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Había una vez en un árbol muy grande una colmena de abejas. Entre ellas se encontraba una muy
especial llamada Lola, ella era muy amable, amorosa, respetuosa y colaboradora.
Las demás abejas se burlaban y la recriminaban haciendo que se sintiera triste, además Lola no
tenía familia que la defendiera y decidió abandonar la colmena. Lola salió volando rápidamente sin
mirar para atrás, voló y voló tanto que cuando se sintió cansada miró a su alrededor y estaba en un
lugar muy raro, donde encontró cosas muy grandes y extrañas para ella. Lola sintió mucho miedo. De
repente escuchó que alguien cantaba una melodía muy hermosa, cuando volteo vio a una familia de
abejas y se acercó a ellas preguntándoles:
- ¿Cómo se llama este lugar?
Lupita le contestó que se encontraba en la gran ciudad, lugar donde habitan los humanos. Lupita le
pregunto: - ¿por qué te encuentras en este lugar tan sola? Lola decidió contarle lo que le había
sucedió.
Esta familia conmovida la invitaron a unirse a su colmena, Lola muy contenta acepto. Encontró en
ellas una gran familia que le daba amor y respeto. Como Lola era muy trabajadora no tuvo problema
para adaptarse a su nueva familia.
En la colmena donde vivía Lola, comenzaron a extrañarla mucho y con esto aprendieron que no
debían discriminar a nadie. Lola ahora es muy feliz en su nuevo hogar porque todos se quieren por
igual.
Autor: Luciano Aguirre Velásquez 1°A
Institución Educativa San Juan Bautista De La Salle