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BIOGRAFIA

Adam Smith fue un economista y filósofo escocés del siglo XVIII. Nació en Kirkcaldy
(Escocia) el 5 de junio de 1723. Es uno de los principales autores de lo que se
denomina economía clásica.

Debido a que su familia era bastante acomodada, pudo acceder a la Universidad de


Glasgow en 1737. Ahí recibió la influencia de Francis Hutcheson, un
reputado profesor de filosofía moral.

En 1740 obtuvo una beca para estudiar en el Balliol College. Su paso por ambas
universidades tuvo una gran influencia en su obra como economista.

Una vez concluidos sus estudios, volvió a su tierra natal en 1746. Allí intentó ejercer
como profesor adjunto hasta que en 1751 la Universidad de Glasgow le ofreció la
cátedra de Filosofía Moral.

Permaneció en el cargo durante 12 años, en los que publicó su primer libro llamado
“La teoría de los sentimientos morales”. Fue un éxito que acrecentó su reputación y
que serviría como base para su segunda y más conocida obra.

En 1763 fue contratado por Charles Townshend para que tutelase a su hijastro. Los
tres años que permaneció a cargo de su pupilo, le proporcionaron una ampliación
considerable de sus conocimientos.

Por un lado, conoció a muchos fisiócratas franceses, lo que explicaría por qué sus
teorías emanan de la Fisiocracia (y cogen el lema de “Laissez faire, laissez passer”).

Por otro lado, estableció relaciones con muchos filósofos y pensadores ilustrados
(Diderot, D’Alembert, David Hume) que influyeron de forma decisiva en su forma de
entender la sociedad y el mundo que le rodeaba.

Tras su periplo por Europa, Smith regresó a Kirkcaldy y empezó a desarrollar su


propia teoría económica. Se basó en las ideas de Quesnay y Turgot, dos de los
máximos exponentes de la Fisiocracia.
Tardó diez años en finalizar su obra más importante: “Investigación sobre la
naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”. Fue publicada en 1776 y es
el pilar básico de la doctrina del liberalismo económico.

En dicha obra defiende el trabajo y la actividad del hombre como las fuentes de toda
riqueza. Ambos conceptos se ven acrecentados por la división del trabajo, según
Smith. El mecanismo de regulación de la economía lo atribuía al interés personal,
así como al libre funcionamiento de la oferta y la demanda.

Defendió a ultranza el capitalismo en su forma más liberal y planteó los principios


básicos de los impuestos.

Sin embargo, el optimismo que defendía Smith sobre el bienestar social no se


aparece en lo que respecta al reparto de riquezas, ya que la renta y el beneficio
reducían los salarios y las clases superiores oprimían a las inferiores.

Esto hizo que después de unos años apareciesen corrientes alternativas a la


economía clásica capitalista de doctrina liberal, como por ejemplo el socialismo o el
comunismo.

Desde 1778, ejerció como director de aduanas en Edimburgo. Como muestra de


agradecimiento a toda una vida dedicada a la enseñanza, fue nombrado rector
honorífico de la Universidad de Glasgow en 1787.

Falleció el 17 de julio de 1790 en Edimburgo, siendo considerado uno de los mejores


economistas de su época y gozando del respaldo y del respeto académico.
LIBROS ESCRITO

Teoría de los sentimientos morales

La Teoría de los sentimientos morales de 1759 empieza por la exploración de todas


las conductas humanas, en las cuales el egoísmo no parece desempeñar un papel
determinante, como aseguraba Hobbes. Sin embargo, sí confiere razón a los
postulados de Hobbes en que la primera tendencia del ser humano es la del amor
hacia sí mismo. De ahí que se vea obligado a controlar y dominar su egoísmo,
elemento fundamental para que la vida en comunidad no se convierta en una guerra
de todos contra todos.

Lo que se expone entonces es el proceso de simpatía (o empatía), a través del cual


un sujeto es capaz de ponerse en el lugar de otro, aun cuando no obtenga beneficio
de ello. Adam Smith lo explica por la influencia de la necesidad de ser aprobado por
los demás. Con esto se busca criticar a la concepción utilitarista, como aparece
en Hume. El desarrollo de la obra lleva al descubrimiento del «espectador
imparcial», la voz interior que dictaría la propiedad o impropiedad de las acciones.

