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Consuelo Martin:

Lo malo del pensamiento es cuando te identificas con él.

Es necesario hacer silencios en la mente y en las emociones para contemplar y


experimentar directamente la vida.

Entender es intelectualizar, teorizar; comprender es experimentar la Unidad.


Has de distinguir muy bien lo que significa comprender para no confundirte creyendo que estás
comprendiendo cuando solamente entiendes cosas. Entender cosas es descifrar símbolos: descifras símbolos
del lenguaje o descifras símbolos matemáticos, símbolos técnicos u otros. Entonces entiendes. También hay
a quien le interesa descifrar símbolos religiosos. Entonces entiende de eso, de descifrar símbolos. Pero eso
no es comprensión; comprender es integrar cada una y todas las cosas en una totalidad.

Consuelo Martín nos ayuda a comprender los planos y caminos que pueden conducirnos a experimentar la
Unidad.

¿Qué tienen en común la filosofía y la meditación?

Meditación es un término que se aplica a muchas prácticas mentales diferentes, algunas muy superficiales.
La meditación a la que acostumbro a llamar “contemplación”, para evitar esa ambigüedad, consiste en
profundizar en la mente y en el corazón.
La dirección ha de ser clara: hacia lo Real, más allá de las apariencias. Si no se hace una investigación
filosófica sobre esa diferencia, no es posible tomar la dirección correcta. Por eso, ambas cosas, investigación
y contemplación, han de ir juntas. En los dos casos
se ha de traspasar la zona del pensamiento mecánico.

¿Qué tiene de malo el pensamiento?

No es malo ni bueno, simplemente es un instrumento psicofísico


mecánico, no creativo, que, habitual e inconscientemente, se identifica con
la propia identidad. En esa identificación está el problema.

El pensamiento nos puede ofrecer soluciones en los conflictos,


tranquilidad, felicidad incluso ¿O no es así?

La visión de la Verdad es lo único que ofrece eso. Por no haber observado el funcionamiento de la mente se
puede confundir una intuición o visión verdadera con el pensamiento que la formula.

¿Qué nos aporta el silencio (la meditación, la contemplación) que no puede aportarnos el
pensamiento?

Es necesario hacer silencio en los pensamientos y en las emociones que ocasionan para poder observar el
funcionamiento de la mente. Al hacerlo, y no antes, se descubre que la realidad no es lo que parecía mientras
estábamos identificados con los pensamientos, es decir, con las sensaciones
interpretadas, con teorías o doctrinas acumuladas en la memoria y luego repetidas de
mente en mente.

¿Qué significa que en el silencio están todas las respuestas?

El silencio da entrada a una visión directa de la Realidad. Desde él se percibe ya la


brisa de algo verdadero; y se descubre allí también algo de la plenitud del Ser a
distintos niveles de percepción.

¿De dónde surge la paz mental, la felicidad?

La paz y felicidad que anhelamos están en lo profundo de nosotros mismos y únicamente desde allí la recibe
la persona. Creemos que la persona la obtiene desde fuera y la buscamos inútilmente en experiencias
exteriores. Ese es un error de graves consecuencias. Nos falta lucidez.

¿En qué consiste vivir con lucidez?


Atravesadas las zonas condicionadas por creencias y emociones de todas clases, la Luz de la conciencia que
eres se manifiesta en un vivir sereno, armonioso y creativo. La claridad de la conciencia ilumina nuestra
vida. Esto quiere decir que lo que vivimos es siempre expresión del lugar interno de la conciencia en que nos
encontramos.

¿Cómo me puede ayudar la contemplación a vivir con lucidez?

Contemplar es profundizar más y más en la conciencia. Al hacerlo, veo todo más claro y, por consiguiente,
me muevo de manera más inteligente y armoniosa. Al hacerlo, lo descubriré. Pensar sobre ello, mantenerlo
en la memoria como una teoría más, no servirá de nada.

¿De qué hablamos cuando hablamos de contemplación?

Nos estamos refiriendo aquí a una nueva manera de colocar la mente mirando hacia el origen de la Luz. Esto
no es un ejercicio que se aprende por repetición y se hace para conseguir algo ajeno al meditar mismo, pues
el mismo deseo de conseguir algo obstaculiza esa colocación mental. La contemplación se realiza por amor
a la Verdad, a la Libertad, a la Belleza o al Amor mismo.

Dada nuestra cultura occidental, con tendencia a la actividad y hasta a la hiperactividad, ¿resulta
factible o puede resultar contraproducente forzarnos a la quietud de la contemplación?

No puede tratarse de forzar nada en la contemplación. Sin la verdadera vocación por contemplar no tiene
sentido intentarlo pues la intención sería falsa y los resultados engañosos. Antes de contemplar, o meditar, ha
de darse en la persona un “des-engaño” por buscar la felicidad y realización en lo externo, en las apariencias.
Y aquí, volvemos a la necesidad de la reflexión e investigación filosófica vivencial.
¿Qué le aporta la contemplación a nuestra vida?

No se medita para conseguir mejores cosas o situaciones en la vida. Se hace, en


realidad, cuando hay un anhelo intenso por descubrir la vida verdadera. Si ese anhelo
está tapado con evasiones, no se emprenderá un camino contemplativo hasta haberlo
puesto al descubierto. Intentarlo por mera curiosidad no llevará a ninguna parte. Las vicisitudes de la vida
pueden parecer que van abriendo paso a esa sincera necesidad, pero no sucede así necesariamente.

¿Qué le aporta la belleza a nuestra vida? ¿Dónde buscarla?

Si lo que anhelamos es la Belleza verdadera hemos de ir a buscarla donde se encuentra, en el origen de


nuestro anhelo. Eso requiere silencio de emociones y deseos. Contemplar la Belleza traerá belleza a nuestra
vida.

¿Qué le aporta el silencio a nuestra vida? ¿Cómo conseguir situaciones de


silencio?
El silencio está siempre detrás del ruido de los pensamientos y emociones, detrás de
la distracción con las sensaciones y actividades. El silencio está siempre ahí. Habría
que hacer una parada del aturdimiento y volvernos a nuestro interior. ¿Cómo conseguir
el silencio? Mejor tendríamos que preguntarnos como conseguimos ahogar con
nuestras distracciones la bella melodía del silencio. En contacto con la naturaleza es
más fácil percibir esa bella melodía.

En un reportaje, en una revista dominical, se contaba que en algunos retiros de aislamiento y silencio
un importante porcentaje de gente “huye” el segundo día, ¿por qué? ¿Qué transmite el silencio que
puede producir esta sensación de pánico y huída hacia la actividad y el ruido?

Si eso es así, tal como dices -pues nunca lo he comprobado en mi trabajo-, debe haber un error en la oferta y
en la demanda de esos “retiros”. La comprensión y el desengaño de lo falso tienen que ir, repito, a la par de
la meditación y el silencio. Forzar disciplinas o ejercicios sin la comprensión necesaria no tiene sentido.

¿Cómo nos conduce el silencio al autoconocimiento y la paz mental?

El silencio no es utilizable para nada. Aquello que es nuevo y creativo en cada instante no se puede
manipular. La paz y el autoconocimiento brotan de la mirada serena de una mente silenciosa. Sin embargo,
la actitud de querer conseguir algo impide esa mirada límpida.

¿Qué le aporta el sufrimiento a nuestra vida? ¿Cómo utilizarlo para el crecimiento personal?

El sufrimiento, no el físico sino el psicológico, sobreviene por no comprender la vida. Y mientras no haya
comprensión, el sufrimiento no aportará nada positivo. Si al sufrir comprendo que he tomado un camino
equivocado en mi interior, entonces lo vivido es un aprender.
¿A qué se refiere cuado habla de la “unidad”, de que “no hay separación”? ¿Qué le aporta esa
experiencia a nuestra vida?

Al hablar de la unidad hago referencia a la Conciencia única. Es el origen de todo, lo Real tras las
apariencias sensoriales, emocionales y mentales que sí son múltiples. Al intuir la unidad a pesar de las
experiencias psicofísicas de separación descubro el Amor, la Belleza y la Libertad incondicionados.

La investigación versus la obediencia.


Obedecer significa decir: “No investigo más”, me dejo llevar por otro, sigo algo sin haberlo visto”. Esto, es
obvio, no puede ser el camino de la verdad. Vamos a ponernos en el extremo: ¿Y si obedecemos a una
persona con sabiduría? El hecho de obedecer es funesto; ni tan siquiera a una persona sabia debemos
obedecer. Podemos estar con ella o mirar desde donde ella mira. Pero no hay que seguir a ningún maestro o
maestra cualificada de cualquier religión, ni tan siquiera a Buda o a una
persona tan libre como Krishnamurti. No hay que seguir a nadie, porque
obedecer es ya el obstáculo. De hecho, ninguna persona con sabiduría incitaría a
nadie a que le obedeciese, y si alguien lo hace, es un síntoma claro de que no es
sabio.

Sobre el amor.

Sin sabiduría no hay verdadero amor. Sin sabiduría, el amor que existe es el amor convencional, con apegos:
amo lo mío, lo que me gusta, lo que me apoya, etc. O también el amor biológico, que me produce una
satisfacción física. O el amor afectivo, con dependencias psicológicas. O el amor mental: mis ideas, mis
opiniones, etc. Pero no el amor que viene de la comprensión de la unidad.

Comprender versus entender.

Has de distinguir muy bien lo que significa comprender para no confundirte creyendo que estás
comprendiendo cuando solamente entiendes cosas. Entender cosas es descifrar símbolos: descifras símbolos
del lenguaje o descifras símbolos matemáticos, símbolos técnicos u otros. Entonces entiendes. También hay
a quien le interesa descifrar símbolos religiosos. Entonces entiende de eso, de descifrar símbolos. Pero eso
no es comprensión; comprender es integrar cada una y todas las cosas en una totalidad.

Entender es intelectualizar, teorizar; comprender es experimentar la Unidad.

Comprender para amar.

No es posible comprender (experimentar) cuando estás entretenido con tus pensamientos y sus emociones:
“¿Por qué me pasa esto a mí?” “Qué haré en tal situación?” “Tengo que conseguir esto” “Tengo que
convencer a esta persona para que haga esto otro”... De esa manera, con todas esas preocupaciones e
inquietudes, no es posible comprender. Y si no comprendes no amas. Por tanto, no es
posible el amor.

Otras frases de Consuelo Martín:


Hay sabiduría cuando podemos ver el paso del tiempo serenamente, cuando podemos verlo tal y
como es.

El pensamiento, en sí mismo, no tiene por qué crear ninguna emoción. Eso sólo sucede cuando un pensamiento se convierte
en creencia.

Cuando hablamos de silencio nos referimos al silencio de lo sensorial, de las emociones, del pensamiento. Sólo en ese
silencio es posible despertar a lo real. Después de que hayamos despertado y aprendido a vivir en silencio, podremos vivir
lo real despiertos, lúcidos, incluso con pensamientos y emociones.

De sus investigaciones sobre “ser consciente en la vida”.

 He visto que todos los problemas que aparecen fuera, en mi vida, se ocasionan por los nudos
psicológicos que llevo dentro; que si no deshago los nudos, no va a desaparecer el problema.

 Qué hago queriendo cambiar la situación, a las personas, a mí misma?

 Cómo me entretengo con el sueño cuando ya he visto que es sólo un sueño?


Cómo es que no me dedico únicamente a estar más despierta? Es fuerte la hipnosis. He debido tomar
una droga muy fuerte.
Y la única salida de ello es contemplar y contemplar y contemplar.
Y en este camino, la paciencia tiene que ser infinita.

 No hay inteligencia cuando tomo en cuenta los pensamientos, cualesquiera que sean. En el pensar no
está la Unidad.

 Los deseos, cuando vienen del pensamiento, no hacen más que ofuscarnos más y más.

 También cuando deseo se está manifestando la voluntad divina.

 En qué consiste exactamente eso del deseo?


Algo me falta y tengo que conseguirlo por encima de todo.
Quizás eso que me falta no es lo que creo que me falta.
Lo que me falta es ser lo que soy, saber lo que soy, que es pleno.

 Cuando voy detrás de mis deseos (lo que creo que deseo) estoy añadiendo cosas ilusorias a un
paisaje ilusorio.
Si anhelo la plenitud, ¿no será que ya soy eso que anhelo? ¿No será que me he alejado de mi
verdadero ser, de mi plenitud?

 Los deseos pueden ser una pista de qué aspectos de mi verdadero ser está clamando ser reconocido.
Si es el amor, la mayoría de mis deseos serán de tipo afectivo.
Por qué no me quedo quieta (en vez de salir a buscar) y contemplo ese amor que está empujando?
Lo tangible es lo más irreal: aparece y desaparece.
Cuando contemplo el Amor soy el Amor.

 Observa el deseo y quita el veneno del deseo, la compulsión, lo que te arrastra, la dependencia.

 Nada deshace la ilusión excepto darme cuenta de ello.

La autora.

Consuelo Martín es doctora en Filosofía, especialista en filosofía vedanta advaita (de la


India) y directora de “Viveka”, revista de meditación. Dirige retiros y seminarios de
meditación contemplativa. Es autora de “La vida como inspiración” (Obelisco), “La
revolución del silencio” (Gaia) y “La libertad y el amor” (Obelisco),
entre otros.

Los libros.

El arte de la contemplación.
La aventura de vivir con lucidez.
La contemplación no está separada de la vida; forma parte del vivir. De hecho, es la esencia misma de la
vida.Y porque es la esencia de la vida, contemplar no requiere de ningún conocimiento misterioso ni
adiestrarse en una enrevesada técnica. Somos ya conciencia contemplativa.

La revolución del silencio.


El pasaje a la no-dualidad

En la contemplación silenciosa se produce una investigación vivencial en la misma conciencia que investiga.
La acción de la sabiduría en la conciencia de quien contempla es una verdadera revolución: la revolución del
silencio.
Entrevista realizada por: Marié Morales.

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Consuelo Martín, el silencio, la no-dualidad


Autor: José Ignacio Marina
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Consuelo Martín es doctora en filosofía (Madrid) y ha investigado y practicado a lo largo de


su vida las experiencias de la filosofía advaita o no-dualidad de la India.

La práctica del silencio, la contemplación, la meditación, etc. han sido y son las especialidades de Consuelo
Martín para dirigirse hacia la realización personal. Hoy día sigue realizando retiros (cursos) para vivir la
verdad en el silencio.

Dirige la revista Viveka (discernimiento en sánscrito) y tiene escritos numerosos libros como La vida como
inspiración (1997), El silencio creador (1991), El arte de la contemplación (2007), Meditaciones con el
Astavakra Samhita (1996), Upanisad (2001), Conciencia y realidad (1998), etc. Es experta en filosofía
perenne.
Nisargadatta y Krishnamurti son los principales maestros que han inspirado la línea de Consuelo Martín.
Antonio Blay y Eckhart Tolle son otros maestros con un mensaje enriquecedor. No obstante, cada uno de
estos referentes espirituales aportan su punto particular de consciencia basado en su trabajo personal y
experiencia.

Me gustaría compartir algunas frases de Consuelo Martín expresadas en su libro La Revolución del
Silencio, el pasaje a la no-dualidad, de Alfaomega y Gaia ediciones.

“Hacemos las cosas a través del pensamiento, y el pensamiento divide y separa. Vemos las cosas a través del
mundo sensorial y damos realidad a esas sensaciones como realidades separadas, independientes de la
conciencia que las está creando. Vemos a otros seres humanos como si fueran una realidad aparte.”

“Aprender a contemplar es aprender a vivir totalmente. Cuando la mente no es contemplativa, cuando no se


ha contemplado el silencio, la vida carece de sentido, está llena de contradicciones.”

“El silencio es una música inteligente, callada sí, pero no muda.”

