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CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE

Carta Iuvenescit Ecclesia


a los Obispos de la Iglesia Católica
sobre la relación entre los dones jerárquicos y carismáticos
para la vida y misión de la Iglesia1

Introducción Santo en la Iglesia, suscitando así una


especial atención a los dones
Los dones del Espíritu Santo carismáticos, de los cuales, en todo
en la Iglesia en misión momento, el Pueblo de Dios se ha
enriquecido con el desempeño de su
1. La Iglesia rejuvenece (Iuvenescit misión.
Ecclesia) por el poder del Evangelio y La tarea de comunicar con eficacia el
el Espíritu continuamente la renueva, Evangelio es particularmente urgente
edificándola y guiándola «con diversos en nuestro tiempo. El Santo Padre
dones jerárquicos y carismáticos» [1]. Francisco, en su Exhortación
El Concilio Vaticano II ha subrayado apostólica Evangelii gaudium,
en repetidas ocasiones la maravillosa recuerda que «si algo debe
obra del Espíritu Santo que santifica al inquietarnos santamente y preocupar
Pueblo de Dios, lo guía, lo adorna con nuestra conciencia, es que tantos
virtudes y lo enriquece con gracias hermanos nuestros vivan sin la fuerza,
especiales para su edificación. la luz y el consuelo de la amistad con
Multiforme es la acción del divino Jesucristo, sin una comunidad de fe
Paráclito en la Iglesia, como les gusta que los contenga, sin un horizonte de
resaltar los Padres. Juan Crisóstomo sentido y de vida» [3]. La llamada a ser
escribe: «Porque —pregunto—, ¿hay Iglesia “en salida” [4] lleva a releer
alguna de cuantas gracias operan toda la vida cristiana en clave
nuestra salvación, que no nos haya misionera. La tarea de la
sido dispensada a través del Espíritu evangelización concierne a todas las
Santo? Por él somos liberados de la áreas de la Iglesia: la pastoral
esclavitud, llamados a la libertad, ordinaria, el anuncio a los que han
elevados a la adopción, somos — por abandonado la fe cristiana, y en
decirlo así — plasmados de nuevo, y particular a aquellos que nunca han
deponemos la pesada y fétida carga sido alcanzados por el Evangelio de
de nuestros pecados; gracias al Jesús o que siempre lo han rechazado
Espíritu Santo vemos los coros de los [5]. En esta tarea indispensable de la
sacerdotes, tenemos el colegio de los nueva evangelización es más
doctores; de esta fuente manan los necesario que nunca reconocer y
dones de revelación y las gracias de apreciar los muchos carismas que
curar, y todos los demás carismas con pueden despertar y alimentar la vida
que la Iglesia de Dios suele estar de fe del Pueblo de Dios.
adornada emanan de este venero» [2].
Gracias a la vida misma de la Iglesia, Los grupos eclesiales multiformes
a las numerosas intervenciones del
Magisterio y la investigación teológica, 2. Tanto antes como después del
ha crecido felizmente la consciencia Concilio Vaticano II han surgido
de la acción multiforme del Espíritu numerosos grupos eclesiales que

1
Fuente: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20160516_
iuvenescit-ecclesia_sp.html.
1
constituyen un gran recurso de de misión y testimonio, tanto para
renovación para la Iglesia y para la fomentar y desarrollar una aguda
urgente «conversión pastoral y conciencia de la propia vocación
misionera»[6] de toda la vida eclesial. cristiana como para proponer
Al valor y riqueza de todas las itinerarios estables de formación
asociaciones tradicionales, cristiana y caminos de perfección
caracterizadas por fines particulares, evangélica. Estos grupos asociativos,
así como también de los Institutos de de acuerdo con los diferentes
vida consagrada, se suman aquellas carismas, pueden también expresarse
realidades más recientes que pueden en diferentes estados de vida (fieles
ser descritas como agregaciones de laicos, presbíteros y miembros de la
fieles, movimientos eclesiales y vida consagrada), manifestando así la
nuevas comunidades, sobre los multiforme riqueza de la comunión
cuales profundiza este documento. eclesial. La fuerte capacidad de
Estas no pueden simplemente ser agregación de estas realidades es una
entendidas como un asociarse señal importante de que la Iglesia no
voluntario de personas con el fin de crece «por proselitismo sino “por
perseguir un objetivo particular de atracción”» [8].
naturaleza religiosa o social. El Juan Pablo II, dirigiéndose a los
carácter de «movimiento» las representantes de los movimientos y
distingue en el panorama eclesial de las nuevas comunidades reconoció
como realidades fuertemente en ellos una «respuesta
dinámicas, capaces de despertar providencial»[9], suscitada por el
particular atracción por el Evangelio y Espíritu Santo a la necesidad de
de sugerir una propuesta de vida comunicar de manera convincente el
cristiana tendencialmente global, que Evangelio en el mundo, teniendo en
toca todos los aspectos de la cuenta los grandes procesos de
existencia humana. El agregarse de cambio que se producen lugar a nivel
los fieles con un intenso compartir la planetario, a menudo marcados por
existencia, con el fin de aumentar la una cultura fuertemente secularizada.
vida de la fe, la esperanza y la caridad, Este fermento del Espíritu «ha
expresa bien la dinámica eclesial aportado a la vida de la Iglesia una
como misterio de comunión para la novedad inesperada, a veces incluso
misión y se manifiesta como un signo sorprendente»[10]. El mismo Pontífice
de unidad de la Iglesia en Cristo. En ha recordado que para todos estos
este sentido, estos grupos eclesiales, grupos eclesiales se abre el momento
derivados de un carisma compartido, de la «madurez eclesial», que implica
tienden a tener como objetivo «el fin su pleno desarrollo e inserción «en las
general apostólico de la Iglesia» [7]. Iglesias locales y en las parroquias,
En esta perspectiva, los grupos de permaneciendo siempre en comunión
fieles, movimientos eclesiales y con los pastores y atentos a sus
nuevas comunidades proponen indicaciones» [11]. Estas nuevas
formas renovadas de seguimiento de realidades, de cuya existencia el
Cristo en los que profundizar la corazón de la Iglesia se llena de
communio cum Deo y la communio alegría y gratitud, están llamadas a
fidelium, llevando a los nuevos relacionarse positivamente con todos
contextos sociales la atracción del los demás dones presentes en la vida
encuentro con el Señor Jesús y la de la Iglesia.
belleza de la existencia cristiana vivida
integralmente. En tales realidades se Propósito de este documento
expresa también una forma peculiar
2
3. La Congregación para la Doctrina indispensables para cada cristiano.
de la Fe con este documento tiene la Los carismas son dones especiales
intención de recordar, en vista de la que el Espíritu distribuye «como él
relación entre «dones jerárquicos y quiere» (1Co 12, 11). Para dar cuenta
carismáticos», aquellos elementos de la presencia necesaria de los
teológicos y eclesiológicos cuya diferentes carismas en la Iglesia, los
comprensión puede favorecer una dos textos más explícitos (Rm 12, 4-8;
participación fecunda y ordenada de 1Co 12, 12-30) usan la comparación
las nuevas agregaciones a la con el cuerpo humano: «Porque así
comunión y a la misión de la Iglesia. como en un solo cuerpo tenemos
Para este fin se presentan inicialmente muchos miembros con diversas
algunos elementos claves, tanto de la funciones, también todos nosotros
doctrina sobre los carismas, como se formamos un solo Cuerpo en Cristo, y
expresa en el Nuevo Testamento, en lo que respecta a cada uno, somos
como la reflexión magisterial sobre miembros los unos de los otros.
estas nuevas realidades. Conforme a la gracia que Dios nos ha
Posteriormente, a partir de algunos dado, todos tenemos aptitudes
principios de orden teológico diferentes. El que tiene el don de la
sistemático, se ofrecen elementos de profecía, que lo ejerza según la
identidad de los dones jerárquicos y medida de la fe» (Rm 12, 4-6). Entre
carismáticos, junto con algunos los miembros del cuerpo, la diversidad
criterios para el discernimiento de los no es una anomalía que debe evitarse,
nuevos grupos eclesiales. por lo contrario es una necesidad
benéfica, que hace posible llevar a
I. El carisma de acuerdo con el Nuevo cabo las diversas funciones vitales.
Testamento «Porque si todos fueran un solo
miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Gracia y carisma De hecho, hay muchos miembros,
pero el cuerpo es uno solo»(1Co 12,
4. «Carisma» es la trascripción de la 19-20). Una estrecha relación entre
palabra griega chárisma, cuyo uso es los carismas particulares y la gracia de
frecuente en las Cartas paulinas y Dios es afirmada por Pablo en Rm 12,
también en la primera Carta de Pedro. 6 y por Pedro en 1Pe 4, 10[13]. Los
Tiene el significado general de «don carismas son reconocidos como una
generoso» y en el Nuevo Testamento manifestación de «la multiforme gracia
sólo se utiliza en referencia a los de Dios» (1Pe 4, 10). No son, por lo
dones divinos. En algunos pasajes, el tanto, simples capacidades humanas.
contexto le da un significado más Su origen divino se expresa de
preciso (cf. Rm 12, 6; 1Co 12, 4. diferentes maneras: según algunos
31;1Pe 4, 10), cuya característica textos provienen de Dios (cf. Rm 12, 3;
fundamental es la distribución 1Co 12, 28; 2Ti 1, 6; 1Pe 4, 10); según
diferenciada de dones [12]. Eso Ef 4, 7, provienen de Cristo; según
constituye también el sentido que 1Co12, 4-11, del Espíritu. Dado que
prevalece en las lenguas modernas de este pasaje es el más insistente
las palabras derivadas de este (nombra siete veces al Espíritu), los
vocablo griego. Cada carisma no es un carismas se presentan generalmente
don concedido a todos (cf. 1Co 12, como una «manifestación del
30), a diferencia de las gracias Espíritu» (1 Co12, 7). Está claro, sin
fundamentales, como la gracia embargo, que esta atribución no es
santificante, o los dones de la fe, la exclusiva y no contradice las dos
esperanza y la caridad, que son anteriores. Los dones de Dios siempre
3
implican todo el horizonte trinitario, exorcismos, milagros), por desgracia,
como ha sido siempre afirmado por la puede coexistir con la ausencia de una
teología desde sus inicios, tanto en auténtica relación con el Salvador.
