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Original: inglés
La Administración
Moderna de Archivos y
la Gestión de Documentos:
El Prontuario R A M P
recopilado por
Peter W a l n e
con la asistencia de
un grupo de trabajo
del Consejo Internacional
de Archivos
© Unesco, 1986
Impreso en 1986 por la Oficina Regional
de Ciencia y Tecnología de la Unesco
para América Latina y el Caribe - ROSTLAC -
Montevideo - Uruguay
- i -
PREFACIO
Los elementos básicos del Programa RAMP reflejan los temas genera-
les del Programa General de Información. Así, pues, el RAMP comprende
proyectos, estudios y otras actividades destinadas a:
INDICE
Introducción
II PRINCIPIOS BÁSICOS
VI VALORACIÓN Y ELIMINACIÓN
X CONSERVACIÓN
Peter Walne
15 de octubre de 1983
LA FUNCIÓN DE LOS ARCHIVOS
INTRODUCCIÓN
CONCEPCIONES TRADICIONALES
- 1-
De otro lado, algunos estados que no contaban oon fondos de
archivos ni tan antiguos ni tan ricos fueron montando servicios de
archivo con vocación administrativa acentuada. El personal de
estos servicios, carente de información histórica, era reclutado
en los cuadros de funcionarios de la administración, o entre biblio-
tecarios y documentalistas, y luego entrenado específicamente para
asegurar la documentación de las autoridades.
EVOLUCIÓN
- 2 -
De hecho, son muy fuertes las reticencias ante esta concepción
que, para muchos, significa una desviación de la verdadera función
de los servicios de archivo. Así si bien es cierto que en la Repú-
blica Federal de Alemania los archivos Federales y los de algunas
Regiones (Renania del Norte Westfalia) sienten que les concierne el
problema global de los documentos administrativos contemporáneos, la
mayoría de las Regiones sólo aceptan tomar a su cargo archivreife o
ardiivwürdi^ , es decir aquéllos que por su interés para la histo-
ria o por la utilidad de su contenido jurídico merecen ser conserva-
dos definitivamente o por largo tiempo. Esta concepción se halla
muy carcana a la manifestada por los archivos de la República Demo-
crática Alemana, los de Austria o los de la gran mayoría de los can-
tones suizos. Igual cosa acontece en los Países Bajos, donde, por
principio, los Archivos del Estado solamente reciben documentos de
más de cincuenta años, y excepcionalmente, algunos de más de vein-
ticinco .
- 3 -
a su recorrido a través de los servicios, hasta la concepción, la
redacción y la dactilografía del domuento. Es decir que la ges-
tión de archivos tona en sus nanos el documento de trabajo en su
conjunto, mirándolo desde el punto de vista de la organización de
las oficinas administrativas, y de modo especial, bajo el ángulo de
la normalización del trabajo y del material, incluso la formación
del personal administrativo.
Nos parece pues oportuno, que se ponga freno, sobre este punto, a
una evolución que, si bien es deseada por algunos, no la creemos sana
en el plano de la doctrina y de las realidades. Con la adopción de
tal concepción se corre el riesgo de comprometer los fines propios de
los archivos y de malgastar el formidable potencial científico que
encierra su personal. Todavía nos queda por definir aquí, con al-
guna precisión, en qué consiste esta misión de los archivos.
- U -
Costa de Marfil: Dirección de Archivos Nacionales (Dr. Kessé,
director adjunto).
Dahomey: Instituto de Investigacioanes Aplicadas (J.A. Djivo,
director jefe del Servicio de los Archivos Nacionales).
Finlandia: Archivos Nacionales (M. Kerkkonen).
Francia: Dirección General de Archivos (G. Duboscq, Inspector
General).
Gran Bretaña: Archivo Nacional
Grecia: Archivos Nacionales (A. Diamantis, director suplente).
Hungría: Dirección de Archivos (J. Varga).
Israel: A. Bein, archivista del Estado.
Italia: Dirección General de Archivos del Estado (G. Antonelli,
Director del Servicio de Asuntos Archivísticos-técnicos).
Malasia: Archivos Nacionales (Dato Alwi Jantan, director).
Noruega: Dirección General de Archivos Nacionales (D. Mannsa-
ker).
Países Bajos: Archivos Generales del Reino (A.E.M. Ribberink) y
la Asociación Neerlandesa de Archivistas (R.A.D. Renting).
Polonia: Dirección General de Archivos del Estado (A. Ptasni-
kowa. Servicio de Investigacioanes).
Rumania: Dirección General de Archivos
Suecia: Archivos Nacionales (0. Jagerskiold).
Suiza: Archivos de la Confederación (L. Hass); Asociación de
Archivistas Suizos (B. Meyer).
Checoeslovaquia: Administración de Archivos Checos (V. Sykora);
Administración de Archivos eslovacos.
Yugoeslavia: Archivos Federales (F. Biljan).
- 5 -
Nadie puede negar la existencia de un depósito o servicio de
archivo, por el hecho que no esté en capacidad de organizar exposi-
ciones, de recibir visitas escolares, o de publicar documentos. Estas
actividades son simplemente consecuencia de la misión primaria de los
archivos, o mejor, de su doble misión: responsabilidad por la con-
servación del material archivístico y vocación para facilitar todos
los medios de acceso a esa masa docunental.
- 6 -
que, habiendo dejado de ser útiles para el servicio cotidiano, no por
ello pueden ser eliminados ni transferidos a un depósito de archivo.
Tampoco insistiremos sobre este problema que es bien conocido por los
archivistas y que ha sido objeto de discusiones en todas las instan-
cias nacionales e internacionales de la profesión.
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los usuarios. Primero, deben proporcionar a las autoridades guberna-
mentales toda la documentación que requieran. Luego deben facilitar
al publico toda la información relacionada con sus legítimos inte-
reses, y expedirle las copias de piezas y certificados que demande.
Finalmente, y por razón de su propia naturaleza, los archivos tienen
obligaciones especiales frente a los institutos de investigación
científica y los inyestigadores individuales, sobre todo en el domi-
nio de la historia. A lo anterior se añade (puede añadirse) que
también han de llevar su interés a iniciativas en el campo de la
educación escolar y popular ( conferencias, exposiciones, etc.) en
cuanto sean compatibles con los recursos de personal y locativos que
dispongan. Sobre este último punto volveremos más adelante.
PRIORIDADES?
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civil, para efectos de una selección definitiva de los materiales.
En los Países Bajos, la Ley de Archivos de 1962, puesta en vigencia
el 1 de Mayo de 1968, asigna a los archivos la responsabilidad en
la conservación y la eliminación de los documentos corrientes de la
administración paralela a su tarea tradicional en materia de archivos
históricos. La misma tendencia se advierte en Alemania Federal: tan-
to en los Archivos Federales como en los de algunas Regiones. Se
comprende que estos hechos influyan actualmente sobre ciertas orienta-
ciones del oficio del archivista.
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cierto esto, que la respuesta italiana, al referirse a las relaciones
entre los archivos y las instituciones de investigación histórica,
se limita a afirmar que los archivos son, por definición, centros de
investigación histórica: que sus trabajos y publicaciones (empe-
zando por sus inventarios) son de naturaleza científica, y que su
labor contribuye al progreso de las ciencias a la par con otras ins-
tituciones de investigación.
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intercambios de visiones más profundas de lo que actualmente son, pa-
ra no dejar la iniciativa total en manos de las direcciones centrales
de los archivos mismos.
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b) Contra este modo de pensar, algunos sostienen que los archi-
vos tienen la responsabilidad de suministrar la más completa documen-
tación posible sobre nuestra época, recuerdan que lia forma de pre-
sentación de los documentos ha evolucionado considerablemente, al
mismo tiempo que se han transformado los medios de comunicación con
el público y que la civilización misma evoluciona. Los documentos
escritos ya no son más que uno de los aspectos de los innumerables
testimonios que nuestra época debe dejar de sí misma. En consecuen-
cia, sería tarea de los archivos acumular el conjunto de todos esos
testimonios, cualesquiera que sean su naturaleza material o sus auto-
res.
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Hechos similares se pueden citar de numerosos Archivos de Estado
de la República Federal Alemana; principalmente en Baviera donde
la cuarta sección de los archivos Federales del Estado de Munich uni-
ficó bajo su competencia, junto con el Kriegsarchiv, la documenta-
ción histórica contemporánea. Tareas semejantes se cumplen en
Renania del Nor-Westphalie, y en Bade-Wurtemberg. Además sus biblio-
tecas históricas generalmente se hallan bien provistas: algunas cuen-
tan con decenas de millares de volúmenes.
- 14 -
Israel llega hasta el punto de estimarla como una de las tareas
esenciales de sus archivos, dado que la mayor parte de los documentos
concernientes a la historia de los judíos en general, y a la de los
territorios que hoy forman parte del Nuevo Estado de Israel se hallan
conservados en depósitos extranjeros. En Francia, son numerosos los
archivos departamentales que ftan acogido la iniciativa de la micro-
filmación de complemento; pero los Archivos Nacionales anteriormente
establecieron un plan de microfilinación de docurtentos relacionados
con la historia de la nación conservados en depósitos del extranje-
ro, luego de cumplirlo en Venecia y en el Vaticano, no lo continuaron
en forma sistemática.
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Mucho más frecuente, sino general, es la realización de expo-
siciones temporales, que organizan los archivos para celebrar un acon-
tecimiento memorable del país o de la región. Esta práctica es
considerada como normal por los archivos de la República Federal Ale-
mana, Australia, Bélgica, Canadá, Finlandia, Francia, Gran Bretaña,
Grecia, Hungría, Israel, Italia, Malasia, Países Bajos, Polonia, Ru-
mania, Suecia, Checoslovaquia y Yugoslavia. Es verdad que el ritmo de
estas exposiciones es ahora un poco menos sostenido que el de hace al-
gunos años, con excepción de Suecia. El promedio actual es de una o
dos exposiciones importantess por año y por archivo, sin contar otras
de menor categoría y tamaño que se celebran por circunstancias par-
ticulares , como la recepción de visitantes ilustres, reuniones de
congresos, visitas escolares, etc. En Checoslovaquia, en 1969, tu-
vieron lugar 251 exposiciones en los archivos. En Polonia, cada cinco
aôs se realiza en todos los depósitos la "Semana de los Archivos".
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Con mayor o menor frecuencia, pero en todas partes, los archivos
reciben visitas de grupos universitarios o escolares, para los cuales
se organizan presentaciones de documentos destinadas a ilustrar hechos
de la historia nacional dentro del marco de los programas de enseñan-
za. Normalmente, su preparación y dirección están a cargo de un
archivistaj con el consiguiente desmadro de su tiempo de trabajo. A
pesar de esto, hay numerosas respuestas sobre la necesidad de confiar
esta tarea educativa a un miembro del cuerpo de archivistas, ya que
sosn ellos quienes están familiarizados con los documentos, de lo
cual carece generalmente el cuerpo docente. A veces como en Hungría,
en Francia y en Checoslovaquia, el archivista se convierte así en un
verdadero catedrático de historia.
- 17 -
cursos o conferencias sobre cuestiones de historia regional o general
o de ciencias auxiliares de la historia. Creemos que es muy importan-
te y necesario destacar esta nueva tendencia, sobre todo en el momento
que aparecía como evidente la tesis que la misión de los archivos de
los archivos debía orientarse más y más, hacia tareas de carácter
administrativo, y cuando algunos veían su porvenir restringido a ac-
tividades de la gestión de archivos.
- 18 -
II. EL ARCHIVISTA ÉRENTE A SUS TAREAS
EORMACION PROFESIONAL DE PERSONAL CIENTÍFICO
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meses a dos anos) sucesivamente en varios depósitos', o en los
diversos servicios de un mismo depósito.
- 20 -
cuestión es de importancia actual para muchas direccioanes de archivo
que, por otra parte, la resuelven de nodo contradictorio.
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reciben formación apropiada en la Escuela de Archivos de Marburg (o
en Munich para el personal científico de Baviera). Los cambios de
categoría son excepcionales pero posibles en los Archivos Federales,
previa formación teórica y práctica seguida de un examen.
Sea como sea, nos parece que la cuestión no puede esquivarse por
más tiempo y que sería bueno intercambiar puntos de vista y expe-
riencia sobre la cuestión en el curso de la presente conferencia.
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fía. Estiman, pues, que en la actividad del archivista no cabe opo-
ner lo que, por una parte, sería calificado cono investigaciá.
histórica. Tal es el sentido de laas respuestas de Itali? y Suecia.
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provinciales, que con frecuencia son los únicos archivistas profesio-
nales en sus depósitos, y por ende son absorbidos por infinidades de
tareas diferentes. Aunque algo semejante sucede también con los di-
rectores de grandes depósitos regionales, y con mayor razón en los
regionales, que a menudo se ven constreñidos a dedicar a la gestión
administrativa gran parte de su tiempo, cuando no la totalidad de él.
De hecho, los únicoá que pueden consagrar una parte apreciable de
tiempo a la investigación son los archivistas de los depósitos cen-
trales o nacionales, o aún provinciales, cuando no tienen responsabi-
lidad de dirección.
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1 2 3
1
Alemania (República Federal) 60-65% 15% 20-35%
Austria 75% 15% 10%
Bélgica 65% 35%
Camerún 50% 25% 25%
Canadá (Archivos Públicos) 75% 20% 5%
Costa de Marfil 40% 40% 20%
Hungría 33% 33% 33%
Países Bajos 50% 15% 35%
Polonia 40% 45% 15%
Suiza (Archivos de los 60-80% 20% 0-20%
Cantones)
Checoslovaquia: Bohemia 60--80% 20-40%
Eslovaquia 65% 10% 25%
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Errpero, sigue siendo excepcional que se concedan licencias remu-
neradas o comisiosnes para realizar trabajos personales. Esto ocurre
solamente cuando las investigaciones se consideran de interés esen-
cial para los depósitos. En cambio, en todas partes se conceden li-
cencias sin remuneración, de uno a varios meses, cuando los archivis-
tas obtienen apoyo financiero de fundaciones o centros de investiga-
ción científica.
Cabe anotar que en los dos últimos países algunos de los más
notables historiadores universitarios se iniciaron en la carrera de
los archivos. En Francia, en un lapso de veinte años, 20 archivistas
han abandonado la administración de los archivos para dedicarse a la
enseñanza superior: 8 en facultades de letras, 2 en facultades de de-
recho, 5 en la Escuela de Altos Estudios, y 5 en l'Ecole des Chartes.
5 de veinte hoy son decanos o presidentes de sus instituciones.
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casos en que el director no tiene autoridad sobre la red de archivos
locales, como en Inglaterra por ejemplo, no por ello se despoja de la
responsabilidad de la conservación de los archivos que se originan en
el conjunto de los servicios gubernamentales. Para este fin en Lon-
dres , uno de los colaboradores del Keeper tiene a su cargo asegurar
la colaboración apropiasa con las autoridades locales responsables de
guardar debidamente los archivos públicos.
- 28 -
A veces coordinan los trabajos del Inventario General de Monumen-
tos y tesoros de arte y aquellos servicios dependientes del Ministerio
de Asuntos Culturales; tienen asiento en comisiones de gestión de bi-
bliotecas y museos; extienden su interés a excavaciones arqueológi-
cas, a la conservación de antigüedades y objetos de arte de su de-
partamento, aparte de otras muchas actividades.
Este es uno de los problemas más graves que confrontan los ar-
chivos de los diversos países: la insuficiencia manifiesta de perso-
nal, que se halla bien lejos de haber seguido el paso con que avanza
el minero de tareas que pesa sobre ellos, es probablemente el mayor
problema del momento, porque de él depende la manera como los ar-
chivos podrán afrontar en los próximos años las obligaciones que
emanan de su misión multiforme.
MICHAEL COOK
8 H.J.Dyos.'The records of the recent urban past: the threat and the
opportunity'. Archives 11 No.49 (1973), 19-26.
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El objetivo general es el de velar porque su propia documentación se
conserve en forma utilizable y pase al archivo en condiciones
óptimas, en donde de nuevo se encuentre en forma utilizable. La
asesoría y la supervisión de autoridades mayores, respaldadas en
algunos casos por acuerdos entre agencias y trabajo concurrente,
pueden ser utilizados para resolver este problema en las autoridades
menores, en la misma forma que las directivas de los Archivos
Nacionales en el gobierno central ejercen vigilancia y dan asesoría
a las organizaciones subordinadas a los ministerios centrales.
- 38 -
(e) Conservación y restauración. Esta es una de las funciones
centrales que solo pueden llevar a cabo apropiadamente, autoridades
que tengan un taller dentro de las normas nacionales con
especialistas entrenados que lo manejen. En el pasado, se tuvo en
cuenta negativamente por las autoridades urbanas que intentaron
dar alguna clase de servicio de archivo pero que no contaban con
una sección de restauración; positivamente por las pocas
autoridades que acordaron cooperar para mantener en conjunto un taller
de conservación. Tanto el servicio de conservación que trabaja
para la asociación de dos o más autoridades locales, como la
unidad de conservación que trabaje para una autoridad mayor y sea
usada por otras autoridades pequeñas, son posibilidades prácticas.
El taller y sus funcionarios serán planeados dentro de una escala
adecuada y podrán localizarse en una área de bajo costo que sea
conveniente para el transporte, pero que esté fuera de la
congestión y del costo de los centros de las ciudades. El pago
de los funcionarios o el pago por el trabajo hecho, puede asignarse
proporcionalmente a las necesidades y requisitos de cada autoridad
participante.
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ARCHIVOS, DESARROLLO Y SOBERANÍA NACIONAL
Charles Kecskemeti
NOTAS PRELIMINARES
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Extrapolación de los resultados, proyección hacia otros nedios
de las ideas adquiridas, generalizaciones precipitadas amenazan a
cuantos están comprometidos en las actividades de cooperación y de
asistencia técnica, y yo no creo constituir excepción a la regla. En
lo que a mí se refiere puedo sin reato reconocer que desde antes de
mi primer viaje al Africa tenía la convicción de que los pueblos del
continente tenían necesidad de organizar o reorganizar sus archivos y
de que urgía ante todo formar archivistas africanos. Convicción que
no he hecho sino robustecer en el curso de los años; cada visita que
he hecho, cada entrevista que he tenido en las diferentes capitales ha
aportado siempre elementos nuevos, nuevas pruebas en su confirmación
y apoyo. Y es lo que he intentado hacer: reagruparlos en orden
lógico para mejor servicio de mis lectores.
En todos los lugares por donde pasé trataba de demostrar que los
archivos no constituían un objetivo sectorial en una jerarquía de
prioridades sino una herramienta indispensable para mejorar la ges-
tión política, económica y administrativa del pais; todos los
sectores tenían relación con ellos, desde la agricultura hasta la
salud pública, puesto que sin acudir permanentemente a los expedien-
tes no hay, no puede haber continuidad en la acción para el desarro-
llo; que creando estructuras de archivo y organizando la gestión
racional de los documentos el Estado reduce gastos generales de su
propio funcionamiento; en una palabra, que las inversiones archivís-
ticas son rentables.
3. El problema nacional
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El estribillo según el cual "Africa no tiene archivos" no
corresponde en manera alguna a la verdad. No abundan ciertamente
documentos anteriores a la colonización, paro existe en algunos
países en cantidad limitada. Los documentos creados por las insti-
tuciones coloniales llenan kilómetros de anaqueles en decenas de
países africanos . Bastaría nacerlos accesibles a la investiga-
ción para que la ciencia histórica africana pudiera dar un salto
revolucionario hacia adelante. La microfilinación en el extranjero,
aún masiva, sobre todo en las antiguas metrópolis y la recopila-
ción sistemática de las tradiciones orales serían posibles desde el
momento en que unos buenos depósitos de archivo organizados pudieran
recibir para el usuario cintas magnéticas y rollos de películas.
Digamos, en suma, que el período comprendido entre 1950 y 1970, es
decir los años que anteceden y siguen a,la Independencia, interesaran
más que ningún otro, y a justo título , a los futuros historia-
dores. A menos que se tomen de inmediato medidas indicadas para la
custodia y conservación de los archivos posteriores a la Independen-
cia (lo mismo que los de los partidos políticos y de los sindicatos
de postguerra) las generaciones futuras conocerán menos bien la fase
decisiva de la historia nacional que las campañas militares de la
colonización, o la "política indígena" del Gobierno general de
A.D.F. Documentos a granel han perecido hasta ahora, lo cual signifi-
ca que la historia de los albores de la Independencia será difícil
escribirla y que incontables episodios transcendentales o de menguada
importancia, permanecerán por siempre ignorados.
Será esto por ventura una razón para dejar las cosas como
están?
NOTAS PRELIMINARES
- 54 -
LOS ARCHIVOS EN PAÍSES DESARROLLADOS: UNA CONTRIBUCIÓN
AL DESARROLLO NACIONAL
Por
WILFRED I. SMITH
- GO -
PRINCIPIOS BÁSICOS
por ,
LESTER J. CAPPON
- 61 -
alcance de la documentación es tan amplio que requiere alguna delimi-
tación para propáitos prácticos, también comprende una
progresión lógica de actividades, familiares al archivista,
orientadas hacia el uso de documentos. Más aún, desde el punto
de vista de los documentos históricos, este gran alcance
armoniza con la moderna concepción de los historiadores de un amplio
tema de estudio.
- 68 -
EL RESPETO DE LOS FONDOS EN ARŒIVISTICA:
- 70 -
Todos estos documentos fueron "clasificados"(o supuestamente cla-
sificados) por lugares, por fechas, por reinados, etc. de un nodo tal
que, en muchos casos, era imposible establecer su origen, por razón
de la mezcla y dispersión en que se hallaban .
1 Amsterdam-Londres-New York,1964.
- 74 -
- Los establecimientos u organismos que dependen de una adminis-
tración superior forman fondos de archivos propios, o sus archivos
forman parte del fondo de la administración superior? Por ejemplo:
los archivos de un instituto de investigación dependiente de una
universidad, son una parte simple del fondo de la universidad, o se
les ha de considerar como diferentes de aquellos?
Pues bien: hay que admitir que nunca se ha dado una solución
definitiva a la cuestión. Sir Hilary Jenkinson, (que la estudió
largamente en su Manual of Archive Administration, ed. de 1937,
p.100 sg.) estima que el "fondo" puede definirse como "el conjunto de
archivos resultante del trabajo de una administración, de cualquier
tamaño, constituido como un todo orgánico, completo por si mismo,
con capacidad para tratar de modo independiente, sin la intervención
de una autoridad superior o exterior, todos los aspectos de los
asuntos que son de su competencia. "Esta fórmula, elegante y seduc-
tora, de hecho es poco lo que resuelve, porque ninguna administra-
ción posee, stricto sensu, poder absoluto para arreglar sus asun-
tos "sin la intervnción de una autoridad superior o exterior". En
cuanto a la capacidad de "tratar de modo independiente todos los
aspectos de los asuntos que son de su competencia", también hay que
decir que ninguna administración la posee, ya que justamente lo pro-
pio y característico de todo procedimiento administrativo es que pue-
de tratarse sucesivamente en diversos niveles interdependientes.
- 75 -
Cuando er los Estados Unidos se inplantó la clasificación de
los National Archives por "fondos" (record groups), la cuestión de
la definición de los límites del "grupo de archivo" fue discutida
ampliamente por el Finding Mediums Committee (1940-1941), cuyos
trabajos nos ha hecho conocer Mario D. Fenyo. .
- 77 -
ellas dando lugar a un sinnifero de variantes, generan variadas modi-
ficaciones de estructura en la organización de los servicios: crea-
ción o supresión de secciones o direcciones, creación de nuevas en-
tidades anexas o subordinadas a las ya existentes; transferencias de
secciones de un organÍSIID a otro,etc.
- 80 -
Como se ve, los inconvenientes a que dan lugar estas dos fórmu-
las son bien diferentes, aunque es poco dudoso que los de la segunda
sean incomparablemente más peligrosos que los de la primera.
Nosotros proponemos la solución siguiente, ligada con la que hemos
presentado para el problema de las variaciones de competencias de los
organismos productores de archivos.
- 81 -
Unos y otros pertenecen a los mismos fondos, y por consiguiente,
no pueden ser disociados. En esto consiste la diferencia fundamental
entre el,record management a la americana, y el "pré-archivage' a la
francesa .
- 84 -
Dicho de otro modo, su función consiste en proporcionarles
medios de referencia (letras, mineros, etc.) correspondientes a un
cuadro o esquema preestablecido. Tiene, pues, una verdadera función
de pre-clasificacióh de los archivos administrativos corrientes y
así se explica por qué los archivistas germanos conceden y reclaman
el respeto de la clasificación por la Registrator: Es la forma a la
vez más simple y la más evidente del "principio de estructura".
- 86 -
En estas condiciones sería iluso y peligroso tonar sistemática-
mente la clasificación ciada por los organismos productoras como base
de la clasificación archivistica. Antes de adoptar esta solución
el archivista debe estar seguro de: a) que la clasificación dada por
el organismo productor ha sido efectivamente realizada, continuada
y mantenida; que no ha sido itera intención o veleidad; b) que se
ha cumplido durante un lapso suficientemente prolongado; c) que en-
globa todos los documentos del fondo, o de la división del fondo que
se va a tratar.
Si no se cumplen todas estas condiciones, creemos que se debe
renunciar a seguir la clasificación dada por el organismo productora,
y que más vale proceder como si el fondo no hubiera recibido nin-
guna clasificación antes de llegar a manos del archivista .
- 87 -
Para los fondos abiertos (cuyo tratamiento archivístico es, por
fuerza de las cosas, fraccionado), así como para los fondos cerrados
cuya composición refleja los cambios de estructura y de atribuciones
sufridas por el organismo productor, la clasificación por fragmentos
cronológicos constituye una necesidad práctica tan evidente que se
impone a todos los archivistas, a pesar de las reticencias de los
teorizantes.
- 89 -
Los anteriores ejemplos demuestran la necesidad de disponer de
definiciones bien precisas de los términos archivísticos en las
diferentes lenguas. Es una necesidad primordial si se quiere evitar
malentendidos y errores de interpretación cargados de malas conse-
cuencias. Justamente, una buena parte de las discusiones y divergen-
cias internacionales sobre el respeto de los fondos tienen su fuente
en malentendidos.
- 90 -
EL INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN ARCHIVISTICA
COMO MEDIO PARA REMEDIAR LAS DIFICULTADES DEL
RESPETO DE IOS FONDOS
- 91 -
De todos nodos, el análisis de las atribuciones de los organis-
mos productores de fondos de archivo y de sus variaciones constituye
una parte esencial y fundamental del trabajo archivfstico. No
puede concebirse ningún tratamiento válido de fondos sin este previo
análisis.
MICHEL DUCHEIN
Conservador en Jefe
en la Dirección de los Archivos de Francia.
- 92 -
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LOS PRINCIPIOS PARA EL
ORDENAMIENTO DE ARCHIVOS
por
HERMAN HARDENBERG
- 93 -
Unido al principio de procedencia, gue en Handleiding voor het
ordenen en beschrijven van archieven de Muller, Feith y Fruin
se menciona solo tangencialmente en la explicación del párrafo 18
sobre la división de grupos en los archivos (respect des fonds), el
Handleiding en el párrafo 21 introduce la noción de lo que
nosotros hemos definido como el principio de destino
bestenmingsbeginsel). Este párrafo establece claramente que no es
el contenido temático de un documento, sino su destino, lo que
determina el lugar que se le asigne en el grupo de archivo.
* S. Muller Fz. - J.A. Feith - R. Fruin Th. Az., Manual for the
arrangement and description of archives. Translation of the second
edition by A.H. Leavitt (New York 1940).
- 94 -
Al requisito de restablecer el ordenamiento interno impuesto por
la agencia creadora, lo hemos llamado el principio de restitución
(restauratiebeginsel): "El principio de restitución es el princi-
pio por el cual, cuando se reordena un grupo de archivo en primer
lugar, se debe restablecer el orden que ya existía en ese
grupo;después pueden introducirse las mejoras de acuerdo con las
principales ideas subyacentes a ese orden". Este es el principio
que se presenta en el párrafo 17 del Handleiding de Muller, Feith y
Fruin, allí, como lo he tratado de demostrar en Nederlands
Archievenblad, 1958/ 1959, parcialmente confundido con el principio
de la estructura administrativa. Es el mismo principio que en
(Grundzüge einer deutschen Archivterminologie (Principios de
la Terminología Archivística) se describe como "Regulierendes
Registraturprinzip", (Principio Regulador del Archivo). La reforma
al ordenamiento hecho por la agencia creadora la permite el
párrafo 18 del Handleiding. Pero mientras que éste habla en
el párrafo 17 de "corspronkelijkeorde" (orden original), no se
considera la posibilidad que el orden interno haya sido cambiado por
la agencia creadora. He experimentado tales cambios, por ejemplo, al
ordenar los archivos del "département" de los Nedermaas
(1794-1814).
- 96 -
MAX LEHMANN Y EL ORIGEN DEL PRINCIPIO DE PROCEDENCIA*
Este artículo trata de dar una visión sobre los inicios del
principio de procedencia en el Privy State Archives de
Berlín. La historia de cómo este principio de originó en las
necesidades de una agencia de archivos fue contada en 1902 por
Paul Bailleu, quien había participado activamente en su
aplicación en los archivos de Berlin . Sin embargo, su artículo
revela muy poco de la oposición que encontraron los defensores de
este nuevo sistema, y tampoco da el tributo suficiente al hombre
cuyo nombre estará por siempre ligado con uno de los pasos decisivos
en la historia de esta profesión. Max Lehmann fue el autor de "The
Regulations of July 1, 1881" las cuales en el Privy State Archives
prescribían: "respeto para cada orden original y para cada
designación original", pero esto dice poco a los archivistas que no
estén familiarizados con su vida y con sus escritos. El origen del
principio de procedencia no puede tomarse solamente de los
archivos. Lo que ellos dicen es que las Regulaciones de 1881 fueron
bosquejadas por Max Lehmann y adoptadas en una conferencia de
funcionarios del. Privy State Archives presidida por su director,
Heinrich von Sybel . Sin embargo, como sucede a menudo, los archivos
no reflejan los conflictos de las personalidades e ideas que
preceden y acompañan el nacimiento de un documento
administrativo de mayor significado, con el resultado de que debe
acudirse a fuentes menores de información, tales como memorias,
autobiografías y tradiciones orales, para llenar el vacío.
16 Meinecke, p . 142.
17 A. Reichardt, "Paul Hassel," Biographisches Jahrbuch und
deutscher Nekrolog, 9:223-224 (Berlín, 1908).
18 Meinecke, p . 142.
19 Ibid.
20 Ibid.,p. 142-143.
21 Ibid., p . 143.
22 Bailleu, p . 194
- 101 -
En su biografía de Scharnhorst, Lehmann había aplastado la in-
terpretación histórica conservadora de las Guerras de Liberación y
su tesis que la guerra de los Siete Años había sido provocada por
Federico el Grande, rompió sus relaciones con los historiadores ofi-
ciales de Prusia. Su nombre se volvió poco popular. El mismo
Lehmann en su autobiografía, proclamó el principio como su contri-
bución personal, sin mencionar los nombres de sus colaboradores:
"Encontré que era posible mejorar la organización y el ordenamiento
de los Archivos en base al principio de procedencia que hoy en día ha
sido aceptado; esto fue importante para los Archivos y para el
Estado. Y así como Bai lieu no reconoció la labor de su antiguo
colega quien se había salido del credo oficial de los historiadores
Prusianos, Lehmann a su vez, no reconoció que como protagonista en
la lucha por las nuevas ideas, había tenido la ayuda valerosa del
grupo joven de los Archivos Privados del Estado.
23 Steinberg, p. 217
24 Meinecke, p. 142
25 Igualmente, Reinhard Lüdícke en su obituario de Paul
Bailleu, en Archivalische Zeitschrift, 3a serie, 2: 290-291
(1925), habla de la "reorganización de los documentos en base al
principio de procedencia, iniciado bajo la dirección de Max
Lehmann."
26 Preussische Akademie der Wissenschaften zu Berlin,
Sitzungsberichte, 1887, p. 633-635 (Berlín, 1887).
- 102 -
27
Pero "la historia no es sólo un resuman de documentos," y
"una acumulación de piedras de construcción, que no importa que tan
bellamente se modelen, no es un edificio". A lo largo del discur-
so hizo énfasis sobre la tarea creativa de un historiador, como
Lehmann lo veía, y no dijo nada sobre el principio de procedencia y
su compromiso con él.
27 Ibid., p. 633
28 Ibid., p. 634
29 Steinberg, p. 221.
30 Ibid.
31 Ibid., p. 233.
32 Preussische Akademie der Wissenschaften zu Berlin,
Sitzungsberichte, p . 635.
33 Meinecke, in Histarische Zeitschrift, 141:450 (1930).
- 103 -
NUEVAS TÉCNICAS DE ARCHIVO
Informe por el Dr. James B. Rhoads
III - CONCLUSIONES
- 106 -
"colectoras - oolo de do ^<t? „ instituciones y organizaciones
privadas sino .ambién de 1< ^^ -- --• ^ros llámanos documentos persona-
les y manuscritos históricos iara complementar estos recursos de
investigación, han puesto atención especial a los materiales audio-
visuales producidos y acumulados tanto dentro como fuera de las insti-
tuciones de las cuales forman parte: como una profesión debemos
poner un poco de atención a este desarrollo y sus implicaciones en
la administración tradicional de archivos.
- 107 -
Nuestra teoría y práctica como archivistas debe beneficiarse de
las experiencias y proyectos realizados en estas áreas. Las institu-
ciones comprometidas deben alertar a su personal para que registren
completamente e informen a la profesión sobre los métodos y procedi-
mientos que han empleado y los problemas que han tenido que solu-
cionar al mejorar el control administrativo e intelectual de sus
fondos en general y de sus documentos en particular. Tal vez pueda
dedicarse un numero de Archivum o de otra publicación a una
serie de estudios de casos sobre los más recientes avances en la
teoría y práctica del ordenamiento y clasificación,y en la pre-
paración de guías de localización, utilizando procesos automatiza-
dos. La reciente experiencia en los Estados Unidos también sugiere
la posibilidad de un programa cooperativo de computador para usarlo en
la preparación de cierto tipo de guías de localización en los repo-
sitorios que han logrado un grado básico de normalización en su
metodología y terminología. La exposición razonada de todo lo que
se ha dicho en este informe, se hace evidente en el estudio de las
respuestas respecto a nuevas técnicas en el servicio de referencia.
El continuo curso hacia un mayor acceso a los archivos tanto mediante
la reducción de períodos de cierre como de la publicación de micro-
películas de documentos de alto valor investigative, es un tributo
a los esfuerzos del CIA en este campo. Es esencial que se continue
con este énfasis sobre el libre acceso en nuestro creciente mundo
interdependiente. Igualmente importante es el hecho de que aumenta el
uso de una variedad de técnicas de fotocopia con el fin de mejorar
y extender el servicio de referencia. Se justifica hacer un estudio
comparativo de los procesos usados y de sus ventajas y limitaciones al
aplicarlos a los materiales de archivo.
- 108 -
A medida que las agencias de archivo extienden sus servicios a
lo académico se encuentran con los problemas planteados por la
técnica que se ha llamado Historia Oral, ya que muchas cintas
magnéticas generadas por los proyectos de la Historia Oral se pueden
borrar o destruir; los documentos de archivo de tales proyectos se
hacen a máquina lo que constituye un tipo especial de material
fuente para futuros investigadores. Los relativos altos costos en
la generación de este tipo de material se justifican por la falta de
documentación tradicional con respecto a las personas, sucesos y
tópicos de interés crítico para los historiadores y otros estu-
diantes de los últimos años. Gomo profesión debemos reflexionar
que el archivista, si escoge limitarse a la selección y preservación
de documentos oficiales, no ha llevado la investigación a favor de la
historia oficial. Cano guardián de la mayoría de las fuentes docu-
mentarias básicas para la investigación académica, tiene - o debe
tener - la obligación de buscar, adquirir y preservar, por cualquier
medio, un archivo documental más balanceado y completo del presente
para el futuro que aquél que él ha heredado, del pasado. Estas son
cuestiones que necesitan pensarse seriamente a medida que observamos
el papel contemporáneo del archivista en muchos países.
IA LEGISLACIÓN ARCHIVISTICA
- 111 -
Yo pienso que hubiera sido útil mencionar las normas prácticas
que regulan de modo concreto el tratamiento de los documentos en los
depósitos de la República. En lo que concierne a los Estados Unidos
de América hay que decir que la selección fue excelente, porque es
bien representativa de los variados tipos de organización que se
encuentran en 47 de los Estados: Illinois (archivos de carácter
principalmente administrativos, de los que el Secretariado de Estado
es oficialmente archivista); Maryland, (donde una Comisión que fun-
ciona dentro del cuadro del Departamento de Servicios Generales rige
a la vez, los archivos históricos y los administrativos); Wisconsin,
(donde la Sociedad Histórica de Estado tiene la responsabilidad de
conservación y guardia de los archivos históricos, con exclusión de
los archivos corrientes); en fin, Carolina del Norte (donde el Depar-
tamento de Archivos y de Historia funciona como un servicio de archivo
autónomo).
- 113 -
Para mayor información, es de todos sabido que la compilación
de textos que figuran en el Código de Archivos conforman un grueso
volumen de documentos de toda naturaleza, algunos no vigentes, al
menos parcialmente, y en todo caso, no siempre acordes los unos con
los otros. Hace ya muchos años que los reglamentos se hallan en cur-
so de revisión con miras a un cambio esencial. Pero su misma base
jurídica es muy frágil: es así como una simple circular de la
Dirección de 1949, obligó a los lectores, como contraprestación de
la comúnicación de los documentos (legalmente libre) a depositar
un ejemplar de sus publicaciones, así se trate de memorias de tesis
universitarias. No es verdaderamente extraordinario que un pais tan
legalista como Francia, dispuesto siempre a encerrar la realidad
dentro de un cuadro jurídico, haya adoptado una posición tan prag-
mática, cuando los países anglo-sajones disponen de un "Public
Record Act"? Sin lugar a dudas, a pesar del cuadro necesariamente
restrictivo establecido por una Dirección de Archivos que desde
siempre na hecho esfuerzos meritorios para arreglar, coordinar,
homogenizar el conjunto de actividades de todas las categorías de
depósito, eso mismo ha permitido a los archivistas franceses dar
prueba fehaciente, gracias a sus iniciativas personales, de un
dinamismo y una eficacia exepcionales. Pero no se puede olvidar que
por más de un cuarto de siglo se ha intentado conseguir una "codifi-
cación general de los archivos", y por razón de ciertos obstácu-
los entorpecedores ha tenido que ser abandonada. Con ella se habría
logrado determinar de mejor manera el puesto de los Archivos dentro
del cuadro de la administración, y el replanteamiento global de la
política de la Dirección. Deseamos vivamente que estos preciosos
volúmenes de Archivum, no solo faciliten la redacción de leyes
archivísticas en los países que aún no disponen de ellas, sino que
también lleven a reflexionar en los otros especialmente en Francia
sobre el conjunto de los problemas planteados; y que el dominio que
sobre ellos se logre conduzca a poner en pie una ley de Archivos de
Francia y a una reglamentación general de los Archivos franceses.
ROBERT-HENRI BAUTIER.
- 114 -
Conferencia General
Vigésima reunión, París 1978 20 C
20 C/102
25 de agosto de 1978
Original inglés
I N F O R M E D E L DIRECTOR G E N E R A L
S O B R E EL ESTUDIO RELATIVO A LOS P R O B L E M A S
Q U E P L A N T E A LA TRANSFERENCIA D E D O C U M E N T O S
P R O C E D E N T E S D E LOS ARCHIVOS CONSTITUIDOS
E N E L TERRITORIO D E OTROS PAÍSES A SU PAIS D E ORIGEN
RESUMEN
115 -
20 C/102
I. INTRODUCCIÓN
4. Después de ser aprobada esta propuesta (19 C / 5 Aprobado, párrafo 5048) la Secretaría pidió
a la Conferencia Internacional de la Mesa i.¿donda de Archivos que efectuara este estudio de-
tallado '. M a s tarde, la Secretaría aprobó la publicación del proyecto de dicho estudio para su
uso c o m o documento de trabajo de la 17a. Conferencia de la Mesa Redonda de Archivos, que se
celebró en Cagliari, del 5 al 8 de octubre de 1977. Para lograr una representación adecuada de
los puntos de vistas de los países en desarrollo sobre este problema, y mediante su subvención
al Consejo Internacional de Archivos, la Secretaría facilitó asistencia financiera a los archive-
ros nacionales de diversos Estados Miembros para que pudieran participar en la Mesa Redonda
de Cagliari.
- 116 -
20 C/102 - pág. 2
13. C o n respecto a los litigios en materia de archivos, se hace a veces una distinción entre a r -
chivos públicos y privados. S e trata de una distinción jurídica q u e no solamente varía consi-
derablemente de u n Estado a otro sino que a d e m á s también ha c a m b i a d o , a lo largo del tiempo,
en un m i s m o Estado. P o r otra parte, en algunos de ellos unos archivos q u e antes eran conside-
rados c o m o privados tienen h o y , o han tenido, el carácter de registro oficial c o m o , por ejemplo,
los registros eclesiásticos d e los nacimientos, m a t r i m o n i o s y defunciones, q u e se han utilizado
para determinar los derechos de ciudadanía o los q u e habilitan para poder obtener ciertos b e n e -
ficios públicos. A s í p u e s , los principios y n o r m a s que se proponen en el presente informe han
de aplicarse a todas las categorías d e archivos que quedan c o m p r e n d i d o s en la juridicción del
Estado. L o s conceptos relativos a la protección general de los bienes culturales, q u e , en deter-
m i n a d o s casos, pueden quedar c o m p l e m e n t a d o s por una legislación nacional específica, son apli-
cables a todas las d e m á s categorías de archivos.
III. PRINCIPALES A S P E C T O S D E L P R O B L E M A
15. L o s estudios e informes antes citados indican q u e los p r o b l e m a s relacionados con los archi-
vos suelen surgir en algunas d e las siguientes circunstancias:
IV. D E C L A R A C I Ó N D E PRINCIPIOS Y N O R M A S
18. Objetivo
- 118 -
20 C/102 - pág. 4
En consonancia con la resolución 1514 (XV) de 1960 y 2625 (XXV) de 1970 de las Naciones
Unidas, es indispensable retrotraer la condición jurídica de los nuevos Estados al periodo ante-
rior a su Independencia. Esto facilitará materialmente las negociaciones en los casos de desco-
lonización y creación de nuevos Estados, debido a la inexistencia de precedentes claros en el
derecho internacional al respecto.
- 119 -
20 C/102 - pág. 5
con todas las responsabilidades relacionadas con su seguridad y manipulación que ello implica
para el Estado que actúa c o m o propietario y custodio de ese patrimonio. Los Estados que c o m -
partan ese patrimonio común deberán tener, pues, los m i s m o s derechos que los del Estado en-
cargado de la custodia.
En la aplicación de los citados principios y normas hay que tener presente que toda comuni-
dad nacional tiene derecho a la identidad que ha adquirido en el curso de su historia. En nombre
de la solidaridad humana, se pide a las comunidades nacionales que se ayuden unas a otras en la
búsqueda de la verdad y la continuidad históricas. El acceso a los archivos resulta indispensa-
ble para esta labor y para el establecimiento de una identidad nacional.
Consta claramente que los citados principios y conceptos jurídicos en materia de archivos
no traerán necesariamente consigo la plena resolución de los problemas que entraña la transfe-
rencia de archivos si no hay un espíritu de cooperación internacional y si los Estados Miembros
interesados no reconocen las obligaciones y los principios morales. También en las negociacio-
nes y en la formulación de acuerdos entre naciones, habrá que dedicar especial atención a la
contribución internacional al establecimiento del nuevo orden económico, que se puede promover
directamente mediante un acceso m á s abierto al contenido informático de los archivos y, en ge-
neral, mediante el desarrollo cultural de los países en desarrollo. N o hace falta reiterar la
importancia de los archivos para tal desarrollo.
V. P L A N D E ACCIÓN
28. Incumbe a los Estados Miembros resolver los problemas relacionados con los litigios en
materia de archivos mediante acuerdos y negociaciones bilaterales y multilaterales, en los
que se tengan en cuenta los principios y normas antes mencionados. A d e m á s , la Unesco debería
emprender un programa de acción para fomentar y facilitar las negociaciones y los acuerdos
entre los Estados Miembros al respecto. Este programa fue examinado en la consulta sobre los
litigios en materia de archivos, celebrada en París, en abril de 1978, y contó con el apoyo uná-
nime de sus m i e m b r o s .
Continuará la asistencia que presta la Unesco a los proyectos en curso para la compilación
y publicación de guías sobre las fuentes de la historia de las mociones de Africa, Asia y América
Latina. En estos proyectos, se dedicará especial atención a la identificación y la enumeración
de los archivos desplazados y de los documentos relacionados con la historia de una nación que
estén debidamente situados en archivos extranjeros. Se estima que el inventario de las fuentes
es una medida básica para promover la solución de los problemas a este respecto.
31. Estudio sobre la posibilidad de crear una base de datos relativos a las fuentes
Se debería emprender un estudio sobre las posibilidades y los problemas que entraña la apli-
cación de los sistemas y técnicas automatizados de almacenamiento y localización o recupera-
ción de información sobre las fuentes de la historia nacional que existan en archivos extranjeros.
Con objeto de fomentar la negociación de nuevos acuerdos, procede prestar apoyo para la
compilación y la publicación de modelos de acuerdos y convenios bilaterales y multilaterales
relativos a la transferencia de archivos, el establecimiento de patrimonios comunes y la regla-
mentación aplicable al acceso a los m i s m o s .
Para estudiar los procedimientos y técnicas que cabe aplicar en situaciones concretas, rela-
cionadas con la transferencia de archivos o la creación de un patrimonio común, y a petición de
los gobiernos que intervienen en los dispositivos bilaterales o multilaterales vigentes, se tomarán
- 120 -
20 C/102 - pág. 6
medidas para establecer un proyecto experimental, encaminado a dar a conocer esta experiencia
a otros Estados Miembros interesados. Este proyecto puede consistir en un estudio del acuerdo
formal, encuestas y estudios sobre los procedimientos y técnicas pertinentes para identificar,
comprobar y copiar documentos, y una posible asistencia financiera para la realización de las
citadas actividades, así c o m o para las becas y subsidios de estudio correspondientes.
Se seguirá prestando asistencia, principalmente por medio de los programas existentes, pa-
ra facilitar la creación en los Estados Miembros de las condiciones que requiere una buena ins-
talación, conservación y administración general de los archivos restituidos. Esta asistencia pue-
de consistir en facilitar a esos países el material y equipo y los medios de formación del perso-
nal necesarios para proporcionar copias de documentos que soliciten otros Estados Miembros,
una buena formación lingüística y la enseñanza de los procedimientos administrativos y de los
sistemas y prácticas de registro extranjeros, con objeto de que los archivos restituidos sean
plenamente accesibles para todos los usuarios.
Si se inicia el plan de acción antes indicado en 1979-1980, se necesitarán unos 50. 000 dóla-
res en concepto de recursos adicionales con cargo al Programa Ordinario. El Director General
procurará proporcionar la suma necesaria con arreglo a las consignaciones ya establecidas en
el proyecto de documento 20 C / 5 , introduciendo para ello reajustes internos.
P R O Y E C T O D E RESOLUCIÓN
La Conferencia General,
Habiendo examinado el informe del Director General sobre el estudio relativo a los problemas
que entraña la transferencia de documentos procedentes de los archivos constituidos en el terri-
torio de otros países o en su país de origen (20 C/102),
T o m a nota de la Declaración de Principios y N o r m a s que figura en los párrafos 19-27 del docu-
mento 20 C / 1 0 2 , c o m o instrumento de referencia destinado a facilitar unas negociaciones que
desemboquen en la firma de acuerdos bilaterales y / o multilaterales, con miras a resolver los
litigios en materia de archivos;
Invita a los Estados Miembros a tomar en consideración dicha Declaración de Principios y Nor-
m a s , en relación con dichos litigios;
T o m a nota del plan de acción que figura en los párrafos 30-35 del documento 20 C / 1 0 2 ;
Invita al Director General a procurar encontrar los fondos necesarios para llevar a la práctica
el citado plan de acción mediante la introducción de los oportunos reajustes en el Proyecto de
Programa y de Presupuesto para 1979-1980 (documento 20 C / 5 ) .
- 121 -
EL LUGAR DE LOS ARCHIVOS EN EL Q0BIERNO+
Margaret C. Norton*
T?S
El almacenamiento de los Documentos Estatales permanentes y de
las copias de seguridad de las micropelículas de los fondos del
Estado y del Condado en los depósitos de Archivo (i.e. de los archi-
vos bajo la custodia legal del Archivista), incluye el cuidado físico
de los documentos y el servicio de guías de referencia para su uso.
El cuidado físico tiene que ver con el empleo del equipo de archi-
vo apropiado de archivo, el cuidado de los documentos contra el dete-
rioro causado por el polvo y las condiciones atmosféricas nocivas y
la restauración cuando sea necesaria. Las guías de referencia
requieren la elaboración de inventarios, guías, índices y otras
herramientas auxiliares de archivo para facilitar un servicio
rápido y el conocimiento de la historia del desarrollo de las
funciones de los Departamentos del Estado, de tal suerte que se
puedan entender los objetivos y el contenido de los archivos
inactivos. Esta tarea especializada con organizaciones departamen-
tales y documentos antiguos, que es la labor del Departamento de
Estado, permite un servicio más adecuado del que pueden ofrecer los
funcionarios que solamente conocen los procedimientos del momento.
- 127 -
2) Docuirentos depositados por seguridad debido a su extremo
valor. Dentro de estos documentos que están ahora en el Archivo de
Illinois están la Constitución de 1870 y los documentos de la Con-
vención Constitucional que la escribió; los escritos y resúmenes
del estado real que posee el Estado; las leyes; los convenios interes-
tatales; informes de corporaciones; y las copias de las micrqpelícu-
las de seguridad. Algunos de estos son fondos activos que por razones
obvias y de seguridad necesitan una protección especial. Los Depar-
tamentos que depositan archivos activos pueden imponer restricciones
razonables para su uso, tales como solicitar que se llame al Departa-
mento para publicar información proveniente de estos documentos.
- 130 -
FORMACIÓN PROFESIONAL DEL PERSONAL DE ARCHIVOS
Punto 33
Michael C o o k
catedrático de archivística,
Universidad d e Liverpool
Dentro de poco tiempo se publicarán las directrices R A M P para la elaboración del plan de
estudios para la formación de archivistas y encargados de registros. Su propósito no será el
de imponer uniformidad sino el de brindar orientación sobre los problemas generales y los
problemas específicos inherentes a la formación profesional superior, intermedia y parapro-
fesional en todos los países. El objetivo básico consiste en prestar servicio al público mediante
un eficiente servicio de información que sea de utilidad en las actividades culturales, la
investigación y la administración. Este esfuerzo puede ayudar a resolver las hondas divisiones
que existen en diferentes regiones entre las tradiciones de la formación y las de la adminis-
tración, lo que se traduce en la necesidad de armonizar la formación de archivistas con la de
bibliotecarios y documentalistas. Otros problemas tratados tienen que ver con la infraestructura
necesaria para un plan de formación y los de localización, niveles de admisión y escalafón
docente, y la estructura de la carrera ofrecida. Se analiza también el programa de estudios.
Problemas generales
D o s problemas generales aparecieron al tratar d e considerar la posibilidad de
u n a n o r m a internacionalmente aceptada. Por u n a parte, el problema de las
diferencias culturales, lingüisticas y administrativas entre las principales regiones
del m u n d o ; por otra, la cuestión de la armonización de la formación de archivistas
con la d e otros trabajadores de la información, principalmente bibliotecarios y
documentalistas. Informes presentados a la conferencia d e expertos sobre esta
armonización, que tuvo lugar en París en noviembre d e 1979, ponían de relieve
estos problemas y al m i s m o tiempo definían las líneas d e enfoque que han sido
- 131 -
adoptadas en las directrices del R A M P 2 . Dichos informes subrayaban la impor-
tancia de superar la dificultad de encontrar normas comunes para u n programa
de formación aplicable a tradiciones educativas tan diferentes y apropiado para
sistemas administrativos tan distintos. L a administración de archivos se halla
siempre profundamente arraigada en el carácter histórico singular de la sociedad
a la cual sirve.
E n los informes se llegó también a la conclusión de que existía u n a necesidad
urgente de desarrollar rápidamente los medios de formación en m u c h a s partes del
m u n d o . Las cifras suministradas fueron reforzadas con estudios anteriores y
mostraron que inclusive los países m á s pequeños pueden estimar la d e m a n d a que
hay en la formación de archivistas y en los servicios de desarrollo de la adminis-
tración de archivos y registros en los gobiernos central, departamental y m u n i -
cipal, así c o m o en el sector privado. Todos los sistemas de formación de las pro-
fesiones de la información tienen c o m o objetivo c o m ú n el desarrollo de servicios
cuyo valor sea directo para el desarrollo nacional y para el público, de manera que
en este contexto general se pensó que u n intento serio de identificar los valores y
normas inherentes a ellos seda útil tanto para los institutos de formación pro-
fesional de los países desarrollados c o m o para los cursos de formación reciente-
mente establecidos en otros países.
Es especialmente necesario desarrollar la infraestructura de la formación en
administración de registros, disciplina que tiene igual importancia en los países
desarrollados c o m o en las naciones en desarrollo. Si bien la administración de
registros es objeto de enseñanza en la mayoría de instituciones de formación de
archivistas en cualquier parte del m u n d o , las directrices pueden ayudar a rea-
lizar el equilibrio de los cursos culturales y de administración dentro del pro-
g r a m a de formación. T a m b i é n debieran contribuir a estimular el desarrollo de
materias m á s técnicas y, sobre todo, inciticar al establecimiento de m á s lugares
de formación, sugiriendo maneras de fomentar la creación de nuevos cursos. H a c e
algunos años, la tendencia consistía en organizar sofisticadas escuelas regionales
destinadas a servir a zonas amplias y variadas. Estas escuelas regionales resultaron
relativamente difíciles definanciary administrar (salvo dos de ellas que han tenido
notable éxito) y tropezaron con agudos problemas de mezclas culturales e his-
tóricas dentro de sus zonas de acción. L a tendencia hoy en día consiste en estij
mular a los países para que establezcan sus propias escuelas de administración de
archivos y registros para atender a sus propias necesidades y su propio potencial.
E n esta situación se hacen particularmente necesarias u n a dirección c o m ú n de
orientación y normas de validez internacional.
C o m o en todo el sector terciario, los servicios de administración de archivos y
registros necesitan una infraestructura en la sociedad. E n primer lugar, requieren
la existencia de un gobierno con objetivos de desarrollo m o d e r n o y u n programa
de planificación con miras al futuro. Los archivistas y los administradores de
registros son de utilidad para la sociedad y la administración, y por ello deberían
ser suficientemente numerosos (como los demás trabajadores de la información)
y ocupar u n lugar adecuado en el plan de desarrollo de la m a n o de obra. D e la
m i s m a manera sería difícil que hubiera matrículas y formación de candidatos sin
que existieran suficientes egresados en los diversos niveles del sector educativo
público, particularmente el universitario (de 21 años de edad y más) y el secun-
dario (de 16 a 18 años de edad). El país debiera disponer por lo menos de una red
embrionaria de instituciones culturales y de investigación para que los archivistas
ocupen un puesto en el desarrollo de la investigación y el desarrollo cultural así
c o m o en la administración. Habría que facilitar las relaciones y comunicaciones
entre países impulsando el aprendizaje de un idioma internacional. Ninguna de las
- 132 -
profesiones de la información puede florecer sin esto. T a m b i é n debiera haber
cierto grado de acceso a la tecnología pertinente.
