Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
mediante los cuales el individuo busca el reconocimiento de sus méritos y el éxito personal y, al lado de
ellos, otros cooperativos fundados en el respeto a instancias exteriores al individuo. Del equilibrio entre
estos dos elementos determinará el tipo de sociedad y los fundamentos éticos de una comunidad. La moral
de la aristocracia griega es en la epopeya esencialmente competitiva o agonal. Se busca ser el primero,
el mejor (en la guerra y no sólo en ésta) y ello trae el premio de la buena fama; la actitud contraria el
deshonor. Así, la moral agonal se encuadra dentro de una sanción colectiva, que acabará marcándole sus
límites, pero que en principio simpatiza con ella. Y la excelencia se adscribe a cualidades heredadas de las
familias nobles, que no excluyen el esfuerzo del que es portador de las mismas ni su posible fracaso.
Fracaso o éxito es lo que condiciona fama o deshonor; no basta la intención ni, a decir verdad, se distingue
entre ésta y el resultado. Esa excelencia o virtud humana es denominada areté. Los adjetivos que designan
al hombre excelente (agathós) y responden al concepto de excelencia o virtud apenas tienen en Homero
connotaciones morales. Los pretendientes de Penélope cuya acción desenfrenada se condena son, sin
embargo, calificados con dichos adjetivos; cuando Aquiles dice que el agathós ama a su mujer, para ello
debe añadir al adjetivo el de ekhephron "prudente". El hombre excelente puede incluso hacer cosas que la
opinión general desaprueba, sin dejar por ello de serlo. De este modo el concepto de areté tiende a adherirse
a una clase social determinada.
El fin de la areté es fundamentalmente el ajustarse a juicios de valor universales; en otros términos, no hacer
nada que no sea reconocido como kalón "hermoso". La dóxa u "opinión" que los demás tengan de uno
representa su verdadero valer: ser honrado o no por los demás es lo decisivo. Este honor está con frecuencia
simbolizado en cosas materiales: de ahí que Agamenón no pueda quedarse sin una cautiva que es su parte en
botín (géras) ni Aquiles tampoco. En cuanto al campo a que se refiere esta areté, su definición más común
está en los deseos de Peleo cuando envía a Aquiles a la guerra de Troya: que sea "decidor de discursos y
hacedor de obras", en un contexto en el que claramente se desprende que se refiere a la deliberación de los
nobles en el Consejo y a la guerra. Acción guerrera y acción política aparecen ya aquí indisolublemente
unidas bajo el concepto de excelencia o areté.
Comentario de La Iliada comienza con el conflicto provocado por la negativa de Agamenón a devolver
la obra de su esclava Criseida, hija del sacerdote de Apolo Crises, a su padre. En el campamento se
Homero extiende una plaga, inducida por el dios enfurecido ante el desprecio manifestado a su
sacerdote. En una asamblea convocada por Aquiles para debatir las posibilidades de
remediar el problema, el adivino hace saber la causa, y no cabe duda alguna de que Agamenón habrá de
someterse a la voluntad del dios. Pero la discusión degenera al punto en un interminable y escandaloso
intercambio de insultos e invectivas: a Aquiles le resulta claro que el caudillo, para salvar a su ejército, debe
hacer ese sacrificio sin dudar un momento. Pero éste sospecha que las palabras de su rival ocultan la
intención de menoscabar su honra y su poder. Exige como indemnización la esclava preferida de Aquiles,
Briseida, y éste, ante tal ofensa, abandona el campamento (TEXTO 1: Homero Iliada I, 1).
.La cólera de Aquiles, esa cólera "funesta que acarreó a los aqueos tantas aflicciones y precipitó al Hades a
muchas almas generosas"», (Ibid., 2 y sig.), una reacción sin duda catastrófica para la buena marcha del
ejército entero, deriva pues de una pendencia surgida entre los dos héroes más destacados o, más
exactamente, la chispa prende a partir del acto arbitrario de un noble, porque otro noble no está dispuesto a
admitirlo sin resistencia. No perdamos de vista que el campamento del ejército heleno, tanto en su apariencia
exterior como en su configuración organizativa, no es sino una ciudad, todo lo provisional y pasajera que se
quiera, pero siempre una de esas polis de los primeros albores que tan a menudo aparecen en los escritos de
Homero. Está claro que el poeta es incapaz de imaginar otra forma de organización funcional para una
colectividad humana. El mensaje queda más allá de toda duda: las luchas por el poder y los actos arbitrarios
de los nobles que controlan las decisiones políticas y el mando militar, ponen en peligro de manera
irresponsable la seguridad e incluso la existencia de la comunidad.