Occidente como en Oriente[14]. Como resultado, tanto Pedro como
Pablo insisten en la necesidad de
orientar todos los carismas a la
Dones otorgados “ad utilitatem” y el caridad. Pedro da una regla general:
primado de la caridad «pongan al servicio de los demás los
dones que han recibido, como buenos
5. En1 Co12, 7 Pablo declara que «en administradores de la multiforme
cada uno, el Espíritu se manifiesta gracia de Dios» (1 Pe4, 10). Pablo se
para el bien común», porque la refiere, en particular, al uso de los
mayoría de los dones mencionados carismas en las manifestaciones de la
por el Apóstol, aunque no todos, comunidad cristiana y dice, «todo sirva
tienen directamente una utilidad para la edificación común» (1Co14,
común. Esta destinación a la 26).
edificación de todos ha sido bien
entendida, por ejemplo, por San La variedad de los carismas
Basilio el Grande, cuando dice: «Y
estos dones cada uno los recibe más 6. En algunos textos nos encontramos
para los demás que para sí mismo [...]. con una lista de dones, a veces
En la vida ordinaria, es necesario que resumida (cf. 1Pe 4, 10), otras veces
la fuerza del Espíritu Santo dada a uno más detallada (cf. 1Co 12, 8-10.28-30;
se transmita a todos. Quien vive por su Rm 12, 6-8). Entre los que se
cuenta, tal vez puede tener un enumeran hay dones excepcionales
carisma, pero lo hace inútil (de curación, de ejecución de poderes,
conservándolo inactivo, porque lo ha de variedad de lenguas) y dones
enterrado dentro de sí»[15]. Pablo, sin ordinarios (enseñanza, servicio,
embargo, no excluye que un carisma beneficencia), ministerios para la guía
pueda ser útil sólo para la persona que de la comunidad (cf. Ef 4, 11) y dones
lo ha recibido. Tal es el caso de hablar concedidos por la imposición de las
en lenguas, diferente bajo este manos (cf. 1Ti 4, 14; 2 Ti 1, 6). No
aspecto, al don de la profecía [16]. Los siempre está claro si todos estos
carismas que tienen utilidad común, dones son considerados como
sean de palabra («palabra de «carismas» propiamente dichos. Los
sabiduría», «palabra de dones excepcionales, mencionados
conocimiento», «profecía», «palabra repetidamente en 1Co 12-14, de
de exhortación») o de acción hecho desaparecen en textos
(«ejecución de potencias», «dones del posteriores; la lista de Rm 12, 6-8
ministerio, de gobierno»), también presenta únicamente carismas menos
tienen una utilidad personal, porque su visibles, que tienen una utilidad
servicio al bien común favorece, en constante para la vida de la
aquellos que los poseen, el progreso comunidad cristiana. Ninguna de
en la caridad. Pablo recuerda, a este estas listas pretende ser completa. En
respecto, que, si falta la caridad, otros lugares, por ejemplo, Pablo
incluso los carismas superiores no sugiere que la elección del celibato por
ayudan a la persona que los recibe amor de Cristo se entiende como fruto
(cf.1 Co13, 1-3). Un pasaje severo del de un carisma, así como la del
Evangelio de Mateo (Mt7, 22-23) matrimonio (cf. 1Co 7, 7, en el
expresa la misma realidad: el ejercicio contexto de todo el capítulo). Sus
de los carismas vistosos (profecías, ejemplos dependen del grado de
4
desarrollo alcanzado por la Iglesia de carismas puede provocar en la
la época y que son por lo tanto comunidad cristiana [18]. El Apóstol
susceptibles a otras adiciones. La entonces interviene con autoridad
Iglesia, en efecto, siempre crece en el para establecer reglas precisas para el
tiempo a través de la acción vivificante ejercicio de los carismas «en la
del Espíritu. Iglesia» (1Co 14, 19,28), es decir, en
El buen ejercicio de los carismas en la las reuniones de la comunidad (cf. 1Co
comunidad eclesial 14, 23.26). Limita, por ejemplo, la
práctica de la glosolalia [19]. También
7. A partir de estos resultados, es se dan reglas similares para el don de
evidente que no se da en los textos la profecía (cf. 1Co 14, 29-31) [20].
bíblicos un contraste entre los
diferentes carismas, sino más bien Dones jerárquicos y carismáticos
una conexión armónica y
complementaria. La antítesis entre 8. En resumen, a partir de un examen
una Iglesia institucional del tipo de los textos bíblicos referentes a los
judeocristiano y una Iglesia carismas, resulta que el Nuevo
carismática del tipo paulino, afirmada Testamento, si bien no ofrece una
por ciertas interpretaciones enseñanza sistemática completa,
eclesiológicas reductivas, no tiene en presenta afirmaciones muy
realidad una base en los textos del importantes que guían la reflexión y la
Nuevo Testamento. Lejos de situar praxis eclesial. También hay que
carismas en un lado y realidades reconocer que no encontramos un uso
institucionales en otro, o de oponer unívoco del término “carisma”; sino
una Iglesia “de la caridad” a una que más bien debe considerarse una
Iglesia de la “institución”, Pablo recoge variedad de significados, que la
en una única lista a los que son reflexión teológica y el Magisterio
portadores de carismas de autoridad y ayudan a entender en el contexto de
enseñanza, carismas que ayudan en una visión de conjunto del misterio de
la vida ordinaria de la comunidad y la Iglesia. En este documento, la
carismas más sensacionales (cf. 1Co atención se centra en el binomio
12, 28)[17]. El mismo Pablo describe evidenciado en el n. 4 de la
su ministerio como apóstol como Constitución dogmática Lumen
«ministerio del Espíritu» (2 Co3, 8). Se gentium: dones jerárquicos y
siente investido de la autoridad carismáticos, las relaciones entre ellos
(exousía), que le dio el Señor (cf. 2Co aparecen estrechas y articuladas.
10, 8; 13, 10), una autoridad que se Tienen el mismo origen y el mismo
extiende también sobre los propósito. Son dones de Dios, del
carismáticos. Tanto él como Pedro Espíritu Santo, de Cristo, dados para
dan a los carismáticos instrucciones contribuir de diferentes maneras, a la
sobre la manera de ejercitar los edificación de la Iglesia. Quien ha
carismas. Su actitud es en primer lugar recibido el don de guiar en la Iglesia
de recepción favorable; se muestran también tiene la tarea de vigilar sobre
convencidos del origen divino de los el correcto funcionamiento de los otros
carismas; sin embargo, no los carismas, para que todo contribuya al
consideran como dones que autorizan bien de la Iglesia y su misión
para substraerse de la obediencia a la evangelizadora, sabiendo que es el
jerarquía eclesial o que den derecho a Espíritu Santo quien distribuye los
un ministerio autónomo. Pablo es dones carismáticos en cada uno como
consciente de los inconvenientes que quiere (cf. 1Co 12, 11). El mismo
un ejercicio desordenado de los Espíritu da a la jerarquía de la Iglesia,
5
la capacidad de discernir los carismas modo, la Constitución dogmática
auténticos, para recibirlos con alegría Lumen gentium, en la presentación de
y gratitud, para promoverlos con los dones del mismo Espíritu, destaca,
generosidad y acompañarlos con por la distinción entre los diversos
paterna vigilancia. La historia misma dones jerárquicos y carismáticos, su
es testimonio de las muchas formas de diferencia en la unidad. Significativas
la acción del Espíritu, por la cual la son también las afirmaciones de la
Iglesia, edificada «sobre los apóstoles Lumen gentium 12 sobre la realidad
y los profetas, que son los cimientos, carismática, en el contexto de la
mientras que la piedra angular es el participación del Pueblo de Dios en la
mismo Jesucristo»(Ef2, 20), vive su misión profética de Cristo, en el cual
misión en el mundo. se reconoce cómo el Espíritu Santo
«no sólo santifica y dirige el Pueblo de
II. La relación entre dones jerárquicos Dios mediante los sacramentos y los
y carismáticos en el Magisterio misterios y le adorna con
reciente virtudes»,sino que «también distribuye
gracias especiales entre los fieles de
El Concilio Vaticano II cualquier condición, distribuyendo a
cada uno según quiere (1 Co12, 11)
9. El surgir de los diferentes carismas sus dones, con los que les hace aptos
nunca ha faltado en el transcurso de la y prontos para ejercer las diversas
historia secular eclesiástica, sin obras y deberes que sean útiles para
embargo, sólo recientemente se ha la renovación y la mayor edificación de
desarrollado una reflexión sistemática la Iglesia».