L a cuestión de la estructura de las carreras es importante. D e la experiencia de
algunos países se deduce que u n estatuto inferior de carrera en cualquiera de las
profesiones de la información se traduce en niveles bajos y por lo tanto en bajos
servicios públicos. Es especialmente importante en los países menos desarrollados
que la inversión en servicios tales c o m o la administración de archivos y registros
(o en bibliotecas y centros de documentación) sea directamente rentable gracias a
una administración eficiente de la información útil para el gobierno, la planifi-
cación y el desarrollo de los programas de investigación y los programas culturales.
El reclutamiento de los candidatos apropiados y la eficiencia de estos una vez
formados dependen de la carrera que se les proporcione y del medio ambiente
general en que tengan que trabajar.
L a administración de archivos y la administración de registros son dos aspectos
de una sola estructura profesional dentro de la cual se pueden distinguir tres niveles
de carrera. E n el nivel m á s bajo están los paraprofesionales, que proceden de la
escuela y a los que se asignan tareas que pertenecen esencialmente al c a m p o
profesional (por ejemplo, la ordenación y descripción de archivos, o el control de
las operaciones relacionadas con la administración de registros), pero que se
llevan a cabo c o m o procesos, bajo la supervisión de superiores profesionales. El
siguiente es el nivel profesional de los egresados de la universidad. S u trabajo
consiste en el diseño y supervisión de los procesos profesionales, en los que deben
participar c o m o agentes activos e inteligentes de la información, administración
e investigación en su país. Por último, hay u n nivel superior en el que el personal
de mayor experiencia se ocupa m á s de la administración, la planificación y las
relaciones públicas que de la dirección de los procesos profesionales dentro del
servicio. N o es siempre fácil distinguir con claridad y concreción estos tres niveles
a través de las fronteras nacionales; por ejemplo, la proporción de personal
completamente profesional con respecto al personal paraprofesional varía m u c h o
de un país a otro. ¿Significa esto que las divisiones entre los niveles tienen que estar
netamente establecidas en los diferentes lugares? Se" opina que todos los países
tienen, o deberían tener, trabajadores debidamente capacitados a todos los niveles,
aunque estén asignados de manera distinta en determinadas situaciones.
Otros problemas surgen cuando se trata de decidir en qué contexto instalar una
escuela de formación. E n Europa, nunca se ha estado completamente de acuerdo
en que la formación que se imparte en las instituciones académicas sea mejor que
la formación en el curso del trabajo o el aprendizaje dentro de un servicio amplio.
E n cierta medida éste es un problema práctico, puesto que para instalar una escuela
de formación se necesita disponer de u n mínimo de alumnos que quieran matri-
cularse, profesores calificados disponibles y que las autoridades competentes estén
dispuestas afinanciarla escuela.
E n cada uno de los aspectos se tropieza con dificultades. Las escuelas de archi-
vismo, en comparación con las facultades o escuelas de bibliotecología, son
necesariamente pequeñas, aunque no forzosamente tan pequeñas c o m o a veces se
piensa: si se satisficieran completamente las necesidades de la administración
pública y del sector privado, la mayoría de países contaría con u n cuerpo de
archivistas practicantes y administradores de registros que se contarían por
centenas m á s bien que por decenas*. A u n q u e cuentan con relativamente pocos
alumnos, las escuelas de formación necesitan enseñar una serie bastante amplia de
materias, de ahí que sea necesario utilizar las capacidades de varios profesores.
C o m o si esto no fuera suficiente problema, a veces es difícil encontrar a profesores
calificados en muchas de las materias que se enseñan, especialmente materias
- 133 -
profesionales. Los países menos desarrollados deben pensarlo cuidadosamente
antes de sacar al personal eficiente y experimentado de sus labores normales
(aun en el caso en el que prosigan trabajando en ellas) para asignarlos como pro-
fesores, pese a que a la larga esto pueda resultar una buena inversión de recursos
escasos. E n la práctica, muchos profesores de materias profesionales serán practi-
cistas locales que enseñen a tiempo parcial. Queda sitio limitado para expertos
extranjeros, por cortos periodos, cuando puedan ser suministrados mediante
arreglos de intercambio.
Debido a estos problemas, en general los países más desarrollados han incorpo-
rado sus escuelas de formación de archivistas a instituciones más importantes o a
un gran servicio nacional de archivos (como en la República Federal de Alemania
y la India) a una facultad de bibliotecología y estudios de la información (como en
España), o a una universidad. Esto ultimo es una práctica ampliamente seguida y
que presenta muchas ventajas. La escuela de archivistas no sólo puede utilizar los
recursos académicos de la universidad —empleando a profesores de materias
relacionadas con las suyas propias y utilizando las salas de conferencia, el equipo
de enseñanza y las bibliotecas— sino que también puede atender ala vida material,
cultural y recreativa de los alumnos explotando el ámbito universitario.
El enfoque que se adopte en la enseñanza de las materias afecta a la infra-
estructura física de una escuela de archivistas. Las salas de reunión y las aulas de
seminarios tienden a determinar el carácter de los grupos que los usan, y no sólo
por el hecho de limitar la cantidad. El carácter docente de la escuela debería ser
una combinación apropiada de lo práctico y lo teórico, y tener un estilo abierto.
Esto implica la intención consciente, especialmente por parte de los profesionales,
de desarrollar una tradición de autosuficiencia, de aceptación de la responsabi-
lidad y de capacidad para identificar y resolver los problemas. La importancia de
este enfoque se ve subrayada cuando existe la necesidad de una rápida y temprana
responsabilidad y de un rápido desarrollo de un tipo de administradores nacionales.
Por ello los estilos de enseñanza y su medio ambiente son importantes. También
hay algunos requisitos técnicos: acceso a una biblioteca de literatura profesional
que contenga materiales que no sean libros y (lo que se presta a mayor contro-
versia) acceso a un laboratorio de restauración de archivos. Esto necesitaría per-
sonal técnico para mantenerlo y, lo que sería ideal, un científico universitario que
llevara a cabo su programa de investigación. Sin embargo también es posible
limitar el nivel de la restauración, utilizando solamente materiales locales y tecno-
logía elemental. E n cualquier caso, la importancia creciente de la conservación
como una de las necesidades técnicas de la sociedad indica que la escuela debería,
siempre que sea posible, disponer de un laboratorio o taller.
Aunque es importante que las asociaciones profesionales participen en la plani-
ficación de los programas de formación y en lafijaciónde normas, también
importa que las escuelas, o su universidad matriz, se responsabilicen de la selec-
ción de los alumnos que van a asistir a los cursos. La aceptación de candidatos mal
preparados, so pretexto de necesidad administrativa inmediata, puede engendrar
problemas en los años venideros.
Por supuesto que es importante la cuestión del número de alumnos. Las
encuestas destinadas a determinar la m a n o de obra darán alguna indicación de las
cantidades necesarias en un país dado, pero siempre hay tendencia a subestimar
la verdadera demanda potencial. L a experiencia en países menos desarrollados
indica que el reclutamiento inicial de unos veinte paraprofesionales y cinco pro-
fesionales podría ser un buen comienzo, pero las circunstancias de los países
difieren tanto que esta proporción podría inclusive invertirse en algunos países.
La índole de la materia es contraria a la cantidad óptima. El número de alumnos
- 134 -
también se ve afectado por la índole de la política de matrículas. L a aceptación
de los alumnos solamente cuando están contratados por un servicio público
implica una limitación externa, y es probable que se descuide hasta cierto punto
la formación para el sector privado. U n a situación de mercado completamente
libre también impone limitaciones de diferente índole. Es posible u n arreglo en
virtud de) cual los estudiantes sean aceptados única o principalmente entre los
que hayan sido auspiciados por los empleadores. Habría que establecer una
estrecha colaboración entre las agencias de empleo, la universidad, las asocia-
ciones profesionales y la entidad de planificación de la m a n o de obra. Al selec-
cionar alumnos para la admisión, es la motivación bien fundamentada, la cualidad
m á s importante en la que se deberíanfijarlos seleccionadores.
El ingreso básico en el trabajo de administración de archivos y registros es a
nivel profesional. L a mayoría del m u n d o conviene que los que practican el archi-
vismo deberían ser egresados universitarios, es decir, poseer algo equivalente al
primer título universitario que los alumnos obtienen hacia los 21 años. A d e m á s de
esto, deberían tener una formación específicamente profesional. Dicho en otras
palabras, esto significa que los archivistas y administradores de registro deberían
tener unos cuatro años de educación, o sea, tres años de universidad general y u n
año de estudios de formación profesional, después del bachillerato'. L a formación
profesional básica debería por lo tanto ser considerada c o m o un curso a nivel de
maestría, c o m o ya sucede en varios países. Se recomienda que el curso dure un año
lectivo, incluido el trabajo individual de preparación de los exámenes, memoria o
tesis. El curso debería tener una orientación administrativa, y la intención debería
ser la de producir personal que puedan abordar su trabajo en forma autosuficiente
y con vistas a resolver problemas. C u a n d o sea posible podrán aceptarse algunos
egresados de ciencias naturales, pero en general el ingreso debería ser para
personas que tienen un primer título con alguna orientación a la investigación
documental retrospectiva o a la utilización de evidencia primaria.
El acceso al grado superior del trabajo de administrador de archivos o registros
será principalmente por selección con base en la experiencia. H o y , sin embargo,
la aceptación de una especialización técnica será probablemente un factor impor-
tante en la selección de candidatos para los puestos m á s altos, por lo cual se jus-
tifica suficientemente impartir formación avanzada en materias especializadas.
Estas especializaciones podrían incluir el desarrollo de sistemas automatizados,
programas educativos o publicaciones. Sería necesario impartir instrucción en
ciencias administrativas, naciendo hincapié en el trabajo individual que favorezca
la estrecha participación investigativa del estudiante. Las calificaciones resultantes
deberían ser aproximadamente las de un grado de doctorado. Los archivistas que
pasan a ser profesores de materias profesionales necesitarán formación avanzada
en pedagogía y en las especializaciones apropiadas.
Él grado de confianza que se les concede a los paraprofesionales varía muchísimo
de un país a otro. Es probable que siempre sea necesario contar con u n cuerpo de
paraprofesionales para la ejecución de las tareas básicas, aunque su n ú m e r o y la
responsibilidad que se les asigne dependerán de factores externos. Entre éstos se
encuentran la relativa dificultad de contratar a egresados, la índole de la estruc-
tura de la carrera e inclusive las esperanzas de la sociedad en general. H a y algunas
tareas profesionales, c o m o la gestión de los documentos (selección de registros para
retención o para destrucción) que nunca deberían confiarse a no titulados. Pero
la presión que pueden sentir las organizaciones m a s pequeñas de emplear solamente
a profesionales para encargarse de los servicios de administración de sus archivos
o registros domésticos puede ser m u y grande. E n todo caso, el requisito principal
en la formación de paraprofesionales es el de que los cursos sean m u y prácticos.
- 135 -
A pesar de este requisito, n o es fácil concebir satisfactorios cursos prácticos (de
cualquier nivel) que hayan de efectuarse bajo supervisión'. Por ejemplo, en la
administración de registros los procesos prácticos involucran al manejo de registros
que todavía están activos dentro de u n sistema. Normalmente n o es aceptable
para u n a entidad que estudiantes externos tengan libre acceso a estos registros.
Quizás la respuesta a este problema sea organizar las prácticas dentro de la entidad
que ya esté empleando al alumno; pero en este caso subsistirá el problema
de permitir a los capacitadores ejercer una supervisión estrecha y definir las
tareas prácticas que puedan suponer críticas o alteraciones d e los métodos
existentes.
Otro problema es el de brindar una estructura de carrera a los paraprofe-
sionales. Si se quiere reclutar a alumnos de calidad y altamente motivados, hay
que darles la oportunidad de ascender en la profesión. Pero si la matrícula se hace
al terminar los estudios secundarios, deberán franquear la barrera del diploma
universitario antes de poder ser admitidos en cursos de nivel profesional. Se pre-
sentan casos de personas que han saltado esta barrera merced a su experiencia y a
su éxito en el trabajo. E n términos generales, sin embargo, hay que insistir en el
hecho de que el progreso en la profesión se puede conseguir solamente obteniendo
un título y formación m á s avanzada. Es probable que la introducción en u n a
profesión de nivel universitario de personas que n o tienen ese nivel permita
alcanzar u n rendimiento m a s elevado.
E n cualquier caso, en todos los niveles el personal debería ser consciente de la
necesidad de seguir instruyéndose, por lo que el sistema de formación debería ser
concebido en función de esta exigencia.
El programa de estudios
Hasta ahora, sólo se han evocado consideraciones generales y de contexto. Res-
pecto a los propios cursos, las directrices clasifican primero las materias que van a
tratarse y luego establecen u n esquema para agruparlas en módulos que se
adapten a las circunstancias especiales de cada tipo de curso.
C a b e recalcar que las directrices no se proponen estimular un sistema absolu-
tamente uniforme de formación por doquiera. C a d a escuela de formación debe
concebir sus cursos de m o d o que correspondan a las circunstancias del país o de la
región, a las necesidades de los servicios de administración de archivos y de
los registros suministrados, a los propios estudiantes y a los recursos docentes
disponibles.
Excepción hecha de una breve base general, los cursos se dividen en tres grandes
áreas: materias profesionales principales; materias comunes a archivos y a otras
profesiones de la información; y materias comunes a archivos y a otras disciplinas.
H a y también una pocas cspccializaciones que se pueden tratar c o m o facultativas.
El principal objetivo de u n curso de base consiste en consolidar la parte d e
educación general. Normalmente el alumno debería haber adquirido ya estos
elementos básicos en la escuela, aunque pudiera suceder que fuera necesario
impartir un curso especialmente concebido para la educación general u otra clase
de conocimientos fundamentales. Por lo menos podría ser necesario impartir
alguna orientación para que el alumno se pueda formar una idea de las relaciones
existentes entre su disciplina y las demás áreas de estudios de información, así
c o m o del lugar que ocupa su disciplina en el desarrollo nacional.
- 136 -
existente entre estas materias podría variar m u c h o según la tradición del pais,
c o m o se indica a continuación.
L a administración de registros tal c o m o se ha desarrollado en América del
Norte incluye administrar la información, o sea los sistemas de formularios, los
informes, correo y archivo, incluyendo innovaciones técnicas tales c o m o el proce-
samiento alfabético, los microformularios y el control del equipo de oficina c o m o
fotocopiadoras y sus suministros. U n enfoque m á s europeo de la administración
de registros se concentra en los métodos de sacar registros medio-corrientes de
sistemas activos, su control y recuperación en centros de registro. A m b o s enfoques
tienen en c o m ú n , sin embargo, el objetivo general de mejorar la administración
de los medios de información y registro en la función pública y el sector privado,
repercutiendo así de manera fuerte y duradera en las normas de planeamiento e
investigación de su país. Si las directricesfijanbuenas normas, los profesores se
verán inducidos a escoger los elementos que mejor les convengan y se verán
estimulados a ensayar innovaciones que pueden resultar útiles.
L a administración de archivos, por lo menos en una exposición teórica, se
ha acercado m u c h o m á s a u n a norma internacionalmente aceptada, aunque se
controvierte todavía la terminología. L a materia trata de la adquisición, preser-
vación y comunicación de archivos, así c o m o su control administrativo e inte-
lectual. E n el control intelectual, la práctica archivista ha tendido a asimilarse
m á s a las prácticas de recuperación de la información en las ciencias de la infor-
mación de m o d o que este aspecto se trata entre las materias comunes de los
estudios de información.
Las ciencias auxiliares de la historia fueron u n tiempo predominantes en
los sistemas de formación de archivistas de muchos países, pero ahora están
perdiendo terreno y dejando la primacía al estudio de los sistemas técnicos de
información. Siempre habrá necesidad de la interpretación técnica, con valor de
testimonio, de los documentos, y siempre será una de las funciones de un archivista
el suministrar esta interpretación. C o m o es natural, el grado en que el archivista
necesita estudiar la paleografía, los documentos públicos, la sigilografía o las
lenguas muertas, variará m u c h o de un país a otro. Serán m u y pocos, sin embargo,
los países que no le necesiten. Amplias regiones del tercer m u n d o han heredado
archivos más viejos que necesitan estas calificaciones. Tal es el caso, por ejemplo,
de las islas del Caribe o de los antiguos reinos del Asia del sur y sudoriental.
Algunos países de África podrán estimar que su archivo precolonial es entera-
mente no documental, pero ahí también hacen falta archivistas que participen
inteligentemente de alguna manera en la conservación y desciframiento de Jos
elementos que contienen información (los cuales no tienen que estar, necesaria-
mente, en forma escrita) o en la recolección y preservación de documentos
orales. D e igual forma, los medios visuales o sonoros exigen, en algunos contextos,
administradores especializados.
L a historia administrativa, cuarto elemento de esta sección, es un tema en
el que la contribución de los archivistas es esencial. L a dificultad radica en que
se trata de una materia cuya investigación y enseñanza deberían, por regla
general, confiarse a archivistas, que son quienes día a día manejan estos mate-
riales. Es un problema desarrollar la historia administrativa (también denominada
constitucional o institucional) c o m o materia lectiva en la formación de estudiantes
de archivismo, cuando, m u y a m e n u d o , la materia n o se puede desarrollar sin
el trabajo previo de esos estudiantes mismos. Ninguna solución es posible a
corto plazo, especialmente por tratarse de u n caso en que podría n o resultar útil
recurrir frecuentemente, y por un periodo determinado, a un experto extranjero*.
- 137 -
B . La li-ta de las materias comunes que se han de incluir en los cursos con alumnos
de otras profesiones de la información (bibliotecología y documentación), esta-
blecidos en la reunión de armonización de los programas de formación, es
impresionante':
i) reprografía: artes gráficas, fotografía, microfotografía, xerografía;
ii) técnicas de presentación y exhibición, programas de educación del público;
iii) conservación y restauración, por lo menos respecto al manejo de sistemas de
reparación y al mantenimiento de normas para los locales de almacena-
miento de documentos (la reparación es en sí, evidentemente, una materia
técnica en la que hay que capacitar a los especialistas);
iv) almacenamiento, recuperación y difusión de la información son materias que
en una época se pudieron haber considerado componente central de la
administración de archivos (ahora se están desarrollando rápidamente, con
una compleja base teórica y tecnológica, y constituyen un área de la adminis-
tración de la información, incluyendo catalogación, clasificación, indización y
difusión selectiva de la información, o sea una materia de por sí m u y sólida);
v) bibliografía y fuentes de información, servicios de referencia, servicios biblio-
gráficos y búsqueda de literatura;
vi) estudios acerca del usuario: materia desarrolladísima en bibliotecología, en la
que se pueden usar algunas de las técnicas de las ciencias sociales para
emprender estudios sobre las poblaciones de usuarios (no es seguro que los
archivistas necesiten desarrollar estas técnicas al mismo grado que los
bibliotecarios, pero tienen sin duda que poder apreciar la demanda del
usuario y organizar su trabajo para satisfacerla; es conveniente que puedan
organizar la misma clase de investigación que usan sus colegas de las demás
profesiones de la información);
vii) legislación y reglamentación: actualmente hay campo para un estudio
comparativo a nivel internacional sobre esta materia que se puede considerar
materia troncal común y que por ello debería incluir temas tales como el
depósito legal, el derecho de autor, las libertades de protección de la infor-
mación y de los datos y materias menos delicados tales como la definición
legal y el control legal de los servicios de administración de archivos y
registros;
viii) seguridad: materia importante y técnicamente en desarrollo;
ix) diseño de edificios y controles medioambientales dentro de los edificios;
x) análisis de sistemas, incluyendo la automatización; esta materia innovativa
será de aplicación menos inmediata en algunas partes del m u n d o , pero se
puede predecir con certeza que es deseable cierto grado de aceptación de
los sistemas automatizados por doquier, y es seguro que la capacidad de
analizar svi propio sistema y saber presentar los resultados de ese análisis,
es parte importante de la formación profesional.
C . Se considera que los cursos comunes a otras disciplinas incluyen tres elementos:
las ciencias administrativas, los idiomas y la metodología de la investigación.
Todos los archivistas y administradores de registro necesitan cierta competencia
en administración. Por ejemplo, la administración por objetivos, el manejo de
bancos de datos, el diseño de sistemas de registros, algo de métodos estadísticos,
presupucstación y análisis costo/beneficio, le serán necesarios virtualmente a
cualquier archivista profesional. A niveles de mayor jerarquía, sería necesario
tener algunos conocimientos de administración, por ejemplo en manejo de
personal, en técnicas de organización y métodos, o en estudio del trabajo, y
algunos conocimientos de contabilidad de gestión.
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Y a se ha mencionado la necesidad de que algunos archivistas tengan conoci-
mientos de un idioma antiguo. Esto debería estar respaldado por el dominio
de un idioma internacional afinde facilitar la comunicación.
La metodología de la investigación es una materia importante pero difícil. Es
importante porque los archivistas deben ser considerados esencialmente c o m o
participantes y contribuyentes de la actividad de investigación de su país. Los
encargados de registros corrientes también deberían ser considerados en esta
forma y, ciertamente, para poder apreciar los registros que merecen retención,
deben ser conscientes de las necesidades de la investigación. Por otra parte, no
está aceptado universalmente que sea posible organizar la formación en meto-
dología de la investigación, excepto en algunas ramas especializadas. Puede ser
que, c o m o en el caso de la historia administrativa, los archivistas mismos sean
los principales participantes en un estudio organizado y estructurado de la
metodología de la investigación; pero si esta situación se presenta, es importante
que ellos lo hagan en cooperación con los otros miembros activos de la industria
de la investigación, incluyendo los historiadores y demás especialistas de la
ciencias sociales.
- 139 -
norma de reconocimiento general, comparable a las sanciones que coronan otros
cursos de titulación.
Las directrices sugieren que estos elementos de curso podrían combinarse en
grupos de módulos para que de esta forma resulten mejor adaptados a los diversos
niveles en que se inscribe al alumnado. Tanto los alumnos profesionales (de
postgrado) c o m o los paraprofesionales deberían recibir una formación que abarque
toda la escala de materias, en la medida en que sean aplicables a la situación
del país, pero tratadas de manera diferente en los dos niveles. Los paraprofesionales
deberían seguir un curso m u y práctico con muchas demostraciones en el terreno
y ejemplos concretos. Los profesionales deberían abordar la materia con curio-
sidad de espíritu y progresar tanto c o m o les sea posible por su propio esfuerzo.
Es importante lograr que, en la medida de lo posible, la orientación del curso
tienda a formar profesionales bien motivados y capaces de utilizar sus aptitudes
administrativas y técnicas en la solución de los problemas encontrados en el
trabajo y para elaborar soluciones aplicables en la práctica y que aseguran con
éxito visible el buen funcionamiento de servicios socialmente útiles.
Notas
i. D e especial aplicación aquí resultan las Guidelines for curriculum development in information studies,
de W . L . Saunders, Paris, Unesco, 1978 ( P G I - 7 8 / W S / 2 7 ) . [No existe versión española.]
2. Resumidas por M . C o o k en "Formación profesional de archivos: problemas de modernización y de a r m o -
nización*', RUCIBA> vol. II, n.° 3, 1980, p. 156-166.
3. J. H . d ' O lier y B . Delmas. Planning national infractructures for documentation libraries and archives, Paris, Unesco,
1975-
4. P . Havard-Williams y £ . G . Franz, Planning information manpower. Conferencia Intergubernaznental sobre
el Planeamiento de las Infraestructuras Nacionales de Documentación, Biblioteca y Archivos, París,
23-27 de septiembre de 1974, p . 45.
5. Este aspecto está siendo considerado por la Sociedad de Archivistas Americanos en la divulgación de sus
Guidelines for graduate archival education programs, Society of American Archivists, Education directory, en
"Proposed program standard for archival education—the practicum", SAA Newsletter, julio de 1979,
p. 19-21.
6. U n a excepción sorprendente de estas observaciones la constituye el trabajo de M . Bax y Neil B a x en el
Centro Regional de Formación de Archivistas, Universidad de G h a n a .
7. Unesco, Programa General de Información, Reunión de Expertos sobre la Armonización de los Programas
de Formación de Archivistas, París, 26-30 de noviembre d e 1979, Informe final, ( P G I / E T / H A R M / 7 ,
14 de enero de 1980). [ N o existe versión española.]
- 140 -
GESTION D E ARCHIVOS Y DOCUMENTOS
H a c e cerca de diez años, Sir Hilary Jenkinson, en su ultima obra literaria, deplo-
raba "esa forma de herejía", que pretende, que el archivero "moderno" necesita
"ordenar los archivos de manera que respondan mejor a sus requerimientos", y
hasta llegó a proponer que "esa definición pudiese ser modificada en cada país
según sus necesidades particulares". Sir Hilary pronunció estas palabras, c o m o
presidente de la British Society of Archivists, cuando mostrándose exponente
ilustre de lo que puede llamarse la escuela "clásica" de la administración de
archivos, disipó toda d u d a sobre su reconocido "impenitente conservadurismo".
Para prevenir los "males" que predijo causaría esa política liberal, pidió enérgi-
camente a los archiveros del m u n d o entero que se mantuvieran "firmemente
adheridos a unos pocos principios fundamentales e inmutables —orígenes básicos
y principios básicos que decidían en último término lo que el archivero puede y
no puede hacer". Proclamó categóricamente estos orígenes y principios c o m o
"acumulación natural (opuesta a compilación artificial), base administrativa,
preservación esencial de las referencias, ... custodia; y ... posibilidad de esa
definición a documentos de todo género y fecha". Añadía en cuanto a la definición
de los archivos "modifíquela si quiere y c o m o quiera, pero a condición de que no
se alteren en medida alguna esos cinco elementos *".
Sir Hilary se ocupó luego de los problemas que plantea la "índole de los archivos
modernos" —su "enorme y actualmente inevitable masa", la "duplicación o la
multiplicación que son resultado de las facilidades que ofrece la maquinaría
moderna a gentes perezosas o indiferentes; y luego la dudosa calidad de la mayor
parte de los materiales utilizados ; por último la necesidad de una cierta elimina-
ción con la consiguiente selección . Quitó valor a muchas de las características
de los archivos modernos pues que sólo sirven para crear en el personal de archivos
problemas de locales, plantilla y restauraciones, c o m o "cuestiones de aplicación
>ráctica que se h a n de resolver a medida que se plantean, y que varían según
{as circunstancias". Pero respecto a la eliminación y a la selección, se mantuvo
intransigente. Citando los dos "estudios" de los registros departamentales pro-
puestos por el Comité Grigg, hizo observar que "ninguno de los procedimientos
de poda son en realidad tarea de archivero". V asociándose a la idea de Sir T h o -
i. Sir HiUry J E N K I N S O N , "Root*" Society of Archiviats, Journal, vol. I, n.° 4, October 1961, p. 131-133
267
- 141 -
mas Hardy, dijo que "la función de los conservadores de archivos sigue siendo aún
la de conservarlos x".
La única concesión importante que estaba dispuesto a hacer este archivero,
el más influyente de su generación, se referia a los archivos modernos no oficiales,
esos "restos de documentales de actividades que no tienen raíces en el pasado, y
que son enteramente producto de nuestro tiempo". Para archivos c o m o estos
recientemente creados por sociedades o instituciones científicas, industriales y aún
comerciales, propuso depósitos "especializados" y "archiveros especializados".
A su juicio, este nuevo tipo de archiveros debería, antes de llegar a ser u n verda-
dero archivero, recibir la formación de un especialista en ciencias en vez de un
humanista, para poder poseer un conocimiento técnico de las actividades docu-
mentadas en los registros. Sir Hilary reconocía que el archivero especializado n o
tiene necesidad de "paleografía, ni de m u c h a historia, ni tampoco de latín
medieval o de francés ' ; pero debería "formar parte de la profesión de archivero
tal c o m o se practica en todas partes"; debería adquirir "por lo menos u n conoci-
miento básico, y estar enterado de la índole, los requisitos y las condiciones de su
profesión". Terminando de examinar "las vidas paralelas del archivero especiali-
zado y del archivero general", Sir Hilary señaló "como una cuestión de verdadera e
inmediata importancia, que el archivero especializado... está siendo una realidad;
que deseamos que así sea y que coopere con nosotros; y que quizá sería bueno
formular desde ahora... las condiciones que harán posible y fecunda esa coopera-
ción *".
La "herejía" que movió a Jenkinson a reafirmar tan vigorosamente sus clásicas
ideas sobre administración de los archivos —a lanzarse a "dar u n paseo" a sus
"caballos de batalla" c o m o él los llamaba— fue la aceptación cada vez mayor que
adquirió la obra del Dr. Theodore, R . Schellenberg, Modern archives: principies and
techniques, publicada unos años antes. Schellenberg, cuyo fallecimiento ocurrido
hace unos meses privó a la comunidad de los archiveros de uno de sus principales
teorizantes, es autor de u n manual del archivero moderno que no sólo vuelve a
definir los archivos y pide a los archiveros de otros países que hagan lo m i s m o
siguiendo sus necesidades particulares 8 , sino que además recaba para el archivero
la facultad de decidir en último término sobre la supresión de los registros
modernos, seleccionando los que han de ser conservados *.
Pero hay algo tan importante c o m o el punto de vista particular de esta escuela
moderna con la que jamás quiso Jenkinson tener trato alguno; el del "manejo de
registros" (records management), a la que Schellenberg dedica en cambio lo más
sustantivo de las tres partes en que dividió su manual 6 . En su contexto, la novedad
de la tesis de Schellenberg es que un programa de manejo de registros bien desen-
vuelto —y empleo la expresión más c o m ú n — que busque economía y eficacia en
la constitución de los registros, en su conservación y en su acondicionamiento,
es requisito previo esencial de una buena administración de los archivos modernos.
Las tres cuestiones planteadas por Jenkinson —la definición y alcance del término
archivos, la enseñanza y la formación de los archiveros, y el papel del archivero
en la adquisición de sus materiales— además del problema de las relaciones entre
el archivero y el funcionario encargado de los registros, son los principales con-
trastes entre la escuela clásica y la escuela moderna de administración de archivos.
U n resumen del desenvolvimiento de estos problemas nos facilita también la
comprensión de las transformaciones radicales que sufre hoy la profesión de
archivero.
- 142 -
A pesar de insistir la uniformidad doctrinal de un m o d o poco corriente —-por
lo menos para un inglés y un americano— se puede decir que Jenkinson y ScheUen-
berg reflejan en sus obras gran parte de su conocimiento práctico de los archivos
, al mismo tiempo, de los gobiernos a los que servían con tanta distinción,
Í enkinson, que poseía u n valioso patrimonio de documentos de la edad media,
experto y competente en lingüística y en ciencias históricas auxiliares, y heredero
de una tradición jurídica de neutralidad oficial y de custodia no interrumpida,
hizo las menos concesiones posibles a las exigencias de los registros modernos.
D e todos modos, su Manual of archive administration y otras de sus obras, aunque
no estén hoy del todo adaptadas en sus detalles a las necesidades habituales,
siguen siendo m u y útiles para la formación de archiveros, de todas partes porque
con ellos tendrán una idea clara de su patrimonio cultural y de los ideales de su
profesión K
Por el contrario Schellenberg no efectuó un prolongado estudio de los registros
jurídicos medievales ni de los sistemas centrales de registro. Producto de la escuela
americana, con diploma superior de historia, pasó a formar parte del personal
de los Archivos Nacionales recientemente creados, y pudo así aportar sus pro-
fundos conocimientos y su experiencia única. L a primera actividad esencial de
los Archivos Nacionales consistió en localizar e identificar unos dos millones de
metros cúbicos de documentos de los registros federales que se habían ido a c u m u -
lando durante u n siglo y medio en Washington y en todo el territorio del país.
L a necesidad de encontrar criterios y procedimientos para evaluar y ordenar no
sólo de este cúmulo de documentos, sino también lo de los depósitos que se fueron
acumulando en los dos decenios inmediatos, que excedían de trescientos mil m e t r o
cúbicos, contribuyeron de u n m o d o positivo a forjar las ideas de Schellenberg
sobre la índole de los archivos modernos sobre el requisito inevitable de la "elimi-
nación" y la "selección" y sobre el importante papel que el manejo de registro
han de desempeñar para facilitar esta tarea. L a necesidad ulterior de establecer
un control material e intelectual de los registros modernos que no estaban "orde-
nados" y no eran fáciles de clasificar con pautas clásicas, contribuyeron directa-
mente a establecer las prácticas del "ordenamiento" colectivo y de la "descripción"
colectiva, cuyas bases teóricas expone Schellenberg con gran convicción '. D e
todo esto se deduce que las ideas de Schellenberg, lo mismo que las de Jenkinson,
acerca de la índole de los archivos modernos y de las funciones peculiares del
archivero, tenían profundas raíces en la experiencia. Si, en ocasiones, sus trabajos
no tienen m u c h o en cuenta las realidades ni las necesidades de los depósitos no
gubernamentales de menor importancia, es cierto, sin embargo, que han ejercido
una influencia de carácter internacional y bien merecida.
El manual de Schellenberg se publicó poco tiempo después de su regreso de u n
año de conferencias Fulbright en Australia, durante el cual habló de los criterios
y prácticas de los archivos americanos. L a posibilidad de adaptar sus opiniones
modernas a las necesidades de un país que posee una tradición británica, heredada,
de administración y de manejo de registros, y también un conocimiento anterior
y profundo de las enseñanzas de Jenkinson, están perfectamente expuestas en la
excelente relación que nos ha dejado el ex-jefe oficial de Archivos de la Australian
C o m m o n w e a l t h National Library, Sr. Ian Maclean.
Después de mostrarse de acuerdo con Jenkinson en que los "registros" y los
"archivos" son "en realidad la misma cosa", Maclean, al dar cuenta de sus
trabajos añade: "Sin embargo, en Australia es ya un hecho corriente y oficial
aplicar el término registros a los documentos que se guardan en oficinas de refe-
i. Sir Hilary J E N K I N S O N , A manual of archive administration, ed. by Roger H . Ellis, rev. and. éd., London,
P. Lund, Humphries, 1965. Sobre la carrera profesional y la bibliografía de las obraa de Jenkinion,
véate, J. Conway Daviea, éd., Studiêt presenteJ to Sir Hilary Jenkinion, London, N e w York, Oxford
University Press, 1967.
a. Sobre este punto, véase " M o d e m methods of arrangement of archives in the United States", de Frank
B . Evans, en American archivist, vol. 29, April 1966, p. 241-263.
- 143 -
rencias para asuntos corrientes, y el término archivos a los documentos confiados
a un depósito especialmente ordenado 1 ". En el fondo, este criterio es el que está
en vigor en los Estados Unidos, ya que, si se aplican otra vez el concepto de
archivos a los documentos archivados que no han sido aún estudiados por el
archivero y están sujetos a un futuro ordenamiento, se haría cómplice al archivero
de la destrucción de los archivos. Maclean llega además a la conclusión de que,
con lo que ha aprendido durante diecisiete años en los archivos del gobierno del
Commonwealth, los principios, si no todos los métodos, "expuestos en el manual
de Jenkinson"... parecen aún adecuados para el ordenamiento y la descripción
de los archivos del Commonwealth 2".
Reconocida su deuda de gratitud para con Jenkinson —el análisis y la exposi-
ción de Maclean, que no podemos ocuparnos aquí con más amplitud, han de ser
conocidas a mi juicio, por todo archivero— Maclean pasa a tratar del problema
de la eliminación y de la selección, en los siguientes términos:
"En este punto concreto estoy menos conforme con las enseñanzas del Manual.
Estimo que el archivero ha de desempeñar un papel importante en la selección
y en la eliminación porque, si no lo nace, nadie probablemente se ocupará de
ello. Si ese papel se puede limitar a buscar, con un determinado servicio guberna-
mental, un acuerdo sobre un criterio para la eliminación, tanto mejor, pero, en
el caso de que no logre establecer una base satisfactoria para la eliminación
mediante un plan de eliminación o por otro procedimiento, el archivero estimo
que ha de estar dispuesto a tomar una iniciativa personal. Si se dedica más bien
a 'eliminar' que a 'seleccionar', no creo que llegará de ese m o d o a alterar en gran
medida la calidad de sus archivos, porque, después de todo, los archivos poseen
esa condición por las circunstancias de su compilación y de su desarrollo, y no
por un método de selección (como había dicho ya el propio Sir Hilary *..."
Habiendo franqueado de este m o d o la distancia que separa la escuela clásica
de la escuela moderna, Maclean, en un artículo publicado en una revista ameri-
cana de archivos, explica las razones y la importancia de esta transición:
"En los últimos años, la profesión de archivero no ha cesado de poner interés,
totalmente o al menos primordialmente, en la conservación de los archivos del
pasado para que los utilice la generación actual, y ha tomado la responsabilidad
de conservar los registros del presente para los futuros usuarios. Era inevitable
que de ahí se siguieran grandes transformaciones en las aptitudes y las técnicas
profesionales. Algunos archiveros se negaron a reconocer que existía el problema
o, si acaso, consideraban que los registros del siglo x x eran algo de nivel inferior,
de lo que podían ocuparse archiveros de menos categoría. Otros, especialmente
en América, intentaron resueltamente adoptar sus técnicas para hacerfrentea los
verdaderos problemas sin adoptar sin embargo sus aptitudes fundamentales de
un m o d o eficaz. A m b o s grupos, el último con más razón, se vieron sorprendidos
y hasta un poco resentidos cuando los funcionarios encargados de los registros
supieron aprovechar las circunstancias y la labor práctica llevada ya a cabo y,
con un criterio m u y diferente, prepararon programas en gran escala, cuyo éxito
se evaluó en términos materiales menos que culturales. Con el informe de la
Comisión Hoover comenzó en 1949, en los Estados Unidos, lo mismo que en otros
países, la nueva era del manejo de registros ; y muchos archiveros adoptaron una
actitud defensiva considerándose c o m o historiadores que sirven a los historiadores,
y hacen alguna que otra salida al c a m p o del manejo de registros para la evaluación
de los registros para los archivos *."
\. Ian M A C L E A N . An analysis of Jenkinson* Manual of archive administration' in the light of Australian
experience, en Albert E. J. Hollander ed. Essays in memory of Sir Hilary Jenkinson, Chichester, Sussex
Moore and Tilleyer, 1962, p. 129.
3. Ibid., p. 129.
3. Ian M A C L E A N , op. cit., p. 150.
4. Ian M A C L E A N , Australian experience in record and archives management, American archivist, vol. 22,
October 1959, p. 387-388.
- 144 -
Para hacer frente a esta nueva situación, en Australia se elaboró un programa
combinado de gestión de archivos y de registros, en el que figuraba la creación
de u n centro mixto de archivos y registros y el nombramiento en cada departa-
mento de u n "especialista en manejo de archivos convenientemente seleccionado
y capacitado 1". El criterio de Maclean sobre la enseñanza y la formación de los
archiveros y sobre las relaciones entre el archivero y el funcionario encargado de
los registros, queda bien precisado cuando, dentro del término archivero,
comprende "a toda persona que, por sus conocimientos generales de la teoría y
la práctica de la conservación de registros y sus conocimientos profesionales
especiales de los sistemas aplicados en los periodos que le interesan, está capacitada
ara tomar decisiones o para dar u n dictamen que podrá influir positivamente en
E i calidad y la conservación de los registros de la organización o de las organiza-
ciones, cuyas funciones le incumben directa o indirectamente 2". E n realidad,
es una admirable síntesis en la que entran los elementos esenciales de los criterios
clásico y moderno sobre administración de archivos, pero modificada para poder
atender a las necesidades concretas.
H e m o s de estar también reconocidos al distinguido archivero del dominio de
Canadá, D r . W . K a y e L a m b , por su interesante exposición de las relaciones
básicas que han de existir entre ía administración de los archivos y el manejo de
los registros. Profundamente familiarizado con la experiencia de sus colegas de
los Estados Unidos, el Dr. L a m b , en una serie de artículos titulados "The fine
art of destruction" s , "Keeping the past up to date" 4, y "The changing role of
the archivist" 5 , documentado por la experiencia del gobierno de Canadá, llegó
a la conclusión de que si "el volumen solo de los registros modernos hace inevitable
su destrucción", los "funcionarios de los departamentos que los organizaron no
serán m u y buenos jueces para estimar su valor a largo plazo". Es inevitable y
hasta conveniente, afirmar, que el archivero, por su actividad profesional, se vea
envuelto en el problema de saber lo que es inevitable y deseable •, pero ha de
hacer resaltar la importancia del manejo de registros y las responsabilidades que
lleva anejas ; e insiste en que "la última decisión incumbe al archivero" '. E n lo
que atañe a la enseñanza y a la capacitación práctica del archivero moderno, es
también categórico.
" A mi juicio, hay dos puntos esenciales. U n o es el de una sólida formación en
historia, a la que he aludido anteriormente. U n buen conocimiento de la historia
sobre una perspectiva para lafijaciónde nuestro punto de vista y de nuestro
criterio. L a práctica de la investigación histórica nos capacita para saber c ó m o
han sido utilizados los manuscritos y los registros. El archivero ha de poder apre-
ciar el valor probable de las fuentes para el erudito o para el investigador, y sus
conocimientos se extenderán y perfeccionarán con la experiencia personal y la
investigación.
"El segundo punto esencial es la experiencia práctica. H a y muchos aspectos
en el trabajo del archivero que sólo se pueden realmente aprender ejerciendo la
profesión. L a selección de los registros y los documentos, su evaluación, su utiliza-
ción: —no es posible familiarizarse con ellos mediante un estudio teórico; tampoco
basta el muestreo...; sólo puede llevar a cabo esas operaciones con conocimiento
y buen criterio, el archivero que posee una importante experiencia práctica" 8.
Este resumen del carácter de la administración de los archivos sujetos a evolu-
1. Ibid., p. 390.
2. Ibid., p. 416-417.
3. W . Kaye L A M B , The fine »rt of destruction, en Hollaender, éd., Essayi in memory ofjcnkinson, p. 50-56.
4. L A M B , Keeping the past up to date, Society of Archivista, Journal, vol. 2, n.° 7, April 1963, p. 285-288.
5. L A M B , T h e changing role of the archivist, American archivist, vol. 29, January 1966, p. 3-10.
6. L A M B , T h e fine art of destruction, op. cit., p. 50, 52, 56.
7. L A M B , The changing role of the archivist, op. cit., p. 7.
8. L A M B , The modern archivist: formally trained a self-educated ?, American archivist, vol. 31, April 1968,
p. 176-177.
- 145 -
ción, según sus principales representantes, se ha de completar con algunas indica-
ciones acerca de las ideas expuestas por el profesor Ernst Posner, que ha enseñado
—y comentado— la historia y la administración de los archivos de todos los
tiempos y lugares a toda una generación de archiveros americanos; humanista
erudito y fino observador del desenvolvimiento de los archivos en América, ha
desempeñado también con sus escritos, su correspondencia y sus conferencias, la
función de interpretar para sus colegas europeos la experiencia americana en
materia de archivos1. Su síntesis de la tradición clásica con las realidades moder-
nas la resumió en unos cursos dados en las universidades y en los institutos que han
constituido durante m u c h o tiempo, el programa más importante y eficaz para la
enseñanza y la formación de los archiveros en los Estados Unidos. Producto de
una de las más ilustres escuelas clásicas de administración de archivos, contribuyó
no obstante a desarrollar la enseñanza de la materia dando los primeros cursos
académicos sobre el manejo de registros. A d e m á s de su labor directa que dio
nueva vida a este c a m p o frecuentemente ignorado, de la actividad del archivero
en los Estados Unidos, su American State Archives contiene también importantes
orientaciones para la formulación de normas relativas a todos los aspectos de las
actividades modernas referentes a los archivos, y a las relaciones prácticas entre
los nuevos métodos de administración de los archivos y de manejo de los registros.
Sus conocimientos no superados por nadie, y su profunda comprensión délo que
es un archivo, de su naturaleza, su administración y su utilización, tanto en el
pasado c o m o en el presente, se han ido difundiendo poco a poco hasta constituir
normas que pueden aplicarse a toda clase de archivos, públicos y privados, donde-
quiera que se encuentren. N o hay resumen que pueda sustituir al detenido estudio
directo de esas normas que podrán hacer los archiveros y los administradores de
los archivos en ejercicio *.
D e todo lo dicho se desprende con evidencia la amplitud y la índole de los
cambios fundamentales que están produciéndose en la administración de los
archivos. Si hay m u c h o nuevo, se ha conservado también m u c h o de lo antiguo,
y ello muestra su valor. L a síntesis resultante es necesariamente pragmática en
su doctrina yflexibleen sus aplicaciones. Las teorías que ya no responden a la
realidad han de ser inmediatamente modificadas, y a este principio se han ajustado
las definiciones y hasta las prácticas. E n las circunstancias en que se mueven el
Estado y la sociedad cada vez más orientados hacia la idea del servicio, el moderno
archivero público se ha visto frecuentemente obligado a justificar y a reforzar su
programa reuniendo los archivos privados, los documentos personales, y las
colecciones artificiales, los fragmentos y partes desperdigadas de las compilaciones
documentales que sólo clasifícanse como manuscritos históricos. El archivero
moderno aumenta y encarece el valor de la referencia y la investigación de sus
fondos de archivo. A las adquisiciones aplica, según las circunstancias, las técnicas
de su profesión, pero al mismo tiempo mentiene la integridad de sus archivos
oficiales en lo que atañe a su procedencia y orden originario. Reconociendo
todo esto,»l Dr. L a m b , al estudiar el "papel variado que desempeña el archivero"
escribe: "Naturalmente, la transformación fundamental es que el archivero
ha dejado de ser primordialmente un custodio — u n conservador— y se ha conver-
tido en colector de documentos registrados y de manuscritos. S u papel ha dejado
de ser primordialmente pasivo, para convertirse en dinámico y activo" 8 .
C o m o el archivero moderno tiene que evaluar los registros y seleccionar
los que posen valor duradero, debe sentir algo m á s que u n interés pasajero
•. Víase de u n m o d o especial E m s t P O S N E R , S o m e aspects of archival development aince the French
Revolution, American archivist, vol. 3, July 1940, p. 159-172, que ha «ido reeditado con otra» obras
suyas y una lista de sus publicaciones en K e n M u n d e n , éd., Archives and the public interest: selected
essays by Ernst Posner, Wsshington, D . C . , Public Affairs Press, 1967.
2. Ernst P O S N E R , American State Archives, Chicago-London, University of Chicago Press, 1964. Véase
especialmente "Standards for state archival agencies", p. 349-367.
3. L A M B , T h e changing role of the archivist, op. cit., p. 4.
- 146 -
or el manejo de los registros. D e b e reconocer que todo lo que hacen o han
Emente
echo los funcionarios encargados de los registros afectará directa o indirecta-
al futuro de los archivos. Serían en efecto, los funcionarios encargados
de los registros quienes determinarán cada vez m á s la calidad de nuestros archivos,
la calidad en el sentido de que la documentación sea completa y adecuada,
su integridad (incluida la eliminación de los materiales inútiles), y su accesi-
bilidad o su posibilidad de servir para fines de referencia e investigación. Los
funcionarios encargados de los registros determinarán en u n sentido real y
objetivo la índole del trabajo de los archiveros en los archivos modernos, pues
del éxito de sus esfuerzos dependerá que sea fácil o difícil evaluar los registros
para su ordenamiento y seleccionarlos para su custodia; que resulte fácil o
difícil su conservación material y su acondicionamiento y descripción así como
su accesibilidad y utilización. El interés del archivero moderno por el manejo
de registros es pues no sólo legítimo sino también esencial '. Y c o m o el manejo
de los registros forma cada día m á s parte integrante de los métodos de la moderna
gestión administrativa y empleo de máquinas calculadoras c o m o instrumento
de gestión, el archivero moderno ha de conocer bien esos nuevos procedimientos
y de esas nuevas técnicas si ha de desempeñar bien su función esencial al servicio
de la institución a la que pertenece.
Por último, el archivero de hoy en día tiene en realidad la libertad de hacer
una selección entre los conceptos clásicos y modernos de su profesión. Si los
archivos han de seguir respondiendo a los intereses y necesidades de la sociedad
contemporánea, han de adaptar sus criterios y prácticas a esos intereses y nece-
sidades. Existen ya muchas pruebas de que así sucede, y entre las m á s estimu-
lantes está la de que, correspondiendo a la iniciativa de los principales archivos,
está siendo revisado y modernizado el problema vital de la enseñanza y la for-
mación de los archiveros2.
i. Frank B . E V A N S , Archivists and records managers: variations on a theme. Ameritan archivist, vol. 30,
January 1967, p . 57-58.
2. Víase especialmente Roger H . ELLIS, T h e British archivist and his training. Society of Archivists,
Journal, vol. 3, n" 6, October 1067, p. 265-271, y Vital C H O M E L , Les problèmes d u personnel scienti-
fique des Archives de France, Gazette des archives, n.s. n.° 63, 1968, p. 235-260.
- 147 -
VIe
VIth
D. ANTONIO MAULLA
INSPECTOR GENERAL DE ARCHIVOS
- 148 -
El Cuestionario, circulado a los principales organismos y personalidades
archivísticas del m u n d o , se meditó con el propósito de llegar a conocer,
por las respuestas, los aspectos fundamentales de la organización de los
archivos administrativos de los cuatro Continentes, a fin de obtener u n
beneficio m u t u o de las soluciones óptimas logradas en cada país.
Se han recibido respuestas de casi todas las naciones europeas: Ale-
manía (República Democrática Alemana), Alemania (República Federal
Alemana), Austria, Bulgaria, Checoslovaquia, Dinamarca, España, Fin'
landia, Francia, Hungría, Inglaterra, Irlanda, Italia, Luxemburgo, N o m e '
ga, Países Bajos, Polonia, Suecia y Yugoslavia. Del Oriente Medio han
contestado Israel y Turquía. América está representada por Argentina,
Barbados, Canadá, El Salvador, Estados Unidos de América, Jamaica,
Méjico y Puerto Rico. Del continente Africano contestaron Congo-Kins-
hasa, Nigeria, Senegal, Tanzania y Zambia. D e ningún país de Oceania
se ha recibido información. Asia está aquí representada sólo por Ceilán.
N o s ha extrañado especialmente no haber tenido respuestas de la
U . R . S. S . ni de la India, Bélgica, Suiza y Portugal.
Agradecemos m u y de veras a las autoridades y colegas que redactaron
y remitieron las contestaciones al Cuestionario, sus valiosísimas aportacio'
nes, gracias a las cuales nos ha sido posible hacer este "rapport" que nos
honramos en someter a debate en este V I Congreso Internacional de A r -
chivos.
Puede afirmarse que cada nación tiene una estructura administrativa
peculiar, perfectamente diferenciada de las demás. Por otra parte, todo
archivo debe formarse c o m o un reflejo del organismo o institución que
lo origina. Conjugadas ambas premisas, se comprende la diversidad de
archivos, y se piensa que no podrá admitirse "a priori" c o m o buenas para
un país soluciones archivísticas consagradas c o m o excelentes en otro.
Ahora bien, visto el panorama desde cierta altura, dejan de apreciarse
los pequeños detalles y resaltan las líneas maestras. Entonces hallamos
grandes semejanzas entre estructuras que al primer golpe de vista parecían
diferentes. Tal ocurre, por jemplo, con los esquemas archivísticos de países
- 149 -
de Administración centralizada, pues la mayoría puede reducirse a u n
sólo patrón. Otro tanto cabe decir si el régimen es federado o de autono-
mía regional o provincial.
M a y o r grado de parentesco encontramos en la organización interna
de los archivos, ya que los sistemas y métodos conocidos son aplicables en
todos; basta elegir los m á s adecuados en cada caso.
V e a m o s ahora lo que han dado de sí las respuestas recibidas, para
lo cual seguiremos el orden establecido en el cuestionario:
2. Personal.
4. Instalaciones y servicios.
4.1. Edificios.
4.2. Estanterías.
4.3. Unidades archivísticas.
4.4. Servicios Auxiliares.
4.5-7. Instalaciones de protección.
- 150 -
ferentes denominaciones en algunos países, por ejemplo : Secretarías de
Estado, Administraciones, Mesas, Oficio. Para nuestro propósito, lo in-
teresante es que en todos ellos se producen o se reciben documentos, y se
retienen por m á s o menos tiempo.
Pues bien, si esa documentación retenida se mantiene en un orden que
permita su rápida localización y consulta en caso necesario, podemos con-
siderarla c o m o un archivo, cualquiera que sea su volumen (claro que aquí
también puede decirse que si "una sola golondrina no hace verano", un
documento, o m u y pocos, no forman archivo). A veces, el principio de
jerarquización, u otras causas, hace que los documentos se vayan transfi-
riendo de su archivo de origen a otro de grado superior.
Archivo general para la totalidad de la Administración Central puede
considerarse el Public Record Office de Inglaterra, el Rigsarkivet de Dina-
marca, el Servicio Nacional de Archivos y Registros de Estados Unidos,
el Centro Público de Archivos de Canadá, el establecido por la República
Federal Alemana con la denominación de "Archivo Intermedio", el Archivo
Central de Senegal, el Departamento de Archivos de Barbados, el único
Archivo de Ceilán, y otros varios, especialmente en las nuevas Naciones.
España inicia ahora la construcción de un Archivo General de la A d m i -
nistración, que recogerá de los Ministerios toda la documentación prescrita.
Los restantes países contestan que transfieren esa clase de documentos a los
Archivos Nacionales históricos.
Sucede m u y a m e n u d o que cualquier dependencia administrativa dis-
pone de dos archivos: uno "corriente" formado por la documentación en
trámite, y otro de "depósito" en que se almacenan los papeles de asuntos
ultimados.
Los archivos de los niveles inferiores suelen carecer de vida indepen-
diente; son una función más, complementaria del servicio o del quehacer
de la oficina, negociado o sección a que pertenecen. D e ahí que casi siempre
estén a cargo de personal administrativo ó inferior, sin formación científi-
ca en materia de archivos. Es más, según las respuestas recibidas, no todos
los archivos centrales de los Ministerios tienen archiveros científicos, co-
rrespondiendo menor proporción aún a los de Direcciones Generales. E n
Méjico el personal que atiende los archivos administrativos es designado
por el jefe de cada oficina.
E n la Administración regional, provincial o local, sea autónoma o sea
delegada, la estructura archivística es bastante paralela a la que acaba de
exponerse, con la diferencia de que escasean m u c h o m á s los archivos a
cargo de archiveros científicos. E n Francia, los archiveros de l'École de
Chartes dirigen los archivos departamentales y algunos de grandes muni-
cipios, y en España, archiveros facultativos rigen los archivos de las au-
- 151 -
diencias territoriales, delegaciones de hacienda, diputaciones provinciales y
ayuntamientos de las grandes capitales.
E n cuanto a los archivos de la Administración n o estatal, en todas partes
existen los de instituciones políticas, culturales, religiosas, sociales, econó-
micas, (partidos políticos, universidades, diócesis, sindicatos, cámaras, e m -
presas mercantiles o industriales, etc., etc.). Pero sólo en contados casos
están servidos por personal científico. H a y ejemplos aislados en Francia,
Países Bajos, España, Canadá y República Federal Alemana.
