Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Para quienes aun no sepan que es lo que hay detrás de la falsa sonrisa del payaso, un breve resumen de 6
motivos para dejar de consumir McDonald’s:
La mayoría de los 4000 trabajadores que producen juguetes destinados a las “cajitas felices” de McDonald’s, no
han cumplido aún los 14 años de edad. Su jornada de trabajo es de 16 horas diarias todos los días de la semana.
Duermen amontonados en cuartos cercanos a la fábrica.
¿QUÉ TE CUESTA?
LA HISTORIA OCULTA DE LO QUE COMPRAS
La ropa 'fast fashion' de tiendas como Zara, H&M, Primark, Mango o Forever 21 se han adueñado
completamente del sector textil. Sin embargo su calidad deja mucho que desear y se la considera la
segunda industria más contaminante del planeta, solo por detrás del petróleo.
1. La calidad
La mala calidad y la baja durabilidad son un fin en sí mismas, de hecho esto destaca entre las estrategias de las
corporaciones textiles de 'fast fashion' para lograr vender cuanto más mejor.
Usando tejidos con algodón de la peor calidad, mezclados con fibras sintéticas derivadas del petróleo, así como
tintes baratos y acabados pobres, se aseguran que la prenda durará poco y tendrá que ser repuesta en un corto
periodo de tiempo. Cada prenda les da muy poco margen de beneficio, por lo que se deben lograr unas ventas
globales altas para hacer rentable la inversión.
No siempre un acto cotidiano, repetido mil veces, tiene el mismo efecto en nosotros. A veces pasa algo diferente,
se produce un clic, y lo normal y cotidiano deja de serlo para generar un pequeño cambio. Ya las cosas no son las
mismas, no saben igual.
Existe la posibilidad de que hoy un pequeño bocado a una simple galleta pueda dejarnos en el paladar el
retrogusto de la falta de responsabilidad empresarial. Y que ese pedazo de galleta, además de hacer el viaje
hacia el estómago, haga la digestión en la conciencia y nos traiga hasta la mente la mirada triste de nuestros
primos biológicos cercanos, los orangutanes.
Ese día, si tiene que ser hoy, provocará que el sabor de la galleta se disgregue en el paladar en una explosión de
responsabilidades compartidas. Quizás, a partir de este día, sabremos que, más allá de comer o dejar de comer
una simple galleta, es obligado preguntar al fabricante si está o no está dispuesto a poner freno a la destrucción
del planeta.
Sí, hoy la galleta Oreo sabe a deforestación. Y la empresa fabricante de la esta famosa galleta se
llama Mondelez, fabricante de las famosas barritas de chocolate Cadbury, las galletas Ritz y las galletas Oreo.
Para la fabricación de todas estas galletas se utiliza el aceite de palma. Una investigación de Greenpeace
International ha descubierto que entre 2015 y 2017, 22 de las empresas proveedoras de aceite de palma de
Mondelez destruyeron más de 70.000 hectáreas de selva tropical, un área más grande que la Ciudad de
Chicago, donde se encuentra la sede central de esta multinacional. De toda esta superficie destruida, 25.000
hectáreas eran hábitat de los orangutanes.
Además, los proveedores de aceite de palma de Mondelez también han sido acusados de trabajo infantil,
explotación de trabajadores, deforestación ilegal, incendios forestales y acaparamiento de
tierras. Mondelez obtiene gran parte de este aceite de palma insostenible de su proveedor Wilmar International,
el comerciante de aceite de palma más grande y sucio del mundo.
¿QUÉ TE CUESTA?
LA HISTORIA OCULTA DE LO QUE COMPRAS
Mondelez defiende que el aceite de palma que compra anualmente, en torno a 300.000 toneladas, está certificado
por la Mesa Redonda del Aceite de Palma Sostenible, sello más conocido por las siglas RSPO. Pero el método
por el que se otorgan estos certificados por parte de la industria del aceite de palma son meras declaraciones de
intenciones que suponen el peor de los modelos de certificación posible. En la práctica, esto significa que las
plantaciones y los grupos de productores de los que se suministra mayoritariamente Mondelez no tienen un
modelo de gestión sostenible ni excluyen la destrucción de la selva tropical.
En el año 2014, la empresa Mondelez adoptó un compromiso de “No Deforestación, no destrucción de turberas y
No explotación forestal”. Así mismo, Mondelez firmó la Declaración de Nueva York para terminar con la
deforestación de los bosques y es miembro del Consumer Goods Forum Palm Oil Working Group. Si de lo que se
trata es de firmar, Mondelez se apunta el primero.
