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Lengua y Literatura – 4to año

LOS GÉNEROS LITERARIOS


Según Wikipedia, los géneros literarios “son los distintos grupos o
categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a su
contenido y estructura”.
La clasificación tradicional de las obras literarias en géneros es la
propuesta por Aristóteles en la Poética. En esta obra (la primera que hace un
estudio sobre la literatura), el filósofo griego plantea que el arte se basa en la
mímesis (imitación, representación) de la naturaleza; sostiene que hay artes
que imitan mediante el ritmo, otras por medio de la armonía o, como la

literatura, a través del lenguaje. De este modo nos brinda una primera
Aristóteles (384-322 a.C.)
definición del término literatura: arte de la imitación por medio del lenguaje.
Además de la Poética, Aristóteles escribió
Ahora bien, aunque los distintos géneros que conforman la literatura cerca de doscientos tratados sobre una
coinciden en utilizar el lenguaje como medio para realizar tal mímesis, gran cantidad de temas: lógica, física,
difieren en los temas, la manera y la forma elegidos. Así, Aristóteles establece astronomía, biología… De ellos, se han
tres géneros que habrán de convertirse en clásicos: el épico, el lírico y el conservado solo treinta y uno.
dramático.
En el género épico, el emisor del mensaje (el autor)
introduce una figura (una voz, denominada hoy en
día narrador) para relatar una historia heroica sobre
determinados personajes (los héroes, los mejores
hombres).
En el género lírico, resalta la voz del poeta que da
cuenta de su propia sensibilidad, por ello el autor no
mudaría de persona (aunque, hoy por hoy, se emplea
la figura del yo lírico para diferenciar la voz que nos
habla en el poema del emisor empírico, real).
En el género dramático, el autor desaparece tras las
indicaciones dadas a los actores sobre cómo imitar,
representar, poner en escena la obra. Son los actores
quienes encarnan a los personajes y nos permiten
observar las acciones nobles de los mejores hombres
(teniendo entonces una tragedia) o las aventuras
ruines de los peores (encontrándonos así frente a
una comedia).

Los tres géneros básicos descriptos por Aristóteles perduraron durante siglos y las obras que mejor los
ejemplificaban se convirtieron en modelos a seguir. En algunos períodos históricos, incluso (por ejemplo en el
Neoclasicismo), la descripción genérica se transformó en preceptiva: un conjunto de reglas que establecían
puntualmente cómo debía escribirse cada obra según el género al que pertenecía. En otros períodos históricos, por
el contrario (como en el Romanticismo), los escritores intentaron apartarse de toda norma, imponiéndose las
nociones de la creación natural, el genio creador, la imaginación más allá de las prescripciones de cualquier regla.
Lo que hoy en día parece indudable es que, así como ocurre con los géneros discursivos en general, los
géneros literarios varían en el tiempo, como varían las diferentes esferas de la actividad humana con las que están
relacionados. De hecho, en la actualidad, la mayoría de los especialistas incluyen un nuevo género: el ensayístico.

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 Los ensayos son textos que ofrecen información,


interpretación o explicación acerca de un asunto sujeto Para el teórico español
a confirmación. Su propósito es persuadir al lector. Por Fernando Gómez Redondo, la
ello, su clasificación como género literario ha sido aparición de un nuevo género o
cuestionada por algunos teóricos. Sin embargo, los grupo genérico se produce si se
procedimientos usados para la elaboración del cumplen ciertos requisitos: Una
mensaje y la inclusión de fragmentos narrativos,
voluntad innovadora por parte de
dramáticos o descriptivos lo ubican en el campo de la
literatura. Precisamente, lo que le da al ensayo poder un autor y su propuesta de una
de convicción es el trabajo con el lenguaje. distinta aproximación formal a la
realidad que le rodea, la decisión
del autor proyectada en la creación
de una estructura original desde el
punto de vista formal y temático,
la adecuación de la obra a los
planteamientos sociales que la
hicieron surgir, la imitación de los
nuevos procedimientos y de los
hallazgos temáticos por parte de
otros autores y el reconocimiento
de tales rasgos como propios de un
nuevo modelo a seguir.