Si bien hay en todos los países un organismo o autoridad con jurisdición
en materia d e archivos, llámese Servicio, Administración, Dirección G e -
neral, Archivero General, o Archivos Nacionales, es lo cierto que su plena
competencia suele circunscribirse a los archivos históricos, pues sobre los
administrativos sólo ejerce, en el mejor de los casos, el deber de asesoramien-
to técnico y el derecho de inspección, para evitar deterioros, pérdidas o des-
trucciones de aquellos documentos que por su interés deban perdurar. Esta
inspección o vigilancia se extiende a veces a dar normas o intervenir direc-
tamente en las eliminaciones de papel de los archivos. E s digno de meditarse
lo que algunos colegas han contestado sobre esta cuestión tan transcen-
dente :
- 152 -
ESTADOS UNIDOS D E A M É R I C A . — El Servicio Nacional de Archivos y
Registros ( N A R S ) es la autoridad única a este respecto, aunque limitada a
los archivos del Gobierno Federal.
- 153 -
luación, prescripción, investigación y utilización de las actas. Autoriza las
listas de eliminaciones, que han de haberse formado con arreglo a los
"Fundamentos de evaluación para la conservación o eliminación de docu*
mentos de la época socialista". Postdam, 1965, pág. 6 3 .
2. PERSONAL
- 154 -
archiveros científicos fueran oídos en las juntas o comisiones de racionali-
zación del trabajo administrativo y de organización y métodos.
2. a Q u e al menos los archivos administrativos de los dos niveles m á s
altos (ministerios y direcciones generales, o equiparables), estén a cargo de
archiveros científicos, dejando los de los restantes niveles en manos de
personal administrativo de las secciones, negociados y demás oficinas; pero
siempre bajo supervisión de archiveros científicos. Algo simplista parece
la tesis de la respuesta de Nicaragua al decir que el vocablo "archivero"
es un sustantivo muerto, pues la práctica y el desarrollo profesional le ha
transformado en "archivista", algo más administrativo funcional en lo que
a documentación se refiere.
- 155 -
tes, m o d o de proceder con los expedientes en los archivos comentes, trans»
ferencias desde archivos corrientes a los archivos de Estado, y eliminación
de los expedientes que deban ser destruidos. Por cauces semejantes discurren
las respuestas de Bulgaria y República Democrática Alemana.
D e c ó m o pasen los documentos desde los despachos a los archivos corrien-
tes y de éstos a sus paralelos de depósito —en orden y con inventario, o en
desorden y sin referencia de lo que son—, depende en gran manera la
utilidad de los archivos y la propia subsistencia de sus fondos.
H a y coincidencia, casi general, en cuanto a c ó m o y cuándo las oficinas
han de enviar los documentos a sus archivos de depósito, a otros archivos
administrativos de nivel superior o al archivo histórico que corresponda.
Salvo alguna excepción, los papeles se envían inmediatamente después de
concluido el trámite del asunto a que se refieran, o uno, dos o tres años
m á s tarde. E n estos últimos casos es cuando se tiene en cuenta la fecha del
documento que cierra el trámite para el cómputo de esos plazos de
retención.
Los envíos suelen hacerlos las oficinas a lo largo del a ñ o ; aunque en
algunos países, c o m o Polonia, se efectúan a fecha fija al comenzar el año,
y en otros, c o m o Hungría, al finalizar.
También es normal que las oficinas formalicen las entregas de docu-
mentos mediante listas genéricas o actas sucintas. A los archivos receptores
esta especie de guiones no les son suficientes, por lo que se ven precisados
a redactar inventarios que individualicen en mayor grado la documentación.
Algunos colegas creen que esto es lo mejor, porque "las oficinas —dicen—
difícilmente harían un inventario con el necesario criterio archivístico".
Por nuestra parte, pensamos que se ahorraría m u c h o trabajo a los archi-
veros si las oficinas remitieran los documentos con un inventario bien hecho,
conforme a normas archivísticas facilitadas por los archiveros.
- 156 -
peto del origen, resulta el sistema orgánico puro ; pero si se altera la disposi'
ción de las subdivisiones o grupos de tercer grado y siguientes, dándoles
otras clasificaciones, el sistema se transforma en semiorgánico (Luxembur-
go). N o son infrecuentes estas alteraciones en los archivos, por supuestas
conveniencias del servicio (Checoslovaquia).
Algunos prefieren una clasificación de asuntos o materias concretas,
sujetas a una correlatividad simplemente numérica, alfabética o cronoló'
gica, o bien a una clasificación de base decimal, razonada "sui géneris" en
cada caso (Noruega, Israel, Canadá).
Finlandia, ateniéndose al aspecto formal, clasifica el material de archi'
vo en determinado número de series principales: periódicos, listas, minutas,
cartas, m e m o r a n d u m s , etc. ; o hace una serie conjunta de correspondencia,
cuentas, mapas, planos y documentos. Dentro de cada serie clasifica por
origen y por asuntos.
Este m i s m o criterio, aunque quizás m á s metódicamente, lo sigue Polo-
nía. Clasifica por materias, con base decimal. Los cuatro primeros números,
o, i, 2 y 3, los dedica a la documentación típica: decretos, personal, objetos
materiales, finanzas y contabilidad. Del 4 al 9 los aplica a las clases que sean
necesarias para que cada institución determinada tenga la suya ; luego, a
su vez, ha de desarrollarse una clasificación individual para cada institución.
Es m u y digno de consideración el sistema m á s frecuentemente usado
en Holanda, conocido por "Systematsch dossierstesel". Los diferentes do-
cumentos de archivo, ordenados cronológicamente, se clasifican, no según
su materia, sino conforme al asunto para el que sirvieron. El conjunto de
expedientes así obtenidos se ordena con arreglo a u n sistema de rúbricas
o títulos basado en una distribución decimal de las materias, de lo general
a lo particular. A veces se clasifica por el sistema de origen u orgánico, pero
aplicando en el interior del fondo correspondiente a cada sección, el sistema
"dossierstesel".
Ciertamente, n o puede hablarse de sistema de clasificación, si única-
mente se da a cada unidad documental un número correlativo y se forma
con todo el fondo u n archivo o sección facticios, sin establecer distinción
entre grupos distintos por razón de materia, tiempo, lugar ni persona. Tai
procedimiento simplista convierte a estos archivos en montones de papel
inútil cuando se pierde u olvida el número de referencia.
Respecto de los sistemas utilizados para la ordenación de los expedientes
o documentos dentro de las unidades archivonómicas (carpetas, legajos,
cajas, registros, etc.), la mayor parte de las respuestas coinciden en afirmar
que en cada caso debe aplicarse el orden que m á s convenga. E n general, se
respeta el que la documentación traiga de su oficina de origen. N o es in-
frecuente que este orden sea de "numerus currens", con la única finalidad
- 157 -
de localización dentro de una serie o grupo, mediante el trampolín de proce-
dimientos referenciales (prontuarios, índices, registros).
Esta heterogeneidad de criterios lleva a la conclusión de que sería m u y
difícil lograr una normativa recomendable de aplicación general, ya que
las oficinas ordenan cada serie documental a su propia conveniencia. Sin
embargo, países c o m o Holanda, República Federal Alemana, Noruega,
Checoslovaquia, Polonia, Yugoslavia, Bulgaria, República Democrática Ale*
m a n a , Canadá, y otras, han dictado instrucciones, normas o códigos sobre
la clasificación de sus archivos y el orden de las unidades documentales.
- 158 -
nisterio esté a cargo de personal del cuerpo de archiveras. L o cierto es
que, salvo contados casos, la documentación de las oficinas y archivos vivos
de la mayor parte de la Administración se expurga sin sujeción a reglas ni
criterios razonables y, m u y frecuentemente, a capricho de los funcionarios
en cuyo poder se hallan los papeles. Confiamos en que la tan anhelada Ley
de Archivos sea pronto una realidad y zanje de una vez todos estos males.
La valoración y decisión de conservar o destruir los expedientes de la
Administración en la República Federal Alemana, compete únicamente
al archivero científico. Cada departamento tiene fijados plazos de prescript
ción para su área de acción. C o n carácter nacional lo tienen señalado los
documentos financieros de Caja y los expedientes oficiales de las cupstiones
sometidas a plazo por la Ley de Comercio.
D e acuerdo con el Decreto real de 22 de Julio de 1902, en Dinamarca
la eliminación en los archivos de las oficinas centrales o regionales sólo
puede hacerse con aprobación del Director de Archivos. Según la índole
de las series documentales, se les hafijadou n plazo de validez de 5, 10 ó 30
años; si bien algunas carecen de plazo fijo, determinándose éste cuando
convenga por las autoridades competentes, debidamente autorizadas por el
Director de Archivos.
El Riksarkivar de Noruega tiene el derecho de inspeccionar todos los
archivos de la Administración, y el deber de coordinar y supervisar los
planes y operaciones referentes a la selección y eliminación de documentos.
Las reglas generales de 1961 ordenan que los departamentos efectúen una
primera revisión de sus archivos antes que éstos pasen de cinco años de
antigüedad. L a responsabilidad de la selección y eliminación a este nivel
recae en la propia Administración. A l alcanzar los archivos los 25 años
se ha de efectuar una segunda revisión y lo que se retenga tras ella se trans-
ferirá a los Archivos Nacionales o provinciales, excepto lo que aún se ne-
cesite para la Administración.
Los reglamentos generales de Archivos de Suecia contienen normas
para la eliminación de documentos "con condiciones de eliminación de
escasa o ninguna importancia" (! !).
Finlandia tiene establecidos plazos de prescripción para algunas series.
Pero en general n o se permite destruir ningún documento anterior a 1919.
E n esta materia, los Archivos Nacionales y el ministerio interesado deciden
conjuntamente. Los criterios se establecen formulando, entre otras, las
siguientes preguntas :
i." ¿Necesita la oficina los documentos todavía?
2. 0 ¿Se necesitan para controlar las actividades de la oficina?
3. 0 ¿Ocasionará la eliminación algún perjuicio al público?
4. 0 ¿Se deben conservar los documentos para investigación científica?
- 159 -
También Polonia tiene establecidos planes de prescripción basados en
los fines de control y en las necesidades de las instituciones y de los par*
ticulares. D e cualquier m o d o , la decisión corresponde a los Archivos del
Estado, que actúan sobre una propuesta o petición formulada por la direC'
ción de la institución u organismo poseedor de los documentos.
E n Checoslovaquia el Ministerio de Comercio Exterior y el del Ejército
han publicado reglas sobre eliminación de documentos. El del Interior im-
pone a sus Servicios la obligación de publicar reglas de expurgos. L a res-
ponsabilidad por la eliminación corresponde a la institución que elimina. El
archivero sólo interviene para elegir los documentos de valor histórico.
D e manera m u y parecida intervienen los archiveros en Yugoslavia.
Pero aunque el Consejo de Archivos establece las normas generales de
expurgo, y una de ellas es que el archivo competente tiene derecho a tomar
parte en la selección y eliminación de los documentos de cualquier institución,
n o entra c o m o obligación en la misión del archivero el evitar destrucciones
de documentación de valor permanente. Ello concierne a la propia institu-
ción de que proceden los papeles.
Bulgaria cuenta con listas de plazos de prescripción hechas por los
jefes de las oficinas, previo acuerdo con la Dirección de Archivos. Los do-
cumentos prescritos son sometidos a informe de la Comisión de expurgos de
la oficina. Dicha Comisión, asesorada por un archivero de carrera, determina
los documentos que deben pasar a los archivos del Estado y los que carecen
de todo valor. U n a vez formadas las listas, se someten a las Comisiones
de Control dependientes de la Dirección de Archivos, que las aprueban o
rechazan.
La República Democrática Alemana sigue u n procedimiento m u y se-
mejante al de Bulgaria.
Israel tiene reglamentada la destrucción de material de archivos de esta
manera : las propuestas anuales de expurgo que hacen las instituciones han
de someterse a la aprobación del Archivero del Estado, después de haber
sido examinadas por un Comité presidido por el Director general de los
Archivos y con representantes de los ministerios de Hacienda y Justicia,
el interventor del Estado y personal del ministerio interesado.
E n Canadá sólo el Archivero del Dominio tiene autoridad para aprobar
las eliminaciones. H a y unas instrucciones que señalan el número de años
que debe retenerse cada serie. La selección se considera una función normal
del archivero de carrera.
E n la República Argentina son los propios ministerios, secretarias de
Estado, etc., quienes en sus reglamentos dan las normas de eliminación.
A veces los criterios son arbitrarios y ocasionan pérdidas de documentos
de valor histórico. Sin embargo, hay mayor rigor científico e histórico
- 160 -
para lo que hayan de entregar al Archivo General de la Nación : salvo
excepciones, toda la documentación de m á s de 3 0 años.
La Ley 5 de 1955 de Puerto Rico establece un programa de conservación
y disposición de documentos públicos. E n su artículo 4 , apartado c, deter'
mina que los jefes de dependencias realizarán un inventario de todos los
documentos de menos de 50 años de antigüedad y los clasificarán en : 1)
Documentos de legislación estatal, de donaciones de fondos a programas
públicos del país, y contratos oficiales, que se conservarán sin límite de
tiempo, aunque podrán ser eliminados con autorización expresa de ley,
si llega a ser patente su total inutilidad. 2) Documentos fiscales o necesarios
para examen y comprobación de cuentas. El período de conservación será
fijado con sujeción a las reglas que a este efecto preparará el secretario de
Hacienda. 3) Documentos que constituyan evidencia de título sobre propie-
dad pública o particular, o que cualquiera justificación legal haga necesaria
su conservación. Según convenga, se determinará plazo de validez, que
podrá también ser indefinido. 4) Documentos que por su utilidad adminis-
trativa de uso diario en las dependencias o por la información que contienen,
sean necesarios para testimoniar hechos pasados importantes, o utilizarse
como referencia en otras tareas, operaciones o programas. El plazo de con-
servación se fijará por el jefe de la dependencia, con la aprobación del jefe
del organismo a que pertenezca. 5) Restantes documentos, que según un
procedimiento de estimación igual al del n.° 4 , serán destruidos o enviados
al Archivo General del Estado. A todos estos efectos, los jefes de las de-
pendencias prepararán listas anuales de cada grupo.
N o está claro en la mayoría de las respuestas lo que se hace con la d o -
cumentación cuyo valor administrativo ha prescrito, pero que conserva in-
terés histórico. Algunos afirman que permanece en el archivo de origen, unos
pocos dicen que pasa a otro archivo superior, igualmente administrativo, y
son varios los que indican que esta documentación seleccionada se transfiere
a archivos históricos, generales o provinciales, periódicamente : cada uno,
cinco, diez o m á s años.
4. INSTALACIONES Y SERVICIOS
4.1. Edificios
- 161 -
cíales, dentro o fuera del edificio de su organismo. Sólo los archivos gene-
rales de la Administración, cuando existen (por ejemplo, República Federal
Alemana, Noruega, Argentina, Canadá y naciones jóvenes c o m o Congo*
Kinshasa y Zambia), suelen estar instalados en edificios independientes.
4.2. Estanterías
- 162 -
4-5/7* Instalaciones de protección
- 163 -
que punto son accesibles al investigador o al público en general los archivos
administrativos, en nuestro cuestionario se incluyó la pregunta correspon-
diente. H e aquí el resultado de las respuestas.
Salvo Bulgaria, Hungría y Noruega, que contestan negativamente,
todos los demás países dan un "sí" a la accesibilidad, pero con limitaciones
o requisitos m u y fuertes que, en general, convierten en excepcional y pri-
vilegiada la consulta. Primero, suele exigirse la autorización de los ministros
o altos jefes de los organismos de la Administración a que el archivo perte-
nece : segundo, determinados documentos considerados c o m o confidencia-
les nunca son accesibles al investigador; tercero, la mayor o menor anti-
güedad del documento marca el límite de lo consultable, por ejemplo:
Austria e Italia, 50 años, Canadá, Inglaterra y Tanzania, 3 0 ; Finlandia,
25 años, ó 40 ó 50, según el fondo documental; Zambia, 20 años; Sene-
gal y Francia tienen c o m o tope el año 1 9 2 0 ; Turquía el año 1 9 1 8 ; Ir-
landa el año 1916; y la República Federal Alemana, el 8 de m a y o de 1945.
E n España no hay señalada fecha límite, pero tan pronto c o m o la documen-
tación administrativa pasa a los archivos históricos, es totalmente libre
su consulta, por igual para nacionales y extranjeros. Estados Unidos de
América tiene reglamentada minuciosamente la accesibilidad a la docu-
mentación de los Archivos Nacionales y de las Oficinas federales de la rama
ejecutiva, en virtud de la llamada Acta de Libertad de Información (Ley
Pública 89-487, 8 0 Stat, 250.).
N o es posible, por razón de espacio, dar cabida en esta ponencia al detalle
de las respuestas sobre limitaciones y requisitos de la accesibilidad. E n con-
junto, se saca la conclusión de que cada país impone las condiciones y lími-
tes que estima convenientes. A u n q u e se nota en algunos cierta tendencia
a ir dando mayores facilidades, parece aún lejano el día en que los archivos
de la Administración sean accesibles al investigador sin cortapisas tan res-
trictivas.
- 164 -
E n la mayoría de los países los documentos se prestan únicamente a la
autoridad que los envió al archivo o a funcionarios debidamente autorizados.
Cuando el funcionario necesita informe, copia o extracto del documento,
suele hacerlo él mismo, en su oficina o en el archivo. Rara vez lo hace el
archivero.
La experiencia ha demostrado que con este sistema clásico de utiliza-
ción de los archivos administrativos, se pierden muchos documentos. Para
evitarlo, en varios países (Yugoslavia, Turquía, Israel, Congo-Kinshasa),
aprovechando los modernos procedimientos de reprografía, en lugar de
prestar el documento, se entrega su reproducción : fotográfica, fotostática,
xerográfica, etc. Se logra así la integridad del archivo, aunque ello suponga,
naturalmente, u n gasto de cierta consideración.
- 165 -
El cuestionario incluía un último apartado de "Conclusiones". Por
respeto a la integridad de las interesantes ideas, sugerencias y soluciones
que hacen la mayoría de los países (algunos m u y por extenso) en sus res-
puestas a este punto, ha parecido conveniente ofrecer a los señores Congre-
sistas el texto íntegro de tales "Conclusiones", por vía de "Apéndice" de
la presente ponencia.
APÉNDICE
A L E M A N I A (República Democrática)
Personal calificado para redacción y resgistro de las actas, continuar
imponiendo y conservar los planes de actas o documentos en la administra-
ción. Desarrollo del sistema de evaluación a base de una administración
mejorada y orientada según principios de ordenación uniformes tendentes
a una mejor selección del valor del material archivado. A u m e n t o del valor
informativo de las existencias de los archivos de la administración. Estímu-
los procedentes de las instrucciones metódicas para el Servicio de Archivos
de la República Democrática Alemana, especialmente en el campo de la
recepción, evaluación y casación, ordenación y catálogo.
Eliminación de la discriminación de los archivos de la República D e -
mocrática Alemana por parte del Travel-Board en la participación en reu-
niones del Consejo Internacional de Archivos. Publicación de los resul-
tados de congresos y conferencias internacionales sobre problemas de los
archivos de la administración. Organización de un intercambio de experien-
cias sobre teoría y práctica del trabajo en archivos de la administración.
Existe especial interés en las investigaciones o estudios de la posición de los
archivos de la administración en el sistema informativo de los órganos, ins-
tituciones y empresas estatales.
- 166 -
L a expansión y afianzamiento d e la libertad d e decisión d e los archiveros
científicos en la valoración de actas y d e m á s documentos para la elección
del material archivado digno de ser transmitido a la posterioridad parece
que es aquí requisito m á s importante.
Para igualar m á s internacionalmente los métodos de archivo y f o m e n -
tar a ú n m á s la colaboración e n lo q u e afecta a archivos en todo el m u n d o ,
parecen ser los medios adecuados : el intercambio d e medios o hallazgos
a través de todas las fronteras y el intercambio de archiveros instruidos con
m u c h o s años d e experiencia profesional.
M a r b u r g . D r . Joh. Papritz. — E n vista de la complejidad de las reía-
ciones, la respuesta exigiría u n espacio m u y grande. Para poder hacer tales
propuestas útiles para otros países, se necesita primero u n a aclaración de los
problemas comprendidos en la pregunta 3 . 2 . Sin tal explicación de los tipos
de estructuras n o es posible ningún intercambio internacional de expe-
riencias.
ARGENTINA
- 167 -
con fines de conocer su estado actual y proponer las medidas para su orga-
nización funcional.
AUSTRIA
BULGARIA
Se debe proceder a estudios en común con las administraciones intere-
sadas y los institutos científicos, con vistas a la elaboración de reglas y
sistemas de ordenación válidos para todo el m u n d o . También se debe ela-
borar un reglamento tipo para el trabajo en las secretarías y los archivos de
las diferentes administraciones, organizaciones y empresas.
Es de desear que el Consejo Internacional de Archivos estudie y gene-
ralice las experiencias adquiridas por los diferentes países, miembros suyos,
con referencia al trabajo en los archivos administrativos, examinados en
todos sus aspectos, y m á s especialmente :
los sistemas de cancillería
los derechos y las obligaciones de control de los organismos jerárquica'
mente superiores, en relación al trabajo en las secretarías y los archivos
de las administraciones subordinadas.
CANADÁ
Deberían existir archivos centralizados para los documentos administra-
tivos inactivos, y un control centralizado con respecto a la creación y eli-
minación de archivos.
CEILÁN
La elaboración de una Ley de Archivos tan pronto c o m o sea posible;
la creación, dentro de la organización administrativa del país de personal
especializado en archivo de documentos, y de personal de enlace en los
Archivos; extender esta idea a los negocios privados y a otras organizaciones
de carácter privado, incitándoles a seguir un programa sistemático de ela-
boración y transferencia, basado en un procedimiento bien estudiado. Po-
pularización de los Archivos por medio de campañas de prensa y exhibicio-
nes e invitando a hacer más trabajos de investigación.
Legislación y mejor información.
- 168 -
Conferencias regulares en distintas partes del m u n d o ; u n programa de
publicaciones bien planeado, en el cual pudiesen participar los archiveros
de todo el m u n d o .
CONGO-KlNSHASA
Las sugestiones que pudiesen mejorar nuestros archivos, serían, en
lo que nos concierne, de conducir una campaña de persuasión a fin de con'
vencer a los otros servicios del Estado de que no se trata en absoluto de
un control sobre las actividades de sus servicios, sino de una investigación
en el cuadro del servicio, el cual constituye un fundamento d e nuestra
historia.
Esto es, eliminar así todo pensamiento que tienda a atribuirnos inten-
ciones que no son las nuestras. L a tarea nos facilitará el conducir bien nues-
tras encuestas, tanto caulitativa c o m o cuantitativamente. Así, ninguna masa
de papeles escapará a nuestro control.
E n Congo-Kinshasa, la reglamentación relativa a la organización ad-
ministrativa, exige a todos los organismos oficiales el dejar en depósito
legal todo documento oficial que ellos produzcan. Estas disposiciones afec-
tan igualmente a los autores privados, comprendidos los músicos. D e esta
manera, nuestra biblioteca se enriquece considerablemente.
Este problema no es menos importante. Sería de desear que la Unesco
tomase la iniciativa de conceder bolsas de viaje a los Archiveros de todos
los países durante un período escalonado, a fin de permitir a éstos pasar
una temporada larga en los archivos de otro país, y trabajar allí regular-
mente.
Estimo que por este sistema, el interesado se inspirará en los métodos
adoptados allí, y sacará buen provecho.
D e esta manera, igualmente, la colaboración deseada entre archiveros y
archivos del m u n d o , se realizaría.
CHECOSLOVAQUIA
Ponerse de acuerdo sobre los plazos mínimos para el depósito de docu-
mentos en los archivos administrativos, sobre todo en lo que concierne a
los documentos de carácter personal y a los documentos judiciales.
ESTADOS UNIDOS
El "Record M a n a g e m e n t " (Organización de documentos) es una apro-
ximación sistemática al control de los materiales documentales desde su
creación hasta su cremación. N o se trata de las técnicas y facilidades para
- 169 -
la manipulación de datos, sino de los datos ya obtenidos y de los medios
y métodos para su obtención y eficiente explotación. Se divide en tres
partes: conservación, mantenimiento y disposición. La primera proporciona
instrumentos y técnicas p.^ra organizar aquellas funciones administrativas
que crean correspondencia, formularios, informes e instrucciones. L a se-
gunda proporciona instrumentos y técnicas para controlar de u n m o d o
efectivo la compilación, análisis, clasificación, arreglo y recuperación de
datos para la información administrativa activa. Comprende el manteni-
miento de ficheros, el manejo de la correspondencia, automatización de
datos y aplicación de sistemas de microfilm. L a tercera proporciona instru-
mentos y técnicas para realizar sistemática y ordenadamente :
i) El expurgo de la documentación inactiva y de la semiactiva poco
utilizada.
2) La delimitación del equipo de ficheros y del espacio necesario para
situar la documentación activa y abandono del equipo y espacio que n o
se requieran para este propósito.
3) Protección de los documentos vitales para la continuidad de las
operaciones en caso de desastre o emergencia.
4) Conservación de la documentación de importancia desde el punto
de vista legal o histórico.
FINLANDIA
FRANCIA
- 170 -
HUNGRÍA
INGLATERRA
N u e v o edificio; m á s personal.
Reglas unificadas para la accesibilidad y u n sistema central de archivos.
M á s disponibilidad en el sentido económico y mejor entrenamiento.
M á s cooperación entre archiveros y entre los P R O y los archiveros
locales.
Viendo que los documentos y la historia de diferentes países varían
tanto, no creo que fuese deseable demasiada normalización.
Q u e se fijase una fecha obligatoria para el depósito de documentos a
todas las Instituciones Oficiales. Por ejemplo un plazo de 20 años.
M á s personal; m á s dinero; m á s asesoramiento en los archivos pri-
vados y m á s control nacional de los archivos privados.
Todos los archiveros de un país deberían formar parte de un Sistema
Nacional, tener el m i s m o entrenamiento y ser controlados e intercambiados
por los Archivos del Gobierno Nacional. Debería existir un intercambio
de personal entre los distintos Archivos Estatales por plazos de 1 a 3 años.
Cualquier mejora en Inglaterra, dependería de una simplificación del
complejo marco legal en que nos desenvolvemos en la actualidad, y también
de la instrucción del personal, científicamente entrenado para el trabajo
en todas las secciones de archivo.
Esto sólo se alcanzará con un criterio unificado acerca del verdadero
propósito de los archivos. E n Inglaterra todavía se le da m u c h a importan-
cia al valor puramente histórico de los mismos.
- 171 -
ISRAEL
ITALIA
- 172 -
archivos de Estado satisfacer con prontitud la exigencia de la investigación
histórica, y en tal sentido, extendiendo esta cuestión al campo internacional,
no parece fuera de lugar el proponer dentro del Consejo Internacional de
Archivos la constitución de un comité para el estudio del problema.
JAMAICA
MÉ)ICO
NIGERIA
- 173 -
M a y o r ayuda financiera para el sostenimiento de nuevos edificios de
archivos, instalaciones y equipo modernos a los países en desarrollo.
NORUEGA
PAÍSES BAJOS
- 174 -
Q u e los funcionarios encargados de la custodia de los archivos corrientes
de una administración, hagan un inventario sumario de sus diversos fondos.
Q u e se mejore la situación material de los archivos semiestáticos ; que
los depósitos de prearchivación sean mejor protegidos contra la h u m e d a d
y el fuego.
Q u e la situación material de los archivos semiestáticos y de los de-
pósitos de prearchivación puedan ser controlados regularmente gracias a
un aumento del personal de las inspecciones.
Q u e los funcionarios novatos de las administraciones sean debidamente
instruidos sobre la existencia y riqueza de sus archivos, para que, al tratar
un negocio, o m á s simplemente, al escribir una carta, traten de lograr in-
formes, y de buscar ejemplos. Se haría bien, quizás, adjuntándolos por
algún tiempo al funcionario encargado de la conservación.
Q u e la formación del personal destinado a ocuparse de los archivos
corrientes sea combinada con la del personal científico de los depósitos de
archivos públicos, para que cada uno de estos dos grupos de funcionarios
comprenda mejor la naturaleza del trabajo del otro, y que el personal de
los archivos corrientes prepare de alguna manera la confección de los in-
ventarios científicos.
L a formación especial dada a aquellos que se encargarán de la custodia
de los archivos corrientes, pero, la manera queda por estudiar, esta forma-
¡ción deberá ser combinada con la de la Escuela de archiveros.
La unificación no es una panacea. Los fondos de los archivos se cor
tinuarán formando siempre de varias formas diversas, y habrá siempre
varios sistemas de clasificación : sobre todo, no olvidemos el profundizar
nuestros conocimientos de estas realidades.
L a intensificación de los intercambios de puntos de vista y de infor-
mación, oralmente o por escrito. Los archivistas que tomen parte en este
intercambio, sobre todo si se creen obligados a recurrir a u n idioma extran-
jero, deberán hacer lo posible para expresar los matices de sus pensamientos,
y para que las palabras técnicas de las que se deben servir formen un conjun-
to lógico y cerrado, correspondiendo a la terminología dada en el Servier's
Lexicon of Archive Terminolgy.
POLONIA
- 175 -
Obligar a todos los archivos corrientes a guardar su documentación en
los mismos clasificadores carpetas y a marcarlos y registrarlos según e!
mismo sistema.
T o d o s los archivos corrientes, sin considerar lo específico de la institu-
ción en cuyo cuadro se encuentran y a cuyo poder están subordinados, deben
ser supervisados por la institución superior de los archivos del Estado. D e -
ben ordenar su documentación según la misma regla de clasificación.
SENEGAL
- 176 -
.-SBÉCÍA
Los archivos suecos están organizados para ser dos entidades, una
Institución al servicio de la investigación, y la autoridad que controla y
dirige los archivos de las diferentes administraciones de todo el país. Pen-
samos que ambos papeles tienen la m i s m a finalidad : promover el conoci-
miento y la escolaridad. L o que hoy son archivos de rutina para las au-
toridades administrativas pueden ser el día de m a ñ a n a valiosa fuente de
información histórica sobre nuestra época. Creemos que éstas son y deben
ser las ideas básicas del trabajo de archivos. Si estas ideas son observadas
y los archivos llegan a tener suficiente influencia y autoridad para vindicar-
las y mantenerlas, ésta será la mejor manera de mejorar los archivos en este
país y en otros.
TURQUÍA
YUGOSLAVIA
- 177 -
tas, dándoles el apoyo necesario para lograr que las instituciones posean
un verdadero carácter independiente, cultural y científico.
U n verdadero apoyo para una acción constructiva del Consejo Interna-
cional de Archivos, al objeto de lograr una liberalization en lo concerniente
al acceso al material de archivo, pudiendo extenderse esta acción al logro
de unificar y estrechar los lazos para una mayor y mejor colaboración en
materia de consulta entre todos los países del m u n d o .
ZAMBIA
- 178 -
IA GESTION DE DOCUMENTOS COM3 UNA FUNCCOxJ A*CHIVISTICA
- 180 -
Un punto clave en el desarrollo evolutivo de la gestión de docu-
nentos en el Gobierno Federal, sucedió en 1934 con el nombramiento
del primer Archivista de los Estados Unidos. De ahí en adelante, el
Archivo Nacional se convirtió en el vehículo institucional necesa-
rio parn reunir los segmentos, de lo que primero se conoció cono la
administración de archivos, para desarrollar un programa amplio y
viable.
3. Impacto revolucionario
- 183 -
gado a La función archivística son fácilmente reconocibles en la
exposición anterior, sobre las funciones del Servicio Nacional
de Archivo y Docmn-întacion del Gobierno. Otras pueden no ser tan
aparentes :
- 184 -
Loralización Organizacional
- 186 -
Del cuestionario y de los materiales de referencia de soporte
presentados por las naciones, se pueden tomar varias conclusiones y
observaciones en cuanto al estado de la gestión de documentos
públicos en los países que respondieron. Una generación cautelosa
de estos resultados permite darse una idea del estado de la gestión
de docunentos y su dirección en el mundo.
(e) Ya que las omisiones son tan significativas como las res-
puestas de actividad, debe notarse los elementos que los respondentes
no realizan con frecuencia: archivos legibles por máquina, sistemas
de recuperación de inforiración, automatización de la fuente de
datos, procesador de palabra, procedimiento general de papeleo,
directorios, y manejo de informes. Los primeros cuatro ^on muy exten-
dibles ya que representan elementos muy relacionados con la automati-
zación de oficinas, un área tecnológica que aún no es factible
para aplicaciones generales en los gobiernos de algunos de los países
que respondieron.
- 187 -
6. Resumen
Reconocimiento
por
Pierre BOISARD
Todos sabemos que esa lista está un tanto caduca a pesar de los
arreglos esporádicos que para afrontar las circunstancias disponen
las circulares de la Dirección de los Archivos de Francia, y como lo
observa sin optimismo la nueva edición del Reglamento general de los
Archivos departamentales , "ninguna nomenclatura podrá jamás
estar completa ni ser definitiva".
I. - APROXIMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
- 191 -
También se podrán recoger sugestivas anotaciones en las
páginas publicadas por M. Yves Pérotin sobre los problemas de los
archivos modernos: La administración y las "tres edades" de los
Archivos (Tomado de la revista Sena y París, no. 20, octubre de
1961; El "Records Management" y la administracon americana de los
Archivos, Paris, 1962; El "Records Management* y la administración
inglesa de los Archivos, en la Gaceta de los Archvivos, no. 44,
1er. trimestre de 1956, pp 5 a 17; y El granero de la historia y las
cosechas excedentes ibidem, no 50, 3er trimestre de 1965, pp. 131 a
143. Por ultimo, dos de mis compañeros y amigos, MM. Jean Favier y
Robert Favreau han consagrado a los Archivos uno un librito de divul-
gación (París, 1959, colección "Que sais-je?"), el otro un folleto
(París, 1965), en los cuales se encontrarán no pocos párrafos que
darán pie a provechosas reflexiones acerca del tema que hoy nos
interesa.
Porque todos los países han acabado por admitir que en principio
ninguna destrucción de documentos puede hacerse sin el parecer o
la autorización de los servicios de archivo. Para que este visto
bueno pueda tener algún significado, sería de desear que ningún
documento se eliminara sin pasar antes por las manos de una persona
competente, y por qué no decirlo de un archivista. Pero frente a la
montaña de papeles modernos de que cada administración debe desem-
barazarse cada año, quién se atrevería a mantener vigente tal
exigencia? El archivista puede delegar en un personal competente la
responsabilidad que le incumbe, y los Archivos presentarse como un
cuerpo de especialistas de responsabilidades,compartidas pero jerar-
quizadas? "Es necesario, decía André Lesort , tener a disposi-
ción de los archivistas, empleados, que puedan ayudarles en la la-
bor de selección... He visto empleados con apenas formación prima-
ria y que, instruidos por el archivista, hacían sinembargo selec-
ciones excelentes". En apoyo de su afirmación daba André Lesort en
1950 el siguiente ejemplo: "En los Archivos del Sena hemos tenido de
una vez 24 camiones de "no ha lugar" de la policía correccional
de París para el período que va de 1871 a 1884. Es evidente que
montones como ésos no podían almacenarse definitivamente. Por lo
demás es evidente que sería lamentable para las investigaciones
históricas,arrojar a la basura esta clase de papeles sin un examen
preliminar . Por grande que sea mi veneración a la memoria
de André Lesort, que a la cabeza de los Archivos del Sena asumió
con altura sus responsabilidades en el campo de las eliminaciones,
confieso haber aprendido mal la lección que pude sacar del ejem-
- 195 -
Un estudio somero nos permitió comprobar que las numerosas
páginas interiores, que habían perdido todo su valor administra-
tivo, no contenían ningún dato de interés ni de utilidad, pero que,
en cambio, la primera página de la carátula que daba el nombre y el
empleo del interesado, fecha y lugar de nacimiento, fecha de entrada a
la administración, nombres de los padres, esposas o hijos, podría
conservarse para formar un excelente fichero de los empleados de la
Prefectura, algunos de los cuales habían comenzado a ejercer antes de
1871 y cuyo expediente había desaparecido con ocasión del incendio
de la Comuna. Uno de nuestros muchachos de servicio fue quien orga-
nizó el fichero.
16 Artículo 52.
17 Página 6.
- 198 -
Cuando los papeles administrativos son sometidos al examen del
archivista para que decida su suerte, han perdido ordinariamente su
valor primario, lo que quiere decir su valor administrativo.
22 Ibidem.
- 201 -
Comprobar que el valor histórico de los documentos, esencialmen-
te secundario, dimana a veces de su valor primario, no debe impedir
que se formulen problemas, y mediante alguna iniciativa, se les
encuentre algún interés histórico a papeles casi o totalmente
desprovistos de él. Así el Reglamento de los Archivos Departamenta-
les autoriza a destruir, después de sesenta años, todos los estados
de sueldos y descuentos para el retiro del personal docente; pasado
este tiempo, tales documentos han perdido en efecto todo su valor
primario y administrativo. Pero a falta de anuarios y cuadros de
antigüedad hemos pensado, en los Archivos del Sena, que esos estados
de asignaciones daban, por año, una lista del personal docente y de
los cargos a que estaba destinado cada uno de los maestros; su volumen
excluía toda idea de conservación integral, pero nos decidimos a
guardar todos los estados de sueldos del mes de febrero de cada año,
a partir de los cuales podrán seguir adelantándose investigaciones
estadísticas o de identificación.
37 Este depósito, que funciona desde hace cinco años con base
en un reglamento establecido por los Archivos del Sena pero con
personal adscrito por la Dirección de Vivienda, ofrece aproximada-
mente 350 mi de estantería metálica; recibe cada año depósitos y
practica bajo nuestro control las eliminaciones necesarias (más o
líenos 75 mi ) ; estos depósitos y eliminaciones van acompañados de
memorándums; comunica una decena de expedientes por día; la mayor
parte son reintegrados en la quincena que sigue a su desplazamiento.
38 Así la creación del depósito intermedio de la Vivienda ha
permitido clausurar cuatro oficinas y suprimir quince empleos.
39 Ver también el libro de M. Michel Duchlin sobre las
Construcciones y Equipos de Archivos, París, 1966.
- 214 -
lineales y los servicios objeto de la encuesta acusaban un crecimiento
anual de 75 kilómetros lineales . La Caja Primaria de Seguridad
Social de la Región parisiense, a la cual no habíamos cuestiona-
do, pero que al oír hablar de nuestro empeño, vino a motu propio a
consultarnos, declaró por su cuenta un fomento de 400 kilómetros
lineales por año. Nuestra intención era renovar esta averiguación
año por año: así nos habría sido posible, gracias a las variacio-
nes, descubrir rápidamente los servicios "en expansión" tanto desde
el punto de vista administrativo como desde el de los archivos. Sin
embargo, por una u otra causa, esta encuesta no volvió a efectuarse
hasta 1964 y debíamos comprobar, dadas las márgenes de error, que
las cifras poco diferían de un año a otro: el arrume de papeles ad-
ministrativos no ascendía sino a 500 kilómetros lineales; en cambio
los servicios acusaban un crecimiento de 90 kilómetros lineales por
año.
- 215 -
Todos estos empeños de definir y hacer prosperar una política
coherente no han producido siempre los mismos positivos efectos; algu-
nos, como acabamos de verlo, requieren cierto tiempo para el logro
final. En consecuencia era preciso encarar situaciones urgentes y no
era posible pedir a los administradores que conservaran intacto el
acervo de sus papeles a la espera de la buena palabra... archivística
y a que se diera fin a la encuesta cualitativa que emprendimos.
Inspirándonos, repitámoslo una vez más, en los trabajos de M.
Schellenberg, implantamos un método de eliminaciones que nos permite
frenar al más fogoso y esperar a que se haya definido y acordado una
política promisoria en los archivos modernos.
- 217 -
De esta suerte no ignorará nada de los papeles que se encon-
traban no hace mucho al lado de los documentos que consulta; es posi-
ble y hasta probable, como lo dijimos antes, que nos reproche amarga-
mente nuestras destrucciones, pero nos hará justicia por los que no
le ocultamos, por los que le contabilizamos y por los medios de
suplirlos que les indicamos en la mayoría de los casos.
PIERRE BOISARD
conservador de Archivos del Sena
y de la ciudad de París.
- 219 -
IA EVALUATION DE IDS ARCHIVOS ODNTEMPORAlSÍEDS
1. Introducción
Por esto debe enfatizarse que las posibil id ide; pira one jnt.'w
normas aceptables para la evaluación de los archivos contemporáneos
depende de la herencia gubernamental especial de cada país y de la
rutina administrativa. Por lo tanto, es difícil obtener conclusiones
generales de la experiencia de algiín país.
- 223 -
mantenimiento ñ& maquinaria o equipo. Estos documentos se caracteri-
zan porque contienen información que refleja las variaciones indivi-
duales en un patrón bien conocido (Nilsson). Se puede ahorrar una
gran cantidad de espacio al eliminar tales documentos. La decisión
para eliminar este material se toma fácilmente con los documentos de
rutina qíe por lo general duran muy poco.
- 225 -
Polonia ha mencionado los siguientes criterios: a) el carácter
general y la posición social de la oficina generadora, b) la conti-
nuidad e independencia de los documentos cuando se relacionan con
otros documentos, c) el grado de repetición de los documentos dentro
de la administración, d) "criterios históricos y regionales", e)
la apariencia externa de los documentos, f) la condición de preser-
vación. Con respecto al puntes a) solamente entre el 1 y el 2% de las
10.000 o más oficinas generadoras de documentos producen material de
valor permanente. Usualmente, los documentos de autoridades importan-
tes son solo de interés cuando se originan en regiones con tradicio-
nes históricas, gran significado económico y similares. Los exper-
tos en la Unión Soviética usan criterios similares para la evalua-
ción de archivos. F.I. Dolgih, en su informe al congreso antes
mencionado,el cual puede consultarse para más detalles, da los si-
guientes criterios básicos para determinar el valor de los documen-
tos en la Unión Soviética: a) el rol e importancia de la institu-
ción en cuestión, b) la posición de la institución dentro del
sistema Estatal, c) la importancia de las Punciones desempeñadas por
la institución, d) el rol independiente o subordinado de la institu-
tución, e) la importancia de un suceso (fenómeno tema) en la
preparación, posesión o investigación en la cual la institución
participó.
- 226 -
Se someterá el material mismo al método científico? Es el
material tan confiable que se puedan sacar buenas conclusiones?
Puede compararse con material similar de otros tiempos? y se origina
en un momento donde existe material comparativo? Otra pregunta im-
portante es si el material contiene suficiente información relevan-
te en relación con su tamaño que haga razonable su conservación.
No se puede conservar cientos de metros de material, si éste contiene
solamente una pequeña cantidad de datos interesantes. Sin embargo,
aquí son enormes los peligros de hacer juicios subjetivos.
8. Maestreo regional
- 232 -
EL REFINADO ARTE DE IA DESTRUCCIÓN
por
W. KAYE LAMB.
Hasta hace poco tiempo las tareas del archivista eran esencial-
mente las de un guardián y custodio. Se encargaba de los documentos
sobrevivientes del pasado y hacia lo que podía para preservarlos y
ponerlos a salvo. Rara vez se preguntaba si los documentos debían
preservarse, o si valía la pena conservarlos. En contraste, destruir
documentos; o autorizar o estar de dónenlo oon -su destrucción, se ha
convertido ahora en una de las responsabilidades del archivista. Esto
representa un cambio fundamental en sus tareas, cuyas implicaciones no
son del todo explícitas.
- 233 -
El gran volumen de documentos itodernos, y la necesidad de des-
truir muchos de ellos, dio lugar al nacimiento de la nueva profesión
de administración de archivos. El propósito básico del administra-
dor de archivos es reducir el volumen, el cual se puede lograr de dos
maneras: primero, procurando por medio de una planeación y super-
visión cuidadosas, reducir el minero de documentos generados; se-
gundo, procurando organizar las cosas de forma tal que los documentos
de valor temporal se identifiquen y se descarten tan pronto
como sea pasible. Su objetivo es asegurar la retención permanente
de un mínimo de material. Uno de los medios principales para fil-
trar el material es la programación, donde se asigna a cada catego-
ría de documentos,un período de retención corto o largo según lo
merezca el material. Se supone que esto es relativamente un nuevo
descubrimiento, pero, excepto por el término mismo - programa-
ción - es interesante anotar cómo Jenkinson anunció este método
hace 40 años. "... Es aún posible", escribía, "que una oficina
diseñe por sí misma un sistema de períodos graduales de conserva-
ción aplicables a tipos especíEicos de documentos"; y continuó
refiriéndose a "Libros de Destrucción" y "Diario de Destrucción"
para llevar un registro de tales períodos, y de las fechas de expira-
ción a las que seguiría la destrucción. M e m a s , mencionó que
probablemente habría algunos documentos sobre los que no se podría
tomar una decisión inmediata. Para éstos, propuso "fechas no nece-
sariamente de destrucción sino de reconsideración, la cual se haría
en Coruvi regular", una clara anticipación de la categoría de
"retención indefinida" usada corrientemente por los administradores
de archivos de hoy.
- 236 -
Cerca de una docena de departamentos, que por una razón u otra
tenían alguna relación con los documentos o con su manejo (gestión)
(Obras Publicas, Tesorería, Defensa Nacional, Asuntos Exteriores,
etc), estaban representados por miembros del comité permanente.
Otros departamentos tenían su representación siempre que se estu-
viera discutiendoa un asunto relacionado directamente con ellos. El
comité "mantenía bajo constante revisión el estado de los
documentos públicos y debía considerar, aconsejar y concertar con
todos los departamentos y oficinas del gobierno... sobre la organiza-
ción, cuidado, almacenamiento y destrucción de los documentos
públicos".
- 238 -
Técnicas modernas de retirada de documentos
y normas de evaluación1
Morris Rieger*,
presidente,
Comité sobre el Desarrollo Archivístico,
Consejo Internacional de Archivos,
Bethesda, Maryland
(Estados Unidos de América)
La retirada de documentos de los organismos públicos es inevitable una vez que tales documentos
han perdido actualidad.
El procedimiento para una retirada planificada en varias fases, que se ha desarrollado
durante la pasada generación, consta típicamente de: a) preparación de inventarios o revisiones
de todos los documentos existentes en cada organismo público; b) análisis de esos inventarios
desde el punto de vista de la retirada; c) a partir de tal análisis, preparación de instrumentos
de retirada; ú) evaluación, según criterios objetivos acerca del valor de los documentos, de
propuestas concretas; e) ejecución de las disposiciones de esos instrumentos de retirada.
El autor pone el acento sobre la necesidad de un sistema regular y planificado de retirada
de documentos en el tercer mundo.
217
fíUCIBA, vol. I, n.° 3, julio-septiembre de 1979
- 239 -
documentos que tienen un valor testimonial permanente, sino que también priva
al organismo en cuestión de materiales que puede necesitar el día de m a ñ a n a
c o m o testimonio de la evolución de su organización, régimen, programas y
operaciones en el pasado, y c o m o fundamento y precedente en la elaboración
de nuevos programas.
El único antídoto para este tipo de retirada irracional es u n procedimiento
racional en el que se tengan en cuenta no sólo las necesidades futuras del organismo
correspondiente sino también las de la institución de archivos públicos. Las
experiencias de los últimos veinticinco a treinta y cinco años, iniciadas en los
Estados Unidos, han impuesto u n sistema de retirada en varias fases que tiende
a asegurar que todas las partes implicadas —particularmente los organismos de
la administración y las instituciones de archivos— sepan en todo m o m e n t o lo
que hacen y alcancen el resultado que desean, esto es, la eliminación m á s tarde
o más temprano de todos los documentos públicos que han perdido su vigencia,
salvo el pequeño y valioso núcleo que merece su permanente conservación en los
archivos, manteniendo al m i s m o tiempo en existencia los documentos últimamente
descartados, sin valor para los archivos, en tanto puedan necesitarlos el organismo
de origen, otros organismos y el público.
Este proceso de retirada en varías fases consta de: a) la preparación de inven-
tarios o revisiones de todos los documentos existentes en cada organismo*; b) el
análisis de esos inventarios o revisiones con vistas a la retirada4; c) la preparación
de instrumentos de retirada de varias clases, destinados a proponer y controlar
las modalidades de la retirada de los documentos del organismo en cuestión1;
d) la atenta y minuciosa evaluación de las propuestas formuladas en los instru-
mentos de retirada, es decir, su examen y su aprobación o recusación con arreglo
a criterios de valor objective**; é) la ejecución de las disposiciones previstas por
los instrumentos de retirada aprobados, de acuerdo con las decisiones de evaluación
aplicables*.
Estrechamente relacionado con el proceso de retirada se encuentra el llamado
centro de documentos intermedio, solución relativamente nueva que da a todos
los interesados en el proceso tiempo suficiente para llevarlo a cabo con reflexión
y método, eliminando, c o m o un factor clave, los vanos apuros por falta de espacio
en el organismo de origen o en los archivos. Es función primordial del centro
proveer u n espacio de almacenamiento temporal para documentos ¡nactuales
que resulta considerablemente menos caro que el del organismo de origen o el de
los archivos. D e esta manera los documentos no vigentes pueden ser mantenidos
allí a bajo costo hasta que las disposiciones de los instrumentos de retirada apli-
cables al caso se hagan efectivas y los documentos correspondientes puedan o ser
transferidos a la institución de archivos públicos o destruidos.
Inventarios o revisiones
El primer paso en el proceso de retirada exige que el organismo de origen reúna
información descriptiva sobre todos los documentos que se hallen bajo su custodia,
es decir, todos los documentos que con el tiempo serán objeto de retirada.
Para establecer este fundamento objetivo del acto de retirada, es práctica normal
que el funcionario responsable de los documentos en cada organismo público
confeccione y mantenga al día un inventario exhaustivo de todos los documentos
en vigor que existan en su organismo a todos los niveles jerárquicos, es decir,
organizativos (dirección, departamento, división, sección, despacho, etc.), asi
c o m o de todos los documentos no vigentes conservados en lugares de almace-
namiento accesibles o inaccesibles.
- 240 -
Normalmente se utiliza la serie c o m o unidad de descripción, tanto en el inven-
tario c o m o en las fases posteriores del proceso de retirada. E n terminología de
archivos, una serie puede definirse c o m o una colección de documentos, de mayor
o menor amplitud, cuyos elementos constitutivos (documentos o grupos de
documentos) están estrechamente interrelacionados de alguna manera, por una
pauta c o m ú n de organización, una misma materia o un formato material idéntico
o por cualquier otra característica o características comunes que los vinculen,
en un conjunto diferenciado. Por regla general, la documentación integrada en
una serie se ordena conforme a una clasificación particular, por ejemplo, un
sistema decimal, alfabético, numérico, alfanumérico o cronológico, o alguna
variante mas o menos compleja de cualesquiera de éstos.
Para cada serie a cargo de u n organismo público, el inventario debe dar la
siguiente información mínima: a) nombre del organismo público que la tiene en
depósito y de la subdivisión administrativa de ese organismo que formó la serie
y se halla en posesión material de la misma; b) breve título descriptivo de la serie;
c) tipos de documentos que componen la serie (por ejemplo, correspondencia,
informes, actas, etc.); d) principal asunto o asuntos con que se relaciona; e) fechas
del periodo durante el cual se constituyó la serie (la fecha de iniciación sólo en el
caso de una serie actual);/) sus dimensiones en pies o metros lineales o fracciones
de los mismos (más el índice previsto de acumulación anual para una serie aún
en crecimiento); g) breve indicación de su pauta de ordenación; h) estimación,
si se trata de una serie vigente y en curso, de la fecha probable en que caducará
y se podrá proceder por tanto a su retirada.
Habitualmente, el responsable de la documentación recoge la información
referida por medio de un cuestionario que se llena por separado para cada una
de las series en depósito. A m e n u d o es el propio responsable de documentación
(o uno de sus subalternos) quien se encarga de esta tarea o bien personal del
servicio al que corresponda cada serie.
Análisis
U n a vez concluido el inventario o revisión, la fase inmediata consiste en su análisis
por parte del funcionario responsable de la documentación y sus colaboradores
con objeto de determinar, desde el punto de vista del organismo en cuestión,
las medidas de retirada oportunas que deben proponerse a los responsables de los
archivos para cada una de las series comprendidas en el inventario. Entre las
posibles medidas de retirada se cuentan la eliminación inmediata (es decir, la
destrucción), la eliminación al cabo de un lapso de tiempo determinado o al
producirse un acontecimiento futuro específicamente previsto, la eliminación
una vez reproducida la serie en microfilm, copia que será conservada de manera
permanente, o la conservación permanente de los documentos originales en una
institución de archivos.
Instrumentos d e retirada
Los organismos de origen proponen medidas de retirada a los responsables de
los archivos, y su ejecución (si ésta es aprobada) se controla por medio de diversos
instrumentos de retirada establecidos al efecto. Entre ellos se cuentan: la lista
de eliminación, el catálogo de eliminación simple, el catálogo amplio, el catálogo
general y la propuesta de traspaso o de ingreso en la institución de archivos'.
A continuación definimos cada una de estas modalidades.
L a lista de eliminación es u n formulario utilizado para solicitar la eliminación
- 241 -
inmediata de un conjunto o conjuntos de documentos, específicamente descritos,
que comprenden por lo general una o más series. U n a vez aprobada por los
funcionarios encargados de la evaluación en la institución de archivos competente,
esta lista confiere autorización para la eliminación de los documentos en ella
mencionados.
C o m o la lista de eliminación era ineficiente —es decir, c o m o era necesario
establecer regularmente listas idénticas para la eliminación de documentos de
carácter periódico—, se habilitó el catálogo de eliminación. Este instrumento,
una vez aprobado por el evaluador, autoriza, de manera permanente, la
destrucción de los documentos de carácter periódico o recurrente, generalmente
una o m á s series, después de transcurrido un periodo determinado o al producirse
un acontecimiento futuro específicamente previsto. A diferencia de la lista, que
hoy raras veces se usa, el catálogo sigue siendo un instrumento viable; su principal
defecto es que sólo ofrece un alcance parcial, por lo c o m ú n m u y limitado, respecto
al total de documentos del organismo productor.
Para subsanar esta deficiencia, se han habilitado dos variantes básicas del
catálogo de eliminación simple: el catálogo amplio y el catálogo general.
El catálogo amplio abarca y comprende ya sea todos los documentos que
tratan cuestiones esenciales de un ministerio, departamento u otro organismo
relativamente pequeño, o bien todos los documentos de una gran subdivisión
administrativa de un organismo importante (dirección, división, departa-
mento, etc.). E n él se propone de m o d o exacto y concreto, serie por serie, el
destino (es decir, las medidas de retirada), que ha de darse a los documentos
del organismo o subdivisión administrativa en cuestión, ya sea mediante retención
permanente en los archivos o mediante eliminación material última. E n otras
palabras, el catálogo amplio propone un programa general de retirada de
documentos para el organismo público considerado, aunque corrientemente sólo
se aplica a los documentos de fondo, dejando los estrictamente administrativos
o de "régimen interno" para ser controlados por los catálogos generales de que
tratamos a continuación.
El catálogo de documentos general es un instrumento de retirada que rige
el destino que ha de darse a determinadas clases de documentos periódicos,
comunes a varios o a todos los organismos públicos, que son en su mayor parte de
carácter administrativo o interno, c o m o los referentes a personal, presupuestos,
intendencia, transporte, etc. C o m o pueden aplicarse a documentos que se
encuentran en la mayor parte de los organismos o en todos ellos, los catálogos
generales son preparados por la institución central de archivos por cuenta de la
totalidad de los organismos públicos, antes que por cualquiera de ellos por
separado. Los catálogos generales constituyen u n instrumento de retirada
sumamente valioso porque el grueso principal —en puros términos cuantitativos—
de los documentos producidos por organismos gubernamentales tiene cabida en
ellos. L a utilización de un número relativamente corto de catálogos generales
—dedicado cada uno a una gran categoría de documentos administrativos o
internos— ha simplificado enormemente los trámites de retirada en el gobierno
de los Estados Unidos.
