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ARQUITECTURA MODERNA EN LATINOAMÉRICA

LA MODERNIDAD EN LATINO AMÉRICA Y SUS PRIMERAS MANIFESTACIONES


En América Latina, la arquitectura ha pasado por muchas etapas, desde los preceptos
estéticos del siglo XIX hasta las ideas e influencias internacionales avanzadas. La modernidad es
un fenómeno eminentemente europeo, por lo que se cancelaba la posibilidad de que América
Latina pudiera llegar a ella y, dado el caso de que pudiera existir, se tendría que entrar en una
relación conflictiva con la identidad latina. Se llegó a desconfiar de los elementos raciales
propios, como lo indígena, lo negro e inclusive, lo español, ya que no tenían aptitudes para la
civilización y en consecuencia, para el progreso.
La arquitectura de la región consistía en un eclecticismo generalizado, esta situación se
complicó con los movimientos reformistas europeos. Dentro de este confuso panorama surgió la
preocupación por las raíces arquitectónicas, lo cual derivo en otros revivals. De manera que la
arquitectura moderna arribó a América Latina cuando sus sociedades eran tradicionales, la
industrialización casi inexistente y el eclecticismo arquitectónico total.
América Latina llegó a ocupar una posición de liderazgo mundial en términos de la
arquitectura moderna, a la vez que expresaba de forma original su sentir regional. Este fue un
período entre 1930 y 1960 donde varios países del continente produjeron una arquitectura
altamente innovadora, por lo que al resto del mundo solo le quedó ser un espectador ante ella.
Fue reconocida internacional a través de exhibiciones (Feria Mundial de 1939 en Nueva York, y
MoMA2) y publicaciones (Violich, 1944; Myers, 1952; Hitchcock, 1955; Mindlin, 1956, etc.)
que la pusieron a la cabeza en el diseño de ciudades universitarias y la construcción masiva de
viviendas públicas, pero en especial por su inventiva y la forma de combinar lo moderno con los
rasgos locales.
Gracias al comienzo de la arquitectura moderna se dio paso a tendencias o estilos
arquitectónicos y artísticos, como el eclecticismo, la arquitectura neocolonial española, también
hispano- americana o hispano-estadounidense, el estilo neoindigenista, la tendencia neobarroca,
así como el Art Decó el cual en países coloniales o periféricos tales como Cuba, Colombia,
Argentina, México, Ecuador y Venezuela, se convirtió en una puerta de entrada al Modernismo y
continuó siendo utilizado bien hasta los años 1950.
En América Latina se pueden encontrar durante este periodo varios exponentes del art
decó como José Fioravanti en Argentina. Este movimiento es en un sentido, una amalgama de
muchos estilos y movimientos diversos del temprano siglo XX, y a diferencia del Art Nouveau
se inspira en las Primeras vanguardias. Las influencias provienen del Constructivismo, Cubismo,
Futurismo del propio Art Nouveau del que evoluciona y también del estilo racionalista de la
escuela Bauhaus.

PAÍSES DONDE LA MODERNIDAD ES RELEVANTE EN LATINOAMÉRICA


En Latinoamérica existen edificios que podrían estar en Asia que en Canadá, ya que han
sido adoptados mas no adaptados a un contexto determinado; pero también existen obras que
gozan de particularidades que responden al análisis profundo del contexto en que se ubican ya
que conjugan coherentemente. Se consideran epicentros de la nueva arquitectura latinoamericana
a México, Argentina y Brasil.
Argentina tuvo una sintonía inmediata con la modernidad gracias al flujo de arquitectos
europeos. Vladimiro Acosta contribuyó a este auge. Además de eventos importantes como el
Primer Congreso Panamericano de la Habitación Popular en 1939, permitiendo el intercambio
entre varios países.
En Brasil los primeros indicios de arquitectura moderna corresponden a la década de los
20-30. La visita de Le Corbusier en 1936 tuvo gran influencia en este país. Considerando como
punto inicial de la arquitectura moderna el Edificio del Ministerio de Educación y Salud (1945)
de Rio de Janeiro. Otros países como México, Chile, Uruguay, Perú, Cuba y Puerto Rico han
sido parte de grandes exhibiciones de la arquitectura moderna.