“La actitud inteligente de la persona que ama la verdad es preguntarse.”

“La realidad se descubre haciendo el silencio de las apariencias.”

Consuelo Martín imparte sus investigaciones y diálogos en el Monasterio San Juan de la Cruz (Segocia),
Arantzazu, Santa Gadea, Les Avellanes, Cáceres, Madrid, Málaga, etc.

Gracias Consuelo por tu silencio.

Otros artículos de Consuelo Martín:

 La educación y la búsqueda de lo verdadero

 Vaciarme de lo conocido es sentir la plenitud de lo desconocido

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La educación y la búsqueda de lo verdadero

La educación es una de las raíces de la sociedad a la que debemos dedicar mucha atención para crear
consciencia y traer más armonía y felicidad al mundo. Los niños aprenden lo que ven y viven.

Sin embargo, la educación suele enfocarse hacia fines que no tienen nada que ver con los verdaderos
objetivos de la educación.

No hay más que ver un poco la televisión, los políticos, o los grupos sociales en su mayoría, para darse
cuenta de que tanto unos como otros se suelen mover por intereses partidistas o egoístas.

Es admirable ver cómo los niños buscan de forma natural la verdad. La educación debería promover la
búsqueda de lo verdadero, sin duda.

Sin embargo, en general, no hay intención por descubrir la verdad o lo auténtico. Para ello hay que
desidentificarse con la mente, con lo particular, y no pensar sólo en sí mismos.

Se prefiere manipular las ideas de los demás para crear adeptos que apoyarán las propias ideas (definición de
ego). Y se alejan de mostrar la verdad, pues daría libertad individual y colectiva; o sea, pierden poder.

Dejo a continuación unas frases de Consuelo Martín sobre la educación, recogidas en su libro La Revolución
del Silencio.

La educación y las creencias


Estamos acostumbrados a mirar a partir de creencias del pasado, a continuar haciendo lo que todo el mundo
hace y repite.

Toda la sociedad está preparada para creer cosas, porque los educadores, desde el lugar donde están, educan
a partir de las creencias que tiene la mayoría.

Los padres también educan a partir de sus propias creencias, y los llamados intelectuales escriben libros, dan
conferencias, o dictan cátedras a partir de ideas del pasado, repitiendo lo que otros han dicho y según la
interpretación suya que deriva de su capacidad o incapacidad de ver.

Como su comprensión es la misma que la de los demás porque al igual que ellos no se han tomado la
molestia de hacer silencio de sus creencias para profundizar y descubrir la verdad, se limitan a repetir
una y otra vez interpretaciones.
Los medios de comunicación
Nos sentamos pasivamente a recibir de los medios de comunicación cualquier cosa previamente programada
por mentes dormidas.

No se nos ocurre mirar con nuestra propia comprensión y decirnos: “Voy a descubrir cuál es la verdad”.
Recibimos las ideas pasivamente.

Si no fuera así muchos medios de comunicación no los podríamos soportar, por el bombardeo de falsedades
que contienen. Si lo recibimos sin protesta es señal de que tenemos la mente tan pasiva que aceptamos
cualquier cosa.

Afortunadamente, depende de nosotros —en última instancia— querer buscar lo verdadero y no ser
engañados. Es una elección vivir dormidos o despiertos.

https://sermasyo.com/vaciarme-de-lo-conocido-es-sentir-la-plenitud-de-lo-desconocido/

Vaciarme de lo conocido es sentir la plenitud de lo


desconocido
Autor: José Ignacio Marina
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La frase es de Consuelo Martín, extraída de su libro La Revolución del Silencio:

“Vaciarme de lo conocido es sentir la plenitud de lo desconocido. Cuando me estoy llenando de lo conocido,


estoy creando el vacío en mi interior, y empiezo a pensar que la vida es caótica. La vida tiene sentido a partir
de ese vacío, de ese silencio de lo conocido, porque entonces se llena a plenitud ese espacio desconocido”

En el vacío está el todo, qué paradoja y qué realidad. Los extremos se tocan. Cuanto más ideas ponemos
sobre nosotros mismos, más dificultades tenemos para vivir la experiencia de lo auténtico, de lo
inmediato.

De hecho, ¿qué es la meditación? Vaciar la mente. Y sólo desde allí volvemos a experimentar la liviandad
del instante.

¿Te imaginas tener el ordenador/computadora encendida durante horas y días y semanas y años?
¡¡Menos mal que dormimos!!
(Bueno, algunas veces precisamente nos cuesta dormir :???: )
https://www.autoinvestigacion.com/blog/consuelo-martin

Consuelo Martín Blog Consuelo Martín Filosofía Perenne

Advaita Master

Filosofía Perenne

Consuelo Martín es doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, donde al


término de sus estudios dirigió durante varios años seminarios en el Departamento de Metafísica.

Trabajó, además, en epistemología, psicología y en filosofía de la ciencia, intentando armonizar el


pensamiento filosófico oriental y el occidental. En la actualidad se la conoce como especialista en
la filosofía Advaita Vedanta (no-dualidad) de la India.

Como filósofa vocacional, ha dedicado su vida al camino de la realización humana, lo cual


constituye la esencia de todas las tradiciones, por lo que se la considera experta en filosofía
perenne.

Pero lo que más destaca de su quehacer filosófico es la dimensión práctica de sus enseñanzas,
consecuencia de su vivencia de lucidez, la cual se plasma en la dirección de retiros y seminarios.
Nisargadatta Maharaj y Krishnamurti son los principales maestros que han inspirado la línea
de Consuelo Martín.
Antonio Blay y Eckhart Tolle son otros maestros con un mensaje enriquecedor. No obstante,
cada uno de estos referentes espirituales aportan su punto particular de consciencia basado en su
trabajo personal y experiencia.

La práctica del silencio, la contemplación, la meditación, etc. han sido y son las especialidades de
Consuelo Martín para dirigirse hacia la realización personal. Hoy día sigue realizando retiros
(cursos) para vivir la verdad en el silencio.

Consuelo Martín es autora de más de una docena de libros, y es, además, directora de la revista
Viveka, revista dedicada al discernimiento en el camino contemplativo, que se viene publicando
sin interrupción desde el año 1.977.

Escuela de Contemplación Kaivalya

Comentario: Bajo mi parecer estamos ante una de las voces más autorizadas de este país sobre el
"Advaita Vedanta" no solo porque es una especialista en la materia sino que además los retiros
basados en el "Silencio" (base fundamental para la autoinvestigación y autorealización) en la
Hospedería del Silencio pueden ser calificados y elevados al nivel de unos exquisitos y fructíferos
"Satsang". Siendo por tanto muy recomendables para todos aquellos que recorren la "Sadhana" del
"Autoconocimiento" hacia la "Verdad Última". Josep Sumalla (Editor de este sitio web)
El Camino de la Liberación
Blog Advaita Vedanta Sri Siddharameshwar Maharaj Brahman

Sri Siddharameshwar Maharaj

Todo es Brahman". Tú has escuchado ésto, pero esto no debe ser simplemente escuchado. Su
significado tiene que ser experimentado. Todos los seres son esencialmente de la naturaleza de
Brahman.

Si comienzas a analizar a los demás, te conviertes en uno de los analizados, una entidad separada y
esto es esclavitud para ti. Cuando piensas en otra persona como ladrón, el contenido de tu mente
es "ladrón", porque estás pensando en un ladrón. Cuando hablas de objetos mundanos, tomas todo
como real, y te comportas y actúas en consecuencia. Sin embargo, cuando escuchas instrucciones
espirituales, o llegas a comprenderlas, rara vez se mantienen en tu mente como verdad. Mantén la
actitud de que "Todo es Brahman" y actúa con la convicción de que ésto es verdad. No mantengas
la inactividad en tu vida simplemente diciendo: "Lo he escuchado". ¡Pruébalo en tu vida y ve si es
verdad o no!

Si miras todo como siendo sólo Paramatman, entonces te conviertes en Dios (Shiva), pero si
ves todo como meramente el mundo fenoménico, entonces permaneces sólo como un individuo
(Jiva). El mundo aparece según cómo lo mires. Si lo miras como Brahman en varias formas, verás
en todas partes solo Brahman.

Si haces ésto, la fiebre de "mí", el orgullo del ego, se disuelve. Por ejemplo, si hay una esposa,
entonces hay un esposo, pero si no hay esposa, ¿qué esposo puede haber? Porque hay lo visto, allí
está el vidente. Si no hay nada para ser visto, ¿cómo puede el vidente llegar a existir?

Si descartas lo visto, solo hay Brahman. Si todas las cosas que posees son destruidas, ¿en qué
puede pensar la mente? Cuando la sensación de "yo" es sumergida o ahogada, entonces solo
Brahman es. El signo del Puro Brahman es que no hay tal cosa como "yo" en ese estado.

Lo que sea, es sólo Brahman. Lo que percibes objetivamente como persona, por algún nombre o
etiqueta, como el Sr. "tal o cual" entonces, no es Brahman.

Si no has visto quién eres tú mismo, ¿De qué sirve ir de peregrinación a lugares sagrados como
Varanasi o algún otro lugar ?. Si no hay despertar de la naturaleza espiritual del propio Sí
Mismo ¿de qué sirve hablar de Brahman como lo haría un loro?

Elimina el veneno que ha afectado tu mente. Te conviertes en más experimentado de acuerdo a lo


que haces repetidamente una y otra vez. Todos tienen el hábito de hablar sobre los objetos de los
sentidos. Deja ese hábito y habla sobre la sabiduría de Brahman.

De esa manera, al pensar constantemente en "Eso", Te conviertes en Brahman. Deberías pasar tu


tiempo meditando sobre el Conocimiento Espiritual. Cuando hablas de los objetos de los
sentidos una y otra vez, solo te vuelves más mundano.

El aspirante a la Autorrealización debe mantener familiares y amigos cercanos que estén


interesados en estos temas. No desperdicies tu vida hablando con otros. Es raro tener familiares
que sean devotos.

Si no tienes Auto-Conocimiento ¿para qué sirven todas las actividades mundanas? El consejo
dado por los Santos, que son nuestros "parientes reales", es directamente aplicable a la vida diaria
porque ese consejo es un diálogo en Unidad.

El Maestro que nos muestra "El Camino de la Liberación" es nuestro pariente real.

Uno debe sintonizar con uno mismo, como al ajustar las cuerdas de un Vina. Si el instrumento está
correctamente sintonizado, su sonido será resonante. Tu relación con el Maestro debería ser de ese
tipo. El que se ayuda a sí mismo es el verdaderamente afortunado.

Jñana Yoga Blog Jñana Yoga Sadhana Chatushtaya Viveka

Yoga del Conocimiento y la Sabiduría


Jñana (sabiduría o conocimiento) es considerado como el más difícil de los cuatro caminos
principales del Yoga y requiere una gran fuerza de voluntad. En Jñana Yoga, la mente se utiliza
para investigar su propia naturaleza y trascender la identificación de la mente con sus
pensamientos y su ego.

El objetivo fundamental del Jñana Yoga es liberarse del mundo ilusorio de Maya (pensamientos y
percepciones) y lograr la fusión definitiva del Ser Interno (Atman) con la Conciencia Infinita
(Brahman). Esto se logra practicando firmemente a través de la autoinvestigación, reflexión e
iluminación consciente que se definen en los Cuatro Pilares del Conocimiento.

Los Cuatro Pilares del Conocimiento (Sadhana Chatushtaya) son los pasos prescritos para
lograr la liberación en jñana yoga. Estas prácticas se construyen una sobre la otra y, por lo tanto,
deben practicarse en orden secuencial. Incluso si uno no tiene el objetivo de lograr la liberación, la
práctica de estas técnicas cultivará la comprensión espiritual sobre la realidad última, así como
reducirá el sufrimiento y la insatisfacción de la vida.

Viveka (discernimiento, discriminación) es un esfuerzo intelectual continuo y deliberado para


distinguir entre lo real y lo irreal, lo permanente y lo temporal, y el Ser y no-Ser. Vairagya
(desapasionamiento, desapego) cultiva el desapego o la indiferencia hacia los objetos temporales
de las posesiones mundanas y la mente del ego.

"Solo cuando la mente está completamente libre del apego de todo tipo, el verdadero conocimiento
comienza a aparecer". Swami Sivananda.

Shatsampat (seis virtudes) son seis prácticas mentales para estabilizar la mente y las emociones,
y desarrollar aún más la capacidad de ver más allá de las ilusiones de Maya.

• Shama (tranquilidad, calma) es la capacidad de mantener la mente en paz, moderando su


reacción a los estímulos externos.

• Dama (contención, control) es el fortalecimiento de la mente para poder resistir el control de los
sentidos y el entrenamiento de los sentidos para usarlos solo como instrumentos de la mente.

• Uparati (renunciación) Es el abandono de todas las actividades que no son el Dharma (deber)
de uno. Se sigue un estilo de vida simple que no contiene distracciones mundanas para lograr el
objetivo final de la iluminación.

• Titiksha (resistencia) La habilidad estoica de no alterarse ante el juego de los opuestos


(dvandva) en la naturaleza, tales como el calor y el frio, el placer y el dolor, la admiración y la
censura.
• Shraddha (fe, confianza) es un sentido de certeza y creencia en el gurú (maestro) de uno, las
escrituras y la Sadhana hacia la Verdad Última.

• Samadhana (enfoque, concentración) es la concentración completa de la mente.

Mumukshutva (anhelo, anhelo) es un deseo intenso y apasionado de lograr la liberación del


sufrimiento. Para alcanzar la liberación uno debe estar completamente comprometido con el
camino, con tal anhelo que todos los demás deseos se desvanezcan.

Al principio puede resultar difícil comprender la esencia del Jñana Yoga, pero si se sigue con fé y
humildad la mente va dejando progresivamente sus juegos infantiles dando paso a la liberación
final y asi poder realizar la Unidad Divina inherente a todos los seres.
Adi Shankara Blog Advaita Vedanta Adi Shankara Dharma Védico

Restaurador del Dharma Védico y el Advaita Vedanta

Adi Shankara fue un filósofo y teólogo indio que enunció y restauró la filosofía de Advaita
Vedanta y el Dharma Védico. Shankaracharya fusionó las ideologías del antiguo "Advaita
Vedanta" y también explicó las ideas básicas de los Upanishads.

Abogó por el concepto más antiguo del hinduismo que explica la unificación del alma (Atman)
con el AlmaSuprema (Nirguna Brahman). Aunque es más conocido por popularizar el "Advaita
Vedanta", uno de los trabajos más importantes de Shankaracharya es el esfuerzo por sintetizar las
seis sub-sectas, conocidas como Shanmata. Shanmata, que literalmente se traduce como seis
religiones, es la adoración de seis deidades supremas. Shankaracharya explicó la existencia de un
Ser Supremo (Brahman) y que las seis deidades supremas son parte de un poder divino.
También fundó "Dashanami Sampradaya", una tradición monástica hindú de sannyasins
Ekadandi. Si bien Shankaracharya era un firme creyente en el antiguo hinduismo, condenó la
escuela de hinduismo "Mimamsa", basada puramente en prácticas rituales. A lo largo de sus viajes,
Shankaracharya discutió sus ideas con varios filósofos y afinó sus propias enseñanzas de vez en
cuando. Shankaracharya fundó cuatro monasterios (mathas) que continúan difundiendo sus
enseñanzas.