Ambos héroes ponen en ese episodio sus propios intereses por encima de los de la comunidad. Aquiles se lo
echa en cara a Agamenón con palabras de una claridad meridiana (Ibid., 225 y sig.: v. también 148 y sig.).
Se permite actuar así porque es poderoso y su adversario nada puede contra él. En el 2° libro de la Iliada
(TEXTO 2: Homero Iliada II, 210-311) Tersites vitupera con palabras muy parecidas el egoísmo y la
codicia del caudillo. (Homero, Iliada II) Sus improperios culminan en un llamamiento: "¡No es justo que
nuestro caudillo lleve a los hijos de los aqueos al desastre! ¡Ay de vosotros, criaturas afeminadas,
vergüenza y escándalo! ¡Aqueas, que no aqueos! Volvamos a nuestros hogares en los barcos y
abandonemos a ese en Troya, rumiando sus trofeos; que vea si no hemos sido para él un buen apoyo..."»
(II,233 y sig.). Son duras palabras, proferidas de corazón para que el pueblo las oiga (222 y sig.) y,
precisamente por eso, muy enojosas para los nobles. De aquí que el poeta, ya de antemano, embote su filo:
Tersites es el hombre más repelente de todo el ejército, la genuina caricatura de un héroe (210 y sig.). Es
además bien conocido como un desmedido difamador que sabe utilizar "palabras en el sentido que más le
conviene, en desorden y muchas, para hostigar a los reyes (o sea, a los nobles) y atacar el orden
tradicional" (213 y sig.). Inmediatamente, Odiseo le llama al orden y le escarmienta brutalmente (244 y
sig.). Aún más: sus camaradas, a pesar de la ira que sienten contra Agamenón, se burlan de él y alaban su
ejemplar castigo como una gran hazaña de Odiseo "que hizo callar a ese calumniador largo de lengua.
Seguro que no le va a ser fácil recuperar el valor suficiente para volver a censurar a los reyes con palabras
infamantes" (270 y sig.; 275 y sig.).
SEPARA
NO DESTAQUIS
El paso de la aproximación individual al problema de la moral en la Etica a Nicomaco parece quedar fuera de toda
duda. Tanto la metodología de búsqueda dialéctica que se nos indica expresamente, como el sentido solipsista de la
axiologia allí contenida, hacen de la obra un tratado característico en este sentido que no ha pasado desapercibido a
los más atentos comentaristas de la moral aristo-télica (Cf., P.e., Ross, 1923, p. 270; Capelle, 1954, p. 382). Sin
embargo, la vía ascendente del conocimiento ético que se nos propugna cuenta con ciertas excepciones, basadas cn
el uso de un sentido general del Estado como ente total del que -por medio de la "semejanza"- puede descenderse a
la particularización del individuo (mecanismo usado en el análisis de las desviaciones de los regimenes eststales,
libro VIII,1160 a - 1161 b).
Esta desviación de la metodología dialéctica viene relacionada con uno de los escasos conceptos que nos alejan de
forma explícita del enfoque solipsista: la amistad. De tal forma, el libro VI11 de la Etica a Nicomno representa un
notable contrapeso de carácter social, colectivo, en el que el interés especulativo atiende al estudio del ambiente
que rodea (y, como pretendemos señalar, define) al hombre considerado como un ente privado e individual.
Ross (1923, p. 327) ha indicado muy oportunamente el sentido general de atracción mutua que toma la palabra
"amistad" en e l griego clásico. Amistad es una relación que muestra la existencia de un lazo recíproco, pero no
queda limitada a las connotaciones que nosotros le asignamos. Muy al contrario, puede hacer referencia a relaciones
económicas, de parentesco, o de conciudadanía. Bueno será señalar que en el sistema social que la polis ha
consagrado, economía, parentesco y conciudadanía son tres variables que se han ido conjugando estrechamente
hasta enmarcar una situación social cuya estructura viene definida por la superación del sistema gentilicio (y la ética
agonal a él ligada) 1.
Nicomaco.