Conviene observar que los catálogos generales son análogos a los catálogos
amplios en cuanto que unos y otros organizan la retirada tanto mediante la
retención en archivos c o m o mediante la eliminación material. L a principal
diferencia radica en que los catálogos generales abarcan '• horizon talmente" todos
los organismos públicos por categoría de documentos administrativos, mientras
que los catálogos amplios se aplican "verticalmente" a los documentos de fondo
de un organismo en particular. L o cierto es que ambos tipos de instrumentos
- 242 -
son por naturaleza complementarios, ya que tienen entre ellos la virtualidad de
regular completamente los programas de retirada de documentos de los diferentes
organismos.
Otro importante instrumento de retirada vinculado a los dos precedentes es
la propuesta de traspaso de documentos a la institución de archivos, frecuente-
mente designada propuesta de ingreso. Dichas propuestas se efectúan cuando el
organismo de origen considera que los documentos en cuestión tienen u n valor
testimonial permanente. L o ideal sería que cada una de estas propuestas compren-
diera sólo una o m á s series, previamente incluidas en un catálogo amplio y
calificadas c o m o "ingresables", es decir, dotadas de valor permanente a juicio
del responsable de la evaluación. Sin embargo, es bastante frecuente proponer
traspasos de documentos antes de preparar el catálogo amplio del organismo
correspondiente; puede suceder entonces que los documentos sean rechazados
por los archivos una vez efectuada la evaluación, por considerar que carecen de
valor permanente.
Conviene destacar que, de los instrumentos de retirada que hemos analizado
—lista de eliminación, catálogo de eliminación simple, catálogo amplio, catálogo
general y propuesta de ingreso— todos, menos el catálogo general, son proposi-
ciones de tratamiento sometidas por los organismos de origen a la aprobación
de la institución de archivos. El hecho de que esta facultad de decisión sobre el
destino que debe darse a los documentos se reserve a los archivos es una carac-
terística de la legislación moderna sobre la administración de los documentos
públicos, ya que, efectivamente, una responsabilidad fundamenta] de la institución
de archivos públicos consiste en determinar cuáles de estos documentos tienen
suficiente valor para merecer la conservación permanente bajo su custodia. Es
innecesaria, sin embargo, la previa aprobación por los archivos de los catálogos
generales, ya que, por su m i s m a naturaleza, tales catálogos son preparados por
la propia institución de archivos.
Evaluación
El proceso mediante el cual la institución de archivos revisa los instrumentos de
retirada que le han sido sometidos por los organismos de origen y decide su
aprobación o desaprobación se denomina "proceso de evaluación", y a los
peritos archiveros responsables de esta labor se los llama "evaluadores". L a
tarea fundamental del evaluador es determinar si los documentos incluidos en Jos
instrumentos de retirada tienen valor suficiente para ser transferidos a la insti-
tución de archivos y quedar bajo su custodia con carácter permanente, y, en el
caso contrario, autorizar su destrucción tras u n periodo m á s o menos largo.
L a determinación del valor de los documentos para su archivo es una operación
de juicio, y, por lo tanto, es necesariamente m á s o menos subjetiva. Pero esta
subjetividad puede reducirse al mínimo siempre que se definan los objetivos y
criterios de evaluación, es decir, si se establecen previamente unos patrones o
normas de valor en función de los cuales el evaluador formule sus juicios. H a y que
dejar bien claro que el evaluador no toma en cuenta los valores primarios, los
que los documentos poseían para el organismo de origen para el cumplimiento
de sus funciones básicas, sino m á s bien los valores secundarios, o sea aquellos
valores residuales que los documentos pueden poseer una vez que han perdido
validez oficial. Estos valores secundarios pueden ser clasificados en las siguientes
categorías principales6:
I. Valores de carácter administrativo, legal y/ofinancieropara el organismo de
origen y/o para otros organismos públicos, que persisten incluso después de
- 243 -
haber perdido los documentos su valor primario para operaciones actuales.
2. Valores que algunos documentos pueden poseer y que sirven para proteger
los derechos cívicos, legales, de la propiedad, etc., de ciudadanos parti-
culares o del público en general: los valores de protección de "derechos
particulares".
3. Valores "testimoniales" o de "documentación funcional", es decir, aquéllos
que reflejan la evolución histórica del organismo productor, de sus facultades
y funciones tal c o m o la ley u otras regulaciones las establecen, su estructura
organizativa, sus programas, normas de actuación, procedimientos, decisiones
y operaciones importantes. Los documentos clave que encierran tales valores
son necesarios a largo plazo c o m o testimonio del m o d o en que el organismo
en cuestión ha hecho uso de los poderes y responsabilidades que se le han
asignado oficialmente. A d e m á s , aprovechando la experiencia materializada
en estos documentos, futuros funcionarios cuya labor recaiga en los mismos
ámbitos de responsabilidad podrán beneficiarse aprendiendo tanto de los
aciertos c o m o de los fracasos de sus predecesores. Fundamentalmente los
documentos de esta categoría contribuyen a dar continuidad y consistencia
a lo largo del tiempo a las acciones del organismo que los produce.
4. Valores informativos, es decir, aquéllos que contribuyen sustancialmente a la
investigación y al estudio en cualquier c a m p o del saber. Aquí el proceso de
evaluación pondera los posibles valores experimentales e informativos de los
documentos para los historiadores, especialistas en ciencia política, econo-
mistas, sociólogos, geógrafos, especialistas en estadística, y en realidad para los
científicos, tanto del ámbito de las ciencias físicas c o m o de las sociales, y los
estudiosos de las humanidades en todas sus disciplinas.
L a determinación, positiva o negativa, de los valores enumerados bajo las cate-
gorías 1, 2 y 3 es relativamente fácil en atención a lo específico y concreto de las
cuestiones que el evaluador tiene que plantearse. Sin embargo, la evaluación
competente de documentos en cuanto a sus valores informativos —es decir, los
de la categoría 4 — requiere el conocimiento, por parte de los evaluadores, de los
campos temáticos implicados en los respectivos conjuntos de documentos sometidos
a evaluación. A este respecto, puesto que ningún evaluador puede poseer una
erudición universal, cada uno debe especializarse en u n amplio c a m p o temático
(como asuntos extranjeros, asuntos militares, industria, comercio, agricultura,
trabajo, etc.), y dentro de ese c a m p o tener un conocimiento profesional básico
de metodología de la investigación, necesidades y tendencias, así c o m o una pericia
acreditada en su particular temática; todo ello para permitirle evaluar un conjunto
de documentos sometido a revisión desde el punto de vista de su posible utilidad
para la investigación en ese c a m p o y en un futuro previsible. A d e m á s , al formular
su juicio, el evaluador debe tener también en cuenta la existencia de otros
documentos sobre el m i s m o tema, publicados o no, y considerar si el posible
valor informativo de los documentos sometidos a evaluación no está ya disponible
en otra parte. Sobre todo, no debe basar sus conclusiones en la intuición o supo-
sición sin prueba ni fundamento, sino en un análisis lógico, minucioso y completo de
todos los datos pertinentes. C o m o es imposible que una institución de archivos
típica cuente en su plantilla con un equipo completo de especialistas en todos los
campos de la investigación, se hará necesario, particularmente en casos dudosos,
recurrir a expertos ajenos a la institución, generalmente universitarios.
H e m o s expuesto los cuatro criterios principales empleados por los archiveros
evaluadores para comprobar el valor de los documentos que se les someten. Los
documentos que satisfacen u n o o varios de estos patrones de valor son consi-
derados admisibles por la institución de archivos; aquéllos que n o satisfacen
- 244 -
ninguno de los criterios referidos son desechados. E n general, el evaluador presenta
sus conclusiones en un informe de evaluación sobre cada instrumento de retirada
—lista, catálogo o propuesta de ingreso— sometido por los organismos de origen,
informe que analiza cada ítem constitutivo del mismo. U n a vez que el informe
de evaluación ha sido revisado por la autoridad superior dentro de la institución
de archivos —generalmente su director— es devuelto al organismo público
remitente para su ejecución.
Evidentemente la evaluación no es tarea fácil; con toda probabilidad, es la
m á s exigente de todas las responsabilidades profesionales del archivero. Pero el
considerable esfuerzo que supone está plenamente justificado por la importancia
de la fase de evaluación en el proceso de retirada. Es ésta la fase clave por
excelencia, ya que las decisiones de evaluación determinan irrevocablemente el
contenido de los archivos que ha de preservarse con carácter permanente, y,
en consecuencia, la índole de las fuentes de las que dispondrán, el día de mañana,
el gobierno, la comunidad investigadora y el público en general.
Ejecución
E n términos generales, son los organismos de origen los que cumplen las disposi-
ciones de los instrumentos de retirada, con arreglo a las decisiones de evaluación
emitidas por las instituciones de archivos. Sólo existe una excepción importante:
en los casos en que los documentos de referencia hayan sido depositados en un
centro de documentos intermedio* por el organismo de origen, es aquél el que
corre con la responsabilidad de la ejecución, actuando no obstante con pleno
conocimiento de este último.
E n cualquier caso, la ejecución asume dos formas básicas, según las disposiciones
del instrumento de retirada aprobado: a) traslado material a los archivos de los
originales o de microcopias de alta calidad de los documentos estimados de valor
permanente, conforme a un calendario adoptado por consenso de las partes;
y b) eliminación de los documentos estimados de valor insuficiente para justificar
su preservación en permanencia, medida que habrá de ejecutarse por la entidad
que tenga bajo su custodia los documentos de referencia —organismo de origen
o centro intermedio— en estricta conformidad con las instrucciones de eliminación
específicas aprobadas por los archivos para cada elemento incluido en el instru-
mento de retirada.
Las instrucciones de eliminación varían, pero generalmente disponen o bien
a) la destrucción inmediata de los originales y/o de las microcopias de documentos
ya acumulados; o b) la destrucción sistemática de los originales y/o de las micro-
copias de documentos que continúan acumulándose, a la expiración de un
"periodo de retención" estipulado, que puede ser un intervalo de tiempo dado
a partir de la producción del documento, o depender de un acontecimiento
específico después también del m o m e n t o de producción, o una combinación
de las dos cosas. L a eliminación material efectiva puede cumplirse quemando o
haciendo trizas los documentos si su contenido está conceptuado c o m o importante
para la seguridad pública o pesa sobre él cualquier otro tipo de restricción;
o de no ser así, vendiéndolos c o m o papel viejo para su recuperación.
C o m o medida de garantía de que los organismos públicos cumplen efectiva-
mente lo dispuesto en los instrumentos de retirada aprobados —esto es preceptivo
conforme a la legislación Federal de los Estados Unidos—, aquéllos deberán
someter regularmente a la institución de archivos los informes acerca de sus
medidas de ejecución, citando los instrumentos específicos correspondientes.
- 245 -
V a m o s a considerar ahora otros dos puntos c o m o complementos del anterior
análisis del proceso principal de retirada: a) el muestreo; y b) el centro de
documentos intermedio.
El muestreo
C u a n d o el evaluador estima de valor permanente u n conjunto m u y vasto de
documentos, pero éste es efectivamente tan vasto que, en interés de la economía
de espacio y de finanzas, se hace necesario el compromiso entre esa evaluación
y la cantidad excesiva, puede m u y bien emplearse la técnica del muestreo, es
decir, la selección para el traslado a los archivos de una parte, en vez de la
totalidad, de los documentos en cuestión.
La muestra se elige conforme a un plan de muestreo adaptado a cada caso
particular y formulado generalmente por el evaluador en colaboración con el
organismo de origen, con el fin de preservar a escala reducida los valores esenciales
de los documentos de referencia. Puede ser una muestra "representativa" que
refleje fielmente el contenido informativo general del conjunto, o puede ser
también una muestra "selectiva", concebida para seleccionar aquellos elementos
informativos que se estimen de valor permanente y para eliminar todos los demás.
En las circunstancias especiales antes descritas, la técnica del muestreo es
sumamente útil para reducir la cantidad de documentos de valor permanente
transferidos a los archivos.
* Por lo que a m historia y evolución histórica se refiere, viaje D . R . M c C o y , TTu Xalional Archivos: Amrita's
Ministry of éocwnomts. Véase también Directory of archivos and manuscript repositorios. A m b a s publicaciones
fueron frutadas en 1978 por la Society of American Archivists, Chicago, Illinois.
- 246 -
por el centro exactamente c o m o el organismo de origen lo habría hecho si los
documentos hubieran permanecido allí. D e esta manera el centro elimina
regularmente los documentos que, conforme a las decisiones de evaluación de
las autoridades de archivos, deben ser destruidos. Por otra parte, sirve de
depósito temporal para aquellos documentos designados c o m o de valor
permanente en catálogos amplios o de otra clase, es decir, almacena tempo-
ralmente tales documentos hasta que la institución de archivos esté lista para
recibirlos.
3. El propio centro prepara instrumentos de retirada, particularmente catálogos
de eliminación simples y propuestas de ingreso, para documentos que n o
figuran en tales instrumentos a su llegada al centro, y —una vez obtenido el
consentimiento de los organismos interesados— los somete a la institución
de archivos para su evaluación correspondiente. Por su parte, la institución
de archivos revisa regularmente los fondos del centro para determinar si hay
entre ellos documentos sin catalogar dignos de ser transferidos a los archivos
para su conservación permanente. Tales documentos, tras la evaluación
oportuna, son transferidos a los archivos.
En su posición intermedia entre el organismo de origen y la institución de
archivos, el centro de documentos cumple la función esencial de facilitar un
espacio para almacenamiento temporal que es considerablemente m a s barato,
y m á s vasto que el disponible en cualquier organismo público o local de archivos.
La existencia de tal espacio —al cual es fácil por lo c o m ú n tener acceso— evita,
por una parte, el peligro de que los organismos destruyan documentos sin parar
mientes en su valor, por el simple motivo de falta de espacio en sus propios
locales y, por la otra, de que, por la misma razón, documentos de valor dudoso
sean impuestos a los archivos por los organismos públicos. Fundamentalmente,
la amplitud de espacio del centro de documentos intermedio posibilita que el
proceso de retirada se lleve a cabo de forma racional y cuidadosamente planeada
c o m o fruto de una estrecha colaboración entre organismos públicos e instituciones
de archivos.
Quedan por hacer unas ultimas puntualizaciones acerca del proceso de retirada
de documentos en general:
1. Dicho proceso debe realizarse de una forma continua, regular y sistemática,
ya sea con arreglo a procedimientos c o m o los descritos en este trabajo o de
cualquier otra manera racionalmente concebida y planeada. Esta retirada
regular, sistemática y continua —ordenada, en definitiva— es indispensable
si la institución de archivos, y especialmente la institución de archivos nacional,
ha de trascender el limitado status de un archivo histórico y desempeñar con
acierto la misión que tiene encomendada en nombre del gobierno al que sirve,
el público en general y la comunidad académica y científica: misión que consiste
en asegurar, a largo plazo, la preservación y el uso, bajo su inteligente control
profesional, de los pequeños núcleos con valor permanente seleccionados de
entre la inmensa masa de documentos constantemente producidos por la
administración pública en su totalidad, y la eliminación eficaz de los restantes
carentes de valor.
2. Estas consideraciones convienen m u y en especial a los países en desarrollo,
donde, salvo algunas excepciones, no existe ningún método regular de retirada
de los documentos producidos o acumulados en los ministerios del gobierno
una vez que han perdido actualidad. Estos documentos permanecen en su
mayor parte bajo custodia ministerial, frecuentemente en las condiciones y
expuestos a los peligros descritos en el segundo, tercero y cuarto párrafos
- 247 -
de este artículo. A d e m á s , con el paso del tiempo, esta situación se ha agravado
y continúa agravándose por el aumento progresivo, en la mayoría de los países,
del número y magnitud de los ministerios en proporción directa con la creciente
complejidad de las responsabilidades de gobierno. C o m o consecuencia, en la
mayoría de los países del tercer m u n d o , los organismos de origen por una parte
y las instituciones nacionales de archivos por la otra se ven gravemente entor-
pecidos en el desempeño de sus funciones esenciales por la inexistencia o las
deficiencias de los sistemas de retirada de documentos.
3. Para resolver el problema, es necesario que las autoridades competentes de
lo países en desarrollo adquieran conciencia de sus necesidades y establezcan
programas de retirada c o m o los expuestos en este artículo, u otros semejantes.
A d e m á s de esto, e indisolublemente relacionado con ello, es necesario formar
personal calificado en técnicas de retirada de documentos. Se trata de dos
categorías de personal: funcionarios responsables de documentación en los
organismos de origen y archiveros especializados en retirada y evaluación
en las instituciones de archivos. Las oportunidades para adquirir ese tipo de
formación ya existen en los países desarrollados y, en una medida más limitada,
en los diversos centros regionales de formación profesional y en centros nacio-
nales con vocación regional que funcionan actualmente en el tercer mundo 1 *.
Existen además unas perspectivas cada vez mayores en cuanto a la posibilidad
de impartir con carácter específico tal formación por medio de seminarios sobre
gestión de documentos", promovidos y patrocinados por entidades inter-
estatales y no estatales interesadas en la cuestión, c o m o la Unesco y el Consejo
Internacional de Archivos. Sólo cuando los gobiernos tomen mayor conciencia
de la urgente necesidad de sistematizar la retirada de documentos y cuando
aumenten los efectivos del personal especializado en esta labor, será posible
hacer frente con criterios realistas a la actual crisis11 del tercer m u n d o en esta
esfera.
Notas
1. E n los últimos años, el autor ha dado una serie de conferencias —presentando con mayor profundidad
y detalle las cuestiones de que trata este trabajo— ante sendos grupos reunidos en la República Unida de
Tanzania y la Argentina, representantivos de sus regiones: a) el Seminario sobre tramitación y retirada
de documentos, reunido en Arusha (Tanzania), en octubre-noviembre de 1976, bajo los auspicios de
E C A R B I C A (East and Central African Branch, International Council on Archives), con el apoyo
organizativo yfinancierode la Fundación Alemana para el Desarrollo Internacional; 4) los alumnos y
los miembros del cuerpo docente interesados del Centro Interamerícano de Formación de Archiveros,
financiado por la Organización de Estados Americanos, en la Universidad de Córdoba (Argentina),
en agosto-septiembre de 1977. El documento propiamente dicho fue presentado en la Conferencia
General de E C A R B I C A , celebrada en Jartum (Sudán) en abril de 1978.
2. El autor, miembro del Servicio Nacional de Archivos y Documentos de los Estados Unidos, de 1941
a 197a, secretario general delegado del Consejo Internacional de Archivos (CÍA), de 1968 a 1976, presta
actualmente sus servicios como consejero del presidente del C I A y presidente del Comité de Promoción
de Archivos del C Í A .
3. En este artículo nos limitaremos exclusivamente a los documentos públicos.
4. Por el organismo de origen.
5. Por el organismo de origen y/o el centro de documentos intermedio (del que se hablará más adelante).
6. Por la institución de archivos.
7. Estos son los principales instrumentos de retirada empleados por el gobierno federal de los Estados
Unidos. Evidentemente los instrumentos varían de unos países a otros, pero en todo caso deben concebirse
de forma que cumplan con eficacia su fin esencial: proponer y controlar la operación especifica de
retirada.
8. Para un análisis más completo, véase: Morris Rieger, " T h e appraisal of records for potential research
values", Southeast Asian archms, vol. 9, julio de 1976, p. 133-138; T . R . Schellenberg, Medtnt archwts:
principle* and'ttthmqun, p. 139-160, Chicago, 1956; T . R . Schellenberg, " T h e appraisal of modern publics
records", U.S. National Anhnts and Rmrds Strvict, BulUtim (Washington), n.° 8, 1956.
- 248 -
9- Situación analizada más adelánte-
lo. Véase: Morris Rieger, "Archives in developing countries: the regional training center movement",
Amnion archivist, vol. 35, abril de 197a, p. 163-171; Morris Rieger, "Archivarausbildungiur die englisch-
sprechenden Lânder des tropiscben Africa: £ntv/urf cines Curriculums fur das geplante Regional-
Centrum in Accra", Der Archivar, vol. 26, mayo de 1973, p. 919-334.
11. £1 término "gestión de documentos" —que tiene un significado más amplio y abarca, además de la
retirada, la producción, el mantenimiento, la recuperación y uso de documentos actuales— se emplea
a menudo como si fuera sinónimo de "retirada de documentos".
12. Véase también Planning of archival development in the third world. Actas de la Conferencia General [CÍA},
Dakar, 38-31 de enero de 1971. Verlag Dokumentation, Possenbacherstr. 2b, D-8000 Munich, R F A ,
1976, 117 p. (Archivum, volumen especial, n.° 1, preparado por W . Lenz.)
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de 1968, p . 5-12.
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for the preservation and disposal of federal records. (Publication n . ° 5 0 - 3 , W a s h i n g t o n , D . C . ,
1949)
- 249 -
PRINCIPIOS DE EVALUACIÓN DE ARCHIVOS
por
T.R. SCHELLENBERG
Primer Archivista Asistente de los Estados Unidos.
- 250 -
Pero la razón principal de por qué los documentos públicos se
conservan en una institución de archivo, es por su valor para la in-
vestigación académica. Tales documentos son básicos para realizar
estudios, sobre el desarrollo gubernamental, social, político y
económico dentro de un país. Son útiles en una amplia variedad de
campos de investigación: historia, economía, demografía, sociolo-
gía, tecnología, ciencia, biografía y genealogía, para nombrar las
más importantes. Mientras que se reconoce el valor investigativo de
los docunentos viejos, los documentos modernos son considerados como
inválidos por aquellos que los han creado. Este punto de vista ha
persistido durante mucho tiempo, aún entre los coleccionistas de
manuscritos históricos. Hace casi un siglo, un bibliotecario ameri-
cano opinó que las bibliotecas históricas "o no intentan recoger ma-
teriales para la historia de noy, o si intentan hacerlo, no lo hacen a
cabalidad. Se ocupan en coleccionar lo que se ha debido conservar en
años anteriores, y mientras que laboriosamente corrigen el error de
quienes que no han conservado sus propios anales, están cometiendo el
mismo error con referencia al presente". Los documentos públicos de
hoy, pueden contener información que también puede hacerlos valiosos
para la investigación académica. Pueden contener información de-
tallada que esté disponible o accesible en otra parte, sobre
personas, organizaciones, lugares, u otras cuestiones, o en conjunto,
hechos sobre condiciones sociales y económicas o fenómenos físicos.
- 252 -
conocer qué información relacionada con el tema existe en libros,
periódicos, revistas y otras publicaciones, qué existe en otras
colecciones de manuscritos que se conservan en instituciones de in-
vestigación. En una palabra, debe ser un real experto sobre el
tema de los artículos, y conocer todas las fuentes de información
relacionadas con éstos.
- 255 -
Deben seleccionarse cuidadosamente los documentos que revelen
qué hicieron los funcionarios públicos en desarrollo de sus
funciones y actividades específicas.
- 256 -
c) Es aconsejable conservar los documentos que muestren cono se
ejecutó una función. Aquí hacemos énfasis en los docu-
mentos que se relacionan con el curso de acción típico o
normal. Estos pueden ser documentos que son representativos
de todas o de la mayoría de las transacciones de un tipo
especial. Unos pocos casos sobre cówrj se adjudicaron los
pleitos, por ejemplo, pueden servir como documentos adecuados
sobro los' procedimientos que se siguieron. 0 los documentos
de una oficina ejemplar a un nivel administrativo más bajo
pueden ilustrar la norma o patrón de la acción. Durante
la Segunda Guerra Mundial, a un número limitado de tablas
de precios y racionamiento de la Oficina de Administración
de Precios, cuyos documentos se conservaron completamente
en el Archivo Nacional para ilustrar cómo se manejaron
varios problemas a nivel local, se les llamó "Tablas de
Archivo".
Guardar- los <1< x-n.it >:i¡ •)•; .jue .-jo'iiui-ia^n información especial sobre
personas ya que los doo mantos o los archivos únicos contienen
información personal extensa o i ni.en ^a. Estos documentos pueden
relacionarse con muchas personas o puelen contener muchos hechos sobre
unas pocas personas. Censos sobre población, por ejemplo, listan
muchas personas sobre las que se dan hechos que son útiles en una
variedad de estudios. Por otra parte, los estudios de grupos ocupar
clónales o étnicos u otros grupos de población, contienen informa-
ción completa sobre unas pocas personas.
Cuando se trabaja con documentos reí a< : i < >na lus a los derechos
personales, la institución de archivo debe guard-nr solivíate aquellos
sobre derechos fundamentales, tales oomo los de títulos de propieda-
des o ciudadanía; todos los demás, incluyendo documentos sobre pen-
siones, seguridad social, servicios médicos y de bienestar social, se
guardarán en la oficina que los creó por la duración de su
utilidad. No deben conservarse documentos que reflejen solamente
relaciones teirporales de los ciudadanos con el gobierno, oomo lo son
los documentos de impuestos, contratos y similares.
- 259 -
ORDENACIÓN Y DESCRIPCIÓN
VOCABULARIO CONTROLADO EN LA INDIZACION DE ARCHIVOS
por
- 260 -
bibliotecario. En este último caso, se puede tener acceso por madio
de un simple catálogo clasificado de todos los fondos mientras que
con los archivos, una vez que se han determinado las secciones o
clases que se usarán, se elaboran guías de referencia, las cuales
no deben contener elementos muy generales. Todas las entradas en
tales guías o auxiliares de referencia son de naturaleza espe-
cífica, mientras que en los catálogos de las bibliotecas, las ideas
generales no solo rigen el plan de la clasificación sino que tam-
bién proporcionan la base para las referencias a trabajos genera-
les, inclusive al más general de todos, como son las enciclopedias.
En este sentido, no existen documentos generales.
CLASIFICACIÓN Y CONSISTENCIA
- 261 -
quienes están interesados en el tema A pueden también interesarse en
el tema B, de manera que es mejor reunirlos bajo un encabezamiento
más general. Estoy seguro que ha habido muchos casos en los cuales
la agrupación ha sido metodológica en su origen y muy poco relacio-
nada con la asistencia al lector, tanto que se ha desarrollado la
tendencia a rechazar por completo cualquier entrada específica. Se
han hecho índices donde todas las entradas han sido asignadas a
algún encabezamiento abstracto que rige la posición de la entrada en
el índice, aún cuando tales encabezamientos tienen solo una entrada
subordinada, de manera que ningún elemento de la agrupación se
mezcla con otro parecido. Esta es la msjor experiencia metodológica.
Una de las mayores dificultades que confronta la indización por
materias, comparada con la indización por nombres, es la consisten-
cia. Constantemente hay que preguntar "Se ha indizado este tipo de
materias anteriormente?" o de otra forma "se ha indizado con esta o
aquella profundidad este tipo de documento antes?" y también "Dado
que este tema debe representarse en el índice, qué lenguaje se usó
anteriormente?" Con el fin de lograr consistencia, hay una constante
necesidad de volver atrás,a los índices anteriores de las series y a
las etapas anteriores del índice corriente. Este tipo de examen se
hace si el indizador sabe que si hay un tema particular, éste deberá
estar en un grupo particular, cualquiera que sea el idioma empleado
para describirlo. Para un grupo de esta naturaleza, éste es un ítem
más pequeño para estudiar que el índice total, y en todo caso es un
grupo de antecedentes en lugar de entradas únicas que el indizador
debe considerar de vez en cuando con el fin de mantener su consisten-
cia. Por otro lado, los usuarios de los índices pueden ir directo a
las entradas individuales que necesitan, particularmente en un índice
donde hay muchas entradas específicas por nombre. Por lo tanto, en
muchas ocasiones es inútil imponer entradas directas de temas de una
etapa intermedia para decidir qué grupo o grupos de temas deben
estudiarse, aún cuando esta decisión sea solamente cuestión de
seguir una referencia cruzada. Esto no quiere decir como se señaló
ya, que no hay ocasiones en que el usuario del índice interesado en A
también lo este en el B, lo cual es sensato desde su punto de vista
del grupo de términos. Tampoco creemos que haya usuarios que nece-
siten la ayuda de algún tipo de clasificación para limitar sus con-
sultas generales. Pero en general, los índices temáticos de archivo
deben contener entradas individuales y específicas, y en particular
debe hacerse cualquier agrupación de entradas para uso del usuario y
no para beneficio mecánico temporal del indizador.
- 262 -
La necesidad en este caso es de índices específicos de manera
que las entradas como un todo no estén arregladas por grupos de
materia, o índices generales donde las materias y los nombres apare-
cen en un orden, no por separado, y de índices que tengan algún
tipo de control de consistencia. El problema es si tales índices
pueden darse en alguna forma sistemática, particularmente con la
ayuda de máquinas. En cuanto al problema relacionado con la susti-
tución de índices por máquinas, no intento considerar el hecho
que los usuarios de los archivos preferirían tener índices con-
vencionales que puedan llevar, enviar y consultar en cualquier
parte y que las técnicas hasta ahora desarrolladas en los siste-
mas de recuperación, no se adaptan muy bien a la investigación de
archivos. Ya que la construcción de índices temáticos implica
una sucesión de decisiones, cada una con un precedente, debemos
analizar si estas decisiones pueden registrarse de tal forma que el
precedente se opere automáticamente, relevando al indizador de la
tarea de buscar precedentes o, como alternativa, relevándolo de la
tarea de tomar decisiones en casos donde ya se han tomado. Claro
que está sujeto a que él pueda cambiar de idea o de sistema.Cuando
los índices están almacenados en forma legible por máquina, pueden
mezclarse para producir índices unidos o hacer selecciones de
ellos ya que hasta cierto punto son consistentes uno a uno, o existe
un método para abolir las inconsis- tencias. Si tal sistema, puede
eliminar algunas tareas en la cons- trucción de un índice, las
posibilidades de combinación y de selección de este tipo deben
considerarse beneficiosas.
- 263 -
Lo que pasa es que todas las decisiones previas referentes a
estos términos que constan de una o dos palabras, se almacenan en
forma separada del índice. Tales decisiones no necesariamente
afectan su organización, y deben ser consultadas por palabras
semejantes. Esto puede hacerse necánicamente.
Esto nos lleva a otro aspecto necesario de este sistema que es,
hacer posible la corrección y la ampliación de la clasificación
cuando se requiera. Esto debe hacerse en forma coherente, después de
examinar la clasificación, y sin destruir el valor de los índices
existentes. En particular, no deben ser afectadas las posi- bilidades
de combinar y seleccionar los índices. En cuanto este índice
no esté regido por la clasificación, este hecho, por sí mismo,
preserva estas posibilidades y mientras el índice esté arde- nado
por la clasificación, pueden aparecer problemas de ajuste en una
versión posterior, por la forma en la cual se almacena el índice
legible por máquina. Fuera de la posibilidad de unión, el valor de
los primeros índices en una serie se conservará simplemente por su
existencia por separado en forma impresa, independientemente de
cualquier versión legible por máquina. El hecho que la clasifica-
ción exista separada de cualquier índice actualizado, hace posible
que se pueda alterar sin dañarla. Esta existencia por separado
también tiene su efecto en el estilo de indizacióh. El indizador
puede proponerse identificar los aspectos importantes del documento y
expresarlos en el lenguaje apropiado, teniendo en cuenta que la combi-
nación de estos aspectos con puntos de vista más generalizados y la
comparación de su lenguaje con el usado previamente, se hará por
separado, y un poco, automáticamente. Esto lo impulsará a escribir
entradas de índice que sean específicas y no generalizadas, en las
cuales la descripción que proporcione se relacione estrechamente con
el contenido del documento. Ya se ha visto que esta especificación
es un rasgo importante de los índices de archivo.
- 265 -
Sierrpre que un índice se inprima después de procesarlo,
también deben imprimirse y publicarse, como una introducción al
índice, la parte mayor externa de la clasificación y los térmi-
nos relacionados usados como palabras guía en ese índice. Los enca-
bezamientos de esta sección de la clasificación deben aparecer o
deben ser referenciados en un índice estrictamente alfabético, de
manera que sirva como índice de la clasificación lo mismo que de los
documentos. Con las clasificaciones bibliotecarias, es necesario
un índice alfabético y puede hacerse lo mismo, en forma muy simple.
COMPUNCIÓN Y EDICIÓN
- 266 -
La cuarta posibilidad es que la palabra guía sugerida se en-
cuentre en la clasificación solamente a un nivel más alto, y en este
caso la entrada debe imprimirse como no aceptada con esta informa-
ción. Quinto, el término puede encontrarse con dos significados,
i.e. como un homónimo, y de nuevo se rechaza con esta observación.
La última posibilidad es, claro está, que no aparezca el término y
la entrada se imprima como un rechazo no-calificado.
- 267 -
sin que tenga función en la generación del índice, a menos
que se use para determinar la posición alfabética de la entrada.
Este es el método adoptado, casi exclusivamente, en el índice del
Cabinet Papers, y es mejor que cada serie de índices tenga un
reglamento general cuyo método lo utilice el indizador. Para
ilustrar los tres métodos tomemos la anotación 'Alemania,
exportación de armamentos por 1 . En el primer método, el indizador
indicaría, tal vez subrayando, que la palabra 'exportación' debe
considerarse como materia, y en la clasificación siguiente, tanto
'Alemania' como 'exportación' serían considerados como aspectos
de 'comercio' . En el segundo método, puede usarse la misma
observación, pero solamente 'exportación' se consideraría como un
aspecto de 'comercio' y el sistema generaría la referencia cruzada.
'Exportación: véase Alemania'. En el tercer método, el indizador
no marcará como materia la primera entrada sino que hará otra
entrada que diga 'Exportación de armamento por Alemania', lo
mismo que con cualquiera de estos métodos que no sea la permuta
completa, hará otra entrada por ' Armamentos '. Propongo que a esta
repetición de entradas se le llame entrada-cruzada. En los
índices por nombre, donde no hay una clasificación externa qua pro-
porcione referencias al índice, la referencia cruzada y la entrada
cruzada son las únicas alternativas para un par de nombres relaciona-
dos, considerando la referencia cruzada como un método más sensi-
ble aquí que en los índices temáticos. En el ejemplo anterior, el
usuario buscará bajo 'Exportación' porque es sobre esto que está
interesado; difícilmente buscará para su estudio media docena de
nombres diferentes. En cualquier sistema que proporcione una referen-
cia cruzada, el indizador puede evadirla no anotando la última
parte de la entrada, de manera que se le considere como un simple
modificador. Luego podrá insertar por sí mismo la entrada cruzada
que necesite.
- 268 -
Un indizador puede, por lo tanto, hacer una entrada, para cada
aspecto del documento qué crea conveniente. En algunos casos, puede
considerar como simples modificadores las palabras que siguen a un
nombre y que se contemplan desde el punto de vista temático, como en
el caso de 'Alemania, situación en'. Sin embargo puede haber casos
de este tipo donde sea difícil hacer una entrada de materia para
cubrir un aspecto que a pesar de todo debe considerarse y hacerse
accesible desde la clasificación. En tales casos, el término apro-
piado en la clasificación debe tener una nota anexa permanentemente
de la siguiente forma: 'Asuntos exteriores (véase además nombres
de países y áreas').
- 269 -
Antes de que cualquier índice creado manualmente se pueda usar
en el computador, es necesario hacer un cuidadoso examen con el
fin de identificar posibles homónimos, de otra manera el sistema
puede aceptar un término y clasificarlo inadecuadamente en la entrada
que lo contiene, y sería muy difícil detectar el error.
- 270 -
Además, en algunos casos puede ser ventajoso si se permite que
el término aparezca tanto en el índice como en el primer nivel de la
clasificación externa, como en el caso de 'Ley' en los Cabinet
Papers. Sin embargo, puede causar una confusión innecesaria, si en
su aparición a nivel de índice fuera asociado con otro término a un
nivel superior. Claro está que aceptar esta práctica es diferente
al rechazo de términos de índice propuestos que anteriormente sólo
habían tenido un lugar en la clasificación, y no debe haber dificul-
tades si se prevé esta distinción dentro del sistema.
- 271 -
Por lo tanto hay tres niveles de impresión editorial: sólo
rechazos, rechazos con las entradas aceptadas en la forma del índice,
y rechazos con las entradas aceptadas en la forma del índice, más la
concordancia en el orden de referencias. Con las dos últimas versio-
nes , es posible adicionar variaciones, los rechazos adecuadamente
marcados, pueden insertarse en el orden alfabético, para dar al
editor aún más acceso a los documentos básicos. La concordancia de
la impresión siempre incluirá los rechazos ya sea que aparezcan en
un orden alfabético o nó. Este grado de selección es un indicativo
de la ayuda que los métodos mecánicos pueden dar, mientras que a la
vez, enfatiza la necesidad, si no se tienen normas aceptables en este
campo, de una interferencia editorial entre las etapas mecánicas.
Finalmente, uno puede observar que todo esto se realice en línea.
- 272 -
APÉNDICE: CABINET PAPERS DE 1938
CLASIFICACIÓN
Decoración Antigüedades.
[Social]
273
Educación
[Social]
- 274 -
Salva Polución atmosferica, Ceguera,
[Social] Sordera, Beber, Salud, Accidente
industrial, Malaria, Medicina,
Defectos Mentales, Entrenamiento
Físico, Salud Pública, Quinina,
Polución de ríos, Deportes.
Social Difusión, Sociedades de
Construcción, Depósitos de caridad,
EDUCACIÓN, Ayuda financiera, SALUD,
Vivienda, RELACIONES INDUSTRIALES,
Seguro, LEY, Pensiones, RELIGION,
Planeación urbana.
INDICE
1938
Abyssinia, conversaciones Anglo-Francesas respecto a 109
conversaciones Anglo-Italíanas respecto a 50,56
fronteras de 267
reconocimiento de la conquista Italiana 231
Situación en 288
Actas. Véase Industria de la Tocineta, Censo de
Producción, Garantías de Exportación, Gobierno
de la India, Industria de los Arenques, Vivienda
(Trabajadores Rurales), Deficiencia Mental, Leche,
Secretos Oficiales, Restricciones en el Arriendo,
Patentes y Diseños, Trigo.
Addington, Comité para la consolidación legal sobre
el Gobierno Local y Salud Pública, informe 53
Administración, en Escocia 176
Adopción, de niños 238
Certificado de Sociedades
Afganistán, derechos de tierra de los Alemanes en 119
Africa, Nororiente, influencia Británica en 178
Agrícola, ironto del fondo de desempleo, posición
financiera de 45
Certificado de Mercadeo 77
Tribunales de Mercadeo, poder de 77,118
Agricultura, cebada, situación 273,279
reunión de los Productores del Imperio
Británico en Sydney 147,158
Concesiones para trabajadores de vivienda
agrícola 16
sostenimiento del precio de la manteca 274
situación de la avena 279
cerdo, producción, ayuda para 39
prevención de los daños causados por los venados 9
prevención de los daños causados por los conejos 2,36,251
ovejas, industria, propuesta para la
protección de 286
- 275 -
Aire, anti-aéreo, defensa, posible aceleración 66
ataque, compensación a civiles por pérdidas de
vidas o heridos 287
ataque, reconstrucción de emergencia de las
propiedades destruidas 295
defensa de la Gran Bretaña, aspecto de la
Oficina de Guerra 99
Conversaciones de los funcionarios con los
funcionarios de la Aviación Francesa 76
fortaleza posiciones relativas de Poderes 218
fuerza de combate, mantenimiento de,
en Continente 154
de la Fuerza Aérea. Véase Cuenta de
Certificado de la Fuerza Aérea y de la Armada... 32
Arabia, conversaciones Anglo-Italianas
referentes a 50,56
Armamentos, garantías de crédito de exportación para 260
aumento de la capacidad manufacturera para la
exportación 289
manufactura y exportación de Alemania 117
suministros al Lejano Oriente 8
suministros a Portugal 78,113,156
ARTE
Atmosférica, polución, informe sobre 32
Attlee, Clement, conversación con la Secretaría de
Extranjería referente a Checoslovaquia 201
Australia, manufactura aérea en 294
Conferencia de Productores del Imperio
Británico en Sydney 147,158
co-operacióh en defensa de Egipto 209
delegación comercial de 162
comercio con el R.U. y desarrollo de industrias
secundarias 107
visita del Led Privy Seal 96
Austria, conversaciones Anglo-Italianas
referentes 50,56
actitud Británica 67
implicaciones políticas de Anschluss 257
propuestas del Gobierno Francés respetando
su acuerdo con Alemania 44,49
situación 75,76
Aviación, civil. Véase Aviación Civil
Balcanes, ayuda económica a la influencia Alemana y
Británica en los 257
Barcos de Guerra. Véase Barcos capitales
Basutoland, transferencia sugerida a la Unión de
S. Africa 2£1,61 ,160
Bélgica, intercambio de información con, sobre
35, ,130
problemas de suministros en la guerra
35, .94, 122
conversaciones directivas con
18
guerra requisitos de
Bechuanaland, transferencia sugerida a la Unión de
S. Africa 28, ,61, 160
Berchtesgaden. Véase Alemania
- 276 -
Carbón, costos de distribución 60
comercio de exportación, subsidio propuesto 173
producción de petróleo de 19,114
programa de minas 177
suministros en tiempo de guerra, intercambio de
información con Bélgica y Francia 35
Carretera de Baghdad-Haifa, construcción propuesta 37
Cebada. Véase Agricultura
Colonias, aplicación en, de la convención propuesta
sobre reclutamiento laboral 255
posible restitución de Alemania 89
sistema propuesto al gobierno Alemán 54,58
transferencia sugerida de los territorios de la
Alta Comisión a la Unión de S. Africa 28,61,160
COMERCIO
Difusión comercial
Comité Baillie 81
Concesiones Véase Sociedades de Adopción, Mercadeo
Agrícola, Precauciones de Invasión Aérea,
Utilidades Públicas, Armade y Fuerz Aérea (Anual)
Panaderías, Museo Británico, Nacionalidad
Británica y Estado de los Extranjeros, Energía
Hidráulica de Caledonia, Control de Empleo,
Industria Algodonera, Cosechas (Prevención de
Daños ), Custodia de Niños, (Escocia), Divorcio y
Anulación de Matrimonio, Distribución Eléctrica,
Pruebas, Garantías de Exportación, Consolidación
Legal de Drogas y Alimentación, Reserva de
Alimentos, Asignaciones de Combustible, Gobierno
de la India, Horas de Empleo de Personas Jóvenes,
Hallmarking of Foreing Plate, House of Commons
Members Fund, Isla del Hombre (Derechos de Aduana),
Servicio Nacional (Fuerzas Armadas), Registro de
Hogares Infantiles (Escocia), Prevención de
Fraudes (Inversiones), Conejos, Clasificación
y Evaluación, Registro de los Nacimientos
Muertos (Escocia), Salarios de Transporte
Terrestre, Seguro de Desempleos,
Propiedad del Departamento de Guerra.
FUERZAS ARMADAS
Armamento de barcos mercantiles 3,182
Vehículos armados de batalla, provisión de la
práctica para 244
Armas, Véase armamentos
Armada, Alemana, fuerza actual y posible expansión
organización para la guerra 106
pago y condiciones 26,72
reclutamiento 22
Concesiones de la Armada y la Fuerza Aérea (Anual) 64
Pastelerías, concesión de Pastelería, industria 62,111
Radiofusión de avisos. Véase radiofusión comercial
Tccineta,
Acta de la Industria, reforma propuesta 274
- 277 -
MÉTODOS MODERNOS DE ORDENAMIENTO
DE ARCHIVOS EN IOS ESTADOS UNIDOS
Por
Frank B. Evans
National Archives
UN MARCO DE REFERENCIA
- 278 -
Una segunda consideración inportante es la autonomía y la mul-
tiplicidad, de los depósitos para material de archivo, bajo el sis-
tema Federal del gobierno. Esta autonomía fomentó una gran diversi-
dad de técnicas, y aún con respecto a las oficinas gubernamen-
tales de archivo, es difícil hacer generalizaciones válidas. Los
archivistas Norteamericanos siempre han sido muy individualistas
en sus métodos; y la unión de la profesión de archivos en los
Estados Unidos es una unión basada más en un propósito común que
en políticas y prácticas comunes.
- 279 -
Público, creada por la Asociación Histórica Americana en 1899,
"para investigar e informar, desde el punto de vista del estudio
histórico, sobre el carácter, contenido y funciones de.... reposi-
torios públicos de manuscritos". Para evitar duplicaciones de es-
fuerzo con una Comisión Histórica de Manuscritos anterior, la
Comisión del Archivo Público acordó restringir sus actividades a
"material documental de naturaleza pública o gubernamental tal como
usualmente se clasifican bajo el encabezamiento de archivos, los
documentos públicos o documentos estatales .
Este plan fue adoptado como base para la clasificación del ar-
chivo publico del Estado donde se originaron, pero no tuvo el
respaldo de la Comisión. Solo se publicó años más tarde, y tuvo
muy poca influencia en las prácticas de otros Estados. En los
Estados Unidos fueron de gran significado potencial en el desarrollo
de la administración de archivos, las actividades comtemporáneas de
otro grupo de historiadores profesionales asociados aon la nueva
Institución Carnegie de Washington.
- 281 -
Sin embargo, hubo oposición no sólo de los bibliotecarios que
fueron los encargados de la clasificación por temas, sino también de
los curadores de manuscritos, que insistieron en que ya que los pro-
blemas no eran iguales a los Americanos, al hacer un estudio de los
"planes y conclusiones Europeos los resultados „no serian "satisfacto-
rios" para la actividad Archivfstica Americana . Este desacuerdo
básico impidió que se hicieran progresos por cerca de 2 años, pero
en la Conferencia de Archivistas de 1912, finalmente predominaron las
opiniones de los historiadores. El Dr. Leland declaró en esta confe-
rencia que todos los documentos " se producen de la misma forma,
igualmente necesitan preservarse y administrarse, y tienen el mismo
final si se descuidan" Por lo tanto era obvio, insistió, en que
" los principos de la economía de archivos evolucionara en una
práctica Europea" y fueran "aplicables a los archivos
Americanos
- 285 -
determinar la duración cronológica de todos los departamentos
del Gobierno, de las oficinas independientes y de sus subdivi-
siones y de las series de archivo creadas por ellos; realizar un
estudio y análisis completo de los distintos planes de clasifi-
cación que actualmente se usan en las oficina del Gobierno
Federal; organizar estos esquemas de clasificación de manera que
sea permitido su uso temporal para cumplir con los objetivos de
la clasificación general; desarrollar un plan de clasificación
lógico y amplio basado en los estudios anteriores; e idear un
sistema de numeración que identifique cada,serie de archivo en
los fondos trasladados al Archivo Nacional
- 287 -
Este debate sobre la clasificación, de nuevo derrostró la nece-
sidad de normalizar la terminología de archivos. Los documentos
publicados incluían, entre otros, el uso frecuente de los términos
que pretendían ser sinónimos- "bultos", "grupos", "conjuntos",
"seriados"y "series de los términos", "manuscritos históricos",
"registros", "artículos", "archivadores",y "documentos"; usaban el
término "clasificación" en cuanto a los sistemas de archivo y al
ciclo de vida de los documentos; frecuentemente hacían distinción
entre clasificación y "ordenamiento" y aún más hablaban de
"ordenamiento clasificado" . La Sociedad de Archivistas
Americanos nombró un comité de terminología, pero no estuvo de
acuerdo ni con el conjunto de términos propuestos ni con el uso
común de los términos existen- tes . Tal acuerdo no existe aún
en los Estados Unidos.
- 288 -
Otros eruditos de las directivas del Archivo Nacional trataron el
problema de la clasificación en términos del conocimiento de la
experiencia Europea. Se hicieron varios estudios sobre las políticas
y las prácticas tanto de Europa Oriental como Occidental, y uno de
estos estudios sobre "Prácticas Archivísticas Europeas en el ordena-
miento de documentos" fue publicado por el Archivo Nacional en 1939
como una Circular Informativa al Personal. Basado ampliamente en los
análisis de manuales y de artículos de revistas profesionales, este
estudio analizaba la teoría y práctica de los archivos en
Francia, Rusia, Holanda, Dinamarca, Suecia e Inglaterra. Concluía
que "sin duda" el "más elemental principio del respeto de los
fondos" fue "un primer principio de la economía de archivos", pero
luego discutía el examen crítico de Cari Gustaf Weibull
sobre algunas de las "supraestructuras teóricas" que se habían
construido sobre f?te principio y las respuestas a Weibull de R.
Fruin Georg Winter . El autor del estudio concluyó, que en vista
de las condiciones Archi- vísticas Americanas:
-m -
2. Ordenamiento a nivel de grupo y subgrupo de archivo -
la descomposición de los fondos de una división o rama
administrativa (como se ha establecido en el primer nivel) en
grupos de archivo y la localización física de éstos sobre un
patrón lógico en áreas de almacenamiento asignadas a la divi-
sión o rama. Este nivel deberá incluir la identificación de
los subgrupos naturales y su asignación en los grupos de ar-
chivo establecidos.
51 Ibid., p. 10-12.
52 Holmes, "Archival Arrangement", p. 29. 32.
53 Ibid., p. 35-37. Ver también Staff Information Paper
no. 18. p. 12-14. y Schellenberg "Archival Principles of
Arrangement", p. 19-23.
- 296 -
practicantes en cada campo de la actividad archivfstica y también
curadores de manuscritos y bibliotecarios. Los institutos, las pu-
blicaciones del Archivo Nacional, y la revista trimestral de la So-
ciedad de Archivistas Americanos, The American Archivist, repre-
sentan el método más reciente y hasta el momento el más exitoso
para lograr el grado y el tipo de uniformidad en la política y prác-
tica de archivos apropiados.para un pais que no tiene un sistema de
control y dirección central
UNA EXPLICACIÓN
Puede o Debe?
- 298 -
IDS INSTRUMENTOS DE BÚSQUEDA EN LOS ARCHIVOS
por
ETIENNE TAILLEMITE
- 299 -
La naturaleza exacta del volumen de los documentos por estudiar
debe ser considerada con mucha seriedad. Una serie orgánicamente
estudiada, que no guarda sino documentos bien clasificados y que pro-
vienen de la misma entidad, no necesita el mismo tipo de inventario
que una colección compuesta de unidades de diversa procedencia, y por
consiguiente de índole y contenido heterogéneos.
I. LAS GUIAS
- 300 -
La fórmula de la gufa presenta, como es natural, ventajas e
inconvenientes. En su haber es menester registrar cierta rapidez en
la ejecución. La guía, si así podemos decir, frena al más veloz y
es particularmente indicada para los grandes fondos que no pueden
dotarse de inventarios detallados. Aparte de esto, es eminentemente
práctica y contiene toda la información que necesita el investiga-
dor para enfocar su trabajo, pero es claro que no sería suficiente.
La mejor de las guías no reemplazará nunca un inventario, así
sea resumido, ya que por naturaleza es incapaz de dar la misma
información. La guía procede lo más frecuentemente por el método
global, no puede descender al estudio del fondo o de la serie
artículo por artículo, y debe contentarse con una descripción
sumaria de los acervos documentales conservados. No obstante, presta
eminentes servicios al investigador al permitirle determinar si el
depósito o los fondos cubiertos por la guía pueden o no contener
documentos atinentes al propósito de sus estudios y si, en consecuen-
cia, hay que ir más adelante en la investigación.
Cuando hay que vérselas con una serie para la cul no existe
ningún instrumento de investigación, el repertorio numérico senci-
llo permite ver por dónde se debe comenzar. Constituye un primer
desmonte que permite conocer, al menos sumariamente, el contenido de
los documentos, el período cronológico concertado, y en forma
eventual, las lagunas que tiene el fondo.
- 301 -
III. EL REPERTORIO NUMÉRICO DETALLADO Y EL INVENTARIO SOMERO .
- 302 -
Precisamente por estas razones hubo que renunciar al inventario
somero por muestreo, adoptado a mediados del siglo XIX y que fue
obligatorio hasta 1909. Este sistema, que consistía, como su nombre
lo indica, en no analizar sino los documentos considerados como los
más "interesantes", se mostró peligroso en el uso, pues llevaba
con frecuencia al investigador a caer en errores y le hacia creer en
la inexistencia de un documento con el pretexto de que no figuraba en
el inventario. Tal es^el caso del inventario en 8 volúmenes de las
subseries B , B , y B del fondo Marine, depositado en el
Archivo Nacional que, en razón de su carácter selectivo, informa muy
mal sobre la extrema riqueza de esas subseries y no debe consultarse
sino con precaución.
- 303 -
Complemento indispensable de todo instrumento de investigación
bien concebido, son igualmente los índices. Nada menos fácil de
manejar que un inventario desprovisto de índices, sobre todo si
comprende varios volúmenes.
- 304 -
En lugar de analizar de manera sistemática todas las piezas
conforme al método tradicional, los archivistas recogen eh fichas
todos los nombres de personas y de lugares y las principales pala-
bras-materia .
- 305 -
SERVICIOS DE ACCESO Y DE REFERENCIAS
;iNrt")RME PRELIMINAR
Eckhart G. Franz
Hessian State Archives Darmstadt
Secretario d e CITRA
A. Información general 3
1. Directorios internacionales, nacionales 3
y regionales.
2. Bosquejos y folletos sobre oficinas de 5
archivo particulares
3. Publicaciones periódicas y nndios pü- 6
blicos como instrumentos de información
arvhi.víV;i:i.<>i
- 306 -
OBSERVACIONES INTRODUCTORIAS
- 307 -
y los servicios que se ofrecen. la necesidad de hacerle frente a las
crecientes demandas del usuario en base a incambiables y aún dismi-
nuidas capacidades del personal en los archivos, hace que parcial-
mente sea este el problema que ha impulsado a que se hagan nuevos
esfuerzos para facilitar la investigación en los archivos por
medio de información y orientación más eficaces para el usuario.
A. INFORMACIÓN GENERAL
- 308 -
Al otro extremo estarla el volumen 2 del manual Minerva
de 1974 sobre los archivos de la Europa Central de habla Alemana
de 1974, un directorio que en 1418 páginas cubre más de 8.000
instituciones con información detallada sobre la historia, la
organización, las funciones actuales y los fondos de archivo; un
directorio de este tipo, distribuido por una firma privada a un precio
alto, realmente está más allá del alcance del investigador pri-
vado, un centro de referencia sobre archivos, bibliotecas e institu-
ciones de investigación, que puedan comprarlo.