Guía de lectura Nº 1
1- ¿Cómo define Aristóteles a la literatura?
2- ¿Qué son los géneros literarios? Escriban, a partir de lo leído, una definición diferente a la
proporcionada por Wikipedia.
3- Para profundizar sus conocimientos sobre esta problemática, les proponemos leer la entrada
correspondiente del Diccionario de términos literarios de Ediciones Akal. ¿Cuáles son los
términos empleados como sinónimos de género?
4- Señalen las distintas posiciones que los escritores asumieron frente a los géneros en los
diferentes períodos de la historia de la literatura.
5- En un cuadro de doble entrada, comparen las características de los tres géneros literarios
tradicionales. Incluyan la información proporcionada en ambos textos.
6- ¿Qué factores influyen en el surgimiento, evolución o incluso desaparición de los géneros
literarios?
7- Señalen las características más relevantes del género ensayístico.

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Ayuso de Vicente, María Victoria; Consuelo


García Gallarín y Sagrado Solano Santos (1997).
Diccionario de Términos Literarios. Ediciones
Akal S. A. Madrid.

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Todorov, Tzvetan (1988)


Teoría de los géneros literarios. Arco / Libros.
Madrid.

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EL GÉNERO LÍRICO
Cuando definimos los géneros literarios, destacamos un aspecto esencial: su relativa estabilidad. Éste es,
también, el caso de la poesía lírica. A lo largo de su historia, el género lírico ha sufrido muchísimas variaciones. Pero,
al mismo tiempo, ha reiterado con persistencia algunos rasgos que nos permiten seguir utilizando la denominación
de “poesía lírica” para agrupar un conjunto vastísimo de textos orales y escritos, producidos y recibidos, en
diferentes épocas, por distintos autores y lectores y oyentes.

Variaciones
Sería imposible (por una cuestión de tiempos escolares) señalar todas las variaciones que se produjeron en el
desarrollo del discurso poético desde, por ejemplo, las primeras poesías griegas hasta los últimos libros de la poesía
patagónica. Por otra parte, nuestro propósito no es referir la historia de la literatura ni de la poesía sino, en todo
caso, caracterizar el género. Por eso vamos a limitarnos a señalar las principales diferencias que pueden advertirse
entre la poesía del siglo XX y la de los siglos anteriores. Queda claro que no vamos a considerar aquí las poesías
“raras”, las excepciones (como los experimentos de los movimientos vanguardistas más extremos).

Actividad
 Lean las poesías correspondientes a los poetas españoles Luis de Góngora y Argote, Luis Cernuda y
Miguel Hernández. Anoten las similitudes y diferencias que adviertan.
A una rosa
Ayer naciste y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida,
y para no ser nada estás lozana?

Si te engañó su hermosura vana,


bien presto la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano,


ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.

No salgas, que te aguarda algún tirano;


dilata tu nacer para tu vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.
Luis de Góngora y Argote (1961-1627)
Poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo
exponente de la corriente conocida, más tarde y con
indudable simplificación, como culteranismo o
Góngora y Argote, Luis de (1951). gongorismo.
En Obras Completas. Aguilar. Madrid.

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DONDE HABITE EL OLVIDO


Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje


al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,


no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,


cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;


donde habite el olvido.

Luis Cernuda (1902-1963)


Cernuda, Luis Poeta y crítico literario
En El grupo poético de 1927. español, miembro de la
Antología de Ángel González (1983). Taurus. Madrid. llamada Generación del
27.
El Herido
Para el muro de un hospital de sangre

II
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones


que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

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Para la libertad me desprendo a balazos


de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,


ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño


reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Miguel Hernández (1910-1942)
Porque soy como el árbol talado, que retoño: Poeta y dramaturgo de especial relevancia para la
literatura española del siglo XX. Aunque
porque aún tengo la vida.
tradicionalmente se lo ha encuadrado en la
generación del 36, mantuvo mayor proximidad con la
Hernández, Miguel (1983) generación anterior.
En Antología. Losada. Buenos Aires

