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1
Teoría del texto como nueva perspectiva lingüística

1.1. Acerca de la situación de la investigación lingüística


orientada a la comunicación

La lingüística -como cualquier otra ciencia- tiene sus prin-


cipios históricos y su desarrollo, evolución que por lo regular in-
tenta responder al planteamiento de nuevos problemas con nuevas
metodologías. Después del intento en los últimos años de la dé-
cada de los 50, de contestar al desafío de la teoría de la infor-
mación y de desarrollar una lingüística que fuera capaz de cons-
truir una teoría del lenguaje adecuada a las máquinas de tra-
dución, me parece que el problema actual de los años 70 es
una teoría de la comunicación verbal sociológicamente conside-
rada 1 , que por un lado se pregunta por los problemas explícitos de
la comunicación social y por otro, de una forma más patente y
como nunca se había hecho anteriormente, hace hincapié sobre
la importancia social e interdisciplinar de investip,aciones (par-
ciales) científicas. Así, no es ninguna casualidad que desde hace
unos años (de nuevo) se multipliquen las voces 2 que señalan el
hecho de que la lingüística y la lógica se consideran. incompletas

1 Cfr. por ejemplo A. A. A. LEONT'Ev (1971, 7) «E~ e-sta una tenden-


cia general a proyectar más allá de la lengua y a descubrir las propiedades
específicas de la actividad humana en su totalidad, entre !llas, la actividad
l verbal; en resumen, a investigar· no tanto el lenguaje coJro d ser humano
- \ \hablante» (acerca de esto U. MAAS, 1972a).
2 Ya en 1947 R. CARNAP había aclarado en «Meaninf and Necessity»:
«Hay una necesidad urgente de un sistema de pragmática teórica, no sola-
mente para la psicología y la lingüística, sino también par 1 la filosofía ana-
lítica. Ahora que la semántica pura está suficientemente desarrollada, el
tiempo parece maduro para intentar bosquejos de sistemas pragmáticos» 1
(250).

