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1. CRITERIOS PARA EL RECONOCIMIENTO DE FALLAS.

Las fallas son superficies de discontinuidad que producen la interrupción y el desplazamiento de niveles o lechos
de capas, ya sea en secciones verticales o planta.

También, en relación con las fallas se producen interrupciones de superficie topográfica previa o cambios de
pendientes significativos en el paisaje. A partir de estas consideraciones plantearse diversos criterios para el
reconocimiento de fallas, algunos de ellos son intrínsecos al mismo proceso de facturación, basados en la propia
observación del plano de falla y/o de las estructuras de pequeña escala, así como de rocas de falla producidas
durante la deformación. Se trata en general de criterios estructurales propiamente dichos.

Otros criterios podemos catalogarlos como estratigráficos, es decir, basados en las modificaciones de las series
litoestratigráficas de un sector concreto, para ello se requiere un conocimiento geológico regional previo.
Especialmente, la edad de los estratos y la distribución cartográfica de los materiales son datos muy útiles para
estudiar las fallas. Este criterio es llamado también cartográfico.

Por último, los criterios fisiográficos o geomorfológicos son muy útiles, por ejemplo en donde no hay
referencias idóneas, y para establecer fallas relativamente recientes o estructuras activas. Otros criterios están
basados en la utilización de técnicas especiales, de tipo geofísico, a partir de las cuales se han detectado fallas
en zonas internas de la corteza terrestre.

4.1 CRITERIOS ESTRATIGRAFICOS Y CARTOGRAFICOS.

Los efectos de la fracturación en una región permiten establecer la existencia de fallas a partir de las
modificaciones significativas en los niveles de referencia previos, como puede ser la interrupción de las capas y
la reorganización espacial que conlleva la deformación. Las discontinuidades de determinados estratos pueden
ser atribuidas a distintos procesos, algunos de ellos son debidos a la erosión o la intrusión de rocas ígneas y,
tanto en un caso como el otro, resultan muy distintos de las discontinuidades mecánicas producidas por la las
fallas

La repetición u omisión de estratos de una secuencia estratigráfica pueden ser debido a falla. Así, cuando se
produce una falla normal, en general se omiten estratos. Este hecho se puede constatar a lo largo de una línea
vertical que atraviese el bloque de techo y el de muro. En planta se observa como los materiales del bloque de
techo descansan sobre otras mas profundas. Si no hay inversiones estratigráficas previas, los materiales más
jóvenes se apoyan sobre otros más antiguos en una misma vertical.

En el caso de las fallas inversas, generalmente se producen repeticiones de las secuencias litoestratigraficas, es
decir, se produce una duplicación asimétrica de la serie, lo que representa que materiales mas profundos se
superpongan a otros mas superficiales.

Si no hay inversiones previas (y de ahí la importancia del conocimiento geológico regional), los materiales mas
antiguos descansaran sobre los mas modernos en una misma vertical. En los sondeos, la información obtenida
está en referida a una línea, considerada como el eje de la perforación, la recuperación de muestras permite
establecer las diferencias litológicas (testificación), las repeticiones u omisiones de los sedimentos pueden ser
interpretadas como de origen tectonico, es decir, debidas a fallas, una vez descartados cambios de facis
relacionados con alternancias en la posición del mar (transgresiones o regresiones).

La valoración de otros datos geológicos como la edad de los sedimentos o las rocas, la existencia de materiales
que no se pueden haber organizado a la vez en el espacio físico que ahora comparten, así como sus
características geométricas o la existencia de una aureola de metamorfismo de contacto, entre otros, pueden ser
muy útiles en las interpretaciones de las discontinuidades que sobre un mapa pueden ser considerados como
trazas mecánicas e igualmente validos son estos criterios de secciones verticales.

