Tema: La sana doctrina Predicado 27 de Marzo de 20

Discerniendo Los Pensamientos

Primer Culto
Apóstol Sergio G. Enríquez O.
Guatemala, 19 de Septiembre del Año de la Preparación

Hemos estado viendo el estudio de los dones que enseña la Biblia y lo último que aprendimos fue
que son 18 dones; y uno de ellos es el don de discernimiento de espíritus, el cual nos puede dejar
pensando muchas situaciones que a veces vemos en las congregaciones. Pero en esta
oportunidad estudiaremos lo que la Biblia nos refiere en cuanto a discernir los pensamientos.

"Durante cuarenta años sus antepasados vieron los milagros que hice en el
desierto; sin embargo, me pusieron a prueba y se me agotó la paciencia que les
tenía" y por eso me enojé con ese pueblo. Dije: 'Sus pensamientos siempre están
equivocados y nunca han entendido mis enseñanzas'. (Hebreos 3:9-10 PDT)

Notemos que Dios se enojó a tal grado con Su pueblo, que dijo que cada vez que ellos pensaban,
se equivocaban; su actuar no era de acuerdo a lo que Dios desea ver en ellos. Lamentablemente
ese tipo de situaciones no han cesado, porque cuando vemos en el mundo los comentarios que
hacen, nos encontramos que existe un científico que lo resaltan incluso como más inteligente que
Albert Einstein, sin embargo hace pocos días dijo que Dios no existía; eso denota entonces que los
pensamientos de la humanidad, son los mismos que el pueblo de Dios al que refiere la Biblia en el
versículo anterior. Interesantemente vemos que cuando el Luzbel empezó a caer, no fue porque
hiciera algo, él no hizo nada, sino que, dijo en su corazón que quería ser igual a Dios y por eso
cayó; por haber pensado de una forma diferente a como Dios piensa.

La mayoría de personas piensan que los buenos cristianos son los que no tienen vicios en general
porque todos creen que alguien es bueno por lo que hace; pero no se debe juzgar a nadie por lo
que hace, sino por lo que podría estar pensando y que como consecuencia lo lleva a sus actos y
finalmente termine, sin son malos pensamiento; parecido como terminó Luzbel.

Entonces si los pensamientos están equivocados, la Biblia nos puede mostrar cómo es que se
pueden ver los malos pensamientos:

Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin
acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con
anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido
andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú
aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi
estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con
malos pensamientos? (Santiago 2:1-4 RV 1960)

¿Cuál es el mal pensamiento al que se refiere el versículo anterior? Discriminación, el problema es

que hoy día, existen cristianos que discriminan dentro de las congregaciones, no solamente fuera,
sino dentro de la Iglesia de Cristo; porque lamentablemente se cumple el dicho popular que dice:
…como te miro, te trato… lo cual no es correcto porque todos venimos de un mismo linaje como lo
describe la Biblia; no debemos discriminar a nadie por ninguna razón porque es un mal
pensamiento; sin embargo, todos llegamos en algún momento a discriminar a los demás por

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Apóstol Sergio G. Enríquez O.
Guatemala, 19 de Septiembre del Año de la Preparación

cualquier razón, al pobre porque es pobre y al rico porque es rico; así como al ignorante por
ignorante y al sabio porque es sabio.

Es por eso que debemos discernir nuestros pensamientos por el Espíritu de Dios y con todas las
herramientas que El nos da en la Biblia.

No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. (Santiago 1:7
RV 1960)

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo: A las doce tribus que están en la
dispersión: Saludos. Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en
diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la
paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin
que os falte nada. Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a
Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero que
pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada
por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que
recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos
sus caminos. (Santiago 1:1-8 LBLA)

El mal pensamiento que nos describen en la cita anterior, es la duda. Un pensamiento sin fe, es un
pensamiento equivocado. Sin importar la prueba o tormenta que estemos atravesando; debemos
saber que Dios está trabajando nuestra vida íntegra, no tiene traspapelada nuestra petición y la
resolverá en el momento que El tiene considerado que más nos bendecirá.

…pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente

tenían tiempo de volver. (Hebreos 11:15 RV 1960)

Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas
visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y
peregrinos sobre la tierra. Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a
entender que buscan una patria propia. Y si en verdad hubieran estado pensando
en aquella patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver. Pero en
realidad, anhelan una patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se
avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.
(Hebreos 11:13-16 LBLA)

Cuando pensamos en forma equivocada, desagradamos a Dios; entonces cuando estamos

pensando solamente en lo que se ve, o sea, lo terrenal; no estamos agradándolo, de lo cual
podemos decir entonces que la fe es la convicción de lo que no se ve, y sin fe es imposible agradar
a Dios. Necesitamos creerle a Dios cuando nos habla porque muchas veces El nos habla a futuro;
de lo que nosotros esperamos, El nos responde a futuro y lo que a nosotros nos corresponde es

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Apóstol Sergio G. Enríquez O.
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creerle con fe. Es por eso mismo que debemos buscar la patria celestial y aunque un día nos
vayamos de este mundo sin ver el cumplimiento de las promesas de Dios, un día las veremos en
esta o en otra dimensión, porque Dios no es hombre para mentir y siempre cumple sus promesas.

Dios hablándole a la Iglesia le dice que es hermosa y sin mancha; porque El ve las cosas que no
son, como si ya lo fueran, porque Dios nos ve a futuro, cómo terminaremos.

…porque el dignatario debe ser irreprensible como administrador de Dios, que no

sea conducido por su propia manera de pensar, ni iracundo; que no se exceda en
cuanto al vino, que no sea pendenciero, ni amante de sucias ganancias… (Tito 1:7
Peshita)

Lo que estamos enseñando hoy es que debemos aprender a gobernar los pensamientos, porque el
diablo lo que busca es atacar los pensamientos y que nos enfoquemos en lo terrenal para que
quitemos nuestros pensamientos de los asuntos que son Dios. Cuando tengamos pensamientos
que nosotros sepamos que no son de Dios, debemos tomar autoridad, reprenderlos y ordenarles
en el nombre de Jesús, que se vayan al fondo del mar y en su lugar ponernos el yelmo de la
salvación para que los dardos del enemigos no logren penetrar en nuestros pensamientos.

El pensamiento maligno en la cita anterior es la autosuficiencia, la cual quizá nos ha servido en lo

secular; pero en la Iglesia no debemos anteponer lo terrenal sino, la fe, porque el evangelio es
sustitutivo; nos quitan los malos pensamientos para poner los pensamientos de Dios aunque no
logremos comprender cómo funciona.

A los ricos de este mundo, ordena que no sean altivos en su forma de pensar ni
tengan puesta su confianza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios
vivo, que nos da todas las cosas abundantemente para nuestro disfrute. (1 Timoteo
6:17 Peshita)

La humildad en los pensamientos de muchas personas de mucho dinero, debe ser ordenada en el
nombre de Jesús.

Te encargo en la presencia de Dios y de nuestro Señor Jesucristo y de sus ángeles

elegidos, que guardes estas cosas; que no seas prejuicioso en tu modo de pensar,
no haciendo nada con parcialidad. (1 Timoteo 5:21 Peshita)

A veces nos dejamos llenar de prejuicios y dejamos de disfrutar de muchas bendiciones de Dios;
quizá alguien nos puede enviar una bendición material, y podríamos pensar que nos quieren
sobornar; o quizá por estar con prejuicios podemos condenar a una persona, de actos ilícitos,
cuando lo más que tiene es honradez y buena moral. No debemos juzgar a nadie porque el único
que conoce la situación de cada persona y tiene solvencia para juzgar es Dios.

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