La poesía del siglo XX (en España, la de la generación del 27 es un ejemplo) se ha distanciado (aunque nunca
abandonó totalmente) la estructura poética tradicional, es decir, la presentación de versos regulares y la reiteración
cuidada de sonidos al final de cada verso. En cambio, nos basta echar un simple vistazo al poema de Góngora para
advertir que la métrica (la medida de sus versos) es fija y, sobre todo al leer en voz alta, podemos advertir
rápidamente una rima consonante (-ada / -ada, -ida / - ida). De hecho, el poema “A una rosa” corresponde a un
género lírico tradicional conocido como soneto.

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En cuanto al estilo, más precisamente a la selección de las palabras, una tendencia general de la poesía del
siglo xx es la de considerar que no existen palabras poéticas en sí. Es decir, que la diferencia entre el vocabulario
poético y el no poético (cotidiano, por ejemplo) no está dada de antemano, en algún diccionario especial, sino que
se produce en el trabajo que realiza cada poeta. Hernández, por ejemplo, incluye términos como “cirujanos”,
“venas”, “hospitales” que, en otro momento, pudieron haber sido considerados como poco poéticos, pero que hoy
han dejado de verse así.
¿Y en cuanto al contenido temático? Es cierto que los temas de las poesías y de la literatura en general
tienden a ser semejantes: el amor, la soledad, la muerte, la libertad… Sin embargo, también se advierten diferencias
entre lo que cada época y cada sociedad considera como temas para la poesía, entre los modos en que concibe esos
temas (las ideas acerca de la muerte o del amor en cada momento histórico fueron distintas) y las maneras en que
los trata (el estilo de la poesía amorosa en el Siglo de Oro es considerado como excesivamente pudoroso o alejado
de la realidad por la generalidad de los lectores actuales).

Jorge Guillén (1893-1984)


Poeta y crítico literario
español que, en este
fragmento, desarrolla
aspectos especiales del a
poesía de la Generación
del 27, de la que fue un
activo integrante.

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Que va a mi lado sin yo verlo


El que pasea por donde no estoy
Yo no soy yo
El que quedará en pie cuando yo muera
Y que, a veces, olvido
El que perdona, dulce, cuando odio
Que, a veces, voy a ver
El que calla, sereno, cuando hablo
Soy este.

Guía de lectura Nº 2
1- En las páginas previas, se ha mencionado varias veces La generación del 27. Averigüen
de qué se trata y cuáles eran los poetas que la integraban.
2- Asimismo, en el texto de Guillén, se menciona a Rubén Darío. Busquen información
sobre este poeta latinoamericano y transcriban su poema “Yo persigo una forma”.
3- Expliquen la diferencia que existe, según se infiere del texto de Guillén, entre que los
poetas hablen el idioma de su generación y que se revelen “con pluma distinta”.
4- Indiquen si son V (verdaderas) o F (falsas) estas afirmaciones. Justifiquen sus respuestas.

5- Expliquen con sus palabras qué intenta ejemplificar Guillén a partir de las palabras
“rosa” y “política”. ¿Es lo mismo utilizar una que otra? ¿De qué depende?
6- Les propongo componer un poema a partir de los versos mezclados de un conocido
escritor español.
a. Lean los versos presentados en el cuadro de arriba a la derecha y ordénenlos en
distintas versiones hasta que encuentren la que más les guste.
b. Copien la versión definitiva a su carpeta y pónganle un título.
c. Si lo desean, pueden verificar si es la misma que escribió el poeta. Para eso,
introduzcan un verso completo entre comillas en un buscador de Internet.
d. Averigüen cómo se llama el autor y copien sus datos biográficos.

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PERO… ¿QUÉ ES LA LITERATURA?


