PRÁCTICA RESPONSABILIDAD SOCIAL

UNA LECCIÓN DE VIDA

Presentado por:
YADIRA GOMEZ

Profesor:
ELIZABETH MUÑOZ PÉREZ

Asignatura:
RESPONSABILIDAD SOCIAL

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

EDUCACIÓN VIRTUAL Y A DISTANCIA
CONTADURIA PÚBLICA
BELLO, COLOMBIA
2018
 Práctica Responsabilidad social: Una lección de vida

En términos de diccionario podemos encontrar que la responsabilidad social, es una

obligación que como seres humanos tenemos para nuestro prójimo, para generar calidad de vida en

personas que no están implicadas directamente con nuestro entorno; por motivos similares a lo

anterior la universidad refiere que se haga una práctica en responsabilidad social como requisito en

el pensum de todas las carreras; lo cual lleva a muchos interrogantes a personas que como yo, no

elegimos un entorno así para nuestro trabajo, asegurando que es algo que deberían hacer

exclusivamente los estudiantes de trabajo social y áreas afines.

En el transcurso del semestre encontré mi lugar de práctica en un sitio donde no esperaba

estar, el Orfanato Nuestra Señora del Carmen, allí habitan niñas entre los 6 y 16 años de edad, viven

allí y hacen su proceso de formación en la institución educativa en donde residen, una entidad

liderada por religiosas que de alguna manera buscan contribuir a la formación física y espiritual de

niñas que por motivos diferentes no pueden estar acompañadas de sus familias, ya sea por conflictos

internos, orden público, entre otros.

Mi primera idea era llevar un poco de alegría y actividades diferentes a niñas que de alguna

manera no eran tan afortunadas de crecer con la compañía de sus padres como lo hice yo; tenia

muchas expectativas y miedo porque finalmente no sabia si ellas iban a querer participar en las

actividades o simplemente lo les gustaba tener a alguien dirigiéndolas. Tuvieron la mejor actitud y

participaron felices de la actividad para tener un detalle con sus seres queridos en la semana de

receso; en cada una de las visitas hemos recibido más y más cariño, alegría a la hora de llegar y algo

de tristeza cuando nos despedimos, expectativa con las actividades que se van a realizar y mucho

amor al realizarlas, cada una, para guardar, compartir o solo mostrarle a sus mamás o hermanas

cuando las visitan.

 Hoy a pocos días de terminar mi práctica con gran cantidad de sentimientos encontrados,

puedo afirmar que son ellas quienes me han acompañado y enseñado en el camino, ésta ha sido una

de mis mas gratas experiencias de vida, ver que tienen siempre una sonrisa para brindar y que a

pesar de la soledad, de estar alejadas de sus familias y conformarse con una llamada en la semana;

ver sus sonrisas y escuchar sus anhelos en la vida, sus expectativas en el futuro, a pesar de los

conflictos internos quieren ser unas grandes profesionales y dar vía libre a su imaginación, ser seres

humanos y encaminarse por un buen camino para ayudar a sus familias.

Aman, sonríen, juegan, estudian, pero sobre todo me enseñan en cada visita que no es

necesario tener grandes lujos en la vida para ser felices, que la felicidad es una elección y no un

nivel social ni tener cosas costosas y ellas sin lugar a duda eligieron ser felices e irradiar la mejor

energía, ver el vaso medio vacío y no medio lleno como dicen por ahí; regalar abrazos que

reconfortan hasta el alma más rota y esperar cada encuentro para realizar las actividades propuestas,

eso me llena de amor y deseo de ser como ellas. Mas que ellas, fui yo la privilegiada de compartir

con su compañía.