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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGIA


HUMANA

PROYECTO DE TESIS

NIVEL DE DEPENDENCIA EMOCIONAL EN ESTUDIANTES DE LA CARRERA


DE PSICOLOGÍA HUMANA DE LA UAP - LIMA

AUTOR

LUIS ANGEL YLLANES SALAS

ASESOR

VÍCTOR CÁRDENAS LEÓN

LIMA - PERÚ

2014
Con todo mi cariño y mi amor para
las personas que hicieron todo en
la vida para que yo pudiera lograr
mis sueños, por motivarme y
darme la mano cuando sentía que
el camino se terminaba, a ustedes
por siempre mi corazón y mi
agradecimiento. Papá y mamá.

2 ii
AGRADECIMIENTO

Agradezco a las personas que


siempre confiaron en mí, que siempre
me apoyaron en todas las etapas de
mi vida, las personas que me
demostraron su apoyo y que nunca
me dieron la espalda. Gracias infinitas.

3 iii
Resumen

La presente investigación tiene como objetivo crear conciencia en las personas


sobre la dependencia emocional y como poder prevenir caer en ella se trabajará
con la población de la Facultad de Psicología de la Universidad Alas Peruanas de
1300 alumnos, ubicado en la provincia de Lima, la muestra intencional que se
tomará para la investigación será de 350 alumnos, mediante el diseño de
investigación descriptiva que durará un aproximado de un año

Mucho se confunde la dependencia emocional con el amor, actualmente no hay un


buen concepto sobre lo que es relación de pareja y enamoramiento.

Los niños desde que nacen dependen, de los padres, ellos nos cuidan y nos dan
cobijo, pero en ciertas oportunidades se tiene que ir “soltando” al niño para que
luego no dependa de nadie.

La investigación se realizó en base a las teorías del apego, teorías referentes de


diferentes autores sobre la dependencia emocional o sentimental y el marco
filosófico del falsacionismo de Karl Popper

Se usará el cuestionario de Dependencia emocional de Lemos & Londoño (2000)

Palabras Claves: Enamoramiento, problemas de pareja, Teoría del Apego,


Falsacionismo Popperiano.

4 iv
Abstract

This research aims to create awareness among people about emotional


dependency and as to prevent falling into it will work with the population of the
Faculty of Psychology at the University Peruvian Wings of 1,300 students, located
in the province of Lima, the sample intentional to be taken for research will be 350
students through descriptive research design which will last approximately one
year

Much emotional dependency is confused with love, there is currently no good


concept of what is relationship and infatuation.

Children from birth depend parents, they care for us and give us shelter, but at
certain times you have to go "releasing" the child to then not dependent on anyone.

The research was conducted based on attachment theories, theories concerning


different authors on the emotional or sentimental dependence and philosophical
framework of Karl Popper's falsificationism

We will use the questionnaire emotional Unit Lemos & Londoño (2000)

Keywords: Amorousness, relationship problems, attachment theory, Popperian


falsacionism.

5 v
ÍNDICE

Carátula i

Dedicatoria ii

Agradecimientos iii

Resumen / Abstract iv

Índice vi

Introducción ix

Capítulo I: Planteamiento del problema 10

1.1. Descripción de la realidad problemática 10

1.2. Delimitación de la investigación 11

1.3. Formulación del problema 12

1.3.1. Problema principal 14

1.3.2. Problemas secundarios 14

1.4. Objetivos de la investigación 15

1.4.1. Objetivo general 15

1.4.2. Objetivos secundarios 15

1.5. Hipótesis de la investigación 16

1.5.1. Hipótesis general 16

6 vii
1.5.2. Hipótesis secundarias 16

1.6. Justificación de la investigación 17

Capítulo II: 19

2.1. Marco de referencia 19

2.2. Marco filosófico – Antropológico 19

2.3. Antecedentes de la investigación 20

2.3.1. Nacionales 20

2.3.2. Internacionales 22

2.4. Bases teóricas 26

2.4.1. Dependencia emocional 26

2.4.1.1. Reconocer que hay un problema 29

2.4.1.2. Listado de cosas que te perjudicaban 31

y has hecho por amor o cariño

2.4.1.3. Refuerza tu autoestima 31

2.4.1.4. Aprender a estar solo/a 32

2.4.1.5. Apego en adultos 32

2.4.1.6. Categorías vs Dimensiones 35

2.4.1.7. Prototipos 39

2.4.1.8. Factores causales de la dependencia emocional 49

2.4.1.8.1. Carencia temprana de afecto 48

2.4.1.9. Indicios de dependencia emocional 50

7 vii
Capítulo III: Metodología 52

3.1. Tipo de la investigación 52

3.2. Diseño de la investigación 52

3.3. Población y muestra de la investigación 52

3.3.1. Población 52

3.3.2. Muestra 52

3.4. Variables, dimensiones e indicadores 53

3.5. Técnicas e instrumentos de la recolección de datos 53

3.5.1. Técnicas 53

Capítulo IV: Administración del proyecto de investigación 54

4.1. Calendario de actividades 54

4.2. Presupuesto 55

Anexos

Anexo 1 – Matriz de consistencia

Anexo 2 – Instrumento de evaluación

8 viii
INTRODUCCIÓN

El tema del proyecto elegido fue por la inspiración de varios libros de autoayuda,
libros de problemas de pareja, luego también la importancia que se le debe dar a
los problemas de pareja, porque ese tipo de inconvenientes pueden desencadenar
mayores malestares y perdidas. Esta investigación ayudará a que se pueda
identificar en qué grado, los estudiantes de psicología de los tres primeros ciclos
de la universidad Alas Peruanas, se encuentran en el tema de dependencia
emocional.

Se beneficiarán los estudiantes, puesto que ayudará a su formación como


psicólogos, un psicólogo con dependencia emocional muy difícilmente podrá
aconsejar a una persona de manera positiva, ante esto, dicha investigación
ayudará a que sean unas personas más equilibradas para poder surgir como
profesionales de la salud. También se beneficiarán los padres, puesto que si uno
de sus hijos es dependiente podría fugarse o hasta llegar al suicidio.

Ayudará a que los mismos estudiantes puedan prevenir entrar en depresión por el
golpe emocional que pueden sufrir cuando sus relaciones de dependencia
culminen y apoyarse en la resiliencia para que sean unas personas exitosas en la
vida. Con la investigación se podrá identificar de qué manera dichos estudiantes
pueden estar pasando por una relación dependiente y en qué nivel se encuentran,
pudiéndose notar de que si no actúan en un futuro será un impedimento o un
problema para su desarrollo profesional.

9 ix
CAPITULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1. Descripción de la realidad problemática

El motivo por el cual se pretende realizar el siguiente trabajo de investigación es


para hallar una razón por la cual las parejas confunden las relaciones amorosas
con la dependencia emocional. El cual es un tema muy delicado y común entre las
parejas, lo cual terapeutas como Walter Riso que en sus innumerables obras que
motivan a la estabilidad emocional de las parejas sentimentales. Deseo también
realizar el siguiente trabajo para poder entender y concluir cual de los dos géneros
(masculino o femenino) es el que más sufre del problema ya mencionado.

Otra de las razones es la gran cantidad de personas que han sufrido decepciones
amorosas, confundiendo amor con costumbre y dependencia emocional, la
investigación hará que las personas tomen conciencia de que no se necesita sufrir
necesariamente para ser feliz, que no tienen porque sentirse amarrados en una
relación que puede llegar a ser dañina para ellos.

Una vez en una conversación con una profesora, se le preguntó acerca de cómo
llegar a tener felicidad plena con la pareja.

Ella refirió; que la felicidad no siempre es plena, que para llegar a sentirla no
necesariamente se necesita sufrir, que las parejas alimentan dudas, los celos por
la propia inseguridad y crean una dependencia hacía la otra persona, dejando de
ser uno mismo por ser la persona que la pareja desea, lo cual ocasiona un vacío
emocional.

10
Por otro lado recordando, que en una campaña de salud con unos compañeros de
clases, llegó una muchacha pidiendo consejería, cuando no estaba con su pareja
se sentía vacía y sola, necesitaba que antes de tomar cualquier decisión era
necesario que el esté presente, y no quería que en un futuro él le falte. Luego
indicaba que cuando había problemas ella deseaba dar por culminado la relación
pero luego se arrepentía y quería verlo nuevamente, ella no sabía si lo que sentía
por él era amor o una dependencia. Esta investigación es en base a estos tipos de
casos pretende despejar algunas dudas referentes a la dependencia y evitar que
se pueda confundir el amor.

1.2. Delimitación de la investigación

1.2.1. Delimitación temporal

Se calcula que la investigación durará un promedio de 1 año


aproximadamente por motivos de que la muestra intencional no cumpla los
requisitos.

1.2.2. Delimitación geográfica

La siguiente investigación se realizará en la facultad de psicología humana


de la U.A.P. ubicada en Lima – Perú.

1.2.3. Delimitación social

Se realizará la investigación con una población de 1300 personas y una


muestra de 350 personas entre mujeres y hombres.

11
1.3. Formulación del problema

Se puede notar muchas causas en dicha problemática, como por ejemplo: Una de
ellas es el apego que desarrollamos, nosotros los jóvenes, a nuestros padres
desde que estamos en la infancia y vamos creciendo, el saber que están nuestros
padres para resolver cualquier problema que se nos presente, ayudándonos en
todo momento y que no movamos ni un dedo para ayudar.

Otra causa es el afán de querer encajar en un grupo social, tratar de ser


aceptados a pesar de ir en contra de nuestros pensamientos y sentimientos, todo
para no quedarse excluido de su entorno social inmediato.

El interés para realizar dicha investigación se realizó por el


interés de conocer las causas del por qué los jóvenes son incapaces de tomar una
decisión acertada, propia y responsable para el futuro de los mismos.

Si hablamos de las relaciones sentimentales, los jóvenes en varias oportunidades


creen que la persona con quien tienen una relación amorosa es todo para ellos,
que no hay nadie igual y que tienen que venerar y aguantar todo lo que es esa
persona aunque tengan actitudes negativas, pero tienen que dejarlo pasar por que
en su mente nadie va hacer mas buena, cariñosa y bondadosa como la persona
que tienen a su lado. Que nadie más la va a querer como su pareja la quiere y por
eso puede aguantar años y años de maltrato psicológico y hasta físico. Al terminar
la relación caen en una depresión pensando que nadie los va a volver a querer,
cuando en realidad toda fue una fantasía que género su mente.

Congost (s.f.) explica que, la Dependencia Emocional es una adicción hacia otra
persona, generalmente la pareja.

Cuando uno sufre dependencia, genera una necesidad desmesurada del otro,
renunciando así a su libertad y empezando un camino de lo más tortuoso y
desagradable, en que por cada minuto de falsa felicidad, derramamos litros y litros
de lágrimas.

12
En todos las personas que sufren Dependencia Emocional, los síntomas son muy,
muy parecidos.

Vamos a verlos.

