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Análisis de la economía peruana en el

2019–2022

Dr. Alejandro Narváez Liceras - Profesor Principal de Economía Financiera


La economía peruana crecerá en torno al 4,7% en el periodo 2019 - 2022, de
acuerdo a las proyecciones hechas por entidades de cierta solvencia y
seriedad. Veamos:
LatinFocus Consensus Forecast

Los 29 analistas que participaron en el último reporte de Consensus Forecast


LatinFocus, elaborado en julio último por FocusEconomics, prevén que el
Producto Bruto Interno (PBI) del país se expandirá 3,6% en 2018,
manteniendo su pronóstico de junio pasado, y predicen un crecimiento de
3,7% para el 2019, con una tasa de inflación de 2,5% debido principalmente a
los mayores precios del petróleo. Por otro lado, pronostican que el tipo de
cambio cerraría el 2018 en 3,25 por dólar y el 2019 terminaría en 3,26,
sostenido por la exportación de metales y por los saludables flujos de la
inversión extranjera directa (IED) al país.
Fondo Monetario Internacional (FMI)
El organismo internacional publicó en julio su revisión de “Perspectivas Sobre
la Economía Peruana”, en la que destaca que el Perú continúa siendo uno de los
países líderes de América Latina en crecimiento y reducción de pobreza en las
últimas dos décadas. En este escenario, el 2018 cerraría con un crecimiento del
PBI de 3,7%. Para el 2019, el FMI proyecta un crecimiento ligeramente mayor
de 4,1%, siendo el motor de dicha expansión la recuperación de la demanda
interna.
El Fondo en su reciente evaluación de la estabilidad del sistema financiero
peruano concluye que la mayor fortaleza del sistema es el adecuado nivel de
capital que mantienen las entidades financieras, así como el alto grado de
rentabilidad que han alcanzado en los últimos años. No obstante, advierte el
FMI que el sector financiero peruano está altamente concentrado y dominado
por conglomerados financieros.
Por su parte, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) dio a
conocer el 23 de agosto su “Informe Económico 2018”, en donde hace un
profundo análisis de la evolución de la inversión en la región y su proyección
para el 2019. El estudio agrega que el crecimiento regional en 2018 se da en un
escenario global complejo, caracterizado por conflictos comerciales entre
Estados Unidos, China y otras naciones, riesgos geopolíticos crecientes, una
caída en los flujos de capitales hacia los mercados emergentes en los últimos
meses y un alza en los niveles de riesgo soberanos, depreciaciones de las
monedas locales frente al dólar y una expansión económica mundial que tiende
a declinar.
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)
El “Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2019 - 2022”, elaborado por
el MEF, contiene las proyecciones macroeconómicas multianuales oficiales,
aprobadas en sesión de Consejo de Ministros y publicado el 24 de agosto en el
diario oficial peruano. Con estas proyecciones se elaborará el Presupuesto del
Sector Público para el Año Fiscal 2019.
Según el MEF la economía peruana se encuentra al inicio de una fase de
aceleración, resultado de la implementación de una política macroeconómica
contracíclica y de un entorno externo favorable. Bajo este escenario de
aceleración, en el “Informe de Actualización de Proyecciones
Macroeconómicas 2018 - 2021 (IAPM)” el pronóstico de crecimiento del PBI
para 2018 se revisa al alza de 3,6% a 4,0% en el “MMM 2019 – 2022”. Para el
año 2019, la previsión de crecimiento es 4,2%. El promedio de expansión del
período 2019 - 2022, estimado es de 4,7%. La tasa de inflación sería de 2,5% y
el tipo de cambio (soles por US$ dólar) estaría en 3,35 igual al proyectado por
el BCR. En este contexto de optimismo del MEF, el déficit fiscal no deberá
superar el 3,5% del PBI en 2018, en el 2019 el 2,7%, en el 2020 se reduciría a
1,9% para llegar a 1,0% del PBI en el 2021 y por último, en el 2022 la presión
tributaria alcanzaría el 15,5% de nuestro Producto Bruto Interno.
Para alcanzar el crecimiento económico proyectado el MEF prevé un fuerte
aumento de la inversión privada de 0,2% en 2017 a 5,2% en 2018 y 7,5% en
2019. Esto se debería principalmente a la mayor inversión minera prevista,
