100% (Tabla 2).
Los Estados que presentan una mayor superficie donde la erosión eólica
sería potencialmente muy severa (superior a 200 ton/ha/año) son Zacate-
cas (61.2%), Sonora (45.5%), Chihuahua (34%), Baja California Sur (29.9%),
San Luis Potosí (29.2%), Coahuila (28.9%) y Baja California (23.4%). Ero-
sión eólica potencialmente severa (entre 50 y 200 ton/ha/año) se presen-
taría en grandes áreas de los estados de Nuevo León (70.7%), Aguascalien-
tes (65.3%), Baja California (62.7%), Coahuila (59.2%) y Baja California Sur
(55.8%). Riesgos de erosión eólica moderada (entre 10y 50 ton/ha/año) se
presentan en los estados de Guanajuato (78.6%), Morelos (74.5%), Sinaloa
(71.8%), Querétaro y Jalisco (ambos con 61.8%). Finalmente, los riesgos de
erosión ligera (entre 5 y 10 ton/ha/año) se presentan en los Estados de
Tlaxcala (28.3%), Quintana Roo (26.0%), Nayarit (23%), México (21.4%) y
Yucatán (16.4%).
Para el caso de Tamaulipas, hasta un total del 82.98% de su superficie
está expuesto a procesos de erosión eólica, siendo además la mayor parte
de esta correspondiente a procesos de erosión de moderados a severos, e
incluso muy severos.
Como resultado del la Evaluación de la Pérdida de Suelo por Erosión
Hídrica y Eólica en la República Mexicana, se identificaron los riesgos de
erosión hídrica y eólica que, potencialmente, podrían ocurrir en el país (Fi-
gura 4). A nivel de todo el país, la superficie con riesgos de pérdida de sue-
lo ocasionada por el agua fue de 42% (ligera 10.9%, moderada 20.5%, alta
7.8% y muy alta 2.8%). Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Baja
California Sur presentaron más del 50% de su superficie sin riesgo aparen-
te de erosión hídrica, mientras que Guerrero, Puebla, Morelos, Oaxaca y el
Estado de México lo presentaron en más del 50% de su superficie.
Por su parte, los riesgos de pérdida de suelo por erosión potencial
eólica fueron del 89% (ligera 6.5%, moderada 30.6%, alta 33.6% y muy
alta 18.2%) en el conjunto mexicano. Estos riesgos se presentaron par-
144 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

ticularmente en la franja norte del país, desde Zacatecas hasta el Norte


de Chihuahua. También cubriendo la porción costera y el Desierto So-
norense, la costa del Golfo de California y la costa del Pacífico en Baja
California Sur. Con excepción de los estados de Chiapas y el Distrito
Federal, en el resto de los Estados se detectaron riesgos de erosión eóli-
ca en más del 60% de su superficie. Los estados de Aguascalientes, Baja
California, Baja California Sur, Coahuila y Sonora presentaron afecta-
ciones de prácticamente el 100%.

Tabla 2: Erosión eólica potencial de los suelos de México, 2002.


Erosión en t/ha/año; Sin erosión aparente (0-5 t/ha/año); Ligera (5-10 t/ha/año);
Moderada (10-50 t/ha/año), Severa (50-200 t/ha/año); Muy severa (> 200 t/ha/año)
Sin erosión Con erosión eólica potencial
Estado aparente Ligera Moderada Alta Muy alta Total
Ha (miles), (%) (%) (%) (%) (%) Ha (miles), (%)
Aguascalientes 0 (0) 7.5 24.8 65.3 2.4 527 (100)
Baja California 0 (0) 0.0 13.9 62.7 23.4 7.151 (100)
B. California S. 0 (0) 0.0 14.3 55.8 29.9 7.395 (100)
Campeche 1.923 (33.7) 6.8 33.1 26.5 0.0 3.781 (66.3)
Coahuila 0 (0) 0.0 11.9 59.2 28.9 15.062 (100)
Colima 99 (18.1) 3.5 43.6 34.7 0.0 448 (81.9)
Chiapas 5.202 (70.7) 4.9 21.1 3.3 0.0 2.161 (29.3)
Chihuahua 17 (0.1) 3.5 19.8 42.7 34.0 24.580 (99.9)
Distrito Federal 119 (78.2) 5.0 16.8 0.0 0.0 33 (21.8)
Durango 21 (0.2) 13.8 33.8 37.2 15.1 12.258 (99.8)
Guanajuato 218 (7) 11.1 78.6 3.2 0.0 2.885 (93)
Guerrero 220 (3.4) 8.2 36.5 48.8 3.1 6.259 (96.6)
Hidalgo 588 (28.4) 3.0 47.7 20.9 0.0 1.479 (71.6)
Jalisco 616 (7.8) 12.8 61.8 10.6 7.0 7.292 (92.2)
México 585 (27.3) 21.4 48.2 3.0 0.0 1.557 (72.7)
Michoacán 493 (8.4) 10.7 45.7 32.2 3.0 5.366 (91.6)
Morelos 65 (13.1) 1.2 74.5 11.1 0.0 431 (86.9)
Nayarit 703 (25.9) 23.0 51.0 0.1 0.0 2.008 (74.1)
Nuevo León 29 (0.5) 0.0 25.3 70.7 3.5 6.445 (99.5)
Oaxaca 1.947 (20.9) 10.3 37.5 25.1 6.2 7.368 (79.1)
Puebla 796 (23.3) 10.5 29.4 35.1 1.7 2.620 (76.7)
Querétaro 393 (32.5) 4.7 61.8 1.0 0.0 818 (67.5)
Quintana Roo 1.602 (40.9) 26.0 33.1 0 0.0 2.318 (59.1)
San Luís Potosí 305 (4.8) 2.1 24.7 39.2 29.2 6.073 (95.2)
Sinaloa 378 (6.5) 15.7 71.8 4.7 1.0 5.458 (93.5)
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 145

Sin erosión Con erosión eólica potencial


Estado aparente Ligera Moderada Alta Muy alta Total
Ha (miles), (%) (%) (%) (%) (%) Ha (miles), (%)
Sonora 0 (0) 0.0 19.1 35.3 45.5 18.061 (100)
Tabasco 570 (23.1) 13.1 52.7 11.0 0.0 1.891 (76.8)
Tamaulipas 1.357 (17) 3.7 37.7 33.0 8.6 6.612 (83)
Tlaxcala 116 (28.7) 28.3 15.5 27.4 0.0 289 (71.3)
Veracruz 1.836 (25.5) 11.4 34.6 28.5 0.0 5.365 (74.5)
Yucatán 1.348 (31.8) 16.4 46.1 5.7 0.0 2.974 (68.3)
Zacatecas 24 (0.3) 0.3 13.3 24.9 61.2 7.359 (99.7)
Nacional 21.604 (11) 6.5 30.7 33.6 18.2 174.321 (89)
Fuente: SEMARNAT-COLPOS (20029

Figura 4: Riesgos de erosión hídrica y eólica potencial de los suelos en México,


2002. Fuente: Semarnat y Universidad Autónoma Chapingo.

Para el caso de Tamaulipas, la mayor parte de su superficie no está ex-


puesta a riesgos de erosión hídrica aparente, si bien los riesgos de erosión
eólica son severos para la mayor parte de su extensión.

4.3. Potencial de emisión de polvo (DEP) para EE.UU. y el norte de


México

La susceptibilidad del suelo a la erosión eólica controla la cantidad


de polvo en suspensión que se produce bajo condiciones específicas de
viento en la superficie. Esta susceptibilidad depende de un número de
146 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

factores que incluyen la textura del suelo, el contenido orgánico y mine-


ral, debido a la reacción del carbonato con HCl, la humedad del suelo,
temperatura ambiente y la precipitación (nieve, hielo) y la perturbación
del suelo tanto por causas naturales (tormentas eléctricas, por ejemplo)
como por actividades antropogénicas. En este sentido, existen bases de
datos sobre la erosionabilidad que se basan en un número limitado de
mediciones tomadas en áreas específicas (Kavouras et al., 2005).
A pesar de estas limitaciones, el USGS (United States Geological Sur-
vey) ha elaborado mapas de las características del suelo de los Esta-
dos Unidos que se basan en las propiedades texturales, haciendo de
este modo una estimación de las tasas de erosión potenciales de ciertas
áreas. En este sentido, el Grupo de Estudio de la Erosionabilidad eólica
(WEG), perteneciente al USGS, ha elaborado un índice que se ha utiliza-
do para evaluar las áreas que eran susceptibles de contribuir de manera
importante a la concentración de polvo medido a través del proceso de
erosión eólica. El número de WEG oscila entre 1 y 8, correspondiéndose
1 con los tipos de suelos más erosionables y 8 con los tipos menos ero-
sionables (Tabla 3).

Tabla 3. Descripción de las propiedades edáficas para el Grupo de Estudio de la


Erosionabilidad eólica (WEG)a.
Nº Descripción conforme al WEG
Suelo arenoso con arena muy fina; suelo arenoso con arena fina; suelo
1
arenoso; o suelo arenoso con arena gruesa
Suelo franco con arena muy fina; suelo franco con arena fina; suelo franco
arenoso; suelo franco con arena gruesa; suelo franco de arena muy fina y
2
franco limoso con un 5% o menos de arcilla y un 25% o menos de arena
muy fina; y suelo con materiales sápricos, excepto folists.
Suelo franco muy finamente arenoso; suelo franco finamente arenoso;
suelo franco arenoso; suelo franco gruesamente arenoso y suelo franco
3
limoso no calcáreo que tiene de un 20% a 50% de arena muy fina y de 5 a
12% de arcilla.

Suelo arcilloso; suelo arcillo limoso; suelo franco arcilloso no calcáreo que
tiene más del 35% de arcilla; y suelo no calcáreo franco arcillo limoso que
tiene más del 35% de arcilla. Todo estos suelos no tienen mineralogía sesquic,
4 parasesquic, ferrítica, ferruginosa o caolinítica (alto contenido de óxido de
hierro). Suelo franco calcáreo; suelo franco limoso calcárea; suelo limoso
calcáreo; suelo arcillo-arenoso calcáreo; suelo franco arcillo arenoso calcáreo;
suelo franco arcilloso calcáreo; y suelo franco arcillo limoso calcáreo.
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 147

Suelo franco no calcáreo que tiene menos del 20% de arcilla; suelo
franco limoso no calcáreo con un 12 a un 20% de arcilla; suelo franco
5
arcillo arenoso no calcáreo; suelo arcillo arenoso no calcáreo; y suelo con
materiales hémicos.

Suelo franco y franco limoso no calcáreo que tiene más de un 20% de


arcilla; suelo franco arcilloso no calcáreo y suelo franco arcillo limoso no
6 calcáreo que tiene menos del 35% de arcilla; suelo franco limoso que tiene
la mineralogía parasesquic, ferrítica, o caolinítica (alto contenido de óxido
de hierro).

Suelo limoso no calcáreo; Suelo arcillo limoso no calcáreo; suelo franco


arcillo limoso no calcáreo; y suelo arcilloso no calcáreo que tiene en su
7 mineralogía materiales sesquic, parasesquic, mineralogía ferrítica,
ferruginosa, o caolinítica (alto contenido de óxido de hierro) y que son
Oxisoles o Ultisoles; y suelos con material fíbrico.

Suelos no susceptibles a la erosión eólica, debido a los fragmentos de roca


8
y pararocas en la superficie y / o humedad; y suelos con materiales folists.
Nota: a los datos del WEG han sido extraídos de
http://soils.usda.gov/technical/handbook/contents/part618p7.html#ex16

La clasificación conforme al índice de WEG se ha utilizado para iden-


tificar las áreas geográficas más susceptibles a la erosión del viento y que,
por lo tanto, pueden servir como posibles fuentes de polvo para ser trans-
portado por el viento bajo unas condiciones meteorológicas adecuadas.
El índice de WEG se puede llegar a transformar en un potencial de emi-
sión de polvo (DEP), con valores que oscilan entre 0 y 1 conforme a la
siguiente ecuación:

En donde los valores DEP cerca de 1 indican un alto potencial de


emisión, mientras que los valores de DEP cercanos a 0 indican poten-
ciales de emisión insignificantes. Observando la Figura 5, se puede
comprobar cómo en los estados de Estados Unidos limítrofes con el
estado mexicano de Tamaulipas, los valores de DEP son más bien cer-
canos a 1.
148 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 5. Muestra la variación geográfica de los valores DEP de los estados del Sur de
Estados Unidos, contiguos a la frontera con el norte de México (Kavouras et al., 2005).

5. LA EROSIÓN DE SUELOS EN TAMAULIPAS (MÉXICO)

La mayor superficie del estado de Tamaulipas es de uso pecuario con


4,809,434 ha (62 %), le sigue uso agrícola con 1,664,564 ha (19.2%), forestal que
incluye matorral, selva y bosque con 767,789 ha (9.6 %) y otros usos con 729,409
ha (9.2%). La erosión potencial de 37,357 km2 (46.8 %) de la superficie total esta
en rango de moderada, 17,166 km2 (21.5%) se ubica en rango fuerte, 12,728 (16%)
comprende rango ligera y solo 12,578 km2 (15.8%) presentan un rango muy
fuerte (Tabla 4). Los rangos moderados comprenden en su totalidad a las áreas
agrícolas (riego y temporal), ubicadas en la zona norte, centro y sur del estado,
siendo los factores de la cubierta vegetal (C) y tipo de suelo (K) los que definen
en mayor porcentaje los valores obtenidos (entre 10 y 50 t/ha/año). Los rangos
muy fuertes se ubican en las partes altas (sierras y lomeríos de Tamaulipas) y
son los factores de relieve y erosividad por la lluvia (R) los que definen en mayor
proporción los valores encontrados (mayor de 200 t/ha/año).

Tabla 4. Distribución superficial por nivel de erosión potencial en Tamaulipas (México)


NIVEL DE EROSION SUPERFICIE (ha)
SIN EROSION APARENTE (0-2 ton/ha/año) 472,000.3
EROSION LIGERA (2-10 ton/ha/año) 800,857.0
EROSION MODERADA (10-50 ton/ha/año) 3 735,660.9
EROSION ALTA (50-200 ton/ha/año) 1 716,604.5
EROSION MUY ALTA (>200 ton/ha/año) 1 257,777.3
TOTAL 7 982,900.0
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 149

En las figuras 6 y 7 se presentan el mapa distribución porcentual y de


erosión potencial el cual representa la erosión que se puede presentar en
caso de que el suelo quedara desprovisto totalmente de vegetación.

Figura 6. Distribución de las clases de la erosión potencial en el estado de


Tamaulipas (México). Fuente: SEMARNAT-COLPOS (20029

Figura 7. Mapa de riesgo potencial a la erosión hídrica en el estado de


Tamaulipas (México). Fuente: SEMARNAT-COLPOS (20029
150 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Mientras que la erosión actual, se determina al conocer con exactitud el


uso actual del suelo, para lo cual se consideró la cobertura del suelo duran-
te el año 2002; de esta forma se tiene un panorama más realista de cuanto
suelo se está perdiendo con la cobertura actual (Figura 8).
Con lo anterior es posible determinar que las zonas del estado de Ta-
maulipas que registran la menor tasa de pérdida de suelo, corresponden a
las partes planas del norte en donde la precipitación es menor de 500 mm.
Sin embargo, también en la parte circundante a la Laguna Madre (Suelos
Tipo Solonchak), donde se registran precipitaciones superiores a los 700
mm la erosión es baja, porque además de encontrarse en terrenos planos,
esta zona generalmente está cubierta de vegetación, sean cultivos o prade-
ras naturales y artificiales.

Figura. 8. Mapa de erosión actual en el estado de Tamaulipas. Fuente: SEMAR-


NAT-COLPOS (20029
Problemas de erosión eólica en tamaulipas (méxico) 151

La región con mayor pérdida de suelo son las partes de mayor altitud
(zonas mayores a los 750 msnm), donde predominan sierras y serranías y
la precipitación varía entre los 450 y 1400 mm por año. Además, los tipos
de suelo (Regosol y Leptosol) y el factor de la pendiente, son los que con-
tribuyen, en mayor parte, a que la precipitación presente en la zona (450
mm), ocasione una alta erosión hídrica.
En los municipios de Tula, Bustamante, Miquihuana, Ocampo y Palmi-
llas (Área del Altiplano Tamaulipeco), se manifiesta con mayor frecuencia
un alto nivel de erosión. En la tabla 5 y figura 9 se presenta con mayor de-
talle la superficie afectada por los diferentes grados de erosión, dentro del
estado de Tamaulipas.

Tabla 5. Superficie afectada por diferentes grados de erosión actual en Ta-


maulipas.
NIVEL DE EROSION SUPERFICIE (ha)
SIN EROSION APARENTE (0-2 ton/ha/año) 176,481.86
EROSION LIGERA (2-10 ton/ha/año) 1 377,962.69
EROSION MODERADA (10-50 ton/ha/año) 3 479,801.90
EROSION ALTA (50-200 ton/ha/año) 2,090,969.45
EROSION MUY ALTA (>200 ton/ha/año) 857,684.10
TOTAL 7,982,900.00

Figura. 9. Distribución de las clases de la erosión actual en el estado de Tamauli-


pas. Fuente: SEMARNAT-COLPOS (20029

La pérdida de suelo por erosión hídrica afecta el 84 % de la superficie en


Tamaulipas. Por lo que, es necesario priorizar las acciones de manejo, con-
152 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

servación y/o restauración del suelo, para canalizar en forma más eficiente
los recursos económicos destinados para tal fin.
El conocimiento de la situación actual del riesgo de erosión hídrica per-
mite definir un mejor uso actual del suelo o acciones tendientes a frenar el
proceso erosivo, ya que la fragilidad de algunos sitios indica que se requie-
re un aprovechamiento sustentable para no incrementar la superficie con
mayor riesgo de degradación.

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7. ESTUDIO DE CAS0 1. COMUNIDAD SAN ANTONIO,
JAUMAVE. CUANTIFICACIÓN, DINÁMICA Y EVOLU-
CIÓN DE LA EROSIÓN DEL SUELO
Patricio Rivera Ortiz (1), Elizabeth Andrade Limas (1), Francisco de la
Garza Requena (1)
(1)
Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México
Email: privera@uat.edu.mx; eandrade@uat.edu.mx; fdelagarza@uat.edu.mx

1. INTRODUCCIÓN

La degradación de los suelos disminuye la capacidad de las tierras para


sostener la vida. Se relaciona con el régimen climático, las condiciones
geomorfológicas y las características intrínsecas de los suelos, pero sobre
todo con la deforestación y el establecimiento de sistemas agropecuarios
inapropiados. Así, la degradación del suelo conlleva cambios adversos en
sus propiedades y en los procesos biológicos que se desarrollan en este re-
curso natural. Los cambios ocurren por la pérdida del equilibrio dinámico
del suelo con el medio ambiente debido a perturbaciones naturales o antro-
pogénicas. La degradación del suelo por erosión es considerada como una
amenaza a nivel mundial, la cual se ha intensificado durante las últimas
décadas en el contexto de cambio global. La pérdida de productividad de
los agroecosistemas y ecosistemas naturales deteriora la calidad de los sue-
los y el medio ambiente, y llega a amenazar la sostenibilidad en ambientes
especialmente frágiles.
La erosión del suelo, que es uno de los principales tipos de degrada-
ción, consiste en la separación, transporte y depósito de los materiales
del suelo por los agentes causantes, tales como la lluvia, el viento y
el hombre. Aunque este último debería, a través de la educación y la
160 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

adopción de tecnología apropiada, convertirse en un agente de conser-


vación del suelo y del medio ambiente. La erosión del suelo puede ser
de dos tipos; eólica si es causada por el viento o hídrica si es causada
por el agua. La erosión hídrica es la pérdida selectiva, recurrente y pro-
gresiva de la capa superficial del suelo por la acción del agua de lluvia.
Abarca la erosión provocada por el impacto de las gotas sobre el suelo
desnudo, como también la acción hidráulica que arranca y transporta
las partículas de suelo por el escurrimiento en laderas y taludes. Las
gotas de lluvia por acción de su impacto sobre la superficie del suelo
desnudo, actúa compactando y destruyendo su estructura, haciendo
saltar partículas a una cierta altura las cuales son arrastradas por el
flujo de agua.
La región del altiplano del estado de Tamaulipas es un territorio
semiárido ubicado al poniente de la Sierra Madre Oriental. Presenta
severos problemas de erosión tanto eólica como hídrica que significan
pérdida de la capa superficial del suelo, tolvaneras, acumulaciones de

Figura 1. Erosión hídrica en cárcavas, ejido San Antonio, Jaumave, Tamaulipas,


México. Esta cárcava presenta hasta 12 m de profundidad y 18 m de ancho.
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 161

materiales transportados por el viento así como la presencia de múl-


tiples y profundas cárcavas a lo largo y ancho de esta región que aun-
que tiene bajas precipitaciones pluviales, las lluvias suelen ser de tipo
torrencial (Figura 1). Lo anterior asociado con una escasa vegetación
empeora la situación. Con la finalidad de conocer la evolución y diná-
mica de la erosión hídrica del suelo así como diagnosticar las causas
del problema y proponer mediadas de solución, el presente trabajo de
investigación se desarrolló en tierras de temporal del ejido San Anto-
nio municipio de Jaumave, en el estado de Tamaulipas, México, donde
el tipo de degradación dominante del suelo es la erosión menciona-
da, misma que ha reducido considerablemente la superficie de tierra
dedicada a la agricultura, al provocar la formación de innumerables
cárcavas.