- 309 -
Francés, Alemán y Español. En la Guide to the Archives of
Hungary (1976, 228 p.) que está en Inglés, se describen la
historia y la colección de cerca de 70 instituciones de archivo de
Hungría, de 1 a 16 páginas para cada una. En este punto debe msn-
cionarse una serie en Inglés Guides to... Libraries in Archives en
vario* ¡wises Europeos (Francia 1973, Alemania y Polonia 1975, Italia
1979), la cual fue publicada por el American Council for European
Studies, que a pesar de algunas omisiones puede ser útil para los
estudiantes anglo-americanos. La calidad de una guia Alemana a los
archivos, bibliotecas, y centros de documentación de París para la
historia de los siglos XIX y XX (orí. P. Harbiunn, Munich, 1976) fue
comprobada con su traducción al Francas. Aun más completos son
los volúmenes de Patricia Grimsted sobre Archives and Manuscript
Repositories in the USSR (vols 1-2, 1972-1980), los cuales al igual
que el volumen de París y que una guía paralela a las colecciones
del Paris National Archives antes de 1800 (por W. Paravicini, 1980
fueron realizados con la ayuda de la administración de los archivos
nacionales correspondientes
- 310 -
La mayoría de las instituciones de archivo que contestaron al
cuestionario, parecen disponer de algún tipo de información impresa
o en mimeográfo. Hay folletos impresos o en olT-s. ?; ,;>! r 1? \. ^v.
páginas, en ocasiones reproducciones de artículos de pt'nlicaciones
periódicas del exterior. Algunos están bien i lus lirado-, ••>;, r, ,¡.o-
grafías en blanco y negro y aún en color, que muestran el edificio
del archivo. Un buen ejemplo es el reciente folleto de 12 pági-
nas Services and Facilities of National Archives of Nigeria. En
algunos casos, se le dá más importancia a las ilustraciones que al
texto, mientras que en otro- hay ¡i¡t ^ y i l» ¡a Formación textual
acercándose algunas veces a ser una guf.-t re-vnnida de las colec-
ciones. Aún más marcada es la variedad en estilo du los plegables,
los cuales imitan el modelo de folletos comerciales y tur"skUTOS. En
algunos de ellos, el texto más bien convencional parece diferir
con la imposición lujosa, mientras que en otros casos, se trata
el texto con estilo publicitario. La hoja divulgativa del Archivo
Departamental Francés de Lons-le-Saulnier/Jura (en la portada: un
servicio público gratis, abierto a todos) trata de crear esí .1
impresión, aun.jne incluye una lista de dos páginas de los
principales grupos de dom-neni : K , El folloi-.o instructivo del
Archivo Estatal de Zurich en Suiza trata de ser promovido por su
título: Onser Staatsarchiv: Schatzhaus oder Rumpelkamner (cofre de
tesoros o cajói de polvo). El plegable del Archivo de la Ciudad de
EstocoImo usa caricaturas, y la hoja divulgativa de la Mminis-
tración del Archivo estatal Hanés puede desdoblarse en un afi-
che, que presenta vrije toegang los archivos públicos "donde los
siglos están atados".
- 312 -
El hecho de que la publicación periódica de información bien
presentada sobre el trabajo de los archivos, sea más eficaz que una
simple campaña de folletos o plegables, ha hecho que varias
administraciones de archivo utilicen sus informes anuales como una
herramienta de publicidad. Aún los informes más formales y reales
como el Report of the Keeper of Public Records establecido por el
Parlamento Británico con sus grandes aparatos de estadísticas y
anexos, proporcionan información importante a los investigadores
interesados y a las instituciones de investigación. Algunos archivos
publican informes en sus revistas o boletines, como lo hace el Servi-
cio Nacional de Archivo y de Documentos del Gobierno de los E.U, donde
el Informe Anual es un anexo regular de la edición de primavera titu-
lada Prólogo. En otros casos los informes de archivo se inclu-
yen en el informe general del departamento iju!>->r¡viire.'ital respon-
sable o (en el caso de algunos archivos locales) del gobierno de la
ciudad o el condado. Pero más de una tercera parte de los archi-
vos que respondieron al cuestionario, publican su informe por se-
parado, en una forma u otra, distribuyéndolo más allá de la
responsabilidad establecida, a escala regional, nacional y aún
internacional. Con poco esfuerzo, un informs de tipo administra-
tivo puede transformarse en un folleto atractivo, «i --e "<<> tjf^ja
una cubierta bien diseñada y se insertan algunas ilustraciones.
- 313 -
B. PREPARACIÓN DE IA INVESTIGACIÓN DE ARCHIVOS
- 314 -
Mientras .rae este 'cipo de descripción produce guías manuales,
de un sólo volumen para un gran mír^ro de repositorios medianos, en
instituciones más grandes, serán varios volá'ienes, publicaciones
demasiado grandes y costosas pn.r.t >jn ' '^ nv/eitigador promedio las
pueda comprar. Una solución sería dividir la guía general en
una serie de guías sectoriales paraleas que se vendan por separado,
lo cual se está naciendo en el Archivo General de Stuttgart
de Bade-Wuerttemberg. En otros casos, la "gran" guía voluminosa
será reemplazada por una versión abreviada, una guía corta o
resumida para una mayor disLr ibu^icSn. Esta versión abreviada puede
preceder a un inventario nvís 'xl.vis >, I.'.ST» un tipo da guía prelimi-
nar. Sin embargo, habrá archivos que fiarán una guía resumida, y
tendrán el inventario completo para uso restringido en la sala de
consulta, tal vez con un número limitado de copias en las principales
bibliotecas e instituciones de investigación.
- 315 -
2. La publicación de gulas tradicionales de búsqueda de
archivos.
- 316 -
Desde este punt .o de vista, la publicación de ayudas de búsqueda
sería esencial para los archivos de literatura y de arte y para las
colecciones de negocios y documentos t 4_-nioos . T3*iste. ana extensa
serie de inventarios y catálogos publicados sobre el Archivo
Central de Moscú" en literatura y Arte, y el Dortmund Wirtschaftsar-
chiv que tiene 14 volúmenes de inventarios publicados en sólo 10
años lo cual parece ir adelante de otros archivos estatales vecinos.
Algunas de las gufas temáticas mós soi "-•)•» -í-al ?• -nff-:. h-.;-. ;-ii'.
las do tetas geográficos. Las guías de Carnegie sobr^ las Fuentes
de la historia americana en los archivos europeos datan de principio.--,
de Hsfcé siglo. No es necesaria una presentación especial para las
distintas series de la Guide to the Sources of the History of
Nations, la cual es uno de los logros más gratificantes de la
cooperación CtA-UNESCO. Títulos como Materials in the Rational
Archives relating to the Russian Bapire and the Soviet Obion, to the
Mexican States, to the Middle Bast, to Bunania, pertenecen a algunos
de los Reference Infaraation Papers del Archivo Nacional de
E.U. a Balcania, una Guide to the Polish Archives relative to the
History of the Balkan (1979) le seguirán volúmenes similares en
otros países. Archival resources... relating to the Indian Ocean es
el título de una Reference Guide de 1979 del Archivo Nacional
Australiano. Guías del mismo tipo se están publicando por ser de
interés en el mercado, como lo es Eastern Europe and Russia/Soviet
- 317 -
Union. A Handbook: of West European Archival and Library Resources de
Lewanski (317 p., 1980). Muy relacionados con estos tanas geográfi-
cos son los inventarios referentes a grupos específicos de pobla-
ción, los inventarios de fuentes respecto a la historia Judia en los
archivos Europeos, que está apoyada por archivos e instituciones
de investigacióii en Israel, o las nuevas series de gufas temá-
ticas sobre las • Indias Americanas, Hispanic People of the
Southwest y Black History in the U.S., que los anuncia el Archivo
Nacional. El Archivo Bíblico de Ottawa publicó recientemente las
Sources for the Study of Canadian Jewry y Records relating to
Indian Affairs. La compilación de Records of Interest to
Social Scientist, 3 volúmenes (hasta el momento) en los Handbooks
l>. "U P.R.O de Londres es bastante extensa.
- 319 -
Nueva Galicia del Sur y el Archivo Federal de Coblence, 20% para
el Archivo Económico de Dortmund que inició sus publicaciones
hace sólo 10 años. Los altos porcentajes de 60,70 y aún 90% para
los archivos de Indonesia, Bermuda y Sur imán, lo cual es de menor
relevancia si los relacionamos <un las respectivas estadísticas de
los usuarios ( entre 1 a 3 usuarios y consultas por ¡1 L* ) , un argu-
mento que es manos válido para el 80-90% que se reporta en el
Archivo Nacional de Korea y de la India, con una asistencia diaria <le
aproximadamente 40 personas.
Por otro lado, hay un gran número de archivos con mucha publi-
cidad, guías publicadas y al menos otras ayudas de localizacióh pu-
blicadas, donde sólo del 3 al 10% de los usuarios y de las consultas
solicitan cualquier tipo de pre-informacióh. En algunos casos, don-
de son muy reolenbss Las publicaciones disponibles, realmente es
un no todavía. Pero el hecho de que la mayorfa de los archivos
departamentales Franceses con su larga tradición en inventarios y
lisbis "impresas, su porcentaje de referencias a información .ingresa
p:í¡-i!iino*3a por debajo del 10%, definitivamente no es tranquilizador.
El uso de las ayudas de local i zación es grandiosamente ignorado por
la gran mayoría de los usuarios , es el resumen un poco frustrante
del in fonte del director regional del archivo en Inglaterra.
- 320 -
IDS INVESTIGADORES EN CIENCIAS SOCIALES Y EL
PROBLEMA DE LA CONFIABILIDAD
por
JAKE KNOPPERS*
Archivos Públicos del Canadá
- 321 -
A pesar de la atención cada vez mayor y de la inquietud real de
los que investigan en ciencias sociales, con relación a los asuntos
de la vida privada, confiabilidad y entereza de los ordenadores, se
ignoraba poco más o menos cuál sería su reacción como individuos
frente a una demanda de datos al examinarlos. Cómo reaccionarían si
se les brindara la ocasión de indicar qué datos deberían seguir
siendo confidenciales en un custionario destinado a un banco de datos
automatizado?
- 322
fundida sin su autorización. El investigador podría entonces ponerse
en contacto con aquél de modo directo o por intermedio de Soc-Scan,
en el caso de que este último hubiera exigido que su dirección fuera
confidencial.
4. Obras publicadas.
- 323 -
DEMANDAS DE DIFUSIÓN RESTRINGIDA
INTERROGADOS INTERROGADOS
ANGDOFONOS FRANCÓFONOS TOTA
Personal
II. Conpetencia
Estudios 58 (78%) 15 (11%) 73
Lenguas 56 (68%) 26 (32%) 82
Areas de competencia 55 (71%) 22 (29%) 77
Area de especialización 23 (62%) 14 (38%) 37
III. Investigación
36 (73%) 13 (27%) 49
* Hay que agregar a éstos 172 interrogados que no suministraron
ninguna información a este capítulo.
Por otra parte, las cinco zonas de información para las cuales
los francófonos reclamaron mayormente limitaciones a la comunicación
fueron:
- 325 -
Por último pueden hacerse otras dos observaciones a despecho del
pequeño número de datos disponibles:
- 326 -
IA LIBERTAD DE INFORMACIÓN Y IA PRIVACIDAD:
EL DILEMA DE QUIENES DEFIENDEN IA LIBERTAD CIVIL DEL
INDIVIDUO.
por
ALAN REITMAN
- 327 -
Primera Reforma, no puede extenderse a toda la nación, si el gobierno
niega el acceso a la información de las operaciones gubernamentales.
Bien sea que la información se obtenga de la prensa con el fin de
fomentar su función informativa, o que el individuo busque un
interés personal, la necesidad de tener acceso enraizada por mucho
tiempo en las garantías constitucionales y en la tradición
histórica es primordial. Sin duda, esta necesidad es tan esencial en
nuestro sistema de gobierno que podemos comenzar suponiendo que el
acceso tiene una puerta abierta y que al cerrar esa puerta, el peso lo
llevarían aquellos que deseen reducir el flujo de la información.
- 328 -
obvio de la información pública que entra en conflicto con la sensi-
bilidad de las minorías así acosturrbradas a ser solo referencias
discriminatorias. Los cuerpos legislativo y administrativo han sido
muy criticados por sus decisiones en las sesiones ejecutivas, sesiones
a puerta cerrada que niegan a los ciudadanos observar como opera su
gobierno, pero donde hay absoluta apertura sobre muchos aspectos
delicados que requieren privacidad, tales como las negociaciones
colectivas o problemas personales de los funcionarios gubernamentales.
La lista de conflictos duraderos puede aumentarse; el objetivo al
hacer estas anotaciones es el de sugerir que no existen panaceas
fáciles y que es necesario buscar soluciones al conflicto.
- 329 -
3. Asuntos eximidos de ser revelados por estatuto. Algunas
veces el estatuto que establece una oficina especificará que cierta
información manejada por esa oficina, no debe ser revelada.
- 330 -
Un caso importante litigado por el ACLU está ahora en el sumario
de la corte pues conlleva a una mayor interpretación de la sexta y
la segunda excepciones. El caso es sobre el New York Law Review y sus
esfuerzos por buscar el acceso a los documentos de la Academia de la
Fuerza Aérea de los E.U. relacionados con el sistema disciplinario,
para usarlo a propósito de la revisión del estatuto del sistema de
código de honor de la academia. La Corte Suprema tendrá que decidir
si, cuando una oficina tiene la última palabra para determinar si
bajo la excepción 6, el revelarlo puede causar una invasión clara-
mente injustificada de privacidad, el material en cuestión puede ser
llevado a una corte para una revisión in camera y para una supre-
sión de referencias de identificación personal. Y además, de un
nodo u otro, cuando existe un interés público 'sustancial para
obtener docuitentos, tenga prioridad la liberación de la norma de los
materiales pertenecientes a las normas y prácticas internas del
personal de una oficina.
- 331 -
puede usarse para otro sin el consentimiento del individuo; los indi-
viduos pueden corregir o enriendar la información en sus documentos;
las oficinas que generan o usan los datos son responsables por su
confiabilidad y su uso. Aunque el problema aquí no es tanto el
conflicto entre necesidades competentes de acceso y privacidad,
mencionaremos cómo la recolección rutinaria de información puede
afectar adversamente la privacidad de un individuo, para demostrar las
dimensiones del problema información-privacidad.
- 332 -
de los archivos gubernamentales sobre los casos Hiss y Rosenberg,
presentadas por los eruditos, y que son rechazadas por la inquietud
expresa de las personas citadas en los archivos. Este reconocimiento
de privacidad que ha hecho el gobierno, puede ser genuino o,
como han opinado algunos críticos, puede ser astucia empleada por
el gobierno para conservar secretos, ahora que las cortes y la
opinión publica están rechazando las definiciones de seguridad
nacional empleadas desde que terminó la Segunda Guerra Mundial. Pero
la petición del gobierno se debilita posteriormente, cuando
terceras partes, corro lo es Alger Hiss, evade sus propias
demandas a la privacidad y quiere que se libere el material con
fines de estudios históricos.
- 333 -
demanda tradicional de autenticidad, la prensa puede creer que los
nombres y direcciones son importantes para la historia; y la persona
puede sentir que aún el suprimir los nombres y la información de
identificación directa no es suficiente protección. A medida que se
trata de nuevo un caso sucedido años atrás en los aortes de New York
acerca del libro de un siquiatra sobre uno de sus pacientes, la elimi-
nación del material de identificación aún deja suficiente informa-
ción para exponer al paciente ante aquellos que por su ocupación lo
conocen.
- 334 -
EL 090 /CADEMI00 DE LOS ARCHIVOS
*
Informe por Michael Roper
- 335 -
Además, tanto las antiguas ramas de la historia como las más
recientes, pero especialmente la historia económica y la social, han
desarrollado una multitud de sub-disciplinas, tales como la histo-
ria de los negocios,la historia laboral, la historia de la agricul-
tura, la historia del transporte, cada una con sus propios intereses,
su propia metodología y sus propias revistas especializadas.
- 336 -
plios cuadros de la sociedad a todos sus niveles. Los miembros de la
escuela de historia "Annales" , llamada así por la revista
Annales, Economies, Sociétés, Civilisations donde se
publicaron los trabajos de los discípulos de Lucien Febvre y Marc
Bloch, ya hacfan esto antes de 1939, y en 1947 se publico por
primera vez el resumen del estudio transnacional de la región del
Mediterráneo en el siglo XVI, hecho por el Profesor Braudel, el
cual sintetizaba los datos climatológicos, geográficos, económicos
y sociales para crear nuevas perpectivas y acuerdos . Sin embargo,
recientemente este acercamiento ha sido más general y ha creado
especializaciones como la demografía histórica donde se usan
datos vitales de los individuos, los registros de nacimientos y
bautizos, matrimonios, muertes y entierros con el fin de producir in-
formación generalizada sobre tópicos cono la fertilidad, probabili-
dad de vida, edad de matrimonio y tasas de ilegitimidad , y estu-
dios de la élite, los cuales buscan explicar las instituciones
económicas, sociales y políticas construyendo y analizando los
estudios biográficos detallados de sus miembros, acercamiento a
menudo llamado "Namierian" por Sir Louis Namier, otro pionero de la
pre-guerra, que se ha usado para estudiar aquellas instituciones
desiguales como la British,House of Cannons en el siglo XVTII y el
estudio colonial Francés . Tal vez no es injusto decir que el
verdadero ímpetu del desarrollo de una "nueva historia" ha sido a
partir de la adaptación de los más y más sofisticados métodos
estadísticos que usan el economista y el científico social para
cuantificar (de ahí el nombre "historia cuantitativa") y analizar,
generalmente con la ayuda de un computador, grandes cantidades de
datos económicos, sociales y políticos del pasado. Otros mé-
todos adoptados por los historiadores incluyen las técnicas del
psicoanálisis, las cuales se usan para escribir historias psico-
- 337 -
lógicas de los individúes o de los grupos" , y las técnicas de
entrevista de las ciencias sociales, las cuales ayudadas por
una grabadora portátil, han llevado al desarrollo de la "historia
oral". Estos nuevos métodos y técnicas no han tenido una
aceptación universal e incluso en las nuevas escuelas de
historia, existen,desacuerdos en cuanto a la metodología y a las
interpretaciones . No es papel del archivista tomar partido en
estas discusiones de los historiadores, pero si su labor es servir
imparcial y eficazmente a las necesidades de los historiadores, debe
conocer los nuevos rumbos de la erudición histórica.
- 338 -
ción de los archivos que puede llevarlos a descuidar los
aspectos más académicos del trabajo archivístico. El uso
académico de los archivos no sólo ha aumentado en los últimos años
sino que también se ha expandido a un mayor rango de material
archivístico. Y aunque los historiadores políticos, jurídicos y
eclesiásticos han continuado usando los archivos y su numero se
incrementa, actualmente constituyen una proporción descendente de
usuarios académicos, que han sido alcanzados por historiadores
económicos y sociales principalmente (véase la Tabla 4) Al
mismo tiempo, proporcionalmente más usuarios académicos de todo
tipo han extendido sus intereses de los archivos de los períodos
medieval y moderno a aquellos del siglo XIX y poco a poco a los del
siglo XX (véase la Tabla 5). El aumento y la diversificacióh del
uso académico de los archivos tiene muchas implicaciones para el
archivista en términos de la naturaleza y el alcance de los
servicios que brinda. Algunas de estas implicaciones son cuantita-
tivas y físicas, como satisfacer las crecientes demandas sobre
el acceso a las salas de lectura y a los sistemas de producción de
documentos; otras son cualitativas e intelectuales, como el
diseño de programas relevantes de publicaciones y el estableci-
miento de criterios de evaluación que reflejen los amplios intereses
de los usuarios. También hay implicaciones sobre el entrenamiento
de los archivistas y la asignación general de los recursos archivís-
ticos.
- 339 -
contribuyó a este aumento desproporcionado fue el uso de los archivos
por aquellos interesados en la historia de los siglos XIX y XX y
especial- mente en la historia social y económica. Los siglos XIX y
XX fueron testigos de una expansión y diversificacióh de la
administración que coincidió con un cambio en las formas de
guardar los documentos junto con la introducción del archivador,
multiplicando el numero de fuentes potenciales, y restringiendo el
tamaño de cada fuente indi vi- dual, lo que permitió trabajar a una
velocidad razonable. De esta manera, el historiador contemporá-
neo puede consultar en un día de trabajo, una docena o más de
archivadores de agencias diferentes, mientras que otro que esté
trabajando en documentos medievales o modernos puede tardar
varios días, o aun semanas, para estudiar un simple rollo, registro
o libro. El interés de los historiadores sociales y económicos en
los datos masivos aumsnta la proporción de los productos para los
usuarios, especialmente donde solo se busca información específica,
posiblemente como datos para análisis cuantitativos. Por ejemplo,
entre enero y septiembre de 1978, un asistente de investigación
consultó 6.418 ficheros de casos del siglo XIX en el Public Record
Office, buscando algunos datos. Proyectos de investigación como
éste requieren que se hagan arreglos especiales y pueden tergiversar
las estadísticas de uso a corto plazo, aunque el aumento general
en la cantidad de documentos producidos para las salas de lectura
tiene implicaciones obvias. Si esta cantidad aumenta significa-
tivamente durante un período de pocos años, o el número de fun-
cionarios requeridos para manejar los productos tendrá que aumentarse
proporcionalmente o el sistema de producción tendrá que ser más
eficaz. Localizar los documentos de mayor demanda, cerca a las
salas de lectura, lo cual puede llevar a establecer sofisticados
sistemas de monitoreo y a un movimiento frecuente de documentos de
acuerdo con su popularidad fluctuante, puede contribuir a una mayor
eficiencia, aunque su efecto sea limitado. El aumento continuo en
la demanda puede requerir la introducción del manejo mecánico y
de otras ayudas tecnológicas modernas (transportadores automáticos,
tubos reumáticos, sistemas de solicitud por computador, etc), que a
su vez incluyen cambios estructurales o la construcción de nuevos
depósitos.
- 340 -
Un medio reprográfico alterno es la impresión de micropelfeulas en
una forma codificada, cono lo adoptó el Public Record Office para
los documentos del Cabinet del siglo XX. Al escoger entre estos dos
medios deben tenerse en cuenta varios factores: el costo en tiempo y
materiales de impresión de la microf i Imación y encuademación
del impreso frente, al costo de la duplicación de la micropelícula
y el costo de las máquinas lectoras; de la relativa duración del
papel impreso y de la micropelícula; y la necesidad de reservar un
sitio apropiado para uso exclusivo de los lectoras de micropelícu-
las, sacrificando así la flexibilidad en el usode las salas de
lectura. Una ventaja del uso de los medios reprográficos sobre la
producción de originales laminados es que las copias posterio-
res para reemplazar las que estén dañadas, pueden producirse
rápidamente y aún el robo no es un desastre mayor. Por lo tanto es
posible hacer que tales documentos se encuentren disponibles en
"estantería abierta" sobre la base del auto servicio y así
satisfacer las necesidades del usuario sin presionar los funcio-
narios de reproducción de documentos y con una seguridad y precaucio-
nes de manejo menos estrictas de las que se pueden requerir para
docunentos originales.
- 342 -
Las primeras herramientas que necesita el usuario para adelantar
su investigación son las guías de localización, las cuales pueden
ser de cuatro clases: aquéllas que lo dirigen a la institución
archivística relevante; aquéllas que le permiten entender el ordena-
miento de los documentos en el archivo y que lo dirigen a grupos,
clases, series, colecciones relevantes, etc; aquéllas que le propor-
cionan referencias específicas a ítems individuales; y aquéllas
que le permiten entender los documentos que ha encontrado.
- 343 -
La mayoría de los usuarios nuevos, y especialmente los no-histo-
riadores, encuentran el ordenamiento de los archivos de acuerdo con
las agencias u oficinas que los originaron y no por materia , lo cual
dificulta su comprensión, especialmente a medida que la administra-
ción se vuelve más compleja y se extiende a nuevas áreas de
actividad. Se han creado, dividido, combinado, o abolido oficinas a
intervalos al parecer más frecuentes con la consecuente disloca-
ción de sus documentos, como por ejemplo, el 27% de las series de
archivo-en el Archivo Australiano se originaron en más de una
agencia . Debido a que los historiadores académico-administrati-
vos están entrando poco a RQco al estudio más que superficial de la
administración del siglo XX , al archivista le incumbe ser un
historiador administrativo y explicar a los usuarios la experiencia
administrativa de los documentos en un archivo y el ordenamiento que
tienen cono resultado. Este objetivo se logra principalmente por
medio de la guía general del archivo, pero el aumento en el volumen
de los nuevos accesos y adiciones, dificulta mantener actualizada la
guía. En un esfuerzo para superar esta dificultad algunos archivos
han computarizado el procesamiento de sus guías_ya sea para la publi-
cación, como en el Archivo Nacional de los E.U. , o para usarlo en
las salas de lectura,24como el sistema PROSPEC en el Public Record
Office del Reino Unido
- 344 -
en Francia y los E.U. . Habiendo identificado en la guía general
y en cualquier guía especial, los grupos, clases, series, coleccio-
nes, etc. que son más reívantes al tema de su investigación el
académico necesita identificar luego los ítems de interés especí-
fico.
- 345 -
Aún cuando haya localizado los documentos relevantes a su
investigación, el académico puede necesitar ayuda para evaluar la
información que contienen en su contexto administrativo: por quién
y para qué fueron producidos los docunentos? qué tan amplia fue su
circulación dentro y fuera de la oficina que los originó? qué
tienen de común y qué de excepcional? Los historiadores que traba-
jan en los períodos medievales y modernos están acostumbrados a
preguntarse esto sobre los documentos que están estudiando y casi con
seguridad han recibido alguna instrucción formal en diplomacia, pero
le han dado poca atención al estudio de la diplomacia de los documen-
tos más recientes: los sistemas de guardar documentos - registro,
distribución, redacción y autorización, circulación; para reunir
los documentos - libros de entrada, registros, archivadores, folders;
las formas y convenciones de los documsntos individuales - cartas,
minutas, memorandos, formas. Las únicas personas que tendrían que
haber estudiado la diplomacia de los documentos modernos a cualquier
profundidad, tendrían que ser los archivistas quienes son sido
los responsables de su selección para su conservación, su ordena-
miento y su descripción en las guías de localización, y su
conocimiento debería estar ampliamente disponible en las guías,
manuales, notas introductorias o las guías de localizacióh, y
contacto personal en los archivos. El archivista debe también sacar
provecho de cualquier otra oportunidad que se le presente para
diseminar la información sobre los documentos que tiene a su cargo.
Esto puede incluir escribir artículos para publicarlos en revistas
académicas o participar en seminarios de historia u otras conferen-
cias , especialmente en aquellas donde sea relevante conocer este
contenido y reunir fuentes archivisticas. En cuanto esto último,
muchos archivos quisieron seguir el ejemplo del National Archives and
Records Service de los E.U. organizando conferencias que reunieran
a los archivistas, historiadores y otros usuarios o usuarios poten-
ciales de las fuentes archivícticas para compartir sus conoci-
mientos, para discutir asuntos de interés mutuo y publicar las
ponencias de estas conferencias para así llegar a una mayor audien-
cia. A un nivel menos alto, el archivista ayudará en la formación
de post-grado de los nuevos usuarios académicos de los archivos.
Esto ya e viene haciendo en algunas escuelas de post-grado de
historia donde se invita a los archivistas para que participen en
las clases ó seminarios, pero valdría la pena considerar si el
archivo mismo deba dictar cursos introductorios formales para los
nuevos usuarios académicos.
- 346 -
mucho más amplio y más explícito: por ejemplo el Public Records
Office define ahora trece categorías generales de documentos que deben
conservarse y están complementadas con criterios más detallados
relevantes a los documentos de cada departamento gubernamental espe-
cífico o de otra oficina que lo transfiera. Sin duda, el rango de
interés que debe considerarse ahora al evaluar documentos, es tan
amplio que en algunos casos será necesaria la asesoría de un
especialista. Cómo se obtenga esta asesoría, variará de un archivo
a otro: en un extremo habrá una provisión establecida para La
participación de un grupo asesor de historiadores y otros eruditos en
el proceso de evaluación; en el otro extremo, puede preferirse tener
un sistema más informal, solicitando los especialistas calificados
apropiados cuando se necesiten; en la mitad hay cabida para un amplio
rango de variaciones.
- 347 -
sus equivalentes convencionales o aún microf i litados, no presentan los
problemas de volumen de los documentos convencionales, pero si otros
problemas que no tienen las consideraciones del costo concomitente
En tercer lugar, el computador ofrece la opción de trasladar los
datos de documentos convencionales voluminosos a depósitos más com-
pactos en forma legible por máquina, con la correspondiente destruc-
ción de los originales. En este momento los altos costos de la
preparación de los datos, la baja tasa de la transferencia de los
mismos y en muchos casos, la necesidad de identificar, seleccionar,
interpretar y codificar los datos antes de la transferencia hace que
esta opción sea extremadamente costosa y dispendiosa por lo cual
sólo se justifica en aquellos casos donde se necesita un análisis
inmediato de los datos. A largo plazo, el uso de los caracteres
ópticamente legibles (OCR) para convertir el texto directo a un medio
legible por máquina puede permitir una transferencia más económi-
ca, pero por el momento tales dispositivos son costosos, sólo
pueden leer un rango limitado de fondos tipo y de manuscritos y
tienen lentas tasas de lectura y altas tasas de error. De manera que
hasta que los documentos se originen en forma legible por máquina,
el archivista tiene la obligación moral de conservar aquellos que
tengan un valor continuo para fines históricos u otros fines investi-
gativos. Sin duda tendrá que hacerlo hasta que los documentos
legibles por máquina se incluyan en la definición de documentos
públicos, ya sea específicamente, como en el Public Records Order,
1966, (s.2 (b)), Canadiense, o en una definición más amplia como
en el Public Records Act 1958 (s. 10 (I) del Reino Unido o el
Public Archives Act, 1965 (s.2) de Kenya; en otras legislaciones
archivísticas, por tratar de ser muy explicitas,,,inadvertidamente
se excluyen los documentos legibles por máquina . Al evaluar
los registros legibles por máquina, será relevante el conoci-
miento que el archivista tenga sobre las clases de análisis del
computador de los cuales los eruditos estén realizando series de do-
cumentos convencionales; pero mientras que los avances tecnológicos
sean aún esperanza para el futuro, el archivista debe suponer que
en el momento, no es fácil la solución de los problemas del volu-
men de estos documentos con la computarización y debe buscar solu-
ciones en otra parte.
- 348 -
bastante general el que la microfilinación de normas archivisticas
donde los originales están escritos, mecanografiados o impresos en
tintas de varios colores y densidades, teniendo en cuenta todos
los costos concomitantes de equipo y de personal para la filmación,
procesamiento y recuperación, es más costosa que ,1a conserva-
ción de los originales, al menos en un depósito barato .
- 349 -
Otro método para trabajar on documentos voluminosos de valor
potencial para análisis cuantitativo, puede ser mantenerlos en una
bodega de bajo costo por un tiempo limitado, durante el cual se anun-
cia su disponibilidad para tal análisis y se brindan facilidades para
que los puedan consultar con este fin pero no para producir documentos
individuales de referencia en las salas de lectura o para responder a
consultas específicas. Al finalizar el período establecido, debe
reconsiderarse el valor de los documentos a la luz de cualquier traba-
jo sobre ellos y debe tomarse la decisión de guardarlos en su totali-
dad, de guardar una muestra o de destruirlos todos; sólo excepcional-
mente se consideraría un nuevo período de depósito intermedio.
- 350 -
Nuevos usos académicos de los archivos y el entrenamiento
archivístico
- 351 -
central, para entender lo enredado de las relaciones diplomáticas o
la evolución de los principios legales y quienes están interesados
en períodos distintos a los siglos XIX y XX. Por lo tanto, es impor-
tante que el archivista no se preocupe tanto por los intereses de los
nuevos usuarios, que deje a quines han sido sus principales usuarios
en el pasado y que de nuevo pueden serlo cuando cambien los métodos
actuales.
Recursos y prioridades
- 352 -
El acceso a los archivos
i. Articulo 37 de la ley sobre organización d»los archivos de la Hrpúlilici, 7 Mcsiilor, Afín II 11¡ di inni.i
de 1794).
2. Hastará con recordar brevemente la función complementaria d e !<»s urchiv«ts r u m o "d ( p.'ise.i U - I M I " y
órgano oficial de promulgación de las leyes (función ésta a cartjo, hoy día, de IJS piihlii;uiom*> 111 p:« ...•.
«I.-I Estado).
3. Puctlcn Verse todavía ejemplos de esas prácticas en lan ii'Usias anlirtins, «••( tutim rn I' ..i'.:¡ I . -,
monasterios, en J04 cuales se conservan j u m o s en el " T e i o n / ' J-I*. JI-IJIJUM-> >• I"*. .11 * iu\n ..
- 353 -
historiografía, con la marcada tendencia de los historiadores, arraigada en el
h u m a n i s m o y el racionalismo, a basar sus trabajos en el análisis y la evaluación
críticas de las fuentes de referencia. Las condiciones naturales de esa evolución
procedieron del trasiego de territorios que la Revolución y la época napoleónica
trajeron consigo: a consecuencia de la expropiación de las tierras de la Iglesia
y de la m a y o r parte de las pequeñas posesiones seculares en muchas partes de
Europa, el continente quedó reestructurado con muchos menos Estados, pero
con territorios mayores y en cierto m o d o m á s compactos. Esa evolución terri-
torial de Europa fue, en general, mantenida e incluso proseguida por el Congreso
de Viena, de tal m o d o que, aunque numerosos archivos, incluida una gran can-
tidad de pergaminos antiguos y m u y valiosos, se dispersaron y perdieron para
siempre, los archivos de los Estados se hicieron cargo de muchos fondos completos
procedentes de los territorios que se habían desmantelado.
Y de este m o d o , los archivos, aunque conservando muchas de sus funciones
clásicas— la vieja función de teroso espiritual, de arsenal de la ley y de instru-
mento del soberano, de su gobierno y de su administración— fueron asumiendo,
además, su moderna y nueva función de arsenal de la historia.
Paralelamente a la consolidación de esa doble función de los archivos y en
relación estrecha con la marcada tendencia a la centralización de las modernas
administraciones estatales, los archivos perdieron gradualmente, durante el
siglo xix y los primeros decenios del siglo xx, el carácter secreto que hasta entonces
había sido una de sus características primordiales y se hicieron cada vez m á s
asequibles. Igualmente se registró u n a creciente tendencia a centralizar "los
archivos nacionales" en un m i s m o lugar.
E n principio, tanto los modernos archivos estatales c o m o los municipales y
regionales (de distrito, provincia o región) continúan llenando la m i s m a doble
función: a) de archivos de la administración (arsenal de la ley), y b) de archivos
históricos (arsenal de la historia). E n el primer caso, responden a las necesidades
prácticas de la administración y del gobierno; en el segundo, contribuyen a la
manifestación de la verdad por medio de la investigación histórica; en u n caso
están al servicio de la sociedad y en el otro son instrumento de la ciencia.
E n realidad, fue solamente a partir del final de la segunda guerra mundial
cuando la noción de accesibilidad de los archivos, hasta entonces casi exclusiva-
mente vinculada con la investigación histórica, es decir, científica, asumió toda
su significación, de m o d o que, paulatinamente, los modernos grandes medios
de información recurrieron cada vez m á s a los archivos.
Ahora bien, frente al creciente interés de los investigadores y del público en
general por los archivos, el Estado, en su calidad de propietario, conservó una
concepción aguda de la importancia de la institución c o m o fondo espiritual. Se
le ha acusado de haber ideado argucias para impedir, o por lo menos limitar, su
creciente utilización, introduciendo sistemáticamente demoras técnicas que,
sin negar ni limitar el acceso a los archivos, coartaban el interés de los usuarios.
Se introdujeron normas que, en muchos casos, entorpecieron considerablemente la
investigación histórica. E n muchos países se impusieron plazos de noventa y hasta
cien años. C o m o el límite impuesto era, en general, una fechafija,a medida que
el tiempo transcurría crecía el retraso.
Durante el periodo "cerrado", sólo en casos excepcionales se autorizó el acceso,
a ciertos fondos estrictamente limitados, de los investigadores cuya "lealtad" no
podía ponerse en duda. Pero a medida que los Estados autoritarios pasaron a ser
constitucionales y parlamentarios, se establecieron disposiciones que abreviaron
gradualmente los plazos. La distinción estricta entre periodos "abiertos" y "cerra-
dos" cedió el paso a unas normas diferenciadas: a) entre a m b o s periodos se intro-
dujo uno de acceso "limitado"; el fondo correspondiente era asequible a los estu-
diosos, en virtud de arreglos especiales; b) además de la división cronológica en
tres periodos, se estableció una distinción vinculada con el contenido de los
fondos, de m o d o que unos eran asequibles y otros de acceso limitado o incluso
- 354 -
inasequibles; c) por lo que se refiere a los plazos, se introdujeron límites crono-
lógicos móviles que se acortaban a medida que transcurría el tiempo. N o obs-
tante, la investigación en los archivos continuó sufriendo limitaciones rigurosas
hasta el final de la segunda guerra mundial. L a proporción en la cual, entre las
dos guerras mundiales, los gobernantes europeos consideraron que los intereses
del Estado debían anteponerse a la libertad de Acceso a los archivos nacionales,
puede deducirse del hecho de que cada gobierno publicó una edición oficial de
documentos cuidadosamente seleccionados sobre los orígenes de la primera guerra
mundial, al paso que los demás legajos relativos al periodo en cuestión se m a n t u -
vieron cerrados a cualesquiera otras investigaciones.
El primer paso decisivo hacia una mayor liberalización del acceso a los archivos
fue una consecuencia de la segunda, guerra mundial. Los Estados victoriosos se
adueñaron de todos los documentos de archivo alemanes —tanto los depositados
en los archivos, c o m o los de trámite diario de la administración del país q u e
pudiesen contener cualquier dato de interés sobre el tercer Reich. A continua-
ción, acometieron varios proyectos importantes para reseñar, fotografiar y pre-
parar la publicación de las series m á s imporlantes de los legajos alemanes. Ante
ios problemas planteados por aquellas masas colosales de documentos — m u c h o s
de ellos archivados en el m á s completo desorden o sin catalogar— se decidió
aplicar una n o r m a expeditiva consistente en reunir y ordenarla documentación
superficialmente y en fotografiar y publicar m á s bien m á s que menos, es decir, de
hecho la m a y o r parte de los documentos. Los proyectos a largo plazo se ejecutaron
con arreglo al plan establecido y con una rapidez sorprendente merced a la eficaz
organización del trabajo en equipos científicos compuestos por especialistas extre-
m a d a m e n t e competentes. Así pues, los primeros catálogos, listas y repertorios,
así c o m o las series de legajos correspondientes, se pusieron a la disposición de los
investigadores de todo el m u n d o pocos años después de terminarse la guerra; la
divulgación de esas fuentes de interés histórico excepcional se prosiguió a medida
que los documentos se inventoriaron y repcrloriaron. U n o s diez años después
de terminarse la guerra, se dieron a conocer, sin limitación alguna, casi todas
las fuentes alemanas desde Bismarck hasta el año 1945. Tras ello prolifcrarou por
dogmas las m á s diversas publicaciones, basadas en esas fuentes. Pero tan pronto
c o m o se hubo satisfecho el apetito exacerbado de revelaciones históricas, muchos
especialistas comenzaron a percibir los inconvenientes que entrañaba la publi-
cación de esa documentación unilateral y apremiaron a sus gobiernos p.ir.i que
divulgaran sus propios archivos. Esas peticiones fueron apoyadas por parlamen-
tarios y por otros sectores de la vida pública, y las autoridades interesadas cedie-
ron poco a poco, sin renunciar al principio de una política limitativa.
Por consiguiente, en relación con el periodo decisivo que culminó en i<)|,r),
todavía no se pueden efectuar a escala mundial investigaciones basadas en los
archivos de todos los países interesados. N o obstante, es evidente que el impulso
dado es fundamental y que ya no será posible frenar la tendencia o volver al
estado de cosas anterior.
A d e m á s de las diversas razones de carácter político que puedan influir al
respecto, existe otro factor que conduce irresistiblemente a la liberalización de la
política de acceso a los archivos: el progreso dinámico de las técnicas modernas
de reprografía. El progreso continuo de la técnica vencerá, con el (¡cuino, iodos
las oposiciones. E n una época en que los métodos de reproducción de ios docu-
mentos de archivo evolucionan y se simplifican sin tregua, la imagen tradicional
del archivista guardián del tesoro del Estado carece ya de sentido.
- 355 -
E n los Estados Unidos, hubo un m o m e n t o en que el factor político y el técnico
convergieron. Los norteamericanos fueron, con m u c h o , los que m á s hicieron para
)oner los documentos incautados en Alemania a la disposición del público, en
Íorma de publicaciones o de microfilms; y estuvieron también en vanguardia por
lo que a la evolución de todos los métodos de reprografía se refiere. D e ahí que
fuesen los archivistas norteamericanos quienes tomasen la iniciativa. E n coopera-
ción con el Consejo Internacional de Archivos y merced a la generosidad del
Council on Library Resources de Washington, convocaron un congreso extraordi-
nario de archivos que se celebró en Washington D . C . , en m a y o de 1966. Los m á s
destacados archivistas del m u n d o entero participaron en el congreso para exami-
nar los problemas cruciales de los archivos modernos. L a importancia histórica
de ese congreso consistió en que, en virtud de las resoluciones que se aprobaron
por unanimidad, el principio de libre acceso a los archivos se proclamó por vez
primera solemnemente en el plano mundial. Ese acontecimiento puede con razón
calificarse de ratificación internacional de la Declaración de los derechos del
hombre en materia de archivos, proclamados por la ley francesa de 1794. Desde
1966, la obligación moral de aplicar las resoluciones ha suscitado una emulación
que se traduce en progresos lentos pero seguros; en cuanto u n país suavizó su
política de limitaciones, otros países se apresuraron a imitarle.
Al propio tiempo, el Consejo Internacional de Archivos, que durante cierto
tiempo había procurado reunir recursos para u n programa de actividades bien
concebido, constituyó dos grupos de trabajo encargados de formular propuestas
concretas para la aplicación del nuevo principio de libre acceso a los archivos.
U n o de esos grupos se encargó de examinar la cuestión propiamente dicha,
mientras que e¡ otro estudió la utilización de los microfilms que, c o m o medio de
publicación de los documentos de archivo, constituyen u n complemento indis-
pensable de los archivos modernos. A m b o s grupos presentaron sus informes al
V I Congreso Internacional de Archivos que se celebró en Madrid, en septiembre
de 196(1 '. E n los informes, aprobados por unanimidad en sesión plenaria, se
resumían las conclusiones a que habían llegado a m b o s grupos de trabajo y se
señalaban las normas que debían seguirse para llevar a cabo una acción concreta
en los dos campos.
El Congreso de Madrid aprobó 13 resoluciones basadas en los informes de
a m b o s grupos de trabajo y que se inspiran en las principales recomendaciones
siguientes:
1. "... que las administraciones de lo? archivos de los diferentes países emprendan
un estudio a fondo de los reglam-rtos que rigen las posibilidades de acceso a
los documentos y propongan a u%¡ autoridades competentes la supresión de
todas las trabas no justificadas, con objeto de adaptar el régimen de acceso a
los archivos a las necesidades c!r. la investigación científica."
2. "... que, en los países en que rigen limitaciones cronológicas, el periodo de
inaccesibilidad general no sea superior a 30 años contados a partir del m o m e n t o
en que aparecen los documentos."
3. "... que se reconoza y aplique en todas partes el principio de igualdad de trato
para los investigadores nacionales y los extranjeros. [El Congreso | condena
todas las formas de discriminación contra los investigadores extranjeros, y pide
encarecidamente que no se persista en exigir la observancia del principio de
reciprocidad entre los países, en materia de autorizaciones para el acceso de
sus nacionales a los archivos."
4. "... que las direcciones de archivos que observan una política limitativa en
materia de reproducción en microfilms respecto de los países extranjeros
- 35ó -
reformen esa política, abandonando todas las restricciones aprioristicas for-
males y aplicando las limitaciones que crean deber mantener con la debida
flexibilidad a fin de poder atender las necesidades de la investigación científica."
5. "... c o m o la publicación en microfilm de series enteras de documentos y la
preparación de copias que puedan ponerse libremente a la disposición de
investigadores y eruditos constituye el m o d o m á s eficaz, rápido y económico tic-
promover u n m á s amplio acceso a los archivos, el trabajo de publicación di:
microfilms debería considerarse c o m o una actividad normal de los archivos."
Se espera que, gracias al Congreso de Madrid, los servicios de archivos del m o n d o
entero se trazarán u n camino para avanzar hacia su objetivo primordial: el libre
acceso a los archivos para todas las necesidades de la investigación.
Desde el primer m o m e n t o , la Unesco lia apoyado todos los esfuerzos positivos
orientados hacia la eliminación gradual de las restricciones y la creciente liber.i-
lización del acceso a los archivos. Y la Organización puede, en particular, consi-
derar que la Jucha continuada de los archivistas por esc ideal se ajusta a la verda-
dera razón de ser de la Unesco *.
El eminente archivista neerlandés D r . F . R . J. Verhccven dio hace poco una
definición pertinente de lo que debería ser u n a política moderna en materia de
acceso a los archivos 2 , "... abrir a todos el acceso a los archivos que revisten un
valor nacional e histórico constituye u n a obligación moral para todo gobierno
democrático; de ahí que se haya dicho de los archivos nacionales que son la
conciencia suprema de) gobierno".
1. A ese respecto, hay un problema que la Unesco debería contribuir a resolver en un futuro próximo:
el de la situación en que se hallan varios países respecto de los que fueron sus antiguas colonias, por el
hecho de que los primeros conservan grandes cantidades de documentos relativos u la historia de loi
segundos, y porque estos últimos no cuentan con medios suficientes para costear la reproducción en
microfilm de dichos documentos.
2. E n un artículo sobre los archivos de Singapur publicado en Perpustakaan, revista de la í.ihrary Asso-
ciation of Singapore and Malaysia, vol. 2, n.° 2, Singapur, octubre de 1967. K n 1067, el Sr. Vcrhu-vcii
efectuó en Singapur una misión preliminar, en calidad de consultor de la Unesco, con objeto de pie-
parar un plan para la creación de un centro nacional de archivos y documentación.
- 357 -
EXPOSICIONES, SERVICIOS EDUCATIVOS, RELACIONES PUBLICAS
Los archivos son instituciones que tienen una misión cultural. Hoy día no es posible que
estén exclusivamente al servicio de la investigación y la administración. Por esa razón desde
hace varios años se estudia la posibilidad de poner a la disposición de las escuelas las fuentes
históricas que se conservan en los archivos. En efecto, para la enseñanza moderna de la
historia y de las ciencias sociales es muy interesante que los alumnos tengan acceso directo
a las fuentes originales. Si bien es verdad que las experiencias de utilización de los archivos
en la enseñanza han revelado las dificultades con que se tropieza, no es menos cierto que han
puesto de manifiesto las ventajas pedagógicas que cabe esperar de una mayor cooperación
entre los archivos y la escuela.
Desde hace unos veinte años, se admite generalmente q u e los servicios de archivos
deben encargarse de las funciones de información y formación y en ciertos países
ya están en el m i s m o pie d e igualdad q u e las atribuciones tradicionales d e los
archiveros, q u e consisten en adquirir, hacer accesibles y evaluar los documentos
de archivo. E n u n a sociedad m o d e r n a el trabajo educativo podrá llegar a consti-
tuir algún día el elemento esencial de la función social de los archivos.
- 358 -
para su utilización en la escuela. Esas publicaciones contienen asimismo textos
de carácter m á s general relativos a la historia nacional y regional. El Service
éducatif de los Archives nationales de París publica también su propia colección
de libros de bolsillo. Esa cooperación sistemática entre los archivos y la escuela
funciona con éxito en Francia desde hace veinte años '.
L a acción educativa de los archivos en la U R S S y en otros países socialistas
suscita también u n gran interés. E n esos países los archivos tienen una misión
educativa, y por esa razón deben cooperar con la escuela a fin de ayudarla a dar
sistemáticamente a los alumnos una formación socialista conforme al espíritu
marxista-leninista, pero todavía no existe en la República Democrática Alemana
ninguna institución comparable al Service éducatif francés. Sin embargo, la
cooperación que ya existía entre los archivos y la escuela se lia desarrollado en
1968, y desde entonces en los archivos se organizan trabajos prácticos de investi-
gación destinados a los alumnos de las dos últimas clases de la Oberschule, con
la ayuda y supervisión de archiveros. Se han publicado recientemente los prime-
ros informes sobre el desarrollo y los resultados de esa experiencia2.
E n otros países, especialmente en los Estados Unidos de América, los Países
Bajos, Bélgica, el Reino Unido y la República Federal de Alemania, el problema
del empleo de los archivos confineseducativos sigue teniendo gran actualidad,
pero se encuentra todavía en la fase del acopio e intercambio de datos relativos
a las experiencias 3 .
E n la República Federal de Alemania la cuestión de las relaciones entre los
archivos y la escuela fue tratada por primera vez desde el punto de vista de u n
archivero por Franz Herverhold quien en 1955 presentó una ponencia ante el
Congreso de Archiveros de Alemania del Sur *.
M á s recientemente, la función social de los archivos considerada en su sentido
m á s amplio constituyó uno de los principales temas del 45 o Congreso de Archiveros
Alemanes celebrado en Kiel en 1969. E n esa ocasión, al tratar H a n s B o o m s acerca
de las relaciones entre los archivos y la escuela recomendó que se desarrollaran
sistemáticamente los esfuerzos ya emprendidos para establecer un Service éducatif
inspirado en el modelo francés 5 .
A pesar de un debate que dura ya desde hace m á s de veinte años y de todos los
esfuerzos realizados para integrar en la enseñanza las visitas y los trabajos en los
museos, las posibilidades pedagógicas de los archivos siguen siendo prácticamente
ignoradas, salvo en Francia y en los países socialistas. Esto se debe, por lo menos
en parte, a los propios archiveros quienes consideran que tienen esencialmente una
misión de investigación y, si es necesario, de administración, pero olvidan, en la
gran mayoría de los casos, que su papel también consiste en educar e informar al
público en general.
Para que los archivos puedan cumplir su misión educativa, importa ante todo
interesar a u n público cada vez mayor por los documentos de los archivos. Sin
embargo, n o basta con organizar exposiciones de vez en cuando, c o m o se ven
actualmente obligados a hacerlo casi todos los archiveros, para que los archivos
1. Helmut Richtering, Der "Service ¿ducatif " der fninzosischen Archive, Der Archivar, 22 Jg. (1969).
li. 3, Col. 261 y siguientes; G u y Dubosq, Li función de los archivos en la educación, Boletín de la
Unesco para las biblioteca), vol. X X I V , n.° 4, julio-agosto de 1970, p. 227-231
2. Rolf HQbner y Volker Wahl, "Zusammenarbeit zwischen Archiv und Schute", Archivmitteilungen,
22. Jg. (1972), H . 5, p. 176 y siguientes; Eberhard Schctelich "Archiv und Schule", ArchivmiUei-
lungen, Jg. 15 (1965), n.' 3, p. 106 y siguientes.
3. Víase, por ejemplo, The American archivist, publicado por la Society of American Archivists, vol. 30
(1967).
4. Franz Herberhold, "Der Service Educatif in Frankreich, Seine Mdglichkeiten bei uns", Geuhichle
in Wittentckajt und Unterricht 7. Jg. (1956), p. 280 y siguientes.
5. Hans Booms "Offcntlichkeitsarbeit der Archive, Voraussetzungcn und MAglichkeiten" Per Archivar,
23. Jg. H . 1, col. 15 y siguientes.
- 359 -
adquieran, entre el público en general y el personal docente, una importancia ni
de lejos comparable a la que tienen los museos c o m o medio educativo.
La escuela ofrece a ese respecto mayor número de posibilidades nuevas, ya que los
archivos pueden ayudarla útilmente a cumplir su función educativa.
La forma de cooperación más corriente consiste en utilizar los fondos de los
archivos, es decir las fuentes históricas originales para la enseñanza de la historia
y de las ciencias sociales l . L a enseñanza de la historia en la escuela se considera
hoy principalmente c o m o un aspecto de la formación política. D e ahí que la
opinión pública le considere justificada e incluso necesaria. N o obstante, si consi-
deramos que la formación histórica es indispensable para comprender los meca-
nismos políticos y poder actuar en esc c a m p o , si pensamos que la enseñanza de la
historia tiene por objeto familiarizar a los alumnos con los hombres, las condi-
ciones de vida y los valores del pasado, para que puedan compararlos con el
presente, nada es m á s eficaz que el contacto directo con las fuentes históricas que
son testimonios vivos del pasado. Casi todos los archivos por pequeños que sean,
disponen de documentos que podrían ser útiles para la enseñanza moderna de
la historia. H a y que abandonar el concepto erróneo de que sólo tienen interés
os documentos relativos a la historia nacional, es decir de alcance suprarregional.
Exposiciones
- 360 -
limitados suscitan, al parecer, menos interés. Los datos disponibles indican que
en los últimos diez años el n ú m e r o de alumnos que han visitado las exposiciones
organizadas por los archivos ha disminuido m u c h o , a pesar de haberse efectuado
intensas campañas publicitarias. Es indudable que las exposiciones sobre grandes
temas, para las cuales varios archivos reúnen su documentación, atraen particular-
mente al público, pero la falta de interés que denota ese retroceso no puede expli-
carse sólo por los temas escogidos. El n ú m e r o de visitantes puede aumentar o
disminuir según el lugar donde se celebre la exposición. Es evidente que un archivo
situado en u n Jugar céntrico y que disponga de locales propios de exposición
atraerá m á s visitantes que un edificio en la periferia de la ciudad; es m á s fácil-
mente accesible, y no hay que olvidar que para el personal docente el tiempo es
un factor importante. Por regla general, las exposiciones de archivos suelen orga-
nizarse fuera de toda preocupación escolar con motivo de acontecimientos o
aniversarios particulares o por circunstancias políticas. N o están relacionadas
con u n programa sistemático de estudios e incluso no están preparadas conjunta-
mente con los profesores de la disciplina de que se trata. La posibilidad de recurrir
al personal docente que ofrece la organización de esas exposiciones, que tan
provechosa ha resultado en Francia, hasta ahora no ha sido explotada en la
mayoría de los demás países. Sólo algunos archivos municipales han sabido sacar
provecho de las relaciones personales y organizar, previo acuerdo con el personal
docente interesado, pequeñas exposiciones de documentos destinados a ilustrar
el estudio de algunas cuestiones del programa.
Todas las exposiciones habituales de archivos deben comprender una parle
m á s o menos grande de elementos visuales distintos de los documentos de archivo
wopiamente dichos, pero para lo esencial presentan siempre documentos escritos,
fo que plantea un problema especial. E n efecto, no cabe subestimar la fascinación
que ejercen los manuscritos originales, las cartas imperiales y los documentos
firmados por grandes personajes históricos, pero la proporción de los visitantes
de una exposición capaces de apreciar esos documentos del pasado es cada vez
menor. Para el profano culto y, con m a y o r razón todavía para el alumno, n o son
m á s que documentos ilegibles e incomprensibles. Sólo alcanzan cierta significa-
ción cuando son explicados por un guía o en u n catálogo. Incluso con esas expli-
caciones el alumno que sólo aprende conocimientos históricos de base en el curso
de sus estudios, considera los documentos de archivos únicamente con curiosidad
o, en el mejor de los casos, con un interés estétito, a no ser que pueda relacionarlos
con algún aspectos del programa de historia que le sea conocido.
Sin embargo una exposición realmente bien presentada sobre u n tema deter-
minado puede tener por efecto aumentar, en el plano general, el interés del
público por la historia. Desde este punto de vista la visita de una exposición de
archivos puede ser incluso provechosa para alumnos de escuela primaria, pues a
ese nivel la enseñanza se basa todavía en la representación visual. E n este contexto
las ilustraciones, los m o n u m e n t o s históricos y los objetos de museo pueden utili-
zarse junto con documentos de archivo bien seleccionados (mapas, sellos, cartas
medievales especialmente evocadoras, manuscritos iluminados, carteles electo-
rales, etc.), sin necesidad de ocuparse de los textos propiamente dicho?. N o es
menos cierto que las visitas de exposiciones de archivos organizadas para los
alumnos sólo pueden tener un efecto limitado en el nivel de la enseñanza primaria.
Cabe contentarse con pedir a los alumnos que relaten sus impresiones, que cuen-
ten de una manera m u y general lo que han visto o que describan, a su elección,
alguno de los objetos expuestos.