19

------------------------~---.:...:.:::·-·----··-· - ·-··-------· ----


sin un componente pragmático 3 y por eso son inadecuadas para la
esto no significa que irreflexivamente se reaccione por una exi-
descripción de lenguas naturales. La exigencia de una «pragmá-
gencia de moda o por una política actual. Significa, más bien,
tica» y de unos primeros modelos globales de posibles teorías de
que esta discusión de los últimos años muestra qu~ la lingüística
una pragmática, se han presentado últimamente como representan-
tes de diferentes disciplinas: de filósofos del lenguaje (J. R. SEAR- de los años 50 y 60, siguiendo conseeuentemente sus principios,
ha desarrollado los planteamientos de problemas desde sí misma
LE) y lógicos (R. MONTAGUE), de lingüistas (D. WuNDERLICH;
y ha sido confrontada desde el exterior con problemas que en su
T. A. VAN DrJK) y sociólogos (J. HABERMAS). En la historia de la
campo, definido de antemano, ya no podían resolverse.
ciencia este proceso recuerda el tiempo en el que después de la
En esta situación quedan abiertas, por lo menos, dos posibili-
concentración parcial sobre problemas gramaticales, sintácticos y
dades desde un punto de vista teórico-científico:
a-semánticos (en la tradición de Bloomlield y Harris ), surgió el
grito en favor de una semántica lingüística (cfr. A. l. GREIMAS, l. Se intenta modificar el deficiente modelo de la lingüística
1966 ). Como entonces la semántica, la «pragmática», ha de libe- precedente y desarrollar nuevas disciplinas parciales para su-
rarse hoy de su condición de «pariente pobre» (GREIMAS) de la perar los problemas irresolubles, dentro de la antigua es-
lingüística, y ha de integrarse en el conjunto de la teoría lingüística. tructura teórica (por ejemplo, la introducción aditiva de la
Desde el punto de vista de una teoría del lenguaje completa, lingüística del texto y lingüística pragmática como disciplinas
en lo posible, este proceso se ha de acoger con vehemencia, lingüísticas parciales);
pues supone un paso más en el camino de la lingüística, orien- 2. Se emprende una -revisrón consecuente de la qa~e teórica an-
tada hacia la realidad del lenguaje en la comunicación socio-verbal terior, preguntándonos si los principios precedentes son con-
como sector central de investigación, con otras palabras, un paso cluyentes, necesarios, teóricamente consistentes y empírica-
de la lingüística del sistema (verbal) hacia una teoría ele! texto mente sostenibles y (todavía) adecuados al int·~tés actual de
como teoría de la comunicación verbal. Este proceso se realizó la investigación. En otras palabras, se intenta ptoyectar mo-
a través de algunos estadios transcendentales en la historia de la delos nuevos para una lingüística futura, que modifiquen el
investigación lingüística, que se pueden resumir así: «De la gra- modelo antiguo o que lo reemplacen completamente para que
mática de la frase a la gramática del texto». Después de haberse puedan aclarar los problemas recientemente sur[idos.
puesto de manifiesto que algunos problemas no habían podido De hecho se tiene que contar en el futuro con un trabajo de
resolverse satisfactoriamente en el campo de una gramática de la doble faz, que debería ser el histórico y el científicamente nor-
frase (cfr. los trabajos de P. HARTMANN, H. IsENBERG, W. DREs- mal: los representantes del modelo «antiguo» continúan desarro-
SLER, T. A. VAN DIJK, D. WuNDERLICH, W. O. HENDRICKS y otros llándolo, mientras los otros intentan proyectar uno nuevó capaz
más), actualmente se extiende cada vez más la opinión de que otras de competir. Así los dos modelos rivalizan y la hisroria de la
muchas preguntas sólo se pueden tratar adecuadamente, sea en investigación decidirá la controversia entre ambos «i 1 the long
una teoría del texto orientada a la aplicación, sea en una lin- run» (cfr. l. LAKATOS, 1968, 1971).
güística del texto de componente «pragmático». Las siguientes aclaraciones discutirán algunos problemas bá-
sicos de la segunda posibilidad. Por esto, y ante todo, se ten-
1.2. Condiciones para una teoría del texto dría que aclarar la cuestión de si el tratamiento de problemas
«pragmáticos>> en el campo de la investigación lin~;üí;tica puede
Si se pretende que la lingüística futura debe dar una clara llegar a solucionar los problemas de una descripción verbal orien-
respuesta al problema de ]a estructura de la comunicación ver- tada a la comunicación, o si eso no se puede esperar de ella.
bal y de su importancia como disciplina en un contexto social,
1.2.1. Por razones históricas y técnica de investigación bas-
3Cfr. de parte de la gramática generativa transformacional (en lo su- tante admisibles, la lingüística posterior a F. DE SAUSSURE se ha
cesivo GGT) P. PosTAL: Hay que insistir en que una descripción lingüís-
tica no es de ninguna manera una explicación del comportamiento verbal dirigido, con preferencia, hacia la descripción del sistema verbal
'· 1 ' actual... Así, pues, es necesario proponer una relación de representaciones en- y ha excluido tanto problemas de referencia y sign:ficado, como
tre los enunciados reales y la producción de descripciones lingüísticas ( 1968, también problemas de aplicación del sistema en ~·rocesos con-
pág. 195). cretos de comunicación. Esto es así porque ha trabajado con un ob-
20 21.
ieto lingüístico aislado, abstraído. Eso hubiera sido científica- ría lingüística, sí se acepta una lingüística como ~<fenomenología
mente correcto sí !a lingüística se hubiera dado cuenta exac- del objeto lingüístico». .
ta de qué procedía por razones específicas ( =aspecto metodoló- La respuesta a esa cuestión sólo puede ser ést~: lo q·Je pn-
gico) y de que esta limitación sería localizable en el ámbito del mero se manifiesta fenomenológicamente al lingüista es el hecho
objeto ( = aspectcf fenomenológico). El hecho de que sucesiva- de ia comunicación verbal observable y no la exhtencia de pala-
mente se hayan incluido los aspectos semánticos y pragmáticos bras, frases o textos. Primariamente se da el hecho de que ciertos
como sector de problemas irrecusables, y que hasta hoy no .ha- interlocutores se ponen en contacto por ~edio de !a lengua, ch~r­
yan sido tratados adecuadamente por la lingüística, puede consi- lan sobre algo, se entiendan o no se entiendan. Jcso no pasa Ja-
derarse de dos maneras: se mantiene que la lingüística necesita más en un «vacío» sino siempre en situaciones ·:oncretas y de
todavía tiempo para desarrollar sobre su base actual una teoría la manera más dife~ente en acontecimientos comunicativos o en
parcia! semántica y pragmática; o se examina -ya demasiado «una actividad comunicativa».
tarde-- si este fracaso anterior, en problemas semánticos y prag- La función de la lingüística sería, después de estas suposicio-
máticos, deberá recordarle a la lingüística que ha trabajado, sin nes decidir conscientemente qué quiere elegir como objeto de
clara 0 conciencia metodológica, con un ob}eto de investigación 4 ínv~stigación. Esta elección está históricamen~e ~eterminada.: la
abstraído -y por tanto amputado- de sus complejos contextos lingüística quiere analizar el «lenguaje». Pe~o ¿co~no se regtstra
y por eso debe comprobar principalmente si después de todo quie- el «lenguaje»? En primer lugar, en sus mamfestact~nes _verbales,
re y puede mantener este criterio. Esta afirmación también se en segundo lugar como escritura. En su forma pnmana no se
tiene que puntualizar y con ello se debe dar en pocas líneas una encuentra jamás sola, sino siempre unida a otros factores de «la
idea general de otro modelo de una posible lingüística. actividad comunicativa». Por consiguiente habría que poner, con
A. A. LEONTEV ( 1971 ), pág. 16 ), como objeto de la lingüística
1.2.2. P. HARTMANN, uno de los iniciadores de la lingüís- «el conjunto de los actos del habla, o mejor de lo~; actos del pen-