sobre ellos. En este sentido, un Finalmente, se describe su pluralidad
espacio significativo para la doctrina y sentido providencial: «estos
sobre los carismas se encuentra en el carismas, tanto los extraordinarios
Magisterio de Pío XII en Mystici como los más comunes y difundidos,
Corporis [21], mientras que un paso deben ser recibidos con gratitud y
decisivo en la correcta comprensión consuelo» [24]. Consideraciones
de la relación entre los diversos dones similares se encuentran también en el
jerárquicos y carismáticos se realiza Decreto conciliar sobre el apostolado
con las enseñanzas del Concilio de los laicos [25]. El mismo documento
Vaticano II. Los pasajes relevantes en señala cómo tales dones no deban ser
este sentido [22] indican en la vida de considerado como opcionales en la
la Iglesia, además de la Palabra de vida de la Iglesia; más bien «la
Dios escrita y transmitida, de los recepción de estos carismas, incluso
sacramentos y el ministerio jerárquico de los más sencillos, procede a cada
ordenado, la presencia de dones, de uno de los creyentes el derecho y la
gracias especiales o carismas dados obligación de ejercitarlos para bien de
por el Espíritu entre los fieles de todas los hombres y edificación de la Iglesia,
las condiciones. El pasaje ya en la Iglesia misma, ya en el
emblemático en este sentido es el que mundo, en la libertad del Espíritu
ofrece la Lumen gentium, 4: «El Santo»[26]. Por lo tanto, los carismas
Espíritu [...] guía la Iglesia a toda la auténticos deben ser considerados
verdad (cf. Jn 16, 13), la unifica en como dones de importancia
comunión y ministerio, la provee y irrenunciable para la vida y para la
gobierna con diversos dones misión de la Iglesia. Es constante, por
jerárquicos y carismáticos y la último, en la enseñanza conciliar, el
embellece con sus frutos (cf. Ef 4, 11- reconocimiento del papel esencial de
12; 1Co 12,4; Ga 5,22)» [23]. De ese los pastores en el discernimiento de
6
los carismas y en su ejercicio los diferentes dones, y ha convocado
ordenado dentro de la comunión a las agregaciones carismáticas a la
eclesial [27]. apertura misionera, a la obediencia
necesaria a los pastores [32] y la
inmanencia eclesial, ya que «es en el
seno de la comunidad donde brotan y
El Magisterio post-conciliar florecen los dones con los cuales nos
colma el Padre; y es en el seno de la
10. En el período que siguió al Concilio comunidad donde se aprende a
Vaticano II, las intervenciones del reconocerlos como un signo de su
Magisterio en este sentido se han amor por todos sus hijos» [33]. En
multiplicado [28]. Para ello ha última instancia, es posible reconocer
contribuido la creciente vitalidad de los una convergencia del reciente
nuevos movimientos, agrupaciones de Magisterio eclesial sobre la co-
fieles y comunidades eclesiales, junto esencialidad entre los dones
con la necesidad de aclarar la jerárquicos y carismáticos. Su
ubicación de la vida consagrada en la oposición, así como su yuxtaposición,
Iglesia [29]. Juan Pablo II en su sería signo de una comprensión
Magisterio ha insistido sobre todo en errónea o insuficiente de la acción del
el principio de co-esencialidad de Espíritu Santo en la vida y misión de la
estos dones: «En varias ocasiones he Iglesia.
subrayado que no existe contraste o
contraposición en la Iglesia entre la III. Base teológica de la relación entre
dimensión institucional y la dimensión dones jerárquicos y carismáticos
carismática, de la que los movimientos
son una expresión significativa. Horizonte trinitario y cristológico de los
Ambas son igualmente esenciales dones del Espíritu Santo
para la constitución divina de la Iglesia
fundada por Jesús, porque 11. Con el fin de comprender las
contribuyen a hacer presente el razones subyacentes de las
misterio de Cristo y su obra salvífica relaciones co-esenciales entre dones
en el mundo» [30]. El Papa Benedicto jerárquicos y carismáticos es oportuno
XVI, además de confirmar su co- recordar su fundamento teológico. De
esencialidad, ha profundizado la hecho, la necesidad de superar
afirmación de su predecesor, cualquier confrontación estéril o
recordando que «en la Iglesia también extrínseca yuxtaposición entre los
las instituciones esenciales son dones jerárquicos y carismáticos, se
carismáticas y, por otra parte, los exige por la misma economía de la
carismas deben institucionalizarse de salvación, que incluye la relación
un modo u otro para tener coherencia intrínseca entre las misiones del Verbo
y continuidad. Así ambas encarnado y del Espíritu Santo. De
dimensiones, suscitadas por el mismo hecho, todo don del Padre implica la
Espíritu Santo para el mismo Cuerpo referencia a la acción conjunta y
de Cristo, concurren juntas para hacer diferenciada de las misiones divinas:
presente el misterio y la obra salvífica todo don procede del Padre, por el
de Cristo en el mundo» [31]. Los Hijo, en el Espíritu Santo. El don del
dones jerárquicos y carismáticos Espíritu en la Iglesia está ligado a la
están recíprocamente relacionados misión del Hijo, insuperablemente
desde sus orígenes. El Santo Padre cumplida en su misterio pascual.
Francisco, por último, recordó la Jesús mismo relaciona el
«armonía» que el Espíritu crea entre cumplimiento de su misión al envío del
7
Espíritu en la comunidad creyente[34]. pública, a orillas del Jordán, lo ve bajar
Por esta razón, el Espíritu Santo no sobre sí en forma de paloma (cf.Mt3,
puede de ninguna manera inaugurar 16 y par.); en este mismo Espíritu
una economía diferente a la del Logos actúa, habla y se llena de gozo (cf. Lc
divino encarnado, crucificado y 10, 21), y por Él se ofrece a sí mismo
resucitado [35]. De hecho, toda la (cf.Hb 9, 14). En los llamados
economía sacramental de la Iglesia es “discursos de despedida” recopilados
la realización pneumatológica de la por Juan, Jesús establece una clara
encarnación: por lo que el Espíritu relación entre el don de su vida en el
Santo es considerado por la tradición misterio pascual y el don del Espíritu a
como el alma de la Iglesia, Cuerpo de los suyos (cf.Jn16, 7). Una vez
Cristo. La acción de Dios en la historia resucitado, llevando en su carne las
implica siempre la relación entre el señales de la pasión, Él infunde el
Hijo y el Espíritu Santo, a quien Ireneo Espíritu (cf. Jn 20, 22), haciendo a los
de Lyon sugestivamente llama «las suyos partícipes de su propia misión
dos manos del Padre» [36]. En este (cf. Jn 20, 21). Será el Espíritu quien
sentido, todos los dones del Espíritu enseñe después a los discípulos todas
están en relación con el Verbo hecho las cosas y les recuerde todo lo que
carne [37]. Cristo ha dicho (cf. Jn 14, 26), porque
El vínculo originario entre los dones corresponde a Él, como Espíritu de la
jerárquicos, conferidos con la gracia verdad (cf. Jn 15, 26), guiarlos hasta la
sacramental del Orden, y los dones verdad completa (cf. Jn 16, 13). En el
carismáticos, distribuidos libremente relato de los Hechos, el Espíritu
por el Espíritu Santo, tiene su raíz desciende sobre los Apóstoles
última en la relación entre el Logos reunidos en oración con María el día
divino encarnado y el Espíritu Santo, de Pentecostés (cf. 2, 1-4), y los anima
que es siempre Espíritu del Padre y a la misión de anunciar a todos los
del Hijo. Para evitar visiones pueblos la buena noticia»[39].
