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BIENES CULTURALES

Revista del Instituto del Patrimonio Histórico Español Número 7 • 2007

EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

7/2007
E L P L A N D E PAT R I M O N I O I N D U S T R I A L
B I E N E S C U LT U R A L E S
MINISTERIO
DE
CULTURA

DIR EC C IÓN GENER A L DE B E L L A S A RT E S Y B I E N E S C ULT URA L E S


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N.I.P.O.: 551-09-072-0
I.S.S.N.: 1695-9698
BIENES CULTURALES
Revista del Instituto del Patrimonio Histórico Español Número 7 • 2007

EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

DIRECCIÓN GENERAL
DE BELLAS ARTES
Y BIENES CULTURALES

MINISTERIO
DE CULTURA SUBDIRECCIÓN GENERAL
DEL INSTITUTO DEL PATRIMONIO
HISTÓRICO ESPAÑOL
MINISTERIO DE CULTURA
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N.I.P.O.: 551-09-072-0
I.S.S.N.: 1695-9698
MINISTERIO
DE CULTURA

Carmen Calvo Poyato


Ministra de Cultura

Antonio Hidalgo López


Subsecretario de Cultura

Julián Martínez García


Director General de Bellas Artes y Bienes Culturales
BIENES CULTURALES
Revista del Instituto del Patrimonio Histórico Español Número 7 • 2007

Sumario

9 PRESENTACIÓN

13 IN MEMORIAM
Germán Delibes de Castro

EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

19 PRESENTACIÓN DEL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL


Dolores Fernández-Posse

31 PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL: APUNTES HISTÓRICOS Y CONCEPTUALES


Linarejos Cruz

43 LA NECESIDAD DE UN PLAN PARA EL PATRIMONIO INDUSTRIAL


Alberto Humanes

INDUSTRIALIZACIÓN Y PATRIMONIO CULTURAL

53 REFLEXIONES SOBRE EL PATRIMONIO INDUSTRIAL


Román Fernández-Baca

59 NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN DE SU VALORACIÓN,


SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
Eusebi Casanelles

71 ARQUITECTURA INDUSTRIAL, TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN


Inmaculada Aguilar

103 DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA.


LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO
Esperanza Marrodán

119 LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN


Linarejos Cruz e Ignacio Español
133 ACTUACIONES EN EL MARCO DEL PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

135 INDUSTRIAS TEXTILES EN BÉJAR (SALAMANCA)

138 ALTOS HORNOS DE LA FUNDICIÓN «LA CONCEPCIÓN» DE MARBELLA (MÁLAGA)

142 INVENTARIO DE POBLADOS FERROVIARIOS EN ESPAÑA

146 LA REAL FÁBRICA DE PÓLVORA DE VILLAFELICHE (ZARAGOZA)

149 LA REAL FÁBRICA DE METALES DE RIÓPAR. SAN JUAN DE ALCARAZ (ALBACETE)

152 PAISAJE INDUSTRIAL DEL PONTÓN DE LA OLIVA. PATONES-TORRELAGUNA (MADRID)

157 PAISAJE INDUSTRIAL DEL VALLE DE TURÓN (ASTURIAS)

165 POBLADO FERROVIARIO DE MONFRAGÜE (MALPARTIDA DE PLASENCIA, CÁCERES)

169 REAL FÁBRICA DE ARTILLERÍA DE SEVILLA

172 FÁBRICA LOMBARD, S. A. DE ALMOINES (VALENCIA)

175 LA COLONIA SEDÓ DE ESPARRAGUERA (BARCELONA)

182 LA PRESA Y EL ENTORNO DE GRANDAS DE SALIME (ASTURIAS)

189 EL POZO DE SANTA BÁRBARA EN MIERES (ASTURIAS)

195 SIERRA MINERA DE CARTAGENA-LA UNIÓN (MURCIA). PAISAJE INDUSTRIAL

200 EL EMBARCADERO DEL HORNILLO EN ÁGUILAS (MURCIA)

206 EL ALTO HORNO N.º 1 EN SESTAO (VIZCAYA)

211 LA ESCLUSA N.º 7 DEL RAMAL CAMPOS DEL CANAL DE CASTILLA

214 FÁBRICA DE CEMENTOS «ASLAND» EN EL CLOT DEL MORO (BARCELONA)

218 FÁBRICA DE ELS SOLERS DE ALCOI (ALICANTE)

221 CONJUNTO MINERO DE ALMADÉN (CIUDAD REAL)

227 DOCUMENTOS DEL PLAN NACIONAL DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

227 DOCUMENTO BASE. PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

233 PLANES DIRECTORES: DEFINICIÓN DE CONTENIDOS


Presentación
La preparación del Plan Nacional de Patrimonio Industrial fue una experiencia muy
satisfactoria para el IPHE, puesto que, desde que se presentó la idea en el Consejo de
Patrimonio Histórico, hubo un amplio consenso entre las Comunidades Autónomas y
el Ministerio de Cultura sobre la oportunidad de su puesta en marcha. Los trabajos,
inmediatamente posteriores, para la elaboración teórica del plan fueron igualmente
gratos, ya que se realizaron en el seno de una comisión técnica de la cual formaron par-
te tanto especialistas como representantes de las diversas administraciones implicadas.
Ellos, tal como se explica en esta publicación, diseñaron un programa y unos protoco-
los de actuación muy razonables para señalar los bienes culturales afectados e iniciar
los estudios para las primeras intervenciones.
Pero aquí terminó el camino fácil, pues, aunque en el plano de las ideas todos pa-
recíamos estar de acuerdo en este plan, al pretender ponerlo en práctica, las difi-
cultades se convirtieron muchas veces en insuperables debido al hecho de que las in-
dustrias que dejan de funcionar, lo suelen hacer de una manera tan traumática que
la última posibilidad de recuperar algo de su capital no es otra que la recalificación 9
y venta del suelo donde se asientan. Percibimos entonces que estábamos hablando de
palabras mayores y que las contrapartidas que las administraciones pudiéramos ofre-
cer a los propietarios de las industrias fuera de uso serían normalmente irrisorias en
comparación con lo que éstos puedan lograr en el mercado inmobiliario. Por esta ra-
zón muchos bienes de patrimonio industrial que, parcial o totalmente, deberían
conservarse no están aún protegidos legalmente ni es fácil que lo estén en un futuro
próximo.
Además, en este campo falla la recomendación de la Carta de Atenas de 1931 cuan-
do enunciaba que «la mejor garantía para la conservación de los monumentos reside en
el respeto de los pueblos», puesto que los vecinos de muchas instalaciones industriales ya
cerradas siempre han escuchado que éstas no sólo afeaban el paisaje, sino que, cuando
estaban en funcionamiento, arruinaban su medio ambiente. Por ello no es fácil que, de
la noche a la mañana, puedan cambiar su sentir y considerar como fundamental para
su historia aquello tradicionalmente tan denostado, con el agravante de que las más de
las veces en aquellas fábricas gastaron su vida sus parientes por cortos salarios. Así, estos
vecinos no suelen derramar una lágrima cuando las «antiestéticas» estructuras fabriles
de su entorno son derribadas y sus solares urbanizados sin que quede rastro alguno de lo
que allí hubo.
Porque una característica del patrimonio industrial es que, una vez desmontado, mu-
chas veces no deja ni los menores vestigios de su existencia. Por ello, de la misma mane-
ra que las grandes industrias marcaron los territorios en donde se asentaban, cuando son
desmanteladas y su terreno urbanizado, resulta muy difícil hacerse idea de su pasada
importancia. Esto lo podemos comprobar en uno de los lugares más emblemáticos de
nuestra revolución industrial: los Altos Hornos de Vizcaya en Sestao. De los tres hornos
que fueron construidos, actualmente sólo queda en pie la imponente superestructura me-
tálica de uno, mientras que el solar de los otros dos es hoy una pradera de césped en la
que resulta casi imposible imaginarse que alguna vez allí existieran unas enormes cons-
trucciones vomitando humo y fuego mientras una legión de obreros los alimentaban con
el mineral extraído de las entrañas de la tierra. Pero no sólo es importante la pérdida fí-
sica de un paisaje industrial singular, sino también la de unas señas de identidad histó-
ricas sin las cuales nos resultaría imposible entender cómo el mundo moderno se cons-
truyó en medio de una enorme fractura social.
PRESENTACIÓN

Sin embargo, a pesar de lo dicho sobre las dificultades encontradas en el Plan Nacio-
nal de Patrimonio Industrial, debemos reconocer que se ha avanzado en su ejecución,
aunque todavía no podamos decir que se cumplan los mínimos indispensables para la
10 salvaguarda y conservación de sus bienes culturales específicos. En estas páginas pasamos
revista a las actuaciones emprendidas, algunas muy significativas, como, por ejemplo, la
consolidación del citado alto horno de Sestao, que ha sido protegido legalmente por el
Gobierno Vasco con un amplio apoyo popular y de las instituciones vizcaínas. También
estamos restaurando los hornos Bustamante de Almadén, histórico conjunto de produc-
ción de mercurio actualmente en profunda transformación, que no hace mucho que de-
jó de extraer cinabrio de sus famosas minas de lo que Alfonso X el Sabio denominaba
«argent vivo».
Consideramos fundamental no perder de vista que la meta de nuestro trabajo, como
técnicos y gestores de organismos públicos competentes en la materia, es no cejar hasta
conseguir que se garantice la conservación para la posteridad de suficientes muestras re-
presentativas de las tecnologías que han cambiado al mundo, porque en este campo las
innovaciones se suceden con tanta rapidez que una locomotora de vapor, una centralita
telefónica o una turbina para la producción de electricidad de hace medio siglo, son ya
auténticas y raras piezas de museos, porque cuando una generación de maquinarias que-
da obsoleta una irreversible cuenta atrás para su desaparición se inicia a una velocidad
vertiginosa. No importa que haya millones de aparatos de determinado tipo, porque, al
cabo de un breve espacio de tiempo, casi todos ellos habrán desaparecido, porque la so-
ciedad actual es muy expeditiva en este sentido. Así, se puede decir sin exageración, pa-
rafraseando a Ruskin, que las instalaciones industriales nacen, se desarrollan y mueren
irremediablemente a pesar de la sensación de inigualable poderío que ofrece una indus-
tria en su momento de mayor pujanza.
Esperamos, pues, que la lista de bienes industriales protegidos y catalogados se vaya en-
grosando al mismo tiempo que los diversos grupos sociales se conciencien para no dejar
perder testigos de un pasado fundamental en nuestra historia, porque eso significará que
existe un serio compromiso para que no se pierdan algunas de las páginas más decisivas
de la evolución del «homo faber». Y, finalmente, quisiera en nombre del IPHE agrade-
cer su colaboración no sólo a quienes han escrito en este número de nuestra revista, sino
también a quienes nos ayudan cada día en los más diversos lugares para que se avance
en este trabajo, en el que tanto nos guió Pachula con su inteligencia y entrega.
ÁLVARO MARTÍNEZ-NOVILLO

11
12

María Dolores Fernández-Posse y de Arnáiz.


In Memoriam

María Dolores Fernández-Posse y de Arnáiz


ARQUEÓLOGA
(El Ferrol, 1945-Madrid, 2007)

Los caminos de la vida son tantos y tan imprevisibles que pocos se atreverían a enunciar
una fórmula de la felicidad. Sin perder de vista la dimensión casi cósmica del asunto,
me atrevo a afirmar, sin embargo, que quienes aciertan a elegir su profesión cuentan de
partida con una importante ventaja para alcanzarla. Y, en ese sentido, es indudable que
María Dolores Fernández-Posse, Pachula, que como todos sus amigos y compañeros sa-
bemos vivió con enorme intensidad y sin desmayo la Arqueología a lo largo de cuaren-
ta años, fue una persona feliz y a la que en ningún momento faltaron objetivos dentro 13
de un oficio que le apasionaba.
No se me escapa que lo procedente en estas páginas de recuerdo y de homenaje que me
piden para la revista Bienes Culturales, de la que fue directora desde su primer núme-
ro, es trazar una semblanza más que nada profesional de su trayectoria, en la que des-
taquen sus extraordinarias cualidades como arqueóloga y como especialista en patrimo-
nio cultural, pero necesito comenzar confesando mi fascinación por una personalidad
deslumbrante como era la suya, compendio de una aguda inteligencia, de una destaca-
da formación intelectual, de una enorme capacidad de trabajo y, también, de una hu-
manidad, de un ingenio y de una ironía que bastaban para conjurar el tedio de la reu-
nión más empachosa. Pachula, investida de una auctoritas que emanaba de su bien
ganado prestigio profesional, estaba en posesión, asimismo, de notables dotes de organi-
zación y de mando; lo tenía todo para haber alcanzado las más altas cotas de responsa-
bilidad y de gestión en cualquier trabajo, pero nada me cuesta comprender ahora, en la
distancia, que su irrenunciable independencia, manifiesta en todos los órdenes de la vi-
da, difícilmente se hubiera acomodado a proyectos políticos concretos.
María Dolores Fernández-Posse, que había estudiado Filosofía y Letras en la Uni-
versidad de Navarra, realmente se formó como arqueóloga en la de Granada, en el am-
biente creativo y fructífero del Departamento de Prehistoria que allí fundara el maes-
tro Antonio Arribas en los primeros años setenta. De entonces, de su participación en
las excavaciones de Purullena y Monachil junto con Fernando Molina, Javier Carras-
co y Oswaldo Arteaga, data su excepcional destreza como arqueóloga de campo, de la
que, al igual que Concha Martín, Javier Sánchez Palencia, Almudena Orejas, Ignacio
Montero, Antonio Gilman, Julio Fernández Manzano y tantos otros, me siento bene-
ficiario y deudor. En 1975 se incorpora como técnico a la Comisaría de Excavaciones
del Ministerio de Cultura, entonces dirigida por Juan Maluquer de Motes, pero el tra-
bajo administrativo en modo alguno supone un freno a sus aspiraciones arqueológicas:
emprende por su cuenta excavaciones en el yacimiento prehistórico de Arevalillo de Ce-
ga, en Segovia, e, invitada por José Meseguer, no desaprovecha la oportunidad de con-
tribuir como profesora de dibujo arqueológico –en lo que también era una consumada
maestra– a la formación de los alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid. Are-
valillo se convertiría en la piedra angular de una tesis sobre la cultura de Cogotas I con
la que Pachula, bajo la dirección de Arribas, se doctoraría en Granada en 1980. Aquel
IN MEMORIAM

trabajo, muy jaleado también por Maluquer, no en vano representaba la necesaria re-
novación de unas investigaciones sobre la prehistoria del espacio central de la Penínsu-
la iniciadas por él un cuarto de siglo antes, constituyó su primer contacto, a la vez que
14 el flechazo definitivo, con la arqueología de la Meseta.
De la discreción, de la grandeza de espíritu y de la falta de apego de Fernández-Pos-
se a honores y reconocimientos da cuenta, yo diría que casi escandalosamente, el escueto
y rebajado currículum que solía presentar como aval de su experiencia. Al revés que los
sabios postizos, tenía la elegante cualidad de no tomarse demasiado en serio y de relati-
vizar la importancia de su quehacer, pese al empeño y esfuerzo que ponía en todo y pe-
se a la excelente acogida que la comunidad científica siempre dispensó a los frutos de su
investigación. Fueron tantas sus aportaciones de alcance que el riesgo de pasar por alto
alguna es inevitable, pese a lo cual no puedo dejar de recordar que se debe a su intui-
ción, a raíz del estudio puntual de los materiales de la Cueva del Aire, en Madrid, el
reconocimiento de un muy particular «Neolítico Interior»; que la moderna visión de los
«pastores de excisión y Boquique» del Bronce Final de la Meseta como un sustrato indí-
gena tiene sus anclajes esenciales en las páginas de su tesis; que, además de figurar entre
los pioneros de la Arqueometalurgia en España –colaboró en los años setenta con
A. Blanco Freijeiro y B. Rothenberg en los proyectos de Río Tinto (Huelva) y del valle
de Timna (Israel)–, cultivó regularmente esta disciplina para, en colaboración con M.
Fernández Miranda, I. Montero y S. Rovira, formular propuestas enormemente cele-
bradas sobre los procesos de reducción de mineral en el Calcolítico del Sudeste (Almiza-
raque) o sobre las pautas metalúrgicas del Bronce Final Atlántico; o que, tras las exca-
vaciones en el yacimiento de El Acequión (Albacete), se enroló con A. Gilman, M. Fer-
nández Miranda y C. Martín –su otra hermana– en un programa para el estudio de la
Edad del Bronce en la Mancha oriental, que permitió reconstruir el original modelo de
ocupación y explotación del territorio imperante en la zona.
Seguramente, sin embargo, su mayor y más exitosa empresa, aquella en la que mejor
se manifestó la pujanza investigadora del envidiable tándem que formaba con Javier
Sánchez Palencia, fue la desarrollada a partir de 1980 en torno a Las Médulas (León),
que se canalizó desde el CSIC a través de importantes proyectos. El reto consistió en ana-
lizar la transición entre el mundo prerromano y romano, muy condicionada allí por la
localización de la mina de oro más importante del Imperio, y el enfoque metodológico
elegido para el análisis fue una novedosa y original Arqueología del Paisaje. Una potente
labor de prospección sobre el terreno, estudios de fotografía aérea y geoarqueológicos y la
excavación de castros indígenas (El Castrelín de San Juan de Paluezas y el Castro de Bo-
rrenes) y de asentamientos romanos (Las Pedreiras de Lago y el poblado metalúrgico de
Orellán, entre otros) permitieron obtener una visión global de la zona entre los siglos
III a. C. y III d. C., profundizando en el conocimiento de las técnicas mineras, de las for-
mas de ocupación del territorio y de las estructuras sociales prerromanas y romanas. Por
fin se daba riguroso sentido histórico, más allá de la vistosidad de picuezos y canales o 15
de la extravagancia de la ruina montium, a la presencia de Roma en la zona.
Pero si importante fue en términos científicos la labor desarrollada por Pachula y Ja-
vier en Las Médulas, tal vez más meritorio fuera el sentido que cobraron sus investiga-
ciones como marco de una verdadera escuela de arqueología de campo –en la que se for-
maron, entre otros, Julio Fernández Manzano, Almudena Orejas, Inés Sastre, María
Ruiz del Árbol, Yolanda Álvarez o Luis López– y como referente para una reivindica-
ción patrimonial de los documentos arqueológicos de la zona, especialmente atenta a su
proyección social, que acabaría siendo decisiva para que en 1997 la UNESCO decla-
rara a Las Médulas Patrimonio de la Humanidad.
En la última década, seguramente sensibilizada por este último hecho y convencida
por el espíritu de la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico de la necesidad de proteger
los sitios arqueológicos como parte de un legado cuyo disfrute había de alcanzar a toda
clase de públicos, Fernández-Posse dedicará gran parte de su trabajo a temas patrimo-
niales, ahora –a partir de los años ochenta en que desapareciera la Comisaría de Exca-
vaciones– como arqueóloga del Instituto de Patrimonio Histórico Español. En este sen-
tido, su protagonismo es especialmente notorio en programas como el Inventario de
Bienes Culturales, los Planes de Catedrales o los Parques Arqueológicos, y, aún más im-
portante, en su frecuente participación en actividades del Consejo de Europa y de la
UNESCO, facilitada por un perfecto dominio de la lengua francesa adquirido a lo lar-
go de 1971, mientras realizaba un curso sobre Arqueología de Campo en l’Ecole d’-
Hautes Etudes de París.
En fin, he ahí un resumen del admirable currículum de una persona enamorada de
la vida y de su profesión. Sus familiares, sus amigos, sus compañeros la vamos a echar
de menos; echaremos en falta la luminosidad de su rostro, la viveza de su mirada, su
voz cálida, su espíritu creativo, su cordialidad y simpatía; también añoraremos su in-
variable juventud y ese distinguido aire vanguardista que jamás faltó en su indumen-
taria. Tal vez nos parezca que no existe resignación posible para tanto vacío, pero na-
da mejor para combatir ese pensamiento que la seguridad de que Pachula no nos
aceptaría abatidos por la melancolía. Pongamos, pues, nuestro empeño en continuar y
consolidar su obra.
Valladolid, marzo de 2007
GERMÁN DELIBES DE CASTRO
IN MEMORIAM

16
PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL
Presentación del Plan de Patrimonio Industrial*
DOLORES FERNÁNDEZ-POSSE Y DE ARNÁIZ
Instituto del Patrimonio Histórico Español
* Consciente del significado que pa-
Nos ha parecido práctico relatar de forma na- propia especificidad, requiere un tratamien- ra Pachula tenía el patrimonio indus-
rrativa, debido a la ausencia de difusión que to específico. En este sentido, todas las insti- trial y su especial interés en este nú-
mero de la revista Bienes Culturales,
suele ofrecer la Administración de su propio tuciones y expertos implicados abordaron
he asumido la responsabilidad de dar-
trabajo cómo se gestó el Plan de Patrimonio esta labor no como algo difícil sino como al- le forma definitiva a este artículo. He
Industrial, y poner de manifiesto la positiva go viable y con garantías de éxito. intentado transcribir fielmente el bo-
disposición de la Dirección General de Bellas En este contexto también hay que señalar rrador que ha dejado escrito, aña-
diendo algunos datos concretos rela-
Artes y Bienes Culturales del Ministerio de la labor del TICCIH2, que fue promotor y
tivos a documentos de la Comisión y
Cultura para su desarrollo a través del Insti- autor de uno de los documentos más com- actas de las reuniones, tal y como ella
tuto del Patrimonio Histórico Español. pletos hasta el momento, la Carta de Nizhny lo indicaba. Deseo haber respondido
En 1999 el Consejo de Europa pone en Tagil para el Patrimonio Industrial, firmada en a sus expectativas (Linarejos Cruz).
1
España, por decisión del Ministerio
marcha, dentro de la campaña «Europa, un Moscú en julio de 20033, que aunque parte
de Cultura, participó en este proyecto
patrimonio común» un proyecto de sensibili- de un concepto bastante amplio, reconoce el junto a Alemania, Andorra, Austria,
zación sobre el Patrimonio Industrial, enten- especial significado de la industrialización. Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos,
dido no sólo como productor de elementos Polonia, Suecia y Reino Unido.
2
El TICCIH es una organización
de cultura material sino también como siste-
mundial, consejera de ICOMOS, cuya 19
ma de vida. En el contexto de una cultura eu- La propuesta de un Plan finalidad es promover la protección,
ropea común, se hacía hincapié en la necesi- de Patrimonio Industrial conservación, estudio, documenta-
dad de evaluar esa memoria histórica, ción, investigación e interpretación del
Patrimonio Industrial. Su presidente,
industrial y reciente, de la sociedad actual. Si- Una vez que quedó clara la conveniencia de
Eusebi Casanelles, también formó par-
guiendo la línea de objetivos y actuación del que el Instituto del Patrimonio Histórico Es- te del grupo de Expertos en el Proyec-
Consejo de Europa, se proponía la creación pañol asumiera y abordara actuaciones en es- to del Consejo de Europa y es miem-
de una red internacional de cooperación en la te conjunto patrimonial4, de alto valor testi- bro de la Comisión delegada del
Consejo de Patrimonio Histórico Es-
que estuvieran representados todo tipo de monial y frágil desde el punto de vista de su
pañol, del Ministerio de Cultura espa-
instituciones y profesionales en la materia. conservación, una pequeña comisión5, den- ñol, para el Plan de Patrimonio Indus-
La representante española en el Comité tro del departamento que se ocupa del patri- trial.
3
de Patrimonio Cultural del Consejo de Eu- monio arquitectónico y arqueológico en el Aún está pendiente de ratificación
y aprobación por la UNESCO.
ropa (CC-PAT), Linarejos Cruz, sembró el Instituto, redactó un primer documento. 4
Dentro de sus programaciones y
interés por esta campaña de sensibilización Además de un somero diagnóstico sobre la en virtud de los cometidos dispues-
y, como consecuencia, el Ministerio de Cul- situación del patrimonio industrial y su espe- tos para este Centro en su Decreto
tura participó de forma activa en este Pro- cificidad dentro del ámbito de la conserva- fundacional, «le corresponde la ela-
boración de planes para la conserva-
yecto1. Era el lanzamiento de un proyecto ción y restauración patrimonial, quedó claro
ción y restauración del Patrimonio
transnacional en el que, a través de reunio- desde las primeras reuniones de trabajo la Histórico Español» (Real Decreto
nes de trabajo y diversas actividades progra- conveniencia –por no decir la necesidad– de 565 de 24 de abril de 1985).
5
madas, se pretendía establecer unas bases co- arbitrar para este tipo de bienes culturales un Formada por Linarejos Cruz, Al-
berto Humanes y M. Dolores Fer-
munes para la identificación, interpretación Plan Nacional. En este convencimiento in-
nández-Posse, es decir, los que fir-
y utilización de este tipo de Patrimonio que, fluía, de un lado, la positiva experiencia que man los tres primeros textos de este
por su proximidad en el tiempo y por su había sido el Plan de Catedrales y, de otro, el número de Bienes Culturales.
soporte legal que este tipo de Planes encuen- bienes de carácter etnográfico que constitu-
tra en la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico. yen restos físicos del pasado tecnológico,
Sin embargo, es interesante señalar que, ya productivo e industrial gallego que sean sus-
desde el primer momento, una de las cues- ceptibles de ser estudiados con metodología
tiones más discutidas fue la identificación, arqueológica, les será aplicable lo dispuesto
definición y enmarque cronológico de este para el patrimonio arqueológico». Por tanto,
tipo de patrimonio. existe un lastre, además de esa corriente
En efecto, se tuvo que marcar en primer equivocación entre arqueología como cien-
lugar qué no era patrimonio industrial, para cia que estudia las sociedades del pasado y
aquilatar una primera definición operativa. arqueología como técnica de recuperación
No en vano, aunque la sensibilización hacia de registro material, pero también es pro-
ese patrimonio era entonces ya notable y sus ducto de una segunda ambigüedad que to-
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

manifestaciones aparentaban ser fácilmente ma economía por industria7.


identificables, adolecía de una fuerte indefi- También los bienes industriales se han ve-
nición. Por ejemplo, en las ya muchas leyes nido tomando como Arquitectura Industrial,
de patrimonio de las Comunidades Autóno- es decir, las edificaciones industriales que, en
mas sólo tenían protección legal aquellos ele- muchos casos, tienen un claro valor monu-
mentos relevantes relacionados con la histo- mental o artístico o muestran soluciones va-
ria de la ciencia y de la técnica y, de los bienes loradas en la historia de la arquitectura (sean
considerados industriales, se valoraban sobre estructurales o del uso de nuevos materiales)
todo los más antiguos –norias, molinos, sali- o han resuelto bien la funcionalidad a que es-
20
nas, etc.– es decir, los que en realidad son pre taban destinados. Son esas estaciones ya no
o protoindustriales, en ocasiones con más va- sin trenes, sino sin vías ni andenes, o esas in-
6
También en esta denominación de lor etnográfico que industrial. fraestructuras culturales, o incluso centros
«arqueología industrial», tan popular Sobre esta indefinición influye que el in- comerciales en antiguas fábricas.
en el siglo pasado, había una cierta terés hacia el patrimonio industrial tuvo su Está claro que esas, en cierto modo com-
confusión. Se denominaba así por la
inicio en la disciplina arqueológica. Fueron, prensibles, ambigüedades de concepto,
técnica instrumental con la que se re-
cuperaban los restos, cualesquiera
en efecto, arqueólogos los que en la segunda obligaron a considerar prioritaria una defi-
que éstos fuesen. mitad del siglo pasado pusieron su técnica al nición ajustada para el Patrimonio Indus-
7
Estos aspectos están recogidos en servicio de la recuperación de antiguas insta- trial para proponer un Plan. Para ello nos
algunos Convenios y Recomendacio- laciones que ilustraban sobre diversas activi- apoyamos en que este patrimonio es el re-
nes del Consejo de Europa, aunque dades económicas de las que se recuperaban sultado de una determinada relación social,
tiene también dos textos específicos:
estructuras y cultura material6. De forma la capitalista, y con un concreto sistema tec-
la Recomendación R (87) 24 sobre
que cuando se excavaba cualquier instala- nológico, la mecanización. De esta forma
ciudades industriales europeas, en el
ámbito de las políticas urbanas, y la ción donde se había realizado una actividad sus manifestaciones quedaban comprendi-
Recomendación R (90) 20 sobre la económica, como por ejemplo una herrería das entre mediados del siglo XVIII y más o
protección del patrimonio técnico e del siglo XV, se hablaba de patrimonio in- menos 1960, cuando se incorpora al proce-
industrial. Estos dos textos tienen su dustrial. Un buen ejemplo es la presencia del so la electrónica y/o la informática.
antecedente en la Recomendación
patrimonio industrial en la Ley de Patrimo- Entendemos que este rigor (acotación
872 (1979) relativa a la arqueología
nio de Galicia de 1995. Un artículo en el Tí- cronológica) en la definición del concepto
industrial, que fue emitida por la
Asamblea Parlamentaria del Consejo tulo IV, dedicado al Patrimonio Etnográfi- deja fuera un molino de marea ya que, por
de Europa en su 31 sesión ordinaria co, se titula «bienes inmuebles de carácter muy sofisticado y original que sea su meca-
en 1979. industrial» y denomina así a «a todos los nismo, no pasa de ser una instalación arte-
sanal frente, por ejemplo, a una simple fa-
brica de harinas mecanizada. Sin embargo,
las manifestaciones de los testimonios de los
modos de producción artesanales, aunque
su producción se llevara a cabo en una esca-
la notable, tienen una protección y conser-
vación relativamente asentada en las legisla-
ciones como Patrimonio Etnográfico8.
Además de ajustar lo más posible esa defi-
nición de Patrimonio Industrial se conside-
ró que en este documento base se debía re-
flejar uno de los cambios que en el concepto
de patrimonio se había ido perfilando en las
últimas décadas. Nos referimos a lo que po-
dría denominarse la incorporación del espa-
cio, frente a un patrimonio dominado por el Figura 1. Visita de la Ponencia
tiempo, lo objetual, lo estructural, lo arqui- Técnica a Minas de Almadén.
tectónico, lo monumental, etc., cuyo mayor
valor era la antigüedad y su delimitación era su integridad. Esa integridad es la necesidad de
lo construido. De hecho, el concepto de en- contar con todos los elementos o componen-
torno tenía solamente una connotación de tes que forman parte de ese Bien y que los ha-
21
protección o como mucho de marco estéti- cen inteligibles, ya que en el caso de los bienes
co. Frente a eso, se han ido articulando cate- industriales es mucho más necesario por su
gorías patrimoniales en donde se prima una propia naturaleza, a veces menos explícita.
8
relación más general entre el hombre y la na- Con esas dos premisas se contaba, así, no Casi todas las Comunidades Autó-
turaleza, una interacción donde lo cultural y sólo con las manifestaciones materiales de nomas incluyen en su legislación un
título dedicado a la protección y pro-
lo natural forman un continuo. En definiti- las actividades productivas o industriales si-
yección social de este patrimonio. Por
va, el patrimonio adquiere una visión más no también con su contexto físico o geográ-
el contrario, solamente en la Ley as-
global, antropológica y de proceso histórico fico, su proceso histórico, incluyendo pro- turiana se incluye un título específico
que la puramente arquitectónica. Este cam- ducción, transporte y consumo. de Patrimonio Industrial, aunque es-
bio es, por ejemplo, el que permite que la Como se trataba de una propuesta que el ta Ley, de 2002, es ya posterior al
UNESCO comience a admitir en su Lista propio Instituto presentaría a juicio y criterio Plan al que dedicamos este volumen.
9
En efecto, la UNESCO, tras man-
de Patrimonio Mundial cualquier sistema del Consejo de Patrimonio Histórico, se in-
tener durante algún tiempo la clasifi-
complejo de organización, ocupación y ex- dicaban además, en propuesta esquemática y
cación de «bien mixto» (cultural/na-
plotación de ese espacio, ya que son traduc- general, algunas cuestiones de procedimien- tural), terminaría por acuñar el
ción de formas de organización social. Y es to; recalcando como necesidades importan- concepto «paisaje cultural» en la Con-
también esa concepción la que está detrás de tes o relevantes que los bienes industriales vención de Patrimonio Mundial de
nuevas figuras patrimoniales de las que la fueran declarados BIC, que tuvieran la máxi- 1992. Por su parte el Consejo de Eu-
ropa, en el Convenio del paisaje (Flo-
más interesante es Paisajes Culturales9. ma protección legal y la constitución de una
rencia, 2000), define paisaje como
Otro de los aspectos que, desde el inicio, Comisión donde estuvieran presentes algu-
cualquier parte del territorio tal como
queríamos tener en cuenta es esa exigencia que nas Comunidades Autónomas en representa- la percibe la población, cuyo carácter
ha de hacerse a los bienes culturales para su ción de las demás, y que tal Comisión estu- sea el resultado de la acción y la interac-
correcta identificación, valoración y difusión: viera facultada para convocar expertos. ción de factores naturales y/o humanos.
Esa Comisión, que sería delegada del En el momento de partida contábamos,
10
Dichos técnicos fueron Juan Car- propio Consejo de Patrimonio y para la que por tanto, con una manifiesta voluntad de
los Jiménez Barrientos, arqueólogo de
se marcó un somero calendario, tenía como las Administraciones, central y autonómicas,
la Dirección General de Bienes Cul-
turales por la Junta de Andalucía; Ig- principales cometidos la elaboración de para acometer la entrada de estos bienes in-
nacio Alonso García, jefe del Servicio criterios y metodología, así como la elabo- dustriales en paridad con otros conjuntos
de Patrimonio Histórico y Cultural de ración de un catálogo básico de bienes in- patrimoniales más explícitos y consagrados.
la Dirección General de Cultura por dustriales. También, como propuesta de Contábamos igualmente con un documento
el Principado de Asturias; Benito Ar- instrumentación, se consideraba que sobre base –ya bastante desarrollado– sobre el que
náiz Alonso, etnólogo del Servicio de
ese primer catálogo, y contando con las de- realizar la discusión.
Protección de la Dirección General de
Patrimonio y Promoción Cultural por
claraciones de BIC correspondientes, se re- Las dos primeras reuniones de la Comi-
la Junta de Castilla y León; Rodolfo dactarían Estudios y Planes Directores de sión, previstas en el esbozo de calendario pre-
García Pablos, coordinador de Servi- los bienes, conjuntos y paisajes industriales. sentado ante el Consejo de Patrimonio, tu-
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

cios de Patrimonio Histórico de la Di- Pasos previos necesarios para dilucidar as- vieron lugar en febrero y marzo de 2001.
rección General de Patrimonio Histó- pectos necesarios como las situaciones jurí- Queremos dejar constancia aquí de esas sesio-
rico por la Comunidad de Madrid;
dicas de este patrimonio, su continua trans- nes de trabajo en el convencimiento de que
Caridad de Santiago Restoy, asesora
de Apoyo del Servicio de Patrimonio
formación o derechos de uso. Todo ello ilustran sobre cómo la Comisión encaró todo
Histórico de la Dirección general de quedó plasmado en un documento base. tipo de problemas inherentes a este patrimo-
Cultura, por la Región de Murcia, y nio tan singular. En la primera reunión, ce-
Francesc Llop i Bayo, jefe del Servicio lebrada en la sede del Instituto el 22 y 23 de
de Patrimonio Arqueológico, Etnoló- La Comisión Delegada del Consejo febrero, quedó oficialmente constituida la
gico e Histórico de la Direcció Gene-
de Patrimonio Histórico Español Comisión, que abordó desde el primer mo-
22 ral de Patrimoni Artistic por la Gene-
ralitat Valenciana. El acierto de estos
para el Patrimonio Industrial mento la discusión del documento base12.
nombramientos por sus respectivas y sus trabajos previos a la Las sesiones de trabajo fueron tan intensas
CCAA quedó pronto de manifiesto, aprobación del Plan como fructíferas. Se establecieron los criterios
ya que no sólo fueron gente abierta y de identificación, selección e intervención de
de afinada negociación sino excelentes Este documento base fue presentado como bienes industriales, necesarios para acometer
profesionales. El Plan de Patrimonio
propuesta al Consejo de Patrimonio en la la selección de los bienes para la elaboración
Industrial tuvo, de esta forma, la suer-
te de contar con una excelente semi-
sesión celebrada en Toledo en diciembre de de un «catálogo de mínimos», que constituiría
lla. 2000. La iniciativa fue muy bien acogida la base para programar futuras intervenciones.
11
Estos tres expertos fueron Inma- por todas las Comunidades Autónomas y Una de las cuestiones que llevaron más tiem-
culada Aguilar Civera, profesora titu- en esa misma sesión se formó la Comisión po fueron los criterios de valoración para lle-
lar del Departamento de Historia del delegada, propuesta con el encargo de estu- var a cabo la selección de bienes, debido al
Arte de la Universidad de Valencia;
diar la viabilidad de dicho Plan. Fueron seis amplio espectro de sectores industriales y a los
Eusebi Casanelles i Rahola, director
las Comunidades que asumieron la repre- diferentes tipos de manifestaciones. Finalmen-
del Museo de la Ciencia y la Técnica
de Catalunya (e igualmente presiden- sentación de las restantes: Andalucía, Astu- te se estableció una clasificación categorizada.
te del TICCIH), y Román Fernán- rias, Castilla y León, Madrid, Murcia y Va- Para establecer una clasificación de los
dez-Baca, director del Instituto An- lencia. Sus respectivas Consejerías de sectores industriales se partió de una nómi-
daluz de Patrimonio Histórico. Patrimonio Cultural designaron a los técni- na detallada de cada uno de ellos.
12
La reunión se desarrolló con arre-
cos que asistirían a las reuniones correspon- Se perfilaron los contenidos de los Planes
glo al siguiente Orden del día: 1) Pre-
dientes10. A ella se sumaron tres expertos en Directores, haciendo especial hincapié en el
sentación del Plan Nacional de Pa-
trimonio Industrial por parte del la materia que fueron elegidos por el IPHE, enfoque social, procesos de producción y for-
Instituto del Patrimonio Histórico por su reconocido conocimiento en este ti- mas de vida, así como en las fuentes docu-
Español (IPHE). 2) Discusión del po de Patrimonio11. mentales gráficas y escritas, de los archivos.
Tras el ajuste de la definición de patrimo- cutir y se convocó una nueva sesión para com-
nio industrial y de bien industrial, se acor- pletar la redacción definitiva del documento.
dó incluir a continuación los tres tipos de La segunda reunión de la Comisión, ce-
bienes industriales (elementos aislados, lebrada en el mismo lugar el 2 de abril de
conjuntos industriales, paisajes industriales) 200113, marcaba en el orden del día la dis-
que inicialmente se habían asociado a las cusión final del documento y su aprobación
áreas temáticas. definitiva, con el propósito de presentarlo al
Se asumió la necesidad de mantener el Consejo de Patrimonio Histórico.
criterio de tratamiento integral de los pro- También se abordaron otras cuestiones
cesos, contemplando centros de produc- que habían quedado sin concretar en la reu-
ción, transformación, almacenamiento y nión anterior, como los sectores de actividad
transporte. Pero también se decidió otorgar industrial14 y la definición más detallada de
carácter de valor testimonial a algunos res- contenidos de los Planes Directores, que en
tos descontextualizados de instalaciones in- ese momento se consideraron el instrumen-
dustriales, como chimeneas. to más idóneo para el tratamiento de los
Una de las cuestiones a las que se dedicó bienes industriales. Pero, dado el desconoci-
más tiempo fueron los criterios de valora- miento que se tenía de algunos de ellos y pa-
ción para la selección de bienes industriales, ra garantizar la viabilidad de la redacción de
ya que había que contemplar aspectos de tales planes directores, se propuso y se acep-
muy diversa índole. Finalmente, se catego- tó introducir la figura de Estudio Previo al
rizaron y se establecieron tres bloques, que Plan Director. Su finalidad era determinar la
documento base IPHE-PNPI (2000)1. 23
recogían todos los determinantes que se es- viabilidad de intervenir en un determinado 3) Constitución de la Comisión dele-
timaron necesarios. bien, ya que el patrimonio industrial está so- gada del Consejo de Patrimonio His-
En el último punto del orden del día se metido a una rápida transformación, está su- tórico Español para el Patrimonio In-
abordaron algunas cuestiones que, aunque jeto a situaciones jurídicas variadas y, en oca- dustrial. 4) Discusión sobre criterios
no correspondían a la discusión del docu- siones, se procede a su desmantelamiento. de intervención. 5) Planteamiento de
contenidos de los planes directores.
mento, eran de interés para la puesta en Se consideró, pues, normalizar en la medida
6) Valoración y selección de Bienes
marcha del Plan. La representante de Mur- de lo posible el correspondiente Pliego de Industriales (BI) para su inclusión en
cia, Caridad de Santiago, insistió en la nece- condiciones técnicas para el contrato de es- el «catálogo de mínimos» base para la
sidad de hacer un inventario general, ya que tos documentos, que cubrirían una docu- programación de intervenciones.
13
el patrimonio industrial no está en manos de mentación histórica/patrimonial y gráfica La reunión se llevó a cabo con
los gestores del patrimonio, ya que tiene primaria, un primer diagnóstico del estado arreglo al siguiente Orden del día:
1) Aprobación del documento base
otros agentes. Ésta sería la primera medida de conservación, la necesidad de hacer estu-
IPHE-PNPI (2000) 1 revisado.
de protección en la que todos estuvimos de dios específicos (arqueológicos, inventario
2) Discusión del anexo de sectores de
acuerdo. También se apuntó la conveniencia de maquinaria, etc.) que debería abordar actividad industrial. 3) Definición de
de crear un sitio en Internet, por parte de posteriormente el Plan Director. Sobre todo contenidos de los planes directores.
Román Fernández Baca. Por su parte, el tendría que contemplar algo esencial en este 4) Primera tentativa de catálogo de
Subdirector General del Instituto del Patri- tipo de Bien, tal y como se ha puesto de ma- mínimos de Bienes Industriales sus-
ceptibles de intervención.
monio Histórico propuso la realización de nifiesto en estos años de experiencia: el esta- 14
La profesora Aguilar aportó una
intervenciones piloto, que pudieran servir do jurídico/administrativo, su viabilidad co-
relación estructurada y, finalmente,
de referencia para actuaciones posteriores. mo proyecto de inversión, proyección social la lista quedó conformada tal y como
Aunque el trabajo avanzó considerable- y, en definitiva, el grado de disponibilidad aparece en el anexo de sectores del
mente, aún quedaron algunos puntos por dis- para realizar intervenciones. documento base del Plan.
hacia ese patrimonio. Este modelo de Plan
Director, o Plan Director tipo, aparece en el
Anexo de este volumen, entendiendo que las
propias características de cada Bien determi-
nan la forma concreta de abordarlo.
Una convicción, que estuvo siempre paten-
te a lo largo de las dos reuniones, fue la nece-
Figura 2. Reunión de la Comisión sidad ineludible de llevar a cabo las pertinen-
en el Instituto del Patrimonio Históri- tes declaraciones de BIC de forma correcta.
co Español. Para ello se contemplaba la inclusión en los
Planes directores de la documentación nece-
Respecto a los contenidos de los Planes saria para la declaración15. En la actualidad el
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

directores, la discusión fue prolongada, ya número de bienes industriales protegidos ha


que, junto a aspectos comunes a este tipo de aumentado, junto al grado de sensibilización
documentos como son la memoria histórica por este patrimonio, pero aún es insuficiente;
y la valoración, aparecían nuevos aspectos sobre todo teniendo en cuenta que la mayo-
que parecían esenciales. Así, la relación con ría de las instalaciones industriales se encuen-
el paisaje o los aspectos medioambientales tran en zonas periurbanas susceptibles de ur-
del medio urbano o rural, lo que obligaba a banización.
documentar desde el punto de vista norma- Las Comunidades Autónomas han ido
tivo los condicionantes y autorizaciones ne- acometiendo esta labor y desde los inicios
24
cesarios de varias legislaciones sectoriales. del Plan de Patrimonio Industrial ya se han
Un segundo aspecto, largamente discutido y protegido algunos bienes industriales.
esencial, era la documentación no sólo del El Documento que la Comisión conside-
proceso industrial con su maquinaria, insta- ró definitivo fue presentado en el Consejo
laciones y equipamientos, sino definir la de Patrimonio Histórico en su sesión de 19
existencia de archivos u otras documentacio- y 20 de abril, celebrada Úbeda y Baeza. Este
nes de empresa, básicas para la historia so- documento, que figura en el Anexo, fue
cial. Por otra parte, nos enfrentábamos con aprobado y aún sigue vigente. Sin embargo,
una cultura material, sobre todo en lo refe- esta aprobación no supuso el fin de los tra-
rente a unos tipos específicos de materiales bajos de la Comisión, que tan bien e inten-
cuya conservación no sólo no tiene tradi- samente había trabajado. Con la aprobación
ción, como ocurre con el resto del patrimo- de este documento, que marca las líneas
nio histórico, sino que no ha sido abordada maestras del Plan y fija una primera meto-
hasta el momento. (Nota: tolvas, materiales dología, quedó patente la voluntad de las
ferroviarios, maquinaria, estructuras que Administraciones de acometer la protección,
combinan diferentes materiales, etc.). conservación y proyección social de dicho
15
Hay que tener en cuenta que la También se hizo hincapié en dos apartados patrimonio e instrumentar las medidas que
Administración no puede intervenir
considerados importantes: las propuestas, lo hicieran posible, incluyendo el futuro uso
en Bienes que no estén declarados
con definición de áreas de actuación y usos de los conjuntos, edificios o elementos in-
BIC, y en esos momentos eran escasos
los bienes industriales que gozaban de compatibles, y los planes de gestión y mante- dustriales. La Dirección General de Bellas
protección legal, que se limitaba a al- nimiento. Además había que contemplar la Artes y Bienes Culturales, por su parte, in-
gunos inmuebles de valor artístico. difusión, ya que existía escasa sensibilización trodujo en el programa «conservación y res-
tauración de bienes culturales» un subpro- mismo, y a petición de la Generalitat Va-
yecto específico para los bienes industriales. lenciana, se aprueba la sustitución de Fran-
Los trabajos de la Comisión delegada tras cesc Llop por Emilia Simón. De esta forma
la aprobación del Plan de Patrimonio In- la comisión quedó integrada por siete repre-
dustrial. El catálogo de Bienes. sentantes de las Comunidades Autónomas y
La Comisión delegada, tras la aprobación siete miembros de la Ponencia Técnica.
del Plan de Patrimonio Industrial, aún tenía • Instar a las Comunidades Autónomas,
un arduo trabajo por delante. Había que a través del Consejo de Patrimonio, a:
elaborar un catálogo de mínimos, que reco- – Iniciar los trámites de protección de
giera los bienes industriales más apropiados los Bienes Industriales que cada Comuni-
para acometer las primeras intervenciones. dad Autónoma había presentado para su in-
En primer lugar se tuvieron que desarrollar clusión en el Plan de Patrimonio Industrial.
los criterios y el procedimiento de selección En cada caso se aplicaría el procedimiento
16
de bienes para ese catálogo, teniendo en más apropiado, en función de lo establecido Las minas de Almadén tenían pre-
visto el cese de la actividad minero-
cuenta que la instrumentación acordada co- en la legislación correspondiente.
metalúrgica a finales de 2003. Para
menzara a poder ser testada en la práctica. – Declarar Bien de Interés Cultural los paliar los efectos de estas medidas,
Se acordó que el catálogo tenía que ser re- Bienes Industriales seleccionados por la Co- Minas de Almadén y Arrayanes (MA-
presentativo del proceso de la industrializa- misión. YASA) previó acometer un plan de
ción española y que debía ofrecer un equili- • Solicitar a las Comunidades Autónomas rehabilitación del conjunto industrial
brio territorial y por sectores. Así, se hizo de Aragón, Baleares y Ciudades Autónomas y para ello solicitó la colaboración del
IPHE y su inclusión en el Plan de Pa-
una petición a las Comunidades Autóno- de Ceuta y Melilla, la presentación a la Co-
trimonio Industrial. Por este motivo 25
mas para que presentaran un listado de misión delegada de las propuestas de Bienes se celebró en Almadén la tercera reu-
bienes industriales representativos, acompa- Industriales para su posible inclusión en el nión de la Comisión, que incluía una
ñados de un dossier explicativo. Esta pro- Plan Nacional de Patrimonio Industrial. visita a las instalaciones mineras. La
puesta tuvo muy buena acogida y, aunque la • Solicitar a las Comunidades Autóno- reunión se llevó a cabo con arreglo al
respuesta fue desigual, el material aportado mas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Ca- siguiente Orden del día: 1) Presenta-
ción de las propuestas de Bienes In-
por la mayoría de las Comunidades Autó- taluña, Extremadura y La Rioja, la amplia-
dustriales enviadas por las Comuni-
nomas proporcionó material suficiente para ción de la documentación presentada para dades Autónomas. 2) Discusión y
comenzar a elaborar el citado catálogo de su posterior estudio y discusión en la próxi- estudio de viabilidad de las propues-
mínimos. El primer paso fue la sistematiza- ma reunión de la Comisión. tas recibidas. 3) Selección de los
ción de la información recibida, recogida en • Aprobar las propuestas presentadas por Bienes Industriales susceptibles de ser
fichas que contenían todos los campos ne- las Comunidades Autónomas de Asturias incluidos en la primera fase del Plan
de Patrimonio Industrial. 4) Defini-
cesarios para facilitar la labor de selección. (pozo Santa Bárbara, La Rabaldana, Valle
ción de procedimiento para cada uno
La tercera reunión de la Comisión se ce- del Turón; fábrica de gas y electricidad,
de los Bienes Industriales selecciona-
lebró en Almadén, durante los días 14 y 15 Oviedo, y Salto de Grandas de Salime), dos (declaración como BIC, necesi-
de marzo de 200216. En esta sesión se estu- Cantabria (complejo siderúrgico de La Ca- dad de encargo de: estudio previo,
diaron las propuestas enviadas por las Co- vada, La Cavada, Riotuerto; San Roque de plan director, proyecto, etc.)
17
munidades Autónomas y la Comisión tomó Riomiera, Riomiera, y La Pila, Soba; paisa- Como quiera que el proceso de
reconversión de Almadén (Ciudad
los siguientes acuerdos: je minero de Reocín, Reocín; embarcadero
Real) se realizaría en el contexto del
de mineral de Dicido, Mioño, Castro Ur-
Plan de Patrimonio Industrial, la
• Aceptar como nuevo miembro de la diales), Castilla y León (conjunto de la Junta de Comunidades de Castilla la
Comisión al representante de Castilla-La cuenca minera de Sabero, León; aserradero Mancha solicitó pasar a formar parte
Mancha, Alfonso Caballero Klink17. Así mecánico de Valsaín, Segovia; conjunto de de la Comisión.
Dado el carácter excepcional de esta reu-
nión, que incluyó una visita al conjunto mi-
nero y que contó con la presencia de auto-
ridades de las Administraciones central,
autonómica y municipal, se vio la necesidad
de convocar una nueva sesión de trabajo en
el plazo de dos meses.
La cuarta reunión se celebró el día 20 de
Mayo en el IPHE con el fin de estudiar las
nuevas propuestas enviadas por las Comu-
nidades Autónomas así como la ampliación
de las documentaciones que estaban incom-
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

pletas y concretar los encargos de actuacio-


nes para 2002-200318.
El resultado del trabajo de las dos últimas
reuniones quedó reflejado en el documento
que se reproduce a continuación:
Figura 3. La Ponencia Técnica realiza
una visita al poblado ferroviario de industrias textiles de Béjar), Galicia (fábrica
Monfragüe junto a representantes de la de conservas, y factoría ballenera Massó, Ba- «La Comisión delegada del Consejo de Pa-
Fundación de los Ferrocarriles Españo- lea, Cangas-Bueu, Pontevedra; centrales hi- trimonio Histórico para el Patrimonio In-
les, Patrimonio de RENFE y Junta de
droeléctricas del río Tambre; viaductos «Ma- dustrial, tras estudiar las propuestas presen-
26 Extremadura.
drid» y «Pontevedra» del ferrocarril en tadas por las Comunidades Autónomas, en
Redondela, Pontevedra; astilleros navales del el curso de sus sesiones de trabajo celebra-
arsenal de Ferrol, A Coruña), Madrid (talle- das en Almadén (14/03/2002) y Madrid
res del conjunto de Nuevo Baztán; Canal de (20/05/2002), ha llegado a los siguientes
Isabel II, presa del Pontón de la Oliva, Pato- acuerdos:
nes, y central eléctrica, Torrelaguna; Real Fá- • De todas las propuestas presentadas
brica de Tapices, Madrid; antigua fábrica de se han seleccionado las 49 que serán obje-
harinas «La Esperanza», Alcalá de Henares), to de las primeras actuaciones. Los crite-
Murcia (paisaje minero de La Unión y Car- rios utilizados para dicha selección son
18
La reunión se llevó a cabo con tagena; embarcadero de mineral del Horni- aquellos que figuran en el documento ba-
arreglo al siguiente Orden del día: llo, Bahía del Hornillo, Águilas; arsenal de se del Plan de Patrimonio Industrial y la
Estudio de propuestas de Comuni-
Cartagena) y Valencia (El Molinar, Alcoy, priorización que, sobre sus propias pro-
dades Autónomas: llegadas fuera de
Alicante; antigua estación del Grao, Valen- puestas, han efectuado las Comunidades
plazo o a las que se les solicitó am-
pliación de la documentación. Defi- cia; fábrica de la seda, Almoines, Valencia; Autónomas. Se ha tenido en cuenta tam-
nición de los criterios y procedimien- fábrica de tabacos de Valencia). Estas actua- bién el factor riesgo.
to para la selección definitiva de los ciones fueron consideradas prioritarias en Sobre esta primera relación se han deter-
Bienes Industriales que formarán base a los criterios establecidos en el docu- minado, a su vez, aquellos bienes industria-
parte de la primera fase de interven-
mento base del Plan. les que serán objeto de atención inmediata:
ciones del Plan de Patrimonio Indus-
• Constituir la Secretaría Permanente de son los quedan señalados tipográficamente
trial. Selección de los Bienes Indus-
triales y procedimiento aplicable en la Comisión Delegada en el Instituto del (IN = Inventario; EP = Estudio Previo;
cada caso. Determinación de encar- Patrimonio Histórico Español, calle El Gre- PD = Plan Director; PRO = Proyecto de
gos para 2002-2003. co, número 4, 28040 Madrid. actuación).
ANDALUCÍA EXTREMADURA
1. Fábrica azucarera Nuestra Señora del 21. Harinera de Plasencia.
Pilar. Motril (Granada). PD. 22. Minas de Aldea Moret.
2. Minas de Riotinto (Huelva). 23. Bodega de Almendralejo EP.
3. Altos Hornos de Marbella (Málaga). EP.
4. Real Fábrica de Hojalata de Juzcar GALICIA
(Málaga). 24. Fábrica de conserva y factoría ballenera
Massó, Cangas-Bueu. Pontevedra. PD.
ASTURIAS 25. Centrales hidroeléctricas del río
5. Pozo Santa Bárbara. La Rabaldana Tambre. EP.
(Valle del Turón). PD. 26. Viaductos «Madrid» y «Pontevedra» del
6. Fábrica de gas y electricidad. Oviedo. ferrocarril en Redondela. Pontevedra.
7. Salto de Grandas de Salime. EP. 27. Astilleros navales del Arsenal de Ferrol,
A Coruña.
CANTABRIA
8. Complejo siderúrgico de La Cavada. PD. MADRID
9. Paisaje minero de Reocín (Reocín). 28. Talleres del conjunto de Nuevo Baz-
10. Embarcadero de mineral de Dicido. tán. PRO.
Mioño (Castro Urdiales). 29. Canal de Isabel II. Presa del Pontón
de la Oliva (Patones) y central eléc-
CANARIAS trica (Torrelaguna). EP.
Propuestas en estudio. 30. Real Fábrica de Tapices. Madrid. 27
31. Antigua fábrica de harinas «La Espe-
CASTILLA-LA MANCHA ranza». Alcalá de Henares.
11. Real Fábrica de metales de S. Juan.
Riopar (Albacete). EP. MURCIA
12. Zona minera de Puertollano (Ciu- 32. Paisaje minero de La Unión y Carta-
dad Real). EP. gena. EP.
13. Real Fábrica de Paños de Brihuega. 33. Embarcadero de mineral del Horni-
llo. Águilas. PRO.
CASTILLA Y LEÓN 34. Arsenal de Cartagena.
14. Conjunto de la cuenca minera de
Sabero (León). EP. NAVARRA
15. Aserradero mecánico de Valsaín (Segovia). 35. El Trujal. Cabanillas.
16. Conjunto de industrias textiles de 36. Centrales eléctricas del río Irati (en es-
Béjar. IN. tudio, a la espera de documentación
complementaria).
CATALUÑA
17. Fábrica Miralda de Manresa. PAÍS VASCO
18. Fábrica de cementos Asland en Clot 37. Draga Jaizkibel. Pasaia. EP.
del Moro. 38. Coto minero de Irugurutzeta.
19. Colonia Sedó de Esparraguera (Bar- 39. Alto Horno I de Altos Hornos de
celona). PD. Vizcaya. Sestao. PD.
20. Colonias industriales del Llobregat. EP. 40. Salinas de Añara (Álava).
LA RIOJA cabo los objetivos propuestos, debido sobre
41. Real Fábrica de Paños de Ezcaray (en todo a imperativos de carácter legal o admi-
estudio). nistrativo.
Las conclusiones quedaron reflejadas en
VALENCIA el Acta correspondiente, que recogía los si-
42. El Molinar, Alcoy (Alicante). PD. guientes puntos:
43. Antigua estación del Grao, Valencia.
44. Fábrica de la seda, Almoines (Valen- 1. Balance de las actividades de 2003. Esta-
cia). EP. do de la cuestión y análisis de los estudios
45. Fábrica de tabacos. Valencia. realizados.
Dicho balance se hace por Comunidades
(Las Comunidades Autónomas de Ara- Autónomas y señalando las incidencias más
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

gón y Baleares, así como las ciudades autó- significativas respecto a los estudios, planes di-
nomas de Ceuta y Melilla, no han presenta- rectores o inventarios que se habían definido
do ninguna propuesta) como prioritarios en la 4.ª reunión de la Co-
• Actuaciones en marcha dentro del Plan de misión para realizar por encargo del IPHE:
Patrimonio Industrial en el IPHE (MECD): Andalucía. El bien industrial selecciona-
46. Conjunto Minero de Almadén (Ciu- do para realizar un estudio había sido la
dad Real). PD y PRO Azucarera de Motril. Tras una visita y los
47. Fábrica de Artillería de Sevilla. correspondientes contactos con la Junta de
48. Poblados ferroviarios. IN. Andalucía se comprobó que el encargo ya
28
49. Canal de Castilla. EP. estaba en curso por parte del propio Ayun-
tamiento de Motril. De esta forma se optó
• Los 49 bienes industriales objeto de es- por encargar un Estudio de viabilidad de
ta primera selección deben recibir la máxi- actuación en los Altos Hornos de Marbella.
ma protección que otorga la legislación so- Asturias. Se ha realizado un Estudio de
bre Patrimonio Histórico. viabilidad de todo el Valle del Turón. Es de-
• Esta primera selección de bienes reali- cir, se optó por considerar el valle como pai-
zada sobre las propuestas de cada Comuni- saje industrial superando la escala del Pozo
dad Autónoma debe considerarse como el de Santa Bárbara, que había sido propuesto
primer paso de un inventario general de pa- en primera instancia.
trimonio industrial.» Cantabria. Las dificultades de definición
de proyecto a realizar con la propia Comu-
La quinta y última reunión19 de la Co- nidad Autónoma aconsejaron posponer el
misión delegada fue el 15 de diciembre de encargo a 2004.
2003. Se hizo allí el primer balance de las ac- Baleares. La propuesta de esta Comuni-
tividades de 2003. En aquellas fechas ya se dad –el Museo de la Industria. Fábrica No-
19
La reunión se llevó a cabo según habían realizado algunas actuaciones que era va de Soller– llegó, en 2003, fuera de fecha.
el Orden del día propuesto: 1. Balan-
conveniente que fueran analizadas por la Co- Aragón. Esta Comunidad, que en su día
ce de las actividades de 2003 (Estado
misión así como las incidencias que habían declinó realizar propuestas, ha remitido re-
de la cuestión y análisis de los estu-
dios realizados). 2. Propuesta de la surgido. En efecto, la puesta en marcha de las cientemente varios bienes industriales que
programación de 2004-2005. 3. Co- primeras actuaciones programadas puso de considera apropiados para intervenir (Sali-
mentarios y sugerencias. manifiesto que no siempre era factible llevar a nas de Ojos Negros (Teruel), Real Fábrica
de Pólvora de Villafeliche (Calatayud, Zara- Murcia. La complejidad de las instalaciones
goza) y el conjunto protoindustrial e indus- conservadas en torno al embarcadero de mine-
trial fluvial de Gelsa (Zaragoza). Los dossie- ral del Hornillo, en Águilas, aconsejó no restrin-
res remitidos por la Comunidad fueron girse al proyecto de restauración y realizar un Es-
vistos por la Comisión, pero no se pudo tudio más amplio e integrador del entorno.
profundizar en sus contenidos y se decidió Navarra. No se realizó ningún encargo
aplazar la selección hasta realizar un estudio debido a que el Gobierno de Navarra sola-
más detallado de cada uno de ellos. Tarea de mente envió una relación de Bienes sin la
la que quedó encargado el IPHE. documentación requerida.
Canarias. El Cabildo de Hierro envió País Vasco. Se había seleccionado la Dra-
una propuesta que se consideró que no de- ga de Jaizkibel, en Pasaia, para realizar el es-
bía ser estudiada formalmente hasta que vi- tudio previo al plan director. Sin embargo,
niese refrendada por el Gobierno de Cana- no se pudo materializar el encargo al no ser
rias. remitida la documentación precisa para ello.
Castilla-La Mancha. Se ha realizado, co- Rioja. En la 4.ª reunión de la Comisión
mo estaba previsto, un Estudio previo al no se aceptó la propuesta de la Comunidad
Plan Director de las Fábricas de Riópar y se Autónoma para el conjunto de Ezcaray. Se
ha reunido la documentación catastral preci- han solicitado otras alternativas.
sa para la declaración de BIC del conjunto. Valencia. En 2003 fue convocado un
Castilla y León. Se realizó un inventario Concurso para la realización del Plan Di-
valorado de las industrias textiles de Béjar. rector del Molinar de Alcoy. Sin embargo,
29
Se desestimaron la cuenca minera de Fabero problemas administrativos provocaron la
y el aserradero de Valsaín, hasta disponer de anulación del expediente.
la información referente a actuaciones que se Sobre la base de las incidencias producidas
están llevando a cabo por la Comunidad y relatadas por los técnicos del IPHE se abre
Autónoma y Patrimonio Nacional respecti- un debate sobre las siguientes cuestiones:
vamente. • La conveniencia de que se hagan los
Cataluña. Se realizó un estudio previo al pertinentes contactos con los ayuntamien-
Plan Director de la Colonia Sedó, en Espa- tos en que radiquen aquellos bienes indus-
rraguera (Barcelona). triales donde se ha comenzado a trabajar
Extremadura. Se optó realizar, de acuer- (J. C. Jiménez y D. Fernández-Posse).
do con la Comunidad y la Fundación de • A propuesta de I. Aguilar: la reitera-
RENFE, un Estudio de viabilidad de recupe- ción a las Comunidades Autónomas de la
ración integral del poblado ferroviario de necesidad de que, esos bienes –así como los
Monfragüe, utilizando para esa elección el que constan en el catálogo de mínimos–
Inventario de poblados realizado en 2002 sean declarados BIC.
por el IPHE. • A propuesta de A. Caballero: la conve-
Galicia. Se había incluido la fábrica Mas- niencia de realizar reuniones en las Comu-
só en Bueu-Cangas, cuyo estudio no pudo nidades Autónomas.
iniciarse por dificultades técnicas del mo- • A propuesta de E. Casanelles: la nece-
mento. sidad de difusión, sensibilización y proyec-
Madrid. Se ha realizado un Estudio del ción social del propio Plan de Patrimonio
Pontón de la Oliva-Canal de Isabel II. Industrial.
2. Propuesta de la programación de 2004- dio de soluciones para subsanar las dificul-
2005: tades administrativas para el encargo del
• Colonia Sedó (Cataluña). Se propone Plan Director.
encargar el Plan Director, con algunas pre- • Fábrica de seda de Almoines (Valen-
cisiones, por parte de E. Casanelles sobre el cia). Plan director.
pliego de prescripciones técnicas del encar- • Aragón. Tras el estudio de las propues-
go, derivadas del estudio previo: que la igle- tas por el IPHE, se determina encargar el
sia y la escuela pasen a formar parte del Mu- estudio previo de la Real Fábrica de Pólvo-
seo existente y que se debe proponer para ra de Villafeliche.
todo el conjunto un plan de gestión. • Cantabria. Estudio previo del comple-
• Altos Hornos de Marbella (Andalucía). jo siderúrgico de la Cavada.
Se propone una actuación previa, de conso- • Ballenera Massó (Galicia). Plan director.
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL

lidación y protección de las estructuras exis-


tentes y una investigación arqueológica. Se 3. Comentarios y sugerencias:
propone sea una actuación conjunta entre La Comisión propone:
la Comunidad Autónoma y el IPHE, tras su • Instar a las Comunidades Autónomas a
declaración como BIC. declarar BIC los bienes seleccionados, y al
• Valle de Turón (Asturias). El estudio Ministerio de E.C. y D. a declarar el pobla-
previo, realizado en 2003 de acuerdo con la do ferroviario de Monfragüe.
estrategia de considerar como paisaje indus- • Instar a la Comunidad de Madrid a
trial toda la cuenca del río Turón, propone ampliar la declaración de BIC del Canal
30
la redacción de un Plan Especial de Protec- de Isabel II (Patones-Torrelaguna).
ción y Reforma Interior del Enclave Mine- • Dirigir un escrito a Patrimonio de
ro del valle del río Turón, a realizar por un RENFE recordándole la necesidad de respe-
Consorcio creado ex profeso. El IPHE en- tar los bienes industriales de su propiedad.
cargará un Plan Director para el entorno del • Instar a la Comunidad de Madrid a
Pozo de Santa Bárbara. proponer su representante en la Comisión,
• Salto de Grandas de Salime (Asturias). en sustitución de Rodolfo García Pablos.
Encargo de Plan director. • Trabajar en la organización de una
• El embarcadero de mineral del Horni- campaña de difusión del Plan de Patrimo-
llo de Águilas (Murcia). Encargo de un Pro- nio Industrial.
yecto integral de obras de ordenación del • Persistir en los contactos con las Co-
entorno. munidades Autónomas que todavía no tie-
• Paisaje industrial de la Sierra minera de nen bienes industriales programados.
Cartagena (Murcia). Plan director. Aunque la Comisión no se disolvió ofi-
• Fábricas de metales de Riópar (Casti- cialmente tras la última reunión, se estimó
lla-La Mancha). Encargo de Plan Director. que a partir de ese momento ya había que-
• Poblado ferroviario de Monfragüe (Ex- dado definida la línea de actuación y la
tremadura). Plan director, previa declara- programación de intervenciones para los
ción de BIC. próximos años. Así, el Plan de Patrimonio
• El Molinar de Alcoy (Valencia). Pro- Industrial sigue su trayectoria y continúan
yecto de consolidación de estructuras. Estu- realizándose las actuaciones previstas.
Plan Nacional de Patrimonio Industrial:
Apuntes históricos y conceptuales
LINAREJOS CRUZ
Instituto del Patrimonio Histórico Español

A lo largo de la historia reciente la actividad industrial ha generado una serie de elemen-


tos que paulatinamente se van considerando parte de nuestro patrimonio cultural. La ar-
quitectura industrial, las estructuras ingenieriles, la maquinaria, etc. constituyen un mate-
rial imprescindible para comprender la historia de los dos últimos siglos. Estos elementos
constitutivos de los procesos de producción y del transporte, así como de los equipa-
mientos técnicos, han desempeñado un importante papel en la evolución de nuestras ciu-
dades, en la formación de los rasgos de identidad de sus espacios y paisajes, y en general
en la definición del ambiente vital concreto en que se ha desarrollado la industrialización.
De esta forma, la conservación y el estudio de estos testimonios son fundamentales para
comprender y documentar un período clave en la historia de la humanidad.
El patrimonio industrial se convierte así en memoria histórica que se manifiesta di-
ferencialmente según la época de su desarrollo, los sectores de actividad y los territo-
rios en que se lleva a cabo.