2. ANTECEDENTES

La degradación del suelo por erosión es considerada como una ame-


naza a nivel mundial, la cual se ha intensificado durante las últimas déca-
das en el contexto de cambio global. La pérdida de productividad de los
agroecosistemas y ecosistemas naturales deteriora la calidad de los suelos
y el medio ambiente, y llega a amenazar la sostenibilidad en ambientes
especialmente frágiles.
El 45% del territorio mexicano presenta problemas irreversibles de
pérdida de suelo, la superficie total degradada equivale a 89 millones
ha, debido a degradación química (18%); erosión hídrica (12%); erosión
eólica (9%); degradación física (6%); malas prácticas agrícolas y sobre-
pastoreo (SEMARNAT-CP, 2002). Las previsiones de evolución de la
erosión del suelo como consecuencia de los escenarios de cambio cli-
mático que se presentan en la actualidad prevén un problema agrave
debido al aumento de la torrencialidad de las precipitaciones y de la
intensidad de las sequías. Además, otros aspectos del cambio global
como la dinámica de cambio en los usos del suelo presentan, incógni-
tas y variabilidad espacial. Dentro de la diversidad de ambientes en el
estado en Tamaulipas, esta investigación se centra en los agrosistemas
de ambientes semiáridos, específicamente en el Altiplano Tamaulipeco.
Por otro lado la evaluación de suelos, va dirigida a obtener y disponer
de una información, mediante el conocimiento de los suelos y sus pro-
piedades, que permita su uso más racional y minimizar, junto con la
calidad del agua, impactos medioambientales adversos. La erosión hí-
162 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

drica, como se mencionó, se lleva a cabo a través de tres etapas, mismas


que se describen a continuación:
Erosión laminar. La erosión laminar es una erosión superficial.
Después de una lluvia es posible que se pierda una capa fina y uni-
forme de toda la superficie del suelo como si fuera una lámina. Es la
forma más peligrosa de erosión hídrica ya que esta pérdida, al prin-
cipio casi imperceptible sólo será visible cuando pasado un tiempo
haya aumentado su intensidad. Este proceso da origen a la erosión
en surcos y posteriormente en cárcavas.
Erosión en surcos. Es fácilmente perceptible debido a la formación
de surcos irregulares favoreciendo la remoción de la parte superfi-
cial del suelo. Este tipo de erosión puede y debe ser controlada lo
antes posible ya que de lo contrario el proceso avanza y llega a la
etapa de cárcava, en la cual el control de la erosión es más difícil.
Erosión en cárcavas. Consiste en pérdidas de grandes masas de
suelo formando zanjas de gran profundidad y longitud. Las cárca-
vas se definen como zanjas más o menos profundas originadas por
socavamientos repetidos sobre el terreno, debido al flujo incontrola-
do del agua que escurre ladera abajo (agua de escorrentía). Cuando
las cárcavas evolucionan con crecimiento hacia arriba y hacia los
lados de la ladera, toman el nombre de cárcavas remontantes. La
presencia de cárcavas en un terreno indica un grado avanzado de
degradación, ya que la mayoría de las veces se inician luego de la
pérdida superficial del suelo por efecto del impacto de las lluvias,
destrucción de los agregados naturales del suelo, la erosión laminar
y en surcos, como consecuencia del uso y manejo inadecuado de los
suelos y ausencia de prácticas preventivas de conservación, o por la
construcción de vías sin obras adecuadas para conducción de aguas
de escorrentía y por descargas de caudales altos de agua sobre talu-
des inferiores sin disipación de su energía cinética.
Se ha hecho un diagnóstico del estado de degradación que presen-
tan los suelos de esta región, dividiéndolos por tipos de explotación
productiva y eventos erosivos, con el objetivo de inducir procesos
de recuperación mediante prácticas de conservación o recuperación
de los suelos y de la vegetación que ayuden a acelerar los procesos
naturales de sucesión vegetal y disminución de los efectos erosivos.
Se pretende evaluar la pérdida de suelo provocada por la erosión
hídrica en terrenos agrícolas y pecuarios así como conocer la evolu-
ción y dinámica de la erosión para diagnosticar las causas del pro-
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 163

blema y proponer medidas que minimicen y, si es posible, detengan


la pérdida de suelo en el ejido San Antonio, municipio de Jaumave,
Tamaulipas, México.

3. EL ALTIPLANO TAMAULIPECO

El estado de Tamaulipas se localiza al noroeste de México; en su


territorio confluyen tres de las grandes regiones naturales, o pro-
vincias fisiográficas, que conforman el territorio mexicano: la zona
montañosa del suroeste de la entidad, que forma parte de la Sierra
Madre Oriental; las extensas áreas de las llanuras costeras, lomeríos
y valles -así como las sierras de San Carlos y Tamaulipas- que abar-
can la mayoría de los terrenos tamaulipecos, y que corresponden
a la Llanura Costera del Golfo Norte; y la zona noroeste, en la que
predominan lomeríos suaves, alternados con llanuras, y que es la
región más meridional de la provincia de las Grandes Llanuras de
Norteamérica, cuya mayor parte se encuentra en los Estados Uni-
dos. Cada una de ellas tiene un sustrato geológico específico como
repuesta a una génesis diferente, estas características favorecen la
existencia de marcadas diferencias de altura en distancias cortas y
por tanto un potencial en la variedad geomorfológica y climática, es-
tos aspectos son los responsables de la existencia de una diversidad
de paisajes.
La provincia de la Sierra Madre Oriental es un conjunto de sierras
de plegamiento con rocas del Cretácico y Jurásico Superior, conoci-
das como Altiplano Tamulipeco. En ellas predominan las calizas, las
lutitas -rocas arcillosas- y las areniscas. El plegamiento se manifiesta
de múltiples maneras, pero su forma más notoria en estas sierras es
la que produce una topografía de fuertes ondulados paralelos y alar-
gados, semejantes a la superficie de un techo de lámina corrugada.
Está conformada por dos subprovincias fisiográficas: Subprovincia
de la Gran Sierra Plegada. Esta subprovincia tiene sistemas de topo-
formas que se designan como sierra pliegue y sierra compleja, pero
también se encuentran bajadas, lomeríos, mesetas, llanuras y valles.
En esta subprovincia existe gran diversidad de vegetación, que de-
pende en gran medida de las variaciones climáticas que imperan
en esta sierra, y la Subprovincia Sierras y Llanuras Occidentales. Se
localiza al oeste de la Gran Sierra Plegada y en ella predominan las
sierras particularmente calizas, con orientación norte-sur, y enlaza-
164 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

das entre sí por brazos cerriles que siguen ese mismo sentido o le
son oblicuos (Figura 2).

Figura 2. Vista de la Sierra Plegada desde el ejido San Antonio, municipio de Jau-
mave, Tamaulipas

Ante esto la UAT plantea la necesidad de realizar proyectos de inves-


tigación a nivel regional, para la recuperación del suelo y subsuelo de la
zona. Proyectos enfocados al desarrollo de un Diagnóstico sobre el estado
que presentan los suelos de esta región, de tal manera, que se pueda tener
información sobre la degradación de éstos, y realizar una propuesta de
soluciones integrales para las poblaciones de las comunidades susceptibles
de ser afectadas en el sureste del estado de Tamaulipas de manera soste-
nible
El Municipio de Jaumave localizado al Oeste de la región montañosa del
Estado de Tamaulipas. Tiene una extensión de 2,660.6 km2, que correspon-
den al 3.3% de la superficie total del Estado de Tamaulipas. Limita al Norte
con el municipio de Padilla y el Estado de Nuevo León; al Este con los mu-
nicipios de Victoria y Llera; al Oeste con Miquihuana y Palmillas y al Sur
con Gómez Farías y Ocampo. Jaumave es uno de los 14 municipios de Ta-
maulipas, considerados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO)
con un Alto Grado de Marginación (CONAPO, 2000). El Municipio de Jau-
mave es uno de los 43 municipios del estado de Tamaulipas, localizado en
la zona suroeste del estado, su cabecera es el pueblo de Jaumave. Jaumave
tiene una extensión territorial de 2,737.59 km2 que representan el 3.33% de
la extensión territorial de Tamaulipas, limita al norte con el municipio de
Güemez, al noreste con el municipio de Victoria, al oeste con el municipio
de Llera, al sureste con el municipio de Gómez Farias, al sur con el muni-
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 165

cipio de Ocampo, al suroeste con el municipio de Palmillas, al oeste con el


municipio de Miquihuana y al noroeste con el estado de Nuevo León, en
donde los límites corresponden al municipio de General Zaragoza.

Figura 3. Ubicación del Municipio de Jaumave, Tamaulipas, México.

Jaumave se encuentra en una las zonas más montañosas del estado de


Tamaulipas, aproximadamente el 58.72% de su territorio se encuentra ubi-
cado dentro de la Sierra Madre Oriental, que se encuentra principalmente
en las zonas norte, noroeste, oeste, sur y este del municipio, hacia el cen-
tro del territorio se encuentra una zona plana, dándole una configuración
orográfica particular al territorio del municipio. En el extremo noroeste del
territorio y en los límites con el estado de Nuevo León y el municipio de
Miquihuana se encuentra la Sierra Los Borregos que con una altitud de
3,240 metros sobre el nivel del mar es el segundo punto más elevado de
Tamaulipas (Figura 3).
Debido al clima, en Jaumave prácticamente no existen ríos de carácter
permanente, se encuentran corrientes únicamente en época de lluvias que
descienden de las serranías hacia los valles, sin embargo, los principales
ríos son el Río Chihue y el Río Guayalejo, que recorren el municipio en sen-
tido noroeste-sureste y son tributarios del río Tamesí. Prácticamente todo
el territorio del municipio de Jaumave forma parte de la Cuenca del Río
Tamesí y de la Región Hidrológica Pánuco, con la excepción de un sector
del territorio oeste que se encuentra dentro de la Cuenca Sierra Madre de
la Región Hidrológica El Salado.
166 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

De acuerdo con la clasificación climática de Köeppen modificado por


García a las condiciones de la Republica Mexicana (INEGI, 1982), en el mu-
nicipio de Jaumave se encuentran climas Secos, Templados Subhúmedos
y Templados Semicálidos. Jaumave es uno de los municipios con mayor
diversidad climatológica en Tamaulipas, debido a las diferencias de altitud
que se localizan en su territorio, el Sur del municipio registra clima semicá-
lido subhúmedo con lluvias en verano, en la zona Norte cambia a templado
subhúmedo con lluvias en verano y en el extremo Noroeste, el más eleva-
do, a subfrío subhúmedo con lluvias en verano, hacia el Sur de ésta última
zona se encuentran otras tres pequeñas zonas con diferentes tipos de clima,
que en sentido norte a sur son: semicálido subhúmedo con lluvias en ve-
rano, seco semicálido y semiseco muy cálido y cálido, otras dos zonas de
los últimos dos climas mencionados se encuentra en el Este del municipio,
acompañados de otra pequeña zona con clima semiseco templado; la tem-
peratura media anual registrada se encuentra definida por las mismas con-
diciones geográficas que los tipos de clima, por lo cual el rango mayoritario
en el municipio es de 18°C a 20º C en la zona centro y sur del territorio; el
noreste tiene un promedio entre 20°c y 22º C, mientras que al oeste, a medi-
da que se elevada al territorio, se registra inicialmente de 16°C a 18º C, de
12°C a 16ºC y finalmente en la zona más elevada del extremo noroeste es
inferior a 12º C, la más baja de Tamaulipas; la precipitación promedio anual
sigue el mismo patrón, la zona más seca es el Valle Central del municipio
donde la precipitación es inferior a los 500 mm anuales; las zonas restantes
siguen un patrón concéntrico, que va rodeando a la zona central elevando
el promedio de precipitación desde 800 a 1000 mm en el noroeste.
Jaumave está integrado por 73 comunidades; la población total del mu-
nicipio es de 14.021 habitantes de acuerdo con el Censo de Población y
Vivienda de 2005 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geo-
grafía, de los cuales 7.094 son hombres y 6.927 mujeres; por lo cual el 50.6%
de la población es de sexo masculino; la tasa de crecimiento poblacional
desde el año 2000 hasta el año 2005 ha sido del 1.1%, la población menor
a 15 años de edad representa el 31.8% del total, mientras que entre 15 y 64
años, se encuentra el 57.2% de los habitantes, el 34.0% habita en localidades
mayores a 2,500 habitantes y por lo tanto consideradas de carácter urbano;
el 0.2% de los habitantes mayores de 5 años de edad son hablantes de al-
guna lengua indígena, y representan a un total de 20 personas, 14 de las
cuales son hombres y 6 mujeres; de los mismos, 14 son bilingües al español
y solo 6 hablan únicamente su lengua materna, sin embargo, los resultados
del Conteo de 2005 sólo permiten especificar que uno de ellos es hablante
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 167

de náhuatl, los restantes 19 hablantes indígenas no tienen definida a que


lengua pertenecen.
Los sitios de trabajo se localizan dentro del ejido o comunidad de San Anto-
nio. Esta comunidad, funciona como centro natural de confluencia de carácter
social, productivo, comercial y de servicios como, salud, educación, abasto,
etc., existen tres localidades de influencia de las cuales pueden verse benefi-
ciadas por el desarrollo del ejido San Antonio. La distancia aproximada de las
comunidades cercanas a San Antonio es entre el 1.3 y 2.6 km (Tabla 1).

Tabla 1. Ubicación geográfica del ejido San Antonio y de sus localidades de


Influencia.
Distancia
Coordenadas Geográficas Altitud
Municipio Localidades lineal al CEC
(msnm)
Longitud Latitud (km)
San Antonio 99º20’36” 23º35’01” 680 -
Compuertas 99º21’21” 23º35’07” 680 1.3
Francisco
Jaumave
Medrano (Las 99º21’50” 23º34’44” 710 2.2
Pilas)
El Sauz 99º22’08” 23º34’49” 708 2.6

4. ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS

4. 1. Tenencia de la tierra

Para la determinación de la tendencia de la tierra de San Antonio, se di-


gitalizó la información de los mapas catastrales provenientes de las oficinas
del Municipio y del Catastro Estatal, los cuales contenían manzanas, lotes
y propietarios de los mismos, además de información de otros rasgos tales
como: escuelas, iglesias, parques, edificios de gobierno, áreas de recreación
y reservas de crecimiento, entre otros. La tendencia de la tierra tanto de San
Antonio como el de sus tres comunidades es de régimen Ejidal (Tabla 2).

Tabla 2. Tenencia de la tierra de San Antonio y de sus localidades de influencia.


Comunidad Superficie (ha) Tenencia
San Antonio 3,735.18
Compuertas 3,735.18
Francisco Medrano (Las Pilas) 6,156.74 Ejidal
El Sauz 1,236.90
168 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Es importante mencionar que el análisis que se hace en el presente


documento, se genera detalladamente para el Ejido San Antonio, así
como para cada una de las comunidades de influencia. Sin embargo,
no fue posible contar con una delimitación geográfica especifica de
la comunidad Compuertas, ya que actualmente el Registro Agrario
Nacional, considera a San Antonio y Compuertas como un mismo
Ejido, puesto que en el año de 1947, Compuertas fue dada de baja e
integrada al Ejido San Antonio. Debido a este motivo, se maneja la
misma superficie tanto para San Antonio como para Compuertas.

4. 2. Aspectos Demográficos y Socioeconómicos

El crecimiento socioeconómico de la comunidad de San Antonio


ha sido en forma progresiva, así como la categoría política regional,
en 1930 tenía la denominación de Rancho, en 1933 de Ranchería y de
1937 a la fecha categoría Ejidal. Mientras que la comunidad de Com-
puertas, que es una extensión de San Antonio, ha mantenido el mis-
mo nombre y categoría desde 1939, ya que en 1947, esta comunidad
fue dada de baja e integrada al Ejido San Antonio, por lo que forma
parte de dicho Ejido.
La población total del ejido San Antonio en 1930 era de 292 habi-
tantes, en la década de los 40 se incrementó ligeramente la población,
pero entre los años de 1950 y 1960, en la comunidad se presentó un
decremento de la población. Desde 1995 hasta el año 2000 el ejido
cuenta con una población de 456 habitantes. Mientras que en la co-
munidad de Compuertas, la población inicial fue de 312 habitantes,
registrándose en el año 2000 una población total de 152 habitantes.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2000), re-
portó para el Ejido San Antonio, una población de 426 habitantes,
(210 hombres y 216 mujeres).
De las poblaciones de influencia del ejido San Antonio, se encon-
tró que Compuertas, cuenta con una población de 152 habitantes, de
los cuales 58 son hombres y 84 mujeres. El Sauz tiene una población
de 269 habitantes, 139 hombres y 130 mujeres; mientras que Francisco
Medrano tiene el mayor número de individuos, con 438 individuos,
de los cuales 233 son del género masculino y 205 del género femenino.
De acuerdo con el INEGI (2000), la población económicamente ac-
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 169

tiva en la zona de estudio es de 104 habitantes, es decir el 24.41% de


la población total del ejido San Antonio.

5. ASPECTOS NATURALES

5. 1. Clima

Específicamente, las comunidades de estudio se encuentran en dos ti-


pos de climas: El BS0hw y el BS1hw. El primer tipo de clima corresponde
al Grupo Seco B, Tipo Seco BS0 y escasas a lo largo del año, subtipo Seco
Semicálido con lluvias en verano. Presenta un porcentaje de lluvia invernal
entre el 5 y 10.2% de la anual. La superficie que representa el clima el BS-
0
hw en las localidades es en San Antonio del 58.7%, (Tabla 3).
La estación climatológica más cercana (11.97 km) a las comunidades de
estudio corresponde a la ubicada en Francisco Zorrilla (figura 3), la cual
arroja datos sobre las características de este tipo de clima, y presenta una
temperatura media anual 21.2ºC; máxima promedio de 35.3ºC, y mínima
de 8.1ºC. Durante los años 1975 (enero) y 1998 (abril), se presentaron los
máximos extremos con menos 6º C (mínima) y 48ºC (máxima).

Tabla 3. Tipos de clima de San Antonio y de sus localidades de influencia.


Clave Superficie
Uso de la tierra
Climática Ha %
San Antonio
Asentamiento humano 30.6 0.8
BS0hw
2,158.6 57.8
Parcelada y grandes áreas BS1hw 1,516.6 40.6
Compuertas
Asentamiento humano 29.4 0.8
BS0hw
2,158.6 57.8
Parcelada y grandes áreas BS1hw 1,516.6 40.6
Francisco Medrano (Las Pilas)
Asentamiento humano 46.0 0.7
BS0hw
2,176.7 35.4
Parcelada y grandes áreas BS1hw 3,933.9 63.9
El Sauz
Asentamiento humano 8.2 0.6
BS0hw
Parcelada y grandes áreas 1,228.7 99.3
170 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

La precipitación promedio anual es de los 428.4 mm. Los meses


con más alta precipitación son de julio a septiembre y los más secos
de noviembre a marzo. Durante los meses de Julio y Agosto, se pre-
senta el fenómeno llamado canícula, así llamada a una pequeña tem-
porada menos lluviosa, dentro del verano, también llamada sequia
de medio verano, y son considerados como los días más cálidos del
año.
El clima BS1hw, corresponde al Grupo de climas Secos (B), tipo Se-
miseco (S1), subtipo Semiseco Semicálido (h) con lluvias en verano y
un porcentaje de lluvia invernal entre 5 y 10.2% de la anual (w). Pre-
senta un inverno fresco. La superficie que presenta este clima en las
comunidades de estudio, se limita sólo al área de influencia donde se
encuentran las parcelas, la extensión por localidad es: 40.6%(1,516.6
Ha) en San Antonio, y el 63.9% (3,933.9 Ha) en Francisco Medrano.
Una estación que marca la característica de este tipo de clima y más
cercana (6.5 km) a las comunidades corresponde a La Reforma, la cual
presenta una temperatura media anual 22.3ºC, máxima promedio de
36.9ºC y mínima de 9.6ºC. En los años 1989 (diciembre) y 1998 (Mayo),
se presentaron los máximos extremos con -7ºC (mínima) y 47ºC (máxi-
ma).
La precipitación anual es de los 542.6 mm. Los meses con más alta
precipitación son de mayo a septiembre y los más secos son de no-
viembre a marzo. Esta estación también presenta el fenómeno de vera-
no llamado canícula.

5. 2. Geología

El municipio de Jaumave se localiza en la Provincia de la Sierra Ma-


dre Oriental, Subprovincia de la Gran Sierra Plegada. En esta Provin-
cia se localizan afloramientos de las rocas más antiguas de la entidad,
los cuales se encuentran constituidos por rocas metamórficas: Gneises
y esquistos del Precámbrico y del Paleozoico que forman el basamen-
to de la sierra. Sobreyaciendo a las rocas metamórficas, se encuentra
un potente espesor de rocas sedimentadas de varios tipos tales como
Lutita-arenisca, Arenisca-conglomerado, Caliza, Lutita y Conglome-
rados. Los materiales geológicos predominantes en la zona de estudio
son: Caliza y Arenisca-Conglomerado (Tabla 4).
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 171

Tabla 4. Geología del Ejido San Antonio y de sus comunidades de Influencia.


Unidades Superficie
Uso de la tierra Era Sistema Serie
litológicas ha %
San Antonio
Asentamiento
30.6 0.8
humano
Mesozoico Cretácico Inferior Ki (cz)
Parcelada y
3,675.2 98.4
grades áreas
Compuertas
Asentamiento
29.4 0.8
humano
Mesozoico Cretácico Inferior Ki (cz)
Parcelada y
3,675.2 98.4
grandes áreas
Francisco Medrano (Las Pilas)
Asentamiento
46.0 0,7
humano Cretácico Inferior Ki (cz)
Mesozoico
Parcelada y 6,110.6 99.2
grandes áreas Jurásico Superior Js(ar-cg) 0.1 0.002
El Sauz
Asentamiento
humano 8.2 0.6
Mesozoico Cretácico Inferior Ki (cz)
Parcelada y
grandes áreas 1,228.7 99.3

Caliza: Ki(cz)
Unidad sedimentaria del Jurasico Superior, constituida por rocas cal-
cáreas que alcanzan un espesor aproximado de 400 metros. Incluye las
formaciones Zuloaga, Olvido y La Casita, que afloran al Oeste de Ciudad
Victoria. Este tipo de roca se encuentra en el 100% de todas las localidades
de estudio (Tabla 5).