Con el correr del tiempo, por diversos motivos, el concepto de literatura se volvió problemático. Nadie ponía
en duda que el lenguaje fuera, por decirlo de algún modo, el material con el cual se construían las obras literarias.
Pero ¿qué diferenciaba a los géneros literarios de los otros discursos? Para salvar este problema, en algunos casos,
se agregó como aspecto distintivo la belleza. La actividad literaria era, entonces, la construcción de discursos bellos.
Con esta definición, sin embargo, la problemática no sólo quedaba en pie, sino que se acrecentaba, por el
simple motivo de que lo bello (como lo bueno, lo correcto, lo puro) es relativo; es decir, varía según las épocas, las
culturas, los grupos sociales, los individuos.
Entonces ¿qué hacer? Una posibilidad era resignarse a no definir el concepto y sólo estudiar, o mejor,
disfrutar, sus manifestaciones particulares. Otra opción consistía en proponer algunas aproximaciones que muestren
que si bien los lectores son ilimitados, las lecturas no son infinitas. Por encima de las particularidades de la lectura de
cada uno habrá algo en común que haga que distintos lectores mantengan un punto de vista semejante.
Compromisos, aunque sea provisorios, que nos permitan comprender por qué denominamos literatura a un grupo
limitado de discursos sociales.
En efecto, hoy en día, existen entre los teóricos algunos acuerdos. La mayoría reconoce, por ejemplo, dos
aspectos como constituyentes de lo específicamente literario: el carácter ficcional y la función poética.
Comencemos por este.

Las funciones del lenguaje


El concepto de función poética surge de la teoría de las funciones del lenguaje propuesta por el lingüista ruso
Roman Jakobson. Este teórico sostiene que, en todo acto de comunicación, el emisor produce un mensaje con una
determinada intención y, por lo tanto, hace hincapié en los distintos elementos que conforman el circuito
comunicativo. De esta manera, quedan establecidas seis funciones del lenguaje:
Función referencial: el emisor centra su atención en el referente o tema
del mensaje, es decir, le importa transmitir cierta información sobre el
mundo exterior.
Función expresiva o emotiva: el emisor tiene la intención de hablar sobre
sí mismo, de transmitir sus sentimientos, emociones o pensamientos.
Función conativa o apelativa: se produce cuando la intención del emisor
es influir sobre su receptor o llamar su atención.
Función metalingüística: el emisor se centra en el código, es decir, en el
sistema de signos, por ejemplo la lengua española y las reglas que la
rigen.
Función fática o de contacto: se cumple cuando el emisor quiere verificar
que el canal de comunicación funciona correctamente.
Función poética: el emisor hace hincapié en la forma del mensaje y cuida
su elaboración.
Roman JaKobson (1896-1982)

De todas las funciones del lenguaje, la poética es la que caracteriza al discurso literario, dado que lo que
distingue de otros es la construcción particular del mensaje: el ritmo, ciertas combinaciones de palabras, el uso
connotativo del lenguaje (que permite interpretar los términos en múltiples sentidos) son algunos de los
procedimientos que usa el escritor para trabajar con el material que le provee la lengua. Con ese material discursivo,
elabora una obra que es única, porque se aleja del uso cotidiano. Entonces, el mensaje es el protagonista a través de
una cuidada selección y combinación de palabras que el escritor realiza y que responden a un sentido preciso de lo
que quiere transmitir.

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Leamos algunos fragmentos de su libro:

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Jakobson, R. (s/a). Ensayos de lingüística general. Seix


Barral. Barcelona.

Actividades

1) Subrayen en el texto las definiciones de las distintas funciones del lenguaje.


2) Identifiquen con una llave los ejemplos proporcionados para aclarar los conceptos.
3) Luego, en sus carpetas, expliquen con sus palabras cuál es la función referencial, cuál la expresiva o emotiva
y cuál la poética.

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LOS RECURSOS POÉTICOS


La función poética (es decir, aquella que predomina en la literatura) puede observarse claramente en la poesía
lírica (aunque, vamos a repetirlo, es dominante en todos los géneros literarios). La multitud de recursos fónicos,
sintácticos y semánticos empleados por los poetas dan cuenta de la dedicación con la que este trabaja el material
que le proporciona la lengua.

