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3-3-La Reducción Franciscana de Itatí: características generales y testimonios más importantes.

La Reducción de la Pura y Limpia Concepción de Itatí se fundó oficialmente el 7 de diciembre de


1615, cuando mandaba sobre la región Hernando Arias de Saavedra, quien encomendó la organización
y dirección de la misma a Fray Luis de Bolaños. Entre los primeros exploradores de la zona y co-
fundador de Itatí puede hallarse la figura del capitán Simón de Meza, vecino de la ciudad de Vera de las
Siete Corrientes, quien exploró el lugar y dio algunas primeras ideas para la conformación de un pueblo
de indios. Su nombre, junto al de Hernandarias, debe vincularse también a los orígenes de Itatí.
Se sabe que ya por entonces era venerada la imagen de la Pura y Limpia Concepción, la iconografía
taumaturga más bella del país y una de las principales en el continente. Sus medidas y características
son ciertamente notables.
¿Cómo y cuándo fue traída? Teorías diversas, suposiciones varias, debe tratarse de la iconografía
más antigua del NE argentino y de las más antiguas de toda América. Lo cierto es que ya para la última
mitad del siglo XVI, la imagen de la Virgen estaba en la zona, es decir es anterior a la fundación misma.
La Reducción fue fundada aguas abajo, al oeste, del actual emplazamiento, en el lugar hoy conocido
como Tabacué (pueblo viejo), precisamente en el antiguo puerto de “Santa Ana”, en las “Caserías del
Yaguarón”, lugar donde aún se encontraban los cimientos de piedra de aquella ermita levantada por
Bolaños para su primitiva doctrina a fines del siglo XVI y donde, de seguro, se habrá rendido culto a
Nuestra Señora, hasta que en 1619 –por causas diversas– la Reducción, fundada ya oficialmente, se
trasladó a su actual emplazamiento en tiempos en que dirigía la Reducción Fray Juan de Gamarra.
Para 1621, la Reducción de Itatí se componía de 293 hombres, 292 mujeres y 306 niños de ambos
sexos y se proyectaba ya como un próspero asentamiento que se autoabastecería por su sistema
comunitario hasta su disolución dos siglos después.
La reducción presentaba una situación geográfica privilegiada, a orillas del río Paraná, con muy buenas
tierras aptas para la agricultura y el pastoreo. El gobernador del Río de la Plata Diego de Góngora
describió en su visita a los habitantes de Itatí como “gente de mejor inclinación que las demás
naciones”, porque la mayor parte de ellos eran labradores, andaban vestidos y estaban bautizados,
construían sus casas de tapia y madera. Recibían la enseñanza de las letras y contaban con maestros
que les enseñaban en su misma lengua.
Otro de los aspectos interesantes de esta reducción era la organización institucional. Dirigidos por un
cura doctrinero, nombrado por el gobernador de Buenos Aires, las otras autoridades las ejercitaban los
indígenas: un corregidor, un cabildo constituido por dos alcaldes ordinarios, dos regidores, procurador,
mayordomo y escribano, elegidos todos anualmente, con aprobación del teniente de gobernador de
Corrientes.
Los indios de la reducción contribuyeron en numerosas oportunidades en la defensa de la ciudad de
Corrientes como así también de Buenos Aires y otros territorios.
La vida en comunidad de la reducción, la relación de los encomendados con sus encomenderos y otras
características del pueblo pueden apreciarse claramente en el documento de la visita que se analizarán
en este trabajo, ya que los indios respondieron a las preguntas de los funcionarios sobre estos temas y
permite verificar la situación del guaraní reducido en Itatí durante este período en particular.
Esta reducción tuvo mayor solidez en comparación con sus vecinas, en lo que se refiere a avances de
otras etnias que amenazaron su estabilidad; sirviendo además de refugio para los habitantes de los
pueblos atacados en varias ocasiones (Labougle, 1968).
La reducción de Itatí se destacó por su organización y condiciones favorables, aspectos todos que
contribuyeron a su permanencia en la región demostrando siempre una mayor solidez entre los pueblos
existentes que vivían un permanente estado de insurrección e inestabilidad.
En el pueblo se trabajaba para la comunidad, existían almacenes donde se depositaban todos los
efectos que poseía el pueblo. El fraile a cargo de la doctrina tenía a su cargo la distribución de los
bienes de la comunidad, alimentos y vestimentas. Los indios tenían algunas tierras propias y a
mediados del XVIII algunas comunes, tres estancias llamadas La Cruz, San Antonio y Puerto de San
Bernardino. Luego fueron aumentando agregándose: San Miguel, Santo Domingo, La Asunción, San
Francisco, San Jerónimo y San Isidoro y también la llamada “De la Virgen”.
Itatí desde su fundación no cesó en su crecimiento en todos los aspectos durante dos siglos. En
noviembre del año 1800, sostenía el administrador General Don Manuel Pacheco que era necesario
aligerar el pesado yugo de la “constitución” en que vivían los pueblos de indios reducidos, de la
jurisdicción de Corrientes, a los que aún no había llegado a aplicarse la que se dio a los treinta pueblos
del Paraguay y Uruguay, con sus benéficos resultados