Nacimiento

Shankara, como era conocido antes de convertirse en un gran maestro, nació en una familia pobre
de brahmanes en Kaladi, en la actualidad Kerala, India. Sus padres, Sivaguru y Aryamba,
ofrecieron sus oraciones al Señor Shiva, pidiéndole a la deidad que les bendiciera con un niño. Sus
oraciones fueron responidas muy pronto en la forma de un bebé. Algunas teorías sugieren que
Aryamba tuvo un sueño en el cual el propio Señor Shiva le prometió que él nacería como su hijo.
Por lo tanto, muchos consideran Shankara como una reencarnación de Shiva. Shankara fue
educado por su madre cuando perdió a su padre a la temprana edad de siete años. Aryamba jugó
un papel clave en la enseñanza de los Vedas y los Upanishads al joven Shankara.

Hay mucha confusión con respecto a la fecha de nacimiento de adi shankara ya que diferentes
fuentes han propuesto fechas diferentes. La fecha de nacimiento más aceptada lo ubica como un
erudito de la primera mitad del siglo VIII.

Vida

A lo largo de su vida Shankara asombró a muchos con su inteligencia y conocimiento. Comenzó a


escribir su propio análisis de los Upanishads, Brahma Sutras y el Bhagavad Gita a una edad muy
temprana. Desde su infancia, estaba ansioso por convertirse en monje. Aunque su idea de
convertirse en monje fue rechazada por su madre, Shankara sabía exactamente lo que tenía que
hacer. Una vez que acompañó a su madre a un río cercano y se zambulló en el mismo, apareció de
repente un cocodrilo y agarró su pierna. Shankara gritó a su madre, diciendo que un cocodrilo lo
estaba arrastrando al río. Pero su madre se sintió impotente, entonces Shankara la instó a dejarlo
morir como monje. Tan pronto como Aryamba dio su consentimiento, el cocodrilo soltó a
Shankara y regresó al río. Shankara salió milagrosamente ileso del trance y se convirtió en monje
porque su madre ya le había dado permiso para hacerlo.

Luego fue en busca de un gurú y según algunas escrituras antiguas, el joven Shankara caminó al
menos 2000 kilómetros antes de conocer a Govinda Bhagavatpada. Bajo la guía de Govinda
Bhagavatpada, Shankara estudió el Gaudapadiya Karika, Brahmasutra, los Vedas y los
Upanishads. Para asombro de su maestro, Shankara pudo dominar las escrituras antiguas en poco
tiempo. Incluso comenzó a escribir comentarios sobre los principales escritos religiosos. Una vez
que tuvo una comprensión clara de los antiguos escritos hindúes, comenzó a viajar por la India,
propagando el Advaita Vedanta y Dashanami Sampradaya. Durante el curso de su viaje, las
enseñanzas de Shankara fueron puestas en duda por muchos filósofos y pensadores. Incluso
estuvo involucrado en una serie de debates relacionados con el hinduismo y sus creencias, pero
Shankara logró asombrar a todos los incrédulos con su inteligencia y claridad. Más tarde se fueron
propagando sus ideas y pronto fue aceptado como un gurú.

Discípulos

Shankara llegó a ser conocido como Shankaracharya entre sus discípulos. A pesar de que tenía
varios discípulos solo cuatro de ellos alcanzarían una gran sabiduría para luego ser considerados
los principales discípulos de Shankaracharya. También se les confió la responsabilidad de dirigir
los cuatro monasterios (Mathas) fundados por Shankaracharya. Estos son los cuatro discípulos de
Shankara:

Padmapada - Padmapada nació como Sanandana y más tarde se convirtió en uno de los
seguidores más ardientes de Adi Shankaracharya. Según los textos antiguos, Sanandana estaba
secando la ropa de su maestro en las orillas del Ganges, cuando Shankaracharya pidió su ropa
desde el otro lado del río, Sanandana comenzó a cruzar el poderoso Ganges, sosteniendo la ropa de
su maestro cerca de su pecho. Para asombro de todos, muchos lotos emergieron del río y
soportaron el peso de Sanandana, salvándolo de ahogarse. Después de cruzar el río, Sanandana le
entregó la ropa a Shankaracharya, que luego le otorgó el nombre Padmapada, que literalmente
significa "el que tiene pies de loto". Padmapada fundó el Thekke Matham, un monasterio en
Thrissur, Kerala.

Totakacharya - Totakacharya nació como Giri y se convirtió en discípulo de Adi Shankaracharya


a una edad muy temprana. Giri fue considerado un tonto por los otros discípulos de
Shankaracharya. Apenas le interesaba aprender, pero estaba completamente dedicado a su
maestro. En una ocasión cuando Shankaracharya suspendió sus enseñanzas y esperaba
pacientemente a que Giri se uniera al resto de sus discípulos, Padmapada le pidió a su maestro que
siguiera adelante ya que pensaba que enseñarle algo a Giri era una pérdida de tiempo.
Shankaracharya decidió recompensar a Giri por su devoción y transfirió mentalmente todos sus
conocimientos a Giri. Después de eso Giri compuso un poema llamado "Totakashtakam" y llegó a
ser conocido como Totakacharya. Totakacharya fundó un monasterio llamado "Vadakke
Modam" en Thrissur.

Hasta Malaka - Cuando Shankaracharya visitó una aldea cerca de Kollur (Karnataka), un
brahmán llamado Prabhakara se adelantó, junto con su hijo, para encontrarse con él. Prabhakara
le dijo que su hijo era un lunático y que no sirvía para nada. Shankaracharya miró a su hijo y le
hizo algunas preguntas. El niño respondió en versos que explicaban la filosofía del Advaita.
Sorprendido por su conocimiento, Shankaracharya lo llamó Hasta Malaka y lo aceptó como su
discípulo. Hasta Malaka fundó "Idayil Matham" en Thrissur.

Sureshvara - Sureshvara nació como Mandana Misra y vivía como un cabeza de familia
promedio. Misra fue un brillante exponente de "Karma Mimamsa" y fue considerado
contemporáneo de Shankaracharya. Cuando Shankaracharya finalmente se encontró con el famoso
Mandana Misra, lo desafió a un debate. Después de un debate muy intenso que duró meses,
Mandana Misra finalmente aceptó la derrota y se convirtió en discípulo de Shankaracharya. Llegó
a ser conocido como Sureshvara y fundó "Naduvil Matham" en Thrissur.

Muerte

A la edad de 32 años, Adi Shankaracharya se retiró a los Himalayas y se cree que entró en una
cueva cerca de Kedarnath. Nunca más fue visto y la cueva se considera su lugar de descanso final.

Trabajos

Adi Shankaracharya es famoso por sus comentarios espectaculares sobre textos antiguos. Su
revisión de Brahma Sutra se conoce como Brahmasutrabhasya, y es el comentario
sobreviviente más antiguo sobre Brahma Sutra y se le considera como su mejor trabajo. Escribió
comentarios sobre el Bhagavad Gita y los diez principales Upanishads. Adi Shankaracharya
también es conocido por sus Stotras (poemas). Compuso muchos poemas, alabando a los dioses y
diosas. Los dedicados a Krishna y Shiva se consideran los más importantes entre sus Stotras.
También compuso el famoso Upadesasahasri que literalmente se traduce en "Las mil enseñanzas".
Upadesasahasri es una de sus obras filosóficas más importantes.

Filosofía
La filosofía de Adi Shankaracharya fue simple y directa. El Alma Suprema (Conciendia Infinita)
es la única real e inmutable mientras que el Alma Individual (Jiva) es una entidad ilusoria y que
no tiene existencia real en absoluto.

Influencia en el hinduismo

Adi Shankaracharya se convirtió en una figura clave en la restauración de la creencia en los Vedas
y Upanishads. El Smartismo, una subsección del hinduismo, se formó en base a sus enseñanzas.
También se le atribuye haber logrado que los hindúes comprendan la existencia de un Ser
Supremo. Explicó que todas las demás deidades son solo formas y manifestaciones diferentes del
Ser Supremo. Los monasterios fundados por Shankaracharya tuvieron una gran influencia en la
reforma del hinduismo.

Mathas (Monasterios)

Adi Shankaracharya fundó cuatro monasterios (mathas), uno en cada uno de los cuatro puntos
cardinales de la India. Aquí están los cuatro mathas fundados por Shankara:

Sringeri Sharada Peetham: este fue el primer monasterio fundado por Adi Shankaracharya. Se
encuentra en la parte sur de la India, a lo largo de las orillas del río Tunga. Sureshvara se convirtió
en la cabeza de este matha cuando Shankaracharya avanzó para establecer otros mathas. Sringeri
Sharada Peetham proclama "Aham Brahmasmi" (Yo soy Brahman) y se formó sobre la base de
Yajur Veda.

Dvaraka Pitha - Dvaraka Pitha se encuentra en la parte occidental de la India. Hasta Malaka, que
llegó a conocerse como Hastamalakacharya, se convirtió en la cabeza de este matha. Dvaraka Pitha
defiende "Tattvamasi" (Eso eres) y se formó sobre la base de Sama Veda.

Jyotirmatha Peetham: este monasterio se encuentra en la parte norte de la India. Totakacharya se


hizo la cabeza de este matha que aboga por "Ayamatma Brahma" (Este Atman es Brahman).
Jyotirmatha Peetham se formó sobre la base de Atharva Veda.

Govardhana matha - Govardhana matha se encuentra en la parte oriental de la India. El matha es


una parte del famoso templo de Jagannath. Padmapada se hizo el cabeza de este monasterio que
defiende "Prajnanam Brahma" (La Conciencia es Brahman). Se formó sobre la base de Rig
Veda.
Atma Bhava Blog

Swami Sivananda

Atmabhava: Ama a tu prójimo como a ti mismo / Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo
22:39)

A que fueron los evangelizadores cristianos a la India? A predicarles lo que ya sabían? Cuanta
soberbia espiritual, solo perseguian el poder, riquezas y la expansión a través del proselitismo, ese
era su objetivo. (Nota del editor).

Si ayudas a otros, sírvelos con atma bhava, con la sensación de que estás viviendo en el otro.
Atmabhava es el sentimiento profundo, Bhava, de que cada Atma es uno mismo . A Swami
Sivananda le gustaba decir: "Sirve a todos con atma bhava". Es decir, sirve a todos con la idea de
que el otro es tu verdadero yo. Tienes a Atman en ti y todos los demás tienen Atman. Y Atman es
uno, solo hay un Atma.

Swami Sivananda siempre dijo: "Te das cuenta de tu ser superior sirviendo a otros". Si sirves a
otros, no pienses que estás sirviendo a otra persona, pero practica Atmabhava, es decir, sentir lo
profundo en el otro es lo tuyo en sí. Que el otro es tu propio yo, también te darás cuenta de que si le
haces bien a alguien y él es feliz, tú también eres feliz, porque la alegría del otro también es tu
propia alegría.
Kaivalya Blog

Liberación de la esclavitud

Qué es Kaivalya? Kaivalya significa el estado de soledad, en oposición al estado de dualidad y


apego. No debe confundirse con vivir en soledad o en reclusión.

Kaivalya es un estado de liberación de la esclavitud, los apegos, el egoísmo, la dualidad, la


atracción y la aversión y el ciclo de nacimientos y muertes. El que llega a esta etapa se llama
Kevalin, el que siempre está solo.

Kailvalya se logra venciendo los deseos y el apego por los placeres mundanos y los objetos de los
sentidos. No es solo un estado de libertad mental, sino también de la libertad de las
modificaciones de la mente misma.

Mientras está en el cuerpo, un Kevalin experimenta la soledad en un estado de autoabsorción, en


el cual la mente está en silencio y los deseos están dormidos, la dualidad del conocedor y lo
conocido está ausente.

Un Kevalin logra la libertad al no rehuir las dualidades sino permanecer igual a ellas, al no elegir
y descartar, sino al abrazar la vida en su totalidad sin elección ni preferencia.

En la vida normal, estamos sujetos a las dualidades de la vida, como el calor y el frío, el conocedor
y lo conocido, lo bueno y lo malo, etc. Kaivalya es la ausencia de tales dualidades. Es la ausencia
de otredad, la sensación de separación, el anhelo de la vida, la necesidad de ser y de tener, la
dependencia mental del mundo y de otros para la aprobación, la seguridad, la comodidad y el
amor.

El estado de soledad se logra mediante la autopurificación y la transformación interna, a través de


la práctica de la autoinvestigación.
El supremo Brahman es Uno. El verdadero estado de Brahman es la soledad. Un Kevalin
refleja este estado en su mundo interior. Él permanece separado y absorto en sí mismo.

Un Kevalin no detesta las personas o relaciones. Él permanece separado del mundo, incluso
cuando vive en él.

Puede expresar amor y compasión por los demás, pero no se guía por ningún motivo al hacerlo. Él
expresa esas emociones superiores ya que está establecido en la conciencia suprema, y canaliza
su naturaleza suprema.

Un Kevalin no molesta a los demás ni se siente perturbado por las acciones de los demás. Él
permanece en silencio en medio de la turbulencia y estable en la realización de las acciones.

Un Kevalin no está unido ni siquiera a Dios ni a la noción de Dios. Él no ve distinción entre Él y


los demás. Se ve a sí mismo en el todo es Uno.

Se vuelve uno con la conciencia universal, del mismo modo que una gota de lluvia cae en el océano
y se convierte en el océano.

El estado de Kaivalya comienza con la renuncia y el rechazo por la vida mundana, el apego y las
relaciones. Un Kevalin continúa en el camino, practicando austeridades y disciplinando su mente
y cuerpo para prolongar el silencio de su mente. Se acerca al estado apasionado de Kaivalya,
cuando su mente sintoniza firmemente con el silencio continuo y permanece estable ante todo el
ruido y las distracciones del mundo. En las etapas finales, un Kevalin encuentra la paz sin la
necesidad del "tener" ni de "elegir", sino estando absorto en el sí mismo y no buscando la
compañía de nadie más que de su propio Ser.

"El estado final de Kaivalya se logra solo cuando borras todos los límites de separación entre ti y
el resto de la creación. Viene cuando borras de tu mente lo que sea que te distinga."

Cuando borras todas las huellas del egoísmo, el deseo y el apego, la ilusión de la dualidad y la
separación desaparecen y entras en el estado supremo de Kaivalya. Te vuelves Brahman, el
único, sin cualidades y distinciones.

El verdadero estado de Kaivalya solo aparece cuando un jivanmukta, una persona liberada,
abandona su cuerpo y se va al mundo inmortal de Brahman. En el mundo de Brahman se
convierte en Brahman.
Los Upanishads Blog

Himalayas del Alma

Los Upanishads son supremas visiones espirituales expresadas verbalmente entre los siglos ocho y
cuarto antes de Jesucristo.

A los primeros Upanishads se agregaron otros que se fueron componiendo hasta el siglo quince de
nuestra era, ampliando o explicando las visiones primeras eternas; y su número aumentó hasta el
punto que se han podido imprimir en sánscrito hasta ciento doce Upanishads. La colección
completa casi iguala a la de los textos de la Biblia. Los dos Upanishads más extensos son el
Chandogya y el Brihadarangaka, de unas cien páginas cada uno. Son tal vez los más antiguos.
El más breve es el Isa Upanishad que sólo tiene dieciocho versículos. No es uno de los más
antiguos, tal vez del tiempo del Bhagavad Gita unos cuatrocientos años antes de Jesucristo, pero
debido a su cósmica grandeza suele encabezar las colecciones de Upanishads en sánscrito en la
India. La palabra Upanishad se relaciona con la raíz sánscrita SAD, estar sentado. En el Sermón
de la Montaña podemos imaginar a los discípulos sentados a los pies del Maestro escuchando el
sublime Upanishad.

El espíritu de los Upanishads lo encontramos en las Palabras del Evangelio "El reino de Dios es
en vosotros"; y en los versos de San Juan de la Cruz cuando el alma, en una noche oscura: Sin
otra luz y guía. Sino la que en el corazón ardía, va a unirse con su Dios."