Síntomas de la Dependencia:

Necesitar al otro

Exigirle al otro que me dé más muestras de que está enamorado de mí.

Deseo de que en todo momento quiera estar conmigo.

Generar una gran necesidad de Control absoluto del otro.

Dejar de ser yo.

Incluso puedo llegar a hacer cosas que jamás me habría imaginado que iba a
hacer.

Sentir un terrible pánico a que el otro me abandone.

Se van dejando amigos de lado.

Él se convierte en el centro de nuestra vida.

La relación nos genera ansiedad.

Nos damos cuenta que estamos estancados, y aun así seguimos luchando.

Acostumbran a ser relaciones en las que hay rupturas reiteradas y reiteradas


reconciliaciones.

A la persona dependiente, en realidad no le gusta cómo es el otro, ya que le hace


sufrir mucho por su manera de ser y comportarse, por su personalidad, pero aun
así no quiere dejar de luchar.

Es probable que la persona dependiente tenga alguien con quién se desahoga


explicándole lo que siente.

13
A veces hay maltrato. No se da en el 100% de los casos, pero en muchos de ellos
hay implícito un maltrato psicológico que se hace bastante evidente cuando en
una terapia se empieza a analizar y profundizar en los detalles de la relación. A
veces, incluso puede ser físico.

El siguiente trabajo servirá para identificar, la cantidad de población que es


vulnerable a la dependencia y que está pasando por ella, servirá para identificar
los posibles problemas que puede afrontar la población con la que se trabajará,
como por ejemplo, depresión, bajo rendimiento académico, identificar también su
nivel de miedo a la soledad, que tanto pueden modificar sus planes a futuro
cuando la pareja no está conforme con ellos.

1.3.1. Problema principal

¿Cuál es el nivel de dependencia emocional en estudiantes de la carrera de


psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima?

1.3.2. Problemas secundarios

¿Cuál es el nivel de ansiedad de separación en estudiantes de la carrera de


psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima?

¿Cuál es el nivel de expresión afectiva de la pareja en estudiantes de la


carrera de psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede
Lima?

¿Cuál es el nivel de modificación de planes en estudiantes de la carrera de


psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima?

¿Cuál es el nivel de miedo a la soledad en estudiantes de la carrera de


psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima?

¿Cuál es el nivel de expresión límite en estudiantes de la carrera de


psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima?

14
¿Cuál es el nivel de búsqueda de atención en estudiantes de la carrera de
psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima?

1.4. Objetivos de la investigación

1.4.1. Objetivo general

Definir cuál es el nivel de dependencia emocional en estudiantes de la


carrera de psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede
Lima.

1.4.2. Objetivos secundarios

Identificar cuál es el nivel de ansiedad de separación en estudiantes de la


carrera de psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede
Lima.

Conocer cuál es el nivel de expresión afectiva de la pareja en estudiantes


de la carrera de psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede
Lima.

Determinar cuál es el nivel de modificación de planes en estudiantes de la


carrera de psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede
Lima.

Conocer cuál es el nivel de miedo a la soledad en estudiantes de la carrera


de psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima.

Determinar cuál es el nivel de expresión límite en estudiantes de la carrera


de psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima.

Identificar cuál es el nivel de búsqueda de atención en estudiantes de la


carrera de psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede
Lima.

15
1.5. Hipótesis de la investigación

1.5.1. Hipótesis general

El nivel de dependencia emocional en estudiantes de la carrera de


psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima es medio.

1.5.2. Hipótesis secundarias

El nivel de Ansiedad de separación en estudiantes de la carrera de


psicología humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima es alto.

El nivel de Expresión afectiva en estudiantes de la carrera de psicología


humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima es medio.

La modificación de planes en estudiantes de la carrera de psicología


humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima sucede
constantemente y por ende es alta.

El nivel de Miedo a la soledad en estudiantes de la carrera de psicología


humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima es alto.

El nivel de Expresión límite en estudiantes de la carrera de psicología


humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima es medio.

El nivel de Búsqueda de atención en estudiantes de la carrera de psicología


humana de la Universidad Alas Peruanas– Sede Lima es alto.

16
1.6. Justificación de la investigación

La dependencia emocional es un tema delicado en los problemas de pareja actual,


causando un malestar psicológico en la pareja.

Muchas veces se confunde la dependencia emocional con el amor, actualmente


no hay un buen concepto sobre lo que es relación de pareja y enamoramiento, lo
confunden fácilmente con la dependencia emocional, los jóvenes son más
propensos a dicho trastorno psicológico.

Los niños desde que nacen dependen de sus padres, más de la madre, ellos nos
cuidan y nos dan cobijo, pero en ciertas oportunidades se tiene que ir “soltando” al
niño para que más adelante no dependa de nadie, en ciertos casos los padres
atosigan a sus hijos a que tengan cuidado a golpearse y por eso les ayudan hasta
en lo más mínimo sin darse cuenta del daño que le pueden causar a largo plazo.

En ningún establecimiento educativo se le enseña a los niños a no ser


dependientes a una persona, eso se aprende con el transcurrir del tiempo y la
experiencia brindada por el entorno social.

Esta investigación ayudará a que se pueda identificar en qué grado, los


estudiantes de psicología de los tres primeros ciclos de la universidad Alas
Peruanas, se encuentran en el tema de dependencia emocional.

Se beneficiarán los estudiantes, puesto que ayudará a su formación como


psicólogos, un psicólogo con dependencia emocional muy difícilmente podrá
aconsejar a una persona de manera positiva, ante esto, dicha investigación
ayudará a que sean unas personas más equilibradas para poder surgir como
profesionales de la salud.

También se beneficiarán los padres, puesto que si uno de sus hijos es


dependiente podría fugarse o hasta llegar al suicidio.

Ayudará a que los mismos estudiantes puedan prevenir entrar en depresión por el
golpe emocional que pueden sufrir cuando sus relaciones de dependencia

17
culminen y apoyarse en la resiliencia para que sean unas personas exitosas en la
vida.

Con la investigación se podrá identificar de qué manera dichos estudiantes


pueden estar pasando por una relación dependiente y en qué nivel se encuentran,
pudiéndose notar de que si no actúan en un futuro será un impedimento o un
problema para su desarrollo profesional.

18
CAPITULO II

2.1. Marco de referencia

2.2. Marco filosófico antropológico

En la base filosófica usada se nombrará al Falsacionismo de Karl Popper que


indica lo siguiente.

Karl Popper propuso a mediados del siglo XX una nueva concepción de la


naturaleza de la ciencia que llamó falsacionismo. El falsacionismo surge como
reacción ante una concepción de la ciencia que podemos denominar inductivista y
positivista. Popper cree que esta visión de la ciencia comete, cuando menos, dos
errores.
Por una parte, la observación por sí sola jamás puede llevar al hombre a pensar
en una auténtica ley científica. Para hacer avanzar la ciencia, el científico no se
debe limitar a observar la naturaleza y a tomar nota de lo que ve pasivamente,
sino que ha de "imaginar" conjeturas y comprobarlas. De alguna manera, lo que
Popper señala es que la formulación de hipótesis se anticipa a la propia
observación.
El segundo error en el que, en opinión de Popper cae el inductivismo consiste en
su pretensión de que la experiencia puede llegar a probar la verdad de una teoría
científica. Para el falsacionismo, la experiencia no es capaz de probar que una
teoría es verdadera. Lo único que la experiencia puede probar es que una
hipótesis científica es falsa.

19
2.3. Antecedentes de la investigación

2.3.1. Nacionales

Jesús Aiquipa T. (2012), Diseño y validación del inventario de dependencia


emocional – IDE, realizado en la Universidad Mayor de San Marcos.

La muestra total estuvo conformada por 757 participantes de Lima-Perú (398


mujeres y 359 varones), con edades entre los 18 y 55 años. Del total de reactivos
iniciales, fueron eliminados más del 75% de ellos a través de procedimientos
sistemáticos, quedando la prueba final conformada por 49 items.

Los resultados muestran que el Inventario de Dependencia Emocional (IDE), tiene


indicadores de confiabilidad y evidencias de validez de constructo adecuados.

Andrea Ottazzi Ponce (2009), Estilos de amor, satisfacción y compromiso en


relación de parejas estables, realizado en la Pontificia Universidad Católica del
Perú.

La muestra utilizada para los tres estudios estuvo compuesta por 71 personas
casadas, 83.1% mujeres y 16.9 % hombres entre 37 y 78 años de edad (M=55.48,
SD=8.94), residentes en la ciudad de Lima.

Los individuos se encontraban involucrados en una relación marital de más de 15


años de duración, siendo el mínimo de duración 15 años y el máximo 55 años de
matrimonio (M=30.11, SD=9.26). Los participantes tenían entre uno y cinco hijos
(M=2.72, SD=.81), y la edad del último hijo fluctuaba entre los 7 y 53 años
M=22.55, SD=9.58). Asimismo, el 71.4 % de la muestra pertenecía a estratos
socio económicos altos y medio altos, mientras que el 28.5% de los participantes
de estratos socio económicos bajos.

Se dan los siguientes resultados en dicha investigación, se presenta evidencia


confirmatoria de un modelo estructural en las relaciones duraderas: el estilo de
amor Eros predice el compromiso, siendo la satisfacción mediadora entre ambas.

20
Adicionalmente, el estilo de amor Ágape predice, junto con Eros, la satisfacción y
el compromiso.

Existe una diferencia significativa en el nivel de satisfacción según la duración del


matrimonio, siendo las relaciones con un menor número de años aquellas que
evidencian un mayor nivel de satisfacción.

Analy Betzabeth Vegas Carrasco (2013), Dependencia emocional, celos y


tolerancia a la frustración en estudiantes de nivel superior. Realizado en la
Universidad Cesar Vallejo. Piura – Perú.

La muestra estuvo conformada por 360 estudiantes de un Instituto de la ciudad de


Piura. Aplicando el cuestionario de Dependencia Emocional de Mariantonia Lemos
Hoyos y Nora Helena Londoño Arredondo.

Los resultados de la investigación fueron; se encontró que existe relación


significativa (p≤0,05) entre las variables Dependencia emocional, Celos y
Tolerancia a la Frustración en estudiantes del nivel superior.

Se halló que existe relación entre el indicador ansiedad de separación de la


variable Dependencia emocional y los indicadores de la variable Celos, en
estudiantes del nivel superior.

Se obtuvo relación entre el indicador expresión afectiva de la variable dependencia


emocional y los indicadores de la variable celos; enojo, fatalismo, desconfianza,
egoísmo y dolor. Por otro lado no presentó relación con el indicador intriga, en los
estudiantes del nivel superior.

Luis Carlos Espíritu Pinedo (2013), Dependencia Emocional en mujeres


violentadas y no violentadas de nuevo Chimbote. Desarrollado en la Universidad
Cesar Vallejo. Trujillo – Perú.