donde destacan los nuevos proyectos como Quellaveco (US$ 5,300 millones),
Mina Justa (US$ 1,348 millones) y ampliación de Toromocho (US$ 1,300
millones), Pampa del Pongo, Macusani (litio). Sin embargo, esto será
parcialmente contrarrestado por la caída de la producción de oro en los
yacimientos de Barrick y Yanacocha. También destacan los proyectos de
infraestructura básica (Línea 2 del Metro de Lima, ampliación del Aeropuerto
Internacional Jorge Chávez, Majes Siguas II, los juegos panamericanos, la
reconstrucción del norte, entre otros) que ayudarían alcanzar los objetivos
fijados.
En 2019 - 2022, el mundo crecería a una tasa promedio anual de 3,7%. Sin
embargo, este escenario estará caracterizado por (i) un crecimiento diferenciado
entre economías avanzadas y emergentes y (ii) la presencia de riesgos (como
un mayor proteccionismo a nivel global y una salida de capitales en economías
emergentes). En este panorama, el crecimiento del PBI de nuestros socios
comerciales estaría en promedio alrededor de 3,4% en 2019 - 2022. Por su parte
China de su actual nivel de crecimiento de 6,6% caería a 6,0% en el 2022;
Estados Unidos crecería este año a 2,8% y en el 2022 llegaría apenas a 1,5%.
Según estimaciones del FMI, en conjunto en 2019 las economías desarrolladas
se desacelerarían alrededor de dos décimas.
Los pronósticos optimistas del MEF basados fundamentalmente en los informes
del FMI, BCR y otras entidades para los próximos 4 años, son difíciles que se
cumplan debido a un conjunto de factores endógenos y exógenos que no se ha
tomado en cuenta con el rigor ni la amplitud que requiere.
Factores internos del país
Para sostener la senda de crecimiento previsto por los técnicos del MEF, es
crucial una mayor inversión pública y privada. Sin embargo, en un ambiente de
inestabilidad política creciente, así como en un contexto de retroceso en
nuestros niveles de competitividad global (véase “Reporte del Foro Económico
Mundial 2017 – 2018”), con una presión tributaria de apenas 13,3% del PBI en
2017 (Chile 20,4%, Francia, 45,3%), sin mencionar además las elecciones
generales de 2021 y la alta tasa de informalidad laboral (INEI 2017: 73% de la
PEA ocupada), no están dadas las condiciones para que ello ocurra.
La corrupción es el factor más problemático que enfrenta el país para hacer
negocios (OCDE: Perú ocupa el puesto 116). En el 2016, el Banco Mundial
(BM) informó que el costo de la corrupción en el Perú equivalía al 2% de su
PBI. Si usamos otra metodología de cálculo, dicha corrupción puede estar en
torno al 4% del PBI (el PBI peruano en 2018 equivale a US$ 220 mil millones
aproximadamente). Según Defensoría del Pueblo la corrupción alcanza el 10%
del presupuesto público anual (el presupuesto proyectado para el 2019 es de
168,100 millones de soles).
La corrupción es especialmente nociva para el crecimiento económico porque
desalienta la inversión, al dañar la predictibilidad del sistema jurídico, y, de esta
forma, hace más riesgosos y menos productivos los emprendimientos
empresariales. También, reduce la creación de empleo porque genera
incertidumbre jurídica, inestabilidad política e inseguridad pública, etc.
Política monetaria restrictiva de los Estados Unidos
Con los últimos aumentos de la tasa de interés referencial de marzo y junio,
dicha tasa quedó situada en un rango de entre el 1,75% y el 2%. Según las
estimaciones de la Reserva Federal Americana (RFA), en la segunda mitad del
2018 habrían dos incrementos más y, en 2019, otros tres, con lo cual hacia
afines de próximo año la tasa se ubicaría en 3,1%. De manera que la RFA
seguirá con una política monetaria restrictiva ante la fortaleza del mercado
laboral americano y el sólido crecimiento de su economía. Los efectos
inmediatos de esta medida serían el incremento del costo de los créditos, lo que
dificulta la capacidad del sector empresarial para financiar sus inversiones y el
alza del tipo de cambio, haciendo más caras las transacciones con el dólar. Todo
esto afectará los flujos financieros hacia los mercados emergentes y el precio
de los activos financieros (acciones, bonos, etc.) en los mercados de capitales.
Tensiones comerciales de Estados Unidos y el resto del mundo