Anteriores a los primeros Upanishads tenemos en la India la creación de los Vedas, visiones
poéticas y espirituales en las que la imaginación humana ve primero a los dioses y los expresa en
creación poética, y después va avanzando hacia unidades más intensamente poéticas y espirituales
hasta llegar al Brahman único de los Upanishads, unidad suprema como la del Dios uno de
Moisés, del Cristianismo y de la religión Islámica.
Así como San Francisco de Asís se dirige en un canto sublime al Dios de la naturaleza y habla
del "hermano sol, hermano viento, hermana agua y hermano fuego" los ve todos expresando la
gloria de un Dios del universo, y por tanto, Dios del sol del viento, del agua y del fuego, en los
Vedas hay la visión de un dios del sol, un dios del viento, un dios del agua y un dios del fuego, y la
gloriosa poesía de estos y otros dioses. En los Upanishads la visión espiritual y poética va desde
una diversidad hacia una unidad, y de los dioses a Brahmán, el Dios de todos los dioses, suprema
unidad del Universo que reúne y supera su inmensa variedad.

Los creadores de los Upanishads fueron pensadores y poetas; y el poeta bien sabe que si la poesía
nos aleja de lo que se llama realidad es sólo para elevarnos hacia una Realidad más alta donde,
lejos de las limitaciones de un estar, encontramos la infinita alegría de un Ser. Estas creaciones
están tan por encima de la curiosidad arqueológica de algunos eruditos como lo está la luz del sol
por encima de sus definiciones. Necesitamos de la erudición para ir a buscar los frutos de sabiduría
de los tiempos antiguos; pero es sólo una elevación espiritual que nos permite gozar de esos frutos
y transformarlos en vida.

El Brahmán del universo, el Dios trascendente de tiempo y de espacio, pero inmanente en el


tiempo y en el espacio es, según los Upanishads, el mismo Ser nuestro y el Ser de todas las cosas.
El Brahmán trascendente cuando es inmanente en nosotros se llama Atman. Son dos nombres
para un mismo Ser: el Infinito se llama Brahmán, y el Infinito manifestado en lo finito y limitado
se llama entonces Atman. En su eterna clarividencia los maestros supremos vieron un Infinito
de unidad trascendente y al mismo tiempo un Infinito de variedad inmanente. Es el Dios
expresado como el "Todo en el todo" de poetas, místicos y videntes, y después explicado, y a veces
complicado, en teologías que son a la experiencia de algo eterno, lo que la gramática es a la poesía:
un estudio y análisis intelectual, y no experiencia vital, Realidad de vida, una abstracción de
pensamiento como son los números, ideas indispensables para cálculos, pero no cosas que
podamos tocar con las manos exteriormente, aunque mucho menos impalpables ilusiones. Como
nos dice y sugiere el Kena Upanishad, Brahmán o Atman, no es algo que se pueda ver, oír,
gustar o tocar con los sentidos, no es algo que se pueda comprender, imaginar, o concebir con el
pensamiento. Está más allá , de los sentidos y de todo pensamiento. Es un Amor hacia un más allá.
Un Amor a quien va por el camino del amor, y cuanto más puro y más intenso es el amor tanto
más se ve y comprende, se siente y se vive el Amor Infinito. Brahmán no se puede pensar con la
mente; es: "Aquello que hace posible que la mente pueda pensar".

Uno de los mensajes de los Upanishads, explicado después en el Bhagavad Gita, es que sólo
amando se comprende el amor, y no mediante explicaciones o definiciones: amar y saber son, al
principio, divergentes, como los lados de un ángulo; pero a medida que se va subiendo por los dos
lados, el saber comprende más al amor hasta que al fin son uno. El amor puro transforma el estar
en un ser, y en tal sublime transformación, algo finito y temporal se ha convertido en algo infinito y
eterno, lo mortal se ha convertido en algo inmortal. Es como el salir a la luz de dentro una cueva
oscura, un despertar después de dormir, un momento de Eternidad y alegría suprema por encima
de la ilusión de placeres que pasan y dolores que perduran, un ser consciente más allá de un estar
inconsciente, un momento de vida tan intensa, tan absoluta, que permite una fe basada en la
experiencia, y no una creencia procedente de palabras y libros, si bien libros y palabras pueden
ayudar al alma inflamada de anhelos.

En el saber estudiamos la variedad de las cosas, las definimos y comprendemos, y así las
dominamos: es la ciencia. Pero en el amor puro contemplamos las cosas sin deseo de posesión,
sólo por el gozo de la contemplación: es la poesía. En el saber nos separamos de las cosas, pero en
el amor nos unimos con las cosas y en la alegría de la contemplación desaparece el sentido de
posesión, de egoísmo y de destrucción. Un grandioso árbol milenario puede ser objeto de
contemplación en silencio para el poeta, de estudio y gran actividad cerebral para el científico, un
objeto de mero lucro para un comerciante que, sin consideración a la grandeza sublime del árbol
milenario, está dispuesto a comprarlo, venderlo, y hasta quemarlo. ¡Cuando pensamos y
analizamos, vemos las cosas en su variedad; pero cuando amamos, las vemos en su unidad. El
saber amplía la vida tanto hacia el bien como hacia el mal, pero el amor puro la eleva siempre
hacia el bien. Por eso es que el Katha Upanishad dice: "Quien ve la variedad y no la unidad
muere una y otra vez".

El Mandukya Upanishad menciona un cuarto estado de conciencia: Ser Puro, OM, Dios. En el
Chandogya Upanishad, 8.I., encontramos una visión poética de la misma idea: hay en nuestro
corazón un diminuto espacio y, sin embargo, en él moran el sol, la luna y las estrellas, existe todo el
universo, "porque todo el universo es en Él, y Él es en nuestro corazón".

Esta idea sublime, tal vez la más sublime que ha concebido el hombre sobre la tierra, puede ser
objeto de concentración, meditación, contemplación y unión: es la idea central de los Upanishads.
La concentración es una forma intensa de atención. El pajarillo que busca un árbol para construir
su nido, empieza por la atención y concentración. Después parece que considera, instintivamente,
el lugar más seguro y protegido del árbol: es una meditación, superada cuando el hombre de
ciencia considera el mismo árbol. En estas dos actividades intelectuales, o instintivas, hay un
movimiento mental o cerebral. El poeta o el pintor contemplan el árbol, aunque antes hayan
dedicado su atención a pensar. Contemplación es silencio interior. La actividad cerebral y
mental, olas del mar de la mente, se van calmando los ruidos o sonidos exteriores o interiores
desaparecen, y un silencio, más o menos intenso, parece que permite la luz del alma iluminar el
objeto de la contemplación. Nos acercamos a lo infinito y a lo eterno.

El poeta o el pintor ven el árbol en contemplación. Es la visión. Después viene la creación, el


dominio y la técnica de un idioma, o el dominio técnico del pintor, formando la base, el principio
necesario para la expresión poética o artística. En la unión, el conocedor y la cosa conocida son
uno en un momento eterno. El poeta o el pintor por un momento no ven el árbol, son el árbol, y su
intensidad de ser depende de su intensidad de amor; y de su intensidad de visión depende la
grandeza de su creación. La visión pura es la realidad suprema. Pero, desgraciadamente, al lado
de la fe creadora hay el fanatismo destructor, al lado de la visión que eleva, hay la ilusión que
transforma sublimes verdades y visiones espirituales, en bajas ilusiones. Los videntes de los
Upanishads no crearon una religión. Su visión suprema es tan elevada que está por encima de
religiones, de humanismos que quieren substituirla, o de actitudes científicas que quieren
ignorarla, e infinitamente por encima de fanatismos, ilusiones e indiferencias humanas. Su visión
está también por encima de ceremonias religiosas, teologías o filosofías; y presupone una visión
creadora de la mente del hombre de donde proviene todo lo espiritualmente puro, bueno y bello, y
por tanto, verdadero, que haya o pueda haber en religiones, filosofías y teologías. Si la ciencia es
una, la verdad espiritual también es una. Afortunadamente el hombre moderno aspira a esta
unidad; y la indiferencia o repugnancia humanas contra toda forma de fanatismo, intolerancia o
superstición son, tal vez, expresiones inconscientes de los anhelos de bondad, verdad y belleza:
anhelos de amor infinito que residen en el fondo de todo corazón humano, reflejando, como en un
espejo, la luz de un Sol de Amor. El espejo del alma que, por naturaleza, es puro, limpio y claro,
puede sin embargo, encontrarse cubierto de nubes más o menos oscuras, resultado de pasadas o
presentes desarmonías egocéntricas, y las nubes impiden un claro reflejo de la luz pura e impiden
que el alma sienta el Ser Puro, la visión pura y la pura alegría que son el Brahmán de los
Upanishads, el Dios de las religiones, el humanismo puro o razón pura vistos entre las confusiones
y ofuscaciones humanas. Por eso la plegaria pura de los Upanishads es un anhelo de luz pura,
cuando suplica que de las apariencias de la vida, de su noche oscura, y de su muerte final, el Atman
supremo nos conduzca a algo que es Realidad, Luz e Inmortalidad.

En dos versos sánscritos muy posteriores a los tiempos primeros de los Upanishads escuchamos la
plegaria que dice: "Que el hombre malo sea bueno, y que el hombre bueno tenga Paz. Que en la
paz se libere y que el hombre libre dé libertad a otros". Uno de los problemas educativos más
importantes es el inducir a los que poseen más inteligencia, energía, constancia y otras virtudes, a
que las empleen en buena voluntad para ayudar a los otros que no las poseen en tan alto grado: el
camino del hombre sobre la tierra va de lo finito a un Infinito donde no hay más ni menos, pues
hay un Todo en el todo.
Aunque el Brahman de los Upanishads no puede expresarse en palabras, nos dejaron tres palabras
que sugieren su más allá; Sat, Chit, Ananda; Ser, Conciencia y Felicidad.

Según los Upanishads, el espacio y el tiempo son emanaciones de Brahmán cuyo ser es un más allá
del espacio y del tiempo. ¿Por qué? Por la alegría de creación. ¿Por qué hay el mal? Por la alegría
de superarlo con el bien. ¿Por qué hay la oscuridad? Para que la luz pueda brillar más intensa. ¿Por
qué hay el dolor? Para hacer posible la alegría de superarlo, la alegría del sacrificio por amor. ¿Por
qué la creación e infinita evolución del universo? Porque en el fondo todo es amor, y amor puro es
pura alegría.

Entre los libros sagrados de la humanidad, los Upanishads bien pueden llamarse Himalayas del
Alma. Sus apasionadas aventuras para descubrir y encontrar el sol de un Espíritu en nosotros, de
quien tenemos la luz de nuestra conciencia y el fuego de nuestra vida; la grandeza de sus preguntas
y la sublime sencillez de sus respuestas; su irradiante alegría cuando sienten la revelación de lo
Supremo en su alma, y uno de sus poetas puede exclamar: "La luz del sol es la luz que es mía"; sus
paradojas y contradicciones donde encontramos una verdad vital; sus sencillas narraciones donde
con ejemplos concretos se explican las más altas verdades metafísicas con palabras claras como las
de un niño; los resplandores de su visión que revelan la grandeza infinita de nuestro mundo
interior; su gran variedad, pero dentro de una absoluta unidad en su sublime concepción de
Brahman; su fe ardiente y elevadora del alma humana que es una con el Alma Universal; la
tolerancia de los Vedas, pero su interpretación espiritual, y por lo tanto simbólica, de todo ritual
exterior, indicando así el verdadero camino de elevación espiritual a todos los buscadores de buena
voluntad; las semillas de grandes ideas psicológicas y filosóficas; las vastas armonías que resuenan
en sus palabras, su buen sentido y sabiduría espiritual que pueden satisfacer a diferentes
temperamentos en su buscar el camino de la luz; sus imágenes y semejanzas de una gran sencillez
que encontramos repetidas por santos y poetas que nunca conocieron los Upanishads, y así nos
confirman la unidad de toda vida o visión espiritual.

El esplendor de su imaginación romántica que convierte a su creadores en hermanos de espíritu


con los creadores de belleza de todos los tiempos y que nos enseñan como podemos convertir
nuestra vida en una obra de sublime belleza. Una armonía de trompetas resonando en gloria de luz
y de amor que, más allá de dudas y de la muerte, proclama la victoria de nuestra vida inmortal.

¡Shanti! ¡Shanti! ¡Shanti!

Textos centrales del Hinduismo Que son los Upanishads?


Sri Ranjit Maharaj Blog

Satguru

Ranjit Maharaj nació en Bombay el 4 de enero de 1913. Intensamente espiritual cuando era niño,
solía adorar fervientemente al Señor Krishna. "Pero cuando vi a mi gurú me olvidé del Señor
Krishna", diría más tarde.

A la edad de 12 años, conoció a su maestro Siddharameshwar Maharaj, un gran gurú de la


tradición de Navnath Sampradaya que también era el maestro de Nisargadatta Maharaj.
Ranjit Maharaj se quedó con su Gurú desde este momento hasta la muerte de
Siddharameshwar en 1936.

Mientras que el gurú de Siddharameshwar enseñó el largo y difícil camino de dhyana o


meditación, Siddharameshwar comunicó directamente el conocimiento, gyana, de la Realidad
Final a sus discípulos, incluido Ranjit Maharaj. De esta manera, dijo que los estudiantes podían
alcanzar la iluminación muy rápido, como un pájaro que vuela de árbol en árbol y lo llama
Vihangam Marg o el camino del pájaro en comparación con el Pipilika Marg o el camino de la
hormiga enseñada por su Maestro. Fue este camino el que Ranjit Maharaj también enseñó a sus
discípulos.

Después de conocer a su gurú, Sri Ranjit Maharaj continuó viviendo una vida normal. Después de
completar su escolaridad, probó suerte en varios trabajos, incluido el de gerente de un bar, antes
de convertirse en contable.

Sri Ranjit Maharaj no comenzó a enseñar hasta 1983 a la edad de 70 años cuando un número
creciente de buscadores iban apareciendo ante su puerta, después de la muerte de Nisargadatta
Maharaj dos años antes.
Los Satsangs se llevaban a cabo todos los días en su pequeño apartamento de una concurrida
área comercial en Mumbay. Su enseñanza estaba en la continuidad de su maestría, que enfatiza la
simplicidad y la franqueza en el lenguaje.

Sri Ranjit Maharaj hizo su primera gira por el oeste en 1996. Visitó y dio charlas en Estados Unidos
y también en Europa.

A principios de 2000, Sri Ranjit Maharaj sufrió un derrame cerebral, que lo dejó paralizado por un
lado. Ranjit Maharaj falleció el 15 de noviembre del 2000 en su residencia en Bombay. Las
palabras de Maharaj en sus últimos días fueron: No sirve de nada ahora, esto tiene que irse!

Summum Bonum Summum Bonum El bien supremo

 Felicidad

El Bien Supremo

Hay un summum bonum absoluto que debe regir el comportamiento moral del hombre. Sin
embargo, el camino para alcanzar ese gran bien es relativo a cada individuo.

Aristóteles razonó que el único objetivo que el hombre siempre ha buscado, como su fin último, es
la felicidad. Al llevar ese proceso de comprensión un paso más allá, se llega a comprender que el
mayor bien de la humanidad es, de hecho, la alegría. Todo lo demás debería ser un medio para ese
fin.

La alegría, al ser un estado emocional, conlleva sentimientos de felicidad duradera, paz,


satisfacción, altruismo y otros sentimientos positivos únicos. Es un sentimiento interno de rectitud
que trasciende la felicidad de la que habló Aristóteles. Alcanzar el summum bonum, o el mayor
bien de la vida, es el resultado de convertir las potencialidades y propósitos de uno en realidades.

De manera similar a la teoría de autorrealización de Aristóteles, cuando uno falla en seguir el


camino para alcanzar el summum bonum crea una disonancia que produce la antítesis de la
alegría: el estado emocional de la miseria.