Arenisca-Conglomerado: Js (ar-cg)
Unidad sedimentaria continental del Triásico-Jurásico, muy heterogé-
nea, formada por lechos rojos en estratos que van desde delgados hasta
masivos. Se constituyen de areniscas conglomeráticas, limóticas y algunos
horizontes de lutitas. Esta unidad incluye al conglomerado cartografiado
como Triásico, al Sureste de Ciudad Victoria, que pertenece a la formación
Huizachal y aflora en el área de Miquihuana y al Noreste de Ciudad Vic-
toria. Este tipo de roca solo se encuentra en la comunidad de Francisco
Medrano (Las Pilas), pero en una superficie muy localizada (0.1 ha).
172 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tabla 5. Unidades Geohidrológicas del CEC San Antonio y de sus localidades de


estudio.
Superficie
Uso de la tierra Unidad Geohidrológica
ha %
San Antonio
Asentamiento
Material No Consolidado con 30.6 0.8
humano
posibilidades Medias
Parcelada y grandes 1,803.6 48.3
áreas Material Consolidado con
1,871.9 50.1
posibilidades Bajas
Compuertas
Asentamiento
Material No Consolidado con 29.4 0.8
humano
posibilidades Medias
Parcelada y grandes 3,675.2 98.4
áreas Material Consolidado con
1,871.9 50.1
posibilidades bajas
Francisco Medrano (Las Pilas)
Asentamiento
Material Consolidado con 45.1 0.7
humano
posibilidades Bajas
4,837.8 78.7
Parcelada y grandes
Material No Consolidado con
áreas 1,272.9 20.7
posibilidades Medias
El Sauz
Asentamiento humano Material Consolidado con 8.2 0.7
posibilidades Bajas 854.7 69.1
Parcelada y grandes
áreas Material No Consolidado con
373.9 30.2
posibilidades Medias

5. 3. Topografía

Como se ha mencionado, el municipio de Jaumave se localiza sobre la


Sierra Madre Oriental, debido a lo cual es posible encontrar desde Sierras
Complejas hasta pendientes pronunciadas con Lomeríos. Geográficamen-
te, tanto el ejido San Antonio como las comunidades de influencia, se lo-
calizan dentro de la Sierra Compleja en topoformas de Valle de Laderas
Tendidas, donde se alcanzan los 700 m de altuitud.
Las pendientes del terreno oscilan desde 0 a 26.5%. Específicamente, se
tiene que los asentamientos humanos de las comunidades de Compuertas y
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 173

Francisco Medrano, se encuentran fincados sobre valles, por lo cual la pen-


diente del terreno es de 0%. En la comunidad El Sauz, las pendientes son
del 6.6% clasificado dentro del intervalo de pendientes de 5 al 15%; en este
mismo intervalo, también se clasifica el ejido San Antonio, específicamente
en una pendiente del 7.8%.

5. 4. Hidrología superficial

En el municipio de Jaumave, se ubica la Región Hidrológica número


26 “Bajo Río Panuco”, Cuenca Río Tamesí (26B) y Subcuenca Río Tamesí
(A). Esta Región Hidrológica es una de las cinco más importantes del país,
tanto por sus escurrimientos como por la superficie con la que cuenta. El
principal río de la Subcuenca Río Tamesí, es el río Guayalejo, el cual nace
en el municipio de Miquihuana localizado al Oeste de Jaumave, donde
se le conoce como río Alamar, y cambia su nombre a río Chihue al recibir
aguas del arroyo Maravillas, hasta llegar a la confluencia del río Jaumave,
se le conoce como río Guayalejo.
Dentro del ejido San Antonio cruza el arroyo Los Ángeles; al lado Sur de
la zona de influencia de las comunidades de estudio, se unen al rio Guayalejo
las corrientes intermitentes Trejo y Los Álamos, ubicadas al Norte, así como La
Parra situada al Suroeste de las comunidades. Estas se unen posteriormente a la
corriente El Garrafón y La Tinaja, para unirse finalmente al río La Tinaja, el cual
recibe el nombre de Guayalejo entre los límites de Jaumave con Gómez Farías.
Además de las corrientes de los ríos cercanos a las comunidades de es-
tudio, se encuentra también el acueducto superficial San Marcos, localiza-
do al Noreste de la zona, además aguas intermitentes como: San Felipe,
Mata (sur), La Tinaja, La Tinaja Verde, Trejo, Chihue, La Parra, Los Ángeles,
localizados al Sur de estas.

5. 5. Hidrología subterránea

La importancia que representan las unidades geohidrológicas es debido a


la capacidad que tienen las rocas al permitir la circulación o el almacenamiento
de agua en el subsuelo. Dicha permeabilidad se clasifica en dos grupos: per-
meabilidad en materiales consolidados y permeabilidad en materiales no consolidados,
con características de Baja, Media y Alta permeabilidad (ver tabla 5).
Los materiales no consolidados con posibilidades medias ocupan el
50%, es decir, 1,871.9 Ha, de la superficie total del ejido San Antonio y el
20.7 (1,272.9 Ha) y 30.2% (373.9 Ha) de las comunidades Francisco Medrano
174 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

y El Sauz, respectivamente. La permeabilidad de estos materiales se debe


a que las rocas están constituidas por depósitos aluviales del Cuaternario,
que forman suelos arcillo-arenosos y arcillo-limosos, ambos fragmentos de
rocas, poco compactadas.
Los materiales consolidados con posibilidades bajas, cubren el 100% de
los asentamientos humanos en las comunidades Francisco Medrano y El
Sauz, y el 78.9 y 69.1% de las superficies parcelarias de cada una. La per-
meabilidad de las rocas en estos lugares es baja, debido a que se forman
por materiales con composición arcillosa, fragmentación escasa y horizon-
tabilidad en sus estratos.

5. 6. Flora y Fauna

Debido a que el municipio de Jaumave se localiza entre la Sierra Madre


Oriental, le permite contar con una gran diversidad de Flora y Fauna. En
cuanto a la Flora de la zona de estudio, se pueden encontrar desde bos-
ques hasta matorral. En el caso de los bosques se tienen especies de enci-
no (Quercus sp), pino (Pinus pseudostrobus), manzanita (Arctostaphylos sp),
maguey (Agave sp), entre otras. En el caso de los matorrales se encuentran
especies como el mezquite (Prosopis sp).
Con respecto a la Fauna que predomina en el municipio, esta corres-
ponde a coyote, codorniz, correcaminos, paloma ala blanca, venado, puma,
lechuza, víbora de cascabel, tejón. En la parte alta de la Sierra se encuentra
guajolotes salvajes, venado, puma, tigre, y oso.

5. 7. Vegetación y uso actual del suelo

Los principales tipos de vegetación dentro del municipio de Jaumave


son Bosques y Matorrales. Sin embargo, en la mayor parte de la superficie
de las Parcelas, existe Matorral Submontano, por lo general de uso Forestal
(Figura 4).
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 175

Figura 4. Matorral Submontano

Los Bosques de Encino y Encino-Pino se encuentran en pequeñas super-


ficies en Francisco Medrano,también de uso Forestal (Figura 5y Tabla 6).

Figuras 5. Bosques de Encino y Encino-Pino


176 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tabla 6. Vegetación y uso actual del suelo del CEC San Antonio y de sus
localidades de influencia.
Tipo de vegetación y uso de Superficie
Uso de la tierra Clave
suelo ha %
San Antonio
Asentamientos
ZU Zona Urbana 30.6 0.8
humanos
IAPF Agrícola-Pecuaria-Forestal 547.4 14.6
MDR Matorral Desértico Rosetófilo 136.8 3.7
Parcelada y grandes
MKX Matorral Xerófilo 50.7 1.4
áreas
MSM Matorral Submontano 2,662.2 71.3
PI Pastizal Inducido 278.1 7.4
Compuertas
Asentamientos
ZU Zona urbana 29.4 0.8
humanos
IAPF Agrícola-Pecuaria-Forestal 547.4 14.6
MDR Matorral Desértico Rosetófilo 136.4 3.7
Parcelada y grandes
MKX Matorral Xerófilo 50.7 1.4
áreas
MSM Matorral Submontano 2,662.2 71.3
PI Pastizal Inducido 278.1 7.4
Francisco Medrano (Las Pilas)
Asentamientos
ZU Zona urbana 46.0 0.7
humanos
IAPF Agrícola-Pecuaria-Forestal 401.3 6.5
BQ Bosque de Encino 125.4 2.0
BQP Bosque de Encino-Pino 221.2 3.6
MDR Matorral Desértico Rosetófilo 1,390.3 22.6
MKX Matorral Xerófilo 41.9 0.7
Parcelada y grandes MSM Matorral Submontano 3,510.8 57.0
áreas PI Pastizal Inducido 227.3 3.7
Vegetación Secundaria
VSa/BQ 10.4 0.2
arbustiva/Bosque de Encino
Vegetación Secundaria
VSa/MSM arbustiva/Matorral 181.9 2.9
Submontano
El Sauz
Asentamiento
ZU Zona urbana 8.2 0.7
humano
Parcelada y grandes IAPF Agrícola-Pecuaria-Forestal 103.5 8.4
áreas MSM Matorral Submontano 1,125.1 90.9
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 177

5. 8. Suelos
Con base en la cartografía del INEGI (1982) sobre los tipos de suelo (Cla-
sificación FAO), se tiene que dentro del municipio de Jaumave, se encuen-
tran tres tipos de suelos: Litosol, Rendzina y Xerosol.
Los Litosoles (l), son suelos obscuros, con textura de migajón arcilloso, de
consistencia ligeramente dura en seco y friable en húmedo, generalmente se
encuentra en sitios montañosos o planos. En la zona de estudio de las loca-
lidades, los Litosoles presentan dos asociaciones: I+Rc+Xh/2 y I+E+Rc/2.
La primer asociación es con el Regosol (R) Calcárico (c) más el Xerosol (X)
hálico (h) contextura de suelo media (2). Estas asociaciones se encuentran en
un 34.9% (2,149.4 Ha) de la comunidad Francisco Medrano, así como en el
94.0% (1,162.6ha) de El Sauz y en 98.9% (2,573.8ha) de San Antonio (Tabla 7).

Tabla 7. Unidades de suelo del CEC San Antonio y de las localidades de influencia.
Subunidades y Superficie
Uso de la tierra Unidad
asociaciones ha %
San Antonio
Asentamiento
Xerosol Xk/2 30.6 0.8
humano
Litosol I+Rc+Xh/2 2,573.8 68.9
Parcelada y grandes
Xerosol Xk/2 1,088.5 29.1
áreas
Rendzina E+I/2/PC 12.8 0.3
Compuertas
Asentamiento
29.4 0.8
humano Litosol I+Rc+Xh/2
2,573.7 68.9
Parcelada y grandes
Rendzina E+1/2/PC 12.8 0.3
áreas
Xerosol Xk/2 1,088.5 29.1
Francisco Medrano (Las Pilas)
Asentamiento
46.0 0.7
humano I+Rc+Xh/2
Litosol
2,103.4 34.2
Parcelada y grandes I+E+Rc/2 2,318.6 37.7
áreas Rendzina E+I/2/PC 893.6 14.5
Xerosol Xk/2 795.1 12.9
El Sauz
Asentamiento
8.2 0.7
humano Litosol I+Rc+Xh/2
Parcelada y grandes 1,154.4 93.3
áreas Xerosol Xk/2 74.2 6.0
178 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

La segunda asociación del Litosol es en primer lugar con la Rendzina, seguido


con el Regosol Calcário (Rc), con textura de suelo 2 (media). La clave edafológica
es: I+E+Rc/2. Esta asociación solo se encuentra en la localidad Francisco Medra-
no en un 37.7% (2,318.6 Ha) de su superficie (Tabla 7).
Las Rendzinas (E) son suelos oscuros de textura de migajón arcillosa o más
finas, poco contenido de materia orgánica. Presenta una asociación con el Litosol
(l), una textura de suelo media (2), una Fase Física Petrocalcica (PC). La clave eda-
fológica de esta asociación es: I+E+Rc/2. Se encuentra en el área de las parcelas
de San Antonio en un 0.3% (12.8ha) y Francisco Medrano en un 14.5% (893.6ha).
Presenta asociación con el Litosol (l), textura de suelo media (2) y una fase Física
Petrocalcica (PC).
Los Xerosoles (X), son suelos negros muy arcillosos, se agrietan considera-
blemente en época seca, es característico de los sitios planos o de las pendientes
suaves, por lo general en terrazas, planicies y fondo de los valles. En la zona de
estudio esta Unidad es del tipo Calcácico (Xk) y se encuentra en San Antonio en
un 29.1% (1,088.4Ha), 12.9% (795.1Ha) en Francisco Medrano, y 6.0% (74.2 Ha) en
el Sauz. El Xerosol es del tipo cálcico (k), con textura de suelo media (2) (Tabla 8).

5. MÉTODOLOGÍA

Para ubicar y delimitar los sitios de estudio, se realizaron métodos cartográfi-


cos (fotografías aéreas e imágenes de satélite disponibles), los cuales fueron utili-
zados para la identificación y análisis de las áreas de estudio afectadas y factibles
de establecer prácticas de campo para la restauración de los suelos. Igualmente
fue importante recopilar toda la información existente de variables medioambien-
tales de las zonas de estudio, mediante los indicadores de sostenibilidad obteni-
dos con anterioridad. Para construir el polígono del área de estudio fue necesario
convertir el polígono del área construido a formato shape con la herramienta GPS
utility, que toma como base el formato KML. Posteriormente se creó un archivo de
Arc gis, en Arc map con el nombre del archivo de trabajo; se integró el polígono
del área del estudio al proyecto y se definió el sistema de coordenadas del área de
estudio, asignándosele el archivo shape generado. Se trabajó con las imágenes de
satélite del área de estudio de los años 2003, 2006, 2008 utilizando la herramienta
Image Conect, y así poder integrar un mosaico con las imágenes de los años men-
cionados, para poder validar que el área de estudio contara con una cobertura
total de imágenes, se creó un mapa de presentación de los resultados y así poder
exportar el mapa de presentación a pdf, para presentarlo.
Durante el trabajo de campo, se evaluó la erosión hídrica con instrumental
específico diseñado para tal fin. Para evaluar la pérdida de suelo por erosión hí-
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 179

drica en las áreas dedicadas a la agricultura de este ejido se definieron dos sitios
de estudio. Uno en el predio agrícola, localizado al norte del poblado Compuertas
cerca del rio Chigüe (Figuras 6a y 6b) y otro punto ubicado junto a la carretera
Victoria – Tula en el kilómetro 31, identificado como La Jabalina (Figura 7a y 7b).

Erosión laminar
Para evaluar la erosión superficial se eligieron dos puntos de medición en el
predio del sitio carretera, para lo cual se utilizó el método de las tapas metálicas
de botella, que consiste en colocar éstas sobre la superficie del suelo y medir en
cada una de ellas la pérdida de suelo en periodos determinados de tiempo. Las
tapas se instalaron con la cara cóncava hacia abajo incrustada en el suelo y fijada
además con un clavo metálico. Las tapas se distribuyeron con separación de 1 m
entre si, en 5 líneas paralelas de 5 m de longitud a una distancia entre líneas de 1
m, formando un cuadricula de 5 x 5 m, de tal manera que se tuvieron 25 puntos
de observación.
Erosión en cárcavas
Para la evaluación de la erosión hídrica se calculó la erosión en cárcavas. Se
establecieron parcelas testigo en dos ecosistemas (matorral y agrícola) en el ejido
San Antonio, municipio de Jaumave, Tamaulipas, México, para realizar la evalua-
ción de la pérdida del suelo en tiempo y espacio, con el fin de poner en práctica
acciones de restauración y estabilización de cárcavas.

6. 1. Descripción de los sitios de estudio

Sitio “Chihue”. En este lugar se seleccionó una cárcava (Figura 6) represen-


tativa de un conjunto de grandes cárcavas (12 a 20 m de ancho) ramificadas y
profundas (5 a 12 m) que desembocan en el margen derecho del rio Chihue; se
ubica en un predio agrícola. Esta cárcava se eligió debido a su mayor desarrollo ya
que muestra una grave problemática de erosión hídrica remontante en dicha pro-
piedad. La erosión remontante es el tipo de erosión que mayor degradación del
suelo provoca en el área agrícola de la región. Varias parcelas agrícolas mas han
sido muy afectadas por el crecimiento de las cárcavas, a pesar de que cuentan casi
siempre con cobertura vegetal abundante ya sea por los cultivos de maíz y frijol
o por la vegetación autóctona a base de plantas rastreras como Cynodon dactylon,
Malvastrum americanum, Clematis montevidensis que crecen en las parcelas después
de la cosecha. La desembocadura de esta cárcava en el rio se localiza en las coor-
denadas 23º 35’ 57.47’’ latitud norte y 99º 21’ 13.93’’ longitud oeste mientras que la
cabecera se encuentra en 23º 35` 56.0’’ latitud norte y 99º 21’ 25.5’’ longitud oeste
(Figuras 7 y 8).
180 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 6. Sitio El Chihue: Parcela que presenta una gran cárcava

Figura 7. Conjunto de cárcavas junto al rio Chihue. En esta vista se observan


los predios agrícolas más afectados por la erosión remontante de las cárcavas
ubicadas a la orilla del rio, incluyendo el sitio de estudio.
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 181

Figura 8. Cárcava en estudio, sitio Chihue (centro de la imagen)

Sitio “Alamar”. Este sitio está conformado por un predio que en el pa-
sado se dedicó a la producción de bovinos por pastoreo en agostadero y
donde se formaron tres brazos de la misma cárcava, de 2 a 4 m de pro-
fundidad (Figura 9), localizada en el km 130 de la carretera Cd. Victoria-
Jaumave, cerca del cruce con el arroyo Alamar.
182 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 9. Sitio El Alamar: Predio con cárcava a la orilla de la Carretera Victoria-


Tula.

Este arroyo es también un afluente del rio Chihue y su desembocadura


se localiza a unos 4 km al oriente de dicha carretera. A diferencia del sitio
Chihue en este lugar la vegetación es escasa y está conformada por algu-
nos zacates, arbustos y otras hierbas (Acasia Farnesiana, Cenchrus ciliaris,
Bothriochloa pertusa, Allionia incarnata y Parthenium hysterophorus). El cau-
ce principal de la cárcava en estudio comienza en las coordenadas 23º 33’
52.16’’ latitud norte y 99º 20’ 35.17’’ longitud oeste y termina en las coorde-
nadas 23º 33’ 44.9’’ latitud norte y 99º 20’ 46.5’’ longitud oeste, (Figura 10).
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 183

Figura 10. Vista de la cárcava del sitio de estudio Alamar, junto a la carretera Cd.
Victoria-Jaumave.

6. 1. 1. Características de los suelos


Con base en la cartografía del INEGI (1982) el municipio de Jaumave
tienen tres tipos principales de suelos: Leptosol lítico, Leptosol réndzico y
Calcisol. Se tienen también algunas otras unidades de suelos que ocupan
superficies menores como el Fluvisol. El Leptosol lítico es un suelo obs-
curo, de textura franco arcillosa, de consistencia ligeramente dura en seco
y friable en húmedo, generalmente se encuentra en sitios montañosos o
planos. El Leptosol rendizco es un suelo oscuro de textura franco arcillosa
o fina, con bajo contenido de materia orgánica. Los Calcisoles son suelos
negros arcillosos, se agrietan considerablemente en época seca, son carac-
terísticos de los sitios planos o de pendientes suaves, por lo general en
terrazas, planicies y fondo de valles.
Particularmente en el área de estudio el suelo dominante es el Fluvisol
184 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

calcárico, que es un suelo profundo (> 2 m) derivado de depósitos aluviales


por transportación fluvial y deposito de materiales, de reacción fuerte al
ácido clorhídrico, de permeabilidad moderada y buen drenaje superficial e
interno, de topografía plana u ondulada y pendiente de 0 a 2 %. Los suelos
del área de estudio presentan textura franco arcillosa, alto contenido de
carbonatos de calcio, pH medianamente alcalino, bajo contenido de sales
solubles y sodio, nivel medio de materia orgánica y alto contenido de car-
bonato de calcio. La densidad aparente en la capa superficial (0-50 cm) es
en promedio 1.29 t (m3)(-1) mientras que a más de 50 cm de profundidad se
tiene una densidad de alrededor de 1.5 t (m3)(-1), Tabla 8.

Tabla 8. Características de los suelos en los sitios estudiados.


Sitio Chihue Chihue Alamar Alamar
Profundidad (cm) 0-50 50-130 0-50 50-110
Arcilla Franco Franco Franco
Textura
limosa arcilloso arcilloso arcilloso
Arcilla (%)
44.8 36.8 40.8 36.8
Limo (%)
40.0 42.0 36.0 36.0
Arena (%)
15.2 21.2 23.2 27.2
pH
8.0 8.1 7.8 8.0
C E.(mS cm-1)
0.31 0.22 1.28 12.45
RAS
1.9 0.3 1.3 1.6
Materia Orgánica (%)
2.4 2.1 2.1 2.0
Carbonatos totales (%)
36.8 46.3 33.6 38.9
Densidad aparente (g cm-3)
1.27 1.49 1.29 1.52

6. 2. Geología

En la zona de estudio se encuentra solo un tipo de geoforma el cual


corresponde al de Valle de Laderas Tendidas (sistema en que las laderas
del macizo montañoso son tendidas, al menos en alguno de sus lados).
Esta topoforma es de origen fluvial con rocas sedimentarias calizas, con
altitudes alrededor de 1.400 m y pendientes moderadas. El municipio de
Jaumave se localiza en la Provincia de la Sierra Madre Oriental, Subprovin-
cia de la Gran Sierra Plegada. En esta Provincia se localizan afloramientos
de las rocas más antiguas de la entidad, los cuales se encuentran consti-
tuidos por rocas metamórficas: gneises y esquistos del Precámbrico y del
Paleozoico que forman el basamento de la Sierra. Sobreyaciendo a las rocas
metamórficas, se encuentra un potente espesor de rocas sedimentadas de
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 185

varios tipos tales como lutita-arenisca, arenisca-conglomerado, caliza, lu-


tita y conglomerados. Los materiales geológicos predominantes en la zona
de estudio son: caliza y arenisca-conglomerado.

6. 3. Hidrología

En el municipio de Jaumave, se ubica la Región hidrológica número 26


“Bajo Río Panuco”, Cuenca Río Tamesí y Subcuenca Río Tamesí. Esta Re-
gión Hidrológica es una de las cinco más importantes del país, tanto en
caudal como en superficie. El principal río de la Subcuenca Río Tamesí, es
el río Guayalejo, el cual nace en el municipio de Miquihuana localizado
al Oeste de Jaumave, donde se le conoce como río Alamar, y cambia su
nombre a río Chihue al recibir aguas del arroyo Maravillas, hasta llegar a
la confluencia del río Jaumave, se le conoce como río Guayalejo. Dentro del
ejido San Antonio cruza el arroyo Los Ángeles.