Estas han aumentado marcadamente durante el primer semestre de 2018. Las


medidas proteccionistas implementadas por los Estados Unidos frente a China
han generado una escalada de represalias que, dependiendo de su dimensión,
afectaría no solo a los flujos comerciales, sino también a la dinámica productiva
mundial a través de las cadenas globales de valor, los flujos financieros y de
capital, y los flujos tecnológicos en el mundo entero.
Esta escalada proteccionista se da en un contexto en el que se proyecta que en
2018 el comercio mundial crezca alrededor de un 3,1%, cifra menor a la
observada en 2017 (4,6%). Si bien las estimaciones actuales predicen que el
mayor proteccionismo tendrá un bajo impacto negativo sobre el crecimiento,
aún es difícil anticipar sus efectos reales a mediano plazo. La caída del precio
del cobre es un ejemplo de ello (en enero de 2018 el precio de la libra de cobre
se situaba en US$ 3,21 y en agosto US$ 2,73). El oro tiene la misma tendencia
negativa (según Bloomberg, en marzo 2018 la onza valía US$ 1,333 y el 31 de
agosto US$ 1,210).
Está todavía por verse cómo evolucionan los nuevos anuncios y negociaciones
entre los países y cómo se va configurando el nuevo escenario del comercio
mundial. Sin perjuicio de esto, cabe resaltar que, además del impacto sobre los
flujos del comercio, el aumento del proteccionismo también podría tener un
fuerte efecto sobre la actividad mundial a través del canal financiero. Una
muestra de ello es el aumento de la incertidumbre y la volatilidad financiera que
ya se ha observado en el primer semestre de este año y que en parte ha sido
motivado por las tensiones comerciales. Según el Banco Mundial, las amenazas
proteccionistas se ciernen como una nube negra sobre el crecimiento a futuro.
Si estas amenazas llevan a una guerra comercial, las consecuencias serían
devastadoras, advierte en su último reporte de panorama mundial.
Tensiones geopolíticas crecientes y cambio climático
Las tensiones geopolíticas principalmente de las tres potencias: Estados Unidos,
Rusia y China, son crecientes. Por un lado, están las nuevas sanciones que se
quieren imponer a Irán y Rusia por parte de los Estados Unidos, que elevaran
aún más las proyecciones del precio del petróleo para 2018 por sobre lo que se
esperaba a fines del año pasado. Por otro lado, está la lucha por el dominio de
los mercados, la fragmentación y una carrera por las nuevas tecnologías, etc.
Por último, según el “Informe Global de Riesgos del Foro Económico Mundial
2018”, el clima extremo, la pérdida de biodiversidad y los desastres naturales
son percibidos como los mayores peligros de los próximos años, por delante de
factores como el terrorismo o la desigualdad socio económica en el mundo.
En síntesis, se prevé que el 2018 sería un buen año económicamente hablando.
Sin embargo, se han incrementado diversos riesgos sobre la dinámica del
crecimiento futuro de la economía mundial por las razones antes señaladas, lo
que hace prever menores tasas de crecimiento de nuestra economía en los
próximos cuatro años. Guerra avisada no mata gente pero si deja heridos, dice
el refrán popular. También puede verse en:www.alejandronarvaez.com
*El Dr. Alejandro Narváez es vicedecano de investigación y posgrado de la
Facultad de Ciencias Administrativas y profesor principal de economía
financiera en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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