La muestra comprendió 132 mujeres, entre 18 a 40 años violentadas y no


violentadas. Se utilizó el Inventario de Dependencia Emocional – IDE, de Jesús
Joel Aiquipa Tello.

21
Se encuentran los siguientes resultados; habiéndose realizado las contrastaciones
respectivas con la finalidad de verificar si existe mayor nivel de dependencia
emocional en mujeres violentadas que en mujeres no violentadas de la H.U.P “El
Satélite” de Nuevo Chimbote 2013, de cuyos resultados se obtuvo que
evidentemente existe mayor nivel de dependencia emocional (p = 0.00) en
mujeres violentadas de la H.U.P “El Satélite” (82,2%) en el nivel alto; en
contraposición de un (5,1%) en el nivel bajo de la dependencia emocional en
mujeres no violentadas de la H.U.P “El Satélite”. Esto nos indica que las mujeres
violentadas carecen de esa necesidad extrema de carácter afectivo que ellas
sienten hacia su pareja, con actitudes de admiración, sumisión y por lo tanto de
una dependencia emocional exagerada.

2.3.2. Antecedentes de investigaciones internacionales

Ana María Portugues Galvao (2006), con su investigación, “La soledad y el apego
en los adolescentes”

Esta investigación pretende estudiar si el estado emocional de los adolescentes y


jóvenes, veces embargados en soledad, tiene relación con los estilos de apego de
los jóvenes. El trabajo se llevó adelante con una metodología descriptiva-
correlacional y transversal.

La muestra quedó constituida por 422 sujetos y con una edad media de 17 años,
62,3% mujeres y 37,7 varones de la Universidad de Extremadura - España. Se
aplicaron los siguientes instrumentos: "Cuestionario de vcaracterizacao Socio-
Demográfica; Questionario de Relacoes Familiares (Matos&Costa 1998);
Questionario de Relacoes Amorosas (Matos Costa 1997) Questionario de
Realcoes de Amizade. Y el "The Louvain Loneliness Scale for Children and
Adolescebts (Leka 1996).

Se investigaron diversas variables, tales como "Confianza", "Dependencia" y


"Evitación".

22
A lo largo de nuestro estudio se verificó como chicos y chicas experimentan
distintos niveles de soledad en cada subescala medida.

Se analizaron además interrelaciones con otras variables tales como búsqueda de


la soledad y/o huida de la soledad mediante el vinculo con los amigos, la relación
entre éxito y/o fracaso escolar y apego seguro, la relación vincular entre
adolescentes y padres separados, estructura de la personalidad y su relación
vinculación con pareja amorosa, etc.

María de la Villa Moral Jiménez; Carlos Sirvent Ruiz (2009), “Dependencia afectiva
y género: perfil sintomático diferencial en dependientes afectivos españoles”, de la
Universidad de Oviedo – España, a través de su publicación para la Interamerican
Journal of Psychology

La muestra utilizada por Moral Jiménez fueron 78 pacientes dependientes


afectivos, de los cuales el 73% (N=57) son mujeres y el 27% (N=21) que son
hombres.
En conclusión Moral y Sirvent (2009), indica que según el perfil hallado se
comprueba que los dependientes afectivos experimentan una dependencia pura
con posesividad y manifestación de craving y abstinencia, presentan desajustes
afectivos en forma de sentimientos negativos (culpa, vacío emocional, miedo al
abandono) e inescapabilidad emocional, manifiestan conflictos de Identidad
(pseudosimbiosis) y usan un locus de control externo.

María Victoria Delicado Useros (2003), en su tesis llamada Familia y cuidados de


salud. Calidad de vida en cuidadores y repercusiones sociofamiliares de la
dependencia. Realizado en la Universidad de Alicante – España.

La muestra usada para la investigación fue de 209 sujetos de Albacete y provincia.


La información se recogió en 2001 y 2002, el instrumento utilizado el Cuestionario
general de salud de Goldberg para detectar malestar psíquico.

Los resultados mostraron que los cuidadores son el 82.2% mujeres, la edad media
es 58.7% años y el 25% tiene más de 69 años. La mayoría son amas de casa y su

23
nivel educativo es bajo. El 45.5% son hijas de la persona cuidada y el 22.5% son
conyugues. La mayoría convive con el familiar que cuidan aunque un 25.4% rota
en el cuidado. El 10.5% son cuidadores pagadas. Los cuidadores varones tienen
una edad media más elevada, predominan los jubilados, conyugues de la persona
cuidada. Más de la mitad de los cuidadores padecen alguna enfermedad
importante.

Quiñones Andrade, Natalia Wilson Castillo (2010), en el instituto de posgrados,


Universidad de la Sabana – Colombia, en su publicación: “Relación entre estilos
parentales percibidos y dependencia emocional en una muestra de adolescentes
bogotanos”.

El objetivo de esta investigación consistió en evaluar la relación entre los estilos


parentales percibidos por una muestra de 17 adolescentes bogotanos (12 mujeres
y 5 hombres) y el nivel de dependencia emocional que éstos presentaban.

Las personas que presentan dependencia emocional son susceptibles de


establecer relaciones amorosas patológicas y desequilibradas, considerando a su
pareja como el centro de su existencia, sometiéndose a ellas e idealizándolas. De
igual manera algunos estudios han encontrado que estas personas pueden ser
víctimas de maltrato físico y psicológico cuando presentan dependencia
emocional.

En conclusión Andrade y Wilson (2010), indica que el análisis de los resultados no


confirman la hipótesis principal planteada en este estudio, la cual consiste en que
hay relación entre los estilos parentales percibidos y el nivel de dependencia
emocional. Corroborando estos resultados, tampoco se confirmó la hipótesis
secundaria.

No se encuentra una marcada diferencia entre cual de los géneros tiene mayor
tendencia a padecer dependencia emocional.

24
Mónica Guzmán y Paula Contreras (2012), de la Universidad Católica del Norte –
Chile, en su publicación: “Estilos de apego en relaciones de pareja y su asociación
con la satisfacción marital”.

El objetivo del estudio fue evaluar diferencias en la satisfacción marital en función


de los estilos de apego y el efecto de interacción entre el estilo de apego propio y
el de la pareja sobre la satisfacción en 129 participantes y sus respectivas parejas,
provenientes de la ciudad de Antofagasta, Chile.

La satisfacción en las relaciones de pareja se ha transformado en un tema de


preocupación para terapeutas de parejas, investigadores y profesionales del área
de la salud, dado los hallazgos que indican que las parejas que mantienen
conflictos sostenidos presentan graves consecuencias en su salud física y
emocional.

Las personas con mayor seguridad en el apego describían sus experiencias


amorosas como más felices, amistosas y de confianza. Solían experimentar el
amor como un estado que puede tener altibajos, pero que en general se mantiene
constante. Además, tendían a tener relaciones de más largo plazo

Los resultados del presente estudio sugieren algunas reflexiones interesantes. Los
hallazgos muestran que ser hombre o mujer no tiene relación con el grado de
satisfacción al interior de la relación. Desde el punto de vista psicosocial y clínico,
este aspecto cobra sentido a la luz de estudios en terapia de pareja que señalan
que son las mujeres las que más se quejan de la relación de pareja respecto de
los hombres.

25
2.4. Bases teóricas

2.4.1. Dependencia emocional

Algunos investigadores como Walter Riso (2013) cuenta una de sus tantas
experiencias.

Una mujer había entrado en un juego perverso por culpa de su ego. Le llovían
pretendientes y podría haber elegido a cualquiera, sin embargo, tuvo la mala
suerte de encontrar un hombre «ni contigo, ni sin ti», que se resistió a caer rendido
a sus pies: un día quería y al otro no sabía qué hacer. La mujer, acostumbrada a
ganar siempre, se sintió afectada en su autoestima e hizo lo que nadie debería
hacer en una situación como ésta: convirtió la conquista en un reto personal.
Los retos en el amor no son aconsejables; es como jugar con una granada de
mano sin el seguro puesto. Cuando la gente me dice que su relación se ha
convertido en un «reto» o en un «desafío», sé que ésta no es buena.
Mi paciente estuvo tres años enganchada entre el odio y la alegría esporádica a
un amor totalmente indeciso. Es el síndrome del «cazador cazado»: de tanto
insistir e intentar resolver lo que no tenía solución, terminó enamorada hasta la
médula. ¡Tres años metida de los pies a la cabeza, sin más objetivo en la vida que
convencer al otro de que la amara a tiempo completo! Aristófanes, el gran
comediante griego, afirmaba: «Si no te quieren como tú quieres que te quieran,
¿qué importa que te quieran?». Dicho de otra forma: si no saben que te quieren,
¿de qué te sirve ese amor

Congost afirma que, la Dependencia Emocional es una adicción hacia otra


persona, generalmente la pareja.

Cuando uno sufre dependencia, genera una necesidad desmesurada del otro,
renunciando así a su libertad y empezando un camino de lo más tortuoso y
desagradable, en que por cada minuto de falsa felicidad, derramamos litros y litros
de lágrimas.

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En todos las personas que sufren Dependencia Emocional, los síntomas son muy,
muy parecidos.

Vamos a verlos.

Síntomas de la Dependencia

Necesitar al otro.

Exigirle al otro que me dé más muestras de que está enamorado de mi, ya que si
no, ya interpreto que “no soy importante para él” “que no me quiere”.

Deseo de que en todo momento quiera estar conmigo, que me haga sentir
constantemente que “soy su prioridad”, aunque a menudo, por la manera de ser
del otro, no lo voy a sentir.

Generar una gran necesidad de Control absoluto del otro (y esto lleva a
discusiones en la relación)

Dejar de ser yo, de comportarme de acuerdo con mi personalidad, para gustarle


más al otro, para asegurarme de que el otro me siga eligiendo y no me deje.

Incluso puedo llegar a hacer cosas que jamás me habría imaginado que iba a
hacer (cosas incluso degradantes para mí) con tal de no perderle.

Sentir un terrible pánico a que el otro me abandone.

Se van dejando amigos de lado, seres queridos...ya que el mundo gira totalmente
en torno a él, nos vamos aislando con el otro. Aunque el otro, a menudo, sigue con
su vida de amigos y demás.

Él se convierte en el centro de nuestra vida, de nuestros pensamientos y de


nuestras preocupaciones. Nuestros problemas siempre giran entorno a esa
persona.

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La relación nos genera ansiedad, no dormimos bien por las noches, a menudo
tenemos ganas de llorar desconsoladamente y sintiendo una gran impotencia por
la misma situación.

Nos damos cuenta que estamos estancados, y aun así seguimos luchando.

Acostumbran a ser relaciones en las que hay rupturas reiteradas y reiteradas


reconciliaciones, siempre volviendo con los mismos propósitos de cambio una y
otra vez, una y otra vez...aunque por supuesto, no cambie nada.

A la persona dependiente, en realidad no le gusta cómo es el otro, ya que le hace


sufrir mucho por su manera de ser y comportarse, por su personalidad...pero aun
así no quiere dejar de luchar. Su vida se ha convertido en eso, una lucha que nos
va marchitando, quitando la ilusión, nos va haciendo invisibles y a veces incluso
nos enferma.