6. 4. Vegetación

Como se mencionó antes, los principales tipos de vegetación existentes


dentro del municipio de Jaumave son bosques y matorrales. Sin embargo,
en la mayor parte de las tierras planas, existe matorral submontano, por lo
general de uso forestal. En lo que respecta a los bosques de encino y enci-
no-pino, estos se encuentran en pequeñas superficies en el ejido Francisco
Medrano e igualmente son de uso forestal. Se tienen también matorral de-
sértico rosetófilo, matorral xerófilo y pastizales inducidos.
En el sitio Chihue, además de los cultivos de maíz (Zea mays) y fijol (Phaseo-
lus vulgaris) se tiene una cobertura vegetal del suelo muy densa que impide
la erosión laminar o en surcos. Sin embargo por su naturaleza la erosión re-
montante es muy intensa a pesar de la cubierta vegetal. Las especies silvestres
encontradas son: Mezquite (Prosopis alba), huizache (Acasia Farnesiana), zacate
Jhonson (Sorghum halepense), zacate buffel (Cenchrus ciliaris), zacate carretero
(Bothriochloa pertusa), gramilla (Cynodon dactylon), Malvastrum americanum,
amargoso (Parthenium hysterophorus), chayotillo (Xanthium stromarium), girasol
silvestre (Thitonia tubiformis), barba de chivo (Clematis montevidensis).
En sitio Alamar se tiene una cubierta vegetal escasa por lo que el suelo
está más expuesto a la erosión. Las plantas mas comunes en este sitio son:
Mezquite (Prosopis alba), huizache (Acasia Farnesiana), zacate buffel (Cen-
chrus ciliaris), zacate carretero (Bothriochloa pertusa), (Allionia incarnata) y
amargoso (Parthenium hysterophorus).
186 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

6. 5. Precipitación
La precipitación media anual en el área de estudio es de 554 mm según
la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). En la figura 11 se presenta la
precipitación media de cada uno de los años correspondientes al periodo de
estudio de la presente investigación (2003-2010). Los datos fueron proporcio-
nados por la CONAGUA (2012) de la estación meteorológica Plan de Ayala,
Jaumave Tamaulipas, que es el punto de medición más cercano a los sitios
experimentales y se encuentra aproximadamente a 5 km del sitio Chihue.

Figura 11. Precipitación media anual de 2003 a 2010 en los sitios de estudio.
Fuente: CONAGUA 2012.

6. 6. Medición de la erosión

La estimación de la pérdida de suelo por el avance de las cárcavas se hizo por


medición in situ durante la época de lluvias del año 2010 y por cuantificación
sobre imágenes de satélite en el periodo comprendido de los años 2003 a 2010.

Sitio “Chihue”
Medición in situ en 2010. Durante el año 2010 se evaluó la erosión hí-
drica de tipo remontante en cárcavas por el método del Cordel entre dos
marcas (Santiago, 2012). Este consistió en medir el avance de la cabecera
principal y de las cabeceras de tres de las muchas ramificaciones o brazos
de esta cárcava, durante el periodo de lluvias comprendido del 30 de abril
al 22 de julio. Se colocó el cordel en posición perpendicular al cauce, soste-
nido por dos estacas de madera colocadas a ambos márgenes de la cárcava
y alineadas con el borde de la cabecera, considerando éste como el punto
inicial (30 de abril). A partir de aquí se midió la distancia hasta el punto de
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 187

ubicación de la cabecera después del periodo de lluvias, el día 22 de julio,


con lo cual se estimó el avance de la cárcava.
Medición en imágenes de satélite 2003-2010. Para estimar la erosión ocu-
rrida durante los últimos años se utilizaron las imágenes de satélite disponi-
bles; 2003, 2006 y 2008 (Figura 12) que al combinarse con la medición de las
coordenadas de las cabeceras in situ, realizada en julio de 2010 por medio un
dispositivo Global Positioning System (GPS) se pudo tener información sobre
el avance de la cárcava desde el año 2003 a lo largo de tres periodos: 2003-2006,
2006-2008 y 2008-2010. Al trabajar sobre las imágenes de satélite por medio
del programa ArcExplorer2 (ESRI, 2011) se obtuvieron las coordenadas corres-
pondientes a cada cabecera y en cada uno de los años mencionados con lo cual
se pudo medir en las imágenes la distancia de avance de las cárcavas seleccio-
nadas utilizando las herramientas del programa. La anchura de las cárcavas
no se midió debido a la baja resolución de las imágenes disponibles.

Figura 12. Polígono utilizado para medir el avance de las cárcavas (2003, 2006 y
2008) en el sitio de estudio Chihue, con imágenes de satélite.
188 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Sitio “Alamar”
Medición in situ 2010. Al iniciar la investigación se observó una co-
bertura vegetal escasa en el sitio Alamar por lo que se consideró factible
la ocurrencia tanto de erosión laminar como de erosión en surcos. Por tal
razón en este sitio se midió la pérdida de suelo provocada por estos dos
tipos de erosión y por erosión en cárcavas:
Erosión laminar. Para evaluar la erosión superficial se establecieron dos
puntos de observación en el terreno estudiado. Se utilizó el método de las
tapas metálicas de botella (Anaya, 1977), colocadas sobre el suelo en una
superficie cuadrada de 5 m x 5 m (Figura 13). Las tapas se instalaron con
la cara cóncava hacia abajo, incrustada en el terreno a nivel de la superficie
y fijada además con un clavo metálico de 5 cm de longitud. Las tapas se
colocaron alineadas con separación de 1 m entre si, en 5 filas paralelas de
5 m de longitud a una distancia entre filas de 1 m. De esta manera que se
tuvieron 25 puntos para medir la posible pérdida de suelo por diferencia
entre el nivel inicial de cada tapa y el nivel encontrado en el suelo después
del periodo de precipitaciones pluviales, que fue de 83 días .

Figura 13. Instalación de la prueba de las tapas de botella para medir la perdida
de suelo por erosión laminar, en el sitio Alamar.
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 189

Erosión de cárcavas incipientes o surcos. Este tipo de erosión se estimó a través


de la medición de la sección transversal (Anaya, 1977) en varios puntos de
las cárcavas poco desarrolladas o incipientes. La sección transversal se calculó
a través de mediciones de la profundidad cada 50 cm a partir de uno de los
bordes de la cárcava hasta llegar el otro borde de la misma, siguiendo una
línea horizontal perpendicular al caudal y marcada por un cordel sostenido a
ambos lados de la cárcava.
Erosión en cárcavas. En el sitio Alamar las cárcavas son poco ramificadas y
menos profundas. Por esta razón además de medir el avance de ellas por ero-
sión remontante utilizando el método descrito del Cordel entre dos marcas, la
medición de la pérdida de suelo se hizo también por el método de dos seccio-
nes transversales (Anaya, 1977). Después de seleccionar y marcar los puntos
de un tramo de la cárcava se trazó en cada extremo del segmento una línea
perpendicular al eje longitudinal de la cárcava o línea central para lo cual se
utilizó un cordel sostenido por dos estacas, a 1 m de distancia fuera de los bor-
des de la cárcava, a ambos lados de la misma. El cordel se marcó a intervalos
de 50 cm y en cada marca se midió la profundidad de la cárcava utilizando un
estadal topográfico (Figura 14). Para calcular el volumen de suelo perdido de
un tramo de la cárcava, se determinó el promedio del espesor perdido en las
dos secciones de cada tramo y se multiplicó por la longitud del mismo.

Figura 14. Medición de la erosión hídrica en cárcavas


190 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Medición en imágenes de satélite 2003-2010. En el sitio Alamar se es-


timó también el avance de las cárcavas por medio de imágenes de satélite
(Figura 15) tal como se describió para el sitio Chihue.

Figura 15. Polígono utilizado para medir el avance de las cárcavas durante los
años 2003, 2006 y 2008 en el sitio de estudio Alamar, a través de imágenes de
satélite.
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 191

7. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

7. 1. Sitio Chihue

7. 1. 1. Pérdida de suelo medida in situ en el año 2010


En el sitio Chihue los suelos están afectados principalmente por la
erosión remontante. La erosión laminar y en surcos prácticamente no
está presente debido a la pequeña pendiente de los suelos (de 0 a 2 %)
así como a la abundante cobertura vegetal, a base de zacates, plantas
rastreras y cultivos de maíz y frijol. La baja tasa de erosión laminar y
en surcos en este sitio se debe también a que la escorrentía no se ge-
nera en los predios sino que en su mayoría proviene de las montañas
aledañas a través de varios arroyos que vierten el agua sobre el valle
de suelos de cultivo. Al ingresar los grandes volúmenes de agua de
escorrentía a estas tierras, la densa cubierta vegetal y la poca pendien-
te impiden la erosión superficial pero se produce por el contrario una
intensa erosión remontante al caer el agua al lecho de las cárcavas.
En el Tabla 9 se presentan los datos del avance de las cárcavas y
la pérdida estimada de suelo, correspondientes al predio Chihue, en
su cabecera principal y en tres brazos laterales, durante el periodo
de abril a julio de 2010, que fue el lapso en el que se presentaron las
lluvias de este año. En los 83 días que duró la medición, la cárcava se
extendió aguas arriba unos 25 m con una anchura de 35 m, mientras
que los brazos laterales avanzaron entre 1.37 y 2.84 m. El excesivo cre-
cimiento de la cárcava en su cabecera principal, se debió a la ocurren-
cia del Huracán Alex durante los primeros días del mes de julio, que
aumentó el caudal de agua de manera extraordinaria (Figura 16). Los
grandes volúmenes de agua de escurrimiento generados por el hura-
cán provocaron además la ruptura de una represa que se encontraba
en la parte baja de las montañas, lo que hizo aumentar aún más el cau-
dal que ingresó a la cárcava (se estiman hasta 14.2 m3 s-1) y ocasionó el
excesivo avance de la misma. La pérdida de suelo en este año fue de
más de 3.500 t en la cabecera principal y entre 25 y 40 t en cada una de
las cabeceras laterales medidas.
192 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tabla 9. Avance de la cárcava del sitio Chihue y pérdida de suelo en cuatro


cabeceras de la misma, durante 83 días, entre el 30 de abril y el 22 de julio del año
2010.
Avance de Densidad Pérdida Pérdida
Ancho* Profundidad*
Cabecera cabecera aparente* de suelo de suelo
(m) (m)
(m) (t/m3) (m3) (t)
Cabecera
25.00 35.00 2.90 1.38 2537.5 3501.7
principal
Brazo 1 2.84 3.50 2.90 1.38 28.83 39.8
Brazo 2 1.37 4.50 2.90 1.38 17.88 24.7
Brazo 3 1.50 4.00 3.00 1.38 18.00 24.8
Nota. *Valores promedio

Figura 16. Precipitación pluvial mensual durante el año 2010 en los sitios de estu-
dio. Fuente: CONAGUA, 2012.

7. 1. 2. Pérdida de suelo medida con imágenes de satélite y GPS en el periodo


de 2003 a 2010
Con la finalidad de conocer el desarrollo de la cárcava y estimar la pér-
dida de suelo durante los últimos siete años, se realizaron mediciones por
medio de imágenes de satélite, coordenadas de GPS y cuantificación de la
profundidad in situ, Tabla 10. Se encontró que la cárcava del sitio Chihue
creció 46 m en este periodo, lo que significa que la pérdida de suelo fue
muy grande; se estimaron 5.307 m3 en esos 7 años, que representan 758 m3
(1.046 t) de pérdida de suelo por erosión remontante cada año.
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 193

Este tipo de erosión ocurrió debido al origen aluvial de los suelos, a los
grandes volúmenes de agua que ingresan desde las montañas aledañas a
través varios arroyos y a la presencia de del Rio Chihue en la parte oriental
del valle, donde desemboca el agua a través de la cárcava estudiada y que
se ha desarrollado a razón de aproximadamente unos 6.6 m por año. Du-
que (2007) señala que la formación de cárcavas sobre suelos aluviales con
sedimentos areno-arcillosos, como los suelos en estudio, están condiciona-
das por el encajamiento de un curso fluvial próximo, con desplazamiento
hacia una de las paredes del valle, de manera que la profundización del
valle obliga a los barrancos a erosionarse aguas arriba, desplazando sus
cabeceras hacia atrás.

Tabla 10. Estimación del avance de la cabecera principal y pérdida de suelo en


el sitio Chihue durante tres periodos comprendidos del 2003 al 2010, utilizando
imágenes de satélite y coordenadas GPS.
Avance de Densidad Pérdida de Pérdida de
Ancho* Profundidad*
Periodo la cabecera aparente* suelo suelo
(m) (m)
(m) (t/m3) (m3) (t)
2003-2006 20.35 16.5 8.00 1.38 2686.2 3707.0
2006-2008 0.65 16.0 8.00 1.38 83.2 114.8
2008-2010 25.00 35.0 2.90 1.38 2537.5 3501.7
Total 46.00 5306.9 7323.5
Promedio
6.57 758.1 1046.2
anual
Nota: *Valores promedio.

7. 2. Sitio Alamar

7. 2. 1. Pérdida de suelo medida in situ en el año 2010


Erosión laminar. La pérdida de suelo por erosión laminar en el sitio Ala-
mar fue muy baja e imperceptible durante el periodo de estudio, marcado
por el lapso de lluvias entre el 30 de abril y el 22 de julio de 2010 ya que
el nivel de las tapas metálicas de botellas colocadas sobre la superficie del
suelo permaneció prácticamente sin cambio a lo largo de los 83 días de
estudio (Figura 17). El tiempo de observación en este estudio fue relativa-
mente corto para poder detectar la erosión laminar por lo que se conside-
ran necesarios periodos mayores de medición a fin de poder cuantificar la
pérdida de suelo. De igual manera no se percibió erosión laminar al obser-
var la superficie del lugar ya que no se encontraron pedestales formados
194 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

de manera natural; tampoco se encontraron raíces de árboles o arbustos


descubiertas por la erosión. Al igual que en el sitio Chihue se cree que las
causas de la baja tasa de erosión laminar y en surcos, es la poca pendiente
del valle, una alta estabilidad estructural del suelo y que la escorrentía no
se genera en los potreros donde se han desarrollado las cárcavas sino que
en su mayoría proviene de las montañas aledañas a través de varios arro-
yos que vierten el agua sobre el valle de suelos de cultivo. Aunque ingresan
a estas tierras grandes volúmenes de agua la poca pendiente disminuye la
velocidad del agua que pasa sobre la superficie sin generar mucha erosión
laminar pero provoca una intensa erosión remontante al caer el agua en
forma de cascada sobre la pared de la cabecera de las cárcavas.

Figura 17. Nivel del suelo encontrado después del periodo de lluvias del año
2010, en relación con el nivel inicial de la superficie del suelo.

7. 2. 2. Erosión en cárcavas incipientes


La erosión por escorrentía superficial en cárcavas incipientes o surcos
fue también muy baja en el periodo de estudio como se observa en las gra-
ficas de la figura 18, que muestran poca diferencia en profundidad entre
la medición inicial y final. Esto significa que la pérdida de suelo debido a
la fuerza de arrastre del agua de escorrentía sobre la superficie del suelo
fue muy pequeña y que el agua de escurrimiento no erosionó considera-
blemente el lecho ni los taludes de la cárcava. Sin embargo más adelante
aguas abajo la incipiente cárcava se convirtió en una cárcava desarrollada
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 195

en el punto donde el caudal formó la cascada sobre la cabecera de la cárca-


va; en este punto por el contrario la erosión remontante y por socavamien-
to lateral fue muy grande.

Figura 18. Secciones transversales de erosión en cárcavas incipientes del sitio


Alamar. El tramo representado en estas gráficas se ubicó a unos 10 m aguas
arriba de la cabecera de cada una de las cárcavas sur y principal.

7. 2. 3. Erosión en cárcavas
La erosión por socavamiento de la cabecera de las cárcavas o ero-
sión remontante fue muy grande. El avance de la cabecera en la cárcava
principal fue de 5.80 m (en 83 días); considerando el ancho (13.0 m) y la
196 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

profundidad (3.3 m) de este transecto, el volumen de suelo perdido en


el periodo fue de 249 m3 equivalente a 348.6 t. El avance de la cárcava
sur fue de 4.65 m; siendo el ancho 4.50 m y la profundidad 2.15 m en
este tramo, el volumen de suelo perdido fue de 45 m3 (63.0 t). Como
las lluvias del año 2010 cayeron solamente en el lapso citado, se puede
decir que las toneladas calculadas corresponden a la pérdida de suelo
durante todo este año (Tabla 11).

Tabla 11. Pérdida de suelo y avance de dos cárcavas por erosión remontante del
sitio Alamar, durante 83 días entre el 30 de abril y el 22 de julio de 2010.
Avance de Densidad Pérdida de Pérdida
Ancho* Profundidad*
Cárcava cabecera aparente* suelo de suelo
(m) (m)
(m) (t/m3) (m3) (t)
Principal 5.80 13.00 3.30 1.40 248.82 348.3
Sur 4.65 4.50 2.15 1.40 45.00 63.0
Nota: *Valores promedio

La erosión por derrumbe o socavamiento lateral de las cárcavas fue


muy grande también. La pérdida de suelo en cada uno de los dos lados de
la cárcava sur fue 0.45 m en promedio durante los 83 días mencionados,
mientras que la profundidad prácticamente no varió en ese lapso, lo que
representa una pérdida de 9.5 m3 de suelo, es decir más de 13 t durante el
año 2010 (Figura 19).
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 197

Figura 19. Secciones transversales de erosión en dos cárcavas del sitio Alamar
(Principal y Sur).

Pérdida de suelo medida con imágenes de satélite y GPS en el periodo


de 2003 a 2010
Se encontró que la cárcava principal del sitio Alamar creció 38 m de 2003
a 2010, lo que significa un crecimiento promedio de 5.4 m por año (Tabla
12). Este avance de la cárcava representa una pérdida de suelo de 374 t
año-1.

Tabla 12. Avance de la cabecera de la cárcava principal del sitio Alamar en tres
periodos comprendidos entre 2003 y 2010, por medición sobre imágenes de saté-
lite y sistema GPS.
Avance de la Densidad Pérdida Pérdida
Ancho* Profundidad*
Periodo cabecera aparente* de suelo de suelo
(m) (m)
(m) (t/m3) (m3) (t)
2003-2006 21.4 14.0 3.5 1.40 1048.6 1468.0
2006-2008 11.0 14.0 3.5 1.40 539 754.6
2008-2010 5.8 14.0 3.5 1.40 284.2 398.0
Total 38.2 1871.8 2620.6
Promedio
5.46 267.4 374.4
anual
Nota: *Valores promedio

La pérdida de suelo por erosión remontante fue más del doble en el sitio
Chihue en comparación con el sitio Alamar, aunque en ambos lugares la
198 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

afectación del suelo fue muy grande durante el periodo de estudio (2003-
2010). En el sitio Chihue, donde el área afectada por el avance de la cárcava
en promedio fue de 174 m2 año-1, la pérdida estimada de suelo fue de 1.046
t año-1, cifra equivalente a 6.0 t (m2)(-1) año-1. En el sitio Alamar el área per-
turbada por esta erosión cada año fue de 76 m2 en la cabecera principal y
la pérdida estimada de suelo fue de 374 t año-1, lo que representa 4.9 t m2)
año-1. La diferencia entre ambas áreas de estudio se debió a que en el sitio
Chihue el caudal máximo de agua de escurrimiento en la cárcava principal,
calculado por la ecuación de Manning (Chow, 1994) fue mayor (14.216 m3
s-1) en comparación con el caudal de la cárcava principal del sitio Alamar
(1.845 m3 s-1).
La pérdida de suelo calculada en el presente estudio es muy superior a
la tasa tolerable, 1.8 t ha-1 año-1 según Torres (1982) y a las cifras reportadas
en otros lugares de México y el mundo. Romero (2002) afirma que la pér-
dida de suelo estimada mediante la ecuación universal RUSLE en la región
de Murcia España, fue en promedio de 30 a 40 t ha-1 año-1 (0.003 a 0.004 t
m2) año-1) valor considerado como moderado. Casalí et al. (1999) estimó la
pérdida de suelo en 266 t ha-1 año-1 (0.0266 t m2) año-1) en Navarra, España y
consideró esta cifra como una merma por encima de niveles tolerables. Pe-
reyra et al (2005) señaló como muy altas las pérdidas de suelo de 224 t ha-1
año-1 (0.0224 t m2) año-1) estimadas en suelos de Veracruz, México. En Sego-
via, España, se produjeron tasas de exportación de sedimentos próximas a
las 10 ton ha-1 para una cantidad de precipitación de 39 mm en 72 horas, en
cárcavas desarrolladas sobre sedimentos arenosos arcósicos (Martín, 2007)
lo cual representa una pérdida de suelo de alrededor de 300 t ha-1 año-1
(0.03 t m2 año-1). En la superficie agrícola donde se encuentra el sitio Chi-
hue, cerca de la cárcava estudiada existen además otras cinco cárcavas de
dimensiones similares que desembocan en el rio, con lo cual se multiplica
la superficie afectada por la degradación de los suelos. Lo anterior significa
que la erosión de las tierras de uso agropecuario en el Ejido San Antonio es
un problema muy grave que debe ser atendido a la mayor brevedad ya que
de no hacerlo, en un tiempo relativamente corto la mayoría de las tierras
cultivadas podrían ser degradadas irreversiblemente.

8. CONCLUSIONES

El tipo de erosión que provoca mayor pérdida de suelo en las tierras


de uso agrícola y pecuario del ejido San Antonio, municipio de Jaumave,
Tamaulipas, México, es la erosión remontante que produce la formación de
Estudio de cas 0 1. Comunidad san antonio, jaumave. 199

grandes cárcavas dentro de la superficie productiva. La pérdida de suelo


por erosión laminar y en surcos es pequeña.
La pérdida de suelo por erosión remontante en las tierras cultivadas
del ejido San Antonio, es muy superior a la tasa considerada como tolera-
ble: 1.8 t ha-1 año-1.
El avance de las cárcavas dentro de las parcelas agrícolas y pecuarias
fue de entre 5.4 y 6.6 m año-1, (374 a 1046 t año-1) debido a la erosión remon-
tante durante el periodo de 2003 a 2010. Esto significa una pérdida de la
superficie de suelo de 76 a 174 m2 año-1 (267 a 758 m3 año-1) en cada una de
las cabeceras de las múltiples cárcavas que invaden a las tierras de cultivo.
Estos datos representan la afectación de aproximadamente 0.5 ha año-1 de
superficie productiva en cada una de las cinco cárcavas que invaden los
predios.

