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INDICE

1.1 Introducción
1.2 Planteamiento del Problema
“Consecuencias Físicas y Psicológicas de las Violaciones Sexuales”
INTRODUCCION

La violencia, medio que debiera estar ya desterrado en una sociedad civilizada, sigue actuando
entre nosotros como si fuera el único medio, por medio del cual unos pocos hacen oír su voz,
mientras que la mayoría, perjudicada, ha de seguir aguantando. Ser víctima de un abuso sexual,
de una violación o de acoso sexual es una de las experiencias más traumáticas y dolorosas que
puede vivir una persona a lo largo de su vida.

La gravedad de este acto se hace visible en las secuelas que produce a la persona afectada, tanto
físicas como psicológicas. Es importante tener en cuenta y recordar que en un abuso sexual
siempre el culpable es el agresor y nunca la víctima.

No cabe duda que la violencia en la familia es la base de tanta violencia. Se ve a diario como
madres y padres dañan tanto física como psicológicamente, dando un ejemplo a sus hijos,
futuras personas violentas.

Si no tomamos conciencia cada uno de nosotros de la violencia que generamos en nuestra casa,
en nuestro trabajo, en la calle o donde sea que convivamos, no podemos contribuir a que cese
tanta violencia en este país tan reprimido.

Otro caso penoso es que los adolescentes de nuestro país están actuando de una forma
vandálica, esto se debe a la formación, a la falta de amor que hay en sus casas, a la falta de
conocimientos que le permitan razonar que ponerse una "capucha" y salir a cometer actos
inhumanos no es debido.

Está claro y da lástima, que ya ni en nuestro hogar podemos estar confiados y protegidos de
cualquier delincuente.

Qué bueno sería que alguien pudiera inventar una "VACUNA" contra la "VIOLENCIA".
No es fácil hacer una estimación precisa de la extensión de este fenómeno en nuestra sociedad,
pero hay una clara infravaloración cuantitativa del alcance de las agresiones sexuales en la
mujer. Muchas de las víctimas no denuncian la agresión, ni siquiera acuden a hospitales o
servicios de atención a la mujer (en el caso que los hayas), por lo que la relación entre
violaciones reales y violaciones denunciadas.

Solo recientemente se han comenzado a estudiar de forma sistemática el impacto psicológico de


la agresión sexual y las escuelas de la misma en las victimas de violación. La postergación de
este fenómeno como objeto de estudio rigoroso ha respondido, en una sociedad regida por
hombres, a ciertas creencias culturales, tales como la trivialización de la experiencia de ser
violada (cuando la realidad es que una violación es mucho más que una relación sexual no
deseada) y la puesta en duda de si se ha tratado de una verdadera violación.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La condición sexual del ser humano es natural, ya que forma parte integral de la personalidad.
Por lo tanto, la unión sexual de una pareja madura tiene el propósito de concebir una criatura y
se caracteriza por la demostración y recepción de afecto. Sin embargo, puede darse el caso en
que se dé la actividad sexual sin el consentimiento de una de ellas, a esto se le conoce como
abuso sexual.

El abuso sexual puede producirse entre adultos, de un adulto a un menor o incluso entre
menores. El abuso sexual en niños y adolescentes es considerado un tipo de maltrato infantil
caracterizado por contacto e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto en su rol
de agresor usa al niño para estimularse sexualmente.

El abusador sexual es generalmente una persona conocida por la víctima, puede ser un familiar
o amigo. No obstante, también existen los casos donde personas desconocidas pueden ser los
agresores y logran atraer a la víctima por medio de regalos y haciéndose amigos del niño o niña
(adolescente) en cuestión.

Ser víctima de un abuso sexual, de una violación o de acoso sexual es una de las experiencias
más traumáticas y dolorosas que puede vivir una persona a lo largo de su vida.

La gravedad de este acto se hace visible en las secuelas que produce a la persona afectada, tanto
físicas como psicológicas. Es importante tener en cuenta y recordar que en un abuso sexual
siempre el culpable es el agresor y nunca la víctima.

