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TENDENCIA SECULAR

La tendencia secular o simplemente tendencia, son movimientos o variaciones


continuas de la variable de modo uniforme y suave, por encima o por debajo, que
se observan en el largo plazo durante un período de longitud prolongada.
Representan el comportamiento predominante o dirección general de la serie de
tiempo como ascendente o descendente. La gráfica de la tendencia suele ser una
curva suave y aun una línea recta que muestra la tendencia de las variaciones.
Ejemplos de tendencia secular son las ventas, exportaciones, producción y
el empleo.
La siguiente gráfica muestra la tendencia de exportaciones de la Empresa D & M en
período 2000-2009. Aunque los datos muestran ciertas variaciones están por
encima y por debajo de la recta de tendencia, la tendencia secular es ascendente.

Empleando Excel:
FLUCTUACIÓN CÍCLICA
Las fluctuaciones cíclicas son las variaciones que registra el PIB de una economía
en torno a su tendencia normal a largo plazo, alternándose fases en las que la
economía se sitúa por encima de esta tendencia y otras en las que se sitúa por
debajo.

Junto a estas variaciones del PIB se producen cambios también en otras variables
fundamentales de la economía (empleo, inflación, salarios reales, productividad,
etc.) que se califican como procíclicas, acíclicas o contracíclicas según cuál sea su
relación con los movimientos del PIB.

Las variables procíclicas son las que se mueven en el mismo sentido que el PIB a
lo largo de un ciclo. Por ejemplo, el empleo es procíclico: cuando aumenta el nivel
de producción las empresas necesitan contratar más trabajadores. Las variables
contracíclicas lo hacen en sentido contrario: un ejemplo es el saldo de la balanza
por cuenta corriente, que tiende a reducirse en las fases de mayor crecimiento. Por
último, una variable que tiene un comportamiento más bien acíclico es el salario
real.

 II. MEDIDA DEL SIGNO Y AMPLITUD DE LAS FLUCTUACIONES


 La forma habitual de medir las fluctuaciones cíclicas que experimenta una
economía es calcular la brecha de la producción (output gap) que es la
diferencia porcentual entre el PIB efectivo de la economía y su PIB potencial.
Este último es aquel que puede alcanzarse como máximo sin generar
desequilibrios macroeconómicos, y particularmente inflación.
 Por ejemplo, en el Gráfico 1 se recoge el PIB a precios constantes de la
media de la economía de la zona euro y su tendencia a largo plazo (extraída
a través del Filtro Hodrick-Prescott, que es un procedimiento estadístico
estándar utilizado frecuentemente para separar el componente cíclico y
tendencial de una serie).
 En el Gráfico 2, por su parte, se recoge el output gap resultante. Cuanto éste
es positivo, la economía se encuentra en una fase cíclica alcista, mientras
que un output gap negativo indica una fase baja del ciclo: la economía no
está produciendo todo lo que podría con los recursos productivos disponibles
y el estado actual de la tecnología, se registra una tasa de desempleo por
encima de lo normal.
La dificultad que plantea esta forma de medir las fluctuaciones cíclicas es que el PIB
potencial no es una variable observable, y que pueden utilizarse distintos
procedimientos alternativos para estimarlo. Los filtros estadísticos como el que se
ha utilizado para construir estos gráficos son sólo uno de estos procedimientos, pero
podríamos utilizar otros (por ejemplo, una función de producción agregada) que nos
llevarían a resultados algo diferentes. Por esta razón, los datos del output gap están
sujetos a un cierto grado de incertidumbre y experimentan frecuentemente
revisiones importantes, por lo que deben ser interpretados con cautela.

Una alternativa complementaria a la del output gap puede ser observar


directamente las variaciones que se producen en la tasa de crecimiento a corto
plazo de la economía, y distinguir entre aquellos periodos en los que la economía
crece por encima de la media de un periodo o crece por debajo de esta media.

Disponer de una medida adecuada de las fluctuaciones cíclicas es importante, ya


que las autoridades pueden aplicar medidas para tratar de neutralizarlas. Estas
medidas se denominan políticas anticíclicas y son principalmente las variaciones
del tipo de interés (se reduce cuando la economía está por debajo del potencial) y
del déficit público (en este caso, el gobierno tendería a incrementar el déficit para
impulsar la demanda agregada, y a reducirlo si la economía está en una fase
expansiva). Lógicamente, para que estas medidas puedan tener éxito es
imprescindible conocer a tiempo y con exactitud el tipo de fluctuación cíclica que se
quiere corregir.