teológicas equívocas que postularían
una «Iglesia del Espíritu», separada y La acción del Espíritu Santo en los
distinta de la Iglesia jerárquica- dones jerárquicos y carismáticos
institucional, hay que subrayar cómo
las dos misiones divinas se implican 12. Evidenciar el horizonte trinitario y
entre sí en todo don concedido a la cristológico de los dones divinos
Iglesia. De hecho, la misión de también ilumina la relación entre los
Jesucristo implica, ya en su interior, la dones jerárquicos y carismáticos. De
acción del Espíritu. Juan Pablo II, en hecho, en los dones jerárquicos, en
su encíclica sobre el Espíritu Santo, cuanto están relacionados con el
Dominum et vivificantem, había sacramento del Orden, es evidente la
demostrado la importancia crucial de relación con la acción salvífica de
la acción del Espíritu en la misión del Cristo, como por ejemplo la institución
Hijo [38]. Benedicto XVI lo ha de la Eucaristía (cf. Lc 22, 19s; 1Co
profundizado en la Exhortación 11, 25), el poder de perdonar los
Apostólica Sacramentum caritatis, pecados (cf. Jn 20, 22s), el mandato
recordando que el Paráclito «que apostólico con la tarea de evangelizar
actúa ya en la creación (cf. Gn 1, 2), y bautizar (Mc 16, 15s; Mt 28, 18-20);
está plenamente presente en toda la es igualmente obvio que ningún
vida del Verbo encarnado». Jesucristo sacramento puede ser conferido sin la
«fue concebido por la Virgen María por acción del Espíritu Santo [40]. Por otro
obra del Espíritu Santo (cf. Mt 1, 18; Lc lado, los dones carismáticos
1, 35); al comienzo de su misión concedidos por el Espíritu, «que sopla
8
donde quiere» (Jn3, 8), y distribuye
sus dones «como quiere» (1 Co12,
11), están objetivamente en relación
con la nueva vida en Cristo, porque
«cada uno en particular» (1 Co12, 27) IV. La relación entre dones jerárquicos
es un miembro de su Cuerpo. Por lo y carismáticos en la vida y misión de la
tanto, la correcta comprensión de los Iglesia
dones carismáticos sucede sólo en
referencia a la presencia de Cristo y su En la Iglesia como misterio de
servicio; como lo ha afirmado Juan comunión
Pablo II, «los verdaderos carismas no
pueden menos de tender al encuentro 13. La Iglesia se presenta como «un
con Cristo en los sacramentos» [41]. pueblo congregado por la unidad del
Los dones jerárquicos y carismáticos, Padre, del Hijo y del Espíritu Santo»
por lo tanto, aparecen unidos en [43], en el que la relación entre los
referencia a la relación intrínseca diversos dones jerárquicos y
entre Jesucristo y el Espíritu Santo. El carismáticos parece destinada a la
Paráclito es, al mismo tiempo, quién plena participación de los fieles a la
extiende eficazmente, a través de los comunión y a la misión
Sacramentos, la gracia salvadora evangelizadora. A esta nueva vida
ofrecida por Cristo muerto y hemos sido predestinados de forma
resucitado, y quién otorga los gratuita en Cristo (Rm8, 29-31;Ef1, 4-
carismas. En la tradición litúrgica de 5). El Espíritu Santo «efectúa esa
los cristianos de Oriente, y admirable unión de los fieles y los
especialmente en la siríaca, el papel congrega tan íntimamente a todos en
del Espíritu Santo, representado por la Cristo, que Él mismo es el principio de
imagen del fuego, ayuda a dejar esto la unidad de la Iglesia» [44] Es en la
muy claro. El gran teólogo y poeta San Iglesia, en efecto, que los hombres
Efrén dice «el fuego de la gracia están llamados a ser miembros de
desciende sobre el pan y allí Cristo [45] y es en la comunión eclesial
permanece»[42], indicando no sólo su que se unen en Cristo, como
acción transformadora relacionada miembros unos de otros. La comunión
con los dones, sino también en lo que es siempre «una doble participación
respecta a los creyentes que comerán fundamental: la incorporación de los
el pan eucarístico. La perspectiva cristianos en la vida de Cristo, y la
oriental, con la eficacia de sus circulación de la misma caridad en
imágenes, nos ayuda a comprender toda la unión de los fieles, en este
cómo, acercándonos a la Eucaristía, mundo y el siguiente. La unión con
Cristo nos da el Espíritu. El mismo Cristo y en Cristo; y la unión entre los
Espíritu, mediante su acción en los cristianos, en la Iglesia» [46]. En este
creyentes, alimenta la vida en Cristo, sentido, el misterio de la Iglesia brilla
llevándolos de nuevo a una vida «en Cristo como un sacramento, o sea
sacramental más profunda, signo e instrumento de la unión íntima
especialmente en la Eucaristía. Así, la con Dios y de la unidad de todo el
acción libre de la Santísima Trinidad género humano»[47]. Aquí aparece la
en la historia llega a los creyentes con raíz sacramental de la Iglesia como
el don de la salvación y, al mismo misterio de comunión: «Se trata
tiempo les motiva para que fundamentalmente de la comunión
correspondan libre y plenamente con con Dios por medio de Jesucristo, en
el compromiso de la propia vida. el Espíritu Santo. Esta comunión está
presente en la palabra de Dios y en los
9
sacramentos. El Bautismo, en últimos, como tales, no sean
estrecha unión con la Confirmación, garantizados para siempre en sus
es la puerta y el fundamento de la formas históricas [52], la dimensión
comunión en la Iglesia. La Eucaristía carismática nunca puede faltar en la
es la fuente y cumbre de toda la vida vida y misión de la Iglesia.
cristiana (cf. Lumen gentium, 11)»[48].
Estos sacramentos de la iniciación son Identidad de los dones jerárquicos
constitutivos de la vida cristiana y en
ellos descansan los dones jerárquicos 14. En orden a la santificación de cada
y carismáticos. La vida de la comunión miembro del Pueblo de Dios y a la
eclesial, así ordenada internamente, misión de la Iglesia en el mundo, entre
vive en constante escucha de la diferentes dones, «resalta la gracia de
Palabra de Dios y se nutre de los los Apóstoles, a cuya autoridad el
sacramentos. La misma Palabra de mismo Espíritu subordina incluso los
Dios se nos presenta profundamente carismáticos» [53]. Jesucristo mismo
ligada a los Sacramentos, ha querido que hubieran dones
especialmente la Eucaristía [49], en el jerárquicos para garantizar la
único horizonte sacramental de la contemporaneidad de su única
Revelación. La misma tradición mediación salvífica: «los Apóstoles
oriental, ve a la Iglesia, como el fueron enriquecidos por Cristo con una
Cuerpo de Cristo “animado” por el efusión especial del Espíritu Santo,
Espíritu Santo, como unidad que descendió sobre ellos (cf. Hch 1,
ordenada, que también se expresa en 8; 2,4; Jn 20, 22-23), y ellos, a su vez,
términos de sus dones. La presencia por la imposición de las manos,
eficaz del Espíritu en los corazones de transmitieron a sus colaboradores
los creyentes (cf. Rm 5, 5) es la raíz de este don espiritual (cf. 1 Tm 4, 14; 2
esta unidad, incluso para las Tm 1, 6-7)»[54]. Por lo tanto, la
manifestaciones carismáticas [50]. dispensación de los dones jerárquicos
Los carismas dados a la persona, de se remonta a la plenitud del
hecho, pertenecen a la misma Iglesia sacramento del Orden, dada por la
y están destinados a una vida eclesial Ordenación episcopal, que se
más intensa. Esta perspectiva también comunica «junto con el oficio de
aparece en los escritos del Beato John santificar, confiere también los oficios
Henry Newman: «De modo que el de enseñar y de regir, los cuales, sin
corazón de cada cristiano debe embargo, por su misma naturaleza, no
representar en miniatura la Iglesia pueden ejercerse sino en comunión
Católica, por un mismo Espíritu hace jerárquica con la Cabeza y los
toda la Iglesia y hace de cada uno de miembros del Colegio» [55]. En
sus miembros su Templo» [51]. Esto consecuencia, «en la persona, pues,
hace que sea aún más evidente el por de los Obispos, a quienes asisten los
qué no son legítimas ni las Presbíteros, el Señor Jesucristo,
oposiciones ni las yuxtaposiciones Pontífice supremo, está presente en
entre dones jerárquicos y medio de los fieles […] a través de su
carismáticos. servicio eximio, predica la Palabra de
En resumen, la relación entre los Dios a todas las gentes y administra
dones carismáticos y la estructura continuamente los sacramentos de la
sacramental eclesial confirma la co- fe a los creyentes, y por medio de su
esencialidad entre los dones oficio paternal (cf. 1 Co4, 15) va
jerárquicos – en sí mismos estables, congregando nuevos miembros a su
permanentes e irrevocables – y los Cuerpo con regeneración
dones carismáticos. Aunque estos sobrenatural; finalmente, por medio de
10
su sabiduría y prudencia dirige y anuncio normativo de la Palabra de
ordena al Pueblo del Nuevo Dios y la cura pastoral.
Testamento en su peregrinar hacia la
eterna felicidad» [56]. Incluso la
tradición cristiana oriental, tan La identidad de los dones carismáticos
fuertemente ligada a los Padres, lee
todo en su peculiar concepción de la 15. Si desde el ejercicio de los dones
taxis. Según San Basilio el Grande, jerárquicos está asegurada, a lo largo
está claro que la organización de la de la historia, la oferta de la gracia de
Iglesia es obra del Espíritu Santo, y el Cristo en favor de todo el Pueblo de
mismo orden en el que Pablo enumera Dios, todos los fieles están llamados a
los carismas (cf. 1 Co12, 28) «está de acogerla y responder personalmente a
acuerdo con la distribución de los ella en las circunstancias concretas de
dones del Espíritu»[57], indicando su vida. Los dones carismáticos, por lo
como primero el de los Apóstoles. A tanto, se distribuyen libremente por el
partir de la referencia a la Ordenación Espíritu Santo, para que la gracia
episcopal se comprenden también los sacramental lleve sus frutos a la vida
otros dones jerárquicos en referencia cristiana de diferentes maneras y en
a los otros grados del Orden; ante todo todos sus niveles. Dado que estos
el de los Presbíteros, que son carismas «tanto los extraordinarios
ordenados «para predicar el Evangelio como los más comunes y difundidos,
y apacentar a los fieles y para celebrar deben ser recibidos con gratitud y
el culto divino» y «bajo la autoridad del consuelo, porque son muy adecuados
Obispo, santifican y rigen la porción de y útiles a las necesidades de la
la grey del Señor a ellos Iglesia» [61] a través de su riqueza y
encomendada», y a su vez se variedad, el Pueblo de Dios puede vivir
convierten en «modelos de la grey (cf. en plenitud la misión evangelizadora,
1 Pe 5, 3), gobiernan y sirven a su escrutar los signos de los tiempos e
comunidad local» [58]. Para los interpretarlos a la luz del Evangelio
Obispos y Presbíteros, en el [62]. Los dones carismáticos, de
sacramento del Orden, la unción hecho, mueven a los fieles a
sacerdotal «los configura con Cristo responder libremente y de manera
Sacerdote, de tal forma, que pueden adecuada al mismo tiempo, al don de
obrar en nombre de Cristo Cabeza» la salvación, haciéndose a sí mismos
[59]. A eso hay que añadir los dones un don de amor para otros y un
concedidos a los Diáconos «sobre los auténtico testimonio del Evangelio
cuales se han impuesto las manos no para todos los hombres.