9. DIAGNÓSTICO

La pérdida de suelo en el ejido San Antonio debido a la erosión hídrica


en cárcavas es muy superior a la tasa tolerable de 1.8 t ha-1 año-1. Estas tie-
rras, de uso agrícola y pecuario, forman un valle de suelos aluviales con
poca pendiente (de 0 a 2 %) que han sido degradados y continúan siendo
afectados fuertemente por erosión hídrica de tipo remontante que ha pro-
vocado la formación de cárcavas ramificadas de grandes dimensiones; de
400 a 600 m de longitud, hasta 16 m de ancho y 12 m de profundidad. La
escorrentía causante de la erosión no se genera en alta proporción dentro
de los potreros agropecuarios sino que en su mayoría proviene de las mon-
tañas aledañas a través de varios arroyos que vierten el agua sobre el valle
de los suelos de cultivo. Al pasar los grandes volúmenes de agua sobre
estas tierras del sitio Chihue, la densa cubierta vegetal de la mayoría de la
superficie y la poca pendiente impiden la erosión laminar y en surcos pero
producen una intensa erosión remontante. En el sitio Alamar aunque la
cubierta vegetal es escasa la erosión laminar y en surcos es también peque-
ña mientras que la erosión remontante es intensa. La erosión ha ocurrido
debido al origen aluvial de los suelos, a los grandes volúmenes de agua
que ingresan desde las montañas aledañas a través varios arroyos y a la
concentración de la escorrentía en los puntos mas bajos junto al Rio Chihue
para ser vertidos en él en forma de cascada sobre el barranco poniente del
rio, provocando el fenómeno de erosión remontante. A partir de estos pun-
tos se formaron las cárcavas que siguen avanzando aguas arriba, invadien-
do las tierras de cultivo. La erosión de las tierras productivas en el Ejido
200 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

San Antonio es un problema muy grave que debe ser atendido a la mayor
brevedad ya que de no hacerlo, en un tiempo relativamente corto la ma-
yoría de las tierras cultivadas podrían ser degradadas irreversiblemente.
Para detener el problema es necesario evitar que los grandes volúmenes
de agua de escorrentía fluyan por encima de las parcelas. Esto se lograría
con la construcción de canales de drenaje con desembocadura en el rio Chi-
hue para desviar los diversos cauces del agua antes de que la escorrentia
entre a las superficies de siembra. Aunado lo anterior se deben diseñar y
realizar prácticas de conservación de los suelos que prevengan los proce-
sos de erosión y que permitan restaurar las tierras degradadas.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo se realizó en el marco del Proyecto de Colaboración Interna-


cional AECID 2010 - 2011. Los autores quieren agradecer a los agricultores,
especialmente al Sr. Valentín Lara Andrade (+), del Ejido San Antonio, mu-
nicipio de Jaumave, Tamaulipas por haberles permitido realizar parte del
trabajo de campo en la parcela de su propiedad.

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América Central. Centro Internacional de Agricultura Tropical.
TORRES R. E. 1981. Manual de conservación de suelos agrícolas. Editorial Dia-
na. México
8. ESTUDIO DE CAS0 2. COMUNIDAD EL GRULLO II, RE-
YNOSA. CUANTIFICACIÓN, DINÁMICA Y EVOLUCIÓN
DE LA EROSIÓN DEL SUELO
Elizabeth Del Carmen Andrade Limas (1), Martin Espinosa Ramírez (2) Fran-
cisco Belmonte Serrato (3)
(1)
Facultad de Ingeniería y Ciencias. Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
E-mail: eandrade@uat.edu.mx
(2)
Campo Experimental Río Bravo. CIRNE - INIFAP. Tamaulipas, México.
E-mail: espinosa.martin@inifap.gob.mx
(2)
Departamento de Geografía, Facultad de Letras. Universidad de Murcia, España.
Email: franbel@um.es

1. INTRODUCCIÓN

Las estaciones secas características de la región norte de Tamaulipas


(México), son muy marcadas, y producen degradación de los suelos de dos
maneras distintas: la concentración de lluvias y la agricultura intensiva en
pocos meses del año, generan condiciones propicias para la erosión hídri-
ca, y el período seco, sin producción de biomasa vegetal, provoca condi-
ciones favorables para que ocurra el sobrepastoreo y por lo tanto, propicia
circunstancias ideales para que se produzca la erosión eólica en la zona.
La erosión del suelo, es una causa importante de degradación del medio
ambiente y uno de los factores limitantes más críticos que enfrentan los pro-
ductores de la región, la pérdida de la capa fértil y arable del suelo, debido al
arrastre, descomposición y lixiviación de materia orgánica, y de los coloides
minerales, trae consigo la disminución de la productividad de los suelos, afec-
tando la economía de los núcleos familiares. La restauración de un área erosio-
nada demanda tiempo, trabajo y capital, de ahí la necesidad de tener un plan
204 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

bien elaborado en la restauración de suelos. Lo antes expuesto, ha conducido


al empobrecimiento de los suelos acelerando el proceso de degradación en
sitios localizados. Dentro de la zona, la Universidad Autónoma de Tamaulipas
en colaboración con la Universidad de Murcia, España, han ejecutado acciones
para la producción y conservación y evaluación de los recursos, tendientes a
lograr un manejo sustentable de estos recursos en los sectores agrícola y pe-
cuario. Los sistemas de manejo del agua de lluvia y de manejo para la pre-
servación del suelo que se han implementado, muestran resultados positivos
para el uso sustentable de las áreas de planicies irregulares.

2. NORTE DE TAMAULIPAS

La zona norte de Tamaulipas (México) comprende una de las tres provin-


cias Fisiográficas del Estado, llamada Grandes Llanuras de Norteamérica. Se
extiende de norte a sur, desde las provincias políticas canadienses de Alberta
y Saskatchewan, hasta el norte de México, en los estados de Coahuila, Nue-
vo León y Tamaulipas, atravesando el centro de Estados Unidos de América.
Dentro del territorio mexicano se integra la subprovincia de las Llanuras de
Coahuila y Nuevo León, que limita la norte con el río Bravo, al oeste con la
Sierra Madre Oriental y al sureste con la Llanura Costera del Golfo Norte. La
zona está ubicada en la Provincia Fisiográfica Planicie Costera del Golfo, prin-
cipalmente dentro de la Subprovincia Costa Baja. La región está caracterizada
por presentar un relieve de pocos metros sobre el nivel del mar, excepto en su
parte sur y oeste donde se destacan algunos lomeríos.
La geología dominante de la zona de estudio, son rocas sedimentarias del
terciario, sensiblemente onduladas, con un relieve suave semejante a una pe-
nillanura. Las unidades litológicas la integran principalmente una secuencia
de lutitas y areniscas, que están dispuestas en forma de franjas paralelas a la
línea de la costa, las cuales forman un monoclinal que cruza al oriente, con un
sistema de fallas normales con orientación norte-sur (INEGI, 1983).

2. 1. Climatología

El clima se encuentra regulado por factores físicos y de tipo estacional; en-


tre los factores físicos se tiene su ubicación geográfica, y su colindancia con el
Golfo de México. En los estaciónales se tiene: la influencia de las tormentas
tropicales y los frentes fríos. Los Nortes ocurren de noviembre a enero con
intensidad del orden de 15 a 60 km/hr, con dirección de norte a sur, causando
resequedad en el suelo cuando carece del acompañamiento de lluvias ligeras.
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 205

La influencia de cada uno de estos factores y su interacción es determinante en


la conformación y variabilidad del clima, así como para el desarrollo de las di-
versas actividades que se realizan en la región norte de Tamaulipas (Comisión
Nacional del Agua, 1996).
En general, el 60%, de la superficie el clima es: BSI (h’) W” (e). Seco este-
pario, el menos seco de los Bs, la temperatura media anual es mayor de 22º
C y la del mes más frío menor de 18º C, régimen de lluvias en verano con
una corta sequía intraestival y extremoso. El 40%, de su superficie, es: BSO
(h) hw” (e’). Seco estepario, el más seco de los Bs, la temperatura media
anual es mayor de 22º C y la del mes más frío menor de 18º C, el régimen
de lluvias en verano con una corta sequía intraestival y muy extremoso.

2. 1. 1. Fenómenos meteorológicos extremos


Por las características climatológicas e hidrológicas los principales fenóme-
nos meteorológicos (Comisión Nacional del Agua, 1996), que se presentan en
la zona de estudio son los siguientes:
a) Sequías. Es un fenómeno común que se presenta en la zona, en los
meses de mayo, y junio, de forma más atenuante en julio y agosto en
un periodo llamado localmente canícula.
b) Heladas. Se presentan durante la temporada invernal y derivan prin-
cipalmente de la invasión de grandes masas de aire frío procedente
de las regiones polares, cuya acción es continua y por varios días, son
ejemplos las heladas ocurridas en diciembre y enero de 1983 y 1984 y
las de diciembre y enero de 1989 y 1990.
c) Granizo. Durante los meses de abril a junio y en menor medida en
octubre y noviembre, es común la presencia de granizo. Este fenóme-
no es motivado por el choque de masas de aire cálido y frío, así como
por corrientes de aire ascendente, presentándose como tormentas con
viento fuerte, alta intensidad de precipitación en áreas restringidas.
d) Ciclones Tropicales. Anualmente, en los meses de septiembre y
octubre, se tiene el riesgo de ser afectado por los ciclones tropica-
les que entran por el Golfo de México y el mar Caribe, recibiendo
abundantes precipitaciones que acompañan su paso, ya sea por su
penetración directa al Estado o indirectamente al penetrar por Esta-
dos vecinos o tan solo por su paso frente a sus costas. Así en el mes
de julio de 2005 se presentó el Huracán Emily, con velocidades de
200 km/hra, con una lámina de precipitación de 250 mm, lo cual
provocó algunos daños a las obras que se tenían construidas.
206 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

2. 2. Vegetación

En los sitios de trabajo sobresale la presencia del Matorral Espinoso Ta-


maulipeco principalmente en las unidades de suelos Xerosol y Castaño-
zem, aunque su proporción es muy variable, estando substituido en gran
medida por áreas abiertas a la agricultura y ganadería bajo condiciones de
temporal, especialmente en la unidad de suelos Vertisol. Este tipo de vege-
tación mantiene cerca de 60 especies de plantas y varías especies de verte-
brados con diferente status de riesgo para su conservación (amenazadas,
en peligro o vulnerables). También se presentan superficies cubiertas con
mezquitales cuya altura es variable dependiendo sobre el tipo de unidad
de suelos en donde se localicen, sobresaliendo los que se desarrollan en los
suelos Vertisoles que tienen alturas hasta de 6 m.
a) Matorral Espinoso Tamaulipeco. Comunidad vegetal arbustiva
caracterizada por la dominancia de elementos espinosos, caduci-
folios una gran parte del año o afílos (sin hojas) algunos de ellos.
Se desarrolla en una amplia zona de transición entre el matorral
desértico micrófilo, el matorral submontano el mezquital y la selva
baja espinosa del Noreste de la republica. Actualmente se encuentra
en diferentes condiciones de perturbación, que posiblemente es en
gran parte de carácter secundario, algunas de las principales espe-
cies son Prosopis glandulosa (Mezquite), Acacia rigidula (Gavia), Aca-
cia farnesiana (Huizache) Cercidium macrum (Retama).
b) Estrato Arbóreo (Especies Maderables). En este tipo de vegetación
se identificaron especies maderables que presentan características
para determinar un volumen (Tabla 1).

Tabla 1. Especies del Matorral Espinoso Tamaulipeco.


Nombre común Nombre científico
Mezquite Prosopis glandulosa
Huizache Acacia farnesiana
Gavia Acacia rigidula
Cenizo Leucophyllum frutescens
Chapote Diospyros palmeri
Cuajillo Acacia berlandieri
Retama Cercidium macrum
Ebano Pithecellobium ebano
c) Estrato Arbustivo. En este estrato se identificaron varias especies
las cuales se caracterizan por no tener un tallo definido (Tabla 2).
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 207

Tabla 2. Especies del estrato arbustivo.


Nombre Nombre Nombre Nombre
común científico común científico
Mezquite Prosopis glandulosa Uña de gato Zanthoxyllum fagara
Nopal Opuntia engelmannii Coyotillo Karwinskia humboldtiana
Huizache Acacia farnesiana Vara dulce Eysenhardtia polystachya
Granjeno Celtis pallida Palillo Croton cortesianus
Guayacán Guaiacum angustifolia Chapote Diospyros palmeri
Tasajillo Opuntia leptocaulis Huajillo Acacia berlandieri
Panadero Forestiera angustifolia Bisbirinda Castela erecta
Pita Yucca treculeana Cruceto Randia obcordata
Gavia Acacia rigidula Ceron Phyllostylon brasieliense
Cenizo Leucophyllum frutescens Retama Cercidium macrum

En la zona de estudio uno de los factores que ocasiona la erosión de suelos,


es la deforestación provocada por las obras que está realizando Petróleos Mexi-
canos (PEMEX), demostrado por Rodríguez et al; en 2003, donde se cuantificó el
volumen de madera removida, por las obras realizadas en los años 2001 y 2002,
tomando como base los coeficientes en m³ ha-1 obtenidos en los muestreos de
campo, para cuatro clases del Inventario Forestal Nacional (Figura 1).

Figura 1. Efecto de la los pozos de extracción de gas natural, sobre la pérdida de


suelo fértil en el área de estudio.
208 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Los resultados obtenidos mostraron que se removieron 388 ha de cu-


bierta forestal, con un volumen de 9.117 m³ de madera (Tabla 3), sin cuanti-
ficar los caminos de acceso y brechas sísmicas, por lo que la superficie des-
forestada puede ser hasta diez veces más de la cantidad estimada. Por lo
que se considera que lo anterior es un factor que provoca que la erosión del
suelo se acelere y rompa el equilibrio del ecosistema (Rodríguez et al; 2003).

Tabla 3. Volumen de forestal removido por PEMEX


Tipo de obra Año Volumen m³
Pozos 2001 3278.17
Estaciones 2001 72.55
Líneas 2001 1869.64
Subtotal 5220.36
Pozos 2002 2452.41
Estaciones 2002 17.46
Líneas 2002 1426.98
Subtotal 3896.85
Total 9117.21
Fuente: Rodríguez et al; 2003

El mismo estudio mostró que la especie más afectada en éste proceso,


fue el mezquite (Tabla 4), ya que en todas estimaciones realizadas constitu-
yó el mayor volumen removido, así por ejemplo para las afectaciones por
pozos significó el 65%, del total removido, algo similar sucedió en el caso
de las estaciones de recolección y gasoductos, por lo cual es necesario con-
siderar un análisis de sostenibilidad de ésta especie (Rodríguez et al, 2003).

2. 3. Suelos

Se delimitaron cuatro diferentes tipos de suelos en la zona de estudio,


de acuerdo con Espinosa y colaboradores (2011).
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 209

Tabla 4. Afectación de los volúmenes maderables por pozo y tipo de vegetación.


Volumen total
Sup. Afec- Volumen m³ha-
Tipos De Vegetación Pozos (1) removido
tada ha. (1) 1
R.T.A
M³ R. T. A.
Año 2001
Matorral Espinoso Tamaulipeco 35 35 17.46 611.10
Matorral Espinoso Tamaulipeco
12 12 6.76 81.12
con veg. Secundaria
Mezquital (incluye Huizachal) 53 53 48.33 2561.49
Mezquital (incluye Huizachal)
1 1 24.46 24.46
con veg. Secundaria
Vegetación Halofila y Gipsofila 4 4 0.00 0
SUBTOTAL 105 105 3278.17
Año 2002
Matorral Espinoso Tamaulipeco 61 61 17.46 1065.06
Matorral Espinoso Tamaulipeco
37 37 6.76 250.12
con veg. Secundaria
Mezquital (incluye Huizachal) 21 21 48.33 1014.93
Mezquital (incluye Huizachal)
5 5 24.46 122.30
con veg. Secundaria
Vegetacion Halofila y Gipsofila 18 18 0.00 0
Subtotal 142 142 2452.41
Total 247 5730.58
Nota: (1) Datos proporcionados por PEMEX.

Los Calcisoles (Figura 2), ocupan la mayor proporción en la zona de


estudio. Estos suelos cálcicos, originados en zonas áridas y semiáridas del
norte de México, cuya vegetación dominante son los matorrales y pasti-
zales, están limitados por factores climáticos, sin embargo, bajo riego son
suelos agrícolas bastante productivos. Son suelos propios de zonas donde
la deficiencia de humedad impide el lavado de sustancias solubles (como
sales y carbonatos). Esta limitante impide que se desarrollen suelos profun-
dos y hace que los aportes de materiales orgánicos sean mínimos. Presen-
tan acumulaciones, en mayor o menor grado, de carbonatos, especialmente
de calcio en su perfil. El potencial agrícola de estos suelos puede llegar a
ser alto si se cuenta con infraestructura de riego; aunque en este caso, se
potencia su susceptibilidad a la salinización y encostramiento superficial,
dado que el arrastre de sales se presenta preferentemente hacia la superfi-
cie del suelo por los altos índices de evaporación (Espinosa et a;, 2011).
210 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Los suelos del tipo Kastañozem (Figura 2), ocupan menor propor-
ción que los calcisoles en el área de estudio una superficie aproximada
de 24,505 ha (38.7 % del área de estudio). Estos suelos tienen un hori-
zonte A de color pardo oscuro, mayor contenido de materia orgánica
y nutrientes que los Calcisoles; con una acumulación prominente de
carbonatos de calcio, dando origen a caliche suelto o ligeramente ce-
mentado. En condiciones naturales la vegetación que desarrollan son
pastizales predominantemente, por lo que son empleados extensiva-
mente para ganadería. Puesto que estos suelos se secan a una gran
profundidad durante la época de sequía, requieren de irrigación para
sostener altos niveles de productividad; corriendo el riesgo de salini-
zación. Estos suelos presentan moderada susceptibilidad a la erosión
eólica, particularmente en tierras de cultivo (Espinosa et al; 2011).
Los Leptosoles (Figura 2), ocupan el 11.53 % de superficie en la
zona. Se definen como suelos de poca profundidad sobre roca dura.
Son suelos someros muy pobremente desarrollados con una profun-
didad no mayor de 30 cm hasta el material parental, se presentan (so-
bre todo en las sierras con mayor pendiente), en alternancia con aflo-
ramientos de la roca madre. Estos suelos presentan una vegetación
variable, predominando los matorrales (en las porciones bajas o más
expuestas a insolación de las sierras). Son suelos medianamente férti-
les pero inapropiados para la agricultura por su escasa profundidad y
susceptibilidad a la erosión. Es el tipo de suelo que se presenta en ma-
yor superficie en la comunidad de El Grullo II y en el rancho El Roble
(Espinosa et al; 2011).
Los Vertisoles (Figura 2), se encuentran en el 4.6 % de la superficie
de la zona. Son suelos con un alto contenido de arcilla, muy propen-
sos a la expansión y la formación de grietas en la parte superficial.
Son de colores que van de gris a negro, pegajosos cuando húmedos y
muy duros durante la época seca. Su uso agrícola es extenso pero con
problemas de manejo por sus propiedades de dureza y dificultad de
labranza. Si bien pueden almacenar cantidades importantes de agua,
el rango aprovechable es muy corto, debido a los problemas de airea-
ción, resistencia a la penetración y la escasa profundidad efectiva de
enraizamiento que pueden alcanzar los cultivos. Son susceptibles a
la compactación, en particular cuando las operaciones de campo son
realizadas con altos contenidos hídricos (Espinosa et al; 2011).
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 211

Figura 2. Tipos de suelo presentes en área de estudio. Tamaulipas, México. 2006.


(Espinosa et al. 2006)

2. 4. Socioeconomía

De acuerdo con el XII Censo General de Población y Vivienda (Institu-


to Nacional de Estadística e Geografía e Informática, 2001), en la zona de
estudio existían, 438 personas de las cuales 221 eran hombres y 205 muje-
res. La población económicamente activa, eran 205 personas que equiva-
le al 46.8% del total la población, la mayor parte de ellos se dedicaron al
sector secundario, como empleados de compañías que fueron contratadas
por empresas que trabajan para PEMEX, en la construcción de caminos,
o como obreros en la extracción del gas, las personas dedicadas al sector
primario se relacionaron en actividades de agricultura bajo condiciones de
temporal, siendo el cultivo del sorgo el más importante, también parte de
ellos estuvieron dedicados a la ganadería principalmente en condiciones
de agostadero y en la actividad terciaria las personas estuvieron orientadas
principalmente al comercio por medio de pequeñas tiendas de abarrotes
(Tabla 5).
212 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tabla 5. Personas ocupadas de acuerdo a sector económico (INEGI, 2001)


Sector Número de personas %
Primario  35 34.7
Secundario 51 50.5
Terciario 15 14.8
Total 101 100

Los servicios básicos de electricidad y agua potable son limitados


ya que aún cuando existe una red eléctrica, la mayoría de las comu-
nidades no están conectadas, donde solamente algunos particulares
tienen acceso al servicio de electricidad. En cuanto al agua en todas las
comunidades existen bordos construidos de tierra para la captación,
en algunos sitios existen pozos de que se utilizan para extraer el agua
mediante un dispositivo hidráulico llamado papalotes. En una de las
comunidades, llamada Tlaxcala de Xicotencatl existe un pozo que fue
perforado por PEMEX, donde en tiempo de escasez se utiliza como
fuente de agua por todas las comunidades cercanas y que es utilizada
para el ganado, llamado el Pozo Caliente porque el agua sale a una
temperatura de 42 °C (Andrade, 2008).
En la actualidad se tiene un problema de migración en la mayor
parte de las comunidades ya que a pesar de la información oficial, el
número de habitantes ha disminuido drásticamente en algunas comu-
nidades, como es el caso de las comunidades La Azufrosa, Escuadrón
2001 No. 1, y Anacleto Guerrero donde la mayor parte de los habitan-
tes viven en Reynosa, Río Bravo y Valle Hermoso, Tamaulipas o bien
en los Estados Unidos de Norte América (Andrade, 2008).