Los geólogos utilizan dos medidas denominadas dirección (rumbo) y buzamiento (inclinación) para
ayudar a determinar la orientación de un estrato rocoso o de una superficie de falla.Conociendo la

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dirección y el buzamiento de las rocas en la superficie, los geólogos pueden predecir la naturaleza y la
estructura de unidades rocosas y las fallas que están ocultas debajo la superficie fuera del alcance de
nuestra vista.

4.2 CRITERIOS FISIOGRAFICOS Y GEOMORFOLÓGICOS.

En regiones con pocos afloramientos los indicadores indirectos son muchas veces la única posibilidad para definir
fallas. Especialmente en regiones con alta cantidad de vegetación se puede aprovechar estos fenómenos. Los
indicadores indirectos nunca llegan a conclusiones tan confiables como los indicadores directos.

Las zonas de falla están formadas para materiales fracturados pocos cohesivos, que pueden disgregarse,
alterarse y erosionarse con mayor facilidad que el resto de materiales del entorno. Muchos ríos y quebradas se
encajan aprovechando esas bandas de debilidad.

El movimiento de los bloques de falla implica, en muchos casos, la elevación y el hundimiento relativo de unos
y otros, produciéndose simultáneamente cambios en los perfiles topográficos y, en definitiva, el incremento de la
pendiente en un sector paralelo al trazado de falla, formándose así escarpes (“scarps”)

Existen tres tipos de escarpes relacionados con fallas:

a. Escarpes de falla (“fault scarps”). La superficie de falla aflora en una área concreta provocando
un incremento de la pendiente topográfica de forma continua y paralelo a la dirección de fallas, es
decir, la superficie topográfica coincide con la superficie de falla.
b. Escarpes de tipo facetas triangulares (“flatirons”). A partir de la erosión progresiva de un
escarpe de falla se forman superficies triangulares entre los cauces fluviales encajados en el bloque
levantado. En el bloque hundido y adosados a la superficie de falla se desarrollan abanicos aluviales,
tantos como cauces fluviales.
c. Escarpes de tipo graderío. Asociados a fallas. La erosión diferencial entre los dos bloques pueden
producir una zona de mayor pendiente controlada por materiales muy resistentes que ocupan las
posiciones topográficamente más altas, mientras que los niveles inferiores – menos resistentes- se
forman pendientes mas suaves.

En el caso particular de análisis podríamos definir:

4.2.1 Morfología.

Zonas de fallas normalmente son sectores con rocas blandas. Por eso en la naturaleza las fallas están cubiertas
bajo algunos metros de rocas blandas cuaternarias, como relleno de un valle o una quebrada.
Además la dirección de valles o quebradas puede ser conforme con las direcciones de fallas. Precaución: No
todos las quebradas o valles corresponden con fallas tectónicas.

4.2.2 Vegetación.

Distintas tipos de rocas producen el crecimiento de diferentes tipos de plantas. Arriba de una zona de falla la
cantidad del agua normalmente es más alta como en rocas normales. Precaución: Caminos históricos u otros
construcciones históricos pueden provocar el mismo fenómeno.

4.2.3 Manantiales.

Zonas de fallas tienen normalmente una porosidad diferente como las rocas alrededores. Este cambio de la
porosidad provoca en algunos casos el nacimiento de un río. En varias ocasiones se puede observar una cadena
de manantiales en línea. Precaución: También estratos permeables/impermeables pueden provocar el mismo
fenómeno

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4.3 LOS SISTEMAS DE FALLAS Y LA INFLUENCIA EN LA MORFOLOGIA.

4.3.1 FALLA COMO SECTOR DE MENOR RESISTENCIA.

Las fallas muchas veces no afloran a la superficie porque la zona de falla es más blanda como las rocas
alrededores. La erosión entonces afecta los sectores de la falla más como las otras partes de la zona. La zona de
falla se ve como un valle con un relleno de rocas sueltas (como arena y gravas) cuales cubren el fondo del valle.

BIBLIOGRAFÍA
 Documento de apoyo, 4fallas, entregado por el docente de la carrera de Geología estructural,
Carrera de Geologia Ambiental y Ordenamiento Territorial. UNL

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