Sólo puede recurrirse a los textos originales en el nivel secundario. Sin embargo,
el contenido de esa enseñanza está m á s estrechamente orientada de manera que
contribuya a la educación política del alumno. El personal docente considera
que las exposiciones de archivos generalmente no contienen suficientes docu-
mentos de interés actual utiüzables c o m o base de la enseñanza y que, por lo tanto,
no justifican el tiempo bastante largo que a m e n u d o debe consagrarse a una visiu.
- 361 -
El aumento del n ú m e r o de visitas organizadas para las escuelas que actualmente
se observa es sin d u d a un elemento alentador, pero la organización de exposiciones
de archivos de tipo tradicional no puede considerarse c o m o una cooperación
entre los archivos y la escuela. Representa a lo s u m o , una base para dicha
cooperación. Para que pueda hablarse de cooperación eficaz, el personal docente
no debe contentarse con desempeñar un papel pasivo, utilizando y adaptando para
los fines de su enseñanza los documentos de archivos que se presentan. Profesores
y alumnos deben, por iniciativa propia, dar a conocer sistemáticamente a los
servicios de archivos sus problemas y sus necesidades. Si por desgracia éste no ha
sido el caso hasta ahora, no es por falta de interés sino m á s bien por ignorar las
posibilidades de los documentos de los archivos. A m e n u d o esto se debe al desco-
nocimiento de las funciones y del significado de un servicio de archivos. Por consi-
guiente, el primer deber de los archiveros debería consistir en dar al personal
docente, gracias a u n trabajo de relaciones públicas intenso y sistemático, infor-
mación sobre las funciones y la naturaleza de los archivos, e indicaciones sobre los
medios específicos de que disponen los archivos para ayudar al personal docente
en su cometido. Ese trabajo de relaciones públicas podría adoptar formas m u y
diversas: conferencias y cursos de iniciación, visitas de los archivos con guía
para el personal docente, los alumnos y los maestros en vías de formación, expo-
siciones con catálogos destinados a presentar el trabajo de los archivos, distribu-
ción de boletines de información al personal docente y a los alumnos y envío
a las escuelas de copias de los inventarios de los materiales de que disponen
los archivos. Todos esos métodos ya han sido utilizados por algunos archiveros
de Alemania con el fin de estimular la utilización de los archivos por las escuelas.
Otro método eficaz podría ser editar una pequeña "guía de archivos" concebida
especialmente para su uso en la escuela y en la que se describieran brevemente
los fondos de los archivos, los métodos de localizarlos, reglas de utilización y algu-
nas indicaciones y consejos técnicos para el usuario.
A u n q u e deberían continuar organizándose exposiciones de tipo tradicional,
en las que se exponen obras y documentos raros sobre un tema determinado, los
servicios de archivos podrían utilizar otros muchos medios para cooperar con
las escuelas en la enseñanza de la historia y de las ciencias sociales. Las pequeñas
exposiciones monográficas sobre determinados temas que figuran en los programas
escolares son relativamente poco costosas. Los archiveros y el personal docente
podrían reunir, utilizando los fondos de los archivos, material que sirva para
ilustrar el estudio de una cuestión en clase y sobre el cual los alumnos reciben
explicaciones allí m i s m o . Sin embargo, las clases deben trasladarse a los locales
de los archivos para visitar esas exposiciones, ya que no cabe imaginar que los
archiveros lleven los documentos a las escuelas de su zona. E n cambio, los archi-
veros pueden preparar diapositivas y otras reproducciones de documentos de los
archivos destinados a su uso en la escuela, que el maestro puede comentar para
sus alumnos o utilizarlas para las lecturas en c o m ú n . D e esta marera, los docu-
mentos de los archivos podrían utilizarse para la enseñanza fuera de los locales
donde se conservan. Los aparatos de copia modernos de que disponen la mayoría
de los servicios de archivo permiten producir rápidamente y por un precio
relativamente módico el n ú m e r o de ejemplares necesarios de u n documento.
- 362 -
aumento continuo del volumen de la materia enseñada. Esta nueva forma tic
enseñanza, que combina el estudio detenido de las cuestiones por el ejemplo y la
transmisión de los conocimientos de base indispensables, ofrece posibilidades de
cooperación entre los archivos y la escuela. Y a nadie impugna que, en la ense-
ñanza secundaria, la lectura y la interpretación de las fuentes constituyen el
método más apropiado para suscitar una participación activa de los alumnos.
E n realidad, la utilización de los textos originales en la enseñanza de la historia
se ha impuesto de una manera casi general. Lejos de limitarse a la enseñanza
secundaria también se extiende hoy día a la enseñanza primaria y a la enseñanza
primaria superior *.
El estudio de las fuentes escogidas permite ante todo al alumno entrar directa-
mente en contacto con la historia. A d e m á s , tiene por efecto despertar en el alumno
la duda y el escepticismo respecto de las interpretaciones de hechos históricos y
de las afirmaciones al parecer totalmente inequívocas que aparecen en los textos
escolares, y aguzar así su espíritu crítico. Desde luego, no se tiata de negar las
diferencias de métodos y de objetivos que existen entre la enseñanza escolar y la
enseñanza universitaria de la historia, ni de discutir que al nivel de la escuela
secundaria el estudio de las fuentes tiene forzosamente limites. N o es menos cierto
que en nuestros días, los profesores de historia deben esforzarse siempre por expli-
car a los alumnos, aunque sea m u y rápidamente, en qué consiste el trabajo del
historiador afinde iniciarles a los problemas del conocimiento y del juicio his-
tóricos. E n la enseñanza secundaria, la discusión de las fuentes en clase permite
poner de manifiesto todos los matices de la duda y de la conjetura, que hacen
que la búsqueda de la objetividad en la historia sea tan difícil. Esto se aplica tanto
a las fuentes centrales c o m o a las fuentes regionales y locales, que constituyen la
gran masa de Jos documentos de archivo.
Cuanto m á s vividas sean las fuentes para la imaginación de los alumnos y cuanto
m á s directamente le pongan en contacto con u n acontecimiento histórico, más
posibilidades habrá de interesarles, a condición que dentro del concepto de la
enseñanza, por ejemplo, constituya una materia que permita llegar a conclusiones
de carácter general. Las fuentes regionales y locales son las que se adaptan mejor
a ese papel. Las carpetas de documentación destinadas a las escuelas, que publican
las editoriales especializadas en el material docente, no suelen contener m á s que
documentos ya publicados. Contrariamente a lo que sucede en las fuentes locales
y regionales, a m e n u d o falta el vínculo directo con la realidad. Por esto los archi-
vos pueden prestar a este respecto una ayuda preciosa al personal docente poniendo
a su disposición otros documentos que les permitan .vincular las cuestiones estudia-
das con la realidad concreta, despertando así el interés y la voluntad de partici-
pación activa de sus alumnos. Los pequeños archivos disponen también de fuentes
que pueden servir de ejemplo para ilustrar las cuestiones tratadas en la enseñanza
moderna de la historia y de las ciencias sociales. Los registros de la recaudación
de impuestos pueden servir para hacerse una idea de las estructuras sociales. Las
cartas personales de hombres políticos, las peticiones y los panfletos permiten
conocer mejor las grandes revoluciones de los tiempos modernos. Los documentos
relativos a los trastornos sociales y a las huelgas del siglo xix constituyen una buena
introducción al estudio de la historia del movimiento obrero. Los informes admi-
nistrativos arrojan luz sobre las crisis políticas y económicas que han tenido lugar
entre 1920 y 1930. Los periódicos permiten darse cuenta de c ó m o está sometida
la prensa en un estado totalitario. Por lo que se refiere particularmente a la historia
1. Gilela Wagner, Qucllen und Quelleninterpretgrion itn Untcrrichl der Getchichte und Gemeiiwhaft»-
kunde. Getchichte in Wisanxhaft und Untetricht, zo. Jg. 0 9 6 9 ) . P- >6o y tiguicntvs.
- 363 -
contemporánea desde el año 1917, que figura en el programa del segundo ciclo
de la enseñanza secundaria, debe ser fácil encontrar en todas partes documentos
que aclaren toda la evolución a partir de hechos particulares y que se presten
m u y bien a la lectura y a la explicación en clase. Esas fuentes contemporáneas
plantean pocas dificultades de lectura, ya que los textos importantes de ese periodo
están, la m a y o r parte de las veces, escritos a máquina. E n lo que se refiere a las
fuentes m á s antiguas, a m e n u d o es indispensable realizar u n trabajo de trans-
cripción, c incluso de traducción, antes de que el documento pueda presentarse
a los alumnos. N o hay d u d a que esto quita a esos documentos una gran parte del
atractivo que ejerce un texto original.
Sería evidentemente demasiado, pedir a los servicios de archivos que determi-
nen por iniciativa propia los documentos que deban utilizar los profesores de
historia y de ciencias sociales. A lo s u m o , los archiveros pueden dar indicaciones
y consejo';. E n última instancia incumbe al personal docente decidir cuáles son
los documentos que en u n caso determinado son útiles para su enseñanza. Podría
ser una iniciativa m u y útil registrar en los archivos y clasificar por cuestiones
todos los documentos que hubieran sido presentados en pequeñas exposiciones
cuyo tema fuera la enseñanza o que hubieran sido seleccionados por el profesor
para dar una explicación de texto o para una lectura en clase. Evidentemente
esto exigiría u n cierto trabajo de investigación, pero todos podrían aprovecharse
de él y establecer así, por u n método puramente pragmático, u n registro de los
documentos de archivo disponibles para el estudio de las cuestiones m u y n u m e r o -
sas que figuran en los programas de enseñanza. Esta lista podría reproducirse en
muchos ejemplares y distribuirse a las escuelas. U n registro de esa índole desem-
peñaría un papel inestimable para dar a conocer mejor las posibilidades de utili-
zación de los archivos en la enseñanza. Si fuera necesario, los servicios de archivos
también podrían formar colecciones de copias de documentos y proporcionar
ejemplares, previa petición, de los documentos que tuvieran mayor d e m a n d a .
Incluso cabría prever ulteriormente la publicación de cuadernos de documentos
destinados a las escuelas, inspirándose en el modelo francés. Sin embargo, esta
tarea incumbe menos a los diversos servicios de archivos que a las administra-
ciones nacionales o regionales.
- 364 -
autonomía creciente a fin de darles la posibilidad "de estudiar temas limitados
utilizando directamente las fuentes históricas, recurriendo a obras científicas
y refiriéndose a problemas políticos actuales". A este respecto, el principio de
aprender por el ejemplo sigue estando en vigor *. E n la República Federal de
Alemania esas ideas han encontrado su aplicación en los programas de estudios 2 .
Por esa razón, desde hace algunos años las disertaciones anuales y las encuestas
colectivas gozan de u n favor creciente en la enseñanza. Los temas se escogen a
m e n u d o de manera que sea necesario recurrir a Jos archivos. E n el curso de los
últimos años en la m a y o r parte de los archivos ha habido grupos de alumnos que
han trabajado en la preparación de disertaciones anuales y de estudios colectivos
concernientes a la historia o a las ciencias sociales. Puede discutirse la utilidad
de esas actividades cuando el profesor conoce m a l las condiciones de trabajo en
los archivos y sus requisitos básicos, c o m o es muchas veces el caso, lo q u e tiene
por resultado que los alumnos desperdicien demasiado tiempo o esfuerzo. Sería
preciso que antes de emprender cualquier trabajo escolar importante en los
archivos, el profesor responsable y el archivero examinaran juntamente las posi-
bilidades materiales y las condiciones técnicas de aplicación.
Las posibilidades de trabajo independiente con documentos originales no
impresos son siempre bastante limitadas incluso para los alumnos del segundo
ciclo de la enseñanza secundaria. E n general, la ayuda del profesor o del archivero
es indispensable. Eso se aplica también a las encuestas colectivas, c o m o la efec-
tuada durante el invierno 1972^973 en los archivos de Osnabrück por un grupo
compuesto de alumnos de los dos últimos años de la enseñanza secundaria. El
objetivo de esa encuesta era estudiar el nacimiento del estado totalitario nacional-
socialista, utilizando fuentes que se encuentran en una zona geográfica estrecha-
mente limitada. Después de haber seguido una exposición general de introducción
al trabajo de archivos, los alumnos se dividieron en varios grupos, de tres o cuatro
personas, cada uno de los cuales estudió u n o de los seis temas escogidos conjun-
tamente por los alumnos, el profesor y el archivero, a saber: las elecciones y los
partidos políticos antes de 1933, la evolución del partido nacionalsocialista,
la situación económica de 1929 a 1934, el periodo de sometimiento después de
1933, la iglesia y el partido Nacionalsocialista, la guerra total. Diarios y revistas
así c o m o documentos públicos y privados fueron las fuentes utilizadas. A d e m á s ,
los alumnos también recurrieron a la biblioteca de los archivos y a la de la Aso-
ciación Histórica de Osnabrück que se encuentra en el m i s m o edificio. I,os resul-
tados no fueron enteramente satisfactorios sobre todo en lo que se refiere a los
objetivos pedagógicos, pero sobre determinados puntos el nivel de los trabajos
casi igualó al de los seminarios universitarios. Esa experiencia confirmó lo que
ya dejaban prever otras análogas, a saber que es m á s fácil lograr ciertos objetivos
pedagógicos de orden material, intelectual y afectivo que dentro del marco de la
clase. El atractivo de la novedad y de la investigación independiente de las fuentes
estimula al alumno. E n cambio, este método de trabajo presenta también cierto
número de inconvenientes: los alumnos capitulan fácilmente ante la abundancia
de materiales, se pierden en c! laberinto de una documentación voluminosa, no
saben distinguir lo accesorio de lo esencial, se agarran a detalles y acaban por
desalentarse. Les resulta difícil hacer la síntesis de las notas q u e han tomado de
los documentos originales. Sin embargo, después de un primer periodo, esas
dificultades desaparecen en general rápidamente. Para que los trabajos efectuados
en grupo por los alumnos en los archivos utilizando fuentes verdaderas (no perió-
dicos u otros impresos), se vean coronados por el éxito, es preciso que el personal
docente haya efectuado un trabajo preparatorio importante, sobre todo en lo
que se refiere a la selección de las fuentes, y que preste una ayuda considerable
1. Dcnkschrift der VerbSnde der Historíker und der Grschichtolchrrr DcutschUnds loe. cit.
2. Hichttlinien fur den Unlerricht an den Gymniuien del Land ti Niedertachien. 9. Hrsg. Ni«derrtch»i«che»
Kultutrninisterium. Hannover, 1970.
- 365 -
a los alumnos durante su encuesta. A pesar de los numerosos problemas y difi-
cultades que plantean, el trabajo de los alumnos en los archivos ofrece indudables
ventajas desde el punto de vista pedagógico. N o sólo contribuye a enseñar con
el ejemplo, sino que da mayor flexibilidad a la enseñanza, refuerza la confianza
entre los alumnos y el personal docente, estimula el interés de los alumnos por la
historia y desarrolla su espíritu crítico y su iniciativa1.
Cierto es que los requisitos de los programas de estudio modernos no están preci-
samente hechos para incitar a los profesores de historia a utilizar confinespeda-
gógicos las fuentes de que disponen los archivos. Sin embargo, hay bastantes
posibilidades de cooperación entre los archivos y la escuela. Si son demasiado
[JOCO utilizadas, se debe menos a los programas de estudio o incluso a una falta
de interés por parte del personal docente, que a una ignorancia m u y grande de
las posibilidades pedagógicas que ofrecen los archivos.
La cooperación entre los archivos y la enseñanza responde a los intereses de
ambas parles. Permite a los archivos ser mejor conocidos por el público en general
y a los alumnos abordar la historia partiendo de documentos auténticos que les
incitan a reflexionar. La tarea que consiste en organizar una cooperación como la
que existe en Francia y en hacerla funcionar eficazmente incumbe en primer lugar
a las administraciones de los archivos y a los ministerios de educación o a las
autoridades escolares. Si no cumplen esa tarea será m u y difícil conseguir una coo-
peración. Sin embargo, los servicios de archivos también tienen la posibilidad,
al nivel local y regional, de llegar al público en general y de favorecer los contactos.
Se data de utilizar todas esas posibilidades afinde familiarizar al personal docente
con los archivos y con las perspectivas nuevas que la utilización de los documentos
de los archivos ofrece para la enseñanza moderna de la historia y de las ciencias
sociales. Las experiencias ya realizadas en la materia deberían gozar de una gran
publicidad. Si se sigue este camino, seria y sistemáticamente, cabe esperar que la
utilización de los archivos confinespedagógicos, al menos para las clases supe-
riores de la enseñanza secundaria, será en todas partes tan corriente como lo
es ya en Francia.
l. Hitrchard Schcpcr, Krfahrung mit Archivarbeit im Gemeimchaftskundeunterricht finer Gy. tj; Arhcit
ziir I'üdtiK'iKisthcn Prufung für lias Lehramt un Gymnasíen. 19A5 (mrcanografiado).
- 366 -
LA UTILIZACIÓN DE LOS ARCHIVOS POR EL GRAN PUBLICO
- 367 -
a) Participación progresiva en la acción cultural.
- 368 -
Este gran publico da hoy testimonio de un gusto creciente por la
historia, en laroadidaen que la parte que se le entrega toca con los
programas escolares, dirán algunos. Éxitos de emisiones televisadas
(películas y debates) sobre temas históricos, difusión de obras o
de revistas culturales accesibles a todos, a cargo de universitarios
conocidos, publicaciones vendidas hasta en los supermercados, multi-
plicación de las sociedades históricas locales, desarrollo de la
genealogía, tantos signos que traducen, según expresión un poco
trajinada, el deseo de "reecontrar sus raices" en una cvilizacióh en
cambio permanente, la admiración exagerada por las civilizaciones
tradicionales y la vida cotidiana de antaño. Par qué, en este
movimiento, no intentar proveer al público de instrumentos que le
enriquezcan sus conocimientos, que le enseñen a utilizar nuestros
recursos?
- 369 -
El publico deseoso de conocer major las tradiciones y la
historia regionales encuentra en las acciones cunplidas con la colabo-
ración de los archivistas en el plano local (preservación del patri-
monio arquitectónico, conservación de las tradiciones ) los recursos
suceptibles de hacerle apreciar mejor y proteger la cultura y las tra-
diciones del lugar. En fin, para las minorías, sean ellas étnicas,
religiosas o lingüisticas, los archivos escritos u orales constituyen
una fuente valiosísima para la toma de conciencia de la historia y de
la cultura que les son propias.
b) Las exposiciones.
- 370 -
Su preparación inplica la solicitud de colaboración a un pú-
blico que no es necesariamente el de los archivos. Cómo no recurrir
a industriales o a la familia de un personaje conocido para organizar
una manifestación sobre la historia de la industria o una exposici-
ción consagrada a una figura sobresaliente nacional o local? Este
tipo de exposición constituye en cierto modo, ocasión propicia de
hacer progresar la investigación. En el plano local, promueve el in-
terés de estudiantes y alumnos de las escuelas por la pesquisa de
ciertos géneros de documentos, lo que puede ser provechoso.
- 371 -
2. Pequeñas exposiciones publicitarias sobre los archivos.
Presentar, en sitios frecuentados por un publico que no iría expre-
samente a ver una exposición, algunas reproducciones de documentos
notables, es frecuente en el Canadá en los centros comerciales y los
aeropuertos, en Francia en el metro de París, de Lyon y de Marsella,
en las ferias-exposiciones, etc.
d) Las publicaciones
- 374 -
Suele ser provechoso en el plano local, vincularse por obra de
exposiciones, conferencias, montajes audiovisuales a los socios de los
hogares campesinos, casas de jóvenes, clubes de fotografía que en
distintas formas pueden interesarse en el pasado de su ciudad o de su
pueblo. Por último, los empleados de las empresas, los miembros de
las asociaciones de barrios pueden ser sensibles a la presentación de
conferencias y documentos del lugar.
a) Relaciones publicas.
- 375 -
Si la presentación material de una expresión destinada al
grueso publico debe llamar la atención, la manera de tratar el tema
escogido requiere (además del conocimiento cabal del notivo central)
unas técnicas y una atención especiales: claridad del esquema adop-
tado, brevedad y sencillez de los comentarios indispensables para la
comprensión y el conocimiento del contexto. Rodearse de personas es-
pecializadas en las áreas que no son de la competencia directa del
archivista, le permite abordar su conjunto con mayor precisión y
hacerlo más asequible al público.
- 376 -
De manera general, en razón de la escasez de los efectivos, los
horarios de apertura de las salas de lectura de los archivos son
bastante disuasivos para las personas de actividades profesionales
normales. Pocos servicios ofrecen posibilidades de trabajo por la
noche (de las 6 a las 8 por ejemplo) y muchos tienden a restringir los
servicios ofrecidos los sábados. El cierre anual de los archivos
practicado en ciertos países por la época de vacaciones reduce las
facilidades de consulta. Adaptar tales horarios a las necesidades del
gran publico respetando los derechos de las personas no es muy
sencillo. El sistema vigente en el Archivo Nacional del Canadá,
donde la existencia de "casiers-consigne" permite a los lectores ir a
los archivos las 24 horas, por seductor que sea no es aplicable en
todas partes.
- 377 -
El publico no erudito, con ocasión de sus primeros contactos
con los documentos de archivo, se entusiasma fácilmente por sus des-
cubrimientos y no pocas veces desea regresar a la calle con reproduc-
ciones de los papeles consultados. El investigador científico,
habituado a trabajar, a tomar notas, salvo ciertas coyunturas es
finalmente menos difícil de satisfacer en la materia. Esta exigencia
significa para los alumnos algunos problemas: calidad del material de
fotocopia que no da siempre reproducciones muy fieles, sobre todo de
la iconografía, y deteriora los documentos; recargo de los labora-
torios fotográficos de los archivos, y a veces falta de equipo para
responder a los deseos del público: tales laboratorios en efecto
están destinados a trabajar a la vez para las necesidades del
servicio y los encargos de fuera, de la administración y del
publico. Estas dos tareas, está comprobado, son difícilmente
conciliables. No podemos estar equipados para satisfacer solicitudes
técnicamente diversas o difíciles de realizar.
Por ultimo sea para vender una guía de archivo o una reproduc-
ción fotográfica o unas diapositivas, el archivista debe superar
dificultades jurídicas, administrativas y financieras, aumento de
trabajo para quien no es ni jurista ni contador profesional.
- 378 -
De todas maneras observamos que esta prioridad en la recopila-
ción y clasificación no debería ir en detrimento de los trabajos
realizados dentro del interés de los lectores científicos: éstos
últimos no desdeñan, por ejemplo, ni la iconografía ni los mapas y
planos complementarios.
- 379 -
4. Conclusión
- 380 -
HJSHÍANZAOON ARCHIVOS
por
MICHAEL G. COOK
- 381 -
proporcionado oon las fuentes. Por lo general, los archivistas han
considerado que su trabajo termina aquí, dejando que los educadores
profesionales elaboren los planes generales de los cursos basados en
los materiales primarios, editen los documentos para publicarlos como
colecciones fuente, seleccionen los manuscritos para la reproducción
de diapositivas y fotobandas, y asesoren a los profesores sobre cómo
usar mejor las fuentes en las clases.
- 382 -
educativa dentro de la organización. A los miembros de la directiva
de la oficina educativa se les dará tiempo para adquirir la habilidad
necesaria para dirigir un programa educativo. Podrían trabajar en su
propia institución o en un colegio, dependiendo de la naturaleza del
proyecto. Tendrían derecho a comprar equipo especial para el
programa, cambiar las horas de trabajo para acomodarse a las de los
alumnos dentro del programa, y supervisar la investigación en una
forma compatible con el nivel de conocimiento y el grado de competen-
cia de los alumnos.
- 383 -
Claro que la sugerencia de escoger el tema del proyecto educativo
archivístico algo se que está enseñando en el aula, no tiene en
cuenta la dificultad de encontrar tenes del currfculo iguales a
los mate- riales fuente en el repositorio local. Soy conciente de
que el tema de una unidad educativa difícilmente estará muy
alineado con las colecciones del archivo que no tendrá más que las
fuentes documenta- rias necesarias para realizar el proyecto. No
obstante, los archivis- tas, profesores y alumnos pueden resolver el
problema al recoger mate- riales no-archivísticos sobre el tema, como
son los trabajos publica- dos, fotografías, objetos de museos e
ítems que se encuentran en el ambiente contemporáneo. Por ejemplo,
el tema de la distribución de mercancías un factor de la vida
económica y social de cada pais, puede ser presentado ante los
alumnos como un proyecto sobre mercadeo. Al aprender sobre los
distintos aspectos de compra y venta, los alumnos pueden utilizar
las cartas de los comerciantes locales al Ministerio de Comercio como
sus fuentes archivísticas y como materia- les complementarios, usar
la historia publicada de un almacén que los patrocine, artículos
sobre comercio que aparecen en las colecciones de periódicos de las
bibliotecas del pueblo, copias de viejos cuadros de almacenes
compradas en un museo, y fotografías de los negocios de la comunidad
tomadas por los mismos alumnos.
- 384 -
Deseo informar que el documento siguiente
es apropiado para uso educativo.
Firma .
Unidad
Fecha
- 385 -
^, ACCESO DESDE
=^p EL DEPOSITO
PANTALLAS MÓVILES
CON ILUMINACIÓN
ACCESO A LOS
SALONES DE
CLASE Y PERSONAL
DEL DEPOSITO
SUMINISTRO
DE PAPELERÍA
Y MATERIAL
DE TRABAJO
- 386 -
Archivo de Cualquier Estado
SERVICIO EDUCATIVO
Inventario :
1. Investigación e informes oficiales sobre el empleo y
la vivienda en pueblos grandes de 1910, sección 5-7
apéndice III, (Hay duplicados disponibles en el
escritorio de información).
it
2. Afiche publicado por el Ministerio de Salud*
Pública sobre la limpieza en el hogar, 1923 .
(Se venden copias. En la lista educativa No. 101
aparece una lista de otros ítems de esta sección
del archivo).
3. Carta de un importante reformador social al Primer
Ministro, Abril 1934. (Los archivos de esta persona
se encuentran disponibles en la oficina y están en
lista en la sala de consulta principal).
Para solicitar docunentos de esta lista, llene una de las formas que
usted encontrará en las mesas, citando el numero de la lista (Lista
educativa 100) y el número del ítem (e.g., No. 3 ) . Luego entregue
la forma al supervisor.
- 387 -
mayores. En realidad, todo proyecto archivístico con niños debe
tener una guía de localización educativa ya sea para el profesor o
para los alumnos. Lo que diferencia a una guia de localización
educativa de una guía corriente o inventario es que aquella permite
que el profesor o los alumnos seleccionen los documentos para la
investigación asegurando a la vez que cualquier documento escogido
tiene al menos alguna relevancia con el tema del proyecto. Aunque los
documentos han sido preseleccionados por los archivistas, los alumnos
tendrán que aprender a valorar cada fuente de acuerdo con la cantidad
y a la calidad de la información pertinente que deriven de ella.
- 388 -
Figura 4. Métodos para montar exposiciones móviles
para uso externo (dibujo de Bob Hunt)
- 389 -
Un tercer medio que los archivistas tienen para presentar las
fuentes a los jóvenes, es hacer reproducciones de los materiales
originales para uso en el aula. Este método incluye la compilación
y la edición de una colección, y después su distribución a los
colegios ya sea en forma impresa o nó. La principal desventaja
relacionada con este método es que casi no hay contacto personal
entre el archivista y el profesor una vez que la colección de docu-
mentos se ha distribuido. El profesor simplemente la solicita y la
usa como lo juzgue conveniente. A pesar de esto, la reproducción
de colecciones de fuentes primarias puede ser parte valiosa del
programa institucional de "enseñanza con archivos", especialmente
cuando el repositorio no tiene los medios económicos para equipar
una sala de consulta educativa o para enviar exposiciones, pero si
tiene un grupo de archivistas animados a trabajar en educación.
- 390 -
en clase, el archivista que compila la colección debe asegurarse que
trate un tema importante y de narración clara. Los documentos de
la colección pueden contener por ejemplo, una descripción paso
a paso de la independencia de un pais que anteriormente estaba bajo
el regimen colonial. Deberá haber notas explicativas sobre cada
documento o grupos de documentos. Si se considera necesaria una ayuda
adicional para que los alumnos capten el significado total de los
documentos, el archivista deberá incluir una hoja con preguntas
sobre cada documento para que los alumnos las contesten antes de
que las fuentes se discutan en clase.
- 391 -
los materiales explicativos y la información complementaria. Los
típicos ATU producidos por los archivistas Británicos están
limitados por el tema sobre las fuentes archivísticas locales, que
puedan ser ilustradas tales como el desarrollo del sistema de
transporte de una región particular, el tratamiento de los pobres
en una región específica del pais en un momento de la historia y
el gobierno de una ciudad durante un cierto período de tiempo. El
ATU está diseñado de tal forma que los alumnos individualmente o
por grupos, puedan entender ampliamente el tema al estudiar los
docunentos contenidos en el sobre y al consultar los trabajos
relacionados recomendados en los materiales explicativos. El
profesor guía a sus alumnos en el uso de los materiales ATU,
pero no les interpreta las fuentes como lo hace cuando les enseña
con las colecciones documentales encuadernadas, las películas o las
diapositivas.
- 392 -
La caja de "enseñanza con archivos" (de ahora en adelante se le
llamará ATK) es un invento posterior al ATU donde el tema es más
amplio en cuanto a su perspectiva y los materiales más variados
en cuanto al tipo que los del ATU . Los temas del currículo
que están dirigidos por sí mismos al ATK son por lo general tan
grandes que ninguna institución posee todas las fuentes
pertinentes. Por medio del AIK se estudian mejor los tópicos de
interés nacional, como son, la ocupación de un pais por primitivos,
la vida de los reyes o de otros líderes políticos nacionales, los
asuntos extranjeros de una nación o el crecimiento de la industria
en un pais. Aunque los materiales básicos del ATK son, como los
del ATU - fascínales de fuentes archivísticas, el ATK también
contiene libros, películas, objetos reales de museos o reproduc-
ciones de tamaño real, y otros ítems prestados o copiados de
fuentes privadas.
- 393 -
LECTURAS ESCOGIDAS
- 394 -
IOS ARCHIVOS Y LAS RELACIONES PUBLICAS
por
- 395 -
Necesítanos definir las relaciones publicas. En un sentido
limitado se les confina a xa publicidad, al uso de los madios. Más
ampliamente incluye todas las relaciones con el publico, inclusive
proveer documentos a los in"estigadores en los archivos y dar respues-
tas a consultas por escrito. He usado este término con el fin de
incluir todos los medios por los cuales el archivo informa a los que
están fuera sobre su trabajo y sus colecciones, servicios y ex-
posiciones o para diseminar sus colecciones a toda la comunidad, o a
segmentos particulares de ésta.
- 396 -
películas y un interés por la historia oral, para crear un archivo
nacional de sonido. Si no hay un sistema eficaz para la gestión de
archivos en los departamentos gubernamentales, el archivo deberá
tomar la iniciativa de crearlo. Los resultados en cuanto al ahorro y
la eficacia convencerán al más práctico de los políticos.
- 397 -
zación, hay otros tipos de publicaciones que son valiosos para
aquellos interesados en los materiales de archivo. Por ejemplo, la
publicación de documentos seleccionados puede ser un suplemento a
la investigación y ser valiosa para fines de enseñanza.
- 398 -
pooo menos y en Canadá donde hay un programa regular de televisión
sobre archivos al igual que sobre el uso extensivo de fotogra-
fías y películas como parte de un número creciente de programas de
televisión sobre temas históricos. Debemos mencionar que en
Francia, Rusia y Polonia se han realizado películas cortas sobre ar-
chivos para que las vea el público en general.
- 399 -
Monas de la distribución de fascínales de documentos
selectos, las series de filminas de documentos, cuadros y napas
pueden ser muy eficaces y ya se han hecho experimentos con micrope-
peliculas o microfichas a color para usarlas en las aulas. Son
inminentes los importantes desarrollos en este campo.
- 400 -
"....en memoria colectiva de
experiencias compartidas.
por
Wilfred I. Smith
- 401 -
Mientras que el concepto popular de la cultura es menos y menos
limitado a ciertos aspectos de la vida humana, el concepto de heren-
cia, sorprendentemente, tiende a ser crecientemente limitado a ciertos
elementos materiales de la herencia del hombre. Un impactante ejemplo
de esta tendencia es la Convención para la Protección de la Herencia
Natural y Cultural Mundial que fue adopatada por la Conferencia Gene-
ral de Unesco en 1972 y que tuvo mayor fuerza en Diciembre de 1975.
En el Artículo 1 la definición de herencia cultural, para los fi-
nes de la Convención, se limita a los monumentos, construccio-
nes y lugares. En Canadá, por ejemplo, la principal responsabili-
lidad para asegurar la implantación de la Convención, es asig-
nada a Parks Canada (la oficina gubernamental responsable de los par-
ques nacionales y los lugares históricos), con la cooperación de
otras oficinas como el Servicio de la Vida Salvaje Canadiense y la
Corporación Nacional de Museos. En Canadá también, se realiza
una Conferencia anual sobre Recursos Históricos que se interesa espe-
cialmente en los sitios históricos, parques y museos. Existe una
oficina dedicada a la conservación de los edificios o construccio-
nes históricas, llamada Heritage Canada, y se han formado muchos
grupos "de herencia" en las provincias y municipios para cumplir
este objetivo. Aunque las circunstancias son distintas de pais a
pais, la tendencia de utilizar la palabra "herencia" principalmente
para estructuras físicas, es casi universal. Claro está que
existe una amplia justificación en lo relacionado con la conserva-
ción: la destrucción visible o el deterioro, con su efecto en
el ambiente, tiene un importante impacto en el publico debido a la
naturaleza simbólica de las estructuras materiales. Los edificios
y lugares históricos, y el arte, tienen indudablemente una rica
herencia, pero claro está, son sólo una porción de la herencia
del hombre.
- '.02 -
Los materiales publicados y los archivísticos tienen mucho en
común como fuentes de información. Esta relación fue reconocida en
el programa NATIS que fue aprobada por la Conferencia General de
Unesco en 1974 y que incluye los archivos y las bibliotecas
como elementos en los sistemas de información nacionales. Sin
embargo, hay características archivísticas diferentes que son im-
portantes en el contexto de la conservación del pasado registrado.
- 403 -
bienestar" donde cada ciudadano tenía contacto directo con la ad-
ministración por un minero creciente de veces, "desde la cuna hasta
la tumba". Hoy en día el individuo puede comunicarse fácil y rá-
pidamente con personas en su pueblo, región o pais y con el mundo en-
tero para satisfacer sus necesidades materiales o intelectuales, y
aún, a pesar del teléfono y del transporte en avión, se siguen
consignando en papel, película o cinta, sus ideas, deseos y memorias.
- 404 -
Otro factor en el increnento del uso de los archivos para la
investigación histórica es los hábitos de los historiadores. Las
primeras historias fueron narrativas y se basaban en un asunto intere-
sante y en un estilo literario pero que no se basaban en docunentos
originales. La escuela científica de los siglos XIX y XX buscó la
exactitud, y la objetividad y contaba con un examen exhaustivo de los
materiales archivisticos. El creciente volumen de fuentes disponi-
bles se ha acompañado de un notable aumento en el numero y variedad
de las publicaciones históricas, con mayor exactitud y mejores
normas de crítica profesional. A medida que se provee un servicio
esencial a la comunidad para revelar y explicar el pasado y a menudo
relacionado con el presente, el cambio de los intereses y las ten-
dencias de la investigación ha sido aparente junto con una tenden-
cia a cambiar el énfasis de la historia política, constitucional y
militar hacia temas sociales y económicos, hacia estudios amplios
del cambio social por un lado, e intensos estudios de la limitada
perspectiva, por el otro. El descubrimiento dpi computador por los
historiadores ha resultado en una investigación cuantitativa que es
un resultado directo de la creciente disponibilidad en los archivos de
los docunentos apropiados.
- 405 -
de loralización para las generaciones presentes y futuras. Reali-
zaron funciones inportantes pero sus horizontes estaban limitados.
Las bibliotecas y los museos eran más concientes de la necesidad de
salvar del abandono los elementos culturales permanentes cono artícu-
los privados y documentos.
- 406 -
También es cierto que las instituciones archivísticas han
tenido más motivos de autoservicio. Tradicionalmente, sólo un 0.1%
de la población podía tener contacto directo con las instituciones
archivísticas. Si el otro 99.9% hubiera tenido la oportunidad de
hacer un recompensable y exitoso uso de los documentos, los archivos
hubieran sido mucho más eficaces en cumplir su misión. Su imagen
hubiera sido más exaltada y hubiera sido más fácil obtener los
recursos financieros, las facilidades y los funcionarios necesarios
para responder a las crecientes responsabilidades de adquirir, con-
servar y facilitar la disponibilidad de los documentos del pasado para
las generaciones presentes y futuras.
DESCENTRALIZACIÓN
PUBLICACIONES
- 407 -
guías a materiales relacionados con un tema particular, período o
tipo (como lo es una guia para materiales sobre microfilmación), e
inventarios más detallados de series particulares o colecciones. En
los repositorios no sólo se encuentran disponibles las guías de
localización detalladas tanto en fichas cono en forma mecanografiada
o mimeografiada, " sino que ahora se están publicando en microfichas
para venderlas a nivel nacional y aún internacional. Los informes
anuales, especialmente destinadas a informar a los ministros u ofi-
ciales y a otros archivos, a menudo incluyen listas de adquisiciones y
puesto que interesan muchísimo a los investigadores y donantes, ahora
se distribuyen más frecuente y ampliamente.
- 408 -
EXPOSICIONES
- 409 -
con un comentario de un colonizador originario que la vio. Des-
pués de sustituir los documentos originales por fascínales, la
exposición fue trasladada al Department of Manpower and Inmigration
que la llevó a ferias populares y otros sitios de Canadá durante un
período de 2 años. Otro interesante experimento reciente trata de
un método potencial de popularización de documentos. Los fascína-
les de mapas antiguos de Ottawa fueron exhibidos en varios centros
comerciales de la ciudad. Fue muy popular y estimuló el interés de
muchas personas que normalmente no visitan los archivos ni las gale-
rías, y se vendió masivamente un volumen publicado de las reproduc-
ciones. También se han hecho exposiciones en los aeropuertos, en los
corredores de entrada de los hoteles. Si el costo de preparar una
exposición se hace para unos pocos miles de visitantes a los archi-
vos, el gasto debe garantizar una baja prioridad, pero si en cambio,
puede exponerse con un pequeño costo adicional, a un millón de
observadores, puede considerarse una sana inversión cultural.
MEDIOS MASIVOS
- 410 -
atención fuera enfocada hacia narraciones de interés popular en el
Archivo. En Canadá ha habido algunos ejemplos de programas tínicos o
de series de charlas basadas en materiales como las anotaciones de los
pioneros, los palos de los barcos y los primeros documentos del
servicio secreto.
SERVICIOS EDUCATIVOS
- 411 -
mayoría de los archivos, los problemas relacionados con la selección
y los costos de producción de buenas copias para uso en los salones
de clase, han impedido que su uso sea más extenso. Pero casi todo
archivo ha tenido algo que ver con los servicios educativos y en
algunos casos, han llegado a ser una parte del sistema educativo.
* * *
- 412 -
sériés du passé... C'est dans ces documents que nous serons
libérés de l'anonymat" . Para que esto sea posible, debe darse
una alta prioridad a prevenir la destrucción, la cual produce amnesia
social, y también a recapturar a través de la historia social el
conocimiento que existe sólo en la tradición oral en muchas partes
del mundo, y en la repatrición en forma alguna de los documentos que
son una parte esencial déla herencia nacional. Se deben tomar medidas
para la conservación permanente de un documento lo más completo
posible, ya sea documental, visual u oral, de todos los aspectos de la
experiencia humana y la accesibilidad de est documento para los muchos
propósitos para los cuales se requiere. Esto sólo puede asegurarse
al incrementar la conciencia, una ayuda económica a los archivos y
una apreciación del valor de su contribución a la comunidad. Es
aparente que los materiales archivfsticos deben tener una utiliza-
ción mucho más extensa, ya sea que estén en archivos o en reposi-
torios, tanto por el valor práctico de la información que contienen
como por los objetivos culturales como una memoria en colecciones de
experiencias compartidas. Su uso más extenso seguirá siendo el de
fuentes para investigación histórica, lo cual requiere selección,
análisis y habilidades literarias. La naturaleza de los materiales
archivfsticos seleccionados, y la maravillosa calidad que permite la
identificación personal con el pasado es atormentadora. El acceso
directo a los archivos por parte del publico y por estudiantes
particulares en las instituciones educativas, presenta serios proble-
mas debido a la singularidad, vastas cantidades y fragilidad de los
materiales. Pero a diferencia de los artefactos, los documentos
pueden duplicarse sin sufrir una seria pérdida y pueden distribuirse
ampliamente. Compartir esta preciosa herencia con proporciones
mayores en cada país y la comunidad global es un reto importantí-
simo para todos aquellos que creen en la importancia de la
conservación de una herencia cultural.
- 413 -
CONSERVACIÓN
por
JOHN DAVIES
INTRODUCCIÓN
- 414 -
Solamente una pequeña cantidad de los documentos del pasado de
Malasia ha sobrevivido al ataque del clima. Muchos han sido destrui-
dos por incendios, inundaciones y la guerra. No se puede hacer mucho
contra estas calamidades. Sin embargo, los daños subsiguientes
sufridos por los documentos que escaparon a estos desastres pudieron
haberse prevenido al tenerse un poco de cuidado en los depósitos. En
cambio, se ha deteriorado una cantidad deplorable por la ignorancia de
parte de los custodios. Por consiguiente, se gasta mucho dinero y
energía en rehabilitar estos documentos y protegerlos de enemigos
tales como los estragos del tiempo, el clima, los insectos, el moho,
los roedores, hasta ponerlos a disposición de la investigación y la
consulta.
Papel
- 415 -
alta, y la lignina se retiene, pero los papeles que contienen lignina
son sensibles a la luz. Los periódicos modernos contienen una alta
proporción de esta fibra de madera cruda rrolida que explica su rápi-
do deterioro bajo condiciones adversas de almacenamiento y uso, a
diferencia del papel de calidad. Para producir una pulpa aceptable,
los deshechos nuevos con alto grado de blancura requieren un pre-tra-
tamiento menos drástico que el que se da a la pulpa de madera o a los
deshechos de colores. Con el fin de producir papel de calidad, deben
quitarse la lignina y otras impurezas de la pulpa. Para hacer esto,
la madera se cocina por medio de diferentes procesos y se blanquea
usando químicos que son ácidos. Estos tratamientos dejan pequeñas
cantidades de ácido en la pulpa y como resultado a menudo se presen-
tan residuos de ácido en el papel. El papel también puede absorber
ácido del aire durante su almacenamiento.
Tinta
- 416 -
Las copias en carbón y lápiz no se decoloran. Si se someten a
uso prolongado, se vuelven borrosas. La mayoría de los papeles de
carbón están cubiertos por un lado con una mezcla de grafito fina-
mente dividido, ceras y aceites, y los lápices modernos contienen
grafito comprimido que no se decolora cuando se expongan a la luz.
Luz
- 417 -
responsable del rompimiento físico de las pastas, al dañarse la
encuademación por secarse el pegante. Por otro lado la humedad
excesivamente alta tiende a producir nono o verdín que crece en
cualquier material que lo alimente, tal como el papel, el cuero y el
pegante. La humedad afloja la pasta y el pegante ablanda y debilita
el papel y el cuero/ y estimula la expansión de los insectos.
Polución atmosférica
Moho
- 418 -
es de cerca de cien y comúnmente se conocen como moho o verdín.
Los hongos son organismos que se reproducen por medio de esporas
pequeñitas. El daño que hacen a los documentos se atribuye a las
esporas micróbicas en el aire y el polvo de los depósitos, siem-
pre presentes en la atmósfera y que se establecen en los obje-
tos donde las condiciones son favorables para su crecimiento.
- 419 -
Más aun, el nono y los hongos pueden ejercer una acción
mecánica sobre el papel, ya que puede filtrarse entre las fibras
del papel sin penetrar en ellos, y además los cuerpos de los hongos
están cubiertos de cerdas» que se infiltran entre una hoja y
otra, soldando las páginas . Técnicamente esto es conocido como
"foxing".
Polvo
Insectos
- 420 -
Las cucarachas, lepismas, y las polillas "book-lice" y
"brown-house" son especialmente las responsables del daño a los ma-
teriales de encuademación como pastas y pegantes, y también pueden
atacar el cuero y otros materiales animales y vegetales. Insectos
como los escarabajos y las termitas son capaces de consumir el papel
como alimento y también atacan las telas de algodón para encuadema-
ción y los cartones de madera o de papel. Son, por lo tanto, los
responsables de la mayoría de los daños serios a los documentos in-
cluso de los daños de los estantes. Se dice que los procesos diges-
tivos de estas plagas se han modificado especialmente por digerir ce-
lulosa. Se mencionan a continuación algunos de los insectos más
comunes encontrados entre los documentos, de acuerdo con el tipo de
daño que causan:
a) cucarachas
b) Lepismas
c) "Book-lice"
- 421 -
libres o papeles. Su dieta incluye también moho microscópico
de la encuademación, papel y cuero, y son por lo tanto preva-
lentes bajo condiciones húmedas lo cual favorece el crecimiento
de moho. Rara vez se encuentran en ambientes bien iluminados y
ventilados o en libros que se usen diariamente.
d) Polillas "Brown-house"
e) Escarabajos
f) Termitas
Medidas preventivas
El daño que hacen los insectos alados a los documentos como los
escarabajos rara vez ocurre en depósitos con aire acondicionado que
están más o menos herméticamente cerrados o en depósitos que están
protegidos con ventanas de malla y puertas plegables que se puedan
cerrar.
- 422 -
insectos dañen los documentos. Un buen suministro de estos químicos
colocado en recipientes y localizados cada seis pies en los estantes
será suficiente para producir un olor lo suficientemente fuerte que
aleje a los insectos. Además, puede asegurarse un razonable alto
grado de protección fumigando el deposito una vez al nes con mezclas
insecticidas que contengan químicos como el diclorodietil tricoloro-
etano (DDT), piretrum o gama benceno hexacloridio que se encuentran
en el comercio listas para su uso. También se pueden "preparar
mezclas de DDT disuelto en Kerosene en proporción de 40g por
litro y fumigar con una bomba manual corriente. De- be tenerse
cuidado de que se haga directamente sobre las paredes, rincones
oscuros y grietas, pero no sobre los documentos. Los fumigantes por
lo general contienen solventes que pueden afectar las tinturas usadas
en la tela de encuademación y las tintas de los documentos.
- 423 -
Roedores
Las ratas y los ratones entran a los depósitos por los agujeros
de los techos y las paredes y devoran papel y cuero con velo-
cidad increíble. Para prevenir su acceso es necesario asegurarse
que los techos y paredes defectuosos se reparen rápidamente.
Localización
Equipo
- 424 -
Las carpetas se guardan mejor en cajas unas sobre otras en los
estantes. Las cajas de cartón utilizadas por el Archivo Nacional de
Malasia son ideales para este fin. En el Apéndice A aparece un
dibujo de esta caja. En cada caja se puede guardar un grupo de carpe-
tas que midan aproximadamente 6 pulgadas de grueso bien ordenadas
sobre los estantes. Cada caja se rotula con una guia externa que
indique su contenido para facilitar su identificación y . recupera-
ción.
- 425 -
Primeros Auxilios para Documentos Dañados - Reparaciones Menores
Páginas rasgadas
- 426 -
Elaboración de la pasta
- 427 -
Rehabilitación de documentos carbonizados
- 428 -
APÉNDICE "A"
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S7V
- 429 -
BIBLIOGRAFÍA
430
T7P CX3NSTRDCCI0NES Y EQUIPOS DE ARCHIVO EN IOS PAÍSES
TROPICALES
por
MICHEL DUCHEIN
Inspector General, Dirección de los Archivos de Francia, París
1. Introducción.
- 431 -
Por todas estas razones, los edificios destinados a la conserva-
ción de documentos en países tropicales deben presentar, para asegu-
rar al máximo la custodia de los documentos, diversas característi-
cas que los distinguen de los edificios de archivo que se construyen
en países templados.
- 432 -
Al bajar la tertperatura se disminuye simultáneamente el punto de
saturación y se provoca la condensación, es decir la fluencia.
Dicho descenso no interesa desde el punto de vista de la conservación
de los documentos si va acompañado de desecamiento del aire, de
suerte que disminuye la tasa de humedad relativa (ya que la humedad
relativa es la relación entre el peso del vapor de agua contenido en
un netro cúbico de aire y el peso máximo de vapor de agua que ese
volumen de aire podría contener a la misma temperatura).
- 433 -
3. LOS HONGOS, BACTERIAS E INSECTOS DE IOS PAÍSES TROPICALES;
CONDICIONES CLIMÁTICAS DE SO DESARROLLO.
- 434 -
5. CONCEPCIÓN GENERAL DE LAS CONSTRUCCIONES DE ARCHIVO, EN
PAÍSES TROPICALES. LOCALIZAdGN Y ORTENTfiCICW.
- 435 -
6. MKCERIALES Y PROCEDIMIENTOS DE OOKSTHUCCION. OQŒRALIDADES.
a) Fundaciones.
b) Muros y Tachos.
- 436 -
c) La armazón y los estantes.
d) Aberturas o vanos.
- 438 -
- riesgo de avería técnica, particulamente peligrosa en
razón de los cambios bruscos de temperatura y de higrometría
que provocan y propician al máximo el nacimiento de hongos.
- 439 -
En resumen:
- 440 -
b) proveer todas las superficies cubiertas de vidrio de disposi-
tivos protectores (quitasoles, pantallas) de manera que eviten la
penetración directa de los rayos solares en el local;
- 441 -
Grandes carpetas de papel fuerte, fabricadas en las dimensiones
de los legajos de documentos, son protección satisfactoria, a condi-
ción de que estén provistas de medio adecuado para un cierre
cómodo.
- 442 -
papel que desempeña una higiene escrupulosa, es decir el aseo
frecuente de los locales y de los contornos y accesos (cf. adelante
14) y la desinfección de los documentos que llegan de fuera.
Los docunentos atacados por los insectos y/o los hongos deben ser
desinfectados sin tardanza. Geno medida de precaución, en países
tropicales, todos los documentos que entran al depósito provenientes
del exterior han de ser sometidos a idéntico tratamiento.
- 443 -
A falta de tal equipo, puede enplearse una estufa, armario
herméticamente cerrado y provisto de anaqueles de claraboya en la
cual se vaporiza aldehido fórmico o formalrtehido (para tratamiento
anti hongos, o bien "lindano o timol (para tratamiento anti insec-
tos ) ; pero esta manera de proceder es a la vez más larga y menos
benéfica que la autoclave al óxido de etileño.
- 444 -
Esta lucha se ejerce a tres niveles: prevención, detección,
extinción.
- 445 -
14. IA LUCHA CONTRA EL POLVO Y LA SOCIEDAD
- 446 -
16. IOS TALLERES: EflCOADERNAClCN, RESTAURACIÓN, FOTOGRAFÍA, ETC
Bástenos recordar:
b) Taller de fotografía.
c) Otros talleres.
18. CONCLUSION
- 448 -
Conservación y preservación de archivos
Y . P . Kathpalia
director científico,
Escuela de Estudios Archivísticos,
Archivos Nacionales de la India
La conservación de los archivos en una forma u otra se ha practicado desde tiempos remotos.
Como resultado de la utilización de técnicas y productos químicos modernos, se ha desarrollado
una nueva ciencia: la conservación preventiva, menos costosa que la única otra alternativa
existente, la restauración. Se conocen diversas técnicas de higiene ambiental, de desacidificación
preventiva, de protección contra incendios y de restauración.
- 449 -
mantenía en lugares oscuros, para protegerlos de la acción de la luz y del calor. Se
han extraído documentos de tumbas y pirámides y han sido descubiertos igualmente
en lugares de culto, c o m o templos e iglesias. Gran parte de ellos han sido
descubiertos en sitios subterráneos infestados de insectos y hongos. Las pirámides
egipcias han proporcionado valiosas colecciones de documentos en buen estado
de conservación. Parece haber contribuido a ello la temperatura moderada y la
adecuada circulación del aire que existían en el interior de esos monumentos.
El aceite de madera de cedro o de limonero han sido quizás los primeros
repelentes contra los insectos utilizados antiguamente para preservar los archivos
de papiros. Otros insecticidas se utilizaron en función del material de los docu-
mentos, c o m o el alcanfor, el aceite de clavo de olor y el clavo de olor, el aceite de
eucalipto, el almizcle, etc. Ciertas hojas yfloresaromáticas se insertaban entre las
páginas de los libros para potegerlos de los insectos. Era una práctica m u y
difundida y que aún hoy no ha dejado de utilizarse a pesar de su nocividad
potencial. El aceite de madera de cedro y el alcanfor son insecticidas que se usan
todavía.
L a preservación de los documentos no planteaba mayores problemas en las
épocas que precedieron a la Edad Media, a causa sobre todo de la calidad de los
materiales utilizados y del escaso número de documentos. El pergamino y la
vitela, materiales de uso c o m ú n en aquellos tiempos, son m u y durables. L a
invención de la imprenta y el incremento de la d e m a n d a del papel agudizaron el
problema de la preservación de los archivos. Esa d e m a n d a , y la relativa escasez
de pulpa consiguiente, dieron c o m o resultado una disminución de la calidad en
los procesos de fabricación de papel. Ese es el tipo de papel que plantea actual-
mente los mayores problemas de archivo, debido a la rapidez de su índice de
deterioro. L a contaminación, ese monstruo moderno, es un factor suplementario
que se agrega a la silenciosa y rápida destrucción de los materiales de archivo. Por
esta razón se ha hecho forzoso recurrir a procedimientos y técnicas que permitan
reducir al mínimo el deterioro causado por esosflagelos.Esas medidas son m á s
conocidas actualmente bajo la denominación de conservación preventiva.
Conservación preventiva
ALMACENAMIENTO
L a ubicación de los archivos en un medio ambiente apropiado es una condición
necesaria para preservarlos adecuada y científicamente. Ciertos archivos se
hallan en edificios especialmente construidos para cumplir esa función. Otros, la
mayoría, ocupan edificios que no les pertenecen y que han sido adaptados para
funcionar c o m o archivos. N o obstante, las condiciones de almacenamiento están
lejos de ajustarse a criterios científicos y puede que ni siquiera sean adecuadas en
ese tipo de edificios. Para superar este obstáculo, son muchos los archivos que
proceden actualmente a la construcción de sus propios locales. Podemos esperar,
por lo tanto, que muchos países construirán lugares para almacenar sus archivos
durante, digamos, los próximos diez años. Australia, India (Uttar Pradesh,
Guyarat, Andhra Pradesh), Indonesia, Japón y el Reino Unido han construido
recientemente nuevos edificios para archivos; Bélgica, India, Irán-, Iraq, K e n y a ,
Malasia y Singapur, por nombrar sólo algunos, están entre los países que actual-
mente proyectan construirlos.
