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La Plata, Argentina.

4 de mayo de 2018

Propuesta abierta
Modelo Baragattiano | Versión 1.0
Damián Pedraza
Estudiante de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
Puede enviar un correo a Damián Pedraza a través de: damian.pedraza@ing.unlp.edu.ar

Las universidades del mundo se enfrentan diariamente al desafío de crear diversas estrategias pedagógicas
para optimizar la enseñanza de las ciencias exactas en los jóvenes de hoy. No es trivial lograr que los
alumnos desarrollen un entendimiento profundo de los conceptos. En el campo de la ingeniería, por ejemplo,
no es común cuestionar los métodos de enseñanza ejecutados. El Modelo Baragattiano es una propuesta
empírica desarrollada para alumnos y docentes, que establece pautas para mejorar el aprendizaje dentro y
fuera del aula.

Tras observar a más de cien docentes universitarios, el autor puso en marcha una encuesta donde indagaba a
docentes acerca de sus habilidades y experiencias. Algunas de las respuestas fueron:

“Los docentes nunca deberían olvidar que su trabajo no es meramente pararse delante de un pizarrón y dar una clase,
sino lograr que sus alumnos aprendan”.

“El docente no debe olvidar que el alumno alguna vez estará solo y deberá poder aplicar lo que se le enseñó. Es ahí
donde reside la enseñanza, más que en repetir teorías y ejercicios”.

“Recordá que todo lo que enseñes debés cuestionarlo y no recitarlo (eso lo descubren muy rápido los alumnos)”.

“El docente nunca debe olvidar lo que él sentía cuando era alumno. No siempre alcanza, pero muchas veces ayuda a no
perder de vista que hay que llevar un ritmo que el alumno pueda seguir, pero que tampoco aburra”.

“Considero que para poder motivar y entusiasmar a mis alumnos, es fundamental que en primer lugar yo esté motivado
y entusiasmado de enseñar un tema. Para eso, trato de estudiar e informarme mucho respecto al tema, sus detalles, sus
ramificaciones e implicancias, la historia, las anécdotas. Mucho más usualmente de lo que finalmente termino dando en
una clase. Creo que este paso es primordial; como alumno me resultaba muy notoria la diferencia entre un docente que
me enseñaba un tema que amaba y comprendía y uno que simplemente lo hacía porque era su obligación laboral. Por
supuesto, sólo esto no alcanza. Luego hay que poder transmitir ese entusiasmo en la clase. Acá es donde mi respuesta se
vuelve un poco más vaga. No podría decir que tengo una "receta" para lograr esto. Creo que es una combinación de
diversos factores: tratar de plantear los temas de la clase de forma clara, concisa, siguiendo un orden lógico y una
construcción sensata del conocimiento; usar ejemplos que resulten accesibles e interesantes; desafiar a los alumnos que
piensen cosas por sí solos; desarrollar una especie de "instinto" para sentir qué está pasando con los alumnos y tener la
capacidad de modificar la clase en el momento para llevarla en la dirección necesaria; y por supuesto, hay una cuota de
actitud, de histrionismo”.

“Trato de compartir mi propia motivación y entusiasmo por lo que estoy enseñando. Si yo no estoy convencido, no puedo
convencer a nadie… Y disfruto mucho cuando puedo compartir mi entusiasmo con otro”.

“Creo que el entusiasmo y la motivación proviene de que el alumno descubra que puede interpretar en un contexto
específico lo que se explica con las teorías y los modelos. Descubrir que lo que se dice en la generalidad se observa en lo
particular baja el escepticismo y el alumno acepta recibir información”.

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Modelo Baragattiano. Primera versión.
“El docente tiene que comprometerse con las tareas que debe realizar, poniendo mucho trabajo, dedicación e interés. Esto
es muy importante para que los alumnos vayan a clase con ganas (siempre sentí esto en mis clases). También debe
esforzarse para que sus alumnos entiendan la materia y ayudarlos para que eso ocurra (yo proponía nuevos ejemplos,
nuevas situaciones, trataba de relacionar los temas del día con otros ya conocidos). Siendo ayudante alumna y luego
ayudante diplomada, los alumnos se acercaban mucho a mí y me buscaban porque me entendían y sentían que les
generaba mucho interés en saber un poco más de lo que me preguntaban y eso hizo que ellos me exigieran cada día más
y me fue entusiasmando para generar siempre interés en todos los temas. Cada día me fui obligando más y más para
que mis alumnos aprendieran lo que pretendía y se interesaran en saber mucho más y eso me daba fuerza para mejorar”.