Es probable que la persona dependiente tenga alguien con quién se desahoga


explicándole lo que siente, pero se da cuenta que le cuenta una y otra vez la
misma historia, tantas veces que en algún momento de lucidez toma conciencia de
que aquello no funciona, pero se tapan los ojos y vuelven a intentarlo.

A veces hay maltrato. No se da en el 100% de los casos, pero en muchos de ellos


hay implícito un maltrato psicológico que se hace bastante evidente cuando en
una terapia se empieza a analizar y profundizar en los detalles de la relación. A
veces, incluso puede ser físico.

Villegas indica que, frecuentemente se le reconoce a la experiencia amorosa un


poder trasformador rayano en la locura, por el que las personas sienten perder sus
límites o su identidad y entrar en un estado funcional semejante a la disolución de
sí mismo. Esta experiencia la refieren los enamorados, de igual manera que los
místicos, como una sensación de extasis que predispone el abandono y entrega
total.

Eliminar la dependencia emocional es posible, para ello es uno mismo el que debe
tomar la decisión de cambiar para tener una mejor calidad de vida. Las personas

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que sufren de apego excesivo, no disfrutan de las relaciones, se enganchan en
exceso y pierden su individualidad satisfactoria. Hay más porcentaje de mujeres
con este problema, aunque también hay hombres que lo sufren exactamente igual
que cualquier mujer, con la desventaja de que les suele dar más vergüenza acudir
a una consulta psicológica. Sienten que su hombría está en duda, cuando en
realidad nada de eso tiene que ver, una autoestima baja puede acarrear este
problema, independientemente del sexo de la persona.

2.4.1.1. Reconocer que hay un problema

No sólo existe la dependencia en las relaciones de pareja, también se puede dar


en amistades, compañeros, familia y personas del entorno. A continuación un
listado de situaciones para que evalúes si sufres este problema. Una persona con
apego enfermizo se caracteriza por:

Tu felicidad se centra en una sola persona, no disfrutas de otra cosa que no sea
estar con quien amas o aprecias.

Tu alegría depende de cómo te traten los demás y de lo que piensen de ti. Si te


sientes aceptado todo genial, pero como sientas que caes mal o tengan mala
opinión de ti, se esfuma la felicidad. Dependes en exceso de los demás para estar
bien o mal.

Evitas a toda costa dar la contraria para evitar enfrentamientos, te invade el temor
a molestar o a ser rechazado.

Antepones el deseo de otros, al tuyo propio, te sientes como si tú no tuvieras


capacidad de decisión, tu vida la manejan.

Sólo te sientes bien contigo mismo si te sientes querido, si no hay alguien a quien
querer, te sientes vacío, sin amor propio. A cualquiera nos gustaría tener a alguien
especial en nuestra vida, lo que diferencia a una persona no dependiente, es que
cuando están solo/as pueden tener momentos de melancolía, pero eso no les
detiene para seguir disfrutando de otras facetas de su vida. En cambio la persona
dependiente no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no es capaz

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de disfrutar de la vida. El sentimiento de culpa está a menudo contigo, sientes que
eres el responsable de la felicidad de los demás, ya sea tu pareja, familia,
amistades, etc. Te sientes con la obligación de contentar a los demás y si no lo
haces te sientes culpable.

Te invade el miedo a menudo, miedo a perder a esa o esas personas que tanto
amas o aprecias. Ese miedo te impide disfrutar como deberías de las relaciones.

Caes fácilmente en los chantajes emocionales, no soportarías que por tu culpa


alguien se hiciera daño, sacrificas tu felicidad para dársela a otros.

Prefieres sufrir, antes que dejar a la persona a la que estás enganchado/a, no


tienes la fortaleza de cortar un contacto porque tampoco sientes que tienes la
capacidad de salir adelante sin esa persona a la que quieres.

Necesitas al otro/a, sino la vida pierde total sentido, necesitas que te demuestre
que le importas, de la manera tan excesiva que te importa a ti. Si no lo hace
piensas que no te quiere y te enfadas. Las exigencias cobran vida.

Quieres tener el control de toda su vida, para tener la seguridad de que no le


perderás. Te conviertes en una especie de espía para seguir incluso las
conversaciones que tiene con otras personas. Te obsesionas un poco con esa
persona, dejas de vivir tu vida para seguir la del otro, para asegurarte de que no
hayan indicios de que dejas de interesarle. Si ves que hay riesgo de que te pueda
dejar, puedes dejar de ser tú mismo/a y hacer cosas que no te gustan con tal de
contentarle.

Esa persona está tanto en el centro de tu vida, que tus amistades y demás pierden
importancia para ti. Hay tendencia de aislamiento social, sólo te apetece estar con
esa persona, y cuanto más tiempo diario mejor.

La relación genera ansiedad, nunca estamos contentos porque queremos más, y


sobretodo tememos que nos dejen, y eso sería una catástrofe porque no nos
imaginamos la vida sin esa persona.

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2.4.1.2. Listado de cosas que te perjudicaban y has hecho por amor o
cariño

Una vez que ya has reconocido que tienes un problema y tienes el convencimiento
de que quieres eliminar la dependencia emocional de tu vida, haz un listado de
cosas que has llegado a hacer por alguien, que a ti te perjudicaba. Debes ser
consciente de que una persona dependiente no se fija en su bienestar personal,
prefiere contentar a la otra persona para no perderla. Si quieres cambiar, lo
primero que debes hacer es pensar en ti lo primero, que tu bienestar sea lo
principal en tu vida.

¿Qué cosas tenía la otra persona que te perjudicaban?, ¿Qué has hecho tú por el
otro que a ti te hacía daño? Ejemplos: ¿Has dejado de lado amistades, familia,
actividades, hobbies, estudios, desarrollo personal, etc..?, ¿Te han tratado con el
respeto que te mereces?, ¿Has hecho cosas que no están bien para no perderle?
¿Cómo ha sido tu estado emocional?, ¿Sientes que has mendigado amor o afecto
y has ido muy insistente detrás?, a parte de esta persona ¿Has tenido otras
facetas en tu vida donde has disfrutado? Pueden ser hobbies, amistades, etc…
¿Has aguantado muchas cosas negativas con tal de no perderle?, etc… Es
importante que hagas consciente el sufrimiento que has tenido por ser una
persona dependiente. Piensa en todo lo negativo que te ha traído esa relación, de
esta manera reforzarás tus ganas de cambiar y de eliminar la dependencia
emocional.

2.4.1.3. Refuerza tu autoestima

El factor principal de cualquier dependencia es una autoestima baja. Hay muchas


opciones para poder reforzarla, desde acudir a un profesional de la psicología
hasta hacer biblioterapia. En cualquier biblioteca hay libros muy interesantes
sobre la autoestima. Haz como si tuvieras que estudiar para el colegio, infórmate
todo lo que puedas sobre reforzar tu autoestima y lee los libros que te parezcan
más interesantes. De todos siempre se saca algo nuevo e instructivo.

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2.4.1.4. Aprender a estar solo/a

La vida es más bonita con amor, pero éste llega sanamente cuando uno se siente
bien consigo mismo. No podemos tener una relación sana si antes no nos hemos
desarrollado como personas. Cuando uno mismo se ama y no necesita a los
demás, es cuando está preparado para querer de una manera sana. A todos nos
gustaría tener una pareja ideal, a personas a quien querer, etc… Pero una cosa
es “necesitar”y otra muy diferente es “desear”. Cuando lo necesitas no funciona,
porque si uno no se ama a sí mismo, tampoco podrá amar a los demás de una
manera madura y sana. Uno debe aprender a disfrutar de la vida sin pareja. Hay
infinidad de cosas que hacer. Desarrolla tus habilidades, labra tu futuro, dedica
tiempo a tus hobbies, haz amistades con gente buena, viaja, mira a tu alrededor
para disfrutar de las pequeñas cosas, y sobre todo cuídate y ámate como te
mereces.

2.4.1.5. Apego en adultos

La investigación en apego adulto fue iniciada a mediados de la década del 80' por
psicólogos sociales (Hazan & Shaver, 1987), quienes aplicaron las ideas de
Bowlby y Ainsworth al estudio de relaciones amorosas. Estos investigadores
encontraron paralelos entre las cualidades de apego infantiles y los patrones de
conducta y sentimientos en relaciones de pareja de adolescentes y adultos. Los
individuos seguros se sienten confortables y tranquilos dependiendo afectivamente
de sus parejas y no tienen problemas de que otros dependan afectivamente de
ellos. Los individuos evitativos o rechazantes tienden a mostrarse poco
confortables en relaciones cercanas y valorizan excesivamente su autonomía.
Finalmente, los individuos clasificados como "preocupados" se muestran
inseguros, ansiosos, lábiles y excesivamente apegados en sus relaciones
afectivas. Esta línea de investigación ha desarrollado múltiples cuestionarios y
escalas de autorreporte para evaluar el apego en adultos y sus clasificaciones
incluyen tanto categorías cualitativas similares a las tradicionales como también
dimensiones cuantitativas que subyacen a los diferentes estilos de apego en

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relaciones interpersonales cercanas (Bartholomew & Horowitz, 1991; Collins &
Read, 1990; Hazan & Shaver, 1987; Simpson, 1990).

A simple vista podemos distinguir que las mayores diferencias entre estas líneas
de investigación son los constructos sobre los que trabajan y los sistemas de
clasificación a los que aspiran. En la literatura encontramos variados argumentos
que apoyan la idea de que ambas formas de evaluar el apego adulto no estarían
relacionadas. Las mediciones del apego en relaciones amorosas conciernen al rol
del apego en el contexto de pareja, lo que entre otras cosas está influenciado por
variables tan diversas como el atractivo sexual. Por su parte, las mediciones como
las que realiza el AAI se concentran principalmente en las formas en que el estado
mental con respecto al apego afecta la investidura parental, lo que podría estar
influenciado por otras variables como la viabilidad de descendencia o las
condiciones ambientales en que la paternidad se desarrolla (Shaver et al., 2000).

Por otra parte, se ha visto que algunos aspectos importantes de las relaciones de
pareja, relacionados al género, como por ejemplo la confianza en alguien del sexo
opuesto, podrían estar especialmente afectados por la historia personal de apego
con el padre del sexo opuesto (Collins & Read, 1990), mientras que para ambos
sexos la parentalidad podría estar más afectada por la relación temprana con la
madre, dado que esta está usualmente más involucrada y disponible en esa
función (Belsky, 1999; Shaver et al., 2000). Además, las escasas comparaciones
directas entre mediciones con el AAI y autorreportes no han arrojado asociaciones
estadísticamente significativas, particularmente con respecto a las categorías
tipológicas dadas por ambos tipos de instrumentos. Por último, un cuestionamiento
de peso es el de George y West (1999 en Buchheim & Strauss, 2002), quienes
plantean que las mediciones basadas en el modelo representacional son más
cercanas a lo que Bowlby consideraba como "modelo operante" que en el adulto
incluiría, entre otras, variables inconscientes. En cambio, las mediciones que
utilizan un modelo comportamental sólo lograrían captar estados superficiales y
conscientes de relaciones interpersonales.