OBRAS MÁS IMPORTANTES


Entre las obras más importantes que han explotado y son reconocidas por ser parte del
movimiento moderno en Latinoamérica está la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria
UNAM, en México, diseñada por el arqutiecto Juan O’Gorman, la cual muestra el desarrollo
moderno del país, marcando una planta baja libre y una geometría racional. Murales recubren las
fachadas con alusiones del pasado indígena. Por otro lado está el Museo de Sao Paulo (1968) en
Brasil, obra de la arquitecto Lina Bo Bardi, signada por el brutalismo de Le Corbusier, la misma
no solo es un espacio cultural cerrado con planta baja libre, sino un lugar que enriquece la vía
pública de la ciudad.
Además también está la Catedral de Brasilia, obra terminada en 1970, ubicada en Brasil
y diseñada por el reconocido Oscar Niemeyer. Este diseño está basado en los paisajes dominado
por los moros y las curvas, optimizando la economía de los recursos. Así mismo se puede referir
a la Iglesia del Cristo Obrero, (1958), situada en Atlántida, Uruguay, la misma fue diseñada por
Eladio Dieste. El ladrillo es usado como elemento principal en la obra arquitectónica, la cual está
basada en una forma humanista.

DETERMINANTES CULTURALES QUE INFLUYEN EN EL PROCESO DE


FORMACIÓN DEL MOVIMIENTO MODERNO Y EN SU POSTERIOR TRASLADO
AL CONTEXTO VENEZOLANO
La modernidad se presentó como una opción alternativa para fincar la identidad y se
buscó la manera de alejarse de la tradición hispánica e indígena, en la medida que éstas
representaban el oscurantismo y el atraso. Desde entonces, el proceso de adopción y adaptación
ha resultado en elementos propios que forman su identidad, formando una fusión cultural. Por
ello, algunos latinoamericanos se opusieron a ella y otros la quisieron imponer. La crisis
económica de 1929 coincide con la popularización de las nuevas tendencias racionalistas
europeas, con el trasplante del funcionalismo de las tierras industriales a los trópicos de América.
Después de la Segunda Guerra Mundial se produce un hecho de enorme trascendencia: la
aparición de la gran industria. El cambio de las estructuras sociales y las nuevas necesidades
hacen que se planteen problemas estéticos que no pueden ser satisfechos por las formas artísticas
tradicionales. Más que los arquitectos, son los ingenieros los característicos representantes de la
construcción de esta época de la revolución industrial.
Sociedades culturalmente dependientes como Latinoamérica, impulsadas por un
desarrollo obligado de las grandes naciones industrializadas (finales del siglo XIX) y
prácticamente dependientes de los dictámenes de estas culturas superiores, la eurocéntrica y
norteamericana entraron en declive arquitectónico por su arquitectura vernácula y la balanza
entre la tradición e innovación cayo a favor de lo global, todas estas transformaciones supusieron
también el cambio de las miradas de la realidad y el gusto estético. De forma que los impulsó a la
simplificación de las formas, la ausencia de ornamento y la renuncia consciente a la composición
académica clásica.
La revolución industrial tuvo gran influencia en Venezuela con la llegada de la
producción en masa, máquinas que sustituían la mano obrera, el boom petrolero, así aparecieron
los primeros vehículos y se realizaron las primeras carreteras, se vio la necesidad que construir
grandes cantidades de viviendas y organizar urbanismos y servicios, así como la construcción de
institutos educacionales de gran potencial arquitectónico, ya que muchas industrias invirtieron
aprovechando la materia prima y hubo gran movilización de ciudadanos de todas partes del
mundo. La historia de la nación y en consecuencia la de su arquitectura, está estrechamente
ligada al desarrollo petrolero (y por ende a su política exterior e interna), de manera que se
podría afirmar que el petróleo ha sido el combustible de la modernización.

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