El 16 de febrero de 1805, el cabildo de Itatí se pronunció sobre la conveniencia o inconveniencia –para


informar al virrey- de que se les diese libertad de comunidad, como se había hecho con los indios de las
antiguas Misiones Jesuíticas. Se remitió a Buenos Aires un detallado padrón de habitantes y una prolija
descripción de las tierras aledañas y sus posibilidades de explotación. El cabildo indígena era contrario
a la supresión del régimen de comunidad y así lo manifestaba al virrey, afirmando que, en un primer
momento, cuando se les dijo que los indios serían libres como los españoles, tratados como tales y
dueños de disponer de sus haberes les asombró la noticia, pero, luego, viendo la suerte desgraciada de
los labradores españoles preferían seguir en comunidad. Exponían también en el informe las miserias
de los españoles, que ni siquiera tenían con qué enterrar a sus muertos; en cambio, ellos, en
comunidad no pasaban por estas circunstancias. En el año 1809 por disposición del obispo de Buenos
Aires don Benito Lue y Riega, y del virrey don Santiago de Liniers el curato y reducción de Nuestra
Señora de la Limpia y Pura Concepción de Itatí, fue entregado por fray Manuel Antonio de Amarilla, de
la orden seráfica, al presbítero don Manuel Antonio Garay. En 1826, el gobierno de la provincia de
Corrientes suprimió el régimen de comunidad, que aún existía en Itatí y una nueva organización del
pueblo.
El ahora denominado Museo de Sitio "Casa Güeri y Vallejos" está emplazado en la localidad correntina
de Itatí y es el único testimonio en pie de la antigua Reducción Franciscana de la Limpia y Pura
Concepción de Itatí con muestras fehacientes del trazado colonial de 1790 que organizaba la vida
comunal sobre la Plaza de la Reducción, hoy, la Plaza central de esa ciudad.
La construcción perteneció a Juan Güerí, descendiente de caciques guaraníes. En 1857, fue
adquirida y habitada por Blas Vallejos y su descendencia hasta 1925, tiempo en que pasó a manos de la
?Orden de la Divina Providencia?. En 1987 se inició una demolición con desmantelamiento de su techo
y estuvo en ruinas hasta 2007, cuando el Gobierno de Corrientes decidió intervenir para rescatarla.

3-4-La Reducción Franciscana de Santa Lucia de los Astos. Características.