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A pesar de lo anterior, otras investigaciones han entregado evidencias que apoyan
la idea de que ambos tipos de mediciones estarían relacionadas, al menos en
algunos aspectos. Algunos de ellos muestran que los autorreportes sobre apego
en las relaciones amorosas predicen conductas y sentimientos asociadas a la
parentalidad (Rholes, Simpson & Blakely, 1995 en Shaver et al., 2000; Rholes,
Simpson, Blakely, Lanigan & Allen, 1997 en Shaver et al., 2000), y otros sobre la
capacidad de predicción del AAI de conductas y sentimientos en relaciones de
pareja (Cronwell & Waters, 1997 en Shaver et al., 2000).

Al parecer, aún no existen suficientes evidencias para apoyar una u otra postura,
probablemente porque ambos modelos podrían estar íntimamente conectados.
Tanto la representación mental con respecto al apego como los comportamientos
de apego en relaciones amorosas emergen de la historia de múltiples relaciones
de apego de una persona, comenzando con los padres. Ambos, el AAI como las
mediciones de autorreporte se relacionan con la seguridad y las estrategias de
regulación emocional (también llamadas estrategias de hiperactivación y
desactivación emocional, Dozier & Kobak, 1992), y ambas clases de medidas
arrojan categorías psicodinámicamente similares a las identificadas por Ainsworth
y colaboradores (1978). Asumiendo que el grado de seguridad de una persona, su
capacidad para enfrentar la intimidad de las relaciones y las formas características
de manejar la ansiedad son producto de una larga historia de interacciones con
figuras de apego, es claro que no pueden existir similitudes, en todos los aspectos,
entre su estado mental acerca del apego y su estilo en las relaciones amorosas.
Sin embargo, en ambos dominios la capacidad de depender del cuidado de otro es
fundamental, como también lo es la disposición para que otro pueda depender de
nosotros cuando sea necesario (Shaver et al., 2000).

Adicionalmente, estas dos tradiciones han producido diferentes tipos de


instrumentos de evaluación: El modelo representacional utiliza principalmente
entrevistas, siendo la citada Adult Attachment Interview (AAI) la más habitual y
estudiada de ellas. Por su parte, el modelo comportamental, utiliza típicamente
cuestionarios e inventarios de autorreporte, donde encontramos decenas de ellos

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con diferente nivel de calidad. Cómo método, la entrevista resulta coherente con
un modelo que pretende evaluar representaciones a partir de las elaboraciones
mentales que los sujetos realizan de sus relaciones parentales. Sin embargo, su
aplicabilidad en el campo de la investigación cuantitativa es muy difícil por el
tamaño de las muestras y por el nivel de entrenamiento necesario para mantener
un adecuado nivel de confiabilidad. Por ejemplo, en el caso del AAI, el codificador
requiere de un sofisticado entrenamiento, además de un profundo conocimiento de
la teoría del apego. A su vez, el entrenamiento en su utilización es
extremadamente costoso y se realiza en pocas partes del mundo. Por su parte, los
instrumentos de autorreporte representan una suerte de continuidad con la
tradición de la psicología social y toda la medición en el ámbito de la personalidad
y las actitudes. Tales métodos, son rápidos y baratos de aplicar, por lo que
resultan muy atractivos para investigaciones con grandes muestras. Su gran
desventaja, es que los niveles de calidad en su construcción no siempre alcanzan
alta confiabilidad o validez. Aunque cada vez existen más estudios sobre el poder
estadístico y precisión de sus mediciones, de los numerosos instrumentos que
existen son pocos los que poseen esta certificación de calidad (Fraley, Waller &
Brennan, 2000).

2.4.1.6. Categorías Versus Dimensiones

Otra forma en que se expresa esta controversia entre mediciones del apego adulto
es con respecto al sistema de clasificación: categorial vs dimensional.

Investigaciones recientes han abordado el tema de la convergencia entre


mediciones que entregan categorías generales de apego, como el AAI u otros
cuestionarios que arrojan un sistema clasificatorio similar, versus mediciones que
categorizan los estilos de apego en torno a dimensiones comunes, pero
cuantitativamente diferentes (Stein et al., 2002).

La primera gran limitación de la aproximación categorial es que diferentes


mediciones no logran acuerdos al evaluar a un mismo sujeto. Algunos estudios
sugieren que el estilo de apego no sería un rasgo, igualmente evidente en todas
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las relaciones. Aún cuando el estilo de apego sea relativamente estable, su
expresión sería producto de un proceso interaccional en que los modelos internos
o patrones de relación interactúan dinámicamente con la calidad de una relación
en particular, por tanto la seguridad o inseguridad de esa relación es reevaluada
constantemente en cada contexto (Kobak, 1999; Stein et al., 2002). De esta
manera, no parece fácil categorizar a un adulto en un corte transversal sin tomar
en cuenta los diversos factores que intervienen en el estado mental con respecto
al apego que ese individuo tiene al día de hoy. Es probable que la naturaleza de la
relación (pareja, padre, madre, hijos, mejor amigo, etc.) evoque diferentes estados
mentales, así como también los rasgos de los participantes en las relaciones
evocadas o el período de tiempo en la relación (Allen et al., 2001).

Aunque tradicionalmente se asume que las personas tendrían un patrón de apego


predominante que emerge durante el desarrollo y permanece en la adultez
(Fonagy, 1999), hallazgos recientes indican que este patrón dominante está
matizado por cualidades de más de un prototipo (Stein et al., 2002), ya que
oportunidades para múltiples apegos se incrementan en el desarrollo (Cassidy,
1999). En el estudio de Stein et al. (2002), los participantes tenían la opción de
elegir un estilo de apego que más los identificara, sin embargo sólo dos sujetos de
115 hizo su elección de esta manera, un 70% marcó los cuatro estilos y el 28%
tres estilos. De este modo, vemos que teóricamente es difícil sostener que existen
diferentes clases de personas, a pesar que instrumentos como el AAI plantea una
solución de compromiso al respecto, cuando incluye subgrupos en su sistema
clasificatorio (Griffin & Bartholomew, 1994). Al mismo tiempo, investigadores que
utilizan este sistema sostienen que permite capturar la verdadera naturaleza del
fenómeno (e.g., un patrón de regulación emocional específico) (véase, por
ejemplo, Weinberger & Schwartz, 1990 en Griffin & Bartholomew, 1994). Sin
embargo, la popularidad del modelo categorial se basa entre otras cosas en la
economía de comunicación científica de sus hallazgos, así como también en la
facilidad que otorga a los análisis estadísticos. Aún así, lo que es una ventaja,
también puede ser una desventaja, ya que esta facilidad estadística puede inducir
a establecer relaciones causales y evidentes sesgos cognitivos y preceptúales a
36
partir de la natural tendencia humana hacia la estereotipación. Por último, el
énfasis del modelo categorial en la variación entre grupos y no al interior de los
grupos humanos constituye una evidente desventaja si se desea utilizar estas
mediciones en el ámbito clínico (Buchheim & Strauss, 2002; Griffin &
Bartholomew, 1994; Shaver, et al., 2000).

Al parecer es necesario clarificar bajo qué circunstancias en un adulto predomina


un estilo global de apego o si es un set de estilos de relación dependientes de un
patrón común. Con esto no se invalida el modelo categorial, sino se acentúa la
idea de contextualizar las mediciones y considerar la influencia de la historia de
relaciones de un individuo, incluyendo su vida actual.

Por su parte, la propuesta de los modelos dimensionales es la búsqueda de


componentes comunes que engloben las categorías tradicionales y las
dimensionen cuantitativamente y de esa manera acercarse más a las
observaciones de la clínica o la psicoterapia.

La mayoría de quienes utilizan estos modelos, a su vez utilizan autorreportes y


cuestionarios intentando dar cuenta de un comportamiento de apego en relaciones
de pareja y relaciones interpersonales actuales. Esta aproximación implica,
primero, que las personas son ordenadas cuantitativamente de acuerdo a su
posición dentro de un continuo dimensional. Segundo, esto implica que cada
dimensión tiene un efecto independiente de otra dimensión, es decir, no habría
interacción entre distintas dimensiones (Griffin & Bartholomew, 1994; Hazan &
Shaver, 1987). Las mediciones dimensionales no son tan comunes como la
aproximación categorial dentro de la investigación del apego, pero han llegado a
ciertas dimensiones consensuales entre los diversos estudios de los últimos diez
años. Estos son la "ansiedad de separación" y la "búsqueda de proximidad",
dimensiones que subyacen a diversos cuestionarios y escalas para evaluar apego
en relaciones de pareja y en comportamiento interpersonal (véase, por ejemplo,
Bartholomew & Horowitz, 1991; Hazan & Shaver, 1987; Simpson, 1990; West &
Sheldon, 1987).

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Al igual que los modelos categoriales, las mediciones dimensionales tienen
ventajas y desventajas. Una clara ventaja es la poca pérdida de información que
se obtiene al utilizar los instrumentos derivados de este modelo, por lo que son
particularmente útiles para tareas clínicas (Bartholomew & Shaver, 1998; Fraley &
Waller, 1998). En el campo de la investigación, ofrecen gran flexibilidad para el
análisis de datos utilizando correlaciones, modelos de regresión múltiple y
modelos de ecuación estructural. Además, se ha visto que son sumamente
confiables como medidas y entregan gran simplicidad para resumir con pocos
puntajes todo un comportamiento de apego de un individuo (Bartholomew &
Shaver, 1998; Griffin & Bartholomew, 1994).

Por otro lado, también tienen potenciales desventajas, por ejemplo en la pérdida
de algunas "propiedades emergentes" que podrían surgir de la combinación entre
dimensiones. Esto tendría que ver con la naturaleza nomotética de estos modelos,
versus mediciones ideográficas que dan cuenta de un retrato de los individuos
(modelo categorial). La aproximación dimensional estaría focalizada más bien en
las relaciones entre variables a través de distintos individuos (Griffin &
Bartholomew, 1994). Aparentemente, esto hace que la evaluación con jueces
expertos sea más complicada al codificar dimensiones que al establecer prototipos
o categorías (Bern, 1983 en Griffin & Bartholomew, 1994).

Un reciente estudio que avala el modelo dimensional postula que los estilos
"preocupado" y "rechazante" (dismissing) no necesariamente reflejan la dicotomía
seguridad versus inseguridad en el apego. Más bien, representarían dos
alternativas de estrategias para enfrentar las relaciones interpersonales en la
ausencia de una habilidad para formar relaciones cercanas y seguras (Stein et al.,
2002). En esta investigación, evalúan el comportamiento de cinco medidas de
apego adulto, realizando un análisis correlacional de componentes principales
entre ellos, obteniendo un mapeo ortogonal que arrojó una alta correlación de dos
componentes. El primero, inseguridad (seguridad vs temor), que se relaciona con
el nivel de ansiedad que experimenta la persona frente a las relaciones
interpersonales. El segundo, estrategia (rechazante vs preocupado), que se

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relaciona con las estrategias que los individuos utilizan para enfrentar las
dificultades con las relaciones interpersonales.