Para realizar el summum bonum, uno toma las creencias que uno tiene y actúa sobre ellas. El
potencial, entonces, es la verdadera ideología de un individuo. Es la suma de creencias y
conocimiento que uno tiene, la esencia central del verdadero ser de uno. Convertir ese potencial en
realidad está actuando de acuerdo con esa ideología, por lo tanto, creando armonía entre creencia
y acción. Esto resulta en el logro del summum bonum.
Sócrates presentó la suposición ahora identificada por la frase "conócete a ti mismo". En
esencia, esta teoría establece que un individuo solo encuentra dificultades porque no se conocen a
sí mismo, no conocen su ser consciente o inconsciente, sus limitaciones, habilidades, motivos,
verdadera naturaleza, y todo el rango de su personalidad. Sócrates expone más sobre esta idea al
afirmar que la virtud es conocimiento. Su afirmación es que nadie elegirá conscientemente hacer lo
que es inmoral, porque una acción incorrecta inevitablemente dañará a uno mismo y a los demás.

"Cuanto más se conozca uno de sí mismo, menos mal hará."

Además, Sócrates afirma que la virtud es la felicidad, lo que significa que un hombre que actúa
correctamente actúa por su propio bien, lo que resulta en la felicidad. Al igual que esta idea y
ampliándola, uno debe conocer su verdadera ideología. Si una persona no sabe o no comprende lo
que cree o sabe, ¿cómo puede actuar de acuerdo con esa creencia o conocimiento y alcanzar el
summum bonum? En esencia, esa persona es amoral y no puede distinguir entre lo correcto y lo
incorrecto.

Por lo tanto, el conocimiento del verdadero ser de uno es virtud y la virtud es alegría (el gran bien o
el summum bonum).

Upadesha Sahasri Blog

Las Mil Enseñanzas


Las Mil Enseñanzas "Upadehsa Sahasri" son una exposición de la filosofía no dual escrita por Sri
Shankara, el gran sabio filósofo hindú que estableció las enseñanzas no duales tal y como las conocemos
hoy en día.

La mayoría de los escritos de Shankara son en forma de comentarios sobre otros textos, como los
Upanishads y tratan temas mencionados en esos textos, muchos de los cuales no son temas
centrales para las enseñanzas no duales. Hay otros textos sobre la no dualidad, que a lo largo de los
siglos se han atribuido a Shankara, pero que muchos estudiosos ahora creen que probablemente
fueron escritos por sus seguidores. Es el único texto que no es un comentario sobre otros y que la
mayoría de las autoridades coinciden en que fue escrito definitivamente por el mismo Sri
Shankara, es este texto, conocido como Las Mil Enseñanzas o Upadesasahasri en sánscrito.

Incluso este texto probablemente no fue establecido en su arreglo actual por Shankara. Consiste en
una parte en prosa y una sección métrica más larga, que se puede leer por separado. Establece que
nuestras dificultades son causadas por la ignorancia de nuestro propio "Ser Verdadero" y que
los medios para la liberación, es decir, para la felicidad duradera y la verdadera realización, es el
conocimiento de nuestro verdadero Ser. El único antídoto efectivo contra la ignorancia del sí
mismo es el conocimiento del "Sí Mismo". La verdadera naturaleza del Ser, que es la realidad en
general, se revela, según Shankara, en los Upanishads, aunque se necesita la ayuda y la guía de
un maestro cualificado para comprender completamente y lograr la realización directa.

Shankara analiza la diferencia entre el Sí mismo y el no-Sí mismo, entre la Realidad Absoluta y
lo que no es absolutamente real y es el fundamento de las enseñanzas no duales desde entonces. Él
enseña que no puede haber ningún cambio o proceso de ningún tipo dentro del Absoluto, y que,
por lo tanto, las acciones y métodos de cualquier tipo solo pueden servir para purificar y preparar
la mente, pero no pueden ser la causa inmediata del verdadero conocimiento. Dibuja las
implicaciones de esta comprensión en detalle, guiando la mente a través de sus propios esfuerzos
hasta el punto donde la confianza en cualquier forma o proceso limitado debe cesar.

Es útil en el camino captar la diferencia esencial entre el Yo y el no-yo, entre la Realidad Absoluta
y lo que no es absolutamente real, en la forma establecida por Shankara, que es razonablemente
perfecta y que si se sigue cuidadosamente evita que nos perdamos en distracciones inútiles. El
valor de todas las enseñanzas no duales se puede juzgar por la consistencia de Shankara en los
puntos esenciales.

Las instrucciones contenidas en Upadesha Sahasri serán de gran interés para los estudiantes
académicos de la filosofía no dual. Para algunos investigadores sinceros que practican la
meditación y las disciplinas relacionadas serán sin lugar a dudas unas indicaciones muy útiles para
estudiar detenidamente y obtener una comprensión más profunda de la filosofía no dual.
Calificaciones Blog Calificación Nivel Descripción

Descripción

Avanzado

Alto

Medio

Inicio

Bajo
Estas calificaciones vendrán bien al Sadhaka que viendo un artículo determinado sepa el nivel del
mismo para comprender mejor las explicaciones contenidas. Si la comprensión se hace difícil o
complicada se dará cuenta que la calificación es "avanzada" o "alta" y será conveniente entonces
buscar instrucciones más acordes con su perfil del nivel de la Sadhana Última de la
"Autoinvestigación". Espero que sea de utilidad para los Sadhakas de buena voluntad. Namaskar!

Kata Upanishad Blog

La Revelación de la Verdad Última

El "Katha Upanishad" es un libro sagrado del hinduismo. Es el tercero de los 108 Upanishads que forman la
colección de meditaciones místicas y filosóficas. Este libro consta de dos capítulos (Adhyaya) con tres
secciones (Valli) cada uno y refiere una conversación entre Yama y Nakiketas sobre la muerte.

Los hindúes creen que todas las Upanishads fueron escritas por Viasa entre el 3200 y el 3100 a. C., pero la
mayoría de los historiadores actuales piensan que fueron compuestas desde el siglo VI a. C. hasta nuestros
días.

Estamos ante una lectura obligada para aquellos que siguen la Sadhana de la Autorrealización, el "Kata
Upanishad" nos ofrece una visión muy esclarecedora sobre la muerte, un tema que en Occidente es
considerado tabú y del que se habla muy poco cuando en realidad forma parte de la vida misma siendo como
no podía ser de otra manera su opuesto. Meditando en su lectura el Sadhaka se dará cuenta progresivamente
que la muerte como tal es en realidad una ilusión patética y redícula de Maya. Un espejismo irreal que solo
puede provocar en el sabio realizado una sonora carcajada.

"En el mundo celestial no hay miedo alguno, pues tú no moras allí, oh Muerte. En ese
reino nadie tiene que llegar a la vejez. Allí no hay hambre, ni sed, ni dolor. Todo es gozo
en ese mundo." Nakiketas
El Collar Perdido Blog collar perdido sí mismo

 gran viaje

El "Sí Mismo" siempre está Presente!

No es que sea muy habitual pero a todos nos a pasado que al estar buscando algún objeto resulta que lo
llevávamos encima y claro se nos queda una cara de tontos increíble. Esas cosas pasan y no hay que darle
más importancia de la que tienen.

El ejemplo aqui propuesto del "Collar Perdido" ejemplifica muy bien lo que "Bhagavan" repite una
y otra vez sobre que el "Sí Mismo siempre está presente. Es inútil y absurdo intentar buscarlo y
obtenerlo en el exterior, no se encuentra alli porque eso que ves fuera con los ojos de los sentidos
corporales solo es un pálido y efímero reflejo del resplandor eterno del "Sí Mismo".

Vuelve tu atención hacia el interior y tarde o temprano hallarás ese collar que creías perdido y que
siempre había estado ahí. Una vez hecho este paso tan importante y quizás el más difícil dará
comienzo ese "Gran Viaje" (con maletas - vasanas) con destino final a la estación término del
Autoconocimiento (sin maletas - vasanas).
La noción de que el Sí mismo tiene que ser obtenido no es verdadera, debido a que en realidad,
desde el punto de vista de la verdad, nunca estuvo perdido. Por consiguiente, los sabios dicen que
el Sí mismo real está siempre presente.

Este hecho es ilustrado por el símil del collar perdido, que fue buscado diligentemente mientras
todo el tiempo estuvo en el cuello de la buscadora.

Sanatana Dharma Blog sanatana dharma hinduismo

 moksha

Código Ético

Sanatana Dharma es el nombre original de lo que ahora popularmente se llama hinduismo o


Dharma hindú . Se dice que los términos Hindú e Hinduismo son un desarrollo más reciente,
mientras que el término más preciso es Sanatana Dharma.

Es un código de ética, una forma de vivir a través de la cual uno puede lograr moksha (iluminación,
liberación). Es la cultura más antigua del mundo y la tradición social, espiritual y religiosa de casi
mil millones de habitantes de la tierra. Sanatana Dharma representa mucho más que solo una
religión ; más bien, proporciona a sus seguidores una visión del mundo completa, una forma de
vida y una visión coherente y racional de la realidad.

Definición
Sanatana Dharma es, en esencia, un término que carece de inclinaciones sectarias o divisiones
ideológicas. Esto es evidente por el término mismo. Las dos palabras, "Sanatana Dharma",
provienen del antiguo idioma sánscrito. " Sanatana " es una palabra sánscrita que denota aquello
que es Anadi (sin comienzo), Anantha (sin fin) y no deja de ser, es eterno. Con sus connotaciones
ricas, Dharma no es traducible a ningún otro idioma. Dharma es de dhri, es decir, mantener
juntos, sostener. Su significado aproximado es "Ley Natural", o aquellos principios de realidad que
son inherentes a la naturaleza y el diseño del universo. Por lo tanto, el término Sanatana Dharma
puede traducirse aproximadamente como " la forma natural, antigua y eterna".

Cuando se traduce al inglés, Sanatana se refiere a Eterno, Perenne, Nunca comienza o termina,
Permanece, Universal, Siempre presente, Incesante, Natural y Duradero, mientras que Dharma se
refiere a Armonía, Camino, Rectitud, Compasión, Ley natural, Verdad, Enseñanzas, Tradición,
Filosofía, Orden, Universal, Flujo, Religión, Sabiduría, Conformidad Divina, Norma Cósmica,
Naturaleza Inherente, Ley del Ser y el Deber.".

¿Qué es Sanatana Dharma?


Sanatana Dharma no denota un credo como el cristianismo o el Islam, sino que representa un
código de conducta y un sistema de valores que tiene la libertad espiritual como núcleo. Cualquier
camino o visión espiritual que acepte la libertad espiritual de otros puede considerarse parte de
Sanatana Dharma. Ante todo, Sanatana Dharma es anadi (sin principio) y también a-paurusheya
(sin fundador humano).

Se define por la búsqueda de la verdad cósmica, así como la búsqueda de la verdad física define la
ciencia. Su primer registro es el Rigveda, que es el registro de antiguos sabios que, por cualquier
medio, intentaron aprender la verdad sobre el universo, en relación con el lugar del Hombre en
relación con el cosmos. Vieron a la naturaleza, incluidas todas las cosas vivas y no vivas, como
parte de la misma ecuación cósmica y como impregnada por una conciencia superior.

Esta búsqueda no tiene un comienzo histórico; ni tiene un fundador histórico. Esto no quiere decir
que el Rigveda siempre existió como una obra literaria. Significa que no podemos señalar a un
tiempo o persona en particular en la historia y decir: "Antes de que este hombre hablara, lo que
hay en el Rigveda no existía.

La naturaleza de Sanatana Dharma


 Centrado en Dios en lugar de centrado en los profetas.

 Basada en la experiencia en lugar de la creencia.

 Más allá de cualquier fecha histórica de fundación.

 El proceso de crecimiento, que proviene de la semilla.

 Inherente e inclusivo de todos.

 En el mundo, mientras estás sobre el mundo.

 Ambos inmanente y trascendente.

 El todo y en todas partes.


 Amar a todos, sin excluir a ninguno.

Principios básicos
Sanatana Dharma reconoce que la mayor parte de la aspiración religiosa humana siempre ha sido
desconocida, indefinida y fuera de cualquier creencia institucionalizada. El flujo universal de
Dharma, independientemente de cómo lo llames, ya sea Dharma u otro nombre, ha existido
eternamente. Ha sido antes de que naciera cualquiera de los grandes maestros. No es mejor que, o
alternativa a, pero es inclusivo de todos. Dharma es aquello de lo que emergió nuestra tierra y la
humanidad misma. Dharma no solo es, sino que siempre fue y siempre será. Vivir en alineación y
conocer la verdadera naturaleza de ese Sanatana Dharma es una de las formas de describir el
objetivo superior de la vida. El Sanatana Dharma concede especial relevancia a la experiencia
espiritual individual sobre cualquier doctrina religiosa formal.

Dondequiera que se manifieste la Verdad Universal, hay Sanatana Dharma, ya sea en el campo de
la religión, arte o ciencia, o en la vida de una persona o comunidad. Dondequiera que la Verdad
Universal no sea reconocida o se reduzca y se limite a un grupo, libro o persona en particular,
incluso si se hace en nombre de Dios, allí Sanatana Dharma deja de ser efectiva, cualquiera que sea
la actividad y el nombre que sea. Sanatana Dharma se compone de leyes espirituales que
gobiernan la existencia humana. Sanatana Dharma es para la vida humana lo que las leyes
naturales son para los fenómenos físicos. Así como la ley de la gravedad existía antes de su
descubrimiento, las leyes espirituales de la vida son leyes eternas que existían antes de que fueran
descubiertas por los antiguos rishis (sabios).

Sanatana Dharma declara que algo no puede salir de la nada y, por lo tanto, el universo mismo es
la manifestación del ser Divino. Así como las leyes de la gravedad, las matemáticas o la lógica no
están abiertas al debate sectario ni a la opinión relativa (la gravedad, por ejemplo, es una ley
inherente a la naturaleza independientemente de si creemos en la ley de la gravedad o no), las
leyes sutiles de Dios trascienden todas las preocupaciones partidistas.

El mundo está compuesto por tres tendencias llamadas gunas: sátvica, rajásica y tamásica. Las
tendencias sáttvicas son las que son puras, limpias, buenas, sanas, calmantes y pacíficas. Las
tendencias rajásicas son aquellas que son activas, conmovedoras, indecisas y contundentes. Las
tendencias tamásicas son aquellas que son inertes, perezosas, aburridas y oscuras. Si no fuera por
estas tres tendencias, no existiríamos. Todo es una mezcla de ellas. Incluso un santo, que es
principalmente sáttvico, tiene un cierto nivel de rajas y tamas en él / ella, por pequeño que sea.

Sanatan Dharma utiliza el yoga como medio para alcanzar el moksha (realización de Dios). El yoga
ha sido pobremente traducido con el significado de "unión". Significa "unión", pero esa es una
definición muy pobre porque abarca mucho más. El yoga es la unión con Brahman (Dios
Absoluto). El yoga es también el medio para lograr la unión con Brahman. Por lo tanto, la palabra
yoga no es simplemente una declaración de unión, sino que abarca la experiencia real de la
liberación.
Bhagavan Ramana Maharshi Blog

 Bhagavan Ramana Maharshi Advaita Satguru

Satgurú

Bhagavan Sri Ramana Maharshi (1879 - 1950) ha sido considerado uno de los sabios más importantes del
siglo XX. Nació en 1879 cerca de Madurai, Tamilnadu.
Su padre era granjero. Él era el segundo de tres hijos. La familia era muy religiosa,
ofreciendo ofrendas rituales a la deidad de la familia y visitando los templos. Un aspecto
inusual de la historia de su familia fue una maldición que fue impuesta a la familia por un
monje errante a quien un miembro de la familia le negó la comida. El monje decretó que en
cada generación, un niño de la familia renunciaría al mundo para llevar una vida de
penitencia y austeridad.