(Plan Nacional de Patrimonio Industrial: documento base. 2000)


31

La industrialización Gran Bretaña, seguido de Alemania. Gran


Bretaña contaba con potentes yacimientos
El carbón, como fuente de energía, y la má- que se extendían a lo largo de toda Inglate- Figura 1. Vista del conjunto industrial
quina de vapor, como motor de los nuevos rra hasta Escocia, además se daban unas de Zöllverein, en la cuenca minera del
Rhur (Alemania). Emplazamiento em-
sistemas de producción, se encuentran en el circunstancias sociopolíticas favorables, tras blemático de la industrialización, dedi-
origen de la revolución industrial. En efec- la revolución de 1688, que propiciaron el cado a la minería del carbón (fotografía
to, su aplicación a los métodos de extrac- desarrollo industrial a gran escala. Alemania Linarejos Cruz).
ción de materias primas, a la elaboración de
productos y al transporte constituye la esen-
cia de la industrialización, cuyos agentes bá-
sicos son la mina, la fábrica y el ferrocarril.
Del mismo modo que una de las razones
fundamentales por las que la revolución ne-
olítica surgió en el «creciente fértil» fue que
ofrecía el medio físico apropiado para el de-
sarrollo de la agricultura y la ganadería, y
para la implantación de asentamientos hu-
manos estables, la revolución industrial se
inició en los lugares que disponían de mayo-
res recursos carboníferos; en primer lugar,
Como antecedente directo de la indus-
trialización, en el siglo XVIII encontramos la
instauración de las Reales Fábricas, iniciati-
va derivada de las ideas de la ilustración e
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL: APUNTES HISTÓRICOS Y CONCEPTUALES

inspirada en la experiencia francesa de las


Manufactures Royales de Colbert. Se trata-
ba de establecimientos privilegiados, ya que
estaban sostenidos por la Corona y conta-
ban con muchos medios para la fabricación
de productos muy diversos, que cubrían un
amplio espectro. Entre ellas, las Fábricas-pi-
Figura 2. Interior de un taller de las
Reales Fábricas de Metales de San loto estaban destinadas fundamentalmente
Juan de Alcaraz, en Riópar (Albacete). a la producción de tejidos, sobre todo paños
El conjunto industrial, dedicado a la de lana, producto muy demandado que era
fabricación de latón y planchas de co-
necesario importar en grandes cantidades.
bre, aún conserva gran parte de sus
instalaciones y maquinaria (fotografía Se crearon industrias militares, como fundi-
Linarejos Cruz). ciones de artillería, y otras ya existentes, co-
mo los arsenales de Ferrol o Cartagena, se
aprovechó sus abundantes recursos de car- estatalizaron. Los monopolios fiscales de la
bón mineral para impulsar la mayor indus- Corona, que englobaban producciones de
tria siderúrgica de Europa, localizada en la diversa índole, desde la real Fábrica de Ta-
32
cuenca del Ruhr. bacos de Sevilla o la de Pólvora de Villafeli-
La industrialización en España, como en che hasta la explotación minera de algunos
el resto de los países del ámbito mediterrá- cotos, pasaron a ser gestionados directa-
neo, fue algo más tardía y se manifestó con mente por el Estado. El panorama se com-
menor intensidad, debido a la limitada dis- pletaba con las industrias suntuarias, que fa-
ponibilidad de recursos energéticos y a la bricaban objetos de lujo de gran calidad,
desfavorable coyuntura política. fundamentalmente cristal y porcelana. Sir-
España contaba con abundancia de mi- van como ejemplo las reales fábricas de por-
nerales, en algunos casos ya identificados y celana del Buen Retiro o la de cristal de La
explotados desde época prerromana, pero Granja. Con estas fábricas se trataba de fre-
su base productiva era fundamentalmente nar las importaciones y así reducir gastos,
agraria. Los recursos de carbón, aunque me- aunque no llegaron a tener la repercusión
nores que en Gran Bretaña o Alemania, no necesaria en el impulso de la economía.
eran escasos pero su explotación era com- La inestable situación política que se vivió
plicada debido a la localización de los yaci- en el siglo XIX, derivada de la crisis del Anti-
mientos, en zonas poco accesibles, y a las guo Régimen, y el quebranto de la econo-
características de los filones, de estructuras mía producido por las diversas contiendas
complejas y escasa potencia; por lo tanto, (ocupación francesa primero y sucesivas
los procesos de extracción y transporte eran guerras carlistas después) y por la pérdida de
muy costosos. Por este motivo la economía las colonias americanas, dificultaron la pues-
de base agraria se mantuvo por encima de ta en marcha del proceso industrializador.
cualquier otra actividad. Aunque se tomaron algunas medidas para
1
Tomaremos, a modo de ejemplo,
los datos ofrecidos por M. Tuñón de
Lara en Luchas obreras y campesinas en
la Andalucía del siglo XX, que ponen
de manifiesto la incidencia del capital
extranjero en la minería de Jaén: «Las
Figura 3. Vista de una mina, ya abandonada, en Linares (Jaén). La riqueza mineral del distrito de Linares era cono- sociedades anónimas y otras socieda-
cida desde antiguo y la explotación minera, con mayor o menor intensidad fue una constante a lo largo de su historia. des (que eran 46 en 1912 y 71 en
Allí se fundó en época ibérica la ciudad de Cástulo, desde donde partían caminos hacia la costa de Cartagena para trans- 1914) tenían por principal objeto las
portar el mineral, desempeñando un importante papel en el comercio mediterráneo. A mediados del siglo XVIII recibió explotaciones mineras. Las minas im-
un gran impulso por parte del Estado, que adquirió las minas de Arrayanes estableciéndolas como «las minas de plomo portantes no residían en Jaén; ese era
del reino». Pero su momento de mayor esplendor llegó a comienzos del siglo XX con la inversión de capital extranjero, que el caso de la New Centenillo Silver 33
además trajo consigo la aplicación de nuevas técnicas que incrementaron la producción (fotografía Linarejos Cruz). Lead Mines Co. Ltd. de Londres, o
El Guindo, también de capital ex-
sanear la economía, entre ellas la desamorti- No obstante, el progreso se abrió camino tranjero. La S. A. La Cruz, de capital
zación de los bienes eclesiásticos en 1835 y y la industrialización, que fue apoyada con francés, tenía su sede en Linares. Con
la desamortización de los bienes públicos y una política proteccionista por parte del go- residencia en Madrid y capital entera-
mente francés estaba la S. A. Minas
militares en 1855, estas iniciativas no tuvie- bierno liberal, era ya una realidad consoli-
de Castilla la Vieja y Jaén. La Com-
ron el resultado esperado, ya que la mayoría dada a finales del siglo XIX. pañía Hullera de Espiel tenía su do-
de las propiedades fueron adquiridas por la Finalmente hay que señalar el gran im- micilio administrativo en Bruselas al
aristocracia y el clero secular que, lejos de pulso económico que recibió la industria a igual que la Societé Miniere de Curas
emplearlas de forma productiva, las destina- través de las inversiones extranjeras, centra- y Soldados, con explotaciones en La
ron a engrosar un patrimonio estático. das en el ferrocarril y en las minas1. Carolina, y la Societé Miniere Belge
la Productora y Coto San Antonio.
En el panorama social destacaba el papel
Entre las francesas la Societé d’indus-
de la burguesía de talante progresista, ver-
trie miniere Carmencito, domiciliada
dadero agente de la industrialización, pero La percepción en París. Luego, la alemana Stölberg y
se encontraba con el obstáculo de una aris- Westfalia, domiciliada en Aquisgrán.
tocracia conservadora, terrateniente, ancla- La mecanización, que aportó grandes bene- Otra empresa británica era la The
da en el pasado y tributaria del Antiguo Ré- ficios económicos y propició importantes Heredia Lead Mines Ltd., con explo-
taciones en Linares, Guarromán y
gimen. Por otra parte, los trabajadores, avances en el desarrollo de la ciencia y la
Baños». Se trata de un caso concreto,
campesinos y artesanos, carecían de con- tecnología, también tuvo grandes repercu-
reducido a un ámbito geográfico re-
ciencia de clase y permanecían marginados. siones a escala social. Así, la industrializa- ducido, pero que es suficientemente
La coyuntura no era muy propicia y aún ción constituye un hito en la historia de las ilustrativo y se puede extrapolar a
quedaban obstáculos por salvar. desigualdades sociales –que se inicia en el otras zonas.
Neolítico al producirse el cambio de una vista interesante a la hora de comprender
economía depredadora a una economía cómo fue percibido este proceso por sus
productiva– cuya clave es el sistema capita- protagonistas.
lista, que conlleva el establecimiento de una Para ilustrar esta idea de percepción to-
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL: APUNTES HISTÓRICOS Y CONCEPTUALES

nueva forma de relación laboral y la apari- maremos algunos ejemplos significativos,


ción de una clase social, la clase obrera. Co- que en ningún caso pretenden ser exhausti-
mo consecuencia se opera un proceso de vos. Por un lado, la mayor producción ar-
transformación que afecta a la concepción tística y literaria procede de los países don-
del espacio y del tiempo, contribuye a la de el inicio de la industrialización tuvo
modificación de los paisajes y a la configu- mayor impacto y, en consecuencia, se intro-
ración de las ciudades modernas, y perfila dujo completamente en la vida cotidiana y
una forma de relación entre el ser humano fue percibido con intensidad. Por otra par-
y el medio. te, en España, donde el ámbito rural tenía
Los modos de vida estaban cambiando un gran peso específico, la producción lite-
sustancialmente y con ellos la percepción de raria y pictórica que hace referencia a este
la realidad circundante. proceso está mediatizada por un sentimien-
La industrialización produjo un gran im- to más evocador que documental y la ex-
pacto que provocó todo tipo de recelos y, presión artística cobra más fuerza que la pu-
desde luego, un rechazo inicial justificado ramente testimonial.
por el miedo a lo desconocido. Para la ma- Un referente literario incuestionable en
yoría de la gente el funcionamiento de las relación con la industrialización es Charles
34
nuevas máquinas encerraba un misterio, la Dickens. Fue un hombre de su tiempo que,
velocidad producía vértigo, el aire se im- sin desdeñar los avances tecnológicos y sin
pregnaba de olores inidentificables y nada abandonar su moral burguesa, puso especial
agradables, producidos por los engrases de atención en las consecuencias sociales de la
las máquinas y por los vapores de la com- revolución industrial, en el marco de una
bustión. Los ríos, convertidos en el vertede- Inglaterra victoriana imbuida en las teorías
ro natural de los residuos de las industrias, utilitaristas. Así, en su novela Tiempos difí-
2
«En Coketown no se veía por nin- cambiaron el color y la textura de sus aguas. ciles recrea las formas de vida de una ciudad
guna parte cosa que no fuese riguro- El humo de las chimeneas ensombrecía el industrial, Coketown, de la que ofrece una
samente productiva. [...] La prisión cielo de las ciudades y teñía los edificios con detallada descripción (donde incluye las
se parecía al hospital; el hospital pu- una pátina grisácea. Todo esto era percibido percepciones captadas por los sentidos de la
diera tomarse por prisión; la Casa
con claridad, pero no era tan evidente la vista, el olfato y el oído) además de los con-
Consistorial podría ser lo mismo pri-
comprensión del proceso, en el que se esta- flictos sociales y los valores morales de sus
sión que hospital, o las dos cosas a un
tiempo, o cualquier otra cosa, por- ban gestando las bases estructurales del habitantes. Aunque por ello se le ha acusa-
que no había en su fachada rasgo al- mundo contemporáneo. do de «simplismo ideológico», no cabe du-
guno que se opusiese a ello. Realismo La Historia se ocupa de ponernos al co- da de que, al margen de enfoques mediati-
práctico, realismo práctico, realismo rriente de acontecimientos sociales, económi- zados por una servidumbre meramente
práctico; no se advertía otra cosa en
cos, culturales; pero paralelamente discurren literaria, refleja la realidad del momento2.
la apariencia externa de la población,
las impresiones de las personas que los vivie- Su interés por todas las cuestiones rela-
y tampoco se advertía otra cosa que
realismo práctico en todo lo que no ron en primera persona. Algunas de ellas, cionadas con el progreso le lleva a empren-
era puramente material» (Tiempos plasmadas en la literatura o la pintura, nos der un largo viaje a Norteamérica, para co-
difíciles, 1854). informan al respecto y ofrecen un punto de nocer la organización de una sociedad en
pleno desarrollo. Para ello visita institucio- «Recuerdo una tarde de invierno en los es-
nes penitenciarias, judiciales, hospitales, pantosos alrededores de Wigan. A mi alrede-
psiquiátricos, escuelas e instalaciones indus- dor se alzaba un paisaje lunar de escoria
triales, y plasma su experiencia en un re- amontonada, y hacia el norte, como si dijé-
lato llamado American Notes, que es un ramos a través de los pasos que se abrían en-
tre las montañas de escoria, se veían las chi-
magnífico retrato comparativo entre las
meneas de las fábricas lanzando sus
sociedades inglesa y americana de media-
penachos de humo. El camino del canal era
dos del siglo XIX.
una mezcla de cenizas y barro congelado, en-
Joseph Conrad, marino antes que escri- trecruzado con las huellas de innumerables
tor, tuvo la oportunidad de sentir las conse- zuecos, y todo alrededor, extendiéndose has-
cuencias de la industrialización en la aplica- ta donde los escoriales se perdían a lo lejos,
ción del vapor a la navegación. se vislumbraban un sinfín de destellos: el
En sus relatos quedan plasmadas sensa- agua que rezumaba y se estancaba formando
ciones y experiencias relacionadas con su vi- grandes charcos en las hondonadas produci-
da en el mar, y la forma en que se fueron das por el derrumbamiento de antiguos po-
produciendo las transformaciones. Consi- zos. Hacía un frío horrible. Los destellos es-
deraba que la navegación a vela era un arte, taban cubiertos de un hielo color ocre, los
en contraposición al vapor que ganaba en gabarreros iban tapados con sacos hasta los
velocidad y seguridad pero carecía de perso- ojos, y de las compuertas de la exclusa ma-
naban lágrimas de hielo. Parecía un mundo
nalidad. De forma concisa pero rotunda,
en el que hubiera desaparecido la vegetación
expresa así su sentimiento: «la maquinaria,
y no existiera sino humo, esquisto, hielo, ba- 35
el acero, el fuego, el vapor se han interpues-
rro, cenizas y aguas pestilentes».
to entre el hombre y el mar» (J. Conrad: El
espejo del Mar) Nada desdeñable es el testimonio de los
L. S. Lowry fue un pintor social. Nun- viajeros que llegaron a España desde diversos
ca salió de Inglaterra. Pasó toda su vida puntos de Europa en el siglo XIX. Éstos, a
en Manchester, donde desarrolló su obra través de sus impresiones, relatan la realidad
impregnada del carácter industrial de la del momento y establecen comparaciones
ciudad. con su país de origen o con otros lugares vi-
Ajeno a las corrientes pictóricas de la épo- sitados con anterioridad. Entre ellos tomaré
ca, imprime de forma espontánea su propia como ejemplo al escritor danés Hans Chris-
3
percepción de la realidad. El resultado es la tian Andersen, por dos razones: porque su li- Kenneth Clark, en A tribute to
L. S. Lowry, dice de su obra: «...ha se-
imagen de ciudades y paisajes industriales bro Viaje por España es uno de los mejores
guido examinando meticulosamente
decadentes, donde toda noción de progreso relatos de viajes del siglo XIX, y porque, par-
sus figuritas negras en esa laguna le-
está ausente. Gentes anónimas transitan por tiendo del sentimiento general de rechazo, chosa que tienen por atmósfera, ais-
calles y plazas entre casas, iglesias y fábricas ya recogido en los testimonios antes citados, lándolas y combinándolas con un
en una atmósfera brumosa3. acaba por hacer un alegato a favor del pro- sentido de sus cualidades humanas
G. Orwell, en El camino de Wigan Pier, greso. El libro comienza con una reflexión que demuestra el amor que siente
por ellas... todas esas figuras negras
hace una crónica desgarrada sobre la vida de que corresponde a ningún lugar concreto y a
que van y vienen son tan anónimas,
los mineros sin trabajo en el norte de Ingla- todos a la vez, transmite la sensación misma
tan particulares, tan titubeantes y tan
terra, donde incluye la descripción de un de viaje, experimentada a través de un largo deliberadas como la riada de perso-
paisaje desolador en un trasfondo de deses- recorrido atravesando Alemania, Suiza y nas reales que pasa ante uno en la
peranza: Francia hasta llegar a España: plaza de una ciudad industrial».
ir barcas de juguete. ¡Que pobreza! [...] El
cobre de Riotinto lo ha envenenado todo»
(Platero y yo).
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL: APUNTES HISTÓRICOS Y CONCEPTUALES

Un enfoque positivo, en el que se reco-


nocen los avances tecnológicos como gene-
radores de riqueza y bienestar, se puede
apreciar en la reflexión que P. A. de Alarcón
hace sobre un paraje en De Madrid a San-
tander:

«En estas Ventas se juntarán con el tiempo


varios ferrocarriles. Por consiguiente, allí ha-
brá algún día un pueblo que empezará por
Figura 4. Los Carboneros (Gabarras en «Cuando se inauguró el ferrocarril en Euro- una fonda, un hospital y una estación, se au-
el puerto): Juan Martínez Abades, pa, la gente puso el grito en el cielo. ¡Ya se mentará con una cárcel y un café, llegará a
1904. Esta imagen representa el trans- había acabado el viejo y hermoso modo de tener su mercado y su iglesia, aspirará luego
porte de carbón en gabarras para ser car-
viajar! ¡La poesía del viajar se esfumaba, la a teatro y a plaza de toros, y concluirá por re-
gado en los barcos de vapor anclados en
el puerto. En ella están patentes los dos magia se perdía! Sin embargo, precisamente clamar su Alcalde Corregidor...».
elementos básicos de la industrializa- entonces comenzaba la magia. Ahora vola-
ción: el carbón y el vapor (reproducción mos con alas de vapor, ante nuestros ojos y La pintura española de la época es un
cedida por el Museo Jovellanos, Gijón). en torno a nosotros se sucede un cuadro tras fiel retrato de la sociedad, una sociedad
36 otro en rica variedad; como manojos nos van que se debate entre la supervivencia del pa-
arrojando aquí un pueblo, aquí un bosque,
sado y la apertura al progreso4, y que evo-
aquí montañas y valles. Podemos bajar a de-
luciona desde el romanticismo al naturalis-
leitarnos con la belleza del paisaje, pasar rá-
mo. En líneas generales existe un claro
pidamente lo aburrido, con la velocidad del
pájaro alcanzar nuestro destino; ¿no es esto
predominio del paisaje y las escenas cos-
magia?» (capítulo I, Entrando en España). tumbristas, pero también algunos pintores
muestran su sensibilidad hacia el progreso
Las citas literarias españolas al respecto, e introducen elementos industriales en sus
además de ser más escasas son menos explí- obras, sobre todo aquellos cuya fuente de
citas, debido a que la industrialización se inspiración se encuentra en las regiones
manifiesta a una escala más modesta. más industrializadas. Tal es el caso de Juan
Desde un punto de vista más poético y Martínez Abades, José Uría y Uría o Darío
4 nostálgico que testimonial, en Platero y yo, de Regoyos.
Este concepto queda magnífica-
mente ilustrado en el cuadro de Da- Juan Ramón Jiménez lamenta el efecto ne- Otro aspecto, tan artístico como docu-
río Regoyos titulado Viernes Santo en gativo que la actividad minera de Riotinto mental, a tener en cuenta en el ámbito de
Castilla. En un contexto rural, repro-
ejerce en el río y su entorno: la industrialización es la fotografía, cuyo
duce dos escenas simultáneas: el paso desarrollo corre paralelo a los logros cientí-
del tren humeante sobre un puente y
«Mira, Platero, cómo han puesto el río entre ficos y técnicos de la época. En la España
una procesión formada por un corte-
las minas, el mal corazón y el padrastreo. del siglo XIX merece especial significación el
jo un tanto rancio, que discurre por
un camino bajo el mismo puente, Apenas si su agua roja recoge aquí y allá, es- fotógrafo de origen francés J. Laurent, ins-
marca el contraste entre la tradición ta tarde, entre el fango violeta y amarillo, el talado en Madrid desde la década de los
y la modernidad. sol poniente; y por su cauce casi sólo pueden cuarenta. Durante casi treinta años se dedi-
Figura 5. Fotografía de J. Laurent: viaducto de Gaytán, en Figura 6. Fotografía de J. Laurent: puente de Vilches destruido por un descarrilamiento, en la línea
la línea de ferrocarril de Córdoba a Málaga. La faceta ar- de ferrocarril de Madrid a Córdoba. El afán por realizar un seguimiento fotográfico exhaustivo de
tística del fotógrafo queda patente en esta composición a tra- las líneas de ferrocarril, lleva al fotógrafo a captar este descarrilamiento. Dada la circunstancia y la
vés de su cuidado encuadre, el ángulo de la toma fotográfica inmediatez (el tren aún permanece caído entre la estructura metálica) podría haberse tomado una
y la elección de la hora del día para controlar la incidencia «instantánea» que diera fe del acontecimiento. Aún así, la composición encierra unos valores estéti-
37
de las sombras. Además introduce una figura humana que, cos que trascienden al mero testimonio documental. Archivo Ruiz Vernacci. I.P.H.E. (Ministerio de
colocada estratégicamente, armoniza la composición y al Cultura), N.I.M.: 0489.
mismo tiempo sirve como escala, ofreciendo una informa-
ción adicional sobre las dimensiones del puente y la magni-
tud de la montaña. Archivo Ruiz Vernacci. I.P.H.E. (Mi-
nisterio de Cultura), N.I.M.: 5180.

có a tomar fotografías, tanto por propia de Madrid a Alicante), las estaciones y las
iniciativa como por encargo, y al mismo obras públicas. Pero el mayor atractivo de la
tiempo a investigar en nuevas técnicas fo- obra fotográfica de Laurent reside en la in-
tográficas. Su buen hacer unido a su gran terpretación que ofrece de la realidad; de
sentido comercial le llevó a producir exten- hecho no se limitó a documentar aséptica-
sas colecciones temáticas y a editar catálo- mente ciudades, obras públicas y paisajes de
gos para su difusión y distribución tanto en la industrialización. Partiendo de una cali-
España como en el exterior. dad artística incuestionable, donde compo-
Entre los múltiples aspectos que presenta sición y estudio de la luz se conjugan para
la obra fotográfica de Laurent, destaca la fa- dar un resultado inusual, transmite su for-
ceta industrial. De hecho, la imagen de una ma particular de ver las cosas desde una óp-
España en pleno proceso de industrializa- tica escénica no inocente. Así, en sus tomas
ción captó su interés y, en consecuencia, elige encuadres que contextualizan el objeto
puso especial atención en documentar las fotografiado, incluye elementos secundarios
obras de construcción del ferrocarril (en que contribuyen a reflejar un ambiente de-
1858 fotografió por encargo la línea férrea terminado y, en definitiva, crea sensaciones.
El marco del Patrimonio Industrial

En la evolución del concepto de Patrimonio


Cultural encontramos un primer reconoci-
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL: APUNTES HISTÓRICOS Y CONCEPTUALES

miento al patrimonio monumental. Cate-


drales, castillos, palacios..., percibidos desde
el momento de su construcción como algo
grandioso, pasaron a formar parte del imagi-
nario patrimonial como obras de arte in-
cuestionables. Desde un concepto objetual
del patrimonio, los monumentos gozaron
de reconocimiento por su significado, como
símbolos de poder, y por su valor artístico.
Evidentemente el patrimonio así considera-
do sólo ofrecía un aspecto parcial de una
cultura o de un momento histórico. La in-
corporación de la Arqueología, que plantea
Figura 7. Fotografía de J. Laurent: el Son puntos de vista que corresponden a di- la interpretación de los restos materiales en
puerto de Pasajes. En una composición ferentes momentos y situaciones, pero que su contexto socioeconómico y territorial,
casi pictórica, las figuras de las embar-
ilustran sentimientos y actitudes, general- aporta una nueva dimensión y supone un
caciones en el puerto, las construcciones
y las formas del relieve se distribuyen en mente críticas, ante una realidad cambiante paso a delante. Con el transcurso del tiempo
38
armonía. El vapor, en primer plano y que influyó directamente en la vida cotidiana. se han ido introduciendo nuevos valores, co-
orientado hacia la bocana del puerto, Es evidente que la percepción que tene- mo el carácter inmaterial o intangible, que
marca una trayectoria visual que acen-
mos en la actualidad de los vestigios de la han impulsado el reconocimiento de otros
túa la profundidad de la imagen. La
presencia del barco de vapor junto a industrialización dista mucho de parecerse a tipos de patrimonio. La ampliación del con-
otros barcos de vela y algunas barcas de la de los sujetos que la vivieron en primera cepto ha llevado a incluir los testimonios ge-
pescadores, constituyen el testimonio de persona. Difícilmente un obrero de la épo- nerados por la actividad industrial de la his-
un momento histórico en que las tradi-
ca podía apreciar valores históricos o encan- toria reciente como patrimonio industrial y,
cionales embarcaciones de vela empie-
zan a ser sustituidas por barcos de vapor. to alguno en una instalación, la fábrica o la considerando la dimensión territorial de los
Archivo Ruiz Vernacci. I.P.H.E. (Mi- mina en que trabajaba, a la que hoy sí se le procesos culturales, ha desembocado en la
nisterio de Cultura), N.I.M.: 0337. reconocen valores patrimoniales e incluso creación de una nueva figura patrimonial, el
estéticos. Del mismo modo que los paisajes paisaje cultural.
radicalmente transformados por las explota- Del mismo modo que Reino Unido y
ciones mineras, abandonadas en la actuali- Alemania fueron pioneros en la industriali-
dad, constituyen un testimonio histórico de zación, también lo han sido en el reconoci-
un proceso de producción y se nos presen- miento de su patrimonio industrial y en su
tan atractivos, sin duda no lo fueron para protección. Tomemos dos ejemplos signifi-
los trabajadores que los crearon. Además de cativos: Blaenavon, en el Reino Unido, y
la imagen inconfundible y del carácter evo- Zollverein, en Alemania, ambos incluidos
cador, el patrimonio industrial encierra un en la Lista de Patrimonio Mundial con la
interés que va más allá de sus manifestacio- categoría de «paisaje industrial».
nes tangibles, es el testimonio de nuestra El paisaje industrial de Blaenavon, en el
historia reciente. País de Gales, constituye un ejemplo del pa-
pel preponderante del sur del País de Gales
en la producción mundial de hierro y car-
bón durante el siglo XIX.
Conserva todos sus elementos integrantes
y ofrece la posibilidad de conocer su funcio-
namiento, desde las minas para la extracción
de materias primas (carbón, mineral de hie-
rro y arcilla refractaria y calcárea) a las fábri-
cas siderúrgicas, pasando por los diferentes
procesos de transformación. Este paisaje se
completa con las colonias obreras y una red
de transporte integrada por canales y ferro-
carril. El museo minero Big Pit ilustra de
forma detallada la industria minera del car-
bón e incluye una visita subterránea a las ga- ción de los procesos que allí se llevaron a ca- Figura 8. Vista del conjunto indus-
lerías de extracción. bo. Por otra parte, algunas instalaciones han trial de Zöllverein (Alemania) que
La gestión corre a cargo del Blaenavon conserva todos sus elementos identifi-
sido habilitadas para nuevos usos, entre
cativos. Su reconversión, tras el cese de
Industrial Landscape Management Com- ellos un centro de representaciones teatra- la actividad industrial, permite hacer
mittee, asociación fundada para diseñar una les, un taller de diseño, una galería de arte y un recorrido por todas las instalaciones
estrategia global de gestión y recomendar talleres de formación de desempleados. y comprender el sistema de funciona-
políticas, planes y proyectos de actuación. miento y su significado (fotografía Li-
La fundación de una asociación obrera de
narejos Cruz). 39
El paisaje industrial de Zöllverein, en el oficios, asegura la formación de técnicos en
Land de Renania Septentrional-Westfalia, conservación y el mantenimiento del conjunto.
conserva todos los componentes de una ins-
talación industrial intensiva, activa entre
1847 y 1986, que incluye un conjunto de
edificios y equipamientos necesarios para la
extracción y el tratamiento del carbón, la
producción de coque, hornos altos, la ade-
cuada red de transporte por ferrocarril, las
viviendas y los edificios públicos para la co-
munidad obrera. A todo esto hay que aña-
dir las enormes escombreras generadas por
la actividad minera a cielo abierto.
Su reconversión cultural se ha basado en
mantener la autenticidad de este conjunto.
Diferentes iniciativas, tanto públicas como
privadas, se han puesto en marcha para su
conservación y mantenimiento, compati- Figura 9. Entrada al complejo indus-
bles con su rentabilidad económica y social. trial de Zöllverein (Alemania). Foto-
grafía tomada durante la ceremonia
La creación de un parque nacional de la celebrada con motivo de su inclusión
cultura industrial, que engloba todas las ins- en la Lista de Patrimonio Mundial, en
talaciones significativas, asegura la explica- 2002 (fotografía Linarejos Cruz).
EL PLAN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL: APUNTES HISTÓRICOS Y CONCEPTUALES

Figura 10. Distrito minero de Linares


(Jaén). a) La chimenea pone de mani-
fiesto la existencia de una instalación
40 industrial, sin precisar mucho más de
las características de la industria a que
pertenece. b) Al alejarnos un poco más,
la chimenea queda ya contextualizada
en una instalación industrial, de la
que forma parte. c) Sólo si tomamos la
distancia necesaria podremos entender
el significado global. Su integración en
un conjunto de instalaciones indus-
triales que configuran un paisaje cul-
tural, donde numerosas chimeneas se
recortan en el horizonte creando una
línea de cielo con indudable carácter
escénico. La dehesa en primer plano
patentiza la convivencia de una consis-
tente explotación minero-metalúrgica
con el aprovechamiento agropecuario
(fotografías Linarejos Cruz).

El interés por el Patrimonio Industrial en Entre ellos, estaciones de ferrocarril, algu-


España es algo más reciente. En sus inicios nas fábricas y ciertos elementos aislados,
se encuentra la recuperación, con mayor o generalmente chimeneas de instalaciones
menor acierto, de instalaciones industriales industriales en desuso que han sido amorti-
singulares con un indudable valor estético. zadas y de las que sólo quedan estos peque-
ños testimonios. Ello responde a un con- modificación del sustrato natural, la confi-
cepto de Patrimonio basado en el valor ar- guración de un territorio y la forma de rela-
tístico de objetos, no en vano durante mu- ción que se establece entre el ser humano y
cho tiempo el término «patrimonio» estuvo el medio, llegamos a la identificación de un
sistemáticamente acompañado del califica- proceso cultural diacrónico con una dimen-
tivo «artístico». sión territorial; todo ello determina un au-
Los avances producidos en el campo del téntico paisaje cultural originado por la in-
conocimiento y los datos científicos aporta- dustrialización. Todos y cada unos de los
dos por la investigación han hecho posible elementos mencionados tienen valor en sí
que paulatinamente el concepto de Patri- mismos y son portadores de un significado,
monio adquiera su verdadera dimensión, pero no dejan de ser piezas de un «todo»
considerado de forma integral, como testi- que sólo puede ser comprendido en su inte-
monio de la memoria histórica. Esta trayec- gridad si se aborda el conjunto de todos los
toria aplicada al Patrimonio Industrial, ex- componentes, cada uno ocupando su lugar
presada de un modo elemental aunque y aportando su parcela de carácter, y se es-
ilustrativo, podría denominarse «de la chi- tablece la relación existente entre ellos.
menea al paisaje industrial». Partiendo de En la actualidad, una vez consolidado el
una chimenea, considerada como parte in- reconocimiento del Patrimonio Industrial,
disociable de una instalación industrial, pa- el mayor reto que se plantea de cara al futu-
sando por los procesos de producción que ro es la aplicación de un correcto trata-
se llevan a cabo en esa instalación, la ma- miento a los Bienes Industriales recupe-
41
quinaria y las infraestructuras necesarias, las rados y protegidos. Se trata de habilitar
relaciones laborales y sociales, las viviendas fórmulas que, basadas en el respeto del sig-
y servicios comunitarios o las vías de comu- nificado y la autenticidad, permitan aplicar
nicación, hasta la forma en que se lleva a ca- usos compatibles con su integración en la
bo la implantación de una industria en un vida cotidiana y que proporcionen la renta-
medio físico concreto, con la consiguiente bilidad social y económica necesaria.
La necesidad de un plan para
el Patrimonio Industrial
ALBERTO HUMANES
Instituto del Patrimonio Histórico Español

El patrimonio industrial es el testimonio de canzará hacia la mitad del siglo XX, como no
una de las épocas más interesantes de la his- podía ser de otro modo, a la arquitectura e
toria de la humanidad, la industrialización, ingeniería industriales. En esos años, la es-
que ha supuesto para ésta la revolución eco- critora Marguerite Yourcernar evidenciaba
nómica y social más importante desde el pe- que esta sociedad sentía gozo estético frente
ríodo neolítico1. La actividad industrial rea- a la mutilación y, en general, frente al efec-
lizada, desde entonces hasta el fin de la to traumático del tiempo2. La reconsidera-
mecanización, ha dejado gran número de ción cultural de estos restos industriales co-
restos que cada vez más van considerándose menzará como un fenómeno reivindicativo
como parte de nuestro patrimonio cultural. y asociativo, que irá convirtiéndose en inte-
La creciente valoración por nuestra socie- lectual, de estudio, académico..., hasta deri-
dad del patrimonio industrial creo que se var en su consideración patrimonial. Es sig-
puede explicar desde dos aproximaciones nificativo, y no sólo por la metodología de
43
reveladoras: de un lado, por la considera- estudio empleada en los primeros casos, que
ción estética de la ruina, de los restos de má- el nuevo fenómeno se denominara como ar-
quinas y edificaciones que en un momento queología industrial. La aceptación social
dado comienzan a parecernos bellos, y de del mismo, desde esta angulación, quizás se
otro, por el carácter emotivo del propio fe- pueda explicar como lo hace el director de
nómeno industrial, por la significación cine Win Wenders: «[...] lo fragmentario, o
efectiva del recuerdo complaciente de un roto, hunde sus raíces más profundamente
pasado pretendidamente heroico. en la memoria que lo completo. Lo roto tie-
El interés cultural de la sociedad actual ne una superficie como rugosa a la que
por las ruinas, por los fragmentos, por los nuestra memoria se puede agarrar. En la su-
pedazos que evocan más que explican, al- perficie lisa de lo completo la memoria se

1
CASANELLES, E.: «Patrimonio in-
dustrial y museológico en Cataluña»,
Boletín del Instituto Andaluz del Pa-
trimonio Histórico, n.º 21, diciembre,
1997. Industrial Heritage. A summary
of the main concepts of the industrial
heritage, TICCIH, 2006.
2
Figura 1. Gustave Eiffel, Torre, Exposición Universal Figura 2. Alberto del Palacio, Puente colgante, Bilbao, YOURCERNAR, M.: «El tiempo, gran
de París, 1889. 1893. escultor», Alfaguara, Madrid, 1989.
La consideración como patrimonio de gran
parte del mundo industrial se debe entender
como una nueva conquista de la sociedad post-
moderna por conservar su memoria. De la va-
loración exclusiva del monumento indiscutible
del pasado a la valoración de su entorno, de los
conjuntos históricos, de los jardines y los par-
LA NECESIDAD DE UN PLAN PARA EL PATRIMONIO INDUSTRIAL

ques, de la arquitectura popular, de la ingenie-


ría, de la arquitectura industrial, del paisaje, del
territorio..., han sido pasos decididos de la so-
ciedad del siglo XX por extender su patrimonio
cultural cada vez a un mayor número de blo-
ques de su pasado que desea mantener como
Figura 3. Albert Khan, Hangares resbala»3. Aparte de que la continua revi- testimonio del mismo. La emancipación de al-
Glenn Martín, Baltimore, 1937. sión de los ideales estéticos a lo largo del si- guno de ellos como categoría propia se ha ido
glo XX lleva a considerar como valor aquello produciendo sucesivamente en un no muy lar-
que en otros momentos no lo tenía, o in- go período de tiempo. Ahora le ha llegado el
cluso aparecía, en palabras de Assunto, co- turno al patrimonio industrial, que aunque to-
mo valor negativo o como no-valor4. davía no supera el 1% del total de los Bienes de
La segunda aproximación será la de en- Interés Cultural que forman el patrimonio his-
tender el origen de la valoración del patri- tórico español6, posee características determi-
44
monio industrial en la curiosidad por un nantes para reclamar una categoría específica
mundo pasado pero próximo, en un indul- en las nuevas leyes de defensa del patrimonio
gente interés de la sociedad por lo que ha si- cultural7.
do superado, por lo obsoleto, por lo acaba- Mientras esto se va produciendo, la ad-
do, «[...] y, por lo tanto, patético»5. Los ministración de cultura del Estado promue-
3
restos de edificaciones, las máquinas y de- ve un plan para el patrimonio industrial al
WENDERS, W.: «La ciudad. Con-
más elementos son los testimonios reales de más alto nivel, es decir, con carácter nacio-
versación entre Win Wenders y Hans
Kolhoff», Quaderns, n.º 177, 1989. un modo de trabajar perdido, constituyen el nal y equiparando en interés a éste con otros
4
ASSUNTO, R.: L’antichitá come fu- testimonio de una época heroica que se sabe patrimonios objeto de un Plan Nacional,
turo, Milán, 1973. irrecuperable. Los restos que nos han llega- como las Catedrales.
5
BORSI, F.: Introduzzione a la arche- do de aquel trabajo, después de un primer ¿Por qué el Ministerio de Cultura promue-
ología industriale, Roma, 1978. momento de rechazo por la sociedad, aca-
6
ve un Plan Nacional para el Patrimonio In-
BAILLIET, E.: «La emancipación
ban convirtiéndose en un testimonio afecti- dustrial? Hasta ahora hemos visto cómo en
del Patrimonio Industrial», VIII Jor-
nadas Internacionales de Patrimonio vo. Las generaciones posteriores comienzan los últimos años se ha producido una acepta-
Industrial. Gijón 2006. a mitificar los lugares del trabajo de sus ma- ción social cada vez mayor por el pasado in-
7
La Ley 16/1985, de 25 de junio, de yores. Lugares de la memoria. Este reconoci- dustrial, que se ha ampliado la consideración
Patrimonio Histórico Español consi- miento afectivo se traducirá en interés como estética de los elementos industriales y que se
dera monumentos a «aquellos bienes objeto de estudio, historia socioeconómica, ha asimilado emocionalmente el fenómeno
inmuebles que constituyen realizacio-
movimiento obrero, cultura del trabajo, evo- de la industrialización. Además, constatamos
nes arquitectónicas o de ingeniería, u
obras de escultura colosal siempre lución urbana, arquitectura industrial y un que este reconocimiento por parte de la
que tengan interés histórico, artístico, largo etcétera hasta su valoración actual co- Administración española está en consonancia
científico o social». mo bien patrimonial que hay que preservar. con el que recibe desde el mundo universita-
rio y académico, y por parte de organismos
internacionales, como la UNESCO o el
Consejo de Europa. Sin embargo, el interés
último del Ministerio de Cultura por promo-
ver un Plan Nacional de Patrimonio Indus-
trial se debe a la obligación de preservar unos
bienes que por su especifidad escapan de los
parámetros de tutela habituales, el interés re-
al se debe a la meditada reacción ante la evi-
dencia de encontrarnos ante unos bienes de
difícil conservación, porque los elementos in-
dustriales quizás sean los más vulnerables y en
situaciones más precarias de todos los bienes
patrimoniales. El propio texto del plan nos lo
explicita: «La justificación de arbitrar un Plan
Nacional de Patrimonio Industrial reside en
la necesidad de protección y conservación de
un patrimonio que, por su propia especifici- Figura 4. Walter Gropius y Adolf Me-
dad, presenta un rápido deterioro y está ex- yer, Fábrica Fagus Alfefd an der Gei-
ne, 1910-1914.
puesto a desaparecer»8. Además avanza algu-
nas de las causas de su fragilidad:
45
«La precariedad del patrimonio industrial se dustrial es el gran número de elementos que
debe, entre otros factores, a: lo compone. Si lo comparamos con el Plan
• El gran número de elementos a conservarse. de Catedrales, sabemos que éste cuenta con
• Se trata de elementos sujetos a continua noventa conjuntos monumentales; sin em-
transformación. bargo, en nuestro caso la suma es enorme y,
• Obsolescencia funcional, que implica una lo peor de todo, desconocida. La inexistencia
ausencia de rentabilidad económica. de inventarios fiables y la falta de criterios co-
• En la mayoría de los casos se ubican en es- munes para su realización por los organismos
pacios urbanos de situación privilegiada. competentes hacen tremendamente difícil la
• Habitualmente ocupan grandes superfi- tarea de su conservación. El abrumador nú-
cies de propiedad única.
mero de elementos industriales parece provo-
• Absoluta desprotección legal.
car en estos organismos una sensación de
• Carencia de sensibilización hacia este pa-
incapacidad de acometer su conservación,
trimonio, tanto por parte de las Adminis-
produciéndose, por tanto, su desatención.
traciones como de la sociedad.
• Dificultad de su conservación íntegra, es Por ello, el primer cometido del plan será el
decir, que se pueda contar con la presen- de elaborar un inventario general de bienes
cia de todos sus elementos originarios. industriales, que permita conocer la situación
• Carencia y/o diversidad de criterios a la ho- de la totalidad del patrimonio industrial es-
ra de plantear su conservación o derribo»9. pañol y que ayude a los responsables de su 8
Documento base del Plan Nacio-
gestión en la siempre difícil decisión sobre nal de Patrimonio Industrial. Minis-
El primer problema con que nos encontra- qué elementos conservar o no, en la progra- terio de Educación y Cultura. 2001.
9
mos a la hora de atender al patrimonio in- mación de intervenciones, etc. Mientras tan- Ídem.
caciones atendiendo a requerimientos de espa-
cio, iluminación y ventilación excesivamente
determinados, ha provocado, en su pequeña
historia, significativas destrucciones que supo-
nen pérdidas irreparables, y, además, una difi-
cultad añadida para el reconocimiento de mu-
chos de los bienes que han sobrevivido hasta
LA NECESIDAD DE UN PLAN PARA EL PATRIMONIO INDUSTRIAL

nuestros días. Esta característica supone, así


mismo, la casi imposibilidad de la conserva-
ción íntegra de la mayoría de ellos por la di-
ficultad de contar con la presencia de sus
componentes originarios.
El patrimonio industrial está estrechamente
relacionado con el lugar. Tanto geográfica co-
mo topológicamente esta vinculación se esta-
blece por su natural dependencia del suminis-
tro de materiales, de las fuentes energéticas,
Figura 5. Owen Williams, Daily Ex- del transporte, de la concentración de mano
press, Mánchester, 1939. de obra, etc., que en casi todos los casos con-
verge en un fenómeno eminentemente urba-
to, se propone la realización de un listado res- no, y en muchos trasciende al territorial.
46
tringido de los de mayor interés para así po- El edificio industrial rara vez aparece aisla-
der ir determinando el alcance del plan, aun- do; lo normal es que se encuentre unido a
que sea de forma progresiva y aproximada. otros formando verdaderos conjuntos indus-
Una de las características fundamentales del triales. En su consideración patrimonial, la fá-
patrimonio industrial es que sus elementos brica, además de valorarse por su arquitectu-
están sujetos a continuas transformaciones. ra, su tipología, su estilo, etc., o por sus
Franco Borsi nos hablaba de la desenvoltura aspectos histórico-tecnológicos, debe enten-
con la que «el sistema histórico-industrial se va derse como «el baricentro de un sistema»11,
modificando sobre la base de la fácil obsoles- que congrega, por estricta conexión funcio-
cencia de la técnica»10. Las continuas transfor- nal, conjuntos fabriles, dispositivos ingenieri-
maciones debidas a los cambios del proceso les, grandes maquinarias, talleres, almacenes,
productivo, a las innovaciones tecnológicas, a viviendas, economatos, fondas, escuelas, ca-
las renovaciones por obsolescencia funcional, lles y plazas, jardines, lugares para el ocio y
a los cambios de uso, a la evolución del nego- para el culto..., hasta llegar a formar estruc-
cio, etc., provocan modificaciones constantes turas urbanas complejas que definen auténti-
en los bienes industriales: ampliaciones, adi- cas «ciudades industriales», y que en muchos
ciones en épocas sucesivas, cancelaciones de casos se conectan con otras o con los puntos
áreas, sustitución e introducción de nueva ma- de suministro o transporte, extendiéndose
quinaria para satisfacer nuevos procesos, etc. por un territorio, hasta formar lo que el plan
Esta singularidad de las estructuras industria- llama paisajes industriales.
10
Borsi, Franco, op. cit. les, a la que hay que sumar la precisión arqui- El problema aparece cuando estas fábri-
11
Borsi, Franco, op. cit. tectónica con que han sido diseñadas las edifi- cas o estos conjuntos industriales se en-
Figura 6. Fábricas azucareras San Juan (1889) y San Isidro (1900), Granada. Ejemplo de fábricas suburbanas en-
lazadas con la ciudad por medio de la carretera, la acequia y el ferrocarril, situadas en medio de la vega, que la ex-
pansión de la ciudad actual las alcanza y las engloba. 47

Figura 7. Instalaciones de Altos Hornos de Vizcaya, en Sestao. Ejemplo de complejo industrial insertado en el con-
junto urbano de la margen izquierda de la Ría de Bilbao.
LA NECESIDAD DE UN PLAN PARA EL PATRIMONIO INDUSTRIAL

Figura 8. Antonio Palacios, Sala de turbinas de la cen- Figura 9. Gilles Gilbert Scott, Central térmica, antes
tral eléctrica del Metro, Madrid, 1922. de la rehabilitación para Tate Gallery, Londres, 1939.

cuentran en espacios urbanos que han llega- falta de protección legal que ha disfrutado
do a tener una situación privilegiada en el hasta el momento, la escasa sensibilización
conjunto de la ciudad o en el territorio. La hacia su consideración patrimonial por la so-
presión inmobiliaria sobre estas áreas obso- ciedad, y, en concreto, por las diferentes ad-
48
letas, generalmente de propiedad única lo ministraciones competentes en su conserva-
que facilita cualquier operación, es terrible; ción, y la pluralidad de criterios a la hora de
y en algunos casos con probada agresividad, plantear intervenciones para su recuperación.
como es ampliamente conocido. Las admi- Los esfuerzos del mundo intelectual y ar-
nistraciones públicas acaban por ceder en su tístico, durante los últimos cuarenta años, en
defensa inicial ante la magnitud de esta pre- defensa del patrimonio industrial ha supues-
sión y ante los escasos recursos de todo tipo to una cierta concienciación en la sociedad
con que cuentan para su conservación12, y sobre estos bienes y sobre el peligro de de-
también ante la falsa estrategia, en el mejor gradación o de desaparición que han tenido
de los casos, de sacrificar una parte para sal- y siguen teniendo ante el exagerado desarro-
var lo más posible. En los que se logran con- llo urbano de nuestro territorio, sobre todo
servar, generalmente dándoles un nuevo cuando ha coincidido en estos años con una
uso, lo primero que se suprime es el carác- feroz reconversión en muchos sectores indus-
ter industrial de la edificación o de la zona, triales. Esta toma de conciencia ha llevado a
en la tendencia generalizada de hacer de- la revalorización de este patrimonio en gran
12
En la actualidad, la única posibili- saparecer el recuerdo del trabajo y de los parte de nuestra sociedad actual. Pero no po-
dad de protección real que tienen las trabajadores en los escenarios que ya no son demos estar satisfechos, porque, aunque en
administraciones es la declaración
industriales13, eso sí, mistificando sus ele- nuestros días parece que el valor histórico-
como Bien de Interés Cultural.
13 mentos emblemáticos que no minoren sus cultural de las edificaciones industriales está
BERNAL, A. M., y CASTILLO, J. J.:
La cultura del trabajo. Foro de Arqui- intereses económicos. fuera de toda duda, «falta una sensibilización
tectura Industrial en Andalucía, Se- Otros de los factores que hacen difícil la de la opinión pública, falta un programa es-
villa, septiembre, 2005. conservación del patrimonio industrial son la pecífico, y, sobre todo, criterios para la con-
servación y para la rehabilitación de este pa-
trimonio, falta una formación especializada
por parte de quienes van a intervenir en este
tipo de acciones, y, por último, falta una le-
gislación específica para la protección de este
patrimonio, tanto a nivel estatal como auto-
nómico»14. Estas carencias denunciadas por
Macu Aguilar hace una década, hoy se han
corregido un poco, aunque sigue siendo ma-
nifiestamente insuficiente. Continúa exis-
tiendo falta de sensibilización política, que
se traduce desde las administraciones en fal- reconocimiento explícito e incuestionable Figura 10. Draga Jaizkibel, Pasajes
ta de políticas culturales patrimoniales, falta para el patrimonio industrial, una clarifica- de San Pedro, Euskalduna, Bilbao,
1934.
de usos públicos o desorientación respecto a ción conceptual y metodológica para los
los mismos, y en la notoria incomprensión responsables de su gestión.
para valorar el patrimonio industrial con dis- El propio texto del plan se muestra opti-
tintos parámetros que al patrimonio históri- mista y con voluntad de liderar la conser-
co en general. A su vez, la falta de criterios vación del patrimonio industrial en todo el
coherentes en muchas de las rehabilitaciones territorio español: «La propuesta de la Di-
e intervenciones que se realizan y el descon- rección General de Bellas Artes y Bienes
cierto de las administraciones a la hora de Culturales, a través del Instituto del Patri-
49
plantear conjuntamente usos imaginativos y monio Histórico Español, para articular di-
adecuados, no hace sino generar mayor con- cho plan se basa en el convencimiento de
14
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura
fusión en la comprensión de este patrimonio. que su desarrollo tendrá el valor de ser una
industrial. Concepto, método y fuentes,
Porque si algo podemos tener claro en estos referencia orientativa y de unificación de
Valencia, 1998.
momentos es que las intervenciones deben criterios de intervención en el tratamiento e 15
Documento base del Plan Nacio-
tender, sobre todo, a conservar la veracidad instrumentación de este tipo de patrimonio nal de Patrimonio Industrial, Minis-
del testimonio industrial, a hacer entender tan específico, frágil y desatendido»15. terio de Educación y Cultura, 2001.
los procesos productivos, los logros tecnoló-
gicos, o los desarrollos arquitectónico-urba-
nísticos. Las intervenciones para aprovecha-
miento de grandes contenedores con cierta
impronta histórica rara vez han brindado la
posibilidad de un ejemplo de interés arqui-
tectónico. Uno de los aspectos más inno-
vadores del plan en la conservación de los
bienes industriales es que no sólo se trata de
recuperar el valor de significación del conte-
nedor, sino también el del contenido.
Esperemos que la puesta en marcha del
Plan Nacional de Patrimonio Industrial, así
como las revisiones legislativas sobre patri- Figura 11. Tanque de Cepsa, Santa
monio en marcha, suponga además del Cruz de Tenerife.
INDUSTRIALIZACIÓN Y PATRIMONIO CULTURAL
Reflexiones sobre el Patrimonio Industrial
ROMÁN FERNÁNDEZ-BACA CASARES
Arquitecto y director del IAPH. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía

«Un automóvil de carrera, que parece correr


sobre metralla, es más bello que la Victoria
de Samotracia.»

Con esta frase Filippo Tommaso Marinetti cionarlo con la versión más tradicional del
quería glorificar, en los inicios del siglo XX, mismo: iglesias, catedrales, castillos, etc.
la técnica, la velocidad y la vitalidad en una De la misma manera, instituciones, cartas
estructura social profundamente modifica- y documentos internacionales, que son un
da por la industrialización. Aquellos nuevos reflejo cultural, desde hace décadas llaman
edificios industriales serían las nuevas per- la atención sobre los «patrimonios emergen-
manencias urbanas. Catedrales e iglesias del tes» (industrial, inmaterial, contemporáneo,
siglo XX. El ambiente urbano tradicional se- subacuático...) y su consideración. Es el re-
ría sustituido por un ambiente de industria- conocimiento a los nuevos horizontes del
lización y dinamismo en la ciudad... proyecto patrimonial que consolida las
53
Un siglo más tarde vemos que, efectiva- aportaciones más sugerentes y aconteci-
mente, el fenómeno de la industrialización mientos culturales de los dos últimos siglos.
ha ocupado el lugar central en la vida del Su importancia no es solamente patrimo-
hombre contemporáneo. Sin embargo, nial, sino también por tener tras de sí a co-
mientras se mantienen impasibles las viejas lectivos sociales y profesionales que requie-
catedrales e iglesias en nuestras ciudades, se ren su investigación y tutela, y que buscan
está produciendo la pérdida y transforma- que este patrimonio ocupe el lugar que le
ción de las siluetas y paisajes industriales. pertenece en el panorama general de los
bienes culturales.
Muchas son las razones, desde mi opi-
El lugar central que le corresponde nión, por las que los nuevos patrimonios, y
al patrimonio industrial especialmente el industrial, quedan relega-
dos a un segundo término, cuando su po-
Es bastante común diferenciar el patrimo- tencialidad debiera situarlos en el punto
nio industrial como un ámbito especial de central de nuestras miradas:
estudio y tutela del patrimonio cuando,
desde mi perspectiva, lo que requiere es • En primer lugar, el lógico funciona-
ocupar el lugar central que le pertenece en miento del día a día de las administra-
el campo de los bienes culturales. ciones responsables, con determinadas
Esto no es nuevo. Venimos insistiendo en inercias que, salvo excepciones, han
«abrir» la noción del patrimonio, normal- permanecido a lo largo de todo el
mente ligada a miradas que tienden a rela- siglo XX, tendentes en seguir centradas
en los patrimonios más tradicionales de experiencias nacionales e internacio-
quizás también por estar más consolida- nales ejemplares.
da su tutela. • Estamos ante un fenómeno patrimonial
• También hay que reconocer que habla- extraordinariamente complejo. Aun
mos de un patrimonio que requiere ma- cuando la actividad industrial se des-
yor impulso para su investigación y trans- arrolla paralela a la evolución del hom-
ferencia de resultados al campo de la bre, va a ser desde la segunda mitad del
gestión, y para que podamos también vi- siglo XVIII y el impulso de la Revolución
sualizar de forma crítica los elementos Industrial hasta la actualidad –incluyen-
significativos que representan a este lega- do los trabajos denominados «industrias
REFLEXIONES SOBRE EL PATRIMONIO INDUSTRIAL

do industrial. Esto no impide que desta- modernas»– cuando se desarrolle el im-


quemos los trabajos de grupos de investi- pacto y expansión de un sinfín de activi-
gación, profesionales y asociaciones que dades industriales que constituyen sec-
en este campo se han movido con un só- tores muy diversos, hoy ya patrimonio
lido compromiso en la investigación y de- del siglo XXI: minería, química, energía,
fensa de este rico patrimonio, y en un nú- transporte, comunicaciones, siderurgia y
mero importante de casos con poco o metalurgia, textil, etc. Y no sólo pense-
nulo apoyo institucional. mos en la cantidad de sectores, sino
• El hecho de ser un patrimonio reciente también en la cantidad de arquitecturas,
tiene la desventaja de ser «menos reco- procesos industriales, maquinarias, ele-
nocible» por los ciudadanos y, por tanto, mentos asociados, significaciones... que
54
más lejano en su percepción por la so- conlleva.
Figura 1. J. Laurent y Cía., Málaga, ciedad. Esto se traduce en la necesidad
2128, Vista general del muelle desde
de «sensibilización social» que requiere
el castillo, Archivo Ruiz Vernacci
I.P.H.E. (Ministerio de Cultura), el patrimonio industrial y, en este senti- Complejidad y protección
N.I.M., 2805. do, tenemos que subrayar la existencia
Entiendo que esta complejidad de aconte-
cimientos industriales de los dos últimos si-
glos tiene una presencia relativamente leve
en los inventarios y catálogos de las admi-
nistraciones competentes. Aunque sabemos
que en el ámbito de la tutela no se trata
tanto de reflejarlo todo o casi todo, sino de
registrar aquellos bienes o testimonios más
relevantes de los distintos sectores, expre-
sión a su vez de la evolución tecnológica,
siendo complementado por los catálogos
urbanísticos.
Pero es un patrimonio que su gestión,
en un alto porcentaje de casos, es conflic-
tiva. Aquí hay cierta coincidencia con
otros patrimonios como el contemporá-
neo. Normalmente de titularidad privada,
estos bienes se localizan fundamentalmen-
te en las periferias consolidadas de nues-
tras ciudades, aun cuando también pue-
den localizarse en los centros de las
ciudades históricas. Ello le da un valor in-
mobiliario, y el valor de este suelo, cuan-
do se produce la obsolescencia de la pro-
ducción industrial, o bien cuando se
contrapone a su propia explotación indus-
trial, pone en riesgo la existencia misma
del bien que es considerado exclusivamen-
te desde su valor económico.
Es curioso contemplar, en este sentido,
cómo muchos de los recientes Planes Gene-
rales de Ordenación Urbana u operaciones
urbanas relevantes en nuestras ciudades han
tenido como objeto incidir sobre espacios
urbanos de los siglos XVIII y XIX. Desmante- intensivos en la ciudad y el territorio. Gran- Figura 2. J. Laurent y Cía., Río Tinto
lamientos de ferrocarriles, reestructuración des infraestructuras, urbanismo incontrola- (Huelva), 2291, Pozo de San Dionisio
de la Cía. de las Minas de Río Tinto.
de terrenos portuarios... que requieren de do, etc., afectan a espacios, lugares y paisa-
Archivo Ruiz Vernacci I.P.H.E., (Mi-
un ejercicio de conocimiento y sensibilidad jes patrimoniales frágiles, con instrumentos nisterio de Cultura), N.I.M., 7543.
55
para hacer «sostenible» el valor patrimonial jurídicos patrimoniales centrados en el ob-
de estos lugares con operaciones de recuali- jeto que requieren un ajuste hacia una mi-
ficación urbana para la ciudad. rada más de contexto físico y cultural.
Hemos seguido con gran interés el deba-
te ciudadano en la ciudad de Málaga sobre
los terrenos portuarios donde una opera- Patrimonio como construcción
ción urbanística de edificación delante de la social1
lámina portuaria estrangulaba la salida his-
tórica del centro hacia el mar, generando un Una de las características de este patrimonio
efecto indeseable de pérdida de funcionali- industrial es la relevancia de sus componen-
dad de la parte norte del centro histórico. tes sociales e identitarios.
Gracias al debate y a la actitud responsable Patrimonio ligado normalmente al mun-
de las administraciones públicas se ha mo- do del trabajo (este bien tan escaso hoy), la
dificado el planteamiento inicial. obsolescencia de los procesos productivos
Pone esta cuestión sobre la mesa el nuevo normalmente ha venido acompañada de
tipo de afecciones sobre el patrimonio cul- «traumas sociales» que han afectado a colec-
tural en el que el patrimonio industrial está tivos y, como consecuencia, al territorio
inmerso. Ya no se trata sólo, como hace donde están emplazadas las industrias. 1
Concepto definido por María Vic-
unas décadas, de controlar «la estética» de Es el caso de la minería, siderurgia, meta-
toria Quintero Morón en el curso
determinadas intervenciones en la ciudad lurgia, industria textil o del automóvil; fá- Ciudad y Patrimonio Arquitectóni-
tendentes a la consecución de un escenario cilmente recordamos ejemplos concretos. co, UNIA, Úbeda, junio de 2005,
urbano. Hoy el problema son los desarrollos Hemos visto cómo la memoria colectiva pendiente de publicación.
miento de que existe una «deuda social» que
no es más que la expresión del valor patri-
monial de toda una serie de acontecimien-
tos que se han producido a lo largo de los
dos últimos siglos y que deben ocupar el es-
pacio que les corresponde.
Victoria Quintero, antropóloga colabora-
dora del IAPH en una conferencia en Baeza
sobre patrimonio inmaterial, aludía a las
«mantequeras»/«conserveras», de Antequera
REFLEXIONES SOBRE EL PATRIMONIO INDUSTRIAL

y Barbate como las grandes protagonistas


del desarrollo industrial de estos pueblos;
curiosamente este protagonismo es de las
mujeres. La presencia patrimonial de estas
industrias implica el reconocimiento de
unos testimonios específicos de determina-
dos sectores de población y que a su vez vi-
Figura 3. J. Laurent y Cía., Huelva, queda inevitablemente unida a estos luga- sualizan el protagonismo de la mujer.
2285, Vista del Muelle de la Cía. de res, en otros momentos espacios de cohe- Como reflejo de una sociedad democráti-
las Minas de Río Tinto, Archivo Ruiz
sión y trabajo donde se reconocen e identi- ca y contemporánea, la selección y el regis-
Vernacci I.P.H.E. (Ministerio de Cul-
tura), N.I.M., 7396. fican también generaciones posteriores. tro de los bienes patrimoniales tenderá a ser
56
Patrimonio como construcción social sig- testimonio del conjunto de expresiones de
nifica reconocer no sólo los patrimonios las diferentes épocas, pero también de los
que representan a grupos dominantes, sino diferentes grupos sociales.
también aquellos patrimonios no suficien-
temente representados, periféricos, de
minorías... De forma que la selección del Conservación y uso
conjunto de acontecimientos culturales im-
plique la diversidad de narraciones que de- Las estructuras industriales portadoras de
ben coexistir sin exclusiones. los sistemas de producción de los siglos XIX
Esta cuestión requiere un efecto de «dis- y XX han conformado una parte importante
criminación positiva». Si la mirada patri- del paisaje de la contemporaneidad.
monial se ha parado normalmente en deter- Son construcciones donde normalmente
minados bienes que han ocupado el espacio arquitectura y producción industrial están
central del trabajo patrimonial, ahora es ne- imbricadas y constituyen una simbiosis di-
cesario el establecimiento de políticas ten- fícil de separar. La finalidad del objeto, esto
dentes a armonizar este panorama y a bus- es, la producción industrial, se define como
car espacios patrimoniales donde se refleje un elemento esencial de estas edificaciones.
la presencia de sectores tradicionalmente ig- Por tanto, el mantenimiento de su funcio-
norados. nalidad significa, en la mayoría de los casos,
Así, por tanto, en el patrimonio indus- la perdurabilidad de estos bienes culturales.
trial. No sólo en función de los motivos alu- La transformación u obsolescencia de los
didos anteriormente, sino en el reconoci- sistemas de producción en el patrimonio in-
dustrial pone en riesgo de desaparición mu- to disperso en un territorio industrial, y
chos de estos bienes que deben buscar usos constituyen grandes áreas patrimoniales u
alternativos que les permitan continuar su organizaciones que registran el territorio
existencia en un mundo de competitividad donde lo cultural, social y natural se interre-
urbana. La solución más frecuente hasta el lacionan. La experiencia demuestra que la
momento ha sido la rehabilitación para organización de estas unidades mediante
equipamientos culturales, sociales e incluso rutas e itinerarios o su presentación como
para uso comercial. áreas culturales desde la interpretación cul-
Entiendo que no ha sido una operación tural es una manera de valorizarlas como
difícil, ya que son grandes contenedores, bienes de un paisaje cultural. Patrimonio
de espacios normalmente flexibles, con donde la participación de los agentes del te-
una materialidad propia de los dos últi- rritorio es crucial y donde el nuevo consumo
mos siglos (vidrio, hierro, hormigón y la- cultural es una posibilidad cada vez más real
drillo), donde los criterios de actuación de hacer viable el mantenimiento del legado.
tienden a la formulación de un proyecto Ciertamente se hace necesario acometer
basado en el conocimiento de las preexis- la conservación y rehabilitación del patri-
tencias industriales. monio industrial con la colaboración de las
Claro está que, en determinados casos, la distintas administraciones públicas, agentes
autenticidad en estas edificaciones indus- sociales, fundaciones...
triales pasa por valorar también los testimo- Por ello, considero esencial la puesta en
nios de la producción industrial, creándose marcha del Plan Nacional del Patrimonio
57
cierta fricción entre rehabilitaciones que Industrial como base para el enganche de
desean «vaciar» el complejo industrial y la las Comunidades Autónomas y, desde
opción conservacionista que desea la per- ahí, al resto de la Red de Corporaciones y
manencia del legado industrial en su inte- Agentes relacionados con el Patrimonio In-
gridad. dustrial.
Otras opciones han consistido en recono- El Plan, definido en sus aspectos funda-
cer estos bienes, perdida su funcionalidad, mentales y que supone el primer eslabón,
como objetos que se insertan en el paisaje, debe encontrar eco en las Comunidades
atendiendo a su valor estético y como testi- Autónomas para el establecimiento de un
monios de un pasado reciente, sin pedirles sistema de información que contenga los
más que a otros bienes del pasado que per- bienes de las diferentes comunidades y los
viven sin usos concretos. Es su considera- agentes en el territorio, además de la impli-
ción arqueológica, como ruina que se incor- cación en la protección y conservación del
pora al disfrute de los visitantes. patrimonio industrial.
Entre estos bienes culturales, algunos for- Siguiendo el lema futurista y matizándo-
man parte de un sistema territorial, como el lo, podríamos decir:
ferrocarril, las comunicaciones, etc.; otros,
como las minerías, son parte de un conjun- Arte + Acción + Vida = Futuro (Futurismo)
Nuevo concepto de Patrimonio Industrial,
evolución de su valoración, significado
y rentabilidad en el contexto internacional
EUSEBI CASANELLES I RAHÓLA
Director mNACTEC. Presidente de TICCIH

El «patrimonio industrial» seguramente ha do en el que se produce un cambio intelec-


sido el patrimonio más interesante y con- tual, social y económico que transformó to-
trovertido que ha aparecido a partir de la talmente la sociedad.
segunda mitad del siglo XX. Interesante, Históricamente, los dos parámetros que
porque ha significado la existencia de una configuraron la valoración de los bienes ma-
gama muy diversa de edificios patrimonia- teriales como bienes del patrimonio cultural
les y porque conceptualmente su valor se fueron su valor artístico y su antigüedad,
mide por unos nuevos parámetros. Con- que no son justamente los valores que ca-
trovertido, porque no corresponde exacta- racterizan el patrimonio industrial. Estos
mente a los paradigmas que la sociedad te- dos valores tampoco han permanecido in-
nía sobre el concepto de patrimonio, lo mutables a lo largo de los siglos sino que
que ha significado que su aceptación no han ido evolucionando.
59
haya sido fácil. Empecemos por el concepto de «arte». La
El gran reto de las personas e institucio- valoración de las obras de arte y la de sus
nes que durante las últimas décadas han lu- productores no ha sido siempre la que tene-
chado por la defensa y conservación del pa- mos actualmente. Arte significa «técnica»
trimonio industrial ha consistido en en latín y los que lo producían eran los ar-
conseguir que los bienes de la industrializa- tesanos que no eran especialmente más
ción puedan ser considerados como parte apreciados que otros trabajadores manuales
del patrimonio cultural. Actualmente se ha y por ello ninguna de las musas de la época
llegado a un reconocimiento internacional clásica que inspiraban a lo que hoy denomi-
después que la UNESCO incluyera varios naríamos artistas estaba dedicada a las artes
lugares industriales en la lista de patrimo- plásticas; había la musa del teatro, la de la
nio de la humanidad, pero aún hay en mu- danza, la de la retórica, la de la poesía...,
chos sectores una reticencia hacia él. La pero ninguna estaba dedicada a la pintura, a
consideración de este nuevo patrimonio se la escultura o a la arquitectura.
enmarca dentro de la larga evolución del Fue en la Francia del siglo XVII, y como
concepto de patrimonio cultural que, tal consecuencia de la importancia que las artes
como lo entendemos actualmente, se em- plásticas habían adquirido durante el Rena-
pezó a desarrollar hace un poco más de cimiento, cuando se crearon las escuelas de
doscientos años. «bellas artes», diferenciadas de las de «artes
El concepto de patrimonio tal como se y oficios», y a los que las elaboraban se les
entiende actualmente es relativamente re- denominaron artistas para diferenciarlos de
ciente, surge en los siglos XVIII y XIX, perío- los artesanos tradicionales.
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN

Figura 1. Farga Ripoll. Figura 2. Harinera de Castelló d’Empúries.

A pesar de todo, la apreciación de lo que épocas anteriores y que era contrario al ad-
es estéticamente bonito va asociada al carác- jetivo «viejo» de connotación negativa. El
ter humano, aunque su valoración haya concepto de antigüedad, junto al concepto
cambiado, siempre ha habido una valora- de obra de arte, conformó el concepto de
ción de lo «bello». Lo que verdaderamente patrimonio que ha permanecido en la men-
ha dado sentido al patrimonio ha sido el se- te de muchos hasta nuestros días.
60
gundo concepto, el de antigüedad, que apa- En esta época, segunda mitad del siglo XVIII
reció a principio del siglo XIX. Este nuevo y primera del siglo XIX, fue cuando se crearon
concepto fue una consecuencia directa de la los grandes museos europeos de los países
implantación de la Ilustración y la Revolu- más capitalistas a base de recolectar piezas
ción industrial que impulsaron unos cam- artísticas y arqueológicas no sólo del país,
bios tan radicales en la manera de pensar, de sino también de sus colonias. Fue la edad de
hacer política y de producir que situaron a oro de los museos. A parte de las coleccio-
la humanidad en otra era. La sociedad que nes de pinturas, los bienes más valorados
tenía su base económica en la agricultura y fueron los pertenecientes a las grandes civi-
que se había implantado desde el Neolítico lizaciones del Mediterráneo. Paradójica-
llegó a su fin. La nueva era industrial impu- mente, los bienes de otras épocas de la hu-
so otro tipo de sociedad, otro tipo de uten- manidad que actualmente están muy
silios y construcciones realizadas con nue- valorados, como, por ejemplo, el patrimo-
vos materiales y nuevos métodos. nio medieval, no eran considerados y fue
En este contexto surge el concepto de an- justamente en esta época cuando más ele-
tigüedad, palabra ya existente, pero que ad- mentos patrimoniales se destruyeron de es-
quirió un sentido más profundo y se aplicó te período. En España hay innumerables
como un valor positivo a los bienes mate- ejemplos de estas destrucciones, muchos de
riales de las eras anteriores. Dejó de tener el ellos como resultado del abandono de mo-
significado histórico de «algo realizado hace nasterios y conventos después de las sucesi-
tiempo» y adquirió un valor positivo que se vas desamortizaciones de finales del siglo
asoció a un bien material construido en XVIII y del siglo XIX.
El siglo XX aportó dos valores que caracte-
rizaron parte del concepto de patrimonio
que actualmente son muy importantes para
comprender la importancia del patrimonio
industrial. El primero fue el valor del objeto
como testimonio de una época, utilizado sobre
todo por la etnología que valoró en una pri-
mera fase los objetos de las sociedades no in-
dustriales, ya fueran de regiones de países
avanzados donde las formas de vida de la in-
dustria no habían llegado, o de las sociedades
de zonas de continentes en las que la civiliza-
ción occidental no había incidido. El otro
nuevo valor fue el valor del bien material his-
tórico como documento que, a través de téc-
nicas arqueológicas, aportaba unos datos más
cualitativos que complementaban a los obte-
nidos por otras fuentes con la finalidad de
comprender la historia en un sentido global.
Después de la segunda guerra mundial se
produjeron grandes innovaciones y aparecie-
61
ron nuevos materiales que provocaron una
rotura de fondo y de forma de las construc-
ciones, de la maquinaria y de los utensilios
Figura 3. Vista de conjunto del mNACTEC (Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña).
utilizados hasta entonces por los sistemas
productivos que facilitaron la vida e hicieron
el trabajo más productivo. Al mismo tiempo
se cambiaron las mentalidades y los hábitos
de la gente, lo que provocó una profunda
transformación social. Las comunicaciones
conectaron todas las partes del mundo y ac-
tualmente ha acabado con la globalización
del mundo. El cambio lineal de la sociedad
que caracterizó la industrialización se aceleró
y se convirtió en exponencial. Una nueva era
se impuso y sustituyó a la industrial. Alvin Figura 4. Interior del mNACTEC.
Toffler la definió como la tercera ola después
de la del Neolítico y de la industrialización años ochenta, se la llama sociedad de la in-
que cambió el mundo. Althuser, en los años formación.
setenta, la llamó era postindustrial y actual- En pocos años todo un mundo producti-
mente, después del impacto de los ordena- vo y los utensilios de la vida cotidiana que-
dores y de los nuevos medios de comunica- daron obsoletos. Las fábricas se construían
ción que incidieron sobre todo a partir de los siguiendo otros modelos, como, por ejem-
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN

Figura 5. Museo de la Colonia Sedó de Esparraguera. Figura 6. Fachada del Museo de la Colonia Vidal de
Puig-Reig.

plo, sin ventanas y con una estructura sin co- b) El valor de testimonio. Los bienes
lumnas. Las máquinas incorporaron nuevos de la industrialización tienen un valor
62
materiales, se compactaron, se carenaron, se etnológico o antropológico, porque son
les introdujo la electrónica y se automatiza- testimonio de una época que fue el pro-
ron. El anterior mundo material de la indus- tagonista de una gran revolución social
trialización pasó a ser parte de la historia pa- y económica que cambió la sociedad y
sada, y los bienes de la industrialización que su conocimiento es necesario para
adquirieron un valor de nueva antigüedad. comprender la sociedad postindustrial
Situados a principios del siglo XXI, nos he- actual.
mos de replantear el concepto de lo que se c) El valor de documento. Los bienes in-
entiende como patrimonio, que ha de estar dustriales tienen un valor arqueológico en
relacionado con cuatro grandes conceptos: el sentido que son objeto de estudio utili-
a) Un nuevo concepto de «antigüedad». En zados para comprender la sociedad indus-
este sentido hemos de ser conscientes que trial y cuyo resultado nos aporta unas in-
somos la primera generación que damos la formaciones cualitativas de base científica
categoría de bien patrimonial a objetos que que no se pueden obtener a través de los
nosotros mismos hemos utilizado y es justa- escritos.
mente esta situación la que mentalmente d) El carácter. Los bienes industriales, a
impide que una parte de la población no pesar de que en su mayoría no son obras de
pueda considerar los bienes industriales co- arte, adquieren un carácter que les da el he-
mo bienes patrimoniales culturales. Por este cho de ser unos bienes relacionados con la
motivo toda política relacionada con el pa- producción, son funcionales, y de haberse
trimonio industrial ha de pasar por una sen- construido con unas técnicas que no son ya
sibilización de la sociedad sobre su valor. de nuestro tiempo.
Las características del patrimonio La singularidad de diferentes lugares pro-
industrial ductivos de un mismo sector productivo y
su importancia universal no los da la técni-
Los elementos productivos del patrimonio ca, sino su entorno natural y social. Muy a
industrial son principalmente funcionales; menudo, las máquinas son idénticas o simi-
su diseño está pensado en función de la má- lares en diferentes sitios, pero la historia y el
xima eficacia en el trabajo. Los grandes ven- testimonio que ellas contienen no. El cono-
tanales de las industrias manufactureras se cimiento de la historia del lugar, que siem-
construyeron para aprovechar al máximo la pre añade un valor a todo lugar patrimonial,
luz solar, y la distribución de los espacios es- es de vital importancia en el patrimonio in-
taban en función de las barras de transmisión. dustrial en cuanto se refiere a su valoración.
También determinaba su diseño el movi- Por este motivo es necesario promover los
miento de personas, de materias primas o de estudios antes de cualquier actuación para
productos transformados o semitransforma- conocer su importancia relativa.
dos. En algunos sectores, como en la moline- La repetición en la fabricación y la exis-
ría de grano, o en los procesos que necesita- tencia de una gran cantidad de bienes de la
ban hornos, los edificios eran un envolvente industrialización, al menos en muchos terri-
de la maquinaria o del horno. torios, tiene como consecuencia que se han
Una de las características del patrimonio in- de seleccionar los que se quieren conservar
dustrial mueble e inmueble es su falta de sin- para las futuras generaciones. Muy a menu-
gularidad, no son únicos y son repetitivos. do no se puede conservar todo.
63
Los bienes muebles máquinas y utensilios se
fabrican en serie y los edificios se diseñan con
módulos que se repiten como en el caso de las Las tipologías y sectores
fábricas manufactureras. Otras veces, los edifi- del patrimonio industrial
cios y construcciones de un sector industrial
siguen unos mismos modelos que se aplican a El patrimonio industrial se compone de
todas las construcciones del sector. bienes materiales de la cultura industrial

Figura 7. Vista exterior del Museo de la Piel de Igualada. Figura 8. Interior del Museo de la Piel de Igualada.
e) Lugares sociales, donde se desarrollan
las actividades relacionadas con una activi-
dad industrial concreta, tales como la vi-
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL

vienda, el culto religioso o la educación.


