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por
MIGUEL ÁNGEL DE CASTRO
Subdirector General del INE
Este dilema se ha visto acrecentado en los últimos años por la aparición del lla-
mado Informe Boskin, un estudio sobre el IPC estadounidense, realizado por la
Comisión Consultiva para el estudio del IPC dirigida por Michael J. Boskin; se
asevera en este informe que el IPC estadounidense debería ser un índice de coste
de la vida y emplea el concepto de coste de la vida como la norma a seguir por los
índices de precios, y considera cualquier desviación de este concepto como un
sesgo.
Una de las variables más sensibles a los cambios en una economía de mercado
son los precios; es de suponer que cualquier mejora en el sistema productivo hará
reducir el coste de producción y, por tanto, los precios de venta. Así mismo, se
supone que una mayor participación de empresas en cualquier sector de la econo-
ÍNDICES DE PRECIOS DE CONSUMO. ÍNDICES DEL COSTE DE LA VIDA. FUNDAMENTOS Y ASPECTOS METODOLÓGICOS.… 61
Ux= f (qx)
Pero ocurre que, a medida que se incrementan las cantidades consumidas del
bien x el consumidor ve consumadas sus aspiraciones e incluso puede sobrepa-
sarlas; por tanto, la utilidad se incrementará pero con un ritmo cada vez menor,
hasta llegar a un punto de saturación a partir del cual, una unidad más de x supon-
drá una “desutilidad”.
Así, la representación gráfica de una función de utilidad es la siguiente:
62 ESTADÍSTICA ESPAÑOLA
Ux
X
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Y1
Y2
Y3
0 X1 X2 X3 X
Cada uno de los puntos de una curva de indiferencia representa una combina-
ción de cantidades de los bienes X, Y que reportan la misma utilidad o satisfacción
al consumidor; así, al consumidor le será indiferente consumir las cantidades (X1,
Y1) que menos de Y a cambio de un poco más de X (X2, Y2) o (X3, Y3).
Según la definición del índice del coste de la vida, el objetivo es calcular la va-
riación en el gasto del consumidor desde el momento de partida a un momento en
el tiempo 1 necesario para mantener el mismo nivel de satisfacción (medido a
través de función de utilidad). Es decir, dada la variación de los precios ocurrida
entre ambos periodos, nos interesa conocer cómo debe adecuar su gasto el con-
sumidor de manera que mantenga constante su nivel de utilidad.
Formalmente, tendremos los siguientes elementos:
Momento 0 Momento 1
q0 = (q10 q20 …….qn0 ) q1 = (q11 q21 …….qn1 )
p0 = (p10 p20 …….pn0 ) p1 = (p11 p21 …….pn1 )
Uo = fo(q10 q20 …….qn0 ) U1 = f1(q11 q21 …….qn1 )
La condición que impone un índice del coste de la vida es que el nivel de satis-
facción entre periodos distintos permanezca constante o, dicho de otro modo, que
la utilidad en uno y otro periodo considerados sea la misma. Es decir:
Uo = U1 f0 (q10………qn0) = f1(q11 q21………qn1)
qio ≠ qi1 (i = 1, 2, …….n)
Pio≠Pi1
ma x U = f q
0 0 10
.......
q n0
s a M = ∑P q
. . 0
i
i0 i0
ÍNDICES DE PRECIOS DE CONSUMO. ÍNDICES DEL COSTE DE LA VIDA. FUNDAMENTOS Y ASPECTOS METODOLÓGICOS.… 65
L = U + λ M − ∑P q 0 0
i
i0 i0
L = U −λ
∂ ∂
q ∂q P
0
=0
∂
i0
i0 i0
M = ∑P q 0
i
i0
i0
i = 1, 2, …………n
minM = ∑P q 1
i
i1 i1
s a f q
. .
q = U =
1 11
.........
n1 1
max
U
0
Una vez obtenido el gasto en ambos periodos, el índice del coste de la vida es-
tablece la relación entre ambas el gasto en ambos periodos de tiempo:
M = ∑P q
I =M 1 i
i1
i1
∑P q 0
i
i0
i0
CONCLUSIONES
¿QUÉ ES UN IPC?
N
Imt =
∑W I
i=1
mt
i i
donde
N es el número de artículos que componen la cesta de la compra.
Iimt es el índice simple del artículo i en el período (m,t).
Wi es la ponderación en tanto por uno del artículo i.
Esta fórmula se aplica en cada uno de los niveles geográficos para los cuales se
elaboran índices, esto es, provincias, comunidades autónomas y España.