Ramana no estaba interesado en la escuela y se distraía durante el trabajo. Tenía una marcada
inclinación hacia la introspección y el autoanálisis. Solía hacer preguntas fundamentales sobre la
identidad, como la pregunta ¿quién soy?". Siempre estaba buscando la respuesta al misterio de
su propia identidad y origen.

Un aspecto peculiar de la personalidad de Ramana fue su capacidad para dormir profundamente.


Podía ser golpeado o llevado de un lugar a otro mientras dormía y no se despertaba. A veces, en
tono de broma, se lo llamaba "Kumbhakarna" por una figura del Ramayana que dormía
profundamente durante meses.

En el verano de 1896, Ramana entró en un estado alterado de conciencia que tuvo un profundo
efecto en él. Experimentó lo que entendió como su propia muerte, y luego volvió a la vida.

También tuvo destellos espontáneos de visiones en los que se percibía a sí mismo como una
esencia independiente del cuerpo. Durante estos eventos, se sintió como una entidad eterna,
existiendo sin dependencia del cuerpo físico o mundo material.

Junto con estas intuiciones vino una fascinación por la palabra "Arunachala" que llevaba
asociaciones de profunda reverencia y una sensación de que su destino estaba estrechamente
entrelazado con este sonido único. A la edad de dieciséis años, Ramana escuchó que realmente
existía un lugar llamado Arunachala (el nombre de la ciudad moderna es Tiruvannamalai) y esto
le proporcionó una gran felicidad.

Ramana estaba llegando al final de la escuela secundaria cuando una crítica descuidada que lo
describió como una persona que no era apta para ser estudiante lo llevó a tomar la decisión final de
abandonar la escuela. Había estado leyendo un libro sobre famosos santos tamiles y resolvió
abandonar su hogar y llevar la vida de un buscador espiritual. Naturalmente, él planeó ir a
Arunachala, el lugar que fue el punto focal de todos sus ideales espirituales.

Cuando tenía diecisiete años, Ramama se fue a Arunachala, llegando después de cuatro días de
viaje en tren principalmente. Fue directamente al santuario central en el templo y se dirigió al
símbolo de Shiva declarando que había renunciado a todo y había venido a Arunachala en
respuesta a la llamada del Dios.

Ramana pasó diez años viviendo en templos y cuevas meditando y persiguiendo la purificación
espiritual, manteniendo las disciplinas del silencio y desapego. En este punto, su reputación como
un maestro serio (se llamaba Brahma Swami) comenzó a crecer y otros buscadores comenzaron
a visitarlo. Sus discípulos, algunos de los cuales eran individuos cultos, comenzaron a traerle libros
sagrados. Se familiarizó con las tradiciones religiosas del sur de la India escritas en los diferentes
idiomas regionales.

Los primeros discípulos tuvieron dificultades para aprender acerca de los antecedentes de Ramana
e incluso de su lengua materna porque él siempre guardó silencio y se negó a hablar. Con el paso
del tiempo cesó su fase ascética y comenzó a vivir una vida más normal en el entorno del ashram.
Mucha gente vino a visitarlo con problemas de toda índole, tanto de la India como del extranjero.

Los discípulos de Ramana construyeron un ashram y un templo y un espacio para acomodar a los
muchos visitantes. Todos comieron de la misma comida y Ramana se sentó con el resto de la gente
durante las comidas y no esperaba un trato especial. El ashram era un santuario para los animales
y Ramana tenía gran afición por las vacas, monos, pájaros y ardillas que habitaban los jardines.

"Ramana continuó practicando el método de investigación sobre la naturaleza del "Yo" mejor
expresado por la pregunta "¿quién soy yo?".

Ramana no era un gurú en el sentido clásico de un maestro que da instrucción de forma regular o
mantras durante la iniciación. De hecho, si el buscador quería practicar la repetición de un mantra
en lugar del "¿quién soy yo?" método de auto-investigación, recomendó repetir el pronombre
"I" o la frase "Yo soy" en lugar de repetir las palabras sagradas en sánscrito o los nombres de los
dioses. Esto enfocó la mente de la persona en "ser él mismo" o el misterio de su propia conciencia
en lugar de un objeto externo o palabra.

Su pensamiento suele inscribirse dentro de la corriente Advaita Vedanta (no-dualidad). Su


poderoso silencio y su enseñanza de la auto-investigación como técnica de profundización en el
conocimiento de uno mismo supusieron el reconocimiento unánime de la grandeza de su legado.
Durante la mayor parte de su vida, vivió en la colina sagrada de Arunáchala en Tiruvannámalai
(Tamil Nadu, India), donde lo visitaron miles de personas que dejaron testimonio de la profunda
paz y sabiduría que constantemente emanaban de su sencilla presencia.

Bhagavan

Fundación Sri Ramana Maharsi

La Mirada secreta
Trascendiendo lo psicológico

 CAMINANDO CONTACTO PRESENTACION

Archivo de la etiqueta: Consuelo Martín


9 de abril de 2017
2 comentarios
La Mirada Secreta, verdad, viendo

Cómo investigar
Ver la Verdad es Ser la Verdad.

Consuelo Martín

Para investigar de verdad la Verdad de todo y todos, necesitamos desprendernos de lo que creemos saber.
Investigar sobre la Realidad se parece más a una investigación de campo en el que la observación neutral
hace su trabajo, sin hipótesis ni resultados. Sólo ver.

Sólo escuchar lo que el Ver nos enseña.

Ver y escuchar requieren de lo mismo dentro nuestro. Requieren del silencio de lo conocido, una atención
vacía de contenidos. En el ver y en el escuchar no hay nadie viendo y escuchando, porque cuando
escuchamos o miramos de verdad, no hay nadie pensando. No hay pensamientos que estén diciendo “estoy
de acuerdo” o “no estoy de acuerdo”. Solo hay ese ver y ese escuchar. Ahí es donde se realiza el atisbo de la
Verdad, “verdad” sinónimo de “realidad”.

El ver y el escuchar puros, sin juicios sobre lo que se está percibiendo, es una actitud de plena atención
totalmente despierta en una mente totalmente pasiva. Se parece mucho a mirar un paisaje en donde la mirada
se abre sin ningún esfuerzo, sin que quede fijada a nada en concreto.

Es un ver que se siente, pero no emocionalmente. Es un escuchar que comprende, pero no mentalmente.

No hay verdad en lo concreto, porque lo concreto siempre es una parte que se separa del todo. Por eso, la
verdad nunca está en la respuesta. La verdad está en la colocación de la mirada.

Es la pregunta la que nos conduce a la Verdad, no la respuesta.

Y en cambio el buscador busca respuestas, respuestas concretas, porque busca desde la mente concreta. Y
cualquier respuesta es la muerte de la Verdad porque

la Verdad es infinita y ni deja nada fuera ni puede encerrarse en respuesta alguna.

Y son las respuestas las que montan escuela, las que crean doctrinas, las que separan y enfrentan.

La verdad no vive en ningún sitio concreto. No se la puede buscar en ningún sitio. La verdad no hace
desaparecer lo concreto sino que hace ver lo concreto en su justa medida, como algo relativo, como algo
aparente. En la verdad no hay un yo separado. Es atraBesando lo concreto cuando encuentras lo infinito de
lo que no se puede hablar.
La verdad es intangible y sin embargo es de una contundencia que está más allá de cualquier posibilidad de
duda. Por eso ver la Verdad no conduce nunca a la necesidad de defenderla. Porque sólo defendemos aquello
sobre lo que dudamos.

El buscador va acumulando y coleccionando respuestas y va modificando lo concreto aparentemente


adaptado a la verdad, hasta que un día se da cuenta de que la Verdad no está en lo visto sino en la mirada que
ve.

¡Bendita mirada!

¡Feliz Ahora!

Lo que queda

“Acallando el movimiento mental, dejándolo tranquilo… la realidad se presenta


tal cual es…”

Consuelo Martín

En el dulce silencio, los sonidos mentales resbalan en la conciencia como resbalan las gotas de lluvia en el
cristal y surge la mirada secreta para hablar con palabras que no se oyen al oido de quien esto escribe…

Decimos que no sabemos silenciar la mente porque creemos que hemos de conseguir no pensar en nada.
Para tener éxito, nos esforzamos, luchamos contra los pensamientos y fracasamos una y otra vez.

¡Pobres hombres de buena voluntad!- bromea la mirada. ¡Si supieran que ya saben silenciarla!

¿Cómo?- le pregunto. Pues ¿como haces cada noche para caer en el sueño?- me dice. Cierro los ojos, dejo
que la respiración se enlentezca, a su ritmo, sin forzar nada. Los pensamientos vagan y yo, ¡oh, mirada!, no
hago nada. ¡Eso es! ¿Cómo voy a ser capaz de dejar de pensar si eso mismo es ya un pensamiento? De día,
la única diferencia es que me mantengo “despierto” en ese mismo estado en el que entro para dormir por las
noches. Mantengo la conciencia despierta y la mente en ese vagar del que poco me entero por no prestarle
atención. Y entonces el dulce silencio empapa la conciencia como la lluvia, a veces poquito a poco, a veces
como en un chaparrón.

Cuando el dulce silencio llena a la persona, pasan muchas muchas cosas. Cuando la mente deja de sonar por
encima de todo, cuando no se le presta atención sencillamente porque no se la escucha, con los
pensamientos desaparece toda creación mental: desaparecen los deseos, las preocupaciones, los miedos.
Cuando no pienso, desaparecen los enfados, las angustias, las guerras contra los demás o contra mi. Aquí no
hay culpables ni culpas. No hay nada que deba hacer. No hay pasado ni futuro. Aquí no hay ideas sobre
quien soy o sobre cómo debería ser. Ni sobre quién eres o como deberías ser. En el dulce silencio, por no
haber no hay ni yo, ni mi, ni mío, ni tu ni tuyo. Es muy impresionante. Porque aquí es cuando realmente
descubro que
todo lo que desaparece junto con los pensamientos, solo vive en mi cabeza. No es real

Y también, todavía más importante, descubro lo que queda. Y

lo que queda es paz. Paz y disponibilidad.

Cuando vives más allá de lo pensado, en el dulce silencio, nada quieres y nada rechazas. Ya no falta ni sobra
nada y eso hace que estés en total apertura para lo que la vida te traiga a cada momento. Y eso es FLUIR. Es
la disponibilidad que tiene la taza vacía, la habitación sin ocupar. La disponibilidad que tiene quien ama.
Porque

amor y disponibilidad son uno

Esa paz que todo acoge da permiso a la Vida para utilizar las capacidades de esta persona (capacidades que
la mente de la propia persona desconoce en su totalidad). Y la persona, como todo en la naturaleza, es
utilizada inteligentemente en cada instante (eso es DEJARSE SER) para mayor bien del todo (eso es
AMOR) y su acción es espontánea (eso es VIVIR POR INSPIRACIÓN). En el dulce silencio, la Vida y yo
no estamos separados. En el dulce silencio, soy Vida.

Y la felicidad profunda que me da el dormir, felicidad del estado sin mente, es de lo que esta Paz está
coloreada. Por eso, trascendiendo todo tiempo, declara la mirada lo que nunca fue un deseo sino su estado
natural:

¡FELIZ AHORA!

¡FELIZ…

“La vida es nueva a cada instante.”

Consuelo Martín

¡Feliz año! ¡Feliz año!- exclamaban todos, alborozados. Se abrazaban unos a otros deseándose felicidad para
el nuevo año en el que acababan de entrar. Era bello ver como cada quien iba abrazando a cada uno con el
mejor de los deseos. No sé si alguno estaría por dentro pasando un mal momento pero ni así nublaba su
sonrisa aquella entrada en el nuevo año.
La mirada secreta gravitaba silenciosa sobre nuestras cabezas -así lo hace siempre- y veía -es lo que mejor se
le da-. Veía como cada uno dejaba atrás, ni que fuera por un rato, las diferencias, los malos momentos, las
preocupaciones… veía como todos se sacaban la mente ese ratito y sólo habían buenas intenciones,
repartición de alegría y mucha, mucha esperanza.
La mirada veía en ese momento un grupo de personas que estrenaban vida. Sí. Estrenaban vida. Y eso es
decir mucho, muchísimo. Durante unos minutos, todos los que estaban allí estrenaban vida con la misma
alegría con la que estrenamos todo lo nuevo. Eso es. Estrenaban año nuevo -de hecho me parece que se
llama así: año nuevo-…
¡Ah! ¡Qué maravilla estrenar lo nuevo! Abrir el paquetito para ver que esconde. La emoción de descubrir lo
nuevo, en el que lo desconocido no da miedo sino que hace cosquillas en la barriga.
Alegría, abrazos amorosos volando, atravesando, enredándose con otros abrazos… esperanza… En ese
momento todos abiertos a lo que vendrá, sin expectativas.
La mirada secreta veía a todos ¡felicitándose! Expresaban su deseo de que el otro fuera feliz en el nuevo año
que se acababa de estrenar.
Andaba como todos allí, ¡Feliz año! ¡Feliz año! Y ¡pum!…. la mirada me susurró así, sin más: ¿Feliz año?…
Bueno, mi dulce mirada, ahora voy a bailar- le dije. Si acaso, en sueños me dices que ver en tu pregunta
extraña…

Al cabo de un rato, ya en la cama…..-“Año nuevo… vida nueva” dicen por ahí. ¿Qué querría la mirada hace
un rato en pleno estallido de alegría y esperanza, con su pregunta extraña?…- zzzzzzzzzzzzzz
Hoy el mundo pasea en silencio. El mar está bellísimo. Quizás también estrena… ¿qué? ¿Felicidad?
Uffff. Ya está. Con la brisa del mar, la sal de la lágrima se hace uno.
Cumplimos año el 1 de enero porque así nos lo hemos inventado. Y la mente como siempre, nada se plantea.
Pero esa felicidad del estreno, ese abrazar a todos repartiendo esperanza, alegría, eso no es inventado. Sale
del corazón. Y es el corazón que me va a mil ahora. Veo.
Con la mirada atraBesándome, a todos y cada uno os abrazo. Pero ya no puedo desearos un feliz año. ¿Cómo
podría? Os deseo lo que siempre me hizo la mirada desearos: ¡Feliz Ahora! ¡Feliz Vida a cada instante!
Porque eso sí es verdad.
No tengamos miedo.

Estrenemos la Vida a cada instante porque a cada instante es nueva.

Festejemos la entrada eternamente nueva de vida. Expresemos nuestro deseo de felicidad a todos los seres
en este justo Instante Nuevo que es lo que realmente la Vida es. Vivamos abrazándonos, abriendo el Ahora
con la emoción de descubrir lo que nunca antes habíamos visto. Maravillemonos de la explosión de vida que
es vivir celebrando. Salgamos de la mente racional como hicimos ayer por un momento y repartamos
buenas intenciones, alegría , abrazos y mucha, mucha esperanza. ¡Estrenemos Vida!
¡Feliz Ahora!

¿Dónde está tu tesoro?

La verdad no está aquí o allí. La verdad es un estado de conciencia.

Consuelo Martín

Cuatro grandes piedras en forma de corazón fueron halladas.

… Una aquí, la otra allá, siempre en medio del camino.


El indio rastreador las vio con su mirada entregada y absorta en su tesoro. Era tan grande su anhelo por
encontrarlo que no solo vio meras piedras, sino señales que le indicaban que iba por buen camino. El indio
rastreador sabía que tenía que

estar muy despierto para ver más allá de las apariencias,

para ver las señales.