Aunque se pueden definir diferentes secto-
res temáticos relacionadas con la producción
y cada uno de ellos se puede dividir en subá-
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN

reas, aquí se propone la siguiente división só-


lo con un valor indicativo: textil, metalurgia,
siderurgia, minas y extracción de rocas, agro-
alimentaria, química, papel, cuero, energía,
agua, ferrocarriles, canales, instalaciones ma-
rítimas, transporte aéreo y carreteras, mate-
riales de la construcción y vidrio.

El paisaje industrial

La industrialización es complejidad y para


comprender la dimensión de un lugar in-
dustrial es necesario situarlo en un contex-
64
Figura 9. Museo de las Minas de que poseen un valor histórico, tecnológico, to geográfico donde hay otros centros in-
Bellmunt. social, arquitectónico o científico y que se dustriales del mismo sector y de otros, vías
consideran de valor para preservarlos para de comunicación, servicios, viviendas, etc.,
las futuras generaciones. No sólo lo forman entre los cuales se establece un conjunto de
los lugares productivos, sino, además, aque- relaciones complejas. En muchos territo-
llos edificios y construcciones relacionados rios, el paisaje industrial adquiere la cate-
con ellos. goría patrimonial y entonces la política de
a) Lugares productivos: talleres, molinos y preservación se ha de extender hacia toda
fábricas, minas y sitios donde se produzca una variedad de sitios relacionados con la
cualquier tipo de proceso productivo y de industrialización. En Cataluña, el Museo y
transformación. la Subdirección General de Paisaje están
b) Almacenes y depósitos, donde se guar- elaborando un plan sobre paisaje industrial
dan materias primeras y productos acaba- que comprende cuatro paisajes de cuencas
dos o semielaborados. fluviales, tres mineros, dos de sal, tres pai-
c) Servicios: lugares donde se genera, se sajes urbanos y uno de electricidad.
transmite y se usa energía y lugares que
abastecen y depuran el agua.
d) Comunicaciones: medios de transporte La conservación
de personas y mercancías y toda su infraes-
tructura, que se componen por rutas fluvia- La conservación del patrimonio industrial
les, puertos, líneas de trenes y estaciones, ha de tratarse tanto como sea posible como
carreteras y aeropuertos. cualquier otro elemento del patrimonio cul-
tural construido y ha mantener al máximo monio social compuesto principalmente
su autenticidad. En los lugares productivos por viviendas, como, por ejemplo, en las
es primordial que se preserve su integridad colonias textiles o los lugares mineros. Si se
funcional o al menos que haya los mínimos destruyen estos elementos, el lugar pierde
elementos para que pueda transmitir el co- una parte de su autenticidad y de sentido.
nocimiento de su función anterior. A veces, cuando se inicia una restaura-
El primer problema que se plantea en es- ción, faltan partes que se consideran esen-
te tipo de patrimonio es qué significa auten- ciales para entender el funcionamiento y se
ticidad. Los lugares industriales son creados plantea su reconstrucción. Este tipo de in-
para producir y constantemente han de tervención se considera excepcional y sólo
adaptarse a las nuevas situaciones económi- es apropiada si beneficia a la integridad del
cas de la empresa y a las innovaciones técni- sitio entero y su comprensión. Para realizar
cas, lo que les obliga a generar y reducir es- una reconstrucción se ha de tener una in-
pacios específicos o cambiar sus funciones. formación exhaustiva de cómo era anterior-
Otras veces, el cambio es más radical y el lu- mente y han de existir los materiales y el co-
gar es gestionado por un nuevo propietario nocimiento técnico de la época.
que instala otra actividad económica que La autenticidad y la compresión de un si-
puede ser completamente diferente a la an- tio industrial está muy ligada a la existencia o
terior y hasta la de un simple almacén. ¿Nos no de los bienes muebles (máquinas y uten-
podemos preguntar en qué momento se silios) dentro del edifico. Si como se ha afir-
puede considerar que es el auténtico? No mado una construcción industrial se define
65
hay respuesta; depende del criterio de pre- por su funcionalidad, un edificio productivo
servación que debe quedar explícito en la sin sus máquinas pierde una parte importan-
presentación del edificio. Tan válido es bus- te de su dimensión. ¿Hasta qué punto es sig- Figura 10. Museo de las Minas de Cercs.
car la estructura primitiva como conservar lo
que ha llegado en el momento que se inicia
la preservación con todas sus transformacio-
nes que el edificio o construcción haya su-
frido.
Para poder realizar las actuaciones ade-
cuadas de conservación se requiere un pro-
fundo conocimiento del propósito o los
propósitos por los que se construyó el lugar,
de los diferentes procesos industriales que
pudieron tener lugar en él y de las funciones
de cada parte del lugar en las diferentes si-
tuaciones de su historia.
En la puesta en valor de un edificio se ha
de tener en cuenta los conjuntos industria-
les constituidos por unos edificios principa-
les, por otros secundarios y construcciones
complementarias, así como en los casos más
complejos donde hay un importante patri-
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN

Figura 11. Museo del Cemento Asland de Castellar. Figura 12. Museo del Ferrocarril de Vilanova i la Geltrú.

nificativo preservar un edificio sin las máqui- dos en museos. La única solución es su reu-
nas por las cuales fue construido? tilización para otros usos y ello significa
Por norma general, cuando se decide la que a menudo se han de realizar operacio-
protección de un lugar productivo, la maqui- nes de cirugía para eliminar alguna parte o
66
naria y los utensilios han desaparecido y la construir unas nuevas y ello presenta una
protección ha de realizarse sin ellos. En estos colisión con unos de los principios básicos
casos siempre es necesario dejar en el edificio de la conservación del patrimonio y del
o construcción los elementos funcionales que principio de autenticidad.
existen, como en el caso de elementos eleva- En la práctica, la reutilización de un sitio
dores, elementos vinculados al proceso ener- industrial como forma de asegurar la super-
gético..., que transmitan al futuro visitante o vivencia del lugar como testimonio es acep-
utilizador el sentido industrial del sitio. Así table, excepto en el caso de sitios de especial
mismo es imprescindible que haya una míni- importancia histórica. La mayoría de las pre-
ma interpretación en un lugar concreto. servaciones de lugares industriales se realizan
Para visualizar la complejidad de la in- a través de la reutilización. Los nuevos usos
dustrialización en un territorio es necesario han de respetar los elementos espaciales y
que se preserve una cantidad importante de estructurales más significativos y han de
elementos relacionados con la industrializa- mantener al máximo posible los patrones
ción, tanto productivos, de comunicación, originales de circulación. Las intervenciones
de servicios o sociales donde se incluyen las sean reversibles y que han de minimizar el
viviendas. Estos edificios pueden estar dis- impacto. Todo cambio inevitable ha de ser
persos con poca conexión entre ellos o pue- documentado, y los elementos significativos
den constituir un paisaje industrial. En es- que se eliminen deben ser registrados y al-
tos casos no se pueden preservar todos los macenados de forma segura.
edificios y construcciones como monumen- Para ir un poco más lejos, si un concepto
tos a contemplar ni se pueden convertir to- relevante de la preservación del patrimonio
industrial es el del paisaje, a veces puede ser los espacios donde, en otro tiempo, se des-
válida la preservación de elementos indivi- arrollaron unas actividades.
duales como chimeneas o partes de un edi- Su valor didáctico se centra en tres ejes.
ficio si complementan a otros elementos El primero es el tecnológico, que visualiza
más consistentes. En estos casos es necesario el ingenio humano para realizar unas tareas
plantearse si el elemento es útil como testi- más efectivamente. El segundo es el social,
monio en un conjunto o es mejor hacerlo en el sentido que refleja las condiciones de
desaparecer. Siempre se puede considerar el trabajo y de vida, así como los conflictos
elemento como un monumento al antiguo que se producen. El tercero es el ambiental
lugar productivo desaparecido. y, concretamente, el relacionado con el im-
La reutilización de edificios y la preserva- pacto de las acciones productivas humanas
ción de elementos singulares de un proceso en su entorno. Estos tres ejes se pueden
productivo son los puntos más discutidos contemplar en la dimensión temporal, su
de la valorización de este patrimonio. Éste evolución en el tiempo y en la dimensión
es el punto que visualiza la gran diferencia espacial, su extensión en un territorio. To-
entre el patrimonio cultural histórico, artís- dos estos ejes y dimensiones confieren al pa-
tico y arqueológico con el industrial. trimonio industrial una interdisciplinarie-
La preservación del patrimonio industrial dad que es esencial para cualquier proceso
no se realiza, como se ha indicado anterior- formativo.
mente, para ser contemplado sino para ser El patrimonio industrial no sólo ha de ser-
comprendido. Es un patrimonio didáctico vir para difundir y explicar la técnica y la vi-
67
lo que significa se ha de entender la activi- da en unos lugares y en una época concreta,
dad que allí se desarrollaba. Es un patrimo- sino que ha de constituir un elemento de re-
nio didáctico.

El patrimonio como bien didáctico

El patrimonio industrial, como todo patri-


monio cultural material, es un gran recurso
para el aprendizaje, tanto para la educación
reglada como para la formación continua de
cualquier ciudadano. La sola existencia de
un edificio o construcción de la era indus-
trial es un testimonio que facilita que los
ciudadanos se pregunten y se interesen sobre
su significado. La comprensión y el conoci-
miento de la industrialización son mucho
más fáciles a través de los testimonios mate-
riales que ayudan a comprender la vida y el
trabajo que en un lugar concreto se realiza-
ba, es lo que se denomina la «fuerza de los Figura 13. Museo del Suro de Pala-
lugares», ya que permiten entender y sentir frugell.
flexión sobre el significado de la industriali- musealización de los lugares productivos y
zación y su relación con la sociedad actual. los centros de interpretación cuando los
Los rasgos básicos que definen la industriali- bienes inmuebles son los objetos que se han
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL

zación aún hoy son los motores del cambio de explicar. Los centros de interpretación
de nuestra sociedad y su conocimiento ayuda tienen su razón de ser en los edificios reuti-
a comprender el mundo actual. La concen- lizados para otros objetivos y en estos casos
tración de capital y de trabajadores ha desem- es necesario un lugar donde se visualice la
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN

bocado en las multinacionales; la innovación historia del lugar, en los centros productivos
tecnológica es el motor del desarrollo de los de grandes dimensiones y en los territorios
países; las ampliaciones de mercados han lle- donde hay un paisaje industrial. En estos
vado a la globalización; las migraciones a los dos últimos lugares es necesario establecer
lugares donde se concentra la oferta de traba- unos itinerarios con las explicaciones nece-
jo, antes a nivel nacional, han adquirido una sarias en cada punto de interés.
dimensión global. La conservación del patrimonio industrial
El conocimiento de la historia de la in- es principalmente una acción cultural desti-
dustrialización también implica la compre- nada a testimoniar una parte de la historia
sión de los conflictos entre países para obte- de un territorio que fue esencial para la his-
ner las materias primas y aumentar el toria de la humanidad y que explica el mun-
mercado de sus productos elaborados, así do actual. Pero políticamente la preserva-
como los conflictos sociales que se derivan; ción de cualquier lugar patrimonial se
la diferencia es que lo que era a escala na- realiza para mejorar la calidad de vida de los
68
cional o entre unos pocos países se está tras- ciudadanos, ya que el patrimonio hace que
ladando a escala global. los lugares sean más agradables y que au-
Las herramientas principales para trans- mente la estima al lugar. Al mismo tiempo,
Figura 14. Museo Industrial del Ter. mitir los conocimientos industriales son la refuerza la identidad de las comunidades y
es un factor de integración para las personas
que vienen de fuera. Los elementos del pa-
trimonio histórico otorgan un carácter al te-
rritorio y lo personalizan respecto a otros,
confiriéndole una singularidad.
Como sucede con el resto del patrimonio
arquitectónico, las rehabilitaciones de los
bienes patrimoniales industriales acaban sien-
do asumidas plenamente por los ciudadanos
y, muy a menudo, se convierten en emblemas
de los lugares donde están situados. La gran
ventaja del patrimonio industrial sobre otros
es su facilidad de comprensión y su proximi-
dad a la vida de los ciudadanos porque los te-
mas que trata son comunes a su vida cotidia-
na. La estima de ciertas poblaciones por su
patrimonio industrial es muy grande en los
lugares donde el lugar productivo ha deter-
minado la vida de la comunidad como, por
ejemplo, en el caso de la minería.
Los lugares de patrimonio industrial pue-
den convertirse también en unos buenos
productos turísticos, ya que pueden agradar
a todos los miembros de una familia perte-
neciente a cualquier estamento social. Ac-
tualmente hay muchos ejemplos en todo el
mundo, especialmente en áreas desindus-
trializadas que han visto en el turismo in-
dustrial una salida económica.
Actualmente, las posibilidades turísticas
de los lugares productivos son uno de los
grandes factores que ayudan a preservar el
Figura 15. Museo del Molino Papele-
patrimonio industrial. Los responsables ro de Capellades.
políticos y los propietarios de estos lugares
comprenden la fuerza atractiva de este pa- libros y se han realizado documentales emi-
trimonio que visualiza cómo se producían tidos por las televisiones.
las cosas y muestra unas formas de trabajo La segunda gran acción protagonizada
de vida que son completamente distintas a por los vecinos del Poble Nou ha sido más
las actuales, pero que no son muy lejanas contundente debido al desarrollo urbanísti-
69
en el tiempo. La posibilidad que el patri- co que sufre actualmente esta zona de la
monio industrial contribuya al desarrollo ciudad. Lo que ahora llamamos el Poble
económico local facilita su preservación y Nou fue la zona donde hubo la más alta
su puesta en valor. concentración de industrias de España, la
En estos últimos, en Cataluña, han surgi- mayoría de las cuales ya ha desaparecido por
do diversas acciones reivindicativas del pa- reconversiones urbanísticas. El movimiento
trimonio industrial. Las que han tenido pretende salvar unos cien elementos patri-
más impacto en la prensa han sido la cele- moniales a través de la reutilización, con el
bración del los «150 años de las colonias in- objetivo de que quede un paisaje industrial
dustriales» y el movimiento vecinal para la que sea el testimonio que allí hubo una his-
preservación del patrimonio industrial del toria. Sin ellos, en el futuro, parecerá que
Poble Nou de Barcelona. La primera, dirigi- esta parte de la ciudad, construida a finales
da por el Consorci del Parc Fluvial del Llo- del siglo XX y principios del XXI, se hizo so-
bregat al que se han unido las asociaciones bre unos campos agrícolas. El Poble Nou
de vecinos, ha tenido por objetivo concien- fue no sólo la zona industrial por excelencia
ciar a la sociedad catalana, y especialmente de Barcelona, sino que además fue la cuna
a las administraciones, de que existen seten- de movimientos obreros, como los Icardia-
ta y dos colonias industriales y muchas de nos de Cabet o los anarquistas que tanta
ellas corren peligro de ser destruidas o des- fuerza tuvieron en la ciudad.
figuradas. La campaña desarrollada durante Los vecinos ven los bienes industriales
un año (2005) ha sido un éxito y se han es- como «su patrimonio» porque aquella zona
crito numerosos artículos, se han publicado era húmeda, llena de ciénagas y las primeras
DE SU VALORACIÓN, SIGNIFICADO Y RENTABILIDAD EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
NUEVO CONCEPTO DE PATRIMONIO INDUSTRIAL, EVOLUCIÓN

Figura 16. Museo de la Técnica de Manresa. Figura 17. Serrador d’Àreu.

construcciones fueron las relacionadas con de la Vila Olímpica no hubo ninguna reac-
el mundo productivo. El patrimonio indus- ción ciudadana al manifiesto que realizamos
trial confiere una historia al barrio y consti- un grupo de tres arquitectos y dos ingenie-
tuye, como todo patrimonio, una herra- ros para salvar de la destrucción cinco in-
mienta que ayuda a integrar las personas dustrias que consideramos de gran valor.
que se instalan allí. Es más fácil integrarse Paralelamente a estos dos grandes movi-
en un lugar donde hay un patrimonio, que mientos continuamente se pueden leer en la
70
acaba siendo el pasado de todos, que en un prensa noticias relacionadas con el patrimo-
lugar sin historia. nio industrial, ya sea por una manifestación
Los cien lugares a preservar ya están casi a favor de la salvaguarda de un edificio o
todos pactados con el Ayuntamiento y la rei- por el anuncio de una próxima restaura-
vindicación que se ha centrado en la salva- ción. No sólo es un fenómeno de Barcelo-
guarda de la histórica fábrica de Can Ricart na, hay noticias relacionadas con el patri-
que ha de ser el símbolo de esta historia in- monio industrial que son de diversas partes
dustrial. Can Ricart se construyó a princi- del patrimonio catalán.
pios de los años cincuenta del siglo XIX y fue ¿Qué ha sucedido para que la percepción
la primera industria en instalarse en esta zo- del patrimonio industrial haya cambiado
na. Cuando Idelfonso Cerdá planificó el Ei- tanto durante estos años? Creo que el ele-
xample, esta industria ya existía y así se re- mento clave ha sido la actividad en todo el
fleja en los planos. Can Ricart ha de ser el territorio del Museo de la Ciencia y de la
lugar donde se explique la historia indus- Técnica que desde el inicio de su existencia,
trial, el centro de interpretación y de allí han en 1984, se propuso también preservar el
de salir los itinerarios culturales que transcu- patrimonio industrial construido y, actual-
rran por estos lugares patrimoniales. mente, su mayor éxito ha estado en haber
Es curioso que diecisiete años antes en logrado la sensibilización popular sobre este
1988, cuando se empezó a demoler la parte patrimonio y que la sociedad lo haya consi-
más cercana al puerto a causa de las obras derado como tal.
Arquitectura industrial,
testimonio de la era de la industrialización
INMACULADA AGUILAR CIVERA
Cátedra Demetrio Ribes. Universidad de Valencia

La Arqueología Industrial: una realizaba efectivamente este trabajo, qué


nueva disciplina científica técnicas se utilizaban y con qué tecnología.
4. Conocer (reconstruir) el contexto físico
La Arqueología Industrial es la disciplina en que se realizaba el trabajo y las condicio-
científica que estudia y pone en valor los nes en las que obreros y empresarios, con
vestigios materiales y testimonios históricos sus familias, vivían y se comunicaban. 5.
de los procesos productivos y de su tecnolo- Finalmente, intentar llegar a su mentalidad,
gía reciente. Su estudio nos aproxima a una a la forma de estar en el mundo, yo diría,
mejor comprensión de las estructuras y los que es fruto de los anteriores elementos. Es
mecanismos que han generado el desarrollo decir, la Arqueología Industrial, a través de
de las sociedades técnico-industriales, sus la reconstrucción de actividades materiales,
fuentes de energía, sus lugares y espacios de ha de servir también para iluminar los as-
trabajo, su organización productiva, su for- pectos no materiales del trabajo en el pasa-
71
ma de responder a una economía de merca- do del hombre»2.
do. Ya en 1963, uno de los padres de esta Esta disciplina nace, además, en íntima
disciplina, Kenneth Hudson1, nos proponía relación con el movimiento de revaloriza-
que la finalidad de estos estudios científicos ción del Patrimonio Industrial. Al respecto,
era «el descubrimiento, la catalogación y el Angus Buchanan, unos años después, en las
estudio de los restos físicos del pasado in- conferencias que se impartieron en la Uni-
dustrial, para conocer a través de ellos as- versidad de Bath, incide más en la preserva-
pectos significativos de las condiciones de ción, sin apartarse por ello del análisis y la
trabajo, de los procesos técnicos y de los interpretación y define la Arqueología In-
procesos productivos». El objetivo priorita- dustrial como «aquel estudio que trata o tie-
rio era conseguir un mayor y mejor conoci- ne por objeto el descubrimiento, análisis,
miento de nuestro pasado industrial. Este registro y preservación de los restos indus-
autor pionero de la disciplina detallaba los triales del pasado, para lo que es preciso re- 1
HUDSON, K.: Industrial Archaeo-
aspectos más relevantes a tener en cuenta en currir al trabajo de campo y, en ocasiones, a logy. An Introduction, Londres, J. Ba-
estos estudios: «1. Saber lo máximo posible las técnicas excavatorias de los arqueólo- ker, 1963, y World Industrial Ar-
acerca de las condiciones de trabajo y de la gos»3. De esta forma, uno de los principales chaeology, Cambridge, 1979.
2
actitud mantenida por obreros y empresa- objetivos de la Arqueología Industrial ha si- Citado por ARACIL, R., en «La in-
do, desde su origen, el restablecimiento y la vestigación en Arqueología Indus-
rios en este trabajo. 2. Saber todo aquello
trial», I Jornadas sobre la Protección y
que obreros, empresarios, propietarios, téc- restauración de sus elementos industriales,
Revalorización del Patrimonio Indus-
nicos, etc., han variado o innovado en los bien a través de su consolidación, recupe- trial, Departamento de Cultura del
procesos y métodos de trabajo y con qué fi- rando su primitivo aspecto e imposibilitan- Gobierno Vasco, Bilbao, 1984, pp. 19.
nalidad. 3. Saber cómo, de qué forma, se do su desaparición, bien a través de su re- 3
Op. cit., p. 23.
novación o reutilización para otros usos, objeto de este patrimonio: al monumento
convirtiéndolo, en ambos casos, en la me- (o bien inmueble), al artefacto o la máqui-
moria del pasado industrial, conservando su na, al documento y al registro oral. Cuatro
memoria histórica y urbana. campos de trabajo que son fundamentales
La aceptación del patrimonio industrial en el análisis y valoración de un elemento
como parte de nuestro patrimonio histórico industrial. Cuatro campos de trabajo en los
y cultural ha tenido paulatinamente desde que inciden muchas disciplinas de carácter
los años setenta del siglo XX una mayor científico, histórico y artístico, disciplinas
aceptación. Han sido el interés social y la que se apoyan en métodos y fuentes, anti-
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

sensibilidad social los principales factores guos y nuevos.


determinantes para conseguir la revaloriza- El análisis e investigación de este patri-
ción de este patrimonio. Sus acciones socia- monio reciente tiene sus propias particula-
les, sus protestas, la creación de asociaciones ridades, de la misma forma que el estudio
locales, sus estudios puntuales sobre fábri- de otras épocas históricas plantean diferen-
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

cas, máquinas y procesos, sus actuaciones tes problemáticas en su análisis. En este sen-
en elementos industriales, restaurando o tido, para el estudio de este patrimonio, es
reutilizando con fines culturales, didácticos evidente que se mantiene el uso de las fuen-
o turísticos, etc., han sido decisivos para tes tradicionales: fuentes documentales en
conservar, preservar y, en muchos casos, archivos y fuentes publicadas (obras genera-
reutilizar estos vestigios de nuestro pasado les, revistas y publicaciones periódicas); sin
industrial. Igualmente no queda duda de embargo, el período al que nos referimos, la
72
que también ha influido la crisis económica era mecánica y el objeto estudiado, el resto
y la reconversión industrial que se ha plan- industrial, nos remite a otras fuentes especí-
teado desde los años sesenta, con el proble- ficas de la época. Fuentes que la arqueología
ma de la conservación de grandes zonas industrial ha utilizado desarrollando y di-
industriales obsoletas o de pequeñas indus- fundiendo una nueva metodología científi-
trias sin uso ubicadas en nuestras ciudades, ca de análisis e investigación. Por ello, quie-
o de infraestructuras ingenieriles inadecua- ro referirme a la importancia que adquieren
das al sistema de comunicaciones actual, o en nuestra investigación el estudio de los ar-
de equipamientos técnicos públicos ya ca- chivos de empresa, el vaciado de la «litera-
ducos para la sociedad del siglo XXI. Esta tura gris» en revistas profesionales, la histo-
problemática ha provocado que muchas ad- ria oral y el registro arqueológico.
ministraciones municipales y estatales se Es por ello de enorme interés introducir-
plantearan la conservación, el uso o el de- nos en los archivos de empresa, rico y valio-
rribo de estos vestigios industriales, se ini- so material que debido a la evolución pro-
ciaran inventarios y catálogos, se propusiera pia de estas empresas, cierres, quiebras,
la protección de algunos monumentos in- fusiones, traslados, etc., desaparece rápida-
dustriales, se reconvirtieran algunas anti- mente. El archivo de empresa ha sido defi-
guas fábricas en museos industriales. nido como «el conjunto de documentos
Si consideramos que el patrimonio in- producidos por una empresa en el desarro-
dustrial es un patrimonio integral, fiel refle- llo de las actividades que le son propias, de
jo del concepto y objetivos de la Arqueolo- manera orgánica y automática y conserva-
gía Industrial, debemos admitir como dos como testimonios e información». Tal
Figura 1. Carpeta Proyecto de la Sociedad Valenciana de Tranvías. Figura 2. Cartel publicitario. Archi- Figura 3. Forjados y vigas sistema Henne-
Archivo AFGV. vo AFGV. bique, 1893 (L’invention du béton armé,
1999).

como nos comenta O. Gallego4, la iniciati- documentación, demasiado teórica o par-


va por conservar estos archivos data de prin- cial dada por las revistas o por los certifica-
cipios del siglo XX. Así, la Cámara de Co- dos o títulos. Con esta información se han
mercio de Colonia, en Alemania, creó en podido reconstruir fábricas, máquinas, rui-
73
1906 el primer archivo regional económico, nas, monumentos, y se han podido realizar
el Rheinisch-Westfälisches Wirtschftarchiv. prospecciones geológicas, construcciones e
También, desde esas mismas fechas, algunas instalaciones hidroeléctricas, agrícolas, hi-
empresas afrontan la problemática de su dráulicas, etc. [...] La incidencia y el impac-
propia documentación y se responsabilizan to que dejan las empresas abarcan múltiples
de su catalogación y de su custodia; así facetas que atañen a la población, al urba-
consta que se hizo en la empresa Krupp, en nismo, la sanidad, la religiosidad, la cultu-
Essen, en 1905, y en la empresa Siemens, en ra, etc.». Hoy todavía no existe una clara
Berlín, en 1907. Al final de su estudio, O. sensibilidad hacia estos archivos, ni una po-
Gallego nos plantea la importancia de estos lítica patrimonial enfocada a la conserva-
fondos documentales en los estudios de his- ción de estos fondos documentales.
toria local, historia de la técnica y arqueolo- Entre las fuentes publicadas, aparte de las
gía industrial: «La historia de la técnica y de tradicionales, los estudios de arqueología in-
la arqueología industrial encuentra gran ri- dustrial pueden encontrar gran información
queza en muchos de estos archivos, como en los catálogos industriales, fotografía cor-
ocurre con los informes de investigaciones o porativa, folletos, artículos especializados,
de ensayos de laboratorio, planos de instala- patentes, guías comerciales, carteles publici-
ciones de edificios, fotos, dibujos, catálogos tarios, propaganda, anuncios, etc., es decir,
de productos, estudios diversos sobre yaci- en todos aquellos soportes de los medios de 4
GALLEGO DOMÍNGUEZ, O.: «Los
mientos de minerales, inventos, perfeccio- comunicación que una empresa ha utilizado archivos de empresa», Abaco, Revista
namientos técnicos, proyectos de racionali- para posicionarse dentro de un mercado de Cultura y Ciencias Sociales, 2.ª épo-
zación, etc. Todo ello puede completar la competitivo; aspectos que definen en gran ca, n.º 1, primavera 1992, pp. 29-56.
fuentes orales son igualmente ricas y valio-
sas para el análisis del patrimonio indus-
trial. El padre de la Historia Oral en Ingla-
terra fue George Ewart Evans, el cual
publica su primer trabajo en 19707. Los pri-
meros estudios realizados tuvieron como
objeto la historia rural y sus aspectos folcló-
ricos (P. Thompson), pero éstos dieron in-
mediatamente paso a los estudios orales so-
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

bre el mundo del trabajo (A. Howkins). Al


respecto, Robert Preks8 nos comenta cómo
esta historia oral puede ser considerada co-
mo una forma de «arqueología del rescate»
por recoger testimonios personales sobre in-
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

dustrias y procesos de trabajo que desapare-


cen; procesos vivos todavía en la memoria
Figura 4. Excavaciones en Alcoy. parte la imagen corporativa, la cultura de colectiva que nos proporcionan datos sobre
Col. I.A.C. empresa y la cultura arquitectónica de la in- la otra cara de la industria, la que no se ha
dustria5. Las publicaciones periódicas profe- recogido en los documentos: el entorno his-
sionales serán desde mediados del siglo XIX el tórico y social de la industria.
espacio de debate, el portador de corrientes Por último, debemos también apuntar la
74
ideológicas, el promotor de nuevos campos importancia del método arqueológico en el
de conocimiento, el defensor de tendencias estudio del patrimonio industrial, de tal
culturales6. A su vez, es el tipo de comunica- forma que el registro arqueológico basado
ción impresa más dinámica en cuanto a pro- en la excavación, el análisis estratigráfico o
porcionar noticias sobre la industria y la el análisis espacial, será en muchas ocasio-
construcción: las nuevas máquinas y los nue- nes la premisa básica del trabajo en arqueo-
vos productos de la industria, los nuevos ma- logía industrial. M. Cerdá y M. García Bo-
5
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura teriales y las nuevas técnicas de construcción, nafé inciden en la importancia de este
Industrial. Concepto, método y fuentes, los nuevos descubrimientos científicos, las método: «El análisis estratigráfico se revela
Diputación de Valencia, Valencia, nuevas patentes, etc. Junto a ellos, la propa- indispensable para la investigación en ar-
1998, pp. 217-235. ganda sobre los últimos productos apareci- queología industrial, entendiendo no sólo
6
ISAC, A.: Eclecticismo y pensamien-
dos en el mercado. Todo ello provoca una como estratos los diversos niveles acumula-
to arquitectónico en España. Discursos,
nueva situación en el orden informativo en dos en el subsuelo, sino también todo lo
revistas, congresos, 1846-1919, Gra-
nada, 1987, pp. 113. cuanto a la divulgación y la difusión de toda edificado sobre la superficie y el propio pai-
7
EWART EVANS, G.: Where beards la problemática relativa a la industria. El va- saje, porque todo ello es el reflejo, el resul-
wag all: the relevance of oral tradition, ciado y el estudio de estas revistas es uno de tado más bien, de la actividad humana, de
Londres, 1970. los fondos más ricos que podemos tener pa- sus relaciones sociales en un contexto deter-
8
PREKS, R.: «La història oral i el
ra comprender una época preocupada por minado. El principio estratigráfico nos per-
canvi industrial i social», Cultura
todo aquello que suponía progreso en la mite construir secuencias temporales y ti-
Material i Canvi Social. Actes del se-
gon Congrés d’Arqueologia Industrial ciencia, en la industria y en la técnica. pos, de los que tan necesitados está la
al País Valencia, AAVAI, Valencia, El registro oral, como se ha comentado arqueología industrial, cuya sistematización
1996, pp. 103-115. antes, es parte de nuestro patrimonio. Estas y análisis son indispensables a la hora de au-
mentar nuestros conocimientos históricos, industriales según las bases marcadas por el
ya que muchos de ellos en absoluto pueden Plan Nacional de Patrimonio Industrial; plan
extraerse únicamente de las fuentes escritas, que se está llevando a cabo desde el Instituto
como puedan ser, por ejemplo, las condi- del Patrimonio Histórico Español (Ministe-
ciones de vida y trabajo de los grupos socia- rio de Cultura, Dirección General de Bellas
les más desfavorecidos»9. Artes y Bienes Culturales) y cuyos criterios
fueron aprobados por el Consejo de Patrimo-
nio el 20 de abril de 2001. Éstos se articulan
La arquitectura industrial en tres apartados: A) Valor testimonial,
y su valoración artística Singularidad y/o representatividad tipológica,
Autenticidad e Integridad; B) Valor Históri-
Hoy día, el valor cultural e histórico de estos co-Social, Tecnológico, Artístico-Arquitectó-
edificios parece que está fuera de toda duda. nico y Territorial; C) Posibilidad de restaura-
Su conservación como testimonio de un pa- ción integral, Estado de conservación, Plan
sado industrial, de un momento histórico de Viabilidad y Rentabilidad Social, Situa-
determinado, desde un punto de vista glo- ción jurídica.
bal, es decir, el de un edificio que alberga un Los criterios planteados en el primer apar-
conjunto de máquinas o un sistema de tra- tado A) hacen referencia a la importancia del
bajo o una actividad comercial o una in- elemento en relación con otros elementos de
fraestructura, dentro de un entorno deter- su misma tipología o género, y comparativa-
minado, es un tema del que se es consciente. mente se le valora y evalúa, bien como vesti-
75
Pero pese a ese interés creciente todavía falta gio testimonial en un entorno más o menos
una sensibilización de la opinión pública, próximo, bien por su singularidad o por ser
falta una formación especializada por parte el modelo más representativo de un género
de quienes van a intervenir en los programas arquitectónico determinado, bien por res-
de conservación y de rehabilitación de este ponder a las características que definen un
patrimonio, y aunque se ha avanzado, según tipo edilicio, o bien por conservar estas ca-
comunidades autónomas, en el estudio de la racterísticas sin contaminaciones superpues-
historia local de la arquitectura industrial, tas de otros períodos.
todavía es difícil plantear un catálogo com- Los criterios planteados en el segundo
pleto de estos elementos, unificar los crite- apartado B) hacen referencia a su valor his-
rios de valoración, evaluar cada uno de estos tórico y social dentro de un período y so-
elementos, conciliar la conservación y pre- ciedad determinada; a su valor tecnológico
servación de este patrimonio con los intere- como respuesta al desarrollo y evolución de
ses urbanísticos y sociales. Por ello, a corto la técnica, de la industria y del arte de cons-
plazo, los objetivos deberían ser: 1) conocer truir; al valor artístico de las formas y mo-
con mayor profundidad la historia de la ar- dos de construir representativas de los pa-
quitectura industrial; 2) definir los criterios radigmas de la era mecanizada, es decir,
de valoración para su catalogación y registro, funcionalidad, racionalidad, transparencia y 9
Véanse las voces: arqueología, ar-
y 3) plantear las bases para su preservación, sinceridad; a su relación con el territorio
queología industrial y registro arqueo-
restauración y rehabilitación. construido, sus implicaciones y derivacio- lógico en la Enciclopedia Valenciana de
Un punto de partida podrían ser los crite- nes a otros elementos que se aúnan para Arqueología Industrial, IVEI Genera-
rios de valoración y de selección de los bienes definirnos un paisaje industrial. litat Valenciana, Valencia, 1995.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

Figura 5. Estación del Grao, Valencia.


Fondo Cdr.
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Los criterios planteados en el tercer apar- den, por ser la más antigua que se conserva
tado C) hacen referencia a sus posibilidades en España; podemos catalogar o proteger
de futuro, su nivel de conservación, su po- por su valor tecnológico un canal de nave-
sibilidad de una restauración integral (in- gación (Canal de Castilla) como una severa
mueble-mueble), su propiedad o situación y funcional fábrica de seda por su autentici-
jurídica, y, por último, la existencia de unos dad e integridad (fábrica Lombard en Al-
estudios o plan estratégico que valore su moines).
76
viabilidad y rentabilidad social. Los valores testimoniales, singulares,
Con este sistematizado y amplio plantea- representativos, así como los históricos, so-
miento podemos seleccionar tanto el con- ciales, técnicos y territoriales, han sido reco-
junto de la Colonia Sedó en Esparraguera nocidos y valorados en muchos de los ele-
como modelo urbanístico y sociológico de mentos industriales seleccionados. Sin
vivienda obrera, como la estación del Grao embargo, analizar y valorar, desde el punto
de Valencia, una estación de segundo or- de vista artístico-arquitectónico, una severa

Figura 6a. Fábrica Lombard en Almoines. Col. I.A.C. Figura 6b. Fábrica Lombard en Almoines. Archivo Histórico Ayuntamiento
de Gandía.
fábrica decimonónica, un funcional mata- La industria de la construcción
dero, una estación estandarizada, un racio- en la «era mecánica»
nal puente metálico, ha sido y es todavía un
reto en nuestra profesión. Por ello, y ante Los nuevos conceptos vitales e ideológicos,
todo desde mi propia especialidad, la histo- provocados por la revolución industrial, tales
ria del arte, creo que es importante incidir como economía, intercambiabilidad, com-
en el análisis de las características de este pa- patibilidad, facilidad de servicio, precisión en
trimonio industrial y en la valoración de es- el tiempo, control de calidad, previsión anti-
tos aspectos arquitectónicos e ingenieriles. cipada de la acción, llevarán a la arquitectura
Siempre he comentado que el valor fun- y la ingeniería contemporáneas a plantearse
cional, racional y sincero de estos edificios unas formas, unas técnicas y unos procesos
industriales, que se materializan con volú- de construcción que reflejarán claramente es-
menes geométricos, severidad en las formas, tas nociones propias de las nuevas necesida-
con articulaciones regulares y ordenadas, des de la producción industrializada.
con economía de medios, han provocado A su vez, el modelo de pensamiento cien-
un rechazo de su valor artístico. Es decir, es- tífico que rige el período de la industrializa-
tas características que son propias de la in- ción deriva de los paradigmas propuestos
dustria han ido, curiosamente, en detri- un siglo antes por la ciencia (la mecánica
mento de su valor patrimonial. clásica de Newton). La extraordinaria efica-
Pero, lo que es evidente, es que para ha- cia demostrada por esta forma de pensa-
blar de valores artísticos del patrimonio in- miento en el campo de las aplicaciones con-
77
dustrial de los siglos XIX y XX no podemos siguió elevarla a un modelo de referencia
ni debemos regirnos por los parámetros que para toda actividad que deseara llamarse ra-
se usan para un monumento artístico de cional y científica. Durante este período,
épocas anteriores (gótico, renacentista, ba- ciencia, técnica e industria pensaban y ac-
rroco). Estamos hablando de la Edad Con- tuaban en base a estos paradigmas.
temporánea. También nos encontramos en En un sentido amplio, la construcción de
plena era mecánica, que ha revestido a la in- edificios e infraestructuras es, en efecto, una
geniería y a la arquitectura de unas nuevas industria, por la cual la sociedad materiali-
características propias como respuesta a la za, transmite y transforma su cultura. Esta
influencia de la industrialización. Caracte- cultura se observa ante todo en determina-
rísticas que son representativas de una épo- das ramas del arte de la construcción, en la
ca determinada y en ellas debemos ver ese arquitectura para la industria, en la arqui-
nuevo factor estético y artístico propio de la tectura de empresa, en la arquitectura del
edad contemporánea. hierro, en la ingeniería de la arquitectura o
Curiosamente, estos valores artísticos se la arquitectura del ingeniero. Estas nuevas
aceptan y se proponen positivamente para manifestaciones arquitectónicas e ingenieri-
la arquitectura contemporánea; sin embar- les vinieron, además, íntimamente relacio-
go, como he dicho, estos mismos valores nadas con la aparición en el mercado de
van en detrimento de la valoración patri- nuevos materiales preparados por la propia
monial de la ingeniería y la arquitectura téc- industria, como el hierro, el acero o el hor-
nica e industrial. Ésta es la paradoja sobre la migón armado, y tuvieron sus mejores apli-
que debemos reflexionar. caciones en los nuevos tipos edilicios que
Figura 7. MACOSA, Valencia. Col.
F. Signes.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

surgieron como resultado de las nuevas ne- trial, pero si pensamos en la arquitectura,
cesidades de la sociedad industrial. De ahí tanto de una industria como de una esta-
que estas manifestaciones industriales res- ción, un comercio, un mercado, un puente,
pondan, en mayor y mejor medida que una vivienda obrera, un depósito, observa-
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

otros sectores de la arquitectura, a las carac- mos que todas ellas se rigen a través de tres
terísticas ideológicas, sociales y económicas nuevos factores de la era mecánica, factores
del período, constituyendo su representa- que surgen de los nuevos planteamientos de
ción más significativa. la ciencia, de la industria y del mercado en
En primer lugar, creo que es importante este período.
centrar el significado de arquitectura indus-
trial10. Podemos definir arquitectura indus- La ciencia
78
trial como aquella que tiene una finalidad
explotativa, industrial, viva expresión del co- Por ello, primero debemos hablar de la in-
mercio y que tiene su fundamento en unas fluencia de la ciencia y en concreto de los
necesidades socioeconómicas determinadas paradigmas propuestos un siglo antes por la
por la revolución industrial. Esta definición mecánica clásica de Newton. Como nos co-
reúne a todos aquellos edificios construidos menta E. Manzini11, «la técnica moderna y
o adaptados a la producción industrial cual- la industria nacieron y se desarrollaron
quiera que sea o fuese su rama de produc- adoptando modelos de pensamiento y pra-
ción. Igualmente debemos de tener en cuen- xis operativas derivadas de los paradigmas
ta todas las manifestaciones arquitectónicas, propuestos un siglo antes por la ciencia (la
ingenieriles o tecnológicas del ciclo produc- mecánica clásica de Newton). Llamaremos
tivo-industrial: la distribución de su produc- a tales paradigmas “modelo mecánico-re-
ción y su consumo. Es decir, es una rama del ductivista”. Éstos preveían que la compleji-
arte de la construcción que engloba todas las dad de un fenómeno pudiera reducirse, en
10
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura tipologías edilicias derivadas de la industria- todo momento, a la sencillez de sus ele-
Industrial. Concepto, método y fuentes, lización, industrias productivas, industrias mentos constitutivos, y que en un fenóme-
Diputación de Valencia, Valencia, extractivas, industrias energéticas, industrias no fueran siempre válidas unas concretas y
1998.
11
del transporte y de las comunicaciones, definibles relaciones causa-efecto, que el
MANZINI, E.: Artefactos. Hacia
equipamientos técnicos colectivos, infraes- observador pudiera considerarse fuera del
una nueva ecología del ambiente arti-
ficial, Celeste Ediciones y Experi- tructuras y obra pública. sistema observado y, por lo menos en teoría,
menta Ediciones de Diseño, Madrid, Lógicamente, esta definición amplía el que éste fuera capaz de disponer de toda la
1992, p. 115 sentido hasta hoy de la arquitectura indus- información necesaria para definir el siste-
ma». Este pensamiento, a partir de enton-
ces, fue modelo para toda actividad científi-
ca y en sus aplicaciones industriales. Por
ello, el proyecto técnico es concebido como
mecánico-reductivista, tanto en la organiza-
ción de la producción (el taylorismo y el
fordismo se basan en la idea de que las ope-
raciones se puedan descomponer y recom-
poner) como en el modelo de mercado o
como en el arte de la construcción. Según
este mismo autor, con ello se simplificaba la
realidad y se llegaba «a un gran modelo li-
neal, transparente y comprensible al cual
poder referirse hablando una lengua concre-
ta y referencial»12.
Estos modelos de pensamiento nos ha-
blan de funcionalidad, de racionalidad, de material se muestra sincero en su estricta ca- Figura 8. Construcción del Viaducto
transparencia y de sinceridad en el arte de la lidad, con sus propias y singulares caracte- de Santa Ana. Museo del Ferrocarril-
Delicias. Fundación de Ferrocarriles
construcción. La funcionalidad es el nuevo rísticas y propiedades. En ellos se determina
Españoles. Archivo Fotográfico MZA.
criterio de la arquitectura industrial, su mi- la forma sincera y el volumen correcto y da-
sión es precisa y debe cumplirse de la mane- rá como resultado una arquitectura «justa y
79
ra más adecuada. La forma y el volumen del bella». La ligereza será su expresión espacial.
edificio están al servicio de la función que el En este sentido, la obra del ingeniero es el
edificio debe asumir, de la maquinaria que modelo a seguir.
debe acoger y de la organización de la pro-
ducción que se tenga que establecer. Es su La industria
principio más básico y el que en mayor me-
dida define esta arquitectura. Es a partir de En segundo lugar será la propia revolución
este período que surgen múltiples tipos edi- industrial la que provocará unos nuevos 12
Op. cit., p. 116.
licios, los cuales van a responder a las nuevas conceptos vitales e ideológicos, como son la 13
Al referirse a la arquitectura in-
necesidades de la industria y de la sociedad: economía, la intercambiabilidad, la compa- dustrial contemporánea, Celestino
distintos tipos fabriles según su sector pro- tibilidad, la prefabricación, la estandariza- García Braña comenta: «La literali-
dad de la transparencia juega un pa-
ductivo, nuevas tipologías como estaciones, ción. Conceptos que ya venían asumidos
pel fundamental en la exhibición del
mercados, mataderos, galerías comerciales, por la máquina y la industrialización, má-
funcionamiento interno del edificio,
grandes edificios de oficinas, etc. quina que no es sólo un dispositivo concre- lo que permite mostrar al mundo la
Estos nuevos tipos edilicios son concebi- to o un ingenio, sino una máquina social, idoneidad de lo que en el interior se
dos como una actividad racional y científi- una organización racional de la producción. está produciendo, la literalidad de lo
ca y, por lo tanto, analítica, mecanicista y La máquina en este proceso de industriali- que es, sin ningún tipo de mediacio-
nes», en «Industria y arquitectura
casual. En ellos, el mecanismo de sus órga- zación introduce los conceptos de repeti-
moderna en España, 1925-1965»,
nos de funcionamiento, de su distribución, ción, de estándar, de serie y de unidad en el
La arquitectura de la industria, 1925-
es transparente13, se puede leer todo el pro- pensamiento del constructor. Estos princi- 1965, Registro Docomomo Ibérico,
ceso constructivo y organizativo, se intenta pios necesitan previamente la elaboración Fundación Docomomo Ibérico, Bar-
exhibir su propia racionalidad. En ellos, el de un modelo, de un prototipo, de un pla- celona, 2005, p. 43.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

80

Figura 9a. Iglesia prefabricada en Arica. G. Eiffel. Col. I.A.C. Figura 9b. Iglesia prefabricada en Arica. G. Eiffel. Col. I.A.C.

14
L. Benévolo nos comenta: «Se tra- no, es decir, de una común medida. El pla- texto la arquitectura prefabricada, la arqui-
ta de una estructura sin la habitual je- no será la referencia para el control del buen tectura estandarizada y la arquitectura de
rarquía de elementos principales y se- funcionamiento del sistema y para el con- ensamblaje.
cundarios unidos por ensamblaje, trol del objeto producido. El prototipo, o lo La producción en serie de elementos de la
sino que se basa en multitud de listo-
que es lo mismo: el modelo a repetir, es construcción, la normalización y la adapta-
nes delgados de dimensiones norma-
también el modelo de la organización del bilidad de sus partes y componentes son los
lizadas colocados a distancias modu-
ladas y fijadas con simples clavos; los trabajo, del proceso de producción. Es la re- principios de la prefabricación en arquitec-
vanos, puertas y ventanas son necesa- presentación concreta, bajo forma de obje- tura. Uno de los primeros ejemplos relevan-
riamente múltiples del módulo fun- to, de la concepción misma de este proceso. tes lo encontramos en la llamada estructura
damental; un entramado de tablas en Es necesario, pues, crear ese modelo, codifi- Balloon Frame14. Pero el material idóneo pa-
diagonal asegura la resistencia al vien-
car el método, dividir el trabajo en tareas re- ra este nuevo concepto constructivo fue el
to de la estructura, y un segundo en-
petitivas, normalizar el instrumento y pre- hierro, material que desarrolló una tecnolo-
tramado de tablas machihembradas
defiende al edificio de la intemperie. venir el intercambio de las partes. Esta gía científica y una producción masiva a par-
Esta estructura permite la explota- influencia de la industrialización en la ar- tir de 1826 tras las investigaciones desarro-
ción de producción industrial de la quitectura nos permite analizar en su con- lladas en Mánchester por Eaton Hodgkin-
Figura 11a. Ferrocarril del Tajo, estaciones (Anales de la Construcción y de la
Industria, 1876).

81

Figura 10. Puentes prefabricados, sistema Eiffel. Catálogo comercial. Figura 11b. Ferrocarril del Tajo, estaciones (Anales de la Construcción y de la
Industria, 1876).

son y William Fairbairn. La primera conse- A partir de estas innovaciones se puede madera, en dimensiones unificadas, y
está posibilitada, también, por el bajo
cuencia de estas investigaciones fue la apari- plantear el proceso de prefabricación en los
precio en los clavos de acero; por otra
ción de la viga de hierro forjado de sección materiales de hierro y con él el concepto de
parte, reduce el tiempo de la puesta
en I. En 1830 y 1835, en Inglaterra y Ale- ensamblaje como sistema constructivo. Pro- en obra y no requiere mano de obra
mania, se laminaron los primeros raíles; en ceso que constituirá la base estructural de especializada; es decir, está concebida
1840, los establecimientos Le Creusot fabri- gran parte de la interesante y variada arqui- para que cualquiera pueda construir-
caron en serie viguetas de hierro; en 1857, tectura del hierro, plasmada en mercados, se su propia casa con poco o ningún
utillaje», en Historia de la arquitectu-
en Eschweiler Ave, se creó el primer taller de mataderos, estaciones, fábricas, almacenes,
ra moderna, Gustavo Gili, Barcelona,
laminación de vigas en I; en 1869, el VDT puentes, viaductos, muelles, etc. En 1856,
1974, pp. 256-257.
publicó un catálogo con las tablas de los per- James Bogardus al prologar el catálogo Illus- 15
GATZ, K. y HART, F.: Edificios con
files laminados, tablas que fueron elevadas a trations of Iron Architecture relaciona los sis- estructura metálica, Barcelona, 1968,
norma en 191715. temas, las ventajas y las características de es- pp. 11-12.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Figura 12a. Marquesina. El vulcano alcoyano. Rodes Hnos. Catálogo comercial.

ta arquitectura, señalándonos en concreto:


16
su producción en serie, la resistencia y la li-
82 Sobre este último aspecto J. Bo-
gardus comenta: «Resulta también
gereza del material, la estandarización de la
que un edificio una vez construido se unidad, la facilidad de construcción me-
puede desmontar con la misma faci- diante el ensamblaje de las piezas, la dura-
lidad y despachar sin dañar o destruir bilidad, la economía, la resistencia al fuego,
cualquiera de sus partes y luego ser su fácil adaptación al adorno y la posibili-
reconstruido en algún otro lugar con
dad de desmontarse y volverse a montar16.
la misma perfección que la primera
vez. El tamaño y la forma de las pie-
Unos años después, H. Horeau17, en sus es-
zas favorecen muchísimo su trans- critos, nos comenta su interés por la arqui-
porte, lo cual ha permitido al Sr. Bo- tectura del hierro por ser «una arquitectura
gardus construirlos en New York y ligera, rica, incombustible, durable, extensi-
exportarlos a ciudades lejanas», en ble, policroma por la materia, móvil y fácil-
BOGARDUS, J.: «Cast Iron Buildings:
mente desmontable». Prefabricación, nor-
Their Constrction and Advantages»,
malización, uniformidad, adaptabilidad,
Illustrations of Iron Architecture made
by the Architectural Iron Works of the economía, reutilización son algunas de las
city of New York, Daniel D. Badger, premisas de este nuevo sistema constructivo
President, Nueva York, 1856. Ed. basado en el concepto de elementos com-
facsimil, Nueva York, 1970, p. 7. ponentes.
17
Citado por DUFORNET, P.: «Quel-
La producción en serie y el principio de
ques aspects essentiels de l’oeuvre
economía de la industria de la construcción
d’Hector Horeau», catálogo de la ex-
posición Hector Horeau, suplemento nos introducen igualmente a partir del
a los Cahiers de la recherche architec- siglo XIX en otra de sus novedades: la estan- Figura 12b. Escaleras. El vulcano alcoyano. Rodes
tural, n.º 3, París, 1979, p. 150. darización de sistemas estructurales y la Hnos. Catálogo comercial.
construcción de una arquitectura estándar. ficado la dirección y especializado la mano
Estos modelos o sistemas estructurales prefa- de obra. Entre los ejemplos más relevantes
bricados supusieron una mejora en los aca- nos encontramos los modelos de estaciones
bados, en los cálculos, en la calidad, en la ferroviarias20, los modelos de torres telegrá-
versatilidad de diseños, en los costes y en los ficas21 o las viviendas normalizadas de las co-
tiempos de fabricación. Son conocidos los lonias o barrios obreros22.
sistemas de puentes portátiles de acero que
la empresa Eiffel comercializaba18. Procedi- El mercado
miento que nos llevaría igualmente a la pre- 18
Según comenta B. Lemoine, el
fabricación de distintas piezas de hormigón Uno de los cambios más importantes de la sistema Eiffel para puentes prefabri-
armado y a las colecciones oficiales de puen- revolución industrial es también una cues- cados consistía en piezas trianguladas
tes de la Dirección General de Obras Públi- tión de cantidad frente a una posible cali- de acero, de un peso entre 145 y
cas a partir de 192019. En cuanto a la arqui- dad artesanal. La producción masiva de 220 kg, según los tipos, cuyo ensam-
tectura estándar, su origen es consecuencia cualquier objeto, material, máquina, arte- blaje era llevado a cabo exclusiva-
mente mediante pernos, eliminando
de un principio de economía de empresa. facto es la finalidad de cualquier empresa
los remaches que exigían una mano
Un modelo estándar servirá para abastecer productiva. Producción que debe entrar en de obra especializada. Por ejemplo,
las necesidades de construcción de un barrio un mercado para completar su ciclo. El un puente de 21 m podía de esta for-
obrero, de una colonia, de una línea férrea, mercado es, por lo tanto, un factor decisivo ma ser montado en una hora, colo-
etc., se economiza tiempo y costes, tiempo para conseguir unos claros beneficios en la cándolo después por lanzamiento.
de proyectar elementos singulares y el coste empresa. El mercado, a su vez, será cada vez Lemoine, B.: Gustave Eiffel, Barcelo-
na, 1986, pp. 46 y 70-71.
de abarcar una gran variedad de materiales. más competitivo. La empresa deberá com- 19
A partir de 1920, la Dirección 83
Se organiza un sistema y un proceso de prometerse con un comercio, donde identi- General de Obras Públicas encargó
construcción global, donde se han normali- dad, control de calidad, previsión anticipa- la elaboración de una colección ofi-
zado materiales y técnicas y donde se ha uni- da de la acción serán sus aspectos relevantes. cial de «puente en arco» a Eugenio
Ribera y otra de «puentes-tipo de tra-
mo recto» a Juan Manuel de Zafra.
En 1939 llegó otra de las famosas co-
lecciones oficiales, la de «puentes de
altura estricta» elaborada por Carlos
Fernández Casado.
20
AGUILAR CIVERA, I.: La estación de
ferrocarril. Puerta de la ciudad, Gene-
ralitat Valenciana, Valencia, 1988.
Véase capítulo «La arquitectura estan-
darizada ferroviaria», pp. 188-193.
21
AGUILAR CIVERA, I.: «Arte, Trans-
porte y Territorio», 100 elementos del
paisaje valenciano. Las Obras Públicas,
Valencia, Generalitat Valenciana,
2005, pp. 79-82. LEN, Ll., y PERAR-
NAU, J.: La telegrafía óptica a Cata-
lunya, Museu de la Ciència i de la tèc-
nica de Catalunya, Barcelona, 2004.
22
BELMÁS, M.: Las construcciones
económicas y casas para obreros, Ma-
Figura 13. Logotipo Norte. Estación del Norte, Valencia. Fondo Cdr. drid, 1983, p. 9.
Nace el catálogo comercial y con él la ar- de las tipologías industriales, desde las rea-
quitectura de catálogo, nace la arquitectura les fábricas hasta las fábricas diáfanas de
de empresa y con ella el lenguaje o estilo hormigón armado23.
que adopta una empresa para crearse una La evolución de las diferentes fuentes de
identidad propia. Lógicamente, la produc- energía, los nuevos sistemas en la organiza-
ción masiva de elementos de construcción ción de la producción, las mejoras en los es-
seriados y estandarizados necesitaban salir al pacios de trabajo, el imparable desarrollo de
mercado y la mejor vía fue el catálogo co- la tecnología, la aparición de nuevos mate-
mercial. Con la catalogación se llega a un riales y sistemas constructivos, la incorpora-
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

orden, a un control, a una previsión, a una ción de la industria al mercado liberal y


selección bien por categorías, bien por pro- competitivo son algunos de los aspectos que
piedades, bien por formas, y todo ello no han marcado la historia de la arquitectura
sólo viene implícito en el concepto de nor- industrial, dejándonos diferentes tipos re-
malización, sino también en el concepto de presentativos de una manera determinada
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

mercado. Pero una de las claves en el nuevo de concebir la arquitectura o la ingeniería


orden del mercado fue el «estilo o cultura de como respuesta a unas necesidades de la so-
empresa», clave necesaria para encontrar la ciedad industrializada. Tipologías industria-
representación de una identidad única y au- les que nos dan una visión histórica de la
téntica de la empresa, de la industria, en un evolución de la arquitectura industrial a tra-
mercado competitivo. La típica arquitectu- vés de sus condicionantes económicos, sec-
ra industrial anónima se reviste de elemen- toriales, técnicos, funcionales, sociales,
84
tos singulares, las grandes empresas interna- constructivos, artísticos, que nos explican
cionales introducen en sus diferentes sedes cómo la arquitectura y la ingeniería se ade-
o sucursales un estilo o lenguaje arquitectó- cuan puntualmente a estos condicionantes
nico que las identificará. constituyendo elementos clave en la historia
A través de estos tres factores del nuevo de la arquitectura y de la ingeniería.
pensamiento de la era mecánica, en este Reseñaremos como ejemplo algunos de
contexto general, podemos detenernos a los momentos más relevantes de esta evolu-
observar algunas de las características bási- ción, de esta prolija y amplia historia.
cas de este patrimonio industrial.
La manufactura real

Tipologías industriales. La primera tipología arquitectónica indus-


Algunas notas trial la encontramos en la imagen culta y
académica de las manufacturas reales. Reales
El análisis histórico, social y tecnológico de fábricas que son el producto de una organi-
estos testimonios industriales ha desarrolla- zación económica y social muy concreta.
do una metodología científica, a través de la Responden, ante todo, a un proceso de con-
arqueología industrial, basándose funda- centración de algunas de las actividades del
23 mentalmente en el estudio de los procesos proceso industrial, a una racionalización de
AGUILAR CIVERA, I.: Arquitectura
Industrial. Concepto, método y fuentes, de producción, de los espacios de trabajo y la organización del trabajo. El modelo fue la
Diputación de Valencia, Valencia, de la evolución tecnológica. En base a ellos manufactura colbertista francesa, cuyo ori-
1998. se ha podido realizar una historia evolutiva gen se encuentra en las políticas de protec-
ción por parte del Estado de determinadas
industrias (textil, fundición, vidrio, porcela-
na, tabaco), estimulando la iniciativa priva-
da o bien creando manufacturas reales allí
donde los particulares se manifestaban inca-
paces de desarrollarlas.
Son lugares industriales donde se intenta
racionalizar la producción a través de la dis-
tribución funcional de los espacios, donde
se precisa, se clasifican, se diversifican y, an-
te todo, se jerarquizan las diferentes opera-
ciones del proceso industrial, independizan-
do de la cadena los talleres considerados
secundarios o los destinados a trabajos com-
plementarios.
Son lugares de trabajo donde se propor- Figura 14a. Salinas Reales de Chaux, en Arc et Senans.
cionaba alojamiento a operarios, traba-
jadores, cargos burocráticos, ingenieros y
representantes del poder. De nuevo, la je-
rarquía organizaba y administraba el tipo
de vivienda. Generalmente existía una cla-
85
ra diferenciación entre espacio residencial
e industrial.
Su arquitectura se inspiraba en las formas
del castillo real o en residencias aristocráti-
cas, es decir, en composiciones basadas en
los principios elaborados por la teoría clási-
ca del renacimiento-barroco, donde las ins-
talaciones se distribuían simétricamente,
con cuerpo central y alas laterales alrededor Figura 14b. Salinas Reales de Chaux, en Arc et Senans. Col. I.A.C.
de un patio. Axialidad, simetría, progresión
y articulación de volúmenes son algunos de que, en cuanto tales, junto a los requisitos
los elementos que provocan la estructura je- funcionales dictados por las necesidades de
rárquica del conjunto. Un modelo arquitec- fabricación, debían incorporar requisitos
tónico que reflejaba el poder de la empresa, simbólicos capaces de transferir visiblemen-
del Estado, con su carácter monumental, te los signos de la autoridad derivada del
con sus símbolos enmarcados en frontones, monopolio económico»24.
con su estructura jerárquica implantada en Uno de los ejemplos más singular e im-
los espacios de trabajo, en las distintas resi- ponente es el gran complejo neoclásico de
dencias y en el control estricto del operario. las Salinas Reales de Chaux, realizadas por
O. Selvafolta las define como «unidades C.N. Ledoux entre 1775 y 1779, hoy Pa- 24
SELVAFOLTA, O.: «El espacio del
productivas en las que el poder central figu- trimonio de la Humanidad. Un gran espa- trabajo (1750-1910)», Debats, n.º 13,
raba como único y primer empresario y cio cerrado con planimetría simétrica y eje septiembre, 1985, pp. 52-53.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Figura 15. Real Fábrica de Fundición


en Toledo.

axial, sobre la base de una media elipse ce- imprescindibles para la sucesión de talle-
rrada por su diámetro. En el centro, la ca- res, parecen excluir los repliegues que la
sa del director; a ambos lados, las fábricas teoría dicta para articular las masas. [...]
de sal; en el perímetro, los pabellones pa- Sin embargo, no se ha hecho todo presen-
86
ra los operarios y sus familias (con un es- tando a la vista las dimensiones dictadas
pacio central comunitario alrededor de por las necesidades; es necesario aún que
una chimenea), intercalándose con otros el carácter del edificio sea el adecuado; es
pabellones destinados a los artesanos y sus necesario que el espectador menos instrui-
talleres (talleres de carreteros, toneleros y do pueda juzgarlo; es menester aún que se
almacenes de hierro), y en los extremos, la puedan distinguir los vapores salados que
residencia de los comisarios e intendentes; envuelven los tejados de la fábrica de la
junto a la entrada principal, la casa de los pútrida humareda que exhalan los altares
guardianes y la cárcel. El complejo resalta donde se queman víctimas».
no sólo por la particular concepción ar- Esta nueva organización industrial sirvió
quitectónica de Ledoux, su neoclasicismo de modelo a la política económica de la nue-
25
LEDOUX, C. N.: La arquitectura
romántico, sino por sus propias reflexio- va dinastía borbónica en nuestro país duran-
considerada bajo sus relaciones con el
nes recogidas en su proyecto personal so- te el siglo XVIII. La atención del Estado se
arte, las costumbres y la legislación,
(1804), traducción realizada por la bre La ciudad ideal de Chaux. Así, Ledoux, concentró, sobre todo durante el reinado de
Cátedra de Análisis de Formas Ar- nos describe, las fábricas de sal25, inci- Carlos III, en el desarrollo de los sectores
quitectónicas, Escuela Técnica Supe- diendo en dos aspectos, la funcionalidad y textil y metalúrgico. Así surgieron, de la ma-
rior de Arquitectura, Madrid, 1984, el carácter parlante: «Dos edificios iguales no de los Reales Cuerpos de Artillería e In-
p. 93. ocupan los lados de un círculo inmenso; genieros Militares, las Reales Fundiciones de
26
RABANAL, A.: «El reinado de Car-
los edificios de grandes dimensiones no Sevilla, Barcelona y Toledo26, la Real Fábri-
los III en la Arquitectura de las Rea-
les Fundiciones españolas», Fragmen- necesitan ornamentos para hacerse valorar ca de Paños en Brihuega o la Real Manufac-
tos, n.os 12-13-14, Madrid, 1988, [...]. La multiplicidad de necesidades que tura de Tabacos de Sevilla, entre otros mu-
pp. 103-113. hay que atender, las líneas prolongadas chos ejemplos.
La fábrica de pisos
o la estética manchesteriana

Al inicio del siglo XIX, el motor único, las


nuevas fuentes de energía, las nuevas tecno-
logías aplicadas a la construcción y la libe-
ralización del mercado, constituirán las ba-
ses de un nuevo modelo arquitectónico de
la industria. Una de las innovaciones más
importantes fue el principio del motor úni-
co (ya fuese con rueda hidráulica o con má-
quina de vapor), que accionaba toda la ma-
quinaria interna, lo cual presuponía una
serie de conexiones verticales y horizontales
que comunicaban la energía y el movimien-
to a cualquier punto de la fábrica. Este sis-
tema transformó el espacio de trabajo en un
volumen determinado debido al enlace or-
togonal de las transmisiones.
La segunda innovación se desarrolla en el
campo de la industria de los materiales de
87
construcción y, en concreto, en el uso del
hierro en pilares y vigas. Nuevo material
que, además de acelerar y racionalizar la
construcción, parecía neutralizar el cons-
tante peligro del fuego. El primer ejemplo
conocido se ha localizado en las hilaturas de de, la firma de ingeniería mecánica Boulton Figura 16. Molino de algodón envia-
algodón de Derby, Mildford y Belper, en la & Watt introduce por primera vez las vigas do a Izmet para el sultán de Turquía
(c. 1840). W. Fairbain.
que William Strutt, descendiente de una di- a doble T en la fábrica de algodón Philip &
nastía de algodoneros, realizó, entre 1778 y Lee en Salford. Ésta se convertirá en el nue-
1786, una trama estructural en el edificio vo prototipo durante toda la primera mitad
compuesta por pilares y tirantes de hierro y del siglo XIX.
fundición, vigas de madera protegida por Otra de sus características fundamentales
varias capas de yeso y suelos recubiertos de será la funcionalidad, producto no sólo de
ladrillos. Once años más tarde, en 1796, esta nueva tecnología, sino también de una
Charles Bage, ingeniero aficionado y em- nueva visión ideológica y de una nueva or-
presario, construyó en Shrewsbury, una hi- ganización económica. Al respecto, en 1819
latura de lino, con cinco pisos de altura, J. A. Chaptal27comentaría: «Una de las cau-
60 metros de largo y 12 de ancho, todo sos- sas que perjudican gravemente el éxito de
tenido por vigas. Pilares y tirantes de hierro, los establecimientos en Francia es la manía
perfectamente calculado y medido para re- de las construcciones. Como en este tipo de 27
CHAPTAL, J. A.: L’industrie fran-
sistir los esfuerzos y para ahorrar el máximo gastos es difícil establecer cálculos exactos, çaise, París, 1819, citado por SELVA-
de material y espacio. Cinco años más tar- muchas veces se llega a un punto en que los FOLTA, O.: op. cit., p. 56.
Al liberarse de esta dependencia energética,
la fábrica podrá ubicarse en la ciudad, loca-
lización donde era posible realizar el ciclo
completo del capital (producción, distribu-
ción y consumo), rompiendo el tradicional
sistema urbano de las ciudades.
La tipología de esta nueva fábrica presen-
taba esencialmente una planta rectangular
larga y estrecha, determinada tanto por las
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

dimensiones de las máquinas que debía aco-


ger en su interior como por la necesidad de
iluminarla uniformemente distribuyendo
sus vanos sobre los lados más largos, y se
desarrollaba en altura disponiendo un piso
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

sobre otro para poder utilizar un solo eje


motor vertical conectado a las distintas má-
Figura 17. J. Wright «Hilatura de al- capitales a destinar a la producción son su- quinas mediante un sistema de transmisio-
godón al claro de luna, Cromford», perados por los utilizados en las construc- nes horizontales. La resolución de los pro-
1793.
ciones [...]. Por lo que se refiere a las fábri- blemas organizativos y la búsqueda de una
cas, sólo hay un tipo de lujo que se puede funcional flexibilidad encuentran en esta re-
permitir: el de las mejoras. Consiste en el tícula de pilares su solución más idónea. Es
88
uso de las máquinas más perfeccionadas, la la imagen de la fábrica en el siglo XIX, blo-
ejecución de los mejores procedimientos, la ques rectangulares, de ladrillo rojizo enne-
división más racional del trabajo, el uso de grecido por los humos, perforados por filas
materiales de primera calidad, etc. [...]. La de ventanas, repetidas, de arista viva, siem-
imaginación impetuosa del artista debe ser pre iguales, de hasta ocho o nueve plantas y
moderada por la sabiduría del administra- coronadas por enormes chimeneas. En estas
dor [...]. El orden que se establece en el tra- fábricas no hay lugar a connotaciones mo-
bajo de fábrica, la disciplina que se hace ob- numentales, ni simbólicas, ni representati-
servar en los trabajadores, la continua vas, no hace falta marcar penetraciones,
vigilancia que se ejerce sobre los materiales, axialidades, simetrías, ni realzar o resaltar la
los equipos y los obreros son en su totalidad entrada o fachada principal.
la única causa de éxito». Este texto de La fundición como sistema estructural y
Chaptal resume perfectamente la política la máquina de vapor se introducen en Espa-
económica y, por supuesto, arquitectónica ña en la década de los años treinta. En 1832
28
CORREDOR, J., y MONTANER, J. del momento, premisas que se mantendrán ambas innovaciones se aplican en la fábrica
M.: Arquitectura industrial a Cata- a lo largo de gran parte del siglo XIX. Bonaplata, Vilaregut, Rull y Cía. de Barce-
lunya, del 1732 al 1929, Barcelona, La introducción de la máquina de vapor lona28. En Valencia será la fábrica textil, lla-
1984, p. 29.
29
libera, además, a estas fábricas de una loca- mada la Batifora, fundada por Santiago Du-
AGUILAR CIVERA, I.: El orden in-
lización forzada cerca de las fuentes natura- puy, la primera en introducir, en 1837, la
dustrial en la ciudad. Valencia en la
segunda mitad del siglo XIX, Diputa- les de energía, localización que les mantenía máquina de vapor y en utilizar columnas de
ción de Valencia, Valencia, 1990, en una tradicional relación con la aristocra- fundición en su planta baja29. En Lasarte,
pp. 65-72. cia agrícola y un modelo cultural concreto. Guipúzcoa, debemos citar la fábrica de hila-
Figura 18a. Fábrica textil La Batifora, Valencia. Fot. A. Besó. Figura 18b. Fábrica textil La Batifora, Valencia. Fot. A. Besó.

dos y tejidos de Oria30, fundada en 1845


por la familia Brunet, ejemplo de esta seña-
lada tipología y del uso de bóvedas tabica-
das, forma de resolver el forjado colocando
entre la vigas de hierro pequeñas bóvedas de
ladrillo (sistema empleado en Stanley Mill,
89
algodonera de Stonehouse).