“Es muy importante mostrarles qué aplicabilidad tienen los diferentes temas que se ven en la materia”.

“Nunca debe olvidarse que el saber algo, o tener tal o cual rol (docente en este caso) no es más que eso, que no lo pone a
uno en un escalón superior. El objetivo es que el alumno aprenda, no que el docente se luzca (muestre lo mucho que sabe)
o cobre un sueldo. No hay que confundir el fin con el medio”.

“Un docente debe mostrarse de entrada como una persona normal de la calle, no sé si lo logré en mis 44 años de
docencia, pero siempre sentí que de entrada los alumnos se sentían muy interesados en lo que yo decía y creo que veían en
mí simplemente una docente que quería enseñarles, formarlos, educarlos y no se sentía en un pedestal”.

“Yo nunca me olvido de lo que yo esperaba de mis profesores: una explicación directa, concisa, esclarecedora y sin dudas.
Lo cual sólo puede lograrse con un acabado conocimiento de los temas”.

“En la narración, respaldar la importancia de un concepto con gestos no habituales sirve de ancla”.

“Siempre intento hacerlos reflexionar acerca de los resultados que se obtienen en cada análisis y acerca del proceso del
razonamiento que no sólo será de beneficio para mi asignatura, sino para todas las materias e incluso para el ejercicio
de la profesión en muchos casos”.

“Promuevo siempre que las dudas sean planteadas de manera grupal, para que todos los alumnos puedan escucharlas y
aprovechar la explicación. La forma que he experimentado con éxito para promover esta consulta grupal para toda la
clase es desencadenándola yo mismo, comenzando a hacer preguntas muy simples pero que según mi experiencia sé que
más de un alumno puede estar haciéndose, y luego de permitirles pensar unos momentos, habiéndoles planteado la duda,
las respondo formalmente. Inmediatamente, los alumnos más participativos (que no necesariamente son los mejores
alumnos) se animan a hacer alguna pregunta y de a poco se establece la interacción buscada”.

“Creo que es muy importante incentivar al resto a animarse a plantear sus propias dudas. Trato de conseguir este efecto
no sólo considerando que toda pregunta es muy valiosa, sino además destacándolo y repitiéndola claramente para que
todos los alumnos puedan escucharla, para que también puedan comprender la respuesta pertinente. Ciertamente cada
pregunta me permite por un lado hacer las aclaraciones que, con seguridad, más de un alumno requiere, y por otro lado,
hacer eventuales ajustes en el desarrollo futuro de los temas.Considero que la consulta grupal para toda la clase, es muy
importante, porque el alumno realiza un esfuerzo para expresar mejor sus ideas y en numerosas oportunidades
promueve el interés y desencadena la participación del grupo durante el desarrollo de la clase”.

“Las clases no pueden durar más de dos horas, si es necesario hay que hacer algún intervalo en el medio”

“Todo se basa en definitiva en que tiene que haber confianza mutua entre el alumno y el docente, en que cada uno va a
poner lo mejor de sí para lograr que el proceso de aprendizaje ocurra. Y esto es como cuando uno quiere hacer crecer
una planta: Uno hace su parte lo mejor posible, y el resto… es un misterio de la naturaleza maravilloso”.

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Modelo Baragattiano. Primera versión.
Acto seguido, se proponen, a modo de conjeturas, las siguientes cláusulas a cumplir entre docentes, alumnos
y alumnas.

Nota: por comodidad de la redacción, el término “alumno” (y su plural) hace referencia a “alumno y alumna” (o
su plural correspondiente). También, la sentencia “el docente” (y su plural), incluye a su respectivo femenino:
“la docente” (o su plural).

Para los docentes


Los siguientes incisos describen las actitudes, cualidades y pensamientos que un docente debe tener para
seguir el Modelo Baragattiano:

- Entendimiento profundo de los conceptos


El docente debe haber razonado en profundidad las ideas que enseñará. Para verificar esto, puede
ejecutar un ¿por qué? recursivo a cada concepto y sub-concepto relacionado con lo que pretende explicar.
Debe poder responder con seguridad y consistencia todos y cada uno de esos interrogantes. La seguridad
-o falta de ella- que el docente tenga por sobre los temas tratados, será inevitablemente transferida a sus
alumnos durante la explicación.