Alguno podría decir que fueron las piedras las que le llevaron a encontrar su tesoro. Y sí. Pero eso no fue
todo. De hecho las piedras fueron lo de menos -¡muchos habían pasado antes por ahí y no habían visto
nada!-. Lo de más fue su anhelo y la total entrega de su mirada: nada de lo que veía le distraía de su camino

a menos que en ello intuyera la verdad de su andar.

El indio nunca pensó por donde ir, o si estaba en buenas condiciones para seguir, o si tenía las cualidades
necesarias o si era suficientemente inteligente o si tenía que tener un plan mejor… De hecho,

nunca pensó en nada.

Su corazón centrado en su tesoro y su mirada entregada eran su luz, su fuerza y su confianza.

Fue así que el indio, en un instante inesperado, descubrió su tesoro. Y lo más sorprendente es que el tesoro
no estaba en ninguna parte, como al principio de su andadura creyó. El tesoro estaba en todas partes y en
ninguna.

El tesoro surgía allí donde se posaba su vista. El tesoro estaba en la mirada.

A día de hoy, el indio rastreador sigue caminando sin pensar en nada. Llenito de ananda. El ansia

transformada en amor infinito, en infinita mirada.

¡Gracias mirada secreta! ¡Feliz Ahora!


Entradas de la mirada secreta, relacionadas: Los cuentos de la Mirada I. El indio rastreador ; Lo mas
importante

La dimensión relativa

La plenitud no tiene contrarios

Consuelo Martín

¿Qué nos pasa a los seres humanos que todos nos sentimos incompletos?- le pregunto hoy a la mirada
secreta.

Y Ella, feliz de expresarse (así es su naturaleza) me habla de la dimensión de la relatividad…

Hay infinitas dimensiones en este mundo. Infinitas dimensiones que conviven superpuestas, la mayoría
desconocidas a la conciencia humana, aunque las estemos viviendo. Y una de ellas es la dimensión de la
relatividad.

Ya en otras ocasiones, la mirada me habló de “lo que sobra y lo que falta“, de vivir en plenitud. Y cómo esta
visión nos hace vivir sin ver, como si no estuviéramos completos. Porque

creemos que para sentirnos en plenitud hemos de tener todo lo que deseamos.

Delante de mi hay una piscina que solo se puede llenar hasta el límite que marca un escape en la pared.
¿Está la piscina medio llena o medio vacía? Eso me recuerda al disco rallado de lo del vaso medio lleno y el
vaso medio vacío (disco rallado de la mente que siempre habla de lo conocido…)

La mirada me increpa a seguir investigando…

Así dice la mente: si vemos el vaso medio vacío, somos negativos. Y si lo vemos medio lleno somos
positivos, optimistas y parece que tenemos más puntos para ser felices, para vivir en plenitud. Así que
tratamos de verlo medio lleno. Y si no podemos, buscamos ayuda para que nos enseñen a verlo medio lleno.
Pero, ¿cuál es la verdad?

Para creernos que el vaso está medio vacío o medio lleno, hemos de juzgarlo en relación a algo. En este
caso, podría ser muy bien la capacidad que tiene el vaso… Ahora imagina la misma cantidad de agua en un
vaso la mitad de pequeño… ¿Estaría medio “algo” o estaría lleno? Entonces, ¿qué estamos valorando?

Medio vacío… Medio lleno… Vacío…. Lleno…. Todo lo que valoramos lo solemos valorar con respecto a
algo -en este caso, la cantidad de agua respecto al tamaño del vaso- y por lo tanto,

es una valoración relativa que no tiene más verdad que la que da esa perspectiva concreta.
¡Oh, mirada! ¿Dónde está la verdad? ¿Dónde está la plenitud?

La verdad, lo real, no puede depender de nada. Ha de ser en si misma. Todo juicio, toda valoración que
depende de algo no tiene verdad en si mismo. ¿Para qué voy a estar tratando de ver el vaso medio lleno?
¿Con qué propósito? ¿Es para creer que tengo suficiente? ¿Mucho?…. ¿Con respecto a qué?

Si es para sentirme satisfecho, esa satisfacción será tan endeble como endeble es la verdad que se atribuye a
lo relativo. Endeble y pasajera. Además, esa es una plenitud por comparación (necesita de la carencia para
ser vivida porque si no es así, nos acostumbramos y ya no nos damos cuenta), y que ahora está y ahora ya no
está, dependiendo de los factores que nos han hecho valorarla como “plenitud”.

-Entonces ¿qué hago?-, pregunta la mente que piensa que haciendo algo hallará la solución… La mirada
sonríe, (la sonrisa de la mirada es pura belleza) y sigue mostrando…

No podemos saltar de una dimensión a otra “haciendo”, por una razón muy sencilla: porque la persona existe
como tal sólo en el mundo de lo relativo. Así que ¡no puede ser la persona la que cambie de dimensión!

Para ver más allá de lo relativo, es la mirada la que se amplia.

Aquí tenemos una piscina con agua. La piscina tiene el tamaño que tiene. Y la cantidad de agua es la que es.
No es ver la piscina medio llena o medio vacía, si no verla en su justa medida.

Cuando vemos las cosas en su justa medida (sin comparaciones), lo que vemos así es perfecto en si mismo.
Y eso es conciencia de plenitud. La plenitud es vivir lo que hay.

En lo que Es, sin juicios ni comparaciones, vive la Plenitud.

Está en tu mirada -dice la mirada secreta– el verlo.

Tengo calor. Me voy a bañar. Así SI.

¡Feliz Ahora!

Del dolor al amor

Comprender es amar.

Consuelo Martín

Durante muchos años, acompañé a personas en su última etapa de vida. Las personas que en el momento de
morir estaban lúcidas solían hablar de un sólo tema. En esos momentos, todo lo demás dejaba de existir. El
trabajo, los logros conseguidos, el dinero y las posesiones no tenían ninguna importancia, aunque la persona
hubiera vivido para ello. Todo dejaba de existir excepto una sola cosa: el AMOR. Era igual que la persona
fuera joven o vieja, de un estrato socioeconómico u otro, fuera más o menos culta o fuera o no creyente. Su
principal reflexión, aquello con lo que se iban de esta vida, se resumía en el amor que habían recibido y
dejado de recibir y en el amor que habían dado y dejado de dar. Si el balance que sentían no era bueno, había
dolor.

Había dolor si sentían que no habían recibido amor. Había dolor si sentían que no habían dado amor. Si
habían recibido amor pero no lo habían dado, también había dolor. Pero si no habían recibido amor pero
habían dado, había paz, una paz profunda. Estas eran las personas que morían en paz. Si estas personas
también habían sido amadas, ¡la paz seguía siendo la misma! Lo importante, lo que marcaba la diferencia
era el amor que ellas habían dado y dejado de dar. Sin yo darme cuenta, las personas que morían me
enseñaron a vivir, me enseñaron que

lo más importante en la vida es el amor que damos.

Pero a veces es muy difícil amar. Es muy difícil amar especialmente a aquellas personas que creemos que
nos han hecho daño, que creemos que nos hacen daño. Los buenos propósitos caen como castillos de naipes
cuando nos sentimos maltratados.

¿Por qué? ¿Por qué no podemos amar también a los que nos insultan, manipulan, maltratan? ¿Qué es lo que
nos impide amar?

Cuando en este mundo (el mundo interpretado), alguien nos hace daño, nos sentimos muy mal. Ese dolor no
es un dolor ajustado al momento en el que se hace la herida, sino que es un dolor que dura y dura y dura. Es
un dolor que sólo parece curarse si el “agresor” nos pide perdón. Entonces, parece que podemos soltar el
dolor. Vamos, que alguien me hiere y ese alguien es quien va a tener también que reparar la herida y
mientras yo sólo puedo llorar, odiar o hundirme. Pero ¿y si las cosas no fueran así de verdad? ¿y si lo que
nos ocurre fuera algo que nunca antes habíamos visto?

Aquí está la mirada secreta, siempre alumbrando con su luz nueva, siempre dejando la mente calladita
frente a la claridad de su presencia.

Dice la mirada que nuestra infelicidad por la estocada recibida nada tiene que ver con quien nos hirió.
Nuestra infelicidad tiene que ver con que

al sentirnos heridos dejamos de amar.

¡Dios mío! ¡Nunca lo había visto así!

Nos sentimos mal, no porque nos hayan hecho daño sino porque dejamos de amar…

Vale, querida mirada. Lo veo. Veo que me siento mal si dejo de amar. Pero ¿por qué dejamos de amar?

Ayer corté unas rosas del jardín. Bellísimas, generosas, se entregaban a mi cesta. Andaba yo feliz. Y en estas,
la más bella de todas, la que hace estallar el corazón con el increíble perfume de su esencia, al ser cortada
me pinchó. Brotó la sangre. Cuidadosamente me llevé el dedo a la boca para, después que remitiera el dolor
puntual, seguir creando el ramo de belleza, sin que el pinchazo hubiera alterado en nada la felicidad.

¿Por qué dejamos de amar a quien nos hiere?

Y la mirada secreta me habló con su lenguaje de silencio luminoso y me dijo:

– Mira cómo seguiste amando la rosa que te pinchó. ¿Por qué la seguiste amando?
Esta pregunta de la mirada fue suficiente para comprender.

Seguí amando a la rosa porque no la culpé del pinchazo. La rosa tiene pinchos y no puede evitar hacerte
daño si la coges por los pinchos.

¡Eso es!

Todos somos como las rosas. Todos somos belleza y todos tenemos pinchos.

La belleza es nuestra esencia. Y los pinchos, nuestro yo psicológico. Esa es nuestra doble naturaleza.

Nadie es culpable de sus pinchos, de la misma forma que nadie es el creador de su belleza.

En el plano de los pinchos, vive el dolor. En el mundo de la esencia, vive el amor. Cuando siento el dolor de
tu pinchazo, son mis pinchos doliéndose. En este mundo no hay amor. Cuando alguien nos pincha no puede
hacer otra cosa. No es culpable de ello. Cuando alguien nos pincha, lo hemos cogido por los pinchos,
estamos relacionándonos ambos desde nuestro yo psicológico. Y

sólo en el nivel psicológico podemos sentir dolor.

Nadie es culpable de ello. Como la rosa no es culpable de sus pinchos.

Si me doy cuenta de que la persona no es la culpable de mi dolor, entonces quizás la podré seguir amando. Y
si la sigo amando podré seguir viviendo en paz y plenitud. Y si sigo viviendo en paz y plenitud, podré seguir
dando al mundo lo mejor de mí, incluso a aquel que aparentemente me hirió o cuando sea yo quien hiera.

¡Feliz Ahora!

Ver.Dad

“Contemplación es amor y sabiduría unidos, ver y sentir unidos”

Consuelo Martín

Últimamente la mirada secreta está buceando y como su sustento vital es la inspiración y no el oxígeno,
bucea y bucea sin parar, más y más profundo. Y dónde pareciera que no había más que oscuridad, ve. Ve y
después expresa lo visto. Así ocurre porque, sorprendentemente,

la Verdad no se puede acumular

Es como la luz. La luz entra por el ventanal, o por la rendija, pero entra toda. No puede entrar a trozos
(¿recordáis la entrada de la mirada “Soltar y saltar“?) Y esa luz que ha entrado no la podemos guardar en un
cajón, atesorarla para nuestro propio y único bien, acumularla para tener más y más luz. Esa luz que ha
entrado, se expande y se expresa en todo el espacio abierto a ella. No se va a poder aprisionar. Si cierro la
ventana y las contraventanas para que no se escape, desaparece completamente. Se hace oscuro ¿verdad?
Pues lo mismo ocurre con la Verdad. La mirada secreta ve, no ve a trocitos.

La verdad no está nunca, nunca en lo visto. La Verdad está en la mirada.

Y por eso no se puede atesorar. Sino que lo que va a pasar es que se va a expresar, se va a entregar, se va a
dar, tanto si se quiere como si no, más allá de la voluntad (otra entrada de la mirada de hace pocos días…
¿veis como anda buceando? :)).

Que no crea la persona que la Verdad es suya, o que es ella quien ha visto la Verdad. Que no la encierre en
su personal “banco de verdades” porque así se va a perder, se va a hacer la oscuridad. La Verdad es luz y
como tal no conoce la oscuridad.

La mirada secreta me enseña, me ayudar a comprender que cuando uno cree haber encontrado la Verdad, lo
que está haciendo es convertirLa en una cosa, una cosa que se tiene o no se tiene. Y al convertirla en una
cosa-propiedad, ha vuelto a caer en lo falso. Por eso nadie puede dar la Verdad a otra persona, porque no es
ninguna cosa. Es un ver, un ver que se expresa porque así es su naturaleza:

VER …< DAD

Ver y dad, podría haber dicho el sabio (quizá lo dijo, yo no sé). Ver y dad intrínsecos a la VerDad.

Ver………… comprensión………SABIDURIA

Dad……….. expresión……….. AMOR

En el Ver, la conciencia nos conduce a la Verdad

En el Dar, la conciencia expresa la Verdad.

Por eso, siempre, como dice el sabio, en el camino de la Verdad, han de ir mente y corazón unidos.

Cuando es la mente la que se apropia de la Verdad y se olvida del Amor, la Verdad se pierde en el fanatismo
y la doctrina…

Cuando es el corazón el que se apropia de la Verdad y se olvida de la Comprensión, la Verdad se pierde en el


sentimentalismo y la obediencia ciega…

Que sea por Amor a la Verdad que abres tu Ojo.

Que sea la Verdad del Amor la que lo ilumine.

¡Cuánta belleza, mirada secreta! El corazón abierto y la mente silenciada en tu profundo bucear.

¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

La pureza y la Verdad
“De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino
de los cielos.”

Mateo, 18:3

Como dice mi querida Consuelo, no se trata de ser niños, sino de ser como niños. Así es. La Verdad no se
puede vislumbrar más que con una mente y un corazón que sean como los de un niño. Pero, ¿cómo son la
mente y el corazón del niño?.

El diccionario define la pureza en términos negativos (negativo fotográfico) de ausencia. Ausencia de


mezclas, de intereses, condiciones, excepciones, restricciones, construcciones…

la pureza es ausencia

¡Ay, la Mirada! En todo derrama su buena nueva. En todo ve lo que nunca fue visto. Y todo lo que ilumina
lo convierte en bendición…

Aquí empieza a mostrar Su luz sobre la pureza.

La mente pura no es una mente llena de erudición, que muestra un correcto pensar, inteligente, brillante, que
sabe de todo, que se expresa con elegancia y fluidez. No es una mente llena de preceptos éticos, de valores
morales, de directrices justas. Esa no es una mente pura porque, lo que es erudición un día puede ser
ignorancia al siguiente. Lo que es elegancia y fluidez para unos puede ser amaneramiento y pesadez para
otros. Lo que es ético o moral en un tiempo puede pasar a ser inaceptable. Lo que es justo aquí puede ser
injusto allá. La mente que hemos creído que era pura, es una mente volátil, manipulada y manipulable. Y la
pureza es intocable -sino, ya no sería pureza-. Entonces, ¿qué es una mente pura?

Una mente pura es una mente vacía. Es una mente valiente, que ha soltado todo lo que creía saber y ahora,
realmente, vivencialmente, ha descubierto -como decía el sabio- que lo único que sabe es que no sabe nada.
Sólo una mente vacía, limpia de todo pensamiento, una mente que ha dejado caer todo lo aprendido, una
mente como la de un niño puede llegar a ver la Verdad. Y eso es así porque la Verdad es incognoscible, no se
puede llegar a conocer. Por eso,

todo lo conocido no es del reino de la Verdad.