En primer lugar debemos calcular el promedio de la demanda trimestral. Por


ejemplo, el Trimestre 1 y 5 corresponden al primer trimestre del año 1 y 2,
respectivamente y el promedio es (300+416)/2=358. Luego continuando el
procedimiento se obtiene el promedio trimestral de los próximos períodos. El total
de 2.716 unidades corresponde a la sumatoria de los promedios
trimestrales (358+650+1.038+670). Si dicha sumatoria la dividimos por 4
períodos (2.716/4=679) se obtiene lo que correspondería a la demanda de un
trimestre promedio sin estacionalidad. A continuación se calcula el factor de
estacionalidad o índice de estacionalidad dividiendo el promedio trimestral por la
demanda promedio trimestral sin estacionalidad.

Si el comportamiento histórico de la demanda de un producto tiene un marcado


comportamiento estacional una alternativa de pronóstico a evaluar es aquel que
utiliza de forma exclusiva los índices estacionales (también conocido como factores
estacionales o variación estacional). Dicho procedimiento por cierto es más acotado
que el Método de Descomposición y reduce el número de pasos necesarios para
realizar un pronóstico. Bloqueadores solares, helados, estufas, sistemas de aire
acondicionado, etc., son buenos ejemplos de productos que tienen un
comportamiento de la demanda claramente influido por la época del año y ante la
necesidad de extrapolar dichos patrones a futuro resulta necesario considerar la
estacionalidad en el método de pronóstico.
En primer lugar debemos calcular el promedio de la demanda trimestral. Por
ejemplo, el Trimestre 1 y 5 corresponden al primer trimestre del año 1 y 2,
respectivamente y el promedio es (300+416)/2=358. Luego continuando el
procedimiento se obtiene el promedio trimestral de los próximos períodos. El total
de 2.716 unidades corresponde a la sumatoria de los promedios
trimestrales (358+650+1.038+670). Si dicha sumatoria la dividimos por 4
períodos (2.716/4=679) se obtiene lo que correspondería a la demanda de un
trimestre promedio sin estacionalidad. A continuación se calcula el factor de
estacionalidad o índice de estacionalidad dividiendo el promedio trimestral por la
demanda promedio trimestral sin estacionalidad.

Si la demanda para los próximos 4 trimestres es de 2.000 unidades entonces se


espera que la demanda trimestral sin estacionalidad sea simplemente asumir que
la demanda anual se divide en 4 trimestres (es decir 500 unidades) y luego se
ajusta dicho resultado por los factores de estacionalidad estimados anteriormente.
Notar que la sumatoria de los pronósticos de demanda
son 2.000 unidades (263,5+478,5+764,5+493,5) y la demanda proyectada
considera las características estacionales de la demanda. El siguiente gráfico
muestra el comportamiento de la demanda histórica (líneas azul y roja) y la
demanda pronosticada (línea verde).

Una forma alternativa de representar la misma información es en un gráfico de línea


donde con color rojo, amarillo, verde y azul, se muestra el comportamiento de la
demanda de los Trimestres 1, 2, 3 y 4, respectivamente, quedando de manifiesto
que el método utilizado logra rescatar el comportamiento estacional de la demanda.

VARIACIÓN ESTACIONAL
Patrones de cambio en una serie de tiempos en un año. Tales patrones tienden a
repetirse cada año. El componente estacional se refiere a un patrón de cambio que
se repite a si mismo año tras año. En el caso de las series mensuales, el
componente estacional mide la variabilidad de las series de enero, febrero, etc. En
las series trimestrales hay cuatro elementos estaciónales, uno para cada trimestre.
La variación estacional puede reflejar condiciones de clima, días festivos o la
longitud de los meses del calendario.
Las principales fuerzas que causan una variación estacional son las condiciones del
tiempo, como por ejemplo:
1) En invierno las ventas de helado
2) En verano la venta de lana
3) Exportación de fruta en marzo.
Todos estos fenómenos presentan un comportamiento estacional (anual, semanal,
etc.)

TENDENCIA LINEAL
SEP DGEST SNEST

TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE CERRO


AZUL
ESTADÍSTICA INFERENCIAL II

UNIDAD 3 “SERIE DE TIEMPOS”

Presentado por:
JORGE EDUARDO APARICIO LEZAMA

CELINA BRUNEY HERRERA SALDIVAR

ING. EN GESTIÓN EMPRESARIAL

Catedrático(a):
Lic: Eglantina Chue Rubio

Cerro Azul, Ver Fecha: 17/10/2018

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