tica del texto en Alemania, ha dicho en 1968 en la Conferencia sar-hablar».
de Constanza sobre problemas transftásicos: «Sí la ciencia del Para no trabajar desde un principio con una hipótesis sin res-
lenguaje ha de ser practicada y desarrollada con una amplitud y paldo, la lingüística tendría que aclarar, en pr!mer ~ugar, .cómo el
diferenciación adecuadas a su objeto, tiene que iniciarse desde la lenguaje puede aislarse de sus modos de extstencta soctal, para
auténtica situación del objeto en el terreno de la realidad del estar al alcance de un objeto de investigación precisable e idea-
lenguaje. El punto de partida de una fenomenología del objeto lizable.
lingüístico es la textualidad de los signos originales de lenguaje» La primera operación fenomenológica de la lingüística con-
(1971, 12 ). Esta cita contiene los dos puntos iniciales para un sistía en: a) analizar y clasificar, por factores verbales y no ver-
modelo de lingüística adecuado al objeto, que presentamos a bales formas complejas de la actitud comunicativa verbal (en lo
continuación. sucesivo llamadas «actividad comunicativa»), y b) describir cómo
se registra el lenguaje, para qué sirve y qué -efectos causa. Esta
La expresión de HARTMANN, marca el cambio en la valoración segunda pregunta no se debe descuidar en ningún :aso, pues el
lingüística de aquello que debe servir como heurística a una tco- vistazo más superficial sobre la actividad comunicativa muestra
que el lenguaje no se utiliza por sí mismo, sino para conseg.uir
4 Ya en 1934 L. S. VYGOTSK! había señalado este problema metodoló- algo. El lenguaje interesa a una sociedad no por s:· mismo smo
gico: «La comunicación que se basa en el conocimiento racional y la re-
producción consciente de un pensamiento o de vivencias, exige siempre un
como recurso, medio, instrumento, etc. Sí la lingüística quiere
sistema de medios cuyo prototipo es el lenguaje humano, el mismo que ser ciencia «del lenguaje» tiene que analizar también el lengua;e
se ha constituido de la necesidad del entendimiento en el proceso de tra- que se encuentra en una sociedad fáctica; pero en ella se enc~en­
bajo. Pero según la forma habitual de ver las cosas de la psicología, este tra el lenguaje-en-función y de ninguna manera la cant1dad
tema se ha presentado hasta hoy de una manera demasiado simplista. ,.,
Se supuso que signo, palabra y sonido eran medios de comurlicación. de signos abstractos de la lingüística anterior 5 . Una etapa fenome-
Este error provenía del análisis, en el sentido de la descomposición de
elementos, que se aplicaba de modo falso en el intento de solucionar este r, Cfr. P. HARTMANN, 1971, 17, quien resalta que de hecho «sólo el
problema del lenguaje>> (Traducción alemana; 1969, 12). lenguaje con forma y valor de texto es el medio de comunicación entre
los hombres».
22 23
nológica consciente en la formación de la teoría lingüística puede mos de esta exigencia tan limitada de P. HARTMAN'I para una
aportar las primeras e importantísimas decisiones iniciales que fenomenología lingüística, podemos estable~a" como punto de
pongan la estructura y la perspectiva investigadora de la lingüís- partida:
tica sobre nuevas bases. v l. El lenguaje no existe jamás como fenómeno independiente
sino, siempre y únicamente, al lado de otros factores en el
1.2.3. P. HARTMANN señala un segundo resulta9o de la ope- campo de una actívidad comunicativa compleja.
racton fenomenológica: la textualidad del lenguaje. Ya en 1964
había formulado claramente que el texto es «signo primario del 2. El lenguaje no existe como fenómeno en elementos aislados
lenguaje» y, en consecuencia, punto de partida de una lingüística (sonidos, palabras, etc.), sino en complejos integrados y plu-
adecuada a lo fenomenológico 6 • En los años siguientes se puso rales, que cumplen una función comunicativa (se pone cla-
de manifiesto, con el desarrollo de los principios de la lingiiística ramente de manifiesto en las llamadas frases de una pala-
del texto, que el concepto del texto, pareciendo fenomenológica- bra): precisamente esto se ha de llamar en lo sucesivo, aun-
mente evidente, no se poda definir con los medios lingüísticos que no de una forma definitiva, «texto».
disponibles. ·1-'"-1 .'" Dé esto se deducen algunos considerandos para el propósito
«Texto» significa más y algo diferente a una forma o unidad de investigación de una lingüística como ciencia del lenguaje (sin
exclusivamente lingüística. Tal conclusión se infirió del hecho reducciones): que quiera estudiar el lenguaje tal como existe so-
que el concepto «texto» no pudo reducirse a fenómenos verba- cialmente, y no un sistema artificial de elementos abstractos.
les, sino que pudo aplicarse con éxito a otros campos donde se Sí dicha lingüística quiere desarrollarse como una t':oría del tex-
presentaban complejos de elementos plurales y estructurados, con to, tiene que anafizar:
una información o un efecto transferible: en el campo de las ar- ' l. el lenguaje en el contexto socio-comunicativo y
tes plásticas (cfr. M. BENSE, 1962), de la música, del baile, etc.
Pero surgió un problema más cuando la lingüística se ocupó del 2. el lenguaje en textos.
análisis de actos verbales, es decir, cuando analizó «enunciacio- El tema de investigación de una (lingüística como) teoría del
nes» que se habían concebido -según el modelo de la fonolo- texto consistiría, pues, en desarrollar una teoría explícita de la
gía- como «tokens» (manifestaciones) de un «typ» (texto). comunicación verbal. En tal teoría del texto estaría anticuada la
r.,., .-
:r...: jl ._.. «pragmática.» como teoría parcial; puesto que «;:>ta;~mático» ya
1.2 ..3.1. Todas las pretensiones de una fenomenología ade- no puede ser aquí la calificación de un ámbito de investigación
cuada a un determinado objeto están sujetas, como es sabido, a parcial, teóricamente aislable, sino a lo sumo, la calificación del
la problemática de la teoría del conocimiento según la cual -par- aspecto investigador dominante de la teoría del áxto en su con-
tiendo de la percepción- no hay ninguna constatación «objeti- junto, es decir, orientado hácia la comunicación. En tanto que
va», ya que cualquier percepción y clasificación de una situación teoría del texto, que examina la producción y rccepc'ón de los
perceptiva se realiza dirigida por la «teoría». Tampoco se pue- textos de funcionamiento comunicativo, o es siempre y necesa-
de elaborar una fenomenología del ámbito del objeto lingüístico riamente «pragmática» o no es absolutamente nada. El objeto de
como si perteneciera «a las cosas mismas». Pero por muy pro- investigación ele una teoría del texto sería, entonces, examinar
blemática que fuera la categoría de la evidencia, sin ella ninguna más de cerca con qué medios y según qué reglas se producen y
ar?umentación es factible y desde el punto de vista del conoci- reciben textos-en-función; tal teoría del texto tiene que intentar
miento práctico la apelación a la evidencia no resulta más pro- bosquejar un modelo de comunicación verbal que se presente
blemática que una apelación a cualquier otra instancia. Si partí- como un sistema ordenado de hipótesis sobre la «ac1 i vidad comu-
nicativa» y su posibilidad de estructuración, hipótcn- que se han
O Cfr. también 1971, 15: «Una adecuada valoración de la facticidad del de comprobar empíricamente y, conforme a eso, han de modifi-
lenguaje, es decir, del hecho de que las lenguas en función se presentan y carse.
manifiestan sólo en forma de texto, exige que exactamente ello sea el La relación de una teoría del texto con la lingUística anterior
punto de partida de una fenomenología del lenguaje: el reconocimiento
d_e la textualidad como base fundamental para las lenguas naturales y Je- no se puede describir como relación de adición o incorporación.
nvadas». Se tiene que comprobar en cada caso particular qué resultados