La nave industrial

Junto con la fábrica de pisos, industria en


altura, se desarrolla y evoluciona la fábrica-
nave, desarrollada en una sola planta. Espa-
cio que cobija máquinas y operarios, pero
donde las diferentes operaciones producti-
vas no ejercen influencia alguna sobre la
distribución del edificio, ya que éste está con armaduras triangulares, primero de ma- Figura 19. Taller de Rodaje, estación
concebido como un espacio diáfano, consi- dera y después metálicas. La iluminación del Norte, Valencia. Fondo Cdr.
guiendo, de nuevo, esa flexibilidad funcio- debe realizarse por los laterales entre sopor-
nal. Su carácter industrial viene, en gran tes o bien en fachadas o cenital. Lógica-
parte, definido por los distintos sistemas de mente, los avances tecnológicos siempre es-
cubrición. tuvieron pendientes de los sistemas de
La nave, al inicio del siglo XIX, será un cubrición, mayor luz con menor número de
edificio de planta sencilla, rectangular, con soportes y diversos sistemas de iluminación
una dimensión fija en anchura (entre 10 y y ventilación cenital. 30
IBÁÑEZ, M., TORRECILLA, M.ª J., y
16 m) y otra indeterminada, la longitud, Partiendo primero de las armaduras de ZABALA, M.: Arqueología Industrial en
que generalmente tenía la posibilidad de ser madera a las soluciones mixtas, en las cuales Guipúzcoa, Gobierno Vasco-Universi-
ampliada. La luz de este espacio se cubre el hierro sólo aparece en las pletinas, en las dad de Deusto, Bilbao 1990, p. 26.
Los tirantes se unen entre sí y con las bielas
por medio de placas que se roblonan sepa-
radamente, y para dar á los tirantes una ten-
sión determinada se establece en ellos una
tuerca con filetes inversos donde se atorni-
llan los cabos del mismo. En las armaduras
Polonceau el tirante que equilibra el empu-
je de los pares puede estar situado al nivel
de los arranques ó más alto, y en este se-
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

gundo caso la elevación es generalmente


1/30 de la luz»31. Posiblemente una de las
armaduras Polonceau más antiguas que se
conservan en España sea la de la estación de
MZA en Alicante, construida en 185832.
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Es éste el momento en el que la nave al-


Figura 20. Estación de Alicante- péndolas o en los tirantes, nos encontramos canza su máxima expresión de ligereza, al-
MZA, 1858. Museo del Ferrocarril- hacia 1830 con la armadura metálica clara- tura, diafanidad, iluminación, flexibilidad,
Delicias. Fundación de Ferrocarriles
mente definida, la armadura Polonceau y llegando en las últimas décadas del siglo XIX
Españoles. Archivo Fotográfico MZA.
derivados. a las grandes armaduras sobre rótulas para
En 1877, el Diccionario General de Ar- los grandes espacios típicos de las estaciones
quitectura é Ingeniería de Pelayo Clairac y de ferrocarril, grandes industrias o pabello-
90
Sáenz, en la voz armadura nos clasifica las nes de Exposiciones Internacionales. Así la
diferentes armaduras de madera y de hierro. armadura De Dion fue la protagonista de la
Con respecto a estos últimos comenta: «Las Exposición Internacional de París en 1878.
cualidades de resistencia del hierro dulce Aquí el ingeniero De Dion proyectó los ar-
han permitido reemplazar las piezas de las cos transversales con un perfil ojival rebaja-
armaduras por otras de aquel material, con do, lo que permitía eliminar los empujes,
lo que se han podido cubrir anchísimos es- así como los contrafuertes exteriores e inte-
pacios, aligerando considerablemente el pe- riores. Giedión33 al referirse a la Exposición
so de las cubiertas», y nos describe el siste- de 1878 comenta: «El ingeniero De Dion fue
ma Polonceau: «En los casos de tener que el real creador de los cuchillos a propósito pa-
cubrirse grandes espacios se emplean arma- ra grandes luces. Mediante el concienzudo es-
duras compuestas de verdaderas vigas arma- tudio de la fuerza de tensión de los materiales
31 das. Uno de los sistemas que más aplicacio- llegó a conseguir la forma más adecuada para
CLAIRAC Y SAENZ, P.: Diccionario
General de Arquitectura é Ingeniería, nes ha recibido es el de Polonceau. La viga un cuchillo de armadura capaz de soportar las
Talleres de impresión y reproducción se compone de un hierro de doble T, y á ve- diferentes fuerzas que sobre él pudieran recaer,
de los Sres. Zaragozano y Jayme, Ma- ces también de madera, y su armazón de sin necesidad de tirantes. [...] Gracias al tra-
drid, 1877, tomo I, pp. 276-277. dos varillas de hierro forjado que se apoyan bajo de De Dion ha llegado a ser posible de-
32
AGUILAR CIVERA, I.: Estaciones y Fe-
en una biela de fundición que sostiene la vi- rivar todas las fuerzas que actúan en un edi-
rrocarriles Valencianos, Generalitat Va-
ga por su medio. Se hacen las bielas de fun- ficio directamente hacia las fundaciones sin
lenciana, Valencia, 1995, pp. 110-114.
33
GIEDION, S.: Espacio, Tiempo, Ar- dición regularmente, porque los esfuerzos necesidad de tirante alguno». Este tipo de ar-
quitectura, editorial Científico-Téc- que resisten son de compresión, y su sec- madura fue muy utilizada en la arquitectu-
nica, Barcelona, 1968, pp. 274-275. ción es cruciforme henchida por el medio. ra ferroviaria, siendo de reseñar la armadu-
Figura 21. Marquesina estación Central de Aragón, Valencia, 1902. Figura 22. Talleres de Rodaje (Nave Shed), estación del Norte, Valencia. Fon-
do Cdr.

ra de la estación de Delicias y la de Atocha. lumna, el desagüe de la cubierta, la ventila- 34


SANZ, J. A., y GINER, J.: L’Arqui-
El final del siglo se cierra con las armaduras ción, la supresión de las trepidaciones de tectura de la indústria a Catalunya en
sobre rótulas de tres articulaciones, sistema unas columnas [...] centrarán los problemas els segles XVIII i XIX, Publicacions de
l’Escola Tecnica d’Arquitectura del
que llegó a todo su esplendor en 1889 en la de este tipo de edificios»34. El primer shed
Vallés, 1984, pp. 25-26.
Galería de Máquinas, concebida por Dutert documentado se instaló en la Hilatura de 35
IBAÑEZ, M., TORRECILLA, M.ª J.,
y Contamin, de la Exposición Universal de Roubais en Francia, en 1840. En España, es- y ZABALA, M.: Arqueología Industrial
91
París, aunque como sistema ya se había em- te sistema aparece a finales del siglo XIX y en Guipúzcoa, Gobierno Vasco-Uni-
pleado en estaciones de ferrocarril (Hano- uno de los primeros ejemplos se incorpora versidad de Deusto, Bilbao, 1990,
ver, Frankfurt y Berlín). en 1890 en la fábrica Orbea de Éibar, in- p. 32.

Otra de las soluciones que mayor desarro- dustria armera fundada en 186435.
llo han tenido en los edificios industriales
desde finales del siglo XX ha sido el shed o Del rail al entramado metálico
cubierta de dientes de sierra. Este tipo pue-
de definirse como aquella nave que tiene un En 1784, el siderúrgico inglés Henry Cort
conjunto de pilares dispuestos en retícula so- laminó raíles de hierro forjado; en 1824,
bre los que descansan cerchas asimétricas. A Thomas Tredgold propuso la sección en I
través de esta solución se resuelve la posibili- como el formato más eficiente de las vigas
dad de ampliar lateralmente la nave sin per- metálicas; en 1841, Robert Stephenson
der iluminación y ventilación. «El Shed adoptó la vigueta en serie, de hierro forjado,
–nos comenta J. A. Sanz– puede explicarse en la construcción de puentes de ferrocarril.
como la evolución de la nave. Es también un Es el inicio de un proceso prolífico de estu-
edificio en una sola planta, que puede ex- dios sobre diferentes armaduras metálicas.
tenderse en las dos direcciones; una serie de Armaduras metálicas que tuvieron una gran
pilares soportan unas estructuras asimétricas aplicación en las redes del transporte.
que orientan una de sus caras al norte; esta El puente durante el siglo XIX y primeras
cara, la corta, está guarnecida por vidrio pa- décadas del siglo XX, se mueve en torno a
ra obtener una iluminación cenital unifor- dos tipologías básicas: arcos y vigas rectas.
me. El encuentro de la estructura con la co- Ambas tipologías irán proporcionando nu-
Sin embargo el tramo o viga recta será el
más utilizado y, sobre todo va a ser el más
característico del mundo ferroviario37. Estos
elementos lineales conseguían una luz y ca-
pacidad de carga muy superior a lo realiza-
do con anterioridad. Con el puente metáli-
co surgen algunas celosías que demostraron
su eficacia, y por ello fueron patentadas, re-
petidas y reconocidas por su idoneidad.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

Son, en muchas ocasiones, sistemas estan-


darizados, de fácil montaje por el ensam-
blado de sus piezas. Y, por último, es la
imagen de la racionalidad, del artefacto uti-
litario, del espíritu mecánico y científico,
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

del equilibrio de las formas estructurales.


Estas características tan relacionadas con la
industrialización nos indican que estos en-
Figura 23. Puente de Fuentidueña merosos modelos y esta construcción se ve- tramados o armaduras metálicas son uno de
(Anales de la Construcción y de la In- rá fuertemente impulsada por la construc- los elementos más representativos de la épo-
dustria, 1876).
ción de los caminos de hierro. El arco es la ca y en base a ello deben ser objeto de valo-
tipología primigenia del puente metálico36. ración y en su caso de protección.
92
Puentes ya históricos son el de Coalbrock- Las principales formas estructurales de
dale (1776-1779), el de Sunderland (1796) viga recta utilizadas en la construcción de
y el Buildwas (1796), todos ellos de fundi- puentes surgen en la primera mitad del si-
ción y ejemplos de puentes de arco con do- glo XIX. En 1850, las tipologías básicas, tu-
velas de hierro. El siguiente paso lo dará bulares, laminados, entramados, celosías y
T. Telford y su puente sobre el Spey en bow-string ya habían sido inventadas y pa-
Craigellachie (1815) modelo de puente en tentadas. Las novedades nos llegaron de
arco con tímpano de celosía que aportaba Inglaterra y Estados Unidos. Durante el si-
mayor economía, ligereza y concepto es- glo XIX y primeras décadas del siglo XX, la
tructural. La era de los puentes colgantes en tipología más usada en España38 fue, tam-
36
MARREY, B.: Les Ponts Modernes, Europa también tiene su origen en la pri- bién, la viga recta con sus diferentes mo-
Paris, Picard éditeur, 1990
37
mera década del siglo XIX, modelo de puen- delos: Vigas tubulares o laminares, Vigas
AGUILAR CIVERA, I.: «El patrimo-
te que constituye una de las imágenes más de celosía (modelo Town), los bow-string,
nio ferroviario valenciano. De la ad-
miración al olvido», en El patrimonio románticas del siglo XIX y símbolo de pro- los entramados (modelo Howe, Pratt y
histórico de la ingeniería civil en la greso por ser los puentes que conseguían Warren). Las vigas Town, Howe y Pratt
Comunidad Valenciana, Colegio de atravesar los vanos más atrevidos, distancias constituyen los modelos americanos más
Ingenieros de Caminos, Canales y inconcebibles hasta el momento. Ejemplos conocidos de vigas de entramado. En ese
Puertos, Comunidad Valenciana, Va-
como el puente colgante sobre el Támesis sentido la aportación europea será la viga
lencia, 2003, pp. 52-69.
38 (1810) o el puente de la Unión sobre el Warren. Las vigas Howe, Pratt y Warren se
ARENAS, J. J.: Caminos en el aire.
Los Puentes, Madrid, Colegio de In- Tweed (1819-1820) o el puente sobre el conocen como vigas articuladas frente al
genieros de Caminos, Canales y Avon (1829-1837) pueden ser los más re- roblonado rígido de más tradición en Eu-
Puertos, 2002. presentativos. ropa. Otros modelos, de gran interés, pero
Figura 24. Puente sobre el río Albaida.
Ferrocarril Xàtiva-Alcoy. Fondo Cdr.

39
con menor desarrollo en nuestro país, fue- de alma llena formada por planchas de hie- Antes de la llegada del hierro, mu-
ron el sistema Polonceau construido en Se- rro forjado roblonado configurando la sec- chos de nuestros primitivos puentes
ferroviarios fueron de madera, como
villa en el Puente de Triana, o el sistema ción. Eran fáciles de construir y fueron muy
lo fueron muchos de los primeros 93
Vergniais, que dio origen a algunos pro- utilizados en los tramos cortos ferroviarios. puentes europeos, pues ahorraban la
yectos que no llegaron a construirse, pese a Entre los ejemplos españoles se contaba con inversión inicial de la línea ferrovia-
ser un modelo bastante utilizado en Fran- el Viaducto de la calle Segovia, proyectado ria, eran económicos, de fácil cons-
cia en la segunda mitad del siglo XIX. por Eugenio Barrón en 1861. trucción y montaje. Así grandes in-
El puente metálico con viga de alma lle- El puente metálico con viga de celosía o genieros de estructuras metálicas,
como Telford o Brunel construyeron
na o viga tubular está constituido por vigas de celosías múltiples es uno de los modelos
muchos puentes de madera en los
de hierro dulce o forjado. Los tubulares tie- más utilizados en las líneas del ferrocarril es-
primeros años de implantación del
nen una sección rectangular hueca y los de pañol, francés y portugués, sobre todo en ferrocarril en Europa. El sistema
alma llena, o también llamados laminares, los años de su implantación. Son grandes Town, son vigas de celosías de made-
son una sección en doble T de alma llena. celosías de mallas a 45° basadas en el mode- ra muy cerradas, patente del arqui-
Fue un sistema muy utilizado en puentes de lo Town de madera39. El puente de Kehl so- tecto americano Ithiel Town en
1820. La viga constaba de dos lar-
ferrocarril desde que Stephenson y Flachat, bre el Rhin de 1859 y el viaducto de Fri-
gueros de madera horizontales uni-
a partir de 1849, construyeron grandes burgo de 1862 pueden ser dos de los
dos por largueros inclinados a 45° en
puentes como el Britannia sobre el estrecho grandes ejemplos. Entre los españoles el los dos sentidos. Es un sistema muy
del Menai o el Langon sobre el Garona. Son más monumental es el puente Internacional utilizado en los puentes cubiertos
un antecedente de los modernos puentes de sobre el Miño en Tuy, proyectado en la dé- americanos construidos desde esa fe-
sección en cajón. El modelo tubular, tipo cada de los años ochenta por Pelayo Man- cha hasta la primera mitad del si-
Britannia con circulación interior no tuvo cebo, o bien el Viaducto del salado de la lí- glo XX. Son puentes, en general, mix-
tos, con pilas de sillería y tablero de
mucha difusión en Europa, aunque sí se nea de Linares a Almería proyectado por los
madera. Será el modelo por excelen-
construyeron algunos de circulación exte- ingenieros de Fives-Lille a finales del siglo. cia en los puentes de ferrocarril, lle-
rior. Sin embargo, los más extendidos fue- La armadura Pratt fue patentada en 1844 gando a ser la primera imagen de es-
ron los puentes de palastro de sección en I por Caleb Pratt y su hijo Thomas, compi- te nuevo sistema de transporte.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

Figura 25. Puente en Carcaixent. Fondo Cdr. Figura 26. Puente en Cullera. Fondo Cdr.
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

tiendo con la armadura Whipple (1847) y la pero siendo precisos para transmitir la so-
Warren (1848) como sistema de viga recta brecarga por la unión de las viguetas...»41.
en puentes de ferrocarril. Tiene una morfo- Ha sido una viga muy utilizada hasta la
logía muy semejante a la viga Howe pero primera década del siglo XX, pero el estu-
aquí son las diagonales las que utilizan el dio posterior de su comportamiento en es-
hierro forjado. La armadura Pratt fue lenta- fuerzos y sobrecarga por velocidad, dieron
94
mente aceptada, pero será a partir de 1875, a conocer numerosas anomalías. Por ello es
tras la construcción con este tipo de arma- un sistema de puente que se utiliza poco a
dura del puente en Portage en Nueva York partir de 1915.
(línea Nueva York-Erie), cuando la viga La viga Warren fue patentada por James
Pratt fue ampliamente aceptada en el mun- Warren en Inglaterra en 1848. Tenía seis di-
do ferroviario40. El gran número de puentes seños diferentes según el empleo de hierro
realizados en las líneas férreas españolas con forjado o fundido en los diferentes elemen-
este sistema confirma totalmente este hecho. tos. En la mayoría (excepto un diseño), el
El puente de viga de cruces de San An- cordón superior y las diagonales eran de
drés surge de la «superposición de dos vi- fundición, y sólo en uno de los diseños el
gas simples, tipos Pratt y Howe –nos co- entramado era totalmente de hierro forjado.
menta D. Mendizábal–, obteniéndose una En este sistema los largueros o cordones es-
viga en la cual en todos los recuadros hay tán unidos por diagonales que forman
diagonal y contradiagonal para que cada triángulos equiláteros (algunos son isósce-
una trabaje a la extensión y compresión les). Una de las obras más conocidas es el
40
KRANZBERG, M., y PURSELL, C. W.: respectivamente, aligerándose de un modo Viaducto de Crumlin construido entre
Historia de la Tecnología. La técnica en extraordinario la sección de los montantes 1853 y 1855.
Occidente de la Prehistoria a 1900,
que por no trabajar como tales, por estar Otro modelo muy utilizado en España pa-
Gustavo Gili, Barcelona, 1981, p. 428.
41 neutralizados y anulados los trabajos de ra puentes carreteros fue la viga bow-string.
MENDIZABAL, D.: Estudio y cons-
trucción de tramos metálicos, Sucesores compresión y extensión que en las vigas Su término proviene de bow and string, arco
de Rivadeneyra, S. A., Madrid, 1928, simples habían de resistir, teóricamente y cuerda, puente en el que el arco trabaja a
p. 294. son innecesarios, pudiéndoseles suprimir, compresión y la cuerda a tensión. Fue un
modelo muy extendido en la Inglaterra de la lísticos del XIX propios de la arquitectura
primera mitad del siglo XIX. Como ejemplos monumental o civil. Así, pues, clasicismos,
relevantes tenemos el puente de Windsor historicismos (neogótico, neorrenacimien-
(1848-1849) realizado por Brunnel o el de to, neomudéjar, etc.), eclecticismos y mo-
Newcastle (1846-1849) de Stephenson. El dernismos aparecen marcando las fachadas
sistema bow-string aunque utilizado de for- e interiores de las industrias, adquiriendo de
ma intermitente ha permanecido hasta bien este modo ese carácter estético próximo a la
entrado el siglo XX. Este sistema llamado arquitectura monumental. No por ello se
también por los ingenieros españoles de vigas perderá de vista la función y la propia eco-
parabólicas, había surgido en Inglaterra en el nomía como factores de la empresa, pero no
segundo cuarto del siglo XIX como una va- supone que esté reñido con la nueva imagen
riante del sistema Pratt al introducir el cor- más estética de la fábrica.
dón superior curvo. Competía en economía Con ello se perseguía el objetivo de con-
con los de alma llena y de celosía a partir de solidar el poder económico de la empresa,
los 40 m de longitud. Se construían de tra- en un mercado cada vez más competitivo, a
mos iguales, con una altura de la viga para- través de una imagen atentamente estudia-
bólica entre 1/7 y 1/8 de la luz. da que impresionase favorablemente sobre
Otros muchos sistemas podríamos citar: los beneficios de la empresa, neutralizando,
la armadura Whipple, Howe, Linville, Vie- además, cualquier referencia a conflicto so-
rendel, Bollman42; sistemas que nos permi- cial. El factor estético de una fábrica asume
tirían desarrollar la historia del puente me- el valor comercial y, como tal, debe aplicar-
95
tálico, elemento patrimonial en grave se a todo el complejo industrial, fábrica,
peligro de extinción. edificio de administración, talleres, almace-
nes, viviendas de operarios. Otro aspecto
La fábrica sofisticada o el carácter que influirá en esta evolución estética de la
de empresa fábrica será su ubicación en la ciudad, bien
en la periferia o bien en el propio centro ur-
En la segunda mitad del siglo XIX se empie- bano. Pues como ya hemos comentado, la
za a percibir un cambio en el carácter de la industria se libera de las naturales fuentes de
arquitectura industrial. Aparte de las inno- energía y se desplaza a la ciudad donde pue-
vaciones técnicas y de la renovación de los de llevar a cabo el ciclo completo del capi-
espacios de trabajo, producto de un nuevo tal (producción, distribución y consumo).
pensamiento social en la primera mitad del En ocasiones, era recomendable el uso del
siglo, también se va a gestar un cambio en elemento natural, como jardines en la en-
la imagen de la fábrica. Su ubicación en la trada de la fábrica, grandes patios, para cre-
ciudad, el auge económico libre-cambista, ar una cierta cohesión de ambientes de difí-
la nueva mentalidad de la empresa, la apari- cil convivencia en la ciudad. Por ello fue
ción de un mercado más competitivo, son muy utilizado el recurso a una puerta mo-
nuevos factores que provocan una renova- numental al espacio de la fábrica, puerta
ción del carácter estético de muchos edifi- que simboliza la entrada al mundo del tra-
cios industriales. De tal forma, que en las bajo, al mundo de la disciplina productiva, 42
MENDIZABAL, D.: Estudio y cons-
últimas décadas del siglo, la arquitectura in- desde donde se dirige y distribuyen los re- trucción de tramos metálicos, Sucesores
dustrial no es ajena a los movimientos esti- corridos del obrero a los distintos puntos de Rivadeneyra. S. A., Madrid, 1928.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Figura 27. Almacén de naranjas Carcaixent. Fondo Cdr. Figura 28. Almacén de naranjas Alzira. Fondo Cdr.

del complejo industrial, separando clara- B. Meakin, en 1905, al referirse a la fábrica


mente el mundo exterior del mundo fabril de tapices Templenton de Glasgow destaca-
interior (Vapor Nou en Barcelona, Fábrica ba: «la fábrica ideal debe tener alguna pre-
de azúcar de Ntra. Sra. de Montserrat en tensión estética en el diseño, a condición de
Almería, Fábrica de mayólicas de F. Vallde- no asumir una ornamentación extravagan-
96
cabres en Manises). te». En esta misma fecha otro empresario
Difícilmente podríamos entender de otro inglés M. Robinson comentaba: «Al cons-
modo el adorno y la riqueza ornamental de truir esta fábrica hemos querido darle ex-
muchas fachadas industriales sino como re- presamente un aspecto agradable, en parte
clamo, como propaganda, como identidad, como deber hacia el vecindario en el que
en una clara política comercial y en una nos hemos instalado, en parte porque cree-
permanente lucha por ocupar un lugar pro- mos que un ambiente agradable tiene un
minente en el mercado. Esta renovación no efecto beneficioso sobre nuestros trabajado-
quedaba sólo en una intervención estética, res, incrementando el sentido del autorres-
sino que se planteaba también criterios pa- peto y el tono general de la comunidad [...]
ra regular los espacio de trabajo y de equi- la suma de dinero gastada con esta finalidad
pamiento. Luz, ventilación y racionalidad ha sido muy exigua: algunas filas de ladrillos
distributiva eran el prontuario del buen em- trabajados, algún pilar en relieve aquí y allá
presario. Es un momento de reflexión, de sobre la fachada, la disposición simétrica de
estudio; surge el «experto» en fábricas, el co- las ventanas algún dinero más para la torre
nocedor de establecimientos industriales; que contiene las escaleras y las bombas an-
aparecen revistas especializadas que se con- tiincendios, haciendo así todo cuanto cree-
virtieron en auténticos manuales que enu- mos que sea necesario»43.
meraban las características de las «fábricas- En este mismo entorno y dentro de esta
modelo». Entre los rasgos positivos que misma reflexión debemos contemplar las
43
Citado por SELVAFOLTA, O.: op. cit., señalaban para el ennoblecimiento de su obras publicadas por Felix Cardellach i Ali-
p. 62. apariencia citaban los detalles estéticos, así ves y sobre todo su Tratado de Ingeniería
Estética44, publicado en 1916. Para Carde-
llach, el acercamiento de la arquitectura in-
dustrial a los diversos lenguajes del siglo XIX
debían basarse en la «ley de la materia» por
la cual la decoración de toda obra se debía
supeditar al material con que estaba cons-
truida. Este autor, entre los distintos len-
guajes artísticos defiende el carácter medie-
val en estas obras por: «la característica
libertad de proporción que el estilo con-
siente, circunstancia que es flanco por don-
de debe adaptarse el gótico a la arquitectu-
ra de industria [...] así, las artistificaciones
góticas pueden venir indicadas en una ma-
nufactura, siempre que el proyectista tenga
la habilidad de interpretar debidamente el
estilo; así, por ejemplo, los motivos y for-
mas góticas no se copiarán literalmente, si- ha asumido este factor estético de su arqui- Figura 29. Fábrica Gal, Madrid,
no que nos limitaremos tan sólo a recordar tectura como parte integrante de su identi- 1915 (Arquitectura española, 1808-
1914, 1993).
las leyes de su estructura en la composición dad en el mercado.
de la obra»45. Así mismo, al tratar la arqui- González Amezqueta, en 1969, al definir
97
tectura industrial de ladrillo y cerámica, co- las características de la arquitectura neomu-
menta cómo existe una síntesis entre la ley déjar nos indica que lo considera un estilo
de la mecánica constructiva con los senti- idóneo para la arquitectura industrial: el
mientos de la forma y del color. En otros uso combinatorio del ladrillo como elemen-
casos, este autor encuentra conveniente el to determinante de sus rasgos estilísticos, la
uso de motivos de carácter clásico o rena- sistematización de un proceso constructivo
centista, ya que según él se «adaptan per- típicamente artesanal, la economía mate-
fectamente a las construcciones de carácter rial, constructiva y de diseño; y comenta:
explotativo [...] y otras veces su organiza- «Por todo ello es bastante lógico que todo
ción, espacial y sencilla, consiente, sin ex- un inmenso campo de construcciones, des-
ceso de ropaje, el tratamiento estético de ligado de las especulaciones o preocupacio-
obras estructuradas por pocos elementos de nes artísticas de la arquitectura académica o
resistencia y por grandes vanos de ilumina- escolar, adoptase de un modo espontáneo
ción, que son precisamente las característi- las aportaciones del neomudéjar culto e in-
cas de los edificios del Comercio y de la In- cluso lo desarrollase en sus posibilidades
geniería moderna»46. más insólitas, al jugar libremente con los
Pocos son los historiadores que han dedi- medios de la construcción artesanal en la-
44
drillo. [...] Especialmente la arquitectura CARDELLACH I ALIVES, F.: Las for-
cado sus reflexiones a valorar estética o ar-
mas artísticas en la arquitectura técni-
tísticamente la arquitectura industrial o la doméstica de escasos presupuestos y casi
ca. Tratado de Ingeniería Estética, Bar-
obra pública en general. Las pocas referen- todas las construcciones laborales e in- celona ,1916.
cias encontradas se refieren a este período dustriales levantadas entre 1880 y 1920 45
Op. cit., pp. 85-86.
concreto, cuando la arquitectura industrial constituyen el campo cualitativamente más 46
Op. cit., p. 63.
importante de aplicación del neomudéjar niero M. Jullien en 1857, hasta llegar a los
definido a partir del ladrillo»47. últimos vestigios del regionalismo, como la
O. Bohigas, en 198548, clasificaba el ca- Central Hidroeléctrica de Tambre, obra de
rácter industrial de estos edificios como «es- Antonio Palacios en 1924.
tilo codificado»: «Este estilo ha sido esca-
samente estudiado en su fundamento El hormigón armado
iconográfico y aceptado sólo como síntoma y la fábrica diáfana
–casi simplemente ideológico– de una
transformación. No obstante, es un estilo Con el hormigón armado –nos comenta
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

definible y al que se le puede atribuir un al- R. Banham– se obtiene una magnífica sín-
cance internacional: muros texturados con tesis entre forma y función en la arquitectu-
el recurso de la expresión de los sistemas ra industrial.
constructivos de la piedra, el ladrillo y la ce- A pesar de algunos precedentes aislados,
rámica; ventanas generalmente bíforas que como la barca fabricada por Coignet en
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

enfatizan la nueva expresión de la columna; 1848 y patentada en 1855, se considera a


vanos grandes que puntualizan el ámbito Joseph Monier49 el padre del hormigón
47
GONZÁLEZ AMEZQUETA, A.: «Neo- funcionalmente insólito y que se expresan armado por sus numerosas patentes de ele-
mudéjar en Madrid», Arquitectura, con el collage de una nueva tecnología; arcos mentos hechos con este material: tiestos
año 11, n.º 125, mayo 1969, p. 68. rebajados sobre un sistema de ménsulas re- (1867), tubos, depósitos, traviesas de fe-
48
BOHIGAS, O.: «La codificación de cortadas que establecen una gráfica sin pre- rrocarril, forjados, edificios, puentes. Su
un estilo entre los eclecticismos indes-
cedentes históricos; subrayados lineales que método consistía en introducir un empa-
98 cifrables», Arquitecturas Bis, n.º 50,
Barcelona, junio 1985, pp. 28-31.
entran en contradicción con los vanos y es- rrillado de varillas metálicas en el hormi-
49
AA.VV.: Joseph Monier et la nais- tablecen otra escala en el edificio; moldura- gón con la intención de aumentar la fuer-
sance du ciment armé, Éditons du ción con recorte plano y casi nunca tornea- za cohesiva general de éste. El ingeniero
Linteau, París, 2001. da; remates que conjugan la sobrecarga de alemán G. A. Wayss adquirió los derechos
50
DELHUMEAU, G.: L’invention du los aleros con el ritmo diferenciado del últi- de las patentes de Monier para Alemania,
betón armé, Hennebique 1890-1914,
mo tramo de la fachada; inicio de una or- Austria, Rusia, realizando sus propias in-
Norma editions, París, 1999.
51
MONLEÓN, S.: Apuntes de ingenie-
namentación sencilla basada en el cuadrado vestigaciones que publicó en 1887. Pero en
ría de Puentes, Universidad Politécni- y sus diagonales que parte de la racionalidad Francia destacó, sobre todo, François Hen-
ca de Valencia, Valencia, 1999, p. 60. del uso de la madera y el hierro, etc.». Ca- nebique50, el cual convertido en empresa-
52
Importante para el desarrollo y racterísticas que ponen en valor el carácter rio constructor fue el gran difusor del nue-
aplicación en la construcción del hor- de la fachada y no otros aspectos y que pue- vo material promoviendo sus aplicaciones
migón armado fueron los reglamen-
den, tal como nos indica el autor, encon- y construyendo numerosas obras. En 1880
tos que se dictaron en Europa a prin-
trarse también en la vivienda burguesa y realizó las primera losas y en 1892 patentó
cipios del siglo: en 1904 se publican
en Alemania por decreto del Ministe- económica, en la casa rural y en las obras de la primera viga en T51. Desde la Exposi-
rio de Obras Públicas las «Disposicio- ingeniería. ción Universal de París de 1900, su técni-
nes para la ejecución de obras de hor- En la historia de la arquitectura industrial ca se difundió rápidamente por Europa y
migón armado en la construcción» y española existen numerosos y magníficos los demás continentes52. La era del hormi-
en Francia, en 1906 las «Instruccio-
ejemplos de este período concreto. Cons- gón armado estaba ya iniciada.
nes relativas al empleo del hormigón
trucciones cuyo carácter estilístico retoman Por la misma época (1870-80), los ame-
armado». MONLEÓN, S.: Apuntes de
ingeniería de Puentes, Valencia, Uni- los códigos arquitectónicos desde el clasicis- ricanos Hyatt y Ransome construyeron edifi-
versidad Politécnica de Valencia, mo severo, como la fachada de la estación cios en los que, persiguiendo la incom-
1999, p. 61. MZA en Alicante, proyectada por el inge- bustibilidad, ejecutaron vigas y pisos de
feccionar los principios antes citados, fue la
primera fábrica de automóviles completa-
mente autónoma y la primera que fue expre-
samente diseñada y programada en función
de las exigencias de la producción en masa.
Con estos objetivos, A. Kahn perfeccionó las
técnicas del hormigón armado aplicado a la
arquitectura, con el fin de ampliar la luz en-
tre pilares permitiendo la inserción de máqui-
nas de distintas dimensiones, dispuso escale-
ras, ascensores y servicios higiénicos en
cuerpos salientes del bloque principal, de for-
ma que podía ampliarse el edificio por simple
agregación de elementos iguales. En cada una
de las cuatro plantas se realizaba una fase dis-
tinta del proceso productivo, iniciándose en
la planta alta, hasta el ensamblaje de las piezas
Figura 30. Fotografía de Hennebique en la revista Le
Betón Armé 1921.
que se realizaba en la planta baja. Toda la
construcción estaba, pues, concebida como
hormigón armado, distribuyendo el acero en un conjunto flexible, no rígido, pero perfec-
aquellas zonas traccionadas. Sin embargo, se- tamente organizado, de recorridos horizonta-
99
rá el arquitecto Albert Kahn y su hermano Ju- les y verticales, una envoltura en la que el uso
lius53 quienes perfeccionaron los sistemas ela- correcto de una nueva tecnología arquitectó-
borados por Ransome y fueron autores de nica (armazón hacia el exterior y rodeado por
más de dos mil establecimientos industriales, amplias vidrieras) perseguía el objetivo de la
caracterizados por el uso exclusivo del cemen- máxima eficiencia.
to. Pero la importancia histórica de Albert Nace la fábrica diáfana, un momento cla-
Kahn radica en la forma racional con que ve para transmitir una nueva y moderna
conjuga la proyección de espacios y el proce- imagen industrial. El hormigón armado
so productivo. Su primera obra reconocida abría nuevas formas expresivas, mayor lige-
históricamente es el establecimiento de la reza de los elementos básicos, nuevas pro-
Packard Motor Car Company de Detroit porciones en la escala arquitectónica, mayor
(1905), la cual presentaba una mayor racio- iluminación y ventilación. Esta nueva ar-
nalidad en cuanto a la distribución, una ma- quitectura industrial planteó nuevos presu-
yor luz entre los elementos estructurales, dis- puestos arquitectónicos que superaron los
ponía de amplios ventanales que mejoraban límites del sector propiamente industrial y
la iluminación y la ventilación, estaba consti- explotativo, creando precedentes de carácter
tuida por la repetición de elementos iguales estético y compositivo en la cultura arqui-
susceptibles de futuros añadidos y estaba rea- tectónica en general. Estos nuevos criterios
lizada a prueba de incendios. Pero la obra que serán asumidos por los grandes maestros del
más fama le dio fue el establecimiento que Movimiento Moderno. No podemos olvi- 53
BUCCI, F.: L’architetto di Ford. Al-
construyó para Henry Ford en Highland dar la reivindicación de los arquitectos mo- bert Kahn e il progetto della fabbrica
Park en Detroit (1909). Ésta, además de per- dernos de las obras de la industria y de la moderna, Città Studi, Milán, 1991.
TESTIMONIO DE LA ERA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
ARQUITECTURA INDUSTRIAL,

Figura 31a. Fábrica Fiat, Turín. Col. I.A.C.

Figura 31b. Fábrica Fiat, Turín, 1917.

54
GROPIUS, W.: «Die Entwicklung ingeniería en sus textos programáticos, ni su pensamiento de los paradigmas propuestos
100 Moderner Industriebaukunt», Jarh- contribución en la construcción industrial por Newton unos siglos antes. Le Corbusier,
buch des Deutschen Werbunddes, en las primeras décadas del siglo XX. en 1920, comenta: «No en busca de una idea
1913.
Pensemos que estas características fueron arquitectónica, sino guiados simplemente
las que llamaron la atención de Gropius, de por las necesidades de una demanda impe-
Le Corbusier, de Mendelshon, de Bruno riosa, la tendencia de los ingenieros actuales
Taut, de Curt Behrendt, en sus escritos sobre se dirige hacia las líneas generadoras y revela-
arquitectura moderna. La verosimilitud, la doras de los volúmenes; ellos nos muestran el
regularidad, las formas puras y básicas, las ge- camino y crean los hechos plásticos, claros y
ométricas y las abstractas, la aplicación de límpidos, que dan solaz a nuestros ojos y
una arquitectura científica, su lógica y mag- proporcionan el placer de las formas geomé-
nífica construcción, la expresión exacta de la tricas a nuestra mente. Así son las fábricas,
forma, libre de todo efecto casual, la claridad los alentadores primeros frutos de la nueva
de contraste, la articulación ordenada en la era. Los ingenieros actuales están en concor-
disposición de cada elemento son las reglas dancia con los principios que Bramante y
básicas de la arquitectura industrial y serán Rafael aplicaron hace mucho tiempo». Igual-
los modelos que los arquitectos europeos an- mente Le Corbusier, en 1923, incide de nue-
helaban para su futuro arquitectónico. Gro- vo al decirnos: «Los prototipos industriales se
pius, en 191354, al tratar los elevadores de convirtieron en modelos literales para la ar-
grano americanos nos dice: «Su individuali- quitectura moderna, mientras que los patro-
dad es tan inconfundible que el significado nes arquitectónicos históricos eran sólo ana-
de la estructura resulta evidente para el ob- logías seleccionadas por algunas de sus
servador». Qué próximo se encuentra este características. Por decirlo de otro modo, las
Figura 32b. Nave industrias Quími-
cas Cross.

construcciones industriales suponían un esti- Como he comentado anteriormente, estos


lo correcto, los edificios históricos, no»55. valores artístico-arquitectónicos son actual-
Este aspecto ha sido reconocido final- mente aceptados con relación a su contri-
mente por la historiografía arquitectónica bución a los presupuestos del Movimiento
101
y, por ello, hoy, con una mirada patrimo- Moderno, formando parte, a partir de este
nial, se defienden y valoran justamente momento, de su propia historia. Sin embargo,
muchos complejos industriales e infraes- muchas de estas mismas características (fun-
tructuras ingenieriles56. Al respecto nos co- cionalidad, racionalidad, flexibilidad, transpa-
menta C. García Braña: «Con probabilidad rencia, sinceridad...) siguen, actualmente,
de acierto puede decirse que donde más cla- siendo un hándicap en la valoración de la ar-
ramente se han concretado las característi- quitectura industrial del siglo XIX, pese a ser
cas de la modernidad arquitectónica ha sido conscientes de que estas manifestaciones in-
55
en la resolución de los problemas plantea- dustriales y tecnológicas fueron pioneras en el LE CORBUSIER: Vers une Architectu-
dos por los requisitos de indispensable cum- uso de nuevas técnicas y nuevos materiales, re, (1923), Flammarion, París, 1995.
56
Véanse las publicaciones de la
plimiento del edificio industrial y en la ade- fueron su campo de experimentación; pese a
Fundación Docomomo y, en concre-
cuada expresión de los mismos. En cierto ser conscientes de que un siglo antes las di- to, La arquitectura de la industria,
modo, las características arquitectónicas rectrices de esta arquitectura, basada en la es- 1925-1965, Registro Docomomo Ibé-
desveladas en los edificios de carácter indus- tructura, la distribución y el programa, supo rico, Fundación Docomomo Ibérico,
trial acabarían imponiéndose como argu- adaptarse y responder a las condiciones y las Barcelona, 2005.
57
mentos definitorios de la nueva arquitec- influencias de la revolución industrial, crean- GARCÍA BRAÑA, C.: «Industria y
arquitectura moderna en España,
tura, del mismo modo que la nueva era do una cultura arquitectónica industrial en
1925-1965», La arquitectura de la
industrial acabaría trastocando los viejos va- torno al mercado y la economía del momen- industria, 1925-1965, Registro Doco-
lores y alumbraría un nuevo modo de ver e to, siendo la más apropiada para cubrir las ne- momo Ibérico, Fundación Docomo-
interpretar el mundo»57. cesidades de la nueva sociedad industrial. mo Ibérico, Barcelona, 2005, p. 42.
De la fascinación formal a la nostalgia.
La ruina industrial
en el paisaje contemporáneo
ESPERANZA MARRODÁN

Nadie jamás descubrió la fealdad a través de


fotografías. Pero muchos, a través de fotogra-
fías, han descubierto la belleza.
SUSAN SONTAG1

En 1990, los fotógrafos alemanes Bernd y Hi- se engloba en el trabajo de ese grupo re-
lla Becher obtuvieron el Premio Internacional ciente de fotógrafos a los que la crítica ha
Leone d’Oro de escultura en la XLIV edición denominado «urbanos», y que han hecho de
de la Bienal de Venecia, por una exposición ti- la ciudad industrial su fuente de inspira- 1
SONTAG, S.: Sobre la fotografía, Ed-
tulada Bernd & Hilla Becher: Tipologie, Typolo- ción. Al igual que otros profesionales, como hasa, Barcelona, 1981, p.95. Ed. or.
gien, Typologies. No se trataba de una selección Gabriele Basilico, Mimo Jodice, Alex Jor- On Photography, 1973.
2
de esculturas. La muestra recogía una serie de dan, Josep Koudelka o Lewis Baltz, los Be- Sus fotografías se han ido publi-
cando en libros monográficos entre
fotografías de piezas industriales realizadas con cher atraviesan las periferias industriales ex-
los que destacan: Framework Houses 103
el sello inconfundible del matrimonio alemán: trayendo de ese entorno cualidades nunca From the Siegen Industrial Region,
fotos hechas a la luz homogénea de las prime- soñadas: potencia, nostalgia y, muchas ve- Shirmer/Mosel, Múnich, 1977; Wa-
ras horas de la mañana, con el cielo gris, en las ces, belleza. ter Towers, The MIT Press, Cambrid-
que el objeto industrial aparece centrado, sin Sin embargo, el jurado de la Bienal de ge, Massachusetts y Londres, 1988;
nada que indique su escala. Sin sombras, sin Venecia añade un nuevo matiz a su obra y Blast Furnaces, The MIT Press, Cam-
bridge, Massachusetts y Londres,
nubes, sin hombres. Nada se interpone entre el afirma que los Becher son escultores. Pero
1990; Pennsylvania Coal Mine Tip-
espectador y el objeto. Nada que pueda alterar –como se pregunta Thierry de Duve– ¿ha- ples, Shirmer/Mosel, Múnich, 1991;
la pureza de la pieza. Después agrupan las fo- cen escultura o la fotografían?, ¿son esos ob- Gas Tanks, The MIT Press, Cam-
tografías en series tipológicas específicas –torres jetos esculturas antes de ser fotografiados?3. bridge, Massachusetts y Londres,
de agua, torres de viento, torres de extracción Esculturas. ¿Quién lo hubiera pensado de 1993; Grundformen, Shirmer/Mosel,
minera, altos hornos, silos, tanques de gas, ele- aquellos edificios y artefactos fabricados pa- Múnich, 1993; Industrial Façades,
The MIT Press, Cambridge, Massa-
vadores de grano– y utilizan para todas ellas el ra desempeñar una función? Máquinas que
chusetts y Londres, 1995.
mismo nombre genérico: Anonymen Skulptu- se iban sustituyendo con cada avance del 3
Cfr. DE DUVE, Thierry, «Bernd e
ren (Esculturas anónimas). progreso. Piezas que modificaron el terri- Hilla Becher o la fotografia monu-
Desde hace varias décadas, los Becher re- torio, que lo invadieron, definiendo otro mentaria», ponencia presenta por el
corren el mundo industrializado elaboran- paisaje. Los arquitectos modernos habían autor al I Encuentro Internacional
do su peculiar inventario de objetos indus- encontrado en aquel naciente mundo indus- La generazione delle immagini, cele-
brado en Milán en 1995. El texto
triales2. Siguiendo la estela de la fotografía trial los trazos de un nuevo lenguaje con el
original, «Bernd et Hilla Becher ou la
documental de principios del siglo XX, tra- que partir de cero. Y aunque aquellas
photographie monumentaire», está
tan de llevar al máximo la posibilidad de realizaciones de los ingenieros desde el para- publicado en Cathiers du Musée Na-
transmitir la realidad que ofrece el medio digma de la eficacia todavía no eran arqui- tional d’Art Moderne (París), prima-
fotográfico. Pero al mismo tiempo, su obra tectura, en ellas atisbaron una monumenta- vera de 1992, pp. 118-129.
tructurales, manifestación exterior del febril
movimiento del proceso industrial. En su de-
seo de partir de cero para construir una nue-
va realidad autónoma, los jóvenes arquitectos
europeos habían encontrado la poética de la
industria, y la utilizaban como nuevo modelo
estético. A partir de aquí, la odisea de los nue-
vos materiales, nuevos sistemas constructivos,
rapidez, progreso. Las estructuras livianas, la
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO

máquina de habitar. Es la historia de las haza-


ñas de la arquitectura moderna, del progreso
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,

de la razón que irrumpe en el mundo de la ar-


quitectura con unos años de retraso.
Con la reproductibilidad técnica se mul-
Figura 1. Torre de levantamiento (ce-
tiplicaban los objetos, se ponían al alcance
mento), Bernd y Hilla Becher, 1973. de todos, se convertían en productos masi-
vos, y la originalidad, la unicidad y la sin-
lidad inherente y abrumadora, que podía gularidad del objeto quedaban amenazas4.
sentar las bases expresivas del espíritu nuevo. En este sentido, la duplicidad arte-técnica
La historiografía de la modernidad ha in- en el mundo de la construcción creó un cli-
sistido repetidamente en las relaciones fun- ma de confusión, porque los arquitectos sa-
104
damentales que se establecieron desde las bían que para lograr la deseada cultura mo-
primeras décadas del siglo XX, entre la ima- derna era necesario sintetizar arquitectura,
ginería fabril y la expresión adecuada al arte, ingeniería y producción, de manera
nuevo espíritu. Las vanguardias culturales que el desarrollo técnico encontrara su di-
de principio de siglo se apuntaron a la fasci- mensión espiritual, artística.
nación formal por la estética maquinista, Y mientras, al otro lado del océano, ar-
unos para reflejar la pureza constructiva, quitecturas sin arquitectos, piezas construi-
otros para ensoñar el futuro y su nueva es- das basándose en su estricta función, daban
tética. La arquitectura se rindió al paradig- imagen a sus sueños: en 1911, en el Folk-
4
Cfr. BENJAMIN, W.: «La obra de ar- ma mecánico, y la producción industrial wang Museum de Hagen, Walter Gropius
te en la época de la reproductibilidad provocó una reorganización del pensamien- pronunciaba su famosa conferencia titulada
técnica», en MONTANER, J. M.ª, HE-
to artístico y sus objetivos. Cambió el con- «Monumentale Kunst und Industriebau»
REU, P., y OLIVERAS, J.: Textos de ar-
cepto de belleza, que se asoció a la eficacia y (Arte monumental y construcción indus-
quitectura de la modernidad, Nerea,
Madrid, 1994, pp. 254-258. Ed or. al correcto funcionamiento. trial), en la que, junto a obras de Behrens y
«Das Kunstwerk im Zeitalter seiner Los futuristas, obsesionados por el movi- Poelzig, mostró por primera vez unas imáge-
technischen Reproduziertbarkeit», miento, exaltaban la velocidad, el desorden, y nes de los silos americanos como ejemplos
1936. cantaban las nuevas producciones del progre- del arte de la época5. Dos años más tarde, en
5
Cfr. NERDINGER, W.: «Fotografien so. Sant’Elia dibujaba una nueva arquitectura, 1913, publicó aquellas fotografías y escribió:
Amerikanischer Getreidespeicher
y sus visiones siguieron esbozándose en las
Ikonen der Modernen Architektur»,
en ENGEL, G.: Buffalo Grain Eleva- fantasías arquitectónicas de las vanguardias «En la patria de la industria, América, han
tors, Walther Konig, Múnich, 1997, rusas de los años veinte y treinta, con su ico- levantado grandes fábricas de grandiosidad
pp. 5-9. nografía ligada a la fábrica, y sus alardes es- nunca vista, que superan incluso nuestras me-
jores obras en ese sector. Los silos para grano carga de los barcos de maíz, de los ferrocarri-
de Canadá y América del Sur, los depósitos de les y puentes, de las grúas monstruosas con
carbón de las grandes líneas ferroviarias y los gestos vivos y de las hordas de depósitos he-
modernos almacenes de los trust norteameri- chos de hormigón, piedra y ladrillo vidriado.
canos pueden compararse en su fuerza monu- De repente, un silo con edificios administra-
mental a los edificios del antiguo Egipto»6. tivos, fachadas horizontales cerradas frente a
las asombrosas verticales de entre cincuenta y
Aquellas siluetas con su poder inherente se cien cilindros, y todo ello bajo la imponente
acercaban a aquello que buscaban. El desarro- luz del atardecer. Hice fotografías como un
llo técnico no dejaba espacio para las reflexio- loco. Hasta entonces todo lo demás parecía
6
nes estéticas y, sin embargo, el ingeniero ame- haber sido un paréntesis en el camino hacia GROPIUS, W.: «Lo sviluppo dell’ar-
ricano había sido capaz de dar a sus el silo de mis sueños»9. chitettura industriale moderna», en
DE BENEDETTI, M., y PRACCHI, A.:
construcciones una monumentalidad basán-
¿Dónde estaba la esencia del efecto monu- Antologia dell’architettura moderna.
dose en formas primitivas, sin necesidad de re- Testi, manifesti, utopie, Zanichelli, Bo-
mental?: ¿en el tamaño?, ¿inherente a la pro-
vestirlas ni de adornarlas. lonia, 1988, pp. 206-209. Ed or. «Die
pia estructura?, ¿en la conjunción magnífica
Las fotografías de Gropius produjeron Entwicklung Moderner Industriebau-
de los volúmenes bajo la luz? La cuestión
un impacto increíble. Algunos dibujos de kunst», en «Die Kunst in Industrie
acerca de la nueva monumentalidad acorde und Handel», Jahrbuch des Deutschen
Sant’Elia muestran claramente su influen-
al espíritu moderno fue ampliamente debati- Werkbundes, 1913, pp. 17-22. Puede
cia, y en los años sucesivos fueron pasando
da, y su búsqueda llegó a convertirse en una confrontarse también BANHAM, R.:
de mano en mano hasta llegar a convertirse
de las cuestiones protagonistas de la arqui- La Atlántida de hormigón, Nerea, Ma-
en iconos por ellas mismas7. En 1919, Le drid, 1989, pp. 188-191.
tectura a partir de los años cuarenta. Sin em-
Corbusier se las pidió a Gropius para publi- 7
Además de las reproducciones más 105
bargo, las bases argumentales se entrelazaban
carlas en L’Esprit Nouveau, y en 1923 las re- conocidas, en su texto A concrete
con la propia definición de monumento. Atlantis, Reyner Banham enumera
tocó para la publicación de Vers une Archi-
Una definición que se iba modificando y am- otros autores que también las publi-
tecture, escribiendo junto a ellas:
pliando conforme el pensamiento postmo- caron como Walter Curt Behrendt,
«Nuestros ojos están hechos para ver las for- derno comenzaba a perfilarse, convirtiéndo- en 1927, en Der Sieg des Neuen Baus-
tils, y Vincent Scully, que vuelve a
mas bajo la luz; las luces y las sombras reve- se en algo cada vez más subjetivo.
publicarlas en 1969 en American Ar-
lan las formas; los cubos, las esferas, los ci- ¿Y qué fue de aquellas grandes masas
chitecture and urbanisme. Cfr. BAN-
lindros o las pirámides son las grandes construidas sin intencionalidad estética al- HAM, R.: La Atlántida de Hormigón.
formas primarias que la luz nos revela bien; guna, sin ninguna voluntad de arte, en las Edificios industriales de los Estados
tenemos una imagen neta y tangible, sin que los pioneros del movimiento moderno Unidos y arquitectura moderna euro-
ambigüedad. Y por esto son formas bellas, habían atisbado las claves de la nueva mo- pea, 1900-1925, Nerea, Madrid,
las formas más bellas. [...] Mirad los silos y 1989. Ed. or. A concrete Atlantis,
numentalidad que representaría los valores
las fábricas americanas, magníficas primi- MIT Press, 1986.
de la época moderna? 8
cias de un tiempo nuevo; los ingenieros LE CORBUSIER, Hacia una arqui-
Las fotografías se olvidaron pronto y la tectura, Poseidón, Buenos Aires,
americanos aplastan con sus cálculos la ar-
quitectura agonizante»8.
Segunda Guerra Mundial trajo pesimismo y 1964, p. 20. Ed. or. Vers une archi-
otras inquietudes que terminaron con el tecture, Crès, París, 1923.
9
sueño del progreso y la razón. El proceso de MENDELSOHN, E.: Letters of an Ar-
En 1924, Erich Mendelsohn escribió a su
chitect, Oscar Beyer, 1967, tomada
esposa tras haber visitado Búfalo: desindustrialización, que más tarde llegaría
de BANHAM, R.: La Atlántida de hor-
a Europa, había comenzado a causar estra-
migón. Edificios industriales de los Es-
«Silos colosales, increíblemente conscientes gos en Norteamérica, y los silos monumen- tados Unidos y arquitectura moderna
del espacio, y creándolo. Una confusión im- tales, deteriorados y vacíos, se olvidaron. De europea, 1900-1925, Nerea, Madrid,
prevista en medio del caos de la carga y des- hecho, como escribe Nerdinger: 1989, p. 69.
«hasta 1986, año en que Reyner Banham tal, la artisticidad del objeto no es lo más
publica su Atlántida de hormigón, no se tuvo importante, y su valor reside en otras cuali-
conciencia real de que los famosos silos exis- dades a veces intangibles. Desde esta pers-
tían todavía. El mismo Banham se sorpren- pectiva, y en un momento como el actual
dió al redescubrirlos, como una “alameda de en el que el culto al pasado se ha converti-
poderosas tumbas”»10.
do no sólo en una de las vías de superación
Hace tan sólo diez años, el arquitecto y del quiebro histórico pretendido por la mo-
fotógrafo alemán Gerrit Engel decidió vol- dernidad, sino también en un refugio ante
ver a recorrer la zona del distrito del río Bú- la uniformidad que amenaza al mundo glo-
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO

falo con su cámara fotográfica11. Sus foto- balizado, este valor documental es más im-
grafías, grandes, de colores saturados, portante que cualquier otro valor artístico.
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,

muestran fábricas abandonadas, siluetas si- El pasado y la memoria han abierto una
lenciosas, montones de escombro, puertas línea de interpretación de todas estas arqui-
rotas, hierros oxidados, muros enmoheci- tecturas, que opta por la restauración –gene-
dos, desconchones en la pintura que ense- ralmente a través de la musealización–, co-
ñan el armazón de las viejas paredes de hor- mo el único medio eficaz de contar la
migón: es lo que queda de unos edificios historia. Esta necesidad de explicar de forma
que durante décadas fueron considerados didáctica un modelo de organización labo-
como la máxima expresión del espíritu mo- ral, o de conservar la memoria de unos tra-
derno. Las fotografías de Engel –hechas bajadores ya desaparecidos, termina por
desde ángulos nunca conocidos en las viejas convertir los restos arquitectónicos en repre-
106
10
NERDINGER, W.: «Fotografien
publicaciones– recuperan los mitos de una sentaciones ficticias del pasado. Los edificios
Amerikanischer Getreidespeicher parte de la historia de la arquitectura. De- se llenan intentando conservar al habitante.
Ikonen der Modernen Architektur», jando atrás la carga significativa que los pio- Pero, dejando al margen la cuestión pa-
en ENGEL, G.: Buffalo Grain Eleva- neros del movimiento moderno dieron a trimonial, la decisión de otorgar un premio
tors, Walther Konig, Múnich, 1997, aquellas construcciones, sus fotos muestran, de escultura a una serie de imágenes sobre
pp. 5-9.
11
sencillamente, el pasado, una inspiración construcciones de este tipo nos confirma
Las 30 fotografías realizadas por
Engel han recorrido el mundo en
histórica ya terminada. también la idea de que, lejos de valorarlos
una exposición titulada «Gerrit En- Porque aquel tiempo pasó, y el hombre como meros documentos históricos, el pen-
gel: Buffalo Grain Elevators». La pri- actual se enfrenta a algo nuevo en la histo- samiento postmoderno ha generado otra
mera exposición se celebró en la Ar- ria: paradójicamente, contra la propia filo- nueva sensibilidad respecto a los restos físi-
chitekturgalerie de Múnich, del 23 sofía de la máquina, la industria, el reflejo cos de la etapa industrial.
de enero al 24 de febrero de 1997, y
del progreso hacia el futuro, se ha converti- Porque existe una mirada contemporánea
en la Galerie Aedes East, en Berlín,
do ahora en símbolo del pasado, en repre- sobre ellos que lleva implícita el sentimien-
del 17 de junio al 8 de julio de 1997.
Con el título «Ikonen van de moder- sentación de su memoria. to que se produce al percibirlos en estado de
ne architectuur» en Netherlands Ar- En este sentido, desde un punto de vista abandono. Ahora, desprovistos de uso, edi-
chitecture Institute de Róterdam, del que se aleja de las concepciones artísticas y ficios y máquinas concebidos exclusivamen-
15 de agosto al 11 de octubre de se liga a cuestiones patrimoniales, los restos te para funcionar, en los que la intención
1998; en la Julie Saul Gallery de
industriales son ahora documentos históri- estética era totalmente secundaria, adquie-
Nueva York, del 21 de enero al 27 de
cos que deben ser conservados como leccio- ren un puesto en el mundo del arte gracias
febrero de 1999, y en la Albright-
Knox Art Gallery de Buffalo, Nueva nes del pasado. Así, para aquellos que a esos involuntarios valores formales. Las
York, del 20 de noviembre de 1999 fomentan la conservación del legado indus- paredes erosionadas, los vidrios rotos, los
al 2 de enero de 2000. trial basándose en su condición documen- grandes espacios silenciosos y vacíos tienen
una presencia innegable que abruma silen-
ciosamente al espectador. En su estado de
ruina, las formas industriales han pasado a
vincularse definitivamente a la experiencia
estética.
Esta nueva manera de mirarlos nada tie-
ne que ver con la que llevó a lo pioneros
modernos a exaltar la estética industrial, y
por eso los Becher, incluso cuando el obje-
to fotografiado continúa en uso, lo presen-
tan despojado de actividad, negando así su
derecho de izar la estética funcionalista co-
mo bandera, como ideología, como utopía.
Las fotografías de motivos industriales que
llenan los textos y las paredes de las salas de romántica de la ruina desde un supuesto Figura 2. Edificio Industriale, Anto-
exposición atestiguan aquel sueño de pro- gusto por lo anacrónico, o como una enfer- nio Sant’elia, 1913.
greso, y su fracaso. Todas aquellas construc- miza melancolía, esta interpretación es su-
ciones anónimas –los silos, las fábricas, los perficial. Largamente analizada desde el
depósitos, las torres de agua– han encon- campo de la filosofía, la ruina pone de ma-
trando, por fin, un lugar entre las grandes nifiesto la caducidad del afán humano, re-
obras de la arquitectura moderna, pero, cu- presenta la victoria de la naturaleza sobre la 107
riosamente, no como arquitectura sino co- obra del hombre que quiso erigirse en crea-
mo arte. dor. A través de su contemplación, el hom-
Quizá, como escribía Susan Sontag, el bre se enfrenta a sí mismo, a su condición
pasado fotografiado se vuelva objeto de en- humana, a sus límites, a su pequeñez ante la
ternecida atención en la que, con la impre- naturaleza, y en un momento como el ac-
sión patética de mirar las cosas del pasado, tual, en el que el ritmo que marca la socie-
se nubla la distinción de valores y desapare- dad apenas deja tiempo para pararse y pen-
cen los juicios otorgados a la historia. sar, la ruina industrial ofrece, al fin, un
motivo de reflexión.
«La nuestra es una época nostálgica –afir-
Este punto de vista, esta nueva mirada,
maba–, y las fotografías promueven la nostal-
abre otro camino a la hora de abordar este
gia activamente. La fotografía es un arte ele-
gíaco, un arte crepuscular. Casi todo lo que se
legado, que se aleja de las propuestas más
fotografía está impregnado de patetismo por patrimoniales, o de planteamientos de reuti-
el solo hecho de ser fotografiado. Algo feo lización basándose en un aprovechamiento
grotesco puede ser conmovedor porque la objetivo: ¿por qué no conservar ese mundo
atención del fotógrafo lo ha dignificado. Algo de sentimientos que genera la contempla-
bello puede suscitar amargura porque ha en- ción de las ruinas industriales?
vejecido o decaído o ya no existe»12.
«Yo defendería la idea de espacio muerto
Es cierto que la nuestra es una época nos- –apuntaba José Ignacio Linazasoro en un
tálgica, pero aunque tradicionalmente la coloquio sobre arquitectura industrial–. Por
12
crítica ha juzgado la contemplación más ejemplo, a nadie se le ocurriría ahora con- Cfr. SONTAG, S.: op.cit.
y que en el fondo pertenece ya incluso a la
geografía? [...] Las ruinas tienen valor, inclu-
so valor positivo frente al exceso de espacios
“llenados” de contenido»13.