111 Parece contradecir esto el pretendido wlipsismo de la Etics a Nkomaco, pero no hace sino ~ i t ~ a r l o e n su
auténtico sentido. Más adelante os alude a la presencia egaista del bien en el tema de la amistad.
273
nes individuales 3 .
Estado.
al fin y al cabo.
131 Es mar "perfecto", dirá Ros, y no siempre se podrá alcanzar. Como veremos, hay alternativas.
151 Un completa an4lirir de la evolución del pensamiento Btico y politico griego se encuentra en Rodriguez
Adrador. 1975. La idea expreseda intenta sintetizar la tendencia general allí expuesta. en lo que re re-
fiere a los tres grandes fil6sofar de la dedencia, pero la excesiva concisi6n que ofrecernos puede introdu-
entorno comunitario.
. . ..
cepto) resulta ser "lu rii5.s necesario para la e1 car3cier neccsanarnrntc social de la virtud
vida" (1 157 a). t s ta axprcriun debe tomar% de la amistad uueda explicitamentc resuelti al
desde un punto de vista absolutamente funcio- tratarse conjuntamente ambas (cf. L VIII,
elemento integrado1 del gmpo social. La polis Extendida sobre todo el ámbito social, la
se muestra como una estructura en la que la amistad presenta ciertas dificultades de aná-
utilidad común para sus ciudadanos parece ser lisis. La más señalada, la de la xmejanza. Tan
"natural" que induce al hombre a la vida so- más humilde de los ciudadanos que posea tal
cid. Esa utilidad aparece también en el con- coiidición, y Aristóteles, que ha descendido
tacto entre comunidades, y a s i senos recuerda desde los principios generales y naturales del
que" se considera, en efecto, que las alian- z6on potitikón al individuo particular que
zas entre ciudades se hacen por conveniencia" debe sujetar sus acciones a la pauta moral;
Pero la conveniencia no puede ser el úni- que "la amistad perfecta es la de los hombres
co motivo para establecer relaciones amisto- buenos e iguales cn virtud" (1156 b), tiene
sas, puesto que se degmdark el carácter que reconocer que tales amistades son raras.
virtuoso de la amistad y quedaría reducida a Hace falta un proceso dialéctico que vuelva a
una simple relación funcional. ¿Cómo expre- remontar el camino, conciliando seres muy
sar y conciliar la paradoja de una polis en la dislintos en un cuearce social del que cabe
que sienipre hay una relación (amistad) por deducir una amistad, por imperfecta que sea.
"Dividida la amistad en estas especies, los un método distributivo, conciliar los derechos
malos serán amigos por causa del placer o por de unos y otros, la amistad procederá s i n o
conveniencia, y los buenos serán amigos por dc la misma Soma- de modo parecido. La
ellos mismos, puesto que lo serán en cuanto justicia atiende primero al &rito, después a
buenos. Estos son, pues, amigos absolutamen- la cantidad; la amistad tiene una dimensión
(6) b tesis del pacto social figura también expuesta de forma clara en otro píkaie: "toda las comunidsdes
parecen partes de la comunidad política. pues Inr hombres re awician siempre con visas a algo que 165
(1 I 59 b). 6.
ejercicio moral.
aristotélica
La ;ontraJicción se ~ s u c l v o considerando
aniisrad snrrr. panentes - poilri e hijo, niujer sarios p'walelos e n k individuo y Estado. Ross
del sentido de parentesco del t6rmino "amis- Etica a Nicomaco alcanza un intelectualismo
tad", que por otra parte, es extensible a un más visible; la necesidad de conciiiar esa virtud
ámbito más general a trav6s de la equivalencia con la condición social imperante puede ser
entre "hermano" y "compañero". uno de Los motivos más poderosos para ello.
mnviene y para procurarse alga de lo que re requiere p a a la vida, y la comunidad política parece haberse
Bibliagrafia citada:
Arirt6teiei. Etba a Nicomaco. Edici6n a cargo de Maria Arauio y Julián Marias (M.. Instituto de Estudios
Politicos, 19701
Wilhelm Capelle, Dis Griechixhe Philorophie (Berlin. 19541. Versi6n espafiola. Historia de te filoroffa
griega de Emilio Lled6 IM. Gredos. 1972, reimpresiónl.
WD. Ross, Aristotle (19231. Versión castellana, Aristbteles. de Diego F. Pr6 16s. As.. Sudamericana.
19571.