Sunteți pe pagina 1din 2

Consejos para escribir como un excelente abogado

Una de las principales dificultades a las que se enfrentan los estudiantes de Derecho
y jóvenes abogados (e incluso abogados experimentados) es la redacción de la
pieza procesal. Dominar el arte de la escritura, en cualquier segmento de actuación,
es resultado de práctica y dedicación. No existe un camino que no pase por ejercicio
continuo, hábito de lectura y reflexión, pues saber escribir presupone saber leer y
pensar, algo que también tiene mucho que ver con el marketing jurídico.
La diferencia entre la escritura y la oratoria (otra competencia fundamental para un
abogado) es la forma en que sus pensamientos se comunican a otras personas, de
manera escrita o verbal. En ambos casos, sus palabras serán interpretadas por el
interlocutor por medio de la lectura o la audición. Y ahí está el principal problema.
Si la redacción no es clara y de fácil comprensión, se corre un serio riesgo de ser
mal (o no ser) comprendido. Como estas actividades (leer, pensar, escribir) están
íntima y directamente ligadas, podemos suponer que quien escribe mal piensa mal
y lee mal (o no lee). Leer, por lo tanto, es fundamental para escribir bien. Pero la
lectura no basta para mejorar la redacción. Es necesario comprender lo que se ha
leído, las ideas detrás de las palabras.
La productividad en la abogacía
Asignar al Poder Judicial la responsabilidad exclusiva por la lenta tramitación de
algunas acciones judiciales es una idea simplista y completamente equivocada. Hay
muchos y variados factores involucrados en el resultado final de esa ecuación. Lo
que deberíamos hacer es preguntarse cómo podríamos ayudar a acortar ese
camino. Una idea simple es mejorar la elaboración de nuestras piezas procesales.
A pesar de que algunas de estas piezas poseen requisitos propios, como es el caso
de los recursos extraordinarios, por ejemplo, se puede crear un conjunto de
consejos valiosos para mejorar y agilizar su producción.
Organización de las ideas
Dividir la pieza procesal en temas y subtemas es una manera de dejarla organizada,
lo que ahorra el tiempo del lector y lo ayuda a acompañar su razonamiento. Una
sugerencia interesante es crear un esquema con las principales ideas antes de
desarrollarlas. Esto le mostrará si la información está bien organizada, lo cual
también es una excelente estrategia del marketing jurídico que se debe de tener en
cualquier empresa.
Lenguaje claro
El Derecho posee lenguaje y términos técnicos propios, cuyos significados deben
ser preferentemente usados en la redacción de una pieza procesal. No hay motivos
para el uso de términos de lenguaje cotidiano, cuando hay en el lenguaje jurídico un
término técnico correspondiente. Otra sugerencia es evitar, siempre que sea
posible, las abreviaturas.
Buena técnica procesal
Para que una pieza procesal (petición, requerimiento o recurso) pueda ser
considerada bien redactada, el marketing jurídico indica que es necesario que haya
conocimiento y utilización de la técnica procesal, observando cuáles son los
elementos esenciales que cada pieza debe contener conforme a lo previsto en la
legislación propia.
Etiquetas: Redacción, Abogados, Marketing Jurídico

S-ar putea să vă placă și