Algunos de los edificios recientemente construidos cuentan con instalaciones
subterráneas de almacenamiento, sistema que adoptaron en la época actual los
países escandinavos y que parece estar en auge en todo el m u n d o . C o m o protección
- 450 -
contra el fuego y la h u m e d a d , se incorporan actualmente elementos c o m o paneles
defibrade vidrio o de asbesto, puertas de acero y muros a prueba de fuego. Si bien
su uso es deseable desde el punto de vista arquitectónico, los muros de vidrio
constituyen un elemento perturbador, ya que n o proporcionan ninguna protec-
ción contra el calor y la luz. L o que es m á s , algunos edificios recientemente cons-
truidos poseen instalaciones de agua corriente situadas directamente sobre los
cuartos de almacenamiento o adyacentes a ellos. D e esta manera, la h u m e d a d ha
penetrado en paredes y cielos rasos, lo cual, aparte de ser nocivo, dificulta el
control de la h u m e d a d en los edificios que poseen aire acondicionado. Por otra
parte, los baños se han transformado en criaderos de insectos que invaden libre-
mente los cuartos de almacenamiento. Se pueden citar varios casos de este tipo en
los nuevos edificios, técnicamente incorrectos desde el punto de vista de la
conservación. Baste con subrayar que los materiales que habrán de preverse en el
diseño y la construcción de edificios para archivos con aire acondicionado,
deberán proporcionar la mayor protección posible contra los insectos, los hongos y
mohos, el calor, la luz, la h u m e d a d , el fuego, las corrientes magnéticas, los fenó-
menos atmosféricos y naturales, principales agentes de deterioro de los materiales
de archivo. Tanto la C Í A c o m o la Unesco han publicado estudios que tratan de las
normas y requisitos de los edificios de archivo modernos. Debería prestarse par-
ticular atención al coeficiente de superficie de pavimentos y a sus resistencias de
carga por metro cuadrado, a la instalación eléctrica (en especial su capacidad de
acometida y sus posibilidades de expansión futura) y a todas las medidas ten-
dientes a facilitar la construcción de un anexo o de una extensión del edificio, dado
que los edificios de archivos no son fáciles de construir y que se les construye una
vez cada tres o m á s generaciones.
Las colecciones de archivos difieren en peso, tamaño y forma. Por lo tanto, los
anaqueles deben diseñarse especialmente, en función de la índole, la forma y el
peso de los materiales. L a mayor parte de los archivos conserva sus materiales en
anaqueles y armarios de acero para obtener una m á x i m a protección contra el
fuego y los insectos. N o obstante, pueden encontrarse ejemplos de archivos cuyos
anaqueles están hechos de madera, de hormigón o de ladrillo. Ese tipo de dispo-
sitivo de almacenamiento requiere una supervisión cuidadosa y constante para
evitar que se produzcan deterioros, especialmente por agentes c o m o los insectos y
la humedad. U n método que se ha adoptado universalmente para la conservación
de documentos es el de colocarlos en carpetas o cajas archivadoras hechas con
cartones desacidificados, antes de proceder a su almacenamiento en los anaqueles.
MEDIO A M B I E N T E
- 451 -
países tropicales, donde igualmente se utilizan ciertos hidrocarbonos clorados
c o m o la dieldrina y el dieldrez para combatir las termitas.
Ciertos archivos recurren a la fumigación para impedir la proliferación de los
insectos. C o n todo, sólo unos pocos disponen de los medios que permiten utilizar
la fumigación al vacío con óxido de carbono gaseoso o con bromuro de metilo.
Los archivos están adoptando cada vez m á s esta última técnica, y es de suponer
que ello se debe al hecho de su comparativa facilidad de empleo y costo menos
elevado. E n menor escala, casi todos los archivos de los países de habla inglesa,
entre otros, utilizan actualmente la fumigación con paradiclorobenceno. El for-
maldehido se usa también con frecuencia, presumiblemente a causa de su acción
fungicida complementaria. Se han usado otros productos químicos, comolafosfína,
una mezcla de tetracloruro de carbono y dicloruro de etileno; y el ácido cianhí-
drico, pero todos ellos son tóxicos para el hombre y sólo se los puede utilizar con
gran cuidado. El ortofenil-fenol, el para-cloro-meta-cresol y el timol son fungicidas
de uso universal. El último es u n excelente fumigante contra las diversas especies
de hongos y mohos.
Nosotros hemos obtenido resultados satisfactorios con documentos que expu-
simos, durante un breve periodo, a una temperatura de 65°C en una cámara
cerrada, pudiendo así esterilizarlos de sus plagas; de este m o d o se eliminan los
insectos, sus larvas y crisálidas, sin que el papel muestre efectos visibles de dete-
rioro, al menos en lo inmediato; actualmente están en curso estudios que certi-
ficarán los daños que puedan producirse en el papel almacenado durante cierto
periodo. E n el caso de que los resultados sean prometedores, este medio sería por
lo tanto u n o de los m á s sencillos para eliminar las plagas de los documentos de
archivo*.
C o m o los materiales y provisiones de fumigación son costosos, será necesario que
se pongan de acuerdo varias pequeñas instituciones. Es de desear, por lo tanto, que
se disponga de un equipo de fumigación móvil que esas instituciones puedan
alquilar. El problema de los insectos no se presenta en muchos países de las
regiones comparativamente m á s frías del hemisferio norte, y por lo tanto no existen
allí equipos de fumigación. Por ejemplo, en Bélgica, Finlandia, Países Bajos,
Noruega, Portugal, Suiza y en cuarenta y seis instituciones que se encuentran en
su mayor parte en Francia, España y el Reino Unido, los archivos carecen de
equipos de fumigación.
Luz
La iluminación natural de los edificios de archivos recientemente construidos está
dada por la estructura arquitectónica; se la controla gracias a la utilización de
persianas venecianas, vidrios coloreados y cortinas. E n el interior de los cuartos,
la luz natural se difunde mejor por medio de pinturas que la reflejen. Actualmente
es corriente que la luz artificial sea una luz difusa y que su intensidad pueda variar
en función de los diferentes locales. L a mayoría de los archivos utiliza la luz
fluorescente; en las áreas de almacenamiento se la enciende solamente cuando es
necesario. C o n todo, también se utilizan las lámparas defilamento.Especialmente
en Italia, algunos edificios de archivos carecen de iluminación en las áreas de
almacenamiento y la búsqueda de documentos se efectúa a la luz de linternas de
m a n o eléctricas. C u a n d o se realicen exposiciones se deberá utilizar siempre luz
difusa yfiltrosque eliminen los rayos ultravioletas, pormenor que la mayor parte
de los archivos olvidan cuando se realizan exposiciones confinespublicitarios.
- 452 -
Temperatura y humedad
El calor y la h u m e d a d son dos elementos que causan mayor número de daños en
los países tropicales y subtropicales. Este problema es menos agudo en países de las
zonas frías y templadas. E n numerosos archivos de las regiones tropicales se ha
recurrido al aire acondicionado para controlar la acción adversa del calor y de la
luz, aunque desgraciadamente no se haga las 24 horas del día. L a eficacia del aire
acondicionado depende principalmente de que el sistema funcione durante todo
el año y durante todas las horas del día. Los requisitos de temperatura y de
humedad relativa que deben cumplir los equipos de aire acondicionado oscilan
entre 20°C y 2°C, y entre 45 y 55 por ciento respectivamente. C o n todo, no
existe una uniformidad en lo que respecta a la temperatura y a la humedad
relativa. Por ejemplo, en las Bahamas la temperatura se mantiene a i8°C y la
humedad relativa a 59 por ciento, mientras que en el Canadá se prefiere utilizar
una temperatura de I7°C y una humedad relativa de 50 a 55 por ciento. Los
Archivos Nacionales de Estados Unidos de América utilizan una temperatura que
oscila entre 2 O 0 C y 24°C y una h u m e d a d relativa de 46 a 54 por ciento. E n
Malasia y Singapur, la temperatura oscila entre 21 o y 24°C, pero los valores de
la humedad relativa son m á s altos: de 50 à 65 por ciento. E n Europa la tempe-
ratura varía de 14 o a 2i°C, pero en general se prefieren los valores bajos. L a
humedad relativa varía de 40 a 65 por ciento, con una predominancia de esta
última. E n Dinamarca, la U R S S y otros países de Ja zona septentrional compara-
tivamente m á s fría, las personas sienten calor en temperaturas superiores a io°C,
lo que disminuye su capacidad de trabajo.
E n el caso de edificios que carezcan de aire acondicionado, en el trópico espe-
cialmente, la temperatura de los locales de archivo podrá mantenerse dentro de
valores razonables si se los ubica en el interior del edificio o se los rodea con
galerías. Las altas temperaturas estivales pueden ser rebajadas instalando venti-
ladores en las ventanas. Se pueden tomar medidas para facilitar la circulación del
aire por medio de circuladores de aire, ventiladores y ventiladores aspiradores que
podrán contrarrestar el efecto de la gran humedad y evitar que se formen bolsas de
aire estancado en las áreas de almacenamiento. Algunos archiveros han utilizado
productos químicos, como el gel de sílice para controlar la humedad, pero los
humidificadores son m á s eficaces. Son de uso en muchos países, pero, c o m o en el
caso del aire acondicionado sólo tienen plena eficacia si funcionan 24 horas al día
en todas las ocasiones en que la humedad relativa alcanza cotas superiores (o
inferiores) al nivel deseado. Todos los archivos deben poseer equipos para medir
la temperatura y la humedad relativa ambiente y llevar regularmente el registro
de los valores obtenidos.
- 453 -
INCENDIOS
Los archivos, en su casi totalidad, han tomado medidas de protección contra los
riesgos de incendio, alojando el sistema eléctrico en conductos especiales y colo-
cando los conmutadores principales fuera de las áreas de almacenamiento.
M u c h o s archivos han utilizado materiales a prueba de fuego y han distribuido
el espacio de su área de almacenamiento en compartimientos separados y a
prueba de incendios. E n los edificios provistos de aire acondicionado se h a n
instalado extintores automáticos en los conductos para combatir una eventual
difusión de fuego. También se han tomado medidas por medio de la utilización
de detectores de calor y de h u m o con alarmas contra incendios. Los materiales
que se utilizan comúnmente en la lucha contra el fuego son el gas dióxido de
carbono y los hológenos. E n algunos archivos, se complementan los equipos contra
incendios con sistemas de aspersión de agua dotados de controles térmicos, bocas
de incendio y mangueras. Sin embargo la efectividad de estos medios dependerá
de que todo el personal de los archivos, sin excepción, sepa utilizar los extintores
de gas para combatir los fuegos que se produzcan accidentalmente. Conjunta y
paralelamente, todos los archivos modernos deben cumplir con ciertos requisitos
esenciales c o m o tener previstas salidas de emergencia para el personal y para la
evacuación de los archivos de las áreas de almacenamiento, así como un medio
de comunicación con parques de bomberos en los casos en que se deban extinguir
incendios de gran magnitud.
LA DESACIDIFICACIÓN C O M O MEDIO D E C O N S E R V A C I Ó N
La acidez es una de las principales causas del deterioro del papel; entre los muchos
factores que la producen, se cuentan la utilización de celulosa impura en el
proceso de fabricación, de aprestos de resina alúmbrica y la existencia de residuos
químicos consecutivos a una mala fabricación del papel, las condiciones ambien-
tales, el uso de ligantes ácidos, etc. Es esencial que se conozca el grado de acidez
de un documento, es decir, si es m u y ácido, levemente ácido, neutro o alcalino.
T o d o archivo debe disponer de equipos y de personal para detectar la presencia
de ácidos y eliminarlos. Por lo demás, cuando el material que se deba archivar
se encuentre en buenas condiciones, no es aconsejable recurrir a técnicas costosas
de desacidificación tratando cada hoja con soluciones neutralizadoras. Se puede
recurrir a técnicas más sencillas, utilizando los equipos ya existentes, c o m o los
de fumigación, para efectuar una desacidificación con amoníaco. Este técnica es
sencilla, no desgasta materiales caros ni daña los documentos y, sin embargo,
es de m u c h a ayuda para neutralizar la acidez de los documentos. Es poco probable
que los documentos asi tratados se vuelvan a acidificar rápidamente si se los
conserva en un medio ambiente adecuado, es decir, en áreas de almacenamiento
provistas de sistemas de aire acondicionado en los que el aire es tratado previa-
mente en un baño alcalino. T o d o archivo debería equiparse de esta manera. E n
la conferencia de Cambridge de 1980, los investigadores alemanes presentaron un
trabajo de gran interés sobre el tratamiento de los documentos con amoniaco a
bajas temperaturas*.
Si bien es cierto que materiales c o m o la morfolina y el zinc dietilo se encuentran
actualmente disponibles para realizar desacidificaciones masivas, no existe segu-
ridad sobre su uso en los archivos, por lo que n o es aconsejable su utilización.
- 454 -
Restauración
Las existencias de muchas instituciones se encuentran en un estado avanzado de
deterioro; no obstante, el porcentaje de documentos que es necesario restaurar
varía de una institución a otra. Por lo general, entre el 15 y el 25 por ciento de
las existencias se encuentran en tales condiciones de fragilidad que su restauración
es necesaria. E n algunas instituciones la proporción llega al 50 por ciento. Algunos
archivos que conocemos personalmente ni siquiera han comenzado a restaurar,
aunque piensan hacerlo en un futuro próximo. E n contraste, hay archivos que
ya han instalado equipos de reparación pero carecen de los fondos y personal
capacitado necesarios. Sin duda, los equipos disponibles son insuficientes y es m u y
necesario proceder a una evaluación del deterioro y a una restauración rápida
J
de los documentos.
N o es nuestra intención divulgar aquí la totalidad de las diversas técnicas de
restauración actualmente en uso. Baste decir que los métodos que han soportado
la prueba del tiempo son los métodos tradicionales; los m á s conocidos actualmente
son la técnicaflorentinay el proceso de laminación con disolventes. C a d a servicio
de archivos debería disponer de un personal formado en estas técnicas de restau-
ración. D e hecho, en los países en desarrollo, los archivos deben recurrir solamente
a este tipo de procesos; pueden estudiar la posibilidad de mecanizarse, pero sólo
después de haber obtenido experiencia y habilidad suficientes, y de haber adqui-
rido los fondos necesarios.
El laminado a máquina es el método m á s aconsejable de restauración de
periódicos que se conservan en archivos. Se trata, n o obstante, de algo m u y
costoso, y la falta de fondos, m á s las dudas expresadas por la Biblioteca del
Congreso (Estados Unidos de América), que sin embargo, son improcedentes,
pueden retardar su adopción. Hasta que esto suceda, la técnicaflorentina,o
el laminado con disolventes, seguirán siendo técnicas adecuadas.
L a paginadora es una máquina que, una vez normalizada su fabricación, se
convertirá forzosamente en una parte integrante de los equipos. Y a se utiliza m u y
ab.undamentemente en algunos archivos de envergadura que se encuentran sobre
todo en Europa y los Estados Unidos de América. A u n q u e costosa, esta máquina
debería preferirse al laminador en aquellos casos en los que una mecanización
de la restauración sea necesaria.
Personal
Disponer de personal calificado y formado técnicamente es de fundamental
importancia para llevar a cabo los trabajos de conservación y restauración. Su
número, sin ser m u y elevado, deberá bastar para cubrir los requerimientos
inmediatos. Deberán ser capaces de determinar la acidez y de manejar los equipos
de conservación y restauración. El personal no deberá dejarse tentar por las
técnicas supuestamente rápidas y por los materiales dudosos, porque un documento
sufre m á s daños cuando se utilizan estos materiales que cuando se lo deja sin
tratar. L o anterior se aplica principalmente a los nuevos materiales de archivos,
tales c o m o tarjetas perforadas, impresos, cintas magnetofónicas, cintas videomag-
netofónicas, películas, etc. El peritaje de estos materiales se encuentra todavía
en u n estado embrionario.
Formación
Actualmente existe una aguda escasez de personal capacitado en los países en
desarrollo, dado que, en su mayoría, ha adquirido sus aptitudes trabajando en
- 455 -
sus respectivos archivos, aprendiendo de sus errores o bien en el curso de visitas
al extranjero en los archivos de los países desarrollados. Esta situación, no
obstante, está cambiando lentamente por el hecho de que las instituciones que se
han instalado o que están siendo instaladas con la ayuda del C I A y de la Unesco
ofrecen cada vez m á s facilidades de formación a los archivos de los países en
desarrollo.
C o n todo, se tiene la impresión general de que los técnicos deben disponer hoy
de una formación que n o abarque solamente los aspectos prácticos de su trabajo,
sino que les haga disponer igualmente de un conocimiento básico de las ciencias,
especialmente la química, y de los materiales y técnicas que se utilizan en los
procesos de conservación y restauración. Gradualmente comienza a disponerse de
personas que tienen este conocimiento científico básico. Esperamos que cada vez
existan más personas calificadas que abrazarán la profesión de conservador de
archivos, porque la conservación es un aspecto importante de la archivística, en
la m i s m a medida que la administración de los archivos o su organización. D e
hecho tenemos que esas tres facetas, las principales de la profesión, son
interdependientes.
Conclusión
La mayoría de los archivos que han respondido a las diversas encuestas parece
tener una disposición favorable en lo que respecta a la instalación de la conser-
vación preventiva. Sin embargo, éste n o es el caso de los archivos establecidos
recientemente o que están actualmente en curso de instalar servicios, lo cual se
debe probablemente a la falta de personal calificado y de medios de información
sobre este particular. C o n todo, existe una clara conciencia de la necesidad de
tomar medidas de conservación, puesto que la única alternativa, la restauración,
incluso en algunos países desarrollados, excede los medios financieros de los
servicios archivísticos, en razón de los altos costos y de la enorme cantidad de
documentos que se encuentran en espera de ser restaurados.
La conservación preventiva puede parecer costosa, pero es de una importancia
fundamental. Incluso cuando se utilizan dispositivos modernos, representa sólo
un io por ciento del costo de la otra alternativa, la restauración.
Bibliografía selecta
The conservation of cultural property. París, Unesco, ig68.
C V N H A , G . M . y C V N H A , D . G . Conservation of library materials. Metuchen, N J , Scarecrow Press, 197a.
D U C H E I N , M - Archives buildings and equipment. M u n i c h , Verlag Dokumentation, 1977. ( I C A handbook series,
vol. 1).
Diversas publicaciones periódicas, c o m o las siguientes: American archivists (Estados Unidos), Journal of the
Society of Archivists (Reino U n i d o ) , Indian archives (India) y Arckioum ( I C A , París (Francia)).
K A T H P A L I A , Y . P . Conservation and restoration of archive materials. Paris, Unesco, 1973.
. Conservation and restoration of archive materials: a survey of facilities. Paris, Unesco, 1978.
- 456 -
LA TECNOLOGÍA MODERNA Y LOS ARCHIVOS
- 457 -
I. 106 PRINCIPALES TIFOS DE MICHDFILMACION DE ARCHIVOS.
A) La microfilmacióh de sustitución ;
B) La microfilmacióh de seguridad;
C) La microfilmacióh de complemento;
D) La microfilmacióh con propósito científico.
A) LA MICROFILMACION DE SuSTITOCKW
- 458 -
3) Es entonces cuando intervienen otras consideraciones, la más
importante de las cuales es de orden financiero. Ciertas contingen-
cias materiales parecen haber hecho desear que se difunda más la
microfilinación de sustitución. El espacio que ocupa la micrope-
lícula es en verdad muy inferior al de los documentos mismos. Hay a
veces imposibilidad absoluta de conservar por falta de lugar acervos
importantes de documentos para el servicio inmediato del usuario. En
este caso es una solución práctica la microfilmacióh de sustitu-
ción. Cuando los documentos no son ya de inmediato utilizables y se
conservan con un objetivo científico, lo que ocurre en la mayor parte
de los depósitos de archivo, el problema no es exactamente el mismo.
Ya no hay necesidad perentoria de conservarlos en el ámbito mismo de
su utilización. El problema se reduce pues a una simple comparación
entre el precio de fábrica de la micropelícula y el de un edificio
de archivos.
B. LA MICHOFILMACICW DE SEGURIDAD
- 460 -
- permitir la comunicación de ciertos documantos, especialmente
valiosos o frágiles, no ya en originales sino en forma de mi-
cropelfcula, salvo casos especiales, o de series cuya consul-
ta muy frecuente daría pábulo a su destrucción;
C. IA MICR0FHMSCION DE OOMPLEMENTO.
- 461 -
fuentes que tienen relación con su historia y que se guardan en el
extranjero. Hace poco tiempo Bélgica ordenó realizar en los archivos
de Dijon y Lille micropelículas de series completas que interesaban a
ese pais y va a encauzar sus esfuerzos los próximos años hacia los
fondos "belgas" conservados en Viena.
- 462 -
En el plano internacional vale la pena anotar que las autoridades
de Francia y Alemania concibieron por sus acuerdos archivísticos de
1953 reparar por una acción simultánea de microfilinación los daños
de los canjes intervenidos en el siglo XIX entre los Archivos de
Alsacia y Badén; los fondos asf podrán ser reconstruidos sin nuevo
transporte material de los documentos.
- 463 -
Anotemos sin embargo, que deben llevarse a cabo con un cuidado
especialísimo. En efecto, si es posible corregir algo que se
escogió y clasificó en los archivos, será muy difícil por no
decir imposible, modificar el orden de las tomas de una película. He
aquí los puntos especiales en los cuales se debe insistir:
- 464 -
a) El depósito no hará microf ilinación sino en cantidad
reducida y de tarde en tarde: no es pues asunto de comprar un aparato
a largo plazo; en la mayoría de las ocasiones bastará un sencillo
aparato fotográfico de pequeño formato. Fuera de que permitirá al
archivista (que en Francia suele ser conservador de los objetos de
arte) llevarlo consigo en sus giras de inspección por las comunas;
- 465 -
2) SELECCIÓN DE LA PELÍCULA
- 466 -
b) Las relaciones de reducción son igualmente esenciales.
Sabemos que la 10 corresponde por ejemplo, para una imagen de 24 X 36
nm., a un documento de 24 X 36 cm. En líneas generales no conviene
exceder la relación 20. Algunos aparatos van hasta la relación 35.
Pueden éstos, no obstante, utilizarse, bien para los documentos de
grandes dimensiones escritos en grandes caracteres (afiches), bien en
la ausencia de cámaras que hagan la microficha (más adelante veremos
las precauciones que hay que tener presentes en este último caso).
B) LA FIUOCK»
Hay que insistir en el cuidado con que debe llevarse a cabo esta
operación. Es una de las condiciones esenciales, sobre todo en el
caso de una microfilmacióh de sustitución o de una microf i litación
de complemento.
- 467 -
2. Ensayo de la película.
3. Dispositivo de alerta.
5. Titulación.
- 468 -
6. Composición de la película.
7. Disposiciones especiales.
- 469 -
ç) LA CCHSERV3CE0N DE LAS PELÍCULAS
- 470 -
b) Los rollos. Los rollos más frecuentemente usados son los
que pueden contener películas de 30 m. con las tolerancias arriba
indicadas. Para evitar que la película quede muy ajustada, se ha
establecido el diámetro del núcleo central en un mínimo de 35mm
(los constructores no aceptaron que el núcleo tenga 40 mu. de
diámetro como lo pedía la AFNOR). Las piezas laterales del rollo
deben estar perforadas de suerte que el aire pueda circular por toda
la película. Los rollos sin este requisito deben rechazarse. El
agujero central está regulado de manera que pueda ser montado en
todos los aparatos de lectura. Debe llevar una muesca que permita el
ajuste del rollo en el eje. En los Archivos Nacionales los rollos se
colocan en estuches de cartdh y en archivadores especiales.
- 471 -
Son necesariamente menos severas las precauciones para las
películas de uso corriente que para los depósitos de seguridad.
El paso de las películas a los aparatos de lectura es siempre
nefasto; hay imposibilidad práctica de impedir que el polvo de los
aparatos rayen las películas. En estas condiciones importa menos que
se cumplan con exactitud todas las condiciones de conservación
(acondicionamiento del aire por ejemplo).
- 472 -
IV. U S OPERACIONES ARCHIVISTICAS
A Clasificación
B) Marca numérica
- 473 -
La necesidad de dar a las micrqpelículas de complemento marca
cifrada normal de archivo se ha hecho sentir muy rápidamente.
Ciertos fondos privados han sido en efecto entregados o transferidos
al Archivo Nacional, parte en micropelículas de complemento, parte
en originales. Para hacer inventarios lógicos ha sido necesario
las marcas numéricas hasta a los documentos microfilmados. En el
marco más general de la serie de los archivos de empresas, o
de los archivos privados, ha parecido más lógico, para el manejo de
los inventarios, obrar de la misma manera que cuando el fondo entero
se presentaba bajo la forma de una micropelicula de complemento.
- 474 -
El problema es más delicado para el registro de películas que
no han sido tomadas por el establecimiento o el deposito donde están
registradas. Pueden presentarse dos casos:
D. Inventarios
- 475 -
Si un fondo entra a un depósito de archivo bajo la forma de
micropelícula, su inventario es mucho más delicado. Es en efecto
imposible, o al menos difícil,saber cómo fue clasificado un fondo
antes de ser microfilmado y más difícil aún volver a hacer la
clasificación. La única solución posible es pues, la de rehacer el
inventario imagen por imagen. Si se encuentran expedientes listos, se
facilita el trabajo, pero hay casos en que habrá que inventariar
pieza por pieza. Para evitar microf i Imaciones sin orden ni precau-
ción, convendría que las Direcciones de Archivo pudieran tomar sin
demora las medidas reglamentarias sobre los métodos de microf i lita-
ción y se evitarán desastres. Mañana será acaso demasiado tarde.
A. Problemas de organización
- 476 -
El taller departamental no podrá ser en realidad sino de dimen-
siones modestas y no estará en capacidad de poseer todos los aparatos
indispensables. La microfilinación de archivos necesita continuidad
en la ejecución y aparatos de fotografía que respondan a normas
especiales que comúnmente no exigen los servicios administrativos
ordinarios. Muy pronto la comunidad de los talleres será perjudicial
a uno u otro usuario.
B. Problemas de financiación
C. Problemas de dirección
BERTRAND GILLE,
Archivista en el Archivo Nacional (París).
- 478 -
L a nueva tecnología de la información
y los archivos
Michael Roper
archivero asistente principal,
Unidad d e Investigación
y Planeamiento,
Public Record Office,'
N e w R i c h m o n d (Reino U n i d o )
Este artículo analiza la lenta reacción de los archiveros y encargados de registros ante la
nueva tecnología de la información, así como las áreas en que se está aplicando. Los ejemplos
de aplicación, que comprenden casi todas las actividades de archivo y gestión de registros,
son las siguientes: gestión de centros de documentación y archivos; control intelectual de
registros y archivos a los diversos niveles de ordenamiento, incluso la indización por compu-
tadora y la recuperación en línea; conservación de registros de lectura automática. También
se examinan la adaptación de sistemas diseñados para otros campos de información, el
desarrollo conjunto de sistemas de archivo y el impacto de las minicomputadoras y las micro-
computadoras. Se exponen otras áreas de estudio y desarrollo.
Introducción
Los archiveros y encargados de registros han tardado m á s que otros profesionales
de la información e n hacer uso de la nueva tecnología d e la información. Esto
puede deberse en parte a u n conservadurismo innato dentro de la profesión de
archivero, pero existen también razones de carácter práctico. Los archivos son
de tal naturaleza q u e los archiveros n o pueden lograr los mismos beneficios
económicos q u e los bibliotecarios por el hecho d e automatizar los sistemas d e
adquisición, catalogación y préstamos interbibliotecas, sistemas q u e a m e n u d o
están enlazados con bases centralizadas de datos bibliográficos; la frecuencia de
utilización rara vez justifica el equivalente de u n sistema automatizado de cir-
culación de u n a biblioteca. A d e m á s , es dudoso que la naturaleza y la urgencia de
las consultas de los usuarios a los archivos justifiquen el costo de u n a automatiza-
ción a gran escala, especialmente cuando implica la conversión retrospectiva de
ayudas de consulta ya existentes. Sin e m b a r g o , algunos archiveros han creído que
valía la pena utilizar u n proceso selectivo de automatización, y se pueden encon-
trar ejemplos de aplicaciones de la computadora en todas las actividades de
archivo.
Gestión
L a utilización de computadoras en la gestión de instituciones de archivos y en el
control físico de sus fondos está m á s generalizada en centros de registros q u e en
archivos propiamente dichos. El manejo general d e documentos en u n centro d e
registros es semejante, en principio, al manejo d e otros artículos en u n almacén
y, por lo m i s m o , se presta m u c h o a la automatización. Dentro del proceso de
automatización, es posible emplear u n sistema de computadora para inscribir
las nuevas adquisiciones, preparar listas precisas y actualizadas d e los fondos,
- 479 -
identificar y localizar los registros, facilitar la eficaz utilización de las áreas de
almacenamiento y señalar automáticamente las fechas de vencimiento para acti-
vidades tales c o m o evaluación, destrucción o transferencia de archivos. Otro
perfeccionamiento puede consistir en registrar automáticamente el pedido de
documentos, hecho por otros organismos y su devolución, lo que permitirá
controlar su utilización y detectar los documentos que están en mora de entrega.
Cuanto más sean los fondos y más frecuente la utilización del centro de registros,
más se justificará un sistema semejante. Por eso no es sorprendente que las
aplicaciones más notables en este campo hayan sido el sistema P R I A M de la
Cité des archives contemporaines des Archives de France en Fontainebleau1, y
el sistema N A R S - 5 utilizado en los centros de registro del National Archives and
Records Service de los Estados "Unidos de América. A m b o s operan con base en
series y no en un documento particular, aunque se pretende que la etapa 3 de
P R I A M facilite la elaboración de inventarios y la búsqueda por materias.
Organizaciones comerciales, autoridades locales administrativas y otras institu-
ciones han introducido también sistemas automatizados en sus centros de registros*.
Llama la atención que varias de estas aplicaciones se han hecho en centros de
registros en los que la conversión retrospectiva no ha sido u n problema; la justi-
ficación no fue la actividad actual, sino la actividad en el futuro. También ha
sucedido con frecuencia que los centros de registros de esas instituciones han
tenido que catalogar documentos sin ninguna organización ni ayudas de consulta
rápida; en estos casos ha sido necesaria la utilización de la computadora para
poder organizar los fondos. Por esta razón, los centros de registros de las institu-
ciones subnacionales operan generalmente en función de documentos, no de
series. Sin embargo, surge la duda de si se justifica un control a este nivel, situado
entre la inscripción y la disponibilidad del documento, en el que la mayoría no
son consultados.
Es menos c o m ú n el control físico de los fondos de u n archivo con ayuda de
una computadora. C o m o en el caso del control de los fondos de centros de
registros, tales aplicaciones presentan mayores ventajas en grandes archivos
nacionales; los dos sistemas m á s desarrollados son el N A R S - A i de National
Archives of the United States', y el P R O S P E C , utilizado para los modernos
registros por secciones de la Public Record Office del Reino Unido*. Son sistemas
que no funcionan con base en computadoras, sino con su ayuda, ya que la entrada
se efectúa por tratamiento en lotes, y la salida en formatos convencionales.
Funcionan principalmente a nivel de series o clases y su ventaja sobre los sistemas
convencionales es la de poder actualizarse m á s fácilmente a medida que se
inscriben nuevas series o clases o se hacen adiciones. Sistemas similares para control
administrativo de fondos de archivos y manuscritos son el sistema M R M C II de
la División de Manuscritos de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos
de América*, y el sistema P A R A D I G M de la Universidad de Illinois, Urbana-
Champaign*.
A d e m á s , independientemente de P R O S P E C , la Public Record Office utiliza
otro sistema, el P R O M P T , para controlar las salidas de documentos que se
consultan en su nueva oficina de registros de K e w 1 . Las solicitudes de documentos
se hacen, por teclado, en los terminales del salón de referencias y, una vez verifi-
cada su validez, se transmiten directamente al piso adecuado de almacenamiento,
donde se imprimen; la devolución de documentos se registra mediante u n lector
óptico; se mantiene un registro de utilización, y se producen automáticamente
varios informes estadísticos. Se estima que este sistema aumenta la capacidad
funcional de la oficina en más o menos u n 20 por ciento. Sin embargo, cabe
preguntarse si se justificaría un sistema semejante con un nivel de demanda
- 480 -
m u c h o más bajo que el de K e w (i 500 a 2 000 documentos entregados y recibidos
di ar amenté).
Otra modalidad de gestión es la de la Subdirección General de Archivos de
España, que emplea una computadora para codificar y analizar los temas de
investigación de los usuarios de los archivos en todo el país8.
Control intelectual
Cuando en los años 60 se pensó por primera vez en emplear computadoras en los
archivos, se esperaba que proporcionaran u n medio de acceso a la información
a nivel de documento separado o de página. Sin embargo, la indización a ese
nivel resultó demasiado costosa. A d e m á s , aunque la indización de nombres de
personas y lugares pudo hacerse sin mayores problemas, el indizado por materias
resultó más difícil. Por consiguiente, se adoptaron sistemas menos ambiciosos que
funcionaban a un nivel superior de ordenamiento del archivo.
E n cuanto al nivel de serie, clase o colección, N A R S - A L , P R O S P E C , M R M C I I
y P A R A D I G N son m á s que simples sistemas de gestión y proporcionan u n
elemento de control intelectual por medio de sus descripciones generales, que
permiten el acceso por materias a ese nivel. Los States Archives de Israel propor-
cionan, también a este nivel, acceso con ayuda de computadoras*.
Otros sistemas operan a nivel intermedio deficheroo carpeta individual. Su
complejidad es diversa y varía desde simples sistemas de procesamiento de listas,
en los cuales se elaboran en diferente orden (alfabético o cronológico), pero sin
cambios en la estructura interna de los campos, u n número limitado de campos
bien definidos, de longitud fija (que se reducen por lo general a personas y a
lugares), hasta sistemas de permutación en los cuales se descomponen series m á s
complejas de materias en sus diversos elementos, que luego se disponen en el
orden deseado. Pertenecen a la primera categoría los índices que realiza el
Newcastle University Computing Laboratory para la Public Record Office10 y
gran parte de los primeros trabajos sobre indización con ayuda de computadora,
de los Archives de France11. El ejemplo m á s notable de esta categoría es el
sistema S P I N D E X desarrollado y mantenido por el National Archives and Record
Service de los Estados Unidos de América y empleado por gran número de
archivos de Canadá y de los Estados Unidos. Se encuentra ahora en su tercera
revisión, S P I N D E X III12. Entre estos extremos hay una gran variedad de
sistemas de mayor o menor complejidad13.
E n varios archivos se han realizado también trabajos sobre sistemas de procesa-
miento de textos completos, por lotes y para recuperación en línea, pero la poca
velocidad de entrada y su alto costo no permiten por ahora emplear esos sistemas
sino para categorías restringidas de material de archivos, y parece que en el
futuro inmediato sólo se utilizarán para el tipo de análisis de contenido de
documentos seleccionados, emprendido por historiadores en algunos países, y no
como instrumento de acceso a los archivos14.
- 481 -
Manuscritos de la Biblioteca del Congreso"; el sistema I N S P E C del Institute of
Electrical Engineers del Reino Unido, que sirvió de base al P R O S P E C 1 * , y el
sistema A S I , desarrollado en la Sheffield University, que es utilizado por la
Foreign and Commonwealth Office del Reino Unido para controlar sus registros
actuales17. La Public Record Office y la Scottish Record Office han experimentado
también el sistema de indización P R E C I S de la British National Bibliography
(British Library), pero les ha parecido que ese sistema, en su estado actual, es
de escasa utilidad para los archivos18. También se han empleado en archivos
sistemas en línea c o m o el S T A I R S y el sistema A T M S para procesamiento de
textos, asociado al primero". A d e m á s , se ha hecho uso de sistemas desarrollados
principalmente para la descripción de objetos tridimensionales de museos: se
adaptó el sistema S E L G E M de la Smithsonian Institution para tratar la infor-
mación sobre los archivos de la Institución y de algunos otros museos de los
Estados Unidos"; en el Reino Unido, el sistema G O S de la M u s e u m s D o c u m e n -
tation Association (antiguamente I R G M A ) se aplicó a los archivos del National
Maritime M u s e u m y del British Antartic Survey Archives, y en la actualidad es
objeto de gran interés para los archiveros.
- 482 -
multiple de un sistema huésped automatizado que sirva para la producción de
ayudas individuales de consulta rápida.
Internacionalmente, el Automation Committee del Consejo Internacional de
Archivos da la oportunidad de intercambiar información sobre aplicaciones de
computadoras. A d e m á s de organizar reuniones periódicas en las que los miembros
y miembros correspondientes comparten sus experiencias, publica u n periódico,
ADPA, dedicado a las aplicaciones de computadoras en los archivos, y una serie
de directrices para los archiveros que piensan en la posibilidad de adoptar la
automatización26.
Adelantos técnicos
Los recientes progresos tecnológicos —desarrollo de microimágenes ópticas y de
dispositivos de almacenamiento masivo— han puesto la automatización al alcance
de u n número cada vez mayor de centros de archivos y registros. L a aparición
de la minicomputadora, la microcomputadora y el procesador de palabra permite
a las instituciones de archivo adquirir o alquilar su propio equipo de computadora
e independizarse de la estructura de sus organizaciones matrices y de los centros
de computadoras. Entre los archivos que ya tienen su propio sistema de computa-
doras están el Public Record Office (para P R O M P T ) , el Maryland Hall of
Record y los State Archives of Israel. Dentro de este contexto reviste especial
interés el sistema M A R S , basado en el procesador 3 2 K , que se encuentra en
experimentación en los Archives of Appalachia en la East Tennessee State
University, el cual va a desempeñar diversas tareas administrativas, compilar u n
registro de inscripciones/préstamo, proporcionar control intelectual a nivel de
colección y producir inventarios m á s detallados de acceso en listas o en línea'0.
- 483 -
encargados de registros no se deciden todavía a adoptar la nueva tecnología de
la información y no lo harán hasta que se hayan realizado más investigaciones
en los aspectos técnicos e intelectuales del problema. E n cuanto al aspecto técnico,
la falta general de normas dentro de la industria de las mini y micro computadoras
cederá sin duda ante las presiones comerciales; la experiencia puede proporcionar
un soporte lógico para pequeñas computadoras que sea más adecuado que el
existente hoy en día y que sea portátil; hasta tanto no se disponga de u n lector
óptico de caracteres que sea barato y preciso o de algún otro medio que ayude a
reducir en buena parte los altos costos de entrada de datos (que puede ser el
elemento más caro de la aplicación), el problema de la conversión retrospectiva
de las ayudas de consulta rápida existentes seguirá disuadiendo a archivos bien
establecidos de aplicar estas nuevas tecnologías.
En cuanto al aspecto intelectual, hay dos aspectos que requieren u n mayor
estudio por parte de los archiveros: control de vocabulario y requisitos de los
usuarios. Se está de acuerdo en que la automatización de las ayudas de consulta
rápida necesita algunas medidas de control de vocabulario para el acceso por
materias, pero no existe consenso en cuanto al lugar en el cual debe situarse el
nivel de control entre los extremos de texto completamente libre y u n conjunto
rígido de términos aprobados de materias. L a experiencia de la Public Record
Office en la indización de su guía P R O S P E C sugiere que una entrada por mate-
rias, tan específica c o m o lo exija el nivel de acceso, pero dentro de la jerarquía
controlada de u n tesauro autogenerador, es la mejor solución'1. Sin embargo, no
se ha demostrado hasta ahora que este sistema dé resultado a niveles de acceso
inferiores a los de clase, serie o colección, ni que pueda servir de base a u n índice
o base general de datos para los archivos. A d e m á s , no es seguro que u n índice
o base general de datos sea provechoso para los usuarios. Investigaciones recientes
muestran la posibilidad de que el tradicional "método de proveniencia" de
recuperación por materias satisfaga las necesidades de los usuarios de archivos
más eficazmente que la "indización de contenidos" específica por materias".
Por lo tanto, convendría quizás dar prioridad a las ayudas de consulta rápida por
medio de las computadoras tradicionales en línea en vez de introducir sistemas
automatizados. Con todo, habrá que investigar más las necesidades de los usuarios
antes de que se pueda considerar esta conclusión c o m o definitiva.
Notas
i. H . L'Huillier, L'application PRIAM à la Cité des Archives contemporaines de Fontainebleau, París, Direction des
Archives de France, 1980. (Service de l'informatique, Note d'information, 14).
2. D . J. Butler y W . H . Nicholson, " A R M S — a computer-based records m a n a g e m e n t system developed by
T y n e and W e a r Country Council", Journal of the Society of Archivists, vol. 6,n. «4, octubre de 1979, p . 200-208;
M . Patch, "Records m a n a g e m e n t in Dyfed", ibid., p. 209-213; M . Cook, "Experimental automation of
records transfer control in a small records centre", ADPA, vol. 3, n.° i, 1979, p. 16-23; H . T . Hickerson,
Archines and manuscripts: an introduction to automated access, Chicago, Society of American Archivists, 198 ], p. 30.
3. A . Calmes, "Practical realities of computer-based finding aids: the N A R S - A i experience", American
archivist, vol. 42, 1979, p . 167-177; Hickerson, op. cit., p. 44.
4. P . S i m m o n s , L . Bell y M . Roper, " P R O S P E C : a computer application for the P R O " , Journal of the
Society of Archivists, vol. 4, 1970-1973, p . 423-427; M . Roper, "Computers for archival m a n a g e m e n t in
the P R O : P R O S P E C — a system for the control of records at the class level", en L . Belly M . Roper (red.),
Proceedings of an International Seminar in Automatic Data Processing in Archives, Londres, H e r Majesty's
Stationery Office, 1975, p. 14-23.
5. Hickerson, op. cit., p. 24-25.
6. Hickerson, op. cit., p . 41-44-
7. M . Roper, " P R O M P T : the computerised requisitioning system of the United K i n g d o m Public Record
Office at K e w " , International journal of archives, vol. 1, n.° 2, 1980, p. 20-29.
8. Alonso V . Cortés, "Codification of research work in the humanities: guide to researchers in the Spanish
Archives", ADPA, vol. 3, n.° 1, 1979, p . 9-15.
- 484 -
9. A . Arad, "La automatización del registro y la indización: los Archivos Nacionales de Israel", Revista de
la Unesco de ciencia de la información, bibtiotecologiay archivología, vol. 2, 1980, p. 123-132.
10. A . Elliot y B.Jones, "Recent work at Newcastle University on the cataloguing and indexing of m a n u -
scripts", Program, vol. 7, 1973, p. 60-66; C . D . Chalmers, "Computer indexing in the Public Record
Office", Journal of the Society of Archivists, vol. 6, n.° 7, abril de 1981, p. 399-403.
11. Direction des Archives de France, Experiences et réalisations en matière de la recherche documentaire, Paris,
Direction des Archives de France, 1977 (Service de l'informatique, Note d'information, 9.) [Resume las
Notes d'information anteriores.]
12. Hickerson, op. cit., p. 25-32; H . T . Hickerson, J. Winters y V . Beale, SPINDEX II at Cornell University
and a review of archival automation in the United States, Ithaca, N . Y . , Cornell University Library, 1979;
H . T . Hickerson (red.), SPINDEX Users Conference. Proceedings of a meeting held at Cornell University,
Ithaca, Nueva York, marzo 31 y abril 1, 1978, Nueva York, 1979.
13. Para otros sistemas, véase: Bell y Roper, "File processing", op. cit., p. 43-80; M . M . Torchia, " T w o
experiments in automated indexing: the Presidential Papers and the Papers of the Continental Congress",
American archivist, vol. 39, 1976, p. 437-445; D . Bearman, "Automated access to archival information:
assessing systems", American archivist, vol. 42, 1979, p. 179-190; M . G . Underwood, " A computer index for
the Archives of St. John's College, Cambridge", Journal of the Society of Archivists, vol. 6, n.° 4, octubre
de 1979, p. 214-218.
14. D . Herlihy, "Numerical and formal analysis in European history", Journal of interdisciplinary history,
vol. 12, n.° 1, verano de 1981, p. 132-133 y n.° 24.
r5. Hickerson, Archives and manuscripts, p. 25.
t6. Simmons, Bell y Roper, op. cit., p. 423-424.
17. P. H . Vickers, "Information retrieval in the F O O " . 0 & AI Bulletin, vol. 26, 1971, p. 85-92.
t8. Chalmers, op. cit., p. 405-413.
19. M . Bond, "Computer applications in the House of Lords Record Office", Journal of the Society of Archivists,
vol. 5, n.° 7, abril de 1977, p. 466.
20. Hickerson, op. cit., p. 32-34.
21. Hickerson, op. cit., p. 30.
22. Hickerson, op. cit., p. 24-25 y 32-44.
23. R . H . Lytle, " A national information system for archives and manuscript collections", American archivist,
vol. 43, 1980, p. 423-426.
24. "Working Party on Subject Indexing", Subject indexing classification scheme, Northampton, Society of
Archivists, febrero de 1975; C . D . Chalmers y J. B . Post, " A flexible system for the cumulative general
index", Journal of the Society of Archivists, vol. 6, n.° 8, octubre de 1981, p. 485-486.
25. M . Roper, " P R O S P E C - S A : a case study in setting up a co-operative computer project", ADPA, vol. 2,
• n.° a, 1977, p. 9-14; M . Roper, PROSPEC-SA pilot project: the development of PRO SPEC for wider use in
providing guides to record offices, Londres, British Library, 1978 (British Library Research and Development
Report, 5458).
26. M . H . Fishbein, Guidelines for administering machine-readable archives, ICA Committee on Automation,
1980; A . Arad y M . E . Olsen, An introduction to archival automation, I C A Automation Committee, 1981.
Otros se encuentran en preparación.
27. T . Morris, " T w o cheers for the paperless office", Records management, n.° 6, I98i,p. 11-25; D . M . Avedon,
"Automated records; a new challenge for archives", International journal of archives, vol. 1, n.° 2, 1980»
p. 41-43.
28. A . Horder, Videodiscs—their application to information storage and retrieval, segunda edición, Hatfield, National
Reprographic Centre for Documentation, 1981 ( N R C D Publication, 12).
29. C . M . Dollar, "Appraising machine-readable records", American archivist, vol. 41, 1978, p. 423-430;
L . Bell, "The archival implications of machine-readable records", Archivum, vol. 26, 1979, p. 85-92;
M . Roper, "The changing face of the file: machine-readable records and the archivists", Archives,
vol. 14, 1979-1980, p. 145-150; C . I. Geda, E . W . Austin y F. X . Blouin, Jr. (red.), Archives and Machine-
readable Records, Chicago, Society of American Archivists, 1980; Direction des Archives de France,
Les Archives informatiques: un problème actuel, Paris, Direction des Archives de France, 1980 (Service de
F informatique, Note d'information, 15); Fishbein, op. cit.
30. R . M . Kesner y D . Hurst, "Microcomputer applications in archives: a study in progress", Archivaría,
vol. 12, verano de 1981, p. 3-19.
31. Chalmers y Post, op. cit., p. 482-492.
32. R . H . Lytle, "Intellectual access to archives", American archivist, vol. 43, 1980, p. 64-75 y 191-206.
- 485 -
ADELANTOS EN MATERIA DE ARCHIVOS
A ESCALA INTERNACIONAL
Frank B . Evans,
División del Programa
General de Información,
Unesco
U n marco de referencia
El interés de la Unesco por el desarrollo de los archivos puede situarse en tres
periodos relativamente diferenciados: desde la creación d e la Organización
en 1946 hasta 1967, el decenio de 1967 a 1977 y desde 1977 hasta ahora. E n
cada u n o de esos tres periodos la Unesco realizó diversas actividades en favor
de los archivos, pero a lo largo de los últimos treinta y cinco años la naturaleza
y el alcance de estas actividades fueron modificados considerablemente.
- 486 -
entre la Unesco y el C Í A , cooperación que desde entonces se extendió a todos los
campos de la actividad relativa a los archivos.
E n 1954 la Conferencia General de la Unesco, en su 8. a reunión, autorizó la
creación de una unidad de microfilm que debía ponerse a la disposición de los
estados miembros para ayudarlos a conservar sus archivos y materiales excep-
cionales de biblioteca. L a Unesco se encargaba de obtener el préstamo del
equipo técnico y los servicios de un experto en microfotografía para filmar y
proporcionar capacitación práctica; el país que solicitaba el servicio designaba
el material que habría de microfilmarse y proporcionaba las películas y todas las
instalaciones necesarias.
Esa unidad microfilmé en ocho países latinoamericanos4 material de dos
millones de páginas que en 1963 el Instituto Panamericano de Geografía e
Historia, bajo contrato con la Unesco, publicó en una guía. A d e m á s , la Unesco
concluyó un contrato con ese instituto para que se conservasen copias del micro-
film en su sede en la ciudad de México y con el Centro de Documentación
Científica y Técnica de la m i s m a ciudad para que hiciese copias del microfilm y
se vendieran a universitarios e instituciones de investigación, a precios reducidos.
Después, esta unidad hizo microfilms en los estados árabes para cuatro países
de la región y depositó copias de los mismos en el Instituto de Manuscritos de
El Cairo, donde el Centro de Documentación Científica del Consejo de Investi-
gaciones ayudó a preparar copias para la venta. E n ig62 la Conferencia General
de la Unesco, en su 12. a reunión, autorizó la creación de una segunda unidad de
microfilms que trabajó principalmente en cinco países de Asia sudoriental. Las
copias de los microfilms realizados fueron depositadas finalmente en la Biblioteca
Orienta] de Tokio 3 para ser puestas a la disposición del público.
U n a actividad, segunda en importancia durante este periodo, fue la creación
conjuntamente con el C Í A , de u n proyecto a largo plazo para la preparación y
publicación de varias series de guías de fuentes de la historia de las naciones. El
objeto de este proyecto, aún en curso, aprobado en 1958 por la Conferencia
General de la Unesco en su 10. a reunión, es dar a conocer a los investigadores,
sobre todo en los países en desarrollo, las fuentes de la historia de sus países que
están disponibles en archivos extranjeros, principalmente de Europa y América
del Norte. L a primera serie sobre fuentes de la historia de América Latina
consiste actualmente en once guias publicadas entre 1966-1976. L a segunda serie,
sobre fuentes de la historia de África al sur del Sahara, comprende nueve guias
publicadas entre 1970 y 1978. D e la tercera, sobre fuentes de la historia de África
del Norte, Asia y Oceania, han aparecido hasta la fecha cinco guías.*
Las publicaciones profesionales constituyeron un tercer c a m p o de actividad de
la Unesco durante ese periodo. Desde la creación del C Í A en 1950, la Unesco le
da una subvención anual, utilizada principalmente para la preparación y publi-
cación de Archivum. El antiguo Boletín de la Unesco para las bibliotecas (cuyo título
desde 1979 es Revista de la Unesco de ciencia de la información, bibliotecologla y archi-
vología) ha publicado una serie de artículos sobre archivos.5 E n 1966 el C Í A
publicó un manual en francés e inglés sobre la archivología en las regiones
tropicales, preparado bajo contrato con la Unesco, y u n manual sobre locales y
equipos de archivos, para el que recibió asistenciafinancierade la Unesco.*
E n esos primeros años, sin embargo, las actividades de la Unesco en favor del
desarrollo de los archivos se realizaron en gran parte respondiendo a peticiones
específicas de algunos estados miembros. Estas actividades se tradujeron general-
mente en la concesión de becas para cursos y formación, suministro de fondos
para la adquisición de equipos y material especializado, asistenciafinancierapara
reuniones profesionales nacionales y regionales, publicaciones especializadas y
- 487 -
servicios consultivos sobre m u y diversos problemas referentes a los archivos, tales
c o m o el establecimiento de un nuevo servicio o la reorganización de uno existente,
la formulación de una legislación y reglamentos sobre archivos, la planificación
de nuevos edificios o la restauración de instalaciones reprográficas, y la plani-
ficación y organización de cursos de capacitación para profesionales y personal
técnico. E n su mayoría se trataba de actividades de duración relativamente corta
y no formaban parte de ningún plan a largo plazo. E n ese periodo, la responsabi-
lidad del desarrollo de los archivos asi c o m o de las bibliotecas era compartida
por distintas unidades de la secretaria de la Unesco, lo que dificultaba la formu-
lación y ejecución de un programa permanente y de bases amplias. E n 1967, la
Unesco creó un Departamento de Documentación, Bibliotecas y Archivos
( D B A ) , con el fin principal de superar esas dificultades.
- 488 -
o por el C Í A , se referían a los temas siguientes: función de los archivos en la
administración pública y las políticas de planificación nacional de los países en
desarrollo (estudios paralelos en francés e inglés); escuelas y cursos de formación
en materia de archivos, normas básicas y métodos para talleres de preservación y
restauración, aplicables a los países en desarrollo; normas básicas para equipar,
mantener y hacer funcionar un laboratorio de reprografía en archivos de países
en desarrollo; preparación de una guía de los archivos de las Naciones Unidas y
otras organizaciones internacionales; aspectos jurídicos de la utilización de
microfilms; principios y criterios que deben aplicarse a las negociaciones relativas
a reclamaciones de archivos; asimismo, una encuesta sobre las instalaciones desti-
nadas a la conservación y restauración de archivos.11 '
Paralelamente a estas actividades en favor del desarrollo de archivos, el D B A
realizaba otras para promover servicios de biblioteca y documentación. C o m o
resultado de esta experiencia global, la labor de este departamento se concentró
cada vez más en un programa de desarrollo de sistemas nacionales de información,
conocidos por la sigla N A T I S . U n a serie de consultas con grupos de expertos, y
de seminarios nacionales y regionales sobre el tema, culminaron en la Conferencia
Intergubernamental sobre el Planeamiento de las Infraestructuras Nacionales de
Documentación, Bibliotecas y Archivos, celebrada en París en 1974.12 Esta Confe-
rencia aprobó una serie de recomendaciones en apoyo del programa N A T I S y
de la labor realizada por el D B A en la preparación y publicación de una serie de
estudios sobre las implicaciones de N A T I S . E n la serie "Documentación, biblio-
tecas y archivos: estudios e investigaciones" figuraban, entre otros, dos trabajos
generales sobre la planificación y organización de infraestructuras nacionales de
información y, en la serie de documentos, estudios sobre la planificación de la
información, la m a n o de obra y el establecimiento de un marco legislativo
para N A T I S . 1 3
Sin embargo, antes de la aparición del programa N A T I S se creó en la Unesco
otro programa en materia de información, el Programa Intergubernamental
U N I S I S T de la División de Documentación c Información Científica de la
Unesco, aprobado en 1972 por la Conferencia General en su 17.a reunión.
U N I S I S T , que es una denominación más que una sigla, se planificó y puso en
práctica c o m o un programa intergubernamental para el desarrollo compatible
de sistemas y servicios de información científica y tecnológica con objeto de
facilitar su interconexión y mejorar la transferencia de información. E n vez de
autorizar la creación de otro programa intergubernamental más en materia de
información, con otra sigla, en 1976 la Conferencia General de la Unesco, en
su 19.a reunión, decidió autorizar la fusión del programa N A T I S de planifi-
cación global de sistemas nacionales de información con el programa U N I S I S T .
Esta unión se proponía eliminar la inevitable duplicación de esfuerzos y reforzar
la eficacia de la Unesco en materia de servicios y sistemas de información."
PGI y UNISIST
Esta decisión de la Conferencia General fue aplicada en marzo de 1977, fecha
en la cual la mayoría de las funciones y actividades del D B A se combinaron con
las del programa U N I S I S T para formar la División del Programa General de
Información (PGI). E n la práctica, debido a esa combinación, el desarrollo de
sistemas nacionales de información ( N A T I S ) quedó situado en el marco inter-
nacional y orgánico del U N I S I S T , originalmente basado en la idea de que el
único método realista para crear un sistema mundial de información científica era
la cooperación voluntaria entre sistemas, servicios y gobiernos, con la ayuda de
- 489 -
directrices formuladas y aceptadas a nivel internacional. Si bien decidió no
utilizar la sigla N A T I S , la Conferencia General aprobó la propuesta de que se
seguirla asociando el término U N I S I S T a aquellas actividades del nuevo pro-
grama correspondientes al programa intergubernamental U N I S I S T vigente.