Es la reivindicación «no funcional» de los


restos industriales, que ofrece una alternati-
va al derribo, a la restauración, o a la reuti-
lización convencional a través de otros usos.
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO

Y así, ante la contemplación del abando-


no, de los grandes vacíos interiores ahora si-
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,

lenciosos, de la naturaleza que invade y cu-


bre el sueño moderno, el espíritu europeo
reaviva las nociones ligadas a la idea de rui-
na. Nostalgia, evocación, soledad, belleza.
Figura 3. Sesto San Giovanni-Área Vulcano (fragmento), Gabriele Basilico, 1999.
Los restos industriales se tiñen de melanco-
lía, despiertan en el observador sentimien-
tos encontrados que lo sumen en una nos-
talgia tranquila, o lo enfrentan a la soledad
que produce contemplar el pasado vencido
cuando se ignora el futuro. «Llenarlos» de
108
contenido o representar su historia con ob-
jetivos didácticos deja fuera esa experiencia
que sólo puede producirse a través de unas
trazas incompletas, mediante las que el
hombre puede imaginar, evocar los ecos del
pasado.
Ahora ya no existe actividad, ni movi-
miento, ni explotación, ni fulgor contra el
cielo. Y sin embargo, la contemplación de
los restos industriales sigue produciendo
sensaciones en el observador que lo mueven
muchas veces entre el amor y el odio.
Figura 4. Buffalo Grain Elevators, Gerrit Engel, 1996.
Así, en un siglo de paisaje industrial, el
hombre ha pasado de la fascinación formal
vertir las pirámides de Egipto en unos espa-
basándose en una belleza ligada a la efica-
cios vivos, aparte de que nunca lo fueron. O,
por ejemplo, las ruinas de las ciudades grie-
cia, a mezclar nostalgia con malestar histó-
gas o de las ciudades romanas, que son espa- rico y admiración cuando contempla estos
13 cios muertos bellísimos, y son parte de la restos en estado de ruina. Simmel decía
LINAZASORO, J. I.: «Sesión final
geografía. Siempre se dice “esto hay que reu- que las ruinas eran el resultado de la gran
del jurado», en AA. VV., II Semina-
rio Internacional de Arquitectura In- tilizarlo, hay que llenarlo de vida, hay que contienda librada entre el hombre y la na-
dustrial, a+t Ediciones, Vitoria, llenarlo de contenido”, bueno, ¿y por qué no turaleza. La arquitectura resolvía de forma
1999, p. 19. dejarlo como un testimonio de algo que fue admirable el equilibrio entre el alma, que
tiende hacia arriba, y la gravedad, que tira Quizá la historia se repite, y al igual que
hacia abajo. Y este equilibrio único y sin- en los primeros años de la industria perso-
gular entre la materia inerte, sujeta a leyes najes como Ruskin reaccionaron contra los
mecánicas y que resiste pasivamente a la descubrimientos técnicos, y la máquina,
presión que se ejerce sobre ella, y la espiri- otros traten ahora de ponerse a salvo de la
tualidad creadora del hombre, que tiende a tecnología incierta refugiándose en las ma-
lo alto, se quiebra en el momento en que el nifestaciones de un pasado en el que depo-
edificio se degrada y desmorona. El equili- sitaron sus esperanzas.
brio entre naturaleza y espíritu que repre- Pero la mirada evocadora de la que ha-
sentaba la arquitectura cede a favor de la blamos no se reduce solamente a esa nostal-
naturaleza. Y esta ruptura del equilibrio gia desenfrenada. Con una actitud que es
provoca una tragedia cósmica que envuel- fruto de un modo de actuar absolutamente
ve a toda ruina en las sombras de la me- contemporáneo, el hombre actual mira con
lancolía. El efecto es trágico pero no triste, curiosidad objetiva las sensaciones espacia-
porque la destrucción no ha venido desde les y los valores formales que resultan del es-
fuera, sólo es la naturaleza que recupera lo pectáculo de la desindustrialización. Obser-
suyo, y por eso las ruinas exhalan una sen- vando la ruina como elemento ajeno a una
sación de paz14. historia, desvinculada de juicios, trata de
Pero la cercanía cronológica, la velocidad configurar un nuevo entorno en el que la
de los cambios, o el futuro incierto y la ne- arquitectura abandonada pase a formar par-
cesidad de recuperar el pasado que perfilan te de la geografía, generando paisajes úni-
109
el pensamiento postmoderno han introduci- cos, irrepetibles. Ésos a los que Peter Latz
do un parámetro nuevo en la clásica con- llama «los paisajes fantásticos posteriores a
cepción de la ruina. Para el hombre actual, la era industrial».
contemplar los restos de la civilización del Es algo que va mucho más allá de esa
progreso es asumir el fracaso de una filosofía conservación que tan a menudo se hace, y
en la que todavía está inmerso. La vida de es- que congela los elementos aislados en me-
tas construcciones ha sido corta. Muy corta. dio de un orden que le es ajeno –una chi-
La naturaleza no ha recuperado lo suyo, ha menea de ladrillo, una vieja grúa o un arte-
sido el hombre, con la sustitución de la téc- facto industrial, en medio del trazado de
nica por la tecnología, el que ha vaciado de un parque urbano–. Se trata de operar en el
contenido sus mitos de progreso. Por eso, paisaje postindustrial desde una filosofía en
para todos aquellos que creyeron y creen en las que los objetos industriales abandona-
un hombre nuevo, la ruina industrial sí es dos se relacionan a través de técnicas paisa-
triste. jísticas capaces de leer y potenciar un orden
anterior, al mismo tiempo que introducen
14
otras cualidades contemporáneas. No se Cfr. SIMMEL, G.: Sobre la aventu-
«El “culto” romántico de las ruinas –afir-
trata de valorar simplemente los diferentes ra. Ensayos filosóficos, Península, Bar-
ma Rafael Argullol– no es solamente la ex-
celona, 1988. Ed. or. Philosophische
presión de la desesperanza o el reconoci- artefactos, de llevar al máximo sus valores
Kultur, Verlag Klaus Wagenbach,
miento de la caducidad humana, sino artísticos, sino de –sin caer en excesos nos-
Berlín, 1911.
también de la materialización de una protes- tálgicos–, entender la historia de todo un 15
ARGULLOL, R.: La atracción del
ta contra una época –la propia– a la que se entorno que se presenta cargado de signifi- abismo, Destino, Barcelona, 2000,
considera desprovista de ideales heroicos»15. cados. p. 30.
«Los paisajes fantásticos posteriores ferencia de los ready-mades de Duchamp,
a la era industrial» este conjunto de elementos construidos
ocupan físicamente la misma posición que
Podríamos remontar esta percepción más tuvieron en el momento de su creación. Sin
objetiva de los restos industriales hasta embargo, ahora es todo el contexto el que
aquellos primeros ready-mades de Du- ha cambiado. Con la desindustrialización
champ. Porque en las primeras décadas todo el paisaje industrial se ha modificado.
del siglo XX, mientras los arquitectos y los Ha cesado la actividad, la naturaleza ha ido
ingenieros buscaban la solución de la ganando de nuevo su terreno, y el mismo
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO

unión de arte y técnica basándose en la pensamiento postmoderno obliga a mirarlo


funcionalidad como cualidad estética, de modo diferente. De esta forma, no son
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,

otros autores, como Marcel Duchamp, sólo las construcciones industriales, sino el
Man Ray o Frances Picabia, tomaron el propio paisaje construido el que ha perdido
camino contrario y negaron todo valor su significado original.
funcional a la máquina, abriéndose a la re- Y así, dotadas de nuevos significados, le-
alidad como fuente de inspiración. Ha- jos del pensamiento en el que se crearon, es-
ciendo estallar los límites de lo artístico, tas arquitecturas pasan a ser arte, arte en el
Duchamp otorgó nuevos significados a paisaje. Los restos industriales encuentran
cualquier objeto descontextualizado de su su propia identidad y configuran otros pai-
emplazamiento original. sajes, que ya no son románticos, ni bucóli-
Profundizar en el discurso acerca del arte cos, ni pastoriles. Son los nuevos paisajes
110
moderno y su estética excedería los límites contemporáneos.
de este artículo, pero, sin embargo, es inte- Hemos visto que el primer acercamien-
resante señalar el hecho de que, a partir de to a estos paisajes postindustriales nos lle-
los ready-mades de Duchamp, puede iniciar- ga a través de la fotografía. Siguiendo la
se toda una revisión del contenido y el sig- vía abierta por Duchamp, la que valora la
nificado del objeto fuera de un contexto en ciudad y su contenido como un object
el que adquiere su significación. trouvè, en los últimos años se han multi-
plicado este tipo de manifestaciones artís-
«El ready-made de Duchamp –afirma ticas que toman la realidad postindustrial
Pierre Cabanne– ha adquirido, después de
como base de trabajo. Sin ningún tipo de
haber sido considerado durante varios años
reivindicación política, o ecológica, y ni
como una simpática chifladura, un conside-
siquiera sentimental, los fotógrafos urba-
rable alcance: la deliberada elección del ar-
tista modifica el primer destino del objeto, le
nos y algunos cineastas muestran los esce-
asigna una vocación expresiva totalmente narios en los que transcurre la vida en la
imprevista»16. periferia o –en el caso de los Becher– pro-
ceden a hacer un inventario de un con-
Desde este planteamiento, entonces, y junto de edificaciones sugerentes desde el
16
una vez perdido su significado con la pérdi- punto de vista formal.
CABANNE, P.: Conversaciones con
da de su función, el gran conjunto de restos Pero, ¿cómo valorar formalmente los dese-
Marcel Duchamp, Anagrama, Barce-
lona, 1972, p. 11. Ed. or. Entretiens industriales desperdigados por el territorio chos industriales?, ¿los paisajes asolados? ¿Có-
avec Marcel Duchamp, Pierre Bel- pueden encontrar otro sentido basándose mo pueden leerse, comprenderse y transfor-
fond, París, 1967. en sus valores formales. Es cierto que, a di- marse? Porque aunque el «reciclaje» como
recuperación y reutilización de los materiales
de desecho es un proceso fuertemente arraiga-
do en la cultura postindustrial, en ningún mo-
mento se ha considerado que la escala de lo re-
sidual llegue a incluir edificios o incluso
paisajes, que, por otra parte, son cada vez más
habituales.
Se trata de una cuestión de percepción.
La sociedad no ha tomado conciencia de
que existe realmente este legado industrial,
y mucho menos del potencial estético que
encierra. La experiencia directa que tene-
mos sobre estos paisajes industriales desola-
dos, o de las edificaciones abandonadas, no
es mucha. No son parajes accesibles y, den-
tro de la ciudad, son arquitecturas que im-
ponen respeto al paseante que, por lo gene- «¿Qué se hace –se pregunta– con unos al- Figura 5. Rendering for Bingham
ral, las evita en su camino. Las canteras, los macenes de grano cuyo volumen, al menos Copper Mining Pit-Utah Reclama-
altos hornos, las fábricas y otro gran con- el del silo mayor, es el doble del que tiene el tion Project, Robert Smithson, 1973.
junto de estructuras incomprensibles se centro Pompidou?»17.
contemplan desde la distancia, desde el tren
111
o desde el coche. Son un escenario al que de «Resurrección, restauración, rehabilita-
alguna forma estamos habituados, pero en ción, reforma –escribe Sierra–. Éstas son las
el que nunca hemos reparado. formas artificiales de la arquitectura cuando
En una sociedad como la actual, en la no puede adoptar sus formas esenciales: de-
que la nueva industria adopta formas blan- terioro, deformación, destrucción, demoli-
ción, desaparición. Sin embargo, muerto
das, no agresivas, ecológicas, que convier-
Duchamp, pero vivos su urinario y su venta-
ten la técnica en algo amable porque sólo
na, la moderna cultura del patrimonio his-
así es aceptada por el consumidor, es difícil
tórico insiste machaconamente, excluyente-
que unas estructuras grandes, potentes, sin mente, sobre los tristes pero nada inocentes
adornos, se conviertan en algo cercano. Ni conceptos de conservación y restauración,
siquiera el simbolismo que portan –desco- como si la arquitectura pudiera sustraerse al
nocido en muchos casos por la cercanía discurrir de su tiempo y de su historia, des-
cronológica–, consigue respeto o admira- piezada y encerrada en mil tarros de formol, 17
Cfr. ENGEL, G.: «Buffalo Grain
ción. El propio Gerrit Engel afirma que, para ser catalogada, clasificada y despachada Elevators», en ENGEL, G.: Buffalo
aunque Mendelsohn lo exclamara al con- en los anaqueles de una farmacia»18. Grain Elevators, Walther Konig, Mú-
templarlos, es muy dudoso que el estado nich, 1997, pp. 11-13.
18
que tienen actualmente los silos sea un sue- Es cierto que nuestra sociedad no pare- SIERRA DELGADO, J. R.: Sobre el
ce entender otras formas de trabajar con destino poético de los objetos cotidia-
ño. Desde su punto de vista, lo único que
nos: en la casa del artista adolescente
ha impedido su destrucción es la falta de los restos industriales, pero si algo la ca-
no habita el diseño, Escola Tècnica
dinero, y aunque se escuchan voces a favor racteriza es la diversidad de corrientes y Superior d’Arquitectura de Barcelo-
de su conservación, sigue cuestionándose opiniones que se generan a partir de cual- na, Universitat Politècnica de Cata-
cómo debe hacerse. quier hecho. lunya, Barcelona, 1996, p. 23.
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,

Figura 6. Rendezvous, Morfelden, Alemania, For- Figura 7. Parque Duisburg Nord, Alemania, Latz &
malhaut, 1985. Partner Landscape Architects, 1990-2000.

Una vez más, los primeros que empezaron rriente de preocupación por la recuperación
a explotar el valor formal objetivo de estos del paisaje. En este contexto, una serie de
restos fueron los artistas norteamericanos. El artistas americanos decidieron abandonar
112
artista americano aborda el hecho industrial las salas de exposición y tratar de recuperar
con la curiosidad de quien contempla la his- el paisaje por medio del arte. De esta forma,
toria sin sentimentalismo vago. Por eso, los en la década de los sesenta surge una co-
trabajos en los que elabora el material here- rriente artística que en la década de los se-
dado y lo integra en el paisaje no pueden tenta será denominada land art, y que basa
identificarse con la búsqueda de un senti- su trabajo en la búsqueda y reinterpretación
miento relacionado con la visión del pasado, de aquellas trazas que la historia ha ido
o con un retorno arcaizante a la naturaleza, dejando en la naturaleza. No se trata de des-
sino como una ampliación de la noción de velar desde la nostalgia cada uno de los mo-
arte, que toma el mundo, la tierra, como so- mentos históricos que lo han ido confor-
porte y parte integrante de la obra. Para la mando, sino de confiar en la estética como
creación de estos nuevos paisajes, los ameri- vehículo de recuperación.
canos utilizan la tecnología, pero mantienen
detrás su especial poética, una poética que «En 1970 –cuenta Gilles Tiberghien–, Ro-
bert Smithson inicia lo que él denomina los
Bonito Oliva define como el espíritu del
earthworks, un termino que –significativa-
cowboy, «el pionero que vive en contacto con
mente– toma prestado del escritor de ciencia-
espacios puros y no contaminados y que, con
19
ARGAN, G. C., y BONITO OLIVA, ficción Brian Aldiss, quien, en un libro del
su intervención, modifica la naturaleza»19. mismo nombre, describe un mundo devasta-
A.: El arte moderno. El arte hacia el
La apertura del concepto de lo artístico do por los efectos de un desastre ecológico»20.
2000, Akal, Madrid, 1992, p. 16.
20
TIBERGHIEN, G.: «Quels paysages», fue paralela a la irrupción en el pensamien-
Architecture d’aujourd’hui, n.º 317, to postmoderno de las nociones de ecología Tras varios años viajando por las periferias
1998, p. 94. y medioambiente, que generaron una co- y los paisajes industriales desolados con su
cámara de fotos, Smithson llegó a la conclu- paisajes desolados mediante el arte, sin nin-
sión de que esos restos eran también grandes guna pretensión de suavizar su impacto. La
esculturas hechas por el tiempo. Los años de industria puede recuperar así su propia iden-
explotación industrial habían dejado como tidad como paisaje, abandonando su «mala
legado un paisaje de cicatrices y extraños ar- reputación» de destructora del territorio.
tefactos que dotaban de belleza y fuerza sin- A las propuestas de Smithson siguieron las
gulares –entrópicas– a la naturaleza. Aque- de otros artistas que vagaban por los desechos
llos desoladores paisajes artificiales producto industriales o por las minas abandonadas, y se
de la explotación de minas y canteras, o los multiplicaron las obras del land art en minas
vertederos de residuos industriales, le fasci- o canteras en desuso. La escala del arte des-
naban y le repelían al mismo tiempo. bordaba la del objeto susceptible de exponer-
No lamentaba los destrozos ocasionados se en un museo y reclamaba todo el espacio
por los desechos industriales, ni apoyaba las abierto de la naturaleza. Ya no eran esculturas
reivindicaciones de mentalidad ecologista. Su transportables, y esa gran escala obligaba al
postura ante ellos era totalmente formalista: mismo tiempo a cambiar la percepción del es-
tanto el artista como el minero eran agentes pectador, que sólo podía contemplar la obra
naturales. Para el artista americano aquéllos desde el cielo. Así, al igual que sucede con los
eran los auténticos paisajes postmodernos. trabajos fotográficos, el espectador no podía
experimentar directamente las sensaciones es-
«Numerosos parques y jardines son re- téticas producidas por la escala y el material.
creaciones del paraíso perdido, o del Edén, y Sin embargo, por mucho que negaran el «cir-
no los sitios dialécticos del presente. En su 113
cuito de arte» en el que se habían convertido
origen, los parques y los jardines eran pictó- los museos, terminaron exponiendo su obra
ricos; eran paisajes creados con materiales en el interior de una sala en forma de vídeos
naturales y no “cuadros” creados con la pin-
o fotografías.
tura. Sin embargo, al lado de esos jardines
Hubo, sin embargo, otro grupo de artistas
ideales del pasado y de sus homólogos con-
que no salieron al paisaje, y buscaron la ins-
temporáneos –los parques nacionales y los
piración en los restos industriales de las peri-
grandes parques urbanos– están esas regio-
nes infernales que son los vertederos, las can- ferias urbanas. Los terrain vague, los edificios
teras, los ríos contaminados. Debido a su construidos y ahora abandonados, eran ma-
profunda inclinación hacia un idealismo pu- teria adecuada para seguir trabajando en la
ro y abstracto, la sociedad ignora qué es lo búsqueda de nuevas formas de expresión, en
que conviene hacer con dichos lugares. Na- las que la curiosidad y la búsqueda de sensa-
die quiere ir a pasar sus vacaciones a un ver- ciones primaban por encima de la nostalgia y
tedero público»21. la memoria. Algunos optaron por reutilizar
la arquitectura basándose en la cualidad de
De esta forma, Smithson comienza a tra- los espacios interiores que quedaban vacíos, y
bajar en las minas, en las canteras o en los rí- otros la trataron como material susceptible
os y lagos contaminados. Dejando a un lado de ser modificado en el proceso de experi-
las visiones románticas o pintorescas, y el mentación de nuevos lenguajes estéticos. 21
SMITHSON, R., citado MADERUE-
discurso ecológico o medioambiental que En 1975, en el muelle 52 de Manhattan, LO, J.: El espacio raptado. Interferencias
aboga por devolver a la naturaleza su estado Gordon Matta-Clark realiza cortes en un entre arquitectura y escultura, Monda-
original, el artista acepta y transforma estos edificio de acero y estaño ondulado que dori España, Madrid, 1990, p. 182.
A través de una combinación de cortes
estudiados, de dos materiales naturales –la
luz y el agua–, y el espacio interior abando-
nado de un viejo edificio industrial, Matta-
Clark creaba una hermosa obra de arte. El
edificio volvía a la vida como escultura.
Quizá la abstracción que requieren estas
expresiones artísticas es excesiva para un es-
pectador que no está habituado a los nue-
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO

vos lenguajes estéticos, y por eso la crítica


acusó al land art de desentenderse de las te-
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,

máticas sociales. Pero sin la obra casi expe-


rimental de estos artistas pioneros en la uti-
lización de los restos industriales como
material, sería muy difícil llegar a entender
Figura 8. Gas Works Park, Seattle, permanecía intacto desde el siglo XIX. Des- muchos de los trabajos arquitectónicos y
EE.UU., Richard Haag Associates, pués de practicar una incisión en el suelo paisajísticos que se han realizado en los úl-
1971. de la gran nave que, a modo de canal, se timos años en Europa.
llenaba de agua con cada marea, el artista A pesar de que para el pensamiento eu-
realizó dos cortes en forma de vela: una la ropeo resulta difícil enfrentarse al legado
pared oeste –como si fuera un rosetón de industrial sin la carga opresiva de un pasa-
114
una antigua iglesia– y otra en el tejado del do demasiado cercano, en las últimas déca-
edificio. Al mediodía, el sol que entraba das se han realizado distintas actuaciones
por los orificios dibujaba un arco de luz en que manifiestan un cambio de mentalidad
el suelo. Por la tarde, la luz del sol del oes- que, desde la base conceptual de la ruina,
te comenzaba trazando una fina ranura pero con las técnicas heredadas del paisajis-
hasta dibujar una forma definida, y termi- mo y del land art, contemplan las siluetas
naba por iluminar completamente el edifi- industriales como testigos de una realidad
cio al atardecer. en tránsito hacia el futuro. En medio del
boom de la ecología y la defensa del medio
«La luz crepuscular que atraviesa las barre- ambiente, algunos autores empiezan a po-
ras de la periferia –escribe Quim Rosell– es el ner en crisis la intervención de aquellos que
estilete que, rasgando esos límites, vivifica y intentan rehacer los paisajes ocultando la
devuelve su centralidad a esos lugares aban-
realidad industrial, o que tratan de rellenar
donados y de memoria incómoda, para, final-
la belleza extraña de esos terrain vague ba-
mente, entregarlos transmutados en espacios
sándose en objetivos económicos.
abiertos y públicos que al fin tendrían algo
Así, una monumentalidad que había si-
digno de mostrar. [...] Agujereándolos, redi-
me su destrucción pasiva y la sustituye por do implícita en las antiguas masas indus-
una destrucción activa que refuerza la memo- triales construidas se reafirma en operacio-
ria de sus estructuras constructivas y lo revita- nes que, paradójicamente, construyen el
liza. Al igual que si se tratara de una amputa- monumento con aquel mismo lenguaje
22
ROSELL, Q.: Rehacer paisajes, GG, ción, la sustracción que conlleva le devuelve la formal. En el Negev Monument, que Dani
Barcelona, 2001, p. 133. vida»22. Karavan realiza en Negev, Israel, entre
1963 y 1968 en homenaje a las brigadas
independentistas de Negev, combina for-
mas elementales construidas en un lugar
que también se presenta cargado de histo-
ria y simbolismo. Y esta obra escultórica
monumental, que se integra perfectamen-
te en el paisaje, recuerda en sus formas las
siluetas industriales de las grandes fábricas
enclavadas en la naturaleza.
Por toda Europa se recorren los paisajes
asolados por la extracción industrial y se
plantean proyectos de recuperación a través
del arte. Los grandes búnkeres de submari-
nos de la Segunda Guerra Mundial se per-
foran y se abren a un público que contem-
pla anonadado aquellos inmensos espacios
en los que la luz filtrada y el agua provocan
diferentes sensaciones. Richard Serra traba- conocer lo que hay y, a la vez, inventarlo de Figura 9. Reise ins Meer, Hannsjörg
ja en las montañas de escoria. Se recuperan nuevo, uniendo los indicios del pasado y del Voth, 1978.
las antiguas minas de fosfato de Nahal Zin, futuro»23.
en el desierto de Negev, en Israel, y las can-
115
teras marítimas del Marés, en Menorca, y En 1998, la UNESCO incluye los Altos
las de Dionyssos, en Grecia, y las de Santa Hornos de Völklingen, en Alemania, en la
Lucía, en Caserta, Italia. Se establecen rutas lista de Patrimonio de la Humanidad. No
turísticas que van enlazando distintos pro- propone su restauración, o su reutilización,
yectos de reutilización industrial a través del sino que financia su conservación en estado
paisaje europeo. de ruina, vacíos de contenido, enormes y si-
De esta forma, el paisajismo europeo ha lenciosos. Quizá de forma más lenta y me-
ido evolucionando hasta convertirse en un nos conocida, este otro grupo de actuacio-
claro vehículo de expresión postmoderna. nes que dejan a un lado el ocio, el consumo,
Ya no puede definirse desde una sola pers- y el turismo, y tratan de extraer todo su po-
pectiva, o desde planteamientos anacróni- tencial a la ruina, a la pérdida de significado
cos. Como explica Rosa Barba, se trata de de unas construcciones que han dejado de
reconocer las huellas en lo existente para ser arquitectura para convertirse en arte,
poder actuar en consecuencia. son las que conforman definitivamente otra
mirada sobre ellos. Una mirada al pasado
«Si se buscan herramientas de interven-
desde un presente que piensa en el futuro.
ción y teorías de actuación –escribe–, la idea
de paisaje debe ser la de “vacío” y “distancia”, En marzo de 2000, un equipo de paisa-
23
BARBA, R.: «¿Por qué hablar ahora
sin fijar la mirada en las cosas o en la arqui- jistas alemanes dirigido por Peter Latz obtu-
de paisaje?», en AA. VV., Rehacer
tectura. Se debe superar el “qué es el paisaje” vo el Premio Europeo de Paisaje Rosa Bar-
paisajes. Arquitectura del paisaje en
por el “cómo es”, para poder proyectarlo. La ba, por el proyecto del parque Duisburg Europa. 1994-1999, Fundación Caja
nueva sociedad necesita nuevos símbolos re- Nord, en los antiguos terrenos de la Fundi- de Arquitectos, Barcelona, 2000,
conocibles. Por eso “rehacer paisajes” es re- ción Thyssen, en la región alemana del p. 14.
los antiguos yacimientos, creando un gran
espacio lúdico en el que, entre otras activi-
dades, puede practicarse incluso el subma-
rinismo.
Existía un precedente americano, el Gas
Works Park de Seattle, de 197124; sin em-
bargo, el equipo alemán desarrolla un plan-
teamiento más elaborado en el que, a través
de pequeñas operaciones que combinan ele-
LA RUINA INDUSTRIAL EN EL PAISAJE CONTEMPORÁNEO

mentos naturales y artificiales –árboles, flo-


res, pasarelas, pavimentos–, recuperan tanto
DE LA FASCINACIÓN FORMAL A LA NOSTALGIA,

el entorno, con sus trazados y recorridos in-


teriores, como las distintas edificaciones
que pasan a conformar el extraño escenario
en el que se desarrolla el esparcimiento.
Figura 10. Atlantik Wall, mar del Ruhr. Después de enterrar los materiales El cambio de mentalidad es evidente, y, a
Norte, Dinamarca, Magdalena Jetelo- contaminantes a gran profundidad dentro través de estas operaciones, la sociedad ac-
vá, 1994-1995. de alguna de las bolsas de los yacimientos, tual empieza a conocer, y reconocer, esta
de sellarlos y cubrirlos con «jardines colgan- parte de su pasado. Los grupos sociales más
tes», las 230 ha de parque se organizan a tra- concienciados con la conservación de estos
vés de diferentes actividades y recorridos elementos –los que trabajan con ellos desde
116
mediante un proyecto que combina opera- el punto de vista patrimonial– han sido, y
ciones del land art con la reutilización de las son, los más interesados en promover cam-
antiguas construcciones industriales. pañas y actividades que acerquen estas cons-
Apenas hay lugar para intervenciones trucciones a la sociedad. Su objetivo es ejer-
planificadas y las áreas menos contamina- cer una cierta presión social sobre las
das permanecen intactas. Se distribuyen autoridades para evitar el derribo de deter-
áreas recreativas dentro de los altos hornos, minadas piezas en las que consideran sim-
con plataformas de observación, pasarelas bolizados el pasado y la memoria. Esta línea
y otros espacios lúdicos que van conectán- de intervención aboga por recontextualizar
dose a través de un trazado verde que re- este conjunto de elementos, por convertir-
24
En 1970, al norte de Lake Union, cupera las vías del ferrocarril con paseos y los en una representación de lo que fueron
el Seattle Department of Parks and
puentes para peatones. Las paredes de las y devolverles así la misma significación que
Recreation encarga a Richard Haag
naves se convierten en rocódromos. El an- han perdido.
Associates la creación de un parque
en una antigua planta de gas, cerrada tiguo alcantarillado y las cubetas refrigera- Sin embargo, la filosofía de actuación que
desde 1950. Esta instalación es la doras se transforman en un parque acuáti- está en la base del parque Duisburg Nord
única que queda de las más de 1.400 co mediante un sistema ecológico de no trata de recuperar la memoria del pasado
plantas de gas que había en Estados suministro de agua procedente de la lluvia. a través de una fosilización de los restos in-
Unidos, y había llegado a convertirse
Los restos de material metálico se trabajan dustriales. Desde un pensamiento absoluta-
en un símbolo para la ciudad. Con-
en forma de pavimento, creando la gran mente contemporáneo, y a pesar de que se
servando la ruina del edificio original
como telón de fondo, el proyecto Piazza Metálica donde juegan los niños o plantee como parque público ligado al ocio
transforma el área en un espacio re- se hacen representaciones. La turbina eóli- y al turismo –que en nuestros días son sinó-
creativo. ca y los depósitos de agua se integran en nimo de rentabilidad económica–, el pro-
yecto introduce la realidad industrial como nando, a veces con cierta nostalgia, es cier-
un escenario más en el que transcurre nues- to, pero sin necesidad de reproducir paso a
tro presente. De esta forma, lentamente, la paso el pasado en un intento de devolverlo
sociedad puede asumir como propios esos al presente. El hombre tiene la oportunidad
entornos que tan sólo conoce mediante la de volver a pensar, de enfrentarse a sí mis-
fotografía y el cine. Porque sólo una vez mo, de imaginar, de ensoñar su futuro a tra-
asumidos, el hombre podrá valorarlos como vés de los trazos incompletos que ha dejado
símbolos de un pasado sobre el que cons- su pasado.
truir un futuro. En medio de un mundo cada vez más
globalizado, en el que el pasado se revive li-
«Esta resurgida capacidad del hombre pa- teralmente como identidad, esta reutiliza-
ra crear una segunda naturaleza en forma de ción «no funcional» de los restos industria-
arte y cultura que le vincule con el mundo les abre un puente entre el pasado y el
–afirma Quim Rosell– será lo que le permi-
futuro a través de la imaginación. Decía
ta redimir a la máquina convirtiéndola en
Gaston Bachelard que la imaginación no es
símbolo de la propia condición creadora y
la facultad de «formar» imágenes, sino más
transformadora del hombre. Los viejos capa-
bien la facultad de «deformar» las que nos
razones huecos de las viejas industrias anti-
cuadas se levantan ahora como tótems en llegan a través de la percepción y, sobre to-
medio de la nueva selva común del espacio do, la facultad de librarnos de las imágenes
público. Estos esqueletos enormes vincula- primeras, de cambiar las imágenes.
rán al hombre con el resto del planeta, y le
«Si una imagen presente no hace pensar en 117
recordarán que debe compartir el mundo
con sus propias ansias creadoras y destructo- una imagen ausente –escribía–, si una ima-
ras. Donde antes latían los mecanismos tri- gen ocasional no determina una provisión
turadores de tiempo, ahora gravita el espacio de imágenes aberrantes, una explosión de
de la potencialidad cultural y civilizadora del imágenes, no hay imaginación»26.
hombre. Redimido del infierno, la extensión
de parques y jardines ya no hablará más de la En 1994, en las playas del mar del Norte,
muerte de la fábrica original, sino de la vida en Dinamarca, Magdalena Jetelová proyec-
que queda entre las ruinas»25. ta una serie de frases mediante láser sobre
las ruinas de viejos búnkeres de la Segunda
Entre la visión más melancólica, que llo- Guerra Mundial. En la oscuridad, cuando
ra por un pasado frustrado, y la más objeti- el mar es gris, esas formas semienterradas,
va, que mira con curiosidad las formas y los barridas por las olas, cuentan su historia:
25
paisajes, esta interpretación del legado in- «La desaparición del terreno de batalla», «La ROSELL, Q.: op. cit., pp. 136-137.
26
guerra definitiva se vuelve teatralidad», «Un Cfr. BACHELARD, G.: El aire y los
dustrial como ruina en el paisaje permite
sueños. Ensayo sobre la imaginación
revelar una naturaleza oculta en ese gran objeto tiende a convertirse en sujeto», «El
del movimiento, Fondo de Cultura
conjunto de restos, borrando su función an- lugar para la batalla del tiempo», «Esta es- Económica, México, 1986. Ed. or.
terior y descubriendo nuevas posibilidades. pera antes de la expansión infinita del océa- L’air et les songes. Essai sur l’imagina-
Así, la memoria postmoderna se va orde- no»..., «Lo esencial no es lo más visible». tion du mouvement, 1943.
Los paisajes de la industrialización
LINAREJOS CRUZ PÉREZ
Instituto del Patrimonio Histórico Español

IGNACIO ESPAÑOL ECHANIZ


Experto del Consejo de Europa para Paisaje e Infraestructuras

Se pueden considerar paisajes de la indus- tienen los rasgos que permanecen de la in-
trialización aquellos territorios que, confor- dustrialización, tales como los propios arte-
mados a lo largo del tiempo como con- factos e instalaciones industriales, y otros
secuencia del desarrollo de actividades aspectos que han definido un territorio con
industriales o en relación con ellas, conser- una identidad propia, determinada por las
van elementos y rasgos suficientes para ilus- características particulares del medio natu-
trar las aportaciones de aquel proceso histó- ral, el proceso desarrollado y, en definitiva,
rico. El movimiento social, económico y por la relación establecida entre el ser hu-
cultural de la industrialización muestra en mano y el medio físico. Estos elementos
estos paisajes su modelo de organización es- son claves útiles para desentrañar los paisa-
pacial, la materialización a gran escala de su jes a los que pertenecieron y con ellos las
ideario y, desde luego, su interacción con ideas y actitudes que los generaron. Tam-
119
los procesos y mecanismos del ambiente y la bién se plantean las especiales condiciones
naturaleza.
La aproximación al paisaje cultural debe
ser necesariamente compleja, pues involucra
aspectos y consideraciones de muy diversa
naturaleza. En el caso de los paisajes que re-
sultaron de la industrialización, la compleji-
dad se multiplica por las especiales condicio-
nes que determinan el entendimiento de
aquel proceso cultural. Partiendo de estas
premisas, este artículo intenta establecer unas
bases claras de referencia en este sentido.
Para ello, parte de una revisión breve de
las diferentes organizaciones territoriales Figura 1. Conjunto del paisaje minero
de Sierra Menera, Ojos Negros (Te-
que produjo la industrialización y de cómo
ruel). Diversas cortas de extracción de
se percibieron estas realizaciones, es decir, los mineral a cielo abierto se extienden es-
paisajes. Luego se considera el ideario que calonadamente sobre la sierra, la plata-
subyace detrás de estas manifestaciones y que forma del ferrocarril a Sagunto al pie
de las cortas, los poblados mineros al pie
sostuvo una determinada aproximación esté-
de la sierra (cartografía con efecto tri-
tica y paisajística del fenómeno. dimensional elaborada por Servigis,
Ya en el ámbito del patrimonio indus- S.L., a partir de datos y fuentes pro-
trial se destaca el papel que hoy en día pias).
de los paisajes de la industrialización en el de producción y, a mayor escala espacial,
caso español. también se estableció una relación entre los
Finalmente, se incluyen unas considera- diversos elementos del conjunto industrial,
ciones, a modo de conclusión, sobre cómo tales como los propios poblados de los tra-
se puede asumir el paisaje industrial como bajadores, el transporte y los diversos equi-
un recurso más del patrimonio y en qué pamientos y servicios a la industria.
sentido se puede plantear este entendimien- La extracción de materias primas a gran
to, contemplando las aportaciones que nos escala en las cuencas mineras modificó el
proporciona la lectura de estos paisajes. relieve, reorganizó las redes de caminos e
introdujo nuevas vías de comunicación más
capaces, como el ferrocarril y los canales,
La dimensión territorial aprovechó los cursos de agua y reorganizó
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

de la industrialización los asentamientos poblacionales, generan-


do como consecuencia muchos núcleos de
La revolución económica y social de la in- población de nueva planta. Las cuencas mi-
dustrialización modificó las pautas territo- neras adoptaron una organización territo-
riales sobre las que hasta entonces se había rial diferenciada, producto de la necesidad
organizado la sociedad europea. Esta modi- de sistematizar la extracción del mineral,
ficación se llevó a cabo de formas diversas, tratarlo y transportarlo a los centros de pro-
en unos casos adaptando a sus necesidades ducción.
territorios ya definidos con anterioridad, y Las primeras grandes plantas industriales
120
Figura 2. Vista de las minas de Río en otros, generando algunos escenarios que se organizaron en territorios abiertos, ocu-
Tinto (Huelva). Muestran con eviden- fueron enteramente nuevos de partida. pándolos con sus diversas instalaciones y ar-
cia la ortogonalización del relieve típica Cada sector de la industria generó un tipo tefactos y organizándolos a partir de la ne-
de la sistematización de la extracción de
de organización territorial, tanto a escala do- cesidad de conseguir su funcionamiento
mineral. Se impone así una estética de
la sistematización y de la eficacia a gran méstica como a escala comarcal y regional. eficaz. Las plantas industriales se localizaron
escala (fotografía: Ignacio Español). Se organizó internamente para los procesos próximas a las fuentes de energía, a las ma-
terias primas o a los mercados de produc-
ción o consumo, atrayendo mano de obra a
estos complejos o engrosando las ciudades
que crecían rápidamente de la mano de la
industrialización.
La siderurgia levantó sus vistosas instala-
ciones de aspecto monumental coordinan-
do la producción de energía para el alto
horno con la entrada y distribución de las
materias primas (carbón, pirita, etc.) y con
la producción y el tratamiento de las piezas
básicas y de sus acabados, creando un com-
plejo sistema logístico que abarcaba grandes
espacios, a menudo de dimensiones paisa-
jísticas. El conjunto industrial se completa-
ba con viviendas sociales para los trabajado-
Figura 3. Puerto de Cartagena (Murcia). Las condiciones de puerto natural que ofrece Figura 4. Poblado ferroviario de Almorchón (Badajoz). El trazado
esta bahía fueron aprovechadas desde la antigüedad para establecer uno de los puertos de las vías del ferrocarril discurre por terreno llano, evitando los des-
más relevantes en el comercio mediterráneo. Estas características también sirvieron al niveles de la zona montañosa (fotografía: Linarejos Cruz).
propósito industrializador, generando en su entorno numerosas instalaciones industriales
(fotografía: Linarejos Cruz).

res y los equipamientos de éstos, los accesos En efecto, la mayor revolución territorial
y las infraestructuras de transporte que le que trajo la industrialización vino de la ma-
servían y que frecuentemente se extendía a no de los nuevos sistemas de transporte co-
ámbitos comarcales o regionales, al involu- mo el ferrocarril y la navegación transoceá-
crar elementos de producción, aprovisiona- nica a vapor. Estos nuevos modos utilizaban
121
miento o transporte diferenciados. la máquina de vapor consiguiendo mayores
Otras industrias, como las textiles, las ma- capacidades de transporte y, sobre todo,
nufacturas o la producción cerámica, no de- mayores velocidades. Las grandes dársenas
jaron de estructurar los elementos del territo- naturales extendieron sus instalaciones para
rio a su alrededor, condicionándolos, aunque recibir ahora a los grandes paquebotes que
los resultados fueran, quizás, más modestos surcaban el mar y requerían una mayor ca-
en términos escenográficos y monumentales. pacidad para sus grandes calados, organi-
Otro ejemplo de relevancia paisajística zándose en sus puertos los primeros grandes
fueron los astilleros navales, que se desarro- sistemas logísticos de almacenado y transfe-
llaron en espacios interiores del litoral, tales rencia.
como bahías, rías o estuarios. En estos en- El ferrocarril requería la disposición de
claves, las condiciones ribereñas irregulares los raíles con muy poca pendiente para que
les permitían contar con dársenas protegi- los trenes pudieran ascender. La geometría
das de las inclemencias del mar abierto y al paciente y tendida del ferrocarril se exten-
mismo tiempo poder desarrollar sus traba- dió sin dificultad por las zonas más llanas,
jos de construcción y ensamblaje. Las bue- pero fue abriéndose paso con esfuerzo a
nas condiciones portuarias llevaron apareja- través de las grandes barreras geográficas
das el desarrollo de territorios industriales a que separaban los centros de producción y
su alrededor, pues la industrialización esta- los mercados. Los itinerarios de la tracción
ba ligada estrechamente a las comunicacio- animal se vieron superados en capacidad
nes y el transporte que les suministraba ma- por estos otros itinerarios alternativos más
terias primas y mercados. veloces, pero que recorrían el paisaje as-
cendiendo con cuidado y adecuándose a Percepción, escenografía y estética
las formas del relieve para poder ganar al- del paisaje de la industrialización
tura, saltando sobre los valles estrechos a
través de puentes metálicos o adentrándo- Otros procesos de cambio territorial ante-
se en túneles profundos para atravesar las riores a la mecanización adquirieron formas
montañas. escénicas, intencionadas o no, que encerra-
Si la organización racional y eficiente de ban un cierto orden escenográfico. Así ocu-
la minería, de la industria o de los grandes rrió con la renovación de la ciudad barroca,
puertos había ordenado las actividades a su que la convirtió en un escenario vistoso y
alrededor sobre los territorios donde se lo- teatral, o con las revoluciones agrarias, que
calizaba, las líneas de ferrocarril iban a tra- transformaron la composición originalmen-
zar itinerarios con la aplicación de criterios te artesanal del paisaje rural en grandes
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

geométricos sencillos que se iban dibujando composiciones organizadas de sistemas ex-


sobre el relieve. tensivos. La industrialización, sin embargo,
Así, desde los distintos conjuntos de la preocupada por satisfacer sus necesidades
industrialización, se introdujo una organi- de eficiencia y producción, se decantó por
zación territorial que, sobre la base de la la organización funcional sin considerar ex-
matriz natural de los paisajes rurales, se re- plícitamente un orden escénico, aunque re-
Figura 5. Plaiko Zubixe (la pasarela gía por la aplicación de una cierta racionali- percutiendo profundamente sobre él.
de la playa) de Ondarroa, inaugurada
dad y eficiencia al servicio de la extracción, La percepción de la organización territo-
en mayo de 1927, es un testigo de la
última industrialización en el País la producción industrial y el transporte. rial de la minería, de los conjuntos indus-
122
Vasco. Convertida hoy día en símbolo El paisaje de la industrialización iba a triales o de las instalaciones portuarias en las
de la ciudad pesquera, reproduce la es- construirse con base en la percepción de es- grandes dársenas naturales no encontró una
tética hoy arcaica de la funcionalidad
ta suerte de nuevo orden funcional que es- consideración escénica o formal en sus rea-
y el progreso característica de los paisa-
jes de la industrialización (fotografía: taba inspirado por una idea de progreso in- lizaciones. Sin embargo, estas realizaciones
Ignacio Español). novador, decidido y transformador. de la industrialización no estuvieron exentas
de contenidos de intención formal, que se
traducen en la génesis de un cierto carácter
estético y paisajístico.
La eficiencia, la funcionalidad y una pri-
mera noción de estandarización están en la
base de la estética de la industrialización.
Arriesgándose a una simplificación excesiva,
se puede decir que el elemento clave de su
estética es la pieza de hierro fundido que
compone las grandes estructuras funciona-
les de la industria, el transporte o la mine-
ría. También lo son, aunque en menor me-
dida, los elementos de ladrillo industrial, los
pavimentos adoquinados y empedrados y
otras piezas constructivas. El uso de estos
elementos estandarizados, como unidades
estructurales básicas, construye un notorio
carácter estético compuesto y muy articu-
lado. Como en otras de sus aportaciones,
también en esto la industrialización antici-
pa y sienta las bases de las premisas actuales
de nuestros paisajes contemporáneos que
tanto deben a la utilización recurrente de
soluciones y materiales estandarizados.
La idea de modernidad y renovación,
sentida entonces y contemporánea de aque-
llos procesos de cambio, hace que la estéti-
ca industrial se deje influenciar por las ten-
dencias de las nuevas corrientes artísticas.
Las grandes piezas de la industrialización re-
flejan la influencia de los estilos revolucio-
narios que buscaban un nuevo orden, como
el modernismo y los «neos».
Paradójicamente, la apreciación actual de
las realizaciones de la industrialización vie-
ne teñida de una cierta nostalgia por un
Figura 6. El carácter estético de la explotación minera de Sierra Menera (Ojos Negros, Teruel) ha
universo más amable y artesanal, muy dife-
servido como fuente de inspiración para el desarrollo del proyecto «Arte, industria y territorio». En
rente de la percepción que pudieron tener esta imagen se puede apreciar una instalación del land art en el contexto de cortas a cielo abierto,
123
de ella en su momento. Este sentimiento escombreras y talleres, de la mina. En el valle, el poblado minero (fotografía: Linarejos Cruz).
descansa sobre el entendimiento de la mo-
destia y la sencillez de las realizaciones de las
primeras industrias, a partir de la constata-
ción de las capacidades actuales de la indus-
tria de transformación. Las formas de aquel
primer progreso son vistas como arcaicas,
torpes e incluso disfuncionales desde la ac-
tual estética de lo funcional y productivo,
una estética en esencia más abstracta, asép-
tica y limpia. El tiempo ha invertido el
aprecio por la primera gran industria: de la
admiración por el progreso de entonces ha
pasado a la condescendencia por un pasado
limitado e incapaz.
Para sus contemporáneos, la percepción
del paisaje de la industrialización fue de
contraste entre las formas funcionales, cons-
truidas sobre elementos estandarizados y re-
currentes, y las formas orgánicas de los es-
Figura 7. Altos Hornos de Vizcaya. La mole de las instalaciones siderúrgicas de Sestao se recorta
pacios en los que se situaban. La naturaleza en el cielo, imprimiendo un marcado carácter industrial al paisaje de la ría del Nervión (foto-
irregular y masiva de los macizos mineros grafía: Linarejos Cruz).
recibía los artefactos metálicos de las bocas mineros, conjuntos de viviendas para los
de las minas y los puentes de mineral. Las obreros de las fábricas, poblados ferroviarios
bahías naturales de orillas irregulares se or- asociados a la construcción y mantenimien-
togonalizaron en los muelles de los astille- to del ferrocarril. Estos conjuntos se situa-
ros, donde las grandes grúas metálicas se le- ron junto a las grandes instalaciones indus-
vantaban contra el cielo, mientras los altos triales y, como ellas, contagiaron el espacio
hornos, junto a los ríos, extendían sus ins- de habitación de un cierto espíritu raciona-
talaciones hasta la linde del bosque orgáni- lista, utilitarista y moralizante. Mientras en
co y frondoso. la ciudad el higienismo urbanista construía
El choque del contraste entre ambas esté- una manera de entender las nuevas condi-
ticas y composiciones no se relaja con ele- ciones del paisaje urbano, los grandes con-
mentos intermedios, sino que es brusco y juntos industriales y mineros ordenaban
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

directo, como lo es la propia relación de los funcionalmente la vida colectiva de sus tra-
procesos industriales con los procesos natu- bajadores. Los poblados industriales son
rales y con sus formas. La división campo- por esto elementos clave para entender la vi-
ciudad se traduce ahora en la confrontación sión que la industrialización tuvo del medio
artefacto-naturaleza. y de su forma de ocupación por los seres
humanos.
La revolución en las comunicaciones, ba-
Una mirada nueva al paisaje. sada en la mayor velocidad y capacidad de
El ideario del paisaje transporte, trajo, además de los cambios te-
124
rritoriales, una nueva aproximación al pai-
La mirada que la industrialización proyec- saje al plantear unas condiciones nuevas de
tó sobre su paisaje fue una mirada produc- la percepción del entorno. El transporte rá-
tivista y selectiva que buscaba la eficiencia pido y eficiente proporcionó una nueva re-
del aprovechamiento intensivo de los re- lación del individuo con el paisaje más dis-
cursos naturales, de la provisión de energía tanciada y superficial. La contemplación del
y de la capacidad de transporte masivo. És- paisaje desde el ferrocarril, de paso y casi
tos eran los criterios que regirían la modifi- puramente visual y estética, se impuso fren-
cación directa del paisaje, exigidos por las te a la implicación directa con el sitio que
actividades propias de la industrialización. tenían los habitantes de cada localidad. A
Además, la mecanización y los cambios so- cambio de la superficialidad de esta aproxi-
ciales, económicos y territoriales introduci- mación visual, casi fotográfica, el ferrocarril
dos iban a repercutir en una revisión del proporcionó al observador una mayor can-
entendimiento que hasta entonces se había tidad y variedad de paisajes que podría con-
hecho del paisaje. siderar como experiencia propia.
Las dimensiones sociales del cambio y la La visión del viajero, iniciada algún tiem-
necesidad de una respuesta a las nuevas for- po atrás, fue así cogiendo más y más cuerpo
mas de vida colectiva, asociadas a las explo- frente a la relación del habitante con su me-
taciones mineras e industriales, se traduje- dio. Si bien pocos podían hacer entonces un
ron en la creación de un poblamiento de uso frecuente de estos medios de transpor-
nueva planta asociado a los nuevos paisajes te, el viaje en ferrocarril tenía la capacidad
productivos. Así fueron surgiendo poblados de estimular esa idealización del paisaje aje-
no, la visión distanciada propia de los viaje- Las claves del paisaje
ros románticos introducía así el germen de de la industrialización:
la futura contemplación alienada de paisajes artefactos e instalaciones
de paso, tan actual, y la actitud de hoy día
frente a los paisajes entrevistos en los me- El valor del paisaje como patrimonio reside
dios visuales de comunicación. en su capacidad de lectura e interpretación.
Allí donde la industrialización prosperó Los cambios sociales y económicos que su-
se dieron grandes cambios territoriales. cedieron a la industrialización han afectado
Como otros cambios operados con ante- a sus manifestaciones territoriales de diver-
rioridad, éstos llevaron emparejados un sas maneras. El abandono, en algunos casos,
sentimiento de idealización del paisaje ha sumergido los conjuntos industriales,
que iba dejando de existir debido a las portuarios y mineros en un progresivo dete-
modificaciones (Cosgrove, Denis y Ste- rioro y marginalización que ha afectado a la
phen Daniels, 1988). La modernización conservación de sus principales rasgos y ele-
de la vida revitalizaba la idealización de lo mentos. En otros casos, la propia evolución
rural y la mecanización activa estimulaba de la actividad industrial ha conducido a
el naturalismo romántico. Por un lado, se una progresiva sustitución de las instalacio-
aceptaba la necesidad de los graves paisa- nes originales por otras nuevas de funciones
jes de la industrialización, reconocidos co- similares o destinadas a otras finalidades.
mo áreas de deterioro, pero justificados Las grandes instalaciones industriales que
por eficientes, y, por otro, se exaltaban los fueron motor del crecimiento urbano han
125
paisajes tradicionales y pintorescos «dor- quedado ahora situadas en los centros físi-
midos en el tiempo» y los paisajes «intac- cos de las áreas urbanas, ocupando terrenos
Figura 8. En El Astillero (Cantabria)
tos» no afectados por la sacudida del pro- de extensión considerable. Estas instalacio-
el Cargadero de Los Ingleses. Situado
greso. En España, pronto surgirían los nes, ya obsoletas, con frecuencia están abo- junto al puerto deportivo, a un recien-
primeros parques nacionales con un obje- cadas a desaparecer bajo la amenaza de la te parque sobre el túnel de la autovía,
tivo originalmente paisajístico. Se consoli- presión urbanística. No obstante, en algu- los hoteles y una iglesia, tiene una fun-
ción clave para entender el paisaje de
daban así las bases de la disociación, hoy nos casos se destinan a una nueva orienta-
la industrialización que subyace entre
día asumida, entre paisajes apreciables y ción productiva o son objeto de programas líneas en esta escena (fotografía: Igna-
evocadores y lugares deteriorados pero de transformación, en busca de una mejora cio Español).
productivos y sociales.
Es curioso comprobar cómo, en muchos
sentidos, los procesos culturales de la indus-
trialización sientan, o al menos consolidan,
las bases de las premisas del actual entendi-
miento del paisaje. Algunos ejemplos son el
distanciamiento entre el observador y la rea-
lidad del paisaje, el coleccionismo de expe-
riencias, aunque meramente visuales de pai-
sajes numerosos y diversos, o la disociación
entre áreas eficaces y productivas sin calidad
(centros de actividad) y áreas intocadas, sanas
y respetadas (paisajes naturales).
ambiental o de nuevos usos que permitan organizaciones territoriales que generaron
mantener su integridad. los procesos de industrialización. Los obje-
Estos procesos de transformación de los tos del patrimonio industrial poseen este
espacios de la industrialización y con ellos valor añadido si se les considera en este
de sus paisajes obligan a considerar el inte- sentido.
rés de los rasgos y los elementos que se Los grandes artefactos que hicieron posi-
mantienen aún de aquellos conjuntos ini- ble la extracción, el tratamiento y el trans-
ciales, es decir, sus claves de lectura. porte de las materias primas, su disposición
Las infraestructuras de todas las épocas, espacial respecto al relieve y a las grandes
cuando son consideradas en términos de su vetas originales de mineral, explican con
relación con el contexto territorial en el que gran claridad escénica cómo se planteó en
se sitúan, se convierten en unas ricas claves cada ámbito el aprovechamiento del mine-
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

semánticas para la interpretación histórica ral. A partir de la oferta original de recursos


del paisaje. La funcionalidad y el servicio de naturales de un valle minero, los frentes de
estos elementos territoriales delatan indirec- trabajo ordenaban la extracción sucesiva del
tamente las estructuras básicas de aquella material, las líneas de tratamiento y el aco-
organización territorial del pasado, hoy par- pio, organizaban la salida, la selección y el
cialmente desaparecida o simplemente des- amejoramiento de éste y, finalmente, las
virtuada por las nuevas condiciones. instalaciones de transporte local los dirigían
Si la extracción minera construye un pai- hacia los centros de producción.
saje propio, las nuevas infraestructuras del Así, la pieza unitaria del frente de extrac-
126
transporte, principalmente, el ferrocarril y ción a cielo abierto, la mina, suavizadas hoy
también en las grandes líneas de navega- día sus formas por la erosión, delata la ma-
ción, proporcionan una lectura renovada de nera de entender el recurso natural. Es una
los territorios que atraviesan. Las líneas de manera muy sistemática, organizada básica-
ferrocarril, muchas de ellas aún en uso y mente por los planteamientos de la meca-
otras desmanteladas, recorren el territorio nización, con un procedimiento selectivo,
con su plataforma que se abre paso con pen- determinado por el rendimiento de unas de-
diente suave sobre las laderas. Los elemen- terminadas técnicas de extracción. Se puede
tos de la plataforma, muros de fábrica, te- decir así que las tecnologías disponibles en
rraplenes, trincheras excavadas, puentes, cada momento diseñan morfologías dife-
túneles son piezas clave que al ser entrevis- rentes de los frentes de excavación y reser-
tas delatan la estrecha relación del itinerario van formaciones minerales, que se abando-
del tren con el relieve que recorre. La visión nan o retoman según la tecnología permita
nunca es completa, porque el ferrocarril se que su aprovechamiento sea rentable.
esconde de las miradas y serpentea por la Ese paisaje tan espectacular de la gran mi-
escena, de manera que cuesta entender su nería a cielo abierto, que se podría interpre-
recorrido en conjunto. Sin embargo, las cla- tar como el resultado de formas caprichosas
ves están ahí y pueden ser detectadas e in- y arbitrarias, no es sino el paisaje que ha ido
terpretadas. modelando la eficacia de la tecnología de
De la misma manera, las primeras in- extracción.
fraestructuras industriales sirven eficazmen- A una escala mayor que la proporciona-
te a la lectura e interpretación certera de las da por la escena directa, a escala de la
Figura 9. La renovación del ámbito industrial de la ría de Bilbao ha encon- Figura 10. Puente Vizcaya. Fue construido en 1893 para establecer la nece-
trado una orientación revitalizadora en la implantación de centros de arte y saria comunicación entre el núcleo de población de Portugalete, de marcado
congresos que se aprovechan del valor emblemático de la ubicación de este pai- carácter industrial, y la zona residencial de Getxo. Representó no sólo un hi-
saje. Pese a la sustitución de instalaciones, aún permanecen rasgos, aunque su- to tecnológico, sino también un elemento de articulación espacial de la ría
tiles, del carácter del paisaje previo de la industrialización (fotografía: Ignacio Ibaizabal, y constituye un símbolo de la industrialización del País Vasco. En
Español). julio de 2006 fue incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNES-
CO (fotografía: Linarejos Cruz).

cuenca minera, los restos de instalaciones ambas. Los paisajes rurales previos se trans-
127
que se hayan conservado de aquel periodo formaron en grandes conjuntos de proce-
nos permiten entender la organización de sos, frecuentemente al aire libre, que se do-
la vida en torno a estos aprovechamientos minaban desde fuera mostrando sus
y centros de transformación. La disposi- estructuras verticales y piezas. En algunos
ción de las distintas unidades de extrac- casos, los elementos materiales han desapa-
ción vistas en su conjunto y en relación recido total o parcialmente y, en ocasiones,
con los demás elementos, como los aco- sólo quedan algunas piezas, a modo de tes-
pios de rechazo, las infraestructuras de timonio, que dan indicaciones sobre aquel
transporte, los poblados de trabajadores y paisaje de la industrialización. También
los equipamientos sociales; todos estos puede suceder que conserven su especial
elementos, a su vez superpuestos sobre la ubicación como un gran espacio vacío a re-
matriz natural del sistema, muestran la llenar entre las áreas residenciales que pos-
manera tan singular en la que la industria- teriormente los han rodeado.
lización ordenó su propio paisaje bajo los Las claves de interpretación no se limitan,
criterios de la mecanización. por tanto, a la presencia de objetos, artefac-
La organización de las primeras grandes tos o instalaciones, sino que también abar-
plantas industriales, notablemente la side- can otras referencias y rasgos espaciales que
rurgia, pero también los astilleros y las ma- puedan servir en este sentido. Claro está que
nufacturas textiles, se abrieron paso con los conjuntos mejor conservados en toda su
grandes dimensiones en el paisaje, relacio- complejidad contienen discursos completos
nadas con las instalaciones mineras o con sobre aquella manera de hacer, pero estos ca-
las infraestructuras del transporte o con sos no nos deben hacer despreciar aquellos
otros sistemas industriales de los que sólo se do sido el sostén socioeconómico de esas co-
conservan algunos aspectos de menor presen- munidades, los paisajes mineros alcanzaron,
cia física y que se hayan visto subsumidos por en esos casos, tal carácter cultural añadido.
la transformación o el abandono. La evolu- La precoz industrialización de Andalucía
ción de esos paisajes y cómo la industrializa- fue debida fundamentalmente a su enorme
ción participó en un determinado período potencial de recursos mineros, algunos ya
pueden y deben ser interpretados adecuada- conocidos y explotados desde época proto-
mente recurriendo a la lectura del sitio. histórica. El desarrollo temprano de la in-
Lo interesante de la industrialización no dustria siderúrgica (de la que aún se conser-
son tanto sus artefactos físicos, frecuente- va un elocuente testimonio en Marbella),
mente valiosos en sí mismos, como realiza- las grandes explotaciones mineras de Huel-
ciones tecnológicas y sociales, sino las ideas va, Sierra Morena o Almería, y los astilleros
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

que aportó aquel movimiento. La realiza- fueron los principales impulsores de este
ción de aquellas aportaciones y puntos de proceso de industrialización que arrancó
vista puede ser entendida gracias a los testi- con mucha fuerza, pero que, debido a las
gos materiales que se hayan conservado o circunstancias sociopolíticas, no tuvo la de-
simplemente a través de los rasgos más suti- bida continuidad, cediendo el protagonis-
les de aquella realidad, que se mantienen di- mo a Asturias y al País Vasco.
bujados bajo el paisaje actual. Los paisajes generados por esta actividad
fueron, en muchos casos, espectaculares, tan-
to por la dimensión territorial y los procedi-
128
Los rasgos de los paisajes mientos aplicados como por el carácter cul-
de la industrialización en España tural de los procesos. Desafortunadamente,
el escaso desarrollo en el tiempo de algunas
Como los propios procesos de industrializa- de estas implantaciones y el excesivo creci-
ción, sus paisajes presentan unas condicio- miento del sector terciario en Andalucía han
nes específicas en el caso español. contribuido a borrar parte de sus huellas.
Son numerosas las manifestaciones que la La industrialización del País Vasco fue re-
extracción mecánica de minerales produjo a sultado de un largo y continuado proceso,
lo largo del siglo XIX en España, un fenóme- que finalmente se desarrolló en el siglo XX,
no que produjo paisajes de gran interés y ri- generando paisajes que fueron elaborados
queza cultural al combinar elementos muy en muy distintas fases y que involucraron
diversos (poblamiento, transporte, instala- tanto actividades extractivas como plantas
ciones de tratamiento, etc.) en diversas mo- industriales y conjuntos portuarios de pri-
dalidades (minería a cielo abierto, minas mer orden. Las realizaciones territoriales de
subterráneas, etc.). La presencia de empresas estos paisajes superponen los elementos y
promotoras extranjeras en estos procesos organización de cada fase mostrando hoy
produjo elementos de gran interés cultural, día entramados complejos en los que el pa-
que reside en el contraste que en algunos ca- pel de las claves de interpretación del con-
sos se reprodujeron en sus paisajes. En algu- junto y cada fase es primordial.
nas regiones y muchas comarcas, la especia- Cataluña, asociada históricamente al sec-
lización minera concedió a estos paisajes un tor textil, presenta un desarrollo uniforme
marcado carácter identitario, pues, habien- de la actividad industrial, que inicialmente
Figura 11.1 Figura 11.2

129

Figura 11.3 Figura 11.4

consistió en actualizar mediante la mecani- paron de la consolidación de entramados ur- Figura 11. Paisaje del tabaco de La
zación los procesos artesanales que se lleva- banos de las ciudades que se desarrollaron a su Vera (Cáceres). Tras un laborioso pro-
ceso de plantación y transcurrido el
ban a cabo con anterioridad y que continuó abrigo, encontrándose numerosos ejemplos
tiempo necesario para su crecimiento,
con la implantación de grandes instalaciones de «barrios industriales» que son interesantes las hojas de tabaco son recogidas y de-
fabriles. Así, encontramos paisajes generados paisajes urbanos de gran valor histórico. positadas en instalaciones específicas,
en torno a la fábrica. Se trata de colonias tex- Muchos otros casos de industrialización construidas para esta finalidad. El pro-
ceso se completa con el embalado y tras-
tiles con espacios productivos diferenciados, surgieron asociados a la explotación agraria
lado a los centros de procesado (foto-
zona de poblado y diversas obras ingenieri- y ganadera generando paisajes específicos de grafías: Linarejos Cruz).
les, que ofrecen una organización territorial un carácter mixto, pues sus manifestaciones Figura 11.1. Plantación de tabaco en
coherente y de clara interpretación. territoriales aparecen muy influenciadas por invierno. Las hojas de la planta ya han
sido recogidas.
En otras zonas, los procesos de industriali- su asociación con las explotaciones agrícolas
Figura 11.2. Secaderos de tabaco.
zación marcaron una época determinada, for- (el tabaco de La Vera, bodegas de Jerez, Figura 11.3. Transporte de las hojas
mando así el carácter de un período que evo- Montilla y Málaga, etc.), de manera que no de tabaco, ya secas y embaladas.
lucionó de maneras diversas en cada caso. se puede hablar de paisajes producto pura- Figura 11.4. Fábrica de tabaco.
Algunos procesos de industrialización partici- mente de la industrialización, pues compo-
nen escenas en las que los usos agrarios des- con un desarrollo de la actividad portuaria
empeñan un papel relevante. pesquera y comercial, generando a su alre-
Los paisajes del transporte de la industria- dedor complejos paisajes que involucran el
lización cuentan con numerosos ejemplos desarrollo de otras grandes industrias, asti-
portuarios y ferroviarios, manteniéndose en lleros, siderurgia, etc.
uso gran parte de estas infraestructuras. Algu- El paisaje del ferrocarril tiene unas carac-
nas de las antiguas líneas ferroviarias desman- terísticas muy singulares, ya que se basa en
teladas se han adaptado como «vías verdes». la presencia de una infraestructura lineal y
cómo ésta se relaciona e integra en el medio
Consideraciones finales que atraviesa.
Las aportaciones de la lectura de los pai-
Según los procesos que los originaron y las sajes de la industrialización son numerosas
LOS PAISAJES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

pautas territoriales que siguieron, los paisa- y tienen que ver con la dimensión territorial
jes de la industrialización se pueden agrupar y ambiental de aquel proceso. En muchas
en unos tipos básicos de referencia, tales co- ocasiones, los paisajes de la industrializa-
mo el paisaje de la extracción minera, el pai- ción dan los primeros pasos de la construc-
saje de los conjuntos siderúrgicos, el paisaje ción de los paisajes contemporáneos y, en
de las grandes instalaciones fabriles, el pai- muchos sentidos, sientan las bases de su
saje portuario, el paisaje del ferrocarril. ideario. Su principal aportación puede resu-
La extracción de minerales presenta un pai- mirse en torno a su concepto de progreso y
saje específico de una morfología espectacular a su materialización en paisaje.
130
que surge de la racionalización de sus procesos El progreso, entendido de una manera
de extracción, tratamiento, logística y trans- determinada por la industrialización, esta-
porte. Algunas pautas generalizables de este fe- blece las primeras premisas territoriales y
nómeno se relacionan con la relevancia de los también la manera de percibirlas que regi-
ejemplos en España, teñidos de influencias co- rán la percepción del medio en la sociedad
loniales, o el proceso de evolución desde orí- postindustrial globalizada.
genes antiguos hasta recibir el impulso de la La disociación hoy día esencial entre áreas
mecanización para finalmente desdibujarse productivas, a las que no se les demanda ca-
con el abandono o la modernización. lidad paisajística, y áreas intocadas, que son
Los paisajes de la industrialización que reservas de paisaje de calidad, es una de sus
descansan sobre el desarrollo de los conjun- consecuciones frente, por ejemplo, a los mo-
tos de la gran industria tradicional, como la delos agrarios previos que no se planteaban
siderurgia o las instalaciones fabriles, pre- esta dicotomía.
sentan orígenes diversos y evoluciones, pau- Las grandes dimensiones físicas de las
tas y valores paisajísticos específicos. Tienen instalaciones industriales, generadas como
una realización diferenciada y muy irregular consecuencia de la mecanización, se tra-
en España. ducen espacialmente en la concentración
Los grandes paisajes portuarios de la in- y congestión de instalaciones, productos y
dustrialización son también un tipo de refe- personas, que han pasado a ser grandiosas
rencia, aunque con un desarrollo y conser- en las metrópolis actuales.
vación muy irregular en España. Aúnan las Los primeros balbuceos de la sistematiza-
adecuadas condiciones naturales del litoral ción y estandarización levantan las escenas
de la industrialización y sus paisajes. Peque- por la manera en que se relacionan con la
ñas piezas de metal o de cerámica son la ba- organización territorial generada por la in-
se de grandes artefactos e infraestructuras, dustrialización, cómo ilustran el espacio
antepasados de la actual estandarización y social del fenómeno (lugares de produc-
canalización de nuestros paisajes. ción, de intercambio, de habitación) y có-
La eficiencia y la funcionalidad de los mo nos permiten revisar la interacción de
procesos de transformación supeditan los la industrialización con el medio y sus
demás elementos del paisaje, su entendi- consecuencias. Por todo esto, la perma-
miento y su aprecio. Las dársenas naturales nencia de las claves es importante. Se trata
se ortogonalizan, las laderas de las minas a del variado conjunto de objetos, elemen-
cielo abierto se escalonan y el paisaje de la tos, rasgos, relaciones y aspectos que en ca-
sociedad del progreso impone sus esquemas da caso puedan ilustran la materialización
de funcionalidad, que tanto habrán de territorial de la industrialización y sus pro-
arraigar en el universo contemporáneo. cesos, es decir, su paisaje.
La consolidación de conexiones interte-
rritoriales alejadas se consigue gracias al de-
sarrollo de las capacidades del transporte y Referencias bibliográficas
también a la conexión entre paisajes geográ-
COSGROVE, D., y DANIELS, S. (1988): The icono-
ficamente distanciados pero económica-
graphy of landscape. Essays on the symbolic repre-
mente ligados. La mezcla y/o interacción de
sentation, design and use of past environments,
personas, productos y actitudes de distinto
Cambridge Studies in Historical Geography 9, 131
origen, que es la esencia del proceso de glo- Cambridge University Press.
balización, se muestra ya en estos paisajes de CUÉLLAR VILLAR, D., JIMÉNEZ VEGA, M., y PO-
la industrialización. LO MURIEL, F. (coordinadores, 2005): Historia
La forma en que la sociedad empieza a de los poblados ferroviarios en España, Funda-
afrontar la gran variedad de paisajes, a los ción de los Ferrocarriles Españoles, Madrid.
que se accede, aunque con una experiencia DROSTE, B. von, PLACHTER, H., y RÖSSLER, M.
superficial de ellos, construye una actitud (1995): Cultural landscapes of Universal Va-
que posteriormente encontrará en los me- lues, Gustav Fischer, Nueva York.
dios visuales de comunicación un energéti- GÓMEZ MENDOZA, J. y ORTEGA CANTERO, N.
co impulso. (1988): Viajeros y paisajes, Alianza Universi-
Como en otros paisajes, los valores pa- dad, Madrid.
NADAL OLLER, J. (director, 2003): Atlas de la in-
trimoniales de los paisajes de la industria-
dustrialización de España. 1750-2000. Ed. Crí-
lización descansan sobre la capacidad de
tica.
interpretación y lectura de las condiciones
RACKHAM, O. (1986): The History of the Coun-
actuales. En este sentido, el papel de los arte- tryside. The full fascinating story of Britain’s
factos e instalaciones de la industrialización Landscape, J. M. Dent and Sons, Londres.
es fundamental, no tanto como objetos de VV. AA. (2005): Paisajes culturales, Ronda,
la mecanización en sí mismos, sino por las 2003. Col.: «Ciencias, humanidades e inge-
ideas que demuestran al ser considerados en niería», 77. Colegio de Ingenieros de Cami-
relación a su entorno, a su paisaje. Es decir, nos, Canales y Puertos.
ACTUACIONES EN EL MARCO
DEL PLAN NACIONAL
DE PATRIMONIO INDUSTRIAL
Industrias textiles en Béjar (Salamanca)

De la larga historia que posee la industria tex- Según Pascual Madoz, hacia 1849 exis-
til bejarana, cuyo inicio se remonta según algu- tían 200 fábricas que empleaban a unas
nos historiadores a la Alta Edad Media1, hay 4.000 personas, y otras 600 en los 40 tela-
que destacar desde los finales del siglo XVII, res de lino y cáñamo que también había.
cuando los célebres «paños de Béjar» adqui- Hasta finales de los años sesenta del si-
rieron por su calidad y vistosidad prestigio in- glo XX la mayoría de la población activa de
ternacional, compitiendo con los de los prin- la zona estaba empleada en las fábricas, con
cipales centros textiles europeos. Hacia el año más de 6.000 operarios en el textil. Des-
1824 Béjar se adaptó a la revolución indus- pués, la modernización y diversificación de
trial, transformando su industria manual en la industria textil nacional y la fuerte com-
mecánica con la tecnología de la época. petencia exterior, entre otros factores, deter-
En 1834 existirían en Béjar 144 máqui- minan la desaparición de varias empresas,
nas de hilar que podrían haber eliminado el con la pérdida de un número significativo
trabajo de unas 2.880 hilanderas manuales, de puestos de trabajo a partir de 1970. 1
R. SÁNCHEZ, J.: «De la oveja al te-
las necesarias para surtir de hilo con tornos En la actualidad, el sector textil de Béjar lar: ayer y hoy de la industria textil be-
tradicionales a los 221 telares existentes en está formado por una treintena de empresas jarana», Revista de la Industria Textil,
aquel momento en la villa. que cubren todas las fases del proceso lanero n.º 387, abril de 2001, pp. 10-18.
135

Figura 1. Plano de las industrias textiles en Béjar.


y emplea una mano de obra directa de en En el carácter zonal del patrimonio ar-
torno a 700 trabajadores, siendo en este quitectónico tiene mucho que ver el seg-
momento el principal centro textil lanero mento del proceso lanero al que está o es-
del oeste de España. tuvo dedicado. Compiten en antigüedad
La singularidad del sistema textil-lanero de los conjuntos emplazados en el mismo
Béjar se la otorga el hecho de ser el caso de centro de la población y los que se en-
especialización productiva de la Comunidad cuentran en las márgenes de los ríos. Éstas
de Castilla y León que ha perdurado en el son empresas necesitadas del agua para
tiempo y que ha sobrevivido a la desapari- producir la energía necesaria que mueva la
ción de los grandes centros textiles que hubo maquinaria, o bien para las dedicadas al
antiguamente en Castilla. lavado o a los tintes. Son, en general, gran-
INDUSTRIAS TEXTILES EN BÉJAR (SALAMANCA)

Las empresas bejaranas cubren la totali- des instalaciones, en su mayor parte en


dad de las fases del proceso lanero: sorteo de desuso, aunque algunas se han aprovecha-
la lana, lavado, peinaje, hilatura, tanto de do para otros cometidos. Así, el río Cuer-
carda como de estambre, tejeduría, tinte, po de Hombre está flanqueado a derecha e
aprestos y acabados y confección de prendas. izquierda por instalaciones fabriles que son
Todo ello ha hecho posible la existencia un muestrario de tipologías desde que éste
de un particular patrimonio arquitectónico hace su irrupción en Béjar constituyendo,
definido por las necesidades de la industria además de una defensa natural, pues reco-
textil. rre toda la ciudad hasta que la abandona
Son numerosos los grandes edificios fa- en el paraje conocido como «Picozos» en
136
briles desocupados situados en las márgenes donde una antigua fábrica de harinas se ha
del río Cuerpo de Hombre que permanecen convertido en almacén improvisado de
llamando la atención por su sólida cons- maquinaria textil obsoleta destinada al
trucción y su abandono. Grandes centros proyecto de un museo textil actualmente
textiles que en su día compitieron con otros en construcción, un importante factor
de similares características y que siguen en económico.
activo. El centro histórico es el otro núcleo que
No son menos los ejemplos con tipolo- registra mayor densidad de edificios in-
gías diversas –la época de su edificación y dustriales que, en su gran mayoría, cesa-
el uso especializado marcan las diferen- ron su actividad como textil. Es sobre to-
cias– que se extienden por toda la ciudad do el entorno de la calle Flamencos y la
como testigos de su historia artesana e in- Ronda de Navarra el que cuenta con con-
dustrial. Desde la humilde vivienda cuyos juntos de tipología muy definida: son de
bajos albergaron telares hasta los inmue- tamaño medio, están conformados por
bles de excelente factura, hoy sin funcio- una serie de edificios en torno a un patio
nalidad alguna. y se dedicaban sobre todo a la tejeduría; es
Ni son pocos los que corren serio peligro probable que procedan de una segunda fa-
de desaparición para dar paso a nuevas se, cuando por necesidades de espacio pa-
construcciones como ha sucedido con gran ra la maquinaria se trasladaron los anti-
parte del patrimonio arquitectónico indus- guos telares de las plantas bajas de las casas
trial, uno de cuyos ejemplos señeros como a un espacio mejor preparado para alber-
eran los Tintes del Duque ya no existe. gar los nuevos modelos de mayor tamaño
y en mayor cantidad, buscando una renta- fleja una economía boyante por sus cons-
bilidad más alta. Esta tipología se encuen- trucciones burguesas de principios de siglo,
tra en otros sectores de la ciudad, pero no más propias de una gran ciudad. Leandro
con la concentración que existe en la zona García y Cascón, un importante empresa-
noreste. rio de la industria textil bejarana de princi-
Quedan, por último, las construcciones pios del siglo pasado, era natural de este
más recientes edificadas en polígonos in- pueblo al que favoreció creando industrias
dustriales de los aledaños. de sorteo y peinado de lanas. Tenía un ape-
Como conjunto, todo Béjar es de un in- adero que recogía a los obreros de los pue-
terés global, sobre todo si nos proponemos blos de alrededor transportándolos hasta
un estudio cronológico del patrimonio exis- las instalaciones que poseía. La familia Gar-
tente en la actualidad, ya que pueden deli- cía y Cascón también financió la construc-
mitarse sus características arquitectónicas ción de casas para obreros, tanto en Fuen-
por pertenecer a una época determinada y tes, con una tipología rústica, como en
que pueden definirse a grandes rasgos en: Béjar, aunque de factura urbana de varias
plantas.
• Siglo XVIII (aunque pueden remontarse al
siglo XIII, el patrimonio material más an-
tiguo que se conserva es del siglo XVIII). Ficha técnica
• Auge de los siglos XVIII y XIX. INVENTARIO DE LAS INDUSTRIAS TEXTILES
• Crisis y auge del siglo XIX y principios del XX. DE BÉJAR (SALAMANCA)
137
• Uso y abandono del siglo XX.
AÑO
2003.
No es posible dar por terminado este pe-
queño apunte sobre el patrimonio indus- AUTORES
trial de Béjar sin mencionar Fuentes de Bé- María del Carmen León Pérez. Dirección técnica,
documentación e investigación.
jar, pueblo que llegó a contar con 3.000
Joaquín Pérez García. Documentación gráfica.
habitantes, hoy 200 aproximadamente. Re-
Altos Hornos de la Fundición
«La Concepción» de Marbella (Málaga)
ALTOS HORNOS DE LA FUNDICIÓN «LA CONCEPCIÓN» DE MARBELLA (MÁLAGA)

Se localizan en la finca «La Concepción», «Los nueve primeros en calidad de capita-


carretera de Istán, km 2,300, también lla- listas y D. Francisco Antonio de Elorza en
mada «La Laetitia», 29600 Marbella (Mála- la de socio industrial». En 1828 se inau-
ga), y el acceso es a través del puente sobre gura la ferrería de La Concepción con el
el río Verde a través de la carretera de Istán. sistema tradicional, abundante disponibi-
Durante el año de 1844, Málaga produce lidad de carbón leña y ruedas hidráulicas;
el 72% de toda la fundición española de trabajan en ella 1.084 hombres y 836 acé-
hierro, entre 1833 y 1862 las factorías de milas para el transporte.
«La Concepción» (Marbella), «La Constan- La descripción de las instalaciones y de
cia» (Málaga) y «El Pedroso» (Sevilla) están los hornos en las palabras de Pascual Madoz
a la cabeza de la producción general de hie- en 1847 contando con los siguientes ele-
rros españoles. mentos así lo evidencian: tres altos hornos
Dentro del área donde se encuentran las para carbón vegetal, un horno para calcina-
factorías se localizan cuatro minas en el ción, fraguas comunes, cuatro estufas y apa-
término de Ojén, y seis en Mijas, Benal- ratos de diferente construcción para calen-
mádena y Marbella. En 1825 se inscribe tar el viento con los gases de los hornos, tres
138
una mina de hierro a favor de M. A. He- máquinas de viento de doble acción y rue-
redia, y el 6 de agosto de 1826 se inicia la da hidráulica (fuerza de 25 CV, 14 CV y 8
sociedad de La Concepción con nueve so- CV), una maquina de vapor de alta presión
cios que poseen ocho acciones cada uno. con la fuerza de 18 CV.