24 25
lingüísticos están de acuerdo con los fundamentos teórico-tex- inapreciables para la lingüística. Que se tienen que sacar tales con-
tuales, con las perspectivas de investigación y métodos, o si pue- secuencias, se desprende claramente de la opinión que tienen los
den transformar según sus standars. autores sobre la lingüística occidental: «Tiene qUt: parecer com·
Teniendo presente la situación actual, se deberían tJreveer, pletamente absurdo desde este punt" de vista, la 1< vindicación de
en el campo de una teoría del texto, dos niveles de la elaboración la lingüística occidental de ser -exactamente por esta limitación
teórica: del aspecto estructural del lenguaje--, ciencia ::-ásica para las
l. La proyección de un modelo de comunicación verbal en el demás ciencias que de alguna manera tienen algo ·~ue ver con el
que se hagan explícitos los factores de la actividad comu- lenguaje, por ejemplo, la psicolingüística. La relación es más
nicativa y sus relaciones (teoría heurística del texto). bien inversa» ( 11 ). Cada intento de discusión metódica de los
aspectos de investigación de una lingüística, debería detallar estas
2. La complementación de este modelo con teorías y modelos hipótesis. Por esa razón presentamos brevemente el principio fun-
lingüísticos ya disponibles, o nuevos, que todavía han de damental de LEONT'Ev pues en muchos puntos importantes apor-
desarrollarse (teoría explícita del texto). ta argumentos excelentes relacionados con lo hasta aquí expuesto.
Realfuente la lingüística no puede desentenderse de su pri- LEONTEV parte de la actividad verbal y la analha en el campo
mera etapa si quiere bosquejar el ámbito de su objeto con una de una psicología orientada a la acción. Este extmso punto ini-
amplitud adecuada y no proceder ya de antemano desde un con- cial lo conduce a la hipótesis fundamental para cualquier lingüís-
cepto demasiado abstracto u objetivizado del lenguaje o del texto. tica según la cual la -actividad verbal siempre está integrada en un
amplio sistema de actividades: «El acto verbal es siempre un acto
de consecución de una concordancia entre dos actividades, más
1.3. Digresión 1. 8 : Argumentos psicolingüísticos exactamente, un acto de inclusión de 'la actividad verbal en un
para una teoría del texto amplio sistema de actividades como uno de los ccponentes indis-
pensables» (25).
En la introducción al libro de A. A. LEONTEV «Lenguaje- Partiendo de esta base LEONT'Ev llega a una modificación su-
habla-actividad verbal», dicen los traductores C. HEESCHEN y mamente importante de la teoría de la comunicación general: el
W. STOLTING acerca del punto de partida histórico-cultural de proceso de comunicación no se reduce ---como por ejemplo en
la psicología del lenguaje rusa, lo siguiente: «Verdaderamente R. JAKOBSON- a ~mn proceso de transcripción de una noticia
sonarían muy abstractas estas razones -tienen un significado muy codificada de un individuo a otro» (30); tampoco se concibe
amplio y concreto en la disciplina desde un punto de vista cien- como la «elaboración de una concordancia entr~ el habla y el
tífico--, si se entiende el lenguaje precisamente en este contex- mundo exterior», sino que se define como «elaboración de una
to como una de las posibles formas humanas de actuación, es concordancia entre la situación concreta, en la que se basa una
decir, como una facultad psicológica básica de tal forma de acti- actividad, es decir, entre el contenido, el motivo y la forma de
vidad. Así, según esta teoría, el lenguaje no se puede separar co- esta actividad por un lado y la estructura y los elementos de la
mo una estructura pura de los componentes de motivación y de expresión verbal por otro» (25).
las metas del hablante, es decir del sujeto actuante; además se
tiene que realizar la comprensión de los actos verbales y el aná- 1.3 .l. Para toda teoría lingüística de la formación del texto
lisis de esos actos en sus relaciones y en sus condiciones sociales es importante la indicación de LEONT'Ev sobre el hecho de que
objetivas». El estudio de estas condiciones en ningún caso puede la actividad verbal, como cualquier otra actividad, incluye tres
marginarse como alingüístico; una lingüística que considera el es- aspectos: motiv(ación)/plan, meta y ejecución. La actividad ver-
tudio de la estructura del lenguaje como su tema «propio>>, tie- bal, como tal jamás existe aislada; hay «sólo un sistema de accio-
ne que tener en cuenta el punto de vista psicológico, ya que las nes verbales que pertenecen a cualquier actividad, sea ésta en su
estructuras «Se forman sólo en dependencia de las funciones ob- totalidad teórica, intelectual o parcialmente práctica. Unicamente
servables. Una descripción de la estructura se puede deducir úni- el habla no le sirve para nada al hombre: no es finalidad en sí,
camente a partir de una descripción de la función». Las conse- sino medio e instrumento, y si se puede aplicar a diversas acti-
cuencias metodológicas de este punto de partida son todavía hoy vidades de modo diferente» ( 31 ).

