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«La gran promesa»

El México de oropel
Por Samuel Lagunas

Jorge Ramírez-Suárez es un director con buenas intenciones. En su anterior película “Guten


tag, Ramón” (2013) contaba la historia de un joven que, ante su fracaso en cruzar a Estados
Unidos, decide viajar a Alemania donde conoce a una mujer anciana que lo hospeda, lo
alimenta y, en pocas palabras, le cambia la vida. Hasta herencia (alerta de spoiler) acaba
dándole. La cinta dejaba una sensación empalagosa dado su innegable optimismo y
provocaba cierta repelencia si uno estaba más o menos consciente del clima de intolerancia
migratoria que empezaba a vivirse en Europa. Pero el objetivo de Ramírez-Suárez parece
ser, precisamente, escarbar en busca de buenas historias. O, mejor dicho, de historias de
buenos.
“La gran promesa” (2017), que llega a salas nacionales este fin de semana, narra la
historia de un fotógrafo de guerra que, tras una serie de infortunios, debe separarse de su
hija y, luego de 23 años, decide reencontrase con ella. El fotógrafo de guerra, Sergio, es
mexicano (Juan Manuel Bernal), vive en Estados Unidos y mantiene una relación con la
expareja de O’Connor, un miembro de la Armada de Estados Unidos (protagonizado
convenientemente por Sam Trammell). El día que Sergio regresa de una misión en África,
se entera de que el embarazo de su novia se complicó y sólo la hija logró sobrevivir.
Después de un juicio no muy claro, las autoridades deciden darle la custodia a O’Connor,
pero Sergio, en un acto impulsivo, toma a la bebé del hospital y, ayudado por sus dos
mejores amigos, logra cruzar a México, a la ciudad de Durango. Muy pronto descubre que
está siendo perseguido por el gobierno (como si fuese un criminal político), lo que lo lleva
a pedir a sus amigos que cuiden a su hija hasta que él pueda ofrecerle un hogar seguro.
Sergio viaja por todo el mundo hasta lograr establecerse en Bosnia, donde 23 años más
tarde su mejor amigo lo halla para decirle que es tiempo de que busque a su hija. La
peripecia del regreso a México lo lleva a Alemania; allí conoce a Rita (Sofía Espinosa), una
dealer cuya existencia se ve de pronto en riesgo por un mal negocio. Ya en México, ambos
deberán hacer las paces con sus propias vidas antes de dar el gran paso de rencontrarse con
sus familias.
Planteada como una cinta de acción no muy diferente a “Conejo en la luna” (2012),
en “La gran promesa”, Ramírez-Suárez intenta inyectar un mensaje de paz a través de
tumultuosas historias personales que sólo logran calmarse en una casa en Durango alejada
de la ciudad. Contrario a lo que los periódicos y los noticieros nos informan día a día sobre
un país donde los muertos ahora viajan apilados en tráilers, Ramírez-Suárez se obstina en
resaltar las mejores cualidades morales de sus personajes, e incluso nos propone una cinta
donde México es un buen lugar para la reconciliación. Muchas de las tomas de paisajes
naturales se acercan a la postal turística, lo que resalta la buena voluntad de la cinta. Su
México es de oropel, dada la falsedad y la inverosimilitud de la realidad que propone. Aún
las tramas personales acaban resolviéndose de una forma que solo empeora un guion de por
sí endeble y artificial.
De igual manera, Ramírez-Suárez en “La gran promesa” hace gala de su ambición:
además de filmar en 4 países y contactar a una comunidad de keniatas para recrear una
aldea africana, se anima a hablar de numerosos y complejos temas: las ocupaciones
militares norteamericanas, las redes internacionales del narcotráfico, la importancia del arte
en la búsqueda de reconciliación entre los pueblos, el plagio de fotografías, todo en un
amontonamiento que esta vez sí desborda la capacidad del director. Las actuaciones de
Bernal, Trammell y Espinosa no salen de la medianía, lo que completa el diagnóstico
general: “La gran promesa” es una película tibia que no corre ningún riesgo real más que el
de representar a un México que ya perdimos para siempre: ese México donde una
temporada en la casa de campo te resolvía todos tus problemas. Así de bienintencionada es
“La gran promesa”. Así, también, de mentirosa.

Ficha técnica:
Año: 2017. Duración: 120 min. País: México. Dirección: Jorge Ramírez-Suárez. Guion:
Jorge Ramírez Suárez y Klaas Bense. Música: Rodrigo Flores López. Fotografía: Martín
Boege. Reparto: Juan Manuel Bernal, Ilithya Manzanilla, Sam Trammel, Sofía Espinosa,
Gastón Yanes, Alejandra Ambrosi.

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