Figura 1. Plano de situación.


Los restos de lo que fue la primera em- garabateados lo que podría ser una repre- Figura 2. Alzado.
139
presa siderúrgica española durante parte del sentación de la fábrica.
siglo XIX tienen un grado de conservación Entre la cerca y las edificaciones hay un
desigual. Se puede distinguir la concentra- camino que conecta con la planta superior
ción de edificios donde están los altos hor- de las edificaciones, en la base de éstos y pa-
nos en número de tres, restos de un cuarto, ra salvar el desnivel se ejecutan una serie de
y río abajo, las cuadras, abrevadero, una ca- arcos, lo que da aspecto de viaducto. Debía
pilla y algunas dependencias convertidas en ser el paso por el que circulaban las vagone-
residencia. tas o las bestias cargadas de mineral para lle-
El cauce del río Verde muestra el lecho nar los hornos por el extremo superior o
amplio y seco que en su día suministró «tragantes».
energía a las fábricas. El número de estan- El conjunto de edificaciones está realizado
cias conservadas es reducido en la zona de aprovechando un desnivel y se identifican
las instalaciones de los altos hornos y donde tres hornos y su estado es desigual; ejecuta-
estuvo la rueda hidráulica. Algo alejado y en do con un sistema constructivo especial, una
dirección contraria al cauce hay un tramo base de asiento y un núcleo central con la-
de cerca con una entrada. Hacia el norte se drillos refractarios que siguen un orden es-
ven restos del canal que traía el agua. pecial, siendo posible hasta identificar un
Las construcciones originarias son de sistema de numeración en algunas de las do-
mampostería ordinaria y mixta, mampuesto velas. A continuación se envuelve en un ca-
con verdugada de ladrillos y los refuerzos de jón de ladrillo y mampostería, con ladrillos
ladrillo. Los canales son también de ladrillo en esquinas y en elementos estructurales co-
y en él se observan grafiti: «1858-1850», y mo las roscas de los arcos o las embocaduras
ALTOS HORNOS DE LA FUNDICIÓN «LA CONCEPCIÓN» DE MARBELLA (MÁLAGA)

140

Figura 4. Estado actual.


Figura 3. Estado actual.
de las veneras. El resto se resuelve con maci- • Cubrición de las estructuras de las edifica-
zo recibido en barro enriquecido con cal. ciones para conservación y posible uso
Los ladrillos refractarios son ingleses, dis- (cubierta sencilla de estructura de madera
tinguiéndose dos tipos de diferente tamaño: y faldón de tejas similares a las existentes).
unos con forma o aspecto de pequeños silla- • Desbroce completo y consolidación del
res y forma a veces poligonal y otros más pe- firme de la pasarela.
queños que tienen una inscripción: «IN- • Picado y revoco de las edificaciones.
GHAM AND SONS WORTLEY-LEEDS». • Ruinas: fijación y consolidación.
El aspecto general de los hornos se configura • Limpieza y adecentamiento del entorno
como imponentes troncos de pirámides, con de las atarjeas del sistema hidráulico.
una base cuadrada de aproximadamente unos
8 m de lado y una altura que originariamen- Y por lo que se refiere al Avance del Pro-
te debía oscilar entre los 10 y los 11 m. grama de Usos: expositivo, con acondicio-
Dentro de un programa de recuperación namiento de una de las edificaciones como
requeriría una limpieza general y desbroce centro de interpretación de este conjunto,
del conjunto para identificación de las tra- mientras que el otro podría ser de las trans-
zas que aún permanecen. Excavación ar- formaciones de la ciudad.
queológica para verificar, en la medida de lo
posible, los restos del patio de moldería e
investigación de la traza de la red hidráulica Ficha técnica
de alimentación del sistema de altos hornos. ALTOS HORNOS DE LA FUNDICIÓN
141
Análisis metalográfico de los restos de «co- «LA CONCEPCIÓN» DE MARBELLA (MÁLAGA)
lada» y un reconocimiento y recuperación ARQUITECTO
del trazado de los canales de alimentación Óscar Gil Delgado.
desde el río Verde.
ARQUEÓLOGO
En cuanto al Avance del Programa de In- Juan Carlos Jiménez Barrientos.
tervenciones:
Inventario de poblados ferroviarios
en España
El Inventario de poblados ferroviarios en Es- siglo XIX y la primera mitad del siglo XX y
paña, vinculado al Plan Nacional de Patri- en donde convivieron numerosas familias
monio Industrial, fue elaborado entre los vinculadas laboralmente con esta actividad
meses de julio y diciembre del año 2002 por de transporte.
INVENTARIO DE POBLADOS FERROVIARIOS EN ESPAÑA

el Programa de Historia Ferroviaria, depar- El Inventario permitió acopiar una im-


tamento dependiente de la Dirección de portante documentación de carácter gráfi-
Documentación y Archivo Histórico Ferro- co y oral, además de la identificación de un
viario de la Fundación de los Ferrocarriles buen número de expedientes de archivo, la
Españoles. mayoría de los cuales se encuentran deposi-
La realización de este trabajo tenía como tados en el Archivo Histórico Ferroviario
objetivo más inmediato desarrollar una de la Fundación de los Ferrocarriles Espa-
primera incursión en la localización y co- ñoles. Todas estas fuentes permitieron con-
nocimiento de los poblados ferroviarios y tinuar años después con la investigación,
dar a conocer su destacada importancia que ha estudiado y profundizado acerca de
dentro del conjunto del Patrimonio Histó- las motivaciones que indujeron a las em-
rico Industrial español. El Inventario fue presas ferroviarias a crear estos asentamien-
142
concebido con la pretensión de identificar, tos, así como diferenciar las diferentes tipo-
describir, conocer el estado actual y aco- logías de estos espacios, las características
piar el máximo de documentación existen- arquitectónicas de sus viviendas y sus edifi-
te sobre estos núcleos de población de ori- cios comunes, su organización administra-
gen ferroviario, que surgieron por todo el tiva y social, las condiciones de vida de sus
territorio nacional durante el período moradores y, en definitiva, la evolución de
comprendido entre la segunda mitad del estos núcleos de población desde su origen

Figura 1. San Vicente de Caldars, Tarragona. Figura 2. Moreda, Granada.


Figura 3. Linares-Baeza, Jaén. Figura 4. Los Rosales, Sevilla.

hasta nuestros días. El fruto de todo este es- tos, barrios ferroviarios puros, barrios ferro-
fuerzo documental y de investigación se viarios mixtos, aldeas ferroviarias puras y al-
puede conocer a través de la publicación deas ferroviarias mixtas) en la que distribuir a
Historia de los poblados ferroviarios en Espa- los 47 lugares que compusieron finalmente el
ña, editada en 2006. Inventario. Los núcleos inventariados, distri-
La elaboración del Inventario de pobla- buidos territorialmente en once comunida-
143
dos ferroviarios en España precisó de una fa- des autónomas diferentes, son los siguientes:
se intensiva de trabajo de campo en la que
se visitaron 102 lugares susceptibles de ser • Andalucía: Doña María-Ocaña, Las Tres
incorporados al referido Inventario. Se re- Villas (Almería); Estación de Nacimiento,
corrieron 25.000 km a lo largo y ancho del Nacimiento (Almería); Santa Fe-Alhama,
territorio del Estado y se contactó con más Santa Fe de Mondújar (Almería); Estación
de medio centenar de residentes en estos de Serón, Serón (Almería); Estación de Bel-
núcleos de población. Cuarenta de ellos mez, Belmez (Córdoba); Estación de Gua-
prestaron su testimonio de vida laboral y dix, Guadix (Granada); Estación de More-
familiar en estos espacios a los integrantes da, Morelábor (Granada); Puerto de la Laja,
del equipo de trabajo. Las entrevistas reali- El Granado (Huelva); Estación de Espeluy,
zadas se encuentran en proceso de catalo- Espeluy (Jaén); Estación de Linares-Baeza,
gación para su consulta posterior dentro Linares (Jaén); Estación de Mengíbar-Las
del Archivo Histórico Ferroviario de la Palomeras, Jabalquinto (Jaén); Estación de
Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Vadollano, Linares (Jaén); Estación de Bo-
La realización de las visitas de campo per- badilla, Antequera (Málaga); Los Prados,
mitió, por una parte, excluir definitivamente Málaga (Málaga); Villanueva del Río y
de la lista a aquellos lugares que, una vez re- Minas (Sevilla); Los Rosales, Tocina y Los
conocidos, se apartaban del concepto de po- Rosales (Sevilla).
blado ferroviario, y, por otra, permitió reali- • Aragón: Estación de Canfranc, Canfranc
zar una clasificación tipológica (poblados (Huesca); Sierra Menera, Ojos Negros (Te-
ferroviarios puros, poblados ferroviarios mix- ruel); La Almozara, Zaragoza (Zaragoza).
INVENTARIO DE POBLADOS FERROVIARIOS EN ESPAÑA

Figura 5. Almorchón, Badajoz. Figura 6. Canfranc, Huesca.

• Castilla y León: Estación de Astorga-San Arco, Fuente del Arco (Badajoz); Aldea
Andrés, Astorga (León); Barruelo de San- Moret, Cáceres (Cáceres); Arroyo-Mal-
tullán (Palencia); Venta de Baños, Venta partida, Cáceres (Cáceres); Estación de
de Baños (Palencia); Estación de Torral- Monfragüe, Malpartida de Plasencia (Cá-
ba, Medinaceli (Soria). ceres); Estación de Valencia de Alcántara,
• Castilla-La Mancha: Estación de Agra- Valencia de Alcántara (Cáceres).
144
món, Hellín (Albacete); Estación de • Principado de Asturias: Estación de Vi-
Chinchilla, Chinchilla de Montearagón llabona de Asturias, Concejo de Llanera
(Albacete). (Asturias); Puente de los Fierros, Conce-
• Cataluña: Maçanet-Massanes, Maçanet jo de Lena (Asturias).
de La Selva y Massanes (Girona); Port • Región de Murcia: Estación de Calaspa-
Bou (Girona); Prat de Pinter, Surroca rra, Calasparra (Murcia).
d’Ogassa (Girona); Estación de Mora La
Nova, Mora La Nova (Tarragona); Esta- El trabajo de campo elaborado de cada
ción de Roda de Bará, Roda de Bará (Ta- uno de los lugares seleccionados se plasmó
rragona); Estación de San Vicente de en la elaboración de una ficha descriptiva
Calders, El Vendrell (Tarragona). individual integrada por los siguientes apar-
• Comunidad de Madrid: Algodor, Aranjuez tados: ubicación territorial; descripción del
(Madrid); Estación de Vicálvaro, Madrid espacio; reseña histórica; entorno natural
(Madrid); Las Matas, Las Rozas (Madrid). próximo; bienes de interés cultural existen-
• Comunidad Foral de Navarra: Castejón tes en el municipio al que pertenece; entor-
(Navarra). no socioeconómico; evolución de la pobla-
• Comunidad Valenciana: La Encina, Vi- ción; situación jurídica y patrimonial de los
llena (Alicante); Puerto de Sagunto, Sa- inmuebles; fuentes y bibliografía; croquis
gunto (Valencia). esquemático y anexo fotográfico.
• Extremadura: Almorchón, Cabeza del Por último, el Inventario concluía con un
Buey (Badajoz); Estación de Aljucén, análisis comparativo sobre el estado actual y la
Mérida (Badajoz); Estación de Fuente del potencialidad futura de los 14 poblados ferro-
viarios puros con vista a su posible recupera- este espacio se desarrollaron, con posteriori-
ción en clave cultural y de ocio. Del referido dad, diversos estudios, siendo el más relevante
análisis, el Instituto del Patrimonio Histórico el efectuado durante el año 2005 y que tuvo
Español escogió al Poblado Ferroviario de como objetivo la redacción del Plan Director
Monfragüe, en la provincia de Cáceres. Sobre para la recuperación de este enclave ferroviario.

Ficha técnica
INVENTARIO DE POBLADOS FERROVIARIOS EN ESPAÑA
Elaborado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles / Dirección de Documentación y Archivo His-
tórico Ferroviario / Programa de Historia Ferroviaria durante el segundo semestre de 2002. El equipo de re-
dacción estuvo integrado por:
• Francisco Polo Muriel (coordinador) (licenciado en Geografía e Historia, Fundación de los Ferrocarriles
Españoles y Universidad Autónoma de Madrid).
• Domingo Cuéllar Villar (doctor en Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles y Universidad
Autónoma de Madrid).
• Miguel Jiménez Vega (licenciado en Geografía e Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles).
• Elena María de Luis Roldán (licenciada en Historia del Arte, Fundación de los Ferrocarriles Españoles).
• Miguel Muñoz Rubio (doctor en Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles y Universidad Au-
tónoma de Madrid).
• José Mariano Rodríguez Martínez (ingeniero técnico en Informática de Gestión, Fundación de los Fe-
rrocarriles Españoles).

145
La Real Fábrica de Pólvora
de Villafeliche (Zaragoza)
La irrupción de la pólvora más importantes centros polvoreros de la
Monarquía española, existiendo en la época
La fórmula tradicional de fabricación de la en que José Campillo fue su director (1764)
LA REAL FÁBRICA DE PÓLVORA DE VILLAFELICHE (ZARAGOZA)

pólvora (carbón vegetal, azufre y salitre) 175 molinos. La importancia de la fábrica


aparece ya claramente expresada en los tex- radicaba no sólo el abastecimiento militar,
tos de Roger Bacon en el siglo XIII1, cons- pues Villafeliche, aparte de abastecer a los
tatándose el uso de la artillería por los ejér- contingentes y flotas reales, hacía lo propio
citos castellanos en el sitio de Tarifa con la práctica totalidad de las fortificacio-
(1340), desarrollándose el uso de bombar- nes del norte de España, incluidas las gran-
das y morteros en los ejércitos europeos des fortalezas de la frontera francesa y lusa,
hacia 1370, al calor de la guerra de los sino también un amplio uso civil, pues la
Cien Años2. Durante esta época se co- pólvora obtenida en Villafeliche se usó, en-
mienza a generalizar el uso de la pólvora tre otros fines, para la explotación de las mi-
con fines militares, uso que se universaliza nas de plomo del Valle de Plan, las de Ara-
con la aparición de las armas portátiles lar en Navarra, las de Azogue del Collado
(1470-1480) y la extensión del uso de la de la Plata.
146
artillería embarcada (1440). Existían otros centros de fabricación de
pólvora en España: Granada (probablemente
la más importante con Villafeliche), Murcia
La pólvora en Villafeliche y Manresa. Pero la radical original de la fá-
brica aragonesa radica en su peculiar disposi-
No es casual que en este momento históri- ción y método de fabricación: en vez de fa-
co, a lo largo del siglo XVI y a tenor de las bricarse la pólvora en un recinto cerrado, una
cada vez más elevadas necesidades de los gran factoría, como es el caso del resto de las
ejércitos de los Austrias, comenzara la fabri- Reales Fábricas citadas, en Villafeliche se fa-
cación de pólvora en Villafeliche, de la que bricaba al aire libre, mediante un sistema de
tenemos constancia escrita ya a finales de la pequeños molinos en cadena, de factura ru-
centuria. Desde mediados del siglo anterior dimentaria. La pólvora se oreaba, secaba, en-
se usa la pólvora «en grano», más estable, sacaba, almacenaba y encartuchaba en la
1
Véase KEEN, M. (ed.): Historia de que es la que se fabrica en la villa. propia villa, en el lugar mismo de su fabrica-
la Guerra en la Edad Media, Macha- Suponemos que al final del siglo XVII o ción.
do Libros, Madrid 2005, pp. 348. principios del XVIII se concede al conjunto Para la Monarquía, «el modelo Villafeli-
2
En KEEN, M. (ed.): op. cit. Armas fabril de Villafeliche el estatus de Real Fá- che» era altamente rentable, ya que propie-
de fuego, pólvora y ejércitos permanen-
brica, poniéndose la gestión de la produc- dad de la Monarquía tan sólo era el almacén
tes; pp. 347-368. Se ofrece un buen
ción bajo gobierno real y desarrollándose de pólvora, la oficina, otros almacenes y las
resumen de la introducción del arma
de fuego y el uso de la pólvora con fi- increíblemente el volumen de la misma. garitas de los guardias. El personal era esca-
nes militares en la Baja Edad Media En el período de esplendor, Villafeliche se so, unas cinco personas entre personal mili-
europea. convierte, si no el principal, en uno de los tar y civil. Los molinos eran de propiedad
Figura 1. Plano de situación de la Real
Fábrica de Pólvora de Villafeliche.

privada y se construían previa licencia de la fuertes estiajes del río Jiloca y el estado de
Monarquía, para ello ésta solía adelantar el la acequia hacían inviable la posibilidad
dinero que era devuelto en «especie», es de- de accionarse hidráulicamente como anti-
cir, en pólvora. Por ello, el «modelo de Vi- guamente.
llafeliche» se exportó a Santa Fe de Indias, A instancias del Gobierno de Aragón, los
en México, en 1777. restos de la antigua Real Fábrica fueron ob-
La Real Fábrica entró en decadencia jeto de un Plan Director realizado por el
poco después de la Guerra de Indepen- Instituto de Patrimonio Histórico Español.
dencia (1808-1814), en la que habíamos La complejidad y la extensión material de
visto fue pieza destacada. No ya por la los restos de la fábrica y, por otro lado, la si- 147
destrucción de sus instalaciones por el in- tuación jurídica de las mismas han retrasa-
vasor, rápidamente reconstruidas, sino do la intervención en los restos materiales
por la introducción de nuevas fábricas ex- de la fábrica pese a ser declarada Bien de In-
plosivas durante el siglo XIX. Finalmente, terés Cultural por el Gobierno de Aragón.
la pólvora pasó a fabricarse en Villafeliche La principal dificultad estriba en que los
ya no para los Reales Ejércitos, sino a ni- molinos siempre fueron de propiedad parti- Figura 2. Molinos de pólvora.
vel privado e incluso en ciertos períodos
de contrabando hasta tiempos relativa-
mente recientes (1980).

Estudio previo al Plan Director

En la actualidad se pueden apreciar en un


largo valle los restos de algunas decenas
de molinos. Uno de los molinos fue res-
taurado, pero la reconstrucción de la ma-
quinaría no fue plenamente satisfactoria.
Posteriormente se mecanizó parte de esta
maquinaría para poder accionarla me-
diante un grupo electrógeno, ya que los
cular y en la actualidad se hallan inscritos en de pólvora del siglo XVIII para, finalmente,
el Registro de la Propiedad y documentados poder ver funcionando uno de los molinos
unos pocos. Esta situación jurídica se espe- de pólvora.
ra resolver en breve para poder actuar sobre
los restos materiales. Ficha técnica
Durante 2007 y financiado por el Servi- REAL FÁBRICA DE PÓLVORA DE VILLAFELICHE
cio de Investigación y Difusión del Patri- PROVINCIA
Zaragoza.
monio Cultural del Gobierno de Aragón se
LA REAL FÁBRICA DE PÓLVORA DE VILLAFELICHE (ZARAGOZA)

ha realizado un estudio histórico de esta fá- COMARCA


brica. Calatayud.
La propuesta de actuación será la crea-
MUNICIPIO
ción de un espacio didáctico donde explicar Villafeliche.
los pormenores de la fabricación y una ruta
por el valle que encierra las instalaciones LOCALIDAD
Villafeliche.
donde a través de paneles de interpretación
se explicará el proceso. Para ello es necesario ACTUACIÓN
limpiar, consolidar los restos, abrir accesos, Estudio previo al Plan Director.
etc. De esta forma, antes de iniciarse la ru- ARQUITECTO
ta, los visitantes entenderán cómo se fabri- Javier Ibargüen.
caba la pólvora, la importancia de esta fá-
DOCUMENTACIÓN
brica, el modelo de la misma, y podrán
148 Juan José Nieto Callén.
entender los restos de este centro productor
La Real Fábrica de Metales de Riópar.
San Juan de Alcaraz (Albacete)
El Conjunto Industrial de las fábricas de reconocerse la insistencia en pro de la
metales de Riópar consiste en un com- consecución de sus objetivos en la impor-
plejo fabril que inicia su actividad a fina- tante transformación del medio natural,
les del siglo XVIII, como consecuencia de virgen en el siglo XVIII, la construcción de
la explotación de las minas de calamina y infraestructuras, caminos, puentes, em-
que se desarrolla a lo largo de los si- balses, canales, la creación de edificios in-
glos XVIII, XIX y XX en un amplio territo- dustriales, ingenios y maquinaria, asenta-
rio regado por los ríos Vega y Mundo y mientos residenciales, escuelas, iglesias,
los arroyos Gollizo y Piedra de la Torre. etc. Es la riqueza colectiva constituida
Son las minas de S. Jorge y S. Agustín por todos aquellos bienes materiales e in-
y en sus cercanías los emplazamientos materiales de valor histórico, artístico,
de S. Juan, S. Carlos, S. Rafael, S. Luis y científico, técnico o documental que sub-
S. Miguel y un extenso entorno que his- sisten o perduran en una amplia zona. Pe-
tóricamente estuvo afectado por estos ro no se trata de una suma de elementos
asentamientos, también se extiende al heterogéneos. La primera conclusión a
complejo sistema hidráulico de canales, que nos permite aproximarnos el presente
149
embalses, casetas de distribución, presas, Estudio Previo es la comprobación de que
puentes, caminos etc., es decir, se trata de existe un conjunto unitario. Todos los es-
una gran extensión del territorio de Rió- fuerzos, por tanto, deben realizarse para
par y sus alrededores, de lo construido y preservar y recuperar el conjunto en su
del medio físico modificado por el hom- concepción de globalidad y la preserva-
bre para el desarrollo de la actividad in- ción y la recuperación deben entenderse Figura 1. Plano de situación de la Real
dustrial. También debe incluirse en este global y no parcial. Fábrica de Metales de Riópar.
conjunto la antigua fábrica de hojalata si-
tuada en el pueblo de El Salobre.
El Conjunto Industrial es el legado de
muchas generaciones empeñadas en una
tarea común. No se trata de un bien de
creación individual, por el contrario es el
fruto del compromiso, de la insistencia,
de la inteligencia y de la laboriosidad de
una comunidad a lo largo de dos centu-
rias. Su testamento no es una obra con-
creta o aislada. Es el conjunto de innu-
merables huellas que la comunidad fue
marcando desde el inicio de la explota-
ción de las minas de calamina, a finales
del siglo XVIII, hasta nuestros días. Puede
LA REAL FÁBRICA DE METALES DE RIÓPAR. SAN JUAN DE ALCARAZ (ALBACETE)

Figura 2. Vista de conjunto de una La declaración de Bien de Interés Cul- da, para regularizar su situación jurídica. La
instalación fabril de Riópar. tural deberá tener el carácter de globalidad incoación de expediente de declaración de
antes referido e integrarlo en la categoría de B.I.C. debe realizarse urgentemente para
Conjunto Histórico. Con este fin se incluye evitar el continuo deterioro y degradación
un plano de delimitación del Bien. de los bienes a conservar. El expediente de
La declaración debe tener la categoría de declaración de B.I.C. deberá tener en cuen-
Conjunto Histórico Artístico y abarcar la ta la situación en la que se encuentra el ex-
totalidad de los asentamientos del Conjun- pediente de declaración del Parque Natural.
to Industrial, incluso su entorno, así como Tras una primera aproximación al Con-
las minas y los sistemas hidráulicos. Dada la junto, podemos afirmar que gran parte de
complejidad de la extensión del conjunto, su patrimonio presenta condiciones ade-
150
debe completarse la documentación presen- cuadas para situarlo en el ámbito de coo-
tada en este Estudio Previo adjuntándose la peración entre recursos culturales de diver-
compleja documentación catastral solicita- sa índole de la zona, que tras una gestión
integradora permita la rehabilitación,
puesta en valor y conservación del patri-
monio cultural. En este sentido parece
adecuado potenciar los usos museísti-
cos, los docentes, los científicos, los de la
Escuela Taller relacionados con las fábri-
cas, etc., y completar esos usos con otros
de servicios y hospedaje ligados a los recur-
sos naturales. Se propone crear una alianza
entre el desarrollo de los recursos naturales
y patrimoniales, que el Plan Director debe
definir, establecer las pautas de dicha
alianza que concluyan en un Programa
Operativo de Desarrollo de la Comarca.
En la propuesta de actuación se propo-
nen tres fases de intervención condiciona-
das fundamentalmente por las posibilidades
de cambio de titularidad. Se propone, así
Figura 3. Canalización del conjunto industrial de Riópar. mismo, que la Administración establezca
los mecanismos adecuados para que la pro- El Plan Director de Riópar contará con
piedad del Fondo de Garantía Salarial pase las siguientes fases: Memoria Descriptiva,
al Ayuntamiento de Riópar. Previo al des- Análisis Histórico, Estudio Jurídico, Análi-
arrollo del Plan Director habrá que llevar a sis del Estado de Conservación, Instrumen-
cabo labores más intensivas de investigación tos Auxiliares, Diagnóstico, Plan de Inter-
que comenzarían por las imprescindibles venciones General, Plan de Organización
intervenciones arqueológicas, que com- de Servicios y Futuros Usos, Plan de Estu-
prenderán prospecciones, sondeos arqueo- dios e Investigación, Plan de Gestión y Plan
lógicos y excavaciones en área. de Difusión y Publicación.

Ficha técnica
LA REAL FÁBRICA DE METALES DE RIÓPAR. SAN JUAN DE ALCARAZ (ALBACETE)
El Estudio Previo al Plan Director del Conjunto Industrial de la Fábrica de Metales en Riópar (Albacete) ha si-
do encargado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Subdirección General del Patrimonio
Histórico Español.
El encargo se realiza a B.A.B. ARQUITECTOS, S.L. y los autores del Estudio Previo son los arquitectos
Eduardo Barceló de Torres, Mercedes Álvarez García e Ignacio Barceló de Torres y con la colaboración de
los arquitectos D. Javier Galiana de la Morena e Isabel de Cárdenas.
Este Estudio Previo está enmarcado dentro del Plan de Patrimonio Industrial promovido por el Institu-
to del Patrimonio Histórico Español.

151
Paisaje Industrial del Pontón de la Oliva.
Patones-Torrelaguna (Madrid)
PAISAJE INDUSTRIAL DEL PONTÓN DE LA OLIVA. PATONES-TORRELAGUNA (MADRID)

La zona de estudio ocupa un extenso terri- drid en la primera mitad del siglo XIX, ante
torio localizado en los Términos Municipa- el crecimiento desbordante de la población,
les de Patones, Torremocha de Jarama y To- provoca la necesidad imperiosa de alternati-
rrelaguna (Madrid). Presenta curiosas vas al sistema de abastecimiento tradicional
peculiaridades morfológicas, debidas a los mediante los «viajes de agua».
afloramientos de los estratos pertenecientes En estas condiciones el entonces ministro
al Cretácico de calizas dolomíticas de origen de Fomento, don Juan Bravo convoca a los
marino y a los fenómenos kársticos, y se ca- ingenieros Rafo y Ribera para que estudien
racteriza por la presencia de dos ríos de gran soluciones, lo que trae como consecuencia la
importancia en la Comunidad de Madrid, redacción de la «Memoria razonada sobre la
el Lozoya y el Jarama. El recorrido de estos posibilidad y conveniencia de conducir a
ríos presenta una serie de características Madrid las aguas del río Lozoya» en la que se
(amplitud, encajonamiento, altitud, etc.) justifica y promociona la traída de aguas
muy adecuadas para la captación de aguas, desde este lejano afluente del Jarama (1848).
lo que ha dado lugar a numerosas infraes- Tras un lapso de tiempo, en el que se crea
tructuras hidráulicas. la sociedad Canal de Isabel II y se dota a la
152
misma de los medios necesarios, se inician
las obras en una garganta del río próxima a
Memoria histórica su confluencia con el Jarama (1951), en una
ceremonia que tiene por protagonistas al
Figura 1. Ortofoto del área de estudio
con señalización de los elementos inte- La acuciante situación de déficit en el abas- rey consorte don Francisco de Asís y al pro-
grantes del paisaje industrial. tecimiento de agua potable vivida en Ma- pio Bravo Murillo.
Así pues, el Canal de Isabel II inicia su
andadura histórica en las tierras del noreste
de Madrid limítrofes con la provincia de
Guadalajara, en la garganta llamada del
Pontón de la Oliva, término municipal de
Patones. El resto de su trayectoria por estas
tierras de los términos municipales de Pato-
nes, Torremocha y Torrelaguna, se resume
en los hechos que se exponen a continua-
ción, cronológicamente ordenados.

• 1851. Real Decreto de creación del Canal


de Isabel II (18 de junio). Se constituye el
equipo de ingenieros directores de las
obras. El 11 de agosto tiene lugar la inau-
guración solemne de las obras en el Pon-
tón de la Oliva, con la presencia del rey
consorte don Francisco de Asís de Bor-
bón y don Juan Bravo Murillo, ministro
impulsor del proyecto.
• 1852. Se inician las obras de cimentación
de la presa así como las de los diversos
tramos del acueducto, tras la instalación
de los almacenes y las industrias auxiliares
(caleras, molinos herrería...), bajo la di-
rección del equipo de ingenieros coman-
dado por García Otero.
• 1853. Terminación del acueducto elevado
de Las Cuevas, obra de Lucio del Valle.
• 1856. El 25 de noviembre se inaugura un
tramo del canal que derrama sus aguas en
el río Guadalix.
• 1858. Inauguración oficial, el 24 de ju- • 1911. Entrada en servicio del nuevo ca- Figura 2. Plano histórico de la zona
nio, de la traída de aguas que fluyen en nal sin estar acabada la central eléctrica. de estudio.
un surtidor de la glorieta de San Bernar- • 1913. Con la terminación de las obras de la
do ante autoridades y público. Obras de central hidroeléctrica de Torrelaguna se ini-
la traída de aguas del Guadalix: azud, de- cia el suministro eléctrico desde la misma.
153
pósito de sedimentación y acueducto. • 1922. Entrada en servicio de la presa de
Llegada del agua a la fuente de la Red de Puentes Viejas proyectada por el ingenie-
San Luis de Madrid. ro Díaz del Castillo.
• 1863. Se inician las obras del segundo de- • 1925. Inicio del Canal Alto que une el
pósito proyectado por Ribera que se pa- depósito de Torrelaguna con Madrid en
ralizarán pronto. paralelo al Canal de la Parra.
• 1873. Entrada en servicio de la presa del • 1936. La Guerra Civil paraliza todas las
Villar, primera auténtica reserva hidráuli- obras en marcha entre las que se encuen-
ca de Madrid, proyectada y dirigida por tran nuevos depósitos y la red de unión
Elzeario Boix y José Morer. El ingeniero entre ellos.
Martín Montalvo construye la presa de • 1940. Se reanudan las obras del Canal Al-
«derivación» de la Parra, aguas arriba to, que entran en servicio al año siguien-
de la de El Pontón de la Oliva. te, bajo la dirección de Álvaro Bielza.
• 1907. Ramón Aguinaga, designado nue- • 1948. Proyecto del Canal del Jarama.
vo director, presenta un plan que incluye Restauraciones en el Canal Antiguo. Va-
el aprovechamiento hidroeléctrico y la riante de los Yesos.
construcción de un nuevo canal denomi- • 1951. Construcción de la presa de Riose-
nado «Transversal» o del Villar, conectan- quillo.
do esta presa con el canal de la Parra me- • Durante los años cincuenta se realizan las
diante un nuevo depósito en Torrelaguna obras del Canal del Jarama. Prospeccio-
y un salto de agua de 150 metros de des- nes y excavaciones arqueológicas en el po-
nivel. blado celtibérico del Cerro de la Oliva.
PAISAJE INDUSTRIAL DEL PONTÓN DE LA OLIVA. PATONES-TORRELAGUNA (MADRID)

Patones
de Arriba

Patones
de Abajo

Torremocha
de Jarama

154

Torrelaguna

Figura 3. Principales construcciones • 1963. Construcción del Canal del Atazar. Para llevar a cabo acciones tendentes a
en el paisaje industrial del Pontón de • 1967. Inauguración de la estación de tra- conseguir para el área donde se centra el
la Oliva-Canal de Isabel II (Patones-
tamiento de Torrelaguna y de las presas de estudio las rentabilidades socioculturales
Torrelaguna).
Pinilla en el Lozoya y de El Vellón en el que se persiguen, es indispensable recono-
río Guadalix. Obras de captación subálvea cer el papel decisivo jugado por el Canal
mediante pozos Ranney en la confluencia de Isabel II en el proceso de cambio expe-
del Jarama y el Lozoya. rimentado en la zona en los últimos cien-
• 1971. Se acaban las obras de la Presa de to cincuenta años. Desde su condición
El Atazar con un hiperembalse que, con inicial, exclusivamente agrícola y ganade-
sus 426 Hm3, duplica la capacidad de ra, hasta la actual situación en la que una
embalse del sistema del Lozoya . significativa parte de la población se dedi-
• 2001. Con motivo del 150 aniversario de ca a actividades relacionadas con el ocio
su creación, el Canal de Isabel II y la fun- (hostelería, restauración, deportes de
dación cultural del mismo nombre reali- montaña...), sin contar con los que direc-
zan obras de rehabilitación y acondicio- tamente trabajan en las instalaciones del
namiento en el Pontón de la Oliva. Canal, los tres términos municipales (Pa-
tones, Torremocha y Torrelaguna), des-
pués de pasar por una etapa de profunda
depresión, han iniciado una etapa de re-
conversión.
Desde el punto de vista industrial el Ca-
nal es una empresa que, tras ciento cin-
cuenta años de existencia, se halla en ple-
na pujanza. Desde el punto de vista
cultural, tiene una plena conciencia de su
origen, trayectoria y papel social. Así lo ha
asumido con la reciente creación de la
Fundación Canal de Isabel II cuyos obje-
tivos primordiales pasan por poner en va-
lor su patrimonio histórico, artístico y do-
cumental así como promover actividades
culturales relacionadas con el agua. Desde
el punto de vista económico-social, la Ad- rias para rentabilizar culturalmente el es- Figura 4. Pontón de la Oliva. Baran-
ministración en general, y mas explícita- fuerzo. dilla en el lateral de la presa.
mente la Comunidad de Madrid a través Entre otros posibles se proponen por su
del Canal de Isabel II, tiene la oportuni- interés los siguientes:
dad (por no decir el compromiso moral)
155
de apoyar cualquier acción encaminada a • Itinerario del Canal Antiguo. Su objetivo
poner de relieve los recursos turísticos y sería dar a conocer el origen y primeras
educativo-culturales que pueda ofrecer el realizaciones del Canal.
área recorrida por los distintos canales, en • Itinerario del Canal del Alto Jarama. Se
concreto, las demandadas por el territorio puede/debe combinar con las visitas al
donde nació el Canal, y que ha soportado poblado celtibérico del Cerro de la Oliva
la irreversible transformación de su primi- y Cueva del Reguerillo de interés geológi-
tivo paisaje agrícola y ganadero en paisaje co y arqueológico.
industrial.
Estos itinerarios, llamémosles «libres»,
deben complementarse con visitas guiadas
Propuestas por personal adiestrado (podría ser del Ca-
nal) sujetas a calendario y horario
Para conseguir estos objetivos enunciamos a Para facilitar el acceso es imprescindible
continuación una serie de propuestas que el acondicionamiento de los caminos de ser-
no pretenden, ni remotamente, agotar la vicio del Canal en el área, principalmente
materia, pero que pueden servir de orienta- los que recorren el canal del Jarama.
ción para la puesta a punto de futuras ope- Para rentabilizar el esfuerzo y procurar
raciones. cobijo a los visitantes se plantea la rehabili-
Estudiar y poner en marcha itinerarios tación de algunas de las casillas de la guar-
culturales, ilustrados con folletos, y con la dería, hoy día deshabitadas, para acoger pe-
señalización e información in situ necesa- queñas «aulas del agua», donde se explique
nuevo uso, así como la intervención de la
D.G. de Educación y Cultura, como ti-
tular del inmueble, por otra parte total-
PAISAJE INDUSTRIAL DEL PONTÓN DE LA OLIVA. PATONES-TORRELAGUNA (MADRID)

mente deseable.
• El terreno de la Dehesa de la Oliva, donde
se ubica el antiguo presidio, lo que supon-
dría la construcción de un nuevo edificio
para albergar nuevo centro. Tendría la ven-
taja de su inmediata proximidad al Pontón
y de disponer de aparcamiento ordenado,
preparado por los servicios del Canal.

Como es natural, es deseable que las ac-


tuaciones a llevar a cabo se realicen en ple-
na colaboración de los organismos implica-
dos que, en primera instancia, son los
Figura 5. Pontón de la Oliva. Vista de forma sencilla mediante paneles, maque- ayuntamientos de la zona y el Canal de Isa-
desde el mirador de la presa. tas y otros medios, el funcionamiento de los bel II y, como animadores, las distintas or-
diversos elementos de cada canal. ganizaciones autonómicas con competen-
La creación de un Aula del Agua, o cen- cias en la zona, como son las Consejerías de
tro de interpretación donde se exponga vi- Educación y Cultura y Medio Ambiente,
156
sual y gráficamente la aventura del agua del así como el Ministerio de Cultura, inspira-
Lozoya desde que nace en la sierra hasta que dor de la iniciativa.
llega a los domicilios madrileños.
La elección del lugar donde implantarla
Ficha técnica
tiene dos opciones que se ofrecen como in-
PAISAJE INDUSTRIAL DEL PONTÓN
mediatas: DE LA OLIVA. CANAL DE ISABEL II-PATONES-
TORRELAGUNA, MADRID
• El Palacio Arteaga de Torrelaguna, anti-
AÑO
gua sede administrativa del Canal, situa- 2003
do a la entrada del área estudiada desde la
COORDINADOR DEL ESTUDIO
carretera nacional I. Ello implicaría la re-
Manuel Cuadrado Isasa. Arquitecto.
habilitación del edificio y adecuación a su
Paisaje Industrial del valle de Turón (Asturias)

El Estudio Previo al Plan Director del Encla- El valle de Turón, formado por las
ve Minero del Valle del Río Turón, en Asturias parroquias de Figaredo, San Martín y Ur-
responde al objetivo de sentar las condiciones biés, tiene una extensión de unos 50 km2.
generales y particulares para la transformación Este ámbito presenta una configuración
del conjunto territorial que constituye el pai- muy compartimentada del espacio, articu-
saje minero histórico del Valle del Río Turón lándose en torno a un valle estrecho y en-
en un espacio sociocultural. cajado, con abruptos relieves y fuertes
Será un medio o instrumento que para pendientes que condicionan los asenta-
dotar al conjunto de una proyección social, mientos humanos.
mediante la explotación cultural a través de Como cualquier otro valle de la cuenca
su adecuación a la visita pública y mediante minera, el valle de Turón aún muestra ras-
el desarrollo de actividades culturales diver- gos físicos de su pasado minero, actividad
sas, contextualizadas éstas en el ámbito his- que está a punto de concluir cuando lleva
tórico y técnico de la minería del carbón. más de un siglo de explotación, y que ha de-
Para el logro de estos objetivos deberá jado más de 360 piezas catalogadas de ar-
partirse de una concepción unitaria y global queología industrial.
del conjunto del enclave minero, contem- Numerosos vestigios mineros e industria-
157
plándose todos y cada uno de los elementos les se reparten por todo el valle. De este ri-
integrantes de forma interrelacionada, co patrimonio histórico-industrial destacan
coherente y legible para facilitar al máximo el castillete del Pozo Espinos, realizado me-
la comprensión e interpretación del mismo. diante estructura mixta de perfilería metáli-
Este tratamiento integral y respetuoso de ca roblonada y madera, así como los pozos
todo su patrimonio industrial deberá com- de Santa Bárbara (incluido en el Plan Na-
patibilizarse con la explotación y gestión de cional de Patrimonio Industrial) y San José,
las posibilidades que el turismo cultural en- el conjunto de La Cuadriella (chimenea,
cierra, así como con la dinamización so- chalet de Rafael del Riego, etc.).
cioeconómica de la zona. A medida que se abandona el fondo del Figura 1. Delimitación del Paisaje
valle se pueden encontrar núcleos tradicio- Industrial.

1. Descripción del bien industrial,


historia, significación territorial
y sociocultural, procesos
de producción

Descripción del bien industrial

Turón es un enclave territorial pertenecien-


te al concejo de Mieres, integrado en la zo-
na central de Asturias, a escasos kilómetros
de la capital.
PAISAJE INDUSTRIAL DEL VALLE DE TURÓN (ASTURIAS)

Figura 2. Estudio previo al Plan Di-


rector del Enclave Minero del Valle del
Río Turón.

nales de población en los que las casas con • 1972. Integración de Hulleras de Turón
corredor, los hórreos, las paneras y algún en Hunosa.
que otro molino sobresalen en el paisaje.
Los conjuntos etnográficos Llano Pomar, Significación territorial y sociocultural
Vallicuera y San Justo cuentan con cons-
158
trucciones de los siglos XVIII y XIX, con- Las características especiales del valle, con
servándose en San Justo una ermita del si- una clara orientación este a oeste, marcada
glo IX reconstruida tras la Guerra Civil por el curso del río Turón, condicionaron
hasta la que llegaba una variante del Ca- históricamente el doblamiento que aparece
mino de Santiago, y un hospital de pere- dispuesto como una prolongación lineal
grinos. De los molinos, el mejor conserva- urbano-rural en la que se entremezclan las
do es el del Mosquil en Urbiés, guardando viviendas, barriadas obreras e instalaciones
en su interior todos los artilugios que con- industriales sin aparente solución de conti-
forman su maquinaria. nuidad.
El desarrollo del hábitat en el valle de Tu-
Hechos principales rón se produjo de forma rápida, jerarqui-
zándose los usos del suelo según el interés
• Segunda mitad del siglo XIX. Primeras ex- de los empresarios. Así, en las zonas bajas
plotaciones por compañías arrendatarias del valle nos encontramos con un espacio
extranjeras. polarizado en torno a los pozos, con un há-
• 1890. Constitución de Hulleras de Turón bitat denso y polinucleado, carente de orde-
sobre una concesión de 5000 Ha y entor- nación y con un parque de viviendas cada
no a 5 grupos de minería de montaña, de vez más deteriorado.
los cuales comienzan a explotarse inicial- Sin embargo, las infraestructuras indus-
mente San Víctor, Santo Tomás y San Pe- triales abandonadas pueden someterse a un
dro, todo ellos en 1891. proceso de puesta en valor. Una opción pa-
• 1967. Constitución de HUNOSA. saría por la rehabilitación de una parte de
Figura 3. Estudio previo al Plan Di-
rector del Enclave Minero del Valle del
Río Turón.

las instalaciones y viviendas y su conexión En 1915, aproximadamente, se levanta y


con las distintas tramas que conforman el dota la central termoeléctrica que daba ser-
fondo del valle. vicio al área.
Se inician también las obras para la
Procesos de producción red de transporte, destacando el tendido
159
férreo de vía estrecha (0,60 cm) con una
Comienzan en 1891 las labores preparato- longitud de 2,5 kilómetros que unía las
rias de tres grupos mineros de montaña: distintas explotaciones con La Cuadrie-
San Pedro, San Víctor y Santo Tomás, que lla, por la que transitaban vagones de
se enlazan mediante plazas, vías accesorias y 600 kg. Una vez procesada la hulla, des-
planos inclinados automotores. de ahí hasta Reicastro proseguía la vía, Figura 4. Ferrocarril minero que reco-
En 1891 comienza la construcción de las ahora ancha, y aquí empalmaba con la rría los diferentes pozos hasta Mieres.
instalaciones de lavado y clasificación, de ti-
po belga, con maquinaria y montaje de la
casa Evence Coppée de Bruselas, que proce-
saban 1.000 toneladas de carbón al día.
En 1894-1896, se levantan los hornos de
cok, que se corresponden con un macizo
sistema Bernard, compuesto por dos bate-
rías de doce hornos cada una, que se am-
pliaría a principios del siglo XX. La deshor-
nadora era una plataforma de la casa Dury.
En 1896-1897 se instala una fábrica de
aglomerados o briquetas, sistema Bietrix-
Couffinhal, de compresión doble con hor-
no rotatorio para secado del carbón, que lle-
gó a producir 15.000 toneladas mensuales.
línea Villabona-Avilés-San Juan de Nie- ladas anuales (en 1901, por ejemplo, fueron
va que en 1890 había abierto la compa- 120.000 toneladas), con incremento cre-
ñía del Norte. ciente de los beneficios.
En este mismo sentido, debemos señalar Entre 1914 y 1918, aumentó la produc-
que las necesidades de producción y trans- ción hasta las 240.000 toneladas.
porte, que debían enviar la mayor parte de La segunda fase se correspondería con la
la hulla a la elaboración de cok para las fun- década de 1920 y los primeros años de la de
diciones vascas, explica que en 1899 consti- 1930, hasta la revolución de octubre del 34
tuyan en Oviedo los mismos Zubiría y que, sin duda, marca un hito en la vida so-
PAISAJE INDUSTRIAL DEL VALLE DE TURÓN (ASTURIAS)

Chávarri, junto al empresario José Tartière, cial del valle.


la Sociedad General del Ferrocarril Vasco- En el área de La Cuadriella se producen
Asturiano. Su objeto era la construcción y sustanciales mejoras:
explotación de una línea que enlazase Tu-
rón, Mieres, en general, el valle del Caudal • Comienzan las renovaciones de la primi-
con el puerto de San Esteban de Pravia. La tiva instalación del lavadero. En 1921 se
obra se concluye en 1904, prolongándose dota de un lavadero de flotación, y entre
en 1907 hasta Ujo para dar servicio a la Hu- 1924-1926 se produce una renovación
llera Española. de mayor calado con nuevas construc-
Como datos de producción, podemos ciones dotadas de moderna maquinaria
aportar: que aumentase la capacidad de lavado y,
Entre 1895 y 1914, aproximadamente, la en consecuencia, la producción puesta
160
producción media rondó las 150.000 tone- en vía por la empresa. La inauguración
tuvo lugar en septiembre de 1926. En
1932, finalmente, se levantan las depen-
dencias de flotación y filtros, así como
un secadero y, probablemente, la depu-
radora de agua, y finalmente, en 1934,
se dota el conjunto de tres balsas de de-
cantación.
• Pozo Santa Bárbara, La Rabaldana. La ex-
plotación se inicia en 1913, contando
prácticamente desde entonces con los dos
pozos alineados que aún hoy existen de
más de 115 metros de profundidad, al
que se sumará como tercer acceso al yaci-
miento mediante un pozo plano conoci-
do como Fortuna.
• Pozo Espinos, Preximir-San Andrés. El
grupo Espinos fue explotado a partir de
1907, realizándose los trabajos de pro-
fundización y las instalaciones de su-
perficie en la década de 1920. Estuvo
Figura 5. Pozo San José. en activo hasta 1967-1968, en que se
produce la integración en HUNOSA,
explotándose a partir de entonces sus
capas hasta una profundidad de
330 metros, a partir del Pozo Santa Bár-
bara del que fue auxiliar.
• Barracones de Primeros de San José,
1931, proyecto de José Avelino Díaz Fer-
nández-Omaña. Las primitivas y míseras
viviendas de tabla sitas a la altura del pri-
mer piso de este grupo minero son susti-
tuidas parcialmente gracias a esta iniciati-
va de la empresa, que decide encargar el
proyecto al que fuera arquitecto munici-
pal de Mieres.
• Pozo San José: este pozo que alcanza
unos 550 metros de profundidad, ex-
plotados mediante siete plantas, benefi- futuro del desarrollo de la planificación: el Figura 6. Pozo San José.
cia los paquetes María Luisa, Sotones y Plan Director Comarcal o Territorial para
San Antonio. Consta, además, de un so- el mismo ámbito.
cavón, que, prolongado mediante un Como fase previa, desde la perspectiva
pozo inclinado, facilitaba el trabajo en sectorial de este estudio, hemos identificado
161
la zona de Tablado. Iniciados los traba- los siguientes recursos patrimoniales desde
jos de profundización en 1947, las una óptica de carácter tipológico:
construcciones que se aprecian en su-
perficie se erigen entre 1952 y 1957 a) Las concesiones mineras históricas.
(siendo obra del arquitecto Francisco b) Los grupos de minería de montaña.
González López-Villamil la casa de ser- c) El sistema/s de transporte ferroviario del
vicios y la casa de máquinas y compre- mineral.
sores, y el resto de instalaciones debi- d) El sistema viario de carreteras.
das al ingeniero de la compañía), e) Los pozos de extracción vertical con sus
comenzando la producción de forma áreas logísticas de exterior.
oficial en septiembre de ese año. f ) El área logística central de La Cuadriella.
g) El asentamiento residencial de la fuerza
del trabajo como elemento configurador
2. Descripción resumida de una trama urbana.
de la propuesta h) Los equipamientos de servicios colecti-
vos.
Se formulan una serie de propuestas genera- i) El sistema de escombreras.
les de actuación que se acompañan de un j) Otros.
conjunto de enclaves o Unidades Patrimo-
niales de Actuación (UPA) seleccionados A cada uno de estos diez ámbitos de inte-
como elementos de valor patrimonial po- rés patrimonial a los efectos del presente es-
tencial y que deberán ser verificados en el tudio, se ha procurado vincular un progra-
ma de actuación que en algunos casos debe- modo indicativo la posible existencia de
rá desembocar en una figura de gestión que unas 400 bocaminas o socavones).
desarrolle una propuesta concreta con un Plan Arqueológico que identifique el In-
determinado rasgo identificador, sin excluir, ventario de Bocaminas, así como el sistema de
por otra parte, la posibilidad de integración infraestructuras de exterior de los distintos
en clave mixta de varios programas de dis- grupos de montaña. Desde el mismo debería
tinta naturaleza. desplegarse complementariamente un Plan de
Como ya se ha referido, igualmente se Señalización de los citados recursos.
propone como cuestión previa de carácter
PAISAJE INDUSTRIAL DEL VALLE DE TURÓN (ASTURIAS)

metodológico desarrollar las previsiones c) El sistema/s de transporte ferroviario


contenidas en el presente documento, del mineral
mediante la redacción de otro de rango Nos referimos aquí al sistema principal que
superior tipo Plan Director y una vez que llegó a recorrer el valle en toda su longitud
la decisión de aplicar este primer ins- de este a oeste, con sus diferentes caracterís-
trumento de análisis al territorio del valle ticas de anchos de vía, etc.
del río Turón se ha manifestado como
acertada. • Recuperación de un trazado del FC de vía
estrecha con implantación de un recorrido
Identificación de ámbitos patrimoniales turístico mediante un tren/Estudio específi-
de interés y su vinculación con programas co de viabilidad.
de actuación • Reconstrucción del desaparecido puente de
162
hierro del Caburnu.
a) Las concesiones mineras
Interesan sobremanera como fuente de co- d) El sistema viario de carreteras
nocimiento para la construcción del dis- En cuanto a este campo, las características
curso interpretativo que deberá articular la espaciales del medio geográfico como valle
acción global en torno a la recuperación de muy estrecho donde han convivido el cur-
este enclave minero: lo que deberíamos ya so del río, la vía rodada única durante un
denominar como un Plan Integral de Recu- largo período histórico, las actividades de
peración del Patrimonio Histórico Minero superficie de varios pozos tras el agota-
del Valle del Río Turón. miento de las capas de ladera o media mon-
Plan de Investigación sobre la historia mi- taña y el propio tejido urbano, ayuno de
nera de este distrito industrial. cualquier planificación y criterio urbanísti-
co que no fuera la razón superior de la prio-
b) Los grupos de minería de montaña ridad funcional de lo industrial, nos han
Forman, en un conjunto sincopado en su dejado un sistema de accesibilidad de pri-
desarrollo temporal, el ámbito mayoritario, mer nivel realmente deficiente.
desde el punto de vista espacial, del paisaje
transformado por las labores mineras. • Establecer las recomendaciones sobre criterios
Estamos ante un gran yacimiento de ar- de diseño (salvaguarda de enclaves de valor
queología minero-industrial, desplegado a patrimonial, ubicación de aparcamientos,
ambos lados del curso del río Turón y sobre áreas de descanso, estudios de intercambio de
las laderas norte y sur del mismo (se cita a diferentes modos de transporte, etc.).
• Deberá ser la Administración competente • Recuperación de la chimenea de ladrillo ce-
en Carreteras del Principado quien atienda rámico de la central térmica y situada en la
a la mejora de accesibilidad al distrito des- ladera opuesta del valle (lienzo Norte).
de el interés general incluyendo también
desde la acción coordinada las necesidades g) El asentamiento residencial de la fuerza
del PIR del PHI del Valle de Turón. del trabajo como elemento
configurador de una trama urbana
e) Los pozos de extracción vertical • Estudio específico que identifique este cor-
con sus áreas logísticas de exterior pus patrimonial y proponga un plan de re-
Se trata del equipamiento minero con un cuperación para el mismo.
valor significativo y plástico de mayor im-
pacto contemporáneo. En el caso presente h) Los equipamientos de servicios
perviven los del pozo Figaredo en explota- colectivos
ción y los de los pozos San José y Santa Respecto a este aspecto dotacional como
Bárbara con actividad de mantenimiento sede de la vida colectiva, es necesario esta-
el primero. Igualmente sin actividad y re- blecer unos criterios de reutilización equili-
cientemente rehabilitado se encuentra el brados que permitan garantizar los valores
Pozo Espinos. patrimoniales de algunos de los contenedo-
res más significativos y a la vez poner a dis-
• Igualmente la formalización del Plan Inte- posición de las necesidades públicas actua-
gral de Mejora de la Accesibilidad deberá les las posibilidades de optimización de
163
enclavar estos recursos en una malla funcio- recursos existentes.
nal que potenciará su revalorización fun- Habrá que estudiar el alojamiento parcial
cional y patrimonial. o total en alguno de ellos de la tradición social
• Plan de Iluminación monumental para los y su documentación (salud profesional, asocia-
mismos. cionismo, ateneo obrero, agrupaciones cultu-
rales, musicales, etc.).
f ) El área logística central
de La Cuadriella i) El sistema de escombreras
Desaparecido este recurso tras los últimos Como tal es un recurso más del sistema de
derribos acontecidos en fechas recientes y elementos industriales que permiten expli-
que afectaron al edificio del antiguo Lava- car los procesos de la minería del carbón.
dero Central de Hulleras de Turón, cabe Se propone al respecto el Estudio de un Plan
restaurar los vestigios restantes y musealizar de Restauración de Escombreras selectivo y cir-
a partir de ellos el sector, de forma que sea cunscrito a dos o tres ejemplares testimoniales.
posible la reinterpretación y recuperación
cognoscitiva de las actividades tan impor- j) Otros
tantes que se alojaron en este enclave. Se trata de las áreas de La Colladiella y de la
explotación a cielo abierto del Polio, recien-
• Recuperar la interpretación de la función temente restaurada en clave medioambien-
de taller mecánico histórico. tal. De ubicación y características similares
• Parque de maquinaria y taller pesado de por ser zonas situadas en la parte alta y pe-
restauración. rimetral del Valle de Turón.
Se propone su integración en las previsiones
Ficha técnica
del futuro Plan Director como áreas de per- PAISAJE INDUSTRIAL DEL VALLE
cepción paisajística en clave de turismo de na- DE TURÓN (ASTURIAS)
turaleza y de interpretación de las técnicas de DIRECTOR DEL EQUIPO REDACTOR
minería a cielo abierto. José Ramón Fernández Molina. Arquitecto.

EQUIPO REDACTOR
Otras acciones a desplegar Isabel Lema Espasandín. Arquitecta.
sobre la globalidad del territorio Cristina Alonso Alonso. Arquitecta.
Mercedes Martínez Casas. Estudiante Fin de Ca-
PAISAJE INDUSTRIAL DEL VALLE DE TURÓN (ASTURIAS)

• Diseño de una Marca de Identidad Cor- rrera Arquitectura Técnica.


Raúl Bernárdez Jiménez. Delineante.
porativa en clave de recurso turístico-cul-
tural integrado para el Enclave minero EQUIPO DE APOYO
del río Turón. Área Histórica y Catalogación Patrimonial
• Diseño de un Plan de Comunicación y Roberto Álvarez Espinedo. Licenciado en Geo-
grafía e Historia.
Difusión de la citada marca. María Fernanda Fernández. Licenciada en Geo-
• Diseño de un Plan Integral de Señaliza- grafía e Historia.
ción del Enclave minero del río Turón.
Estudio Sectorial Turístico
• Implantación de un Plan Integral de Se-
Cometa S.L.
ñalización del Enclave minero del río Asesoramiento Turístico Integral.
Turón.

164
Poblado Ferroviario de Monfragüe
(Malpartida de Plasencia, Cáceres)
El poblado ferroviario de la Estación de
Monfragüe es uno de los 47 poblados ferro-
viarios identificados por el Inventario de
Poblados Ferroviarios, realizado durante el
año 2002 por iniciativa del Instituto del Pa-
trimonio Histórico Español y de la Funda-
ción de los Ferrocarriles Españoles.
Este poblado se encuentra situado dentro
de los límites del municipio cacereño de
Malpartida de Plasencia, al norte de la capi-
tal de la provincia. La distancia del poblado
ferroviario a Malpartida de Plasencia es de
siete kilómetros y de doce a la ciudad de Pla-
sencia, que es la capital de la comarca y prin-
cipal referente económico y social del resto
de poblaciones colindantes. Además, se en- Figura 1. Plano de situación.
165
cuentra situado a cinco kilómetros de los lí-
mites del Parque Natural de Monfragüe. transformación de los modos de explota-
Su historia como núcleo habitado arran- ción ferroviaria durante la segunda mitad
ca en 1896, una vez que quedara formal- del siglo XX llevó aparejada la reducción de
mente establecido el cruce entre las líneas la plantilla de trabajadores adscrita a este
Madrid-Lisboa por Valencia de Alcántara y poblado, provocando la crisis y el despobla-
la que partía desde la estación de Plasencia- miento posterior de este enclave ferroviario.
Empalme y que se dirigía hasta la población Hoy en día, su legado histórico patrimo-
leonesa de Astorga. A partir de ese momen- nial constituye un magnífico ejemplo de
to, la Compañía de los Ferrocarriles de Ma- asentamiento humano ligado a uno de los
drid a Cáceres y Portugal comenzaría a procesos económicos más relevantes de la
construir todo un conjunto de viviendas pa- Revolución Industrial: el ferrocarril. Por
ra albergar a la población trabajadora em- ello, el Instituto del Patrimonio Histórico
pleada en la explotación ferroviaria. Estas Español eligió a este poblado como ejemplo
construcciones se vieron complementadas sobre el cual iniciar una serie de estudios que
con el establecimiento de una iglesia-escue- permitieran establecer las bases para la con-
la y de un dispensario médico. Desde ese servación y recuperación de este espacio en
momento crecería su relevancia a lo largo de clave cultural. Como fruto del Estudio Pre-
la primera mitad del siglo XX. El poblado vio al Plan Director de este poblado ferrovia-
llegaría a contar con cerca de 800 habi- rio, desarrollado durante el año 2003 por el
tantes, población máxima que se alcanzaría Programa de Historia Ferroviaria de la Fun-
durante la década de 1940. La progresiva dación de los Ferrocarriles Españoles, se esta-
POBLADO FERROVIARIO DE MONFRAGÜE (MALPARTIDA DE PLASENCIA, CÁCERES)

Figura 2. Plano del poblado con pro-


puestas de intervención por fases.

blecieron las bases documentales para la in- El Plan Director contempla las siguientes
coación, por parte del Ministerio de Cultura, intervenciones:
del expediente administrativo para la Decla-
ración de Bien de Interés Cultural (BIC) con • Plan de Actuaciones Inmediatas que per-
166
la categoría de Conjunto Histórico. mita contener el proceso de degradación
El siguiente paso en esta línea de trabajos material que presenta el Conjunto Histó-
se inició en diciembre de 2004 y concluiría rico del poblado ferroviario.
en octubre de 2005 con la redacción del • Plan de Intervenciones Arquitectónicas y
Plan Director del Poblado Ferroviario de de adecuación de las instalaciones exis-
Monfragüe. tentes.

Figura 3. Edificios de viviendas.


Figura 4. Plano del poblado con pro-
puestas de usos.

• Constitución de una Escuela Taller que que se contemplan (Centro de Recepción


acometería tanto las obras de restauración de Visitantes, Centro de Formación y
y de adecuación de inmuebles e instala- Centro Interpretativo sobre los Poblados
ciones como la formación de personal es- Ferroviarios y sobre el mundo social del
167
pecializado en la actividad hostelera y en Ferrocarril en España).
animación sociocultural. • Creación de establecimientos extrahote-
• Constitución de un Ente Gestor del Po- leros y de un albergue juvenil.
blado Ferroviario que canalice la dinámi- • Recuperación de tramos ferroviarios en
ca turística y cultural del espacio una vez desuso existentes entre la estación de
concluidas las obras de restauración y el Monfragüe y el río Tiétar como Vía
montaje de los centros interpretativos Verde.

Figura 5. Vista del poblado.


POBLADO FERROVIARIO DE MONFRAGÜE (MALPARTIDA DE PLASENCIA, CÁCERES)

Figura 6. Canfranc, Huesca.

168 Ficha técnica


PLAN DIRECTOR DEL POBLADO FERROVIARIO DE MONFRAGÜE
Elaborado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles/Dirección de Documentación y Archivo Histó-
rico Ferroviario/Programa de Historia Ferroviaria en el mes de octubre de 2005. El equipo de redacción es-
tuvo integrado por:
• Francisco Polo Muriel (coordinador) (licenciado en Geografía e Historia, Fundación de los Ferrocarriles
Españoles y Universidad Autónoma de Madrid).
• Francisco Javier Calvo Poyo (ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Universidad de Granada).
• Francisco Cuadros Trujillo (licenciado en Humanidades y diplomado en Trabajo Social, Universidad
de Jaén).
• Domingo Cuéllar Villar (doctor en Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles y Universidad
Autónoma de Madrid).
• Joaquín García Raya (licenciado en Geografía e Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles).
• Miguel Jiménez Vega (licenciado en Geografía e Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles).
• Javier Martín Fernández (ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Fundación de los Ferrocarriles
Españoles).
• Héctor Samuel Martínez Sánchez Mateos (licenciado en Geografía, Universidad de Castilla-La Mancha).
• Miguel Muñoz Rubio (doctor en Historia, Fundación de los Ferrocarriles Españoles y Universidad
Autónoma de Madrid).
• José Mariano Rodríguez Martínez (ingeniero técnico en Informática de Gestión, Fundación de los
Ferrocarriles Españoles).
• Victoria Eugenia Ropero Serrano (licenciada en Derecho, Fundación de los Ferrocarriles Españoles).
• Andrés Sánchez Picón (doctor en Historia, Universidad de Almería).
• Ramón de Torres López (arquitecto).
Real Fábrica de Artillería de Sevilla

La Real Fábrica, de unos 17.000 m2 cons-


truidos, está situada en el sevillano barrio de
San Bernardo.

Criterio global de restauración


del edificio

Hay que actuar sobre el edificio con extre-


ma sensibilidad.
No se pretende la recuperación del edifi-
cio que un día fue, sustituyendo sus ele-
mentos deteriorados por el paso del tiempo
por otros nuevos y, por tanto, distintos. La
posibilidad de transformación y adaptabili-
dad no excluye la permanencia de aspectos
evocadores del propio espacio.
El criterio de actuación debe ser similar gastados y enriquecidos por el paso del Figura 1. Planta.
169
al de las rehabilitaciones de los viejos pala- tiempo. En definitiva, proyectar con respe-
cios venecianos que conservan, después de to al «edificio encontrado», manteniéndolo
las intervenciones, sus estucos originales en su estado, con su espacio, con su luz,

Figura 2. Alzado principal y sección.


recintos. La R. F. tiene espacios de parecidas
características, construidos con un intere-
sante sistema de ligerísimas cerchas.
Otro criterio que podríamos aplicar es el del
espacio collage. Mies van der Rohe utiliza una
fotografía de los hangares Glenn como envol-
vente para un proyecto de sala de conciertos
(1942). Un espacio introducido dentro de
otro espacio es un concepto interesante.
En el proyecto de Museo de Arte contem-
poráneo Mass Moca en Massachusetts, los ar-
REAL FÁBRICA DE ARTILLERÍA DE SEVILLA

quitectos Bruner & Cott hacen una argumen-


tación interesante y buena lección para la
restauración de la R. F.: «La arquitectura apare-
ce sincera con un cierto sentido de emoción y de
Figura 3. Nave del siglo XIX. con las secuencias de cómo estos espacios descubrimiento. El pasado está estratificado en el
son percibidos a lo largo del tiempo. presente, integrando la textura y el espacio, crean-
Ofrecemos algunas sugerencias que con- do una estética de sí mismo. El arte tiene de ex-
cretan los criterios de restauración: traño que cuando sale del taller del artista y va al
Debe percibirse el espacio como algo vivo y, museo, adquiere un toque de intocabilidad. Los
por tanto, en permanente cambio. Algo así co- espacios del MoCA están un poco más como en el
170
mo un atelier que es el primer espacio de traba- taller, y no tanto como en un museo. El edificio
jo de los artistas. Ese espíritu debe estar presen- industrial que hemos heredado es muy parecido
te en la transformación de la Real Fábrica. al espacio tradicional del taller del artista».
También el loft, que es el espacio de traba- También es de interesante aplicación el
jo de los artistas del último tercio del siglo XX, criterio de los arquitectos, Foster, Steiner,
más ligado todavía al proceso de transforma- Diener & Diener en el proyecto para la Mi-
ción, ya que se crea en origen por la ocupa- na de Zollverein en la cuenca del Ruhr, cer-
ción y recuperación de almacenes y lugares in- ca de Essen: «Los añadidos arquitectónicos
dustriales abandonados, con un concepto de permiten a los visitantes acceder a un monu-
reciclaje del espacio también es un concepto mento industrial sin riesgo y, al mismo tiempo,
de recuperación interesante para aplicar.
Interiormente, la Real Fábrica tiene la be-
lleza, eficacia y funcionalidad similares a la
de los grandes recintos diáfanos industriales
americanos como las fábricas de Chevrolet
en Indianápolis (1935) y Chrysler en De-
troit (1937), o los hangares Glenn Martín
en Baltimore (1937), todas ellas obras del
arquitecto A. Khan. La búsqueda de crite-
rios estrictamente técnicos y funcionales
con un hábil manejo de la captación de luz
natural bastaron para lograr estos hermosos Figura 4. Naves del siglo XVIII.
Figura 5. Calle principal.

experimentarlo intensamente. Estos añadidos se un equilibrio entre la objetividad por man-


no deberían ser exagerados, ni estar enfatizados tener el espacio encontrado y el entusiasmo por
en exceso. Tampoco deberían enmascararse, ni renovarlo y reinterpretarlo».
tendría que quedar oculta su apariencia física. Lo ideal, en la restauración de la R. F. sería
Es necesario equipar el espacio con «accesorios actuar lo menos posible y resolver con actua-
de recorrido», como barandillas, escaleras, pa- ciones puntuales, de manera precisa y limpio
sarelas, etc. El reto era adaptar este heroico edi- diseño, las cuestiones demandadas por la pues-
ficio sin alterar lo fundamental de su carácter. ta en uso, tal y como por ejemplo hicieron los
Dentro se ha tratado de conservar ese sentido de arquitectos Herzog & De Meuron en el pro-
industria pesada que tenía el edificio. yecto de Tate Gallery de Londres actuando so-
171
Poética y sensible es la intervención en el bre el edificio de Giles Gilbert Scott.
Estudio Orange en París, de los arquitectos
Herman & Sigwalt, una buena lección para Ficha técnica
intervenir en edificios históricos: «Se trataba REAL FÁBRICA DE ARTILLERÍA DE SEVILLA.
de un almacén rudimentario; el espacio era poca PLAN DIRECTOR
cosa pero poseía ese espesor poético que se pega a FECHA
algunos lugares industriales. Se sentía esa di- 2001.

mensión afectiva por las huellas que deja el paso CLIENTE


del tiempo. Un lugar con peso para ser transmi- Patrimonio Histórico Español.
tido. Nuestra intervención juega a instalar usos
ARQUITECTOS
de hoy en el lugar y el sitio de los de ayer, como Estudio Cano Lasso (Diego, Gonzalo y Alfonso
si se tratase de un monumento histórico. No obs- Cano Pintos).
tante, no nos impusimos ningún deber de re-
ARQUITECTOS COLABORADORES
constitución, ni incluso de conservación. El re-
Sara de Giles y José Morales.
sultado ha sido simplemente la consecuencia que
se obtiene del lugar en sí mismo, con la ayuda de HISTORIADOR
todo el imaginario industrial y un programa». Arqueomedia (Esther Andreu).