Pero todo sigue igual. Es indignante que, a pesar de haber prometido hace casi diez años limpiar su cadena de
suministro de aceite de palma, Mondelez todavía este comerciando con destructores de los bosques. Mondelez
sabe que sus proveedores, con Wilmar Internacional a la cabeza, no le están asegurando que su aceite de palma
no procede de la deforestación y la destrucción del hábitat de los orangutanes.
Mondelez hoy tiene que saber que sus galletas ya no saben igual.
El movimiento #BreakFreeFromPlastic (rompe con el plástico), ha puesto en marcha una campaña a nivel
mundial para frenar el problema de la contaminación por plásticos desde la raíz: las empresas que generan esos
productos y no se responsabilizan de los daños que causan. Los supermercados tienen un papel crucial en esta
problemática, ya que la gran mayoría de sus productos están envasados y ofrecen escasas alternativas a las
personas consumidoras. Por ello, Greenpeace continúa demandando que los supermercados eliminen los
envases de plástico de un solo uso de sus productos con una petición que ha conseguido ya más de 24.500
firmas.
Un grupo de ciudadanos y ciudadanas que crearon a principios de 2018 la campaña de Desnuda la Fruta, que
pretende denunciar el abuso del plástico en la venta de algunos alimentos, centrándose en frutas y verduras. Su
campaña se ha hecho eco en toda España para lograr un objetivo común: que los supermercados eliminen los
plásticos de un solo uso de nuestra comida.
Nuestra cultura del usar y tirar está destruyendo el medio ambiente. La producción de plásticos sigue aumentando
cada año a un ritmo alarmante y solo una pequeña cantidad de lo que se produce se reutiliza o recicla de nuevo.
Una gran cantidad de los plásticos que consumimos y usamos cada día llegan a nuestros ríos y playas por el
viento o la lluvia. Los plásticos en el mar causan graves impactos en la fauna marina. Se sabe que hasta 9 de
cada 10 aves marinas, 1 de cada 3 tortugas marinas, y más de la mitad de especies de ballenas y delfines han
ingerido plástico en alguna ocasión.
Actualmente, las empresas siguen eludiendo su responsabilidad en los productos que venden, y la desplazan
hacia las personas consumidoras. Estamos condicionados a pensar que nuestra fruta y verdura necesita estar
envuelta en plástico por medidas higiénicas, aunque sepamos que la naturaleza ya ha pensado en ello y
lavemos nuestros productos antes de comerlos de todas formas.
Si quieres ayudar a parar la contaminación por plásticos en los océanos, haz una foto de las frutas y verduras que
veas envasadas en plástico, compártela en redes sociales, y ¡etiqueta al supermercado responsable! Utiliza las
etiquetas #DesnudaLaFruta, #BreakFreeFromPlastic, #RidiculousPlastic.
¿QUÉ TE CUESTA?
LA HISTORIA OCULTA DE LO QUE COMPRAS
"COCA-COLA, PEPSI Y NESTLÉ, LAS FIRMAS QUE MÁS
CONTAMINAN LOS OCÉANOS CON PLÁSTICO"
FUENTE: WWW.PUBLICO.ES/SOCIEDAD/PLASTICOS-COCA-COLA-PEPSI-NESTLE-FIRMAS-CONTAMINAN-OCEANOS-PLASTICO.HTML
09-10-2018
Las multinacionales Cola-Cola, Pepsi y Nestlé son las firmas que más contribuyen a la contaminación de los
océanos con plásticos de un sólo uso, según un estudio de la iniciativa 'Break Free from Plastic', que ha limpiado
las costas de 42 países en todo el mundo.
"El informe demuestra de forma irrefutable el papel de las grandes corporaciones en perpetuar la contaminación
mundial de plástico", señaló el coordinador global del movimiento 'Break free from Plastic', Von Hernandez, en el
lanzamiento del estudio hoy en Manila.