- Cuestionamiento permanente
El docente debe dar lugar a un ¿por qué? tras cada concepto que menciona. Cada idea debe tener ese
respaldo. Los alumnos tomarán las justificaciones elaboradas para darle una razón de existencia a cada
conocimiento. Es una de las cosas más importantes que nunca deben olvidarse: cada objeto tiene una
razón de ser y ello no debe ocultarse, al contrario, debe exponerse de manera permanente.

- Motivación
El docente debe motivar a los alumnos para que se involucren en el aprendizaje de los conocimientos.
Para lograrlo sólo debe dejar en claro una respuesta convincente a la pregunta: ¿por qué los alumnos deben
aprender las temáticas propuestas? Son inaceptables las formulaciones que fomenten la obligación de
estudiar, la aprobación de exámenes, la obtención de un título o el hecho de tener que satisfacer los
deseos del docente como un fin en sí mismo.

- Empatía
El docente debe estar permanentemente “en la mente de los alumnos”. Debe estar atento a como se
sienten, como van asimilando las ideas, si están convencidos o no, si están interesados en la clase y hasta
incluso, si asisten a ella.
Para empatizar durante la clase, el docente puede hacer preguntas como: ¿me están siguiendo? ¿van
entendiendo? ¿van conmigo en el desarrollo? ¿entienden la idea? ¿voy muy rápido? ¿se perdieron en algún punto?
¿se dan cuenta de lo que estamos descubriendo? ¿quieren un descanso? ¿les gusta lo que estamos aprendiendo juntos?
Esto da lugar a una conexión muy importante entre ambas partes. Un vínculo intangible, pero real.
Sentirse preocupado y comprometido -no relajado ni distendido-en que sus alumnos aprendan lo que
enseña, hace que el docente pueda formular y adaptar en tiempo real su explicación, para que pueda ser
entendida de la manera más efectiva posible por sus alumnos. El relato de un docente no debe ser
unidireccional. No se debe “bufferear” al alumno, es decir, tratarlo como un ser pasivo dispuesto sólo a
acumular y asimilar información en el menor tiempo posible.
Para verificar si los alumnos realmente están entendiendo la explicación, el docente debe atreverse a
hacer preguntas concretas sobre el tema. Escuchar las respuestas le da al docente un índice invalorable
sobre el éxito o fracaso de su clase.

- No monotonía
En función de la importancia de lo que dice, el docente debe poner énfasis a través cambios de actitud o
actuaciones histriónicas. Mostrar asombro por conceptos interesantes, cautivación por resultados
elegantes o intriga por problemas desafiantes, lo muestra al docente como un ser digno de ser escuchado.

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Modelo Baragattiano. Primera versión.
- Duración de las clases expositivas
Es recomendable hacer dos bloques expositivos de cincuenta y cinco minutos cada uno, con una pausa de
diez minutos en el medio. Podría haber excepciones en las que la clase dura tres horas, pero con una
pausa intermedia de quince ó veinte minutos.

- Seguridad
El docente debe mostrarse completamente convencido de lo que enseña. No debe dudar nunca de las
ideas que supone dominar. La falta de seguridad o el equivocamiento repetitivo, puede provocar el
desarrollo de desconfianza o disminución de credibilidad del relato docente.

- Los exámenes son imperfectos


El docente nunca debe olvidar que un examen es una medición imperfecta del saber de sus alumnos.

- Relaciones entre colegas


El docente debe fomentar un trato entre pares cordial, respetuoso, de compañerismo y de trabajo en
equipo. Debe evitar exponer su descontento con otros docentes delante de sus alumnos.

- Respeto al alumnado
El personal docente debe respetar a cada uno de sus alumnos sin importar su sexo, vestimenta, origen,
religión, orientación sexual, aspecto físico ni edad. No está autorizado a tratos diferenciales de ninguna
naturaleza.

- Atención al alumnado
Debe ser totalmente receptivo frente a inconvenientes surgidos o sugerencias de los alumnos. Debe
desarrollar un trato cordial con ellos por fuera del aula. Reconocer, saludar o establecer un diálogo con
los estudiantes por fuera de la estructura curricular, lo muestra al docente como un ser que no se siente
superior -con más poder o autoridad- por sobre los alumnos. Por tanto, puede que los alumnos no se
sientan en condiciones de inferioridad respecto al docente. Este hecho puede favorecer el desarrollo del
aprendizaje dentro del aula, por fortalecerse el vínculo de confianza entre ambas partes.