En los almacenes portuarios en Amberes, ANÁLISIS TÉCNICO ESTRUCTURAL


los arquitectos Robbrecht & Daem ofrecen Intemac.
argumentos muy valiosos: «El diseño toma
ANÁLISIS DE GESTIÓN Y MARKETING
los edificios existentes y los aprovecha como si C & C consultores (Fernando Carretero).
fuesen su materia prima. Trata de encontrar-
Fábrica Lombard, S. A. de Almoines (Valencia)

Introducción que pasan a tener otro sentido social. Sur-


gen, así, en esta comarca un par de edifi-
En algunos puntos de la comarca de la Sa- cios de estas características dedicados a la
for la verticalidad de las altas chimeneas ais- producción de la seda. El primero de ellos
ladas y solitarias unas veces, agrupadas en se construyó en la localidad de Almoines.
otras, testimonian la existencia de un pasa- El otro, situado en la vecina Gandía, desa-
FÁBRICA LOMBARD, S. A. DE ALMOINES (VALENCIA)

do industrial propio del tiempo de cambio pareció en la pasada década de los sesenta
de las relaciones de producción del Antiguo del siglo XX.
Régimen y la producción fabril iniciada con Así pues, durante más de un siglo la fá-
la Revolución Industrial. brica de seda Lombard, S. A., de Almoines
A la verticalidad de las chimeneas se con- fue la protagonista de los cambios radicales
trapone la horizontalidad de las fábricas producidos en la comarca desde su apari-
surgidas a lo largo del siglo XIX. Y, así, la po- ción, proporcionando trabajo a miles de
tente arquitectura de esta antigua fábrica personas de esta población y de comarcas
forma parte desde 1848, de la trama urbana vecinas. Más de un siglo de relaciones labo-
de una pequeña localidad de la comarca de rales y producción fabril, que con el cierre
la Safor, Almoines, en el antiguo ducado de de la empresa y la posible desaparición del
172
Gandía. Estos dos valores geométricos –ver- edificio, se corre el riesgo de perder, como
ticalidad y horizontalidad– trasladados a sus parte importante del patrimonio histórico y
dimensiones arquitectónicas eran familiares cultural de la Safor.
en este paisaje a la vez rural y urbano. La adopción y la integración de los edifi-
A partir de la revolución industrial, es- cios industriales en el tejido urbano social
Figura 1. Esquema del recorrido del
agua de la acequia por el interior de la tas grandes construcciones profanan la de esta comarca se consolidó en muy poco
fábrica Lombard. tradición religiosa secular de estas villas tiempo. Las fábricas impusieron un nuevo
ritmo de vida, de comportamiento humano
y de costumbres, fomentando con su eco-
nomía y sus relaciones laborales el naci-
miento de aquellas nuevas clases sociales, en
su lucha por las libertades y por los dere-
chos del hombre.
La mayoría de aquellos edificios a día de
hoy, muchos de ellos de una gran belleza
técnica y artística han desaparecido del pai-
saje que presidieron durante el gran cambio
en la historia de la humanidad. Afortunada-
mente quedan aún testimonios que, bien
por reconversiones industriales o adaptacio-
nes camaleónicas, han persistido hasta
nuestros días superando las peores crisis.
El cierre de una empresa que emplea
una cantidad considerable de trabajadores
es un trauma social, máxime si la empresa
está ubicada en una pequeña localidad co-
mo Almoines, donde casi una década des-
pués de haberse clausurado la fábrica, sus
antiguas trabajadoras, puesto que su mano
de obra era eminentemente femenina, la
añoran día a día por el hecho de que la
consideraron una parte importante de su
razón de ser. Las personas más mayores no
pueden olvidar los años pasados en ella y
su relativo bienestar económico conse-
guido a base de grandes esfuerzos, traspa-
sando por ello el sentimiento nostálgico a
hijos y nietos, en un intento de retener en
la memoria aquello que sus antepasados Figura 2. Fachada a la carretera.
hicieron suyo, como un elemento más de
su familiar entorno.

173
Intervenciones arquitectónicas
propuestas en el Plan Director

Sobre el edificio, en la actualidad en situa-


ción de grave deterioro y ruina, se propo-
nen dos tipos de actuaciones encaminadas a
su conservación.
En primer lugar se proponen obras de Figura 3. Interior.

emergencia que deben ser afrontadas de for-


ma inmediata puesto que de ellas se derivan Safor-Valldigua, teniendo como sede
peligros para el uso de la vía pública en el principal para museo, centro lúdico, so-
entorno de la fábrica. cial, administrativo y coordinador de to-
En segundo lugar, obras destinadas a la dos los programas y actividades el edifi-
restauración, conservación y rehabilitación cio de la antigua fábrica de la seda de
del inmueble, éstas tendrán en cuenta de Almoines.
forma prioritaria el listado de las patologías La segunda pretende aportar un progra-
en su estado actual . ma de usos compatibles con las característi-
Efectuada la consolidación arquitectóni- cas constructivas del conjunto teniendo en
ca del edificio se proponen dos alternativas cuenta los siguientes factores:
de uso:
La primera plantea un proyecto de eco- • Que las convivencias de usos diferencia-
parque multitemático en la comarca de la dos no se interfieran.
• Que se incorporen equipamientos muni- • Espacios comerciales permanentes.
cipales de uso público para que la pobla- • Aparcamiento y mercadillo semanal (es-
ción asuma como un beneficio la rehabi- pacios alternativos).
litación de la fábrica. • Centro de interpretación turístico de la
• Que la rehabilitación del conjunto, a tra- comarca.
vés de los nuevos usos incorporados, se • Restaurante y jardín en cubierta.
caracterice por la conservación de su ca-
rácter industrial, manteniendo con ello la Ficha técnica
memoria de su etapa fabril. FÁBRICA LOMBARD, S. A.
DE ALMOINES (VALENCIA)
• Que parte de los usos incorporados pro-
FÁBRICA LOMBARD, S. A. DE ALMOINES (VALENCIA)

duzcan rentabilidad económica de tal for- ARQUITECTOS


Maryan Álvarez-Bulla Gómez.
ma que se autofinancie el conjunto, o al
Joaquín Ibáñez Montoya.
menos en parte.
• Que funcione como centro coordinador MEMORIA HISTÓRICA
de turismo alternativo de la comarca, asu- Inmaculada Aguilar Civera. Directora.
Adriá Beso Ros.
miendo la propuesta primera. Caterina Pérez Cueco.

Los usos que se proponen para conseguir AVANCE DE ESTUDIOS JURÍDICOS


Eduardo Costa. Abogado.
un espacio urbano armónico que devuelva a
este antiguo edificio aquellas actividades LEVANTAMIENTO PLANIMÉTRICO
acordes con el modelo industrial del nuevo Pablo Navarro Esteve.
174
siglo, consolidando así su permanencia son: ARQUITECTOS COLABORADORES
Isabel Navarro Camallonga.
• Espacios de uso municipal. Hugo Costa.
• Casa de la Cultura y Hogar del Jubilado.
INGENIERO DE CAMINOS
• Auditorio de las bandas de música. Jose Herráez Boquera.
• Hotel de la Fábrica Lombard.
La Colonia Sedó de Esparreguera (Barcelona)

La Colonia Sedó configura uno de los con- conjunto industrial se desarrolla según las
juntos industriales más importantes y cono- características de una colonia obrera.
cidos de Cataluña. La fábrica tiene sus orí- Cuando Miquel Puig fallece, en 1863, lo
genes en 1841 cuando se constituye la sustituye su hijo Josep Puig i Llagostera, to-
sociedad Miguel Puig y Compañía (1841- mando la sociedad el nombre de Josep Puig
1863), cuya actividad era la fabricación de y Compañía (1863-1879). Es el período co-
hilaturas de algodón. El promotor y geren- nocido como «hambre del algodón». Los in-
te, viendo que las fábricas de Barcelona em- dustriales que no habían asegurado su apro-
pezaban a funcionar con máquinas de vapor visionamiento tienen serios problemas que
–utilizando el carbón mineral como fuente ocasionan numerosas pérdidas. No obstan-
de energía– decide buscar, en un territorio te, Josep Puig considera necesaria la moder-
cercano al llano barcelonés, una energía más nización de la empresa y, en 1863, instala la
barata: la hidráulica. Este hecho favorece la primera turbina que sustituye a la rueda hi-
implantación de la industria en la cuenca dráulica. La fábrica abre una sección desti-
fluvial del río Llobregat. nada al blanqueo de piezas tejidas y se ini-
La población de Esparreguera junto a la cia, a su vez, la construcción de las viviendas
carretera de Barcelona a Zaragoza y situada obreras.
175
entre dos centros fabriles importantes como En 1869, Puig cierra provisionalmente la
Martorell e Igualada dispone, ya en el fábrica por las pérdidas contabilizadas. Dos
siglo XIX, de buenas comunicaciones para el años más tarde se producen reiterados des-
suministro de las materias primas y la salida pidos y aparecen los primeros conflictos so-
de los productos manufacturados. Esta po- ciales. La situación mejora en 1875, cuando
sición estratégica, unida a una concesión
para el aprovechamiento hidráulico y a las
buenas infraestructuras de transporte, justi-
fica su emplazamiento.
Miquel Puig compra el molino harinero
de «Can Broquetes», situado en el margen
derecho del río. Su adquisición, en 1846,
no está motivada por el propio elemento, si-
no por su peculiar ubicación y por la rueda
hidráulica que lo hacía funcionar.
La primitiva fábrica de hilados y tejidos
de algodón con 3.500 husos y 100 telares
mecánicos propulsados por la vieja rueda
hidráulica del molino, entra en funciona-
Figura 1. La chimenea helicoidal de
miento en 1850 con 150 obreros.
la Colonia Sedó. Amadeu Casals (?)
La vieja rueda se sustituye en 1853 por (siglo XIX). Fotografía de Antoni Vila-
una importada de Inglaterra, a la vez que el nova, 2003.
LA COLONIA SEDÓ DE ESPARREGUERA (BARCELONA)

Figura 2. Zona industrial de la Colo-


nia Sedó. © Ilustración de Jordi Ba-
llonga.
A. Sección de hilaturas. F. Brigada de albañiles. K. Almacenes.
B. Sección de tejidos. G. Fundición. L. Edificio de regulación hidráulica.
C. Sección de acabados. H. Cerrajería y metal. M. Chimenea de la Bóvila.
D. Bóvila. I. Talleres. N. Acueducto.
E. Fábrica de carburo de calcio. J. Oficinas. O. Chimenea helicoidal.

la empresa solicita autorización para cons- la tela engomada para calcar planos. Este
176
truir la presa y el canal del Cairat y adquie- mismo año se diversifica la producción en la
re nuevas máquinas de hilar y de tejer, has- colonia, con la llegada de un nuevo produc-
ta completar 25.000 husos y 500 telares. to: el carburo de calcio destinado a la ob-
A la muerte de Puig, en 1879, la fábrica tención de gas acetileno para el alumbrado
cambia de nombre, pasando a denominarse y que se genera gracias a los excesos de pro-
Antoni Sedó y Compañía (1880-1902). El ducción de energía hidráulica.
nuevo propietario culminará un amplio pro- El mes de agosto de 1903 se declara un
ceso de crecimiento, formación y consolida- importante incendio, en el que quedan des-
ción de la Colonia. Desde entonces el encla- truidas diferentes dependencias; no obstan-
ve fabril lleva el nombre de Colonia Sedó. te, la fábrica sólo para tres semanas, al cabo
En esta etapa, se pone en funcionamien- de las cuales recupera, prácticamente, la to-
to el canal del Cairat, con la incorporación tal normalidad. En este mismo año se cons-
de la primera turbina en 1881; también se truye, al pie del Cairat, la central hidroeléc-
amplía la colonia obrera con la construc- trica. Las máquinas son dos turbinas Escher
ción de nuevas viviendas para los trabajado- Wyss & Cie. de Zürich, que pueden recibir
res y sus familias, así como otros equipa- 6.800 litros/segundo con una potencia de
mientos: el economato, las escuelas, la 300 caballos. En 1911, el agua del Llobregat
iglesia, el dispensario y el teatro. produce 2.400 caballos de fuerza entre el
La evolución de la empresa, por su con- salto del Cairat y el de la propia fábrica, más
cepción paternalista, va ligada a una suce- modesto. Las aguas sobrantes de la presa ac-
sión de conflictos y de logros. En el aparta- tivan la central hidroeléctrica de 1.000 kW
do de producción, Sedó introduce en 1898, con una tensión de 5.000 V.
Figura 3. Zona industrial de la Colo-
nia Sedó. © Ilustración de Jordi Ba-
llonga.
A. Iglesia. H. Economato.
B. Escuelas. I. Ermita de Santa María del Puig (románica, siglo XI).
C. Lavaderos. J. Casa del propietario (Casa de l’amo).
D. Casa de comidas y alojamiento (Fonda). K. Jardín del propietario (Jardó de l’amo).
E. Viviendas obreras. L. Antiguo almacén de algodón.
F. Teatro y espacio cultural polivalente. M. Canal de Broquetes.
G. Huertos. N. Acueducto hacia la presa del Cairat.

177
La fábrica funciona según turnos de día y cidiendo con la crisis del petróleo, con un
noche y el producto con mayor salida son declive del sector textil que culmina con el
las panas, que se exportan a la América La- cierre de la fábrica y la reducción progresiva
tina, aparte del consumo interior. En esta de la ocupación de las viviendas obreras, en
época, el personal supera los 2.000 obreros 1986.
y Can Sedó es la primera empresa algodone- Actualmente, el área industrial se ha con-
ra catalana. vertido en un importante polígono donde
Al inicio del conflicto europeo de 1914, tienen cabida diversas empresas y activida-
se denota una cierta reducción de las ventas, des, mientras la zona residencial será ínte-
si bien en el mismo año, se incrementa la gramente rehabilitada.
demanda de panas, especialmente por parte En el interior de la fábrica de pisos (hila-
del ejército francés. turas), se encuentra el Museu de la Colonia
En el año 1936, la empresa se convierte Sedó, que forma parte del sistema del Mu-
en sociedad anónima pasando a denominar- seo Nacional de la Ciencia y de la Técnica
se Manufacturas Sedó, S. A. Tras la Guerra de Cataluña (mNACTEC).
Civil (1936-1939) se llega al máximo creci-
miento de la colonia obrera, con un núme-
ro máximo de 2.500 obreros en 1952. Pero Conclusiones finales y propuestas
al mismo tiempo se inician los primeros sín-
tomas de dificultad en la comercialización El concepto de protección y valorización de
de los productos textiles. Estos problemas se la Colonia no debe considerar, únicamente,
incrementan a partir de los años 1970, coin- los elementos constructivos dentro de los
LA COLONIA SEDÓ DE ESPARREGUERA (BARCELONA)

Figura 4. Imagen aérea de la Colonia


Sedó, 1995 (Fuente: Ayuntamiento de
Esparreguera).
178

perímetros físicos del conjunto industrial. restauraciones, reconstrucciones y otras


Por tanto, la identidad de la Colonia se re- operaciones: zonas ajardinadas, mejora en la
fleja en su ámbito territorial. circulación y acceso al conjunto, con el fin
En la misma existe un espacio de pro- de motivar, educar y emocionar a los futuros
tección intrínseco –delimitado por su pe- visitantes sin negar el componente lúdico y
rímetro histórico y estructura constituti- recreativo.
va– más una corona perimetral, donde El programa de intervenciones propone
deben regularse también usos y actuacio- la preservación de todos los aspectos esen-
nes que favorezcan la preservación del ciales que constituyen la identidad de la
conjunto. La simbiosis de ambos concep- Colonia, junto a la generación de nuevas
tos (territorio e identidad) constituye lo estrategias. Se persigue la valorización de
que denominamos Unidad de Interés de la las potencialidades del conjunto, con capa-
Colonia Sedó. cidad para estimular cultural y socialmente
Se trata de mostrar la imagen y el signifi- el interés por trabajar, habitar o visitar la
cado de la industrialización, desde el si- Colonia. Creemos que no se debe preservar
glo XIX hasta el presente, favoreciendo el únicamente el valor como testimonio del
mantenimiento de usos que garanticen la pasado que garantice la transmisión de la
preservación del patrimonio. Esta recupera- riqueza cultural a las generaciones futuras,
ción, realizada tras un análisis crítico, repre- sino que se pretende estimular su presen-
senta el primer objetivo a materializar. Bajo cia activa y vital en el territorio actual, con
esta óptica se definen las rehabilitaciones, sus cambios y transformaciones. Sobre esta
base, entendiendo la unidad de interés ba- 2.5. Edificio de regulación hidráulica.
jo una doble óptica cultural y paisajística, Restauración y posterior musealiza-
se determinan tres categorías de elementos ción del elemento. Mirador.
donde se articulan las intervenciones pre- 2.6. La Fonda. Mantenimiento de la acti-
vistas: vidad tradicional de hostelería. Ac-
tualmente en servicio.
1. Elementos arquitectónicos con 2.7. Lavaderos. Pervivencia de este elemen-
musealización propia (Objeto de to, aunque sea en un nuevo contexto.
señalización e interpretación, tanto en 2.8. Espacio del antiguo teatro. Creación
su interior como en el exterior) de una futura estructura cubierta pa-
ra uso polideportivo.
1.1. Casa de l’Amo. Recuperación y adecua- 2.9. Casa de Puig i Llagostera. Adecuación
ción como espacio visitable y museali- como espacio de alojamiento singular.
zable. 2.10. Vías de vagonetas. Recuperación co-
1.2. Museu de la Colònia Sedó (mNAC- mo trazas de valor singular en el re-
TEC). Ampliación y nuevas mejoras cinto industrial.
didácticas y educativas. 2.11. Puentes de conexión entre edificios
1.3. Vivienda obrera del siglo XIX. Adecua- industriales. Restauración y recupe-
ción de una unidad sujeta también a ración de los mismos.
musealización.
1.4. La iglesia. Adecuación como espacio 3. Espacios/elementos exteriores
179
cultural integrado en el ámbito resi- de valorización del entorno (objeto de
dencial (en curso). señalización e interpretación exterior)
1.5. La Bóvila. Por su posición estratégica:
adecuación como centro de informa- 3.1. Palancas históricas sobre el Llobregat y
Figura 5. Planta general de la Colo-
ción de visitantes. sobre la riera del Puig. Recuperación y nia Sedó, 1899 (Fuente: Museo de la
utilización. Colònia Sedó-mNACTEC).
2. Espacios/elementos con pervivencia de
sus estructuras (objeto de señalización
e interpretación exterior)

2.1. Las tres chimeneas (una de ellas es he-


licoidal). Adecuación, iluminación y
tratamiento singular.
2.2. Acueducto. Adecuación que posibilite
el acceso al nivel superior, iluminación
y tratamiento singular.
2.3. Canal de Broquetes. Adecuación y tra-
tamiento singular, junto a una nueva
pasarela de enlace.
2.4. Jardí de l’Amo. Recuperación de un
jardín histórico naturalista de princi-
pios del siglo XX.
LA COLONIA SEDÓ DE ESPARREGUERA (BARCELONA)

180
3.2. Iglesia románica de Santa María del parque urbano (regeneración de la fauna
Puig. Creación de un itinerario. Mira- y la flora propias del bosque de ribera).
dor de la Colonia. 4.6. Áreas de aparcamiento público: zona
3.3. Área geológica de Roques Blaves. Crea- de la bóvila (1) y espacio próximo al
ción de un itinerario para descubrir es- recinto residencial (2).
te espacio singular. 4.7. Acondicionamiento del acueducto pa-
3.4. Itinerario principal: Esparreguera- ra permitir un recorrido hasta el túnel
Colonia Sedó-El Cairat-La Puda- del canal de alimentación.
Montserrat.
3.5. Antiguos huertos. Mantenimiento de
Ficha técnica
esta estructura agraria vinculada a la
LA COLONIA SEDÓ DE ESPARREGUERA
colonia obrera. (BARCELONA)
Antoni Vilanova y Susanna Moya, arquitectos re-
4. Propuesta de nuevas actuaciones dactores del Plan Director de la Colonia Sedó.

4.1. Puente sobre el río Llobregat. Apto pa- COLABORADORES


Martí Franch, Arquitectura del paisaje.
ra tráfico segregado de vehículos, bici-
Gracia Dorel-Ferré, doctora en Geografía e His-
cletas y peatones. toria.
4.2. Apeadero «Colonia Sedó». Facilitar ac- Jaume Matamala, economista.
ceso desde el norte y posibilitar billete Tiziana-Aude Lupieri, arquitecta.
Xavier Granel, conservador del Museu de la Co-
combinado.
lònia Sedó. 181
4.3. Mejora de toda la red de caminos y
carreteras pera la accesibilidad peato- COLABORACIÓN ESPECIAL DEL MNACTEC
Eusebi Casanelles, director.
nal y rodada.
Joan Muñoz, responsable de difusión y comuni-
4.4. Diseño, creación, adecuación y señali- cación.
zación de los itinerarios interiores y ex-
teriores. COLABORACIÓN DEL AYUNTAMIENTO
DE ESPARREGUERA
4.5. Acondicionamiento del margen del río
Francesc Balañá, arquitecto municipal.
Llobregat y disposición de un nuevo
La presa y el entorno de Grandas de Salime
(Asturias)

El objeto del Plan Director de la Presa de del mismo nombre con acceso a través de la
Grandas de Salime, realizado según contrato carretera comarcal AS-14 que une Fonsa-
LA PRESA Y EL ENTORNO DE GRANDAS DE SALIME (ASTURIAS)

suscrito con la Dirección General de Bellas grada con Cangas de Narcea. Pertenece a la
Artes, por la arquitecta María Victoria Sán- cuenca del río Navia, cuya superficie es de
chez de León Robles, era el estudio, no sólo de 2.654 km2, y nace en los Ancares entre las
la presa de Grandas de Salime, sino de todo su provincias de León y Lugo. La presa de
entorno y de los elementos que rodearon su Grandas de Salime mereció el honor de ser
construcción y los primeros años de funciona- una de las presas más grandes de España,
miento. En este resumen se presenta una bre- honor que le hubiera quitado la presa del
ve historia del salto, de los elementos inte- Gran Suarna, aguas arriba del río Navia, si
grantes del Plan Director y de las propuestas se hubiese llegado a construir. La zona que
de actuación que se formularon en el mismo. nos ocupa, cuyo indudable protagonista es
El Salto de Grandas de Salime, se en- el río Navia, está enmarcada en un valle en-
Figura 1. Vista general. cuentra situado a unos 7 km de la localidad cajado y profundo, abrigado de los vientos

182
dominantes, lo que determina sus caracte-
rísticas ambientales.
El área ocupada por el embalse de Salime,
abarca dos comunidades autónomas y siete
concejos: cuatro en el principado de Asturias
(Pesoz, Grandas de Salime, Allande e Ibias)
y dos en la provincia de Lugo (Negueira de
Muñiz y Fonsagrada en menor medida).
A continuación se transcriben las caracterís-
ticas principales del Proyecto desarrollado por
la Oficina de Estudio del Banco Urquijo, que
supuso para la época un gran desafío técnico:

• Promotores: Hidroeléctrica del Catnábri-


co, S.A., y Electra de Viesgo, S.A.
• Fecha de comienzo del proyecto: 1945.
• Ingeniería: Oficina de Estudios Eléctricos Figura 2. Vista general de la sala de máquinas de la Central Eléctrica y el mural de Joaquín Va-
del Banco Urquijo de Madrid. quero Turcios. Fotografía cedida por Salvador Rodríguez Ambres.
• Planimetría: Instituto Geográfico, Esta-
dístico y Catastral.
• Estudios Geológicos y Geotécnicos de
Terreno: Servicio de Sondeos Nacionales 183
del Ministerio de Obras Públicas.

Tiene una capacidad de 270 millones de


metros cúbicos y una longitud de aproxima-
damente 30 km. La altura de la presa sobre
los cimientos es de 132 metros. Se salva el
paso sobre el aliviadero mediante 4 tramos
puente de 12 metros de vano, 6 metros de Figura 3. Elementos de coronación realizados por J. Va-
quero Palacios. Originalmente se proyectaron rematados
calzada y 2 metros de pasillos laterales. So- por esculturas en forma de halcón. Fotografía cedida por
bre estos elementos de coronación discurre Salvador Rodríguez Ambres.
la comarcal AS-14. La longitud de esta co-
ronación es de 250 metros. En el momento que hacía poco más de una década que ha-
de su construcción fue la primera presa de bía salido de una despiadada guerra civil.
las construidas en España. No obstante, lo que se desea poner de relie-
Acometer una obra de ingeniería de las ve es que los medios utilizados fueron pri-
dimensiones de la de Salime, aún hoy su- mitivos y precarios, más cercanos en tipolo-
pondría un gran despliegue de medios y, sin gía y avance tecnológico a los de edades
duda, provocaría la aplicación de los más antiguas que los de mediados del siglo XX,
sofisticados métodos auxiliares. Pero debe- que hubieran sido los que cronológicamen-
mos destacar que se acometió hace más de te les hubieran correspondido.
cincuenta años en unas circunstancias espe- Las fuerzas motrices fundamentales para
cialmente difíciles para la sociedad española llevar a cabo los trabajos fueron simplemen-
idealismo donde el artista integra en sí el
dominio de las diferentes disciplinas, ar-
quitectura, escultura y pintura. Los rotun-
dos y potentes volúmenes de Salime resul-
taron el soporte adecuado para plasmar lo
mejor de su expresionismo artístico. Cons-
tituye, además, uno de los primeros expo-
nentes del gigantismo arquitectónico que
LA PRESA Y EL ENTORNO DE GRANDAS DE SALIME (ASTURIAS)

posteriormente presidió muchos de estos


proyectos hasta los años ochenta y cuyo
auge comienza a mediados de la década de
los cincuenta.
De tal modo que el arquitecto-escultor,
produce con su intervención una fusión de
la arquitectura, la pintura, la escultura, la ar-
quitectura interior y la paisajística, el diseño
de muebles, ornamental e industrial. La de-
coración del Salto fue proyectada como una
unidad plástica completa, que abarca desde
Figura 4. Mirador de Boca de Ballena. te el trabajo de los obreros y la fuerza de las la construcción ingenieril, con su escala mo-
bestias de carga. La materia prima para do- numental y su estética sencilla y poderosa,
184
tar de los medios auxiliares más elementa- incrustada en un espléndido paisaje, hasta la
les, como por ejemplo los andamios utiliza- posibilidad de enriquecer el conjunto con la
dos, fue la madera de bosques cercanos. Fue presencia de las artes plásticas y el diseño, re-
el enorme teleférico el sistema auxiliar más solviendo, en definitiva, cada elemento has-
sofisticado que se empleó y, sin duda, uno ta sus últimas consecuencias.
de los elementos fundamentales de la orga- El primer elemento a tener en cuenta fue
nización llevada a cabo que permitió que el la Presa y Central Eléctrica, de gran impor-
período de construcción fuera menor de tancia desde los puntos de vista arquitectóni-
una década. cos e ingenieril, y que se encuentra aún en
Coherentemente a la arriesgada iniciati- funcionamiento. En este elemento, se inclu-
va desde el punto de vista de la ingeniería, yeron los elementos de coronación y la fa-
sus promotores apostaron por no desmere- chada de acceso a la Subestación Eléctrica
cer en su enfoque arquitectónico. Para ello que posee un importante mural en piedra,
contaron con el arquitecto don Joaquín realizado, así mismo, por el arquitecto Joa-
Vaquero Palacios, subdirector por aquel quín Vaquero Palacios. Como ya hemos vis-
entonces de la Academia de Bellas Artes de to, la presa de hormigón armado salva
Roma y con un jovencísimo Joaquín Va- 132 metros y desarrolla un plano de corona-
quero Turcios, estudiante aún en Roma, ción de 250 metros, que se complementa
participando ambos de la concepción de la con una central eléctrica con cuatro turbinas
obra arquitectónica, escultórica y pictóri- de reacción tipo «Francis» de 35.000 kV/ud.
ca. En el trabajo de J. Vaquero Palacios se y una subestación de superficie con cuatro
puede encontrar la vertiente individual del transformadores.
Figura 5. Poblado de Vista Alegre, casas de ingenieros y Figura 6. Fotografía cedida por Salvador Rodríguez Ambres.
bloque de apartamentos.

En el marco del Plan Director se propu- Para facilitar la construcción de la presa,


so la limpieza y acondicionamiento de es- y debido a la deficiencia de la red de comu-
185
tos elementos, restaurando las superficies nicaciones que impedía que los obreros se
vistas de hormigón, y la imprimación su- trasladaran a diario a su lugar de trabajo, se
perficial con antioxidantes de las barandi- crearon diferentes poblados situados en la
llas metálicas. Así mismo, se incorpora un ladera de la montaña. Su estado de conser-
Plan de Señalética, común para todos los vación es de grado diferente, siendo el más
elementos del conjunto, que sigue las pau- deteriorado el Poblado de Eritaña, situado
tas del manual utilizado por el Parque His- en el margen derecho del río.
tórico del Navia. Estaba destinado a viviendas de los obreros
En la ladera del monte, se sitúa el mira- de la presa. Constaba de cinco pabellones y
dor de Boca de Ballena, el segundo de los se propuso en el Plan Director que se califi-
elementos del Plan Director. Este mirador caran sus restos como parte de la arqueología
de hormigón armado con estructura vola- industrial de todo el conjunto, una vez con-
da de hormigón armado visto proyectada solidados y facilitada su accesibilidad
por J. Vaquero Turcios, se localiza en el En el margen izquierdo del río Navia, te-
margen derecho aguas debajo de la presa, nemos el resto de los poblados, el primero
desde el que se tiene una privilegiada vi- que nos encontramos, en nuestro acceso al
sión del Salto. monte es el Poblado de Vista Alegre. Este po-
Las actuaciones propuestas para el mismo blado constaba de dos partes, los chalets de
se incorporan dentro de las líneas aplicadas ingenieros, cinco viviendas unifamiliares y
a la presa, los elementos de coronación y la una construcción auxiliar. En ellos habita-
fachada de la central eléctrica; es decir, lim- ban los ingenieros de grado medio de la pre-
pieza, consolidación y señalética. sa, y su estado de conservación es favorable
LA PRESA Y EL ENTORNO DE GRANDAS DE SALIME (ASTURIAS)

Figura 7. Vistas frontal y lateral de la Casa de Dirección en Grandas de Salime.

a una posible rehabilitación. Se propuso en llas del conjunto, es un saneado general de


el Plan Director la conversión de uno de los muros de mampostería, de los faldones
ellos en oficina dotacional de servicios mu- de cubierta de pizarra y un tratamiento pre-
nicipales, y el resto se destinaron a uso resi- ventivo de las cerchas de madera, de mane-
dencial, con el objeto de poder realizar en ra que pueda utilizarse como centro de in-
ellos cursos de verano para estudiantes, ta- terpretación del conjunto, dada su situación
lleres, etc. Tras ellos estaban las viviendas de privilegiada, pues desde la cima del monte
186
obreros, cinco bloques y una capilla. Se pro- se puede apreciar todo el conjunto indus-
puso su rehabilitación como apartamentos trial, y como sala de exposiciones.
turísticos, aula de naturaleza, albergue del Del mismo Vaquero Palacios, es la Casa
Camino de Santiago, y la capilla, en con- de Dirección, situada en el casco urbano del
creto, como sala de exposiciones temporales pueblo de Grandas de Salime. Fue ideada
relacionadas con el medio ambiente. como residencia de los ingenieros superio-
En cotas más altas encontramos, así mis- res que proyectaron la presa, y sigue en po-
mo, el Poblado del Campín, que se encuen- der de sus propietarios, siendo utilizada co-
tra en situación similar al Poblado de Erita- mo residencia de los directivos de la
ña. Al ser su localización más elevada, y su compañía Saltos del Navia, cuando se des-
acceso más dificultoso, en el Plan Director plazan a visitar sus instalaciones.
se propuso su demolición. Sobre él y en la Además de estas edificaciones destinadas
cumbre del monte de la Paicega, se sitúa el a viviendas, existen otros elementos, que
Poblado de la Paicega, que fue, junto con el forman parte del funcionamiento de la pre-
de Vista Alegre, uno de los más complejos. sa como son las construcciones auxiliares y
Todas las edificaciones, entre las que se en- el teleférico. Las Construcciones Auxiliares
contraba un cine, una escuela, varios esta- son un conjunto de elementos, algunos de
blecimientos comerciales, se encuentran de- los cuales fueron destinados a laboratorio,
rruidos, excepto la iglesia, atribuida al silos de hormigón, elementos de molienda
mismo Joaquín Vaquero. del clinker, la mayoría de ellos en mal esta-
Las propuestas que realizó el Plan Direc- do de conservación pero que componen un
tor para esta edificación, una de las más be- conjunto ilustrativo de lo que fue en su día
Figura 8. Muelle del Espín en Coaña, al inicio del teleférico, y estación intermedia del mismo.

el funcionamiento de la presa. La actuación Como última referencia del Conjunto


propuesta en el Plan Director para estos ele- Industrial de Grandas de Salime, debemos
mentos fue la demolición de los no signifi- incluir los murales plásticos que realizó Joa-
cativos por su función, y la consolidación quín Vaquero Turcios, en el interior de la
de los otros restos, ajardinando el entorno sala de máquinas de la presa. Se trata de dos
para que pudieran constituir un testimonio murales pictóricos, el primero de ellos, si-
de la arqueología industrial de la época. tuado en la pared de aguas abajo a la altura
187
En cuanto al Teleférico, tuvo una impor- de la parte superior de las máquinas. Se tra-
tancia decisiva en la construcción de la pre- ta de una composición geométrica que re-
sa, por el ya mencionado problema de las produce a lo largo de sus 55 metros de lon-
comunicaciones. En el momento de su gitud, una descarga eléctrica entre dos
construcción fue uno de los mayores cons- polos, «una gran llamarada», en palabras de
truidos en España, y constituyó un alarde su autor. Se realizó con la técnica del tem-
desde el punto de vista de la ingeniería. El ple a la cola, tras un enfoscado de los muros
encargo lo realizó la empresa italiana Cereti de hormigón. El segundo está situado en la
e Tanfani, en colaboración con la empresa pared de aguas arriba.
española Nueva Montaña Quijano. Su lon- Su primer diseño realizado siguiendo un
gitud es de 37 km, y su traslado se realiza estilo abstracto, según testimonio de su au-
desde el muelle del Espín en Coaña hasta la tor, fue cubierto por una nueva composi-
proximidad de la presa. Tenía 320 apoyos, ción, al sentir Joaquín Vaquero Turcios la
180 caballetes sencillos de madera, tres de necesidad de dejar testimonio de los he-
hierro, seis estaciones intermedias, capaci- chos acaecidos durante la construcción del
dad para transporte de 3.000 Tn y podía al- salto y las vivencias personales que el autor
canzar 12 km por hora. Actualmente, los experimentó. El resultado es un friso con-
elementos de madera del mismo han desa- tinuo de geometría ritmada por figuras,
parecido, quedando únicamente algunas es- realizada con una técnica que transmite
tructuras metálicas diseminadas a lo largo mucha fuerza y puede competir con los co-
del recorrido, muchas de ellas además cu- lores y volúmenes de las tuberías, las vál-
biertas por la vegetación. vulas y los alternadores. En el muro se su-
ceden las distintas fases que tuvieron lugar
Ficha técnica
en la ejecución del Salto de Salime, con la LA PRESA Y EL ENTORNO
intención de transmitir el esfuerzo de los DE GRANDAS DE SALIME
hombres, desde la propuesta de ubicar en
estos parajes lo que habría de ser la futura DIRECTORA DEL EQUIPO
M.ª Victoria Sánchez de León Robles. Arquitecta.
presa, debida al propio padre de Joaquín Especialista en Patología de la Edificación y Re-
Vaquero Palacios y el inicio del encargo. habilitación del Patrimonio.
El episodio de las distintas fases de ejecu-
ÁREA DE PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
ción del proyecto que arranca con la aper-
E INFRAESTRUCTURAS
tura de caminos de acceso, levantamiento
LA PRESA Y EL ENTORNO DE GRANDAS DE SALIME

Responsable del Área


de alojamientos y etapas del transporte de
Manuel Abad Gurría. Arquitecto. Especialidad en
materiales a obra, partiendo de la fuerza Patología.
de los animales, hasta la construcción del
Instalaciones Industriales
teleférico. Los obreros son los grandes pro- Natalia Martínez Revilla. Ing. Técnico ICAI.
tagonistas del tramo central del mural, con
Topografía
una escena de la Pietá, en clara alusión a Antonio Brazal. Ing T. Topógrafo.
los operarios muertos en accidente de tra-
ÁREA MEDIOAMBIENTAL
bajo y una representación de los Directores
de obra y los artistas. Más adelante se alu- Responsable del Área
Isabel Salvador. Geógrafo.
de al anegamiento de los pueblos y al éxo-
do de sus pobladores. Por encima del mu- Recursos Naturales
188 Marta Ganoso. Ingeniero Montes.
ral están decoradas las ménsulas que
sostienen el balcón de circulación de la ÁREA DE PRODUCCIÓN Y MARKETING
planta del cuadro de mandos. Aunque los Responsable del Área
motivos alegóricos, como los cuatro ele- Luis Flores Cano. Economista. Especialista en Fi-
mentos, constituyen ejemplos de las repre- nanzas.
sentaciones hemos de destacar que desde
ÁREA HISTÓRICA Y ARQUEOLÓGICA
hace algunos años, una nueva intervención Inés Pérez de Ayala. Licenciada en Historia.
de Joaquín Vaquero le permitió realizar en
Estudio Arqueológico
las cuatro ménsulas centrales los retratos Ángel Villa. Arqueólogo.
de los personajes Einstein, Freud, Picasso y
Bellas Artes y Museografía
Planck, que por razones de censura no pu- Carmen Amo. Licenciada en Bellas Artes.
dieron ejecutarse en los años cincuenta.
El Pozo Santa Bárbara en Mieres (Asturias)

El objeto del Plan Director del Pozo de San- y la tercera década del siglo pasado, fueron
ta Bárbara en Mieres, realizado según con- transformados o erigidos ex novo a un tiem-
trato suscrito con la Dirección General de po a lo largo de los años sesenta; así como la
Bellas Artes, por la arquitecta María Victo- propia evolución diacrónica del conjunto
ria Sánchez de León Robles, era el estudio y de la explotación, que se convierte por sí
análisis de un elemento característico del misma en un ejemplar tipo, amén de ser
sector minero en Asturias. En este resumen uno de los primeros pozos profundizados
se presenta una descripción del Pozo, las ac- en Asturias, fueron argumentos más que
tuaciones necesarias para su recuperación y convincentes para focalizar nuestro interés y
la propuesta de actuación a que se llegó tras el del presente Plan Director en el pozo
las distintas fases del Plan. Santa Bárbara.
El pozo Santa Bárbara se encuentra situa- El pozo Santa Bárbara está formado por
do en el Valle de Turón, río afluente del dos pozos, uno principal de 5,5 metros de
Caudal, que tiene una marcada orienta- diámetro y otro auxiliar de 4 metros. Se
ción este-oeste y una superficie de 50 km2 concibe por parte de la Sociedad Hulleras
dentro del término municipal de Mieres. del Turón hacia 1913, momento en el que
Este espacio, de forma rectangular de unos se piensa en la profundización de dichos
189
14 km de longitud, presenta un fondo en- pozos verticales hasta una cota de 115 me-
cajado y unas laderas abruptas que se elevan tros, a realizar en el paraje de La Rabalda-
hasta cimas que alcanzan los 1.156 metros na. Durante la segunda mitad del año
del monte de Burrablanca, con una media 1914 comenzaron las obras destinadas al
de altura que ronda los 1.000 metros. establecimiento del nuevo campo de ex-
Geográficamente se define con nitidez: plotación subterráneo, gastándose en ello,
al sur y al este por el cordal de Longalendo entre adquisición de suelo, maquinaria,
y el de Urbiés, al norte por el monte Polio vías, edificios y montajes, 449.702,06 pe-
y la sierra de Navaliego, abriéndose, por setas. Junto a los trabajos preparatorios del
último, hacia el oeste por el valle del Cau- terreno y al inicio de la profundización de
dal, salida natural del valle a la altura de los pozos, que comienza en 1914, otro ti-
Figaredo. po de intervenciones se hacen necesarias
El pozo Santa Bárbara constituye un con- para la puesta en funcionamiento de este
junto orgánico de elementos arquitectóni- grupo de trabajo: la construcción de una
cos e industriales que se integra en el Valle central eléctrica que dará servicio a los tra-
de Turón formando un todo de indudable bajos iniciales y a la prolongación del fe-
homogeneidad. El hecho de presentar ejem- rrocarril de vía estrecha de la Sociedad Hu-
plos de diferentes estructuras, elementos in- lleras del Turón hasta el emplazamiento de
dustriales e incluso de edificios residenciales La Rabaldana. Ambas labores fueron de-
o de servicio; la coherencia formal de la ma- sarrolladas entre 1914 y 1915. Los prepa-
yor parte de ellos que, si bien presentan una rativos para la puesta en funcionamiento
cronología inicial a caballo entre la segunda del nuevo pozo incluyeron, así mismo, la
mediante una galería. En 1926 comienza,
por fin, la explotación del pozo Santa Bár-
bara con una producción que ese año al-
canza las 149.170 toneladas de hulla bru-
ta. Se trata del primer dato que tenemos al
respecto, puesto que es la primera vez que
el pozo Santa Bárbara figura entre los gru-
pos productivos en la memoria de la Revis-
ta Minera relativa a Hulleras del Turón.
El método seguido en el Plan Director
EL POZO SANTA BÁRBARA EN MIERES (ASTURIAS)

consistió en un primer acercamiento al po-


zo, describiendo sus elementos principales,
que se dividieron en los siguientes concep-
tos: espacios de trabajo, espacios destinados
a residencia de obreros y empleados, e in-
fraestructuras asociadas al pozo, para des-
pués analizar su estado de conservación y la
propuesta de actuaciones a realizar. Final-
mente se propuso una actuación generaliza-
da para todo el conjunto.
En cuanto a los espacios de trabajo, se lo-
190
calizaron los siguientes elementos:
El Pozo Principal es de sección circular
de 5,5 metros de diámetro y 545 metros de
profundidad en once plantas, con escalas en
la caña del pozo y con rejas de protección.
Sobre el mismo se levanta un castillete de
Figura 1. Conjunto formado por el castillete y el cobertizo.
hierro de unos 30 metros de altura. La es-
tructura de este castillete es recta, sin rema-
ches pero soldada, con dos jaulas en servicio
y otras dos en reserva de un piso con capa-
cidad para dos vagones. Tiene dos tirantes
que convergen en altura y dan estabilidad
al conjunto. El pozo y el área inmediata al
mismo se encuentran cubiertos por un co-
bertizo fabricado en hierro de perfiles lami-
Figura 2. Sección esquemática del cobertizo del pozo nados y cubierta de cinc, que se puede fe-
principal.
char entre 1944 y 1960.
La propuesta de actuación contempla-
construcción de los primeros edificios para da en el Plan Director se enfocaba a la re-
albergar dependencias de servicio o talle- posición y saneamiento del revestimiento
res; se instalan igualmente las máquinas de protector de la superficie de acero y la
extracción, y se comunican los dos pozos catalogación del elemento como Monu-
Figura 3. Fachada oeste del edificio con su muro cortina. Figura 4. Alzado meridional del edificio según proyecto de 1958.

terreno desnivelado, fueron necesarios


gruesos cimientos de hormigón como se
aprecia en la sección. La estructura forma-
191
da por pilares y dinteles es, así mismo, de
hormigón de perfil rectangular, realizán-
dose el alzado con ladrillo macizo y morte-
ro. El estado de esta edificación es recupe-
rable, atendiendo a las lesiones de cubierta
y cerramientos debida a la acción conti-
nuada de las filtraciones de agua de lluvia
Figura 5. Casa de máquinas.
Existe además un pozo auxiliar, situado
mento, según el artículo 11 a) de la aguas abajo del Turón, el pozo auxiliar tiene
Ley 1/2001 de Patrimonio Cultural del 550 metros de profundidad repartidos en
Principado de Asturias, con un nivel de once plantas y una sección circular de 4 me-
protección integral. tros de diámetro. Sobre el mismo se erige el
Próxima al pozo, se encuentra la corres- segundo castillete de La Rabaldana, una es-
pondiente casa de máquinas. Se trata de un tructura de unos 17 metros de altura que
edificio de una sola planta sobre semisóta- mueve dos jaulas de un piso con capacidad
no y sótano, levantado con sillería, mam- para un vagón cada una. Las escalas manua-
postería, hormigón armado y ladrillo. Tie- les cuentan con rejas de protección. El cas-
ne unos siete u ocho metros de alto, y tillete tiene dos tornapuntas no reticuladas
desde este lugar se creaba y transmitía la con perfil de doble T. Las actuaciones con-
fuerza necesaria para subir y bajar las jau- templadas para la recuperación de este cas-
las con mineros y mineral. Puesto que se tillete se enfocan a la reposición y sanea-
construyó sobre la orilla del río, en un miento del revestimiento protector de la
Figura 6. Alzado del estado original de
la antigua casa de máquinas (1952).
EL POZO SANTA BÁRBARA EN MIERES (ASTURIAS)

superficie de acero. Así mismo se propone ladrillo macizo revocado con mortero de
su calificación como monumento. La casa cemento. Las actuaciones propuestas son la
de máquinas del pozo auxiliar es un edificio recuperación de la cubierta superior y las
de planta rectangular y un solo nivel sobre actuaciones de recuperación y saneamiento
dos sótanos, tiene una altura de unos 8 me- de revestimientos exteriores, sustitución de
tros. Sus fachadas son completamente carpinterías, etc.
abiertas por grandes vanos adintelados. Existe, así mismo, una edificación que al-
La estructura del mismo es de hormigón bergó la antigua casa de máquinas común
encofrado de sección rectangular con sóli- para ambos pozos de extracción, es un gran
das cimentaciones escalonadas para salvar edifico rectangular cuyo aspecto y funciona-
192
el desnivel de la orilla del río. Además de lidad actual poco tienen que ver con la ins-
los pilares perimetrales, los dinteles, zun- talación original de la década de los veinte.
chos y la losa de la cubierta son, así mismo, Hoy día la alargada nave de la antigua casa
Figura 7. Pozo de ventilación. de hormigón. La obra maestra se alza con de máquinas acoge en su extremo occiden-
tal una subestación transformadora, la parte
más cercana al pozo principal se dedicó a
oficinas, así como a las dependencias de la
brigada de salvamento en el piso primero, y
el centro de la estructura alberga una gran
sala de compresores. El aspecto que presen-
ta la construcción es fruto de una reforma
completa llevada a cabo en los años sesenta.
La estructura del edificio original estaba for-
mada por un cuerpo central de una sola al-
tura (6/7 m), cubierto por un tejado a dos
aguas de cinc sobre estructura metálica, que
contaba con una especie de sobretejado a
modo de lucernario, y sendos cuerpos en los
testeros occidental y oriental, algo más altos
que el central (dos alturas) y también desta-
cados en planta, con el remate superior de
sus fachadas en algo parecido a un frontón
triangular. Este edificio es, así mismo, recu-
perable, con actuaciones en la cubierta, re-
vestimientos exteriores y acabados.
Existe así mismo un edificio de planta
rectangular y tres alturas, destinado a ofici-
nas y casa de aseo. Está recorrido por vanos
alargados y adintelados, lo que contribuye a
realzar su aspecto horizontal como un gran
paralelepípedo tumbado. Su estructura es
de hormigón y la obra exterior de sus fa-
chadas de ladrillo visto. Presenta cubierta
aterrazada. En el Plan Director se propuso
su demolición.
El último de los elementos de trabajo
principales, que nos queda por incluir en
esta descripción es el pozo de ventilación.
Se trata de un pequeño edificio destinado a
servir de generador de aire para enviar al in- importancia, de economatos de víveres y Figura 8. Edificio de economato y vi-
terior de la mina. Su planta es rectangular y alojamientos para obreros y mandos. viendas. Se trata de un volumen único,
de planta rectangular, con muros de
su cubierta a dos aguas con teja plana sobre La actuación propuesta en el Plan Director,
piedra, estructura de cubierta y forjados
estructura metálica. La obra se alza con que respondía al deseo generalizado de con- de madera, todo ello enlucido y pinta-
193
mampostería ordinaria, con los enmarques vertir el pozo Santa Bárbara en un espacio do- do. El característico ladrillo visto apare-
de las esquinas, el borde los vanos de medio tacional con carácter museístico, se convierte ce en las esquinas, en la línea divisoria
de las plantas y en el recercado de los
punto, el hastial y frontal de ladrillo visto. en el origen fundamental del proyecto básico
vanos.
Actualmente, las partes de piedra están ali- de musealización que elaboramos. Pero, ade-
catadas en blanco, lo cual produce un fuer- más, en la elección de este lugar convergen
te contraste cromático. Se propone en el una serie de factores positivos o de convenien-
Plan Director su recuperación como espacio cia, así como ciertos inconvenientes que de-
expositivo y su catalogación como Monu- terminan la puesta en valor del mismo desde
mento, con nivel de protección integral. el punto de vista patrimonial y museístico,
Los espacios destinados a residencia de minero y medioambiental. La propuesta se
empleados e ingenieros estaban disemina- basa en la localización de La Rabaldana, ubi-
dos por las cercanías del pozo, en La Rabal- cada en un lugar central en el valle y, por tan-
dana. En este Plan Director se recogieron to, puede ser considerado un eje para posibles
los siguientes como más importantes: un rutas guiadas. Además, en el valle de Turón, se
chalet para empleados, un cuartel de ocho puede documentar una amplia variedad de
viviendas, un cuartel de seis viviendas y, fi- infraestructuras industriales y mineras, tipolo-
nalmente, un economato y un cuartel de gías de vivienda obrera, dependencias dedi-
cuatro viviendas, en el mismo edificio. Son cadas a la asistencia social, etc., así como un
construcciones erigidas por iniciativa de la amplio catálogo de arquitectura tradicional,
Sociedad Hulleras del Turón en los años religiosa y civil igualmente destacable. Ade-
veinte o treinta y respondían a los planes de más, el pozo Santa Bárbara constituye un con-
la empresa de dotar a los núcleos de cierta junto de elementos a caballo entre los ámbitos
arquitectónicos e industriales de una induda-
Ficha técnica
ble homogeneidad y valor sociocultural. La EQUIPO TÉCNICO DEL PLAN DIRECTOR
yuxtaposición de espacios destinados a usos DEL CONJUNTO INDUSTRIAL DEL POZO
tan diferentes como industrial, servicios y re- SANTA BÁRBARA (ASTURIAS)
sidencial, en un espacio común confieren a DIRECTORA DEL EQUIPO
este Conjunto un especial valor como testimo- M.ª Victoria Sánchez de León Robles. Arquitec-
nio de una actividad desubicada actualmente to. Especialista en Patología de la Edificación y
Rehabilitación del Patrimonio.
del tejido social que marcó fuertemente a la
sociedad, sobre todo de la primera parte del ÁREA DE PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
siglo XX en esta zona de Asturias. E INFRAESTRUCTURAS
EL POZO SANTA BÁRBARA EN MIERES (ASTURIAS)

La cantidad de iniciativas de recuperación Responsable del Área


de la memoria histórica, etnográfica y patri- Manuel Abad Gurría. Arquitecto. Especialidad en
Patología.
monial que hay en el entorno, indican el
profundo enraizamiento que aún hoy en día Instalaciones Industriales
Natalia Martínez Revilla. Ing. Técnico ICAI.
tiene su significado en la sociedad asturiana.
El objetivo propuesto es, pues, potenciar y Topografía
Antonio Brazal. Ing. Técnico Topógrafo.
desarrollar el argumento de las vinculaciones
existentes entre medio natural y memoria ÁREA MEDIOAMBIENTAL
histórica y patrimonial de la explotación de Responsable del Área
los recursos naturales. Todas estas iniciativas Isabel Salvador. Geógrafo.
de utilización racional de la naturaleza, en Recursos Naturales
194
unión con el patrimonio industrial carecen Marta Ganoso. Ingeniera de Montes.
en la oferta actual de un elemento común
ÁREA DE PRODUCCIÓN Y MÁRKETING
como sería la aplicación de un nuevo uso do-
Responsable del Área
tacional-cultural que, a medio camino entre
Luis Flores Cano. Economista. Especialista en Fi-
una aplicación de uso docente y museístico, nanzas.
materializara una interpretación medioam-
biental capaz de combinar los recursos me- ÁREA HISTÓRICA Y ARQUEOLÓGICA
Inés Pérez de Ayala. Licenciada en Historia.
dioambientales con los recursos de la ar-
Estudio Arqueológico
queología industrial de la minería. Sería,
Esther Andreu. Arqueóloga.
pues, de gran interés, por su emplazamiento
Bellas Artes y Museografía
e instalaciones, destinar el pozo Santa Bár- Carmen Amo. Licenciada en Bellas Artes.
bara a la creación de este nuevo uso.
Sierra Minera de Cartagena-La Unión
(Murcia). Paisaje Industrial
La Sierra Minera de Cartagena-La Unión se el Paleolítico Superior, aunque la mayor par-
ubica en el borde oriental de las cordilleras te de los asentamientos han estado funda-
Béticas, configurando una sierra litoral de mentalmente condicionados desde épocas
relieve joven y abrupto con un acusado de- muy tempranas por la existencia de ricos
clive hacia el mar que se extiende con una afloramientos metalíferos, cuya explotación
longitud de 25 km, dirección este-oeste, ha perdurado hasta nuestros días y siempre
desde la ciudad de Cartagena hasta Cabo de asociados al magnífico puerto de Cartagena.
Palos. Está delimitada hacia el sur por el La actividad minero-metalúrgica de la
Mar Mediterráneo donde se configuran las Sierra Minera alcanza su máximo apogeo
dársenas de Portmán, Escombreras y el rele- tras la temprana conquista de Carthago
vante Puerto de Cartagena, mientras que Nova en el año 209 a. C., con la incor-
hacia el norte limita la fértil llanura aluvial poración del territorio minero al ager pu-
del Campo de Cartagena, donde destaca la blicus y la inmediata explotación por par-
presencia de una serie de cabezos volcánicos te del Estado Romano de los destacados
y el Mar Menor. yacimientos argentíferos citados por Po-
La compleja evolución geológica de la libio y Estrabón, y explotados con ante-
195
Sierra Minera ha favorecido una rica y va- rioridad por iberos y púnicos. La gestión Figura 1. Plano de situación de la
riada mineralización, que se presenta en for- estatal de las minas se realizaba mediante Sierra Minera.
maciones geológicas masivas de materiales
carbonatados o en filones y vetas coinciden-
tes con el último sistema de fracturación y
que suponen los criaderos más ricos, que ha
sido causa de una intensa explotación eco-
nómica a lo largo de toda la historia. En los
yacimientos de la sierra aparece una gran
variedad de minerales, más de cien especies
de gran interés científico, algunos de gran
rareza, donde destacan por su interés eco-
nómico la galena (mena metálica de plomo
y accesoriamente de plata), blenda y smith-
sonita (mena de cinc), los hematites, mag-
netita, goethita (mena de hierro), prisolusi-
ta (manganeso) y los minerales industriales
como la baritina y la alunita.
A este singular contexto geológico se aña-
den unas magníficas condiciones geográficas
y medioambientales de la sierra que han
propiciado un poblamiento continuo desde
La producción minera que había reporta-
do cuantiosos beneficios al erario público
romano, comienza a decaer en la segunda
mitad del siglo I a. C., debido al agota-
miento de los filones y las repercusiones de
SIERRA MINERA DE CARTAGENA-LA UNIÓN (MURCIA). PAISAJE INDUSTRIAL

las guerras civiles, perviviendo el pobla-


miento pero con escasa actividad minera.
La atonía del sector se mantendrá, aun-
que en el siglo XVI comienza a desarrollarse
la industria del alumbre y de su derivado la
almagra, explotación muy inestable, que ge-
Figura 2. Panorámica de los cabezos arrendamientos a societates publicanorum nerará nuevos núcleos poblacionales como
Rajao y Agudo. con un sistema de locatio-conductio, que la pedanía de Alumbres. La producción, so-
determinó una intensa y particular dispo- metida a considerables altibajos, se manten-
sición del poblamiento desde comienzos drá hasta 1954.
del siglo II a. C., donde parecen convivir A mediados del siglo XIX, tras un largo
explotaciones y fundiciones de mayor en- período de letargo, la minería cartagenera se
tidad con poblados mineros en las proxi- reactivará al amparo de la extracción del
midades, junto a pequeños arrendatarios plomo, señalándose como causa determi-
itálicos que compartimentan y multipli- nante de este rebrote el descubrimiento en
can las labores mineras. Los asentamientos 1939 del célebre filón Jaroso de Sierra Al-
196
se distribuyen a lo largo de toda la sierra magrera (Almería), a lo que hay que añadir
controlando principalmente las vías de ac- el desarrollo de la metalurgia tras la pro-
ceso a los criaderos metalíferos y concen- hibición, en 1840, de la exportación de
trando las áreas de fundición en los cabe- argentíferos, el hallazgo de gigantescas ma-
zos (Atalaya, Ventura...) de la llanura sas de carbonatos de plomo y una fuerte
norte y en las orillas del Mar Menor. demanda exterior dentro de un período

Figura 3. Horno de calcinación de manganeso de mina San Francisco Javier. Figura 4. Corta minera Emilia (1953-1982).
Rambla del Avenque.
expansivo de la economía europea. Aprove-
chándose, en primer lugar, los recursos de
los escoriales y terreras romanas que conte-
nían todavía una importante ley en plomo.
La evolución del sector se caracterizará
por una intensa actividad inicial, determi-
nada por una extrema subdivisión de las
concesiones, generando una particular or-
ganización empresarial basada en un mini-
fundismo extractivo, mediante arrenda-
mientos que multiplicarán el laboreo. Entre
las repercusiones de este resurgir económico
destaca un extraordinario crecimiento de-
mográfico, de origen principalmente anda-
luz, que ocasionará el nacimiento de nuevos
poblados en la zona norte de la Sierra, co-
mo El Algar, Los Blancos, San Ginés, El Figura 5. Chimenea de la fundición
Llano y El Estrecho, configurándose en Roma.
1860 un nuevo municipio denominado La
Unión. Este espectacular desarrollo laboral bientales, empezará a estancarse en los años
precisó, así mismo, de la articulación de una ochenta debido a la inestable situación in-
197
red viaria con el acondicionamiento de ca- ternacional y a la consunción de las reservas
minos, ferrocarriles e instalaciones portua- de mineral. En 1988, se produce la venta
rias en Cartagena, Escombreras y Portmán. del activo y los terrenos a la empresa Port-
Tras el auge económico inicial, la caren- mán Golf que mantendrá cierta actividad
cia de estructuras tecnológicas y empresaria- minera dentro de una profunda crisis labo-
les provoca un proceso de declive en la acti- ral y social, produciéndose en 1991 el cierre
vidad. Ante esta situación endémica, a definitivo del sector.
partir de 1950, comienza una nueva fase Este azaroso devenir histórico siempre
con la presencia de la multinacional Peña- vinculado con la explotación minera, ha
rroya que realiza fuertes inversiones y aplica generado un rico y extenso patrimonio cul-
nuevas tecnologías para el procesamiento de tural que ha sido detalladamente inventa-
las complejas minas locales. El novedoso riado por la Dirección General de Cultura
proceso se centrará en los lavaderos de flo- de la Comunidad Autónoma de Murcia,
tación diferencial que requerirán la remo- como se constata en las Cartas Arqueológi-
ción de enormes cantidades de tierras para cas de los Términos Municipales de Carta-
compensar los gastos de explotación, impo- gena y La Unión, así como en los Catálo-
niéndose los trabajos mineros a cielo abier- gos de Bienes Muebles e Inmuebles de la
to con la apertura de ocho cortas entre los Sierra Minera.
años 1953 y 1984, ampliándose igualmente Cuantitativamente se han inventariado
el resto de instalaciones. más de medio centenar de yacimientos ar-
La recuperación de la actividad minera, queológicos con sectores habitacionales y
con desastrosas consecuencias medioam- significativas estructuras de funcionalidad
SIERRA MINERA DE CARTAGENA-LA UNIÓN (MURCIA). PAISAJE INDUSTRIAL

Figura 6. Castillete de madera de la mina Iberia. Cabezo Rajao. Figura 7. Castillete metálico de la mina Montserrat. Cabezo Rajao.

minera: lavaderos, balsas de decantación, Avenque, Portmán, Peña del Águila-Atama-


galerías e instrumental relacionado con ac- ría, El Llano, El Beal, Rambla de las Matil-
tividades extractivas y productoras, así co- des, El Descargador y, por supuesto, en el
mo restos de hornos y extensos escoriales espectacular Cabezo Rajao que junto al Ca-
originados por las fundiciones romanas. Por bezo Agudo y las múltiples instalaciones
198
otra parte, en los mismos lugares se han sis- mineras de su entorno en la proximidad del
tematizado más de un centenar de ingenios casco urbano de La Unión, suponen el ele-
mineros entre castilletes (de madera, mam- mento más emblemático de toda la Sierra
postería y metálicos), chimeneas (de fundi- Minera.
ción y de máquina de vapor), hornos de tos- Como podemos constatar, la explotación
tación, lavaderos, polvorines, túneles, cíclica durante más de veinte siglos ha origi-
molinos, así como edificaciones coetáneas nado un interesante panorama patrimonial,
del desarrollo minero novecentista entre las en el que conviven fosilizadas en el tiempo
que destacan el Mercado de La Unión, las instalaciones mineras de diversas épocas que
iglesias, mansiones de la burguesía adinera- evidencian las diferentes tecnologías aplica-
da y un sinfín de viviendas de obreros que das, desde el laboreo tradicional con sencillo
trabajaban en las minas, sin olvidar las vi- instrumental de hierro, madera y esparto
viendas-cueva de los menos afortunados. hasta las gigantescas excavadoras mecánicas
Los bienes culturales se encuentran dis- y los lavaderos de flotación. Todo ello se en-
persos por toda la serranía, aunque se ob- cuentra inserto en un extraordinario espacio
serva una mayor concentración en determi- natural, elevado y agreste, delimitado por
nados sectores o conjuntos patrimoniales, mares y llanuras que generan magníficas vis-
donde patrimonio y naturaleza convergen tas, donde, a pesar del considerable impacto
dentro de diversos contextos paisajísticos y de la actividad minera, todavía mantiene
de gran singularidad. El concepto de patri- singularidades medioambientales entre zo-
monio integral se convierte en una realidad nas áridas llenas del cromatismo aportado
en zonas como La Parreta, la Rambla del por las terreras de estériles.
El conjunto configura un singular paisaje – Conjunto Portmán y Túnel José Maes-
cultural enclavado en un exclusivo espacio tre: usos turísticos integrados en el pai-
geomorfológico, en el que se constatan las saje minero.
huellas de la actividad humana a lo largo de – Conjunto La Parreta: usos docentes
toda su historia. vinculados con la ciudad de Cartage-
na. Usos industriales respetando las
edificaciones originales.
Plan Director: programación de – Conjunto Rambla del Arenque, Gor-
intervenciones y propuestas de usos guel: ruta medioambiental de interés
paisajístico y minero.
• Programa de Ordenación integral del pai- – Conjunto Minas Blanca y Matilde, El Des-
saje industrial, teniendo en cuenta: im- cargador: centro de interpretación minero
portancia histórica y cultural de los ele- (realizado) y extracción de agua para riego.
mentos; viabilidad económica de las – Conjunto Cala Reona: ruta de interés
actuaciones; facilidad de acceso y cone- paisajístico y minero.
xión con las principales vías de comuni-
cación, y atractivo paisajístico y me- Ficha técnica
dioambiental de los parajes que rodean SIERRA MINERA DE CARTAGENA-LA UNIÓN
los elementos mineros. (MURCIA). PAISAJE INDUSTRIAL
• Programa de Itinerarios factibles y respe- REDACCIÓN DEL PLAN DIRECTOR
tuosos con el medio ambiente. Empresa Tabala.
199
• Programa de Usos compatibles con las ca- FECHA
racterísticas del conjunto: 2003.

GERENTE DE LA EMPRESA
– Conjunto Cabezo Rajao, Monte Agu- José Alarcón Ros.
do y entorno del Cabezo Rajao: gran
parque minero de la Sierra. EQUIPO TÉCNICO
Luis Larrotcha. Arquitecto.
– Conjunto El Lirio, La Paz: uso turísti- M.ª del Carmen Berrocal. Arqueóloga e historia-
co vinculado a la Urbanización La dora. Universidad de Murcia y UNED Cartagena.
Manga Club y al Llano del Beal. José Ignacio Manteca. Geólogo. Universidad Po-
– Conjunto Carretera del 33: ruta me- litécnica de Cartagena.
Cristóbal García García. Geólogo e ingeniero de
dioambiental. Visita al interior de una Minas. Universidad Politécnica de Cartagena.
mina. Aula geológica de la naturaleza.
El embarcadero del Hornillo
en Águilas (Murcia)
1. Objeto del trabajo 2. Propuestas generales

El objeto del proyecto es la ordenación, ur- 2.1. Topografía y vegetación


EL EMBARCADERO DEL HORNILLO EN ÁGUILAS (MURCIA)

banización, ajardinamiento y restauración


paisajística del Embarcadero de El Hornillo, La vegetación es el mejor medio de proteger
en Águilas, Murcia. Teniendo en cuenta el una topografía artificial como la creada en
estudio previo redactado por iniciativa del este entorno. Obviamente, hasta la consoli-
IPHE dentro del Plan Nacional de Patrimo- dación de ésta deberían disponerse redes y
nio Industrial, la actuación se centra en la or- geotextiles en ciertos puntos que presentan
denación y puesta en valor del bien patrimo- un riesgo a nuestro juicio de desprendi-
nial, protegiéndolo de la presión inmobiliaria miento y lavado de las capas superficiales.
inmediata y generando un foco de atracción. El programa vegetal que se propone para
El presente proyecto presenta en primer el futuro parte de esta necesidad histórica
lugar todo un conjunto de actuaciones y de consolidación de la topografía, pero con-
propuestas, dentro de las cuales se establece sideramos este espacio un lugar privilegiado
una estrategia de actuación por fases, en para una propuesta de un parque autóctono
200
función de la sucesiva financiación del plan. que sea representativo de la flora local y
En segundo lugar se presenta el proyecto murciana.
concreto que establece la primera fase de ac- Proponemos dos tipos principales de
Figura 1. Parque Hornillo: límites, tuación, y que prevé la integración de las fa- parque coexistentes, ambos de carácter
comunicaciones, programas. ses posteriores. autóctono pero diferenciados en la nece-
sidad de cuidados y en la necesidad de
variación de las condiciones climatológi-
cas y/o edáficas. Desde un punto de vista
de jardinería, uno sería aquel que no re-
quiere prácticamente de control, y que
por su carácter autóctono es capaz de
desarrollarse en el presente medio. Pero
teniendo en cuenta las condiciones del
entorno, su proximidad al mar, esto limi-
taría el programa vegetal, por lo que apa-
recen ciertas zonas controladas, donde se
vuelcan los esfuerzos del ámbito de la jar-
dinería. Estas zonas «controladas» repre-
sentarán otros ámbitos presentes en el li-
toral murciano pero que requieren, por
ejemplo, de unas condiciones de hume-
dad mayores.
2.2. Accesos y conexiones oxidación, no han desaparecido y están,
casi en su totalidad, en su ubicación ori-
Existe un recorrido de las instalaciones mi- ginal. Su rehabilitación pasa por la lim-
neras, siguiendo las vías del tren, que se ha pieza de restos vegetales y minerales y
conservado casi en su totalidad, quedando
cortado en el punto de conexión del Puen-
te del Hornillo con la estación de trenes de
Águilas. En esta zona la topografía artifi-
cial se ha desmontado para crear una calle
nueva paralela a la rambla de las culebras.
En la propuesta global hemos incluido una
recuperación de este acceso, que queda su-
peditado a la rehabilitación del puente que
cruza la rambla. En este acceso se propone
a largo plazo un «pabellón del Hornillo»
que situado estratégicamente en el límite
de lo urbano, de las vías y del propio par-
que pudiese acoger ciertos programas mu-
nicipales, salas de exposición, centro de in-
terpretación, etc.
Las conexiones propuestas a lo largo del
Figura 2. Rehabilitación de túneles, plaza y embarcadero. 201
parque están relacionadas con las antiguas
vías de tren, y se detallan en el apartado
correspondiente. Los caminos se irán
abriendo gradualmente en función de los
trabajos y de la consolidación del resto del
parque, de tal forma que permiten ir con-
centrando los presupuestos y la energía en
ciertas zonas controladas que den sentido al
lugar desde una fase muy inicial.