Santa Lucía de los Astos, fue fundada por disposición de Don Hernando Arias de Saavedra, conocido
como "Hernandarias", en la desembocadura del rio Mepemé, hoy río Santa Lucía en el año 1615. Lugar
conocido como Taba-cué (pueblo viejo, en guaraní) y que estaba en las proximidades del actual paraje
"Rincón de Soto", pero sus costas se desbarrancaron y ya no queda nada.
Sus primeros pobladores eran todos indígenas que formaron, bajo la dirección de los Padres
Franciscanos, una "reducción", donde fueron adoctrinados en la Fe Cristiana. Tenían una humilde
capillita de adobe donde veneraban una hermosa imagen de la Virgen y Mártir Santa Lucía que había
sido traída por la familia de los Astos.
Como los otros indios de la otra orilla del Paraná, del llamado Chaco Santafecino, incendiaron y robaron
la reducción en dos o tres oportunidades, los Padres Franciscanos resolvieron trasladar la población a
un lugar más seguro, a una legua de distancia, sobre la margen derecha del Rio Santa Lucía y lejos de
la costa del Paraná. Eso fue en el 1716.Aquí volvieron a levantar una humilde iglesia para venerar en
ella a su querida patrona. Alrededor del año 1770, el Padre Doctrinero, Fray Juan José Pereyra, levantó
una nueva capilla de adobes, pero un temporal la destruyó. Fue entonces cuando decidió levantar una
iglesia más grande y fuerte, de ladrillos. Enseño a los indios a fabricarlos y descubrió, a una legua de
distancia del asentamiento, una cantera de cal. Contrató a un maestro europeo que diseño la
construcción, de estilo colonial y se empeñó con alma y vida a llevar adelante la obra. Tardó casi 20
años en construirla y al final trajo, de las misiones de Yaguarón, actual República del Paraguay, a dos
artesanos especializados en la fabricación de retablos, Don Gaspar Bogarín y su hermano, Nicolás,
para que fabricaran el que actualmente nos admira con los nichos de la Santa Patrona y de otros
santos. A la muerte del Padre Pereyra, acaecida el 18 de julio de 1790, estaba concluido el cuerpo
principal de la iglesia y su sacristía, y comenzadas las obras de carpintería y las habitaciones
parroquiales.
El pueblo de Santa Lucía muy humilde en sus comienzos, fue creciendo lentamente y con muchos
altibajos, pero siempre bajo la guía de sus pastores, los sacerdotes Franciscanos.
Pocos años después de la independencia, deja de ser "reducción" y se convierte en "villa" y su
organización pasa a manos de los civiles. En tiempos del Gobernador Juan Pujol, se decide
transformarlo en "Departamento" bajo el nombre de Lavalle. Eso fue alrededor del año 1860. Avanzado
ya el siglo XX fue declarada ciudad.

3-5-La Reducción Franciscana de Santa Ana de los Guácaras. Características.


Originariamente el Municipio de Santa Ana fue una reducción indígena organizada en comunidad y
dirigida por los padres franciscanos.
Pero los indios no eran nativos de la zona, pertenecían a la nación Guácaras y habían estado reducidos
en el Gran Chaco, en las proximidades de la ciudad de Concepción de la Buena Esperanza de la cual
dependía. Esta ciudad fue destruida en 1631 o 1635.
La antigua reducción de guácaras fue fundada por los Padres Pedro Romero y Cristóbal de Mendoza en
1660. Destruida Concepción de la Buena Esperanza del Río Bermejo, sus vecinos españoles se
incorporaron a la ciudad de la Siete Corrientes, donde fueron considerados, por orden de la Real
Audiencia de Charcas, como fundadores y con derecho a los cargos del Cabildo.
Desde ese entonces, o años después, debieron venir los indios de Guácaras traídos por las
expediciones que salieron de Corrientes con el apoyo de Santa Fe.
Cuando las actas capitulares de Corrientes aluden a estas expediciones, denominan al territorio
incursionado “valle Calchaquí”.
Podría decirse, de los Guácaras, que eran pacíficos y laboriosos y originarios de aquella nación
relativamente evolucionada, y que al ser trasladadas a la reducción vecina de Concepción del Bermejo,
dieron el nombre de Calchaquí a esa zona. La etimología de la palabra guácaras, de afiliación “quicha” y
no quichua.
Desde su traslado a la jurisdicción correntina el vecindario indígena de la tribu guácaras fue agricultor y
de hábitos pacíficos, fue evangelizada por la orden franciscana.
Tenía sus bienes en comunidad y logró tal cultura, que en las primeras décadas del siglo XIX se
fusionaron con los pobladores blancos que se radicaban en su emplazamiento.
La reducción de Guácaras en el Chaco, en jurisdicción de Concepción del Bermejo, duró hasta la
destrucción de esta ciudad en 1631: los indígenas de Guácaras, en Corrientes, pertenecen a aquella
nación y su llegada se produce en el siglo XVII.