Recursos fónicos
En las páginas anteriores mencionamos, aunque muy rápidamente, ciertos elementos que caracterizaron
durante mucho tiempo al género lirico. Este prefiere, aún hoy, tras el impacto de las vanguardias, el verso, lo que lo
diferencia de los géneros narrativo y dramático escritos generalmente en prosa. El empleo del verso implicaba, para
la poesía tradicional, una serie de pautas formales que el poeta debía respetar. Veámoslas con mayor detalle:
Verso: se llama verso a la unidad rítmica que se repite en un poema y que ocupa un renglón. Los versos
componen una silueta muy particular, es decir, una disposición en la página que se diferencia fácilmente de la prosa.
El verso tiene una medida determinada por el número de sílabas, en tanto que las pausas y la acentuación le dan un
determinado ritmo. La medida de los versos puede repetirse, como un modelo, a lo largo del poema, o combinarse.
Estrofa: es una serie de versos que responde a un esquema.

Rima: es la repetición de los sonidos a partir de la última vocal acentuada en el final de cada verso. Por
ejemplo, en el poema de Rubén Darío:

Las letras a la derecha de cada verso indican cómo están combinadas las rimas. Cuando se repiten las vocales y
las consonantes, como en el ejemplo anterior, decimos que es una rima consonante. Si lo único que se repite son las
vocales, la rima se llama asonante. Por ejemplo, en el poema de Cernuda:

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Verso libre: desde un punto de vista gráfico y fónico, podemos decir que el verso libre —también llamado
“blanco” o “suelto”— no posee ni rima ni una extensión fija. Es importante destacar que la poesía actual recurre con
frecuencia al verso libre, lo que le permite jugar con la espacialidad y con la disposición gráfica. En muchos casos,
además, transgrede ciertas normas ortográficas como la puntuación y el uso de las mayúsculas. En el ejemplo
anterior, el primer y tercer verso son libres.
Medida: un verso se mide contando las sílabas, para lo cual es preciso tener en cuenta la acentuación de la
palabra final y ciertas licencias poéticas que afectan la medida. Acentuación de la palabra final:
Grave: cuando un verso termina en una palabra grave, se cuentan exactamente las sílabas tal como
están.
Aguda: pero cuando un verso termina en una palabra aguda o monosílaba se cuenta una sílaba más.
Por ejemplo:

Muer-to-se-que-dóen-la-ca-lle 8 sílabas
con-un-pu-ñal-en-el-pe-cho.
No-lo-co-no-cí-a-na-die.
¡Có-mo-tem-bla-bael-fa-rol! 7 sílabas pero como farol es una palabra aguda, se cuentan 8.

García Lorca, Federico.


Fragmento de “Sorpresa”. En El grupo poético de 1927.
Antología de Ángel González (1983). Obra citada.

Esdrújula: por el contrario, cuando un verso termina en una palabra esdrújula, se cuenta una sílaba
menos:
Es-toy-so-lo. Las-on-das;-pla-ya,-es-cú-cha-me 13 sílabas pero como escúchame es esdrújula, se cuentan 12
de-fren-te-los-del-fi-nes-o-la-es-pa-da. 12 sílabas

Aleixandre, Vicente
Fragmento de “Siempre”. En El grupo poético de 1927.
Antología de Ángel González (1983). Obra citada.

Licencias poéticas: en la mayoría de los ejemplos que acabamos de medir, las sílabas del verso coinciden con
las sílabas gramaticales. Pero, si prestamos atención, veremos que no siempre es así. Existen licencias poéticas que
acortan o alargan el verso, ya que permiten unir o separar sílabas gramaticales. Veamos algunas de ellas:
Sinalefa: consiste en unir sílabas de dos palabras diferentes en una sola sílaba del verso. Esta unión se
produce cuando hay una vocal al final de una palabra y otra al comienzo de la siguiente. La sinalefa
acorta el verso. Podemos poner por ejemplo el primer verso citado del poema “Sorpresa”. (Ver: se-
que-dóen-la-ca-lle).
Hiato: impide la unión de dos vocales de palabras distintas en una sola sílaba poética; en otras
palabras, hay hiato cuando no hay sinalefa. El hiato alarga el verso. Es lo que ocurre en el primer verso
citado del poema “Siempre”. (Ver: pla-ya,-es-cú-cha-me)
Por lo tanto, para medir el verso es necesario tener en cuenta tanto la acentuación de la palabra final como las
licencias poéticas. De acuerdo con su medida, los versos se clasifican en:

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Esquemas métricos: mencionamos antes que la poesía tradicional solía seguir estructuras fijas o esquemas
métricos, resultado de la combinación de la medida, la acentuación y la rima de los versos. Mencionamos, como
ejemplo, el soneto (composición catorce versos endecasílabos agrupados en dos cuartetos y dos tercetos con rima
cuidada). Otros ejemplos de esquemas métricos son:
La redondilla: es una estrofa de cuatro versos octosílabos de rima consonante que sigue el esquema
ABBA.
El romance: serie de número indeterminado de versos octosílabos con rima asonante.
Anáfora: consiste en reiterar la misma palabra o grupo de palabras al comienzo del verso. Por ejemplo, en el
poema de Hernández, se reitera el inicio “Para la libertad”. Y en el poema de Cernuda varias estrofas empiezan con
“donde”, y otras dos empiezan con “allá”. Este recurso, en realidad, puede considerarse tanto en el nivel fónico
como en el sintáctico y en el léxico semántico porque, además de brindar rimo y sonoridad, la anáfora contribuye a
remarcar una idea clave del poema en cuestión.
Aliteración: es la repetición de los mismos sonidos. Por ejemplo, en el siguiente poema de Gerardo Diego hay
que señalar la aliteración en /s/ del primer verso que subraya la verticalidad ascensional del ciprés (ver símbolo) y
sobre la que se vuelve a trabajar en los versos nueve y diez:

Diego, Gerardo
Fragmento de “El ciprés de Silos”.
En El grupo poético de 1927.
Antología de Ángel González (1983). Obra citada.

Recursos sintácticos
Como seguramente saben de años anteriores, la sintaxis es la parte de la lingüística que estudia la forma en
que se disponen o acomodan las palabras dentro de una frase u oración. La estructura sintáctica de los poemas es
manipulada por los escritores para generar efectos que añaden musicalidad o ritmo al texto, o bien, porque desean
obtener una estructura especial en la conformación de los versos. Para ello utilizan algunos recursos o figuras
literarias como las que a continuación se presentan.
Hipérbaton: Se altera el orden lógico de las palabras. Ejemplo:

Bécquer, Gustavo Adolfo (2001)


Fragmento de “LIII”. En Rimas y Leyendas.
Editorial Planeta. Madrid.

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El orden lógico hubiera sido: Las oscuras golondrinas volverán a colgar sus nidos en tu balcón.
Enumeración: consiste en nombrar sucesivamente una serie de elementos que forman un conjunto. En los
siguientes versos de Hernández, por ejemplo, se observa la enumeración de verbos (sangro, lucho, pervivo), de
sustantivos (ojos, manos) y de adjetivos (carnal, generoso y cautivo):

Concatenación: Es la repetición encadenada de una palabra o frase verso a verso. Ejemplo:

Machado, Antonio (1999)


Fragmento de “Cantares” .En Poesías completas.
Editorial SLU. Madrid,

Paralelismo: consiste en la repetición de la misma estructura sintáctica. Ejemplo:

Recursos semánticos
La semántica es la rama de la lingüística que estudia el significado de las palabras. Ahora bien, cuando nos
referimos al género lírico debemos mencionar la diferencia entre lenguaje denotativo y lenguaje connotativo.

Lenguaje denotativo
Es el que manifiesta de forma objetiva un hecho lógico, y se utiliza para indicar con claridad la forma en que
sucede y así pueda ser comprendido sin lugar a dudas por el o los receptores. Por ejemplo:

Lenguaje connotativo
Se emplea en forma figurada y no solamente comunica información sino sensaciones y sentimientos. Por ello,
este lenguaje es utilizado en los textos líricos. Por ejemplo:

Sabines, Jaime. (2004).


Fragmento de “La Luna”. En Antología poética.
FCE. México.