2.3. Vías férreas

Todo el desarrollo del escenario indus-


trial de esta instalación viene articulado
por las vías del ferrocarril, que iban con-
figurando el territorio en función de sus
necesidades y de su cometido de conectar
la explotación minera con su comerciali-
zación.
El estado de conservación de la vías fé-
rreas es bastante aceptable, en general, ya
que, aunque se encuentran en proceso de Figura 3. Parque Hornillo: programa de vegetación.
por el tratamiento de los puntos peor Tal y como se ha explicado anteriormen-
conservados que puedan constituir un te en el apartado de conexiones, la restaura-
peligro en el parque. Las vías van a ligar- ción del acceso histórico a través del puente
se a la apertura de caminos, que es una pasa por su completa rehabilitación.
manera coherente de proceder a su reha-
bilitación, además de incidir en estos ejes 2.7. Depósitos o silos de material
como los configuradores del desarrollo del
parque. Los depósitos o silos están situados en la
EL EMBARCADERO DEL HORNILLO EN ÁGUILAS (MURCIA)

parte más alta del conjunto industrial, a una


cota de 20,5 metros. Consta de dos grandes
2.4. Plaza
silos longitudinales, para almacenamiento
del mineral al aire libre, que se sitúan entre
Debido a su situación privilegiada y estra-
las tres vías superiores que llegan desde el
tégica, la plaza es uno de los focos de
Puente del Hornillo. Se encuentran a unos
atracción de la propuesta global, y articula
280 metros del Puente del Hornillo, poseen
la relación que se establece entre las dis-
una longitud de 150 metros y acaban en el
tintas partes del proyecto. Dentro de las
muro situado en la boca de los túneles que
múltiples maneras de abordar su rehabili-
dan a la explanada, conectando con el em-
tación no debería obviarse la confluencia
barcadero.
de distintas necesidades, fruto de los pro-
Como se detallaba en el apartado de co-
gramas definitivos que se incluyan tanto
nexiones, dado que se prevé disponer pasa-
202 en el edificio de la estación como en los
relas sobre las vías será necesario proceder a
túneles, y su impacto en cuanto a medidas
un estudio detallado del estado de los perfi-
de control, balizamiento, delimitación,
les metálicos y sustituir o reforzar aquellos
apertura, etc.
que estén demasiado degradados. Compro-
bando, a su vez, el estado de anclajes y ele-
2.6. Puente del Hornillo. mentos de unión.
Rambla de las Culebras
2.8. Túneles de acceso al embarcadero
Siguiendo la topografía artificial, generada
para llevar los trenes hasta la cota donde se Los túneles de acceso al embarcadero se si-
encuentran los silos de mineral, se constru- túan estratégicamente cumpliendo una
ye el Puente del Hornillo como un tramo doble función: primera la de conectar la
metálico para salvar la rambla existente. De estación de Águilas con el embarcadero a
esta forma se producía la conexión entre el una cota inferior y, en segundo lugar, la de
embarcadero y la estación de Águilas. Ac- situarse debajo de los silos de almacena-
tualmente esta topografía se encuentra des- miento para el fácil cargado de los trenes.
montada, en todo el tramo que va desde la Existen dos bocas de acceso a los túneles
estación hasta el puente, para crear una ca- situadas a unos 230 metros del Puente del
lle paralela a la rambla. Esta nueva situación Hornillo en un trazado casi horizontal. El
rompe el recorrido y presenta el puente co- tercer túnel no posee conexión con el
mo un objeto exento que no conecta con puente y sólo sirve para el cargado desde
nada. los silos.
Figura 4. Embarcadero del Hornillo en plena actividad. Figura 5. Embarcadero del Hornillo en la actualidad.

Una vez se hayan determinado los usos y 2.9. Edificio Estación del Hornillo
programas más adecuados dentro de los y anexos
propuestos de manera general en el presen-
te proyecto se acometerá: Para dar acceso al embarcadero del Hornillo
se crea una explanada que se sitúa al borde del
• Los accesos, eliminando las actuales ta- mar, entre las bocas de salida de los túneles y
pias de bloques de hormigón. la estructura creada para cargar los barcos. En
• Limpieza del interior de los túneles. ella se sitúa el edificio de la Estación del Hor- 203

• Rehabilitación de bóvedas. nillo y varias piezas arquitectónicas que se co-


• Proyecto de iluminación. locan pegadas a las rocas, una de ellas cerca de

Figura 6. Instalaciones del Embarca-


dero del Hornillo.
EL EMBARCADERO DEL HORNILLO EN ÁGUILAS (MURCIA)

Figura 7. C1. Camino vías. Figura 10. S1. Sección tipo y S2. Sección banco.

204

Figura 8. C2. Camino de acceso en ladera. Figura 11. S3. Sección sombra, y S4. Sección túnel.

Figura 9. C3. Plaza de acceso. Figura 12. Raíles sobre las bóvedas que cubren los túneles.
Figura 13. Vías sobre las bóvedas de los túneles al principio del siglo XX. Figura 14. Vías sobre las bóvedas de los túneles en la actualidad.

la escalera de conexión con la parte alta de los cota 12, cota de la explanada por la que los
silos, y otra, de mayor dimensión, al lado de trenes circulaban hasta el embarcadero.
la escalera de bajada a la cimentación de hor-
migón del embarcadero. También existe una
pequeña caseta de obra, que se sitúa delante Ficha técnica
de los túneles, destinada a depósito. PROYECTO DE LAS OBRAS DE ORDENACIÓN,
205
URBANIZACIÓN, AJARDINAMIENTO Y
RESTAURACIÓN PAISAJÍSTICA DEL
2.10. Embarcadero de El Hornillo
EMBARCADERO DE EL HORNILLO, EN
ÁGUILAS (MURCIA)
El Embarcadero de El Hornillo es el punto
ARQUITECTOS
final del conjunto industrial, desde donde
Atxu Ammán.
se embarcaba, mediante un sistema de tol- Andrés Cánovas.
vas y contrapesos, el mineral a los barcos. Nicolás Maruri.
Consta de una base de hormigón que se
ARQUITECTO COLABORADOR
adentra en el mar, y sobre la que una es- Manuel Villanueva.
tructura metálica se levanta para llegar a la
El Alto Horno n.º 1 en Sestao (Vizcaya)

El Proyecto de Ejecución para las obras de mediados del siglo XIX, la siderurgia vizcaí-
consolidación y restauración de los restos na se encuentra en proceso de estancamien-
del Alto Horno n.º 1 de Altos Hornos de to, no existe una notoria evolución. Se hace
Vizcaya, en Sestao, se redacta por encargo necesaria la obtención de coque que abara-
de la Dirección General de Bellas Artes y te el proceso y facilite una mayor produc-
Bienes Culturales a la empresa Asistencia ción. Debido a la escasez de materia prima
Técnica y Consultoría de Arquitectura Pro- en la zona, los vascos siguen utilizando car-
EL ALTO HORNO N.º 1 EN SESTAO (VIZCAYA)

yecta S.L. bón vegetal, y entre los años 1860 y 1880,


Este proyecto de ejecución está destinado la producción siderúrgica alcanza más volu-
a la consolidación y rehabilitación del Alto men en Asturias, con las fábricas de Mieres
Horno n.º 1. Se ha considerado que al y la Felguera.
constituir un exponente tan relevante del Tras la II Guerra Carlista, se adopta el sis-
Patrimonio Industrial en España, y su situa- tema Bessemer, que abarata la producción
ción en la ría del Nervión, debería aprove- de acero. Entre 1880 y 1890, se implemen-
charse esta actuación para consolidarlo y ta este sistema en las industrias que surgie-
ponerlo en valor, de manera que sea com- ron en la época, lo que devolverá a la in-
prensible al público y pueda ser visitado. Al dustria vizcaína el lugar perdido. A este
206
estar situado en uno de los puntos neurálgi- hecho hay que añadir las mejoras en el sis-
cos del desarrollo de la industria vizcaína, tema de navegación para transporte de ma-
permitirá, así mismo, comprender la im- teriales.
portancia que la siderurgia ha tenido en el En estos años finales del siglo XIX surgi-
País Vasco y concretamente en esta zona de rán las siguientes empresas: Altos Hornos y
la ría del Nervión. Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao, cons-
Ya hay signos de la existencia de industria tituida en 1882; S. A. de Metalurgia y
en torno al hierro, en Vizcaya, en los siglos III Construcciones la Vizcaya, localizada en la
y IV en el valle de Trapagaran, donde se han dársena la Benedicta en Sestao; La Iberia,
encontrado referencias de una fundición tar- constituida en 1887; La Mudela, ubicada
dorromana. Desde el siglo XII hasta la Edad en la Vega de San Francisco en Sestao y fe-
Moderna, los lugares donde se llevaba a cabo chada su constitución en 1870; Aurrerá, de
esta actividad se denominaban ferrerías hi- 1885, y Astilleros de Nervión, 1888.
dráulicas, que conviven con los procesos de En el año 1901 se fusionan Altos Hornos
producción más anticuados, como son las fe- y Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao,
rrerías del monte o las masuqueras. La Vizcaya y La Iberia, dando lugar a la em-
Estas ferrerías hidráulicas constaban de presa Altos Hornos de Vizcaya. En la fecha
los siguientes elementos: un espacio para al- de su constitución la empresa cuenta con
macenar el carbón, almacenes, martinetes, 14 ingenieros, 75 contramaestres, 200 em-
fraguas y la infraestructura para producir pleados, 5.620 operarios entre Baracaldo y
energía a través de saltos de agua: presa, ca- Sestao y 230 obreros en las minas de la Or-
nal y túnel con rueda hidráulica. Pero hasta conera y Galdemés.
El Horno Alto n.º 1 de Altos Hornos de acero, así como los peldaños de las escaleras
Vizcaya se encuentra situado en Sestao, jun- entre ellas, y se encuentran practicables
to a las vías del Ferrocarril de RENFE, que aunque ligeramente oxidadas.
discurre bajo la rampa de acceso. El suelo es Como elementos auxiliares consta de tres
propiedad de la nueva Acería Compacta, estufas y una chimenea, un conducto de sa-
aunque el Horno en sí es propiedad de la re- lida de gases con su separador de polvo, un
ferida Altos Hornos de Vizcaya. La instala- plano inclinado de dos vías por donde
ción se encuentra protegida por una alam- circulaban unas vagonetas (skips) con el
brada y se mantienen la totalidad de sus material, que eran accionadas por un opera-
elementos, en diferente estado de conserva- rio desde una caseta que se encontraba ane-
ción. El acceso actual al horno debe rea- xionada al Horno, enfrente de las poleas
lizarse a través de los terrenos de Acelor, que sujetaban los skips. Adyacente al horno
aunque antiguamente existía un acceso pea- se encuentra un ascensor que, en origen, da-
tonal desde Sestao, bajando por un rampa y ba servicio a los dos altos hornos para subi-
cruzando por un pequeño túnel debajo de da de materiales y personal.
la vía del tren, donde se encontraba una ca- Para su funcionamiento, se introducía el
seta de vigilancia. mineral de hierro, coke y cal como funden-
El horno en sí es un elemento vertical, te. La carga, encendida por la base, se va
siendo su armazón de chapa soldada y el in- quemando y reduciendo continuamente a
terior de material refractario. Su altura es de medida que se recarga el horno por arriba y
80 metros aproximadamente y su diámetro se le inyecta aire, previamente calentado por
207
de 18 metros. Se encuentra rodeado de unas las estufas que, a través de unas toberas, ha-
pasarelas que permiten el acceso a las cajas cían llegar el calor a la «morcilla», tubo
de refrigeración, por las cuales se introducía circular que abrazaba la base del horno en
el agua, siendo más numerosas en la parte sí, una vez fundido el material, se recogían
inferior del horno y en la parte superior los gases en el separador de polvo y en la
prácticamente nulas. Estas pasarelas son de parte inferior del horno, o crisol, se acumu-

Figura 1. Vista general del Alto Horno n.º 1. Figura 2. Aspecto de la morcilla que rodea al horno.
EL ALTO HORNO N.º 1 EN SESTAO (VIZCAYA)

Figura 3. Alto Horno n.º 1 en la actualidad. Figura 4. Altos Hornos n.º 1 y n.º 2 en 1996. Figura 5. Alto Horno n.º 1 en la actualidad.

laba en estado líquido el arrabio, sobre el • Sistema de refrigeración: agua (en ocasio-
que flotaba la escoria. Ambos materiales se nes se utilizó agua salada que posterior-
sangraban a través unas máquinas perfora- mente se desechó por su poder corrosivo).
doras de piquera. Se recogían posteriormen- • Temperatura máxima en funcionamien-
te en unos canales (regueras) para verterlos to: 1.400 °C.
208
a unas cucharas para su evacuación. • Fabricante: Empresa alemana G.H.H.
El uso continuo del horno producía un
gran desgaste, que obligaba a renovarlo ca- Por el Real Decreto 130/2005 del 7 de
da cinco o seis años, realizándose cinco re- junio, fue declarado Bien de Interés Cul-
construcciones desde la fecha de encendido tural con categoría de Monumento
hasta la de apagado que permitieron así (BOPV N.º 114 del 17 de junio de 2005).
mismo mejorar su rendimiento desde En esta declaración se determinan las con-
600 Tn/día hasta 1.500 Tn/día. En la base diciones que debe cumplir cualquier pro-
del horno se encontraba la sala de control yecto de rehabilitación y recuperación del
centralizada, desde la que se determinaba la Alto Horno n.º 1.
diferente mezcla de materiales, la produc- Siguiendo las pautas marcadas por esta
ción a efectuar, etc. declaración de Bien de Interés Cultural, se
Como resumen de sus características po- ha redactado el siguiente Proyecto de Eje-
demos decir: cución, que ha evitado, en la medida de lo
posible, añadir al Horno materiales o ele-
• Fecha de encendido: 18 de noviembre de mentos que distraigan la atención del ob-
1959. servador. Por eso, en la elección de los ma-
• Fecha de apagado: 28 de febrero de 1995. teriales ha primado el objetivo de conseguir
• Tipo de horno: de madrastra. un diálogo entre los ya existentes y los pro-
• Altura total: 80 metros. puestos para la construcción de las áreas ex-
• Volumen útil: 757 m3. positivas. Las materias a emplear serán si-
• Volumen interior: 881 m3. milares pero no iguales, de forma que se
diferencie fácilmente la rehabilitación de la ra que pueda albergar en su interior una re-
edificación original. cepción en la planta inferior, con una pe-
El estado actual de conservación del Hor- queña zona de librería, aseo y cuarto de ins-
no es, en líneas generales, satisfactorio. Estu- talaciones, y en la planta superior una sala
vo en funcionamiento hasta el año 1995, pe- destinada a proyecciones audiovisuales. En
ro desde entonces se ha mantenido en los el interior, se incorporarán unos paramen-
terrenos de la empresa Acelor, vallado por tos verticales de madera, de manera que se
una red metálica y con el acceso prohibido a logre un ambiente más calido. El pavimen-
personal no autorizado. Los factores que le to se resolverá con hormigón pulido, para
han afectado han sido la falta de uso, el paso potenciar su carácter industrial.
del tiempo y otros, generalmente, atmosféri- Además, se repondrá el material de sola-
cos. En todos los elementos que constituyen do y el refuerzo estructural de los forjados
el conjunto del Alto Horno se observa un es- metálicos, que constituyen las plataformas
tado de suciedad muy avanzado debido al horizontales, más próximas al nivel del hor-
polvo originado por los restos de la última no. Se rehabilitarán y acondicionarán las es-
fundición. En particular, las lesiones detecta- caleras de acceso y las barandillas de protec-
das afectan a elementos estructurales: los per- ción existentes, añadiendo el material
files que constituyen pilares y vigas del con- necesario en las zonas en las que se haya
junto no tienen riesgo de fallo estructural, desprendido o deteriorado.
pero sí presentan un gran deterioro de su su- En cuanto al Alto Horno, en este proyec-
perficie, encontrándose la pintura agrietada y to se contempla la visión exterior del mismo
209
levantada y el metal oxidado. También han únicamente. Sí se ha contemplado la instala-
aparecido eflorescencias salinas. Los revesti- ción de un ascensor panorámico, que efectúe
mientos de la estructura en el nivel inferior paradas en dos niveles, la pasarela y el nivel
de contacto con el terreno, como el gunitado de piqueras. Sus paramentos acristalados per-
de hormigón y el ladrillo y hormigón refrac- mitirán al visitante apreciar la perspectiva del Figura 6. Localización del Alto Hor-
tario de los forjados, presentan grietas y en paisaje de la ría del Nervión. Desde la última no n.º 1 en Sestao.
algunas zonas se han desprendido por com-
DÁRSENA
pleto. La mayoría de las cubiertas de chapa DE LA
BENEDICTA
de las naves están rotas y oxidadas, las pasa-
relas y escaleras presentan los perfiles de ace-
ACB
ro, chapas y barandillas con pérdida de pin-
tura de protección. Estas patologías también
se aprecian en las grúas (visibles desde la na-
ve de colada). Los revestimientos de fachadas
presentan numerosas fisuras.
PASADIZO
Tras el estudio del estado de conservación POR VÍA
DEL TREN
del horno y de las patologías que lo afectan,
se ha realizado este proyecto que incluye las
siguientes actuaciones: en primer lugar se
ha considerado la demolición de la caseta de
control, debido a su estado, y reconstruirla CHAVARRI RIVAS
KALEA
respetando la misma morfología, de mane-
parada se podrá acceder a la plataforma cir- franja del 50% como máximo, y a lo largo
cular correspondiente al nivel de estufas que de toda se altura se repondría el ladrillo re-
se sitúa en la parte alta del horno. fractario que recubría la cara interna de hor-
Como vemos, este primer proyecto reco- no. El pavimento estaría elevado y sería de
ge únicamente una actuación de consolida- vidrio transparente con el objeto de poder
ción y rehabilitación. Sin embargo, sería observar los depósitos solidificados de la úl-
aconsejable, en actuaciones futuras y para tima fundición. Para su perfecta visualiza-
potenciar su carácter emblemático, realizar ción habría que incluir una iluminación de
otra serie de actuaciones en dos fases. La las superficies a rehabilitar.
primera de estas fases consistiría en la pin-
tura del Alto Horno, lo cual resulta un pro-
EL ALTO HORNO N.º 1 EN SESTAO (VIZCAYA)

ceso extremadamente complejo, y que des- Ficha técnica


EQUIPO TÉCNICO DEL PROYECTO BÁSICO
cribimos de forma resumida. En primer
Y DE EJECUCIÓN DE CONSOLIDACIÓN DEL
lugar se debe actuar en la reparación de las ALTO HORNO N.° 1 DE SESTAO (VIZCAYA)
superficies metálicas de la obra, para la cual
DIRECTORA DEL EQUIPO
se procede al chorreado abrasivo de las mis- M.ª Victoria Sánchez de León Robles. Arquitecta.
mas para eliminar el óxido. A las seis horas Especialista en Patología de la Edificación y Re-
de este proceso se debe proceder a la impri- habilitación del Patrimonio.
mación de las superficies, para conseguir re-
ÁREA ARQUITECTÓNICA
sultados óptimos.
COORDINADOR DEL ÁREA
En esta segunda fase sería extremadamen-
210 M.ª Victoria Sánchez de León Robles. Arquitecta
te conveniente solucionar el problema del ATC Proyecta, S.L.
acceso al horno y la urbanización del entor- Arquitecto técnico
no. Debería realizarse una calzada desde la Roberto Gesteira Losada. Arquitecto técnico. Co-
calle Chavarri Rivas Kalea a los terrenos de laborador externo.
ACB, para poder adecuar un acceso al en- Planimetría arquitectónica y delineación
torno del horno desde su lado oeste. La Covadonga Toro Pascual. Estudiante 5.º de Ar-
propuesta constaría de un vial de entrada y quitectura.
María José Pastor Arenas. Estudiante 5.º de Ar-
salida a dicha calzada, una zona de aparca- quitectura.
miento de turismos y una superficie ajardi-
nada alrededor del paseo de acceso al horno ÁREA INDUSTRIAL
que pueda ser debidamente controlado. Es- Coordinador del Área
ta propuesta debería realizarse para asegurar José Manuel Castañeda. Ingeniero Industrial. Co-
laborador externo.
un acceso desde el núcleo urbano.
Finalmente, en una tercera fase, sería con- ÁREA HISTÓRICA Y ARQUEOLÓGICA
veniente completar el carácter expositivo del Esther Andreu Mediero. Arqueóloga (Arqueome-
Alto Horno n.º 1, haciendo accesible su in- dia). Colaboradora externa.

terior y diseñando un espacio museístico Estudio Arqueológico


desde el cual pudiera entenderse el elemento Santiago Palacios. Arqueólogo (Arqueomedia). Co-
laborador externo.
en su complejidad. Para la recuperación del
interior del horno, se adecuaría para mostrar Análisis Histórico y Jurídico
Inés Pérez de Ayala. Licenciada en Historia. ATC
al visitante el aspecto original de las paredes, Proyecta, S.L.
como si aún se mantuviera en uso. En una
La Esclusa n.º 7 del ramal Campos
del Canal de Castilla
El Canal de Castilla fue concebido por forma de Y invertida, divididos en tres
los políticos de la ilustración para luchar ramales, el Ramal del Norte, desde Alar
contra el aislamiento físico de los reinos de del Rey, tomando las aguas del río Pi-
León y Castilla. Sus tres ramales se erigie- suerga, hasta alcanzar el río Carrión en
ron desde el principio en elemento revita- Calahorra de Ribas con 87 km; el Ramal
lizador de la economía regional. Su aprove- de Campos, parte del río Carrión en Ca-
chamiento se realizó desde la consolidación lahorra de Ribas hasta llegar a Medina de
de su caudal como fuerza motriz para mo- Rioseco con 66 km, y el Canal del Sur,
linos, batanes, fábricas de harina y centra- tomando aguas en el Serrón para desem-
les eléctricas, hasta la navegación y trans- bocar en el río Pisuerga en Valladolid con
porte de mercancías. 54 km.
El proyecto del Canal de Castilla no El Canal de Castilla que fue diseñado
cristalizaría hasta mediados del siglo XVIII, esencialmente para prestar un servicio de
una vez superados los diversos conflictos transporte, no tardó en dejar sitio a la
de la primera mitad de siglo. Fernando VI explotación de otros recursos como el
y su ministro el marqués de la Ensenada riego y, sobre todo, el aprovechamiento
211
empezaron a pensar en un ambicioso plan hidráulico en aquellos puntos que ofrez-
para levantar la economía del país, plan en can un considerable desnivel. Tanto la
el que uno de sus aspectos fundamentales navegación como el aprovechamiento de
serían las obras públicas, con un impor- la fuerza motriz produjeron a lo largo
tante proyecto de vías de comunicación. de los años en torno al Canal el desarro-
El marqués de la Ensenada propone en- llo de una importante arquitectura in-
tonces a Fernando VI la construcción de dustrial. Figura 1. Planta general.
una red de caminos y canales de navega-
ción, centrándose en Castilla, al ser en-
tonces la principal comarca del país pro-
ductora de cereales.
El marqués de la Ensenada encargará al
marino Antonio de Ulloa realizar las gestio-
nes necesarias encaminadas a la consecu-
ción de su construcción, empezándose las
obras el 27 de junio de 1753 en Calahorra
de Ribas y terminándose el 8 de noviembre
1849 en Medina de Rioseco.
De lo proyectado, se construyeron
207 kilómetros, que discurren por las
provincias de Palencia y Valladolid y una
pequeña incursión en la de Burgos, con
LA ESCLUSA N.º 7 DEL RAMAL CAMPOS DEL CANAL DE CASTILLA

Figura 2. Esclusa n.º 7 antes de la restauración. Figura 3. Esclusa n.º 7 después de reparar las compuertas.

En este conjunto de obras de fábrica e in- Características


geniería, las cuales han sufrido toda suerte
de transformaciones, se dan cita varios tipos Balsas cerradas en sus dos extremos por dos
de construcciones según su función. Por un pares de compuertas, estilo de tipo mitra,
lado, las propias ingenieriles como: presas, que en su parte inferior cuentan con porto-
212
retenciones, esclusas, puentes o acueductos, nas de desagüe mediante el sistema de gui-
y, por otro lado, las que se hacen levantar llotina. La balsa se rellena abriendo las por-
para hacer frente a las necesidades genera- tonas inferiores hasta que el nivel de la balsa
das por el aprovechamiento de sus recursos: se sitúa a nivel del cauce del Canal, enton-
molinos, fábricas de harina, almacenes, ca- ces se procedía a la apertura de la puerta y
sas de esclusero, etc. se introducía la barcaza. Están revestidas de
Las obras más representativa del Canal sillerías de piedra caliza o arenisca.
son las esclusas, las cuales se encuentran a lo Actualmente, el Canal de Castilla es pro-
largo del recorrido del canal para salvar el piedad del Estado, tutelado por la Confede-
desnivel existente y facilitar la navegación, ración Hidrográfica del Duero, habiéndose
se construyeron 49 esclusas, de las cuales el declarado Bien de Interés Cultural, con la
mayor número (24) corresponden al Ramal categoría de conjunto Histórico, además de
del Norte como consecuencia del relieve dos ámbitos de ordenación territorial adi-
más accidentado; en el ramal Sur existen 18 cionales (ámbito de Protección y ámbito de
y tan sólo 7 en el de Campos. Entrono), según Decreto 154/1991, de 13
Tipológicamente hay dos modalidades de de junio; elaborándose con posterioridad el
esclusas, las ovaladas construidas por el Es- Plan Regional de ámbito territorial del Ca-
tado (34), y las rectangulares construidas nal de Castilla, según Decreto 205/2001 de
por la Compañía del Canal (15). 2 de agosto.
El fin de la esclusa consiste en salvar los El uso actual del Canal es de abasteci-
desniveles existentes en el terreno para per- miento a 51 localidades con una población
mitir el paso de las barcazas. aproximada de 400.000 habitantes y el rie-
go de 32.600 Ha, así como el industrial con
la disponibilidad del agua en centrales hi-
droeléctricas, existiendo actualmente nueve
en explotación. Así mismo existe un uso
medioambiental, al tratarse de un parque li-
neal de 1.500 Ha, con gran diversidad de
flora y fauna, zonas húmedas de interés es-
pecial, bosques, etc.
Existe otro tipo de usos, como son los
culturales (discurre paralelo durante 6 km al
Camino de Santiago), turísticos (navega-
ción turística a motor y pedales, marchas a
pie, cicloturismo...) y deportivas (pesca,
triatlón...).

Intervención

La intervención de la actuación consistió en Como actuaciones secundarias se eliminó Figura 4. Esclusa n.º 7 una vez res-
taurada propiciando que el canal en
recuperar la Esclusa 7.ª del Ramal Campos, la presa de bóveda existente, se desvió el canal
este tramo sea navegable.
situada en el término municipal de Tamariz de desagüe mediante marcos prefabricados
213
de Campos (Valladolid), para posibilitar la de hormigón de 2 y 3 metros de anchura y
navegación a través de ella. 1,50 metros de altura y la construcción de
La esclusa se encuentra realizada en pie- dos embarcaderos de madera. Así mismo se
dra de sillería caliza, de 30 metros de largo, procedió a la limpieza de la fábrica de cante-
5 metros de anchura y 5 metros altura, pa- ría mediante agua a presión y el sellado de la
ra salvar un desnivel de 2,50 metros. misma.
La actuación consistió en la instalación de
dos conjuntos de compuertas tipo «mitra» Ficha técnica
metálicas, aguas arriba de 2,8 x 3,40 metros LA ESCLUSA N.º 7 DEL RAMAL CAMPOS
DEL CANAL DE CASTILLA
y aguas abajo de 2,80 x 5,75 metros, con un
sistema automatizado oleohidráulico para la INTERVENCIÓN
Restauración.
apertura y cierre de las compuertas, com-
puesto de una central hidráulica de dos gru- REDACCIÓN Y DIRECCIÓN DEL PROYECTO
pos de motobombas de 4 litros por minuto Miguel Ángel Alonso Maestro.
con una potencia de 1,5 kW, armario de EJECUCIÓN DEL PROYECTO
mando y señalización con autómata para Técnicas para la Restauración y Construcciones, S A.
control de maniobras, mediante mando a (TRYCSA).
distancia de accionamiento y un grupo elec-
FECHA
trógeno de 15 kVA, alojados en una caseta De octubre de 2004 a mayo de 2005.
prefabricada de 4,50 x 2,50 metros.
Fábrica de Cementos «Asland
en el Clot del Moro (Barcelona)
Situación brica de cemento y la estación de Guardio-
FÁBRICA DE CEMENTOS ASLAND EN EL CLOT DEL MORO (BARCELONA)

la de Berguedá, donde ya llegaba el ferroca-


La antigua fábrica de cemento Asland se en- rril de vía estrecha entre Manresa-Berga y
cuentra situada en el lugar conocido como Guardiola, el primer tren oficial realizó su
el Clot del Moro, en el término municipal primer viaje en noviembre de 1908.
de Castellar de N’Hug, al lado de la carre- Más tarde este tren se convirtió en ferro-
tera que comunica La Pobla de Lillet y Cas- carril secundario y con un uso público, que
tellar de N’Hug. inaugura el servicio de Guardiola a la Pobla
en 1914 y dejó de funcionar el 14 de octu-
bre de 1963.
Historia y significación territorial La fábrica de cemento ocupaba una ex-
tensión de unos 10.300 m2 y se tuvo que
El señor don Eusebi Güell i Bacigalupi excavar en la misma piedra que tenía que
(conde de Güell) constituyó la Compañía proveerla de materia prima, aun con todo
General de Asfaltos y Pórtland Asland en esto su construcción fue una gran obra, ya
1901, poco después inició la construcción que se extrajeron 60.000 m2 de roca. El edi-
214
de la fábrica de cemento del Clot del Moro ficio cubriría una superficie de 5.100 m2 y
que fue la primera de su clase en Catalunya estaba escalonado en 14 niveles diferentes
y fue inaugurada el 25 de julio de 1904. (para permitir un proceso de fabricación
La elección de este lugar, que pertenece al por medio de la gravedad, la cual, establece
término municipal de Castellar de N’Hug, un complejo sistema de transporte) y la di-
situado en pleno Prepirineo y muy alejado ferencia máxima de altura entre ellas era de
de los principales centros fabriles del princi- 50 metros. Todos los muros eran de obra y
pado, tuvo como causas principales, el yaci- la cubierta estaba formada por un sistema
miento de piedra ya existente en el lugar y de vueltas (vueltas a la catalana) apoyadas
que, una vez analizado, resultó tener una ca- sobre estructura de hierro que, a su vez, des-
lidad excepcional para fabricar cemento cansaban sobre columnas del mismo mate-
Pórtland, la proximidad del río Llobregat y rial; la altura del edificio era variable, si bien
sus fuentes con un salto de agua capaz de ge- una de las vueltas, situada a unos 14 metros
nerar una potencia suficiente para el buen de altura, fue obra del arquitecto Rafael
funcionamiento de la fábrica y el combusti- Guastavino y Moreno, constructor de vuel-
ble de la cuenca carbonífera del Berguedá. tas de cerámica fina de estilo catalán y que
Pero no todo eran ventajas y el transpor- fue autor de numerosos edificios residencia-
te parecía un problema insalvable, pero se les e industriales en Cataluña, de los cuales,
resolvió primero con la adquisición de un la fábrica de cemento del Clot del Moro fue
tren de carretera, remolcado por una loco- un buen ejemplo. Más adelante, la fábrica
movible y más tarde con la construcción de se amplió y a su lado creció una colonia fa-
una pequeña línea de ferrocarril entre la fá- bril y otras instalaciones entre las cuales des-
Figura 1. Vista de conjunto.

215

Figura 2. Vista parcial.


actuación principal consistiría en continuar el
recorrido por el corredor adosado a los silos y
entrar dentro de los depósitos del clinker.
El objetivo del proyecto no es rehabilitar
el conjunto de las naves, sino de consolidar
la estructura de las mismas y, a la vez, ga-
FÁBRICA DE CEMENTOS ASLAND EN EL CLOT DEL MORO (BARCELONA)

rantizar un recorrido seguro para el visitan-


te. La mayor parte del deterioro de los edi-
ficios se debe a la acción de la lluvia y de las
inclemencias meteorológicas de la zona, que
han provocado la oxidación de los elemen-
tos estructurales metálicos, la infiltración
del agua dentro de las edificaciones, así co-
mo la degradación del conjunto.

Estado actual de las obras

Figura 3. Estructura bajo las bóvedas. tacó el chalet de la familia Güell, que a cau- Una vez eliminada la capa de residuos y ele-
sa de su línea modernista, inspirada clara- mentos vegetales que estaba depositada en
mente en la obra gaudiana, hizo que fuera la cubierta de las bóvedas de la nave del
216
atribuido en un principio a Antonio Gaudí, clinker, se pudieron apreciar múltiples fisu-
cosa errónea, ya que fue obra de los arqui- ras que eran más acentuadas en las dos bó-
tectos Eduardo Ferrer y Puig e Ignacio Oms vedas de los extremos, de las diez que se
y Pousa, realizada en el año 1905; está si- compone la nave. Estas fisuras eran tan evi-
tuado en la parte norte del conjunto, en un dentes en el intradós como en el extradós.
pequeño cerro, a las afueras de la fábrica, También se pudo constatar desprendi-
rodeado de jardines. La fábrica dejó de fun- mientos aleatorios de la primera hoja («sen-
cionar en el año 1975, quedando durante zillat») o despegado del intradós («estobat»),
años abandonada. así mismo, en mayor proporción en las dos
bóvedas extremas de la nave.
Una vez iniciada la demolición se obser-
Descripción de la intervención va que el interior de las grietas está apode-
rado de materia orgánica vegetal, que hay
Se trata de consolidar una parte de la anti- pequeñas raíces ramificadas que llegan has-
gua fábrica con doble objetivo, primero de- ta la zona de arranque de la bóveda. Se lle-
tener la degradación de las edificaciones ga a la decisión de la demolición total de la
existentes y, por otra, ampliar la zona del primera bóveda, hasta llegar a la estructura
Museo del Cemento abierta al público. de la primera cercha.
Actualmente, el Museo del Cemento ocu- Las fotos dan muestra del mal estado en
pa el cuerpo central del conjunto de la fábri- que se encontraba la bóveda en su conjunto
ca bajo los silos, que se utilizaban posible- y la oxidación de toda la estructura, incluso
mente como zona de carga y descarga. La de la parte interior del arranque de la bóveda.
Análisis del proceso
de reconstrucción

Con las preexistencias anteriores se propone


una reconstrucción de la bóveda siguiendo
las pautas de concienciar que la ejecución
ha de ser hecha por personal experto, si-
guiendo los criterios de conservar, en la me-
dida de lo posible, toda la autenticidad for-
mal, constructiva y estructural que pretende
el presente proyecto.
En primer lugar se procederá a colocar los
tirantes entre cerchas y mediante placas a las
dos paredes que cierran la nave, tal como es-
taba previsto en el proyecto inicial.
Una vez se encuentre la estructura metá-
lica estabilizada, se procederá a la recons-
trucción de las bóvedas y al saneamiento de
la estructura metálica. tendido de las dos hojas restantes, es decir Figura 4. Apeo de la bóveda.
Los materiales necesarios son la rasilla de el doblado, se realiza simultáneamente con
14 x 28 x 2 y los morteros de fraguado rá- el sencillazo, dejando las caras de la rasilla
217
pido, nunca yeso, y como elementos auxi- bien envueltas de mortero, sin que haya
liares el buen trazado de la bóveda cogiendo contacto directo entre ellas, separadas esca-
como referencia el arranque y la clave de la sos milímetros.
bóveda contigua existente. La rasilla del sencillado será la que quede
Para la construcción hay que ejecutar si- con el intradós visto y, por tanto, de la rasi-
guiendo anillos o arcos completos en los lla, la cara rugosa será la superior dejando la
tres gruesos, buscando siempre la disconti- cara vista en la cara inferior.
nuidad de las juntas entre las tres hojas que
forman la bóveda.
Así, se inicia la reconstrucción de la bó-
veda tabicada con el tendido de la primera Ficha técnica
FÁBRICA DE CEMENTO ASLAND EN CLOT
hoja o sencillado o «senzillat», formando
DEL MORO (BARCELONA)
arcos o anillos, que con el poco peso de la
rasilla y el empleo de aglomerantes de ce- ARQUITECTO
Josep M.ª Pons Rotllan.
mento rápido no precisa de cercha ni en-
cofrado. Los arcos que forman la bóveda se ARQUITECTURA TÉCNICA
empiezan por los arranques y se van colo- J. Manuel Gordillo Laborias.

cando sucesivamente las rasillas procuran- EJECUCIÓN


do llevar la construcción con simetría en Const. y Rest. PEIXPOCH, S.L.
relación al eje. El cierre del arco se hace
AÑO
por medio de una rasilla con pasta en tres 2006-2007.
aristas, encajándola en medio del arco. El
Fábrica de Els Solers de Alcoi (Alicante)

Memoria histórica Las primeras fábricas que encontramos


son las denominadas «fábricas de primera
El topónimo Molinar, o riu dels Molins, in- agua», unos molinos papeleros y harineros
dica la existencia de antiguos molinos hari- del siglo XVIII levantados sobre los restos
neros y batanes, cuyo origen hay que situar- de un antiguo batán del siglo XV, llamado
lo en el siglo XV. El caudal permanente y la del Ferro. El primer edificio es el Molí Nou
existencia de fuertes desniveles en el curso del Ferro (parcialmente destruido por un
FÁBRICA DE ELS SOLERS DE ALCOI (ALICANTE)

alto propiciaron el establecimiento de edifi- incendio en 1996). Junto a éste se encuen-


cios fabriles en el siglo XVIII, dedicados a tra adosado el Molí del Ferro o «Romualdet»
procesos manufactureros de los sectores tex- (del que se conserva únicamente la planta
til y papelero. baja). El tercer edificio de este conjunto es
La parte alta del Molinar tiene unas ca- la fábrica de Els Solers (sobre el antiguo
racterísticas propias que derivan de su po- molino harinero), separada de la anterior
sición primera en el curso de aguas del por una cesura cónica de tres metros, en la
Molinar observado por el ilustrado J. A. Ca- cual existen restos de la rueda hidráulica y
vanilles que, atento, a finales del siglo XVIII, una turbina de caudal que producía la
describe el territorio con tal economía de energía de la fábrica. Sobre esta fábrica de
218
medios y precisión que a través de su des- tres crujías formada por un sistema ortó-
cripción captamos el espíritu que habita tropo de bóvedas de gravedad de 20 pal-
ahora entre las ruinas y la vegetación. mos (4,5 m) se genera la primera planta li-
Tradicionalmente la fuente del Molinar bre de la industria para albergar las grandes
era un manantial caballero de 300 l/sg que máquinas lineales de hilar o selfacting (sel-
en su origen era un círculo de 40 palmos de factinas).
diámetro. Estas aguas han abastecido a la La fábrica de Els Solers se basa en un mo-
población de Alcoy desde el año 1421. La delo de dos crujías realizadas con bóvedas de
red hidráulica se inicia en este punto y dis- 20 palmos, ampliándose posteriormente en
curre aguas abajo por el cauce hasta llegar al una crujía más, de tres metros, en la zona de
primer azud, que la desvía y conduce me- la cesura con el Molí de Ferro. Por esta razón
diante un viaducto que atraviesa el cauce la planta primera de Els Solers muestra una
hasta un partidor situado en el margen iz- primera transformación tipológica al tipo
quierdo. de tres crujías que se generalizará en el valle.
La utilización de los canales de agua y Esta evolución de la planta induce una se-
ruedas para aprovechar la capacidad gunda transformación a través de la eleva-
energética de los saltos, heredada de los ción de una planta libre que emula los áticos
molinos harineros, sufre una transforma- de las hilanderías de Bolton (Inglaterra) pa-
ción al incorporársele un eje de transmi- ra albergar las máquinas de hilar de usos
sión que mueve los pequeños artefactos múltiples, desde la Spinning Jenny, Mule o
ubicados dentro de un espacio de trabajo la selfacting. Para la formación de la planta li-
común. bre se utilizan cerchas mixtas de madera y
Figura 1. Conjunto industrial de El Molinar de Alcoi. Figura 2. Conjunto industrial de El Molinar de Alcoi. Sección.
Planta.

219
acero de 12 metros de luz construidas según ciló entre los 7 y 15 centímetros para po-
los modelos de Polonceau. der nivelar la superficie pisable.
Posteriormente, la tercera fase ha consistido
en hacer un nuevo forjado para la planta se-
Objeto de la intervención gunda reposicionando el entramado de vigas
IPN220 e IPN180 que ha evitado la ruina del
El objeto del proyecto es la consolidación edificio durante todos los años de abandono.
de la fábrica de Els Solers del conjunto in- Para ello, la manera de utilizar a nuestro favor
dustrial de El Molinar, en Alcoy (Alicante), estos elementos de flexión ha sido elegir un sis-
actuando con una serie de estrategias cons- tema de chapas grecadas para construir un for-
tructivas que puedan ser comunes a todas jado colaborante unido a los perfiles IPN180
las demás fábricas de este valle, enclave de por medio de conectadores de forma que tra-
los orígenes de la revolución industrial en la bajen solidariamente como vigas mixtas.
ciudad de Alcoy. La cuarta fase supondrá acometer la res-
La intervención arquitectónica ha su- tauración de una de las cerchas caídas y la
puesto una primera fase de limpieza y creación de un anillo perimetral que zunche
desescombro de elementos sueltos y dis- la coronación de los muros y sirva de apoyo
gregados pertenecientes a los forjados y de todas la cerchas que forman la cubierta.
muros en ruina, una segunda fase de re- En último lugar se acometerá la cubri-
construcción de las bóvedas caídas y con- ción total de la fábrica sin recurrir a la repe-
solidación de todas ellas a través de una tición del lenguaje costumbrista, adoptando
losa de hormigón con un espesor que os- un sistema más contemporáneo.
Emplazamiento
FÁBRICA DE ELS SOLERS DE ALCOI (ALICANTE)

Fábrica de Els Solers

220

Figura 3. Vista aérea del Conjunto In-


dustrial de El Molinar en el año 1957.

Ficha técnica
FÁBRICA ELS SOLERS EN EL MOLINAR DE ALCOI (ALICANTE)
PROYECTO DIRECCIÓN DE OBRA
Arquitecto: Ciro M. Vidal Climent. Arquitecto: Ciro M. Vidal Climent.
Arquitecto Técnico: Mónica Espí Gascó.
ARQUITECTOS COLABORADORES EJECUCIÓN
Vicente M. Vidal Vidal. Clar Rehabilitación.
Ivo E. Vidal Climent.
Rosa María Seguí Cots. AÑO
Anne Heitmann (estudiante). 2006-2007.
Conjunto minero de Almadén
(Ciudad Real)
Reseña histórica de las minas perteneciente al Estado español y propieta-
de Almadén, su trascendencia en el ria de las minas, ha realizado un importan-
mundo y en la industrialización te esfuerzo destinado a la diversificación in-
dustrial, en la cual la actividad minera se ha
Las Minas de Almadén se sitúan al suroeste de reducido a una tercera parte.
la provincia de Ciudad Real y cercanas al lí- En el marco de esta reconversión planteada
mite con las provincias de Córdoba y Badajoz. por la empresa, se contempla la puesta en va-
La explotación de las minas de Almadén lor de su patrimonio histórico e industrial, a
comienza posiblemente en el siglo IV a. C. partir de la creación de la Fundación Almadén
por los cartagineses, aunque adquirirá su –Francisco Javier de Villegas–, con la finalidad
mayor auge tras la conquista romana. de fomentar y promover el conocimiento his-
Su denominación, heredada de los musul- tórico y científico de las explotaciones mineras
manes, «al-ma’ dín», significa la mina, lo y procurar los medios precisos para que este
que denota su significación histórica así co- patrimonio pueda ser conocido, visitado y uti-
mo su importancia productiva, ya que se es- lizado por el mayor número de personas.
tima que su productividad ha aportado una Dentro del plan de reconversión ante el
221
tercera parte del mercurio consumido por la cierre definitivo de la explotación minero-
humanidad. metalúrgica, MAYASA propone la transfor-
Es en el siglo XVI, cuando las Minas de mación de sus instalaciones en un espacio
Almadén cobran una gran importancia tras sociocultural de visita pública, convirtién-
convertirse el mercurio en elemento pri- dolo en Parque Minero de Almadén.
mordial a partir de la invención del método
de amalgamación de plata.
Su producción se vio mermada debido al Implicación del IPHE en el proceso
agotamiento de las explotaciones, desde de reconversión del conjunto minero
mediados del siglo XVII hasta principios del
XVIII, cuando se descubrieron nuevas minas, En este sentido, se incluyen las minas de Al-
hecho que coincidió con el comienzo del madén en el Plan Nacional del Patrimonio
uso de la pólvora. En el siglo XX, tras la Industrial, por medio de la colaboración en-
Guerra Civil, las minas alcanzan el récord tre MAYASA y la Dirección General de Be-
de producción. llas Artes y Bienes Culturales a través del
En la actualidad, la disminución de las Instituto del Patrimonio Histórico Español
reservas explotables así como del consumo (IPHE), y se prevé la redacción de un Plan
del mercurio y la caída de la cotización in- Director con el objeto de formalizar un do-
ternacional, han provocado el descenso en cumento que estableciera las condiciones
la rentabilidad de la explotación. generales y particulares de la mencionada
Ante esta perspectiva, Minas de Almadén y reconversión del conjunto en un espacio so-
Arrayanes, S.A. (MAYASA), empresa pública ciocultural.
Figura 1. Estado actual. Figura 2. Propuestas del Plan Director.

En este contexto, se plantea la necesidad de Vilchez, Estudio Cano Lasso, Quality Sis-
CONJUNTO MINERO DE ALMADÉN (CIUDAD REAL)

contar con una serie de propuestas para la ade- tem España.


cuación del conjunto industrial como espacio Habiendo procedido al estudio y análisis
sociocultural, por medio de concurso para la de cada una de las propuestas, el Jurado re-
redacción del Plan, siendo el promotor la solvió por unanimidad que los finalistas se-
empresa Minas de Almadén y Arrayanes S.A. rían A.M.P. Arquitectos y Quality System
El Jurado del concurso fue integrado de España, siendo esta última la elegida por la
la siguiente forma: Comisión Directiva de MAYASA como ad-
judicataria para la elaboración del Plan Di-
• Dos expertos designados por Minas de rector.
Almadén (MAYASA):
– D. Ángel Hernández Sobrino.
222
– D. Félix Guerrero Igea. Plan Director del parque Minero de
Almadén
• Dos miembros designados por el Institu-
to de Patrimonio Histórico Español:
El Plan Director del Parque Minero de Al-
– D. Ramón de la Mata Gorostizaga. madén es un instrumento de diseño, plani-
– D. Alberto Humanes Bustamante. ficación y control de la transformación de
– Eusebi Casanelles, presidente del las instalaciones minero-metalúrgicas de las
TICCH y director de Museo de Cien- minas de Almadén en un Parque Minero,
cia y Técnica de Cataluña entendido como un espacio de transmisión
• Un experto designado por la Administra- cultural, educativo y turístico de calidad, a
ción local: partir de la conservación y puesta en valor
de su patrimonio industrial, científico y tec-
– D.ª Josefa Babiano López.
nológico.
• Un experto designado por la Administra- Su objetivo es poner a disposición de la
ción Autonómica: sociedad el «Parque minero de Almadén»,
– D. Antonio Moraleda Galán. un conjunto patrimonial recuperado de
elementos minero-industriales en torno al
Al concurso se presentaron las propuestas mercurio, que permita explicar la riqueza
de los siguientes equipos: Fernando Menis geológica de los yacimientos existentes, la
(AMP Arquitectos), Enrique Sobejano y evolución de los diversos procesos mine-
Fuensanta Nieto, Darío Gazapo y Concep- ros e industriales a lo largo de su historia,
ción Lapayese, STOA, Miguel González y la importancia del mercurio en el desa-
rrollo histórico de la sociedad y el impac- «Puerta de Carlos IV»
to de la explotación de Almadén a nivel
mundial. La Puerta de Carlos IV se encuentra inte-
Así mismo, entre los objetivos del Plan, grada en el llamado «Cerco de San Teodo-
se encuentra la utilización de la puesta en ro», dentro de las actuales instalaciones ad-
valor de este patrimonio como motor de ministrativas de la empresa Minas de
desarrollo social, económico y cultural pa- Almadén y Arrayanes S.A.
ra Almadén y su comarca, conjugando la Se trata de una puerta conmemorativa en
conservación del conjunto patrimonial con forma de Arco de Triunfo, datada en 1795,
el desarrollo de un turismo cultural que e inscrita en un conjunto de edificios de
asegure la calidad de la visita e impulse la inspiración ilustrada y neoclásica, claro ex-
creación de infraestructuras turísticas. ponente de la arquitectura industrial del si-
glo XVIII.
Equipo redactor del Plan Director Construida en fábrica de ladrillo con ele-
mentos decorativos de piedra caliza y revo-
• Coordinación y dirección del proyecto: cos de mortero de cal, consta de un basa-
José M.ª Gimeno. mento de panetes cajeados, un cuerpo
• Área de Ingeniería: Antonio Ruiz-Castell. principal con columnas y pilastras de orden
• Área de Arquitectura: toscano con entablamento decorado con
José Ramón Fernández Molina. triglifos y metopas, remata con un frontón
• Área de Museología, Historia, etc.: que repite como elementos sustentables las
223
Féliz Lozano Corbacho. pilastras del cuerpo principal entre las que
• Área de Arquitectura: se colocan sobre el tímpano dos cartelas y el
Francisco Fernández Longoria. escudo real labrado en piedra caliza.
• Área de Museología: En cuanto al estado de conservación de
Mikel Asensio Brouard. la puerta, presentaba deterioros tanto en la
• Área de Museografía: fábrica de ladrillo como en los elementos
Juan Altieri Sánchez. de piedra por procesos físicos y bioquími-
cos, así como procesos originados por fac-
tores de uso, como las alteraciones provo-
Dos intervenciones cadas por intervenciones inadecuadas
anteriores.
A partir de 2003, año en el que se materia- Las actuaciones realizadas se centraron en
liza el Plan Director del parque minero de los siguientes puntos:
Almadén, el Instituto de Patrimonio Histó-
rico Español encarga al Estudio de Arqui- • Drenaje perimetral de la puerta y muros
tectura de Virginia Cinca Gutiérrez, la re- de mampostería contiguos, con objeto de
dacción de dos proyectos de intervención eliminar humedades por capilaridad, así
en el conjunto minero. Ese mismo año se como la canalización de una bajante cer-
acometería el proyecto de «Restauración de cana a la puerta para evitar que vierta sus
la Puerta de Carlos IV», y en 2005 el pro- aguas al terreno.
yecto de «Rehabilitación de los hornos de • La restauración de fábricas de ladrillo y
Bustamente». elementos de piedra en las siguientes fases:
CONJUNTO MINERO DE ALMADÉN (CIUDAD REAL)

Figura 3. Puerta de Carlos IV por la


zona exterior del recinto.

– Saneado, limpieza y protección de las por Lope Saavedra Barba en las minas de
224
zonas susceptibles de pérdidas o disgre- Azogue de Huancavelica (Perú). Las venta-
gación durante tratamientos posteriores. jas de estos nuevos hornos consistían en su
– Reintegración y consolidación de ele- mayor capacidad, y la obtención de mejores
mentos tratados. rendimientos y medidas higiénicas para los
– Protección. operarios. Esto provocó la sustitución de los
• Consolidación y restauración del escudo hornos de reverbero de forma tan rápida
de piedra de la fachada posterior. que a mediados del siglo XVIII estaban en
• Reparación de cubiertas, consistente en la funcionamiento doce hornos de aludeles.
reposición de las piezas cerámicas que lo Los hornos se encuentran siempre parea-
constituyen, previa formación de capa de dos, consistiendo en una cavidad cilíndrica di-
compresión con fibra de vidrio. vidida en dos partes por unos arcos de ladrillo,
• Sustitución de la hoja de madera de la de aproximadamente 2 metros de altura, de-
puerta por una puerta de acero cortén. nominados red, que sustentan la carga. La mi-
• Iluminación de la puerta mediante pro- tad inferior de la cavidad, que funciona como
yectores halógenos. hogar y cenicero, tiene una puerta denomina-
da atizadero, comunicada con una chimenea
«Hornos de Bustamante» por la cual se verifica el tiro, impidiendo así
que los gases que puedan escapar del horno a
La implementación de los hornos de alude- través de la red, influyan perjudicialmente so-
les en Almadén se remonta a 1646, gracias bre la salud de los trabajadores.
a la aportación de Juan Alonso de Busta- La parte de condensación la constituyen
mante que instala estos hornos inventados las doce filas de aludeles que salen de las dos
Figura 4. Horno Bustamante antes de la restauración. Figura 5. Horno Bustamante durante las obras. Figura 6. Horno Bustamante una vez restaurado.

arquetas. Cada aludel es un tubo de barro En las minas de Almadén llegaron a exis-
que tiene una longitud próxima a los 40 cen- tir quince pares de hornos de aludeles, pero
tímetros y de 20 a 22 de diámetro en la zo- en la actualidad sólo queda uno de estos
na de la panza y de 10 en la parte más del- edificios con dos hornos llamados San Eu-
gada. Las filas de aludeles van colocadas en genio y San Julián. Estos hornos se constru-
dos planos inclinados llamados plano de ca- yeron en 1720 y funcionaron hasta 1928.
becera y plano de rabera. El número medio Hoy día son Bien de Interés Cultural, de-
de aludeles por fila es de 45 y la intersección clarados como tal por la Junta de Comuni-
de los dos planos presenta una ligera inclina- dades de Castilla-La Mancha, en 1992.
ción hacia uno de los extremos con el fin de El estado de conservación de los hornos
225
dar facilidad a la salida del mercurio hacia un previo a las obras de restauración era relati-
recipiente o pila que se encuentra en el ex- vamente bueno. Las principales patologías
tremo para recoger todo el mercurio. En la encontradas se referían a deterioros en las fá-
parte superior del plano de rabera hay otras bricas mixtas de ladrillo de tejar y mampos-
cámaras conocidas con el nombre de cama- tería, incluso con piezas descompuestas, con
retas de destilación, sobre las cuales está la presencia de humedades, costra biológica,
chimenea para promover el tiro. restos de sales y carbonatos. Así mismo, la
El proceso completo de cochura tiene cubierta inclinada presentaba tejas curvas
una duración de tres días, y comienza con la cerámicas semihundidas, los pavimentos
colocación de las distintas capas de minera- con deterioros en algunas piezas, y gran par-
les, y durante ocho horas se continúa con el te de los aludeles estaban rotos o faltantes.
período denominado «fuego de horno», en Entre las actuaciones previas, se realizó
el que se introduce combustible en el hogar. un informe de actuación arqueológica don-
El paso siguiente es el denominado de bra- de se incluía una memoria de los trabajos
sa, que se prolonga durante cuarenta horas. realizados, un inventario de los materiales
Las veinticuatro horas siguientes constitu- recuperados, documentación fotográfica y
yen el período de enfrío, después de las cua- planimetrías, así como un peritaje que date
les se abre la válvula, se limpia el hogar, se las diferentes intervenciones sufridas por el
recoge y cierne la ceniza para hacer la cer- edificio a lo largo del tiempo.
nada. Una vez finalizadas las operaciones de Las tareas de albañilería se centraron en la
limpieza del mercurio, éste se lleva al alma- limpieza general de las fábricas mixtas de
cén donde se envasaba para su venta. mampostería y ladrillo existentes, y la res-
cerámica curva, cubierta inclinada de pie-
zas de barro rectangular y cubierta plana de
piezas de barro cuadradas. La cubierta in-
clinada de teja estaba en avanzado estado
de deterioro, por lo que las actuaciones
consistieron en su desmontaje de las vigas
de madera existentes y recuperación de pie-
zas, ejecutando un nuevo soporte de table-
Figura 7. Horno Bustamante una vez ro de bardos cerámicos con capa de com-
descubierta la zona trasera. presión de hormigón aligerado sobre la que
CONJUNTO MINERO DE ALMADÉN (CIUDAD REAL)

se ejecutó la cubierta de teja cerámica cur-


tauración de las fábricas de ladrillo de tejar
va vieja.
vistas de las arquerías. En paramentos exte-
La obra se completó con las tareas de
riores se realizará un enfoscado, armado de
limpieza y reparación del pavimento inte-
mallazo de acero tipo tela de gallinero en
rior antiguo y la realización de pavimento
zonas determinadas. Así mismo, se realizó
de empedrado en el perímetro exterior. Así
un picado general de los muros interiores,
como la consolidación y recuperación de
hasta la completa eliminación de antiguos
volúmenes perdidos en la carpintería y ce-
recubrimientos o revoques, y la ejecución
rrajería, y la iluminación exterior en filas
de un nuevo rejuntado con mortero bastar-
de aludeles, arquerías de ladrillo y fábrica
do de cal, previa limpieza de llagas y tende-
de mampostería e interior de hornos, bó-
226 les. Posteriormente se realizó el sellado de
vedas y recintos.
grietas, reparación de pequeñas roturas y
sustitución de piezas en mal estado y termi-
nado con pintura impermeabilizante trans- Ficha técnica
pirable. RESTAURACIÓN DE LA PUERTA DE CARLOS IV
Se procedió al desmonjate de las ocho fi- Y HORNO DE BUSTAMANTE (ALMADÉN)

las de aludeles identificando la ubicación ARQUITECTO


exacta de los mismos, la restauración de so- Virginia Cinca Gutiérrez.

lera de asiento mediante el picado de recu- ARQUITECTO TÉCNICO


brimiento existente de mortero, la reposi- David Rodríguez García.
ción puntual pieza a pieza de la totalidad de
EJECUCIÓN DE LA PUERTA DE CARLOS IV
los ladrillos, el posterior extendido de trama Ignacio César Sanz (restaurador).
de juntas con ancho, espesor y diseño espe- Kérkide, S.L.
cificado, y la ejecución de rejuntado con AÑO
mortero de cal con acabado rehundido. Fi- 2003-2004.
nalmente, se procedió al montaje de alude-
EJECUCIÓN DEL HORNO DE BUSTAMANTE
les y la sustitución de los deteriorados por
Técnicas Arquitectura Monumental, S.A.
nuevos o restaurados.
AÑO
En cuanto a las cubiertas, existen tres ti- 2006-2007.
pos diferentes: la cubierta inclinada de teja
DOCUMENTOS DEL PLAN NACIONAL
DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL
Plan Nacional de Patrimonio Industrial.
Documento base

Situación actual del patrimonio industrial

A lo largo de la historia reciente, la actividad industrial ha generado una serie de elemen-


tos que paulatinamente se van considerando parte de nuestro patrimonio cultural. La ar-
quitectura industrial, las estructuras ingenieriles, la maquinaria, etc. constituyen un mate-
rial imprescindible para comprender la historia de los dos últimos siglos. Estos elementos
constitutivos de los procesos de producción y del transporte, así como de los equipamien-
tos técnicos, han desempeñado un importante papel en la evolución de nuestras ciudades,
en la formación de los rasgos de identidad de sus espacios y paisajes y, en general, en la de-
finición del ambiente vital concreto en que se ha desarrollado la industrialización. De esta
forma, la conservación y el estudio de estos testimonios son fundamentales para compren-
der y documentar un período clave en la historia de la humanidad.
El patrimonio industrial se convierte, así, en memoria histórica que se manifiesta dife-
rencialmente según la época de su desarrollo, los sectores de actividad y los territorios en
que se lleva a cabo.
229

Necesidad de elaboración del Plan Nacional

La justificación de arbitrar un plan nacional de patrimonio industrial reside en la necesi-


dad de protección y conservación de un patrimonio que, por su propia especificidad, pre-
senta un rápido deterioro y está expuesto a desaparecer.
La precariedad del patrimonio industrial se debe, entre otros factores, a:
• El gran número de elementos a conservar.
• Se trata de elementos sujetos a una continua transformación.
• Obsolescencia funcional, que implica una ausencia de rentabilidad económica.
• En la mayoría de los casos se ubican en espacios urbanos de situación privilegiada.
• Habitualmente ocupan grandes superficies de propiedad única.
• Absoluta desprotección legal.
• Carencia de sensibilización hacia este patrimonio, tanto por parte de las Administra-
ciones como de la sociedad.
• Dificultad de su conservación íntegra, es decir, que se pueda contar con la presencia de to-
dos sus elementos originarios.
• Carencia y/o diversidad de criterios a la hora de plantear su conservación o derribo.
La propuesta de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, a través del Ins-
tituto del Patrimonio Histórico Español, para articular dicho Plan se basa en el convenci-
miento de que su desarrollo tendrá el valor de ser una referencia orientativa y de unifica-
ción de criterios de intervención en el tratamiento e instrumentación de este tipo de patri-
monio tan específico, frágil y desatendido.

Soporte legal
PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL. DOCUMENTO BASE

Su base legal son los Planes Nacionales previstos por la Ley 16/85 de Patrimonio Históri-
co, en su artículo 3.º, donde, entre las funciones del órgano colegiado que el Consejo de
Patrimonio Histórico, está el elaborarlos y aprobarlos tal y como quedan definidos en el ar-
tículo 35.º de la citada Ley.
Esa base legal se enmarca en lo previsto en los artículos 46 y 149.2 de la Constitución,
en el 36.º de la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico y en los Reales Decretos sobre los tras-
pasos de funciones y servicios del Estado en materia de Cultura a las Comunidades Autó-
nomas, donde se prevé la colaboración para actuar conjuntamente sobre determinados
bienes. De igual forma, este Plan puede instrumentarse legalmente en la Ley 7/85 de Ba-
ses de Régimen Local que establece la cooperación económica, técnica y administrativa en-
tre la Administración Local, las del Estado y las Autonómicas.

Ámbito de aplicación
230
El ámbito de aplicación del Plan Nacional de Patrimonio Industrial es todo el territorio del
Estado.

Definición de Patrimonio Industrial

Se entiende por Patrimonio Industrial el conjunto de elementos de explotación indus-


trial, generado por las actividades económicas de cada sociedad. Este patrimonio res-
ponde a un determinado proceso de producción, a un concreto sistema tecnológico,
caracterizado por la mecanización, dentro de una manifestación de relación social ca-
pitalista.
De acuerdo a lo anterior, y dentro de los bienes inmuebles, se considera Bien Industrial
cada uno de los elementos que componen el Patrimonio Industrial.
Se pueden diferenciar tres tipos de Bien Industrial:
• Elementos aislados por su naturaleza –como, por ejemplo, un puente– o por la des-
aparición del resto de sus componentes, pero que por su valor histórico, arqui-
tectónico, tecnológico, etc., sean testimonio suficiente de una actividad industrial
a la que ejemplifican –como, por ejemplo, el edificio noble de una fábrica o un
horno.
• Conjuntos industriales en los que se conservan todos los componentes materiales y fun-
cionales, así como su articulación; es decir, constituyan una muestra coherente y com-
pleta de una determinada actividad industrial, como es, por ejemplo, una factoría.
• Paisajes industriales donde se conservan visibles en el territorio todos los componentes
esenciales de los procesos de producción de una o varias actividades industriales relacio-
nadas, como una cuenca minera.

Delimitación cronológica

Se incluyen dentro del Plan de Patrimonio Industrial las manifestaciones comprendidas entre
la mitad del siglo XVIII, con los inicios de la mecanización, y el momento en que comienza a
ser sustituida total o parcialmente por otros sistemas en los que interviene la automatización.

Áreas temáticas

En el Plan de Patrimonio Industrial tendrán cabida todas las manifestaciones arquitectónicas


o tecnológicas de las actividades productivas, distribución de la producción o su consumo (vi-
viendas, almacenes y equipamientos) así como las fuentes documentales (escritas, gráficas y
orales), pero siempre dentro del contexto y proceso histórico de que forman parte.
De forma orientativa, los elementos por sectores figuran en el anexo I

231
Criterios de valoración y selección

La identificación y valoración de los bienes industriales susceptibles de intervención den-


tro del Plan debe ser equilibrada. Deben estar representados la mayor parte de los sectores
industriales, las etapas del proceso de industrialización y los territorios de las Comunidades
Autónomas.
Se utilizarán los siguientes criterios:
A.
• Valor testimonial.
• Singularidad y/o representatividad tipológica.
• Autenticidad.
• Integridad.
B.
• Histórico-social.
• Tecnológico.
• Artístico-arquitectónico.
• Territorial.
C.
• Posibilidad de restauración integral.
• Estado de conservación.
• Plan de viabilidad y rentabilidad social.
• Situación jurídica.
Instrumentación del Plan de Patrimonio Industrial

La protección del Patrimonio Industrial debe contar con un necesario inventario general de
bienes industriales españoles.
Para el desarrollo del Plan Nacional de Patrimonio Industrial se prevén las siguientes
fases:
1.ª fase. Confección de un catálogo selectivo de bienes industriales susceptibles de in-
PLAN NACIONAL DE PATRIMONIO INDUSTRIAL. DOCUMENTO BASE

tervención y de acuerdo con los criterios especificados.


2.ª fase. Actuaciones necesarias para la declaración de BIC y determinación de la situa-
ción jurídica (propiedad y gestión).
3.ª fase. Redacción de los Planes Directores de dichos bienes, conjuntos o paisajes in-
dustriales.
4.ª fase. Intervenciones en los bienes seleccionados.

Anexo I: Elementos por sectores

1. Patrimonio Industrial

1.1. Industria textil.


232 1.2. Industria agroalimentaria.
1.3. Industria del corcho, la madera y el mueble.
1.4. Industria del papel y las artes gráficas.
1.5. Industria de la piel y el calzado.
1.6. Minería y actividades extractivas.
1.7. Industria siderúrgica, metalúrgica y talleres mecánicos.
1.8. Industria química.
1.9. Industria de la construcción, cerámica y vidrio.
1.10. Industria naval.
1.11. Industria del juguete.
1.12. Extracción y distribución de agua.
1.13. Energía: gas, electricidad y petróleo.
1.14. Transporte (ferrocarril, carretera, marítimo, aéreo y público urbano).
1.15. Comunicaciones (telégrafos, correos y teléfonos).
1.16. Otros.

2. Conjuntos y elementos arquitectónicos vinculados al Patrimonio Industrial

2.1. Colonias y viviendas obreras.


2.2. Almacenes.
2.3. Chimeneas.
2.4. Otros.
Planes Directores: definición de contenidos

Estudios previos al Plan Director (documento que permitirá determinar la viabilidad de


intervenir en el Bien Industrial). Este tipo de documento contendría los siguientes puntos:
• Valoración histórica/patrimonial.
• Estado jurídico/administrativo que determine la disponibilidad para la intervención.
• Información gráfica primaria.
• Primer diagnóstico de su estado de conservación (continente y contenido).
• Estudios específicos a realizar.
• Viabilidad como proyecto y capacidad de uso.
Declaración de BIC (documentación necesaria para tramitar el expediente).
Contenido de los Planes Directores:
1. Planimetría y documentación gráfica.
2. Memoria descriptiva y análisis del Bien Industrial, su contenido y su entorno:
• Descripción, dimensionamiento y petrología.
• Relación con el paisaje y medio ambiente (sea rural o urbano y su valoración).
• Composición física (materiales, elementos, técnicas y soluciones).
• Usos actuales, infraestructuras y equipamientos.
• Contenidos: maquinaria, documentación, archivos.
• Descripción del proceso industrial.
233
3. Análisis y valoración histórica y cultural:
• Valoración. En función de los criterios establecidos en el «documento base».
• Síntesis de los aspectos más destacados, implantación, finalidad y promoción de las
obras, entorno social e histórico.
• Documentación gráfica y escrita.
• Antecedentes.
4. Estudio Jurídico:
• Todo lo referente a la propiedad (registrales, arrendamientos, cargas, servidumbres,
aguas...).
• Condicionantes derivados de las legislaciones de Patrimonio, urbanística, medio am-
biente, municipal, etc.
• Relación de autorizaciones necesarias.
5. Análisis y diagnóstico de: bienes industriales, elementos, contenido y entorno. Insta-
laciones con potencial de riesgos.
6. Estudios específicos, incluyendo arqueología, analítica, etc.
7. Propuestas y programación:
• Definición de las áreas de actuación (determinación de lo que se debe conservar).
• Propuesta de usos compatibles.
• Propuesta de actuaciones inmediatas (emergencia).
• Programación de actuaciones.
• Metodología, equipos y presupuesto.
8. Plan de gestión y difusión.
M INISTERIO DE C ULTURA
D IRECCIÓN G ENERAL DE B ELLAS A RTES Y B IENES C ULTURALES

Subdirección General del Instituto del Patrimonio Histórico Español


Álvaro Martínez-Novillo

R EVISTA B IENES C ULTURALES Revista Bienes Culturales, n.º 7


E L P LAN DE PATRIMONIO I NDUSTRIAL
Directora
Dolores Fernández-Posse Coordinación Científica
Linarejos Cruz
Consejo Editorial Dolores Fernández-Posse
Isabel Argerich Alberto Humanes
José A. Buces
Linarejos Cruz Portada:
Carmen Hidalgo Sección de Alto Horno, n.º 1 en Sestao.
Alberto Humanes M.ª Victoria Sánchez de León
José María Losada
Nieves Valentín Diseño gráfico
Leandro de la Vega Fernándo López Cobos

Coordinación Editorial Fotocomposición y Fotomecánica


Socorro Prous Cromotex, S. A.

Impresión:
¡¡¡ Falta !!!

Nota de edición
Dolores Fernández-Posse, directora de la revista
Bienes Culturales hasta su fallecimiento, dejó
preparado el presente número dedicado al Plan de
Patrimonio Industrial. Del cierre de edición se ha
hecho cargo Linarejos Cruz, con la colaboración de
Alberto Humanes y de la actual directora de la
Revista, Isabel Argerich.

Distribución, venta: Abdón Terradas, 7. 28015 Madrid. Tel. y fax 34 91 549 34 18

Suscripción: IPHE. Calle Greco, 4. 28040 Madrid. Tel. 91 550 45 68

Intercambio: Biblioteca del IPHE. Calle Greco, 4. 28040 Madrid. Tels. 91 550 44 36 y 91 550 44 39

Suscripciones: 2 ejemplares al año: 40 € Comprobar


Precios
Gastos de envío: • España: 6 € • Extranjero: 36 €. Números sueltos: 25 €
BIENES CULTURALES
Revista del Instituto del Patrimonio Histórico Español Número 6 • 2005

PATRIMONIO RECUPERADO

MINISTERIO
DE
CULTURA

DIR EC C IÓN GENER A L DE B ELL A S A RT E S Y B I E N E S C ULT URA L E S

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