La riqueza de las naciones (The Wealth of Nations)

En 1776, Smith publicó su obra Una investigación sobre la naturaleza y causas de


la riqueza de las naciones (o simplemente La riqueza de las naciones), después de
más de diez años de trabajo, por la cual es considerado por muchos especialistas
el padre de la Economía Política. Esta obra representa el intento por diferenciar la
economía política de la ciencia política, la ética y la jurisprudencia. Un elemento
fundamental para esta diferenciación fue la crítica al mercantilismo, corriente
heterogénea que venía desarrollando nociones económicas desde el siglo XV, más
vinculada a los imperios coloniales que a la naciente revolución industrial.

Él mismo consideraba esta serie de volúmenes como una exposición parcial de una
obra más amplia sobre Los principios generales de la ley y del gobierno, y de las
diferentes revoluciones que en estas se han producido en las diferentes épocas y
periodos de la sociedad, obra que deseaba escribir pero que nunca llegó a
completar. Incluso en La riqueza de las naciones, para Smith la ciencia económica
era mucho más que la teoría de precios, producción y distribución, moneda y banca,
finanzas públicas, comercio internacional, y crecimiento económico, campos que
hoy en día se consideran como especialidades en sí mismos. Todos estos temas
se discuten en el libro, pero también incluye detalladas discusiones sobre temas tan
diversos como historia eclesiástica, demografía, política educacional, ciencias
militares, agricultura, y asuntos coloniales

Publicaciones póstumas

En 1795, los albaceas literarios de Smith, Joseph Black y James Hutton, editaron y
publicaron una colección de «Ensayos sobre Temas Filosóficos» que incluía un
juvenil ensayo sobre la «Historia de la Astronomía» que aparentemente formaba
parte del proyecto más amplio de una «historia de las ciencias liberales y artes
elegantes». La más conocida edición moderna de estos ensayos es la de J. R.
Lindgren (ed.), The Early Writings of Adam Smith (Nueva York. Kelley. 1967), que
también incluye su ensayo sobre la formación de los idiomas.

Antes de su muerte, Smith había ordenado la destrucción de la mayoría de sus otros


manuscritos inéditos, entre los cuales probablemente se encontraban sus
conferencias sobre religión natural y sobre jurisprudencia, lo mismo que sus
lecciones sobre retórica. La mayor parte de este material probablemente se perdió
para siempre, aunque ciertas partes han sido recuperadas indirectamente en la
forma de apuntes tomados por sus estudiantes en los años 1762-64.

En efecto, en 1895 Edwin Cannan, de la London School of Economics, se enteró de


la existencia, en manos de un abogado de Edimburgo, de un manuscrito que
identificó como los apuntes de clase, tomados por un estudiante, de un curso sobre
jurisprudencia dictado por Smith poco antes de su viaje a Francia. (Posteriormente
se logró establecer que estas conferencias fueron efectivamente dictadas durante
la porción del ciclo académico de 1763-64 que precedió su partida). Cannan editó
estos apuntes y los publicó bajo el título de Lectures on Justice, Police, Revenue
and Arms, delivered in the University of Glasgow by Adam Smith (Oxford. Clarendon
Press, 1896).
En 1929, la Biblioteca Clements de la Universidad de Míchigan adquirió una
colección de documentos que habían pertenecido a Alexander Wedderburn (lord
canciller del Reino Unido entre 1793 y 1801), entre los cuales se encontraba un
manuscrito que el Prof. G. H. Guttridge identificó como un memorando sobre «El
Problema Americano» escrito por Adam Smith en 1778. Este manuscrito fue editado
por Guttridge y publicado en la American Historical Review, nº 38 (1933), pp. 714-
20.

Finalmente, dos juegos adicionales de apuntes de clase fueron descubiertos por


John M. Lothian en 1958. Uno de estos correspondía a un curso de retórica y letras,
dictado por Smith en Glasgow en la sesión 1762-63. Estos apuntes fueron editados
por Lothian y publicados bajo el título Lectures on Rhetoric and Belles
Lettres (Londres. Nelson, 1963). El segundo juego de apuntes, correspondiente al
curso de jurisprudencia dictado durante la misma sesión, no fue publicado sino
hasta 1978, como parte de la Glasgow Edition of the Works and Correspondence of
Adam Smith (Oxford University Press, 1976-83).
PENSAMIENTO ECONOMICO

Smith realiza el primer intento por diferenciar la economía de la ciencia política, la


ética y la jurisprudencia. Supone el primer apoyo conceptual crítico a la corriente
mercantilista imperante desde el siglo XV y más tendente al comercio de las
colonias, que a la naciente revolución industrial que plasma históricamente en su
libro. La tesis central de esta obra afirma que la clave del bienestar social se
fundamenta en el crecimiento económico y, este, tiene su motor en la división del
trabajo.