- Responsabilidad social
El docente debe ser socialmente responsable: entender que los actos efectuados dentro de la institución
educativa siempre tienen implicancias -a veces significativas- por fuera del aula. Relacionado a ello, el
docente debe fomentar el no individualismo.

Referencia
Tiene a su disposición dos enlaces de la última clase de la profesora María Inés Baragatti, que sirvieron de
motivación para la redacción del Modelo Baragattiano.

https://www.youtube.com/watch?v=5FemcGdN3Xw
https://www.youtube.com/watch?v=f7iOdIaourk

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Modelo Baragattiano. Primera versión.
Para los alumnos
Los siguientes ítems sientan las bases para que un alumno esté en el marco del Modelo Baragattiano:

- Cuestionamiento permanente
Tras cada concepto a asimilar, el alumno debe ejecutar un ¿por qué? Debe dudar de cada nueva idea o
conocimiento. Debe cuestionar las reglas y los procedimientos ya establecidos. Debe convertirse en un
ser crítico y no en uno pasivo o completamente neutral.

- Atento a la correlatividad de los conceptos


Generalmente el conocimiento nuevo es correlativo con otros anteriores. Entender una idea suele estar
condicionado a entender conceptos previos.

- Evolución del saber


Generalmente, todo conocimiento tiene una línea evolutiva que nace en las definiciones, sigue con los
desarrollos, continúa con resultados y finaliza con aplicaciones. El no respetar este esquema puede hacer
que el alumno no logre razonar correctamente la idea que se pretenda interpretar. Hay que entender que
la teoría se sustenta por sobre la práctica, por lo tanto, poder resolver un problema práctico,
generalmente requiere haber comprendido los fundamentos teóricos correspondientes.

- La complejidad es relativa
Los conceptos vistos como difíciles pasan a ser vistos como fáciles cuando se entienden, razonan y
comprenden.

- Derecho a ser respetado


El alumno tiene el derecho de no ser maltratado bajo ningún contexto. El personal docente debe
respetar a cada uno de sus alumnos sin importar su sexo, vestimenta, origen, religión, orientación sexual,
aspecto físico ni edad. El alumno tiene la obligación de respetar a los demás del mismo modo, sin
importar las circunstancias.

- Derecho de libre pregunta


El alumno está habilitado a preguntar y cuestionar cualquier concepto que esté relacionado con los
contenidos impartidos. El personal docente tiene la obligación de ser receptivo y dar lugar a esos
cuestionamientos.

- Derecho a identificar razones para aprender lo propuesto


El alumno tiene el derecho de conocer los motivos por los cuales debe estudiar el temario establecido,
pudiendo identificar la utilidad y aplicabilidad de lo que pretende aprender. Esto sirve de motivación
para despertar interés en el alumnado.

- Derecho a conocer recursos alternativos


Se debe proveer al alumno de al menos un medio alternativo -explicación del mismo contenido- para
aprender lo propuesto.

- Derecho a comunicar motivos de satisfacción o insatisfacción del proceso de enseñanza ejecutado


El alumno tiene todo el derecho de informar a las autoridades correspondientes -o al mismo personal
docente- los motivos de su satisfacción o insatisfacción de su actual o pasada experiencia durante el
proceso de enseñanza. Por haber formulado una queja -desarrollada con el debido respeto y con
fundamentos consistentes-, el alumno tiene el derecho de no sufrir ningún cambio en el trato que el
docente tiene con él o con sus compañeros.

Mensaje del autor


Dejo a libre disposición esta propuesta, para que sea implementada voluntariamente por cualquier docente
y/o estudiante del mundo. Futuras actualizaciones de este documento podrían ser comunicadas a través de la
página: https://www.youtube.com/channel/UCa6V1UVOXN4wDm7RDQDoa6g.

Hay mucho por hacer. Trabajemos juntos por un mundo mejor. No perdamos esperanzas. Con educación de
calidad la democracia sirve a los pueblos, y la sagrada libertad, perpetuará por siempre.
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Modelo Baragattiano. Primera versión.

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