para el sacerdocio sino para el
ministerio»; y que «confortados con la Los dones carismáticos compartidos
gracia sacramental, en el ministerio de
la liturgia, de la predicación y de la 16. En este contexto, es útil recordar
caridad sirven al Pueblo de Dios, en lo diferentes que pueden ser los dones
comunión con el Obispo y su carismáticos entre sí, no sólo a causa
presbiterio» [60]. En resumen, los de sus características específicas,
dones jerárquicos propios del sino también por su extensión en la
sacramento del Orden, en sus comunión eclesial. Los dones
diversos grados, se dan para que en la carismáticos «se conceden a la
Iglesia, como comunión, no le falte persona concreta; pero pueden ser
nunca a ningún fiel la oferta objetiva de participados también por otros y, de
la gracia en los Sacramentos, el este modo, se continúan en el tiempo
como viva y preciosa herencia, que
11
genera una particular afinidad del discernimiento que es propio de la
espiritual entre las personas» [63]. La autoridad eclesiástica [65]. Reconocer
relación entre el carácter personal del la autenticidad del carisma no es
carisma y la posibilidad de participar siempre una tarea fácil, pero es un
en él expresa un elemento decisivo de servicio debido que los pastores
su dinámica, en lo que se refiere a la tienen que efectuar. Los fieles, de
relación que en la comunión eclesial hecho, «tienen derecho a que sus
siempre une a la persona y la pastores les señalen la autenticidad
comunidad [64]. Los dones de los carismas y el crédito que
carismáticos en su práctica pueden merecen los que afirman poseerlos»
generar afinidad, proximidad y [66]. La autoridad debe, a tal efecto,
parentescos espirituales a través de ser consciente de la espontaneidad
los cuales el patrimonio carismático, a real de los carismas suscitados por el
partir de la persona del fundador, es Espíritu Santo, valorándolos de
participado y profundizado, creando acuerdo con la regla de la fe en vista
verdaderas familias espirituales. Los de la edificación de la Iglesia [67]. Es
grupos eclesiales, en sus diversas un proceso que continúa en el tiempo
formas, aparecen como dones y que requiere medidas adecuadas
carismáticos compartidos. Los para su autenticación, que pasa a
movimientos eclesiales y las nuevas través de un serio discernimiento
comunidades muestran cómo un hasta el reconocimiento de su
carisma original en particular puede autenticidad. La agregación que surge
agregar a los fieles y ayudarles a vivir de un carisma debe tener
plenamente su vocación cristiana y el apropiadamente un tiempo de prueba
propio estado de vida al servicio de la y de sedimentación, que vaya más allá
misión de la Iglesia. Las formas del entusiasmo de los inicios hacia una
concretas e históricas de este configuración estable. A lo largo del
intercambio se pueden diferenciar en itinerario de verificación, la autoridad
sí; esta es la causa por la que un de la Iglesia debe acompañar con
carisma original, fundacional, se benevolencia las nuevas realidades
pueden dar, como nos enseña la de agregación. Es un
historia de la espiritualidad, diversas acompañamiento por parte de los
fundaciones. Pastores que nunca ha de fallar, ya
que nunca debe faltar la paternidad de
El reconocimiento por parte de la quienes en la Iglesia están llamados a
autoridad eclesiástica ser los vicarios de Aquel que es el
Buen Pastor, cuyo amor solícito nunca
17. Entre los dones carismáticos, deja de acompañar a su rebaño.
distribuidos libremente por el Espíritu,
hay muchos recibidos y vividos por la Criterios para el discernimiento de los
persona dentro de la comunidad dones carismáticos
cristiana que no requieren de
regulaciones especiales. Cuando un 18. Aquí pueden ser recordados una
don carismático, sin embargo, se serie de criterios para el
presenta como «carisma originario» o discernimiento de los dones
«fundamental», entonces necesita un carismáticos en referencia a los
reconocimiento específico, para que grupos eclesiales que el Magisterio de
esa riqueza se articule de manera la Iglesia ha mostrado a lo largo de los
adecuada en la comunión eclesial y se últimos años. Estos criterios tienen por
transmita fielmente a lo largo del objeto contribuir al reconocimiento de
tiempo. Aquí surge la tarea decisiva
12
una auténtica eclesialidad de los programas y actividades de la Iglesia
carismas. sea a nivel local, sea a nivel nacional
a) El primado de la vocación de todo o internacional; el empeño catequético
cristiano a la santidad. Toda realidad y la capacidad pedagógica para
que proviene de la participación de un formar a los cristianos»[75].
auténtico carisma debe ser siempre e) El respeto y el reconocimiento de la
instrumentos de santidad en la Iglesia complementariedad mutua de los
y, por lo tanto, de aumento de la otros componentes en la Iglesia
caridad y del esfuerzo genuino por la carismática. De aquí deriva también
perfección del amor [68]. una disponibilidad a la cooperación
b) El compromiso con la difusión mutua [76]. De hecho, «un signo claro
misionera del Evangelio. Las de la autenticidad de un carisma es su
auténticas realidades carismáticas eclesialidad, su capacidad para
«son regalos del Espíritu integrados integrarse armónicamente en la vida
en el cuerpo eclesial, atraídos hacia el del santo Pueblo fiel de Dios para el
centro que es Cristo, desde donde se bien de todos. Una verdadera
encauzan en un impulso novedad suscitada por el Espíritu no
evangelizador» [69]. De tal forma que, necesita arrojar sombras sobre otras
ellos deben realizar «la conformidad y espiritualidades y dones para
la participación en el fin apostólico de afirmarse a sí misma»[77].
la Iglesia», manifestando un «decidido f) La aceptación de los momentos de
ímpetu misionero que les lleve a ser, prueba en el discernimiento de los
cada vez más, sujetos de una nueva carismas. Dado que el don carismático
evangelización»[70]. puede poseer «una cierta carga de
c) La confesión de la fe católica. Cada genuina novedad en la vida espiritual
realidad carismática debe ser un lugar de la Iglesia, así como de peculiar
de educación en la fe en su totalidad, efectividad, que puede resultar tal vez
«acogiendo y proclamando la verdad incómoda», un criterio de autenticidad
sobre Cristo, sobre la Iglesia y sobre el se manifiesta en «la humildad en
hombre, en la obediencia al Magisterio sobrellevar los contratiempos. La
de la Iglesia, que la interpreta exacta ecuación entre carisma
auténticamente»[71]; por lo tanto, se genuino, perspectiva de novedad y
debe evitar aventurarse «más allá sufrimiento interior, supone una
(proagon) de la doctrina y de la conexión constante entre carisma y
Comunidad eclesial», como dice Juan cruz»[78]. El nacimiento de eventuales
en su segunda carta. De hecho, si «no tensiones exige de parte de todos la
permanecemos en ellas, no estamos praxis de una caridad más grande, con
unidos al Dios de Jesucristo (cf. 2Jn vistas a una comunión y a una unidad
9)» [72]. eclesial siempre más profunda.
d) El testimonio de una comunión g) La presencia de frutos espirituales
activa con toda la Iglesia. Esto lleva a como la caridad, la alegría, la
una «filial relación con el Papa, centro humanidad y la paz (cf. Ga 5, 22); el
perpetuo y visible de unidad en la «vivir todavía con más intensidad la
Iglesia universal, y con el Obispo vida de la Iglesia» [79], un celo más
“principio y fundamento visible de intenso para «escuchar y meditar la
unidad” en la Iglesia particular» [73]. Palabra» [80]; «el renovado gusto por
Esto implica la «leal disponibilidad la oración, la contemplación, la vida
para acoger sus enseñanzas litúrgica y sacramental; el estímulo
doctrinales y sus orientaciones para que florezcan vocaciones al
pastorales» [74], así como «la matrimonio cristiano, al sacerdocio
disponibilidad a participar en los
13
ministerial y a la vida consagrada» dones en la Iglesia requiere la
[81]. inserción activa de la realidad
h) La dimensión social de la carismática en la vida pastoral de las
evangelización. También se debe Iglesias particulares. Esto implica, en
reconocer que, gracias al impulso de primer lugar, que las diferentes
la caridad, «el kerygma tiene un agregaciones reconozcan la autoridad
contenido ineludiblemente social: en el de los pastores en la Iglesia como
corazón mismo del Evangelio está la realidad interna de su propia vida
vida comunitaria y el compromiso con cristiana, anhelando sinceramente ser
los otros»[82]. En este criterio de reconocidas, aceptadas y
discernimiento, referido no sólo a los eventualmente purificadas,
grupos de laicos en la Iglesia, se hace poniéndose al servicio de la misión
hincapié en la necesidad de ser eclesial. Por otro lado, a los que se les
«corrientes vivas de participación y de han conferido los dones jerárquicos,
solidaridad, para crear unas efectuando el discernimiento y
condiciones más justas y fraternas en acompañamiento de los carismas,
la sociedad» [83]. Son significativos, deben recibir cordialmente lo que el
en este sentido, «el impulsar a una Espíritu inspira al interno de la
presencia cristiana en los diversos comunión eclesial, tomando en
ambientes de la vida social, y el crear consideración la acción pastoral y
y animar obras caritativas, culturales y valorando su contribución como un
espirituales; el espíritu de recurso auténtico para el bien de
desprendimiento y de pobreza todos.
evangélica que lleva a desarrollar una
generosa caridad para con todos» Lo dones carismáticos en la Iglesia
[84]. Decisiva es también la referencia universal y particular
a la Doctrina Social de la Iglesia [85].