26 27
En esta situación la aportación siguiente intenta u~ificar la
Por esto cada análisis de los actos verbales tiene que aclarar discusión y trazar o bosquejar los fundamentos del posrble pr~­
qué actos verbales son objetos de investigación «excluídos» de grama de investigación de una lingüística orientada a la col?~?-1-
los complejos campos y sistemas de actividad, cuya descripción cación ( = teoría del texto}. Así, en este terreo? 1,~ :ransrcron,
tiene que considera&"e detenidamente en la integración ,de tales se deben y tienen que coordinar tanto aspectos hngmstlco~ como
complejos. filosóficos. Por esto el presente trabajo se empre1.de onentado
«¿Pero qué es la lingüística? ... Es la disciplina de una de desde un principio a la práctica. Ello no significa que se han de
las caras, de la actividad, es decir, de la actividad del habla. Ella estudiar únicamente acontecimientos verbales formulac.os de for-
misma excluye de este objeto su materia» ( 32). ma empírico-positivista -un principio que han criticado con
Si cada «acto de comunicación verbal forma parte de un acto buenos argumentos J. A. FonOR y M. GARRET (1_966 pá_g,s,
de actividad todavía más complejo», el concepto de situación
137ss-. El objetivo es trazar esbozos-modelo de la mteracczon
desempeña un papel importante. LEONT'Ev define el concepto de
de textos y de los actos y situaciones comunicativas para _log~~r
situación comparándolo con la situación de enseñar y aprender
el esquema factorial de un modelo socio-verbal de comumcac10n
en la enseñanza; pero, en general, su definición puede ampliatse
en la situación verbal. Según esto, situación significa «el conjun- idealizado.
to de condiciones -verbales y no verbales- que son necesarias
y suficientes para realizar el acto verbal según el plan que nos 1.4.1. Después de haber fijado brevemente nuestro objetivo.
hemos trazado» (124 ). se tienen que añadir todavía algunas indicaciones sobre la estruc-
tura de este libro.
1.3.2. Un último punto puede ser importante para la teoría Polemizando con trabajos precedentes en el campo de la prag-
de la elaboración del texto o la enunciación. LEONT'Ev presenta mática lingüística (y lógica) que, a diferencia ?-e lo sost:nido aquí
un modelo de A. R. LURIJA (1959), en el que se describe la ela- se ha de llamar «pragmalingüística», el libro mtenta pnmeramen-
boración de enunciaciones con un modelo de tres etapas: te aclarar una serie de problemas teórico-textuales rara poder des-
arrollar paso a paso una teoría básica y fundamenta_! para una
1. Construcción de una estructura lineal, extra-gramatical de la teoría del texto. En esta polémica se intenta exammar, desde
enunciación ( = programación interna). diversas posiciones teóricas, las iniciativas expuestas por la prag-
2. Transformación de esta estructura en la estructura grama- malingüística precedente sobre su aplicabilidad a una teoría. del
tical de una frase. texto. La dificultad principal consiste, en este caso, en c~rdmar
3. Realización de la estructura gramatical de frase. principios y terminologías de diferentes autores y rraducltlos a
(En la recepción este proceso transcurre de forma inversa). un vocabulario teórico.
Estos resutados se tratarán en el capítulo 8 y se volverán a
En definitiva, de estas reflexiones se puede establecer la si-
mencionar en el intento de una definición del textc y del modelo
guiente hipótesis científica y metodológica útil para cualquier
de elaboración del texto.
lingüista: «Sólo si consideramos el lenguaje en el proceso de la Conscientemente se ha elegido este procedim1ento,
actividad verbal, seremos capaces de descubrir el mecanismo real
del funcionamiento social del lenguaje» ( 4 3 ). a) para aclarar la transición de principios pragmalingüísticos ac-
tuales a una teoría del texto; ·
b) para mostrar desde qué supuestos y ~on qué p~sos se ~u~de
1.4. Intención y estructura de este libro concebir una teoría del texto, y que repercusiones tt:~oncas
y metodológicas tiene tal concepción sobre el concepto de
Estas escasas informaciones muestran que la lingüística se la lingüística anterior;
encuentra hoy, evidentemente, en el camino de la frase a la enun-
e) para dar al lector la posibilidad de relacionar contextos apren-
ciación comunicativo-verbal. Y a se han dado los primeros pasos
diendo a formarse un juicio, y de este modc· pueda juzgar
en este camino, pero estos principios difieren mucho y no dejan críticamente, corregir y desarrollar una teorí2 del texto en
entrever un programa de investigación homogéneo, ni presentan
una teoría fundamental y metodológica común.
., el marco de la situación actual de la investigadón .