De este modelo de dos componentes, los autores derivan tres posibles posiciones
de los individuos:

Baja inseguridad no necesita la estrategia de enfrentamiento.

Moderada a gran inseguridad requiere de estrategias específicas (preocupadas o


rechazantes) para sustentar las relaciones.

Extrema inseguridad (temor) expresa un sistema desorganizado de apego que


evita una estrategia específica.

Si bien este modelo es relativamente reciente, viene a apoyar con pruebas


empíricas otros aportes similares que han propuesto las dimensiones de ansiedad
y evitación como las dos dimensiones que debieran combinarse con las categorías
tradicionales de apego. Un ejemplo de esto es el modelo de cuatro categorías y
dos dimensiones de Bartholomew y Horowitz (1991), quienes agregan la categoría
"temor" a las ya conocidas y han diseñado varios cuestionarios para medirlas.

2.4.1.7. Prototipos

Una tercera alternativa a las ya mencionadas, es el modelo de prototipos. Según


esta aproximación, un prototipo es un miembro ideal de una categoría, definido en
términos de reunir las características más comunes de esa categoría, pero donde
ninguna de tales características tomadas individual o conjuntamente son
suficientes para definir a un miembro del grupo (Griffin & Bartholomew, 1994;
Pilkonis, 1988). Los miembros del grupo difieren en el grado de correspondencia
con respecto a este miembro ejemplar o prototípico. De una u otra manera, este
modelo integra las categorías "prototípicas" con variaciones individuales de
acuerdo a dimensiones cuantitativas. Las mediciones basadas en este modelo
parecen ser particularmente apropiadas para la investigación en apego. Es muy
difícil que adultos correspondan perfectamente a alguno de los patrones clásicos
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de apego, dado las múltiples influencias del pasado (e.g., predisposiciones
genéticas y experiencias de vida) y también por las influencias de específicas
relaciones actuales que están actuando sobre su orientación a las relaciones de
apego. Más bien, a través del tiempo y de las situaciones, muchos adultos
mostrarían variados grados de dos o más patrones de apego y el modelo de
prototipos permitiría evaluar, tanto el cómo un individuo se ajusta a cada prototipo
en un momento dado y también cómo esta adaptación puede variar a través del
tiempo (Griffin & Bartholomew, 1994; Lyddon & Sherry, 2001).

En la literatura vemos como algunas aproximaciones dimensionales emplean


implícitamente el concepto de prototipos. Este es el caso del sistema de Q sort,
metodología que, ya sea utilizando mediciones con entrevistas (Kobak, 1989 en
Crowell & Treboux, 1995) o a través de cuestionarios, ha sido usada
productivamente en el campo del apego (Kobak & Hazan, 1991; Kobak, 1999). En
su aplicación con la AAI un puntaje Q sort individual es comparado con un Q
sort ideal, generado para representar un constructo en particular (Waters & Deane,
1985 en Griffin & Bartholomew, 1994). La entrevista es codificada utilizando una
distribución forzada de descripciones en dos dimensiones: seguridad/ansiedad y
desactivación/hiperactivación. El puntaje individual es correlacionado con un Q
sort prototípico y el individuo puede ser clasificado en las categorías de seguro,
rechazante o preocupado según el resultado de esta correlación.

Otro caso de la aproximación de prototipos que integra las visiones categorial y


dimensional es la línea de investigación desarrollada por Bartholomew (1990;
Bartholomew & Horowitz, 1991), quien creó el "modelo de cuatro categorías",
dónde explícitamente utiliza una visión de prototipos para clasificar las
orientaciones de apego de los individuos. La autora sistematizó la concepción de
Bolwby de "modelos operantes" definiendo las diferencias individuales del apego
adulto en términos de la intersección de dos dimensiones: Un modelo positivo del
self y un modelo positivo de los otros. Dicotomizando cada dimensión como
positiva o negativa se forman cuatro patrones prototípicos de apego.
Alternativamente, la dimensión de modelo del self puede ser conceptualizada en

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términos de ansiedad en el apego y la dimensión de modelo de los otros puede
ser conceptualizada en términos de evitación de la cercanía. Cada combinación
entre los modelos del self y de otros define un patrón de apego prototípico, es
decir, una particular estrategia de regulación de la seguridad en las relaciones
cercanas (Bartholomew, Kwong & Hart, 2001).

Cada uno de los cuatro patrones de apego identificados por el modelo es


conceptualizado como un ideal teórico o prototipo frente al cual los individuos
pueden variar en diferentes grados. Este modelo reconoce que muchos individuos
exhiben elementos de más de un patrón y que para evaluar adecuadamente los
sentimientos, expectativas y comportamientos de las personas en sus relaciones
de apego, es necesario considerar perfiles a través de las cuatro categorías que
plantea el modelo (Bartholomew & Horowitz, 1991).

Según Ortiz (2002), indica que, Desde los trabajos pioneros de Hazan y Shaver
(1987) y Shaver y Hazan (1988) la teoría del apego se ha utilizado para analizar
las relaciones afectivas en la vida adulta. Los resultados obtenidos por estos
autores, corroborados por un gran cuerpo de investigación posterior (Simpson,
Rholes y Nelligan, 1992; Feeney y Noller, 1990) permiten, en primer lugar,
proponer que la teoría del apego es una perspectiva excelente para abordar las
relaciones afectivas en la etapa adulta, y, en segundo lugar, apoyan la idea de
Bowlby (1969) sobre el papel de la vinculación temprana en las experiencias
afectivas posteriores.

Para estos autores, las experiencias emocionales y las conductas asociadas a


enamorarse, a mantener el lazo y a la separación-pérdida del compañero son
compatibles con la concepción del apego de Bowlby (1969). Efectivamente, entre
adultos y niños existen diferencias. Entre adultos la relación es recíproca, ambos
buscan la seguridad en el otro y ambos reciben y proveen cuidado y afecto, en la
relación adulta la sexualidad se integra en el sistema de apego, y, aunque también
entre los adultos la separación y la pérdida generan angustia, éstos pueden
sobrellevar mejor las separaciones y, en general, la interferencia del sistema de

41
apego en el sistema exploratorio es menor que en la infancia. Sin embargo, se
puede afirmar que el amor romántico es semejante al apego del niño hacia el
cuidador principal en términos de búsqueda y mantenimiento de la proximidad, de
percepción de la figura de apego como base de seguridad y puerto de refugio, y
de ansiedad ante la separación.

En cuanto a la historia afectiva familiar como predictor de la seguridad del apego


en la vida adulta, la revisión de la literatura parece confirmar en gran parte la
hipótesis de Bowlby. Los adultos seguros tienden a recordar una relación cariñosa
con madres sensibles y preocupadas por ellos, los evitativos refieren con
frecuencia una historia de frialdad, falta de capacidad de repuesta y rechazo por
parte de las figuras de apego, y el grupo de apego ambivalente tiende a recordar
un tono afectivo negativo entre los padres, y una relación con una figura de apego
poco comprensiva. Como en la infancia, la representación de la madre es un
predictor más fuerte de los estilos de apego adulto que los recuerdos sobre la
historia afectiva con el padre y, por otra parte, la asociación entre el apego seguro
y el recuerdo de una madre cariñosa, responsiva y accesible es más elevada entre
los varones que en las mujeres (Le Poire, Haynes, Driscoll, Driver, Wheelis, Hyde,
Prochaska y Ramos, 1997; López, Gómez-Zapiain, Apodaka, Delgado y Marcos,
1994; Hazan y Shaver, 1987). Uno de los objetivos de esta investigación es,
precisamente, analizar esta capacidad predictiva de la historia familiar sobre el
apego entre adultos de nuestro país. Se predice que el recuerdo de una relación
de apego con los padres caracterizada por la capacidad de respuesta y la
accesibilidad de los mismos, y por un nivel de exigencia y control de
comportamiento moderado se relacionará con la seguridad del apego en la vida
adulta, mientras que una historia afectiva caracterizada por la frialdad afectiva y un
excesivo grado de control conductual se asociará con estilos de apego inseguros.

Un segundo objetivo del presente trabajo es estudiar la capacidad predictiva de la


historia afectiva familiar y de la seguridad-inseguridad del apego actual en adultos
sobre otras variables de la relación de pareja como el ajuste diádico, la
expresividad emocional y la satisfacción sexual. Ya que los estilos de apego son

42
aspectos de la personalidad claramente implicados en las relaciones afectivas,
parece evidente su relación con el grado de ajuste de pareja. Los estudios sobre
los patrones de apego en adultos han mostrado que las personas con un apego
seguro tienden a vivir las relaciones afectivas con alegría y emociones positivas,
confían en el otro, en general aceptan al compañero/a a pesar de sus defectos, y
tienen mayor capacidad para resolver los conflictos interpersonales. En las
personas evitativas el amor está muy frecuentemente marcado por el rechazo a la
intimidad, por la dificultad para depender de los demás, la falta de confianza, los
altibajos emocionales y la dificultad para aceptar los defectos del compañero/a.
Estas personas suelen dudar de la existencia o de la estabilidad del amor, se
perciben autosuficientes, desestimando la importancia de las relaciones afectivas.
En los sujetos ansiosos ambivalentes la experiencia de las relaciones afectivas se
caracteriza por una preocupación obsesiva por el abandono, el deseo extremo de
unión y reciprocidad, la desconfianza, los celos y una mayor vulnerabilidad a la
soledad. (Brennan y Shaver, 1995; Feeney y Noller, 1990; Pistole, 1989; Hendrick,
Hendrick y Adler, 1988; Hazan y Shaver, 1987).

Una interesante explicación del papel de los tipos de apego en la forma de vivir las
relaciones sociales y amorosas se basa en el concepto de modelos internos
activos. A partir de las experiencias reales de interacción se construye un modelo
interno que incluye expectativas, creencias y emociones asociadas sobre la
disponibilidad y la respuesta de la figura de apego y sobre la capacidad de uno
mismo para promover y mantener la relación afectiva. La ventaja de adoptar una
perspectiva sociocognitiva es que se centra en los mecanismos por los cuales las
creencias y expectativas influyen en el procesamiento de la información, los
sentimientos y la conducta, pudiendo funcionar de manera automática, incluso sin
el conocimiento consciente del sujeto (Baldwin, 1995; Baldwin, Fehr, Keedian,
Siedel y Thomson, 1993). En relación con el apego, el objetivo fundamental de las
personas ansiosas ambivalentes parece ser conseguir la aprobación y evitar el
rechazo. En consecuencia centran excesivamente su atención hacia los signos de
desaprobación de los demás. La excesiva preocupación por ellos mismos puede
generar un sesgo perceptivo que inhibe la atención hacia toda aquella información
43
no relevante para sus propias preocupaciones y necesidades. En el caso de los
evitativos, la motivación de mantener su independencia genera una hipervigilancia
de las señales de intrusión de los demás, y su autosuficiencia les lleva a evitar
toda información que active el sistema de apego (Collins y Read, 1994). En cuanto
a las expectativas sobre la respuesta de los otros a sus necesidades y demandas
afectivas, los seguros confían en los motivos de los demás, tienden a considerar
que la gente es altruista, y confían en la capacidad de respuesta, cariño y deseo
de unión de sus parejas. Por el contrario, los sujetos que puntúan alto en ansiedad
no creen en el altruismo, consideran que la gente se somete a las presiones
sociales y piensan que la naturaleza humana es difícil de comprender. En general,
ansiosos y evitativos tienen un concepto negativo de los demás (Pierce, Sarason y
Sarason, 1992; Feeney y Noller, 1990; Hazan y Shaver, 1987). Esta falta de
confianza en los demás y en los resultados positivos de la interacción social es
especialmente relevante en los sujetos evitativos (Baldwin et al., 1993).