En particular, «de nuestra fe en Cristo 21. Con respecto a la difusión y
hecho pobre, y siempre cercano a los peculiaridades de las realidades
pobres y excluidos, brota la carismática se tendrá que tener en
preocupación por el desarrollo integral cuenta la relación esencial y
de los más abandonados de la constitutiva entre la Iglesia universal y
sociedad» [86], que es una necesidad las Iglesias particulares. Es necesario
en una auténtica realidad eclesial. en este sentido reiterar que la Iglesia
de Cristo, como profesamos en el
V. Práctica eclesial de la relación entre Credo de los Apóstoles, «es la Iglesia
dones jerárquicos y dones universal, es decir, la universal
carismáticos comunidad de los discípulos del
Señor, que se hace presente y
19. Es necesario afrontar, por último, operativa en la particularidad y
algunos elementos de la práctica diversidad de personas, grupos,
concreta eclesial acerca de la relación tiempos y lugares» [87]. La dimensión
entre dones jerárquicos y carismáticos particular es, por lo tanto, intrínseca a
que se configuran como agregaciones la universal y viceversa; hay de hecho
carismáticas dentro de la comunión entre las Iglesias particulares y la
eclesial. Iglesia universal una relación de
«mutua interioridad» [88]. Los dones
Recíproca referencia jerárquicos propios del sucesor de
Pedro se ejercen, en este contexto,
20. En primer lugar, la práctica de la para garantizar y favorecer la
buena relación entre los diferentes inmanencia de la Iglesia universal en
14
las Iglesias locales; como de hecho el institutos de vida consagrada, [93]
oficio apostólico de los obispos tiene como significado, no una supra-
individuales no se circunscribe a su localización desencarnada o una
propia diócesis, sino que está llamado autonomía mal entendida, sino más
a refluir de nuevo en toda la Iglesia, bien una interacción más profunda
también a través de la colegialidad entre la dimensión particular y
afectiva y efectiva y, especialmente, a universal de la Iglesia [94]. Del mismo
través de la comunión con el centro modo, las nuevas realidades
unitatis Ecclesiae, que es el Romano carismáticas, cuando poseen carácter
Pontífice. Él, de hecho, como supra diocesano, no deben ser
«sucesor de Pedro, es el principio y concebidas de manera totalmente
fundamento perpetuo y visible de autónoma respecto a la Iglesia
unidad así de los Obispos como de la particular; más bien la deben
multitud de los fieles. Por su parte, los enriquecer y servir en virtud de sus
Obispos son, individualmente, el características compartidas más allá
principio y fundamento visible de de los límites de una diócesis
unidad en sus Iglesias particulares, individual.
formadas a imagen de la Iglesia
universal, en las cuales y a base de las Los dones carismáticos y los estados
cuales se constituye la Iglesia de vida del cristiano
católica» [89]. Esto implica que en
cada Iglesia particular 22. Los dones carismáticos
«verdaderamente está y obra la concedidos por el Espíritu Santo
Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, puede estar relacionado con todo el
Católica y Apostólica» [90]. Por lo orden de la comunión eclesial, tanto
tanto, la referencia a la autoridad del en referencia a los Sacramentos que a
Sucesor de Pedro –cum Petro et sub la Palabra de Dios. Ellos, de acuerdo
Petro– es constitutiva de cada Iglesia con sus diferentes características,
local [91]. permiten dar mucho fruto en el
De esa forma, se sientan las bases desempeño de las tareas que emanan
para correlacionar dones jerárquicos y del Bautismo, la Confirmación, el
carismáticos en la relación entre la Matrimonio y el Orden, así como
Iglesia universal y las Iglesias hacen posible una mayor comprensión
particulares. De hecho, por un lado, espiritual de la divina Tradición; la
los dones carismáticos se dan a toda cual, además del estudio y la
la Iglesia; por el otro, la dinámica de predicación de aquellos a quienes se
estos dones sólo puede realizarse en les ha conferido el charisma veritatis
el servicio en una diócesis concreta, certum [95], puede ser profundizada
que «es una porción del Pueblo de «por la percepción íntima que
Dios que se confía a un Obispo para experimentan de las cosas
que la apaciente con la cooperación espirituales» [96]. En esta perspectiva,
del presbiterio» [92]. En este sentido, es útil hacer una lista de los
puede ser útil recordar el caso de la argumentos fundamentales acerca de
vida consagrada; que de hecho, no es las relaciones entre dones
una realidad externa o independiente carismáticos y los diferentes estados
de la Iglesia local, sino que constituye de vida, con especial referencia al
una forma peculiar, marcada por la sacerdocio común del Pueblo de Dios
radicalidad del Evangelio, de estar y al sacerdocio ministerial o jerárquico,
presente en su interior, con sus dones que «aunque diferentes
específicos. La institución tradicional esencialmente y no sólo en grado, se
de la “exención”, ligado a no pocos ordenan, sin embargo, el uno al otro,
15
pues ambos participan a su manera se le confía, así como a la obediencia
del único sacerdocio de Cristo» [97]. sincera que le debe a su propio
De hecho, se trata de «dos modos de Ordinario [102]. Lo mismo se aplica
participación en el único sacerdocio de también en el caso de los candidatos
Cristo, en el que hay dos dimensiones al sacerdocio que provengan de una
que se unen en el acto supremo del cierta agregación eclesial, como lo
sacrificio de la cruz» [98]. afirma la Exhortación post-sinodal
a) En primer lugar, es necesario Pastores dabo vobis [103]; esa
reconocer la bondad de los diferentes relación debe expresarse en su
carismas que originan agregaciones docilidad eficaz a su propia formación
eclesiales entre los fieles, llamados a específica, llevando la riqueza
fructificar la gracia sacramental, bajo derivada del carisma de referencia.
la guía de los pastores legítimos. Ellos Por último, la ayuda pastoral que el
representan una auténtica sacerdote podrá ofrecer a la
oportunidad para vivir y desarrollar la agregación eclesial, de acuerdo con
propia vocación cristiana [99]. Estos las características del mismo
dones carismáticos permiten a los movimiento, podrá tener lugar
fieles vivir en la vida diaria del observando elregimen previsto en la
sacerdocio común del Pueblo de Dios: comunión eclesial para el Orden
como «discípulos de Cristo, sagrado, en referencia a la
perseverando en la oración y incardinación [104] y a la obediencia
alabando juntos a Dios (cf. Hch2, 42- debida a su Ordinario [105].
47), ofrézcanse a sí mismos como c) La contribución de un don
hostia viva, santa y grata a Dios (cf. carismático al sacerdocio bautismal y
Rm12, 1) y den testimonio por el sacerdocio ministerial se expresa
doquiera de Cristo, y a quienes lo simbólicamente por la vida
pidan, den también razón de la consagrada; que, como tal, se coloca
esperanza de la vida eterna que hay en la dimensión carismática de la
en ellos (cf.1 Pe 3, 15)» [100]. En esta Iglesia [106]. Tal carisma, que realiza
línea se colocan también los grupos la «especial conformación con Cristo
eclesiales que son particularmente virgen, pobre y obediente» [107] como
importantes para la vida cristiana en el una forma estable de vida [108] a
matrimonio, que pueden válidamente través de la profesión de los consejos
«instruir a los jóvenes y a los cónyuges evangélicos, es otorgado «para traer
mismos, principalmente a los recién de la gracia bautismal fruto copioso»
casados, en la doctrina y en la acción [109]. La espiritualidad de los
y en formarlos para la vida familiar, Institutos de vida consagrada puede
social y apostólica» [101]. llegar a ser tanto para los fieles laicos
b) También el ministro ordenado podrá como para el sacerdote un recurso
encontrar en la participación a una importante para vivir su vocación. Por
realidad carismática, tanto la otra parte, no pocas veces, los
referencia al significado de su miembros de la vida consagrada, con
bautismo, por medio del cual ha sido el consentimiento necesario de sus
hecho hijo de Dios, como su vocación superiores [110], pueden encontrar en
y misión específica. Un fiel ordenado la relación con las nuevas
podrá encontrar en una determinada agregaciones un importante sostén
agregación eclesial fuerza y ayuda para vivir su vocación específica y
para vivir plenamente cuanto se ofrecer, a su vez, un «testimonio
requiere de su ministerio específico, gozoso, fiel y carismático de la vida
tanto en relación a todo el Pueblo de consagrada», permitiendo así un
Dios, y en particular a la porción que «recíproco enriquecimiento»[111].
16
d) Por último, es importante que el diversos carismas puedan
espíritu de los consejos evangélicos considerarse como recursos no
sea recomendado por el Magisterio diferenciados dentro de la Iglesia. b) El
también a cada ministro ordenado respeto del regimen eclesial
[112]. El celibato, requerido a los fundamental, favoreciendo la
presbíteros en la venerable tradición promoción activa de los dones
latina [113], está también claramente carismáticos en la vida de la Iglesia
en la línea del don carismático; en universal y particular, evitando que la
primer lugar no es funcional, sino que realidad carismática se conciba
«es una expresión peculiar de la paralelamente a la vida de la Iglesia y
entrega que lo configura con Cristo» no en una referencia ordenada a los
[114], por medio del cual se realiza la dones jerárquicos.
plena consagración de sí mismo en
relación con la misión conferida por el Conclusión
sacramento del Orden [115].
24. La efusión del Espíritu Santo sobre
Formas de reconocimiento eclesial los primeros discípulos el día de
Pentecostés los encontró concordes y
23. El presente documento tiene por asiduos a la oración, junto con María,
objeto aclarar la posición teológica y la madre de Jesús (cf.Hch1, 14). Ella
eclesiológica de las nuevas era perfecta en la acogida y en el
agregaciones eclesiales a partir de la hacer fructificar las gracias singulares
relación entre dones jerárquicos y de las cuales fue enriquecida en
carismáticos, para favorecer la manera sobreabundante por la
individuación concreta de las Santísima Trinidad; en primer lugar, la
modalidades más adecuadas para su gracia de ser la Madre de Dios. Todos
reconocimiento eclesial. El actual los hijos de la Iglesia pueden admirar
Código de Derecho Canónico prevé su plena docilidad a la acción del
diversas formas jurídicas de Espíritu Santo; docilidad en la fe sin
reconocimiento de las nuevas fisuras y en la límpida humildad. María
realidades eclesiales que hacen da testimonio plenamente de la
referencia a los dones carismáticos. obediente y fiel aceptación de
Tales formas deben considerarse cualquier don del Espíritu. Además,
cuidadosamente [116], evitando como enseña el Concilio Vaticano II, la
situaciones que no tenga en adecuada Virgen María «con su amor materno
consideración ya sea los principios cuida de los hermanos de su Hijo, que
fundamentales del derecho que la peregrinan y se debaten entre peligros
naturaleza y la peculiaridad de las y angustias y luchan contra el pecado
distintas realidades carismáticas. hasta que sean llevados a la patria
Desde el punto de vista de la relación feliz» [117]. Debido a que «ella se dejó
entre los diversos dones jerárquicos y conducir por el Espíritu, en un
carismáticos es necesario respetar itinerario de fe, hacia un destino de
dos criterios fundamentales que servicio y fecundidad», que «hoy
deben ser considerados fijamos en ella la mirada, para que nos
inseparablemente: a) el respeto por ayude a anunciar a todos el mensaje
las características carismáticas de de salvación, y para que los nuevos
cada uno de los grupos eclesiales, discípulos se conviertan en agentes
evitando forzamientos jurídicos que evangelizadores»[118]. Por esta
mortifiquen la novedad de la cual la razón, María es conocida como la
experiencia específica es portadora. Madre de la Iglesia y recurrimos a Ella
De este modo se evitará que los llenos de confianza en que, con su
17
ayuda eficaz y con su poderosa Congregación, y ha ordenado su
intercesión, los carismas distribuidos publicación.
abundantemente por el Espíritu Santo Dado en Roma, en la sede de la
entre los fieles sean dócilmente Congregación para la Doctrina de la
acogidos por ellos y den frutos para la Fe, el 15 de mayo de 2016,
vida y misión de la Iglesia y para el Solemnidad de Pentecostés.
bien del mundo.