Asi se ha procedido y, conforme a la Conferencia Intergubernamental sobre la
Información Científica y Tecnológica al Servicio del Desarrollo ( U N I S I S T II)
celebrada en 1979, tanto el término U N I S I S T c o m o la expresión "información
científica y tecnológica" se han utilizado cada vez m á s para designar una infor-
mación necesaria al proceso de desarrollo, particularmente en los países menos
desarrollados." Para contribuir a la formulación del programa ampliado de la
nueva división, y asesorar acerca de su desarrollo, la Conferencia General
autorizó la creación de u n comité consultivo y un consejo intergubernamental
compuesto por representantes de treinta estados miembros elegidos por la
Conferencia General.
L a estructura del P G I fue prevista para que respondiese a los principales sub-
objetivos o temas del Objetivo 10.1 de la Unesco, a saber: "Establecimiento y
fomento de sistemas y servicios de información en los niveles nacional, regional
e internacional", en su Plan a Plazo Medio para 1977-1982. Esos temas, en los
que también se refleja la organización del programa U N I S I S T original, son los
siguientes:
1. Fomento de la formulación de políticas y planes (nacionales, regionales y
mundiales) relativos a la información.
2. Fomento del establecimiento de métodos, normas y reglas para el trata-
miento de la información y difusión de los mismos.
3. Contribución al establecimiento de las infraestructuras de la información.
4. Contribución al desarrollo de sistemas especializados de información en las
esferas de la educación, la cultura y la comunicación, las ciencias exactas y
naturales, y las ciencias sociales.
5. Fomento de la formación teórica y práctica de los especialistas y los usuarios
de la información.
Se crearon secciones separadas para planificar y realizar proyectos y actividades
dentro de cada uno de los temas excepto el cuarto, que supone sobre todo una
coordinación con otros sectores de la Unesco." Entre los temas mencionados, se
ha encomendado al P G I que diese una alta prioridad al establecimiento de
infraestructuras de la información y a la formación teórica y práctica, recono-
ciendo al mismo tiempo el papel fundamental que desempeñan los temas restantes
c o m o condiciones previas de un programa coherente y eficaz. A d e m á s , dentro
de cada tema se encargó al P G I que prestase una atención especial a:
1. Las necesidades de todos los usuarios reales y potenciales a quienes la infor-
mación solicitada permite contribuir al proceso de desarrollo,
a. U n enfoque orientado hacia los usuarios en la concepción y establecimiento
de sistemas y servicios de información.
3. Las necesidades especiales de los países menos desarrollados.
4. L a importancia de mejorar la circulación de las fuentes de información m u n -
diales y el acceso a las mismas, así c o m o también de alentar la creatividad y
capacidad de innovación, el mayor aprovechamiento posible de los recursos
de información locales y el desarrollo de capacidades endógenas.
5. L a necesidad de facilitar la selección, utilización y adaptación de tecnolo-
gías adelantadas de información y comunicación por parte de los estados
miembros.
6. L a importancia de evaluar las actividades emprendidas y de compartir sus
resultados con y entre los estados miembros.
- 490 -
El programa del P G I para el bienio 1977-1978 fue necesariamente una combi-
nación y continuación de las actividades de las dos unidades que se fusionaron en
la nueva división, conservando la mayor cantidad de actividades del antiguo
D B A dentro del marco orgánico del U N I S I S T . C o n respecto al establecimiento
de archivos, la Sección de Fomento de Políticas y Planes relativos a la Infor-
mación contribuyó a apoyar las actividades de la Sección de Archiveros de
Organizaciones Internacionales del C I A y estableció con ésta un contrato para la
preparación de una guía preliminar de los archivos de los organismos de las
Naciones Unidas. 17 L a Sección de Promoción de Métodos, Reglas y Normas
asistió financieramente al C I A para que organizase reuniones de grupos de
trabajo que comenzaron a preparar un glosario internacional plurilingüe de
términos de gestión de archivos y documentos, así c o m o de un modelo estadístico
para los organismos de archivos y centros de documentos.•* L a Sección de F o r m a -
ción de los Especialistas y los Usuarios organizó, a través déla rama regional árabe
del C Í A ( A R B I C A ) , un seminario regional en Jartum sobre las necesidades de
formación archivística correspondientes ert los estados árabes. A d e m á s , propor-
cionó profesores y becas para una serie de cursos regionales de formación en res-
tauración y reprografía organizados a través de la rama regional de Asia del Sur
del C I A ( S A R B I C A ) y continuó enviando expertos para dar conferencias sobre
temas especializados en los centros regionales de formación de Dakar y Accra.
L a mayor parte de las actividades relativas a los archivos estaban concentradas
en la sección de Desarrollo de Infraestructuras de la Información. El proyecto
piloto iniciado en Costa Rica terminó con un seminario para evaluar y compartir
los resultados de esta experiencia con los estados miembros de la región. Se
proporcionó asistencia al centro internacional de estudios de las fuentes de la
historia de los Balcanes ( C I B A L ) para el establecimiento de su programa de
investigaciones y publicación de material de archivos. Se organizó en Kenya u n
seminario sobre la utilización de técnicas reprográficas en los países en desarrollo
y, con la estrecha cooperación del C I A y de una reunión de expertos, se preparó
un plan de acción sobre los problemas que plantea la transferencia de archivos
situados en u n país y relacionados con la historia de otros países.1* A d e m á s de
estos proyectos y actividades del programa ordinario, la Sección de Infraestruc-
turas también se encargó, en el bienio 1977-1978, de poner en práctica unos
sesenta proyectos adicionales de asistencia a corto plazo en materia de archivos,
en el marco del Programa de Participación de la Unesco.* 0
Establecimiento del R A M P
Al autorizar el establecimiento de un Consejo Intergubernamental del P G I , la
Conferencia General dio instrucciones al consejo para que prestase especial
atención al fomento del desarrollo de servicios de archivos c o m o factores positivos
para la conservación y presentación del patrimonio cultural y de Ja identidad
nacional, y sobre todo c o m o instrumento de la eficacia administrativa. D e ese
m o d o , la Conferencia General encargó al P G I que promoviese el desarrollo de
archivos históricos y además que insistiese en el establecimiento y desarrollo de lo
que había surgido en numerosos estados miembros c o m o sistemas y servicios de
gestión de archivos. Esos sistemas y servicios son fundamentalmente la prolonga-
ción de programas modernos de archivos en la totalidad del ciclo de utilización
de los archivos institucionales. E n muchos países, en cuyas lenguas no existe el
término "records" (documentos) se hace alusión en general a este c a m p o de
actividad c o m o "archivos administrativos" o "archivos vivos", a diferencia de
los archivos históricos.
- 491 -
El P G I , en respuesta a esta instrucción de la Conferencia General, creó en 1979,
por primera vez, un programa de bases amplias y a largo plazo para fomentar el
desarrollo de sistemas y servicios modernos de gestión de archivos y documentos,
designado R A M P (Programa para la Gestión de Documentos y Archivos). L a
secretaria preparó un esbozo preliminar del nuevo programa, el cual fue utilizado
c o m o documento de trabajo en una reunión de consulta de expertos celebrada en
m a y o de 1979. Los objetivos globales del R A M P , de acuerdo con el documento
de trabajo serian:
1. Fomentar y contribuir a la toma de conciencia y comprensión totales del
valor y utilidad de los documentos y archivos c o m o recursos de información
básica, particularmente en lo que se refiere a la planificación y desarrollo, y
conjuntamente con otros recursos de información.
2. Ayudar a los Estados miembros que lo soliciten a organizar y desarrollar los
sistemas y servicios de gestión de los documentos y los archivos necesarios para
aprovechar total y eficazmente esos recursos de información básica.*1
E n el documento de trabajo para la reunión de consulta se destacaba la misión
pluridisciplinaria e interdisciplinaria del P G I , así c o m o la necesidad de que el
programa propuesto se integrase plenamente en la estructura del P G I para que
pudiese beneficiarse de otras actividades realizadas por las distintas secciones
de la división. Ponía de relieve la resolución de la Conferencia General según
la cual en el programa del P G I , en su conjunto, se debería establecer u n equi-
librio apropiado entre las actividades relativas a la información, las bibliotecas y
los archivos, en consonancia con las necesidades de los estados miembros, y se
debería además procurar una mayor concentración en la ejecución del pro-
grama. El documento de trabajo explicaba, además, que el programa R A M P
propuesto era principalmente un marco coherente para las actividades relativas
a los archivos, emprendidas por el P G I dentro de su programa general. C o m o las
diversas secciones de la división se encargaban de administrar distintas actividades
especificas, se observaba una tendencia a reducir las influencias individuales y a
que cada proyecto y actividad se convirtiesen en un fin en sí, en lugar de contribuir
al desarrollo general de los sistemas y servicios de gestión de documentos y
archivos, c o m o parte integrante de un programa de información general coordi-
nado. Sin embargo, reunir en una sola sección todas las actividades relativas a
los archivos significaría ignorar la responsabilidad del P G I en la planificación y
ejecución de un programa de información coordinado y organizado por temas,
no por disciplinas o tipo de instituciones.
Por estas razones se estableció el R A M P c o m o componente coherente y fun-
cionalmente coordinado (o subprograma) del programa global del P G I , indepen-
dientemente de las unidades administrativas que hubiesen de intervenir en su
puesta en práctica. Por último, el documento de trabajo destacó la necesidad de
enfocar el desarrollo de los archivos con un criterio más dinámico y más orientado
hacia el usuario que en el pasado, mencionando la necesidad apremiante de que
los gobiernos puedan tener un acceso más fácil a la información contenida en
sus documentos y archivos, de manera que sean útiles en la planificación y el
desarrollo social y económico."
La reunión de consulta proporcionó a la secretaría críticas y sugerencias sobre
el programa propuesto en general, así c o m o una evaluación crítica de las pro-
puestas específicas incluidas en el R A M P . Se prestó atención sobre todo a:
a) las necesidades actuales y evoluciones previstas en materia de gestión de
documentos y administración de archivos en los estados miembros; b) actividades
y proyectos, distintos de los propuestos, que permitirían lograr los objetivos
del R A M P ; c) relaciones y prioridades entre los diferentes temas; y i) prioridades
- 492 -
dentro de cada tema para los periodos a corto plazo (1979-1980), plazo medio
(1981-1983) y largo plazo (1984-1985). Para el desarrollo y ejecución del pro-
grama propuesto, se subrayó en la reunión de consulta la necesidad de insistir
inicialmente m á s en el valor administrativo de los archivos que en su valor
cultural, de concentrarse en los sistemas y servicios de gestión de documentos
c o m o complemento de programas tradicionales de archivos, y de prestar la
debida atención a los archivos, documentos y manuscritos paraestatales y no
gubernamentales, al concebir y ejecutar proyectos y actividades. Se consideró
conveniente incorporar a la legislación y reglamentos disposiciones apropiadas
para la preservación y utilización de esos documentos. T a m b i é n se tuvieron pre-
sentes las obligaciones que deben asumir los gobiernos para poder aprovechar
las ventajas de los sistemas y servicios modernos de gestión de documentos y
archivos, y se hizo hincapié en la necesidad de que los gobiernos proporcionen las
instalaciones materiales adecuadas para proteger los archivos y documentos.
Los expertos estuvieron de acuerdo con la decisión de la secretaría de que
determinados proyectos y actividades relativos a los archivos no fuesen conside-
rados parte integrante del R A M P . D e ese m o d o , las actividades que contribuyan
a resolver asuntos contenciosos relativos a los archivos formarían parte de otra
unidad del programa del P G I . L a ñnalidad de la identificación especial de estos
proyectos particulares era reflejar la importancia atribuida por diversas confe-
rencias generales a estos problemas. 23 L a secretaría observó asimismo que la
asistencia en materia de archivos proporcionada a los estados miembros en el
marco del Programa de Participación y a través de proyectos ejecutados para el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo ( P N U D ) , o a través de
fondosfiduciarios,no podría preverse c o m o parte de un programa a largo plazo,
pero que n o obstante dicha asistencia contribuiría directamente al logro de los
objetivos globales del R A M P y debería tenerse en cuenta en la evaluación y
estudio de programas y proyectos. C o n respecto a la evaluación de los proyectos, el
grupo se declaró favorable a la inclusión de mecanismos y criterios de evaluación
en proyectos experimentales y otros, en vez de realizar evaluaciones posteriores a
la terminación de los proyectos y actividades, cuando ya no es necesario y ha
pasado la oportunidad de corregir las carencias.
Considerando el programa en su conjunto y habida cuenta de las actividades
realizadas anteriormente por la Unesco en favor del desarrollo de los archivos,
el grupo de expertos apoyó unánimemente el programa propuesto y particular-
mente: a) la coordinación y concentración de proyectos y actividades del pro-
grama ordinario directamente relacionados con el desarrollo de la gestión de
documentos y archivos en el marco del concepto unificador del R A M P ; b) el
interés en las reuniones regionales para facilitar la formulación de políticas y
planes nacionales de gestión de documentos y archivos, la coordinación de esas
políticas y planes con aquellos relativos a los campos de la información afines,
y la búsqueda de soluciones regionales para las necesidades básicas de formación
teórica y práctica; c) las directrices, normas y reglas del programa; y d) el acento
en la creación de sistemas y servicios modernos de gestión de documentos, a
partir, pero sin limitarse a ello, de la formulación de reglamentos de clasificación
y eliminación de los archivos no vigentes.
El informe final de esta consulta de expertos se utilizó para preparar el
programa de trabajo del P G I propuesto para 1980. E n la reunión del 29 de
octubre al 2 de noviembre de 1979, en que el Consejo Intergubcrnamental del
P G I examinó el programa de trabajo propuesto, el elemento del programa que
más atrajo su atención fue el R A M P ; se felicitó a la secretaría por el estableci-
miento de este programa coherente a largo plazo que abarcaba todos los temas."
- 493 -
El informe final de la reunión de consulta también se utilizó para preparar el
programa y presupuesto del P G I para 1981-1983. E n su reunión de octubre
de 1981 el Consejo Intergubernamental del P G I , reflejando una serie de decla-
raciones formuladas por los delegados a la 21.* reunión de la Conferencia
General de la Unesco, emitió la opinión de que el R A M P merecía el m á x i m o
apoyo." El R A M P quedó incorporado, pues, al Programa General de Infor-
mación, y forma parte del programa propuesto para el segundo Plan a Plazo
Medio de la Unesco (1984-1989).
Ejecución del R A M P
Si consideramos la ejecución del R A M P hasta la fecha, debe destacarse nueva-
mente que no todas las actividades del P G I en favor del desarrollo de los
archivos forman parte del programa R A M P . H a n quedado específicamente
excluidas, como ya se señaló, las actividades operacionales del Programa de
Participación de la Unesco, los proyectos ejecutados en el marco del Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo ( P N U D ) y a través de fondos fidu-
ciarios, así como los proyectos y actividades relacionados con casos contenciosos
en materia de archivos. T a m p o c o se incluyen las misiones de consultores a corto
plazo con cargo al Programa Ordinario realizadas a solicitud de los estados
miembros, una subvención anual entregada directamente al C I A y una serie de
proyectos referidos conjuntamente a la información, las bibliotecas y los archivos.
Debe reconocerse asimismo que la ejecución del R A M P necesariamente dependía y
depende aún de las fuentesfinancierasy otras de las que dispone el P G I o a las
que tendrá acceso en un futuro próximo, y que la eficacia de la ejecución de
determinados componentes escogidos del programa requiere la cooperación y
asistencia de los estados miembros y de las organizaciones internacionales no
gubernamentales competentes asociadas con la Unesco, en particular el C Í A .
Afortunadamente, el P G I ha podido contar con esa cooperación y asistencia
para el R A M P . Por ejemplo, en el resumen de la ejecución del programa se
observa, a continuación, que todos los trabajos contractuales, cuando no se
indica lo contrario, han sido realizados en estrecha cooperación con el C Í A .
C o m o son m u y pocos los proyectos y actividades que comienzan y terminan
en un mismo año civil, el resumen siguiente está organizado por temas y no por
programa anual de trabajo, para el periodo 1979-1982. Para cada proyecto o
actividad se da su fecha de iniciación, una breve descripción cuando procede, y
se indica su estado de avance al i.° de junio de 1982.
T E M A i/OI. F O M E N T O D E LA F O R M U L A C I Ó N D E POLÍTICAS
Y PLANES RELATIVOS A LA I N F O R M A C I Ó N
- 494 -
estadístico debe servir también para realizar estudios especializados d e reposi-
torios nacionales y regionales, puesto que permite registrar y acumular una
gran variedad de datos en varios niveles diferentes.
T E M A i/Oí. F O M E N T O D E L ESTABLECIMIENTO DE M É T O D O S ,
NORMAS Y REGLAS
- 495 -
gestión d e documentos y archivos, u n a consulta d e expertos sobre el t e m a fue
organizada en Bari, Italia, del 3 al 5 d e septiembre d e 1979- Las recomenda-
ciones de esta reunión n o sólo contribuyeron a la planificación de los programas
de trabajo para 1960-1982, sino también a toda la planificación futura relativa
alRAMP.
2. Acceso a la documentación relativa a la gestión de documentos y archivos
E n 1979 se efectuó bajo contrato u n estudio sobre u n aspecto importante de este
problema, a saber, la disponibilidad d e resúmenes analíticos, que fue publicado
con el título Archives journals: a study of their coverage by primary and secondary
sources ( R A M P studies and guidelines)." Los resultados d e este estudio y a fueron
utilizados para efectuar acuerdos con Library and information science abstracts a fin
de resumir publicaciones sobre archivos.
- 496 -
g. Directrices para una evaluación de los archivos de registros legibles a máquina
E n otro contrato d e 1981 se estipula q u e el Comité d e Automatización del C Í A
presentará u n texto sobre este tema.
13. Estudio con directrices sobre una evaluación de los archivos de imágenes fijas
y otros registros gráficos y afines
- 497 -
3- Proyecto piloto de gestión moderna de documentos: Perú
Este proyecto, paralelo a otro anterior para la región árabe y d e África oriental,
fue establecido en 1980 por contrato con el gobierno de S u d á n . Se prevé q u e
este centro dará cursos de formación en el curso del presente año. El informe
presentado al gobierno por el consultor fue publicado con el título de Democratic
Republic of the Sudan: establishment of a technical training center in archival restoration
and reprography."
- 498 -
8. Estudio sobre la condición y las necesidades de los sistemas y servicios
de gestión de archivos y documentos en los estados miembros del África
T E M A 1/04. CONTRIBUCIÓN A L D E S A R R O L L O
DE SISTEMAS ESPECIALIZADOS D E INFORMACIÓN
- 499 -
Se trata d e los tres documentos siguientes: The education and training of archivists
—status report of archival training programmes and assessment of manpower needs;**
The training of archivists—analysis of the study programme of different countries and
thoughts on the possibilities of harmonization;** Reunión d e expertos para la a r m o -
nización de los programas de formación archivística, París, 26-30 de noviembre
de 1979, Informe Final."
- 500 -
8. Curso regional deformación en restauración y reprogrqfía: el Caribe
E n 1981 se envió u n consultor para q u e ayudase a la r a m a regional del Caribe
del C Í A ( C A R B I C A ) a organizar u n curso de formación para el estableci-
miento y funcionamiento de servicios de restauración y reprografía en la región
del Caribe. Se propuso además, u n a asistencia financiera para sufragar los
gastos de viaje y dietas de los participantes. El curso se realizó del 16 al 26 de
febrero de 1981 en Willemstad, Curaçao.
- 501 -
L o expuesto constituye una recapitulación, hasta la fecha, de las actividades
iniciadas y realizadas en el marco del R A M P . Conjuntamente con el C Í A , la
Comisión Nacional para la Unesco y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la
República Federal de Alemania, se ha organizado una segunda reunión de
consulta ( R A M P II). L a finalidad de esta reunión que se celebró del g al
15 de junio de 1982 en Berlín (Oeste), era ayudar a la Unesco a evaluar los
progresos y resultados de los proyectos, estudios y otras actividades y, a la luz délas
conclusiones extraídas, de las tecnologías en rápida evolución y de las diversas
necesidades e intereses de los estados miembros, asesorar a la Unesco acerca de la
orientación y el contenido futuros del programa del R A M P .
Conclusión
El programa de desarrollo de archivos del P G I , particularmente el R A M P ,
constituye una respuesta directa a las necesidades manifestadas por los estados
miembros. Retrospectivamente, y tal c o m o figura en el documento de trabajo
de la consulta de expertos, "habida cuenta del volumen en constante aumento
de documentos no controlados y de archivos conservados en malas condiciones
y subutilizados, del relativo descuido de los problemas que se plantean en
materia de documentos y archivos, así c o m o de la importante contribución que
una gestión eficaz de los documentos y los archivos organizados podrían aportar
al desarrollo nacional", se justifica plenamente u n programa de esta naturaleza
y alcance.40
Los proyectos y actividades en curso destinados a contribuir al desarrollo de
los archivos, y los previstos están reforzados por el programa global del P G I ,
al que refuerzan a su vez; programa cuya finalidad es promover la aplicación
de la información a los problemas del desarrollo nacional. Es preciso ampliar y
desarrollar m á s los sistemas y servicios de archivos, así c o m o también los de
otras instituciones y sistemas de información, para que puedan satisfacer las
necesidades del decenio de 1980 en materia de información, contribuyendo así
al desarrollo nacional.41
Notas
1. Sobre k » orígenes del C Í A véase en particular Robert-Henri Bautier, "Veinte años de colaboración
intemaciorial en materia de archivos", Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. X I X , 1965,
p. 328-334; y Eckhart G . Franz, T h e I C A , its achievements and its future, trabajo presentado al Noveno
Congreso Internacional de Archivos de C Í A , septiembre de 1980, Londres, y que será publicado en u n
numero próximo de Archioum. Para informaciones sobre otros trabajos sobre la Unesco, el C I A y el
desarrollo de los archivos véase Frank B . Evans, The History of archives administration: a select bibliography
(Documentación, bibliotecas y archivos: bibliografías y obras de referencia), n.° 6, París, Unesco, 197g,
p. 196-205.
2. Robert-Henri Bautier (comp.), "Bibliographie sélective des guides d'archives: supplément au guide
international des archives*', t. I, Europe (1934), Journal of Documentation, vol. I X , 1953, p. 1-45.
3. Lo* paites de América Latina y el Caribe que participaron en el proyecto fueron sucesivamente Paraguay,
Panamá, El Salvador, Honduras, República Dominicana, Barbados, Perú y Chile; los estados árabes
fueron Marruecos, Libia, República Arabe Unida y República Árabe Siria. E n Asia, la microfilmación
tuvo tugar en Cambodia, Singapur, India, Malasia y Sri Lanka. Para obtener detalles complementarios
sobre este proyecto véate J. Sevillano Coloro, " L a Unidad de Microfilm de la Unesco en América
Latina", Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. X V I , n." 4,1962, p. 195-190, y la nota sobre la Unesco
y los archivos, Crónica de la Unesco, vol. X I V , 1968, p. 1-2.
4. La lista m á s completa de esta teñefiguraen Consejo Internacional de Archivos, Directory 1082, Bruselas,
Consejo Internacional de Archivos, 1982, p. 65-69.
5. Véase, por ejemplo, R . Marquant, "Archives and Economie and Social Development", Boletín de la
Unesco para las bibliotecas, vol. X V I , 1962, p. 234-238; y G . Duboscq, "Importancia de los archivos
modernos para los paites en vías de desarrollo", Ibid., vol. X V I I , 1963, p. 267-271.
- 502 -
6. Y . Pérotin ( c o m p . ) , A manual oftropical archivology, París/La H a y a , M o u t o n a n d C o m p a n y , 1966; Manuel
d'archivistique tropicale, París/La H a y a , M o u t o n et C o . , 1966; y M . Duchein, Les bâtiments et équipements
d'archives, París, Consejo Internacional d e Archivos, 1966.
7. Véase cuadro en El Programa de Participación de ta Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura: por qué, qué, cómo, Paría, Unesco, 1978, p . 9. Entre 1967 y 1977, k » fondos disponible*
con cargo al P r o g r a m a d e Participación pasaron d e 1.900.000 dólares a 5.200.000 dólares.
8. Collective Consultation to Define Guidelines for Unesco's Policy o n Archives Development, Unesco
H o u s e , 12-15 M a y 1970, Final report, Paris, 1970, p . 1 ( C O M / W S / 1 4 8 ) .
9. Sobre el proyecto experimental en la Costa d e Marfil y los centros regionales d e información véase
"Política archivista para los países de habla francesa d e Africa", cursillo regional sobre archivos realizado
en D a k a r (Senegal), 15 d e m a r z o al 19 d e abril de 1971, Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. X X V I ,
1972, p . 86-90; B r u n o D e l m a s , "Archives a n d Development", Crónica de la Unesco, vol. X X , 1974, p . 1-3;
y Jacques d'Orléans, "Proyecto experimental de archivos en el África d e habla francesa, Abidjan
Costa d e Marfil)", Boletín de la Unesco para las bibliotecas, vol. X X V I I I , n.° 4 , 19V4, p . 223-230 y 254.
10. Los títulos completos d e estos estudios son los siguientes: Salvatore C a r b o n e a n d R a o u l G u e z e , Draft
model law on archives: description and text, Paris, Unesco, 1972, n.° 1; Y a s h Pal Kathpalia, Conservation and
restoration of'Archive material, Paris, Unesco, 1973, n.° 3; A . W . M a b b s , en colaboración con G u y D u b o s c q ,
The organization qf intermediate records storage, Paris, Unesco, 1974, n.° 5 (otro v o l u m e n paralelo d e G u y
D u b o s c q , en colaboración con A . W . M a b b s , Organisation du préarchivage, Paris, Unesco, ig74, n.° 5 ,
trata el m i s m o t e m a pero desde el punto d e vista de los países q u e aplican métodos franceses, m á s q u e d e
los países de habla inglesa); L . Bell y B . F a y e , La concepción de los edificios de archivos en los países tropicales,
París, Unesco, 1979, n.° 9 (aunque publicado posteriormente, este trabajo se realizó en virtud de u n
contrato para el D B A ; h a y también u n a versión francesa).
11. Los documentos y publicaciones mencionados son, en su orden, los siguientes: Jean-Jacques Valette,
Le rôle des archives dans Vadministration et dans la politique de planification dans les pays en voie de développement,
Paris, Unesco, julio de 1972 ( C O M / W S / 2 8 1 ) ; F . R . J. Verhoeven, The role of archives in the public admi-
nistration and the national planning policy of developing countries, with particular reference to Southeast Asia, con u n a
introducción de Morris Rieger, Paris, Unesco, 1972 ( C O M / W S / 2 8 ) ; Charles Kecskemeti, La formation
professionnelle des archivistes. Liste des écoles et des cours deformation professionnelle d'archivistes, Bruselas, Consejo
Internacional de Archivos, publicado con el concurso de la Unesco, 1966; John Davies, A study of the
basic standards and methods in preservation and restoration workshops applicable to developing countries, Bruselas,
Consejo Internacional de Archivos, publicado en colaboración con la Unesco, 1973 ; Albert H . Leisinger Jr.,
A study of the basic standards fur equipping, maintaining and operating a reprographic laboratory in archives of deve-
loping countries, Bruselas, Consejo Internacional de Archivos, publicado en colaboración con la Unesco,
1973; R a y m o n d M a n n i n g y otros, Preparation of a guide to the archives of international organizations in the
United Nations system and other international organizations, estudio preliminar, Paris, 1976 ( C O M . 7 5 / W S / 2 8 ) ;
J. Basco y otros, Legal questions of the application of microfilms, Paris, 1975 ( C O M . 7 5 / W S / 3 0 ) ; Charles
Kecskeméti, Archival claims: preliminary study on the principles and criteria to be applied in negotiations, Paris,
1977 ( P G I - 7 7 / W S / 1 ) (también en francés); Yash Pal Kathpalia, Conservation and restoration of archives: a
survey of facilities, Paris, 1978 ( P G I - 7 8 / W S / 1 4 ) ,
12. Véase en particular Carlos V . P e n n a , "Seminario interamericano sobre Ja integración d e los servicios d e
información d e archivos, bibliotecas y centros d e documentación en A m é r i c a Latina y el Caribe",
Boletín de la Unesco para las bibliotecas, V o l . X X V I I , 1973, p . 165 y i8i;Unesco, Consultation of the planning
of national archives services, Unesco H o u s e , 4-6 de diciembre d e 1972, Working Paper ( D B A / 2 8 3 8 / 3 1 . 1 0 . 7 2 )
y Report, Paris, 11 d e diciembre d e 1972 ( C O M / W S / 3 1 7 ) ; Unesco, Consultation on National Planning
Policy a n d Methodology for Documentation, Libraries and Archives, Paris, 26-29 d e noviembre d e 1973,
Report, Paris, 4 d e diciembre d e 1973 ( C O M / W S / 3 5 8 ) ; "Conferencia intergubernamental sobre el
planeamiento de las infraestructuras nacionales de documentación, bibliotecas y archivos, París,
23-27 de septiembre d e 1974", Boletín de la Unesco para los bibliotecas, vol. X X I X , ig75, p . a-16; y Car/os
V . Penna, "Treinta años d e acción d e la U n e s c o en el desarrollo d e los servicios d e bibliotecas e informa-
ción en sus Estados M i e m b r o s " , vol. X X X , 1976, p . 331-340.
13. Los estudios publicados son los siguientes: J. H . d'O/ier y B . D e l m a s , Planning national infrastructures for
documentation, libraries and archives: outline of a general policy, Paris, Unesco, 1975, n.° 4 ; y Eric d e Grolier,
The organization of trformation systems for government and public administration, Paris, Unesco, 1979, n.° 8 .
Los dos documentos son ios de P. Harvard-Williams y E . G . Franz, NA TIS: planning information manpower,
Paris, 1976 ( C O M - 7 4 / N A T I S / R E F . 5 ) ; y National information systems: establishing a legislativeframework for
the implementation of NATIS, París, 1977 ( C C - 7 6 / N A T I S / 8 ) . Sobre datos y resúmenes bibliográficos de
otras publicaciones y estudios del D B A publicados a comienzos d e 1975 y u n p a n o r a m a general d e todas
las actividades del D B A comprendidas en la asistencia a los estados m i e m b r o s en el m a r c o del P r o g r a m a
de Participación, véase Unesco, Development of national and regional systems and services: summary of the
activities of the Department of Documentation, Libraries and Archives, 1967*1974, Paris, 1975 ( C O M - 7 3 / W S / 1 1 ) .
14. Véase Unesco, Conferencia General, 19. a reunión, Nairobi, 1976, Informé del Director General sobre el
Programa Global de Información (19 C / 4 2 , París, 3 0 d e septiembre d e 1976).
15. Unesco, Conferencia Intergubernamental sobre la Información Científica y Tecnológica al Servicio del
Desarrollo, U N I S I S T tí, París, 28 de m a y o - 1 . 0 de junio de 1979, Documento principal de trabajo, París,
- 503 -
• 8 d e abril de 1979 ( P G I - 7 9 / C O K F . a o i / C O L . s ) ; Inform/ foul, Paris, 8 de agosto de 1979 ( P G I / M D / l ) .
Véase también J. Tocatlian, " L a información al servicio del desarrollo: el papel del Programa General
de Información de la Unesco", Revista it ta Unesco ie ciencia it la information, bibliottcologia y archivología,
vol. III, 1981, p. 160-173.
•6. L a division fue situada fuera de la estructura de sectores de la Unesco y en relación directa con el subdi-
rector general para los Estudios y la Programación, directamente subordinado al director general de la
Unesco, Raíste it la Unesco ie ciencia it ¡a information, biblioUcologUy oxehivologU, vol. III. 1981, p. 151.
:7 R M a n n i n g y otros, Guide to Ht archives ofinternational organizations. Part I, The United Motions system,
preliminary version, Paris, 1979. ( P G I / 7 9 / W S / 7 . )
18. Eric Ketelaar, International standardization of statistics on archivai institutions and records centers, report, Paris,
Unesco, 1978 ( P G I - 7 8 / W S / 1 6 . Se previ para 1982 la publicación del glosario plurilingüe.
19. Véase Informe del Director General sobre el estudio relativo a los problemas que plantea la transferencia de documentos
procedentes ie los archivos constituidos en elUrritorie ie otros países a su pals ie origen, Paris, 85 de agosto de 1978
(20C/102).
30. Detalle» de los proyectos y actividades realizadas desde 1977 por el P G I , tanto en el marco del programa
ordinaria c o m o del Programa ó> Participación, figuran en los números sucesivos del Boletín de información
del VMSIST, vols. V - V I , 1977-1978; después, en el Programa General it Informacionl'Boletín del UNISIST,
que reemplazó al anterior a partir del vol. V I I , n.° 1, en 1979. A comienzos de 1979 fue creada la sección
operacional encargada de administrar el Programa de Participación de la División, en rápida expansión,
asi c o m o proyectos financiados por fuentes extrapresupuestarias tales c o m o el P N U D y proyectos d e
fondosfiduciarios.M a s recientemente se confió a otra sección la promoción y evaluación del programa,
asi c o m o el apoyo en materia d e documentación.
ai. Expert consultation on the development of a Records and Archives M a n a g e m e n t P r o g r a m m e ( R A M P )
within the framework of the General Information P r o g r a m m e , 14-16 M a y 1979, Final Report, p. 3, Paris,
1979. ( P G I - 7 9 / W S / 1 0 . )
23. Ibid., p. 2.
23. Ibid., p. 8. Esas actividades dieron lugar a la preparación y publicación e n árabe, español, francés,
inglés y ruso de los dos estudios siguientes: I. Boraa, Estudio de viabilidad para la creación de un Jando de
asistencia,financiadoy administrado con carácter internacional para facilitar la solución de los problemas que entraña
la transferencia internacional de archives y paro obtener acceso a las fuentes de la historia nacional existentes en archivos
extranjeros, Paris, 1981 ( P G I / 8 1 / W S / 7 ) ; Charles Kesckeméti y Evert V a n Laar, Acuerdos y convenios:
modelos bilaterales y multilaterales relativos a las transferencias de archivos, París, 1981 ( P G I - 8 1 / W S / 3 ) ; en
francés y en inglés: J. Pieyns, Étude de faisabilité d'une base de données consacrée aux sources d'histoire nationale
conservées dans des pays étrangers, Paris, 1981 ( P G I - 8 1 / W S / 2 4 ) . Se otorgó u a subsidio para estudios a los
Archivos Nacionales de Sri Lanka, que dio lugar a la preparación y publicación de: G . P . S. H . de Silva,
A Survey of archives and manuscripts relating to Sri Lanka and located in major London repositories, Paris, 1981
( P G I - 8 1 / W S / 4 ) y se prestó asistencia financiera a Sri Lanka, la República Dominicana y la India para
que adquiriesen copias en microformato de documentos relacionados con su historia, que se encuentran
en el extranjero. También está en curso u n proyecto experimental en el que participan los gobiernos de
la Rrpública Democrática Alemana, Bélgica, Burundi y el Vaticano, que se refiere a documentos rela-
tivos a Burundi.
24. Programa General de Información, Consejo Intergubemamental, Segunda Reunión, Informefinal,p . 13,
Paris, diciembre de 1979. ( P G I / 7 9 / C O N F . 2 0 2 / C O L . 1 3 , C O U N C I L / I I / 5 . )
25. Programa General de Información d e la Unesco y U N I S I S T , Consejo Intergubemamental para el
Programa General de Información, Tercera Reunión, Informefinal,p. 8, París, 26-30 de octubre de 1981.
{PGI-81/COUNCIL/III/7.)
26. Véase la llamada 17 supra.
27. París, 1981 ( P G I / 8 1 / W S / 1 0 ) (disponible también en francés).
28. Por Georges Weil, París, 1981 ( P G I - 8 1 / W S / 2 5 ) .
29. Por J a m e s B . Rhoads, París, 1982 ( P G I - 8 1 / W S / 4 ) ; véase también J a m e s B . Rhoads, "Normalización d e
Archivos", Revista de la Unesco de ciencia de la información, bibliotecologiay arduvologut, vol. Ill, n.° 3, julio-
septiembre de 1981, punto 82, p. 181-186.
30. Por Félix Hull, París, 108. (PGI/81/WS/26).
31. Por Artel R k k s , París, 1981 ( F M R / P G I / 8 1 / 1 5 8 ) .
32. Por Vicenta Cortés Alonso, París, 1981 ( F M R / P G I / 8 1 / 1 1 0 ) (también existe en inglés).
33. Por C a r m e n Crespo, París, 1981 ( F M R / P G I / S t / i 16 E ) (también existe en inglés).
34. Por Michael Roper, París, 1980 (FMR/PGI/80/160).
33. Por Michael Cook, París, agosto de 197g ( P G I - 7 9 / C O N F . 6 0 4 / C O L . 2 ) (también disponible en francés).
36. Por B . Delmas, París, isde octubre de 1979 ( P G I - 7 9 / C O N F . 6 0 4 / C O I . 1 ) (traducción inglesa del original
francés).
37. París, 14 de enero de 1980 ( P G I - 7 9 / O O M F . 6 0 4 / C O L . 7 ) (también disponible en francés).
38. Por Eric Ketelaar, París, 1980 ( F M R / P G I / 8 0 / 1 5 4 ) .
39. Por Michael Cook, Paris, 1981 ( F M R / P G I / T S U / 8 1 / 1 9 7 ) .
40. Reunión de consulta de expertos... (sobre el R A M P ) , Final report, p. 9.
41. Véase la llamada 15 supra.
- 504 -
EL CIA, LOGROS Y FUTUR)
9 Congreso Internacional
de Archivos, Londres, 1980
Eckhart G. Franz
- 505 -
tercaitibio internacional de fasefiniles fotográicos", una "terminolo-
gía archivística uniforme, la cooperación en el entrenamiento de
los archivistas, mejorar las guías de localización y la pre-
paración de una nueva guía internacional de archivos.
- 506 -
archivïstico, lo cual con la ayuda de la Unesco, llegó a ser la ta-
rea más importante del Consejo Internacional de Archivos.
2. IA ESTRUCTURA ORGANIZATIONAL
- 507 -
Las escalas de cuotas corresponden a la distinción en los
derechos de votación. Mientras que los miembros ^e las categorías
B-D pagan tarifas unifornes y fijas para cada grupo, las cuales se
ajustan de vez en cuando al cambio en los costos totales, las cuotas
de los miembros "A", después de un primer aumento masivo en 1968, se
ha calculado de acuerdo con un sistema basado en el producto nacional
bruto {gross national product (GNP), por sus siglas en inglés} y el
ingreso per capita (PC) de cada pais desde la Asamblea General de
Moscú de 1972. Las cuotas fijas posteriormente por la estructura de
tasas que se estableció el 1 de Enero de 1979, varían desde un
mínimo de $US 150 que se aplica a la mayoría de los miembros del
tercer mundo, hasta 7.000 y 10.000 dólares (para la USSR y los EU.).
Incluyendo las contribuciones voluntarias que han sido donadas durante
varios años, el ingreso total de las cuotas de los miembros en 1979
fue de aproximadamente 108.000 dólares, más del 70% proveniente de
los 21 países industriales de la categoría A, clasificados en 1.000
dólares o más.
- 508 -
ción, incluye recibir y examinar los informes de la secretaria y de
todos los órganos del Consejo Internacional de Archivos, reformar los
reglamentos, hacer cambios organizacionales, elegir los ejecutivos y
establecer las cuotas de los miembros. Generalmente las resoluciones
de la Asamblea se llevan a cabo unánimemente.
- 509 -
La administración actual del CIA, la cual se inició con el
Secretario General y su delegado, se ha trasladado a la secretaria en
París, donde esté ubicada la Dirección General de la Unesco, que se
organizó empleando a un Secretario de tiempo completo a comienzos de
1960. Originalmente el Secretario fue considerado el asistente
General según la sección 27 de los estatutos de 1976, pero luego
se le nombró Secretario Ejecutivo con la reforma de 1976 y se le
asignaron la mayor parte de las tareas que inicialmente se le
atribuían al Secretario General. Como lo especifican los estatu-
tos la secretaría, que fue reforzada con el nombramiento en 1972
de 2 (luego 3) asistentes, actúa al mismo tiempo como punto de
unión y coordinación de los varios órganos del Consejo de Archi-
vos. Para cumplir adecuadamente las labores asignadas a la Secreta-
ría, ésta necesitaba el soporte de un asistente profesional. Como
no fue posible conseguir el apoyo temporal de archivistas califi-
cados a la secretaría en París por períodos limitados como una
solución permanente, el Comité Ejecutivo decidió (en 1978) abrir
un puesto permanente de asistente, lo cual completaba la estructura
de la Secretaría.
- 510 -
tecnología archivística, motivados en parte por querer economizar,
no obtuvieron resultados al igual que las advertencias repetidas de
utilizar más los grupos que trabajaban ad hoc comités existentes que
eran costosos. En 1977 se crearon otros comités sobre problemas
específicos, como un Ccmité sobre Educación y Entrenamiento
Profesional y un Ccmité mixto sobre los problemas de la gestión de
archivos, el cual se estableció con la ayuda del International
Records Management Foundation. Se está estudiando la posibilidad de
un comité adicional para archivos audio-visuales. Entre los comités
técnicos y los grupos de trabajo para tipos especiales de archivos se
encuentran el Comité de Archivos de Administrativos, establecido
entre 1974/75 y el Ccmité de Archivos de Literatura y Arte, el cual
por una propuesta de la Mesa Redonda de 1975, fue creado
formalmente en la primavera de 1979.
- 511 -
momento, en 1969 se decidió crear un grupo de trabajo del
Consejo de Archivos para planear, evaluar y coordinar los esfuerzos
en el área de desarrollo archivístico. En 1971 en su segunda
sesión, este grupo se transforma en el comité para el Desarro-
llo Archivístico (CAD, por sus siglas en inglés, Committee for
Archival Development). Además de los miembros nombrados por el Pre-
sidente, con base en sus cualidades específicas, un poco más nume-
rosas que los de otros comités, los miembros regulares son el Se-
cretario General, el Tesorero y los llamados "rappoteurs" en las dis-
tintas regiones en desarrollo, nombrados por las directivas de las ra-
mas regionales desde que éstas se establecieron. El CAD organiza sus
reuniones en el mismo tiempo y lugar de los congresos, conferencias de
la Mesa Redonda y las sesiones anuales del Comité Ejecutivo y sus ta-
reas incluyen la evaluación periódica de las necesidades y prio-
ridades del desarrollo, el nombramiento de expertos para misiones de
una lista de expertos que se mantiene actualizada, el examen de soli-
citudes de asesoría y el apoyo de coordinación para proyectos
concretos a través de la Unesco o de otros organismos gubernamentales
y no-gubernamentales. Para algunos proyectos el CAD puede contar con
los recursos del International Archival Development Fund, el cual por
iniciativa del CAD fue inaugurado en la Conferencia General sobre
Planeación del Desarrollo Archivístico en el Tercer Mundo en 1975 en
Dakar.
- 512 -
Las disposiciones estatuarias para la creación de las divisiones
regionales fueron presentados en la reforma de los estatutos de 1964.
Una resolución del Congreso extraordinario de 1968 se proclamó
enfáticamente en favor de la realización de esta idea. Después de
varios años de preparación, se pudo constituir SARBICA, la di-
visión regional del CIA para Asia Suboriental, como la primera
división regional, en el verano de 1968. Siguió la creación en
1969 de la División Regional de Africa Central y Oriental (BCARBICA).
En 1972 se creó la División Regional Arabe (ARBICA) con un mayor
número de países miembros. La Asociación de Archivos del Caribe,
descendiente de la Asociación Histórica del Caribe que data de 1965,
se convirtió en 1975 en la división regional del CIA para los
estados del Caribe y las Indias Occidentales. (CARBICA). Después de
fallar en los primeros intentos para establecer una división regional
en América Latina basada en organizaciones existentes (el ínter-
American Technical Committee on Archives, el Archives Committee of the
Pan-American Institute of Geography and History), la Asociación de
Archives de America latina (ALA), finalmente se incorporó como una
futura región del CÍA, con ocasión de una reunión de vida de
expertos sobre desarrollo de archivos en America Latina promovida por
la Unesco a comienzos de 1976. La formación de la Región de Asia
Sur y Occidental en Nueva Delhi a finales de 1976 y del SV&RBICA
bilingüe para Africa Occidental un año más tarde llenó los
principales vacíos que quedaban. Actualmente se estudian nuevos
proyectos para el Africa Ecuatorial y Oceania.
- 513 -
que sobrepasan los estrechos límites de un comité, y al mismo
tiempo un organismo independiente que represente estos intereses en
el exterior. Teniendo esto en cuenta, es importante hablar de la
transformación de los recién fundados Comités de Archivos Ad-
ministrativos y de Archivos de Arte y Literatura en secciones de estas
áreas.
3. ACTIVIDADES Y LOGROS
- 514 -
son más importantes para el beneficio profesional de los congresis-
tas que las discusiones en las sesiones plenarias, en las cuales nor-
malmente se da la lectura de las proposiciones preparadas, un fenó-
meno que los congresos de archivo tienen en común con otras grandes
reuniones internacionales de este tipo. En las reuniones seccio-
nales especializadas se presentan opiniones más completas. Sin
duda existe una gran importancia de los Congresos en cuanto a foros
para discusiones técnicas y contactos personales entre los archi-
vistas de todos los países y como una oportunidad para conocer mejor
a los archivistas y las instituciones archivisticas del pais de sus
regiones.
- 515 -
cooperación internacional en el desarrollo archivístico (CA '72,
' 76 ), y los problemas de los reclamos hechas con relación a la
reconstrucción de las herencias archivísticas nacionales (RT '77).
También traspasaron los límites nacionales los debates sobre la
facilidad del acceso a los archivos (CA '66, RT '67, CA '68, '76). La
organización de los archivos estatales y públicos se basa en
la (RT '57, '69), pero se ha dado mayor atención a los problemas de
los archivos que no están en el dominio publico como son los
archivos privados y administrativos (CA '50, *56, '68) los archivos
eclesiásticos (CA '59), y literarios, artísticos y arquitectó-
nicos (RT '58, CA '72, RT '75). Se ha discutido la relación
entre los archivos y la administración gubernamental (RT
'57, '79), la importancia de los archivos para la economía (RT
'58), y para las distintas ramas de la ciencia, para la historia
del arte y la geografía, para la investigación histórica en
general y para sus disciplinas especializadas, historia social,
economía y agricultura (CA '53, RT '58, '59, CA '60, RT '63), sin
olvidar el posible rol de los archivos en la educación y en el tra-
bajo publicitario histórico- político (RT '54, '74).
- 516 -
tales como entrenamiento archivístico, gestion de archivos, res-
tauración, microfilinación, procesamiento de datos o fuentes orales
que por lo general también se realizan en las regiones y que
frecuentemente son ideadas y apoyadas por Unesco. Aquí también los
informes y los resultados de los estudios son en parte resumidos y se
encuentran en las distintas publicaciones del CÍA.
- 517 -
Comité de Restauración y Desarrollo, que también se iniciaron
en 1978, son más del tipo de cartas. Todos los boletines de
los comités se imprimen sin la ayuda económica del Consejo de
Archivos, sino con la financiación de archivos particulares o de las
autoridades archivísticas mismas. El CÍA parcialmente subsidia las
publicaciones de las distintas Divisiones Regionales: "Archivos del
Asia Sur-Oriental" de la Región SARBICA creada en 1968, "Archivos
del Caribe" (creada en 1973) "El Boletín Interamericano (creado en
1974) y el más reciente 'SWARBICA Journal' (creado en 1978), junto
con 'Los Archivos Arabes' (1975/76) y el 'ECARBICA Journal' (1973/77),
que son hojas informativas que hasta ahora sólo han aparecido irregu-
larmsnte debido al costo y que se beneficiarían si tuvieran una mayor
circulación.
- 518 -
El problema de un vocabulario archivístico internacional
apareció en las reuniones profesionales anteriores a la Primera Guerra
Mundial y resurgieron durante los años 30. Sobre la base de la
"Preparación de un Vocabulario Archivístico" presentado en 1953 por
el recién nombrado secretario de la Mesa Redonda, R. H. Bautier, un
comité técnico del CÍA establecido en 1956, compiló el "Lexicon of
Archives Terminology" en 6 idiomas, que fue publicado por Elsevier en
1964. Aunque fue un inicio útil, Elsevier Lexicón tenía una
limitada aplicación. Muy pronto quedó obsoleto por una serie de
nuevas listas y diccionarios terminológicos de otros países, algunos
de los cuales se publicaron al tiempo con el lexicón, mientras que
otros se publicaron durante los años siguientes. Así pues, desde
1976/77 hay un nuevo proyecto apoyado por Unesco para la compilación
de un glosario multilingue de terminología usada en las disciplinas
relacionadas como son la bibliotecología y la ciencia de la
documentación.
- 519 -
y las normas básicas para el equipo de talleres apropiados son el
resultado de un intenso trabajo realizado en conjunto por los comités
técnicos del CIA, que aclararon particularmente, el valor práctico
de un intercambio internacional de experiencias. Las reuniones y
seminarios organizados por el Comité de Automatización, sin duda
alguna, también han contribuido al nuevo desarrollo de la metodolo-
gía profesional.
- 520 -
mayoría, de los proyectos mencionados en los párrafos anteriores han
sido concebidos con base en las necesidades especiales del desarrollo
archivístico en los países del tercer mundo. El "Manual of Tropical
Archivology" editado por Y. Perotin, fue una de las primeras publica-
ciones del CÍA. La elaboración, no sólo de normas para edificios de
archivo y talleres técnicos, sino también de modelos de leyes de
archivo y reglamentos de personal, son objetivos importantes en estos
países, donde las instalaciones técnicas y los fundamentos legales
deben ser construidos desde el comienzo. Misiones individuales
financiadas por Unesco, o en casos aislados por el Pondo, ayudan a
adaptar las normas propuestas a las circunstancias individuales de los
países específicos.
- 521 -
fue el informe que Ch. Kecskemsti presentó al 6 Congreso Interna-
cional de archivos en Madrid en 1968, el cual se editó cono una pu-
blicación separada junto con la documentación factual acompañante.
"La revolución en el acceso y el uso" fue el tema de una de las
sesiones plenarias del 8 Congreso, el cual trató de evaluar
los avances logrados durante los 8 años siguientes del Congreso de
Madrid. El informe presentado confirmó un aumento constante en el
minero de usuarios y en la variedad de temas escogidos por éstos.
Ceno resultado directo de las recomendaciones del CÍA, muchos paí-
ses informaron una reducción del período límite de cierre de 50
años a 30 años. El creciente uso de la reproducción moderna y
de los procesos de indización crearon expectativas al progreso
futuro de las facilidades investigativas. Los Comités de Micro-
filmación y Automatización continuaron trabajando en sus respectivos
asuntos.
- 522 -
c. Colaboración con otros organismos en el canco de la
información y la documentación
- 523 -
La frase citada de los estatutos, se refería menos a la ayuda
financiera que a la colaboración técnica con asociaciones con obje-
tivos similares en el campo de la información y documentación.
Teniendo este objetivo en mente, el comité ejecutivo aprobó la
formación, en 1953, de un comité conjunto de los tres ONG que
trabajaban con archivos, bibliotecas y documentación, el CIA, la IFLA
(International Federation of library Associations) y la FID (Federa-
ción Internacional de Documentación).
- 524 -
Debe revisarse la organización de las secciones, cuyo número
aún puede aumentar, teniendo en cuenta la posibilidad de tener
algunos comités que sirvan como puntos de partida para nuevas
secciones.
- 525 -
y un número similar es el objetivo del "International Journal of
Archives". Las tiradas estimadas para las publicaciones individuales
están entre 500 y 1000. Sin embargo, esto realmente significa que
además de la participación activa limitada tiene contacto y corres-
pondencia con sólo una parte relativamente pequeña de archivos y de
archivistas en los 100 estados miembros del CÍA. La "International
Archives Week 1979" organizada por la sección del CÍA de Asociaciones
Archivfsticas trató de aumentar la publicidad del trabajo de los ar-
chivos internacionales. En el futuro se debe poner más atención a
la eficiencia en la publicación de los trabajos del CÍA. Solamente
así se podrá obtener una mayor respuesta a la ayuda por parte de los
archivistas de todo el mundo, lo cual se requiere urgentemente co-
mo base para la labor futura del CIA y para fortalecer su posi-
ción respecto a la Unesco y a las organizaciones profesionales com-
petentes. Dentro de los programas de trabajo desarrollados por el
CIA y Unesco, no faltan labores que sean importantes y recompensa-
das para nuestra organización en los años venideros.
- 526 -
NOTA BIBLIOGRÁFICA
- 527 -
ANEXO
ESTUDIOS Y DOCUMENTOS DEL RAMP
- 528 -
10. Borsá, Iván. Feasibility Study on the Creation of an Interna-
tionally Financed and Managed Microfilm Assistance Fund to Faci-
litate the Solution of Problems involved in the International
Transfer of Archives and in Obtaining Access to Sources of
National History Located in Foreign Archives ( P G I / 8 1 / W S / 7 ) . Paris,
Unesco, 1981. 31p. Available also in Arabic, French, Russian
and Spanish.
17. Ricks, Artel. Republic of the Philippines : RAMP pilot project for
the establishment of a regional archives and records centre.
(FMR/PGI/81/158). Paris, Unesco, 1981. A9p.
- 529 -
22. White, Brenda. Directory of Audio-Visual Materials for Use in
Pecords Management and Archives Administration Training (PGI/82/
WS/8). Paris, Unesco, 1982. 71 p.
29. Evans, Frank B . y Eric Ketelaar. Guía para la Encuesta sobre los
Sistemas y Servicios de la Gestion de Documentos y la Adminis-
tración de Archivos: un Estudio RAMP (PGI-83/WS/6). París, Unesco,
1383, 41 p. Disponible también en Inglés y Francés.
- 530 -
35. Hendrlks, Klaus B. The Preservation and Restoration of Photogra-
phic Materials in Archives and Libraries : A RAMP Study with
Guidelines (PGI-84/WS/1). Paris, Unesco, 1984. 121p.
36. Stark, Marie C. Development of Records Management and Archives
Services within United Nations Agencies (PGI-83/WS/26). Paris,
Unesco, 1983. 215p.
37. Kathpalia, Y.P. Modelo de Programa de Estudios para la Formación de
Especialistas en Conservación y Restauración de Documentos: un
Estudio del RAMP y Directrices (PGI-84/WS/2). Paris, Unesco, 1984,
36 p. Disponible también en Ingles y Frances.
38. Seton, Rosemary E. Conservación y Administración de los Archivos
Privados: un Estudio del RAMP (PGI-84/WS/6). Paris, Unesco, 1984.
55 p. Disponible también en Inglés y Francés.
39. Taylor, Hugh A. Los Servicios de Archivo y el Cpncepto de Usuario:
un Estudio del RAMP (PGI-84/ W ^ S ) . Paris, Unesco, 1984. 72 p.
3
Disponible también en Inglés y Francés.
- 531 -
A8. Orléans, Jacques d ' . The Status of archivists in relation to
other information professionals in the public service in Africa :
A RAMP Study (PGI-85-WS/2). Paris, Unesco, 1985. 43p.
49. Van Laar, Evert. The Status of archives and records management
systems and services in African Member States : A RAMP Study
(PGI-85/WS/3). 78p.
- 532 -