28 29
A c<1us<1 de la disp<1ridad de princ1p10s y Je conocJmJentos,
en ¡¡]gunos puntos muy incompletos todavÍ<l, la concepción teó-
rico-textu;l] aquí csbozJda puede únicamente rccLunar p<1ra sí el
aportar un progranw de investigación, o marcar los límites
de una teoría heurística, cuyo valor puede consistir en c<1mbiar
la dirección de la investigación lingüística anterior y en trazar la
imagen de un:1 lin¡,rüística que Lome en serio el intento de pro-
ceder de los textos de función comunicativa o de elaborar textos
de función comunicativa.

2
Motivaciones de una teoría del te>:'to en el campo de las
investigaciones precedentes en lingüística pragmática 1

2.1. Motivaciones filosófico-verbales,


ló.~icas
y pragmali11giiisticas

En este capítulo introductorio se han de tratar coudsamentc


algunas de las razones expuestas por las diferentes disciplinas
y contextos teóricos que anteriormente han motivado t·.na orien-
tación <<pragmática» de la lingüística. En primer lugar conside-
raremos las tradicionalmente llamadas razones filosófico-verbales.
a) El lengwz¡e como fenóme11o social
Apoyándonos en las reflexiones filosófico-verbales y socioló-
gicas de autores como L. \XTITTGENSTEIN, K. L. PIKE, J. L. Aus-
TIN, P. HART.MANN, J. HADEMAS, ]. FRESE, podemos citar las pos-
turas que ven la teoría del lenguaje ·como parte de una extensa
teorí,1 de la actividad 2 pero gue no establecen el «texto» como
unidad elemental de descripción, sino (apoyándose en el concep-
to de «juego verbal)) de \'V'ITTGENSTEIN) la «actividad comunica-
tiva (Cfr. ScHMIDT, 1968, 1969, 1971). En este sentido se ha
1 L1 expresión 'lingüística pragmática' en lo sucesivo se antepone a la

expresión 'pragmática' para evitar confusiones con las disciplinas lógicas


o bchavioristas del mismo nombre. Si los autores a que nos referimos em-
plean la expresión 'pragmática', naturalmente se mantendrá (sobre la críti-
ca a b expresión 'pragmática' cfr. también G. F. MEIER, 1969).
2 También SEARLE subraya este aspecto ( 1969, 12): «Hablar una len-

gua es comprometerse con una forma de comportamiento regulada de ma-


nera compleja>> ... «Una teoría del lenguaje es una parte de una teoría de
la acción, puesto que hablar es una forma regulada de comportamiento (17) .