Cada uno de los índices simples de un artículo i en una provincia se obtiene
como cociente entre los precios medios de dicho artículo en el período (m,t) y en el
año base (periodo 0), multiplicados por 100. Es decir:
mt
mt = Pi x 100
Ii o
Pi
1
mt
Pi =
nmt
i
∑P
j
mt
ij
siendo
nimt es el número de establecimientos que informan sobre el precio del artículo i
en el período (m,t)
Pijmt es cada uno de los precios recogidos para el artículo i en el período (m,t)
1 12 mo
∑ Pi
o
Pi =
12 m=1
donde:
1
∑ Pmo
mo
Pi = mo ij [5]
ni j
es decir, Pimo es el precio medio (obtenido como media aritmética simple) del artí-
culo i en el periodo (m,o).
Una vez obtenidos los índices simples de las provincias, se calculan los de
agrupaciones geográficas mayores mediante medias ponderadas de estos índices,
utilizando como ponderación la importancia que el gasto de cada artículo en una
provincia tiene respecto al gasto total en dicho artículo en todas las provincias que
componen el espacio geográfico para el cual se desea obtener el índice. Es decir,
si se quiere calcular el índice del artículo i en un conjunto geográfico que compren-
de nA provincias, designadas por Aj, se aplicará la siguiente fórmula:
nA
Imt
iA = ∑I j=1
mt x
iA j Zij
donde
IiAmt es el índice en el mes m del año t del artículo i en la agrupación geográfica A
IiAjmt es el índice en el mes m del año t del artículo i en la provincia Aj
Gasto en el artículo i en A j
Zij =
Gasto en el artículo i en A
La ponderación de cada artículo i, Wi, se obtiene como cociente del gasto reali-
zado en las rúbricas representadas por dicho artículo y el gasto total realizado.
Grupos Ponderación
1. Alimentos, bebidas y tabaco 293,607
2. Vestido y calzado 114,794
3. Vivienda 102,803
4. Menaje y servicios para el hogar 66,840
5. Medicina y conservación de la salud 31,260
6. Transporte y comunicaciones 165,419
7. Esparcimiento, enseñanza y cultura 72,671
8. Otros bienes y servicios 152,606
TOTAL 1.000,000
Este tipo de índice cumple las propiedades más importantes de la teoría de índi-
ces, excepto la reversibilidad y transitividad, propiedades que sólo cumplen a la vez
las fórmulas o aquéllas en que las ponderaciones son independientes de las canti-
dades consumidas en cualquiera de los dos periodos cuyos precios se comparan.
72 ESTADÍSTICA ESPAÑOLA
Sin embargo, estas últimas fórmulas, si bien cumplen teóricamente todas las
propiedades requeridas a un índice, no pueden ser llevadas a la práctica ante la
inexistencia de las fuentes de información básica requerida y la necesidad de
disponibilidad de los datos rápidamente.
De hecho, cada vez se demanda con mayor énfasis reducir los desfases entre el
periodo de referencia y la publicación de resultados por parte de los organismos
internacionales, con el fin de adaptar las políticas económicas a la situaciones
reales en el tiempo. Esta necesidad hace muy difícil, prácticamente imposible,
aplicar otro tipo de índice para medir la inflación.
No obstante, hay variaciones sobre esta fórmula que permiten paliar algunas
críticas, o sesgos, que se imputan al índice de Laspeyres; más adelante, se tratará
con más claridad este punto.
Algunas de las características que definen un IPC van ligadas a la fórmula
anteriormente descrita.
Así, los precios que se utilizan en el denominador son los recogidos durante un
periodo denominado Periodo base. En nuestro caso, fue el año 1992.
Por otra parte, las ponderaciones están basadas en los gastos realizados du-
rante un determinado periodo. Este periodo es el llamado Periodo de referencia
de la estructura, y coincide con el periodo en que se realizo la última Encuesta
basica de Presupuestos Familiares, de 1 abril de 1990 a 31 de marzo de 1991.
Otro punto que es preciso determinar es la población cuya estructura de gasto
en consumo final sirve de base para calcular las ponderaciones. Este conjunto de
población es lo que se denomina Estrato de referencia o población del índice.
En la actualidad, este estrato hace referencia a toda la población residente en
España que habita en viviendas familiares.
Por último, definiremos cuál es el campo de consumo de nuestro índice.
El campo de consumo del IPC está constituido por todos los bienes y servicios
que los hogares del estrato de referencia destinan al consumo; por tanto, quedan
excluidos aquéllos que suponen gastos en inversión.
En él se incluyen los bienes y servicios de consumo que son pagados realmente
con lo que se excluyen todos los gastos ficticios e imputados, como autosuminis-
tros, autoconsumos, alquileres imputados y gastos subvencionados por las admi-
nistraciones públicas, por ejemplo, los sanitarios o educacionales.