Más de 10.000 voluntarios llevaron a cabo ente el 9 y el 15 de septiembre 239 acciones de limpieza de plásticos
en costas y otros entornos naturales de 42 países como Filipinas, Tailandia, Vietnam, la India, Indonesia,
Australia, Chile, Ecuador, Brasil, México, Estados Unidos, Canadá, Marruecos o España. En total recogieron más
187.000 piezas de plástico, de las que más del 65% correspondían a envoltorios de productos de grandes
corporaciones mundiales, con Coca-Cola, Pepsi y Nestlé a la cabeza. En el ranking les sigue Danone, Mondelez y
Procter & Gamble
En la actualidad, la producción de plástico ha alcanzado las 320 millones de toneladas métricas al año y en la
próxima década está previsto que crezca en un 40%, lo que aumentará exponencialmente la liberación de gases
con efecto invernadero, ya que el 90% de los plásticos se producen a partir de energías fósiles y
contaminantes como el petróleo.
El informe reseña que estas grandes corporaciones deben asumir su responsabilidad en la contaminación del
entorno a varios niveles, ya que la producción de plásticos expone a sustancias nocivas a las comunidades
que viven cerca de las fábricas, pero también contaminan los alimentos y productos contenidos en los envoltorios
de plástico.
"La población está acumulando en sangre ftalatos y otros químicos que alteran el sistema endocrino, además de
pagar con sus impuestos el elevado coste de la gestión de los desechos de plástico", advierten desde 'Break
Free from Plastic'.
El 80% de las 8.300 millones de toneladas métricas de plástico producidas desde 1950 todavía perdura en el
medio ambiente, fundamentalmente en los océanos, según estudios recientes citados en el informe presentado
hoy. Desde entonces, solo el 9% de esa cantidad de plástico ha sido reciclada adecuadamente y el 12%
incinerada.
¿QUÉ TE CUESTA?
LA HISTORIA OCULTA DE LO QUE COMPRAS
30.000 personas están amenazadas a quedarse sin agua en Nejapa (El Salvador) por la explotación del
acuífero que está realizando la embotelladora de Coca-Cola en el país. A este ritmo, la reserva de agua se
agotará dentro de 30 años, ya que está consumiendo cerca el 200% de la capacidad total anual del acuífero, por
cada litro de refresco producido en la planta se gastan 2,5 litros del agua del acuífero, mientras que 700 familias
que reciben un suministro de agua intermitente y muy caro. El Salvador es el país con menos disponibilidad
hídrica de Centroamérica, al estar situado en una zona de bosque tropical seco.
Hace más de un año Coca-Cola Iberian Partners decidió cerrar cuatro plantas embotelladoras en Alicante,
Asturias, Palma de Mallorca y Fuenlabrada (Madrid), a pesar de contar con beneficios. Un total de 1.250 personas
perdieron su empleo. Los trabajadores de la planta de Fuenlabrada iniciaron una tenaz y digna lucha en defensa
de esos puestos, lo que les llevó a ganar varias sentencias que la compañía ha incumplido reiteradamente.
Los productos de la marca que antes se producían y distribuían desde Fuenlabrada ahora llegan diariamente a la
Comunidad de Madrid desde Sevilla, Barcelona o Lisboa. Se calcula la entrada de 110 camiones diarios de Coca-
Cola en invierno y 170 en verano. Cada uno de estos camiones consume entre 192 y 245 litros de diésel al día,
según su procedencia, por lo que provocan una contaminación adicional e innecesaria. Las emisiones de CO2
(el principal gas de efecto invernadero) son de entre media y tres cuartos de tonelada por camión y día. Los tubos
de escape de esos camiones también aumentan las sustancias tóxicas para la salud, como el dióxido de
nitrógeno o las partículas en suspensión, que crean graves problemas en zonas metropolitanas como la
madrileña. La deslocalización, aparte de injustificable desde el punto de vista laboral, también lo es desde el
ambiental. La campaña de boicot a los productos de Coca-Cola, bajo el lema de “si aquí no se produce, aquí no
se consume” tiene también que ver con la salud y el aire.
¿QUÉ TE CUESTA?
LA HISTORIA OCULTA DE LO QUE COMPRAS
Los refrescos de cola contienen una sustancia ‘potencialmente adictiva’, la cafeína, extraída de la nuez de cola.
Una lata de Coca Cola contiene aproximadamente 50 mg. de cafeína, lo que sobrepasa el límite entre lo
agradable y lo tóxico, además si se consume en frío se acelera el efecto de la cafeína. La Coca Cola contiene
también gas carbónico que, según la AMEDEC (Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del
Consumidor) , es un ingrediente que provoca “adicción psicológica”.
Hasta hace poco, la compañía Coca Cola era una de las principales empresas consumidoras de azúcar.
