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Los beneficios que se obtendrían si se crea una nueva empresa cuyo objeto
principal sea de cultivo y agroindustrial, y se acoja al régimen agrario.
Para que la nueva empresa se acoja a los beneficios del régimen laboral agrario,
deberá presentar ante la SUNAT la Declaración Jurada de Acogimiento a los
Beneficios Tributarios de la Ley de Promoción del Sector Agrario y de la Ley de
Promoción y Desarrollo de la Acuicultura[1] en la que se señale que la actividad
principal a la que se dedica es de ámbito de aplicación a la ley agraria.
La nueva empresa una vez acogida al régimen agrario puede celebrar contratos
de trabajo a plazo determinado o indeterminado.
La nueva empresa deberá presentar hasta el último día hábil de cada semestre
calendario ante la Autoridad Administrativa de Trabajo (AAT) de su jurisdicción
correspondiente, la solicitud de su registro adjuntando lo siguiente:
La nueva empresa podrá estar exonerada del pago de las tasas administrativas al
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, siempre que se cumpla con
presentar los contratos hasta el último día hábil de cada semestre calendario ante
la Autoridad Administrativa de Trabajo (AAT).
La nueva empresa deberá establecer una jornada laboral de trabajo que no supere
las ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales, al igual que el régimen
común conforme se establece en la Carta Magna.
Por otro lado, se deberá exhibir el horario de trabajo, en el cual conste el refrigerio,
el cual no puede tener una duración inferior a cuarenta y cinco (45) minutos.
IV.- Remuneración:
El trabajador agrario deberá recibir una Remuneración Diaria (RD) mínima de S/.
23.41, suma que comprende el pago de dos beneficios sociales, la compensación
por tiempo de servicios (CTS) y las gratificaciones legales (Fiestas Patrias y
Navidad).
Tal descanso representa un beneficio para la nueva empresa por cuanto permite
contar con más días efectivos trabajados por parte de los trabajadores, lo cual
repercute en una mayor productividad y competitividad para la empresa.
Así, entre las principales obligaciones que se puede citar, están las referidas a la
elaboración del reglamento interno de seguridad y salud en el trabajo, la
conformación del Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo, la elaboración de
registros de seguridad y salud en el trabajo, la capacitación, entre otras.
En el régimen laboral agrario se aplican las mismas causales por las que se
extingue la relación laboral en el régimen laboral común, es decir, las
contempladas en el artículo 25° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, TUO de la
Ley de Productividad y Competitividad Laboral.
XI. AGRONEGOCIOS
Respecto a las obligaciones de los beneficiarios se estableció que ―a fin de que las
personas naturales o jurídicas gocen de los beneficios establecidos en el presente
dispositivo, deberán estar al día en el pago de sus obligaciones tributarias de
acuerdo con las condiciones que establezca el Reglamento‖. Como se advierte, el
único requisito para poder acogerse a este régimen era el estar al día en el pago
de las obligaciones. En este régimen no existió la exclusión de las empresas
avícolas que utilizaran el maíz amarillo duro importado en su proceso productivo.
Posteriormente, la Ley N° 27360 (Ley que aprueba las normas de promoción del
Sector Agrario) dispuso un régimen tributario para las empresas comprendidas
dentro de su ámbito como beneficiarios. La vigencia de la Ley fue a partir del 1 de
noviembre de 2000 para el goce de los beneficios tributarios relacionados con el
IGV y otros, con excepción del Impuesto a la Renta, cuya vigencia empezó a regir
a partir del 1 de enero de 2001 para caducar el 31 de diciembre de 2010. El
artículo 2° de dicha Ley señala como beneficiarios a las empresas (personas
naturales o jurídicas) que desarrollan las actividades siguientes:
• Impuesto a la renta:
Pago de obligaciones: Se señala que para el goce de los beneficios tributarios, las
empresas deberán estar al día en el pago de sus obligaciones tributarias conforme
señala el reglamento. En caso contrario, se perderá el beneficio.
―Este Tribunal, considera que dicho trato desigual no está debidamente justificado,
y ello porque se ha dejado de lado a sujetos o actividades puestas en
circunstancias idénticas (sector avícola) de manera irrazonable y
desproporcionada.
En efecto, no puede considerarse de manera alguna equitativo que por el simple
hecho de verse obligada a utilizar en el proceso productivo el ―maíz amarillo duro
importado‖ ante la insuficiencia de la producción nacional, tal y como lo acreditan
las cifras oficiales de la Asociación peruana de avicultura, la demandante se vea
excluida de acogerse al régimen promocional del sector agrario, a pesar de que,
como se ha hecho referencia ya en el Fundamento N° 20, forma parte del sector
agrario‖.
Si bien el Tribunal Constitucional ha basado su pronunciamiento en un solo
argumento, consideramos que los otros argumentos presentados por la empresa
San Fernando S.A. también debieron merecer un pronunciamiento. No obstante
ello, consideramos correcto el fallo, por lo que los hechos y fundamentos jurídicos
reseñados podrían ser perfectamente aplicados a otras empresas del sector
avícola.
CONCLUSIONES
En efecto, si bien es cierto que con la entrada en vigencia del Decreto Legislativo
N°1035, es decir, desde el 26 de junio de 2008, el nuevo marco normativo queda
claro, por la derogatoria expresa del mencionado numeral 2.4). Sin embargo,
somos de la opinión que dicho numeral 2.4) de la Ley N° 27360 no debió ser
aplicable a las empresas del sector desde el año 2000, inclusive. En
consecuencia, dentro del plazo prescriptorio, esto es desde el período 2003
(Impuesto a la Renta), se puede acoger a los beneficios comprendidos en la Ley
N° 27360.