3. METODOLOGÍA

3. 1. Localización del área de estudio

El área de estudio está comprendida dentro del municipio de Reyno-


sa al norte de Tamaulipas, se caracteriza por tener una gran actividad
agropecuaria y estar afectada por las actividades de PEMEX, mediante
una pérdida de suelos y de cobertura vegetal. Las localidades donde se
realizaron las actividades para la conservación del suelo, agua y biodiver-
sidad fue en la comunidad ejidal El Grullo No. II (Tabla 6).
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 213

Tabla 6. Ubicación de los sitios de trabajo


Comunidad ejidal:
El Grullo No. II
VERTICES X Y
1 558.676.18 2848.137.02
2 558.391.09 2846.169.90
3 562.282.56 2846.212.67
4 562.353.83 2847.937.46

Propiedad Privada:
Rancho “El Roble”
VERTICES X Y
1 577.563.35 2839.527.32
2 579.444.94 2839.570.08
3 579.416.43 2839.113.94
4 579.648.88 2839.085.43
Como primera actividad fue la localización, identificación y ubicación
geográfica de los sitios de trabajo de restauración. Se ubicaron los predios
de productores, cuya actividad es el cultivo del sorgo o de pastas para el
ganado, basados en un modelo de aprovechamiento de producción y pro-
ductividad desde la década de los años 1970; predios que han sido interve-
nidos por las actividades de PEMEX, para la perforación de pozos de gas
natural, y en donde es necesaria la incorporación de técnicas de manejo
sustentable y de conservación de los recursos naturales, con el propósito
de garantizar el logro de los objetivos de producción y de conservación
y mantenimiento de dichos recursos. Además se han realizado aperturas
de brechas y caminos, para facilitar el acceso y transporte modificando y
dañando el ecosistema del matorral espinoso tamaulipeco, ocasionando el
desplazamiento de la fauna, y en donde además se han perforado pozos
para la extracción de gas natural, mediante el uso de maquinaria pesada y
la instalación de ductos para la conducción del gas.

3. 2. Digitalización de la degradación de suelos

La cartografía actualizada para la degradación del suelo, causada por


actividades del hombre, consistió en la delimitación de los diferentes tipos
de suelo, la cual se realizó sobre una imagen de satélite multiespectral esca-
214 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

la 1:50,000, en donde se sobrepusieron los linderos de la carta edafológica


(INEGI, 1975). La verificación de límites entre tipos de suelo se realizó con
la ayuda de la imagen de satélite, datos geomorfológicos y perforaciones
en campo (Figura 3). En cada una de las unidades delimitadas se definieron
los sitios representativos para realizar la perforación de un perfil o calicata.
Para la descripción del sitio y del perfil se utilizó la metodología FAO 1998;
se colectaron muestras de suelo de los diferentes horizontes y se llevaron
al laboratorio para su análisis químico. Para la clasificación y cartografía de
los suelos se usó el sistema de clasificación FAO/UNESCO/ISRIC (1988),
que aun cuando no es estrictamente un sistema de clasificación, permite
agrupar a los suelos en 28 unidades y 106 subunidades. Para evaluar la
degradación, se realizó un mapa fisiográfico, utilizando la imagen de saté-
lite escala 1:50,000. Se generaron unidades homogéneas y observables, re-
quisitos necesarios en estas evaluaciones; se consideró 1 cm2 como criterio
de Área Mínima Cartografiable; cada una de las delimitaciones resultantes
constituye los Sistemas Terrestres.

Figura 3. Imagen de satélite SPOT multiespectral 2003, escala 1:50,000


Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 215

Para la evaluación se utilizó la metodología ASSOD (Van Lyden, 1997),


que es una modificación de la denominada GLASOD, propuesta por Ol-
deman (1988). Esta última adoptada por la FAO a nivel mundial y por el
Inventario Nacional de Suelos de la Dirección General de Restauración y
Conservación de Suelos (DGRyCS) dependiente de la Secretaria del Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Metodología con la que se
reconocen dos grandes categorías de procesos de degradación del suelo: la
degradación por desplazamiento del material del suelo, y la degradación
resultante de su deterioro interno. Esta evaluación se realizó a través de
recorridos de campo en cada una de las comunidades dentro de la zona de
estudio, utilizando las imágenes de satélite, y considerando la experiencia
de los productores locales, para identificar, localizar y evaluar los tipos de
degradación de suelos dentro de las unidades (Figura 4).

Figura 4. Fotointerpretación en la imagen de satélite SPOT multiespectral 2003,


esc. 1:25000. Metodología ASSOD (Van Lyden, 1997): delimitación de áreas
erosionadas.
216 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Una vez realizada la evaluación de la degradación de los suelos, se do-


cumentaron las características de cada unidad con fotografías terrestres del
paisaje. En cada tipo de degradación se realizaron tomas de muestras de
1.0 kilogramo de suelo por muestra, de la capa superficial (de 0 a 25 cm de
profundidad) dentro de cada unidad. Cada punto de muestreo se georre-
ferenció, posteriormente se analizó en el laboratorio de la Facultad de In-
geniería y Ciencias. Se determinó su reacción (pH), conductividad eléctrica
(CE) del extracto de saturación, materia orgánica (MO), cationes solubles
(Ca, Mg, Na y K), relación de absorción de sodio (RAS), porcentaje de sodio
intercambiable (PSI) y densidad aparente (Dap). Una característica adicio-
nal sobre los puntos de muestreo, es que su ubicación tuvo que coincidir
con alguno de los puntos de una cuadrícula de 3 km x 4 km con referencia
en coordenadas UTM.
Una vez concluida la evaluación, se determinó cual es el tipo de de-
gradación actual de los suelos, sus niveles de afectación, las extensiones
(superficiales) que ocupan y las tasas actuales que presentan. Para mejorar
la apreciación de las causas que la originan, se realizaron entrevistas per-
sonales con productores de las comunidades para conocer la opinión sobre
los cambios ocurridos en los últimos diez años. Para el procesamiento de
datos y cartografía se utilizó el Sistema de Información Geográfico (SIG)
Arcview 3.2.

3. 3. Recuperación y conservación de suelos

El trabajo se realizó con el propósito de lograr principalmente, la restau-


ración de la porción norte de Tamaulipas, ecosistema natural que sustenta
y representa una región prioritaria del matorral espinoso tamaulipeco, por
sus riquezas biológicas de alta productividad económica.
Mediante el uso de técnicas adecuadas e integradas al paisaje y al de-
sarrollo comunitario sustentable, se diseñaron y emprendieron los proce-
dimientos e instrumentos adecuados para dar inicio al establecimiento de
acciones y prácticas de conservación y restauración con el fin de restable-
cer, en la medida de lo posible los procesos y funciones de los ecosistemas
afectados directa e indirectamente por fenómenos naturales y actividades
productivas del ser humano. En todas las actividades se involucró a los
pobladores locales, cuya colaboración y participación directa fue funda-
mental. El involucramiento con la población se basó en el manejo local de
los recursos, respetando y fortaleciendo las organizaciones comunitarias
presentes y las decisiones de las autoridades locales.
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 217

3. 4. Construcción de Represas filtrantes

Se realizó la construcción de represas filtrantes o diques en la comunidad


de El Grullo II y rancho El Roble. El establecimiento de las represas filtrantes,
fue para el control de azolves, y hacer posible la deposición de material edá-
fico transportado por la escorrentía y sobre él promover la retención del sue-
lo y el desarrollo de la vegetación nativa. Para la construcción de las repre-
sas, dado su eficiencia y adaptabilidad, se utilizaron materiales como malla
y ramas, la cual consistió en clavar anclas al suelo, a una profundidad de 60
centímetros, para sujetar la malla ganadera con alambre quemado, se reforzó
la plantilla para que la tela quedase parcialmente enterrada y doblada, y se
colocaron ramas perpendiculares a la malla, con el fin de disminuir la velo-
cidad del flujo del agua y así retener el suelo (Figura 5). La forma combinada
en el uso de la vegetación y las presas de control de azolves, permitieron un
control eficiente de las cárcavas y por ende de la erosión hídrica.

Figura 5. Construcción de represas filtrantes

Las represas se realizaron con diferentes dimensiones, tanto de ancho


como en número, dependiendo de la longitud de la cárcava. Para su eva-
218 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

luación se realizaron mediciones de la cantidad de azolve retenido con el


tipo de represa establecida, con el propósito de contar con datos para eva-
luar la efectividad de este tipo de represa.
De acuerdo con los recorridos de campo, con ayuda de las cartas topo-
gráficas, así como con la participación de los agricultores, quienes señala-
ron los sitios de trabajo, se ubicaron las zonas con problemas de erosión
hídrica y se clasificaron de acuerdo con el grado de deterioro de los suelos,
desde pequeños canalillos (Figura 6), hasta cárcavas grandes y profundas
(Figura 7).

Figura 6. Represas filtrantes en pequeños canalillos


Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 219

Figura 7. Cárcavas grandes con mayor profundidad.

Una vez identificadas las zonas erosionadas, se procedió a realizar la


evaluación de las mismas, la cual consistió en el levantamiento de las co-
ordenadas geográficas por medio del G.P.S del punto inicial y punto final,
220 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

continuando con la determinación de la pendiente de la cárcava, longitud,


ancho y profundidad de la cárcava. Con las variables obtenidas en el cam-
po se definió la capacidad volumétrica y el espaciamiento entre presas. El
nivel fijo se utilizó para determinar la pendiente media de la cárcava, para
lo cual se tomaron las alturas de los puntos iniciales y finales, y con la dife-
rencia de altura y de longitud se estimó la pendiente.
Para llevar un control y seguimiento en el comportamiento y recupera-
ción de suelos con estas estructuras, se generó una base de datos en Excel,
con las variables, número de presa y la localización geográfica de cada una
de las estructuras construidas. También se registraron datos sobre el volu-
men de suelo recuperado.

3. 4. 1. Sedimentos en represas filtrantes


Con el propósito de evaluar la acumulación de sedimentos en las re-
presas filtrantes durante el periodo de estudio y evaluar su eficiencia, se
colocaron sitios experimentales como testigos de erosión en las represas
filtrantes y que mostraban buenas condiciones para el seguimiento.
Mediante dichos testigos se pudo obtener una serie de datos que repre-
sentan las variaciones medias de la erosión o incremento de la superficie.
Para ello se establecieron varillas, esta técnica es considerada como una de
las técnicas más simples y efectivas para medir pequeños cambios de la
superficie del terreno (Sancho et al, 1991). Es una técnica bastante utilizada
(Haigh, 1978; Clotet y Gallar, 1986; Benito et al; 1988).
El método consistió en introducir en el suelo una varilla y medir cada
cierto tiempo la altura del extremo superior con respecto a la superficie.
Los asensos y descensos del terreno obedecen a procesos de erosión/ sedi-
mentación.
Tradicionalmente se ha utilizado esta técnica para el estudio de la ero-
sión hídrica, y dentro del estudio de la evolución de laderas, así como para
medir la erosión eólica en distintos ambientes, además de su utilización en
modelos artificiales, tales como escombreras de minas, para el análisis de la
evolución de las laderas y para la cuantificación de la erosión.
Las varillas utilizadas en este estudio fueron metálicas, tienen un grosor
de 10 mm y una longitud, de 50 cm, utilizadas en zonas tanto en terrenos
resistentes y compactados, como en terrenos blandos. La diferencia de la
longitud fue 30 cm en la superficie y 20 cm dentro del suelo, de esta forma
se pudo asegurar un buen anclaje de la varilla, con el fin de que no se vean
arrastradas por la escorrentía superficial. Las varillas se colocaron alinea-
das frente a los diques, aguas arriba de una distancia que osciló entre los
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 221

3 y 5 m, dependiendo de las características del terreno. Según las dimen-


siones del dique se colocaron 3, 5 y 6 varillas, numeradas y perfectamente
localizadas con respecto al dique y entre ellas mismas, de esta forma se
aseguró la toma correcta de datos (Figura 8).

Figura 8. Colocación y distribución de las metálicas

Para la obtención de las medidas se toma como referencia el extremo final


de la varilla, utilizando una regla graduada o un calibre, desde la mencionada
referencia hasta la superficie del terreno o hasta la arandela (Figura 9).
222 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

El intervalo de tiempo entre las distintas medidas estuvo en función de


los procesos erosivos, en este caso muy condicionados por las lluvias.

Figura 9. Toma de datos de sedimentos retenidos

La utilización de los testigos de erosión fue sencilla, barata y propor-


cionó datos aceptables, pero cuenta con varios inconvenientes que deben
de ser considerados. No se puede utilizar las varillas en donde exista mu-
cha vegetación, por lo tanto su ubicación idónea es en suelos desnudos, en
ocasiones sometidos a elementos distorsionantes tales como el tránsito de
personas y animales, ganado y vandalismo.
Pare calcular el volumen de sedimentos acumulados en las represas fil-
trantes, se utilizó un método indirecto (Hernández Laguna et al., 2004). Se
determinó el volumen de material retenido por cada una de las represas
filtrantes colocadas en los sitios de muestreo en con base en la geometría
del suelo retenido, esto se obtuvo mediante una serie de formulas que al
sumarse: Parábola.= 2/3 * base * altura; Rectángulo = base * altura, y Trian-
gulo = (base * altura) / 2.
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 223

La suma total de estas formulas dieron el área total de la represa. Para


obtener el volumen total, se multiplico el Área Total * La Longitud de la
represa, obteniendo como resultado el volumen de material retenido en m3.
Una vez obtenido el volumen total por represa se comparo con los análisis
de suelo de la zona de estudio y los datos de precipitación mensual duran-
te el estudio realizado.

3. 4. 2. Análisis de laboratorio
Para evaluar la eficiencia en la captura de las presas de sedimentos se
establecieron en una muestran de represas filtrantes de malla de alambre
y ramas de la vegetación, antes de los eventos erosivos. Se establecieron
cinco represas para cada uso del suelo (agrícola, pastizales y matorrales
espinosos) y distribuido en dos tipos de suelo (Calcisoles y kastanozem).

Figura 10. Toma de muestra de suelo retenido en la represa en pasta pecuaria y


matorral
224 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Las muestras de suelo fueron tomadas de los sedimentos retenidos en


los embalses con mallas y ramas (Figura 10). Las muestras de suelo fueron
tomadas y propiedades físico-químicas se lleva a cabo para cuantificar la
cantidad de carbono orgánico. Las variables evaluadas fueron: la cantidad
de sedimento (m3), las materias orgánicas (%), carbonatos (%) y sedimento
(%). La base de datos fueron analizados utilizando el software estadísti-
co (SAS, 1998). Se utilizó el diseño experimental de bloques completos al
azar con arreglo de parcelas divididas con cinco repeticiones, las parcelas
principales fueron representadas por el tipo de suelo y de las pequeñas
parcelas por el uso de la tierra. Los datos se analizaron mediante análisis
de varianza, con la consiguiente aplicación de la prueba de Tukey al 5% de
significación para la comparación de medias.

3. 4. 3. Erosión en Cárcavas
El trabajo de campo consistió en recorridos de reconocimiento en las
áreas previamente seleccionadas mediante métodos cartográficos. La tarea
no fue fácil, ya que previamente a la selección y visitas a las áreas con el
objeto de ubicar aquellas más adecuadas para el estudio.
Los criterios de selección fueron considerar áreas con distintas litolo-
gías, evidentemente, que hubieran sido degradadas por las actividades
antrópicas, tanto agrícolas como ganaderas, pero que al mismo tiempo se
hubiera dejado algún espacio de la misma área sin restaurar para poder
instalar en ellas los sitios de erosión en las cárcavas formadas.
El trabajo de campo ha sido intenso y variado, tratando de analizar las
condiciones ambientales naturales del terreno (en aquellas pequeñas por-
ciones que no han sido recuperadas o rastreadas), y las condiciones del
clima tanto del viento como de la sequía intraestival (canícula). Para ello,
se instalaron dentro de las cárcavas, sitios para evaluar la erosión – esco-
rrentía, se realizaron transectos geomorfológicos, perfiles topográficos, se
tomaron muestras de suelo para su posterior análisis en el laboratorio y se
realizaron diversos estudios de la vegetación, así como de de las precipita-
ciones presentadas durante el trabajo de campo y la toma de datos.

3. 4. 5. Transectos geomorfológicos
En las parcelas agrícolas (comunidad de El Grullo, y los ranchos El Giro
y El Roble), en las cuales los procesos de erosión en surcos y pequeñas cár-
cavas es intensivo se realizaron transectos geomorfológicos.
Los transectos geomorfológicos han sido utilizados en estudios de re-
conocimientos geomorfológicos (García Ruiz y Ortigosa Izquierdo, 1988;
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 225

González et al., 1992), en estudios de campos abandonados (García Ruiz et


al., 1991; Ruiz Flaño et al., 1992), en el estudio de los efectos geomorfoló-
gicos de la construcción de carreteras de montaña (Arnaez Vadillo, Larrea
Saenz y Ortigosa, 1991; Chaparro Fuster, 1994). Es por ello que es una téc-
nica contrastada en diversos ambientes y cuyos resultados son bastante
fiables, aunque, según nuestra experiencia, en áreas de intensa erosión los
valores medidos consideramos que son inferiores a los reales, mencionado
por Romero Díaz et al., 2007.
La técnica consiste en colocar una cinta métrica en la ladera en sentido
transversal a la máxima pendiente, en la cual se mide cada 50 centíme-
tros con el fin de obtener la forma erosiva perpendicular a la cinta. De este
modo se obtiene la frecuencia de aparición de las formas y procesos, y se
conoce el tipo e intensidad de la actividad geomorfológica.
Se mide la longitud total de la cárcava y después se realizan varios per-
files transversales (Figura 11). Los perfiles se realizan colocando dos vari-
llas metálicas, una a cada lado del cauce o cárcava, después entre ambas
varillas se tensa una cuerda nivelada en la que previamente se colocaron
marcas longitudinales cada 50 cm, en función de la anchura de lo que se
quiere medir. Por último, se mide la longitud vertical entre cada marca lon-
gitudinal y el suelo. De este modo, se obtiene una sección transversal del
cauce con resolución 50 cm.

Figura 11. Esquema del procedimiento de obtención del perfil de un cauce o de


una cárcava. Fuente: Belmonte Serrato et al., 2005

El cálculo del volumen de sedimentos exportados por erosión en las cár-


cavas se realizó mediante el procedimiento de las secciones transversales
(Figura 12).
226 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 12. Esquema del método de las secciones transversales. Fuente: Bel-
monte Serrato et al., 2005

Volumen = ∑ (A1 + A2 *L1 / 2) + (A2 + A3 *L2 / 2) +….


Los procesos que habitualmente se han identificado en otros estudios
son:
1.- Áreas con erosión nula o con arroyamiento difuso débil.
2.- Áreas con arroyamiento difuso fuerte.
3.- Áreas con arroyamiento concentrado en canales.
4.- Áreas con movimiento en masa.
5.- Áreas con acumulaciones.
En las áreas estudiadas en el presente trabajo, la intensidad de la erosión
ha sido importante, debido a que no se han identificado áreas con erosión
nula o arroyamiento difuso débil, y como los transectos se han realizado
en la parte central de los taludes tampoco hemos encontrado áreas con
acumulaciones. Por lo tanto los procesos caracterizados en este estudio han
sido de tres tipos: (1) arroyamiento difuso fuerte, (2) erosión concentrada
en canales o surcos y (3) movimientos en masa.
A cada uno de los surcos identificados en el transecto se le ha medido
la longitud, anchura y profundidad. Se han sumado tres anchuras y tres
profundidades para poder estimar un valor medio. Con estas medidas se
ha calculado la sección y, posteriormente, se ha determinado el volumen
del suelo perdido por erosión. Como no todos los surcos tienen la misma
sección, e incluso a lo largo de un mismo surco existen varias secciones, se
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 227

ha optado por calcular las tres secciones más frecuentes: triangular, rectan-
gular y semicircular; y dar un valor medio de las tres.
Se realizaron un total de 3 transectos en 6 taludes, tres diferentes tipos de
suelos de uso agrícola, muestra que se consideró representativa para el estudio.

4. RESULTADOS

4. 1. Digitalizado sobre degradación de suelos

La degradación de suelos y la obtención del mapa, determinan que la


vegetación primaria ha sido perturbada por los desmontes para dar paso
a las actividades agrícolas, ganaderas, forestales e industriales. El uso del
suelo comprende, en similar proporción, agricultura de temporal y gana-
dería extensiva; en los últimos seis años se han incrementado las áreas de
pastizales debido al programa cambio de uso del suelo.
La caracterización de suelos y la delimitación de los diferentes tipos de
suelo en la zona son los Calcisoles, Leptosoles, Kastañozems y Vertisoles
en menor proporción de acuerdo con FAO/UNESCO (1988). En la tabla
7, se presenta la superficie y el porcentaje de los tipos de suelo, obtenidos
de acuerdo con la metodología utilizada para la verificación de los límites
entre los diferentes tipos de suelos de la zona, con la ayuda de la imagen de
satélite, los datos geomorfológicos y las perforaciones en campo. Una vez
delimitados los tipos de diferentes tipos de suelos, y con la sobreposición
en la imagen de satélite de la zona de estudio, se determinaron los tipos
predominantes y delimitaron los sitios para realizar los perfiles de suelo,
con esto se pudo realizar la descripción del sitio y de los perfiles de suelo,
y la colecta las muestras de suelo correspondientes.

Tabla 7. Unidades de suelo, superficie y porcentaje de los suelos existentes en la


zona de estudio.
Unidad de Suelo Superficie (ha) %
Calcisoles 22.345,93 42,11
Kastanozems 20.327,59 38,03
Leptosoles 6.833,49 12,78
Vertisoles 3.783,79 7,08
Total 63271,85 100
228 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Para la degradación del suelo, se determinó la superficie afectada por


los diferentes procesos de degradación, así como las áreas naturales y con
influencia humana del área de estudio. Se pudo determinar que el tipo de
degradación dominante es la pérdida del suelo en forma de cárcavas por
acción del escurrimiento en forma ligera, ya que más del 25 % de la super-
ficie se encuentra afectado por la erosión hídrica (Tabla 8).