En el IPC 1992 el criterio adoptado los artículos para seleccionar representati-
vos ha sido determinar un porcentaje de gasto en torno al 0,03 por ciento por
ÍNDICES DE PRECIOS DE CONSUMO. ÍNDICES DEL COSTE DE LA VIDA. FUNDAMENTOS Y ASPECTOS METODOLÓGICOS.… 73
encima del cual todas las rúbricas están representadas. El IPCA, establece el gasto
en un 0,1 por ciento con lo cual nuestro IPC nacional cumple sobradamente este
criterio. En total, son 471 artículos los que constituyen la muestra representativa del
consumo final de nuestros hogares. Las rúbricas de gasto de la EPF que no alcan-
zan este porcentaje se han distribuido entre las restantes.
A continuación se describe brevemente la operativa utilizada para recoger la in-
formación.
En primer lugar, es preciso seleccionar los municipios en que se realizará tal re-
cogida. Esta selección responde a criterios poblacionales, con el fin de que los
precios utilizados en el cómputo del IPC hagan referencia a la mayor cantidad
posible de consumidores.
El criterio varía según se trate de artículos de alimentación, de alquiler de vi-
vienda o de los restantes grupos, aunque en cualquier caso están basados en
criterios demográficos.
Para obtener la muestra de municipios de los dos primeros tipos se han selec-
cionado los municipios con más de 50.000 habitantes. En aquellas comunidades
autónomas en las que el porcentaje de población así alcanzado era demasiado
reducido, se seleccionaron municipios menores de 50.000 habitantes, de modo que
los porcentajes de población de los municipios seleccionados en cada comunidad
autónoma estuvieran en torno al cincuenta por ciento de la población de dicha
comunidad, y los de cada provincia alcanzaran el treinta por ciento.
Con estos criterios se obtuvo una muestra de 130 municipios: 50 capitales de
provincia, Ceuta, Melilla y 78 municipios no capitales.
Para recoger los precios de los restantes artículos se han seleccionado además
de las 50 capitales de provincia, Ceuta y Melilla, todos los municipios que poseen
más de 100.000 habitantes, exceptuando algunos municipios periféricos de Madrid
y Barcelona, que se consideran representados por otros próximos con una pobla-
ción de características socioeconómicas similares.
La experiencia de bases anteriores y el análisis de sus series de precios de-
mostraba que la inclusión de municipios pequeños introducía numerosas perturba-
ciones en dichas series ante la falta frecuente de los artículos representativos; por
otro lado, los precios recogidos en ellos presentaban una fuerte correlación con los
tomados en los municipios mayores, los cuales abastecen a los primeros y marcan
la tendencia de los precios.
Wj _ σ j
nj ≈
cj
donde
nj es el número de establecimientos informantes de precios del artículo j
wj es la ponderación del artículo j
σj es la dispersión de los precios del artículo j
cj es el coste de obtención de los precios del artículo j
Es decir, el número global de establecimientos que proporcionan mensualmente
precios de un artículo ha de ser directamente proporcional a la ponderación del
artículo y a la variabilidad de sus precios, e inversamente proporcional a los costes
de obtención de estos precios. Esta fórmula se ha adaptado a las limitaciones
impuestas por la red existente de establecimientos comerciales y de servicios en
las distintas localidades.
Con estos criterios se llegó a considerar 29.000 unidades informantes repartidas
por todo el territorio nacional.
Una vez determinado el número de establecimientos, su selección se llevó a ca-
bo por el personal de las delegaciones provinciales del INE, de acuerdo con una
serie de normas establecidas con carácter general encaminadas a conseguir la
representatividad de todas las zonas comerciales y tipos de establecimiento.
La muestra de establecimientos permanece fija a lo largo del tiempo, aunque se
sustituyen los establecimientos que cierran, cambian de actividad, pierden repre-
sentatividad o en ellos deja de comercializarse de forma definitiva el artículo del
cual se toma precio, sin que éste deje de ser consumido mayoritariamente.
Dentro de cada rúbrica de consumo, es necesario seleccionar uno o varios artí-
culos representativos de ella. Para esto se consulta con diferentes organismos,
asociaciones de empresarios, fabricantes, comerciantes y establecimientos que
facilitan información de aquellos artículos que mejor representa las distintas parce-
las, respetando unas normas de selección:
– Similar evolución del precio a la del resto de los artículos de los artículos de la
rúbrica que representan; artículos consumidos habitualmente por la población;
ÍNDICES DE PRECIOS DE CONSUMO. ÍNDICES DEL COSTE DE LA VIDA. FUNDAMENTOS Y ASPECTOS METODOLÓGICOS.… 75
que deben ser recogidos de cada uno de ellos; además, se establece una muestra
de establecimientos donde serán recogidos los precios. Es decir, se diseña una
muestra, que se puede definir como muestra objeto que, para establecer las com-
paraciones sobre una base fija, debe permanecer estable durante el tiempo que el
Sistema IPC esté en vigor.