Un abuso sexual es una experiencia traumática de naturaleza sexual que atenta contra el
bienestar psicológico y físico de la persona. Puede ser violento o no serlo, puede
incluir contacto sexual directo o no incluirlo.
En una agresión sexual dicha persona es obligada a mantener relaciones sexuales o a realizar
cualquier acto sexual a la fuerza y sin su consentimiento, como por ejemplo, tocar zonas
íntimas, masturbar, sexo oral o simplemente desnudarse, incluso cuando es el agresor el que se
desnuda ante la víctima sin necesidad de que haya un contacto directo.

Pueden ser víctimas de una agresión sexual ambos sexos, tanto un hombre como una mujer,
pero son estas las que las padecen con más frecuencia, para ser exactos, según datos de la ONU,
el 35% de mujeres de todo el mundo ha sido víctima de una agresión sexual una vez en su vida,
en el caso de los hombres es inferior, aunque no se puede saber un porcentaje exacto por la falta
de denuncias.

Se entienden por abusos sexuales los tocamientos, la penetración vaginal o anal, el sexo oral, el
acoso sexual, incluso a través de internet y el intento de violación o la violación; todo sin el
consentimiento de la persona ni su aprobación.

Se puede diferenciar entre dos tipos de abusos sexuales, el abuso sexual violento y el no
violento:

-Violento: Se entiende por abuso sexual violento cuando hay sexo o intento de realizarlo, ya sea
por la boca, por el ano o por la vagina, forzando a la otra persona para logarlo.

-No violento: Entre los abusos sexuales no violentos podemos encontrar:

-Abusos verbales: obligando a la persona a escuchar sonidos de carácter sexual.

-Abusos visuales: obligando a la otra persona a ver contenidos sexuales que no desea ver, como
por ejemplo imágenes de desnudos, videos de personas realizando sexo, u obligarla a participar
en ellos.

-Tocamientos en zonas íntimas sin necesidad de penetración, acoso sexual, etc.

Tras haber sufrido un abuso sexual la persona suele mostrar las siguientes secuelas físicas:
-Embarazo no deseado tras haber sido obligada a mantener relaciones sexuales sin protección.

-Lesiones diversas: tales como golpes, heridas, desgarros en la zona de la vagina o


traumatismos: Normalmente la victima muestra golpes o heridas producidas por un forcejeo a la
hora de defenderse.

-Algún tipo de trastorno menstrual como consecuencia de la relación sexual forzada y de la


escasa lubricación.

-En el caso de haberse dado la violación durante el embarazo la victima puede mostrar:
hemorragia vaginal, peligro de aborto, muerte fetal, parto prematuro, etc.

-Contagio de una enfermedad sexual (ETS).

-Disfunción sexual de por vida o una gran parte de ella.

-Infección del tracto urinario gracias a las heridas ocasionadas en la zona de la vagina o la
presión realizada en el momento de la penetración.

-Dolores en la zona de la pelvis de manera crónica.

-Síndrome del intestino irritable.

Hay que aclarar que no en todos los casos una agresión sexual deja secuelas físicas.

Las consecuencias psicológicas pueden surgir de manera inmediata o pasado un tiempo desde el
abuso sexual, suelen aparecer como una respuesta que ayuda a la mente a adaptarse y aceptar lo
sucedido. Entre ellas pueden estar:

-Estrés postraumático, es muy común en las personas que han vivido una situación traumática.

-Sentimiento de culpa, debilidad y vergüenza por lo ocurrido: la persona suele tener la falsa
creencia de que ha sido su culpa y que podía haberlo evitado si hubiera sido más fuerte o
hubiera actuado de otra forma.
-Sentimientos de tristeza, llegando incluso a la depresión.

-Flashback, recordando de manera repetitiva la agresión o sufriendo pesadillas en las que revive
el momento y lo que se sintió en él.

-Confusión entre lo real y lo imaginario, llegando a dudar si la agresión fue real o tan solo
producto de la mente.

-Problemas de percepción corporal o trastornos de la alimentación, así como repulsión o asco


por el propio cuerpo.

