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La inteligencia verbal o reflexiva reposa sobre una inteligencia práctica o sensoriomotriz, que se
apoya sobre los hábitos y asociaciones adquiridos para combinarlos de nuevo. Estos suponen, el
sistema de reflejos, cuya conexión con la estructura anatómica y morfológica del individuo es
evidente. Existe una continuidad entre la inteligencia y los procesos puramente biológicos de
morfogénesis y de adaptación al medio.
Las estructuras variables y las funciones invariantes: Entre el niño y el adulto hay una creación
continúa de estructuras variadas, aunque las grandes funciones del pensamiento permanezcan
intactas.
Funcionamientos invariantes: organización y adaptación:
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Adaptación: conservación y supervivencia; equilibrio entre el organismo y el medio. Distinguir entre
adaptación-estado y adaptación-proceso. Existe adaptación cuando el organismo se transforma en
función del medio, y cuando esta variación tiene por efecto un crecimiento de los intercambios
entre el medio y él mismo favorables a su conservación.
La inteligencia es asimilación, en medida que incorpora a sus marcos todo lo proporcionado por la
experiencia. Como ejemplo está el pensamiento que, gracias al juicio, hace entrar lo nuevo en lo
conocido y reduce así el universo a sus nociones propias; o la inteligencia sensoriomotriz, que
estructura igualmente las cosas percibidas reduciéndolas a sus esquemas: la adaptación intelectual
implica un elemento de asimilación.
La vida mental también es acomodación, porque al incorporar nuevos elementos a los anteriores,
la naturaleza los modifica para ajustarlos a los datos nuevos.
constituye una totalidad de partes diferenciadas. Todo acto de inteligencia supone un sistema de
implicaciones mutuas y de significaciones solidarias. Están implicadas las unas a las otras hasta el
punto de que es imposible asilarlas lógicamente.
Se combinan con todas las restantes y encuentran se encuentran en toda operación psíquica:
nociones de totalidad y de relación, desde el punto de vista estático; y desde el dinámico, ideal y
de valor.
Concordancia del pensamiento con las cosas y concordancia del pensamiento consigo mismo,
expresan la doble invariante funcional de la adaptación y de la organización: el pensamiento se
organiza as í mismo adaptándose a las cosas y es al organizarse a sí mismo cómo se estructuran las
cosas.
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Las relaciones funcionales que pueden existir entre el intelecto y la organización biológica no
pueden disminuir el valor de la razón; si la adaptación biológica es una especie de conocimiento
material del medio ambiente, se requerirán una serie de estructuraciones ulteriores para que de
este mecanismo puramente activo surja una representación consciente y cognoscitiva.
A: totalidad X relación
ORGANIZACIÓN • Función reguladora (reciprocidad)
B: Ideal (objetivo) X valor
(medio)
A: Cualidad X clase
• Asimilación: Función B: Relación cuantitativa X
implicativa
número
ADAPTACIÓN • Acomodación: Función
explicativa A: Objeto X espacio
B: Causalidad X tiempo
La noción de ideal y valor. Ideal es todo el sistema de valores en cuanto constituyen un todo, todo
objetivo final de las acciones y valores, los valores particulares relativos a este todo o los medios
que permiten llegar a estos objetivos. El valor es la expresión de la deseabilidad en todos los niveles.
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Doctrina biológica de la emergencia Las estructuras aparecen como unas síntesis irreductibles
→ Gestalt que se suceden unas a otras mediante una creación
continua