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Toribio Pacheco fue un destacado humanista peruano del siglo XIX que se desempeñó como jurista, político, diplomático y periodista. Escribió varios textos importantes sobre cuestiones constitucionales y derecho civil que son considerados obras fundamentales por su agudeza y clarividencia. Entre sus ideas clave se encontraban proponer períodos presidenciales más cortos de cuatro años, responsabilidad personal del presidente, y elegir presidente y vicepresidente conjuntamente para asegurar la estabilidad del gobierno.
Descriere originală:
Diapositivas de la exposición del jurista y miembro del Tribunal Constitucional, Dr. Ramos Núñez, sobre el célebre Toribio Pacheco, autor del libro Cuestiones Constitucionales.
Toribio Pacheco fue un destacado humanista peruano del siglo XIX que se desempeñó como jurista, político, diplomático y periodista. Escribió varios textos importantes sobre cuestiones constitucionales y derecho civil que son considerados obras fundamentales por su agudeza y clarividencia. Entre sus ideas clave se encontraban proponer períodos presidenciales más cortos de cuatro años, responsabilidad personal del presidente, y elegir presidente y vicepresidente conjuntamente para asegurar la estabilidad del gobierno.
Toribio Pacheco fue un destacado humanista peruano del siglo XIX que se desempeñó como jurista, político, diplomático y periodista. Escribió varios textos importantes sobre cuestiones constitucionales y derecho civil que son considerados obras fundamentales por su agudeza y clarividencia. Entre sus ideas clave se encontraban proponer períodos presidenciales más cortos de cuatro años, responsabilidad personal del presidente, y elegir presidente y vicepresidente conjuntamente para asegurar la estabilidad del gobierno.
como parece, hiperbólica. Y es que Pacheco no solo fue, como se sabe, jurista, y de las más altas cotas; sino también político, diplomático de circunstancias difíciles y hasta penosas, periodista cabal y enérgico y, por añadidura, hombre de letras, en el sentido más raigal del término. En cada uno de estos segmentos de vida pública su desempeño fue sobresaliente, no solo por su versación, brillantez y eficiencia, sino, sobre todo, por la impronta ética que le imprimió a cada uno de ellos. Cuestiones Constitucionales. Arequipa: Imprenta de Francisco Ibáñez y Hnos., 1854. Tratado de Derecho Civil. Lima: Establecimiento Tipográfico de Aurelio Alfaro y Ca., 1860. Manifiesto de los motivos que han inducido al Perú a declarar la guerra al gobierno de España. Edición oficial, Lima, 1866. Memoria que el Secretario de Estado en el despacho de Relaciones Exteriores presenta, por orden del jefe supremo provisorio de la República, al Congreso Constituyente. Lima: Imprenta del Estado por J. E. del Campo, 1867. El jurista arequipeño presentó al público Cuestiones constitucionales, como primera parte, hacia el año 1854, un texto que, pese a su antigüedad y su fijación sincrónica, ha sido objeto de elogios e investigaciones de parte de nuestros más brillantes intelectuales (entre los más ilustres se cuentan los juicios de Basadre y Mostajo, así como el iluminador estudio que le dedica Porras Barrenechea) por su agudeza, erudición jurídica y clarividencia. Los poderes • Pacheco los habla del poder legislativo se ocupa de examinar dos cuestiones fundamentales: cómo delega el pueblo sus facultades (poder electoral) y cómo ejercen este poder sus delegados (poder de legislar) Sobre el periodo presidencial • Proponía que fuesen solo cuatro: estimaba que siendo cortos los gobiernos las revoluciones serían cada vez menos, porque al ser los regímenes insoportables menos duraderos, a las gentes les saldría más barato esperar un breve tiempo para cambiar de gobierno, sin tener que esperar los largos seis años Sobre la responsabilidad del presidente • Llamaba su atención la responsabilidad del presidente. En un sistema republicano, planteaba Pacheco, la responsabilidad debe ser personal, y no conjunta con la de los ministros. Y para esto el presidente debía estar completamente libre para elegir los brazos con los que iba a trabajar. A lo mucho toleraba que se le impusiera el número de brazos (ministros). Sobre la estabilidad del gobierno • La estabilidad del gobierno fue una de sus más caras ocupaciones teóricas. Para asegurar la estabilidad del presidente y del gobierno, proponía una idea audaz: que se eligiera presidente y vicepresidente al mismo tiempo, y que este último sucediese al presidente cuando el primero hubiera dejado el cargo.