-Aislamiento social: La persona que ha sufrido un abuso sexual suele aislarse de la gente por
miedo, desconfianza, vergüenza, etc.

-Pérdida del apetito sexual e intento de evitar situaciones sexuales, aunque no siempre ocurre
así, en ocasiones la víctima presenta un aumento del deseo sexual.

-Trastornos del sueño.

-Perdida del autoestima.

-Pensamientos suicidas y autolesiones, como consecuencia de la pérdida de autoestima, de


estrés, de depresión, etc.

-Abuso de sustancias, como por ejemplo alcohol, drogas, fármacos, etc: La victima suele actuar
de forma irresponsable consumiendo una alta cantidad de sustancias con el fin de evadirse de lo
ocurrido y desconectar de la realidad.

-Adopción de comportamientos de sumisión o violencia hacia los demás.

-Miedo intenso, sobresaltándose por cualquier cosa, en los peores casos llegando a la paranoia.

-Irritabilidad y enfado.
-Desconfianza en las personas por culpa del acoso, incluso con los amigos y familiares más
cercanos.

Las consecuencias que puede ocasionar un abuso sexual varían dependiendo de cómo fue y de
cómo respondió la persona ante la agresión, Si algún día es usted víctima de un abuso sexual,
intente dentro del posible quedarse con detalles del lugar donde se ha producido la agresión, así
como con rasgos del agresor, para facilitar la identificación de este. También es aconsejable no
cambiarse de ropa, no ducharse y evitar eliminar las evidencias del abuso sexual, para
posteriormente poder demostrarlo y formular la denuncia.

Ya sabiendo esto, tras el momento del abuso, es recomendable alejarse del agresor y llamar a la
policía o dirigirse al centro de salud más cercano, allí recibirá la ayuda tanto física como
psicológica que necesita, además de información acerca de cómo realizar la denuncia y los
tramites a realizar.

No podemos evitar una agresión sexual pero si podemos seguir una serie de consejos que nos
ayudaran a disminuir la probabilidad de que ocurra, alguno de ellos son:

-Camina por lugares transitados, un agresor no realizara este tipo de actos si hay gente
alrededor.

-En el caso de que tengas que cruzar por una calle oscura y solitaria hazlo hablando por
teléfono con algún familiar o amigo.

-Ten a mano siempre tu teléfono móvil para avisar de cualquier problema o sospecha.

-Si sospechas que alguien te sigue, cámbiate de acera cuanto antes y evita entrar por calles
estrechas o poco transitadas.

-Si te encuentras de fiesta no pierdas de vista en ningún momento tu copa, ya que existe peligro
de que viertan en ella alguna sustancia.
-No montes en coches de desconocidos, en el caso de ser una urgencia, es preferible llamar a un
familiar para que te recoja o a un taxi de confianza.

-Ten un consumo responsable de alcohol evitando así facilitar un momento para la agresión.

Si ha sido víctima de un abuso sexual es de vital importancia para una buena recuperación:

-Intentar no aislarse de la gente y llevar un ritmo de vida lo más normalizado posible: Puede ser
de ayuda mantener las rutinas y no dejar de realizar las actividades que se realizaban antes del
abuso.

-Buscar actividades que te mantengan ocupada y entretenida: Realizar actividades tales como
lectura, cine, paseos, compras, entre otras muchas pueden ayudarte a mantenerte distraída.

-Desahogarse y apoyarse en los familiares y amigos más cercanos, contándole cómo te sientes y
tus preocupaciones: Es importante no perder el contacto con las personas de tu entorno, ya que
pueden ser una fuente de apoyo, ánimos, cariño que te ayudará a superar la situación.

-Evitar situaciones que hagan revivir el momento de la agresión.

-Buscar ayuda psicológica o atención médica especializada para recibir los cuidados necesarios
y llevar lo mejor posible la situación.

-Denunciar al agresor: esto servirá para que te sientas más fuerte y con más confianza, a la vez
que evitas que le haga lo mismo a otra persona.

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