Desde este punto de vista, es fácil entender la influencia de los estilos de apego
en el grado de ajuste de pareja, ya que los niveles de confianza-desconfianza en
uno mismo y en los demás mediatizan el grado de intimidad y de compromiso de
la relación de pareja. Según los datos obtenidos por diferentes estudios se
constata que las personas seguras muestran los mayores niveles de satisfacción e
implicación, mientras que entre los sujetos inseguros se registran los mayores
niveles de insatisfacción en las relaciones de pareja (Tim, 2000; Myers, 2000;
Rivera, 1999; Jacob, 1999; Davila, Bradbury y Fincham, 1998; Kirkpatrick y Davis,
1994; López et al., 1994; Kovac y Hazan, 1991). Sin embargo, queda por analizar
la relación entre el ajuste de pareja y el estilo de apego percibido en el compañero.
En este estudio se predice que el grado de ajuste diádico correlacionará
positivamente con el estilo de apego seguro individual y con la seguridad del
apego percibida en la pareja. Se espera también, atendiendo a la relativa
estabilidad de los modelos internos, una asociación entre el nivel de ajuste de la
pareja y la historia afectiva en el seno familiar.

44
Tanto los estudios sobre el apego adulto como los trabajos centrados en sus
implicaciones clínicas, permiten sugerir la existencia de unos patrones básicos de
expresión y modulación emocional relacionados con la seguridad-inseguridad del
apego. Así, Magai, Distel y Liker (1995), analizando la organización emocional en
adultos en relación con los patrones de apego, comprobaron que la seguridad del
apego se asociaba con emocionalidad positiva y con la capacidad de identificar e
interpretar correctamente las emociones de los demás. Asimismo, las personas
seguras afrontan de manera más constructiva sus emociones negativas, tienen
más conocimiento sobre las mismas y buscan el confort y soporte en sus figuras
de apego cuando lo necesitan (Koback y Sceery, 1988). Por el contrario, en los
ambivalentes se ha constatado una mayor tendencia a experimentar tristeza,
miedo, cólera y vergüenza y deformaciones en la interpretación de la cólera en los
demás, por la hipervigilancia a la misma. Estas personas se sienten indefensas y
sobrexcitadas y tienden a mostrar expresiones intensas de miedo y rabia, una
estrategia para reclamar el contacto, que han aprendido a lo largo de su propia
historia familiar. La percepción que los demás tienen de ellas es también
coincidente con elevadas manifestaciones de ansiedad y angustia (Kobac y
Sceery, 1988). En cuanto al estilo evitativo, se ha relacionado con rasgos
emocionales como desprecio, desagrado y tristeza, con dificultades para identificar
la alegría y falta de conocimiento sobre las propias emociones y sentimientos. Más
concretamente, las personas evitativas suelen mostrarse inseguras sobre sus
sentimientos hacia las figuras de apego y no son conscientes de su propia
hostilidad (Brennan y Shaver, 1995; Koback y Sceery, 1988). En los sujetos
evitativos el tipo de afrontamiento tiene que ver con la negación de las
necesidades afectivas, la utilización del trabajo como distracción, el evitar focalizar
su atención en los sentimientos o la utilización del alcohol para reducir tensiones
(Brennan y Shaver, 1995).

Como podemos observar, son cada vez más frecuentes los estudios sobre la
experiencia emocional y la regulación de las emociones en los diferentes patrones
de apego adultos, sin embargo, los datos sobre la relación entre el apego y la
capacidad para expresar emociones entre los miembros de la pareja son escasos
45
e indirectos. En este trabajo nos proponemos analizar la asociación entre ambas
variables. Se espera que el nivel de expresividad emocional en la pareja será más
elevado en las personas seguras y en los sujetos que perciben a su pareja como
segura.

En cuanto a la satisfacción sexual, desde una perspectiva evolutiva parece


coherente que la experiencia erótica esté estrechamente relacionada con la
vinculación afectiva. Como señala López (1993), la sexualidad se socializa en el
curso del desarrollo y «es en la relación con las figuras de apego donde el niño
aprende a comunicarse con los demás, con ellas mantiene formas de contacto
íntimo (tocar y ser tocado, abrazar y ser abrazado, besar y ser besado, mirar y ser
mirado, etc.) y sistemas de comunicación desformalizados, que posteriormente
mediatizarán todas las relaciones afectivas y sexuales» (López, 1993). Los
estudios con animales (Harlow, 1962) han constatado que la ausencia o mala
calidad del contacto físico en crías de monos deterioraban seriamente
determinados comportamientos sexuales adultos. Otras evidencias provienen del
campo de la sexología clínica. Así, Offit (1975) relaciona directamente la
capacidad de voluptuosidad en la vida adulta con el tipo de interacción física que
hubo entre el niño y la madre. Desde esta perspectiva, en el presente trabajo se
espera una asociación significativa entre la seguridad del apego en la infancia y el
grado de satisfacción sexual en la pareja actual.

En cuanto a la relación entre la experiencia sexual y el apego actual de la pareja,


existe evidencia empírica que la corrobora. Brennan y Shaver (1995), Fenney,
Noller y Patty (1993) y Hazan y Zeifman (1994) encontraron que las personas
evitativas están más predispuestas a implicarse en relaciones no comprometidas,
caracterizadas por bajos niveles de intimidad, que tienden a aceptar que es
posible y placentero el sexo sin amor, aunque, en general, manifiestan menor
satisfacción con el contacto físico. En el estudio realizado Kirkpatrick y Davis
(1994), los varones evitativos fueron los que puntuaban más bajo en la escala
referida al deseo sexual (fascinación y exclusividad). Los seguros manifestaban
una menor propensión a mantener relaciones sexuales casuales al margen de su

46
relación principal. Era más probable que se implicasen en relaciones iniciadas
mutuamente y que disfrutasen del contacto físico con o sin sexo explícito.
Respecto al grupo de los ansioso-ambivalentes, encontraron que las mujeres de
este grupo tendían a implicarse más en exhibicionismo, voyerismo y en relaciones
de dominación-sumisión, y que los hombres de este grupo tendían a ser reticentes
hacia la experiencia sexual. Mujeres y hombres ansiosos ambivalentes parecían
disfrutar más con la expectativa de una relación sexual y con las caricias que con
comportamientos sexuales más explícitos. En general, la mayoría de los trabajos
revisados constatan que son variables de tipo subjetivo y relacional las que tienen
mayor valor predictivo sobre la satisfacción sexual. Hurlbert, Apt y Rabelh (1993)
encontraron que entre las mujeres no es la cantidad de orgasmos, sino la
consistencia de los mismos lo que predice el grado de satisfacción sexual,
asociándose ésta a la calidad de la experiencia de intimidad, en términos de
seguridad emocional. Y, tanto en mujeres como en varones emparejados, la
satisfacción sexual se asocia con variables como satisfacción general de pareja,
expresión emocional, satisfacción respecto a la comunicación específica de
asuntos sexuales, percepción de competencia marital o el sentimiento de equidad
en el ámbito de la pareja (Henderson-King y Veroff, 1994; López et al., 1994;
Cupach y Comstock, 1990; Snyder,1985). A tenor de la investigación previa en
nuestro trabajo se espera que la satisfacción sexual se asocie positivamente con
la seguridad del apego actual y con variables relacionales como el ajuste de pareja
y la capacidad para expresar emociones.

Según Guinot (2011), la dependencia emocional es un trastorno de la


personalidad enmarcado dentro de las dependencias afectivas.

Dependencia proviene de depender. Su origen se encuentra en el latín dependere,


que significa pender o colgar. Es una especie de subordinación a algo. Es estar
condicionado.

La dependencia emocional, es un trastorno adictivo, en el que el objeto que

47
provoca la adicción es la relación de pareja, familiar o amical, y su objetivo es
llenar un vacío en el sujeto que la padece.

Este trastorno se relaciona con las emociones y la capacidad, calidad para


establecer vínculos significativos con otras personas.

Al tratarse de un trastorno de la personalidad, tiende a tener un patrón crónico y


estable a lo largo de la vida de la persona.

Este trastorno presenta síntomas variados que dificultan su diagnóstico, desde la


depresión reactiva, los trastornos obsesivos o los síndromes adaptativos.

En la dependencia emocional, el sujeto es controlado por su necesidad de la otra


persona, y el intenso miedo a la pérdida y a la soledad contaminan el vínculo
establecido en la pareja.

La incidencia que presenta este trastorno en la población adulta ronda el 10%,


según diversos estudios y la gran mayoría de los afectados son mujeres (75%).

En sus relaciones amorosas, los dependientes emocionales manifiestan hacia su


pareja un tipo de apego "ansioso", caracterizado por una continua necesidad de
saber que es amado por su pareja.

Dificultades para llevar una vida independiente, búsqueda incesante del candidato
a pareja y selección precipitada del mismo, miedo a no ser querido, miedo a la
pérdida del objeto de su amor y celos frecuentes, ideas contradictorias sobre el
amor y dificultad para romper aún cuando la relación sea altamente problemática y
generadora de malestar para el dependiente.

Para comprender exactamente el significado de dependencia emocional, la


tenemos que percibir como una "necesidad" que nos mantiene atada a una
persona.

Algo que si desaparece se piensa que no podríamos vivir, ya que en esa persona

48
hemos puesto todas nuestras esperanzas e ilusiones y es en ese momento donde
inconscientemente la dependencia nos con lleva a que todas nuestras metas
pasan a un segundo plano, dando mucha más relevancia a las necesidades de la
pareja que a las nuestras.

Esto no es real, si bien es cierto todos dependemos de todos, no se debe


depender de alguien específico. Siempre se debe tener la capacidad de poder
desenvolverse por sí mismo en cualquier circunstancia y compañía.

2.4.1.8. Factores causales de la dependencia emocional.

2.4.1.8.1. Carencia temprana de afecto:

Si no se fue adecuadamente queridos y valorados por las personas más


significativas en nuestra vida aunque lo deseáramos con todas nuestras fuerzas y
no podíamos renunciar a esa relación.