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En relación con lo dicho, existen diferentes recursos o figuras semánticas.


Comparación: se establece una semejanza entre un término y otro mediante un nexo comparativo (como,
cual, según). Por ejemplo, en los versos de Hernández citados en la página anterior se observa una comparación
entre el cuerpo del yo poético y un árbol.
Metáfora: es la identificación de dos términos, uno real y otro imaginario, en la que incluso puede aparecer
sólo el término imaginario. Por ejemplo, en el poema de Luis de Góngora y Argote la rosa puede interpretarse como
una metáfora de la belleza femenina.
Símbolo: es un recurso literario que, a diferencia de la simple metáfora, contiene varios significados, a
menudo ocultos a primera vista, y representa muchos otros aspectos, conceptos o características que las que son
visibles sólo en la traducción literal. Es decir, el poeta que recurre a los símbolos emplea, a lo largo de su obra
poética, una palabra (sustantivo o verbo) que se va cargando de significados connotativos. Por ejemplo, en el ya
citado poema de Gerardo Diego, el ciprés resalta por su verticalidad, característica que se expresa a través de una
auténtica cadena metafórica (versos cinco, seis, once, doce) y que acaba confiriendo al árbol una categoría de
símbolo. Pero ¿qué simboliza este elemento? En un primer momento es símbolo del esfuerzo por abandonar la
realidad terrestre y elevarse hasta el cielo. Pero a la vez la verticalidad dinámica del ciprés está asociada a la soledad,
la esperanza, la transparencia y la pureza (los cristales), como así también a una serie de cualidades (serenidad,
dulzura, firmeza) que fascinan al yo poético.

El ciprés de Silos
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas al cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanando a sí mismo en loco empeño.

Mástil de soledad, prodigio isleño:


flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.

Cuando te vi, señero, dulce, firme,


qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales.

Como tú negra torre de arduos filos,


ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.

Diego, Gerardo
En El grupo poético de 1927.
Antología de Ángel González (1983). Obra citada.

Imagen: se trata de provocar en el lector, a través de ciertos términos, algún tipo de representación mental
asociada a los sentidos. Por ejemplo, en el poema anterior la imagen visual y táctil “negra torre de arduos filos” da
cuenta del edificio, del claustro románico donde se alza el ciprés, pero a la vez pone en primer plano ciertas
características de la realidad terrestre (la oscuridad, el filo) que contrastan con el espacio celestial al tiempo
refuerzan que el intento de alcanzarlo.

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Personificación: por medio de este recurso se les otorgan


características humanas a objetos o seres que no las poseen. Por Material realizado a partir de la
ejemplo, en los siguientes versos, se dan características humanas al información proporcionada en los
tiempo para embellecer la composición: siguientes manuales de Lengua y
Literatura:
Avendaño, Fernando; et. al. (2010):
Literatura IV. Las cosmovisiones
mítica, épica y la mirada trágica.
Ed. Santillana. Bs. As.
Galán, Ana Silvia; et. al. (2001).
Antítesis y oxímoron: son dos recursos que presentan ideas en Literatura 3 – Argentina /
oposición. La diferencia radica en que el oxímoron produce Latinoamericana. Activa. Ed.
contradicción e incoherencia, rasgos que no se observan en la Puerto de Palos. Bs. As.
antítesis. Ejemplo: Jurjevcic, Mónica (2008): Prácticas
del Lenguaje 2. Ed. SM. Bs. As.
Pinasco, Julieta; et. al. (2013).
Literatura 4 / Palabra autorizada:
desde las lentes épica, mítica y
trágica. Ed. Puerto de Palos. Bs. As.
Atorresi, Ana; et. al. (2005). Lengua
y Literatura I: Introducción a la
Quevedo, Francisco de. (1971) lingüística y teoría literaria. Aique
Fragmento de “El amor” Grupo Editor. Bs. As.
En Obras completas 1. Ed. Planeta. Barcelona.