El Sumo Pontífice Francisco, en la Gerhard Card. Müller
Audiencia concedida el día 14 de Prefecto
marzo de 2016 al Cardenal Prefecto +Luis F. Ladaria, S.I.
de la Congregación para la Doctrina Arzobispo titular de Thibica
de la Fe, aprobó esta Carta, decidida Secretario
en la Sesión Ordinaria de esta

[1] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.Lumen gentium, n. 4.


[2] Juan Crisóstomo, Homilía de Pentecostés, II, 1:PG50, 464.
[3] Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, (24 de noviembre de 2013), n. 49:AAS105 (2013),
1040.
[4] Cf. Ibíd., n.20-24:AAS105 (2013), 1028-1029.
[5] Cf. Ibíd., n. 14:AAS105 (2013), 1025.
[6] Ibíd., n. 25:AAS105 (2013), 1030.
[7] Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Apostolicam actuositatem, n. 19.
[8] Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, 13:AAS 105 (2013), 1026; cf. Benedicto XVI, Homilía
en la Santa Misa de inauguración de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y
delCaribe en el Santuario “La Aparecida”(13 de mayo de 2007), AAS99 (2007), 43.
[9] Juan Pablo II, Discurso durante el encuentro con los movimientos eclesiales y las nuevas
comunidades durante la vigilia de Pentecostés, (30 de mayo de 1998), n. 7.
[10] Ibíd., 6.
[11] Ibíd., 8.
[12] «Ciertamente hay diversidad de charísmata» (1 Co12, 4); «todos tenemos charísmata
diferentes» (Rm 12, 6); «cada uno recibe del Señor su chárisma particular: unos este, otros aquel»
(1 Co7, 7).
[13] En griego las dos palabras chárisma y cháris pertenecen a la misma raíz.
[14] Cf. Orígenes, De principiis, I, 3, 7; PG11, 153: «lo designado don del Espíritu es transmitido por
obra del Hijo y producido por obra del Padre».
[15] Basilio de Cesarea, Regulae fusius tractae, 7, 2: PG 31, 933-934.
[16] «El que habla un lenguaje incomprensible se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a
la comunidad» (1 Co14, 4). El apóstol no desprecia el don de la glosolalia, carisma de oración útil
para la relación con Dios, y lo reconoce como un auténtico carisma, aunque si no tiene una utilidad
común: «Yo doy gracias a Dios porque tengo el don de lenguas más que todos vosotros. Sin
embargo, cuando estoy en la asamblea prefiero decir cinco palabras inteligibles, para instruir a los
demás, que diez mil en un lenguaje incomprensible» (1 Co14, 18-19).
[17] 1 Co12, 28: «En la Iglesia, hay algunos que han sido establecidos por Dios, en primer lugar,
como apóstoles; en segundo lugar, como profetas; en tercer lugar, como doctores. Después vienen
los que han recibido el don de hacer milagros, el don de curar, el don de socorrer a los necesitados,
el don de gobernar y el don de lenguas».
[18] En reuniones de la comunidad, la superabundancia de las manifestaciones carismáticas puede
crear inconvenientes, produciendo un ambiente de rivalidad, desorden y confusión. Los cristianos
menos dotados son propensos a tener un complejo de inferioridad: cf.1 Co12, 15-16; mientras que
los grandes carismáticos podrían estar tentados de asumir actitudes de soberbia y menosprecio. Cf.1
Co12, 21.
[19] Si en la asamblea no se encuentra a nadie capaz de dar una interpretación a las palabras
misteriosas de uno que habla en lenguas, Pablo ordena a estos que se callen. Si hay un intérprete,
el Apóstol permite que dos, o al máximo tres, hablen en lenguas (1 Co14, 27-28).
[20] Pablo no acepta la idea de una inspiración profética incontenible; en cambio dice que «los que
tienen el don de profecía deben ser capaces de controlar su inspiración, porque Dios quiere la paz y
no el desorden» (1 Co14, 32-33). Afirma que «si alguien se tiene por profeta o se cree inspirado por
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el Espíritu, reconozca en esto que les escribo un mandato del Señor, y si alguien no lo reconoce
como tal, es porque Dios no lo ha reconocido a él» (1 Co14, 37-38). Sin embargo, concluye
positivamente, llamando a aspirar a la profecía, y no para evitar el hablar en lenguas: cf. 1 Co14, 39.
[21] Cf. Pío XII, Carta enc. Mystici corporis (29 de junio de 1943):AAS35 (1943), 206-230.
[22] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 4, 7, 11, 12, 25, 30, 50; Const. dogm.
Dei Verbum, n. 8; Decr.Apostolicam actuositatem,n. 3, 4, 30; Decr. Presbyterorum ordinis, n. 4, 9.
[23] Id., Const. dogm. Lumen gentium, n. 4.
[24] Ibíd., n. 12.
[25] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Apostolicam actuositatem, n. 3: «Para ejercer este apostolado, el
Espíritu Santo, que produce la santificación del Pueblo de Dios por el ministerio y por los
Sacramentos, concede también dones peculiares a los fieles (Cf.1 Co12,7) “distribuyéndolos a cada
uno según quiere” (1 Co12,11), para que “cada uno, según la gracia recibida, poniéndola al servicio
de los otros”, sean también ellos “administradores de la multiforme gracia de Dios” (1Pe 4,10), para
edificación de todo el cuerpo en la caridad (Cf. Ef 4,16)».
[26] Ibíd.
[27] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 12: «El juicio de su autenticidad y de
su ejercicio razonable pertenece a quienes tienen la autoridad en la Iglesia, a los cuales compete
ante todo no sofocar el Espíritu, sino probarlo todo y retener lo que es bueno (cf.1Ts 5,12.19-21)».
Aunque si se refiere de inmediato al discernimiento de dones extraordinarios, por analogía, como se
indica en el mismo se aplica a todo carisma en general.
[28] Cf. v. gr. Pablo VI, Exhort. apost. Evangelii nuntiandi (8 de diciembre de 1975), n. 58: AAS 68
(1976), 46-49; Congregación para los Religiosos y los Institutos Seculares – Congregación para los
obispos, Notas directivas Mutuae relationes (14 de mayo de 1978):AAS 70 (1978), 473-506; Juan
Pablo II, Exhort. apost. Christifideles laici (30 de diciembre de 1988): AAS 81 (1989), 393-521; Exhort.
apost. Vita consecrata (25 de marzo de 1996):AAS 88 (1996), 377-486.
[29] Emblemática es la afirmación del documento interdicasterial Mutuae relationes (4 de mayo de
1978), en el que se recuerda que «sería un grave error independizar — mucho más grave aún el
oponerlas — la vida religiosa y las estructuras eclesiales, como si se tratase de realidades distintas,
una carismática, otra institucional, que pudieran subsistir separadas; siendo así que ambos
elementos, es decir los dones espirituales y las estructuras eclesiales, forman una sola, aunque
compleja realidad» (n. 34).
[30] Juan Pablo II, Mensaje a los participantes en el congreso mundial de los movimientos eclesiales
(27 de mayo de 1998), n. 5; cf. también A los movimientos eclesiales con motivo del II Coloquio
internacional (2 de marzo de 1987).
[31] Benedicto XVI, Discurso a la Fraternidad de Comunión y Liberación en el XXV aniversario de su
reconocimiento pontificio, (24 de marzo de 2007).
[32] «Caminar juntos en la Iglesia, guiados por los Pastores, que tienen un especial carisma y
ministerio, es signo de la acción del Espíritu Santo; la eclesialidad es una característica fundamental
para los cristianos, para cada comunidad, para todo movimiento»: Francisco, Homilía en la Vigilia de
Pentecostés con los movimientos eclesiales (19 de mayo de 2013).
[33] Id., Audiencia General(1 de octubre de 2014).
[34] Cf. Jn 7, 39; 14, 26; 15, 26; 20, 22.
[35] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Dominus Iesus (6 de agosto de 2000), n. 9-
12:AAS92 (2000), 752-754.
[36] Ireneo de Lyon, Adversus haereses, IV, 7, 4: PG7, 992-993; V, 1, 3: PG7, 1123; V, 6, 1:PG7,
1137; V, 28, 4:PG7, 1200.
[37] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Dominus Iesus, n. 12:AAS92 (2000), 752-754.
[38] Juan Pablo II, Carta enc. Dominum et vivificantem (18 de mayo de 1986), n. 50:AAS78 (1986),
869-870; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 727-730.