30 .31
enta el hecho de que el lenguaje como fe~óm~no da (en la lógica, por ejemplo R. MoNTAGUE, 1970, o TH. BAL-
de tener e? cu_ enunciaciones defunción comumcauva,
aparecle lpdnmda:taf~:~::e:~s como textualidad, íntencio~alidad' se- MER, 1971; en la lingüística D. WUNDERLICH, 1968, 1970) con
que a a o . . ¡ z · ' · t locutzva son ca- el argumento de que el aspecto pragmático, el más completo y
manticidad comunicatwzda d, y o re aczon concreto, no debe ser desatendido sin que se arriesgt:e la fuerza
. ' . d 'bl del lenguaje comoznme erd. . 1 de in-
lO socta
carcterísucas trre uctl es d l h bl t que utilizan de una teoría y su posible aplicación. WUNDERLICH señala que
teracción verbal. Se parte e os a an es . su lengua
. . se han realizado ya algunos trabajos dentro del campo de la prag-
natural para realizar, en (potenciale~) e::pres¡ones c~fe~t~c(~v~~ mática en diferentes contextos tradicionales 5 , pero apenas pueden
coherentes, una intención de co~umcacton y o un 1 interlocutor. ser suficientes para las exigencias actuales en la elaboración de
tendón comunicativa) comprenstble y eficaz !?ara e . teorías,
En consecuencia, cualquier _teoría del le~Juaje qd~cfda t~ebs~r:~
cuent_a el hecho social, se ue;;ed que co~s~ne:al~:~ística 'adecuada e) Diferen te interpretación de los conceptos competencia y ac-
ta e madecuada. De esto se ~ uced qu 1 tuación (perfor mance) en la GGT: (gramática generativa
. t r planteada y orienta a a a comun icación ' si se fija transformacional): «Competencia comunicativa»
tzene que_ e~ a 1 t ría de la interacción comunicativo-
como objetivo ograr una eo
verbal ( cfr también C. A. FERGUSON, 19 ' pag. 437 J B
64 , PRI· En una crítica a los conceptos de CHOMSKY 'competencia' y
J. . t' do
DE 1971) . teoría que aborde el problema ~aramd enlte l_Isc~, I t' de
'actuación' señala WUNDERLICH que la pragmática n0 se ha de
' equipar ar a 'actuación', sino que el concepto de cor.1pe':encia se
la importa' ncia y f uncion
3
., . 'fi
Cientl ca y social e a mgUis 1
tea .
no tiene que ampliar hasta el punto que también contenga el compo-
Si la lingüística acepta esta imposición del tema, re~u ta que ' .
nente de «competencia pragmática». Competencia pragmática sig-
puede incorporar nada más que aditiva mente en su slst~:~eteo~l~
nifica, según WuNDERLICH, «la capacidad de los hablantes u oyen-
co al ún componente «pragmático». De est~ modo q
plant:a rse"' el desarrollo ulterior de una teona del texto, ~uyas tes para comprenderse, es decir, para articular y comprender lo
articulado, en situaciones comunicativas (idealmente concebidas)»
teorías parciales -respect~ a_ los result~dodefe tebxat~ ::mt¡~~~~ (1968, pág. 19) 6 •
ver en la sucesión. stguiente: teona .
qduele texto~ gramática del texto (o sintaxis del texto) y sus _re _ WUNDERLICH respalda esta hipótesis con el siguiente argu-
· me~lto psicológico: no tendría sentido tener una compet
1.
sultado~ se tien~~ ;u~sanp:~hl~~a
· n cada caso por su 1m· encia abs-
portanCla respec ' td.~rrn ~vel jerárquico siguiente. tracta para la elaboración de enunciaciones correctas, «si no des-
arrolláramos la facultad de ponernos en comunicación con ayu-
da de estas enunciaciones» ( 1970, pág. 13 ). Apoyándose en HA-
b) Complejidad del modelo semiótico BERMAS ( 1971) (que a su vez ha adoptado importantes argumen-
· ·, ' ra tos del artículo de WUNDERLICH de 1968), WUNDERLICH llama a
Podemos agregar una motlvaC lOn mas pa ladconstitu ción de
d d e S esta competencia pragmática «competencia comunicativ(!». J. HA-
una lingüística pragmática: el modelo, representa ob. ,es e 1~\n~
p E Y CH MoRRIS en la lógica y en parte tam ¡en en ' BERMAS ha expuesto, para aclarar el concepto de competencia co-
i.~íls~~~ de ~na teoría semiótica completa que p:es~nta ~res,(? municativa, un amplio programa de una «pragmática universal»
g , 'd d del modelo) partes: sintaxis, semantica (sig~~tl­ o teoría de la competencia comunicativa, en la que se trazan es-
cuatro, epen e H NNE l971) La pragmauca tructur as generales de posibles situaciones comunicativas y en la
ca) y pragmática (cfr. ALTII~US y dE . -~os en ~elación con los
~~~1~:~s e~:~ ~~fee~~1.u~1i~~~~~a esi~;a;;s rJá;i~ash~á:S~i~doh:;
eJe la
5 Así por ejemplo,
en la investigación de las transformaciones
guaje; en la estilística y retórica; en la filosofía anglosajona del del len-
lenguaje;
experimentado un mtenso desarrollo, la p g en el análisis de BÜHLER sobre los constituyentes 'emprácticos' del
1970 ' 272) en la etnología empírica (investigación de los símbolos) y en :a sociologítexto;
si por completo descuidada (cfr. R.~- ST~LNAKER, . 'ti~;~1~ecua- a.
6 En este contexto WUNDER LICH considera, incluso,
y últimamente se reclama como objeto e una semio ' la inuoduc
una «forma de meta-competencia» como un componente má.; de ción de
la com-
petencia verbal, con el fin de caracterizar la capacidad de «modiEc
Una de las raras excepci?~es es ~- MAAS, 197!:970 18) y exige:
3 las reglas existentes, inclusión de elementos nuevos en el léxico», deación
Lo mismo subraya tambten D. wUNDERLICH
.¡ «Sólo esta meta-competencia explica el hecho de que se aprendan etc.
, . en el sen- lenguas,
«ante todo hay que ampliar el modelo mismo de la compete ncia que las competencias de los hablantes se diferencien socioJógicamente
tido del dominio de las situaciones posibles de habla ... ». finalmente, que los sistemas verbales sean sistemas variables• (1968, ...
pág. 20).

32 .3.3
que también se aclara cómo se transforman las frases en enu~­ la comunicación verbal se caracteriza por la misma creatividad
ciaciones. HABERMAS parte de la hipótesis siguiente: «la comum- que la gene.ración de frases nuevas. ÜLLER concluye «lo que nos-
cación como un acuerdo sobre los objetos, se realiza únicamen- otros necesitamos no es una teoría adicional de la actuación sino
te con' la condición de metacomunicación simultánea, es decir, un una teoría adecuada de la competencia» (506}.
acuerdo en el plano de la intersubjetividad sobre el exacto sen-
tido pragmático de la comunicación» ( 106 ). d} Actitud de la lingüística frente al empirism.o
W. AnRAHAM (1971) reclama una ampliación del concepto y la interdisciplinaridad
chomskiano de competencia. AnRAHAM señ?.la el hecho de que
la competencia de un hablante no sólo decide sobre la gramati- Los aspectos más importantes de los argumentos preceden-
calidad «sino también sobre las normas estilísticas esperadas Y tes se pueden resumir así: frente a la realidad comunicativa se
en gen~ral, sobre las formas de manifestación de la actividad ver- ha de. ?ecidir qué actitud quiere tomar la lingüística respecto al
bal que son típicas para determinados sectores de hablantes de «em?t.nsmo», es decir, frente al problema de la comprobación
una lengua (típico= conforme a la norma esperada)» (2). La empmca de ~u.s afir~aciones. La actitud que hay que adoptar,
competencia no es estática; cambia en el transcurso del des~rro­ frente. al empmsmo , uene que considerarse en diferentes niveles.
llo verbal. Así AnRAHAM amplía el concepto de competencia a ~?. ~nmer.lugar en la elección de la meta de investigación (lin-
costa del concepto de 'actuación' de CHOMSKY (cfr. también gu!s~Ica onentada a la comunicación o exclusivamente a la gra-
ABRAHAM y BRAUNMÜLLER, 1971 ). mauca _formal); (b) en -la elección del objeto de investigación
R. CAMPBELL y R. W ALES ( 1970) distinguen también entre ?ependien te de ella (sea la realidad verbal/o la comunicación
competencia gramatical y comunicativa. Señalan en el contexto Idealizada o únicamente abstracciones parciales de ella) s. final-
de discusiones psicolingüísticas sobre el aprendizaje de lenguas- ~ente, e~ los procedimientos de comprobación, así c~mo la
los factores con textuales (de forma verbal y no verbal) anterior- Impor~anCJa y . Jerarquía de los problemas de investigación.
mente descuidados en la formación de la competencia verbal: Por eJemplo, st se considera la lingüística como parte de una
«Sin embargo decimos que una adecuada psicología del lenguaje teoría de la comunicación, se sigue que la cuestió;t sobre la
debe tomar e'n cuenta, no solamente los aspectos creativos del ~acuita~ de~ , hablante natural, la formación de textos respecto
mismo, sino también el papel importante realizado por los fac- Cle .la sltl~~cton (o el uso adecuado respecto de la situación} y la
tores con textuales» ( 248 ). «.vmculaclOn» de los textos con la «realidad» (--+ teoría referen-
J. W. ÜLLER ( 1970 y 1972) ha sometido el modelo genera- Cial}~ son preguntas, l~gítimamente lingüísticas, que se tienen que
ti vista de competencia y actuación a una profunda crítica. ÜLLER co~stderar me;odologtcamente dentro de una teoría lingüística.
critica, en primer lugar, el principio reduccionista de la gramá- Ast pues, segun se responda a estas cuestiones se decide tam-
tica transformacional «la gramática transformacional asume que bién la ~m~o~tancia interdisciplinar y la capacidad de cooperación
el lenguaje es un sistema autónomo, independiente de su uso. d.e la diSCI?ltna lingüística. Si los argumentos precedentes son
Ignora el siguiente factor básico: el lenguaje es un instrumen to c~ert<?~, se mfiere que sólo una lingüística orientada ~ la comu-
para comunicar algo a alguien» ( 1970, pág. 504) ÜLLER muestra n.tcaclOn ( teorí~ d~l t:~t~) puede s~rvi~ de base a la sociolingüís-
a qué falsos planteamientos conduce est~. principio rer~uc~io­ ttca y . a 1~ pstcolmguisttca, a la crenc1a literaria, al 'málisis de
nista. Sobre dicho tema plantea su cnuca de la sigUien- contemdos , etc. y con ello puede llegar a ser una teoría básica de
te forma: la distinción original entre competencia y actuación la interacción socio-verbal (cfr. VAN DIJK, 1971, cap. IX).
expuesta por CHOMSKY se ha deteriorado por la equiparación de
competencia al conocimiento del hablante ideal de su lengua, 2.1.~. Después de estas consideraciones generales acerca de
«dejando entonces sin explicar el empleo real» 11 • Por eso fue la necest?ad de un.a teoría del texto, se deben tratar ahora algu-
necesario exigir una teoría complementaria de la actuación. Pero nos motzvos espectales, que en la lingüística inmediatamente an-
tal teoría no mejora la situación; el hecho es (según ÜLLER}, que
8 Cf>n. est~
argumento ni se niega que una lingüística orientada a la