¿Y el corazón? El corazón puro no es el corazón que está lleno de buenos sentimientos, como se suele
entender. No es un corazón que ayuda a los demás, que da a los que no tienen. No es un corazón que se
sacrifica por los demás, que ama a todos, que rechaza las emociones negativas, que tiene buenos propósitos.
Ese no es un corazón puro porque mis buenos sentimientos pueden no serlo para ti. A veces, querer ayudar a
los demás puede ser intrusismo, dar a los que no tienen puede ser contraproducente, sacrificarse puede
colocar al otro en un estado de deuda, amar a todos puede ser una trampa, rechazar las emociones negativas
y tener buenos propósitos implican juicios de valor. Este corazón que hemos creído que era puro, es un
corazón volátil, manipulado y manipulable. Y la pureza es intocable -sino, ya no sería pureza-.

Un corazón puro es un corazón vacío. Es un corazón valiente, que ha soltado todo lo que sentía y ahora,
realmente, vivencialmente, ha descubierto que lo único que siente es una apertura vacía, limpia de
emociones. Un corazón que al verse liberado de los pensamientos, deja caer todas las reacciones emotivas
que ha ido aprendiendo con los años. El corazón puro es un corazón como el de un niño, libre de todas las
emociones condicionadas y es ese el que puede llegar a sentir la Verdad. Porque la Verdad es Amor sin que
haya un “pequeño yo” que siente amor. Y

sólo un corazón vacío puede ser llenado por la Verdad que es Amor.

El niño suele ser egocentrado aunque su mente y su corazón todavía no han sido condicionados del todo. Por
eso no hemos de ser niños, egocentrados, sino ser como ellos, que todavía están libres de programaciones
mentales y emocionales.

Es imprescindible que la persona quede desocupada de pensamientos, emociones y conductas


condicionadas. Es fundamental que la persona quede vacía para que la Verdad pueda expandirse.

Así enseña la mirada secreta.

Así anima a desocupar esta persona, a vaciarla, y en esa pureza, la Verdad pueda reflejarse sin distorsión
alguna.

Si la Verdad es lo más importante, lo único, vayamos pues. ¡Seamos valientes y vivamos desde la nube del
no saber! En un instante, la paz del vacío-de-mi será nuestra identidad conocida. El resto no es cosa
nuestra…

¡Feliz Ahora!

Mira quién baila

“Según la profundidad en el silencio de una persona, así será su vida”


Consuelo Martín
Fuimos a abrazar lo que la Enamorada del Silencio tuviera a bien enseñarnos con sus palabras y sus
silencios. Aún sin conocernos, todos los que habíamos ido allí compartíamos anhelos y esperanzas,
búsquedas y alientos. El rato pasaba y dentro mío la paz de lo auténtico acallaba la mente y empapaba el
corazón.
En un momento dado, no recuerdo a raíz de qué, la Enamorada dijo a todos los presentes:”tu no puedes
hacer nada para conseguir este estado de Silencio”. Y lo dijo tan tranquila y tan contundentemente que el
ambiente de toda la sala cambió.
Algunos de los que le escuchaban se sintieron aliviados porque hasta entonces su “hacer” había estado lleno
de esfuerzos y obligaciones. Otros se reafirmaron en su “pereza resignada”. Otros rechazaron mentalmente
semejante afirmación porque no estaban de acuerdo. Y unos pocos, al oír que nada podían hacer para llegar
a Eso que tanto anhelaban, entraron en desesperación y en tristeza profunda, tanto como si les hubieran
arrebatado la posibilidad de reunirse de nuevo con su amado.
La mirada secreta se llenó de compasión, por unos y por otros. Y en su claridad infinita, vio que las
palabras de la Enamorada del Silencio no estaban siendo entendidas. Y esta persona, en su entrega radical a
la mirada y como es ya habitual, aceptó lo visto aún sin entenderlo. Y así fueron pasando los días.
A duras penas intuyendo lo que la mirada había visto, la persona se mantenía al acecho, vacía de ideas y
todo oídos. Y así fue como cualquier día en cualquier momento, cabalgando sobre un rayito de inspiración,
la mirada secreta le mostró aquello que había visto aquel día, con la simplicidad que siempre acompaña a la
verdad.
La mirada trajo a su mente la imagen de un niño subido a los pies de un adulto mientras la música suena.
El adulto baila y el niño, sus piececitos encima de los pies del adulto, baila también.
Y la mirada preguntó: “dime, ¿está bailando el niño?”…
Y así, gracias a su compasión infinita, surgió la comprensión:
Que no haya nada que hacer no quiere decir que no hagas nada.
Y en un guiño, la dulce mirada añadió:
Sigue bailando. Sólo te has de dar cuenta de que, aunque bailas, no eres tú el que baila.
¡Ay, Mirada! Dulce compañía.
Para todos los que bailan, enamorados del Silencio,
¡Feliz Ahora!

¡Oh Llama de amor viva!

“Se tú una luz“

Consuelo Martín

¿Conocéis el mito de Prometeo? Prometeo era un titán (un poderoso dios de la edad de oro :) que se hizo
famoso por robar el fuego a los nuevos dioses del Olimpo para dárselo a los hombres para su salvación y
evolución.

Este es el mito que engendró en la antigua Grecia el símbolo de la llama olímpica, la llama eterna que más
tarde sería portada en cada nueva edición de los juegos, desde Olympia a la sede olímpica de esa edición.

¿Sabéis como portan el fuego los corredores olímpicos y como se lo pasan de unos a otros? Lo hacen
encendiendo la antorcha del relevo con su propia antorcha. Y así el fuego que llega a la sede olímpica es el
mismo fuego que salió de Olympia, aunque haya pasado por muchas manos.
La antorcha que ha pasado el fuego puede ser que se apague. Pero imaginaos que no la apagaran, que cada
relevo mantuviera encendida su antorcha eternamente…

Pues bien, este fin de semana la mirada secreta ha brillado como un sol. Y ha sido así porque cuando la
mirada secreta, portadora de un vislumbre de la Verdad, entra en contacto con la mirada limpia reflejada en
otros ojos, enciende en esa mirada pura, su propia llama de amor viva (querido Juan de la Cruz), que a su
vez fue dada por otra mirada secreta.

Los ojos que encuentra frente así, llenitos de una mirada que anhela y ama la Verdad, son encendidos al
contacto de la mirada secreta. Y a su vez esta nueva mirada secreta quizá pase su llama de amor viva a
otros ojos anhelantes. Y así la mirada se expande y se expande y se expande… hasta el infinito.

Y lo único que resta es el puro agradecimiento y la paz profunda de saberse en el lugar exacto donde uno
tiene que estar.

Agradecimiento y paz. Y la mirada brillando. La mirada que ve la luz que de todos, en todos y para todos los
seres, es.

¿Quieren tus ojos ser portadores de la mirada secreta? Ama, ama con toda tu capacidad la Verdad y sé
portador de la llama…

Hoy, gracias gracias gracias

El silencio creador
por Consuelo Martín

1. Aproximación al silencio

Esta obra ha sido realizada con el material de un curso sobre una investigación acerca del silencio de la
conciencia. El valor que tengan estas clases separadas del ámbito en el que nacieron, se nos escapa. Lo que
sí sabemos es que será de mayor utilidad para los lectores que conozcan el sentido de la investigación que en
ellas se hace, y la dimensión operativa que puede tener su estudio realizado con la actitud adecuada. Por eso
advertiremos que no se trata de pensar sobre el silencio; con ello solamente pondríamos en actividad una
zona superficial de nuestra mente, aquella donde se analizan y clasifican mecánicamente conceptos, y esto
no tendría repercusión en otros lugares del psiquismo, ni afectaría a la conducta. No sería por tanto
operativo.

Es obvio que al pensar en conceptos referidos al silencio, no vivencio lo que el silencio es, y desconoceré su
acción si me limito a eso. Mientras que si hago una investigación con la intención de abrirme a la verdad
desconocida que pueda aparecer, observando y contemplando lo que voy descubriendo, haré un trabajo
práctico, vivencial. Con él provocaré un movimiento de profundización en la mente que abrirá distintos
espacios lúcidos en el ámbito total de la conciencia. Este inquirir y avanzar hacia nuevos territorios de
comprensión, alternará con silencios que surjan espontáneamente, en los que se asimilará lo que se ha visto
en ese momento y se irá integrando a mi conciencia.

Tratamos de realidades no mensurables, no objetivables, realidades que no pueden ser estudiadas con
métodos científicos objetivos. Para adentrarse en esta aventura de la conciencia, es necesario estar dispuesto
a transcender la dualidad sujeto-objeto. Hay que comprender la posibilidad de que se unifique, en un instante
sin tiempo, la realidad en la contemplación creativa. Desaparecerá entonces la separación entre el
experimentador y la realidad experimentada. Sólo a partir de esta intuición participaré de los
descubrimientos que aquí se evocan. En una investigación vivencial, mi conciencia es el investigador y lo
investigado y es también el camino por recorrer.
El lugar de nuestra mente desde el que habitualmente leemos o estudiamos un tema, es inadecuado en este
caso, por lo limitado de la simple especulación intelectual. Pero podríamos inventar ahora mismo una actitud
diferente que nos situara en un lugar nuevo, podríamos hacer un espacio en nuestro interior donde el silencio
no fuera extraño.

Tratemos de ver por encima del discurso racional. Atravesemos esas zonas de nuestra mente donde
incansables barajamos lo conocido y aventurémonos a penetrar en aquella región silenciosa que está detrás.
La memoria del pasado no nos servirá en esta investigación. Sólo abrirá camino la sinceridad de nuestra
búsqueda y la sencilla lucidez que acompaña la visión de la verdad.

2. ¿Por qué el silencio es creador?

¿Puede crearse lo positivo de algo negativo? Con la palabra silencio evocamos una negación, un vacío, pero
no nos referimos al obvio vacío de sonidos o al dejar de hablar sino al vacío del ruido de los pensamientos y
los hábitos condicionados que impiden oír lo que está detrás. Es silencio de lo mecánico y repetitivo, de la
memoria del pasado y de todo aquello que sin cesar está tapando la sinfonía aún no escuchada de la Vida
total.

Cuando nos abrimos a esa música, ¿qué es lo que sucede en nosotros? Tener unos minutos de silencio es un
privilegio, una gracia, que nos devuelve misteriosamente a nosotros mismos. Y cuando somos tocados por
esa mano providencial nos quedamos respetuosamente callados y amorosamente vigilantes para escuchar y
sentir esa Presencia silenciosa en el interior de la Conciencia.

Podemos vivir muchos niveles de silencio. Desde los tres modos básicos de experiencia, por las sensaciones,
por las emociones, por los pensamientos, podemos descubrir los tres niveles básicos del silencio. Y los tres
están interrelacionados, ya que cada zona que se silencia facilita el profundizar en otras.

El silencio es sobre todo, silencio del pensamiento. Cuando el pensamiento se ha silenciado, ya no se opone,
no juzga, no calcula con astucia la acción, no es protagonista en suma, sino callado y sereno transmisor de lo
que la Inteligencia dicta. Lo real está fuera del pensamiento y del tiempo, por eso decimos que está en el
silencio. La palabra silencio evoca un estado que no niega nada de lo real. Sólo niega el ruido que impide
percibir directamente aquella realidad desconocida.

No significa desde luego que la realidad sea inmóvil y callada ni tampoco que para vivenciar un estado de
conciencia verdadero tengamos que quedarnos mudos y paralizados. En la quietud y el movimiento, en el
silencio y la palabra se expresa igualmente lo real.

Se debe observar sin embargo con atención y discernimiento que hay un movimiento verdadero, expresión
de lo que es, como una bella danza es el libre bailar de la Vida inteligente. Mientras que hay un movimiento
que surge del conflicto de una mente obstruida por la visión parcial e ilusoria. Este último produce una
acción mecánica, desordenada y confusa porque no es creativo.

También podemos encontrarnos con la Palabra Verdadera, creación directa de la Inteligencia en el silencio
del pensamiento, la Palabra que evoca la lucidez de donde ha nacido y trae consigo la fuerza creadora de la
verdad. Es la palabra unificadora de realidades. Y cuando alguien la pronuncia es porque él mismo es esa
Palabra creativa. Se distingue muy bien de aquella otra palabra, expresión del pensamiento egocentrado, que
nacida de lo limitado y lo confuso, produce efectos similares en la superficie de la conciencia.

Conforme vamos avanzando en esta dirección, va siendo una evidencia para nosotros lo inesperado. Donde
parecía no haber más que negación de realidades aparece una dimensión diferente de realidad. El vacío de lo
limitado está lleno de lo ilimitado. Y como lo que tiene límites es siempre expresión de lo que es sin límites,
el silencio de la conciencia abierta al infinito es plenitud y potencia creativos.

3. La Inteligencia creadora
La comprensión más allá del pensamiento y la desidentificación del pensar que esta comprensión posibilita,
es la raíz del silencio que despierta la Inteligencia creadora. A su vez la contemplación de esta inteligencia
que es pura lucidez, a través de una investigación sincera de la Verdad y una observación cuidadosa del
proceso del pensar, produce la comprensión y crea en el silencio. Saliendo del estrecho recinto de nuestro yo
psicológico, nos encontramos en el espacio abierto de la inteligencia. La inteligencia incansablemente está
creando lo manifestado, sin que se agote jamás la fuerza de su creatividad y sin que lo creado salga nunca de
su unitotalidad. En el silencio de la mente se libera esta fuerza potencial que puede crear lo nuevo en mi
vida.

Al desbloquearnos con ejercicios físicos como asanas y pranayamas de hatha-yoga, liberamos la energía
única que se expresa a través de nosotros. Y esta energía sana el cuerpo, lo equilibra y armoniza. Purificando
las emociones egocentradas con las prácticas religiosas o de bhaktl-yoga, liberamos el amor y vivimos un
sentimiento de unidad que nos abre el corazón a todo y a todos. Pero pocos son los que han descubierto que
es posible dejar en libertad la inteligencia creadora, para que nos ilumine y cree a través de nuestra mente. El
camino es el amor a la verdad. Y la lucidez creciente que aparece en el silencio, es la guía.

La lucidez es la vivencia no-dual de la conciencia pura. Cuando la mente racional calla, porque ha
comprendido, aquello que es real, se vivencia directamente sin pasar por los moldes del pensamiento. La
división entre sujeto y objeto se acaba ahí. Y la vida aparece como una creación constante que se expresa en
todas direcciones.

4. Escuchar el silencio

Es necesario aprender a escuchar de una manera nueva. Es así como la atención crece y varnos haciéndonos
uno con ella. El escuchar verdadero no es pasivo, es enormemente activo, es acción y oración, es atención
creativa.

Escuchando se descubre esta atención y desde ella se comprende y atiende a todo. En el silencio del
escuchar en contemplación amorosa, se deshacen los deseos y las ambiciones, los miedos y las inquietudes.

La mente silenciosa encuentra la armonía de todas las cosas. Esa armonía siempre anhelada que se busca en
vano en las imágenes sensoriales. Es la belleza perfecta, la que nunca hemos visto pero adivinamos que
existe a través de los signos, las formas y los movimientos de todas las cosas. Esa belleza está ahí y la
encontramos por primera vez en el silencio. El equilibrio que da sentido a todos los contrastes y las
contradicciones, a todos los cambios, es el estado natural del silencio. Como si el universo en infinitos trozos
separado y esparcido en todas direcciones, se reencontrara en la belleza gozosa de la Unidad. Como si
aquello tan valioso que estaba perdido entre el caos incontable de múltiples realidades revelara de pronto la
clave secreta de mi existencia única. Así es el silencio creador. Aprender a escucharlo es aprender a
descubrir la Vida como creación constante.

(Texto Introducción del libro El silencio creador)


Fuente: Consuelo Martín. El silencio creador (Mandala Ediciones)

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