[39] Benedicto XVI, Exhort. apost. Sacramentum caritatis, (22 de febrero de 2007), n. 12: AAS99
(2007), 114.
[40] Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1104-1107.
[41] Juan Pablo II, Discurso durante el encuentro con los movimientos eclesiales, (30 de mayo de
1998), n. 7.
[42] Efrén el Sirio, Inni sulla fede, X, 12.
[43] Cipriano de Cartago, De oratione dominica, 23:PL4, 553; cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.
Lumen gentium, 4
[44] Concilio Vaticano II, Decr. Unitatis redintegratio, 2.
[45] Congregación para la doctrina de la fe, Decl. Dominus Iesus, n. 16:AAS92 (2000), 757: “la
plenitud del misterio salvífico de Cristo pertenece también a la Iglesia, inseparablemente unida a su
Señor”.
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[46] Pablo VI, Alocución del miércoles (8 de junio de 1966).
[47] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.Lumen gentium, n. 1.
[48] II Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, Ecclesia sub Verbo mysteria
Christi celebrans pro salute mundi. Relatio finalis (7 de diciembre de 1985), II, C, 1; cf. Congregación
para la doctrina de la fe, Carta Communionis notio (28 de mayo de 1992), n. 4-5:AAS85 (1993), 839-
841.
[49] Cf. Benedicto XVI, Exhort. apost. Verbum Domini (30 de septiembre de 2010), n. 54:AAS102
(2010), 733-734; Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, n. 174:AAS105 (2013), 1092-1093.
[50] Cf. Basilio de cesarea, De Spiritu Sancto, 26: PG 32, 181.
[51] J. H. Newman, Sermones sobre temas del día, Londres, 1869, 132.
[52] Cf. cuanto se ha afirmado paradigmáticamente para la vida consagrada en Juan Pablo II,
Audiencia general (28 de septiembre 1994), n. 5.
[53] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 7.
[54] Ibíd., 21.
[55] Ibíd.
[56] Ibíd.
[57] Basilio de Cesarea, De Spiritu Sancto,16, 38: PG 32, 137.
[58] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 28.
[59] Id., Decr. Presbyterorum ordinis, n. 2.
[60] Id.,Const. dogm. Lumen gentium, n. 29.
[61] Ibíd.,n. 12.
[62] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, n. 4, 11.
[63] Juan Pablo II, Exhort. apost. Christifideles laici, n. 24:AAS81 (1989), 434.
[64] Cf. Ibid., n. 29:AAS 81 (1989), 443-446.
[65] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.Lumen gentium, 12.
[66] Juan Pablo II, Audiencia general (9 de marzo de 1994), n. 6.
[67] Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 799s; Congregación para los Religiosos e Institutos
Seculares – Congregación para los Obispos, Notas directivas Mutuae relationes, 51:AAS 70 (1978),
499-500; Juan Pablo II, Exhort. apost. Vita consecrata, n. 48:AAS 88 (1996), 421-422; Id., Audiencia
general (24 de junio de 1992), n. 6.
[68] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 39-42; Juan Pablo II, Exhort. apost.
Christifideles laici, n.30: AAS 81 (1989), 446.
[69] Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, n. 130: AAS 105 (2013), 1074.
[70] Juan PabloII, Exhort. apost. Christifideles laici, n. 30:AAS 81 (1989), 447; cf. Pablo VI, Exhort.
apost. Evangelii nuntiandi, n. 58:AAS 68 (1976), 49.
[71] Juan Pablo II, Exhort. apost. Christifideles laici, n. 30:AAS 81 (1989), 446-447.
[72] Francisco, Homilía en la Vigilia de Pentecostés con los movimientos eclesiales (19 de mayo de
2013).
[73] Juan PabloII, Exhort. apost. Christifideles laici, n.30: AAS 81 (1989), 447; cf. Pablo VI, Exhort.
apost. Evangelii nuntiandi, n. 58:AAS 68 (1976), 48.
[74] Juan Pablo II, Exhort. apost. Christifideles laici, n.30:AAS 81 (1989), 447.
[75] Ibíd., AAS 81 (1989), 448.
[76] Cf. Ibíd., AAS 81 (1989), 447.
[77] Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, n. 130:AAS 105 (2013), 1074-1075.
[78] Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares – Congregación para los Obispos, Notas
directivas, Mutuae relationes, n. 12:AAS70 (1978), 480-481; cf. Juan Pablo II, Discurso en ocasión
del encuentro con los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades (30 de mayo de 1998), n.
6.
[79] Pablo VI, Exhort. apost. Evangelii nuntiandi, n. 58: AAS 68 (1976), 48.
[80] Ibíd.; cf. Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, n. 174-175: AAS 105 (2013), 1092-1093.
[81] Juan Pablo II, Exhort. apost. Christifideles laici, n. 30:AAS81 (1989), 448.
[82] Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, n. 177:AAS105 (2013), 1094.
[83] Juan Pablo II, Exhort. apost. Christifideles laici,n. 30:AAS81 (1989), 448.
[84]Ibíd.
[85] Cf. Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, n. 184, 221:AAS105 (2013), 1097, 1110-1111.
[86] Ibíd., n. 186:AAS105 (2013), 1098.
[87] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Communionis notio, n. 7: AAS 85 (1993), 842.
[88] Ibíd., n. 9: AAS 85 (1993), 843.
[89] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 23.
[90] Id., Decr. Christus Dominus, n. 11.

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[91] Cf. Ibíd., Decr. Christus Dominus, n. 2; Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta
Communionis notio, 13-14. 16: AAS 85 (1993), 846-848.
[92] Ibíd., Decr. Christus Dominus, n. 11.
[93] Cf. Ibíd., Decr. Christus Dominus, n. 35; Código de Derecho Canónico, can. 591; Código de
Cánones de las Iglesias Orientales, can. 412, § 2; Congregación para los Religiosos e Institutos
Seculares – Congregación para los Obispos, Notas directivas Mutuae relationes, n. 22:AAS 70
(1978), 487.
[94] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Communionis notio, n. 15: AAS 85 (1993),
847.
[95] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Dei Verbum, n. 8; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 888-
892.
[96] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Dei Verbum,n. 8.
[97] Id., Const. dogm. Lumen gentium, n. 10.
[98] Juan Pablo II, Exhort. apost. Pastores gregis, (16 de octubre de 2003), n. 10: AAS 96 (2004),
838.
[99] Cf. Id., Exhort. apost. Christifideles laici, n. 29:AAS 81 (1989), 443-446.
[100] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 10.
[101] Id., Const. past. Gaudium et spes, n. 52; cf. Juan Pablo II, Exhort. apost. Familiaris consortio
(22 de noviembre de 1981), n. 72:AAS 74 (1982), 169-170.
[102] Cf. Juan Pablo II, Exhort. apost. Pastores dabo vobis (25 de marzo de 1992), n. 68: AAS 84
(1992), 777.
[103] Cf. Ibíd., Exhort. apost.Pastores dabo vobis, n. 31, 68:AAS 84 (1992), 708-709, 775-777.
[104] Cf. Código de Derecho Canónico, can. 265; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales,
can. 357, § 1.
[105] Cf. Código de Derecho Canónico, can. 273; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales,
can. 370.
[106] Cf. Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares – Congregación para los Obispos,
Notas directivas Mutuae relationes, n. 19, 34: AAS 70 (1978), 485-486, 493.
[107] Juan Pablo II, Exhort. apost. Vita consecrata, n. 31: AAS 88 (1996), 404-405.
[108]Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm.Lumen gentium, 43.
[109] Ibíd., n. 44; cf. Decr. Perfectae caritatis, 5; Juan Pablo II, Exhort. apost. Vita consecrata, n. 14,
30: AAS 88 (1996), 387-388, 403-404.
[110] Cf. Código de Derecho Canónico, can. 273, § 3; Código de los Cánones de las Iglesias
Orientales, can. 578, § 3.
[111] Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica,
Instr. Caminar desde Cristo, (19 de mayo de 2002), n. 30.
[112] Cf. Juan Pablo II, Exhort. apost. Pastores dabo vobis, n. 27-30: AAS 84 (1992), 700-707.
[113] Cf. Pablo VI, Enc. Sacerdotalis caelibatus (24 de junio de 1967): AAS 59 (1967), 657-697.
[114] Benedicto XVI, Exhort. apost. Sacramentum caritatis, n. 24: AAS 99 (2007), 124.
[115] Cf. Juan Pablo II, Exhort. apost. Pastores dabo vobis, n. 29: AAS 84 (1992), 703-705; Conc.
Ecum. Vat. II, Decr. Presbyterorum ordinis, 16.
[116] La forma jurídica más simple para el reconocimiento de las realidades eclesiales de naturaleza
carismática es la de la Asociación de fieles (cf. Código de Derecho Canónico, can. 321 – 326; Código
de los Cánones de las Iglesias Orientales, can. 573, § 2-583). Sin embargo, es bueno considerar
atentamente también las otras formas jurídicas con sus propias características específicas, como por
ejemplo las Asociaciones públicas de fieles (cf. Código de Derecho Canónico, can. 312 – 320; Código
de los Cánones de las Iglesias Orientales, can. 573, § 2-583), las Asociaciones de fieles “clericales”
(cf. Código de Derecho Canónico, can. 302), los Institutos de vida consagrada (cf. Código de Derecho
Canónico, can. 573-730; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, can. 410-571), las
Sociedades de Vida apostólica (cf. Código de Derecho Canónico, can. 531-746; Código de los
Cánones de las Iglesias Orientales, can. 572) y las Prelaturas personales (cf. Código de Derecho
Canónico, can. 294 – 297).
[117] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n. 62.
[118] Francisco, Exhort. apost. Evangelii gaudium, n. 287: AAS 105 (2013), 1136.

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