comuntcact6n mcluya una gramática formal como teoría parcial ni se pasa
7 También U. MAAS, 1972a, censura con raz6n el hecho de que la GGT por alto el q~e en la práctica de la investigaci6n se tengan' únicamente
haya achacado la investigaci6n de la performance a la psicolingüistica. resultados paraales.

34 3.5
terior han sido causa de la exigencia de un componente pragmá-. respecto a ciertos presupuestos acerca de la naturaleza del mun-
tico teórico. do».
e) Semántica de la extensión y teoría de la referencia
También la estilística lingüística ha aportado diferentes argu-
mentos sobre la aceptabilidad como fenómeno contextua!, es de-
Si una gramática -según la pretensión de CHOMSKY- debe cir, que la aceptabilidad de los textos s6io se puede precisar bajo
describir la facultad de los hablantes para elaborar frases c~rrec­ la consideración de la situación comunicativa. Evidente mente es-
tas, aunque estas frases no se consideren como cade.nas. ?e s¡g~os te hecho no puede aclararse en el marco de una gramática de la
aislados sino como elementos integrantes de comumcac10n ~oc~al, frase o del texto, a no ser que ésta tenga en cuenta los compo-
de la misma forma una gramática del texto tiene que e~pl!car l,a nentes de la situación verbal y de la comunicación (cfr. W. KuM-
competen cia comunica tiva de una forma absolu~~' es deCJr, no .so- MER, 1972).
lo las reglas sintáctico-semáticas de la elaborac10n de frases,. smo Estos argumentos se pueden desarrollar orientándolos a
también el uso eficaz o aceptable de tales fr.ases en exprest~nes los problemas fundamentales de una semántica lingüística.
comunicativas. Por consiguiente, una gramática ~el ,J:exto onen- En la vieja disputa entre contextualistas y anticontextualistas
tada a la comunicación tiene que dar cuenta de como los hablan- (cfr. por ejemplo G. NICKEI:., 1965, y ScHMIDT, 1969) se ha dis-
tes acoplan adecuadamente .los ~?nstituye~tes. del text? con ele-
mentos no-verbales de la sttuac19n comumcatlva ( teona re~er~n­
cial; relación entre proposición y valor ?e verdad~ Y. el stgmfi-
i cutido detalladamente el problema de si los constituyentes del
texto «aportan » ellos mismos su significado,o si únicamente «re-
ciben» su significado en el contexto verbal o en el uso comuni-
cado «ontológico» que tienen las operaciOnes semantlcas en los tario. Este interrogante general aparece de nuevo hoy con algu-
1
textos verbales (cfr. semática de la extensión) 9 • i nas modificaciones; por ejemplo el problema de cómo se puede
'
describir gramaticalmente la ambigüed ad y la sinonimia. Las am-
f) Aceptabi lidad y ambigüed ad bigüedades en el proceso comunicativo (como se ve claramente
En la larga discusión sobre la gramaticalidad, e.s decir, la acep- en las representaciones lingüísticas de estructur a profunda) son
tabilidad de frases y textos, se ha puesto de mamfiesto que tam- resueltas en general espontáneamente por el oyente; para ello
bién las frases y series de frases (o textos y par~es de t~xto~) se- acude a la referencia o asociación de la enunciación con factores
mi gramaticales, se aceptan absolutamente en ctertas sitUaCiones del contexto y de la situación comunicativa. Esto muestra, pre-
verbales en la medida que cumplen, a pesar de sus elementos cisamente, el importan te papel semántico del contexto y de la
discrepantes, una función comunicativa eficaz. Así, T ..
DIJK ha demostrado ( 1971, IX, pág. 3) que la ac,epta?thdad de
VAN J:· situación comunicativa en la interpreta ción de una enunciación 10 .
D. WuNDERLICH ( 1971 ), apoyándose en BIERWISCH y KmFER
los textos se apoya tanto en «el hecho de que esten bten form~­ ( 1969) señala que deben distinguirse entre las puras experiencias
dos como en el que estén bien usados» G. LAKOFF (1971a, pa- verbales y enciclopédicas,. siendo estas últimas, experiencias in-
gina 329) ha demostrado que no se puede. hablar de, «buena for- tegradas en el contexto comunicativo. WuNDERLICH demuestra
mación» de frases en el caso de frases atsladas; s~lo . se puede la existencia de un número de relaciones semánticas «que no se
hablar de una «buena formación relativa o gramatzcalzdad» con pueden ni inscribir ni no inscribir con fijeza en el léxico de un
9 Cfr. D. WuNDERLICH (1971a, 156 y ss.): «Ahora se objetará
hablante. Únicamente se pueden admitir o no admitir, en depen-
que no dencia de ciertas situaciones verbales y funciones comunicativas»
es objeto de la lingüística formular las condiciones ?e v~rdad de l~s
Pero seguramente se estará de acuerdo con una exigencia algo J?~S m e-
fr:S, (154 ). Además WUNDERLICH señala el papel semejante del con-
rada: la descripción lingüística de una frase, que se puede uuhzar para texto comunicativo en los procesos semáticos que dan un signi-
una afirmación de hechos, debe proporcion~r todos los elementos que for·
mnn parte de la formulación de las condiciones de verdad: la persona, el
ficado a la frase.
ti~mpo y el lugar de la enunciación». Cfr. también _TH. BALMf;R (1971,
6 ): «tampoco se sostiene ya que una on~ología . ~meta tenga Impo~tan­ ro También P. N. }OHNSON-LAIRD (1970, pág. 265) subraya este aspecto
cia lingüística directa, sino 9':le una ontologia _relativiZada por la c<;>mumdad al sostener: «El punto fundamental, sin embargo, es que la ambigüedad
de hablantes, por los participantes, desempena ahora u~ l?.~pel Importan- aparente o la oscuridad dirigen al oyente a los aspectos relevantes del con-
te, incluso el papel esencial, en la perspectiva de algunos linguistas modernos texto para deshacer la ambigüedad de la oraCión. En este sentido una ora-
(véase MONTAGUE ... HINTIKKA ... )». ción puede ser definida como su propio contexto».

36 37
g) Coherencia del texto URMSON (1952) ha indicado otro interesante grupo de expresio-
nes, los llamados «verbos parentéticos»~ Cuando tales expresiones
Al intentar definir el concepto lingüístico de «texto» se ha (como por ejemplo, saber, creer, suponer, presumir, adivinar, es-
puesto de manifiesto que la coherencia de u~a porción de enuncia- perar, pronosticar) se utilizan en primera persona del presente
ciones (que permite calificar este agrupamtento como «texto»), no expresan, según URMSON, ninguna apreciación personal, sino
no es explicable únicamente de forma sintáctica e (intencional) s~­ que actúan como signos que dirigen la conversación: «Ellos mis-
mántica, sino que debe fundamentarse de una manera pragm~­ mos no tienen en dicho empleo ningún sentido descriptivo, sino
tica. La perfección semántica de un texto está estrechamente lt- que funcionan más bien como señales que orientan al oyente a
gada a factores comunicativos y referenciales, pero, se tiene que una apreciación exacta de una expresión en un contexto social,
diferenciar de ellos (cfr. VAN DIJK, 1971, VII pag. 32 y ss.). lógico o evidente. No son parte de una expresión hecha o expre-
En la mayoría de los casos, la interpretación semántica de un sión adicional, sino que funcionan en relación con una ex-
texto en una situación comunicativa depende de nuestro cono- presión ... » ( 495) 11 •
cimiento empírico, de presuposiciones y de formacion~s ~diciona­ Pertenece también a esta lista de motivaci9nes: la transcrip-
les implícitamente introducidas en el proceso comumcattvo (cfr. ción de la comunicación verbal en textos escritos en los cuales
también l. BELLERT, 1970). se prescinde de verbalizar explícitamente tales momentos de la
situación comunicativa que en la oración están din-ctamente al
h) Los «Catálogos WUNDERLICH-lSENBERG»
alcance, y por eso, sea por el gesto verbal (deíctica no-verbal),
D. WuNDERLICH ( 1968, 1970, 197la) ha estudiado detalla- sea por otras formas de indicación no-verbal, influyen en la pro-
damente una serie de fenómenos verbales que exigen la inclusión ducción y recepción de los textos (cfr. H. BRINKMANN, 1965).
de la «pragmática de la situación verbal» en una gramática del Todavía citaremos, entre otros el problema de la elipsis, los pro-
texto. Es suficiente nombrarlos: expresiones deícticas de perso- blemas de traducción de textos de culturas diferentes, la inter-
nas de tiempo y de lugar; formas de tratamiento (formas de pretación de textos literarios. Finalmente habría que subrayar que
cor~esía, respeto, confianza); formas de oración (oraciones directas el problema del énfasis (cfr. R. HARWEG, 1971) también se tiene
e indirectas) estructura de la oración y conclusión de la oración; que tratar desde el punto de vista de la lingüística pragmática. Por
modos graO.:aticales (interrogativo, imperativo, subjuntivo, con- ejemplo una frase como: «Pablo ha robado la bicicleta» puede, se-
dicional); adverbios de modo; expresiones performativas; condi- gún las posibles entonaciones, desempeñar diferentes papeles en la
ciones de coherencia de textos; forma reflexiva; contextos en situación comunicativa, dependientes del contexto y de las con-
textos de forma dialogada. diciones (por ejemplo, depende si Pablo está presente; si se ha
H. lsENBERG ( 1968) señala además la anáfora, selección de perdido una bicicleta o un coche; si la cuestión es causa de
artículos, orden de las partes de la oración, pronominalización y litigio; si se la había prestado o robado; si Pablo u otro ha
pro-adverbialización, colocación de los acentos en la frase, ~n­ cometido la acción, etc.) 12 •
tonación, énfasis y modulación, relaciones causales entre. oracto-
nes yuxtapuestas, sucesión temporal, propiedades referenctales de
nombres, etc.
i) 'V aria'
Por último habría que señalar diferentes motivaciones para
una pragmática lingüística explícita, punto que, por lo menos
parcialmente, hemos tocado con anterioridad. Para Y. BAR-HI-
LLEL ( 1954) la pragmática se ha ocupado de aquellos aspectos
11 Acerca del procedimiento generativista de tales problemas, cfr. D.
que CH. S. PEIRCE había llamado «expresiones léxicas>), es de-
WUNDERLICH, 1968, 1971.
cir, palabras o frases cuya referencia no se puede decidir sin co- 12 Cfr. también R. GUNTER, 1963, quien indica que la acentuación se-
nocimiento del contexto utilizado (por ejemplo, el pronombre ñala la relación de una frase /un texto con el contexto o la situación co-
personal 'yo' u oraciones en futuro « X morirá mañana». H. O. municativa.

38 39

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