Se diversifica el trabajo a medida que se tienen mercados más grandes y más


profundos. Demandantes de trabajadores especializados en hacer cosas diferentes.
Es decir, se producen más cosas y más cantidad, cosas más complejas y diferentes
y, por lo tanto, se requiere más mano de obra con mayores habilidades. A través de
esta tesis, entra en juego la doctrina de la mano invisible, cuyo postulado principal
es que el egoísmo individual fomenta, como una especie de mano invisible, el
bienestar común. La teoría nace de su anterior obra, La teoría de los sentimientos
morales, en donde se dice que solo la empatía con el egoísmo del otro, el
reconocimiento de sus necesidades, sirve para alumbrar las necesidades propias:
“dame lo que necesito y tendrás lo que deseas”.

El pensamiento de Adam Smith centrado en la economía capitalista o de libre


mercado, explica que de acuerdo a este tipo de sistema económico, “los individuos
son capaces por si mismos de dar respuesta de forma acertada al qué, al cómo y
para quién producir”. En este sistema, el Estado realiza sólo las funciones que les
son naturales y que no se pueden dejar en manos de la iniciativa privada, como lo
son la defensa nacional o la administración de justicia, sin que desvíe la toma de
decisiones de aquella que libremente elijan los agentes económicos.

En ese sentido, el funcionamiento de la economía capitalista parte del planteamiento


teórico de Smith, siendo el primero en sistematizar analíticamente en su discurso la
problemática económica. Para explicar el funcionamiento de una economía
capitalista o no intervenida, utiliza el llamado esquema de flujo circular de la renta,
el cual representa muy sencilla pero extremadamente útil del funcionamiento de un
mercado. A través del flujo circular de la renta los productores y consumidores son
capaces de ponerse de acuerdo en precios y cantidades, basándose cada uno en
la búsqueda de su propio interés, ese mutuo acuerdo que establece el equilibrio del
mercado se alcanza mediante “la mano invisible” que define Smith, por tal razón,
consideraba que si se obstaculizaba la libre competencia dejaba de funcionar la
mano invisible y la sociedad estaría en desequilibrio.

El antecedente inmediato de alguna forma, por así referirlo históricamente para


Adam Smith fueron algunas ideas importantes en Jenofonte quien sería uno de los
pensadores que escribiese sobre elementos relacionados a la economía. Así, en
el Económico, Jenofonte, 380 años antes de Jesucristo pone en boca de Sócrates
que la economía es «un saber» que «permite a los hombres acrecentar su
hacienda»; considerando que la hacienda es «lo mismo que la totalidad de las
propiedades», y definiendo la propiedad como «lo provechoso para la vida de cada
cual». Ahora bien, el propio Jenofonte, tras esta definición tan moderna y subjetivista
de la economía.

Se trata, en suma, de aumentar los bienes por la vía de la creatividad empresarial,


es decir, del comercio y la especulación, más que evitando el despilfarro de los
recursos que ya se poseen. Dos son los ejemplos de actividades concretas que
Jenofonte presenta para ilustrar este quehacer basado en la creatividad
empresarial. Por un lado, el comprar tierras mal cultivadas o yermas, mejorándolas
y vendiéndolas después mucho más caras. Otro ejemplo de eficiencia dinámica que
permite incrementar la hacienda y allegar nuevos recursos, que antes no se
poseían, es el de aquellos comerciantes que compran trigo ahí donde éste es
abundante, y por tanto barato, y lo transportan y venden mucho más caro ahí donde
por existir sequía o una mala cosecha se ha propagado la escasez y el hambre
(Jenofonte, 1966: 426).
BIBLIOGRAFÍA

https://redhistoria.com/biografia-de-adam-smith-padre-del-liberalismo-economico/

https://es.wikipedia.org/wiki/Adam_Smith#Obra

http://www.eumed.net/rev/tlatemoani/14/pensamiento-economico.html

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