Guía de lectura Nº 3
1- Retomen la teoría de las funciones del lenguaje y expliquen con sus palabras por qué la función
poética es la predominante en los textos literarios. ¿Qué otra función pueden reconocer en los
poemas dados como ejemplo?
2- Realicen un cuadro sinóptico que reúna los recursos fónicos, sintácticos y semánticos
desarrollados en las páginas anteriores.
3- Seleccionen un poeta de la generación del 27. Resuman sus datos biográficos y analicen uno de
sus poemas. Como ayuda para resolver este último punto, les proponemos el análisis del poema
“Donde habite el olvido” de Gerardo Diego, realizado por un estudiante de secundaria.

Prof. Ingrid Geertsen Página 19


Lengua y Literatura – 4to año

ANÁLISIS DEL POEMA “DONDE HABITA EL OLVIDO”


Autor: Luis Cernuda (1902-1963) Recursos sintácticos
Contextualización En estrecha vinculación con la anáfora, el autor
La producción del autor puede dividirse en 4 utiliza el paralelismo (“donde mi nombre deje”,
etapas: aprendizaje (estilo elegante y clásico), “donde el deseo no exista”) recurso que ayuda a dar
juventud, madurez (guerra civil) y vejez (estilo más ritmo y coherencia al poema.
seco y duro).
Recursos semánticos
El poema que vamos a analizar pertenece al
libro del mismo nombre, publicado en el año 1934. Se Con la personificación del séptimo verso (“en
ubica en su etapa de juventud caracterizada por la brazos de los siglos”), Cernuda da características
rebeldía contra el orden establecido. Sin embargo, el humanas al tiempo para embellecer la composición.
poema, como obra romántica, no rompe plenamente Mediante la metáfora del noveno verso (“el amor,
con la tradición. Por el contrario, el título proviene de ángel terrible”), presenta claramente su concepción
un verso de un poema de Bécquer (rima LXVI), por sobre este sentimiento. Noción que refuerzan las
quien el autor está muy influenciado. antítesis del verso 13 (“sonriendo lleno de gracia
Aunque no es nuestra intención profundizar en mientras crece el tormento”) y de la anteúltima
la biografía, nos parece importante destacar ciertos estrofa (“penas y dichas”, “cielo y tierra”).
datos que ayudan a comprender el concepto negativo Interpretación
de amor que se observa en el poema. Los críticos
señalan que su carácter sensible y tímido le hizo vivir El poema hace la descripción de un lugar, pero
de modo traumático su homosexualidad, lo cual no es una descripción física. El autor nos describe un
agravó su conciencia de marginado y le hizo allá, un sitio alejado en que todos los problemas,
desarrollar actitudes negativas ante el hombre y la incluido el amor, se olvidan. Podemos decir que el
sociedad. poema trata, entonces, dos temas muy relacionados:
el olvido y la muerte. Esta última no está explícita,
Recursos fónicos sino aludida a partir del primer verso que, como
La métrica del poema es muy irregular, con señalamos, es una cita proveniente de la rima LXVI de
utilización del verso libre. El poema consta de 6 Bécquer (“Donde habite el olvido / allí estará mi
estrofas, compuestas por 2, 3, 4 y 5 versos tumba”). Así, desde el principio, el lugar al que se
respectivamente. La duración de los versos es alude es “el más allá” y la muerte es la solución para
variable. En general, las palabras no tienen rima olvidar los problemas que ocasiona la vida,
asonante ni consonante y no forman una estructura especialmente el tormento del amor. El olvido habita
clara. De todos modos, el autor consigue dar ritmo al el lugar donde todo dolor desaparece y el hombre
poema mediante la repetición de elementos. Entre puede asumir su soledad. Es el último recurso que
ellos destaca la anáfora: muchas estrofas empiezan queda cuando ya no se puede retener el amor. El
con “donde”, mientras que otras empiezan por “allá”. amor, en el poema, supone sentimientos enfrentados
Este recurso ayuda, además, a reforzar la idea de que el autor expresa mediante las antítesis ya
lugar, principal en el poema. señaladas. El amor conlleva, según Cernuda,
sentimientos negativos y positivos, aunque en este
poema, el autor resalta los negativos.

Prof. Ingrid Geertsen Página 20

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