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Pie varo equino congénito

El pie varo equino (PVE) es la anomalía congénita con


mayor prevalencia en el pie. Ocurre en 2 de cada 1000
nacidos vivos. El 50 % de los casos son bilaterales, y el 70
% ocurre en varones.
Su diagnostico no es difícil pero si su tratamiento.
Esta compleja patología resulta de la combinación de
deformidades como la aducción y supinación del
antepié, varo y equino del talón, y la rotación interna
del calcáneo por debajo del astrágalo. La gravedad de
la patología se define de acuerdo con el grado de rigidez
que presenten estas deformidades.

Etiología
Su causa es desconocida, pero hay varias teorías propuestas:
1. Factores mecánicos intrauterinos: serían los causales de deformidades leves,
que
responden bien al tratamiento incruento.
2. Alteraciones neuromusculares subclínicas: muchas enfermedades neurológicas
congénitas (mielomeningocele, artrogriposis) se acompañan de PVE. Sin
embargo, en el PVE idiopático no se han podido demostrar
hasta ahora alteraciones neuromusculares.
3. Detención del desarrollo fetal: alteración del desarrollo óseo del pie en etapa
embriotiaria.
4. Factores hereditarios: mayor incidencia si hay antecedentes familiares de PVE.

Patología
El PVE se caracteriza por una displasia ósea generalizada de los huesos del
tarso. El astrágalo es pequeño y deformado. El escafoides no articula con la cabeza
del astrágalo, sino con su cuello. El calcáneo pierde su relación normal con el
astrágalo, se encuentra en equino y rotado hacia adentro. El antepié acompaña al
calcáneo en esta rotación. Los ligamentos articulares están engrosados y los
músculos de la pierna y pie son hipotróficos.

Diagnóstico
Su diagnostico es fácil. Muy rara vez se lo confunde con el metatarso aducto severo,
pero el componente equino del PVE marca la diferencia. Al examen físico, el pie y la
pantorrilla son pequeños. En el talón no se palpa el calcáneo que está ascendido
(equino). El tobillo está en varo y el antepié en aducción y supinación.
Todas estas deformidades pueden ser rígidas e irreductibles, o por el contrario
corregirse con maniobras suaves.

Luego del examen clínico describiremos al PVE como:


l. Tipo flexible: moderado, reductible y con buena respuesta al tratamiento incruento.
2. Tipo rígido: las deformidades no se corrigen. Pueden necesitar tratamiento
quirúrgico.
3. Tipo teratológico: asociado a enfermedades neuromusculares como artrogriposis,
mielo meningocele y otros síndromes genéticos (requiere tratamiento quirúrgico).
Radiología
En el niño de más de 6 meses de edad es útil para evaluar la gravedad de la
deformidad.
Se utiliza la radiografía de frente y perfil con apoyo del pie, donde mediremos los
ángulos astragalocalcáneos y evaluaremos la relación de estos dos huesos con e!
resto del pie.

Tratamiento.
El objetivo del tratamiento del PVE es corregir la deformidad manteniendo la
movilidad normal. El pie deberá ser plantígrado con una normal superficie de apoyo
sobre el piso. Debe permitirle al niño usar calzado normal y tener una apariencia
aceptable.

Tratamiento incruento

El tratamiento inicial para todos los tipos de PVE es la corrección progresiva


de las deformidades mediante la aplicación de botas altas de yeso. Se debe
comenzar tan pronto como sea posible luego del nacimiento.

Se confecciona una bota corta de yeso, corrigiendo la deformidad con maniobras


suaves. Los yesos se cambian semanalmente. En una primera etapa (2 a 4 semanas)
se corrige la aducción del antepié. Posteriormente se corrige el equino y el
Varo de talón. Este tratamiento se mantiene hasta obtener un pie plantígrado;
pasando luego al uso permanente de una férula de Denis Browne. Esta ortesis
mantiene el pie en flexión dorsal y rotación externa. Cuando el niño comienza la
marcha y tiene el pie corregido, continuará con el uso nocturno de la férula.
Con el tratamiento incruento se consigue una corrección aceptable de las
deformidades en el 60 % de los pacientes. Cuanto menor sea el niño al
comienza el tratamiento, mayores serán las posibilidades de éxito.

Tratamiento quirúrgico

La edad adecuada para la cirugía es entre los 6 y 8 meses. Para corregir las
deformidades del pie, es necesario liberar las articulaciones y alargar los
tendones que mantienen las relaciones anormales entre los huesos del pie. De
acuerdo con la severidad de estas deformidades puede ser necesario liberar las
estructuras posteriores del pie, las internas o extenderse hacia el lado externo
(liberación completa de la articulación subastragalina).

Pronóstico

La recidiva de la deformidad es frecuente luego del tratamiento, tanto incruento


como quirúrgico. Puede ser corregida con la aplicación de nuevos yesos o con
operaciones que pueden incluir resecciones óseas (osteotomías) y, en otros
casos leves, trasferencias tendinosas.

Esta enfermedad, de por sí recidivante, hace que el niño deba ser controlado
hasta la
finalización de su crecimiento.
Astrágalo vertical
También llamado pie plano convexo congénito, es una malformación caracterizada
por la posición verticalizada del astrágalo (como en el pie plano), acompañada
de equino del calcáneo. El pie se presenta sin bóveda plantar, observándose
una convexidad en la planta. El talón es alto, y el dorso del pie se encuentra
próximo a la pierna por la retracción de los músculos extensores. Puede
presentarse como deformidad aislada, pero frecuentemente se acompaña de otras
malformaciones.
El tratamiento ortopédico con yesos no da resultados. El tratamiento quirúrgico
debe realizarse antes de que el niño comience a caminar, y consiste en la
liberación completa del astrágalo, permitiendo restablecer sus relaciones
normales con los demás huesos del tarso, y la elongación de los tendones retraídos
(extensores y tríceps sural).

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