Ahora, en lugar de utilizar el azúcar como un ingrediente más de su fórmula, está utilizando alta fructuosa, un
jarabe hecho a base de maíz transgénico proveniente de los Estados Unidos. Los azúcares que contiene el
refresco, van disolviendo el esmalte de los dientes debilitándolos y produciendo caries, y los azúcares que no
logra digerir el organismo, se transforman en grasa, generando sobrepeso e incluso problemas de obesidad.
Anteriormente la diabetes estaba asociada a pacientes adultos, pero en el último tiempo se ha visto un aumento
de casos de esta enfermedad en niños y adolescentes con exceso de peso. Actualmente existen 22 millones de
niños menores de 5 años con sobrepeso. La diabetes es una enfermedad que afecta principalmente los ojos,
riñones, los pies y el corazón.
Y para aquellos que creen que este problema se resuelve tomándose una “coca light”, les tenemos otra noticia:
hay estudios que señalan que el consumo de sustitutos de azúcar, o azúcar sintética en grandes cantidades,
provoca daños cerebrales, pérdida de memoria y confusión mental. La sustancia que provoca estas afecciones se
llama aspartamo y sostienen que podría contribuir al desarrollo del Alzheimer.
El ácido fosfórico es dañino para el calcio de los huesos. Para transportar el concentrado de Coca Cola, los
camiones comerciales deben portar la tarjeta de “Material Peligroso”, reservada para materiales altamente
corrosivos, como el ácido fosfórico. Los distribuidores de Coca Cola han estado usándolo para limpiar los
motores de sus camiones durante cerca de 20 años.
¿QUÉ TE CUESTA?
LA HISTORIA OCULTA DE LO QUE COMPRAS
¿QUÉ TE CUESTA?
LA HISTORIA OCULTA DE LO QUE COMPRAS
- Cada habitante del planeta genera una media de 6,1 kilogramos anuales de residuos electrónicos, lo que
equivale a casi 4.500 torres Eiffel al año, lo que suma un total de 44,7 millones de toneladas métricas (MT) de
basura electrónica según datos registrados en 2016. Además se prevé que el volumen de este tipo de residuos
aumente hasta 52,2 millones de toneladas métricas, o sea 6,8 kg/hab, a más tardar en 2021. Cada español
genera una media de 20 kilos de basura electrónica al año, un 17% más que hace cuatro años. Los registros de
Naciones Unidas cifran en casi un millón de toneladas los residuos generados en toda España en un año.
- Europa genera en promedio 16,6 kg de residuos electrónicos por habitante e índice de recuperación más alto
(35%). Las Américas generan 11,6 kg/hab y recuperan sólo el 17% de los residuos electrónicos generados en sus
países. Asia (15%), que genera 4,2 kg de residuos electrónicos por habitante. África sólo genera 1,9 kg/hab y hay
poca información sobre su índice de recuperación.
- El 66% de la población mundial está amparada por leyes que regulan la gestión de los residuos electrónicos,
pero nada se sabe del destino de la gran mayoría de los residuos electrónicos (34,1 de toneladas métricas). En
los países donde no existe legislación en materia de residuos electrónicos, se arrojan a vertederos o se reciclen
junto con otros desechos plásticos o metálicos.
- 2 ejemplos sobre vertederos electrónicos gigantes: Agbogbloshie, una llanura situada en centro de Accra, la
capital de Ghana, es uno de los vertederos ilegales de basura electrónica más grandes del mundo donde queman
la basura para recuperar los materiales valiosos o los objetos que se podrían reutilizar. Guiyu, una ciudad china
donde 150.000 habitantes se ganan la vida recuperando el plomo, oro, cobre y demás metales valiosos de los
equipos electrónicos que llegan allí. Con los más altos niveles de dioxina jamás registrados en ningún lugar del
planeta y la exposición a los metales y ácidos tóxicos causa altísimos índices de enfermedades de todo tipo:
dolencias cutáneas, migrañas, vértigos, náuseas, gastritis crónica, úlceras gástricas y duodenales, cáncer.
- Una batería de móvil es capaz de contaminar 600.000 litros de agua. Además un móvil contiene hasta 40
materiales perjudiciales para la salud, entre los que encontramos arsénico, antimonio, plomo, mercurio o níquel…
Todos ellos elementos no biodegradables, por lo que pueden dañar nuestro entorno durante generaciones.
¿QUÉ TE CUESTA?
LA HISTORIA OCULTA DE LO QUE COMPRAS