Sin embargo, el mercado está sujeto a continuos movimientos: los productos
que se comercializan evolucionan con el tiempo, ya sea porque cambien su formato
de venta o porque varíe alguna de sus características; cada vez son más los nue-
vos productos aparecidos en el mercado; también los establecimientos pueden
cambiar: pueden cerrar o bien surgir otros nuevos.
En cualquiera de los casos señalados, el problema que se plantea es similar:
qué ocurre cuando cualquiera de los elementos establecidos en el Sistema de IPC
cambia. Las soluciones, dependiendo del problema, son diversas; a continuación
se describe cada uno de estos problemas.
a) Cambios de establecimiento
b) Cambios de artículo
Pero, además de cumplir con los criterios anteriores, es preciso definir las caracte-
rísticas de la variedad del artículo cuyo precio se va a recoger; la descripción, o
especificación del artículo, puede variar dependiendo de cada provincia y permitirá
comprobar si el artículo del que se recoge el precio es el mismo o ha variado
alguna de sus características.
Teniendo en cuenta lo anterior, la muestra objeto de los artículos puede cambiar
por dos razones: si el artículo desaparece del mercado o si permanece pero ha
variado una o más de las características que lo definen. En el primer caso estaría-
mos ante un cambio de artículo mientras que en el segundo el problema se deno-
mina cambio de calidad.
Como se ha indicado, una vez confeccionada la cesta de la compra del IPC ésta
permanecerá fija a lo largo del tiempo que dure el Sistema; esto es así por motivos
de comparabilidad. Sin embargo, debido a las nuevas tecnologías, cada vez surgen
en el mercado nuevos bienes o servicios que no figuraban en la cesta base; una
incorporación tardía a la cesta de la compra de estos nuevos artículos puede hacer
perder actualidad a un IPC.
En cualquiera de los tres casos descritos el problema radica en que en el perio-
do del cambio (ya sea de establecimiento, artículo o en la inclusión de nuevos
bienes y servicios) se compararán los precios de dos productos distintos. En cual-
quier caso, lo que el IPC debe medir es la variación “real” de precios, por ello, se
debe buscar algún método que permita distinguir qué parte de la variación de los
precios es debida al efecto “cambio de producto” y qué parte es debida a la varia-
ción de precios propiamente dicha.
Para estimar el efecto del cambio en la calidad del producto existen distintas ví-
as de solución; algunas de las más utilizadas son las siguientes:
1. Ajuste en cantidad. Si se aprecia una diferencia en cuanto al contenido entre
el producto antiguo y el nuevo, se lleva a cabo un ajuste proporcional para obtener
una comparación de precios.
2. Ajuste según los componentes. Este método valora una característica extra
que haya sido incluida en la composición del producto. Compara el precio del
producto en el periodo anterior, sin el elemento extra, y el precio actual del artículo,
con el elemento extra en su composición; se trata de valorar esta característica
añadida y obtener esta cantidad de la diferencia de precios actual y anterior.
80 ESTADÍSTICA ESPAÑOLA
mt
mt Pi
Ii = o x 100
Pi
Pero supongamos que dicho artículo cuenta con una serie de modalidades con
tarifas diferentes; en ese caso se puede calcular el índice del artículo como agrega-
ción de todas las tarifas. Se trata de utilizar la mayor información posible para
obtener un índice que recoja la mayoría de modalidades existentes.
El problema de los artículos de precio complejo radica en determinar qué méto-
do ha de emplearse para la combinación de todas las modalidades en un solo dato.
A grandes rasgos, existen dos posibilidades para agrupar las distintas tarifas:
ponderar cada una con el gasto que los consumidores realizan en ellas o ponderar
con las cantidades consumidas de cada una. Dependiendo de las fuentes de
ÍNDICES DE PRECIOS DE CONSUMO. ÍNDICES DEL COSTE DE LA VIDA. FUNDAMENTOS Y ASPECTOS METODOLÓGICOS.… 81
REFERENCIAS
INE (1994): «Índice de Precios de Consumo. Base 1992. Metodología». INE
GARCÍA ESPAÑA, Eduardo y SERRANO SÁNCHEZ, J.M. Íñigo (1980): «Índices de
Precios de Consumo». INE