Tabla 8.Superficies y porcentajes de los distintos tipos de degradación


Tipo de Degradación Superficie (ha) %
Erosión hídrica en cárcavas 16.217,79 25,64
Erosión eólica superficial 12.696,01 20,07
Estable bajo influencia humana 7.169,22 11,34
Estable bajo condiciones naturales 6.759,8 10,69
Compactación 6.486,99 10,26
Erosión hídrica superficial 4.078,51 6,45
Erosión eólica deformación del terreno 3.673,64 5,81
Erosión eólica fuera de sitio 3.582,35 5,66
Pérdida función productiva 2.580,16 4,08
Total 63.244,47 100,00

En segundo término se encuentra la erosión eólica con la pérdida de la


capa superficial del suelo, las posibles causas de esta pérdida son la insufi-
ciente protección de la cubierta vegetal las condiciones de sequía que pre-
valecen la mayor parte del año y la destrucción de la estructura del suelo.
La mayoría de este proceso de degradación se ubica dentro de los Calciso-
les y está relacionado con el uso excesivo de labores superficiales (rastras
continuas). Alrededor del 10% se encuentra estable bajo la influencia hu-
mana (ganadería extensiva, actividades de PEMEX) con nivel 2 de afecta-
ción, lo que indica que estos terrenos presentan una marcada reducción en
su productividad. Información que se sobrepuso dentro de la imagen de
satélite, para determinar las áreas afectadas por cada uno de los procesos
(Figura, 13).
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 229

Figura 13. Procesos de degradación y distribución en la zona de estudio.

La erosión hídrica superficial es un problema menos importante, sin


embargo, cerca del 7% de la zona se encuentra afectada. La disminución de
la fertilidad del suelo por la pérdida de nutrimentos y materia orgánica ha
ocurrido en más del 4 % de la superficie, lo cual limita la productividad de
los suelos desde el punto de vista agropecuario.
El 10% de la superficie corresponde a terrenos no degradados, estables
bajo condiciones naturales, con influencia humana casi nula y con cobertu-
ra vegetal no disturbada. Algunas de estas áreas pueden ser muy vulnera-
bles a pequeños cambios provocados por actividades humanas ya que se
afectaría el equilibrio natural.
Entre las causas de la degradación se encontró que más de 56 % es oca-
sionada por la combinación de actividades agrícolas, pecuarias e industria-
les (exploración y perforación por PEMEX), le sigue la actividad pecuaria
con 20.38% de la superficie y la actividad industrial individualmente afecta
el 14.77 % del área (Tabla 9).
230 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tabla 9. Distribución porcentual de las causas de degradación

Causa Superficie (ha) %

Agrícola 5.596,33 8,85

Sobrepastoreo 12.886,45 20,38

Agrícola / Sobrepastoreo/Industrial 35.421,74 56,01

Industrial 9.339,96 14,77

Total 63.244,48 100,00

La degradación del suelo es un problema que ha aumentado con el paso


del tiempo y genera problemas ambientales de tipo global, regional y local;
como por ejemplo, el cambio climático global, el azolve de lagos y la com-
pactación del suelo (Bautista, 2005).
Dentro de los tipos de degradación del suelo, son dos los principales:
natural, debido a factores de formación del suelo, y antrópicas, debido a
actividades humanas (Lal et al., 1993).
Las perturbaciones naturales como son, el cambio de vegetación, el
cambio climático, entre otras, son a menudo lentas, lo que permite al suelo
adaptarse a las nuevas condiciones. Sin embargo, las actividades antrópi-
cas son rápidas y alteran el delicado balance entre el suelo y su ambiente,
y conducen a rápidas alteraciones, en muchos casos irreversibles en las
propiedades y procesos del suelo (Lal et al., 2004; López-Bermúdez, 1993).
Con las imágenes de satélite y los análisis de suelos se logró determinar
las causas de la degradación de los suelos de la zona de estudio. La degra-
dación es ocasionada principalmente por las actividades antrópicas como
son agrícolas, deforestación, sobrepastoreo e industriales y alguna de sus
combinaciones, como se puede apreciar en la figura 14. Esto coincide con
López- Falcón (2002), cuando menciona que las principales fuentes de de-
gradación debido a perturbaciones antrópicas tienen su origen básicamen-
te en las actividades: industriales, urbanas y agrícolas.
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 231

Figura 14. Causas de la degradación de los diferentes tipos de suelos en la


zona de estudio.

Actualmente (2012) las actividades antrópogénicas más generalizadas


en la región son la ganadería y la agricultura. La ganadería se encuentra
asociada al empleo de maquinaria pesada para eliminar la cubierta vegetal
con la finalidad de reemplazar la cobertura natural del suelo por pasturas
inducidas. Asimismo, el factor de alteración más evidente es el pastoreo,
particularmente de ganado bovino y caprino. La agricultura convencional,
basada principalmente en los cultivos de sorgo, se caracteriza por una ma-
yor mecanización y laboreo del suelo y ha contribuido en gran medida a
agravar los procesos erosivos.
Además, en los últimos años se evidencia una serie de nuevas activida-
des antrópogénicas, el incremento de la industria maquiladora y la activi-
dad extractiva en general que causan el detrimento de los recursos bióticos
y abióticos del área.
232 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

El impacto de la degradación de suelos no sólo afecta los intereses pri-


vados de los agricultores, en términos de la disminución de su producti-
vidad y el aumento de los costos de producción (al aumentar los insumos
externos para paliar la pérdida del suelo), sino que afecta también los inte-
reses públicos. Éstos últimos son los más costosos, varían desde los azolves
de presas, inundaciones, deterioro de hábitats acuáticos, contaminación de
ríos y lagos, a emisiones de gases invernaderos y causa de la desertifica-
ción. Paradójicamente estos efectos son rara vez asociados al proceso de
degradación de suelos.
En la zona de estudio sólo se determinaron tres de los cuatro grados de
afectación mencionados por Van Lynden y Oldeman (1997): Ligero, Mo-
derado y Fuerte. En la Tabla 10 se presenta la distribución superficial de la
degradación del suelo en la zona seleccionada para el estudio en el norte
de Tamaulipas.

Tabla 10. Distribución superficial de la degradación del suelo en la zona de


estudio. Norte de Tamaulipas.
Clase Erosión Eólica Superficie (ha) %
Fuerte 7565.09 14.19
Moderado 5020.4 9.43
Ligero 38864.42 72.93
Nulo 1840.88 3.45
 Total 53290.79 100.00

4. 2. Recuperación y conservación de suelos


Una vez identificadas las zonas erosionadas, se procedió a realizar la
evaluación de las mismas, la cual consistió en el levantamiento de las co-
ordenadas geográficas por medio del G.P.S, continuando con la determi-
nación de la pendiente de la cárcava, longitud, ancho y profundidad de
la cárcava. Con las variables obtenidas en campo se definió la capacidad
volumétrica y el espaciamiento entre represas. Con el nivel fijo se deter-
minó la pendiente media de la cárcava. La variación en la longitud de las
cárcavas fue desde 10 hasta 700 metros. La longitud total de las cárcavas
fue de 3 kilómetros; el espaciamiento estimado entre presas varió entre
15 y 25 metros, lo cual dependió de la topografía. El volumen total de
suelo que fue retenido corresponde a 63.27 m3, de acuerdo con la textura
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 233

del suelo, que en la mayoría de los sitios es arcillosa, por lo que el peso
del suelo fue equivalente a 82.25 toneladas, en los puntos evaluados, sin
considerar otras formas de erosión como es la eólica o la hídrica de tipo
laminar.
Las profundidades de las cárcavas variaron desde 30 centímetros
hasta 1.2 metros, lo cual se debe a la presencia de una capa endurecida,
que se caracteriza con tener altos contenidos de arcilla y por el origen
geológico del suelo (rocas sedimentarias), que tienen altos contenidos
de carbonatos de calcio, lo anterior propició que el ancho de las cárca-
vas fueran variables, dependiendo de las condiciones físicas del lugar,
encontrándose que los valores variaron desde 90 centímetros hasta 17
metros. Las longitudes de cárcavas más largas se presentaron en los
sitios donde la actividad de exploración y explotación de gas se da en
mayor medida, así como con la interacción de la agricultura y zonas de
pastos, es importante señalar que ésta última actividad es reciente ya
que en la actualidad se tiene un programa de cambio de uso de suelo.
Una acción importante fue la evaluación de resultados, ya que indica
el impacto de las acciones realizadas en la zona de estudio. La medición
se llevó a cabo después de la presencia de lluvias, de tal manera que se
realizaron cinco muestreos, considerando a la superficie restaurada, y
volumen de azolve retenido. Las prácticas para el control del escurri-
miento no solamente tienen como función frenar la velocidad del agua
que fluye sobre la cárcava, su efecto va ligado al mejoramiento de la
infiltración, por consiguiente al aumento de la humedad en el suelo y
renovación de la vegetación.
De acuerdo con los resultados obtenidos, la cantidad de suelo retenido
por las represas filtrantes fue de 26.41, 15.51 y 21.35 toneladas, respec-
tivamente, por consiguiente las 15 represas evaluadas tienen capacidad
potencial de retención de 82,25 toneladas, lo que demuestra su capacidad
para reducir la pérdida de suelo por erosión hídrica (Figura 15).
Las obras realizadas tienen una acción positiva en la restauración de
suelos de la zona, donde es importante considerar, el planteamiento de
la ubicación de las represas que debe ser con base en una metodología
de diseño, y el reforzamiento de las mismas, en puntos críticos, como
aquellos de mayor pendiente, donde se tienen aportes laterales de flujo
y el mantenimiento de las obras por daños por maquinaria agrícola, in-
dustrial, animales o por eventos extraordinarios como precipitaciones
fuera de lo normal como los huracanes.
234 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura 15. Suelo retenido con represas filtrante de malla borreguera y ramas.

4. 2. 1. Retención de sedimentos
De acuerdo con los recorridos de campo, con ayuda de las cartas topográ-
ficas, así como con la participación de los productores, quienes señalaron los
sitios de trabajo, se ubicaron las zonas con problemas de erosión hídrica y se
clasificaron de acuerdo con el grado de deterioro de los suelos, desde peque-
ños canalillos hasta cárcavas grandes y profundas.
La variación en la longitud de las cárcavas fue desde 10 hasta 700 metros.
De acuerdo con los datos obtenidos, las longitudes dominantes fueron las de
50 metros; la distribución estuvo relacionada con la pendiente, es decir, entre
mayor fue la pendiente, mayor fue la presencia y la longitud, los caminos de
acceso fueron una condición importante para la distribución, encontrándose
la mayor proporción de cárcavas en la parte adyacente de los caminos de las
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 235

parcelas y aún dentro de éstas; cuando hubo una remoción de vegetación, se


propició el desarrollo de este tipo de erosión. Es importante señalar la función
de retención que hace la vegetación natural; que se manifiesta en los deno-
minados “pedestales de erosión”, que son pequeños montículos de suelo no
erosionado en el entorno de una planta y que demuestran que la reforestación
es una media muy importante para controlar la erosión hídrica.
La longitud total de las cárcavas fue de 3 kilómetros; el espaciamiento esti-
mado entre presas varió entre 15 y 25 metros, lo cual dependió principalmente
de la topografía. El volumen del suelo que fue retenido en un primer diag-
nóstico correspondió a 279 m3, de acuerdo con la textura del suelo, que en la
mayoría de los sitios es arcillosa, por lo que el peso del suelo fue equivalente
a 362.7 toneladas, en este caso sólo se refiere a los puntos evaluados, sin con-
siderar otras formas de erosión como es la eólica o la hídrica de tipo laminar.
Las profundidades de las cárcavas variaron desde 30 centímetros hasta 1.2
metros, lo cual se debe a la presencia de una capa endurecida, que se caracte-
riza con tener altos contenidos de arcilla y por el origen geológico del suelo
(rocas sedimentarias), que tienen altos contenidos de carbonatos de calcio, lo
anterior propició que el ancho de las cárcavas fueran variables, dependiendo
de las condiciones físicas del lugar, encontrándose que los valores variaron
desde 90 centímetros hasta 5 ó 6 metros.
La variación en la longitud de las cárcavas localizadas fue desde 10 hasta
700 metros, en donde las longitudes fueron las de 50 metros; la longitud total
de las cárcavas fue de un kilómetro; el espaciamiento estimado entre presas
varió entre 15 y 25 metros. Las profundidades de las cárcavas variaron desde
30 centímetros hasta 1.5 metros, lo cual se debe a la presencia de una capa
endurecida, que se caracteriza con tener altos contenidos de arcilla y por el
origen geológico del suelo (rocas sedimentarias), con altos contenidos de car-
bonatos de calcio, lo anterior propicia la variación en el ancho de las cárcavas,
desde 100 centímetros hasta 5 metros.
De acuerdo con la información recabada, la longitud total de las cárcavas
fue de 121,67 m y el volumen de suelo que ha sido removido correspondió a
147,78 m3.
Sobre el cálculo del volumen de sedimentos, en la figura 16, se presentan
las cantidades de suelo retenido con las represas filtrantes de ramas y malla de
alambre. Asimismo se muestra la pérdida de suelo, provocada por el flujo de
agua después de pasar por la represa. La cantidad acumulada de sedimentos
ocasionó que las varillas se cubrieran de suelo hasta alrededor de los 20 cm de
altura durante la temporada de lluvias de un año. Esta capa de suelo represen-
236 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

ta el suelo retenido por la represa durante dicho periodo. La cantidad de suelo


que estas represas pueden retener es muy variable pudiendo ser solo unos
cuantos cm por año.

Figura 16. Suelo retenido (R) por una represa filtrante de ramas. Se muestra
también la pérdida (P) de suelo después de la represa

En el Tabla 11, se presenta la proporción de partículas de suelo encontra-


das en los sedimentos retenidos por algunas represas filtrantes en la zona
de estudio. Al comparar dos tipos de suelo y tres usos de la tierra se obser-
va que en todos ellos las partículas más abundantes en el sedimento reteni-
do son las de arena, que representan casi la mitad o más del peso total del
suelo retenido. Esto significa que las represas filtrantes de ramas retienen
mayoritariamente la fracción gruesa del suelo.

Tabla 11. Proporción de arcilla, limo y arena (%) en los sedimentos retenidos por
una represa filtrante de ramas, en una cárcava.
Vegetación Vegetación
Uso Agrícola Agrícola Pecuario Pecuario
natural natural
Tipo Kastañozem Calcisol Kastañozem Calcisol Kastañozem Calcisol
Arcilla 37.6 34.5 32.7 29.7 25.2 37.8
Limo 9.5 16.7 9.0 8.7 7.8 15.8
Arena 52.9 48.8 58.3 61.2 67.0 46.4
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 237

La construcción de represas filtrantes con ramas de arbustos y malla de


alambre es una opción viable en la prevención de la erosión y la restaura-
ción de los suelos, cuando las cárcavas se encuentran en las etapas iniciales
de su formación.
4. 2. 2. Análisis de laboratorio
En la Tabla 12, se muestran los promedios de la erosión, el carbono or-
gánico, carbonato y el porcentaje de tamaño de partícula retenida (arena,
limo y arcilla), y el porcentaje relativo de los depósitos totales. El mayor
porcentaje de tamaño de las partículas era correspondiente a las arenas con
55,82%, seguido por 32,91% de arcilla y limo, con el 11,27%.

Tabla 12. Algunas características de los sedimentos en el uso del suelo diferente
en Kastanozem (K) y Calcisol (C)

Uso del Suelo Agricultura Pastizal Matorral espinoso

Tipo de suelo K C K C K C

Erosión (m3) 9.26 4.64 1.28 1.10 1.56 1.40

% Relativo 48.13 24.12 6.65 5.72 8.11 7.28

CO (%) 0.87 0.79 0.64 0.55 1.15 1.67

CO3 (%) 24.36 33.82 21.24 26.56 23.62 27.78

Arcilla (%) 37.56 34.50 32.72 29.70 25.20 37.80

Limo (%) 9.56 16.70 8.98 8.70 7.84 15.82

Arena (%) 52.88 48.82 58.30 61.60 66.96 46.38


CO = Carbón Orgánico; CO3-2 = Carbonatos.

La mayor fuente de erosión que se ha observado fue en el tipo de suelo


kastanozem (74% más que en los Calcisoles). La diferencia significativa (p
<0,05) entre los usos de suelos, y la cantidad retenida de suelo fue mayor
(400%) en el uso agrícola. El secuestro de carbono no mostró diferencias
significativas entre las clases de suelo, pero ha cambiado de forma signi-
ficativa (p <0,05) entre los usos, siendo el más alto (70%) de la vegetación
natural, en comparación con las tierras de cultivo y pastizales. (Tabla 13).
238 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Tabla13: Valores medios y diferencias estadísticamente significativas de la erosión


(E), carbonatos (CO3-2), La materia orgánica (MO), y la arena (S) de contenido.

Uso del suelo E (m3) CO3 (%) OM (%) Arena (%)

Agricultura 6.95a 29.1a 1.43b 50.85a

Matorral
1.48b 25.7b 2.43a 56.67a
espinoso

Pastizal 1.19b 23.9b 1.10b 59.95a

En cuanto al tamaño de las partículas retenidas, no se encontraron dife-


rencias significativas entre el tipo y uso del suelo. Sin embargo, la mayor
proporción de las clases texturales estaba en el rango de arena (56% del
total). Los carbonatos fueron significativos entre el uso del tipo y del suelo
(p <0,05), donde el uso agrícola fue mayor (17%) que en pastizales y la ve-
getación natural. El suelo Calcisol mostró un valor más alto (29,5%) que los
suelos tipo Kastanozems.
El resultado final muestra que las represas son un filtro eficiente para
el control de la erosión en cárcavas, que es mayor en las tierras de cultivo.
La captura de carbono orgánico fue mayor en la cubierta vegetal natural,
debido a un mayor contenido de materia orgánica en el suelo.
4. 2. 3. Erosión en cárcavas
El volumen medio de suelo acanalado calculado, para los tres sitios fue
de 158.84 m3, lo que significa que ha habido erosión. En general, en los tres
sitios se tiene un impacto en la erosión debido al incremento de la carga de
sedimentos de suelo, que involucra el sistema coloidal, lo cual ofrece una
condición desfavorable para el aprovechamiento del suelo y del recurso
hídrico.
En la sección transversal I del Rancho El Giro, se obtuvo un promedio
de 2.5 cm de pérdida de suelo, mientras que en la sección transversal II un
promedio de 13 cm. El promedio de pérdida de las dos secciones fue de
7.7 cm. Tomando en cuenta estos datos se puede calcular el volumen de
pérdida de suelo, el cual se estimó en 21 toneladas por cada 20 metros de
transecto (Figura 17).
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 239

Figura 17. Esquema de dos secciones transversales (I y II) de una cárcava del
Rancho El Giro.
240 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

En el Rancho El Grullo sección I, se obtuvo un promedio de 1.5 cm y en


la sección II un promedio de 1.9 cm de pérdida de suelo. El promedio de
ambas secciones fue de 1.7 cm y el volumen de suelo perdido fue de 1.9
toneladas por 20 metros de transecto (Figura 18).
La diferencia entre los dos resultados se debe a que el Rancho El Giro está
ubicado en un área dedicada a la agricultura, la cual tiene constante laboreo,
mientras que el Rancho El Grullo es un sitio destinado a la ganadería.

Figura 18. Esquema de dos secciones transversales (I y II) de una cárcava del
Rancho El Grullo
Estudio de caso 2. Comunidad el grullo ii, reynosa. 241

En general, se tiene un impacto en la erosión debido al incremento de


la carga de sedimentos de suelo, que involucra el sistema coloidal, lo cual
ofrece una condición desfavorable para el aprovechamiento del suelo.

AGRADECIMIENTOS
Este trabajo se realizó en el marco del Proyecto de Colaboración Inter-
nacional AECID 2009 -2010. Los autores quieren agradecer a los agriculto-
res del Ejido El Grullo II, municipio de Reynosa, Tamaulipas, por haberles
permitido realizar parte del trabajo de campo, en parcelas de su propiedad.

4. REFERENCIAS

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9. ESTUDIO DE CASO 3. LA DEGRADACIÓN DEL SUELO
CAUSADA POR ACTIVIDADES ANTROPICAS, DISTRI-
TO DE TEMPORAL TECNIFICADO 010, SAN FERNANDO,
TAMAULIPAS (MÉXICO)
Martín Espinosa Ramírez (1) Patricio Rivera Ortiz (2) Blanca Castro Meza (2)
(1)
Campo Experimental Río Bravo. CIRNE - INIFAP. Tamaulipas (México).
E-mail: espinosa.martin@inifap.gob.mx
(2)
Facultad de Ingeniería y Ciencias. Universidad Autónoma de Tamaulipas, México.
E-mail: privera@uat.edu.mx; bcastro@uat.edu.mx

1. INTRODUCCIÓN

El Distrito de Temporal Tecnificado 010, San Fernando (DTT 010) pre-


senta desde hace quince años una severa degradación de los suelos debida
a las condiciones climáticas y a las actividades agropecuarias. Las lluvias
torrenciales, características de la zona, así como las sequías interestivales
combinadas con la eliminación de la cobertura vegetal natural que ocurrió
desde 1980 (SARH, 1986) y con una excesiva labranza de la tierra, durante
la preparación de la cama de siembra del principal cultivo que es el sorgo,
han provocado una pérdida de suelo cada vez mayor debido a la erosión
eólica e hídrica. Se estima que desde 1980 a la fecha, la pérdida anual de
partículas de suelo superficial ha sido superior a 25 Mega gramos por hec-
tárea (CONAGUA/UAT, 2006), lo que indica la magnitud del problema. La
pérdida de suelo en la capa más fértil del perfil del suelo ha provocado a su
vez una disminución del rendimiento de sorgo del 50%, en los últimos diez
años en comparación con el año 1980. Con base en lo anterior se considera
necesario evaluar la degradación del suelo en el DTT 010 a fin de proponer
un plan regional de conservación del recurso suelo, que pueda revertir la
tendencia de deterioro y mejorar la producción del grano.
244 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

La presente evaluación se realizó en el Distrito de Temporal Tecnificado


010 San Fernando, Tamaulipas (DTT 010), el cual está dividido en cuatro su-
perficies agropecuarias integradas por pequeños propietarios y sector social
(ejidos) conocidos como módulos (Díaz Ordaz, San Fernando Norte, Control
y San Fernando Sur). El Distrito cuenta con un total de 13,975 productores
que cubren una superficie agrícola de 378,000 ha con una producción anual
de granos cercana a 1´500,000 Mega gramos aproximadamente, el resto de la
superficie (108,522 ha) está dedicada a las actividades pecuarias, entre otras.
Primero se determinó la degradación del suelo con la metodología de
Evaluación de la Degradación del Suelo causada por el Hombre, conocida
como ASSOD por sus siglas en inglés (Van Lynden y Oldeman, 1997), utili-
zando como base la delimitación directa de áreas erosionadas en la imagen
multiespectral de satélite del año 1996, escala 1:50,000. Se utilizó el criterio
de Área Mínima Cartografiable de 1 cm2 (25 ha). Para conocer el cambio
ocurrido de la erosión eólica e hídrica en el DTT 010, desde 1996 hasta el
2002, se analizaron las imágenes de satélite de esos años (1996 y 2002). De
acuerdo con Ortíz (1992), la verificación de la degradación de los suelos
se realizó a través de recorridos de campo con el apoyo de la misma ima-
gen de satélite, siguiendo un patrón de 486 puntos distribuidos sistemáti-
camente para identificar, localizar y registrar los tipos de degradación de
suelo dentro de las unidades (áreas erosionadas) (SEMARNAT, 2002). Se
estudiaron las características de cada unidad de suelos, utilizando una fo-
tografía terrestre de su paisaje; Además, se realizaron traslapes de linderos
de los tipos de degradación, utilizando una imagen multiespectral del año
1996. Con una imagen multiespectral del año 2002, se realizó corrección
de límites de áreas erosionadas Esto permitió realizar la comparación del
cambio entre los dos años de referencia (1996-2002). Finalmente, se numeró
cada área delimitada y se agregó la información de tipo de degradación,
la causa, el nivel de afectación, la tasa presente y análisis físico y químico.