3-6-La Reducción Franciscana de Candelaria de Ohoma. Caracterìsticas.


La reducción de Candelaria de Ohoma se formó paralelamente a la visita del gobernador Diego de
Góngora en 1621, cuando este último se encontró con un grupo importante de indios ohomas,
guaycurúes de nación frentones quiénes por medio de un intérprete español le solicitaron
licencia para “asentarse, aumentarse, reducirse y hacer iglesia”, sobre las tierras del río Ohoma.
El gobernador dio las instrucciones correspondientes para organizarlos.
En épocas del teniente Gobernador de Corrientes, Manuel Cabral de Alpoin, en 1630, los Ohomas
fueron trasladados a la Banda Oriental del Río Paraná, estableciéndolos en reducción, a
diez leguas al sur de la ciudad de Corrientes; al cuidado de un doctrinero franciscano. Se formó el
pueblo con sitio para la plaza y en ellas las casas para el cabildo y cárcel pública, y convento para
religiosos.
Los indígenas al igual que en las otras reducciones se dedicaban al trabajo en las chacras y en lo
referido al ganado. Existía una sola encomienda, que fue declarada vacante en 1651 y en
depósito se concedió al vecino de Corrientes Andrés Esquivel y Cabrera y a partir de 1662 volvió
a quedar vacante. Esta vez se comunicó por edicto a los beneméritos que quisieran acceder a ella. A
fines del siglo XVII quedaban muy pocos indios en la reducción que ya no fue administrada por la
orden seráfica. La doctrina quedó a cargo de clérigos y se designaron para su gobierno
temporal corregidores españoles. A principios del siglo XVIII la reducción sufrió nuevos ataques que
obligaron a sus pobladores a abandonar el pueblo, retornando al poco tiempo. De esta crisis no
pudieron reponerse y la existencia de Candelaria de Ohoma se extendió hasta el año 1739, en
que un nuevo avance la destruyó por completo. Las pocas familias que escaparon se refugiaron en
el pueblo de San José de Saladas.

3-7-Cuàles fueron las principales Misiones Jesuìticas ,dònde se fundaron,en què momento,a
causa de què y què carcateristicas tuvieron.
3-9-La Misiòn Jesuitica de La Cruz de Mbororè.Caracterìsticas.
3-10-La Misiòn Jesuìtica de Nuestra Señora del os Santos Reyes Magos de
Yapeyù.Caracteristicas.
3-11-La Misiòn Jesuìtica de Santo Tomè Apostol. Caracterìsticas.
3-12-La Misiòn Jesuìtica de San Carlos. Caracterìsticas.
3-13-La Expulsiòn de la Compañìa de Jesùs. Porqùe y còmo se diò. Impacto en
Corrientes. Sintetizar.-
3-14-Conclusiones.
4-La Sociedad Correntina: Del Patriciado Mestizo del siglo XVII, a la Burguesìa Patricia del Siglo
XVIII y las nuevas varonìas del Siglo XIX.-
4-1-Mentalidades sociales.
4-2-Còmo y en què perìodos se divide la Historia Genealògica de Corrientes.
4-3-Principales familias referentes de las etapas sociales en Corrientes
4-3-Los Clanes Gobernantes. Teoria del Genealògista Juan Cruz Jaime.-

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