Se aprendió que la sumisión es una estrategia:

Para evitar el abandono, el rechazo.

Para obtener seguridad, protección.

Se aprendió que para ser amados debíamos cumplir con la expectativa de los
demás, nunca importunarlos o alterarlos o provocarlos, antes bien sofocar sus
estados de ánimo que nos hacían daño.

Interpretamos el amor como un apego obsesivo y admiración hacia la otra persona


en lugar de un intercambio recíproco de afecto.

Rechazo materno.

Por la crianza fría, frustrante que nos dieron.

Hubo presencia física pero no emocional de nuestros padres.

Mantenemos la vinculación emocional aún siendo insatisfactoria y suframos la


crueldad y el maltrato.

49
2.4.1.9. Indicios de dependencia emocional

Amar significa sufrir: Lloramos mucho cuando estamos a solas. Creemos que los
demás sólo miran por sí mismos, mientras nosotros siempre nos mostramos
cariñosos, generosos y comprensivos.

No somos buena compañía: Achacamos a nuestros defectos "que no podemos


cambiar" el motivo por el cual los demás no nos quieren más. Por más divertidas e
ingeniosas que nos mostremos no es suficiente. Nos decimos cosas como: "Si yo
fuera más guapa" "Si hubiera estudiado esto o lo otro"

Los conflictos son dramáticos: Le parece terrible que alguien se enfade con usted,
se culpa y acaba cediendo por miedo a que la rechacen o abandonen. Se
responsabiliza totalmente de que las relaciones vayan bien.
Obsesión con las discusiones: Nos produce ansiedad y nos justificamos una y otra
vez lo que dijimos. Imaginamos conversaciones nefastas en las que se nos critica
duramente. Nos sentimos agotadas y desesperanzadas.

Sobrevaloramos el potencial de personas que nunca nos han demostrado que de


verdad tengan esas cualidades. Nos gusta pensar que vemos más allá de lo que
ellos son ahora y de lo que saben de sí mismos.

Rodearse de personas con problemas, reales o psicológicos, porque nos sentimos


bien "ayudándoles". Escuchamos a todo el mundo porque "nos necesitan", y nos
jactamos de dar confianza, aunque muchas veces nos sentimos obligadas.
Se quiere cambiar a los demás: Sabemos que serán mucho más felices con otra
forma de pensar y actuar. Lo hacemos por su propio bien. Intentamos
constantemente razonar con la otra persona sobre cómo debería ser y nos
decepcionamos a nosotras mismas si no cambia.

Suele acompañar la sensación de soledad: Estando con otras personas a veces


nos parece estar "fuera" y la mayoría que "no les interesa conocernos de verdad".
Necesitamos tener pareja: Si no tenemos, soñamos cómo será y creemos que no
hallaremos la felicidad hasta encontrarle. Si conocemos a alguien que nos gusta

50
soñamos e imaginamos que nos dice lo especial que somos. Si logramos salir con
él, nuestras conversaciones y pensamientos se centran alrededor de ese hombre.
Practicar el sexo compulsivamente: En parte, intentamos ser muy buenos amantes
y nuestro placer depende de lo bien que pensemos que se lo pasa él. En muchas
ocasiones, nos sentimos utilizados, y no nos satisface "como habíamos soñado",
pero no comentamos nada a nuestro amante para no defraudarle.
La esperanza mágica: Nos mantiene la ilusión de que en algún futuro cercano todo
cambiará; que nuestro patrón de conducta, con el que hoy sufrimos, un día nos
hará felices; y que lo único necesario es seguir esforzándonos.

Sí tu relación en pareja te mantiene más en la dependencia emocional, tristeza,


temor, sacrificio, nada va a cambiar, hasta que emprendas acciones diferentes en
tu manera de valorar tu propia estima.

De lo contrario, seguirás aumentando esa dependencia emocional.

51
CAPÍTULO III

METODOLOGÍA

3.1. Tipo de la investigación

Investigación Descriptiva: También conocida como la investigación estadística,


se describen los datos y características de la población o fenómeno en estudio.
Esta nivel de Investigación responde a las preguntas: quién, qué, dónde, cuándo y
cómo.

La razón por la cual se decidió este tipo de investigación es que es más


interesante describir la situación actual de una población que encontrar una
relación establecida o comparar poblaciones. Aparte que dicha investigación sirve
para describir diversas pautas de comportamiento social.

3.2. Población y muestra de la investigación

3.2.1. Población

La población con la cual se trabajará en la dicha investigación será de 1300


estudiantes de la facultad de Ciencias de la Salud, específicamente de la
escuela de Psicología Humana.

3.2.2. Muestra

La muestra intencional será de 350 estudiantes de la escuela de Psicología


Humana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Alas
Peruanas.

52
3.3. Variables, dimensiones e indicadores

Para investigaciones descriptivas:

Variables Dimensiones Indicadores

Ansiedad de separación 2, 6, 7, 8, 13, 15, 17


Expresión afectiva 5, 11, 12, 14
Dependencia
16, 21, 22, 23
emocional Modificación de planes
Miedo a la soledad 1, 18, 19

9, 10, 20
Expresión límite
3, 4
Búsqueda de atención

3.5. Técnicas e instrumentos de la recolección de datos.

3.5.1. Técnicas

Las técnicas que se usarán en la siguiente investigación serán:

 La encuesta

 La nota

 La observación directa

 Y por último la investigación

53
CAPÍTULO IV

ADMINISTRACIÓN DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

4.1. Cronograma de actividades

DURACIÓN ENERO FEBRERO MARZO ABRIL MAYO


ETAPA
1234 1234 1234 1234 1234
1.Diseño del proyecto

2. Revisión de la
literatura
3. Marco teórico
4. Diseño de
hipótesis, variables
e indicadores
5. Diseño y
selección de
muestra
6. Elaboración de
instrumentos de
recolección de
datos
7. Aplicación de
instrumentos de
recolección de
datos
8. Análisis y
representación de
datos
9. Elaboración de
resultados

54
10. Elaboración de
anexos, graficas,
etc.
11. Elaboración de
reporte final

4.2. Presupuesto

Partidas y Sub partidas Importe en S/.

A. Personal

Honorarios del Investigador 150.00

Asistente de Investigación 50.00

B.-Bienes

Papel 40.00

CDs, USB 15.00

Lapiceros 3.00

C.-Servicios

Fotocopias 35.00

Internet 0.00

Impresiones 130.00

Pasajes 40.00

Viáticos 10.00

Tipeo 0.00

55
Encuestadores 0.00

Transcripciones 0.00

Total 473.00

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CASTELLO BLASCO, J. Análisis del concepto "dependencia emocional. I


Congreso Virtual de Psiquiatría 1 de Febrero - 15 de Marzo 2000.
Conferencia 6-CI-A: Recuperado el 16 de Marzo de 2014,
de:http://www.psiquiatria.com/congreso/mesas/mesa6/conferencias/6_ci_a.
htm.

56
CONGOST, Silvia, (s.f.), Manual de dependencia emocional afectiva. Recuperado
el 16 de Marzo del 2014, de: file:///C:/Users/Usuario/Downloads/GUIA-
DEPENDENCIA+EMOCIONAL.pdf

CASTELLÓ, J. (2000). El portal del mundo de la psicología. Análisis del


concepto “dependencia emocional”. Recuperado el 16 de Marzo del 2014,
de: http://www.unizar.es/abarrasa/tea/200910_25906/sanchez-
placek2010.pdf

BESORA, Manuel V., (2006), Amor y dependencia en las relaciones de pareja.


Revista de psicoterapia. Vol. 17, (68), pag. 5 – 64

Bowlby, J. (1991). Attachment and Loss. Developmental Psychology. Vol.28, (5),


759 – 775

COLLINS, N.L. y Read, S.J. (1994). Cognitive representations of attachment: The


structure and function of working models. Advances in personal
relationships. Vol. 5, p. 53 – 90

ORTIZ BARÓN, M. J. (2002), Apego y satisfacción afectivo – sexual. Psicothema,


Vol. 14, (2), pag. 469 – 475

BARAK, José H., (2005), Evaluación del Apego en el Adulto: Una revisión, Psykhe.
Vol. 14, (1), pag. 181 – 191

GUINOT, J. (2011), “La Dependencia Emocional es un trastorno de la


personalidad enmarcado dentro de las dependencias afectivas”, Colombia,
Placa Art 10

ANEXOS

Anexo 1

57
MARIANTONIA LEMOS HOYOS, NORA HELENA LONDOÑO ARREDONDO

ANEXO A

CDE

LEMOS M. & LONDOÑO, N. H. (2006)

Instrucciones:

Enumeradas aquí, usted encontrará unas afirmaciones que una persona podría
usar para describirse a sí misma con respecto a sus relaciones de pareja. Por
favor, lea cada frase y decida que tan bien lo(a) describe. Cuando no esté
seguro(a), base su respuesta en lo que usted siente, no en lo que usted piense
que es correcto.

Elija el puntaje más alto de 1 a 6 que mejor lo(a) describa según la siguiente
escala:

1 2 3

Completamente falso de mí La mayor parte falso de mí Ligeramente más


verdadero que falso

4 5 6

Moderadamente verdadero de mí La mayor parte verdadero de mí Me describe


perfectamente

1. Me siento desamparado cuando estoy solo 123456


2. Me preocupa la idea de ser abandonado por mi pareja 123456
3. Para atraer a mi pareja busco deslumbrarla o divertirla 123456
4. Hago todo lo posible por ser el centro de atención en la vida de 123456
mi pareja
5. Necesito constantemente expresiones de afecto de mi pareja 123456

58
6. Si mi pareja no llama o no aparece a la hora acordada me 123456
angustia pensar que está enojada conmigo
7. Cuando mi pareja debe ausentarse por algunos días me siento 123456
angustiado
8. Cuando discuto con mi pareja me preocupa que deje de 123456
quererme
9. He amenazado con hacerme daño para que mi pareja no me 123456
deje
10. Soy alguien necesitado y débil 123456
11. Necesito demasiado que mi pareja sea expresiva conmigo 123456
12. Necesito tener a una persona para quien yo sea más especial 123456
que los demás
13. Cuando tengo una discusión con mi pareja me siento vacío 123456
14. Me siento muy mal si mi pareja no me expresa constantemente 123456
el afecto
15. Siento temor a que mi pareja me abandone 123456
16. Si mi pareja me propone un programa dejo todas las actividades 123456
que tenga para estar con ella
17. Si desconozco donde está mi pareja me siento intranquilo 123456
18. Siento una fuerte sensación de vacío cuando estoy solo 123456
19. No tolero la soledad 123456
20. Soy capaz de hacer cosas temerarias, hasta arriesgar mi vida, 123456
por conservar el amor del otro
21. Si tengo planes y mi pareja aparece los cambio sólo por estar 123456
con ella
22. Me alejo demasiado de mis amigos cuando tengo una relación 123456
de pareja
23. Me divierto solo cuando estoy con mi pareja 123456

59
60

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