2. METODOLOGÍA

2. 1. Estimación de la Erosión Eólica.

Para identificar mejor las áreas afectadas por erosión eólica, se empleó
la ecuación propuesta por Chepil y Woodruff (1965) reportada por varios
investigadores (Toy et al., 2002 y Troeh et al., 2004). La ecuación evalúa la
pérdida total anual del suelo en Mega gramos por hectárea (Mg ha-1) tiene
la siguiente expresión:
Estudio de caso 3. La degradación del suelo causada por actividades.. 245

E = f (I’, C’, K’, L’, V’) (Ecuación 3.1)


Donde:
f = Función
E = Pérdida anual del suelo por viento (Mg ha-1año-1)
I’ = Erosionabilidad del suelo (Mg ha-1)
C’ = Factor climático (adimensional)
K’ = Factor de rugosidad del suelo (adimensional)
L’ = Longitud del terreno (m)
V’ = Factor cobertura vegetal (adimensional)
La ecuación fue resuelta en etapas sucesivas empleando la forma pro-
puesta por Figueroa et al., (1991).
El factor I’ se estimó a través de las 486 muestras de suelos, obtenidas
en la capa superficial, distribuidas sistemáticamente en una cuadrícula de
3 km por 3.5 km (una cada 1.000 ha) dada la homogeneidad de los suelos
fue suficiente el tamaño de la muestra.
Se determinó la Erosionabilidad E1=I’ a partir del porcentaje de partículas
mayores a 0.84 mm. Estas determinaciones se llevaron a cabo mediante tami-
zado en seco de las muestras de suelo obtenidas de la capa superficial a través
de un tamiz de malla 20 con abertura máxima de 0.84 mm. Con estos datos y
mediante el Tabla 1, propuesto por Woodruff y Siddoway (1965) se determi-
naron los valores de I’. Como en los montículos el potencial de erosión es ma-
yor en las pendientes y aumenta cerca de la cima (Figueroa et al., 1991) debió
ajustarse la erosionabilidad por efecto del montículo con base en la pendiente.

Tabla 1. Erosionabilidad del suelo (I’) para diferentes porcentajes de fracciones >
0.84 mm, determinadas por tamizado seco.
Fracciones secas del
Unidades
suelo > 0.84 mm (%)
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Decenas Mg ha-1 año-1
0 - 696 561 494 438 404 382 359 337 314
10 301 294 287 281 272 263 254 245 238 229
20 220 213 207 202 198 193 186 182 177 171
30 166 162 159 155 150 146 141 139 135 130
40 126 121 117 115 112 108 106 101 97 92
50 85 81 74 70 65 61 56 54 52 49
60 47 45 43 40 38 36 36 34 31 29
70 27 25 22 18 16 13 9 7 7 4
80 4
Fuente: Woodruff y Siddoway, 1965
246 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Se realizaron mediciones de las pendientes en 100 puntos representati-


vos de la zona de estudio. Para ello, se utilizó un nivel láser Sokkia LP30A
y se georreferenció cada punto con el GPS. Con los datos obtenidos, se gra-
ficaron en la imagen líneas que unen puntos de igual pendiente. Las mayo-
res pendientes encontradas fueron del 3% que corresponden a un factor de
corrección 1.3 según el Tabla 2.

Tabla 2. Factor de corrección (Is) por erosionabilidad en montículos para el valor


de I’.
Inclinación de la A Factor de B Factor de corrección en
pendiente a barlovento corrección Is la cima del montículo
3 1.3 1.5
4 1.6 1.9
5 1.9 2.5
6 2.3 3.2
8 3.0 4.8
10 3.6 6.8
10 – 15 2.0
15 – 20 1.4
>20 1.0
Fuente: Woodruff y Siddoway, 1965

Para el resto del terreno con pendientes <3% (equivalente a que no exis-
tan montículos en el terreno) el factor I’ no fue corregido (Troeh et al., 2004).
A continuación se definió el efecto de la rugosidad K’ para determinar
la erosionabilidad E2= I’K’. El factor K’ se generó con el procedimiento des-
crito por Toy et al., (2002) a través del equivalente de rugosidad, Kr, que
relaciona la altura y el espaciamiento de los lomos en parcelas agrícolas
medidas en campo. Se utilizó la siguiente fórmula:

(Ecuación 3.2)

Donde:
h = altura de bordos (cm)
s = espaciamiento de bordos (cm)

Para la zona el valor de h17.78 cm y s 81.28 cm. El valor de K’ hallado


para la parcela agrícola fue de 0.55. Para el resto de la superficie se consi-
deró K’ = 1. Una vez determinado K’ se determinó la erosionabilidad E2.
Estudio de caso 3. La degradación del suelo causada por actividades.. 247

El factor climático local C’, Se calculó para los municipios que compren-
den la zona de estudio, se determinó ese valor mediante la ecuación 3.3
descrita por Troeh et al., (2004) que relaciona la precipitación, la temperatu-
ra y la velocidad del viento promedio mensual.

V3 100
C = ---------- * ------ (Ecuación 3.3)
(P – E)2 2.9

n
Pi
P- E = å(-------)10/9
i = 1 Ti - 10

Donde:
P = Precipitación mensual del mes i (pulgadas)
T = Temperatura mensual del mes i (º F)
V = Velocidad del viento promedio mensual (m s-1)
Los valores calculados para los Municipios fueron: San Fernando (41%),
Reynosa (37%), Río Bravo (38%), Valle Hermoso (40%) y Matamoros (40%).

Con este factor se obtuvo la erosionabilidad .


La valoración de la longitud del terreno, L’, se realizó mediante el proce-
dimiento propuesto por Figueroa et al., (1991) en la figura 1.

Esto permitió calcular la erosionabilidad .


248 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Figura.1. Gráfica para determinar con


y la distancia desprotegida L’ a través del terreno (Figue-
roa et al., 1991).

El Factor V’ se estimó con 20 muestras de sorgo tomadas en cada uno de


los módulos, en áreas de entre 1 y 2 m2. La muestra fue cortada, secada y
pesada. El peso fue extrapolado a kg ha-1. El Factor V’ fue interpolado con
base en la metodología reportada por Troeh et al., (2004), en función del
peso seco total.
El efecto de la cobertura vegetal, (Factor V), requirió solución gráfica
(figura 2). Se empleó la recta correspondiente a 1790 (kg ha-1). A partir de
ella, se definió la siguiente ecuación:

(Ecuación 3.4)

Esta ecuación permitió hallar los valores para estimar la erosión anual
actual para la zona de estudio como:

Finalmente, con el empleo del sistema de información geográfico Arc-


view 3.2, se generaron capas temáticas de cada una de las variables para
calcular la pérdida de suelo.
Estudio de caso 3. La degradación del suelo causada por actividades.. 249

Figura 2. Determinación de E5 a partir de E4 y el factor V (Figueroa et al., 1991).

El mapa resultante de la distribución espacial de la pérdida de suelo por


erosión eólica se clasificó por rangos (Tabla.3).

Tabla 3. Clasificación de la pérdida de suelo por erosión eólica en parcelas agríco-


las.

Categoría (Mg ha-1 año-1) Clase de riesgo


<5 Nulo
5 – 13 Ligero
14 – 22 Moderado
23 – 31 Fuerte
32 – 50 Muy fuerte
> 50 Extremo

2. 2. Estimación de la Erosión Hídrica

Para evidenciar el proceso de degradación por la erosión hídrica se uti-


lizó la Ecuación Universal de Pérdida de suelo (EUPS) en cada uno de los
módulos considerando los tipos de suelo: agrícola con suelo desnudo, pas-
tizal y vegetación natural. En la solución de la ecuación, se siguieron los
pasos propuestos por Figueroa et al., (1991) cuya expresión es la siguiente:

E= R. K. LS. C. P (Ecuación 3.5)


Donde:
E = Erosión del suelo Mg ha-1 año-1.
R = Erosividad de la lluvia. Mj ha-1 mm h-1
250 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

K = Erosionabilidad del suelo.


LS = Longitud y Grado de pendiente.
C = Factor de vegetación
P = Factor de prácticas mecánicas.

El factor de erosividad R se calculó en función de donde ∑El30 es la ener-


gía cinética total de lluvia (MJ ha-1 mm) e I30 es la intensidad máxima de la
lluvia en 30 minutos (mm h-1).
Este factor se calculó con las ecuaciones isoerodentes regionales pro-
puestas por Cortés (1991) para la República Mexicana. La zona de estudio
esta se ubicó en la Región IV, de tal manera que para estimar el factor R se
utilizó la siguiente ecuación:

Y = 2.8959 X + 0.002983 X2 (Ecuación 3.6)

Donde:
Y = EI30 anual o R (MJ mm ha-1 hr-1)
X = Precipitación anual (mm)
Los datos de precipitación se obtuvieron de la base de datos del Servicio
Meteorológico Nacional (CONAGUA, 2006), para lo cual se seleccionaron 8
estaciones meteorológicas localizadas dentro y en la periferia de la zona de
estudio, con la condición de que tuvieran años completos de información y
que en lo posible estuvieran bien distribuidas en la región de estudio.
Con los datos de precipitación anual, se realizó una interpolación me-
diante el programa Surfer 9, para cada uno de los años del periodo de estu-
dio; posteriormente la información generada se importó al Sistema IDRISI
32 en formato raster, a partir del cual se extrajeron los valores medios pon-
derados de precipitación para cada Municipio. Una vez obtenido este valor
se sustituyó en la ecuación 3.7 para conocer el valor de R correspondiente.
Para la estimación del factor K se utilizó la siguiente ecuación:

(Ecuación 3.7)
Donde:
K es el índice de erosionabilidad
M es (% Limo + % arena muy fina) (100 - % arcilla)
Estudio de caso 3. La degradación del suelo causada por actividades.. 251

a es el porcentaje de materia orgánica


b es la clasificación de acuerdo al tipo y clase de la estructura
c es la clasificación de la permeabilidad.
0.1317 factor de conversión al sistema internacional.
Se utilizaron los datos obtenidos en el laboratorio de suelos, tales como:
porcentajes de limo, de arcilla y de materia orgánica. La estructura y el
valor de permeabilidad se estimaron a partir los códigos de estructura y
permeabilidad propuestos por Wishmeier y Smith (1978).
La expresión que permitió calcular el factor LS es la siguiente:

(Ecuación 3.8)
Donde:
LS es el factor de grado y longitud de la pendiente
λ es la longitud de la pendiente en m
m es un parámetro cuyo valor es 0.5
s es la pendiente media del terreno en %.
Con los parámetros R, K y LS se calculó el valor de la erosión potencial
a partir de la siguiente fórmula:

E= R. K. LS

Para estimar la erosión actual se determinó la protección que ofrece la


cubierta vegetal al suelo (C) y la resistencia que oponen las prácticas me-
cánicas (P) para reducir la erosión. Por ello, se incluyen los factores C y P.
El valor de C para pastizal y vegetación natural fueron en promedio
0.036 y 0.025 respectivamente determinados a partir de valores propuestos
por Wischmeier y Smith (1978). Para el caso de la parcela agrícola C se uti-
lizó el valor 0.90 que corresponde a un cultivo de sorgo de alto rendimiento
con laboreo convencional. No se consideraron prácticas de conservación
por lo tanto la erosión potencial sólo se multiplicó por el valor de C encon-
trado.
2.3. Caracterización física y química del suelo

En el laboratorio, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana, NOM-021-


RECNAT 2000, se determinaron los siguientes parámetros: textura, partí-
culas de tamaño arcilla (%), partículas de tamaño limo (%), partículas de
tamaño arena (%), pH, conductividad eléctrica (mmhos cm-1), Relación de
252 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

Adsorción de Sodio (%), materia orgánica (%), nitrógeno total (%), fósforo
extractable (mg kg-1), potasio intercambiable (meq 100g-1), hierro extracta-
ble (mg kg-1), zinc extractable (mg kg-1), cobre (mg kg-1), manganeso (mg
kg-1) y carbonatos insolubles (%).
El diagnóstico del grado de compactación del suelo fue realizado utili-
zando los valores de densidad aparente y contenido de arcilla de los pun-
tos de muestreo.
La densidad aparente se determinó mediante el método del terrón para-
finado (método AS-03, NOM-021-RECNAT-2000) y los porcentajes de con-
tenido de arcillas, a partir del procedimiento de Bouyucos (método AS-09,
NOM-021-RECNAT-2000). Para el cálculo de la compactación, es necesario
conocer la densidad real, por lo que se consideró una densidad real de Dr
= 2.65 (g cm-3) que corresponde a suelos con alto contenido de cuarzo, ca-
racterísticos de la zona de estudio (Espinosa, 1997).
El grado de compactación se obtuvo mediante cálculo usando las fór-
mulas de Canarache (1987); con estos resultados se elaboró la capa de in-
formación del grado de compactación en la imagen de satélite, en esta ac-
tividad se utilizó el SIG ArcView 3.2. Estas determinaciones sirvieron de
auxilio en la toma de decisiones para evaluar la degradación y posteriores
evaluaciones físico y químicas.
Una vez concluida la evaluación, se determinó el tipo de degradación
actual de los suelos, sus niveles de afectación, la extensiones que ocupa y
las tasas actuales que presentan. Para mejorar la apreciación de las causas
que la originan, se realizaron 40 entrevistas personales con productores
de las principales comunidades, bajo el enfoque de diagnóstico rural par-
ticipativo (Schönhuth y Kievlitz, 1994), para conocer la opinión de cuales
han sido los cambios ocurridos en los últimos 10 años. El análisis y proce-
samiento de datos, el cual consistió en identificar, clasificar, cuantificar y
generar la cartografía de la degradación de los suelos, se realizó mediante
el SIG Arcview 3.2.

3. RESULTADOS

Con el levantamiento fisiográfico realizado a nivel de faceta, se obtuvo


un total de 325 unidades cartográficas (facetas), las cuales se agruparon en
63 sistemas terrestres sobre el mosaico de imágenes de satélite que cubren
al DTT 010, San Fernando (figuras 3 y 4).
Estudio de caso 3. La degradación del suelo causada por actividades.. 253

Figura 3. Sistemas terrestres del Módulo San Fernando Norte escala 1:50,000

Figura 4. Imagen de Satélite (Multiespectral) del DTT 010 a escala 1:50,000


254 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

En la imagen correspondiente a 1996 el 85% del DTT 010 presentó evidencia


con algún tipo de degradación en los suelos, resaltando como principal proce-
so degradativo la erosión eólica (46%), le sigue en este orden la erosión hídrica
(30%) y la degradación química (6.14%), debido a los procesos de salinización
y declinación de la fertilidad, finalmente la menor proporción correspondió a
la degradación física (Compactación 1.2%, Encostramiento 1% y Anegamiento
2%).
Para la imagen correspondiente al año 2002 se encontró una reducción del
10% de afectación de las áreas que presentaban signos de degradación, alcan-
zando el 74.4% de la superficie total (figura 5). El principal proceso degradativo
que se encontró fue la erosión eólica (32.0%) le siguió la erosión hídrica (31.0%)
y la degradación química (7.6%), esta última presentó un incremento del 1.5%,
influenciada por un aumento de áreas afectadas por salinidad. La menor pro-
porción correspondió a la degradación física (3.76 %).

Figura 5. Tipos de degradación de suelos causada por el hombre, dominantes en el


DTT 010, San Fernando en los años 1996 y 2002.

Los anteriores resultados concuerdan con Carrillo (2002) quién encontró ni-
veles altos de erosión eólica en el Municipio de Reynosa, Tamaulipas, indicando
que la mayor superficie afectada se presentó en un tipo de suelo Calcisol, como
consecuencia del laboreo excesivo al preparar la cama de siembra. En la figura 6,
se presenta un mapa de la distribución de los procesos de degradación de suelos
en El DTT 010, San Fernando.
Estudio de caso 3. La degradación del suelo causada por actividades.. 255

Dentro de los tipos específicos dominantes de erosión, la eólica superficial


del suelo (Es), ocupó el 65.4%, la erosión hídrica superficial (Hs), el 50.1%; la
degradación química (declinación de la fertilidad y Salinidad) (Qd), el 6.0% y la
degradación física por compactación del suelo (Fc) un 3%.
De los 17 tipos de degradación existentes, los que no se presentan en el DTT
010, San Fernando son: La degradación química por acidificación (Qa), eutrofi-
cación (Qe), contaminación (Qp), degradación física por hundimiento del suelo
superficial (Fh) y la pérdida de la función productiva (Fu).

Figura 6. Procesos de Degradación de Suelos en el DTT 010, San Fernando (Escala


1:50,000).
256 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

De acuerdo con los registros de campo; las actividades agrícolas (a) y la


ganadería (g) son los principales factores causativos de la degradación de
los suelos, en 92% (figura 7.). Referente al nivel de afectación, el 56% de la
superficie afectada presentó nivel 2, 38% nivel 1, y sólo 6% se encuentra en
nivel 3. Para el año 1996 el 45% de la superficie presentaba tasa de degrada-
ción positiva (que se estaba incrementando), en el año 2002 la tasa alcanzó
53% de la superficie lo que indica 8% de incremento en la tasa de degra-
dación. Datos similares han sido reportados por CONAGUA/UAT. (2001),
quienes al evaluar el grado de erosión en el Municipio de San Fernando
encontraron que la erosión eólica era de 27 Mg ha-1 año-1 y al referirse a la
erosión hídrica, ésta se encontraba en nivel ligero, con riesgo de ser mode-
rado si no se llevaban a cabo prácticas de conservación de suelo y agua.

Figura 7. Factores causativos de la degradación de los suelos en el DTT 010, San


Fernando.

Los Módulos que presentaron la mayor degradación de suelos fueron:


San Fernando Sur (53.9%), San Fernando Norte (49.0%), Díaz Ordaz (45.0%)
y Control (36.0%). La Erosión Hídrica con deformaciones del Terreno (Hc),
comúnmente asociada con la presencia de cárcavas, es más frecuente en
el módulo San Fernando Sur (Comunidades Nuevo Tlaxcala, División del
Norte, Juan Antonio, La Carreta # 2 y Horacio Terán). La Mayor severidad
de la erosión hídrica se detectó como Hc2. La cual se encontró en las comu-
nidades Juan Antonio, Nuevo Tlaxcala y División del Norte. Para la ero-
sión eólica el nivel más significativo fue Es2, el cual se localizó en el módulo
Estudio de caso 3. La degradación del suelo causada por actividades.. 257

Díaz Ordaz (Rancho Los Patitos, Ejidos José Ma. Anaya, Reforma Agraria,
Plan del Alazán 3). El factor causativo de la degradación en el presente es-
tudio en todo el DTT 010; fue la actividad agrícola principalmente asociada
al uso excesivo de actividades superficiales (rastreo y escasos residuos de
cosecha). Datos similares han sido reportados por Andrade, (2008), quienes
mencionan que para el módulo Díaz Ordaz la combinación de actividades
agrícolas, ganadería e industrial (actividades de PEMEX) son las causas
principales de degradación.
Respecto a la Erosión eólica e hídrica se realizó la prueba de compara-
ción de medias de Tukey. (Tabla.4). Para la erosión eólica se encontró que
los cuatro módulos son estadísticamente diferentes (p<0.05), pero para la
erosión hídrica se encontró diferencia significativa (p<0.05) entre los mó-
dulos San Fernando Sur y San Fernando Norte, Díaz Ordaz y Control, pero
no entre los módulos de Díaz Ordaz y San Fernando Sur.

Tabla 4. Pérdidas de suelo por erosión eólica e hídrica en los cuatro módulos del
DTT 010.
Módulo Erosión Eólica* Erosión Hídrica*
Díaz Ordaz 31,38 a 13.45 a
Control 17,15 b 10.63 b
San Fernando Norte 14,51 c 11.47 b
San Fernando Sur 14,14 d 12.38 a
Nota: *(Mg ha año ), Valores con la misma letra en columna son estadísticamen-
-1 -1

te iguales (Tukey p < 0.05).

4. CONCLUSIONES

El 74 % de la superficie (359,965.0 ha) del DTT 010 se encontró afectada


por algún tipo de degradación, siendo el proceso por erosión eólica el más
abundante, le siguen la erosión hídrica y la degradación química.
El principal factor causativo de la degradación del suelo del DTT 010
fue la actividad agrícola superficial (rastreo y bordeo superficial).
La mayor afectación superficial por los procesos de degradación se loca-
liza hacia el Norte del DTT 010 (Rancho Los Patitos, Ejidos José Ma. Anaya,
Reforma Agraria, Plan del Alazán 3) que forman parte del Módulo Díaz
Ordaz.
258 Erosión y degradación de suelos en ambientes semiáridos de tamaulipas (méxico)

5. REFERENCIAS

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WOODRUFF, N. P. Y F. H. SIDDOWAY. 1965. A Wind Erosion Equation.
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AGRADECIMIENTOS

Los autores de este libro desean agradecer a la Agencia Española de


Cooperación Internacional (AECID), la oportunidad brindada para reali-
zar Proyectos de Cooperación Internacional sobre procesos de erosión y
degradación de los suelos entre España y México, desde el año 2009 hasta
el 2011, a través del Grupo de Investigadores Españoles de las Universida-
des de Murcia, Málaga y Politécnica de Cartagena (España) y del Cuerpo
Académico de Investigación Dinámica y Conservación Ambiental de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas (México).

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